Cambios de humor repentinos, siendo la tristeza y el enfado los estados más frecuentes.
Cambios en el rendimiento escolar.
Baja autoestima. Aislamiento social.
Miedo o rechazo a hacer
actividades extraescolares.
Pérdida o destrozo de sus pertenencias.
Si sospechas que tu hijo/a sufre acoso escolar,
puedes hablar con él, comprender la dimensión del problema y hablar de forma immediata con el colegio. También puedes hablar con otros padres y con asociaciones contra el acoso escolar.