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Trabajo Absurdo
Trabajo Absurdo
Facultad de Artes
Departamento de Teatro
endgame,
samuel beckett
análisis desde al Absurdo
Hamm: (…) ¡Oh! ¡Oh! ¿qué me pasa? Sería mejor que me fuera
a acostar. -Llama con el silbato. En seguida entra Clov. Se
detiene junto al sillón- ¡Apestas! –pausa-. Ayúdame, voy a
acostarme.
Clov: Acabo de levantarte.
Hamm: ¿Y entonces?
Clov: No puedo levantarte y acostarte cada cinco minutos,
tengo que hacer.
Hamm: ¿Nunca has visto mis ojos?
Clov: No.
Hamm: Mientras dormía, ¿nunca sentiste curiosidad por
quitarme los anteojos y mirar mis ojos?
Clov: ¿Levantándote los párpados? –pausa- No.
Hamm: Te los mostraré un día –pausa-. Parece que son
totalmente blancos –pausa-. ¿Qué hora es?
Clov: La misma de siempre.
Hamm: ¿Miraste?
Clov: Sí
(…)
Hamm: ¿Te sientes normal?
Clov –molesto-): Te digo que no me quejo.
Hamm: Yo me siento un poco raro –pausa-. Clov.
Clov: Sí.
Hamm: ¿No estás harto?
Clov: ¡Sí! –pausa-. ¿De qué?
Hamm: De… de… esto.
Clov: Desde el comienzo –pausa-. ¿Tú no?
Hamm -sombrío- : Entonces no hay motivos para que cambie.
Clov: Puede terminar. –Pausa-. Toda la vida las mismas
preguntas, las mismas respuestas. (…)”
(Beckett, 1969: p11-12)
En Beckett notamos todo el tiempo la presencia de elementos
discursivos por separado, llenando todo el espacio del tiempo de la
representación. Pero extrañamente, cada uno de estos elementos
aparentemente tirados al azar genera la ilación de esta coherencia
extraña, esta historia sin hilo conductor aparente pero que si ponemos
atención, entendemos el mensaje desolador del autor. Aun de esta
manera como las hilachas de un chaleco viejo que alguna vez sirvió
para protegernos del frío, esta forma en que se nos presenta la obra.
Pero cada elemento por separado –estos discursos que se salen del
orden normal de las formas de exponer las ideas- nos hace eco, de
alguna manera, de esta desolación de la que se nos habla, ya que
dentro de la maraña de cosas que significó la modernidad, tantas cosas
que cambiaron y de forma tan rápida, esto en que la vida se convirtió,
de un momento a otro para los países europeos, en una maraña de
cosas. Entonces de esta nueva forma de presentar las ideas,
desplazando la palabra como el elemento comunicativo, aparece esta
¿narración? que nos entrega un montón de sensaciones, de las cuales
han de hacerse los seres humanos en este nuevo mundo luego de la
devastación generada por la guerra.
“(…)
Estragón: No puedo seguir así.
Vladimir: Eso es un decir.
Estragón: ¿Y si nos separásemos? Quizá sería lo mejor.
Vladimir: Nos ahorcaremos mañana. –Pausa-. A menos que
venga Godot.
Estragón: ¿Y si viene?
Vladimir: Nos habremos salvado.
-Vladimir se quita el sombrero de Lucky, mira el interior, pasa
la mano por dentro, lo sacude, se lo cala-.
Estragón: ¿Qué? ¿Nos vamos?
Vladimir: Súbete los pantalones.
Estragón: ¿Cómo?
Vladimir: Súbete los pantalones.
Estragón: ¿Qué me quite los pantalones?
Vladimir: Súbete los pantalones.
Estragón: Ah, sí, es cierto.
-Se sube los pantalones. Silencio-.
Vladimir: ¿Qué? ¿Nos vamos?
Estragón: Nos vamos.
-No se mueven-.”
(Beckett, 1970: p103).
En cambio en Endgame aparece la esperanza: alguien viene. ¡Alguien,
en esta nada! Y desde ese lugar que implica el no hay nada. Y además,
es un alguien joven. Es un niño. Pero para Clov, esta esperanza que
llega indica el momento de su salida. De irse a ese más allá en donde
las cosas parecieran no existir. A ese afuera. Incluso se habla de su
muerte, de alguna manera. De su terminación más que muerte. De salir
de allí y dejar de existir. El elemento obsoleto. Una vez más, el para
qué. El hombre que aparentemente sirvió a Hamm durante mucho
tiempo, ahora se va sin más apenas aparece esta esperanza. Puede
parecernos absurdo, pero prefiero ponerlo sobre la mesa como otro
elemento de desolación.