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INTRODUCCIÓN

El presente curso virtual tiene como objetivos desarrollar el módulo titulado “Los
mecanismos de investigación criminal”, dentro del contexto de la implementación
del Código Procesal Penal de 2004.

El primer tema trata acerca del modelo del nuevo Código Procesal Penal. En este,
se destaca el sistema acusatorio y sus virtudes, así como las líneas rectoras que
sustentan este nuevo modelo procesal penal. En ese sentido, resulta relevante
comentar la distribución de los roles que se ha asignado para cada operador
jurídico: policía, fiscal, juez y defensa.

El segundo tema se relaciona con la investigación de los delitos, lo cual tiene que
ver con el proceso común que se ha incorporado en el proceso penal. Aquí, es
importante detenerse en la primera etapa del proceso, a saber, la investigación
preparatoria. Esta se desdobla en una primera fase denominada “diligencias
preliminares” y una segunda fase llamada “investigación preparatoria formalizada”,
donde destacan aspectos como la escena del delito, la cadena de custodia, entre
otros.

El tercer tema aborda el plan metodológico de investigación que se debe realizar


cuando se tiene una denuncia o una noticia criminal con el fin de diseñar la
estrategia de investigación en procura de un debido esclarecimiento de los hechos
y decidir adecuadamente. En este rubro, se esbozarán algunos conceptos de la
investigación científica, la psicología forense y la criminalística.

El tema cuatro desarrolla lo relacionado con los medios de prueba, un asunto un


tanto más complejo que los anteriores. En dicho acápite, se explica una serie de
conceptos relacionados a la prueba, tales como elementos de prueba, valoración
de la prueba, órgano de prueba, entre otros. Asimismo, dentro de los medios de
prueba, se explicará en qué consiste la confesión, la pericia, el testimonio, el careo
y la prueba documental.

Finalmente, el quinto tema trata acerca de la búsqueda de pruebas. En este punto,


también se aborda la definición de la prueba anticipada, la prueba preconstituida,
la prueba ilegal, así como los actos de aportación de hechos.

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ORGANIZACIÓN DEL MÓDULO

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Tema 1

La reforma procesal penal en el Perú


constituye, esencialmente, una respuesta
coherente y sistemática frente a la
impostergable necesidad de adaptar el
sistema de justicia penal a los requerimientos
de la sociedad actual.

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1.1 El Sistema Acusatorio en el Nuevo Código Procesal Penal
(NCPP)

Este nuevo Código Procesal Penal viene aplicándose en los siguientes distritos judiciales:

Huaura, desde el 1 de julio de 2006.

La Libertad, desde el 1 de abril de 2007.

Tacna y Moquegua, desde el 1 de abril de 2008.

Arequipa, desde el 1 de octubre de 2008.

Tumbes, Piura y Lambayeque, desde el 1 de abril de 2009.

Cuzco, Puno y Madre de Dios, desde el 1 de octubre de 2009.

Ica y Cañete, desde el 1 de diciembre de 2009.

Amazonas, San Martín y Cajamarca, desde el 1 de abril de 2010.

En la Exposición de Motivos del Anteproyecto de Código Procesal Penal de abril de 2004,


se señala que “Son varias las razones que justifican que nuestro país cuente con un nuevo
Código Procesal Penal. Desde un punto de vista del derecho comparado, casi todos los
países de nuestra región cuentan hace ya algunos años con códigos de proceso penal
modernos; es el caso de Argentina, Paraguay, Chile, Bolivia, Venezuela, Colombia, Costa
Rica, Honduras, El Salvador y Ecuador”.

8
Tenga en cuenta

“Esta tendencia en la legislación comparada tiene su razón de ser en la necesidad de


que los países de este lado del continente adecuen su legislación a los estándares
mínimos que establecen los Tratados Internacionales de Derechos Humanos
(Declaración Universal de los Derechos Humanos, Convención Americana de
Derechos Humanos y Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos)”.

De allí que Víctor CUBAS VILLANUEVA sostenga que son varias las razones que justifican que
nuestro país cuente con un nuevo Código Procesal Penal. 1 Dentro de estas, destacan tres:

a) Desde el punto de vista del derecho comparado, casi todos los países de nuestra región
cuentan hace ya algunos años con códigos de proceso penal modernos; es el caso de
Argentina, Bolivia, Colombia, Costa Rica, Chile, Ecuador, El Salvador, Guatemala,
Honduras, Paraguay y Venezuela. La mayoría ha incorporado en su sistema procesal penal
el acusatorio con algunas variantes propias de cada país.

b) La necesidad de adecuar la legislación a los estándares mínimos que establecen los


Tratados Internacionales de Derechos Humanos (Declaración Universal de los Derechos
Humanos, Convención Americana de Derechos Humanos y Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos) y a las normas contenidas en la Constitución Política del
Estado, que otorgan la titularidad de la persecución penal al Ministerio Público.

