Está en la página 1de 15

OBSERVAR LA JUSTICIA

por Angélica Cuéllar Vázquez *

1. Introducción

Para el derecho, la ley es sinónimo de orden y equilibrio. Para muchos


juristas, abogados, jueces, la ley produce orden y justicia. Esta forma de
pensar el derecho encierra una forma de concebir su enunciación, su
aplicación o interpretación y los resultados que ese operar produce en la
sociedad. Seguiremos en esta introducción el pensamiento de Pierre
Bourdieu sobre el tema.
Bourdieu identifica dos maneras de pensar el derecho y la sociedad.
Una, la del formalismo jurídico, reivindica la autonomía absoluta del
derecho y su acción. Esto lleva a pensar de una manera específica el
derecho y la sociedad en la que actúa. Dice Bourdieu, esta teoría pretende
que el derecho es totalmente libre de la influencia social. La otra forma de
pensar al derecho y su acción sobre la sociedad, es la que Bourdieu llama
instrumentalista. Para esta corriente, el derecho es un reflejo de la
estructura económica, un reflejo sin mediaciones de las relaciones de
fuerza que existen en la sociedad, en concreto un instrumento de
dominación, un instrumento del poder.
La primera postura desconoce la naturaleza social del derecho, desde
su enunciación hasta los efectos que produce en la sociedad. La segunda,
identificada como una postura de estructuralistas y marxistas, ignora la
presencia de los sistemas simbólicos y la forma del discurso jurídico y
olvidan preguntarse qué condiciones históricas debían cumplirse para que
pudiera surgir el derecho, la ley (Bourdieu 2000).
Resulta obvio que son dos visiones antagónicas, una internalista y otra
externalista. Para Bourdieu ambas omiten algo sustantivo: la existencia de
un universo social relativamente independiente de las demandas externas
al interior del cual se produce y se ejerce la autoridad jurídica, que
Bourdieu califica como la forma por excelencia de la violencia simbólica
legítima (Bourdieu 2000).
Para Bourdieu, como es sabido, las prácticas y los discursos jurídicos
son el producto del funcionamiento de un campo, y en el campo hay una
disputa de los distintos agentes. En el caso del campo jurídico la lucha se
*
Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, México, D.F.

Sociologia del diritto n. 1, 2014

189

Copyright © FrancoAngeli
N.B: Copia ad uso personale. È vietata la riproduzione (totale o parziale) dell’opera con qualsiasi
mezzo effettuata e la sua messa a disposizione di terzi, sia in forma gratuita sia a pagamento.
establece para apropiarse de la facultad de decir el derecho y por tanto
poseer la fuerza simbólica que se encuentra en los textos jurídicos.
Igual que en el texto religioso o literario, el texto jurídico “es un
entramado de luchas por el hecho de que la lectura es una forma de
apropiarse de la fuerza simbólica que se encuentra encerrada allí en
estado potencial.” (Bourdieu 2000: 162) Y “la rivalidad entre los
intérpretes encuentra su límite en el hecho de que las decisiones judiciales
pueden distinguirse de puros golpes de fuerza políticos sólo en la medida
en que se presentan como el resultado necesario de una interpretación
reglada de textos unánimemente reconocidos” (Bourdieu 2000: 163).
La justicia, nos dice Bourdieu, organiza también las decisiones y las
interpretaciones que se autorizan mediante ellas; organiza también las
normas y las fuentes que otorgan autoridad a esas decisiones. “El cuerpo
de juristas tiene aún menos reparo en convencerse de que el derecho
encuentra su fundamento en sí mismo, en una norma fundamental como
por ejemplo, la Constitución” (Bourdieu 2000: 163).
Uno de estos efectos señalado por Bourdieu es el efecto de
apriorización, “que se inscribe en la lógica de funcionamiento del campo
jurídico se revela con toda claridad en el lenguaje jurídico que,
combinando elementos directamente tomados del lenguaje común y
elementos extraños a su sistema, impregna todas sus manifestaciones de
una retórica de impersonalidad de la enunciación normativa y para
constituir al enunciante en sujeto universal, a la vez imparcial y objetivo”
(Bourdieu 2000: 165). Este es el efecto más poderoso del derecho, hacer
aparecer a los jueces sobre todo como imparciales y objetivos porque
invocan el derecho. Esta invocación del derecho tiene una línea de
legitimidad y así lo expresa Bourdieu: “De la misma forma el juez de
primera instancia (o, por ir a los últimos eslabones, el policía o el guardia
de prisiones) está ligado al teórico derecho puro y al especialista de
derecho constitucional por una cadena de legitimidad que elimina de sus
actos la característica de la violencia arbitraria” (Bourdieu 2000: 173). Se
invoca la ley, se obedece la ley no a los reyes ni a los hombres.
Para Bourdieu, el resultado práctico de la ley se revela en la sentencia
y es el paso último de la lucha simbólica entre profesionales del campo
dotados de competencias técnicas y sociales desiguales. Hay por tanto de
entrada una relación desigual en los actores que participan en un proceso
jurídico.
El discurso jurídico es un discurso de especialistas, no es un discurso
para legos, esa es la primera expresión de desigualdad entre los
participantes en un proceso jurídico.

