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¿Qué es la etnografía?
Debates contemporáneos

apareció en español como “¿Qué es la etnografía? Debates Contemporáneos.


Primeras hojas. Arraigamientos, operaciones y experiencias de la encuesta” y
“¿Qué es la etnografía? Sale Segunda. Inscripciones, extensiones y
recepciones de la encuesta”, enpersona y sociedad, Santiago de Chile, 2013,
enero-abril 2013, XXVII: 1, p. 101-120 y 3, pág. 11-32

Daniel Cefai

Las definiciones son siempre parciales y decepcionantes, y exigen


inmediatamente contraejemplos, enmiendas y alternativas. Sin
embargo, abren un campo de comprensión y establecen un mínimo
común denominador en torno al cual es posible discutir. Las
definiciones de etnografía no son una excepción a esta regla.1. Por
etnografía, entendemos aquí un enfoque investigativo, que se basa en
la observación prolongada, continua o dividida de situaciones,
organizaciones o comunidades, involucrando un saber hacer que
incluye el acceso a campo(s) (ser aceptado, ganar confianza, encontrar
su lugar , saber salir de ella, etc.), la toma de notas más densa y precisa
posible (muchas veces con la grabación en audio o video de secuencias
de actividades en el lugar) y un trabajo analítico enraizado en esta
experiencia de campo.
La principal característica de la etnografía, frente a otros métodos de
investigación, es la implicación directa, en primera persona, del
investigador, ya sea sociólogo, antropólogo, politólogo o geógrafo...
Observa, con sus propios ojos, escucha con sus propios oídos. Puede
hacerlo siendo un simple testigo o participando en actividades o eventos
en curso. Esta observación puede ser continua: Malinowski pasó tres años,
entre 1914 y 1917, en las Islas Trobriand para escribir el Argonautas del
Pacífico Occidental2, Whyte pasó dos años, en 1938 y 1940, saliendo con
pandillas en el barrio italoamericano de Boston, antes de escribirSociedad
de la esquina de la calle3. Pero esta observación se puede desglosar:
cuando trabajas en una organización no gubernamental, en un hospital o
en una administración, estás allí solo unas pocas horas al día y unos pocos
días al mes. Pero estamos aquí para tener nuestra propia experiencia.

1Para un esfuerzo de clarificación analítica: Atkinson P., Coffey A.,


Delamont S., Lofland J., Lofland L. (eds.),manual de etnografía, Londres,
Sage, 2001, pág. 352-368.
2Malinowski B., Argonauts of the Western Pacific: An Account of Native
Enterprise and Adventure in the Archipelagoes of Melanesian New Guinea,
Londres, Routledge, 1922.
3Whyte WF,Street Corner Society: la estructura social de un barrio marginal italiano

(1943), Chicago: Prensa de la Universidad de Chicago, 1955.

1
Entonces hay que ir allí, quedarse allí, investigar en persona,en el lugary
En Vivo, sumergirse en ambientes de conocimiento mutuo, en organizaciones
o comunidades de vida o acción. Es necesario aprender modismos indígenas, a
veces lenguas extranjeras, pero también lenguas esotéricas, las de un grupo
profesional o de una congregación religiosa, de un cuerpo de expertos o de
una comunidad étnica. Y, por último, hay que aprender acerca de los órdenes
de interacción, que tienen sus propias gramáticas, sus rituales y sus
convenciones, y de los cuales el etnógrafo queda excluido si no logra
dominarlos. Más en general, familiarizarse con las formas de vida y los juegos
de lenguaje.
En otras palabras, el etnógrafo no puede permanecer fuera de los
mundos de sus encuestados: debe sumergirse en ellos para aprender y
comprenderlos. Debe lograr ser aceptado, ganarse la confianza de los
encuestados, encontrar su lugar en las situaciones y saber salir de ellas….
Debe desarrollar habilidades específicas en cuanto a la toma de notas, en
un cuaderno de campo o con cámara y grabadora, notas que luego
transcribirá. Y no debe separar la descripción y el análisis en el texto final,
ni aplicar una teoría a un corpus de datos, sino resaltar categorías y
análisis que están enraizados en la experiencia en el campo. Saber hacer,
saber hacer y saber hacer: la investigación etnográfica implementa trucos
del oficio4, más que una metodología general. Se inclina más a menudo del
lado de la artesanía, en tanto que las habilidades que activa son las de un
conocimiento tácito, práctico y corpóreo, que se aprende con el ejemplo,
que del lado de la investigación administrada en un modo burocrático-
industrial.

Quali-Quanti: una falsa oposición


La etnografía se distingue así de lo que apareció desde los años cuarenta
hasta los sesenta como el modelo de encuesta por excelencia, en ciencias sociales
y políticas, la encuesta por encuestas (encuesta de investigacion).

Encuesta de muestra Encuesta etnográfica


Cuestionario con preguntas Protocolo mínimo de encuesta:
cerradas, fijado después de encuesta el etnógrafo está, como máximo,
exploratoria por el investigador: el armado con conceptos de conciencia
registro de respuestas interesantes se y conjeturas abiertas y, a menudo,
da por adelantado confusas.
La encuesta está diseñada Papel importante de la
como un dispositivo para confirmar intuición yserenidad:la sorpresa
o invalidar hipótesis, derivadas de y el asombro de los encuentros y
una axiomática o de encuestas eventos guían al etnógrafo en su
anteriores. elección de objetos

4Becker H,Trucos del oficio, Chicago, Prensa de la Universidad de Chicago, 1988 (

Trucos del oficio, París, El Descubrimiento, 2002).

2
Formalización de hipótesis; Observación/ participación
producción de categorías sin que mediación formal;
unívocas; reducción de estas involucrado en experiencia
categorías a índices medibles; corporal; descripción en lenguaje
diseño de datos cuantitativos natural; restitución de las paradojas y
ambigüedades
Una entrevista estandarizada, etnográfico,
Entrevistas
guiada por el formulario; ninguna tracción el
hacia conversacion
participación personal del investigador; informal; asociaciones libres y
respuestas simples de los encuestados, razonamientos ordinario desde

fácilmente codificadas encuestado; hoja flotante y


anclaje en el suelo
El ideal explicativo es el La explicación ecológico,
construcción de un modelo donde económico, institucional… está
los paquetes de relaciones causa- envuelto en la comprensión
consecuencia son atestiguados por cualitativa de contextos
correlaciones estadísticas entre experiencia y actividad
variables
Pasos hipotético- Inducción analítico Donde

deductivo; muestras teoría fundamentada; analizar de


representativo/aleatorio; resultados con circunstancias y estudio de caso ;
baja densidad semántica, pero con descripciones de casos ejemplares,
afirmación generalizadora únicos y comparables
Gestión burocrática o industrial Trabajo a partir de la
de la investigación: división jerárquica experiencia, más artesanal o
del trabajo entre diseñadores, artístico – aunque la posibilidad de
recopiladores, codificadores, analistas colaboración en equipo y la
e intérpretes formalización de ciertos protocolos

La encuesta de campo, por tanto, parece obedecer a una epistemología


diferente a la positivista de las 4 R, tal como la describe J. Katz:reactividad(la
reacción del encuestado al entrevistador se piensa en términos de estímulo y
respuesta), fiabilidad(la confiabilidad de los datos depende de la
estandarización de los métodos de encuesta),replicabilidad(la reproducibilidad
de las observaciones depende de la estabilidad de las condiciones del estudio),
representatividad(la representatividad está asegurada por la constitución de
un muestreo cuantitativo de la población)5. Podríamos señalar las siguientes
diferencias en la encuesta de campo: a) la relación entre entrevistador y
encuestado no es de tipo conductista, sino que implica intercambios mucho
más complejos; b) los métodos de recopilación, control y verificación de datos
no están necesariamente estandarizados; c) los experimentos rara vez son
repetibles, todas las demás condiciones son iguales, como cuando se aíslan y
prueban variables en el laboratorio; d) finalmente, cuando

5Katz J., “Una teoría de la metodología cualitativa”, en Emerson RM (ed.),

Investigación de campo contemporánea: perspectivas y formulaciones, Prospect


Heights, Ill., Waveland, 1983 [re-ed. 2001].

3
el etnógrafo no se contenta con describir una situación única o
excepcional, la cuestión de la representatividad pasa de contar
propiedades cuantificables a reconocer características típicas.

Por lo tanto, es totalmente irrelevante querer aplicar a la


etnografía los criterios que se han desarrollado para las ciencias
naturales y que rigen los estudios experimentales o estadísticos. Si bien
es útil recurrir, cuando sea posible, a procedimientos de investigación
más o menos congruentes para poder comparar entre diferentes
situaciones, en el espacio y en el tiempo, debe aceptarse que son
posibles otros modos de conocimiento. Pero, al mismo tiempo, es
importante no fijar oposiciones insalvables entre ciencia cualitativa y
ciencia cuantitativa, tomar partido por una y desacreditar a la otra.
Primero, porque la frontera no está definida históricamente: la
mayoría de las etnografías utilizan recuentos y modelos, en la medida en
que esto contribuye a la descripción y el análisis. Dos momentos en la edad
de oro del trabajo de campo, la sociología en Chicago en la década de
1920, en torno a Robert E. Park6y antropología en el Rhodes Livingstone
Institute en la década de 1940, en torno a Max Gluckman7, se caracterizan
por programas de encuestas colectivas, fuertemente respaldados por
trabajos cartográficos y estadísticos. Chicago se puso en cifras y mapas y
las investigaciones sobre comunidades étnicas o criminales allí se
vincularon a un modelado ecológico de la ciudad; mientras que las
encuestas de campo sobre las migraciones a la ciudad en Rhodesia fueron
de la mano de una práctica intensiva del cuestionario y fundaron los
primeros análisis de redes8.
Luego, la determinación de los casos relevantes a investigar, ya sea que
se haga al azar durante los recorridos en el campo (la oportunidad que ofrece
la mediación de relaciones) o se apoye en la experiencia previa de singularidad
o tipicidad de un tema de encuesta (la elección de Bronceville9a la vez como
distrito Southside de Chicago, lugar de acogida de inmigrantes del Sur,
laboratorio de constitución de un universo específico y ejemplo de gueto
negro urbano), también puede recurrirse a criterios de tipo estadístico. El
argumento de la representatividad estadística no es incompatible con la
encuesta etnográfica: incluso se ha esgrimido en la elección de

6Bulmer M.,La Escuela de Sociología de Chicago, Chicago, Prensa de la Universidad

de Chicago, 1984; y Chapoulie J.-M.,La tradición sociológica de Chicago 1892-1961,


París, Umbral, 2001.
7Werbner RP, “The Manchester School in South-Central Africa”, Annual

Review of Anthropology, 13, 1984, p. 157-185; y Schumaker L., Africanizing


Anthropology: Fieldwork, Networks, and the Making of Cultural Knowledge in
Central Africa, Durham, Duke University Press, 2001.
8Hannerz U., Exploring the City: Inquiries Toward an Urban Anthropology,
Nueva York, Columbia University Press, 1980 (Exploring the city. Elements of
urban antropology, París, Minuit, 1983).
9 Drake St. Clair, Cayton H.,Black Metropolis: un estudio de la vida de los negros en una ciudad
del norte, Chicago, Prensa de la Universidad de Chicago, 1945.

