CONCORDANCIAS Y DIVERGENCIAS ENTRE:

LA DEMOCRACIA DIRECTA Y LA DEMOCRACIA REPRESENTATIVA

Tal como indica el Diccionario de Dudas: «La palabra democracia pasa al español del latín

democratĭa, pero tiene su origen en la voz griega δημοκρατία (dēmokratía). A su vez se

compone de los términos: δῆμος (démos), significa ‘pueblo’, y κράτος (krátos), que

vendría a traducirse como ‘poder’ o ‘gobierno’». Así pues, etimológicamente, la palabra:

“Democracia” significaría: «El poder del pueblo».

Se nos dice que la primera democracia directa conocida fue la ateniense en los

tiempos de Pericles. Era la Ekklesia, una asamblea de la “polis de Atenas” compuesta por

todos los varones libres mayores de 18 años, quedando excluidos los esclavos, mujeres,

menores de 18 años y extranjeros. Tenía poder legislativo, ejecutivo y judicial. Nombraba

a un Consejo o Bulé compuesto por 500 ciudadanos mayores de 30 años agrupados en 10

Pritanías de 50 miembros. También nombraba por sorteo a 9 Arcontes que durante un año

conformaban la magistratura, así como 10 estrategos…….

Con similares fines y diferentes características, se dieron también en Roma los

llamados Comicios Romanos, cuyos componentes eran los representantes del Pueblo

Romano. Como apunte, el censo de 130.000 habitantes que el historiador Dionisio atribuye

al primer año de la Republica Romana da una representación de 19.300 ciudadanos con

derechos políticos.

A la vista de ello y teniendo presente la realidad democrática hasta hoy en día,

según mi punto de vista, podríamos calificar de entelequia aristotélica, la Democracia

Directa, conceptuándola hoy en día como una quimera, puesto que cualquier manifestación

de la voluntad popular tiene siempre un mayor o menor grado de representatividad.

No debemos olvidar el hecho que, para qué estas manifestaciones de la voluntad

popular se lleven a cabo, resulta imprescindible que estén reguladas por ciertas normas
para darles un carácter formal y material que legitimen el resultado de cualquier acuerdo.

Y son estas normas, las que definen, entre otros, el grado de representatividad que

caracteriza a cada una de las manifestaciones de las voluntades populares que puedan

existir. Normas, que por supuesto, también han sido acordadas con representatividad.

Es por ello, que, desde mi humilde punto de vista, niegue, por tanto, que haya

existido o exista la Democracia Directa. Pienso que todas han sido y son representativas en

mayor o menor grado.

Creo que todos somos conscientes de los grandes defectos que hoy en día tiene la

Democracia Representativa. Una representación que pasa por una serie de filtros que hace

que uno no se sienta, en mayor o menor grado, representado en el resultado final. Los

partidos políticos imponen listas cerradas y nos obligan a elegir entre esos candidatos;

estos, una vez elegidos, legislan, nombran a los representantes del Poder Judicial; Si a ello

le añadimos que los medios de comunicación no son independientes, etc.…

Hoy en día, existe una corriente, que, amparada por las nuevas tecnologías

digitales, quieren impulsar la llamada “Democracia Directa Pura”. Creo que el fin de este

tipo de movimientos, la mayoría, antisistema, según mi modesta apreciación, intentan

socavar el estado del bienestar actual y no dar una verdadera solución a los defectos del

sistema actual.

Los mecanismos digitales que pretenden implantar son: El referéndum, el

plebiscito, la iniciativa popular, la revocación y la avocación. En resumen, todo el día

votando……………

En definitiva, no creo que, en el mundo actual, sea viable una Democracia Directa

digital y me inclino más bien por una reforma de la democracia representativa amparada

por nuestra carta magna.