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Actividades sugeridas para complementar o ayudar a la lectura. Grado 5.

El principito
1. Piensa en las personas a las que más quieres. ¿Qué haces en el día a día para hacerlos
felices?
2. ¿Qué es para ti la solidaridad? ¿En qué formas se manifiesta? Piensa en alguna situación en
la que fuiste solidario y en cómo podrías hacer que la gente de tu colegio o de tu vecindario sea
más solidaria.

3. ¿Qué significa ‘domesticar’? ¿En qué sentido lo usa el zorro?


4. En la página 48, el principito llega a la región de los asteroides, donde tendrá la oportunidad
de conocer a diversos personajes. ¿Por qué abandonó su planeta?
5. Lee el capítulo XX, en la página 90. Ahí, el principito encuentra un rosal y comprende que su
rosa pertenece a una especie común. ¿Por qué crees que su rosa era única para él?

6. En la página 132, Antoine explica por qué no puede relatar en su hogar el drama que ha
vivido. Él considera que no es posible comunicar algo que no se ha sentido; en este caso, el
miedo. ¿Te ha pasado alguna vez que has vivido una experiencia de miedo y no has podido
contárselo a alguien más? ¿Por qué crees que pasa eso?

7. ¿Consideras El principito un libro para adultos o para niños? ¿Por qué?


8. ¿Le habrías puesto otro título al libro? Inventa uno.
9. Además de los diversos hombres que conoce el principito en su viaje por el universo, ¿qué
otros personaje habrías inventado tú para que viviera en uno de los asteroides?

10. Piensa en alguna situación que hayas vivido y te haya causado mucho miedo, descríbela y
explica como te sentiste.
COMPRENSIÓN LECTORA 4 PRIMARIA

TEXTO 1. FÁBULA DE “EL LEÓN Y EL RATÓN.”

Una tarde de otoño, el león más feroz de la selva se sentó un ratito para echarse una siesta.
Un pequeño ratón, que regresaba a su hogar, lo vio dormido y se acercó para tocar su melena.
Pero con el movimiento de sus patitas, el león se despertó de muy mal humor. – ¿Quién osa
despertarme de mi siesta? – gritó mientras agarraba de la colita al pequeño ratón.
– Discúlpeme, señor león, no quería molestarlo. Es que lo he visto dormido y no he podido
resistirme a tocar su preciosa melena – dijo el ratón entre gemidos de terror.
El león, que no quería seguir hablando, abrió su enorme boca para devorar al ratón.
El ratón gritó – Por favor, señor león, no me coma, prometo no volver a molestarlo nunca más.
El león se apiadó del ratoncito y le dijo –está bien, no te comeré, pero no vuelvas a molestarme.
– Gracias, señor león – dijo el ratón- Si algún día necesita mi ayuda, ahí estaré.
El león se echó a reír – ¡Un ratón tan pequeñito! ¿Cómo podrías tú ayudarme a mí? –
Unos días después, el león se topó con una trampa que habían dejado unos malvados
cazadores. Una red lo tenía atrapado y, si no conseguía salir de allí, los cazadores se lo llevarían.
El ratón, que caminaba por la selva, escuchó los rugidos de desesperación del león y, sin
pensárselo dos veces, se acercó al lugar del que venían.
Al ver al león preso, se subió sobre la red y comenzó a roerla hasta hacer un agujero
suficientemente grande como para liberar al león.
– Gracias, ratón. El otro día me burlé de tu tamaño y hoy habría muerto de no ser por tu ayuda–
– Te dije que, si algún día, necesitabas mi ayuda la tendrías. – contestó el ratón.
Desde aquel día, el león y el ratón se convirtieron en grandes amigos y siempre se ayudaron.
COMPRENSIÓN LECTORA 4 PRIMARIA

PREGUNTAS SOBRE EL TEXTO 1.

1- Elige la respuesta verdadera.

