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Junto con el texto aparecen dos manos unidas, que son el símbolo de una sociedad
hebrea fundada en el año 1875. No es una broma macabra o simplemente de mal
gusto de un periódico sensacionalista rumano. El hombre enterrado en esa tumba era
un judío de Rumanía y compartía el mismo nombre y apellido que el genocida y
fundador del III Reich, ese criminal bajito de origen austriaco que se autoproclamó
Fürher , consiguió movilizar a gran parte del pueblo alemán, desencadenó una guerra
mundial y exterminó a siete millones de seres humanos, entre otras víctimas, por el
mero hecho de ser judíos.
«La historia es una pesadilla de la que intento despertar», dijo en 1922 el escritor
irlandés James Joyce para poner de relieve que la literatura y el arte en cualquiera de
sus formas reflejan el carácter trágico de la historia de la humanidad. A veces,
tragicómico. En el caso que nos ocupa, «cabe preguntarse si compartir el mismo
nombre que Adolf Hitler, aunque se trate de una persona que murió hace casi 120
años, es una tragedia o simplemente una triste coincidencia», señala un periodista del
diario rumano G¢ndul .
Otros orígenes
Los archivos del cementerio datan del año 1914, y por lo tanto es difícil saber quién
era ese Adolf Hitler rumano y judío. Según diversas investigaciones, el hombre cuyos
restos mortales descansan en el cementerio Filantropia de Bucarest era un fabricante
de sombreros originario de la región oriental de Bucovina, que durante la Edad Media
constituyó el núcleo histórico de la Moldavia.
Nadie sabe si tuvo descendientes ni dónde viven. No hay que descartar que fueran
asesinados por el régimen fascista del mariscal Ion Antonescu, que colaboró
estrechamente con la Alemania nazi.
En ese clima de terror generalizado contra los judíos, las autoridades del cementerio
ordenaron la destrucción de la tumba del Hitler rumano, porque debieron pensar que
los fascistas locales y los nazis alemanes se lo podrían tomar como una provocación.
Durante la dictadura comunista la tumba siguió destruida, hasta que en 1987, dos
años antes de que Nicolae Ceausescu fuera derrocado y ejecutado, fue reparada.
«Fue un acto de justicia, porque ese hombre no tenía la culpa de tener ese nombre»,
dice el ingeniero judío que trabajó en la reconstrucción del monumento funerario, Iosif
Colnareanu. El ingeniero explica que la lápida fue reconstruida teniendo en cuenta el
estilo de los años ochenta, pero el epitafio fue reproducido fielmente.
Ana Frank
Annelies Marie «Anne» Frank, conocida en castellano como Ana Frank (Fráncfort
del Meno, 12 de junio de 1929 – Bergen-Belsen, 12 de marzo de 1945) fue una niña
judía alemana, mundialmente conocida gracias al Diario de Ana Frank, la edición en
forma de libro de su diario íntimo, donde dejó constancia de los casi dos años y medio
que pasó ocultándose, con su familia y cuatro personas más, de los nazis en
Ámsterdam (Países Bajos) durante la Segunda Guerra Mundial. Su familia fue
capturada y llevada a distintos campos de concentración alemanes. El único
superviviente de los ocho escondidos fue Otto Frank, su padre. Anne fue enviada al
campo de concentración nazi de Auschwitz el 2 de septiembre de 1944 y, más tarde,
al campo de concentración de Bergen-Belsen, donde murió de tifus el 12 de marzo de
1945, pocos días antes de que éste fuera liberado. En 1947, apenas dos años
después de terminada la guerra, Otto publica el diario bajo el título «La casa de atrás»
(en neerlandés, Het Achterhuis).
[editar] Biografía
Nació en Fráncfort del Meno (Hesse, Alemania), siendo la segunda hija de Otto
Heinrich Frank (12 de mayo de 1889 - 19 de agosto de 1980) y su mujer Edith
Hollander (16 de enero de 1900 - 6 de enero de 1945), una familia de patriotas
alemanes que habían participado en la Primera Guerra Mundial. Tenía una hermana
mayor, Margot Frank (16 de febrero de 1926 - 9 de marzo de 1945). Junto con su
familia, tuvo que mudarse a Ámsterdam, huyendo de los nazis. Allí le regalaron un
diario al cumplir los trece años. Muy poco después, su familia tuvo que ocultarse en un
escondrijo, la Achterhuis, situada en un viejo edificio en el Prinsengracht, un canal en
el lado occidental de Ámsterdam, y cuya puerta estaba escondida tras una estantería.
