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En la cabecera, encontramos una doble girola que la hace macrocéfala (la cabeza más grande)
cubierta por bóvedas de crucería. Además, hay cinco capillas donde dos de las cuales son más
pequeñas. Hay tres entradas al edificio: una flaqueada por dos torres en la entrada principal, y
las otras dos en cada extremo del transepto.
En cuanto a las vidrieras, tienen una doble función: por un lado, de cierre de espacio,
protegiéndolo de las inclemencias del tiempo y por otro, de iluminación, al dejar pasar la luz.
Esta sensación creada por la luz de las vidrieras se acentúa con el efecto de elevación. El fiel se
adentra en un espacio que simboliza la casa de Dios.
ALZADO GÓTICO
Se trata del alzado de una catedral gótica realizado durante el siglo XII, y cuyo autor es
desconocido. Los pilares, que hacen de columnas, están puestos como árboles, que parece
como si creciesen. Tienen base cruciforme aludiendo no solo al tronco de los árboles sino
también a su religiosidad. Destaca la verticalidad de las catedrales, con líneas rectas desde
arriba, debido en parte al deseo de llegar a dios. Una catedral gótica posee también un triforio
o galería, derivada de la tribuna romana y evolucionada del románico, que sirve a los visitantes
en casos de mucha afluencia para ver la liturgia desde ahí. Suele estar ocupada por ventanales
que dotan de luminosidad no solo a esa parte de la catedral, sino también al resto. En cuanto a
la planta, la girola está muy desarrollada, llegando a ocupar el espacio de cinco capillas. El
transepto está menos desarrollado y es más corto. Algunos elementos decisivos de la
construcción que han contemplado la lógica constructiva del gótico como la esencia
fundamental de este estilo son:
a) Arco apuntado u ojival que refuerza la sensación estética de verticalidad en la catedral y
posee una mayor ligereza aligerando el peso de la construcción sobre los elementos
sustentantes.
b) Bóveda de crucería. Surge del cruce diagonal de arcos apuntados. Cuenta con nervios
(arcos cruzados diagonalmente que engendran la bóveda) y plementos (espacios ubicados
entre los nervios). Según el número de nervios con el que cuente la bóveda se denomina
cuatripartita (4 nervios), sexpartita (6 nervios), etc. la bóveda de crucería iban jalonados por
arcos fajones ojivales.
c) Los empujes ejercidos por la bóveda de crucería eran contrarrestados mediante pilares en la
nave que los conducían hacia contrafuertes situados en el exterior del templo. Sin embargo,
aparecieron en el gótico dos elementos fundamentales para el soporte del edificio: los
arbotantes, arcos que transmitían los empujes laterales de la bóveda de crucería hacia los
contrafuertes, permitiendo una mayor iluminación de la nave de la iglesia; y los pináculos, un
elemento decorativo situado en la parte superior de los contrafuertes, que ejercía un empuje
vertical sobre el contrafuerte para contrarrestar el empuje ejercido por los arbotantes.
El alzado de la catedral gótica cuenta con una nave central más alta que las laterales,
articulada mediante pilares cruciformes entre los que se sitúan los siguientes elementos
distribuidos en pisos:
-Un primer piso compuesto de arcos formeros ojivales.
-Un segundo piso en el que se sitúa el triforio, una estrecha galería abierta a la nave principal
de la catedral y que viene a sustituir la amplia tribuna propia de las iglesias románicas.
-Un tercer piso compuesto por el claristorio o cuerpo de vidrieras ojivales, que con su infinidad
de vidrios policromados iluminaban la nave central.
La fachada de la catedral gótica consta de tres o cinco portadas ojivales, decoradas con
relieves y esculturas, enmarcadas por gabletes o molduras que se sitúan sobre los arcos de las
portadas. Sobre la portada se suele situar el rosetón, un monumental vano circular calado y
decorado con vidrieras de gran espectacularidad. La fachada está flanqueada normalmente por
torres rematadas por chapiteles, que cuando adquieren una gran verticalidad se denominan
agujas.
Sin embargo esta imagen externa oculta la ingeniosa solución aplicada por Brunelleschi para
levantar la construcción sin que fuesen necesarias cimbras de madera que soportasen la
estructura durante el desarrollo de las obras. A tal efecto, el arquitecto concibió en realidad
una doble cúpula, exterior e interior, de perfiles apuntados, de modo que existiese un espacio
vacío entre ambas, siempre constante y con un sistema de vigas de refuerzo que se extienden
horizontalmente entre los nervios. La cúpula interior, de menor tamaño, posee un total de 24
nervios en ladrillo que reciben las descargas de la estructura, dividiendo el peso de su carga y
llevándolo hasta el tambor. Recoge así el empuje de la cúpula externa, mientras ésta aleja a
aquélla de la humedad. Con todo ello se reduce el peso del conjunto y se posibilita la
existencia de una galería interna entre ambas cúpulas que conduce hasta la linterna.
Por último, cabe mencionar que gracias al sistema constructivo empleado en esta obra,
realizado a base de anillos concéntricos de ladrillo que van sucediéndose en altura, la cúpula
presenta una superficie plana, sin nervios.
Las dimensiones de esta cúpula la convierten en la construcción más relevante del
Quattrocento italiano. La obra simboliza la importancia de Florencia como núcleo del arte
renacentista durante el siglo XV.
La obra de Brunelleschi es el resultado de la convocatoria de un concurso con el que se decidió
el arquitecto que llevaría a cabo la nueva cúpula que cubriría el crucero del Duomo florentino,
catedral realizada por Arnolfo di Cambio en estilo gótico. Aunque se otorgó el triunfo, de
manera conjunta a Ghiberti y Brunelleschi sería éste quien finalmente asumiría el reto de
levantar esta novedosa estructura.
El piso inferior se utiliza para el tránsito de clientes, comerciantes y visitantes, aunque también
se utiliza como almacén para productor, cocinas y establos. El primer piso es el lugar de
residencia de la familia Rucellai. El piso superior es el de los dormitorios y habitaciones de los
invitados y sirvientes. Por último, tenemos un alerón con el objetivo de cerrar la composición
de la fachada y de alejar el agua de lluvia.
En la planta baja, encontramos pilastras de orden toscano, en el piso principal, de orden jónico
y en el superior de orden corintio, inspirado en el Coliseo de Roma
En este palacio observamos bien todas las características del palacio del Quattrocento:
importancia de la fachada, para simbolizar el poder de la familia que habitaba en él,
organización en torno al patio, sensación de horizontalidad gracias al uso de frisos marcando
los pisos, utilización de elementos clásicos y sensación de orden y simetría conseguida por la
repeticiones de elementos y las proporcione entre estos.