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apóstoles que Él mismo llama desde el comienzo, destinándolos a la cua- DIDÁCTICA: Documento preparatorio de la XVI Asamblea General

lificada mediación en la relación de la multitud con la Revelación y con Ordinaria del Sínodo de los Obispos, 07.09.2021
la llegada del Reino de Dios. El ingreso en la escena de este tercer actor Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión V
no tiene lugar gracias a una curación o a una conversión, sino que coinci-
de con la llamada de Jesús. La elección de los apóstoles no es el privile- Lunes 7 de febrero Curso formativo-Lectivo 2021-2022
gio de una posición exclusiva de poder y de separación, sino la gracia de
un ministerio inclusivo de bendición y de comunión. Gracias al don del 14. Es en el vínculo profundo entre el sensus fidei del Pueblo de Dios y la
Espíritu del Señor resucitado, ellos deben custodiar el lugar que ocupa función del magisterio de los pastores donde se realiza el consenso unáni-
Jesús, sin sustituirlo: no para poner filtros a su presencia, sino para que me de toda la Iglesia en la misma fe.
sea más fácil encontrarlo.
Cada proceso sinodal, en el que los obispos son llamados a discer-
nir lo que el Espíritu dice a la Iglesia no solos, sino escuchando al Pueblo
20. Jesús, la multitud en su variedad, los apóstoles: he aquí la imagen y el de Dios, que «participa también de la función profética de Cristo» (LG, n.
misterio que ha de ser contemplado y profundizado continuamente para
12), es una forma evidente de ese «caminar juntos» que hace crecer a la
que la Iglesia llegue a ser siempre más aquello que es. Ninguno de los
Iglesia.
tres actores puede salir de la escena. Si falta Jesús y en su lugar se ubica
otro, la Iglesia se transforma en un contrato entre los apóstoles y la multi- San Benito subraya como «muchas veces el Señor revela al más jo-
tud, cuyo diálogo terminará por seguir los intereses del juego político. Sin ven lo que es mejor», es decir, a quien no ocupa posiciones de relieve en la
los apóstoles, autorizados por Jesús e instruidos por el Espíritu, el vínculo comunidad; así, los obispos tengan la preocupación de alcanzar a todos,
con la verdad evangélica se interrumpe y la multitud queda expuesta a un para que en el desarrollo ordenado del camino sinodal se realice lo que el
mito o a una ideología sobre Jesús, ya sea que lo acepte o que lo rechace. apóstol Pablo recomienda a la comunidad: «No extingan la acción del Es-
Sin la multitud, la relación de los apóstoles con Jesús se corrompe en una píritu; no desprecien las profecías; examínenlo todo y quédense con lo
forma sectaria y autorreferencial de la religión y la evangelización pierde bueno» (1Ts 5,19-21).
entonces su luz, que proviene solo de Dios, el cual se revela directamente
a cada uno, ofreciéndole su salvación.
15. El sentido del camino al cual todos estamos llamados consiste, prin-
cipalmente, en descubrir el rostro y la forma de una Iglesia sinodal, en la
21. Además existe otro actor “que se agrega”, el antagonista, que introdu- que «cada uno tiene algo que aprender. Pueblo fiel, Colegio episcopal, Obis-
ce en la escena la separación diabólica de los otros tres. Ante la descon-
po de Roma: uno en escucha de los otros; y todos en escucha del Espíritu
certante perspectiva de la cruz, hay discípulos que se alejan y gente que
cambia de humor. La insidia que divide – y por lo tanto contrasta un ca- Santo, el ‘Espíritu de verdad’ (Jn 14,17), para conocer lo que Él “dice a las
mino común – se manifiesta indiferentemente en las formas del rigorismo Iglesias” (Ap 2,7)».
religioso, de la intimación moral que se presenta más exigente que la de El Obispo de Roma, en cuanto principio y fundamento de la unidad
Jesús, y de la seducción de una sabiduría política mundana que pretende de la Iglesia, pide a todos los Obispos y a todas las Iglesias particulares,
ser más eficaz que el discernimiento de espíritus. Para eludir los engaños en las cuales y a partir de las cuales existe la Iglesia católica, una y única
del “cuarto actor” es necesaria una conversión continua. (cf. LG, n. 23), que entren con confianza y audacia en el camino de la si-
A este respecto resulta emblemático el episodio del centurión Cor- nodalidad.