190

Copyright © FrancoAngeli
N.B: Copia ad uso personale. È vietata la riproduzione (totale o parziale) dell’opera con qualsiasi
mezzo effettuata e la sua messa a disposizione di terzi, sia in forma gratuita sia a pagamento.
Los legos en un proceso jurídico utilizan un lenguaje no jurídico,
hacen una construcción espontánea de los hechos que es transformada o
codificada a un lenguaje de expertos donde los legos no tienen
competencia. Con ello, los agentes especializados del derecho marcan una
distancia que ofrece la apariencia de neutralidad (Bourdieu 2000) y ahí
radica su fuerza legitimadora.
Y como el derecho en la sociedad moderna es el que en teoría debe
regular a los actores de un conflicto, “[l]a constitución del campo jurídico
es un principio de constitución de la realidad (lo cual es cierto para todo
el campo). Entrar en el juego, aceptar jugar el juego, ponerse en manos
del derecho para reglar el conflicto, es aceptar tácitamente la adopción de
un modo de expresión y de discusión que implica la renuncia a la
violencia física y a las formas elementales de la violencia simbólica,
como la injuria” (Bourdieu 2000: 186).
Que pueda encontrarse la solución a un conflicto al interior del campo
jurídico, es lo que constituye el fundamento racional de una sentencia. La
sentencia aparece como producto de una “aplicación” – en realidad es
interpretación – neutra y objetiva de la ley. Esta decisión, puede estar
inspirada, dice Bourdieu en principios totalmente distintos, como criterios
políticos, raciales, que la codificación jurídica esconde (Bourdieu 2000).
En resumen. “El proceso representa una puesta en escena
paradigmática de la lucha simbólica que tiene lugar en el mundo social, es
una confrontación de puntos de vista singulares, inseparablemente
cognitivos y valorativos, que concluye abruptamente mediante la
sentencia solemne enunciada por una ‘autoridad’ social representante de
los intereses sociales” (Bourdieu 2000: 196).
Si entendemos con Bourdieu que el campo jurídico es un espacio en el
cual diferentes agentes participan para dirimir un conflicto y que estos
agentes tienen diferencias importantes en cuanto a su competencia en el
campo, podemos explicarnos mejor porque el análisis cualitativo de las
sentencias es tan importante y resulta un escaparate privilegiado para
estudiar a los jueces y demás actores que intervienen en el proceso. Es
una forma de observar la justicia.
En seguida me voy a referir a las dos formas en las que se han
estudiado sentencias y jueces en nuestro país.
En la primera parte, me referiré a sendas investigaciones que
analizaron sentencias penales en el Distrito Federal y detectaron graves
omisiones y no menos graves tendencias punitivas en los juzgadores. En
la segunda parte, haré alusión a otras investigaciones que se han centrado
en conocer quiénes son los jueces, como piensan y como resuelven. Estas
investigaciones son sociológicas.

191

Copyright © FrancoAngeli
N.B: Copia ad uso personale. È vietata la riproduzione (totale o parziale) dell’opera con qualsiasi
mezzo effettuata e la sua messa a disposizione di terzi, sia in forma gratuita sia a pagamento.
2. Análisis de sentencias penales en el Distrito Federal

Me referiré primero al trabajo de investigación realizado por José


Trejo, que revisó una muestra importante de sentencias entre los años
1994 y 2001. La muestra fue de 123 sentencias por robo en diferentes
juzgados del Distrito Federal (Trejo 2003).
La investigación de este autor arrojó un resultado interesante: la
interpretación judicial de los jueces no observa las disposiciones legales.
Trejo argumenta que los jueces realizan una interpretación subjetiva del
derecho en la cual hay fuertes dosis de discrecionalidad.
Los resultados de su investigación se fueron obteniendo mediante la
observación de las sentencias de acuerdo a las disposiciones legales que
los jueces tienen que respetar para realizar sus sentencias.
El primer aspecto investigado por este autor es el punto que se refiere a
la fundamentación y motivación de las sentencias a lo cual están
obligados por ley los jueces.
Los jueces deben de fundamentar las sentencias con base en los hechos
y en el derecho. El juez está obligado a dar motivaciones que deben ser
probadas o verificadas y también está obligado a dar a conocer los
preceptos legales que utilizó para llegar a una conclusión expresada en la
sentencia. La sentencia es entonces, dice Trejo, una decisión judicial que
debe ser justificada con base en unos hechos y en una ley. El juez tiene
que hacer una interpretación tanto de los hechos como de las normas y
esto debe de ser de forma detallada. El ejercicio jurisdiccional supone una
interpretación orientada en los hechos, en la cual el juez debe preguntarse
si el supuesto de un hecho cae o no dentro del campo de aplicación de una
norma (Trejo 2003: 151). La aplicación del derecho penal en los jueces
mexicanos.
Hay, en este ejercicio, un supuesto de racionalidad. El juez tiene que
engarzar de un modo racional su interpretación de los hechos y la
pertinencia de enunciar una u otra norma. Este principio racional es el que
sostiene la legitimidad de las decisiones judiciales. Hay un ejercicio
también de lo que los abogados llaman la “individualización de la
norma.” No es sin embargo, o no debiera ser un ejercicio mecánico ya que
el juez cuenta con un amplio margen de libertad para realizar su
interpretación.
Esta interpretación, sin embargo, obviamente no es una interpretación
libre, es una interpretación sujeta a reglas, como fundamentar la sentencia
en los hechos y en el derecho. Hay por tanto un ejercicio de valoración,
de los hechos y de las normas. Para realizar este ejercicio de valoración,
el juez tiene que observar las pruebas y darles un valor, valga la

