Conclusiones.

Nos enfrentamos verdaderamente ante un “monstruoso” problema de contaminación ambiental

nacido y desarrollado exponencialmente a lo largo de los años por nosotros mismos, y este es de
tal magnitud que tomar acciones y medidas para su control y regulamiento resulta no ser
suficiente para lograr contrarrestar el daño ya provocado y que de igual forma sigue creciendo por
nuestras propias necesidades.

La fabricación de plásticos demuestra la falta de conciencia ambiental que posee el ser humano,
ya sea en épocas de su invención como en la actualidad, pues la contaminación por este material
nos afecta tanto a nosotros como a los otros seres de nuestro ecosistema.

Para lograr contrarrestar o intentar lograrlo se necesita una combinación entre las acciones que se
toman con respecto a las unidades de plásticos ya existentes (reciclaje y reutilización) por parte de
nosotros como humanos, así como la colaboración de las grandes empresas productoras de
plásticos en la búsqueda de alternativas para este material, y de esta forma redoblar esfuerzos con
la intención de frenar un gigante que crece descomunalmente.