Dichos organismos han venido, desde hace muchos años, incorporando una serie de
principios, derechos y garantías en sus decisiones que, además, son vinculantes en los
países que han suscrito los tratados o convenciones sobre esta materia, de la que no es
ajeno nuestro país.

c) La imperiosa necesidad de organizar toda la normatividad procesal en un cuerpo único


y sistemático bajo la lógica de un mismo modelo de persecución penal. Este necesidad
implica no solo que haya una aplicabilidad efectiva de las norma procesales sin riesgo de
sustentar alguna norma que haya sido ya derogada o modificada, como suele a veces
suceder frente a la gran variedad de modificaciones que ocurre constantemente. De ese
modo, con una norma procesal clara y única, su aplicabilidad favorece a los operadores
jurídicos.

1CUBAS VILLANUEVA, Víctor. Apuntes sobre el nuevo Código Procesal Penal. El nuevo proceso penal. Lima:
Palestra, 2004, p. 7.

9
Desde nuestro punto de vista, queremos agregar una razón más a las ya expuestas y que
creemos que es también importante. Se trata de que, con la incorporación a nuestro
sistema penal del sistema acusatorio, con sus bondades y defectos, el modelo procesal
penal introduce y respeta los principios procesales que tanto se pregona.

Idea importante

Era inevitable insertar este sistema; de lo contrario, el colapso en la justicia penal


peruana se agudizaría. Ahora depende de los operadores de justicia penal para que
esto funcione: el juez debe controlar que se respeten las garantías y derechos de los
sujetos procesales, el fiscal debe controlar y conducir el trabajo policial, y la defensa
debe estar a la expectativa del cumplimiento del debido proceso.

La característica fundamental del enjuiciamiento acusatorio reside en la división de los poderes


ejercidos en el proceso: por un lado, el acusador, quien persigue penalmente y ejerce el poder
requirente; por el otro, el imputado, quien puede resistir la imputación, ejerciendo el derecho de
defenderse; y, finalmente, el tribunal, que tiene en sus manos el poder de decidir. Todos estos poderes
se vinculan y condicionan unos a otros: su principio fundamental, que le da nombre al sistema, se
afirma en la exigencia de que la actuación de un tribunal para decidir el pleito y los límites de su
decisión están condicionados, por una parte, al reclamo (acción) de un acusador y al contenido de ese
reclamo (nemo iudex sine actore y ne procedat iudex ex officio), y, por otra, a la posibilidad de
2
resistencia del imputado frente a la imputación que se le atribuye.

El maestro José Ignacio CAFFERATA NORES ilustra muy acertadamente que el proceso
penal, y, por cierto, el derecho penal, se encuentra íntimamente relacionado con el
modelo político en el que se exterioriza y con el sistema de valores que nutre a este. 3 Según
sea el papel que una sociedad le asigne al Estado, el valor que reconozca al individuo y la
regulación que exista de las relaciones entre ambos, será el concepto que desarrolle de
delito (desobediencia a castigar, conflicto humano a solucionar o redefinir) y el tipo de
proceso que se admita.

En el decurso de la historia, la primacía de aquel dio lugar a un paradigma llamado


“inquisitivo”. Por su parte, la primacía del individuo ha dado lugar a otro paradigma,
denominado “acusatorio”. Y, pensando en la conveniencia de lograr una síntesis entre las
virtudes de ambos, se desarrolló el proceso penal llamado mixto o, con mayor precisión,
“inquisitivo mitigado”.

2 MAIER, Julio B. J. Derecho procesal penal. Buenos Aires: Editores del Puerto, 2002, t. I, p. 444.
3CAFFERATA NORES, José Ignacio. Cuestiones actuales sobre el proceso penal. Buenos Aires: Editores del
Puerto, 1998, p. 3.

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Ni en el pasado ni en la actualidad es posible encontrar a alguno de aquellos paradigmas
procesales en estado “químicamente puro” (todos son algo “mixtos”). Sin embargo, será
útil intentar poner de manifiesto los rasgos más característicos de cada uno para facilitar la
comprensión de muchas de las instituciones del proceso penal “mixto” de nuestros días y
de las actitudes oficiales —y aun sociales— frente al fenómeno delictivo. En realidad, el
“inquisitivo” y el “acusatorio” son bastante más que simples modelos procesales; de hecho,
encarnan y representan manifestaciones abiertas o encubiertas de una cultura, pues
expresan una determinada escala de valores vigente en una sociedad, en un momento o
en un período histórico determinado.