 ¿Por qué se despertó el león de su siesta?


o Por el movimiento de las manos del ratón
o Por el ruido que hizo el ratón al subir para tocarlo
o Por que olió al ratón y quería comérselo.
 El león no se comió al ratón ¿Qué prometió el ratón al león en agradecimiento?
o Que no volvería a molestarlo.
o Que nunca más le tocaría el pelo.
o Que, si algún día lo necesitaba, ahí estaría para ayudarlo.
 ¿Cómo reaccionó el león ante el ofrecimiento de ayuda del ratón?
o Se burló, pues un animal tan pequeño no podía servirle de ayuda
o No le prestó atención, al fin y al cabo, ya le había perdonado la vida.
o Ignoró al ratón, pues no le interesaba lo que le tenía que decir.

2- Las fábulas siempre terminan con una moraleja. Indica cuáles crees que podrían ser las
moralejas de esta fábula:

 Si eres bueno con los demás, los demás serán buenos contigo.
 Si te acercas a alguien más fuerte que tú, seguro que te hará daño.
 No menosprecies la ayuda y la amistad de aquellos que son menos que tú.
 El más fuerte es el que tiene las de ganar.
COMPRENSIÓN LECTORA 5 PRIMARIA

CUENTO: “Dani y el duende esfuerzo”

A Dani le encanta el fútbol. Llevaba mucho tiempo pidiendo a sus padres que le apuntaran al equipo del
colegio, pero ellos le insistían que a él no se le daban bien los deportes. A cambio, Dani iba a clases de
piano, de natación y de pintura. Pero nada de eso le gustaba.

Por fin un día, sus padres aparecieron con la inscripción para el equipo de fútbol del colegio. Daniel estaba
tan contento, que aquella noche no pudo conciliar el sueño. Solo podía pensar en las ganas que tenía de
empezar los entrenamientos.

¡Llego el día! Dani entró en el vestuario, que estaba lleno de niños de su edad que ya había visto antes en
el cole y que, por algún motivo que él no llegaba a entender, ahora le trataban como a un completo
desconocido. Todos susurraban -¿Cómo han dejado que entre este chico al equipo? – yo le he visto en
clase de gimnasia y es muy torpe….nos hará perder los partidos- Todos esos comentarios hicieron que Dani
se pusiera muy triste. Aun así, se vistió y se fue al campo de fútbol para presentarse al entrenador. Cuando
sus compañeros de equipo llegaron, él ya estaba haciendo el calentamiento. Nadie quiso practicar con él,
así que le tocó ser el compañero del entrenador.

Dani no lo hizo muy bien, parecía como si la pelota hubiera cobrado vida y se moviera entre sus piernas
para que no la pudiese tocar. Cada vez que disparaba a la portería, el balón acababa al otro lado del campo.
¡Fue un horror de entrenamiento! Sus compañeros no paraban de meterse con él – ¡apúntate a otra cosa,
torpe! – le decían cuando el entrenador no los podía oír.

Al llegar a casa, sus padres le preguntaron emocionados por su primer día de fútbol. Pero Dani estaba tan
triste y avergonzado por su torpeza, que prefirió no contestar e irse directamente a la ducha. Aquella
noche no quiso cenar.

Al día siguiente, camino del cole, Dani se encontró con un perro abandonado. Lo acarició y le dio un poco
de su almuerzo, pues parecía que tenía hambre. Por el camino, iba dando torpes patadas a un balón de
fútbol para intentar mejorar el toque. De repente, se dio cuenta de que el perrito le seguía. Dani paró y lo
volvió a acariciar. – lo siento perrito, pero no te puedo dar más comida –

Entonces sucedió que el perro le dijo – no quiero comida Daniel, sólo quiero ayudarte – Dani retrocedió
asustado. -¿Un perro que habla? – pensó en silencio. El perro continuó. – Ayer vi tu entrenamiento y me
di cuenta de lo mal que se portaron tus compañeros. No debes hacer caso a nadie. Si algo te gusta, debes
luchar por conseguirlo. Si te esfuerzas por las cosas que te gustan, conseguirás todo lo que te propongas
– El chico no podía creer lo que le estaba pasando – creo que me estoy volviendo loco -, se frotó los ojos
y, al abrirlos de nuevo, el animal había desaparecido. Sin embargo, las palabras de aquel perro vagabundo
le habían dado mucho en que pensar.

