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"He estudiado la cuestión de la vivisección durate 35 años y estoy convencido de que los experimentos con
animales estan apartando cada vez más a la medicina de la cura real del paciente. No conozco ninguna
instancia de un experimento con animales que haya sido necesario para el avance de la ciencia medica, ni
mucho menos un experimento con animales que pueda ser necesario para salvar una vida humana". - H.
Fergie Woods, M.D.
El Clioquinol es otro ejemplo de una droga cuya seguridad fue probada en los
animales y que resultó tener un impacto muy negativo en los seres humanos. La
droga, fabricada en los años 70, fue vendida como un remedio seguro para la
diarrea. El Clioquinol no solamente no funcionó contra la diarrea, como se
prometió a los pacientes, sino que de hecho acentuó los síntomas. A causa de la
dispensa del Clioquinol al público, 30,000 de personas se quedaron ciegos y/o
paralíticos y miles más murieron.
¿Son estos dos ejemplos simplemente casos aislados? Aunque los productos
faracéuticos son probados rutinariamente en los animales, el Journal of the
American Medical Association asegura que 100,000 pacientes por año mueren a
causa de medicamentos recetados y que más de dos millones son hospitalizados
con complicaciones muy serias a causa de los mismos. El British Medical Journal
reveló que cuatro de cada diez pacientes que toman un medicamento recetado
sufrirán efectos secundarios perceptibles o severos. Además, numerosos
observadores clínicos concuerdan en que la incidencia de la iatrogénesis (la
enfermedad causada por los médicos) es tan prevaleciente que aproximadamente
uno de cada diez camas de hospital está ocupada por un paciente enfermado por
su médico.
Los grupos de la industria, por ejemplo los Americans for Medical Progress
atribuyen a la experimentación con animales adelantos tales como el desarrollo de
la vacuna contra la polio, la anestesia y el descubrimiento de la insulina, entre
otros. Pero un escrutinio de la historia médica refuta claramente estas
afirmaciones.
A dos investigadores, Jonas Salk y Albert Sabin, se les atribuye el mérito de haber
desarrollado vacunas para combatir la polio. Persiste todavía en la industria
médica una disputa sobre la manera en que ocurrió el desarollo de la vacuna e
incluso sobre su papel en la conquista del virus.
El Dr. John Enders, el Dr. Thomas H. Weller y el Dr. Frederick C. Robbins ganaron
el Premio nobel en 1954 por haber probado por primera vez que es posible cultivar
el virus de la polio en el laboratorio en cultivos de tejido humano. Estos
investigadores se detuvieron justo antes de llegar a crear la vacuna que fue usada
por el público.
"No hay alternativas a la experimentación con animales, ya que solo se podría hablar de alternativas si ellas
reemplazaran por algo de valor equivalente, mientras que no hay nada tan inútil, engañoso y dañino como la
experimentación con animales". - Prof. Pietro Croce, M.D.
"De hecho, mientras que los experimentos contradictoros con animales muchas veces han demorado e
impedido el progreso en la guerra contra el cáncer, nunca han producido ni un solo avance sustancial ni en la
prevención ni en el tratamiento del cáncer humano". -Dr. Irwin Bross, director de Roswell Park Memorial
Los animales no son buenos modelos del cáncer humano por varias razones
fundamentales. Los animales y los seres humanos no sufren las mismas
enfermedades. La investigación con animales se enfoca en la inducción artificial
de los síntomas del cáncer humano para intentar luego curar esos síntomas. Las
drogas experimentales y los tratamientos identificados como eficaces en los
modelos animales no funcionarán necesariamente en los seres humanos. Moneim
A. Fadali, M.D., en su libro Animal Experimentation: A Harvest of Shame asegura
que "A pesar de haberse probado en animales de laboratorio más de medio millón
de compuestos como agentes anti-cáncer entre 1970 y 1995, sólo 80 compuestos
llegaron a las pruebas clínicas en seres humanos. De éstos, sólo 24 resultaron
tener alguna actividad anti-cáncer y sólo 12 parecieron prometer "un papel clínico
substancial". De hecho, estos agentes activos supuestamente nuevos no eran tan
nuevos: son análogos a agentes quimioterapéuticos ya conocidos como eficaces
en los seres humanos."