nelio (cf. Hch 10), antecedente de aquel “concilio” de Jerusalén (cf. Hch En este “caminar juntos”, pedimos al Espíritu que nos ayude a des-
15), que constituye una referencia crucial para una Iglesia sinodal. cubrir cómo la comunión, que compone en la unidad la variedad de los
dones, de los carismas y de los ministerios, es para la misión: una Iglesia
sinodal es una Iglesia “en salida”, una Iglesia misionera, «con las puertas
abiertas» (EG, n. 46).
Esto incluye la llamada a profundizar las relaciones con las otras
Iglesias y comunidades cristianas, con las que estamos unidos por el úni-
co Bautismo.
La perspectiva del “caminar juntos”, además, es todavía más am-
plia, y abraza a toda la humanidad, con que compartimos «los gozos y las

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esperanzas, las tristezas y las angustias » (GS, n. 1). DIDÁCTICA: Lunes 28 febrero, curso formativo-lectivo 2021-2022
Documento preparatorio de la XVI Asamblea General
Una Iglesia sinodal es un signo profético sobre todo para una co- Ordinaria del Sínodo de los Obispos, 07.09.2021
munidad de las naciones incapaz de proponer un proyecto compartido, a
través del cual conseguir el bien de todos: practicar la sinodalidad es hoy Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión VI
para la Iglesia el modo más evidente de ser « sacramento universal de sal-
vación» (LG, n. 48), «signo e instrumento de la unión íntima con Dios y de la Jesús, la multitud, los apóstoles
unidad de todo el género humano» (LG, n. 1). 17. En su estructura fundamental, una escena originaria aparece como
una constante del modo en que Jesús se revela a lo largo de todo el Evan-
gelio, anunciando la llegada del Reino de Dios. Los actores en juego son
III. En la escucha de las Escrituras esencialmente tres (más uno). El primero, naturalmente, es Jesús, el pro-
tagonista absoluto que toma la iniciativa, sembrando las palabras y los
16. El Espíritu de Dios, que ilumina y vivifica este “caminar juntos” de signos de la llegada del Reino sin hacer «acepción de personas» (cf. Hch
las Iglesias, es el mismo que actúa en la misión de Jesús, prometido a los 10,34).
Apóstoles y a las generaciones de los discípulos que escuchan la Palabra De diversas maneras, Jesús se dirige con especial atención a los
de Dios y la ponen en práctica. que están “separados” de Dios y a los “abandonados” por la comunidad
El Espíritu, según la promesa del Señor, no se limita a confirmar la (los pecadores y los pobres, en el lenguaje evangélico). Con sus palabras
continuidad del Evangelio de Jesús, sino que ilumina las profundidades y sus acciones ofrece la liberación del mal y la conversión a la esperanza,
siempre nuevas de su Revelación e inspira las decisiones necesarias para en nombre de Dios Padre y con la fuerza del Espíritu Santo. No obstante
sostener el camino de la Iglesia (cf. Jn 14,25-26; 15,26-27; 16,12-15). la diversidad de los llamados y de las respuestas de acogida al Señor, la
característica común es que la fe emerge siempre como valoración de la
Por eso es oportuno que nuestro camino de construcción de una persona: su súplica es escuchada, a su dificultad se da ayuda, su disponi-
Iglesia sinodal se inspire en dos “imágenes” de la Escritura. bilidad es apreciada, su dignidad es confirmada por la mirada de Dios y
Una emerge en la representación de la “escena comunitaria”, que restituida al reconocimiento de la comunidad.
acompaña constantemente el camino de la evangelización; la otra se re-
fiere a la experiencia del Espíritu en la cual Pedro y la comunidad primi- 18. La acción evangelizadora y el mensaje de salvación, en efecto, no
tiva reconocen el riesgo de poner límites injustificados a la coparticipa- serían comprensibles sin la constante apertura de Jesús al interlocutor
ción de la fe. más amplio posible, que los Evangelios indican como la multitud, es de-
La experiencia sinodal del caminar juntos, siguiendo las huellas cir el conjunto de personas que lo siguen a lo largo del camino, y a veces
del Señor y en la obediencia al Espíritu, podrá recibir una inspiración de- incluso van detrás de Él en la esperanza de un signo y de una palabra de
cisiva de la meditación de estos dos momentos de la Revelación. salvación: he aquí el segundo actor de la escena de la Revelación.