Allí vivieron durante la ocupación alemana, desde el 9 de julio de 1942 hasta el 4 de
agosto de 1944.
En el escondite había ocho personas: sus padres, Otto y Edith Frank; ella y su
hermana Margot; Fritz Pfeffer, un dentista judío (al que Anne dio el nombre de Albert
Dussel en su Diario), y la familia van Pels (van Daan en el Diario), formada por
Hermann y Auguste van Pels y el hijo de ambos, Peter. Durante aquellos años, Anne
escribió su Diario, en el que describía su miedo a vivir escondida durante años, sus
nacientes sentimientos por Peter, los conflictos con sus padres, y su vocación de
escritora. Pocos meses antes de ser descubiertos, empezó a reescribir su Diario con la
idea de publicarlo tras la guerra.
Anne, Margot y Edith Frank, la familia van Pels y Fritz Pfeffer no sobrevivieron a los
campos de concentración nazis (aunque Peter van Pels murió durante las marchas
entre campos de concentración). Margot y Anne pasaron un mes en Auschwitz-
Birkenau y luego fueron enviadas a Bergen-Belsen, donde murieron de fiebre tifoidea
en marzo de 1945, poco antes de la liberación. Sólo Otto logró salir de los campos de
concentración con vida. Miep le dio el diario, que editaría con el fin de publicarlo con el
título Diario de Ana Frank, que ha sido ya publicado en 67 idiomas.
El memorial en honor a Anne y Margot Frank está en el lugar donde estaba la fosa
común correspondiente a la barraca donde murieron en el campo de concentración de
Bergen-Belsen.
Antes de esconderse
Estrella de David del tipo que todo judío estaba obligado a portar durante la ocupación
nazi.
Al cumplir trece años, el 12 de junio de 1942, Anne recibió un pequeño cuaderno que
había señalado a su padre en una vitrina unos días antes. Si bien se trata de un libro
de autógrafos, empastado en tela a cuadros rojo y negro, con una pequeña cerradura
en el frente, Anne ya había decidido que lo utilizaría como diario. Empezó a escribir en
él casi inmediatamente, describiéndose ella y su familia así como su vida diaria en
casa y en el colegio. A falta de una "amiga del alma", según Anne, le escribía a su
diario como si estuviera dirigiéndose a una amiga, llamaba Kitty a su diario y usaba
"Querida Kitty" como frase introductoria en alusión directa a Kathe Zgyedie, una
compañera de estudios a quien llamaban afectuosamente "Kitty". Escribió en forma de
cartas sobre sus resultados en clase, sus amigos, chicos con los que simpatizaba y los
lugares que prefería visitar en su vecindario. Si bien estos primeros escritos en su
diario muestran que su vida era en muchas formas la vida típica de una escolar,
también reseña los cambios que se van implantando desde la ocupación alemana.
Algunas referencias parecen casuales y sin gran énfasis, sin embargo en algunas
partes describe con mayor detalle la opresión que cada día va en aumento. Escribió
acerca de las estrellas que todos los judíos estaban obligados a portar en público, y
también enumeró algunas de las restricciones y persecuciones impuestas en la vida
cotidiana de la población judía de Ámsterdam.
Vida en la achterhuis
Víctor Kugler (en ediciones antiguas nombrado como Kraler), Johannes Kleiman
(Koophuis), Miep Gies y Elisabeth "Bep" Voskuijl eran los únicos empleados que
sabían del escondite y, junto con Jan, el esposo de Gies y Johannes Hendrik Voskuijl,
el padre de Voskuijl, eran quienes ayudaban a los Frank a sobrevivir durante la
duración de su confinamiento. Ellos eran el único contacto entre el exterior y los
ocupantes de la casa, y los mantenían informados de las noticias de guerra y de los
eventos políticos. Eran también los proveedores de todo lo necesario para la seguridad
y supervivencia de la familia; el abastecimiento de comida resultaba cada vez más
difícil a medida que el tiempo transcurría. Anne escribió sobre la dedicación y sobre los
esfuerzos para levantarles el ánimo durante los momentos más peligrosos. Ellos eran
conscientes de que dar refugio a judíos se penaba en aquel momento con la muerte.
