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Con el poema anterior quiero enfocarme y tratar uno de los inconvenientes más importantes con

respecto a este humedal, con el paso del tiempo han reducido su espacio natural y hoy en pleno
siglo XXI, conociendo mas a fondo los inconvenientes ambientales existentes lo quieren reducir
aún más.

El mal llamado Juan Amarillo, es realmente conocido como el Humedal Tibabuyes, y así me gusta
llamarlo a mí, el significado es gratamente conmovedor, tierra de labradores, el humedal que nos
da una identidad a todos los bogotanos y en especial a los que hacemos parte de la gran Suba
somo así, los grandes labradores de la tierra. Antiguamente, era un paisaje maravilloso, hoy no lo
es tanto, innumerables construcciones a su alrededor hacen que su magia se pierda cada día, la
demanda de vivienda y la acumulación de lo material, la enfermedad que tenemos los humanos
por apropiarnos de todo y modificarlo, acaba cada día con lo más preciado que tenemos, la gran
variedad de flora y fauna, no solo en Tibabuyes ni en Bogotá, en todo el mundo.

Algunos nos ponemos en la tarea de intentar mitigar un poco el impacto, un intento fallido en la
mayoría de ocasiones, son muchos contra los que luchamos, la apatía de la mayoría, de aquellos a
los que no les importa sacar sus escombros y tirarlos en tan hermoso humedal, a los que no les
interesa que en la esquina principal siempre este la basura tirada, pero peor aun a los que ven a
sus hijos tirando plásticos y no corrigen, ahí está el problema, no estamos enseñando a las
generaciones venideras la importancia de estos centros de oxigenación que tienen las ciudades,
centros que están hundidas en el caos, la contaminación y la ignorancia.

Todos tenemos una obligación para con el ambiente, la obligación de cuidar aquello que nos da
vida y aquí es importante entender que nuestra calidad de vida va totalmente ligada al entorno
que habitamos, el planeta y sus problemas ambientales, el tener claro el concepto de que si
gastamos los recursos naturales de los cuales vivimos hoy ¿cómo será nuestra vida mas adelante?
Y quiero creer que la mayoría sabemos esa respuesta, solo que nuestro egoísmo y narcisismo nos
hacen creer que los únicos que merecemos vivir en este planeta somos nosotros, pero no es así,
no nos percatamos que con la conducta que tenemos hoy en día, ni nosotros podremos sobrevivir
a lo que estamos creando o en realidad sin lo que hoy estamos destruyendo. El humedal
Tibabuyes hoy en un centro de lucha, vecinos del sector están al borde tratando de evitar lo que
para la alcaldía local parece inevitable, construir.
Humedal, eres mi sol, mi luz,
mi noche y mis estrellas.
Eres mi sueño al despertar
hoy más tristeza que alegría
--- luz y oscuridad

¡A proteger el humedal!
para una vida grande
viven allí diferentes especies,
la culebra sabanera y la monjita bogotana
------ importantes de la diversidad.

Tibabuyes se llama y es
urgente proteger su integridad
yace en él ---
la fuente que sustenta a la humanidad.

En las noches lo escucho gritar,


sus aguas pidiendo libertad.
No quiere sufrir más,
nos hace un llamado a la responsabilidad

Tibabuyes, Tierra de labradores


que a Suba y Engativá le das vida.
Con nuestra basura lloras
día tras días.

La basura llega a mis pies


y a todo mi barrio,
trate (tilde) de reparar el daño
sacando los plásticos

No más monumentos al cemento


acabando el humedal,
defenderemos nuestra fuente
para aumentar ---.

Necesitamos el apoyo
de los que tienen el poder,
con pensamiento ecológico
esto vamos a detener.

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