4
sitios de encuesta de una serie de estudios comunitarios (estudios comunitarios)10
en “ciudades medianas” en los Estados Unidos (desde Middletown of the Lynds
hasta Yankee City of Warner11).
Finalmente, si los criterios de validez no son los mismos en una
encuesta por muestreo y en una encuesta etnográfica, los cánones de rigor
científico son los mismos y los objetivos de la explicación comprensiva
pueden superponerse. Sin duda, la reducción a unas pocas variables
medibles, que interactúan entre sí, no es comparable con la producción de
una descripción densa de actividades y experiencias de estas actividades;
Sin duda, los etnógrafos no pueden aislarse de sus “datos” cuando los
recolectan y analizan, a diferencia de los estadísticos que solo tienen los
datos que han planeado tener. La lógica del descubrimiento y la
administración de la prueba son de naturaleza muy diferente en los dos
casos.12. Pero nada hay que descalifique a uno en nombre del otro. Más
bien, se encuentran en diferentes puntos de un continuo de investigación y
razonamiento.13. Autores como Howard Becker rechazan la etiqueta de
sociología cualitativa y no han dudado en utilizar, junto a la observación y14
, a métodos estadísticos, aunque rudimentarios, en la Encuesta de la
Facultad de Medicina de Kansas City15. Y siempre que pueda, el etnógrafo
debe inventar procedimientos para medir y verificar sus datos.dieciséis. Por lo
tanto, debemos cuidarnos aquí de cualquier maniqueísmo.

10Vidich A., Bensman J. (eds.),Reflexiones sobre estudios comunitarios, Nueva York,

John Wiley and Sons, 1964.


11Lynd RS,Middletown: un estudio sobre la cultura contemporánea estadounidense,

Nueva York, Harcourt, Brace and Co, 1929; Warner WLet alii,ciudad yanqui, New Haven,
Yale University Press, 1963 (edición abreviada).
12Becker H., "La Epistemología de la Investigación Cualitativa" en R. Jessor,
A. Colby, R. Schweder (eds.),Etnografía y Desarrollo Humano:Contexto y significado en
la investigación social, Chicago, Prensa de la Universidad de Chicago, 1996.
13Desrosières A., "La oposición entre dos modos de investigación: monografía y

estadística",en Cuadernos del Centro de Empleo, París, PUF, 1993, pág. 1-9.
14Becker H,Trabajo sociológico: método y sustancia, Chicago, Aldine, 1970; y
Becker H., Geer B., “Observación participante y entrevistas: una comparación”,
Organización Humana, 1957, 16, pág. 28-34.
15 Hughes EC, Becker H., Geer B., Strauss A.,Boys in White: cultura estudiantil en la facultad de
medicina, Chicago, Prensa de la Universidad de Chicago, 1961.
Péneff J., “Medición y control de observaciones en trabajo de campo. El ejemplo
dieciséis

de las profesiones de servicio,Sociedades contemporáneas, 1995, 21, pág. 119 a 138.


Pero véanse también sus observaciones enEl sabor de la observación, París, El
descubrimiento, 2009.

5
Una experiencia encarnada y reflexiva

El medio principal de la investigación etnográfica es el


experiencia encarnada del investigador17. El cuerpo, su capacidad
motriz y sus cinco sentidos son las principales “herramientas” del
investigador –aunque el término “herramientas” no sea el más
adecuado: son nuestros órganos para explorar y comprender el
mundo social. Mientras que en otras formas de indagación, la
experiencia corporal se trata como un sesgo de indagación, que
oculta la producción de conocimiento objetivo e imparcial, en la
etnografía es el medio obligatorio de las actividades de
investigación: observación, conversación, registro y descripción. Si
no estuviéramos dotados de un cuerpo que se deja afectar por las
situaciones, un cuerpo armado de creencias personales, patrones de
experiencia y rutinas de acción que se deja sorprender por los
encuentros y los acontecimientos, la etnografía sería una palabra
vacía. El cuerpo afectivo, el cuerpo sensible,
Este cuerpo está expuesto a situaciones que lo conmueven y
trastornan, que a veces lo embrujan, lo traumatizan o lo enferman, que
otras veces lo deleitan, lo exaltan o lo hacen volar, que en todo caso no
lo dejan indiferente: el miedo La ira o la vergüenza, la alegría, el
entusiasmo o la esperanza no son emociones que deban reprimirse
sistemáticamente, porque estarían sesgadas. Las emociones se abren a
la cognición, ya son formas de conocer situaciones, más allá de una
lógica de representación. Y por simpatía, permiten captar los motivos
de acción que animan a los miembros de un movimiento social.
– fe en Dios, odio al enemigo, deseo de venganza, amor a la patria…
A veces la experiencia de ser afectado18nos impide comprender
inmediatamente lo que sucede, y sólo después, una vez alejado de
su campo, el etnógrafo, convertido en analista de sus notas y
recuerdos, logra producir un relato.
Este cuerpo es finito y situado: ocupa lugares, tiene perspectivas,
entiende lo que sucede desde un aquí y un ahora. Está atrapado en
interacciones verbales y no verbales. Es el lugar donde se constituyen las
experiencias: J. Roth19, enfermo de tuberculosis, describe la experiencia del
hospital, B. Jules-Rosette20vive en trances de posesión en la iglesia de John
Maranke – o simplemente, un investigador que participa en la vida de una
asociación, una empresa o una administración adquiere habilidades,
conocimientos y saber hacer específicos. La etnografía es

17“El cuerpo punto cero de la investigación”, en Cefaï D.,Estudio de campo, París, El

descubrimiento, 2003, p. 544 metros cuadrados; y “Una perspectiva pragmatista sobre la


investigación de campo”, en Paillé P. (ed.),La metodología cualitativa, París, Armand Colin,
2006, pág. 33-62.
18Favret J., “Ser afectado”,Gradhiva, 1990, 8, pág. 3-9.
19Roth J., Horarios: estructuración del paso del tiempo en el tratamiento hospitalario
y otras carreras, Indianápolis, Bobbs-Merrill, 1963.
20Jules-Rosette B.,Apóstoles Africanos: Ritual y Conversión en la Iglesia de John

Maranke, Ithaca, Nueva York, Cornell University Press, 1975.

6
una lucha cuerpo a cuerpo – para seguir a los indocumentados en su carrera
de obstáculos21, para incorporar diseños boxer22, el soplador de vidrio23o
trabajador de la construcción24, para comprender los sentimientos morales en
juego en la emergencia social con las personas sin hogar25, para satisfacer la
ira de los automovilistas en los atascos de tráfico en Los Ángeles26.
Es también el órgano de la autopresentación en público,
cuerpo portador de una panoplia señalizadora, que indica quién es
quién, porta índices de estatus, expresa y provoca atracciones y
repulsiones, induce actitudes de deferencia, simpatía, desprecio,
reconocimiento, según jerarquías, cambiando según la situación.
Esto es cierto para el cuerpo del investigador, que debe adaptarse al
entorno de su investigación, a veces encajando en el molde,
recogiendo las costumbres locales, hasta que sea capaz de cultivar
el sentido de las bromas locales; y que a veces debe abstenerse de
jugar al camaleón, cuando corre el riesgo de ser percibido como
ridículo o suscitar desconfianza, pero debe ser capaz de controlar las
reacciones que esto produce en los demás y tenerlas en cuenta en el
gobierno de su propia conducta.

La experiencia etnográfica es, por tanto, muyreflexivo, pero al


mismo tiempo debe expresarse como si fuera “natural”. Es un largo
ejercicio aprender a despojarse de prejuicios teóricos, ideológicos,
políticos o religiosos, para tratar de entender qué está pasando en una
situación. Esto nunca lo logramos completamente, pero logramos a
pesar de todo, a fuerza de reflexividad, neutralizara priorique dominan
la mirada y la escucha, poner entre paréntesis ideas fuertes que uno ha
importado de su biblioteca, desconfiar de las evidencias, clichés y
estereotipos de sentido común y controlar un cierto número de modas,
fijaciones personales u obsesiones. Debemos tratar de "ver las cosas
como son", lo que significa adoptar las diferentes

21Chauvin S., Las agencias de la precariedad. Jornaleros en Chicago, París, Seuil,


2010.
22wacquant l.Cuerpo y alma: cuadernos de un aprendiz de boxeador, Nueva York,

Oxford University Press, 2004.


23O'Connor E., "Conocimiento incorporado: la experiencia del significado y la lucha

hacia la competencia en el soplado de vidrio",Etnografía, 6/2, 2005, pág. 183-204.

24Jounin N., Sitio prohibido al público. Encuesta entre trabajadores de la

construcción, París, La Découverte, 2009.


25Cefai D., Gardella E.,Emergencia social. Etnografía del Samusocial de París,

París, El descubrimiento, 2011.


26katz e.,Cómo funcionan las emociones, Chicago, Prensa de la Universidad de Chicago, 1999.

7
perspectivas que los encuestados tienen, en sus actividades diarias,
sobre las situaciones. Si la etnografía requiere adoptar la actitud
natural de ciertos encuestados, requiere cuestionar las propias
actividades, las condiciones bajo las cuales son posibles, los métodos
prácticos para llevarlas a cabo y las consecuencias que tienen para el
investigador, sus informantes y su entorno.
La reflexividad de la etnografía también esbiográfico:el investigador
debe interrogarse sobre las distorsiones que surgen de sus desajustes sociales
con los encuestados, pero también practicar una especie de autoanálisis.
Formas de experiencia del Yo se han sedimentado a lo largo de su historia
personal y pueden tener consecuencias en la investigación: rememora ciertas
escenas traumáticas, supera ciertos bloqueos personales, relativiza sus
propias creencias o se distancia de emociones invasoras. Él puede convertirlo
en una herramienta de investigación.dentroinvestigacion e investigacion
seguroinvestigación. la reflexividad esconveniente:encarnado en
configuraciones práctico-sensibles de actividades e interacciones, permite
sobre el terreno, en un abrir y cerrar de ojos, rectificar la presentación de sí
mismo, reformular una pregunta o reajustar una expresión, y asegurar así
mantener su lugar en el campo interacciones. Ella estáctico:se refiere a un tipo
de vigilancia que permite encontrar las ubicaciones y los movimientos
correctos, para estar en el lugar correcto y en el momento correcto, pero
también para elegir las relaciones correctas.porteros, notables o parias- que
abrirán puertas y entregarán información relevante, según las preguntas que
surjan. ella es finalmenteanalítico:al tomar distancia de uno mismo, tanto de
las creencias que han sedimentado en un recorrido personal como de las
preferencias teóricas propias de la vida de un investigador, permite imaginar
alternativas de observación, descripción, interrogación y análisis . Deja
germinar en uno mismo esbozos de interrogación y los traduce en
orientaciones de investigación y, a la inversa, deja trabajar los materiales en
uno mismo y los convierte en nuevos trenes de pensamiento.