Se puede explicitar que los sistemas procesales son producto de la evolución de los
pueblos y del grado de madurez política. Por consiguiente, las modificaciones que estos
sistemas han venido sufriendo a través de la historia se deben a las transformaciones que
han venido experimentado también las instituciones políticas del Estado, lo cual se debe a
la norma en que aparecieron y la vigencia que han tenido dentro del devenir de la historia
de la humanidad.

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Tenga en cuenta

Las notas principales que sugieren este sistema son:

• La persecución del delito no la inicia el juez, queda al libre albedrío de la


persona perjudicada o sus parientes. Posteriormente, correspondió también a
los ciudadanos, con la incorporación de la acción popular. En la actualidad al
existir el Ministerio Público, es el que asume la persecución del delito.

• El proceso queda abierto y continua, a pesar de que el perjudicado abandone


la acción. En los casos de ejercicio público, el fiscal lo hace suyo y lo continúa.
No obstante, los sujetos procesales tienen un rol protagónico con la aportación
de pruebas, pues el juez carece de libertad de investigación así como para la
selección de pruebas, por lo que solo le resta el examen de las pruebas
alegadas en la acusación.

• Los principios básicos de este sistema son la publicidad, la oralidad y la


contradicción. El proceso consiste, en lo sustancial, en un debate público, oral,
continuo y contradictorio. El juez que va a resolver percibe los medios de
prueba, los fundamentos y las pretensiones que ambas partes introducen y
resuelven según estos elementos.

• En la valoración de la prueba, impera el sistema de la íntima convicción, según


la cual los jueces deciden votando, sin sujeción a regla alguna que establezca
el valor probatorio de los medios de prueba. Así, la sentencia es el resultado del
escrutinio de los votos de una mayoría determinada o de la unanimidad de los
jueces.

• Con relación al acusado, es considerado como sujeto de derechos y no como


objeto del proceso. Está ubicado en una posición de igualdad con el acusador,
cuya situación jurídica durante el proceso no varía decididamente hasta la
condena; se admite la posibilidad excepcional de privar al imputado de su
libertad.

• La jurisdicción en este sistema corresponde a un tribunal o a un cuerpo


colegiado, que es órgano del Estado.

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A continuación, le ofrecemos un cuadro comparativo entre los principales sistemas: el
inquisitivo y el acusatorio.

Diferencias

Inquisitivo Acusatorio

1. Acumulación de funciones. 1. Separación de funciones.

2. Inmediación judicial en todo el 2. Inmediación judicial en el debate


proceso. oral.

3. Escriturismo. 3. Oralidad.

4. Formalismo, ritualismo. 4. Flexibilidad, formalidades.

5. Secreto. 5. Publicidad.

6. Contradicción durante todo el 6. Contradicción a partir de una


proceso. acusación.

7. Sistema de prueba de tarifa legal e 7. Sistema de libertad de prueba y de


íntima convicción. libre convicción.

8. Detención, regla general. 8. Libertad, regla general.

9. Imputado como objeto del 9. Acusado como sujeto de


proceso. derechos.

10. Objeto del proceso: imponer una 10. Objeto del proceso: solucionar
pena. conflicto.

11. El juez procede de oficio. 11. El fiscal inicia la investigación.

12. El juez dirige la investigación. 12. El fiscal y la policía investigan.

13. El juez decreta pruebas de oficio. 13. El fiscal y las partes aportan
pruebas.
14. Dejar constancia, sistema de
desconfianza. 14. Solo tienen razón si garantizan
debido proceso.
15. Juez falla sobre la base del
expediente. 15. Juez falla lo realizado en público.

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1.2 Líneas rectoras del nuevo sistema procesal

El nuevo modelo procesal, así como sus instituciones, se edifican sobre la base del modelo
acusatorio, cuyas grandes líneas rectoras a considerarse, tal como lo muestra el gráfico,
son las siguientes.

a) La determinación de los roles: separación de funciones de investigación y de


juzgamiento, así como de la defensa
La distribución de este trabajo en el sistema de justicia penal era impostergable, no
solo por el fundamento constitucional, sino porque era la única forma de hacerlo
operativo en la práctica y que esto obtenga un resultado eficaz, en cumplimiento del
principio de la imparcialidad, ya que si el Fiscal es el titular del ejercicio de la acción
penal pública y a quien se encomienda también la carga de la prueba, quién mejor
que él como el más indicado para plantear la estrategia de investigación y
desarrollarla conjuntamente con la policía al formular sus hipótesis y conclusiones al
conocimiento de una noticia criminal.

