Está en la página 1de 1

Conquista y fundación de un país

Llegó una tarde con sus ojos


apuntando como lanzas.
Pisó mi tierra y tembló
todo el continente.

Caminó desde mis costas


a mis valles y a cada paso
germinó cimientos
de ciudades futuras.
Navegó mis ríos caudalosos
y descansó donde el curso
es más tranquilo.
Trepó por mis laderas.
Con su lengua dibujó mi mapa,
y al final del recorrido
estableció su morada
en mis montañas.

A este país-hembra
que tengo como cuerpo,
lo gobierna un dictador
de la ternura.

También podría gustarte