Tres marcos de relevancia


Hay todo tipo de terrenos, que a menudo requieren diferentes
habilidades. No es lo mismo observar de modo naturalista la circulación de
los usuarios en el vestíbulo de una estación que seguir batallas durante
una guerra en el frente; participar como docente en actividades educativas
en una escuela primaria es distinto a pasar varios meses compartiendo la
vida cotidiana de un grupo de indígenas amazónicos. A pesar de todo,
podemos decir que el etnógrafo es a la vez una persona común, un actor
social y un investigador científico, lo que tiene consecuencias en la
conducción de su investigación de campo.
En tanto quepersona singular, el investigador es parte de una
situación biográfica. Sus preocupaciones, sus gustos y sus aversiones, sus
afinidades y repulsiones selectivas, sus convicciones, sus actitudes y sus
opiniones están ligadas a su recorrido existencial. Al ingresar al campo, no
se deshace de sus conocidos familiares y sus compromisos cívicos, su
herencia cultural o sus pasiones intelectuales. Estos prejuicios (en el
sentido deUrteilende Gadamer) que la caracterizan son a la vez un medio
de acceso y un obstáculo, tanto pueden ocultar como representar

8
la comprensión es posible, siempre que entre en juego la
reflexividad de la que hablábamos más arriba. Además, el
entrevistador tiene más o menos talento para entablar relaciones
sociales, resolver problemas prácticos o emitir juicios de sentido
común, cualidades que no se distribuyen por igual entre todos.
Debe dirimir constantemente asuntos materiales de mayordomía,
logística, administración y autorización de investigación en campo, y
asegurar las condiciones para su sobrevivencia y su vida, si no las de
su familia. En otras palabras, el investigador sigue siendo un padre o
una madre, un vecino o un amante, habitado por prejuicios éticos,
políticos o religiosos. A menudo, quiere ser portador de una causa, o
en todo caso, hace de su objeto de estudio un asunto personal,

Como'actor social, el entrevistador carga con un cierto número de propiedades


sociales, ligadas a su edad, su género, su clase, su color de piel o su afiliación comunitaria. El
lleva en suhexadecimal corpóreo, encarnado en los “pliegues de su cuerpo” y sus “formas de
hablar”, en su vestimenta, cabello y hábitos vocales, los signos de su estatus social. Algunas
tierras somos nosotroscerrado a priorisi hay una fuerte segregación sexual, racial, nacional
o religiosa, como tal no superable otras se complican por el hecho de que un hombre mayor
de edad tendrá dificultades para juntarse con una pandilla de adolescentes o un académico
de buena familia será a una distancia marcada de los antecedentes obreros o campesinos.
En primer lugar, el investigador forma parte de redes de interacciones, colectivos,
organizaciones e instituciones de las que corre el riesgo de ser percibido como un
representante: habría sido difícil para un serbio investigar en Bosnia en tiempos de guerra.
Luego, domina destrezas prácticas en determinados contextos de experiencia y actividad de
los que conoce las reglas, juegos de cuerpo y lenguaje, formas de ver, decir y hacer,
tecnologías, metodologías y ética. . .Pero entonces, su experiencia en un mundo social y
cultural lo perjudica en otro, cuando no se le percibe como un intruso, extraño, poco
confiable, si no peligroso. Sin ir tan lejos, debe tener cuidado, en las interacciones, de que
sin saberlo establece vínculos de proximidad o distancia social, yendo hacia personas que se
parecen a él o situaciones que lo tranquilizan; y que su entendimiento a veces se extravía,
cuando descuidadamente proyecta sus propias experiencias sociales en situaciones muy
diferentes. ir hacia personas que se parecen a él o situaciones que lo tranquilizan; y que su
entendimiento a veces se extravía, cuando descuidadamente proyecta sus propias
experiencias sociales en situaciones muy diferentes. ir hacia personas que se parecen a él o
situaciones que lo tranquilizan; y que su entendimiento a veces se extravía, cuando
descuidadamente proyecta sus propias experiencias sociales en situaciones muy diferentes.

En tanto queinvestigador cientifico, el entrevistador contribuye


al proceso de producir unacuerpodel conocimiento. Se supone que
debe mantener un ideal de objetividad e imparcialidad. En ese
momento, los marcos de relevancia a los que se refiere y que
moviliza ya no son los que domina en el mundo de su vida cotidiana,
ni los que ha aprendido a captar en los encuestados a través de la
observación participante. El investigador científico navega en
campos problemáticos, que lo llevan a ver ciertas cosas e ignorar
otras, a centrar su atención en ciertos temas de investigación y
análisis y a no pensar en formular preguntas que quedan fuera de
las controversias científicas actuales. A menudo se involucra en un
campo u otro, respalda categorías, se alinea con argumentos, se
identifica como el representante de la línea de una escuela, con
polarizaciones, prescripciones y proscripciones,

9
pertenencia a laboratorios o redes. La investigación es una empresa
colectiva y las formas de hacer y decir, incluso en el campo, están en
constante interacción con las de otros investigadores. Además,
ciertas limitaciones prácticas pesan sobre la profesión de
investigador: tiene que informar a las autoridades supervisoras oa
los donantes; debe respetar los formatos de publicación y las
convenciones de escritura, tiene una carrera que seguir evitando los
"falsos pasos en falso" institucionales, ha sido formateado según
ciertos criterios por sus profesores hacia los que siente un deber de
lealtad, es más o menos sensible a posiciones “políticamente
correctas”… Está tanto inserto en redes de relaciones académicas,

Por supuesto, esta tripartición sigue siendo tosca, porque el investigador


tiene una multiplicidad de modalidades e intensidades de compromiso en
situaciones sociales. Pero ya nos permite ver más claramente entre diferentes
lógicas de identidad, experiencia y acción.

Términos de compromiso: encontrar un lugar en las interacciones


En todo caso, la calidad de los datos dependerá de la postura de
compromiso que se adopte en el campo y, en particular, de la capacidad del
etnógrafo para encontrar un lugar, para tomarlo o para que se le asigne, en
juegos de interacciones.
Hemos mostrado en detalle las dificultades de entrar en el campo,
permanecer en él y salir de él. Hablamos de la identidad del investigador,
quien debe buscar patrocinadores, avalistas, padrinos, fiadores, alegando ser
instituciones universitarias, organismos administrativos, autoridades locales,
establecimientos públicos; o que todavía tiene que meterse en el bolsillo de
contrabandistas o mediadores que controlan el acceso a la tierra: jefes de
redes, líderes de pandillas, empresarios, directores de prisiones, dignatarios
de partidos27. El momento inicial de laautopresentación es crucial, ya que va de
la mano con laencuadre del objeto de la investigacion, el especificación de los
registros de información pertinentesy elasignación recíproca de categorías de
identificaciónentre el investigador y los encuestados. Esta autopresentación no
debe poner al entrevistador en una posición imposible de mantener:
esperamos que tenga un mínimo de coherencia moral entre los personajes
que interpretará en varias situaciones y con varios interactuantes. Si no se
satisface esta expectativa de consistencia, tendrá grandes dificultades para
ganar y mantener la confianza de los encuestados, especialmente

27Estas preguntas fueron abordadas en sociología desde principios de la década de 1950,

cuando el imperativo de la observación participante era fundamental entre algunos de los


estudiantes del departamento de sociología de la Universidad de Chicago. Ver Cefaï D., “El
Proyecto de Entrenamiento de Campo: Un Experimento Pionero en Métodos de Trabajo de
Campo”, Antropolítica, 2002, pág. 25-76. Esta experiencia de enseñanza y reflexión colectiva
estará en el origen del manual de B. Junker,Trabajo de campo: una introducción a las
ciencias sociales, Chicago, Prensa de la Universidad de Chicago, 1960.

10
en pequeños círculos de conocidos, y rápidamente corre el riesgo de
quedar fuera de juego: audiencias urbanas, asambleas políticas en
público, manifestaciones callejeras, aunque ciertas conductas
(escribir, fotografiar, filmar, etc.) pueden inducir a confusión.

Cualquiera que sea la concepción de las interacciones sociales que uno


elija, desdefelicidad de los ajustes interaccionalesdepender defiabilidad de los
datosy lavalidez de los análisisquién seguirá. Ahora se ha descrito
extensamente que el etnógrafo no debe estar ni demasiado cerca ni
demasiado lejos, sino que debe encontrar la “distancia correcta”; debe evitar
los efectos de la inhibición, la autocensura o el autocontrol, la hipercorrección
o la sobredramatización, así como debe cuidarse del exceso de confianza en sí
mismo o de la sensación de comprenderlo todo. Debe administrar la distancia.
personal, para no parecer demasiado frío o pegajoso, demasiado entrometido
o demasiado extraño, y en cualquier caso ser criticado por falta de tacto o falta
de empatía. También debe administrar la distancia.estatutario, saber estar en
su lugar, no llevar a las personas demasiado alto, lo que rápidamente se
interpretará como arrogancia o condescendencia, pero también no tomarlas
demasiado bajo, lo que corre el riesgo de desacreditarlo rápidamente
haciéndolo creer en su incompetencia legal. Y aún podríamos hablar de
distanciageneracional,racialysexual–a saber, que el etnógrafo debe dominar
las formas apropiadas de tratar con personas de diferentes edades, géneros o
etnias. A veces se toleran las rarezas por parte de los extraños, pero dentro de
ciertos límites: en cualquier caso, es preferible dominar los ritos de interacción,
las convenciones de cortesía y las reglas de decoro, así como todas las
prescripciones y todas las proscripciones que rigen la relación. con los demás,
en privado y en público.

Sin embargo, la idea de hacerte un lugar en los juegos de interacción


puede tener varios significados.
Cuando E. Goffman habló de un "orden de interacción"28sui generis,
se refería a un orden local, una “pequeña sociedad” que se constituye en
un escenario de co-presencia, y donde a los participantes se les asignan
lugares, acompañados de derechos y obligaciones. Una especie de
gramática regula el ballet de las interacciones: las reglas prácticas, no
enunciadas en ninguna parte, se revelan durante las infracciones, cuando
los culpables o los infractores son llamados al orden en la interacción. Esta
perspectiva es útil para comprender cómo el lugar de la indagación es el
del respeto por las civilidades y todo tipo de gramáticas rituales, que hay
que dominar para sentirse como pez en el agua; o nuevamente, cómo uno
de los principales problemas en el campo es salvar la cara propia y la de los
demás, so pena de ser destituido o excluido; y cómo el arte de investigar es
inseparable del arte de proteger Yoes vulnerables,

28Goffman E., “El orden de la interacción” (1983),enGoffman E,Momentos y

sus hombres, Winkin Y. (ed.), París, Seuil et Minuit, 1988.

11
Todavía se podría, segunda posibilidad, referirse a la herencia de
Hidromiel GH29, y siguiéndolo, por T. Shibutani o A. Strauss: el Self
del etnógrafo se juega en procesos de cooperación y comunicación
con otros y con objetos. El entrevistador adquiere una experiencia
afectando la de los entrevistados y dejándose afectar por ella.
Asume roles, actitudes y perspectivas y modifica las de sus
interactuantes e interlocutores; esta disrupción, lejos de perjudicar
la investigación, crea espacios para la elaboración de un sentido
común. Al hacerlo, el investigador contribuye a una definición
común, aunque a veces discutida o impugnada, de las situaciones en
las que participa. Y aprende a ceñirse a “complejos de respuestas
habituales”, a recurrir a mediaciones simbólicas ya encajar en
universos institucionales. Este enfoque, centrado en las situaciones,
30.

Una tercera posibilidad viene dada por una versión de la interacción


social inspirada en M. Mauss y N. Elias31. Al flexibilizar los procesos de
socialización analizados por Bourdieu, S. Beaud y F. Weber se han
interesado por los medios de intersaber en los que entra el etnógrafo, que
debe resolver las divisiones y discrepancias sociales (efectos de desajuste
por histéresis, armonía o distonía entre habitus) con miembros de otros
grupos. La "decepción de las expectativas" del investigador es tanto un
riesgo para la continuación de la investigación como el camino real para
realizar el propio análisis social y comprender lo que sucede en las
situaciones. La situación se analiza como una encrucijada en cadenas de
interdependencia, que va más allá del registro de interacciones cara a cara
y se abre también a formas de poder jerárquico a distancia.
Esta versión del campo redescubre lo que ya había sido tematizado
por la Escuela de Antropología de Manchester y resuena con reflexiones
contemporáneas sobre la “desterritorialización de los sitios de estudio”,
gracias a la dinámica de la globalización. La tierra ya no está circunscrita,
como una comunidad insular, autosuficiente y ahistórica. Es un nudo de
"articulaciones proyectivas" hacia lugares y tiempos, lejanos ya veces
desconocidos para los actores, como escribe A. Glaeser.32. El significado de
un acto comercial, electoral o terrorista, religioso o intelectual no se agota
en los elementos descriptibles y observables que se dan en la situación,
aquí y ahora. Se refiere a directorios de recursos, puntos

29Hidromiel GH,Mente, yo y sociedad, Chicago, Prensa de la Universidad de Chicago,


1934 (Mente, yo y sociedad, París, PUF, 2006).
30Gold R., “Juegos de rol en el campo. Observación y participación en la

investigación sociológica” (1958),enD. Cefai,Estudio de campo,Op. cit., pags.