A finales de julio, se les unió la familia van Pels (Van Daan): Hermann, Auguste, y
Peter de 16 años, y más tarde en noviembre llegó Fritz Pfeffer (Albert Dussel), dentista
y amigo de la familia. Anne escribió sobre lo bueno que era tener otras personas con
quién hablar, pero las tensiones rápidamente se presentaron en este grupo de
personas que debían compartir confinados este escondite. Luego de compartir su
habitación con Pfeffer, Anne terminó por considerarlo insoportable, y se peleó con
Auguste van Pels, a quien consideraba fuera de sus cabales. Su relación con su
madre se hizo difícil también y Anne escribió que sentía tener poco en común con ella
por ser su madre demasiado abstraída. Aunque algunas veces discutió con Margot,
escribió sobre un lazo inesperado que se había desarrollado entre ellas, aunque a
quien se sentía más cercana era a su padre. Tiempo más tarde, también comenzó a
apreciar la gentileza de Peter van Pels y hasta llegaron a tener sentimientos
románticos.
Estatua de Annelies Marie Frank en Ámsterdam.
Junto con las otras mujeres no seleccionadas para la muerte inmediata, Anne fue
obligada a permanecer desnuda para desinfectarla, le raparon la cabeza y le tatuaron
un número de identificación en el brazo. Durante el día usaban a las mujeres para
realizar trabajos forzados y, por la noche, las hacinaban en barracones frigoríficos. Las
enfermedades se propagaban velozmente y en poco tiempo Anne terminó con la piel
cubierta de costras.
En marzo de 1945, una epidemia de fiebre tifoidea se propagó por todo el campo; se
estima que terminó con la vida de 17.000 prisioneros. Los testigos contaron más tarde
que Margot, debilitada como estaba, se cayó de su litera y murió como consecuencia
del golpe, y que pocos días después Anne también murió. Pocas semanas antes de
que el campo fuese liberado por tropas británicas el 15 de abril de 1945.
Tras la guerra, de los aproximadamente 110.000 judíos que fueron deportados desde
los Países Bajos durante la ocupación nazi, sólo 5.000 sobrevivieron.
De los ocho inquilinos de la achterhuis, sólo el padre de Anne sobrevivió. Herman Van
Pels, fue gaseado justo tras la llegada del grupo a Auschwitz-Birkenau, el 6 de
septiembre de 1944. Su esposa Auguste murió entre el 9 de abril y el 8 de mayo de
1945, en Alemania o en Checoslovaquia. Su hijo Peter murió el 5 de mayo de 1945 en
el campo de concentración de Mauthausen, en Austria, después de ser trasladado
andando desde Auschwitz.
El Diario de Anne se inicia como una expresión privada de sus pensamientos íntimos,
expresando la intención de nunca permitir que otros lo leyeran. Describe
cándidamente su vida, su familia y compañeros y su situación, mientras empieza a
reconocer su ambición de escribir novelas y publicarlas. En el verano de 1944,
escuchó una transmisión de radio de Gerrit Bolkestein— miembro del gobierno
holandés en el exilio— que decía que al terminar la guerra crearía un registro público
de la opresión sufrida por la población de su país bajo la ocupación alemana.
Mencionó la publicación de cartas y diarios, de manera que Anne decidió que
contribuiría con su Diario. Comenzó a corregir su escritura, a eliminar secciones y a
reescribir otras, en vistas a una posible publicación. A su cuaderno original, anexó
varios cuadernos adicionales y hojas sueltas. Creó pseudónimos para los miembros
del grupo y sus benefactores. La familia van Pels se convirtió en Hermann, Petronella
y Peter van Daan; Fritz Pfeffer pasó a llamarse Albert Dussel. Otto Frank utilizó la
versión original del Diario, conocida como "versión A", y la versión corregida, conocida
como "versión B", para producir la primera versión para ser publicada. Retiró algunos
pasajes, sobre todo aquellos en los que se refería a su esposa en términos poco
halagadores, así como secciones en las que hablaba de detalles íntimos respecto a su
floreciente sexualidad. Restauró las verdaderas identidades de su familia, pero retuvo
los pseudónimos de las otras personas.
