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mE lercer grado Lecturas Tercer grado () EDUCACION ecruras Tercer grado. maria fue elaborado yetade por l Drecclon General de Materiales Eéucatvos de la Secretara de Esucacion PoblKa, Secretaria de Educacion Publica Esteban Moctezuma Batragin Subsacretara de Educactin Basica ‘Marcos Augusto Buca Maen Dinecelén General de Materalas Educativos ‘Aurora Almudena Saavedra Sola ‘comptocon Leopoldo Cervantes-Ortz Lino Contreras Becet, Olga Comes inestroza Sharon De a Torre, Macesta Gaeta Roa Prodectonetorat "Martin Agular Gallegos Preprensa (ila Maria del Socoro Rode uee Mein Portada Dist: Martin Aguiar Gallegos conografia: rene Leon Coxtiica agen: Mujeres (detalle), 1928, Diego Rivera (1886-1957), fresco, "3941 34m ubicado en el Pato da Trabajo, segundo vel, 1. R.@ Secretaria de Educacion Puli, Beeccion Genera de Projecto Etoile y Cultural fotografia de Gerardo Lands Rojano; DR © 2020 Banco de México, Fiducarioen el. Fidelcomisorelativoa los Museos Diego Rveray Frida Kahlo. ‘Ay. 5 de Mayo No.2, col. Certo, Cuauhtemoc, C-P- 06059, Cludad de México; repreduccion atorizada por elinstituto Nacional da Gling Arte y Literatura, 2020 Primera edicon, 2020 (clo escolar 2020-2021) .R.© Secretaria de Educacion Fabia 2020, ‘Argentina 28, Centro, (96020, Chdad de México | SBN: 978-607-551-368-3, mpreso en mexico [sTREUCON GRATUTE-PROMBA SUYENTA Servs edtoriaes CCoordincidnecitorial (olga Cones nostroza Disehiector’ ‘Agustin Azucla dela Cueva agramacon hia tila mez Rodriguez Asitenck etna! ‘Antonie Noel Gutiérrez Gonwaler Ccudade dela edicon Medesta Garcia Roa cconeccion de esto Sara Glambruno Roca, lulén Rodeguer ustacion ‘Mariana Alcantara Pedraza, Dlego Alvarez, Sharon Bares, sel Batton, atic Betz, Angel Campos Fas, Julan Clee, Juan ‘ost Coles, Paloma Diz, uli Blaz Gard, bchel Estrada, Rear Figuetoa Cisneros, abel Gomez Guzar, Mauricio Gore? Mast, Natala Gurevich, avid Lara, Claudla Lagnazz, ago Molina, Claudla Navarro, Ricardo Peldez Goycoches, Gabriela Podest, Tania Reco, Esmeralda los, Lus San Vicente, Mauricio Tones Rivers, Cecila Varela nlosmataides dive dos ala duces as massa los masts as mashes y leepadrescefamila de educaconsrescobrprimatayeecundara,aSeovtars de cain Pblen =) enplen os termino nos adolescent forenes am no ecco) mesa posers) decent) y parse amano ‘dosambor genera cont foakdad defect alecr sn embarge ete cht ‘dora nodamertaloscomoremsoscuolast sume cncads ura de se cones ‘ncaminadar conser coud deere ‘Aaadecinientos Lert de cain Pas) agadee a Cganzaion cas Hao Unda pola Educ la Clencs yl ctr (Unesco) yal header Moveane Geb Lenoun porsupariceacen ela euboracon de et: iro. Presentacién Este libro de texto fue elaborado para cumplir con el anhelo compartido de que en el pais se ofrezca una educaci con equidad y excelencia, en la que todos los alumnos aprendan, sin importar sv origen, su condicién personal, econémica o social, y en la que se promueva una formacién centrada en la dignidad humana, la solidaridad, el amor a la patria, el respeto y cuidado de la salud, asi como la preservacién del medio ambiente. En su elaboracién han participado maestras y maestros, autoridades escola- res, expertos y académicos; su participacién hizo posible que este libro llegue alas manos de todos los estudiantes del pais. Con las opiniones y propuestas de mejora que surjan del uso de esta obra en el aula se enriqueceran sus. contenidos, por lo mismo los invitamos a compartir sus observaciones y suge- rencias a la Direccién