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Qué es Persona:
La palabra persona designa a un individuo de la especie humana, hombre o
mujer, que, considerado desde una noción jurídica y moral, es también un sujeto
consciente y racional, con capacidad de discernimiento y de respuesta sobre sus
propios actos. Como tal, es un concepto opuesto a animal o cosa, pues se le
atribuyen la racionalidad y la vida, y, en este sentido, cumple un desarrollo
biológico y psíquico, desde que nace hasta que muere.
Persona proviene del latín persōna, que significa ‘máscara de actor’ o ‘personaje
teatral’, y este del etrusco phersu, que a su vez viene del griego πρόσωπον
(prósōpon), que traduce precisamente ‘máscara’.
Persona gramatical
En el área de Lingüística, persona gramatical es un concepto que designa
el accidente gramatical que afecta al verbo y al pronombre, y que en la oración
indica si la persona agente (que es la que ejecuta la acción del verbo) o
la persona paciente (que es la que recibe la acción) es quien habla, aquella a
quien se habla, o aquella de quien se habla.
Existen, además, tres tipos de personas gramaticales: la primera persona, que
designa en el discurso a quien habla; la segunda persona, que es aquella a quien
va dirigido el discurso; la tercera persona, la que no es ni primera ni segunda
persona, sino que designa aquello sobre lo que se refiere el discurso. Estas tres
personas, además, se subdividen cada una en singular y plural.
Persona también es el nombre sustantivo que está relacionado de manera
mediata o inmediata con la oración del verbo.
Persona en Filosofía
En Filosofía, existen varias definiciones de persona. Para Boecio,
una persona es una sustancia individual de naturaleza racional. Mientras que
Santo Tomás de Aquino considera que una persona es un “supuesto o individuo
de naturaleza racional”, es decir, una unidad completa y suficiente que posee
espíritu (inteligencia y voluntad). Para Immanuel Kant, una persona supone una
categoría moral, sujeta de derechos y deberes, que existe como fin en sí. En
síntesis, se podría afirmar que una persona es un individuo racional, consciente de
sí mismo y de los valores morales, capaz de responsabilizarse de sí mismo.
Persona en religión
Según la doctrina cristiana, existen personas angélicas, no humanas, como el
Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, que son personas distintas pero con una
misma esencia divina. Al mismo tiempo, se admite también la existencia de
personas diabólicas.
Fecha de actualización: 30/03/2017. Cómo citar: "Persona". En: Significados.com.
Disponible en: https://www.significados.com/persona/ Consultado: 9 de febrero de
2020, 05:42 pm.
Preguntas relacionadas
¿Qué es el criterio propio?
EL CRITERIO PROPIO. El criterio es el juicio o discernimiento que tiene una
persona y que la provee de la actitud personal para tomar decisiones sobre sí
mismo o sobre cualquier otra persona, cosa o situación en un momento dado.
Significado de Valores
Por tanto, los valores se pueden clasificar por su importancia según las prioridades
de cada persona o de la sociedad.
Por ejemplo, la libertad es un valor humano que poseemos todas las personas
para tomar nuestras decisiones y poder expresar nuestros sentimiento y
opiniones.
Ahora bien, cuando se trata de aquellos valores que están aplicados a un grupo de
personas en los cuales se toman en cuenta las culturas y las características
sociales, entonces se hace referencia a los valores sociales y los valores
culturales.
Por otra parte, la axiología es la rama de la filosofía que tiene como objeto de
estudio los valores y los juicios de valor.
Escala de valores
Existen un gran número de valores, tanto generales como específicos, cuyo orden
de importancia varía en cada individuo o grupo social.
Por tanto, cuando se hace mención a una escala de valores, esto indica que existe
un sistema de valores jerarquizado en el que se priorizan unos valores por encima
de otros cuando existe un conflicto.
Asimismo, los valores que se consideran más importantes son aquellos que
engloban un significado más amplio o complejo, por ejemplo, el valor del amor
contiene el valor de la amistad.
De allí que estos valores fungen como fuente de motivación y condicionan la toma
de decisiones y las acciones del ser humano.
¿Qué son los valores?
Los valores son aquellos principios, virtudes o cualidades que caracterizan a
una persona, una acción o un objeto que se consideran típicamente positivos o
de gran importancia por un grupo social. ... Por tanto, los valores se pueden
clasificar por su importancia según las prioridades de cada persona o de la
sociedad.
Los valores varían de una sociedad a otra, puesto que dependen en gran
medida de lo que una cultura acepta, tolera o desprecia. Al respecto, R. T.
Schaefer señala que los valores son concepciones colectivas de lo que una
comunidad considera bueno, deseable, apropiado, comprensible,
inapropiado o incorrecto.
Cabe destacar que existe una serie de valores que son comunes en la
mayoría de las culturas, como la paz, la honestidad y el respecto, por
mencionar algunos.
Algunas comunidades van más allá e incluyen los valores dentro de sus
normativas, tal es el caso de la libertad, la justicia y la igualdad, que
forman parte de la mayoría de las constituciones de los países del mundo.
