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ÁREA: HUMANIDADES -RELIGION

DOCENTE:Lic. Elena Cánovas Castro

NOMBRE DE LA SESIÓN TRIMESTRE I UNIDAD 01


Organizaciones de ayuda: GRADO G10 SESIÓN 03
Cristianismo FECHA: Semana del 22 TIEMPO
al 26 de marzo

ACT. 01 AMA AL PROJIMO COMO A TI MISMO

ÁMENSE UNOS A OTROS

La Doctrina Social de la Iglesia


En la época de la revolución francesa, Juan Jacobo Rousseau, un filósofo francés que
probablemente conoces por tus clases de historia universal, acuñó una frase que hoy es
bastante común: "El hombre nace bueno y la sociedad lo corrompe".
¿No suena como un absurdo en sí misma? La sociedad ¿Quiénes la forman? Los hombres,
entonces: ¿Quién corrompe a ese hombre que nace bueno? Otros hombres que también
nacieron buenos y que al juntarse con otros hombres que también nacieron buenos se
volvieron malos ¿De dónde sale entonces el mal según Rousseau? De lo social.
Honestamente hay que decir que esta aproximación es falsa: ni el hombre nace totalmente
bueno (por el pecado original), ni la sociedad lo corrompe necesariamente (la sociedad será lo
que el hombre sea). Lo social, la sociedad, tiene sus raíces en la naturaleza humana. En la
Sagrada Escritura encontramos, desde los inicios de la creación, los fundamentos de la vida
social.
Dios, Comunión de Amor, nos creó para vivir en armonía con El, con nosotros mismos, con los
demás y con la creación entera. Como imagen y semejanza Suya que somos, tenemos la
necesidad de compartir, de vivir en comunión. Por eso, la dimensión de encuentro con los
hermanos humanos es fundamental. El mismo Creador reconoce que "no es bueno que el
hombre esté solo" (Gen 2, 18). Y crea una compañía adecuada al hombre: otra persona
humana que lo ayude. Desde el principio, lo social ocupa un lugar decisivo en la realización de
la persona humana

De estas y muchas otras expresiones de la Palabra de Dios surge la constante reflexión de la


Iglesia sobre los diversos aspectos y problemas sociales. Se forja así la Doctrina social de la
Iglesia.

¿QUE ES LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA?


Antes de pasar a la definición es necesario recordar una consideración muy importante:
El Concilio Vaticano II insistió en una verdad fundamental: como bautizados, cada uno de
nosotros es Iglesia.
La vida de la Iglesia es de alguna manera nuestra propia vida. Tiene luces y sombras, como
nuestras propias vidas, pero está sostenida y orientada por el Espíritu Santo... como cada uno
de nosotros. Por lo tanto, todo lo que se diga de la Iglesia nos atañe profundamente. La Iglesia
ha sido fundada para hacer lo mismo que su fundador, el Señor Jesús: servir a todos los
hombres.
Por eso la reflexión en torno a la dimensión social de la vida humana ha sido una constante en
la vida de la Iglesia desde sus inicios. A esto se le denomina enseñanza o doctrina social de la
Iglesia.

Facultad de Humanidades
ÁREA: HUMANIDADES -RELIGION
DOCENTE:Lic. Elena Cánovas Castro

Con estas consideraciones pasemos a dar una definición que, sin ser la única es bastante
completa:
"La doctrina social de la Iglesia es la cuidadosa formulación del resultado de una atenta
reflexión sobre las complejas realidades de la vida del hombre en la sociedad y en el contexto
internacional, a la luz de la fe y de la tradición eclesial. Su objetivo principal es interpretar estas
realidades, examinando su conformidad o diferencia con lo que el Evangelio enseña acerca del
hombre y su vocación terrena y a la vez trascendente, para orientaren consecuencia la
conducta cristiana
CARACTERÍSTICAS DE LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

UNIVERSALIDAD
Como el Señor Jesús, su Fundador, la Iglesia está llamada a servir a todos los hombres. Por
esto, su doctrina social está dirigida a todos los seres humanos sin distinción de ninguna
clase. Hay otra razón muy sencilla: la sociedad no la forman sólo los cristianos sino todas las
personas y a todas les compete la construcción de una sociedad más justa y reconciliada. Hay
una tercera razón que permite esta universalidad: si bien la enseñanza social de la Iglesia brota
de la Revelación confiada a ella, los principios que propone apuntan todos ellos a la realización
de la persona humana en la sociedad, son por lo tanto de interés universal.