General de Materiales Educativos de la Secretaria de Educacién Publica y al correo electrénico: librosdetexto@nube.sep.gob.mx. indice Ser lectores De como aprendi a leer, Sor Juana Inés de la Cruz Los trenes, Eliseo Diego El ladrén poseido, Lie Yukou Cancién para dormir, Miguel N. Lira El huésped, Amparo Davila Cantares mexicanos, Anénimo Acerca de lab, Conde de la Cortina Canto a Juarez, Rubén Bonifaz Nufio La fabula de los cangrejos, José Joaquin Fernandez de Lizardi Oda a la flor azul, Pablo Neruda El viejo y el mar, Ernest Hemingway Palindromos 1, Juan Filloy, Dario Lancini, Margarita Monsalve, Adam Rubalcava El unicornio, Anénimo Vendedor de lanzas y escudos, Han Fei Bordas de hielo, César Vallejo En Liliput, José Juan Tablada Los viajes de Gulliver, Jonathan Swift Abejas, Piotr Socha Muere esta infima criatura, Eduardo Lizalde La casa de José Arcadio Buendia, Gabriel Garcia Marquez Poesia visual, Anénimo El pajaro carpintero, Leopoldo Lugones El céyotl, Fray Bernardino de Sahagtin Pausas |, José Gorostiza Pausas Il, José Gorostiza Alicia en el Pais de las Maravillas, Lewis Carroll Pegasos, lindos pegasos, Antonio Machado 10 aa 12 14 16 18 20 22 24 26 28 30 31 32 33 34 36 38 42 BSRGE 52 Los suefios, Antonio Machado Los perros bomberos, Leén Tolstéi Palindromos 2, Gilberto Prado Galan, Carlos Illescas La ardilla, Amado Nervo El barquito de papel, Amado Nervo El sapo, Juan José Arreola El caracol, Anénimo El monte Fuji, en Japén, Lafcadio Hearn Asi es / Mocambo, Efrain Huerta Wolis t'aan, Briceida Cuevas Cob Pelota de voz, Briceida Cuevas Cob Lo util y lo bello, Rubén Bonifaz Nurio Dédalo e icaro, versién libre del mito griego de Ricardo Pelaez Canto de primavera, Nezahualcyotl El tejoncito maya, Rosario Castellanos Exodo, Rosario Castellanos El gigante egoista, Oscar Wilde La lengua de las mariposas, Manuel Rivas Xjiplajet li toketike, Ruperta Bautista Cuelgan las nubes, Ruperta Bautista Concurso de viejos, Eduardo Galeano Todo queda en casa, Alice Munro Definir, Jorge Luis Borges {Qué es la hierba?, Walt Whitman Mariposa, Coral Bracho Variaciones de colores, Xavier Villaurrutia Pinocho, Carlo Collodi El alma de los pulpos, Sy Montgomery Frankenstein, Mary W. Shelley 53 54 57 58 59 60 61 64 65 66 67 68 70 74 76 77 78 80 82 83 84 85 88 89 90 ‘71. 92 96 98 Gotas, Ida Vitale Tatapachichi, Anénimo El saltamontes colorado, Anonimo. El oro, Francesco Petrarca Rayo de luna, Elias Nandino Las cuatro faldas, Giinter Grass Los pingiiinos de Magallanes, Tom Michell Cancién tonta, Federico Garcia Lorea Ami primer nieto, Miguel de Unamuno Hansel y Gretel, Anénimo Aforismos, Juan Ramén Jiménez, Jonathan Swift Algunos deseos, David Huerta La flor y la miel, Luis de Géngora La gallina, Jules Renard El cuervo, Edgar Allan Poe Pétalo de magnolia, Isabel Fraire Elefantes, José Marti Pensamientos de una nifia, Maria Enriqueta El ruisefior, Guadalupe Amor Don Quijote de la Mancha, Miguel de Cervantes Saavedra Diccionario poético, Ramén Gémez de la Serna, José Juan Tablada, Dolores Castro La piel de la hiena, Anonimo Castillos en el aire, Fernando del Paso Glosario Bibliografia Créditos iconograficos 101 102 103 104 105 106 108 110 111 112 119 120 121 122 124 126 127 130 131 132 134 135 138 140 141 144 Ser lectores Tu ya no eres una nifita ni un nifiito. Ta estés ye en tercero. En los tres, eo cuatro, ocinco afios que llevas de escuela, y en la vida diaria, con tu familia, enla calle, on la television, ya aprendiste a leer y a escribir muchas palabras. Pero, mas allé de esas palabras, hay