340-349.
31Beaud S., Weber F., “Razonamiento etnográfico”, en S. Paugam (ed.), La
Encuesta Sociológica, París, PUF, 2009.
32Glaeser A., “Una ontología para el análisis etnográfico de los procesos

sociales. Ampliando el estudio de caso ampliado”, en Cefaï D. et al.,El compromiso


etnográfico, París, Editions de l'EHESS, 2010 (EE, cap. 4).

12
de soporte y medios de expresión, horizontes de precomprensión,
relaciones de poder y relaciones de sentido, y más ampliamente, a redes
sociales y procesos históricos. De ahí la importancia de combinar la
etnografía con el análisis documental, cartográfico y estadístico.

Categorías endógenas y exógenas


Por lo tanto, hacer etnografía significa observar actividades,
regulares o excepcionales, in situ, en lugar de tomar al pie de la letra
tipologías preestablecidas y nomenclaturas oficiales. Observar, de
primera mano, y no ceñirse, si cabe, a transcripciones de entrevistas
o relatos biográficos, de segunda mano, y más aún, evitando dar
saltos mortales, sin la red de la descripción, hacia análisis plagados
de conceptos abstractos y razonamientos generalizadores. El interés
de la etnografía es acompañar actividades, acciones o interacciones,
tal como se realizan en situación –incluidos los actos de habla, no
tanto por su contenido discursivo como por las consecuencias que
producen como actos. Y estas actividades no son materia prima,
organización endógena. La única forma de comprender esta
organización endógena es observar actividades prácticas y recopilar
informes (cuentas) qué hacen los participantes con él y que dan
acceso a su experiencia. Por ejemplo, para etnografíar mítines
políticos, uno no debe partir de relatos de activistas o recortes de
periódicos, informes policiales o declaraciones de organizaciones:
estos materiales son interesantes y deben movilizarse, pero por lo
que 'son versiones posteriores al hecho que enriquecen el encuadre
del evento, en otros contextos y con otros fines. La descripción
etnográfica sólo puede hacerse partiendo de la observación directa,
señalando una distribución de "estados de participación" (locutores,
vigilantes, policías, asistentes de sala, espectadores, periodistas,
camarógrafos, luminotécnicos y sonidistas…), mostrando la
disposición espacial y siguiendo la dinámica temporal del evento,
representando atmósferas, restaurando accidentes de coordinación
o resistencias de recepción…. Y si es posible escuchando todo lo que
se dice y todo lo que se hace, en los pasillos y detrás de escena,
adentro y afuera, entre actores muy diferentes entre sí.

El resultado es entonces muy diferente de lo que se suele tomar


como descripción de las reuniones públicas. Particularmente en términos
de lenguaje, se podría retomar la idea de que existen categorías "cercanas"
o "lejanas" de la experiencia de los encuestados, o incluso que ciertas
descripciones de situaciones se hacen "desde el punto de vista nativo".33,
mientras que otras están realizadas en voladizo, con un punto de vista que
les es ajeno. Si la etnografía es interesante es precisamente porque nos
enseña otras formas de ver y hacer, sentir y sentir, creer y decir,
comprender y juzgar. Nos da acceso a "formas de experiencia", tal como
las experimentan los encuestados, y

33Geertz C.,Conocimiento local, Nueva York, Libros Básicos, 1983.

13
los presenta con un modo de exposición que rompe con la modelización
explicativa o el análisis estadístico. Una buena etnografía privilegia la
descripción detallada de situaciones,como si el lector estuviera allíy más aún,
como si el lector se hubiera colocado en las múltiples perspectivas de los
encuestados34.
De repente, debe deshacerse de las pruebas más sólidas,
aunque parezcan justificadas en teoría. Tomemos por ejemplo las
categorías de “clase”, “género” o “raza” que se utilizan
universalmente hoy en día para dar cuenta de los procesos de
explotación y dominación, estigmatización y discriminación. Si la
etnografía aporta un valor añadido, no es sólo porque “demostraría”
la existencia de tales procesos o porque los “ejemplificaría”. Ella
puede hacer eso, por supuesto, pero es especialmente interesante
porque muestra las ambigüedades y paradojas de estas
categorizaciones en la vida colectiva y las interacciones asimétricas
que las hacen existir como identidades evidentes. Da cuenta de la
forma en que estas categorías se actualizan en la práctica, sus
cualidades afectivas y morales cuando resuenan en las pruebas
existenciales de los encuestados y los usos estratégicos que se
pueden hacer de ellas en situaciones de conflicto, cuando son
manipuladas o reivindicadas. . También muestra que en muchas
situaciones, las “categorías endógenas”, aquellas que son relevantes
para los actores en una situación dada, no son necesariamente las
categorías importantes desde el punto de vista del observador. Se
pueden implementar todo tipo de operaciones de identificación y
diferenciación, reconocimiento y demarcación, sin que sea posible a
priori presumir cuáles.

Hacer etnografía significa, por tanto, despojarse de lenguajes


especializados, incluidos los de las ciencias sociales cuando blindan
situaciones, y restaurarcontextos de sentido simple en lenguaje natural,
ya sean de activistas de movimientos sociales o de investigadores en
laboratorios bioquímicos35, jóvenes infractores ante los tribunales de
menores36, o deVagabundovendedores de diarios y libros

34Emerson RM, Fretz RI, Shaw LL,Escribir notas de campo etnográficas, Chicago,

University of Chicago Press, 1995 ("Tomar notas de campo. Informar sobre los
significados de las extremidades", en EE, cap. 2).
35 Latour B., Woolgar S.,Vida de laboratorio: la construcción de hechos científicos, Princeton,
Prensa de la Universidad de Princeton, 1986.
36Cicourel A., La Organización Social de Justicia Juvenil, Nueva York, Wiley, 1967;

Emerson R., Juzgando Delincuentes: Contexto y Proceso en la Corte de Menores,


Chicago, Aldine, 1969.

14
segunda mano37. Por lo tanto, no es necesario congelar las "formas
culturales" para dar cuenta de los "significados indígenas": la referencia a
la "cultura" ha sido criticada como una cosificación de las prácticas de
significado de los actores, parte de un proceso de constitución de un
“identidad” o una “otredad”38. Puede corresponder a reclamos indígenas,
que se presentan compartiendo algo así como el patrimonio de una
tradición o perteneciente a una comunidad – pero entonces no es una
categoría analítica, solo un informe de la visión del mundo de los actores
(particularmente en grupos étnicos o nacionalistas). movimientos, pero
también en situaciones ordinarias, cuando escuchamos: "no es mi
cultura...", "lo hacen porque está en su cultura..."). Ha sido cuestionada
sobre todo por los antropólogos desde la década de 1970, a través de un
retorno a la génesis de su disciplina y sus complicadas relaciones con
formas de “mirada colonial”. En inglés, acuñamos el neologismo de "
Otrificación del Otro»39(haciendo otro al Otro), para mostrar cómo las
descripciones y análisis de los etnólogos estuvieron dictados por la
negación de las transformaciones históricas de las sociedades estudiadas,
por la ceguera ante sus dinámicas conflictivas y políticas o por el
desconocimiento de sus intercambios extracomunitarios. Describir implica
un esfuerzo de reflexión sobre sua priori(teórico, ideológico, político,
religioso, etc.) y una sensibilidad extrema al estatus de las categorías,
endógenas o exógenas, que se transmiten en el texto etnográfico.

Cadenas de escritura: anotar, describir, contar


El momento de la descripción es, por lo tanto, extremadamente
importante cuando se practica la etnografía. Las explicaciones y las
interpretaciones tienen sus raíces en las descripciones y solo pueden
ser relevantes e innovadoras si las descripciones lo son. Jack Katz
dice que el “por qué” deriva del “cómo” y se pregunta sobre los
criterios para evaluar una “buena descripción”. Una buena
descripción proporciona todos los elementos a partir de los cuales
se pueden inferir las relaciones causa-consecuencia, evento-
perspectiva, contexto-expresión o estrategia-acción. Pero una buena
descripción también nos hace sentir y sentir lugares y tiempos, nos
muestra acciones e interacciones, como si las estuviéramos
presenciando.

M,acera, con fotografías de Ovie Carter y epílogo de Hakim


37Duneier
Hasan, Nueva York, Farrar, Straus and Giroux, 1999.
38Abu Lughod L., “Escribir contra la cultura”,enRichard G. Fox (ed.), Recapturando la

Antropología: Trabajando en el Presente, Santa Fe, School of American Research Press,


1991, p. 137-162 (traducción al francés. “Escribir contra la cultura. Reflexiones desde
una antropología del entremedio”, en EE, cap. 7).
39Fabián J.,El tiempo y el otro: cómo la antropología hace su objeto, Nueva York, Prensa
de la Universidad de Columbia, 1983; ver también el trabajo a largo plazo de G. Stocking,
Observadores observados: ensayos sobre trabajo de campo etnográfico, Madison, Prensa de
la Universidad de Wisconsin, 1983.

15
actores u observadores. Debe proporcionar muchos detalles
concretos, respetuosos de los arreglos espaciales y los cursos
temporales, y no limitarse a ordenar algunos conceptos o algunos
argumentos. Katz da como criterio de apreciación que debe ser
"revelador", "colorido", "vivo", "conmovedor", "rico", "variado",
"situado", "matizado", "enigmático", "con valor estratégico". ”, “de
gran riqueza”, “de textura densa” o “finamente matizada”40.
Las sucesivas pruebas, encontradas en el campo, y las pruebas
a las que dan lugar, se organizan en un texto, que se niega a darse
claves explicativas o interpretativas demasiado pronto. El trabajo de
escritura se basa tanto en notas de campo, registradas día a día en
un diario, como en textos ya disponibles: conversaciones casuales,
entrevistas etnográficas cara a cara, documentos administrativos,
corpus de prensa, informes policiales y judiciales, obras literarias. o
rumores callejeros… Hay que diferenciar muy claramente, como
hemos visto, entre los materiales observacionales, de primera mano,
testimonios y relatos recogidos en el terreno, y las huellas
documentales, que hay que recontextualizar en la medida de lo
posible.41, pero sin tomarlos literalmente, como portadores de un
sentido objetivo. Estos mismos textos resultan de cadenas de
escritura, responden a requerimientos prácticos, transmiten
objetivos estratégicos, incorporan lógicas institucionales. El
etnógrafo recurre entonces en este caso a métodos probados, que
no se alejan mucho de la crítica historiográfica y que se suman a la
investigación periodística.