Frank llevó el diario a la historiadora Anne Romein, quien intentó publicarlo, sin éxito.
Luego se lo pasó a su esposo Jan Romein, quien escribió un artículo sobre el libro con
el título de Kinderstem ("La voz de una niña") en el periódico Het Parool el 3 de abril
de 1946. Escribió que el diario "pausadamente expresado en la voz de una niña,
muestra todos los odios del fascismo, mejor que las evidencias de los juicios de
Núremberg todas juntas" [1]. Su artículo atrajo la atención de los editores y el Diario
fue publicado en Holanda en 1947 por el editor Contact, de Amsterdam, bajo el título
"Het Achterhuis" (La casa de atrás). Fue reimpreso en 1950. En abril de 1955 aparece
la primera traducción del diario en español bajo el título "Las habitaciones de atrás"
(traducción de Mª Isabel Iglesias, editorial Garbo, Barcelona).
Albert Hackett escribió una pieza de teatro basada en el Diario, estrenada en Nueva
York en 1955, que recibió el Premio Pulitzer de Teatro. La pieza fue llevada al cine en
1959 con el título El diario de Anne Frank. Fue protagonizada por la actriz Millie
Perkins, y Shelley Winters, que caracterizó a la señora Van Pels, consiguió el Oscar a
Mejor Actriz Secundaria, que entregó a la Casa de Anne Frank. La película obtuvo una
buena acogida y se hizo acreedora de otros dos Oscar. Sin embargo, no se convirtió
en un gran éxito de taquilla, aunque despertó tal atención que aumentó el interés
mundial por el libro. El Diario ha crecido en popularidad con el pasar de los años, y es
lectura obligatoria en bachillerato en varios países y en varios estados de los Estados
Unidos. En febrero de 2008 se estrenó2 en Madrid el musical El Diario de Ana Frank.
Un Canto a la Vida [2]. Es la primera vez que la Fundación Anne Frank cede los
derechos a una empresa para representar un musical sobre Anne Frank y su obra en
todo el mundo.
En 1986, se publicó una edición crítica del Diario [3]. Compara secciones originales
con secciones modificadas por el padre, e incluye una discusión relativa a su
autenticidad así como datos históricos sobre su familia.
En el mensaje final de la biografía sobre Anne Frank de Melissa Müller, Miep Gies
trató de disipar lo que creía era una creencia equivocada que iba en aumento, "Anne
simboliza a los seis millones de víctimas del Holocausto", escribiendo: "la vida y
muerte de Anne era su propio destino, un destino individual que se repitió seis millones
de veces. Anne no puede, y no debe, representar a los muchos individuos a los que
los nazis robaron sus vidas... Pero su destino nos ayuda a aceptar la inmensa pérdida
que sufrió el mundo por culpa del Holocausto".
En 1976 Otto Frank emprendió acciones contra Heinz Roth, de Fráncfort, que publicó
folletos que indicaban que el Diario era una falsificación. El juez decidió que si
publicaba nuevas afirmaciones en esa línea sería condenado a pagar una multa de
500.000 marcos alemanes y se enfrentaría a una sentencia de seis meses de cárcel.
Dos casos fueron desestimados por los tribunales alemanes en 1978 y 1979
amparándose en el derecho a la libertad de expresión, en vista de que la queja no
había sido llevada a cabo por ninguna "parte perjudicada". El tribunal declaró en cada
caso que si se hacía una nueva petición desde una parte perjudicada, como Otto
Frank, se podrían abrir diligencias por difamación.
La controversia llegó a su punto más alto en 1980 con el arresto y juicio de dos
neonazis, Ernst Römer y Edgar Geiss, que fueron juzgados y encontrados culpables
de la creación y distribución de impresos denunciando la falsedad del Diario, a lo que
siguió una querella de Otto Frank. Durante la apelación, un equipo de historiadores
examinó los documentos de acuerdo con Otto Frank, y determinaron su autenticidad.
Con la muerte de Otto Frank en 1980, el diario original, incluyendo cartas y hojas
sueltas, fue dejado en herencia al Instituto para la Documentación de la Guerra de los
Países Bajos, que llevó a cabo en 1986 un estudio forense del diario a través del
Ministerio de Justicia de los Países Bajos. Tras cotejar la caligrafía con ejemplares de
autoría probada determinaron que coincidían, y que el papel, pegamento y tinta
empleados eran fáciles de adquirir durante el período en el que se afirmaba que el
Diario había sido escrito. Su determinación final fue que el Diario era auténtico. El 23
de marzo de 1990 el Tribunal Regional de Hamburgo confirmó su autenticidad.