De todo lo anteriormente dicho se deriva que los valores constituyen el
elemento que mantiene a las sociedades unidas, puesto que estos son
compartidos por los miembros de una comunidad.
Asimismo, los valores les dan legitimidad a los gobiernos, puesto que las
leyes que se basan en los valores sociales tienden a ser aceptadas con
mayor facilidad.
La igualdad no quiere decir “tratar a todos por igual” sino que todas las
personas reciban el trato que les permita obtener los mismos resultados.
2 – La justicia
3 – Felicidad
4 – Honestidad
Todo esto se hizo en caso de que algún día esta nave logre establecer
contacto con formas inteligentes de vida alienígena, lo que demuestra la
esperanza que tienen los seres humanos de encontrar vida en otros
planetas.
6 – Gratitud
9 – Amistad
12 – Respeto
13 – Paciencia
Esto quiere decir que la tolerancia involucra oposición; cabe destacar que
para que se hable de tolerancia esta oposición debe tener una justificación
lógica.
17 – Cooperación
19 – Perdón
20 – Integridad
Al respecto, la igualdad ha de ser entre todos los seres humanos en los recursos
adecuados para satisfacer las necesidades básicas, que deje a cada uno desarrollar de
forma equiparablemente autónoma y libre su plan de vida (Hierro Sánchez-Pescador,
1995: 137). La tensión entre la igualdad de Derecho y de hecho fructifica en una
colisión entre principios que debe resolverse casuísticamente con la técnica de la
ponderación. En este sentido, siempre existe alguna razón para la igualdad y, por ello,
ésta debe postularse mientras que alguna desigualdad fáctica no proporcione una
razón que permita o que, valoradas las razones en pugna, imponga una regulación
diferenciada (Prieto Sanchís, 1998: 90).
Dentro de este campo, es claro que el tratamiento legal diferenciador puede derivarse
de la comparación o la interpretación de diversos órdenes normativos para obtener de
esa comparación la aparición de una desigualdad censurable constitucionalmente, y de
una situación de hecho que no es imputable a la norma de modo directo, aun cuando sí
lo es en relación con la actuación de la interpretación y aplicación normativas. Por otra
parte, la procedencia del tratamiento legal diferenciador ha de derivar de la ley de
forma clara, precisa y directa, lo cual impide su inclusión en el área prohibida de los
tratamientos que divergen y derivan de la sucesión normativa y del cambio en el
tratamiento de situaciones comparables (Ibid: 41 y ss.).
Desde tal ángulo, el hombre se consideraba como sujeto activo y pasivo de la ley,
como creador de los dictados legislativos por la soberanía popular, sometedores de los
individuos y los poderes públicos. La consideración del individuo como sujeto pasivo de
la actividad legislativa dejó en evidencia el sometimiento a su aplicación,
materializadora de que todos han de acoplarse igualmente al ordenamiento jurídico y
poseen un derecho igual a obtener la protección de los derechos que ese ordenamiento
reconoce, eliminando discriminaciones arbitrarias (Ara Pinilla, 1982: 104-107;
Rodríguez Piñero y Fernández López, Op.cit.: 19-20). El siguiente paso se produjo
cuando la igualdad ante la ley llevó a modificaciones significativas en la aplicación de la
misma, es decir, en la comprensión de que tal aplicación ha de hacerse conforme a la
ley (Rodríguez Piñero y Fernández López, Op.cit: 21).
La igualdad de trato formal como diferenciación sirve para llevar a cabo la conexión
con la igualdad material, porque el establecimiento de los datos relevantes, que desde
la perspectiva de la igualdad formal sólo posee repercusión directa en el seno del
sistema, aplicando o no una norma jurídica, es posible que permita la reflexión sobre
criterios de redistribución general que faciliten la satisfacción de necesidades básicas
(Martínez Tapia, 2000: 19). Lo destacable en ambos casos es justificar la elección de
los criterios que sirvan para que el legislador o el juez establezcan la relevancia o
irrelevancia de ciertos caracteres que hacen que hablemos de la igualdad
como equiparación o como diferenciación. Por poner un ejemplo, en las
discriminaciones positivas, apreciamos que lo problemático es fijar los que se han de
tener en cuenta para determinar qué grupos y en qué aspectos merecen tal protección
(Suay Rincón, Op.cit.: 35-36).
Concretando más, para la realización práctica de la igualdad formal que viene impuesta
constitucionalmente, es necesario que no se actúe discriminatoriamente; y, para
establecer los casos en los que es admisible un trato desigual, hace falta efectuar una
valoración previa que fundamente cada juicio, por lo cual son precisos criterios que
rijan o, al menos, guíen esta valoración. En el análisis, dos son las ideas que juegan: la
relevancia y la racionalidad.
c) Según el contexto legal del principio de legalidad, marcado en un primer nivel por la
Constitución, por las normas de desarrollo y por el Tribunal Constitucional. Nivel en el
que se conforman ámbitos con una protección especial que admiten algunas
desigualdades.