El anuncio evangélico no se dirige sólo a pocos iluminados o elegi-
dos. El interlocutor de Jesús es “el pueblo” de la vida común, uno
“cualquiera” de la condición humana, que Él pone directamente en con-
tacto con el don de Dios y la llamada a la salvación. De un modo que sor-
prende y a veces escandaliza a los testigos, Jesús acepta como interlocu-
tores a todos aquellos que forman parte de la multitud: escucha las apa-
sionadas quejas de la mujer cananea ( cf. Mt 15,21-28), que no puede acep-
tar ser excluida de la bendición que Él trae consigo; dialoga con la Sama-
ritana (cf. Jn 4, 1-42), no obstante su condición de mujer comprometida
social y religiosamente; pide el acto de fe libre y agradecido del ciego de
nacimiento (cf. Jn 9), que la religión oficial había excluido del perímetro
de la gracia.
19. Algunos siguen más explícitamente a Jesús, experimentando la fideli-
dad del discipulado, mientras a otros se les invita a volver a su vida ordi-
naria: todos, sin embargo, dan testimonio de la fuerza de la fe que los ha
salvado (cf. Mt 15,28). Entre los que siguen a Jesús destaca la figura de los
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sacramento al nivel de la gracia y de la comunicación del amor divino por parte de DIDÁCTICA: San José XI: 50 ANIVERSARIO DEL PATRONAZGO DE
Cristo. En este sentido, san Pablo dice del matrimonio: «Gran misterio es éste» (Ef SAN JOSÉ
5, 32), en relación a Cristo y a la Iglesia. Para el cristiano, este misterio teológico es (Benedicto XV) (25 julio 1920)
Lunes 14 febrero curso formativo-lectivo 2021-2022
el fundamento de la ética del matrimonio, del amor conyugal e incluso de la vida
sexual: «Maridos, amad a vuestras mujeres como Cristo amó a la Iglesia y se Itinerario: “Quemadmodum Deus”, (8 diciembre 1870) Papa Pío IX
entregó a sí mismo por ella» (Ef 5, 25). “Inclytum Patriarcham” (7 julio 1871) Papa Pío IX
La gracia y el vínculo sacramental hacen que como símbolo y participación del “Quamquiam pluries” (15 agosto 1889) Papa León XIII
“Neminem fugit” (14 junio 1892) Papa León XIII
amor dé Cristo-Esposo, la vida conyugal sea, para los esposos cristianos, el camino “Letanías a San José” (18 de marzo 1909) Papa San Pío X
de su santificación y, al mismo tiempo, para la Iglesia un estimulo eficaz para reavi-
var la comunión de amor que la distingue. Como dice el Concilio, los esposos
«contribuyen al establecimiento de la fraternidad en la caridad» (Lumen gen- MOTU PROPIO DE SU SANTIDAD BENEDICTO XV
tium, 41). BONUM SANO (25 JULIO 1920)
LA DEVOCIÓN A SAN JOSÉ, AL CINCUENTENARIO
3. El Concilio presenta y explica las exigencias de ese noble amor de los cónyuges DEL PATRONAZGO DE LA IGLESIA CATÓLICA
cristianos. Al afirmar que deben sostenerse mutuamente, subraya el carácter altruis- «Es cosa buena y saludable para el pueblo cristiano que Nuestro Predece-
ta de su amor: un amor que se manifiesta en la ayuda recíproca y en la entrega sor de inmortal memoria Pío IX haya decretado Esposo castísimo de la
generosa. Virgen Madre de Dios y Custodio del Verbo Encarnado, José, Patrono de
Hablando de una «fidelidad en el amor... a lo largo de toda la vida», el la Iglesia Católica, y desde el próximo mes de diciembre Siendo el quin-
Concilio atrae la atención hacia la fidelidad como compromiso que se funda en la cuagésimo aniversario del auspicioso evento, consideramos muy útil que
fidelidad absoluta de Cristo Esposo. sea solemnemente celebrado por todo el mundo.
