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Psicopatología II

Raydeniss Melenciano
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Sec. 03

Trastornos relacionados con el tabaco/ nicotina

El trastorno por consumo de tabaco es frecuente entre las personas que fuman
productos del tabaco sin humo y tabaco a diario, y es poco frecuente entre las
personas que no consumen tabaco a diario o que usan medicamentos de
nicotina. Fumar dentro de los 30 minutos después de levantarse, fumar a diario,
fumar más cigarrillos por día y despertarse por la noche para fumar son
actitudes asociadas con el trastorno por consumo de tabaco.

Los cigarrillos son el producto de tabaco más utilizado, lo que representa más
del 90 % del consumo de tabaco /nicotina. En Estados Unidos, el 57 % de los
adultos nunca ha sido fumador, el 22 % es ex fumador y el 21 % es fumador en
la actualidad. Aproximadamente el 20 % de los fumadores actuales
estadounidenses no es fumador diario. La prevalencia del consumo de tabaco
sin humo es menor del 5 %, y la prevalencia del consumo de tabaco en pipas y
puros es menor del 1 %.

Las consecuencias médicas del consumo de tabaco comienzan a aparecer


generalmente cuando los consumidores tienen alrededor de 40 años y, por lo
general, se vuelven cada vez más debilitantes. La mitad de los fumadores que
no dejan de consumir tabaco morirá temprano por una afección relacionada
con el tabaco, y la morbilidad relacionada con el tabaco se produce en más de
la mitad de los consumidores de tabaco.

Las afecciones médicas más comunes asociadas al tabaco son las


cardiovasculares, la afección pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y el cáncer.
Fumar también aumenta los problemas perinatales, como el bajo peso al nacer
y el aborto involuntario.

Abstinencia de tabaco

Los síntomas son mucho más intensos entre las personas que fuman cigarrillos
o usan tabaco sin humo que entre aquellos que usan medicamentos de
nicotina. La abstinencia de tabaco es frecuente entre los consumidores de
tabaco diarios, que dejan o disminuyen el consumo, pero también puede
aparecer entre los usuarios no diarios.

El deseo intenso de alimentos dulces o azucarados y los problemas en el


funcionamiento para realizar las tareas que requieren vigilancia están
asociados con la abstinencia de tabaco. La abstinencia puede aumentar el
estreñimiento, la tos, los mareos, los sueños o las pesadillas, las náuseas y el
dolor de garganta.

Aproximadamente el 50 % de los consumidores de tabaco que dejan de fumar


durante 2 o más días tendrá síntomas que cumplan con los criterios para la
abstinencia de tabaco.

Trastornos relacionados con los estimulantes/ cocaina

Las anfetaminas y los estimulantes de tipo anfetamínico son sustancias con


una estructura feniletilamina sustituida, tales como la anfetamina, la
dextroanfetamina y la metanfetamina. También se incluyen aquellas sustancias
que son estructuralmente diferentes, pero que tienen efectos similares, como el
metilfenidato. Estas sustancias generalmente se toman por vía oral o por vía
intravenosa, aunque la metanfetamina también se toma por vía nasal.

Las personas expuestas a los estimulantes de tipo anfetamínico o a la cocaína


pueden desarrollar un trastorno por consumo de estimulantes en una semana,
aunque el inicio no siempre es tan rápido. Los patrones de consumo y el curso
son similares para los trastornos relacionados con estimulantes de tipo
anfetamínico y con cocaína, ya que ambas sustancias son potentes
estimulantes del sistema nervioso central con efectos simpaticomiméticos y
psicoactivos similares.

Cuando se inyectan o se fuman los estimulantes, producen una sensación


inmediata de bienestar, confianza y euforia. Las personas con intoxicación
aguda pueden presentar habla incoherente, dolor de cabeza, ideas transitorias
autorreferenciales y tinnitus.

Los trastornos mentales asociados al consumo de cocaína se resuelven


habitualmente en horas o días después del cese de su uso, pero pueden
persistir durante un mes. Los cambios fisiológicos durante la abstinencia de
estimulantes son opuestos a los de la fase de la intoxicación, incluyendo a
veces la bradicardia.

La estimación de la prevalencia a los 12 meses del trastorno por consumo de


cocaína en Estados Unidos es del 0,2 % entre los adolescentes de 12 a 17
arios y del 0,3% entre las personas mayores de 18. Las tasas son más altas
entre los hombres (el 0,4%) que entre las mujeres (el 0,1%). La prevalencia es
mayor entre los 18 y los 29 años (el 0,6%) y menor entre los 45 y los 64 años
(el 0,1%).

El estimulante consumido por vía fumada o intravenosa se asocia con una


progresión rápida al trastorno por consumo de estimulantes de alta gravedad,
de desarrollo en cuestión de semanas o meses. El uso intranasal de cocaína y
oral de estimulantes de tipo anfetamínico produce un patrón de progresión más
gradual que ocurre durante meses o años. Con el consumo continuo, hay una
disminución de los efectos placenteros debida a la tolerancia y a un aumento
de los efectos disfóricos.

La benzoilecgonina, un metabolito de la cocaína, por lo general permanece en


la orina durante 1-3 días después de una sola dosis y puede estar presente
durante 7-12 días en las personas que utilizan altas dosis de manera repetida.
Pueden aparecer pruebas de función hepática ligeramente elevadas en las
personas que se inyectan cocaína o en los usuarios con un consumo
concomitante de alcohol

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