Con las discriminaciones que se prohíben, se intenta impedir que las víctimas sean
tratadas de forma desfavorable continuada y sistemáticamente. Las discriminaciones
prohibidas presuponen cierta sistematicidad, producto de una regla jurídica, que trata
de forma diferente lo que hace la regla estándar, o social; es decir, que, en este caso,
hablamos de un problema jurídico y, por añadidura, estamos ante un fenómeno social
en la mayoría de las ocasiones. En conexión con ello se mantiene la posibilidad no sólo
de que la discriminación sea directa, sino de que sea indirecta, en razón de que sobre
la base de una elección subjetiva de otros criterios de distinción aparentemente
neutros se llega, de hecho, a un resultado discriminatorio (Ibid: 162 y ss.).
Conforme al artículo 53.1 de la CE, el artículo 14 vincula a todos los poderes públicos,
siendo de aplicación inmediata, sin que requiera el correspondiente desarrollo
legislativo para que pueda ser invocado. Sin embargo, es cuestionable si la segunda
parte de tal precepto se aplica a la igualdad, el cual dice que sólo por ley, que en todo
caso deberá respetar su contenido esencial, podrá regularse el ejercicio de tales
derechos y libertades, ya que lo primero que hay que averiguar es qué se comprende
por contenido esencial para establecer si el contenido del derecho a la igualdad de
trato es parcialmente esencial y parcialmente no esencial. No obstante, si resulta que
no es factible efectuar tal separación, pues hay que considerarla como un todo
inseparable, lo previsto en el artículo 53.2 no puede afectar al artículo 14 (Suay
Rincón, Op.cit.: 149-151).
Derecho humano por el cual todas las personas deben ser tratadas de la misma
forma, sin distinciones o favoritismos. Implica fundamentalmente que el Estado trate
a todos sus ciudadanos de la misma forma, sin privilegios y sin discriminaciones.
Ejemplo: «Pedir requisitos que no están al alcance de todos los ciudadanos, sino sólo
de algunos, para obtener un documento público es una violación al derecho a la
igualdad ante la ley».
Sentencia de la Sala Político Administrativa: “Este derecho ha sido interpretado
como el derecho de los ciudadanos a que no se establezcan excepciones o privilegios
que excluyan a unos lo que se le concede a otros, en paridad de circunstancias. Es
decir, que en virtud de este principio, no deben establecerse diferencias entre los que
se encuentran en las mismas condiciones. La verdadera igualdad consiste en tratar
de manera igual a los iguales y desigualmente a los que no pueden alegar esas
mismas condiciones y circunstancias predeterminadas por la Ley, ya que estas no
obedecen a intereses de índole individual sino a la utilidad
general http://historico.tsj.gob.ve/decisiones/spa/septiembre/01131-240902-
16238.HTM
Opinión Consultiva de la Corte Interamericana de Derechos Humanos: “la noción de
igualdad se desprende directamente de la unidad de naturaleza del género humano y
es inseparable de la dignidad esencial de la persona, frente a la cual es incompatible
toda situación que, por considerar superior a un determinado grupo, conduzca a
tratarlo con privilegio; o que, a la inversa, por considerarlo inferior, lo trate con
hostilidad o de cualquier forma lo discrimine del goce de derechos que sí se
reconocen a quienes no se consideran incursos en tal situación de inferioridad” (párr.
55). Opinión Consultiva 4/84 del 13-01-1984.
¿Sabías que los niños no nacen con prejuicios? No discriminan ni le dan importancia a las
nacionalidades, el color de piel o idioma. A un niño no le importa de dónde sea otro niño,
ya que habla el lenguaje universal de los juegos. Desafortunadamente, con el tiempo van
adquiriendo prejuicios a partir de lo que observan en su entorno e, igual que los
valores, estos se transmiten de padres a hijos. Por eso es tan importante ayudarles a
tener una mente abierta enseñándoles con el ejemplo.
Ser un ejemplo
Los niños se inspiran en sus padres y su modo de ver el mundo y de interactuar en él
depende de cómo lo hagan ellos. Por eso es importante que sean un modelo positivo a
seguir. ¿Tienes algún prejuicio? ¿Tienes relación con personas de otra religión,
raza, cultura? ¿Qué opinas sobre los colegios que integran a niños discapacitados?
¿Alguna vez has sentido discriminación? Antes de hablar con tus hijos sobre la tolerancia,
piensa antes cómo te sientes tú y cuál es tu actitud ante la discriminación. Antes de
querer ayudar a sus hijos a valorar la diversidad, algunos padres quizás tengan que
corregir estereotipos que hayan aprendido haciendo este ejercicio de conciencia.
Empieza en casa
Ser conscientes y respetar las diferencias que hay entre todos los miembros de la
familia es el primer paso. ¿Cómo tratas a tus padres? ¿Qué se dice en la mesa en
relación a las diversas habilidades, intereses y estilos de cada uno? ¿Se valoran aunque
sean diferentes? Recuerda que la tolerancia no significa tolerar comportamientos
inaceptables. Implica tratar a los demás con respeto.
