Está en la página 1de 5

CULPABILIDAD EN EL DELITO

Es la capacidad del ser humano para reaccionar ante las exigencias normativas,
derivadas de la prevención general, que permite la atribución de una acción a un
sujeto, y por consiguiente determina su responsabilidad por la acción realizada.

Para la imposición de una pena no es suficiente que el hecho sea típico y


antijurídico, es necesaria la presencia de otra categoría que es la culpabilidad.

Quien actúa antijurídicamente realiza la figura del tipo atacando un bien jurídico
penalmente protegido.

Quien actúa culpablemente comete un acto antijurídico pudiendo actuar de otro


modo.

El hecho es que cualquier persona cuando tiene varias opciones, tiene una
capacidad de elección, y esa capacidad es el presupuesto del actuar
humano social y jurídicamente relevante.

La culpabilidad no es un fenómeno individual, aislado; no debe verse sólo con


referencia al autor del hecho típico y antijurídico sino una culpabilidad con
referencia a los demás, es decir a la sociedad.

De ello surge que la culpabilidad es un fenómeno social.

Es el Estado entonces, como representante de la sociedad, quien define lo que es


culpable e inculpable.

Existe una correlación entre culpabilidad y prevención general o sea


conminación a la sociedad.

Lo importante es que el individuo se abstenga de realizar los haceres


posibles que es lo que precisamente la norma prohíbe con la amenaza de
una pena.
Elementos de la culpabilidad.

Para que una persona sea culpable son necesarios ciertos requisitos:

a) Capacidad de ser sujeto del Derecho Penal, es decir, madurez física como
psíquica para poder motivarse conforme la norma penal.

b) Conocimiento de la antijuricidad, si el individuo puede conocer aunque sea a


grandes rasgos el contenido de las prohibiciones.

c) La exigibilidad de un comportamiento distinto.

CAUSAS DE INCULPABILIDAD

Al igual que las causas de inimputabilidad y las causas de justificación, las causas
de inculpabilidad son eximentes de responsabilidad penal del sujeto activo.

En las causas de inculpabilidad el elemento subjetivo del tipo que es la voluntad


del agente, no existe.

En ese sentido las causas de inculpabilidad son el negativo de la culpabilidad como


elemento positivo del delito y surgen precisamente cuando en la comisión de un
acto delictivo, no existe: dolo, culpa o preterintención.
El Código Penal describe cinco causas de inculpabilidad:

1.- Miedo invencible.

Para que exista jurídicamente la comisión de un delito, y que ésta pueda ser
imputada a determinado sujeto, es imprescindible que el agente actúe libre y
voluntariamente en la ejecución del mismo, lo cual no sucede cuando el sujeto
activo actúa con miedo que le es invencible, porque le está coartada la
voluntad de actuar libremente.

En este caso hay un tipo de violencia psicológica o moral que influye directa y
objetivamente en el ánimo del sujeto, que se ve amenazado de sufrir un daño
igual o mayor al que se pretende que cause.

2.- Fuerza exterior.

En este caso se trata de un tipo de violencia física o material que se torna en


irresistible ejercida directamente sobre la humanidad del sujeto activo,
que anula total y absolutamente su voluntad de acción.

Lo importante es que la fuerza física irresistible se emplee directamente sobre


el sujeto activo, de otra manera no operaría la exención.
3.- Error.

Desde un punto de vista amplio, el error es un conocimiento equivocado, un


juicio falso que se tiene sobre algo, es la falta de correspondencia entre lo que
existe en nuestra conciencia y lo que es en el mundo exterior, es en síntesis una
concepción equivocada de la realidad.

El error que para nuestra legislación penal es un eximente de responsabilidad


penal se conoce en la doctrina como “legítima defensa putativa” que es un “error
de hecho” un error en el acto, consiste en que el sujeto activo repele una
supuesta agresión contra su persona, al creerse realmente atacado, sin embargo,
esa agresión solamente ha existido en la mente del agente.

4.- Obediencia debida.

Se conceptúa la obediencia debida como un actuar en cumplimiento de un


deber jurídicamente fundado en obedecer a otra persona.

Si de la conducta del sujeto activo, que actúa en legítima obediencia debida,


apareciera la comisión de un delito operará la eximente de responsabilidad penal
para el sujeto ejecutante y la consecuente responsabilidad será imputable a quien
ordenó el acto.
5. Omisión justificada.

La omisión es una conducta pasiva que adopta el sujeto activo del delito,
infringiendo el deber jurídico de actuar que imponen algunas normas como la
omisión de auxilio.

Pero cuando el sujeto se encuentra materialmente imposibilitado para


hacerlo, queda exento de responsabilidad penal por una causa de inculpabilidad.

También podría gustarte