La referencia a ese compromiso siempre necesaria, resulta más urgente ante Si echamos una mirada a este período, aparecen ante nuestros ojos
uno de los grandes males de la sociedad contemporánea: la extendida plaga del una larga serie de instituciones piadosas que atestiguan que el culto al
divorcio, con las graves consecuencias que implica tanto para los esposos como Santísimo Patriarca ha ido creciendo hasta nuestros días entre los fieles
de Cristo.
para sus hijos.
Con el divorcio, el marido y la mujer se infligen una herida profunda, incum- Si consideramos, pues, las calamidades que hoy afligen a la huma-
pliendo su palabra y rompiendo un vínculo vital. Al mismo tiempo, perjudican a sus nidad, parece aún más necesario que este culto se incremente mucho en-
tre los pueblos y se extienda por todas partes. En efecto, después de la
hijos. ¡Cuántos niños sufren por el alejamiento de su padre o de su madre!
tensión tan grave de la guerra, señalábamos en Nuestra reciente Encíclica
Es preciso repetir a todos que Jesucristo, con su amor absolutamente fiel, da a "sobre la reconciliación de la paz cristiana" lo que faltaba para restaurar
los esposos cristianos la fuerza necesaria para la fidelidad y los hace capaces de la tranquilidad del orden en todas partes, considerando particularmente
resistir a la tentación, tan difundida y seductora hoy, de la separación. las relaciones que existen entre pueblo y pueblo, y entre particulares y
particulares en el ámbito civil.
Primer tiempo Ahora es necesario considerar otra causa de perturbación, mucho
3. ¿Cómo se le da al laico la oportunidad de ser santo, igual que la tienen los más profunda, que se anida en las entrañas más íntimas de la sociedad
sacerdotes y religiosos? … humana. Es decir, entonces el flagelo de la guerra cayó sobre los pueblos
humanos, cuando ya estaban profundamente contagiados del naturalismo,
17. ¡Por qué se dice del divorcio que es un “cáncer social”, sabiendo que el esa gran peste del siglo que, allí donde se arraiga, atenúa el deseo de los
cáncer es una enfermedad que destruye las células? bienes celestiales, apaga la llama de la caridad divina y roba al hombre a
la gracia de Cristo que cura y eleva y, quitándole finalmente la luz de la
I. LA FAMILIA ES E NÚCLEO BÁSICO EN TODA SOCIEDAD HUMANA Fe y dejándole sólo las fuerzas corruptas de la naturaleza, lo deja a mer-
ced de las pasiones más desenfrenadas.
Así sucedió que muchísimos se entregaron sólo a la conquista de los
bienes terrenales; y si bien la disputa entre proletarios y patrones ya se
había intensificado, este odio de clase aumentó aún más con la duración y

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la atrocidad de la guerra; lo cual, si por un lado ocasionó a las masas una HACIA EL 50 ANIVERSARIO: TEMA PARA UN RETIRO ESPIRITUAL
intolerable penuria económica, por otro lado puso fabulosas fortunas en Lunes 21 febrero Curso formativo-Lectivo 2021-2022
manos de muy pocos.
Cabe agregar que la santidad de la fe conyugal y el respeto a la auto- Didáctica : Matrimonio y familia en el apostolado
ridad paterna han sido muy vulnerables para muchos debido a la guerra; Tema de retiro 29 (agosto 3, 1994)
tanto porque la distancia de uno de los cónyuges ha frenado el vínculo del (fragmento)
deber en el otro, como porque la ausencia de un ojo vigilante ha brindado
la oportunidad a la desconsideración, especialmente a las mujeres, de vi- 1. Hemos destacado el papel de la mujer en la Iglesia. Desde luego, no es menos
vir de su propio talento y con demasiada libertad. importante el del hombre. La Iglesia necesita la colaboración de ambos para cumplir
Por lo tanto, debemos encontrar con verdadero dolor que ahora las su misión. El ámbito fundamental en que se manifiesta esa colaboración es la vida
costumbres públicas son mucho más depravadas y corruptas que antes, y matrimonial, la familia, «expresión primera y originaria de la dimensión social de
que, por lo tanto, la llamada "cuestión social" se ha agravado tanto como la persona» (Christifideles laici, 40).