192

Copyright © FrancoAngeli
N.B: Copia ad uso personale. È vietata la riproduzione (totale o parziale) dell’opera con qualsiasi
mezzo effettuata e la sua messa a disposizione di terzi, sia in forma gratuita sia a pagamento.
redundancia. Con la verdad fáctica que son las pruebas, el juez llega a la
verdad jurídica o verdad judicial.
De acuerdo al estudio empírico de Trejo, el rubro dedicado a las
pruebas es el que ocupa mayor espacio en las resoluciones judiciales,
cuando menos, en las sentencias de robo que él analizó, y de estas
pruebas, la testimonial es la que ocupa el primer lugar.
Para continuar con su análisis del rubro de pruebas en la muestra que
utilizaron en la investigación, se encontró que una buena parte de las
sentencias que el juez sobrevaluaba la declaración del policía aprehensor.
El juez consideró en muchos casos no sólo la declaración, sino también
las notas de remisión suscritas por los policías como pruebas
documentales (Trejo 2003: 187). La aplicación del derecho penal en los
jueces mexicanos. Una sola prueba, el juez podía duplicarla o triplicarla.
También en la investigación se encontró que la mayoría de las pruebas
que el juez toma en cuenta son las que recaba el Ministerio Público
durante la averiguación previa. La parte que se amplia de acuerdo son las
declaraciones de las mismas personas que ya lo hicieron en el Ministerio
Público. El investigador lo expresa así: “En este sentido, al reproducirse
únicamente testimoniales recabados en la averiguación previa, significa
que el juez valora directamente menos de la mitad de las testimoniales.
Los jueces en general no emiten ningún razonamiento, en relación a las
pruebas ofrecidas por la defensa ni a las conclusiones formuladas por
ésta.” (Trejo. J., 2003: 189). La aplicación del derecho penal en los jueces
mexicanos. En Cuéllar, A. (Coord.)
Otro hallazgo de la investigación citada es la forma en que los jueces
individualizan la norma en sus sentencias. En los casos analizados se
encontró que lo que se llama “las circunstancias peculiares del
sentenciado”, el juez las toma de la aplicación de un simple cuestionario
en el cual se registra la edad, nombre, estado civil, ocupación,
escolaridad, sueldo, etc., del imputado. Sin embargo en las sentencias
analizadas, los jueces no indican como influyen esas características en la
decisión final de los jueces. Trejo menciona un caso en el cual el
imputado era una persona homosexual. En este caso al juez le pareció
correcto tomar en cuenta que el individuo era homosexual (Trejo
2003:191).
En la muestra analizada se encontró que solamente una cuarta parte de
los jueces citan jurisprudencia para reforzar sus razonamientos.
Concluye la investigación señalando que los jueces no toman en cuenta
las pruebas provenientes de la defensa y del procesado. Trejo advierte que
hay un carácter inquisitivo y autoritario, en donde la cantidad y la calidad
de las pruebas que valoran los jueces, la forma de valorarlas y de acreditar