Hablar y escuchar
Aprovecha la curiosidad innata de los niños para hablar sobre estereotipos y
discriminación. Nunca es demasiado temprano para hacerlo. Adelántate en lugar de
esperar a que sean testigos de actitudes negativas hacia los demás en libros, películas o
en situaciones reales de la vida. Contesta sus preguntas de manera respetuosa y
honesta. De esto modo también les estarás enseñando que es aceptable darse cuenta y
discutir sobre las diferencias siempre y cuando se haga con respeto.
El respeto por las diferencias
Renny Yagosesky
Autoayuda
13.04.2011
3 minutos de lectura
De manera que podemos convenir, que existe un grado deseable de uniformidad, que permite
a las personas comunicarse, afiliarse y emprender proyectos de interés común. En la
familia, se busca criar a los hijos en torno a maneras de pensar y actuar similar a la de sus
padres, y se les enseñan modos de interacción social que les aseguren la aceptación y la
aprobación de los pares.
Todos saben que entre adolescentes, no parecerse al grupo es una condena directa al
desprecio, al rechazo e incluso a la agresión. Nada diferente ocurre en la política, y
especialmente en tiempos de radicalismos, lo diferente resulta amenazante y ya es frecuente
que se persiga a quienes disienten de las ideas predominantes. Idéntico destino ha
correspondido a numerosos religiosos a lo largo de la historia, y son conocidos incontables
episodios de persecuciones y asesinatos, padecidos por quienes se atrevieron a profesar
otros credos.
Desde esta visión, innovadores, rebeldes, pioneros y creadores, esos que buscan su verdad
adentro, aman el cambio y se arriesgan a derribar muros culturales y a desafiar reglas, reciben
cuando menos, la sanción de la sospecha o del repudio.
Paradójicamente, sin embargo, los proceso de crianza y socialización impulsan a las personas
a desarrollar su individualidad. Decimos a los varones como diferenciarse de las hembras,
creamos clasificaciones diferenciadoras para todo y decimos que un niño no es un
adolescente, que un adolescente no es un adulto y que un adulto no es un anciano.
Hay razas y culturas diversas, se hablan más de 6.000 lenguas y se acepta que los rasgos
que mejor definen a la naturaleza son la diversidad y el cambio. Es decir, todo lo contrario de
la uniformidad. Se acepta, además, que como ente biopsicosocial, ninguna persona es igual a
otra: cada individuo pese a estar relacionado con muchos otros, no tiene sus mismas huellas
digitales ni tomas sus mismas decisiones. Son aves el colibrí y el cóndor, pero nadie sensato
se atrevería a compararlas, pues el colibrí aletea hasta 90 veces por segundo, pero no puede
ascender tres mil metros como el cóndor.
Es un hecho, que aunque las personas tienen preferencia por aquellos que se les parecen y
que pueden predecir, también sienten atracción y curiosidad por algunos diferentes.
Visto así, resulta importante para un buen vivir, comprender esta compleja trama de variedad
y uniformidad conviviendo juntas de manera dialéctica. Y en cuanto a cómo proceder con los
demás, sugiero tolerancia por lo distinto, empatía y comprensión por lo novedoso, lo creativo
lo original, lo individual. ¿No es acaso su irrepetibilidad lo que hace valioso un talento? Si
todos pintaran como Da Vinci o compusieran como Mozart y tuvieran la inventiva de Edison,
no serían ellos héroes inmortales de nuestra cultura universal.
Entendamos de una vez, es lo que sugiero, que lo diferente no es malo por ser diferente y que
en ocasiones el mejor favor que puede hacerle un ser humano al planeta, es pensar de
manera original. De no ser así, no adoraríamos a Jesús ni disfrutaríamos de las
computadoras. La tolerancia como valor, y la creatividad como práctica, pueden conducirnos a
mejores destinos. Aceptemos la existencia de todos los colores y disfrutemos pues de la
magia de un arcoíris. Gracias por leerme.
Erick Roth U.
Departamento de Psicología - Universidad Católica Boliviana "San Pablo"
Resumen
Sumary
The present paper analyzes the social change process as a psychological factor of
development in community settings. With that purpose, it is revised the conceptual
foundations of classical perspectives from different models and paradigms. The paper
also makes a differentiation between these models and the author’s interactive
proposition, dealing with two stages in the model of change: implantation and
assimilation, exploring its empirical strengths.
Esta propuesta resulta compatible con los postulados de Perroux (1962), economista
francés que definía el desarrollo como la combinación de cambios mentales y sociales
de una población, con factores de crecimiento, acumulación y producto global. En
suma, los problemas del desarrollo implican preocupaciones económicas, sociales,
políticas, técnicas y psicológicas, pero en primera instancias son problemas humanos.
Con el propósito de ilustrar mejor este punto, veamos un ejemplo concreto. Al menos
la mitad de la población económicamente activa de Bolivia se encuentra dedicada a la
actividad agropecuaria.