para crear la amenaza de ruinas irreparables. El Concilio Vaticano II, reconociendo que «una misma es la santidad que
En efecto, el advenimiento de una cierta república universal ha ma-
se cultiva en los múltiples géneros de vida y ocupaciones», cita expresamente el
durado en los votos y en la espera de los más sediciosos, que se funda en
la absoluta igualdad de los hombres y en la comunión de los bienes, y en matrimonio como camino de santidad: «Los esposos y padres cristianos, siguien-
la que ya no hay distinción de nacionalidad, no se reconoce la autoridad do su propio camino, mediante la fidelidad en el amor, deben sostenerse mu-
del padre sobre sus hijos, ni del poder público sobre los ciudadanos, ni de tuamente en la gracia a lo largo de toda la vida e inculcar la doctrina cristiana
Dios sobre los hombres reunidos en consorcio civil. y las virtudes evangélicas a los hijos amorosamente recibidos de Dios. De esta
Cosas todas que, de llevarse a cabo, darían lugar a tremendas convul- manera ofrecen a todos el ejemplo de un incansable y generoso amor, contri-
siones sociales, como la que ahora asola una parte no pequeña de Europa. buyen al establecimiento de la fraternidad en la caridad y se constituyen en
Y precisamente para crear un estado de cosas similar entre otros pue- testigos y colaboradores de la fecundidad de la madre Iglesia, como símbolo y
blos, vemos que la plebe se excita con la furia y el descaro de unos pocos, participación de aquel amor con que Cristo amó a su Esposa y se entregó a sí
y aquí y allá se producen repetidamente motines. mismo por ella» (Lumen gentium, 41).
Nosotros, por tanto, preocupados sobre todo por el curso de estos
Así pues, son dos los aspectos esenciales del camino de los esposos y de la
acontecimientos, no descuidamos, cuando se presentó la oportunidad,
recordar a los hijos de la Iglesia su deber, como hicimos recientemente familia: la santificación en la unión de amor fiel y la santificación en la fecundidad,
con la carta dirigida al obispo de Bérgamo y a los obispos de la región del con el cumplimiento de la tarea de educar cristianamente a sus hijos
Véneto. Hoy queremos reflexionar en el camino de santidad propio de los cristianos
Y ahora por lo mismo, esto es, para recordar a los hombres de nues- casados y, por tanto, de la mayor parte de los fieles. Es un camino importante, pero
tro lado, cuantos son y en todas partes, que se ganan el pan con el trabajo, alterado hoy por influjo de ciertas corrientes de pensamiento, alimentadas por el
para mantenerlos inmunes al contagio del socialismo, enemigo acérrimo hedonismo tan difundido en toda la sociedad.
de los principios cristianos,
Nosotros con gran solicitud les ofrecemos de manera particular a San 2. Recordemos la hermosa afirmación del Concilio, según la cual el matrimonio es
José, para que lo sigan como su guía especial y lo honren como el patrón un camino de santidad, porque está destinado a ser «símbolo y participación de
celestial. De hecho, vivió una vida similar a la de ellos, tanto que Jesús aquel amor con que Cristo amó a su Esposa y se entregó a sí mismo por ella».
Dios, a pesar de ser el Unigénito del Padre Eterno, quiso ser llamado “el Según esta visión eclesiológica, el amor de Cristo es fuente y fundamento del
Hijo del carpintero”. amor que une a los esposos. Conviene subrayar que se trata del verdadero amor
¡Pero aquella humilde y pobre condición suya con que y qué excelen-
conyugal, y no sólo de un impulso instintivo.
tes virtudes supo adornar!
Hoy, a menudo se exalta tanto la sexualidad, que se ofuscó la naturaleza pro-
funda del amor. Ciertamente también la vida sexual tiene su valor real, que no se
puede subestimar, pero se trata de un valor limitado, que no basta para fundar la
unión matrimonial, la cual, por su naturaleza, se basa en el compromiso total de la
persona. Toda sana psicología y filosofía del amor está de acuerdo en este punto.
También la doctrina cristiana pone de manifiesto las cualidades del amor puniti-
vo de las personas, y proyecta sobre él una luz superior, elevándolo en virtud del

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