AUGUSTO DE PRIMA PORTA

El Augusto de prima porta es una escultura del año 20 a.C que respresenta al
emperador como un héroe, sin permitir ver el paso del tiempo y el envejecimiento en su
figura. Aparece dando órdenes a las tropas haciendo el gesto con la mano y le
acompaña una pequeña figura de Eros para remarcar su descendencia de la diosa
Venus. El personaje viste una túnica corta y una coraza, en la que se representan
distintos temas, desde el cielo y la tierra con Apolo y Diana hasta la Loba como
símbolo de Roma, pasando el dios Marte y los territorios conquistados (Germania,
Hispania, y la Galia).

Además de ser representado de esta manera, el emperador Augusto también fue

representado como Pretor y como Pontifex Maximus. En esta escultura el emperador
aparece divinizado, símbolo de estar entre los dioses, por lo que une dos temas, el
religioso y el militar.

Esta escultura fijó el modelo prototípico de retrato del emperador, que se representaría
de forma estática y clásica, adquiriendo características propias de los griegos como los
cánones, el contraposto, los paños mojados y el estatismo e idealización que se pueden
apreciar esta figura.