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Es interesante, profundizando en este ítem, lo expresado por Raúl Eduardo NÚÑEZ
OJEDA acerca de que la existencia de la investigación preliminar a cargo del
Ministerio Público solo es posible en el marco de un sistema penal inspirado en el
principio acusatorio.

El sistema penal acusatorio surge como consecuencia necesaria de la adopción


de aquella forma de enjuiciamiento: al separar definitivamente la función
requeriente de la persona del juez, encomendándosele al Ministerio Público,
como órgano natural para ejercer la pretensión represiva, resulta claro que la
tarea preliminar al eventual ejercicio de la acción penal debe quedar en manos
del mismo órgano requeriente.

b) Papel o rol fundamental del Ministerio Público


En el trabajo desarrollado y elaborado por el Ministerio Público, que fuera preparado
silenciosamente por un equipo de fiscales bajo la presidencia de la Fiscal Suprema,
Gladys Echaíz Ramos, se señala expresamente que, en su nuevo rol, la figura del fiscal
se fortalece. 5

Idea importante

El fiscal asume una acción protagónica como director de la investigación, que


liderará trabajando en equipo con sus fiscales adjuntos y la policía, diseñando
las estrategias a ser aplicadas para la formación del caso y, cuando así
corresponda, someterlo a la autoridad jurisdiccional. Esta nueva actitud conlleva
a que, en el proceso, ya no se repitan las diligencias.

El nuevo despacho fiscal toma elementos del modelo corporativo de trabajo, el cual
permite la gestión e interacción de sus actores, al incluir criterios importantes para el
control y seguimiento de sus servicios, y al recoger, así, la valiosa experiencia de varios
años de funcionamiento del Ministerio Público en el Perú en la formulación de una
propuesta acorde con nuestra realidad, considerando la diversidad geográfica y
multicultural del país.

4 NÚÑEZ OJEDA, Raúl Eduardo. “La instrucción del Ministerio Público o fiscal. Un estudio comparado entre la
situación de Chile y España”. Doctrina y Jurisprudencia Penales. Lima, n.o 1, 2000, p. 252.
5MINISTERIO PÚBLICO. Propuesta del Ministerio Público para la implementación del nuevo Código Procesal
Penal. Diseño del nuevo sistema de gestión fiscal. Lima: Universidad Alas Peruanas, 2005, p. 34.

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Tenga en cuenta

Este código otorga a todos los operadores jurídicos una serie de funciones y
consideramos que al Fiscal le facilita la posibilidad de efectuar una
racionalización en el tratamiento de los casos que ingresan al Ministerio Público,
siempre, por cierto, aplicada con arreglo a la ley y respetando los derechos que
le son inherentes a los sujetos procesales.

De ahí que todos los fiscales deben unificar, en cierta medida, sus criterios para que
uno más que otro no se convierta en una especie de isla en medio de los demás.

c) Función del juez (control de garantías de los derechos fundamentales de los sujetos
procesales)
Efectivamente, el nuevo Código Procesal Penal le encomienda al juez de la
investigación preparatoria el control de la investigación realizada por el fiscal y la
policía, esto es, que se cumplan con los plazos y el tratamiento de los sujetos
procesales de acuerdo a las normas establecidas. De modo que la víctima o
imputado que cree se han vulnerado sus derechos procesales en la investigación,
cuya dirección le compete al fiscal, puede acudir al juez para que proceda de
acuerdo a ley.

En este punto, es interesante mencionar lo advertido por el profesor español Manuel


MIRANDA ESTRAMPES: el ejercicio de las funciones del juez no debe limitarse a
convalidar formalmente las solicitudes del Ministerio Público, sino que debe asumir un
papel activo en defensa de los derechos del imputado y de las demás partes. 6

El juez de la investigación preparatoria no puede convertirse en un simple juez


estampillador. El control judicial de la investigación llevada a cabo por el fiscal debe
ser efectivo para que realmente cumpla con la función de garantía que tiene
encomendada y para que el nuevo sistema procesal sea operativo.

d) El proceso penal común se divide en tres fases: investigación preparatoria, etapa


intermedia y juzgamiento
La primera fase la conduce el Ministerio Público; la segunda, el juez de la investigación
preparatoria; y la tercera, el juez penal (juez unipersonal o colegiado). Este modelo de
proceso penal, llamado común, es el proceso tipo que contempla el Código Procesal
Penal.

e) El fiscal puede requerir las medidas coercitivas


A diferencia del anterior sistema procesal, en el sistema acusatorio que imprime este
nuevo Código Procesal Penal, se concede al Ministerio Público a requerir las medidas

6MIRANDA ESTRAMPES, Manuel. “El juez de garantías vs. El juez de instrucción en el sistema procesal penal
acusatorio”. Revista Peruana de Ciencias Penales. Lima, n.o 17, 2005, p. 456.