Pero la descripción en sentido estricto, basada en la observación, es


en sí misma el producto final de cadenas de escritura, resultantes de la
actividad del etnógrafo: notas de campo, cuadrículas de observación,
diarios, correspondencia académica, transcripciones de notas, borradores
intermedios, artículos científicos. , informes de expertos, historias de
divulgación42. Se compone de apuntes garabateados sobre la marcha,
memorias coyunturales, impresiones afectivas y sensaciones perceptivas,
pequeños diagramas, mementos y cuentas y ya, esbozos narrativos y
cartillas analíticas.Las notas fijan en la escritura un sentido vivido y
practicado en situación. Pero si no prestas atención, rápidamente
despegan de las escenas observadas. El etnógrafo debe adherirse a la
disciplina, que requiere mucha concentración, para restaurarliteraldesde

40Katz J., “Del cómo al por qué: descripción luminosa e inferencia causal en
etnografía”,Etnografía,2001, 2, 4, pág. 443-473 y 2002, 3, 1, pág. 63-90 (“Del
cómo al por qué. Descripciones esclarecedoras e inferencias causales en
etnografía”, en EE, cap. 1).
41Geertz C., “La description dense” (1973, trad. fr. A. Mary), en Cefaï D., Estudio

de campo, París, El descubrimiento, 2003, p. 208-233; y Clifford J., “Sobre la


autoridad en la etnografía” (1983),ibídem, pags. 263-294.
42Sanjek R. (ed.),Notas de campo: los ingredientes de la antropología, Ithaca, Cornell

University Press, 1990. Véase también Lofland J., Lofland L.,Análisis de la configuración social
, Belmont, Wadsworth, 1994.

dieciséis
fines de discusión, sensibilizar la espacialidad y la temporalidad de los
cursos de acción, identificar los dispositivos de categorización en las
interacciones, captar la situación como un nudo de perspectivas que se
coordinan entre sí. Debe, en la medida de lo posible, ser capaz de
responder a las preguntas, cuando describe una acción:¿Cuál es su objeto?
¿Quien lo hace? Donde ? Cuándo ? ¿Cómo?, ¿O qué? Con quién ? Contra
quien ? ¿Desde qué punto de vista? Debido a que ? ¿En vista de qué? ¿Con
qué consecuencias?
Observar y describir son actividades que requieren una mezcla de
receptividad y espontaneidad.La "toma de notas en el campo" se supone
que refleja la "realidad" y por tanto tendría el valor de una copia fiel del
original, pero al mismo tiempo, esta descripción original ya incluye
momentos de memorización y olvido, de anotar y selección, resumen y
reformulación. El etnógrafo está a la vez comprometido en el flujo de
experiencias y actividades que componen la situación, en la que le
corresponde un cierto "estatus de participación", y distanciado de este
flujo,ya convirtiendo su experiencia de campo en un cuerpo de datos,
inventando en el acto tácticas para saber más, ya activando su imaginación
para comprender lo que sucede a su alrededor. El propósito de su
presencia en el campo no es solo sumergirse y quedar impregnado, sino
recolectar “datos”. Al comienzo de su investigación, debe anotarlo todo,
ahogarse en el exceso de información, sin saber qué le será útil más
adelante. Si la investigación ya ha comenzado, es más selectivo: su
atención es menos fluctuante y más focalizada. Pero al mismo tiempo debe
permanecer abierto a lo inesperado ya la sorpresa. Lo mismo ocurre con el
trabajo de descripción donde al mismo tiempo se expone a situaciones de
las que no es dueño, escucha, se deja sacudir por las emociones y trabaja a
través de pruebas que él no ha elegido y de las cuales hace sus materiales;
y trata de traducir su testimonio en palabras comprensibles para el lector,
hace cortes y añadidos en las notas que tiene limpias, las ordena en
archivos al tiempo que las somete a interrogatorio, las codifica y las
analiza.
Defensores de la retórica y la semiología, que desde mediados de la
década de 1970 insistieron en figuras argumentativas y estrategias
discursivas43inherentes a la escritura etnográfica, y que han desmantelado
repentinamente lo que han llamado "ilusión referencial" o "creencia
realista", han puesto el dedo en el carácter textual de la etnografía44. Pero
cometieron un doble error. Por un lado, actuaban como si el etnógrafo
fuera un gran manipulador, capaz de contar historias sin ningún tipo de
restricción, buscando establecer su autoridad sobre sus lectores,
escenificando el testimonio de "yo estuve allí" yapresentando en

43Gusfield J.,La cultura de los problemas públicos, Chicago, Prensa de la Universidad

de Chicago, 1981 (La cultura de los asuntos públicos, París, Económica, 2008), cap. 4,
"La ciencia como arte literario" (1976), que continuaba las intuiciones de Kenneth
Burke.
44Por Marcus G., Clifford J. (eds.),cultura de la escritura, Berkeley, University of

Berkeley Press, 1986 a Atkinson P.,La imaginación etnográfica: construcciones


textuales de la realidad, Nueva York, Routledge, 1990.

17
la historia - acreditando así su buena fe, y para algunos, cosechando los
beneficios de una pose heroica como un explorador en medio desusilvestres,
al tiempo que certifica la veracidad de su descripción, en base a testimonios de
primera mano45. Por otro lado, actuaron como si la "realidad" fuera sólo un
"efecto de discurso" y, para los más radicales, disolvieron la cuestión de la
validez, cuando no de la responsabilidad científica.46, acercando las ciencias
sociales a la literatura – ensayando a veces, con más o menos éxito, formas
dialógicas, dramáticas o poéticas alejadas del género predominante de la
novela realista de la monografía clásica, pero más preocupadas,
aparentemente, por la originalidad formal que por la fidelidad empírica. Había
aquí una pequeña pizca de verdad: la escritura etnográfica, como cualquier
actividad intelectual, pone en marcha un trabajo de la imaginación,
provocando una inteligibilidad narrativa que tiene sus raíces en la
inteligibilidad práctica de los actores, pero que también lucha, mediante el uso
de códigos cualitativos. métodos, al componer oraciones descriptivas y
analíticas de acuerdo con las reglas del género y las convenciones de estilo,
ubicándolos en constelaciones teóricas y siguiendo estrategias de
argumentación. La etnografía, se entiende, no es una “copia de la realidad”.
Pero los problemas comienzan aquí.
En primer lugar, la escritura no es un simple ejercicio literario: informa
sobre la investigación, sobre todo sus resultados, y sus operaciones, si es
necesario. Lejos de dar nacimiento a una narración ficcional, o de verter otra
tentación en la narración ego-etnográfica, esta fase de operaciones equivale a
producir comprensión a posteriori. Un modelo en Francia sigue siendo el
tríptico dePalabras, muerte, hechizos, de Jeanne Favret, seguida de Cuerpo a
cuerpo, donde sigue profundizando en el análisis, volviendo a contar el campo,
en compañía de Josée Contreras, ydesembrujardonde ella gira el negocio47.
Cuerpo a cuerpono debe leerse como una ficción narrativa sacada de un diario
de campo. Las elecciones editoriales de Favret y Contreras no obedecen tanto
a criterios literarios como a un esfuerzo reflexivo por retomar el movimiento
de la investigación, por entregar al lector las claves de la gestación del primer
libro y en el mismo movimiento, por trasladar la análisis mediante un trabajo
de recomposición de materiales. La qualité des notes de terrain de Favret fait
que nous n'avons pas tant affaire à un récit de fiction qu'à des comptes-rendus
circonstanciés, nous donnent accès à l'enquête telle qu'elle s'est faite, avec ses
désorientations y sus

45Malinowski B,Un diario en el sentido estricto del término, Nueva York, Harcourt,

Brace & World, 1967.


46Geertz C.,Obras y vidas: el antropólogo como autor, Stanford, Prensa de la

Universidad de Stanford, 1988 (Aquí y allá. El antropólogo como autor, París, Métailié,
1992), fue uno de los pocos en mantener la responsabilidad del autor y no simetrizar
hasta el final la relación entre investigador y encuestado.
47Favret Saada J,Palabras, muerte, hechizos. Brujería en el bocage, París,

Gallimard, 1977; su diario, publicado con la ayuda de J. Contreras,Cuerpo por


cuerpo: investigación de la brujería en el bocage, París, Gallimard, 1981; y la
colección de análisis, producidos en su mayor parte en la década de 1980,
desembrujar, París, Ediciones de l'Olivier, 2009.

18
malentendidos, sus andanzas y sus iluminaciones, sus exploraciones y sus
bifurcaciones.
Además, la escritura sigue siendo parte del trabajo de investigación: es difícil disociar una fase de recolección de datos y una fase de escritura del

análisis. No estamos más en la fantasía romántica de una imaginación desenfrenada que en la rigurosa falsificación de hipótesis preestablecidas, sino en un

trabajo continuo de comprobación, que es parte integral de la investigación. Las cadenas de escritura son parte del proceso de verificación de la confiabilidad

de los datos y la validez de las interpretaciones, que requieren, paso a paso, continuar el trabajo de cruce de información, comparación de discursos y

acciones, documentación en torno a los relatos de un evento, ponderar el valor de las observaciones o testimonios reflexionando sobre las condiciones para

obtenerlos... En otras palabras, la escritura etnográfica, como momento de cierre de las cadenas de escritura que la recorren, sigue siendo un proceso de

indagación. Conecta intuiciones y empuja al investigador a volver a verificarlas en el campo, a volver a contactar informantes para aclarar, discutir y

atestiguar ciertos puntos del análisis. Relanza fases de observación, pone a prueba categorías y razonamientos. Se esfuerza por hacer que los datos se

mantengan unidos y convierte sus inconsistencias en la fuente de nuevas preguntas. E integra los comentarios y críticas que le hacen los lectores de

borradores o los oyentes de conferencias. Escribir es todavía investigar. Conecta intuiciones y empuja al investigador a volver a verificarlas en el campo, a

volver a contactar informantes para aclarar, discutir y atestiguar ciertos puntos del análisis. Relanza fases de observación, pone a prueba categorías y

razonamientos. Se esfuerza por hacer que los datos se mantengan unidos y convierte sus inconsistencias en la fuente de nuevas preguntas. E integra los

comentarios y críticas que le hacen los lectores de borradores o los oyentes de conferencias. Escribir es todavía investigar. Conecta intuiciones y empuja al

investigador a volver a verificarlas en el campo, a volver a contactar informantes para aclarar, discutir y atestiguar ciertos puntos del análisis. Relanza fases

de observación, pone a prueba categorías y razonamientos. Se esfuerza por hacer que los datos se mantengan unidos y convierte sus inconsistencias en la

fuente de nuevas preguntas. E integra los comentarios y críticas que le hacen los lectores de borradores o los oyentes de conferencias. Escribir es todavía

investigar. Se esfuerza por hacer que los datos se mantengan unidos y convierte sus inconsistencias en la fuente de nuevas preguntas. E integra los

comentarios y críticas que le hacen los lectores de borradores o los oyentes de conferencias. Escribir es todavía investigar. Se esfuerza por hacer que los

datos se mantengan unidos y convierte sus inconsistencias en la fuente de nuevas preguntas. E integra los comentarios y críticas que le hacen los lectores de

borradores o los oyentes de conferencias. Escribir es todavía investigar.

