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Eepa n°721

“Proyecto Huerta”
La implementación de proyectos pedagógicos-productivos en la
modalidad, nos posibilita generar espacios de intercambio de los
conocimientos técnico-curriculares con los saberes previos de nuestros
alumnos.
La huerta en la escuela nos permite rescatar, motivar y revalorizar las
diferentes formas de construcción de saberes, legitimando los saberes
populares, ancestrales y tradicionales, que permiten reconocer la
biodiversidad, la tierra y la naturaleza desde una perspectiva sociohistórica.
Conformamos estrategias pedagógicas diferentes a las tradicionales:
innovadoras, interactivas, interdisciplinarias, interinstitucionales y por sobre
todo participativas.
Descubrimos que la huerta en la escuela posee un potencial pedagógico para
trabajar transversalmente todos los contenidos curriculares. Es un lugar
donde se posibilita el intercambio de conocimientos, a la vez que se
producen nuevos, en un ámbito en donde la diferenciación de clases sociales,
edades y de grupos se diluye.
La huerta, convertida en un aula fuera y dentro de cualquier espacio, nos
facilita la inclusión de los estudiantes.
La huerta nos enseña sobre su poder transformador, ya que en la misma
se expresa la voz de todos los actores que participan de la experiencia.
En este marco es que los estudiantes a través de la huerta tienen la
posibilidad de coincidir o no en una estrategia o concepto, ejercitándolos en
la toma de decisiones ciudadanas.
Finalmente, consideramos que profundizar el concepto/espacio de la
huerta en la institución, significa contribuir a la conformación de espacios de
resistencia hacia el sueño de una sociedad verdaderamente digna para todos.
La institución toma, de esta manera, su responsabilidad social, sin recluirse
solamente en su función pedagógica, sino que por el contrario se convierte
en un motor potencialmente poderoso para el fortalecimiento de los vínculos
de los distintos actores de la comunidad.
Como herramienta de trabajo la huerta escolar favorece también el trabajo
en equipo, la cooperación, la solidaridad y el contacto con la naturaleza.
A través del proyecto Huerta:
• Acompañamos en la construcción de un espacio de aprendizaje, que
mejora la convivencia entre jóvenes y adultos a través del acto de compartir,
cooperar, intercambiar opiniones y ejercitar el trabajo grupal.
• Orientamos en los aspectos técnicos-productivos para el desarrollo de un
espacio que permita el contacto con la naturaleza.
• Favorecemos al mejoramiento de la alimentación incorporando nuevas
variedades en la dieta diaria.
• Facilitamos la creación de un aula verde en cada sede como espacio lúdico,
recreativo, donde los saberes se incorporan en el hacer en conjunto,
entretejiéndose con la experiencia familiar, social, y cultural de todos los
estudiantes
• Acompañamos para lograr hacer de la huerta una Herramienta pedagógica,
que mediante el aprender-haciendo, posibilite relacionar los conocimientos
contenidos en el diseño.
 La huerta escolar es un espacio que reúne múltiples beneficios para el
aprendizaje. El trabajo con la tierra, la revalorización de nuestras
costumbres, la construcción grupal y la puesta en común de saberes
que pueden desarrollarse y entrelazarse en este espacio flexible, lúdico
y recreativo.

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