El chico decidió que no se iba a rendir, que no le importaba lo que le dijeran sus compañeros de equipo.
Iba a demostrar a todo el mundo que podía ser un gran futbolista. – Voy a practicar todos los días, voy a
conseguirlo – se dijo Dani.

Al llegar al colegio y sacar su almuerzo, se dio cuenta de que estaba intacto. ¿Cómo es posible, si le he
dado un trozo a aquel perro? Se comió el bocadillo y comenzó a practicar con el balón.
El entrenador le había explicado cómo podía mejorar el toque y Dani se concentró para conseguir que sus
pies fueran acompasados con el balón.

Cuando llegó a casa, se dio mucha prisa en terminar sus tareas y rápidamente salió al parque para seguir
practicando con su pelota.

Cada día practicaba y aprendía cosas nuevas y, poco a poco, fue mejorando y fortaleciendo las piernas.
Ahora ya no se tropezaba y parecía como si el balón se hubiera hecho su amigo. Ya no se le escapaba de
entre las piernas y casi siempre conseguía que el balón entrase en la portería.

Su entrenador le felicitó por el esfuerzo y sus compañeros dejaron de burlarse de él.

Cada noche, en la cena, Dani contaba a sus padres lo contento que estaba por sus avances con el fútbol y
estos estaban muy felices, al ver como su hijo se esforzaba y disfrutaba con el deporte. Ellos sabían lo
mucho que su hijo había trabajado para conseguir jugar bien al fútbol. Se sentían muy orgullosos de que
se lo hubiera tomado tan en serio, y de su capacidad para conseguirlo, a pesar de las dificultades con las
que se había encontrado.

Como cada día, Dani salió caminando al colegio, pero ahora ya controlaba más su balón. Al girar la esquina,
se encontró con aquel perro abandonado, que le dio ánimos cuando estaba tan triste.

– ¿Dónde te habías metido, perrito? – preguntó Dani.

– Nunca me he ido, siempre he estado aquí. – contesto el perro.

– ¿Cómo te llamas y dónde están tus dueños?

– Tú eres mi dueño. Me llamo Esfuerzo. Soy el duende que se ocupa de ayudar a que los sueños se hagan
realidad. Pero solo aparezco cuando alguien se lo merece. Todos aquellos que se esfuerzan por conseguir
algo son mis dueños.

– Tú te estabas esforzando mucho por conseguir tus sueños y yo sólo te di ánimos cuando estabas decaído.

Ahora lo entendía, por eso su almuerzo no había desaparecido. Aquel duende le ayudo para que dejase de
estar triste y convirtió su tristeza en esfuerzo y dedicación.

– Muchas gracias Esfuerzo – dijo Dani, – sin ti no lo habría conseguido -.

– De nada, Dani – dijo Esfuerzo. – y recuerda que siempre que quieras conseguir algo, Esfuerzo estará a tu
lado para ayudarte. Olvida lo que digan los demás y disfruta haciendo que tus sueños se hagan realidad.

Fue así como Dani se dio cuenta de la suerte que tenía de contar con el duende Esfuerzo, que le ayudó a
hacer realidad su sueño.

Y tú ¿conoces al duende Esfuerzo?

Autora: Beatriz de las Heras García. Cuentos con valores.


PREGUNTAS SOBRE EL TEXTO

1. ¿Qué actividades extraescolares hacía Dani? ¿Le gustaban?

2. ¿Qué actividad quería hacer Dani en realidad?

3. ¿Cómo fue el primer día de entrenamiento de Dani? Explica brevemente cómo se sintió.

4. ¿Qué hizo Dani tras el primer día de entrenamiento?

5. ¿Qué animal se encontró de camino al colegio?

6. ¿A quién representa el perro?

7. ¿Cómo influye el animal en la actitud de Dani ante el fútbol?

8. Vuelve a leer el cuento y reflexiona sobre las siguientes afirmaciones y escribe que
piensas sobre ellas.

a) El perro ayudó a Dani a sentir que podía mejorar su técnica de fútbol.

b) En realidad, fueron Dani y su constancia quienes lo consiguieron.

c) El perro simboliza el esfuerzo y la motivación que son algo externo al carácter de


Dani.

d) Dani es el dueño del perro, porque él es el dueño de su capacidad de esfuerzo y de


superación.

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