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ORIENTACIÓN

Y
CONVIVENCIA

LA RESILENCIA
DOCENTE:
LIDA. ELIDE VEGA

SAN CRISTÓBAL, TÁCHIRA


LA RESILENCIA
A lo largo de tu vida pueden ocurrir diversas
situaciones que te den incertidumbre,
ansiedad, tristeza e incluso cólera, lo que
puede desmotivarte y alejarte de tus metas.
Ante ello, es importante desarrollar la
resiliencia, ¿pero qué es resiliencia y
cómo adquirirla?

Es una virtud que consiste en


superar y adaptarte a
momentos adversos, con la
confianza de que saldrás
adelante a pesar de todo.
¿Qué es la resiliencia?

Según la definición de la real academia española de la


lengua (RAE) es la capacidad humana de asumir con
flexibilidad situaciones límite y sobreponerse a ellas,
pero en psicología añadimos algo más al concepto de
resiliencia: no sólo gracias a ella somos capaces
de afrontar las crisis o situaciones potencialmente
traumáticas , sino que también podemos salir fortalecidos
de ellas.

Implica reestructurar nuestros recursos psicológicos en


función de las nuevas circunstancias y de nuestras
necesidades. De esta manera, las personas resilientes no
solo son capaces de sobreponerse a las
adversidades que les ha tocado vivir, sino que van un
paso más allá y utilizan esas situaciones para crecer y
desarrollar al máximo su potencial.
Para las personas resilientes no existe
una vida dura, sino momentos
difíciles. Y no se trata de una simple
disquisición terminológica, sino de una
manera diferente y más optimista de ver
el mundo, ya que son conscientes de
que después de la tormenta llega la
calma. De hecho, estas personas a
menudo sorprenden por su buen humor y
nos hacen preguntarnos cómo es posible
que, después de todo lo que han pasado,
puedan afrontar la vida con una sonrisa
en los labios.
La práctica de la resiliencia: ¿Cómo
podemos ser más resilientes?
La resiliencia no es una cualidad innata, no está impresa
en nuestros genes, aunque sí puede haber una tendencia
genética que puede predisponer a tener un “buen
carácter”. La resiliencia es algo que todos podemos
desarrollar a lo largo de la vida.

Hay personas que son resilientes


porque han tenido en sus padres
o en alguien cercano un modelo
de resiliencia a seguir, mientras
que otras han encontrado el camino
por sí solas. Esto nos indica que
todos podemos ser resilientes,
siempre y cuando cambiemos
algunos de nuestros hábitos y
creencias.
De hecho, las personas resilientes no nacen, se hacen, lo cual significa que
han tenido que luchar contra situaciones adversas o que han probado
varias veces el sabor del fracaso y no se han dado por vencidas. Al
encontrarse al borde del abismo, han dado lo mejor de sí y han desarrollado
las habilidades necesarias para enfrentarse a los diferentes retos de la vida.
CARACTERÍSTICAS DE UNA PERSONA RESILIENTE
Tienes inteligencia emocional, es decir, conoces tus emociones y
sabes manejarlas, pero también puedes identificar y comprender las
emociones ajenas.
Tu autoconocimiento es muy desarrollado: eres consciente de tus
capacidades y límites; eso te permite plantearte objetivos realistas.
Eres tolerante y flexible ante los cambios, pues sabes que muchas
veces son inevitables. Gracias a ello, afrontas los problemas con mayor
confianza y creatividad.

Eres optimista y ves a los obstáculos como oportunidades para


aprender y crecer en todo sentido.

Te sientes dueño(a) de tu destino, por lo tanto, tienes iniciativa,


paciencia y perseverancia para lograr lo que te propones.

Sabes comunicar tus inquietudes para sentirte comprendido y


reconfortado, sin dejar que tu ego interfiera.

Buscas rodearte de gente con varias de estas características, puesto


que formar un equipo de personas resilientes es fundamental para
cumplir proyectos en común.
Ventajas de la resiliencia

1. Mayor autoestima y tendencia a criticarte menos.


2. Propensión a una mejor salud física y mental.
3. Tendencia a ser más exitoso (a) dentro y fuera de
tu profesión.
4. Menos probabilidades de sufrir depresión y más
facilidades para salir de ella.
5. Relaciones más satisfactorias (pareja, amigos,
compañeros de trabajo, etc).
4 Consejos para cultivar la resiliencia en el trabajo y la
vida en general

1. Conoce tus límites: Explora a fondo tus capacidades y así


podrás plantearte metas retadoras, pero al mismo tiempo
realistas.
2. Celebra tus triunfos: Será bueno para tu autoestima y para
motivarte a ir por más, sin rendirte ante los reveses que se
presenten.
3. Relaciónate: Recuerda que la resiliencia no es innata,
necesitas relacionarte con tus amigos y colegas para
recibir feedbacks y vivir experiencias que fortalezcan tu
capacidad para empatizar, conectar, adaptarte y manejar
conflictos.
4. Aprende de los errores y rechazos: Sacar lecciones de
errores propios y ajenos te ayudará a prevenir futuros
problemas y ser más optimista ante las adversidades.

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