Muy buenas tardes a todos los presentes que nos acompañan.
Hermanos honorarios, hermanos masones, padres de familia…
Yo les pregunto, ustedes creen que estos jóvenes son normales
Qué se parecen al resto de la juventud actual
Por supuesto que no.
Los jóvenes que han visto hoy, no solo se diferencian de los demás. Ellos son excepcionales, ellos son la esperanza.
Los invitó a salir a la calle, échenle un ojo a nuestra juventud y si
observan detenidamente, se darán cuenta que está enferma. Llena de jóvenes apáticos y desinteresados por el futuro cuando ellos son el futuro.
Despreocupados por generar un cambio y seguidores fieles de la
frase: Yo? Para qué molestarme? Alguien más lo hará
Interesados más en lo fácil que en lo correcto, enfocados únicamente
en el bienestar personal y dejando de lado el colectivo.
Esa es nuestra juventud normal? Porque si lo es, yo no quiero formar
parte.
Yo quiero ser parte de una juventud diferente, con jóvenes
diferentes, con pensamientos diferentes, con espíritu diferente, con corazón diferente; yo quiero ser ajef.
Eso pensaba afuera de la biblioteca de la ciudad, el 9 de junio de
2018, mientras esperaba a que mis futuros hermanos me dieran ingreso a esta tan bella institución. Y saben qué? No solo encontré algo diferente, encontré algo único.
Una familia, un espacio dónde podía ser mi verdadero yo, rodeado
de gente a la que admiraba y que estaba seguro que siempre iba a tener una mano extendida complacida de ayudarme.
Gracias ajefismo, me has salvado la vida en tantas ocasiones o al
menos has hecho que esta tenga sentido.
Así que pongámonos de pie, y con orgullo digamos: SOMOS