Algunos autores identifican el cambio social con la noción de progreso, entendida como
evolución sociocultural (Escalante y Miñano, 1982). Este término de uso antropológico,
hace referencia a las variaciones innovativas efectuadas en el marco de una cultura. Se
trataría de un mecanismo activo para el mejoramiento social que afecta su estructura
y funcionamiento merced a la variedad y frecuencia de intercambios que se establecen
entre los elementos de la cultura con otros de carácter foráneo, en lo que se conoce
como difusión.
Según White (1949), toda unidad cultural se encuentra conformada por tres
subsistemas: tecnológicos, sociales e ideológicos. El primero se encuentra
representado tanto por la totalidad de los instrumentos físicos de que dispone el grupo
para satisfacer sus necesidades, así como por el "saber hacer" imprescindible para
ponerlos en funcionamiento.
Por lo tanto, siguiendo a White, diremos que los cambios son innovaciones o
variaciones de los elementos tecnológicos, ya sean materiales o no, así como de las
creencias, las costumbres, de los patrones de conducta individual o colectiva, que
representan el contenido de la cultura. Se refieren a las innovaciones que se realizan
en las relaciones o interrelaciones entre individuos o colectividades, cuyos mecanismos
forman parte de los sistemas sociales que al ser reconocidas como norma, se
constituyen en instituciones sociales. Cuando estas instituciones sufren nuevas
modificaciones, variaciones o adaptaciones, según las necesidades creadas por los
cambios en otras instancias de la unidad socio -cultural, entonces decimos que está
operando el cambio social.
Por su lado, Biesanz y Biesanz (1958) señalan a las siguientes premisas como
principios generales que gobiernan el cambio social:
a) La predisposición al cambio. Ciertos subsistemas son más permeables al cambio que
otros. De esta manera, existe normalmente predisposición para aceptar unos cambios
y no otros. Por ejemplo, estamos naturalmente inclinados a aceptar con cierta facilidad
nuevos avances de la ciencia médica o las siempre cambiantes sugerencias que nos
hacen las corrientes de la moda internacional. Sin embargo, ciertas innovaciones de
tipo social como aquellas que promueven alteraciones en las normas familiares con el
propósito de promover nuevas formas de conducta, no suelen aceptarse con la misma
facilidad. Por lo tanto, las innovaciones en el subsistema social e ideológico ofrecerían
mayores resistencias que las que ocurren en los subsistemas tecnológicos.
b) La difusión. Entendida como un proceso a través del cual ciertos grupos humanos
pudieron llegar a conocer las elaboraciones culturales y las experiencias de cambio de
otros grupos humanos. Se considera la difusión como un proceso iniciador del cambio y
opera una veces de manera accidental, por imitación, por presión o por interés propio,
pero siempre desde fuera del sistema.
c) La crisis es un facilitador del cambio. Se dice que las innovaciones son aceptadas
con mayor facilidad cuando el grupo en cuestión se encuentra atravesando un período
de crisis o desorganización social. Por ejemplo, en situación crítica una familia puede
revisar sus normas y permitir el trabajo de los hijos como estrategia de supervivencia.
d) La aceptación del cambio tiene un sentido pragmático. Los nuevos elementos
culturales deben demostrar su eficacia antes de que sean plenamente asimilados por el
grupo. Muchas iniciativas de cambio son resistidas simplemente por que su asimilación
produce subproductos o efectos colaterales indeseables. Por lo tanto, parece necesario
demostrar la utilidad de la innovación y su capacidad para integrarse simbiótica y
sinérgicamente con otros elementos de la cultura.
e) En todo grupo hay quienes están a favor y en contra de los cambios. Por lo general,
tanto las fuerzas de oposición como las orientadas al cambio nunca se encuentran en
perfecto equilibrio y sus influencias adoptan valores diferenciales que influyen sobre el
resultado de la iniciativa de cambio.
i) El cambio social es posible sólo en el marco de las sociedades humanas. Al parecer,
el cambio es una constante social al extremo de permitir afirmar que lo único
permanente es el cambio mismo.
Por lo tanto, Barabba y Zaltman (1991) resume las condiciones que deben tomarse en
cuenta para implantar exitosamente el cambio en las organizaciones:
Por lo tanto, algunos autores (por ejemplo Warren, 1965) sostienen que el cambio
deliberado constituye una reacción lógica al cambio espontáneo. De manera similar
Moore (1963) piensa que el desequilibrio en un sistema social "dispara" una serie de
acciones orientadas a restaurar el equilibrio original. El autor describe las siguientes
fuentes de desequilibrio: a) imperfecciones en la adaptación del hombre a su entorno,
lo que le produce malestar y le sirve al mismo tiempo de estímulo para generar
cambios tecnológicos; b) inconsistencias en las tasas de crecimiento y desarrollo entre
distintos elementos de la estructura social y sus componentes funcionales; por ejemplo
el crecimiento poblacional, el desarrollo de recursos económicos y los cambios en el
conocimiento y los valores; y c) disparidades ente el comportamiento esperado según
el sistema de valores prevalecientes y el comportamiento real. Esto obliga a la
búsqueda de ajuste en los valores o a ejercer control sobre el comportamiento en
cuestión.
