Un vatímetro direccional de RF es un dispositivo de inserción (pasante) capaz de
medir una tensión o una corriente de DC proporcional a la potencia que se propaga a lo largo de una línea de transmisión en forma direccional, es decir, en un sentido u otro. Básicamente, consta de un sistema acoplador que toma una muestra de la onda que se propaga en un sentido u otro, un circuito rectificador y un indicador calibrado en watts. La directividad del acoplamiento será la cualidad que tenga el vatímetro en poder discriminar entre la onda que se propaga en el mismo sentido del acoplamiento de aquella onda que se propaga en sentido opuesto. Fue diseñado por James Bird en 1953 y patentado en 1958 para medir potencias CW y desadaptaciones en cargas de 50 ohmios a una línea de transmisión (ROE). Principio de funcionamiento Consta básicamente de un tramo de línea de transmisión con un acoplamiento inductivo y capacitivo para extraer una muestra de la onda que se propaga. El lazo de acoplamiento termina en una resistencia a masa, y dependiendo del sentido del acoplamiento, se obtiene a la salida una tensión Vs proporcional a la potencia incidente PHVC (sentido izquierda/derecha) o potencia reflejada PREF (sentido derecha/izquierda).
Descripción del equipo
El instrumento consta de un cuerpo medidor con una carcasa de aluminio donde se encuentra en su interior una línea de transmisión y un indicador analógico de potencia. Tiene en su parte frontal delantera un orificio de encastre donde se inserta el elemento acoplador o tapón (plug-in). Este elemento fija el rango de potencia y rango de frecuencias que puede medir el instrumento. Antena de ¼ de onda: Una de las antenas que peor reputación tiene entre los radioaficionados es la vertical de ¼ de onda. Sin embargo, resulta ser de las más efectivas para usar en lugares de poca altitud ya que la elevación de su lóbulo de radiación es alta con lo que se pueden librar obstáculos geográficos cercanos. Este tipo de antenas suele asociarse a estaciones de CB en las que se han usado extensamente en estaciones móviles o balcones por su reducido tamaño con respecto a la longitud de onda necesaria (11 metros aproximadamente) pero, en realidad y como es lógico, tienen cabida en cualquier otra banda. Además de esa efectividad que comentamos en situaciones de poca altitud, la antena vertical de 1/4 de onda resulta tener un comportamiento prácticamente independiente del suelo (en muchos casos, especialmente a bajas frecuencias, una antena vertical puede resultar más eficiente que cualquier dipolo o loop). Estas antenas ofrecen menos ganancia que otras más largas, con lo que son más inmunes al ruido. A pesar de tener menos ganancia, si se trata de realizar enlaces de corta distancia, las estaciones estarán lo suficientemente próximas como para suplir dicho “defecto”. Las antenas verticales se componen de un elemento vertical y también de una serie de conductores horizontales conocidos como “plano de tierra” (o radiales), o bien, como alternativa de una masa metálica suficiente (como puede ser la carrocería de un vehículo). El elemento vertical va conectado al conductor central del cable coaxial sin tener detalles inusuales y siendo su longitud de 1/4 de onda aproximadamente. Los radiales, en caso de disponer de ellos, pueden ser simples cables o tubos de menor calibre cada uno también de 1/4 longitud de onda. Carga Fantasma: Una carga fantasma es un dispositivo que se utiliza para simular una carga eléctrica, generalmente para fines de pruebas y/o medidas. En los transmisores, una carga fantasma es un dispositivo usado para sustituir las antenas, durante pruebas y ajustes, para evitar emisiones indeseables de radiación electromagnética, así como para evitar daños al equipamiento transmisor. Durante pruebas y ajustes, cuando se conecta la carga fantasma en el lugar de la antena durante las transmisiones, se evita que el transmisor cause interferencias electromagnéticas con otros radiotransmisores/receptores.1 Si un transmisor es testado sin ningún tipo de carga conectada, tal como una antena o carga fantasma, el transmisor puede dañarse. Además, si un transmisor es ajustado sin ninguna carga, tendrá un comportamiento diferente cuando le sea conectada dicha carga, por lo que los ajustes realizados serán incorrectos. Una carga fantasma debe ser una resistencia pura, es decir, sin características inductivas o capacitivas. El valor de la resistencia deberá ser el mismo de la impedancia de la antena y de la línea de transmisión (generalmente, cable coaxial), que normalmente poseen valores de 50 Ω (más utilizado) o 75 Ω.2