Legado
ANA FRANK
Breve biografia
El padre de Ana, que era empleado de un banco en Frankfurt encontaría trabajo como
director en una sociedad llamada Travis NV, asociada a otra conocida que era la Kolen
& Cía de la ciudad de Amsterdam, que elaboraban mermeladas.
Solo el padre, al principio se fue a vivir a Amsterdam mientras que la familia se
instalaría en la casa de la abuela materna de Ana, en la ciudad de Aquisgran. La madre
de Ana, encontraría una nueva casa antes de acabar 1933, en la plaza Merwedeplein,
situada en un barrio nuevo de Amsterdam. Anna y su hermana se criaron como
holandesas pero sin olvidar sus raíces alemanas y judias.
Siendo una niña de trece años, Ana vió en una tienda cercana a su casa, unos diatarios.
Entonces, tuvo la idea de relatar su vida en uno de ellos, todo lo que le iba sucediendo a
su familia y a ella. De seguida, le pidió a su padre que le comprara un diatario como
regalo de cumpleaños.
En 1938, Ana vivió de como dos de sus dos tíos maternos llegaron de Alemania para
instalarse en Amsterdam, huyendo de las persecuciones nazis.
El 5 de julio de 1942, la familia, como muchas otras de origen judio, son reclamados
por la justicia alemana, mediante una citación para ser enviados a campos de
concentración. La familia asustada, se trasladan detrás del edificio donde el padre de
Ana trabajaba y que databa del siglo XVI, una casa muy típica de la arquitectura
holandesa.
El nuevo refugio familiar se iria ampliando con otros judios que, como ellos, buscaban
un lugar para no ser deportados.
Detrás de una estanteria con libros giratoria que tapaba la entrada de acceso a dos
habitaciones (dos en la planta de arriba y otras dos en la planta de abajo), convivían
varias personas con los Frank, un total de 8 personas.
Cada adulto tiene destinado algunos trabajos diarios para poder salir adelante: compras,
limpieza, etc. Ana y su hermana de dedican a escribir y a leer libros.
En 1944 por la rádio, también Ana sabe que los aliados americanos toman las playas de
Normandia y todos en el escondijo se sienten un poco aliviados.
El 4 de agosto de 1944, en un día de verano, son hallados los Frank y las otras personas
que se escondian con ellos. Unos vecinos los denuncian.
Las tropas de la SD (Servicio de Seguridad Alemán) acceden al escondite. Todos son
llevados ante las Gestapo y son interrogados.
Después fueron llevados a una cárcel de la SD en el centro de Amsterdam,
Ana Frank murió de tifus el 12 de marzo de 1945 a los 16 años de edad en el campo de
concentración; una epidemia que se extendió por todo el campo en aquel mes. Primero
murió Margot y muy poco tiempo después moriría Ana.
Su padre Otto, sobrevió al holocausto y fue quien contó la vida de su hija y dió a
conocer al mundo el diario de su hija, que llegaría a ser uno de los mejores betsellers del
mundo actual. Otto murió en 1980.
En se creó el Casa-Museo de Ana Frank en el mismo refugio donde pasaría sus últimos
años con su familia. Esta ubicada en la calle Prinsengrancht 267 de Amsterdam.
El padre de Ana trabaja en el banco de la familia; la madre es ama de casa. Para Margot
y Ana es una época feliz. En el barrio donde viven hay muchos niños para jugar. Sin
embargo, sus padres están preocupados. Adolf Hitler y su partido culpan a los judíos de
los problemas sociales y económicos, convirtiéndolos en chivos expiatorios. El
antisemitismo en Alemania aumenta.
El 12 de junio de 1942, Ana Frank cumple trece años. Por su cumpleaños le regalan un
diario. Es su mejor regalo. Comienza a escribir en él enseguida: "Espero poder
confiártelo todo (...) y espero que seas para mí un gran apoyo".
Años después, Otto Frank, publicaría el famoso diario conocido en español como el
Diario de Ana Frank.
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