Por otro lado, Lippit y Cols., (1958) señalan que el cambio planificado se origina en la
decisión de esforzarse deliberadamente para mejorar un sistema disfuncional, con la
ayuda de un agente externo. Por lo tanto, el cambio planificado no sólo es considerado
posible sino también necesario. Su consideración supone la selección de metas u
objetivos. Constituye un proceso racional que expresa una relación calculada entre
fines y medios, tomando en consideración el tiempo. Por lo tanto, se podría esbozar la
siguiente definición: cambio planificado es la alteración deliberada y racional de la
estructura y/o funcionamiento de un sistema, a través de la adopción de una serie de
actividades orientadas desde su exterior para lograr objetivos concretos en un período
definido.
Por lo tanto, no debe extrañar que muchos de los avances logrados hasta ahora en esta
materia, provengan de esta forma aplicativa de la psicología. Por ejemplo, Isabella (1990),
elaboró un modelo con base en la propuesta conceptual de Lewin, para interpretar los
sucesos que operan en el contexto laboral durante el proceso de cambio.
Esta propuesta señala cuatro etapas diferenciadas, un acontecimiento que opera a manera
de disparador y la personalización que hace el agente de cambio. De esta manera, durante
la etapa de anticipación, el agente de cambio prepara el ambiente propicio para proponer la
innovación, condiciones que deberán operar a manera de disparador. Esta etapa
corresponde a la de descongelamiento propuesta por Lewin.
En la etapa de culminación del proceso, se inicia un proceso de racionalización del cambio
acompañado de una serie de reflexiones y justificaciones que se desprenden de la
percepción de la nueva realidad del sistema en comparación de la imagen que proyectaba
antes del cambio. Esta fase dispara el recongelamiento en el enfoque lewiniano.
El modelo destaca cuatro tipos de relaciones que pueden darse entre el agente de
cambio y el sistema organizacional. Dichas relaciones se establecen a partir de qué tan
bien entienden los agentes de cambio los deseos y capacidades de los demás
componentes del sistema y qué también comprenden éstos las metas, objetivos y
tareas del plan propuesto por el agente de cambio. A continuación se ilustra las
posibles relaciones que propone el modelo. Nótese que en el primer
cuadrante (implantación completa), se caracteriza por destacar las condiciones
óptimas para iniciar un proceso de cambio, debido a que existe elevada comprensión
sobre necesidades y planes por parte de todos los elementos involucrados en el
proceso.
El segundo cuadrante (Implantación parcial), se caracteriza por una moderada
comprensión de la situación, debido a que si bien el sistema entiende el plan de
cambio, los agentes que lo promueven no se hacen cargo de las necesidades de los
componentes del sistema.
Por lo tanto en el marco de esta lógica, el proceso de cambio no solo demanda ajustes
comportamentales en el sistema receptor, sino también en el sistema que lo
promueve; veamos cómo de desarrolla este concepto.
En el ámbito del desarrollo rural boliviano, han sido los gobiernos departamentales y
en parte también las organizaciones de desarrollo social u organizaciones no
gubernamentales (ONGs) quienes patrocinaron sistemáticamente el cambio con una
orientación de desarrollo; actualmente dicho rol está siendo paulatinamente
traspasado a los municipios o alcaldías, merced a la Ley de Participación Popular.
Cualquiera que sea el caso, el desarrollo se encuentra necesariamente mediado por
una instancia privada o pública, gubernamental o no gubernamental que por lo general
intermedia también los recursos financieros que soportan el cambio.
Por ello, el estudio sistemático de la dinámica del cambio, deberá también incluir la
consideración de los comportamientos que deben ser exhibidos por el agente de
cambio para asegurar que dicho proceso se instaure sin sobresaltos. Por ejemplo, la
innovación en forma de un nuevo sistema de agua en una comunidad rural, obligará a
la instancia correspondiente, a fortalecer por ejemplo, la institucionalidad local para
recibir orgánicamente el cambio, a generar capacidad de gestión en la comunidad para
que se administre sanamente el sistema, a promover la intersectorialidad en la visión
de la innovación (agua potable es salud y bienestar y podría significar también la
producción de hortalizas para autoconsumo), a optimizar la calidad de la transferencia
tecnológica para enseñar digamos, habilidades de plomería a los usuarios; y a
asegurar la decisión política local a favor del cambio, entre otras. Pensamos que la
permanencia del cambio que actualmente se denomina genéricamente sostenibilidad
del mismo, es una función compleja de lo que hace, deja de hacer o de cómo lo hace el
promotor del desarrollo para instaurar el cambio, por un lado; y por otro de lo que
hace o no hace y cómo lo hace el destinatario de la innovación para soportarlo,
asimilarlo y generalizarlo en su propio sistema (Roth, 1999).
La importancia de este análisis es obvia toda vez que el desatender las múltiples y
complejas variables psicosociales involucradas en la promoción y ejecución del
desarrollo, ha significado en demasiadas ocasiones pasadas, el fracaso de la
asimilación de innovaciones de gran importancia, en desmedro del bienestar de
amplios sectores poblacionales, con el consiguiente desperdicio de cuantiosos recursos
económicos y tecnológicos.