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coercitivas, sean estas personales o reales. De este modo, cuando el fiscal considere
que es necesario, en una investigación, imponer una medida coercitiva, lo requerirá al
juez. Entonces, esta facultad debe manejarla con mucha cautela y cuidado el fiscal,
porque lo que solicite afectará el derecho y bienes jurídicos importantes para la
persona que se va afectar, por ello se debe actuar con razonabilidad y
proporcionalidad.

f) El juzgamiento se desarrolla conforme a los principios de contradicción e igualdad


procesal
Esta fase la conduce el juez y permite que el Fiscal sustente su acusación, así como la
defensa pueda contradecir dicho argumento en un plano de igualdad procesal, con
lo cual se equilibra la balanza al demostrar el juzgador su absoluto respeto y
cumplimiento al principio de la imparcialidad.

Manuel JAÉN VALLEJO explica que, aparte de la oralidad e inmediación, el principio


de contradicción, inherente al derecho de defensa, es otro principio esencial en la
práctica de la prueba, al permitir a la defensa precisamente contradecir la prueba. 7

El profesor Florencio MIXÁN MAS ha señalado que el contradictorio en audiencia se


concreta —entre otras modalidades— poniendo en conocimiento de los demás
sujetos procesales el pedido o medio de prueba presentado por alguno de ellos. 8 Por
ejemplo, la oportuna y eficaz práctica del principio del contradictorio entre el
acusador y el acusado hace necesario que este tenga un defensor versado en las
ciencias penales, para que le oriente adecuadamente durante la audiencia y pueda
contraponer argumentos técnico-jurídicos a los que esgrima el acusador.

Kai AMBOS ha referido que, según la concepción moderna, la igualdad de armas


exige que las partes puedan presentar el caso bajo condiciones que no impliquen
ninguna posición desventajosa respecto de la contraparte. Ello depende tanto de la
apariencia exterior como de la elevada sensibilidad respecto de una equitativa
administración de justicia. 9

g) La oralidad es la esencia misma del juzgamiento


Esta garantía de la oralidad permite que los juicios se realicen con inmediación y
publicidad. Alberto M. BINDER expone que la oralidad es un mecanismo previsto para
garantizar ciertos principios básicos del juicio penal. La oralidad representa,
fundamentalmente, un medio de comunicación: la utilización de la palabra hablada,
no escrita, como medio de comunicación entre las partes y el juez, y como medio de
expresión de los diferentes órganos de prueba. 10

7JAÉN VALLEJO, Manuel. Los principios de la prueba en el proceso penal. Bogota: Universidad Externado de
Colombia, 2000, p. 21.
8 MIXÁN MAS, Florencio. Juicio oral. Trujillo: Ediciones BLG, 1996, p. 99.
9 AMBOS, Kai. Principios del proceso penal europeo. Bogotá: Universidad Externado de Colombia, 2005, p. 67.
10 BINDER, Alberto M. Introducción al derecho procesal penal. Buenos Aires: Editorial Ad Hoc, 1993, pp.100-101.

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Tenga en cuenta

Todas las decisiones que adopten los órganos jurisdiccionales del nuevo modelo
se basarán en lo que escuchen e informen cada parte. Estas decisiones serán
públicas e inmediatas. De ahí que la litigación oral debe ser construida y
aprehendida por quienes deben sustentar sus pretensiones en audiencia.

h) La libertad del imputado es la regla durante todo el proceso, siendo la excepción la


privación de la libertad del imputado
En el marco de un auténtico Estado de derecho, la privación de la libertad
ambulatoria anterior a la sentencia condenatoria solo puede revestir carácter
excepcional. Junto al derecho a la presunción de inocencia y como lógica
consecuencia de este, aparece que la prisión preventiva debe regirse por el principio
de excepcionalidad. A la vez, la excepcionalidad emerge de la combinación entre el
derecho a la libertad y la prohibición de aplicar una pena que elimine totalmente
dicho derecho. 11

Tenga en cuenta

Esta propuesta de considerar como regla general la libertad del imputado ha


generado una serie de críticas, sobre todo de parte del sector policial y, por qué
no decirlo, de algún sector de la ciudadanía, a partir del argumento de la
seguridad ciudadana. Creemos que, luego de un tiempo, se tiene que realizar
un balance con respecto a este tema, y evaluar las ventajas y desventajas que
ello trae, y, de ser el caso, se deben de hacer algunos ajustes al respecto.

i) Diligencias irrepetibles
Con el nuevo modelo, no se permite la repetición de diligencias que ya han sido
realizadas con anterioridad, y, excepcionalmente, es permitido cuando las razones así
lo justifican. Esto es cuando surja algún dato posterior y tenga que aclararse ese dato,
o porque se tenga que subsanar un grave defecto en la actuación previa.