193

Copyright © FrancoAngeli
N.B: Copia ad uso personale. È vietata la riproduzione (totale o parziale) dell’opera con qualsiasi
mezzo effettuata e la sua messa a disposizione di terzi, sia in forma gratuita sia a pagamento.
los delitos señalan que los criterios de los jueces se basan en la
averiguación previa dada por el Ministerio Público y se ignoran las
conclusiones formuladas por la defensa.
Por su parte, Luis Pásara (2006) realizó también una investigación
empírica sobre la calidad de las sentencias penales en el Distrito Federal
tomando una muestra de 82 sentencias. Además de analizar los
expedientes se realizaron entrevistas a jueces. Sus hallazgos son
reveladores y muy similares a los hallazgos de Trejo.
Esta investigación acredita que los tipos de prueba que aparecieron con
mayor frecuencia en los expedientes que se examinaron fueron:
declaraciones del denunciante o agraviado, del procesado, de los policías
remitentes y de los testigos. La declaración del agraviado apareció con un
peso muy importante aún cuando no existieran otros elementos de prueba
más convincentes (Pásara 2006).
Esta forma de valorar las pruebas testimoniales – dice Pásara –
contraviene la advertencia de la Suprema Corte en el sentido de la
ambigüedad del valor de la prueba testimonial y cita:
El testimonio es el instrumento más preciso de información que tiene el juzgador,
pero al mismo tiempo el más peligroso, no tanto por cuanto a que el testigo mienta
deliberadamente respecto de un hecho, sino porque evoque incorrectamente el
acto percibido, esto es, la experiencia de un acontecimiento que ha sido visto u
oído. [Pásara 2006:11]
Lo que no ocurre de acuerdo a los hallazgos de ambas investigaciones
es que el juez haga una valoración más profunda de los autos del
Ministerio Público y de las declaraciones de la parte acusadora.
En los expedientes estudiados por Pásara y su equipo, se encontró que
son muy diversos los elementos con pretensión de aparecer como
probatorios, pero que en realidad carecían de esta característica o se
referían a aspectos irrelevantes. Destacaron en estos expedientes las
reiteradas declaraciones y sus ampliatorias incluso de policías que no
habían presenciado los hechos. En general, la investigación encontró que
la valoración que hace el juez de las declaraciones de los policías que
detienen al presunto delincuente y que siguen los lineamientos y
argumentos del Ministerio Público, son consideradas como pruebas con
alto valor probatorio.
Sin embargo, señala la investigación, a pesar de que se le da tanta
importancia a la prueba testimonial, a los testigos de descargo se les dio
menos valor.
En esta investigación se encontró la existencia de un “machote”
elaborado para descartar testimonios de descargo, lo que supone un
escaso y pobre análisis caso por caso. La individualización de la norma se

194

Copyright © FrancoAngeli
N.B: Copia ad uso personale. È vietata la riproduzione (totale o parziale) dell’opera con qualsiasi
mezzo effettuata e la sua messa a disposizione di terzi, sia in forma gratuita sia a pagamento.
generaliza. Esta práctica apareció en muchos expedientes (Pásara
2006:13).
De acuerdo a los razonamientos que realizan los jueces para desestimar
las testimoniales de descargo, Pásara se pregunta: ¿Cómo se “evidencia”
que los testigos “tratan de corroborar”? ¿Cómo puede distinguirse entre
quien “trata de corroborar” y quien “corrobora”? ¿La “parcialidad con la
que se conducen al declarar” es demostrada por sus testimoniales o “por
ser familiares del acusado”? ¿Qué hace “elocuente que sus testimonios
están encaminados a que el acusado resulte exonerado de toda
responsabilidad”? (Pásara 2006:14)
Esta investigación señala que la valoración que hace el juez de las
pruebas, en la práctica depende de sus prejuicios, de su cultura jurídica, y
de lo que yo llamo su conciencia jurídica y de su acervo de conocimiento
a la mano, conceptos que explicaré más adelante.
En lo que se refiere al tratamiento de las pruebas, el problema central
que se identificó en la investigación es que, en más de dos terceras partes
de los expedientes analizados, el resultado fue que las pruebas no se
valoraron de manera suficiente; en algunos casos, esta insuficiencia
resultó muy grave. Sólo en uno de cada cinco casos se encontró que la
valoración de las pruebas era satisfactoria. Así, en la mayor parte de las
sentencias examinadas se encontró la transcripción de todos los elementos
de prueba que venían en el expediente, sin una valoración específica
(Pásara 2006:16-17). Ello nos habla de un trabajo rutinario, sin el análisis
profundo de cada uno de los expedientes.
En lo que toca al razonamiento de la decisión, la investigación
encontró que los argumentos que conducen el proceso penal son los
mismos que presenta el Ministerio Público en la averiguación previa.
Sobre el uso de la jurisprudencia Pásara señala que sólo en dos de cada
cinco casos de la muestra seleccionada para realizar el estudio, en las
sentencias se citó alguna jurisprudencia.
Los expedientes analizados también revelaron que es usada lo que en
la jurisprudencia mexicana se conoce como “confesión calificada
divisible”. Este artificio permite al juez distinguir en la confesión
segmentos a los que les otorga valor pleno, y a otras partes del testimonio
se les niega valor probatorio.
Pásara concluye que “Si bien el examen sobre la suficiencia de las
pruebas se debe hacer de acuerdo a criterios objetivos, la convicción del
juez o autoridad se basa en elementos en buena medida subjetivos,
constituidos por la percepción, impresión global que el juez experimenta,
a través de todo el procedimiento, respecto a la responsabilidad y
personalidad del procesado” (Pásara, 2006: 37).