Por lo tanto, es preciso reiterar que el cambio social debe ser entendido desde dos
ángulos: desde el del comportamiento del innovador y desde el que adopta la
innovación. Sin embargo, debe recalcarse que ambas esferas forman parte de un todo
indivisible y dinámico y que su abordaje por separado obedece únicamente a
circunstancias del presente estudio analítico.
Entonces, debemos entender por implantación, el proceso dinámico a través del cual una
instancia introduce una innovación en la comunidad con intenciones de promover el cambio
social y/o económico. Constituye generalmente un esfuerzo institucional sistemático que
busca la asimilación para lograra el cambio.
Cada uno de estos elementos se encuentran influidos por una serie de procesos que definen
su viabilidad. Así, los procesos que conforman las estrategias de implantación son los
siguientes:
La búsqueda de la decisión política
La búsqueda de la institucionalización del cambio
La búsqueda de una transferencia tecnológica de calidad
La búsqueda de estrategias integrales
La búsqueda del potenciamiento económico de la comunidad receptora
La búsqueda de la racionalidad del gasto
La búsqueda del respeto a la cultura local.
c) La introducción de cualquier innovación, por simple que parezca, constituye para las
comunidades rurales un proceso de confrontación con lo desconocido que
generalmente exige conocimientos y destrezas nunca antes demandados. Ello justifica
plenamente el desarrollo de estrategias de transferencia de conocimientos y
habilidades cuidadosamente planificadas, con metodologías adecuadas para las
poblaciones a las que se dirige. Esta estrategia de implantación debe responder a las
características de los recursos humanos existentes y a las demandas objetivas de
información y de habilidades identificadas localmente para encarar la administración
del cambio, como factores de asimilación.
d) Debido a que los problemas de las colectividades rurales responden por lo general a
una visión integral de su realidad, es preciso que el plan de cambio adopte igualmente
una concepción globalizadora de las soluciones que propone. Esta idea se relaciona con
el concepto de vinculación de lo social con lo económico, toda vez que los programas
de cambio concebidos marginalmente son muy difíciles de sostener. Ciertamente esta
estrategia debe responder tanto a la "realidad unitaria" como a la diversidad de
intereses, necesidades y oportunidades económicas de los miembros de una
comunidad.
Cambio social
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Un cambio social es una alteración apreciable de las estructuras sociales, las consecuencias
y manifestaciones de esas estructuras ligadas a las normas, los valores y a los productos de
las mismas.
El estudio del cambio social determina las causas o factores que producen el cambio social. El
término es relevante en estudios dedicados a historia, economía y política, y puede abarcar
desde conceptos como revolución y cambio de paradigma hasta cambios superficiales en una
pequeña comunidad. La idea de progreso y la idea de innovación son conceptos que deben
incluirse en el análisis.
El cambio social incluye 2 aspectos como el éxito o fracaso de diversos sistemas políticos y
fenómenos como la globalización, la democratización, el desarrollo y el crecimiento
económico. Es decir: el cambio social consiste en la evolución de las sociedades, desde
cambios a gran escala hasta pequeñas alteraciones. El estudio del cambio social suele
considerarse una rama de la sociología y la asistencia social, pero también atañe a las
ciencias políticas, económicas, a la antropología y a muchas otras ciencias sociales.
Las personas pueden adherirse conscientemente a las tesis del cambio social. En este
contexto, la expresión "cambio social" adquiere otro significado. Se refiere a las acciones en
defensa de una causa que pretende cambiar alguna regla o convención de la sociedad, ya sea
para satisfacer los intereses de un determinado grupo social, ya sea con la intencionalidad de
"mejorar" la sociedad en su conjunto.
Los cambios sociales han sido influidos de forma latente, ya no solo a través de los medios
masivos de comunicación conocidos anteriormente o de eventos sociales relevantes que
infundían a cambios de ideologías, sino a través de redes sociales y demás herramientas que
la web proporciona, de tal forma que los cambios que anteriormente llevaban años para
realizarse, ahora evolucionan y se desarrollan a velocidades pensadas como imposibles en
otros tiempos.
7 A QUE SE LLAMA SER UN BUEN CIUDADANO Y COMO CREE QUE DEBE
SER FORMADO
Cualquier cosa es inú til si no hay un planeta donde vivir. No basta con que no cortes un á rbol, sin
que debes sembrar má s, ya que entre el 25 y 30 por ciento del dió xido de carbono que se emite a
atmó sfera proviene de la deforestació n.
Consume menos energía en tu casa, oficina y automó vil; no tires desechos en la calle y genera la
menor cantidad de basura, realizando compras verdes, bajo el principio de las tres erres: reducir
rehusar y reciclar.
La mejor manera de lograr una buena calidad de vida en una sociedad es a través de valores cívi
como el respeto, la tolerancia y el apego a la ley.