11 REÁTEGUI SÁNCHEZ, James. En busca de la prisión preventiva. Lima: Jurista Editores, 2006, p. 153.

18
Tenga en cuenta

En el sistema anterior, había toda una repetición de diligencias: desde la


manifestación policial, la indagación fiscal e instructiva, tratándose del
imputado, y que llegaba su declaración hasta el juicio oral, en un proceso penal
ordinario. Esto dificultaba una real aplicación de la justicia, toda vez que
pasaban muchos meses y, en cierta modo, el imputado o agraviado incluso
olvidaba algunos detalles de lo que había ocurrido en el hecho investigado.

j) La reserva y el secreto en la investigación


Entendemos como reserva de la investigación el mantenimiento en la esfera particular
de los sujetos procesales del contenido de la investigación, con exclusión de los demás
que no son considerados como sujetos procesales.

El secreto de la investigación, por otro lado, significa el desconocimiento de una


diligencia o documento de la investigación de los sujetos procesales por un tiempo
prudencial. 12

k) Nueva organización y funciones de los jueces y fiscales


Este nuevo modelo, implementado por el Código Procesal Penal, ha modificado
sustancialmente la estructura, organización y funciones del sistema de justicia penal.
Así, la Fiscalía de la Nación ha incorporado la fiscalía corporativa como la figura del
fiscal coordinador. Ocurre lo mismo en el Poder Judicial con los jueces de la
investigación preparatoria, unipersonal y colegiado.

12 ROSAS YATACO, Jorge. Derecho procesal penal. Lima: Edigraber, 2005, p. 559.

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1.3 Rol fundamental del Ministerio Público

Siguiendo las enseñanzas del profesor chileno Mauricio DUCE, describiremos la siguiente
problemática. 13

a) Colaboración en forma decisiva para la abolición del sistema inquisitivo:


En una importante medida, la sobrevivencia del sistema inquisitivo se explica por la
falta de transformación de la etapa de instrucción criminal, la cual constituye el
corazón del sistema. A decir de Alberto Binder, una contribución fundamental del
Ministerio Público para lograr la abolición de la manera inquisitiva de ejercer el poder
penal es por medio del desmantelamiento de la estructura del actual sumario criminal
o etapa de investigación; esto debiera llevar a recuperar la centralidad del juicio oral
y, consiguientemente, a la reestructuración completa del sistema. Este objetivo se
logra mediante la desformalización de la etapa de instrucción y la liberación de la
responsabilidad persecutoria del juez que interviene durante la investigación. En
efecto, el papel que debe desempeñar el fiscal es fundamental para el cambio de
mentalidad y funcional acorde al nuevo modelo.

b) Constituirse en el motor que impulsa el trabajo medular del nuevo sistema


La lógica del nuevo sistema opera sobre la base de la idea de que una institución
fuerte estará a cargo de conducir la investigación, formular cargos en contra de los
acusados y representar a la sociedad en los juicios orales. Este nuevo modelo requiere
que el Ministerio Público asuma un ritmo de trabajo del sistema para que este funcione

13DUCE, Mauricio. “El Ministerio Público en la reforma procesal penal en América Latina: visión general
acerca del estado de los cambios”. Vista Fiscal. Lima, n.o 3, 2005, pp. 9 y ss.

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óptimamente. De allí que el Ministerio Público se convierte en una especie de motor
del nuevo sistema. Hay dos áreas:

♦ Es una institución clave para desformalizar la etapa de investigación criminal, lo


que ha demostrado ser uno de los aspectos más deficitarios del modelo
inquisitivo vigente antes de la reforma en la mayoría de los países de la región.
Esta etapa era burocrática, ritualista y excesivamente formalizada. El nuevo
sistema requiere que el Ministerio Público sea capaz de dinamizar el proceso de
investigación criminal dotándolo de mayor flexibilidad, desarrollando trabajo en
equipos multidisciplinarios, coordinando más eficientemente el trabajo policial,
en fin, constituyéndose en un puente de comunicación entre el mundo de la
actividad policial y el trabajo judicial dinámico. El fiscal del nuevo modelo tiene
que ser dinámico y flexible en su actuación, diseñando su estrategia de
investigación desde el inicio del conocimiento del hecho, para lo cual podrá
constituirse en el lugar de ocurrencia para tener un conocimiento cabal del
suceso y tomar las decisiones adecuadas.