muchisimas més. Y las palabras son los puentes que nos llevan al conocimiento. Este libro busca prepararte para que puedes leer todos los demés. Los de la escuela y los que vayas conociendo en otras partes. Este libro se ocupa de lo mas importante que la escuela debe darnos: hacernos lectores. Una cosa es saber leer y escribir, estar alfabetizados, y otra cosa es ser lectores: que cada dia dediquemos un buen rato a leer por el gusto de leer. Ademas, claro esta, de lo que tengamos que leer para informarnos y para cumplir con nuestras obligaciones escolares. Ser lectores facilita las otras dos metas centrales de la escuela: ensefiarnos a convivir y ensefiarnos a manejar los niimeros. En este libro abundan los textos literarios. Textos en que las autoras y los autores hablan de sus sentimientos, o nos cuentan su vida, o la de otros personajes —histcricos o imaginarios—, o nos descubren meneras que no conociamos de ver el mundo. Textos que nos hacen capaces de analizar la realidad con un pensamiento critico, y que fomentan nuestra imaginacién. En realidad, lo més probable es que hayas comenzado a conocer esta clase de relatos antes de que supieras leer y aun antes de que supieras hablar. Cuando tus padres o abuelos o hermanos mayores comenzaron a contarte cuentos, episodios histdricos, leyendas, qué aventures has tenido en tu vida. Quizé ciertas palabras te resulten desconocides, por eso las hemos consignado en un glosario al final del libro. En los textos, las palabras marcades con color rosa te indican que debes consultarlo. Frecuentar los textos literarios —dedicarles un rato cada dia—nos ensefia a salir de nuestra persona para convertirnos en otros. A hacer nuestras las experiencias y las situaciones de otros seres, sus ideas y sus maneras de ver, sentir e imaginar. Nos aficiona a la lectura, nos convierte en lectores. Y, no lo olvides: es0 es lo més importante que la escuela puede darts, porque eso te dejara capacitacla o capacitado para que sigas aprendiendo durante todos los dias de tu vida. Felipe Garrido Académico de namero Academia Mexicana de la Lengua De cémo aprendi a leer Sor Juana Inés de la Cruz No habia cumplido los tres afios de edad cuando mi madre envio a una hermana mia, mayor que yo, a que aprendiera a leer en una escuela femenina de las que llaman “Amigas”. Me llev6 tras ella el carifio y la travesura, pero viendo que le daban la leccion, me encendi yo en el deseo de saber leer. Engafiando, ———<:lll a mi parecer, a la maestra, le dije que mi madre ordenaba que también me diera la leccion. Ella no lo creyé, porque no era creible; pero, por complacer, me la dio. Prosegui yo en iry ella prosiguié en ensefiarme, ya no de juego, porque la desengaiié la experiencia, pues aprendi a leer en tan breve tiempo, que ya sabia cuando se enteré mi madre, a quien la maestra se lo oculté para darle el gusto por completo y recibir el galardén al mismo tiempo. Yo lo callé, creyendo que me regafiarfan por haberlo hecho sin permiso. Los trenes Fete) Pei lone Teneo Cee a eee eRe eee ee Pree atc eed renee Bree uer eee oer eae Sen eee Ero esc eic ence) y majestad del olvido! El ladrén poseido Lie Yukou —— PLES Un hombre sediento de oro, del Reino de Qi, se vistid elegantemente y fue a caminar por la plaza. En cuanto llego ala tienda del comerciante de oro se apoderé de una pieza y desaparecio. Dias después fue aprehendido y le preguntaron: —{Por qué robaste el oro en presencia de tanta gente? —Cuando tomé el oro —contesté—, no vi a nadie. No vi mas gue el oro. Cancién para dormir Miguel N. Lira —A la luna luna, luna de marfil; ya minifio lindo se quiere dormir. —Ciérrale los ojos, luna de oropel, para que se duerma mi nifio de miel. —Duérmete mi nifio duérmete mi amor que viene el gigante tocando eltambor —vViene de las nubes, épalos y aiiil, con tres soldaditos de espada y fusil. —Que se duerma el nifio, que se duerma ya, que una mariposa lo despertara. 