Practicas estos valores cuando eres abierto y optas por el diá logo antes que por el conflicto. La
tolerancia se logra al tener disposició n para la comunicació n con los demá s y respeto por la liber
de pensamiento.
La Constitució n establece que está prohibida toda discriminació n a las creencias de los demá s,
cualesquiera que éstas sean.
Todas tienen derecho a practicar su fe sin ser discriminadas, juzgadas o condenadas. También d
respetar el derecho de quienes no creen en nada.
4. Derechos Humanos
Procura que los gobiernos y autoridades respeten los Derechos Humanos que protegen, entre ot
cosas, la vida, dignidad, libertad e igualdad.
Construye en tu entorno una cultura de paz y respeto, transformando las relaciones inmaduras y
jerá rquicas en maduras e igualitarias; coopera en vez de competir destructivamente y busca el b
comú n en lugar de só lo el bien propio.
Las especies son parte fundamental del ecosistema. Si tienes mascotas, tu obligació n va má s allá
alimentarlas y darles un techo. Acciones como limpiar sus desechos, educarlas y esterilizarlas
contribuyen a su protecció n.
6. Rechaza la Violencia
La violencia genera má s violencia, destruye comunidades que conviven en armonía y pone en rie
la vida e integridad física de las personas. Si eres violento, debes buscar ayuda.
Si eres testigo de violencia debes denunciarla. Puedes hacerlo en las Unidades de Atenció n y
Prevenció n de la Violencia Familiar.
La ética es bá sica porque con ella se establecen acuerdos para una sana convivencia y la
construcció n de sociedades justas a través de las normas. Cuando no cumples las reglas, se romp
tejido social. Por eso hay que ser respetuoso al conducir y no invadir lugares para personas con
discapacidad, por ejemplo.
La Ley de Libre Acceso a la Informació n le ha dado al ciudadano una herramienta poderosa para
exigir cuentas a sus gobernantes. En todos los portales del Gobierno hay una opció n para que pid
informació n. Parte de la obligació n ciudadana es denunciar las irregularidades y, aunque a veces
temor, también hay que alzar la voz.
9. Participa
Ademá s de ser exigente con la autoridad, debes ser copartícipe y responsable de lo que pasa en t
barrio. La participació n ciudadana está incluida en el Plan Nacional de Desarrollo como una form
de llegar a la democracia efectiva.
La participació n también incluye tener tu cédula actualizada y acudir a las urnas para elegir a los
gobernantes.
Este es el principio del que se parte: la convicció n de que cada quien tiene algo que dar y algo qu
hacer. Trata de interactuar con el otro, aunque sea distinto a ti, y de ver desde su á ngulo.
Dale su lugar al que es distinto y reconoce que también es importante aunque no tenga relació n
tu propia realidad, no importa si es de otra raza, país, clase social o edad.
Los habitantes de un país o de una ciudad en la mayoría de los casos nos consideramos
“ciudadanos” por el mero hecho de contar con el registro de nuestro nacimiento y de la cédula de
identidad representada por un número.
El concepto y filosofía del nuevo ciudadano va más allá de superficiales e intrascendentes formas
de expresar o creerse como tal. El nuevo ciudadano es el que se desenvuelve en la vida individual y
colectiva basado en valores.
Todo ciudadano debe tener una buena convivencia en la comunidad con su entorno social, laboral y
familiar; por lo tanto, los valores más destacados en un buen ciudadano son, entre otros, tener
calidad en su compartir, en su convivencia y hacer las cosas no por hacerlas, sino tener un fin a
favor de los demás. El ser honestos tal vez es el valor más importante, pues es la forma de vivir con
la verdad, hacer que los demás crean en ese ciudadano porque hace las cosas enmarcado en la ley y
sin mentir, es la confianza que brinda a los demás, haciendo que crean en él sin temor.
El valor del respeto se ejerce cuando mostramos aprecio y cuidado por el valor de algo o de alguien,
debemos respetar, cuidar y proteger a los grupos vulnerables de la sociedad, ya que son indefensos.
Sin respeto no hay confianza y sin confianza no podemos llegar a tener unas buenas relaciones
interpersonales, justicia, amor y equidad.
El buen ciudadano es el que vive en armonía con las tres naturalezas: La naturaleza humana, vivir
en armonía con nosotros mismos y con nuestro entorno. Con la naturaleza física, nuestra
Pacchamama, vivir en armonía con responsabilidad ambiental. Con la naturaleza espiritual, vivir en
armonía dentro de la cosmogonía que tengamos y bajo conceptos ecuménicos. El nuevo ciudadano
emerge desde el hogar y que la sociedad disponga de políticas públicas para su construcción en los
establecimientos educativos e instituciones del Estado en todo nivel.
Nuestra sociedad requiere de un remezón ético, que nos permita construir una ciudad ideal,
incluyente, equitativa y sin indiferencia, convirtiéndola en la nueva acrópolis, alta en valores y
formada por nuevos ciudadanos, contestatarios ante las inequidades, sabiendo que hemos venido a
trascender y dejar huella.