195

Copyright © FrancoAngeli
N.B: Copia ad uso personale. È vietata la riproduzione (totale o parziale) dell’opera con qualsiasi
mezzo effettuata e la sua messa a disposizione di terzi, sia in forma gratuita sia a pagamento.
Una de sus conclusiones también apunta, como la investigación de
Trejo, a señalar el enorme peso que tiene la averiguación previa en el
proceso y en la dirección de la sentencia del juez. Pásara concluye que las
pruebas determinantes para el caso son las que ya venían en la
consignación que elabora el Ministerio Público, por tanto, concluye el
autor, es este organismo el que conduce todo el proceso. En este sentido,
nos dice Pásara, no es el juez el que guía el proceso, sino el Ministerio
Público.
En la muestra analizada en esta investigación se encontró que en
ningún caso el juez utilizó las facultades establecidas por los artículos 124
y 314 del Código de Procedimientos Penales del Distrito Federal. Estos
artículos permiten a los jueces emplear todos los medios que estime
necesarios para establecer la verdad de los hechos y juzgar en
consecuencia. Si el juez utilizara estos recursos jurídicos, asumiría un
papel activo y central en los procesos, lo que no ocurre (Pásara 2006: 46).
Al igual que Trejo, Pásara concluye que hay una enorme cantidad de
sentencias condenatorias, incluso cuando el juez duda, opta en muchas
ocasiones en dar una sentencia condenatoria pensando que en un proceso
de apelación se cambiará su decisión. Algo que nadie puede asegurar.
Estos datos resultan preocupantes. En palabras de Bourdieu, en el
campo jurídico los agentes que intervienen juegan desde posiciones muy
dispares. En las dos investigaciones citadas es fundamentalmente el
Ministerio Público, la parte acusadora, la que prácticamente decide el
proceso. Un juez entrevistado por Pásara reveló que el juez solo
interviene en casos complicados. El proceso queda en manos de los
secretarios y del Ministerio Público. De otro lado quedan los acusados y
los defensores de oficio que en su mayoría no son buenos abogados,
reciben salarios bajos y son susceptibles de corrupción. El campo es
dominado por los agentes que tienen en sus manos el procedimiento desde
la factura de la averiguación previa.
Ana Laura Magaloni (2006) que realizó también un análisis de la
forma en que los jueces sentencian, nos dice en sus conclusiones que:
- los jueces desestiman el valor probatorio de la declaración del
acusado y siguen la línea argumental del Ministerio Público;
- de la declaración del imputado, el juez toma solo la parte que
coincide con la versión del Ministerio Público;
- los jueces temen que la sociedad los acuse de corruptos y por ello es
más fácil condenar que absolver.

196

Copyright © FrancoAngeli
N.B: Copia ad uso personale. È vietata la riproduzione (totale o parziale) dell’opera con qualsiasi
mezzo effettuata e la sua messa a disposizione di terzi, sia in forma gratuita sia a pagamento.
3. Análisis sobre los jueces

Los estudios de los jueces en particular son en nuestro país escasos.


Hay investigaciones pioneras sobre el poder judicial como la realizada
por Hugo Concha y José Antonio Caballero (2001) que nos da una
radiografía de los poderes judiciales locales. Pero pocos trabajos se han
hecho con entrevistas a los jueces desde una perspectiva sociológica.
Karina Ansolabehere realizó un estudio cualitativo en donde a partir de
entrevistas reconoce las inclinaciones ideológicas de jueces, abogados,
ministerios públicos y diputados (Ansolabehere 2008).
Un estudio en el mismo sentido, descubrir como piensan los jueces, fue
elaborado por mí con base en 14 entrevistas en profundidad a jueces
locales. En esta investigación partí de la premisa de que las decisiones
judiciales son acciones sociales y, por lo tanto, tema de estudio para la
sociología.1
Para realizar el análisis de las entrevistas utilicé básicamente dos
categorías analíticas (Cuéllar 2008). Una, la conciencia jurídica elaborada
por los investigadores Carlos Lista y Ana María Brígido de la
Universidad de Córdoba, Argentina (Lista y Brígido 2002).
Para estos autores la conciencia jurídica la obtienen los abogados en su
paso por las escuelas de derecho. Este aprendizaje ordena su pensamiento
en torno a lo que es el papel del derecho en la sociedad. Los autores
definen la formación de la conciencia jurídica de acuerdo a lo que el
discurso jurídico en las aulas transmite como pensable e impensable. Esta
diferenciación permite clasificar, separar, dividir y establecer jerarquías
valorativas. Lo pensable se vuelve en esta lógica, legítimo. Y lo
impensable es aquello que no está validado desde el discurso jurídico y,
por lo tanto, en el campo, no tiene legitimidad. La hipótesis que guió la
investigación de estos autores es que el proceso de instrucción y
socialización en la carrera de derecho es un mecanismo de control que
produce y reproduce un tipo de conciencia jurídica. Así, el pensamiento
que domina el proceso de instrucción en las carreras de derecho es lo
pensable, lo permitido. Cito a Lista y Brígido:
Mediante las reglas de selección del mensaje educativo, los contenidos legítimos y
las habilidades deseables, así como de las reglas de comunicación y modos de ser
y comportarse [...] a través de los discursos instruccional y regulativo, el discurso
pedagógico reproduce un código que define la forma de conciencia-identidad; la
adquisición de ese código permite a los participantes en la relación ubicarse en el
1
Es interesante como la investigación de Karina Ansolabehere y la mía llegan a
conclusiones semejantes con caminos metodológicos distintos.

