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UNIVERSIDAD CATOLICA DE HONDURAS

“SANTA ROSA DE LIMA”


ASIGNATURA:

Investigación de operaciones aplicada a la administración

CATEDRATICO:

Ing. Roberto Bustillo

Integrantes :

o Yolibeth Andrea Paz

o Lincy Larreinaga

o Ana Sarmiento

o Valery Pineda

o Reynaldo Alvarez

Grupo 3

LUGAR Y FECHA:

Santa Rosa De Copán

08 de Julio 2020
REFLEXIONES
Juan 16: 33:
33
Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he
vencido al mundo.

Reflexion:

En este versículo Dios nos invita a que no importa la magnitud de los problemas que tengamos en el
mundo, no debemos de temer porque Él es más grande que todo lo que existe, que tengamos paz
que confiemos en Él. Pues solo en El encontramos paz él es la única salida a nuestros problemas.

Dios nos dejo una escritura biblica donde nos hace saber que es o que estamos pasando y que ibamos a pasar
para que en la tempestadad en el tuviesemos paz. Sabemos que no toda la via sera vida que siempre habran
problemas par aver que tan grande sera nuestra fe pero sobre todo Dios tiene el control y unque sintamos que
nuestromundo se viene abajo el siempre estara ahi para sostenerlos.

Claro ejemplo es como la situacion que estamos viviendo sobre esta pandemia mas conocido como el COCID-
19 todo el mundo esta desesperado por toda la gente que esta muriendo , con miedo a contagiarse todos y
no sobrevivir, otros les preocupan sus hijos o todos aquellos ancianos y que hay paises que no tiene lo
suficiente oara satisfacer las necesidades de todos. Pero lo que nunca debemos perder es la fe y esperanza por
que solo Dios sabe cuando todo esto parara y aunque hagamos lo que hagamos las cosas pasaran por que
Dios ya lo tiene dicho.

El mundo experimenta la alegría y la felicidad en proporción directa a sus circunstancias. Las


circunstancias malas producen depresión y dolor, mientras que las buenas circunstancias producen
alegría y paz. Eso es esclavitud, y no tiene por qué ser el caso de un Cristiano. Nuestro gozo no
depende de las cosas, sino más bien en la persona de Jesucristo. Él es nuestra paz y alegría.

La forma de tomar ventaja de este gozo y paz en medio de la tribulación, es tener nuestras mentes y
nuestros corazones en las cosas de arriba, no en las cosas de esta tierra. Las cosas invisibles de
Dios son eternas, mientras que los problemas visibles en la tierra son sólo temporales. Todos los
problemas de esta vida son muy tenues cuando los comparamos con la gloria de Dios que es
nuestra por medio de Jesús.
Juan 14:27
27
La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga
miedo.

Reflexion:

Dios en su amor nos brinda su paz, esa paz que no se compara con nada de lo que recibimos en
este mundo, porque su paz es vista con ojos de amor, con caridad y nos invita a que no tengamos
miedo que su paz no reconforta y que es nuestra salida en medio de tribulaciones.

Cuando el nos da este mensaje nos quiere decir que el no da una paz igual como lo da el mundo mundano. La
paz que nos da es aquella en la cual no hay miedo y aunque pasemos las peores siatuaciones el siempre nos
dara paz por que de eso se trata la paz de el que siempre nos daraseguridad por que el nos ayuda siempre.

La paz de Dios es una que es perfecta. Esta nos deja tranquilo, nos llena de una manera
sobrenatural. Muchas veces intentamos buscar la paz en las cosas del mundo. Esa es una paz que
nos llena en el momento, pero luego deja un vacío que siempre tendremos que llenar. Muchas
veces es el alcohol; otras veces las drogas, o cualquier otra manera que busquemos para llenar el
vacío que sentimos. Nos olvidamos de que Dios es el que nos llena completamente, el que llena
cada espacio de nuestro interior. “Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus
corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús”. Es una paz que no entendemos; es
sobrenatural. Si Él cuidara nuestros corazones, ¿Por qué permitimos que este se turbe?

Nuestro corazón, si no está conectado con el Espíritu de Dios, seguirá queriendo lo que quiere y no
lo que Dios quiere. Muchas veces sentimos miedo en cuanto a lo que sabemos que debemos hacer;
tenemos el miedo de herir nuestro corazón ya que no sabemos si seguir nuestro corazón o seguir lo
que Dios dice a nuestro espíritu. En especial el miedo al “Que dirán”. Recibamos la paz que Dios
nos da, seamos llenos de la misma. Él nos da su paz por amor, y sabemos que “En el amor no hay
temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo.

FILIPENSES 4: 6-7
6
Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y
ruego, con acción de gracias.

7
Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros
pensamientos en Cristo Jesús.

Reflexion:
Aquí, en este versículo Dios nos manda decir que no tengamos miedo a nada ni nadie en el mundo
que confiemos plenamente en su palabra que entreguemos nuestros corazones y nuestras cargas a
él, porque el todo lo puede y que él nos cuidará en donde quiera que estemos.
que nos nos preocupemos por nada que Dios sabe quienes osmos y si tenemos alguna
preocupacion lo major sera orar y clamrle a el que guarde nuestra ente y nuestro Corazon
sobre todaslas cosas para estar bien con el.
Cada uno de nosotros cuenta con una lista enorme de circunstancias que conducen al afán:
problemas en las relaciones, dificultades financieras, niños traviesos, presión en el trabajo o por no
tener trabajo y así sucesivamente. Y además, aparte de nuestra vida personal, pareciera que el
mundo fabrica una serie de eventos a gran escala que producen más afán: incertidumbre económica,
guerra, estallidos sociales, los cuales nos llegan en una cinta transportadora de cobertura informativa
las veinticuatro horas del día. ¿A caso el mandato de Dios es obsoleto o irrazonable, debido a tantas
dificultades?

La Palabra de Dios es inmutable, y la verdad que hay en ella, permanece intacta por las
circunstancias y los tiempos cambiantes. De modo que como creyentes, debemos tomar este
mandato seriamente. Sin embargo, ¿de qué manera podemos obedecer dicho mandato? ¿Cómo es
posible que por nada nos afanemos?
Es preciso ver lo que se dice antes de este mandato y lo que sigue después de este mandato. Uno
de los principios al estudiar la Biblia es que nunca debemos aislar un versículo e interpretarlo por sí
solo.
Este hecho ciertamente se aplica a la venida del Señor, sin embargo, también se aplica a Su
presencia en nosotros hoy. Ahora mismo, Él está cerca de nosotros. De hecho, Él está más cerca de
lo que imaginamos. Él está en nosotros, en nuestro espíritu humano.
Bajo nuestro propio poder es imposible por nada estar afanosos. Dios está consciente de esto y no
espera que llevemos a cabo este mandato nosotros solos. “El Señor está cerca” comprueba que
junto con el mandato del Señor viene el suministro para satisfacer lo que se nos exige.
No obstante, tendemos a poner nuestro enfoque en aquello que se nos exige en vez de en aquello
que se nos suministra. Cuando leemos “por nada estéis afanosos”, nos afanamos al intentar no
afanarnos. En vez de eso, debemos poner nuestro enfoque en el suministro proporcionado por el
Señor para satisfacer aquello que se nos exige, lo cual es Su propia presencia. En nosotros mismos,
vemos que este mandato es irrazonable, pero cuando reconocemos la presencia del Señor en
nosotros nos damos cuenta que es nuestro afán el que es irrazonable, debido a que Él está cerca y
listo para socorrernos. Si percibimos de cuán cerca está el Señor, también percibiremos que no hay
necesidad de permanecer preocupados.

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