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Ser buen samaritano hoy

(Hna. Melissa Madrid Vásquez)


Lunes, 21 Febrero

“Sed hospitalarios los unos para con los otros, sin murmuraciones”
(1ra Pedro 4:9)

Como cristianos y miembros de una congregación, se nos ha enseñado a lo largo


de nuestra vida que debemos ser hospitalarios. Pablo al dirigirse a los hebreos, les indica
que ésta cualidad es un deber que no debemos olvidar los seguidores de Cristo (Hebreos
13:2). Pero, ¿qué significa la hospitalidad?, en general la asociamos a recibir a alguien en
nuestro hogar y atenderle, sin embargo, ¿cómo pues fue Jesús hospitalario si Él no
habitaba en una residencia fija?

Las condiciones y contextos sociales y culturales cambian día a día, pero esto no
es impedimento para reflejar el carácter hospitalario de nuestro Dios. Así pues, lo refleja
Lucas 10:30-35 cuando Jesús relata la historia del Buen Samaritano que es muy conocida
por nosotros.

Estamos hoy en medio de una crisis sanitaria que nos impone medidas de
resguardo y distanciamiento social, entonces ¿cómo podemos ser hospitalarios hoy?. El
carácter de la hospitalidad, implica brindar socorro, auxilio, sostén, contención y ayuda a
otro, no tratándose únicamente del ofrecimiento de dinero y alimento. Pedro le dice al
paralitico, “lo que tengo te doy” (Hechos 3:6).

El contexto de hoy nos lleva reformular y mejorar esta practica realizada por
nuestro Señor, el buen trato, amabilidad, la oración por nuestro hermano, desear
bendición a nuestro prójimo, amar al enemigo, brindar palabras de aliento, ayudar
económicamente al necesitado, predicar a Cristo, también son formas de dar auxilio y
practicar la hospitalidad.

Hay algo que hoy debemos reconocer, es que todos somos necesitados y por la
misericordia de Dio y su obra en nuestras vidas, también todos tenemos algo que entregar,
¿qué estamos entregando?

Nuestro prójimo, familia, vecindario, hermanos en la fe, la sociedad en general


necesita de Cristo, y es precisamente a través nuestra conducta y carácter hospitalario que
podemos entregar aquello que nuestro Creador ha puesto en nuestros corazones.

¡Dios nos bendiga!

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