197

Copyright © FrancoAngeli
N.B: Copia ad uso personale. È vietata la riproduzione (totale o parziale) dell’opera con qualsiasi
mezzo effettuata e la sua messa a disposizione di terzi, sia in forma gratuita sia a pagamento.
contexto y con referencia a los contextos, así como producir el comportamiento
adecuado al mismo. [Lista y Brígido 2002: 35]

Los autores concluyen su investigación empírica diciendo que la


conciencia jurídica dominante se caracteriza por la definición objetiva del
derecho como un orden autónomo y autosuficiente; dotado también de
una racionalidad formal que aspira a la neutralidad valorativa. Esto es, el
derecho es concebido en palabras de Bourdieu dentro de la corriente del
formalismo jurídico.
En esta línea de pensamiento, el derecho se abstrae de cualquier tipo de
“contaminación” social o política. También crea una idea de que el
derecho produce el orden social y la justicia.
La otra categoría que utilicé en la investigación es la de acervo de
conocimiento a la mano de Alfred Schütz. Para este autor, toda
interpretación del mundo se basa en un acervo de experiencias previas a
él. Nacemos en un mundo que ya está interpretado y confiamos en esa
interpretación. El acervo de conocimiento a la mano nos permite
explicarnos el mundo y sus objetos gracias a esa interpretación previa.
Dice Schütz:
Cada paso de mi explicitación y comprensión del mundo se basa, en todo
momento en un acervo de experiencia previa, tanto de mis propias experiencias
inmediatas como de las experiencias que me transmiten mis semejantes, y sobre
todo, mis padres y maestros, etc. Todas estas experiencias, comunicadas e
inmediatas, están incluidas en una cierta unidad que tiene la forma de mi acervo
de conocimiento ... [Schütz y Luckmann 2001: 28]

Lo que puede observar al analizar las entrevistas realizadas, es que los


jueces utilizan estos dos tipos de conocimiento cuando explican qué es
para ellos la justicia, la ley, las sentencias, el mundo del Poder Judicial.
En la investigación también observé como el modelo de organización
del Poder Judicial es fuertemente jerárquico y que este mundo
férreamente jerarquizado determina la forma en que los jueces identifican
la autonomía del Poder Judicial. El presidente del Tribunal Superior en
turno. es una figura que concentra mucho poder. En sus manos están las
decisiones más importantes que afectan al Poder Judicial local. De hecho,
el Presidente del Tribunal Superior marca muchas pautas del
comportamiento de los jueces y dicta la política de la institución. Sumidos
en esta estructura jerárquica, que en ningún momento fue cuestionada por
los jueces entrevistados, éstos agradecen al Presidente del Tribunal
Superior, el clima de respeto y la autonomía con la cual trabajan. Es decir,
la autonomía los jueces la atribuyen a una persona, a la actitud de una
persona y no a una regla institucional, ni a la fortaleza del Poder Judicial
local, ni como una regla de un estado de derecho.