Más allá del orden de la interacción, aquí y ahora: estructuras y


procesos
A menudo, la etnografía ha sido criticada por ser una ciencia social de lo
diminuto, confinada a un microanálisis de pequeñas situaciones. Sería incapaz
de tratar asuntos serios, las "grandes" estructuras sociales y los "grandes"
procesos históricos. El etnógrafo, queriendo demasiado alinearse con sus
encuestados, terminaría condenándose a sí mismo a su miopía y estrechez de
miras. Este reproche plantea dos problemas: la cuestión de los puntos de
continuidad y ruptura entre la encuesta etnográfica y la actitud natural de los
encuestados; la cuestión de la capacidad de la etnografía para producir
explicaciones e interpretaciones que trasciendan el aquí y ahora de la
investigación.
¿Qué significa el primerodialéctica de enraizamiento y desarraigo
encuesta etnográfica? El etnógrafo se esfuerza por prestar atención a las
actividades situadas y dar cuenta del despliegue de socialidades,
espacialidades y temporalidades tal como se dan en la situación, sin
convertirlas inmediatamente en la sombra proyectada por estructuras,
estándares o intereses. En lugar de partir de una vista de pájaro, la historia
parte de las perspectivas de los entrevistados, comprometidos con sus
problemas, articulando sus propias visiones, desplegando sus propias
soluciones, comprometidos en procesos de cooperación y competencia unos
con otros, co- produciendo un mundo común. Sin embargo, si el entrevistador
tiene un privilegio sobre los entrevistados es el de poder tomarse su tiempo,
de no estar sujeto a la urgencia práctica de la acción a realizar y de la
estrategia a implementar, y por tanto de poder desentrañar apariencias,

19
práctica necesaria para que todo quede sin decirlo, sin preocupaciones ni
cuestionamientos48. El trabajo de factualización y naturalización de los hechos
requiere que las personas, actores de una realidad compartida, cooperen en
su manejo – le corresponde al etnógrafo revertir la actitud natural, por
ejemplo, de los jóvenes delincuentes de una casa de detención, para
reflexionar sobre los conjuntos de reglas que implícitamente respetan49.
Tomarse el tiempo también significa dar tiempo al tiempo, no apurar la investigación y el análisis, dejar que los datos se

acumulen lentamente y las categorías e hipótesis surjan lentamente hasta tener un conocimiento de un archivo prácticamente tan

sofisticado como los actores (por ejemplo, estar tan familiarizado como los expertos con el escenario y entre bastidores de un

conflicto urbanístico). Otro privilegio es el de poder moverse entre diferentes puntos de acceso al campo, y por lo tanto, poder

constituir y cruzar diferentes corpus de datos, a diferentes escalas y utilizando diferentes herramientas de investigación,

desarrollando una perspectiva que se cruza con las de los encuestados (por ejemplo, explorando todas las perspectivas, en su

pluralidad, con sus asimetrías y sus oposiciones, en juego en una controversia pública). Otro privilegio, nuevamente, es el de poder

apoyarse en conocimientos más o menos asentados por otras investigaciones en distintas disciplinas y hacerlos trabajar directa o

analógicamente sobre nuevos datos (ej.: encontrar en la geografía ideas relevantes para la ciencia electoral). O también, ser capaz

de hacer malabarismos con una multiplicidad de visiones teóricas y herramientas analíticas (por ejemplo, usar software de análisis

de redes para estudiar la circulación de ideas), y usarlos como lentes para ver las cosas de manera diferente (por ejemplo, usar la

metáfora del texto o el teatro ver las situaciones sociales de manera diferente). para que trabajen en nuevos datos (por ejemplo,

encontrar ideas relevantes en geografía para la ciencia electoral). O también, ser capaz de hacer malabarismos con una

multiplicidad de visiones teóricas y herramientas analíticas (por ejemplo, usar software de análisis de redes para estudiar la

circulación de ideas), y usarlos como lentes para ver las cosas de manera diferente (por ejemplo, usar la metáfora del texto o el

teatro ver las situaciones sociales de manera diferente). para que trabajen en nuevos datos (por ejemplo, encontrar ideas

relevantes en geografía para la ciencia electoral). O también, ser capaz de hacer malabarismos con una multiplicidad de visiones

teóricas y herramientas analíticas (por ejemplo, usar software de análisis de redes para estudiar la circulación de ideas), y usarlos

como lentes para ver las cosas de manera diferente (por ejemplo, usar la metáfora del texto o el teatro ver las situaciones sociales

de manera diferente).

La descripción etnográfica se combina para este propósito con otros


modos de investigación: las fases de observación se cruzan con fases de
entrevistas o historias de vida, recopilación de documentos o archivos o
análisis cartográfico y estadístico, como ya sucedió en Chicago y Manchester.
Salvo que se limite a situaciones sin espesor y sin profundidad, el etnógrafo se
ve casi siempre llevado, por exigencias internas a la investigación, que se
derivan tanto de las situaciones que encuentra como de las preguntas que les
plantea, a ampliar el horizonte de la investigación. .
En relación con las situaciones que encuentra:si el trabajo de
campo requiere necesariamente un momento de familiarización con
personas, lugares, acciones, tramas, y puede sacar un "orden de
interacción" poniendo entre paréntesis todo lo que trasciende

48Esta conexión entre la emancipación de la temporalidad práctica de la


acción y la posibilidad de reflejar la actitud natural nos viene de la
fenomenología: Schütz A.,Collected Papers I: El problema de la realidad social,
La Haya, Nijhoff, 1962 y etnometodología: Garfinkel H.,Investigación en
etnometodología, París, PUF, 2007.
49Wieder DL, “Di el código del prisionero. Investigar la organización normativa de

una institución penitenciaria”, en EE, cap. 3 (tomado deLenguaje y realidad social: el


caso de contar el código del convicto, La Haya, Mouton, 1974).

20
situaciones de co-presencia, casi siempre es transportado a otras
experiencias, en el espacio y en el tiempo, accesibles a través de la
implementación de otros momentos de indagación, con el propósito de
genealogía, de comparacióno desistematizaciónPodemos seguir, por
ejemplo, a los comerciantes transfronterizos del Mediterráneo, y referirnos
a las políticas migratorias y las prácticas aduaneras, a los mercados locales
y las redes comerciales, a la represión policial, a la contabilidad familiar y al
clientelismo político, que se pueden reconstruir "objetivamente". pero que
debe ser reintroducida desde el punto de vista de las principales partes
interesadas. Se puede prestar atención a los movimientos islamistas en el
Líbano y hay que remontarse, para comprenderlos, a la historia de la
organización e ideología de las redes familiares, religiosas y políticas,
explorar la génesis de las alianzas estratégicas de estos movimientos en el
Líbano y fuera del Líbano y mostrar su complejidad con el conflicto
palestino-israelí y la geopolítica de Oriente Medio, antes de comparar las
experiencias reunidas sobre el terreno con lo que dice la memoria
colectiva, la historia oficial y historial profesional. Podemos investigar las
prácticas médicas y de emergencia social de las personas sin hogar,
acompañarlas en su recorrido entre los centros de acogida, los comedores
sociales y las camas de enfermería, buscar en la historia la génesis de estos
métodos de atención a las personas sin hogar o seguir los arreglos
institucionales y legales que ordenan la acción. sobre el terreno, y revelar
cómo las opciones políticas o normativas dan forma a la vida cotidiana de
las personas sin hogar.
En la situación, aquí y ahora, los actores se sienten
dependientes de “estructuras” y “procesos”, saben que sus
actividades están limitadas por todo tipo de parámetros, y en parte
se refieren a ellos por iniciativa propia. Producen descripciones,
explicaciones e interpretaciones, que iluminan su experiencia actual.
Justifican algunas de sus decisiones relacionándolas con hechos
lejanos, reales o imaginarios, que para ellos han sido hitos históricos
o con acciones que saben tienen un impacto, directo o indirecto, en
su entorno de vida. Por ejemplo, citan precedentes, que han abierto
horizontes de comprensión siempre relevantes, practican
comparaciones, comparaciones o contrastes; o, conectan lugares y
momentos de la acción local con otras magnitudes de escala,
reproducen cadenas de interacciones (causa a consecuencia, mando
y obediencia, decisión a decisión, etc.) de las que son eslabón. Todos
estos elementos constituyen el “orden de interacción”, que el
etnógrafo puede darse a estudiar, reabriendo la caja negra del
determinismo por estructuras o por procesos.
En relación a las preguntas que hace:el etnógrafo, para poder hacer
un caso de un caso, debe buscar puntos de comparación, replantear este
caso en relación con otros casos, seguir personas, innovaciones,
informaciones o problemas que lo lleven a cambiar de magnitud a escala
territorial o temporal . Entonces, todo el problema es, al ampliar y
profundizar el campo de investigación, no proyectar indebidamente
categorías e hipótesis exógenas sobre los datos de campo.
– sino para realizar un trabajorazonadocomparación y
generalización.

21
En este sentido, podemos extraer varios escenarios de la historia de las
ciencias sociales:
1. Elanalisis de una situacion social, al estilo de Manchester, establece
las conexiones entre “series complejas de eventos”, directamente
observables en un espacio-tiempo limitado y las organiza en una
especie de breve secuencia cinematográfica, revelando a su vez una
estructura social. El prototipo es la inauguración del puente Zululand
en 1938, que muestra cómo las personas de carne y hueso,
observables y descriptibles, no están allí a título personal, sino que
encarnan grupos sociales, y cómo ocupan lugares en el espacio, en
parte debido a la organización. del ritual, en parte ligado a sus
respectivas posiciones en la sociedad colonial. Esta "situación social"
es tomada como ejemplo, epicentro y emblema de la sociedad
colonial de la época y de las relaciones que vinculan a las distintas
categorías sociales:50. En el mismo sentido, se podría mencionar la
descripción de M. Fortes de ceremonias colectivas de pesca o fiestas
de la cosecha entre los tallensi, o la de E. Colson de una vendetta
entre los tonga. Nótese, de paso, la diferencia entre este tipo de
análisis de la situación, que es lo opuesto al de Goffman, que
esencialmente consiste en describir y analizar escenas de co-
presencia para hacer surgir una normatividad interna, incluso si
estas escenas son parte de ocasiones e instituciones sociales.51.

2. Elanálisis de un proceso socialvuelve a introducir cada "caso" como


“una etapa en un proceso de relaciones sociales, en formación, entre
personas o grupos particulares en un sistema social y cultural”. Integra
series de situaciones sociales menos sobre un territorio mayor o en
relación con una estructura más amplia, que sobre un período más
largo. El análisis del puente de Zululandia puede así recapturarse como
un episodio, entre muchos otros, en la historia a largo plazo que
Gluckman ha contado sobre los sucesivos equilibrios experimentados
por el sistema social zulú desde principios del siglo XIX hasta 1938.52.
Otro ejemplo famoso es la historia de E. Colson y T. Scudder de la

50Gluckman M,Análisis de una situación social en la Zululandia moderna,

Manchester, Manchester University Press para el Instituto Rhodes-Livingstone,


1958, 28, p. 1-27 (trad. fr. Y. Tholoniat, enGénesis, 2008, 72, 3, pág. 125-155, con
una presentación de B. de l'Estoile, p. 119-125).
51Goffman E,Comportamiento en lugares públicos, Nueva York, Free Press, 1963

(Cómo comportarse en lugares públicos, París, Económica, 2011).


52Gluckman M., “The Kingdom of the Zulu of South Africa”, en Fortes M.,
Evans-Pritchard EE (eds.), African Political Systems, Londres, Publicado para
el Instituto Internacional de Lenguas y Culturas Africanas de Oxford
University Press , H. Milford, 1940 ("El Reino Zulú de Sudáfrica",en Fortes
M., Evans-Pritchard EE (eds.),Sistemas políticos africanos(1955), París, PUF,
1969).

22
desplazamiento y reasentamiento ecológico de los Gwembe Tonga53. El
traslado de una población a diferentes lugares, tras la construcción de la
represa de Kariba en el Zambezi en 1959, ha sido acompañado desde entonces
por un equipo multidisciplinario, con el fin de monitorear, durante varias
décadas, las transformaciones económicas, demográficas, sociales y culturales
experimentadas por estas comunidades. Sally Falk Moore ha planteado el
proyecto de una "etnografía procesual", que se despliega a partir de un
"acontecimiento-diagnóstico"54. Esto requiere cambiar el punto de vista, no
pensar más en el presente, sino dar un paso atrás y conectar lo observable y lo
descriptible con las huellas del pasado, por lo tanto, cruzar nuevamente
habilidades antropológicas e históricas,
3. Elestudio de caso extendido55ayuda a entender el proceso
sin eludir la complejidad de las configuraciones sociales. Hoy, da
lugar a experimentos etnográficos cuidadosamente pensados:

* extensión en el espacio:crítica a la etnografía de


comunidades isleñas (que tomó como unidad de investigación las islas
Trobriand para Malinowski o el Near North Side de Chicago para
Zorbaugh) y el estudio de la dinámica de la globalización (mercados
globalizados, políticas internacionales, redes transnacionales de ONG y
empresas multinacionales, flujos migratorios… ) han llevado, como hemos
visto, a un cuestionamiento del sitio etnográfico como territorio cerrado. El
proyecto de unetnografía multisitio, formulado programáticamente por G.
Marcus56, propone seguir los flujos de capital, información, personas,
bienes, tecnologías, imaginaciones. El terreno se vuelve móvil. El etnógrafo
explora a escala de redes y flujos, que a veces se extienden por varios
continentes y durante varios años. Se desplaza entre varios sitios, con
estaciones de parada, que le permiten explorar en mayor profundidad
determinados sitios de referencia, elegidos según su interés estratégico.