♦ La actuación del Ministerio Público es fundamental para el diseño de una política


de control de la carga del trabajo que no solo posibilite a la institución funcionar
dentro de parámetros de eficiencia y calidad óptimos, sino también al sistema
de justicia criminal en su conjunto. El Ministerio Público es la institución que
dispone de las herramientas idóneas para establecer una política de este tipo y
superar así uno de los males endémicos de la justicia criminal en Latinoamérica:
la sobrecarga de trabajo de sus distintos operadores.

Idea importante

Por las razones expuestas, en la mayoría de los procesos de reforma, se han


entregado importantes facultades a los fiscales para que no ejerzan la
acción penal y recurran, en cambio, a diversas manifestaciones del principio
de oportunidad, a salidas alternativas del sistema (acuerdos reparatorios,
terminación anticipada) y la aplicación de mecanismos de simplificación
procesal (proceso inmediato, colaboración eficaz, etc.).

En efecto, el Código Procesal Penal ofrece una serie de mecanismos procesales


al fiscal para contribuir a la descarga procesal, lo cual le permite decidir en los
casos tempranamente.

c) Asumir el liderazgo en la promoción y protección de los intereses de las víctimas


La víctima, actor tradicionalmente olvidado en la configuración de los sistemas
inquisitivos, adquiere un nuevo protagonismo con los procesos de reforma traducidos
en la consagración normativa de un conjunto de derechos a su favor, buena parte de
los cuales deben ser articulados por el Ministerio Público, quien asume la obligación de
promoverlos y tutelarlos. Entre ellos, se incluyen derechos tales como el derecho a la

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información, reparación, protección y asistencia. En efecto, el testigo, para el Fiscal, es
sumamente importante en un juicio oral.

Los problemas más importantes que se han advertido se ubican en la


investigación preparatoria, toda vez que en esta etapa es donde se tiene
contacto directo con la víctima y el testigo, quienes ofrecen la información para
esclarecer el hecho, y donde merece otorgar las medidas de protección,
porque de lo contrario, podría peligrar no solo la integridad física o la vida de
ellos, sino también de la propia investigación.

Idea importante

Los fiscales deben entender y aprehender este nuevo sistema procesal penal,
que involucra, en primer lugar, un cambio de mentalidad (de la inquisitiva a la
acusatoria) y, en segundo lugar, un cambio de actitud (corporativización).

Bien señala el profesor Pablo SÁNCHEZ VELARDE que se debe tomar conciencia de
que la reforma de la justicia, sobre todo la penal, además de requerir un cambio de
mentalidad, necesita ser asumido como un problema cultural. 14

El sentido de la corporativización implica que los fiscales deben asumir su rol en dicho
sentido, esto es, compartir el trabajo, las preocupaciones, las inquietudes y las
responsabilidades, en suma, un trabajo en equipo, dejando de lado el equivocado
concepto de que uno es “dueño” de su despacho y jefe único de las personas a su
cargo, así como conocedor único e insustituible de los casos asignados. Esta
corporativización tiene sentido también si se llega a una standarización de las
decisiones fiscales, esto es, si se unifican criterios.

Para ello, es necesaria la reunión plenaria periódica donde se debatan y


analicen temas y casos. Luego de ello, deben realizarse las reuniones con los
jueces, policía y abogados defensores, en procura de una mejor operatividad
del Código Procesal Penal.

Finalmente, en los fiscales, debe haber un cambio de actitud frente a los otros
operadores de justicia penal, sobre todo con la policía, ya que de la relación que se
establezca entre ambos dependerá el éxito o fracaso de una investigación.

14 SÁNCHEZ VELARDE, Pablo. Manual de derecho procesal penal. Lima: Idemsa , 2004, p. 235.

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Tenga en cuenta

Las atribuciones del fiscal, según el nuevo Código Procesal Penal son:

• Actúa en el proceso penal con independencia de criterio. Adecua sus


actos a un criterio objetivo, para lo cual se rige únicamente por la
Constitución y la ley.

• Tiene a su cargo la investigación preparatoria. Practica u ordena practicar


los actos de investigación que correspondan, indagando no solo en las
circunstancias que permitan comprobar la imputación, sino también las
que sirvan para eximir o atenuar la responsabilidad del imputado.

• Solicita al juez las medidas que considere necesarias cuando corresponda


hacerlo (por ejemplo, las medidas coercitivas, sean estas personales o
reales).

• Interviene permanentemente en todo el desarrollo del proceso. Tiene


legitimación para interponer los recursos y medios de impugnación que la
ley establece.

• Está obligado a apartarse del conocimiento de una investigación o


proceso cuando esté incurso en las causales de inhibición establecidas en
el artículo 53°.