198

Copyright © FrancoAngeli
N.B: Copia ad uso personale. È vietata la riproduzione (totale o parziale) dell’opera con qualsiasi
mezzo effettuata e la sua messa a disposizione di terzi, sia in forma gratuita sia a pagamento.
En lo que respecta a las reformas hechas para abrir concursos de
oposición para que abogados de otros espacios laborales se puedan
incorporar al Poder Judicial, los jueces mostraron mucho recelo. Vale la
pena recordar que esa reforma a nivel federal fue impulsada por el
Presidente Ernesto Zedillo en 1994. La reforma en el caso analizado se
realizó hasta el año de 2003. La gran mayoría de los jueces entrevistados
(12) no están de acuerdo en que gente “ajena” al Poder Judicial ingrese a
la institución. En este sentido, los jueces valoran mucho la experiencia
jurídica al interior del Poder Judicial.
La experiencia para los jueces supone un largo aprendizaje que lo da la
Universidad. La experiencia tiene para los jueces un sentido muy denso.
Esa experiencia, que valoran y defienden, son todas las prácticas y
conocimientos que los escribientes, actuarios, diligenciarios y secretarios
han adquirido en los juzgados y tribunales. Esa experiencia se traduce en
la forma en que el personal de un juzgado aprende en la práctica como se
manejan los expedientes, como se toman los autos del Ministerio Público,
como se redacta una sentencia, y eso lo aprenden de un juez o de un
magistrado. En este sentido, y en investigaciones que quedan en la agenda
como pendientes, está el realizar investigación de como las sentencias
pueden tener estilos de acuerdo a patrones que se transmiten en los
juzgados y tribunales.
La mayoría de los jueces vive al Poder Judicial como una institución
apartada de la sociedad, sin una vinculación política con ella. En las
entrevistas analizadas encontramos una contradicción en este punto: por
un lado no reconocen que sus decisiones son políticas y que incluso sus
decisiones pueden estar influenciadas por aspectos políticos. Desde su
conciencia jurídica respondieron que sus decisiones son objetivas y justas
y que no hay filtraciones extrajudiciales. En el discurso de la teoría no
hay contradicción. Pero cuando un juez relató un caso concreto, cuando
me habló de las prácticas, sí reconoció que la política puede influir en las
decisiones de los jueces. Aquí lo que observé es que cuando refieren sus
experiencias, sus prácticas, entran en contradicción con su discurso
formal el cual articulan desde su conciencia jurídica y aparece su acervo
de conocimiento a la mano.
Ambos conocimientos, entonces, constituyen el contexto de
significado en el cual los jueces operan. Constituyen el entramado
simbólico que forma parte del mundo de los jueces. En palabras de
Bourdieu, el mundo de los jueces, el entramado simbólico, constituye el
universo social que es relativamente independiente de las demandas
externas. En este universo se ejerce la autoridad jurídica y la violencia
simbólica legitima.

199

Copyright © FrancoAngeli
N.B: Copia ad uso personale. È vietata la riproduzione (totale o parziale) dell’opera con qualsiasi
mezzo effettuata e la sua messa a disposizione di terzi, sia in forma gratuita sia a pagamento.
En este universo, están presentes muchos factores extrajurídicos que
forman parte de la subjetividad de los jueces. Sobre la subjetividad, los
jueces entrevistados dijeron que la dejan fuera al entrar a su despacho a
revistar los proyectos que les presentan sus secretarios.
Otra constante en las entrevistas fue que los jueces describen su trabajo
como aplicar la ley y no como una interpretación del derecho. Los jueces
observan la ley como una estructura que constriñe la justicia, sin embargo
es la ley la que da sentido a su actuar y la que, al final, produce justicia.
Lo que predomina en su pensamiento es lo pensable, lo permitido, lo
legítimo, la conciencia jurídica.
Para la mayoría de los jueces entrevistados (13) aplicar la ley produce
justicia y orden, y cuando se emite una sentencia de acuerdo a los
expedientes y a la ley, se produce orden y justicia.
La objetividad fue otro punto tocado en las entrevistas y observé que
es un valor muy apreciado por los jueces. La objetividad la definen como
la reproducción fiel de los hechos y la aplicación de la ley es la forma en
que codifican esos hechos y, si la norma es objetiva, su aplicación es
objetiva también. El expediente es el mundo objetivo que los jueces
tienen ante sí. Sobre esa realidad actúan y ya hemos visto como no son
los jueces los que dirigen los procesos y como motivan sus sentencias
siguiendo los argumentos que presenta el Ministerio Público.
Cuando se les preguntó qué entendían por justicia, la mayoría de ellos
dio una definición de texto: dar a cada uno lo que le corresponde. Y eso lo
resuelven en su discurso cuando aseguran que sus resoluciones están
apegadas a derecho y de acuerdo al expediente que tienen en sus manos.
Solamente un juez admitió que a veces las decisiones justas no
corresponden a las decisiones apegadas a la norma. Este juez dijo que
solamente cuando se tiene la posibilidad de aprovechar el espacio de
discrecionalidad que tiene el juez, se puede hacer justicia. Este juez fue el
único que habló de la interpretación de la ley y no de su mera aplicación.
Y el único que reconoció que aplicar la ley no produce automáticamente
justicia.
Los jueces, a pesar de que perciben su labor como productora de
equilibrio social, no perciben que su tarea es política, y que, como
cualquier acción social, toman sus decisiones en contextos de significado.
Los jueces mantienen una idea del derecho como un instrumento que
en la práctica produce orden y equilibrio social.

