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Pandemia, la Nueva Realidad Educativa

Jennifer Carolina Oliva Muepaz

Universidad Cooperativa de Colombia

Facultad de Medicina: Introducción a la Salud, Premédico

Nombre del profesor

26 de octubre de 2021
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Pandemia, la Nueva Realidad Educativa

El coronavirus inicialmente surge como un virus el cual se creía que su brote fue a causa

del murciélago, teniendo como origen en China más exactamente en la ciudad de Wuhan; su

principal síntoma es la infección respiratoria aguda, atacando mayormente a personas de

avanzada edad y obteniendo como resultado en la mayoría de casos la muerte, con el tiempo este

virus se fue propagando de una manera muy rápida, invadiendo a todo el mundo, de tal forma

que fue catalogada como una pandemia; trayendo consigo, un sin número de fallecimientos, así

como también problemas económicos y sociales. Ahora bien como punto de partida el presente

ensayo se enfatizará en como el coronavirus hizo que se viera reflejada la desigualdad social en

el sector educativo, que aunque presente siempre, en este determinado momento hizo que se

evidenciara más.

El mundo y las personas han tenido que adaptarse a una nueva “normalidad”; debido a la

pandemia denominada COVID-19 y consigo a cambiado muchas cosas; las cuales, se consideran

desconocidas, nuevas y poco aceptadas, una de ellas y tal vez la más evidente es la desigualdad

social, pero que se entiende por desigualdad social, pues bien, de acuerdo con, Álvarez. (2018)

en su artículo dice que “La desigualdad social es la jerarquización de esas diferencias. Es la

condición por la cual las personas tienen un acceso inequitativo a recursos valorados” (párr.1).

En este sentido y de acuerdo a la pandemia se puede decir que al encontrarse con una realidad

desconocida, donde el ser humano tuvo que adaptarse y someterse a cambios drásticos, es donde

se ve las brechas que existen, en cuanto lo social, ya que, fue en este periodo donde se puedo

evidenciar que los distintos recursos no fueron equitativos, provocando una crisis.

Por consiguiente, uno de los sectores tal vez más afectados por la desigualdad social es el

educativo; dado que, con la aparición de la pandemia llegaron muchos términos nuevos, como,
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distanciamiento social, autocuidado, elementos de bioseguridad y restricciones, entre otros,

trayendo consigo un cambio drástico, en donde los niños y jóvenes se vieron obligados a cambiar

su estilo de aprendizaje, es decir su estadía continúa en el colegio, instituto o universidad y su

compartir con compañeros y docentes quedo a un lado, por estar en casa compartiendo con su

familia, afectando así su aprendizaje de alguna manera, como bien lo afirma Neidhöfer (2020).

El primer canal de incidencia, y probablemente el más obvio, es el de las pérdidas

educativas directamente asociadas con el cierre de las escuelas. Hacia el 23 de abril de

este año, unos 189 países habían decretado el cierre de establecimientos educativos a

nivel nacional, una situación que terminó por afectar la formación de más de mil

quinientos millones de estudiantes alrededor del mundo”. (párr. 4)

Está claro que, con esta nueva realidad, se tuvo que actuar de una manera universal; es

decir sin tener en cuenta la diversidad de estudiantes que tiene este sistema; surgiendo así una

nueva modalidad, como es la educación desde casa, la cual hasta este momento se encuentra

vigente.

Sumando a esto, hay algo que tal vez no se tuvo en cuenta al momento de implantar esta

nueva metodología, y es que, no todos los estudiantes tienen los mismos recursos; es decir, no

tienen la factibilidad de obtener una conexión a internet; ya que, en el territorio Colombiano

existe una diversidad de territorios, donde las zonas rurales fueron las que tuvieron más

dificultades al momento de impartir el aprendizaje desde casa. Asimismo las capacidades de los

centros educativos para poder dar una educación de calidad durante la pandemia y ahora con el

retorno gradual son un poco perplejo; dado que, la falta de recursos ha hecho que no se cuente

con las herramientas necesarias para que los estudiantes, así como docentes puedan dar y recibir

un aprendizaje ameno; de acuerdo con lo anterior, Neidhöfer (2020). Afirma que.

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La capacidad de las escuelas de proveer herramientas que faciliten el aprendizaje desde

casa es ampliamente disparejo y depende de la disponibilidad de recursos que éstas

posean, así como del nivel de gasto público destinado a educación, la disponibilidad de

computadoras y el acceso a internet. En particular, la inclusión digital en zonas rurales se

caracteriza por ser insuficiente y los mismos maestros posiblemente no cuenten con una

cobertura de red que les permita distribuir material educativo a sus alumnos. (párr. 6)

Por eso es importantes que la distribución de los recursos sea de una manera equitativa y

controlada por los entes encargados y sean utilizados para mejorar la educación en este tiempo

de pandemia y a su vez combatir la desigualdad social.

A manera de conclusión, la llegada del coronavirus hizo que la desigualdad social en el

sector educativo sea más evidente; dando a conocer las grandes brechas que falta subsanar para

obtener una educación de calidad, donde los recursos para la educación se desvían o se

distribuyen de una manera desigual, sin pensar en la diversidad del territorio colombiano y de su

pueblo, lo cual, muchos niños y jóvenes se vieron perjudicados. Se deben tomar medidas

drásticas para que la educación de calidad se priorice y así los niños y jóvenes sean personas

proactivas capaces de desenvolverse en cualquier ámbito social.

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Referencias

Ministerio de Salud. (s.f). “El Coronavirus En Colombia.” Coronaviruscolombia.gov.co.

Consultado el 26 de octubre de 2021. coronaviruscolombia.gov.co/Covid19/index.html.

Neidhöfer, G., (2020, Junio 9). Consecuencias de la pandemia del COVID-19 en las

desigualdades sociales en el largo plazo. UNDP. Consultado 25 de octubre 2021.

https://www.latinamerica.undp.org/content/rblac/es/home/blog/2020/consecuencias-de-

la-pandemia-del-covid-19-en-las-desigualdades-s.html.