Está en la página 1de 1

Por la fe hicieron los Santos maravillas, sufrieron persecuciones, practicaron virtudes

excelentes, y padecieron con heróica constancia todo género de adversidades. Y bien, ¿no
tenemos nosotros la misma fe? ¿no profesamos La misma religión? Pues, ¿en qué consiste
que seamos tan poco parecidos a ellos? ¿en qué consiste que imitemos tan poco sus
ejemplos? Siguiendo un camino enteramente opuesto al que los Santos siguieron, ¿nos
podemos racionalmente lisonjear de que llegaremos al mismo término? Una de dos, o los
Santos hicieron demasiado, o nosotros no hacemos lo bastante para ser lo que ellos fueron.
¿Nos atreveremos a decir que los Santos hicieron demasiado para conseguir el cielo, para
merecer la gloria, y para lograr la eterna felicidad que están gozando? Muy de otra manera
discurrían ellos de lo que nosotros discurrimos; en la hora de la muerte, en aquel momento
decisivo en que se miran las cosas como son, y en que de todas se hace el juicio que se debe,
ninguno se arrepintió de haber hecho mucho, todos quisieran haber hecho mas, y no pocos
temieron no haber hecho lo bastante.

También podría gustarte