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Referencia Bibliográfica
Sugranyes A.,2010, El derecho a la ciudad a la Ciudad. /
Praxis de la utopía. (pp 71- 79). HIC. Santiago, Chile /
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ABSTRACT
El derecho a la Ciudad no es un derecho que se ha planteado recientemente, mas a lo contrario este
término ha sido dado por Henri Lefebvre cuando escribió "El derecho a la ciudad", tomando en
cuenta el impacto negativo de las ciudades en las economías capitalistas y que convirtió las ciudades
en mercancías al servicio de los intereses de la acumulación de capital. En oposición a este
fenómeno, Lefebvre construyó un método político para declarar la posibilidad de que la gente
pudiera volver a ser dueña de la ciudad. Frente a los efectos del neoliberalismo sobre la privatización
del espacio urbano, la comercialización urbana, las ventajas del espacio industrial y comercial, se
planteó esta visión política.
Entonces este derecho propone restaurar el sentido de la ciudad e implantar el buen vivir para todos
y hacer de la ciudad el escenario de encuentro para la construcción de la vida colectiva, construida
como producto cultural, colectivo y consecuencia política.
En la actualidad este término ha sido retomado por los diferentes movimientos sociales como una
alternativa a las condiciones de vida urbana que se nos han implantado por políticas neoliberales,
tomado como una bandera por aquellos que están en una lucha intensa contra los efectos de este
actual sistema que privatizaron los espacios públicos haciendo de la ciudad una mercancía en la que
predominan las industrias y espacios mercantiles que crean la segregación socioespacial, la barrera
existente entre ricos y pobres. Para poder desarrollar este derecho, Borja planteo tres procesos:
cultural, social y político-institucional para poder consolidar estas políticas que podrán hacerlo
concreto.
Como apoyo a estos movimientos se encuentra la Coalición Internacional del Hábitat que lucha por
la justicia social, la igualdad de género y la sostenibilidad ambiental, a su misma vez trabaja en la
defensa, la promoción y la realización de los derechos relacionados con la vivienda y la tierra tanto
en zonas rurales como urbanas y el rol del Foro Social Mundial que facilita los movimientos sociales
para seguir con la lucha por el Derecho a la Ciudad.
Un gran paso fundamental que se dio para la construcción de este fue la Carta por el Derecho a la
Ciudad hecha por diversos movimientos sociales y organizaciones comprometidos con las luchas
sociales para la creación de ciudades justas, democráticas y sustentables en donde las personas
puedan vivir con dignidad; en la que nos propone tres ejes fundamentales para la concreción de
este derecho, como ser: el ejercicio pleno de la ciudadanía, la gestión democrática de la ciudad y
por último la función social de la propiedad y de la ciudad en donde predomine el bien común.
Para concluir Ana Sugranyes nos refleja el hecho de que se construyeron “Ciudades sin ciudadanos”,
en donde hemos perdido el derecho de tener un espacio digno para desarrollarnos y poder vivir
libremente en una ciudad en donde todos contemos con un nivel de vida adecuado, para la
conquista de este derecho la autora nos propone difundir el concepto y la propuesta de cambio en
el cual para su alcance implica cambios estructurales profundos en los patrones de producción,
consumo y en las formas de apropiación de territorio.
El derecho a Ciudad se refiere a la “búsqueda de soluciones contra los efectos negativos de la
globalización, la privatización, la escasez de los recursos naturales, el aumento de la pobreza
mundial, la fragilidad ambiental y sus consecuencias para la supervivencia de la humanidad y del
planeta” (HIC-AL, 2006).

<Globalización mercantil> <Bien común> <Función social> <Gestión democrática> <Buen vivir>

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