200

Copyright © FrancoAngeli
N.B: Copia ad uso personale. È vietata la riproduzione (totale o parziale) dell’opera con qualsiasi
mezzo effettuata e la sua messa a disposizione di terzi, sia in forma gratuita sia a pagamento.
4. Una breve conclusión

De acuerdo a Bourdieu, el universo del derecho no está ni determinado


por las condiciones materiales como sería una explicación estructuralista
o marxista, pero el derecho tampoco está inmune de la sociedad que lo
crea y lo reproduce. Si bien es cierto que el derecho ha sido y sigue
siendo un instrumento del poder, reducirlo a ello es una interpretación
muy pobre que cerraría las puertas a la investigación empírica de
sociólogos y antropólogos principalmente.
La sociología jurídica es la disciplina que investiga ese universo
singular del mundo jurídico como un universo social, en el cual el
derecho se enuncia, se aplica, se interpreta desde contextos de significado
y en donde el derecho produce consecuencias sociales y políticas.
Ese mundo social, de acuerdo a Schütz, es un mundo preinterpretado y,
como tal, socialmente se construyen verdades aproblemáticas que nos
permiten movernos en él con una seguridad ontológica. Esas verdades
aproblemáticas son susceptibles siempre de ponerse en duda, lo que
conduce a llegar a nuevos acuerdos sociales para construir otras verdades
aproblemáticas. Pero siempre encontramos ese mundo social como un
mundo preinterpretado.
El problema con los operadores del derecho es que ese mundo
preinterpretado aparece a sus ojos no solamente como sus verdades
aproblemáticas, sino como verdades universales, con valores universales
sin posibilidades de ponerse en duda. En palabras de Lista y Brígido, la
enseñanza jurídica filtra lo impensable y reproduce aquello que la
disciplina considera lo pensable, lo incuestionable, lo legítimo.
La importancia del derecho para la sociología es que el derecho es la
forma racional para dirimir conflictos, y el derecho es también la forma
de asumir una condición ciudadana plena en las democracias modernas.
El derecho es la forma racional de acotar al poder público y al poder
político, es la forma moderna de poder hacer un cálculo social. El derecho
desde la sociología jurídica tiene una enorme importancia, pues desde la
sociología, podemos observar las acciones jurídicas como acciones
sociales y observar la importancia política del Poder Judicial.
En el caso de los jueces, son ellos los que dan el sentido último a la ley
en un ejercicio de interpretación que se da en un entramado simbólico,
que forma parte del contexto de significado en el cual operan el derecho y
sus operadores. Así entendido, el derecho y las sentencias como
productos y acciones sociales, la función política del derecho en la
sociedad es innegable.

201

Copyright © FrancoAngeli
N.B: Copia ad uso personale. È vietata la riproduzione (totale o parziale) dell’opera con qualsiasi
mezzo effettuata e la sua messa a disposizione di terzi, sia in forma gratuita sia a pagamento.
Los jueces tienen un papel sustantivo en nuestra sociedad. Sus
decisiones tienen consecuencias sociales y políticas y, por ello, bien vale
la pena estudiar empíricamente al Poder Judicial y con la investigación
académica, contribuir a que en México tengamos un Poder Judicial más
robusto, realmente independiente y también más humano.

Referencias bibliográficas

Bourdieu, Pierre, y Gunther Teubner, 2000. La fuerza del derecho. Bogotá:


Ediciones Uniandes.
Concha Cantú, Hugo, y José Antonio Caballero, 2001. Diagnóstico sobre la
administración de justicia en las entidades federativas. Un estudio
institucional sobre la justicia local en México. México: National Center for
State Courts/ Instituto de Investigaciones Jurídicas, UNAM.
Cuéllar Vázquez, Angélica, 2008. Los jueces de la tradición. Un estudio de caso.
México: UNAM/SITESA.
—, 2000. La justicia sometida. Análisis sociológico de una sentencia. México:
UNAM/Miguel Angel Porrúa.
Magaloni, Ana Laura, 2006. ¿Por qué estamos equivocados los juristas?. En
Angélica Cuéllar Vázquez y Arturo Chávez, coord., La ley y los conflictos
sociales, México: UNAM/ SITESA, 2006.
Pásara, Luis, 2006. Como sentencian los jueces del Distrito Federal en materia
penal. México: Instituto de Investigaciones Jurídicas, UNAM.
Trejo, José, 2003. La aplicación del derecho penal en los jueces mexicanos. En
Angélica Cuéllar Vázquez y Arturo Chávez, coord., Visiones
transdisciplinarias y observaciones empíricas del derecho. México: UNAM/
Ediciones Coyoacán.
Schütz, Alfred, y Thomas Luckmann, 2001. Las estructuras del mundo de la
vida. Buenos Aires: Amorrortu.

202

Copyright © FrancoAngeli
N.B: Copia ad uso personale. È vietata la riproduzione (totale o parziale) dell’opera con qualsiasi
mezzo effettuata e la sua messa a disposizione di terzi, sia in forma gratuita sia a pagamento.
Copyright of Sociologia del Diritto is the property of FrancoAngeli srl and its content may not
be copied or emailed to multiple sites or posted to a listserv without the copyright holder's
express written permission. However, users may print, download, or email articles for
individual use.

También podría gustarte