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Combustibles fósiles

Se agrupan bajo esta denominación el carbón, el petróleo y el gas natural, productos que por sus
características químicas se emplean como combustibles. Se han formado naturalmente a través de
complejos procesos biogeoquímicos, desarrollados bajo condiciones especiales durante millones de
años. La materia prima a partir de la cual se generaron incluye restos vegetales y antiguas
comunidades planctonicas.

Constituyen un recurso natural no renovable.

El carbón o carbón de piedra se formó a partir de material vegetal. Muchas veces se pueden distinguir
vetas de madera o improntas de hojas que permiten reconocer su origen.

El petróleo se formó principalmente del plancton. Frecuentemente con el petróleo se encuentra gas
natural, originado durante el mismo proceso en que se generó el primero.

Ambos tipos de combustibles se encuentran acompañados de azufre y/o derivados azufrados, ya que se
formaron en condiciones anaeróbicas.

El descubrimiento y el empleo de este tipo de combustibles produjo un cambio revolucionario en las


tecnologías de producción aplicadas por el hombre. Comenzaron a emplearse a partir de la Revolución
Industrial y su uso se ha incrementado sensiblemente.

Si bien esto permitió un desarrollo productivo nunca antes conocido en la historia del hombre, también
produjo un alto impacto negativo sobre el ambiente. La combustión de este tipo de combustibles genera
emisiones de gases tales como dióxido de carbono, monóxido de carbono y otros gases que han
contribuido y aún contribuyen a generar y potenciar el efecto invernadero, la lluvia ácida, la contaminación
del aire, suelo y agua. Los efectos contaminantes no sólo están vinculados a su combustión sino también
al transporte (derrames de petróleo) y a los subproductos que originan (hidrocarburos y derivados
tóxicos). La situación se agrava cuando se considera la creciente demanda de energía, bienes y
servicios, debido al incremento de la población mundial y las pautas de consumo.

Alternativas

Generar políticas energéticas e industriales que vayan desplazando su empleo en la generación de


energía hacia energías no convencionales. 

Ventajas de los combustibles fósiles[editar]


Artículo principal: Energía no renovable
Los combustibles fósiles producen una buena parte de la electricidad que usamos para iluminación,
climatización, refrigeración de alimentos y de computadoras, para aparatos eléctricos y electrónicos, etc.

Los combustibles fósiles permiten una obtención de energía muy concentrada que ha abierto el
camino a los cambios tecnológicos que diferencian la vida cotidiana actual de la de antes de
la Revolución Industrial. Hay que recordar que la electricidad es una energía obtenida por
transformación a partir de energías primarias, y que la mayoría de estas, en porcentaje, en el mundo
y en España, son combustibles fósiles.10

Los combustibles fósiles se utilizan en el cultivo y transporte de muchos alimentos.

Del mismo modo que la mayoría de motores de automóvil se han desarrollado a lo largo de un siglo
sólo a partir de Otto y del Diésel, dejando de banda el Wankel, por ejemplo; en general se han
desarrollado pocas tecnologías que usen combustibles diferentes de los iniciales, es decir, no
fósiles. A la producción de energía merecen un caso aparte las centrales nucleares, y recientemente
el esfuerzo que se está haciendo en las energías renovables. Aun así, ninguno de estas energías se
usan habitualmente de manera principal en los transportes, en la industria o de manera doméstica
en los hogares. Por lo tanto, los combustibles fósiles son actualmente los más cómodos y que
requieren menor inversión y menor riesgo económico.
Son además la fuente de electricidad, y de energía en general, más barata. Aunque los
combustibles sean caros, la única fuente competitiva económicamente es la energía nuclear.11
Un kWh de energía proveniente de combustibles fósiles costaba en 1995 en los Estados
Unidos entre 0'001$ y 0'005$, mientras que uno de energía solar, por ejemplo, costaba 0'160$ y uno
de eólica 0'115$.12
En la producción de combustibles fósiles se elaboran también numerosos productos de alto interés
económico, útiles para la fabricación
de medicamentos, plásticos, fertilizantes, pinturas, materiales de construcción, etc. El carbón y
especialmente el petróleo son materias primas importantes para muchos productos químicos.

Impacto ambiental de los combustibles fósiles[editar]


Uno de los principales inconvenientes es que se trata de productos que no pueden producir los
humanos, que la naturaleza tarda millones de años a formar y que se ha agotado prácticamente.
Queda muy poca cantidad y para cuando se vuelva a formar lo que se utilizado ya no existirán los
humanos. Se trata pues de un grave problema de sostenibilidad.10
Otro gran problema es el impacto ambiental derivado de su uso. Por su composición, rica en
carbono e hidrógeno, y su forma de uso, la combustión, o reacción química con el oxígeno del aire;
utilizar combustibles fósiles comporta inherentemente la producción de óxidos de carbono.
El monóxido de carbono (CO), que es tóxico, es abundante en casos de combustiones incompletas
(malas combustiones, en poco aire), y el dióxido de carbono (CO2) se forma masivamente en
combustiones completas (normales, con suficiente aire).
Cambio climático[editar]
Las emisiones de gases de efecto invernadero producto de la quema de combustibles fósiles son la
principal causa del cambio climático antropogénico.2 Estas emisiones se generan tanto en la
producción de los combustibles fósiles como en su uso final. Las fugas de gas y el quemado en
antorcha son dos ejemplos de procesos que emiten metano.

Los combustibles fósiles son los principales causantes de la niebla fotoquímica

Contaminación atmosférica[editar]
Los combustibles fósiles se consideran contaminantes porque su combustión desprende gases
de efecto invernadero, que son "radiactivos" en el sentido que absorben fotones de alta energía y
desprenden fotones de baja energía, es decir, infrarrojos. Estos combustibles provocan localmente
la niebla fotoquímica y globalmente el efecto Callendar. Para obtener energía a partir de estos
combustibles hay que quemarlos, entonces se producen reacciones que dan el calor que queremos,
y que se puede usar directamente o transformar en electricidad, por ejemplo, pero
también contaminantes atmosféricos, que hay que tratar con filtros y ciclones antes de soltarlos
al aire. De todas maneras, una parte de los contaminantes sale inevitablemente a la atmósfera
terrestre y se expande por todas partes.
Además ocasionan contaminación atmosférica y, vía el aire, la niebla fotoquímica y la lluvia ácida,
del medio acuoso y marino. También se emiten otros gases contaminantes con efectos negativos
para la salud y para el ecosistema, de hecho el 80% de emisiones de dióxido de carbono, dióxido de
azufre y óxidos de nitrógeno son causados por estos combustibles. 10

Residuos sólidos[editar]
Los residuos sólidos que se generan también se tienen que tratar. La temperatura del aire y del
agua tomados de la naturaleza o de la red a los procesos que conciernen estos combustibles se
tienen que devolver a unas temperaturas "no muy alejadas" de la temperatura a la cual estuvieron
cogidos, este tratamiento es obligado por ley porque incorpora un aumento de coste económico que
en principio la empresa no querría asumir. Otros datos contaminantes hacen referencia al paisaje,
tanto a la extracción, como las plantas de tratamiento, el transporte y las centrales térmicas.

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