12 El huésped Amparo Davila La casa era muy grande, con un jardin en el centro y los cuartos (als distribuidos a su alrededor. Entre las piezas y el jardin habia corredores que protegian las habitaciones del rigor de las lluvias y del viento que eran frecuentes. Tener arreglada una casa tan grande y cuidado el jardin, mi diaria ocupacién de la mafiana, wa era tarea dura. Pero yo amaba mi jardin. Los corredores estaban cubiertos por enredaderas que floreaban casi todo el afio. 4 Recuerdo cuanto me gustaba, por las tardes, sentarme en uno. de aquellos corredores a coser la ropa de los nifios, entre el perfume de las madreselvas y de las buganvilias. En el jardin cultivaba crisantemos, pensamientos, violetas de los Alpes, begonias y heliotropos. Mientras yo regaba las plantas, los nifios se entretenian buscando gusanos entre las hojas. A veces pasaban horas, callados y muy atentos, tratando de coger las gotas de agua que se escapaban de la vieja manguera. oy , Ay \ y AS. Cantares mexicanos Anénimo Se conmueve mi corazon cuando los oigo, yo cantor. Se levantan mis recuerdos, hacen resplandecer los cielos; mis suspiros se van con el viento. Paso alla a donde gorjea el colibri color de ave zacuan, en el interior del cielo. Y hago ver por todas partes a mi coraz6n. Y en verdad no eleva mucho su canto el ave preciosa; en verdad lo sobrepasa en el interior del cielo el coraz6n del Duefio del cerca y del junto que alli perdura Si no fuera asi, se ira empolvando mi recuerdo. gPodra acaso él atravesar con la mirada y contemplar la maravilla con que en el cielo las aves preciosas se recrean en presencia del Duefio del cerca y del junto? zCémo puedo no llorar en la tierra, aqui? En verdad alla se vive. Me engajio a mi mismo si digo, zacaso es esto todo aqui en la tierra? Se acaba lo que nos hace vivir? Ojala que a ti, Duefio del cerca y del junto, te cante yo alla en el cielo. ao Acerca de lab Conde de la Cortina Observemos en el caso presente que la primera letra de la voz beso es una b, letra que se pronuncia uniendo los labios, oprimiéndolos muy suavemente, y desuniéndolos con cierta vibracion real y efectiva, aunque poco perceptible (como se f verifica mas 0 menos en las otras dos labiales m y p); sigue después una e que no tiene mas oficio que hacernos prolongar el sonido de la b y hacer mas duradera la vibracién de los labios, porque la b hace el papel principal en todas las voces de que nos valemos para referir la idea a ciertas acciones © cosas pertenecientes a los labios. Tiene esta letra las voces: labio, beber, bebida, besar, beso, saborear, sabor, sabroso, boca, bocanada, bostezar, bostezo, bozo, borbotén, bocina, bocera, silbar, silbo, sorber, baboso, baba, buche, balbuciente. Acciones todas en las que tienen los labios mas o menos parte. Canto a Juarez Rubén Bonifaz Nufio Nacié en San Pablo Guelatao el 21 de marzo de 1806. Sus padres fueron Marcelino Juarez y Brigida Garcia. Muy temprano quedé huérfano y solo. Fue la necesidad entonces quien le hizo la raz6n. Fue la pobreza quien le mostré su parentesco con la tierra triste que pisaba. La soledad en que vivia le ensefié