* extensión en el tiempo:La relación de la etnografía con la historia es


cada vez más central y prometedor. Por ejemplo, se ha discutido en Francia

53colson e.,Las consecuencias sociales del reasentamiento: el impacto del

reasentamiento de Kariba en los gwembe tonga, Instituto de Estudios Africanos,


Universidad de Zambia, Manchester, Manchester University Press, 1971.
54Moore SF, "Explicando el presente: dilemas teóricos en la etnografía

procesual",etnólogo estadounidense, 1987, 14, 4, pág. 727-736.


55Varias versiones, no superponibles: Van Velsen J., “The Extended Case Method

and Situational Analysis”, en Epstein AI (ed.),El oficio de la antropología urbana,


Londres, Tavistock, 1967, pág. 29-53; Burawoy M. “El Método del Caso Extendido”,
Teoría Sociológica, 1998, 16, 1, pág. 4-33 (“El estudio de caso ampliado” (trad. fr. M.
Buscatto),en la encuesta de campo,Op. cit., 2003, pág. 425-464);

56Marcus GE, "Etnografía en / del sistema mundial: el surgimiento de la


etnografía multisitio",Revista Anual de Antropología, 24, 1995, pág. 95-117
(“La etnografía de/en el sistema mundial. Etnografía multisitio y el proceso
de globalización”, en EE, cap. 6).

23
por un grupo de investigadores que investigan temas relacionados con el
“trabajo”57. Una noción está en boga hoy en día, la lanzada por el Sr.
Burawoy derevisión etnográfica58. Esta concepción germinó a través de la
prueba de su propia experiencia, cuando se encontró haciendo su tesis en
una empresa del Southside de Chicago que había sido estudiada treinta
años antes por Don Roy59. Como resultado, Burawoy ha tematizado la
cuestión de la revisión etnográfica, que según él puede tener varias
funciones analíticas. Sirve para retomar los procesos de transformación
entre dos momentos dados; para volver a probar los análisis (Lynd regresa
a Middletown diez años después y agrega hipótesis sobre el poder de la
élite y la desigualdad de clases); criticar y reconstruir un análisis (O. Lewis
regresando a Tepoztlàn y cuestionando el irenismo de R. Redfield); refutar
pura y simplemente la etnografía de un antecesor (D. Freeman).

¿Hacia una etnografía teórica?


Poco a poco se van haciendo conexiones con otras preguntas, que
son las de los encuestados, o que se imponen en la mente del
entrevistador, por similitudes o analogías que cree haber divisado entre
"su" terreno y otro terreno, descrito y analizado por otros. “La
indagación etnográfica se desarrolla como unespiral, que encuentra su
punto de impulso en los múltiples apuros prácticos o enigmas teóricos
que agobian la comprensión del investigador, y que se produce en el
vaivén entre las múltiples operaciones de interacción, observación y
registro, muestreo, codificación y análisis”. Los elementos que definen
un "campo de investigación" - la circunscripción de sus límites espacio-
temporales, el lugar asignado a los "investigadores" y a los
"encuestados", la configuración de un orden de relevancia
observacional y la determinación de lo que vale como “datos” y deben
ser incluidos en un corpus – no son fijosa priori. L'compromiso
etnográficorequiere tener solo una vaga idea de lo que está buscando
cuando comienza "un campo". Aunque uno se mueva por un
cuestionamiento inicial, es sólo pasando por pruebas de comprensión,
familiarizándose con lugares y con personas, alternando momentos de
participación, observación y descripción, aprendiendo idiomas,
cumpliendo con costumbres y realizando rituales, al hacer preguntas, al
pedir detalles y al retomar perspectivas, que vamos descubriendo lo
que estamos buscando. Todas estas actividades se suceden, a veces sin

57
Arborio A.-M., Cohen Y., Fournier P, Hatzfeld N, Lomba C.,
Müller S. (eds.),Observa el trabajo. Historia, etnografía, enfoques combinados, París, El
descubrimiento, 2008.
58Burawoy M., “Revisits: A Turn to Reflexive Anthropology”,Revista
Sociológica Americana, 68, 2003, pág. 645-679 (“Revisitando la tierra. Esbozo
de una etnografía reflexiva”, en EE, cap. 5).
59Burawoy M.Consentimiento de fabricación, Chicago, Prensa de la Universidad de

Chicago, 1979 y Roy D.,Un sociólogo en la fábrica., Chapoulie JM, Briand J.-P. (eds.), París, La
Découverte, 2006.

24
consistencia aparente. Pero paulatinamente, se van orientando hacia la resolución
de problemas, de orden empírico y/o teórico, cuya formulación se va aclarando en
el transcurso de la investigación.
La situación de la encuesta puede entenderse como unadinámica de
definición y resolución de una situación problemática60. Se constituye a partir
de un desorden o un enigma, lo que despierta la curiosidad. Ella es impulsada
por unfacultad de asombro, que no se extingue en el campo, pues el deseo de
comprender se alimenta de las pruebas a las que se ve sometido el etnógrafo.
A partir de ahí, las opiniones difieren. Un debate se está librando entre dos
tesis, que no atribuyen el mismo lugar a las pruebas teóricas.
Para los partidarios de un enfoque emergentista, la teoría emerge
por inducción analítica61del curso de la investigación. ella ignoraa priori
hacia dónde va y, guiada por la sorpresa, probada en encuentros y
eventos, va creando su campo problemático, elabora preguntas
congruentes con la experiencia de los encuestados y se niega a darse
objetos a bocajarro, si no están señalados por el terreno . Este trabajo
continúa fuera del sitio de la encuesta: en los corpus de datos ya
estabilizados, elteoría fundamentadaha desarrollado un método de
muestreo, codificación y análisis que ha sido objeto de críticas por su
carácter sistemático, pero que impone un enfoque reflexivo, prohíbe
las extrapolaciones precipitadas, ancla las categorías en el proceso de
investigación en lugar de repatriarlas de forma salvaje desde otros
universos teóricos y políticos.
Por el contrario, para los partidarios de un enfoque popperiano, la
teoría debe formularse de la manera más clara y rigurosa al comienzo
de la investigación, organizando hipótesis fuertes derivadas de una
axiomática, o ya comprobadas en investigaciones o análisis previos. La
encuesta está concebida como un dispositivo para confirmar o invalidar
estas hipótesis mediante propuestas relativas a hechos: la encuesta
permite recoger datos empíricos, que harán posible esta lógica de
validación por conjeturas y refutaciones.62. En consecuencia, la
minuciosidad en la observación y la descripción no es un fin en sí
mismo: los buenos datos son los que permitirán dar respuesta a las
preguntas, aceptarlas, afinarlas o abandonarlas, y que, por tanto,
ayudarán a reconstruir el edificio teórico añadiéndole plantas o
reorganizando las habitaciones ya disponibles.
En la práctica, por supuesto, no es tan fácil clasificar a un autor en uno u
otro de estos campos: la precisión de la observación, la reflexividad en la
investigación, la finura de la comprensión, la prudencia en la inferencia varían
mucho según estilos descriptivo y analítico, y dentro del mismo

60Dewey J.,Lógica. La teoría de la investigación(1938), París, PUF, 1993.


61Katz J., "Una teoría de la metodología cualitativa: el sistema social del trabajo de
campo analítico", en Emerson RM (ed.),Investigación de campo contemporánea: una
colección de lecturas, Boston, Little, Brown, 1983, pág. 127-148 y “Analytic Induction”,
en Smelser NJ, Baltes PB (eds.),Enciclopedia internacional de las ciencias sociales y del
comportamiento, Ámsterdam, Elsevier, 2001, vol. 17, pág. 480-484.
62Burawoy M. “El Método del Caso Extendido”, art. cit.

25
autor, según encuestas. Podemos, sin embargo, salir de una posición del
problema demasiado tensa: la alternativa no está entre una etnografía
reducida a una pura descripción o una etnografía orientada por una teoría
fuerte. Si las formas de hacer las cosas, en la práctica, son muy diferentes,
las dos fórmulas mantienen un cierto tipo de relación con la “teoría”. El
problema es doble.
Todos tienen la teoría "en mente" cuando llegan al campo, y ninguna
persona razonable soñaría con negarla. El problema es el estado de los
modelos de análisis teóricos, históricos, cartográficos o ecológicos en los
que nos apoyamos. Para usar una distinción kantiana, si se trata de
modelos determinantes, donde los términos del problema se conocen de
antemano, la etnografía tiene solo un papel ilustrativo: llena los recuadros,
proporciona ejemplos o contraejemplos. Si son modelos reflexivos,
difícilmente orientados por conceptos de conciencia63y conjeturas abiertas,
entonces tienen otra función. Dirigen la mirada y el oído sin coaccionarlos.
Alimentan la imaginación sin secarla en marcos preestablecidos (observar
las interacciones sin hacer del interaccionismo un nuevo dogmatismo).
Invitan a la exploración de nuevos sitios (siguiendo la circulación de
objetos en lugar de permanecer encerrados en un "aislamiento
comunitario") y nuevas temporalidades (siguiendo procesos revisitando
instituciones en lugar de conformarse con una sonda sincrónica)64.

Además, no es el mismo tipo de teoría lo que está en juego en los


dos casos. En el caso del planteamiento de Burawoy, se trata de producir
Gran Teoría, en su caso, de inspiración marxista, que bebe también de
diferentes campos de la sociología y la antropología, y tanto de la
economía, como de la ciencia política o la teoría crítica. Así formula ideas
fuertes que pondrá a prueba en el campo. Por ejemplo, articula propuestas
extraídas de la literatura sobre la transición postsocialista o sobre la
globalización.sesenta y cinco, que luego jugará, con su equipo de doctorandos,
en el campo. Paralelamente a la defensa de una teoría fuerte, Burawoy
tiene algo de "sociólogo militante": es partidario de una sociología crítica,
al servicio del público.66. Los conceptos de Burawoy se asemejan a armas
teóricas y políticas: se afilan, cortan la materia del suelo, apuntan a destruir
los prejuicios, tienen como horizonte la emancipación de los más débiles.
Burawoy es parte de la herencia de una sociología radical, de la cual CW
Mills fue el representante más famoso.

63 Blumer H,Interaccionismo simbólico, Berkeley, Prensa de la Universidad de California, 1969.

64Sobre este punto: Glaeser A., “Theory by Way of Ethnography”,Panorama. Boletín

de la Sección de Teoría de la ASA, enero de 2004, 27, 1.


sesenta y cincoBurawoy M. et al., Ethnography Unbound: Power and Resistance in

Modern Metropolis, Berkeley, University of California Press, 1991 y Global


Ethnography: Forces, Connections, and Imaginations in a Postmodern World,
Berkeley, University of California Press, 2000.
66Burawoy M., “Public Sociology”, reproducido en D. Clawson et al.,Sociología Pública

, Berkeley, Prensa de la Universidad de California,

26
Este tipo de teoría es extremadamente diferente de la de Don
Roy, quien ilustra bien el enfoque inductivo.67. Las investigaciones de
Roy forman parte de un campo problemático que es el de los
estudiantes de posguerra de la Universidad de Chicago, que toman
los cursos de EC Hughes68, en la antología de etnografías del trabajo
que allí se desarrolló a finales de los años cuarenta y principios de
los cincuenta, los trabajadores son mucho menos ambiciosos que
los de Burawoy, pero más matizados y delicados y más cercanos a la
experiencia de los trabajadores. Su principal preocupación es
describir las situaciones con cuidado y asegurarse de que avanza, a
través de una larga estancia en el campo. No pretende aconsejar a
los trabajadores cómo hacer para mejorar su condición, y mucho
menos, brindar una teoría general de la dominación y la resistencia.