• Para la práctica de los actos de investigación, puede requerir la


colaboración de las autoridades y funcionarios públicos, quienes lo harán
en el ámbito de sus respectivas competencias y cumplirán los
requerimientos o pedidos de informes que se realicen conforme a ley.

• Podrá disponer las medidas razonables y necesarias para proteger y aislar


indicios materiales en los lugares donde se investigue un delito con el fin de
evitar la desaparición o destrucción de estos. Para este cometido, el fiscal
se ha presentado antes en el lugar de los hechos.

• Formulará disposiciones y requerimientos fundamentados, y providencias.

• Procederá oralmente en la audiencia y en los debates, y por escrito en los


demás casos.

• En caso de inconcurrencia a una citación debidamente notificada bajo


apercibimiento, el Ministerio Público dispondrá la conducción compulsiva
del omiso por la Policía Nacional.

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Otros agentes sociales también involucrados son:

1.4 Poder Judicial


Corresponde, en esta etapa, al juez de la investigación preparatoria realizar, a
requerimiento del fiscal o a solicitud de las demás partes, los actos procesales que
expresamente autoriza el Código Procesal Penal.

El juez de la investigación preparatoria, enunciativamente, está facultado para:


 Autorizar la constitución de las partes.
 Pronunciarse sobre las medidas limitativas de derechos que requieran orden judicial y
—cuando corresponda— las medidas de protección.
 Resolver excepciones, cuestiones previas y prejudiciales.
 Realizar los actos de prueba anticipada.
 Controlar el cumplimiento del plazo en las condiciones fijadas en este código.

Es parte de su tarea superar algunos rasgos de la tradición inquisitiva e insertarse en este


nuevo molde procesal, asumiendo su rol de fallo y de control de las garantías procesales
fundamentales. El juez debe entender que ya no es más el “amo y señor” de la
investigación, y que existe un organismo autónomo e independiente como el Ministerio
Público que ha sido creado y encargado, entre otros, para la investigación.

Bien anota Pablo TALAVERA ELGUERA que una de las características de la asunción de un
modelo acusatorio o adversativo es el abandono del juez como órgano de investigación,
el cual deja de concentrar en su persona las funciones de averiguación y las de decisión
sobre medidas restrictivas o limitativas de derechos. 15

15 TALAVERA ELGUERA, Pablo. El nuevo Código Procesal Penal. Lima: Editorial Grijley, 2004, p. 12.

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1.5 Policía Nacional
En el personal policial incide la falta de apoyo presupuestario, logístico, personal humano y
tecnológico.

No obstante, la policía debe incorporarse al nuevo modelo procesal penal, pues el éxito o
fracaso de una investigación depende de la relación o binomio policía-fiscal, y ambos
deben estar compenetrados con este sistema de justicia penal.

Tal como expone Lorena GAMERO CALERO, el complejo escenario ofrecido hasta el
momento por el modelo inquisitivo varía sustancialmente con la vigencia del nuevo
Código Procesal Penal, puesto que se confiere, por un lado, el monopolio del ejercicio de
la acción penal al Ministerio Público y, por otro lado, se le permite al fiscal asumir, en
términos fácticos, la dirección funcional de la investigación en la denominada etapa
preparatoria. 16

De esta manera, se establece claramente que la policía constituye un auxiliar —en función
judicial— importante para la labor del Ministerio Público en la definición y ejecución de
estrategias de la investigación del delito.

1.6 Defensa
En cuanto a la “defensa de oficio”, debemos mencionar la falta de apoyo logístico en
cuanto a la comunicación y desplazamiento en horas de la noche, así como incremento
de personal.

Respecto a la “defensa privada”, es necesaria una capacitación gremial, así como en


forma conjunta con los demás operadores judiciales del sistema penal.

Los abogados también deben cambiar de mentalidad e insertarse en este modelo


acusatorio, porque depende de la asesoría que brinden a sus patrocinados y de la
orientación legal que proporcionen el poder terminar rápidamente un caso
determinado.

El abogado no puede ni debe mirar al policía y al fiscal como un “enemigo” y, por su


parte, la policía y el fiscal tampoco deben concebir la labor del abogado como la de
aquel que viene a entorpecer la investigación. Por el contrario, todos los operadores de
justicia penal deben cumplir con su rol y, de no hacerlo así, debe advertirse para que se
tomen las medidas del caso.

16GAMERO CALERO, Lorena. “La Policía Nacional y la conducción de la investigación del delito”. Actualidad
Jurídica. Lima, n.o 140, p.105.

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Idea importante

El cambio de mentalidad es importante para que el NCPP se aplique eficiente y


efectivamente.

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