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Las víctimas olvidadas de la

anatomía nazi
https://www.bbc.com/mundo/noticias/2013/02/130128_historia_victimas_anatomista
s_nazis_np

Liane Berkowitz tenía sólo 19 años cuando fue ejecutada por los nazis. Fue
arrestada en 1942 por la Gestapo, la policía secreta, cuando pegaba carteles con
mensajes en contra de la propaganda nazi. Estaba embarazada, pero esto sólo postergó
su ejecución hasta después de que diera a luz a su bebé. La sombría historia de Liane no
acabó con su muerte. Su cuerpo fue uno de los miles que fueron diseccionados por
anatomistas y utilizados para sus experimentos. La identidad de estas víctimas del
horror nazi ahora sale a la luz gracias a los investigadores que rastrean los registros
legales para identificar a quienes acabaron sobre las mesas de trabajo de los anatomistas
del régimen.
Liane fue una de las 182 personas cuyos cadáveres fueron analizados por Hermann
Stieve, quien en aquel momento era un renombrado experto de la Universidad de Berlín.
Los nombres completos de la llamada "lista de Stieve" –conformada principalmente por
mujeres– acaban de ser publicados por Sabine Hildebrant, una anatomista alemana que
trabaja en la Universidad de Michigan. "El mismo Stieve elaboró esta lista en 1946",
explica la doctora Hildebrant, quien lleva una década investigando la historia de la
anatomía alemana. El detallado registro de Stieve de su macabro trabajo ha permitido
identificar a sus víctimas. Hildebrant ha enfocado
sus esfuerzos en contar las historias de estas
personas. "Quería saber quiénes eran", dice la
investigadora consultada por la BBC, "quería que
fueran conocidas otra vez". Stieve estaba
interesado especialmente en la anatomía
reproductiva. Por eso la mayoría de sus víctimas
fueron mujeres. "Antes de 1933 podía estudiar los
cadáveres de hombres que habían sido ejecutados,
pero no mujeres, ya que Alemania no ejecutaba
mujeres". "Pero repentinamente, durante el Tercer
Reich, empezaron a hacerlo". Alrededor de la
mitad de estas mujeres, entre ellas Liane
Berkowitz, fueron condenadas a muerte acusadas
de traición. Algunas fueron denunciadas a la
Gestapo por otros ciudadanos después de expresar
sus ideas políticas contrarias al nazismo.
William Seidelman, exprofesor de medicina de la Universidad de Toronto,
Canadá, también dedicó años a la investigación de los lazos entre "medicina y asesinato"
en el Tercer Reich. En un artículo académico de 1999 publicado en Dimensions: A Journal
of Holocaust Studies, Seidelman reveló algunos detalles sobre cómo Stieve trabajó en
estrecha colaboración con la prisión berlinesa en la que se realizaban las ejecuciones.
"Cuando una mujer en edad reproductiva iba a ser ejecutada, informaban a Stieve, se
decidía una fecha y se comunicaba a la prisionera cuándo iba a morir", escribió el
profesor Seidelman. "Stieve estaba particularmente interesado en los efectos del estrés
y del trauma psicológico en los ciclos menstruales de las mujeres condenadas". "Tras la
ejecución, los órganos pélvicos de la mujer eran extraídos para ser examinados. Stieve
publicó informes basados en esos estudios sin ningún remordimiento ni disculpa", dice
Seidelman. Stieve se refería a los órganos que analizaba como "material". Sus
publicaciones de entonces fueron las primeras en sugerir que el estrés –encarnado en
nada menos que una sentencia de muerte– interrumpía el ciclo menstrual.
En su misión de revelar la vida de las personas detrás de este "material", la
doctora Hildebrandt revisó los archivos personales de las víctimas de Stieve, que se
guardan en el museo del Monumento a la Resistencia Alemana de Berlín. Hildebrant
analizó cada archivo junto a una copia de la lista de Stieve que se mantiene en el
Ministerio de Justicia alemán, e identificó a cada una de las personas. Comprobó los
nombres de 174 mujeres y ocho hombres de la lista, las fechas exactas de nacimiento y
defunción, las nacionalidades, las razones de su ejecución y cualquier otra información
personal que pudo encontrar. Algunos de los archivos contienen cartas que expresan los
últimos deseos de los prisioneros condenados, como los de "reunirse con sus seres
queridos en la muerte", según explica la investigadora. Una de esas cartas era de
Libertas Schulze-Boysen, quien había sido miembro del partido nazi, pero en 1937 se
unió a la resistencia alemana y documentó y recolectó evidencias fotográficas de los
crímenes del nacionalsocialismo. Libertas fue arrestada en septiembre de 1942 y
condenada a muerte por traición en diciembre del mismo año.
En una carta a su madre, escribió: "Como último deseo he pedido que te
entreguen mi 'sustancia material'. Si es posible, entiérrame en un lugar hermoso,
soleado y rodeado de naturaleza"

1-¿Es posible dañar un cuerpo muerto?


2- Porto expone el concepto de Derecho al cuerpo propio. ¿En
qué consiste este derecho? Y ¿Existen situaciones que limiten
el ejercicio del mismo?

3-¿Qué implicancias tiene la atribución del cuerpo como


propiedad?

4- “No hay valor sin sujeto y si no se puede pensar en el cuerpo


muerto subjetivamente será imposible desarrollar prácticas
éticas para con él” (Perosino, MC. (1997). Un cadáver humano,
página 12)
¿Qué significado tiene esta reflexión?

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