SANA PREOCUPACIÓN POR LAS REALIDADES TEMPORALES


A la Iglesia, nada de lo humano le es ajeno. Todo lo que interesa al hombre le interesa a la
Iglesia. Con razón la llama Juan Pablo II "experta en humanidad". Es por esto que siempre ha
sido constante la preocupación por responder a todas las necesidades de los hombres y
mujeres concretos de cada época histórica. Esta preocupación se plasma en iniciativas de gran
creatividad y realismo en todas las áreas: alimentación, salud, educación, promoción humana,
administración, organizaciones de todo tipo. Al encontrarnos con esta característica
normalmente surgen las siguientes preguntas: ¿La Iglesia debe "meterse" en política? ¿No?
¿Por qué? ¿Sí? ¿Cómo? En el siguiente acápite están los elementos necesarios para responder.

PRINCIPIOS DE ACCIÓN
Dado que la política debe estar fundada en la preocupación por el bien común, la Iglesia sí
promueve la participación de los cristianos en política. Ahora bien: ¿Cómo? La respuesta es un
poco más compleja porque la situación concreta también lo es.
Primero, hay que decir que la Iglesia es "signo de la unión íntima con Dios y de la unidad de
todo el género humano" ("Lumen Gentium" 1). En esta realidad de la Iglesia hay que distinguir
diversos ministerios y estados. Según esta diversidad se dará la participación de sus miembros
en la vida social. La jerarquía (clérigos, es decir: el Papa, los obispos, los presbíteros y diáconos)
y los religiosos (las diversas formas de vida consagrada en la Iglesia) deben ser signo de unidad;
no pueden por lo tanto promover la política partidaria dado que los partidos son
representantes de intereses que son lícitos pero parciales. Su servicio se centra en facilitar a
quienes ocupan cargos públicos o participan de la política partidaria, principios de acción que
permitan elaborar modelos que promuevan la solidaridad, la paz y la justicia entre los
ciudadanos. La participación en política partidaria corresponde a los laicos, es decir, a todos los
bautizados orientados por el mensaje del Evangelio interpretado por la Iglesia.

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DOCENTE:Lic. Elena Cánovas Castro

La enseñanza social de la Iglesia pertenece al campo de la moral cristiana. Justamente ahí está
su aporte: no se queda en las cuestiones coyunturales que competen a otras disciplinas sino
que va a la conciencia moral del hombre en su situación concreta.
De la misma manera, a la doctrina social de la Iglesia no le compete definir qué sistema político
o económico es mejor. Esta característica, lejos de hacerla abstracta, le da su verdadera
efectividad en la vida social. Recordemos que son los hombres los que forman la sociedad. Es a
ellos a quienes va dirigida la enseñanza social de la Iglesia.

LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA Y LOS JÓVENES


Hace ya varios años, el papa Pablo VI y todos los obispos del mundo hacían un llamado urgente:
"son ustedes los jóvenes los que van a formar la sociedad de mañana; la salvarán o morirán con
ella" (Mensaje del Concilio Vaticano II a los jóvenes 8.12.65). Estas palabras tienen tal vez hoy
mayor vigencia. La situación nos presenta nuevos retos. El mundo aparece lleno de injusticias y
dolorosas divisiones. No somos espectadores sino protagonistas.
Los jóvenes, especialmente llamados a poner en vigencia la Doctrina Social de la Iglesia.
En su última visita al Perú, el Papa Juan Pablo II se dirigía a los jóvenes peruanos, con las
siguientes palabras: "Sólo el Evangelio y la doctrina social que de él emana, pueden ser la
fuente de salvación para América Latina. Todas las ideologías extrañas a la Iglesia carecen de
ese dinamismo interior capaz de dar paz y justicia a esta querida América" (Discurso de
despedida, Callao, 16 de mayo de 1988, n.2)".
Estas palabras nos invitan a un doble compromiso: conocer y vivir la enseñanza social de la
Iglesia. A lo primero te puede ayudar este libro. Lo segundo dependerá de la gracia que el
Espíritu Santo te concede constantemente y de tu libre cooperación con ella.

ACTIVIDAD:
ELABORA UN MAPA MENTAL CON LAS IDEAS PUESTAS EN LA LECTURA

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