Los términos de este debate no deben, sin embargo, endurecerse:


así fijados, dan puntos de referencia al investigador que, en la práctica,
reflexiona sobre cómo le llegan “datos” e “ideas”. El teoría fundamentada,
por ejemplo, combina una preocupación por un enfoque inductivo y una
preocupación por la teoría general. Strauss y Glaser son los primeros en
tematizar la cuestión de los "contextos" y "carreras" de la muerte en el
hospital69. Se preguntan, a partir de sus observaciones en San Francisco,
cómo los pacientes, sus padres, enfermeras y médicos dicen, ocultan,
sospechan o fingen ignorancia abiertamente ("cerrado", "sospechoso",
"pretensión mutua" y "conciencia abierta") información sobre el estado del
paciente. Al desagregar situaciones en "variables controlables", con fines
de "muestreo teórico" y luego "comparación continua"70, ponen de
manifiesto las similitudes y diferencias entre situaciones, y al mismo
tiempo, se dan la posibilidad de tipificarlas. El viaje de ida y vuelta entre los
datos de observación y entrevista continúa en un trabajo de codificación y
categorización sobre el corpus de datos. Strauss y Glaser construyen así
una "teoría sustancial" de las relaciones en torno al paciente que muere en
el hospital, pero también pueden extrapolar y desarrollar una "teoría
formal" de los contextos de la conciencia, explorando otros sitios de
investigación (negocios, diplomacia, familias o espionaje).

Un buen relato etnográfico no se contenta con mostrar sin


demostrar. Ofrece un análisis que es válido para este caso, pero que
aspira a ser contrastado en otros casos, no aplicando conceptos y
modelos preestablecidos, sino tomándolos como fuentes de
inspiración, perspectivas de observación o reflexión. Por lo demás, un

67Roy D.,Un sociólogo en la fábrica., Chapoulie JM, Briand J.-P. (ed.), París, La

Découverte, 2006 – que puede compararse con Burawoy M.,Consentimiento de


fabricación, Chicago, Prensa de la Universidad de Chicago, 1979.
68hughes ec,El ojo sociológico, Chicago, Aldine, 1971 (La mirada
sociológica, Chapoulie J.-M. (ed.), París, Editions de l'EHESS, 2004).
69Strauss A., Glaser B.,Conciencia de morir, Chicago, Aldin, 1965.
70 Strauss A,Análisis cualitativo para científicos sociales, Cambridge, Prensa de la Universidad
de Cambridge, 1987.

27
la investigación nunca se suspende en el vacío: es parte de un medio
y de una historia de la investigación. La cuestión de las
"interacciones", de las "carreras" de Strauss y Glaser no se inventó
de la nada: su imaginación etnográfica se nutrió de la herencia de la
sociología de Chicago, tanto de la investigación ecológica y
organizacional de Park a Hughes como de la psicología social.
inspirado en Mead. En esto, su enfoque no fue solo abductivo e
inductivo. Fue “sensibilizada” por precedentes, sin que se pueda
decir, rotundamente, que fuera deductiva.71.
Strauss y Glaser también trabajaron para el Departamento de
Enfermería (enfermería) en la Facultad de Medicina de la Universidad
de California en San Francisco. Se hicieron preguntas relacionadas con
la experiencia de los pacientes, sus familiares, médicos y enfermeras.
¿Qué variaciones puedes notar entre lo que la gente dice y hace? ¿La
enfermedad del paciente es crónica o reciente? ¿Es doloroso o no? ¿Hay
tratamiento médico? ¿El paciente se queda en el hospital o vuelve a
casa de vez en cuando? Cuál es la táctica del médico en caso de fase
terminal, decir la verdad o esconderla? ¿Está de acuerdo el personal
sobre el riesgo de muerte? ¿Los padres del paciente están informados o
no? ¿Acompañan al paciente durante su convalecencia o están en una
postura de negación? La categoría de 'contextos de conciencia' va de la
mano con la inferencia de una serie de situaciones y escenarios típicos
y el análisis de tácticas de interacción alrededor del lecho de muerte.
Tuvo consecuencias prácticas: animó a médicos y enfermeros a
reflexionar sobre esta dimensión de su actividad profesional hasta
entonces evidente, ya los directores de hospitales a crear una
organización de la institución que hiciera menos dolorosas estas
situaciones.
Sea cual sea la fórmula que elija el etnógrafo, la forma en que se
relaciona, más o menos frontal y explícitamente, con experiencias teóricas
ya establecidas, la forma en que incluye en sus procedimientos de
investigación cierto tipo de conceptos y conjeturas y la forma en que
finalmente aspira a producir análisis con pretensiones más o menos
fuertes de generalización, por lo tanto es falso decir que la etnografía es
ateórica. Es otra forma de hacer teoría, de una manera no dogmática, en
una dinámica que hace que las preguntas que hacemos sean inseparables
de los métodos que elegimos, los datos que recopilamos y los problemas
que resolvemos.

La recepción de la encuesta: un pragmatismo etnográfico


La investigación, por tanto, no termina una vez que se ha escrito y publicado
un texto etnográfico. La espiral de la investigación encuentra extensiones y

71Ver la reseña de Charmaz K., "Teoría fundamentada"enEmerson RM,


Investigación de campo contemporánea,Op. cit., pags. 335-360. Véase también
Bryant A., Charmaz K. (eds),El manual SAGE de teoría fundamentada, Thousand
Oaks, Sage, 2007.

28
desarrollos impredecibles en las actividades de difusión de sus
resultados. Continúa creciendo a partir de las peripecias de un
proceso de recepción, y de todas las operaciones de apropiación y
aplicación que de él se hacen. A veces da lugar a audiencias:
audiencias para la recepción estética de un libro o una película
etnográfica; apropiación pública de la etnografía como arma
estratégica; audiencias para la aplicación de medidas políticas,
inferidas del análisis etnográfico; crítica pública de los resultados de
las encuestas, yendo ocasionalmente tan lejos como para
rechazarlos. Puede ofrecer salidas a políticas de regulación
demográfica, urbanismo, desarrollo económico, integración
intercultural o reforma educativa: puede arrojar luz sobre la acción
pública,.
La cuestión de la recepción se plantea de varias maneras.
1. ¿Cómo presentar los resultados a los encuestados? Qué es lo que
se puede decir y que hay que esconder? ¿Cómo no causar daño entre ellos?
Esta pregunta surge en la extensión de las operaciones investigativas, donde
el investigador debe estar siempre preocupado por las consecuencias de lo
que hace y lo que dice en el campo. ¿Podemos mostrar las disfunciones de una
organización, describir los actos ilegales o inmorales cometidos por individuos,
empañar la reputación de una corporación profesional o una comunidad
étnica? ¿Debemos privilegiar a toda costa la descripción de lo que hemos
podido observar o debemos a veces abstenernos de decir demasiado? La
etnografía no es un informe de investigación, presentando un conocimiento
objetivo: como todo acto discursivo, la anticipación de las consecuencias que
producirá debe ser tenida en cuenta en el trabajo de escritura.

2. Algunos de estos problemas se enumeran por códigos


ético72, quien se comprometió a regular las prácticas etnográficas. Se han
escuchado muchas críticas. Los formularios de consentimiento informado,
destinados a informar a los encuestados sobre el significado de la
encuesta, tienen una concepción contractual de la relación entre
investigadores y encuestados, e ignoran el hecho de que una etnografía no
sabe de antemano hacia dónde va y qué busca, y que los lazos afectivos y
éticos están ligados en una dinámica temporal, en rigor impredecible. Y el
diseño diminuto de algunosjuntas de revisión institucionalpenaliza
sistemáticamente los proyectos de encuestas etnográficas, que encajan
bastante difícilmente en las redes de comprensión de los investigadores
clínicos o cuantitativos. Los códigos de ética tienen el mérito de plantear la
cuestión de los riesgos de la recepción, pero lo hacen sin considerar las
especificidades del enfoque etnográfico.
3. Un tercer punto se refiere a los informes a los patrocinadores,
patrocinadores y políticos. El etnógrafo es llamado cada vez más a
hablar en público, como experto o abogado designado, de quien uno

72Cefaï D., “¿Codificar el compromiso etnográfico? Notas sobre Consentimiento

Informado, Códigos de Ética y Comités de Ética”,la vida de las ideas, 17 de marzo


de 2009 (http://www.laviedesidees.fr/Codifier-l-engagement.html ).

29
espera información para tomar decisiones. Contribuye así al diseño de
programas de desarrollo, políticas públicas o legislación internacional.73
. Cuando da a conocer la condición de poblaciones desfavorecidas,
describe sus estilos de vida o relata sus relatos biográficos, muchas
veces lo hace en un contexto en el que apoya la defensa de sus
derechos y el pedido de reparación en su favor. Sale, pues, del ámbito
universitario, en el sentido estricto del término, para circular en
ámbitos de acción colectiva o pública. tolva de kim74, investigadora de
Nueva York, ha podido ser así perito ante los tribunales, columnista de
periódicos, defensor de los derechos de las personas sin hogar en el
escenario político, clínico colaborador de psiquiatras, asesor de
organizaciones no gubernamentales, responsable de una federación
nacional de asociaciones o editor de informes destinados a denunciar o
desarrollar políticas públicas.
Las tensiones que acabamos de mencionar brevemente son como tales
insolubles. El investigador debe perseguir el proyecto científico de establecer
hechos, documentar relaciones causales, dibujar mapas del mundo social,
informar sobre situaciones sociales. Pero no estudia colonias de paramecios:
buena parte del sentido que puede restituir mantiene una relación de
préstamo distanciado o de diálogo reflexivo con los contextos de experiencia
de los entrevistados. Esta deuda aguas arriba se duplica con una deuda aguas
abajo: la etnografía no está encerrada en sí misma, sino que se dirige a
audiencias, más o menos preocupadas, que harán algo con ella, incluidas
audiencias de lectores que no son otros que los propios encuestados. La tira
de Moebius de lo que Paul Ricœur llamó la “triple mímesis”75queda pues
cerrado. Sin que siempre sea posible lograr la simetría soñada por algunos
entre investigadores y encuestados, colocados en un pie de igualdad de
dignidad –desde la co-firma preconizada por las perspectivas dialógicas a lo
Bajtín hasta la coparticipación implementada por los proponentes de técnicas
democracia- hay que tener en cuenta las múltiples fórmulas de la sociología
pública o de la antropología implícita en las que fluye hoy la investigación
etnográfica. Sin renunciar al potencial de la investigación científica, el
etnógrafo experimenta así con nuevas formas de compromiso. Una apuesta
por la investigación que recuerda a la que preconiza el pragmatismo de John
Dewey76.

73Bensa A., Fassin D. (eds.),Políticas de encuestas. Pruebas etnográficas,


París, El descubrimiento, 2008 – cf. (http://www.laviedesidees.fr/Letravail-de-l-
alterite.html yhttp://www.laviedesidees.fr/Vers-une-anthropologiecritique.html
).
74Hopper K., “De la etnografía al compromiso. Los límites del testimonio a

favor de los sin techo”, EE, p. 473-492; y el comentario sobre la investigación


cooperativa e involucrada, reformulado desde la perspectiva del “pragmatismo
etnográfico”, EE, p. 447-472.
75 Ricoeur P.,tiempo e historia, Vuelo. 1, París, Umbral, 1983.
76Dewey J.,El público y sus problemas, Nueva York, Henry Holt, 1927; y Cefaï
D., "La experiencia etnográfica, la encuesta y sus públicos", Epílogo de
Compromiso etnográfico.

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