la costumbre del silencio. Fue a la ciudad mas tarde. Comid el pan trabajando humildemente. Asi adquirié las herramientas que son capaces de fundar al hombre... Se volvid grande poco a poco. Se volvié grande y fuerte y doloroso Tomé sobre su espalda quieta el oscuro pasado y la esperanza, los convirtié en deber, y de tal modo armado resisti6 la traicion, salvo el orgullo, combatié al extranjero, y fue ley y bandera, y cauce de la patria que nacia > EW r-) 11 eM Melle (os) ReMi aru eae aoe ee ese Mae eek Pouca Cae at como advirtiesen esta deformidad algunos cangrejos civilizados, trataron de que se corrigiera este COCs pero un cangrejo machucho dij Set ie a Reels s B ol ile melt ag) Pee Seen Teac ten eect testa ie eee Lo seguro es instruir a nuestra juventud en el modo de andar derechos, para que enmendando ellos este despilfarro, Pee ee eet Seto ened cick: Cocucia ripe alc de nuestra posteridad este maldito modo de andar. 22 gy ee ee ee ee sae Cie p Ee eee eM sees Ten etter Plea acum a tea earnest Caer ie ene eee ed ede crue WC padres? ete ae aCe ca ees ec acy eee eRe oe cot eed eet eek: eee eerie con la boca. Los cangrejillos, como que es tan natural, hacian lo que veian y no lo que oian, y de este modo BG Bette een eat hse Ice Px) Oda ala flor azul Pablo Neruda Las minusculas hierbas se coronaron de oro, las plantas de la arena dieron rayos morados y a cada pequefia hoja de olvido lego una direccion de luna o fuego. Cerca del mar, andando, en el mes de noviembre, entre los matorrales que reciben luz, fuego y sal marinas hallé una flor azul nacida en la durisima pradera. eT 24 / De donde, de qué fond tu rayo azul extraes? {Tu seda temblorosa debajodelatiera se comunica con el mar profundo? La levanté en mis manos y la miré como si el mar viviera en una sola gota, % como si en el combate de la tierra y las aguas una flor levantara un pequefio estandarte de fuego azul, de paz irresistible, de indémita pureza. El viejo y el mar Ernest Hemingway —Si sigue usted tan fuerte como dice, no habraé pez que pueda con usted. —Quizé no lo sea tanto como creo —repuso el viejo—. Pero conozco muchos trucos y soy un hombre decidido. —Deberia irse a dormir para estar despejado por la mafiana. Llevaré las cosas de vuelta a la Terraza. —Buenas noches. Te despertaré por la mafiana —Es usted mi reloj despertador —dijo el muchacho. —El mio es la edad —respondié el otro—. gPor qué madrugaremos tanto los viejos? gSera para alargar el dia? —No sé —dijo el chico—. Lo Unico que es seguro es que los jovenes duermen mucho y tienen el suefio profundo. —Lo recuerdo —dijo el viejo—. Te despertaré a tiempo. —No me gusta que me despierte él. Me hace sentir inferior. —lLo sé. —Que duerma bien. El chico se fue. Habian cenado sin luz en la mesa, el viejo se quito los pantalones y se metié en la cama en la oscuridad Enrollé los pantalones para hacerse una almohada y metié dentro el periddico. Se arrebujé en la manta y durmié sobre los otros periédicos viejos que cubrian los muelles del colchén. Se quedo dormido enseguida y sofié con Africa cuando era un muchacho, con las playas largas, doradas y tan blancas que herian la vista, y con los cabos y las gigantescas montafhas marrones. Ultimamente habitaba esa costa todas las noches y en sus sue/ios oa el rugido de las olas y veia los botes de los nativos entre la espuma. Olja el alquitran y la estopa de la cubierta mientras dormia y también el olor de Africa que traia el viento terral por las mafianas.

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