Está en la página 1de 143

Marxismo, revisionismo y nacionalismo

en América Latina y el Caribe


Una mirada histórica

Marcel Roo
Agradezco profundamente a Reinaldo Bolívar, director del
Centro de Estudios Latinoamericanos y Caribeños, por su
amable prólogo; a Roberto Torres, coordinador docente de esta
institución por sus sabios comentarios que enriquecieron el
contenido del libro. A mi compañera Orietta, solidaria como
nadie en toda circunstancia, a mis hijos Marcel y Francisco, a mi
hermana Neddy así como a Soledad, Inés y toda esa familia
chilena que llevo en el corazón. Por último, parafraseando a
Atahualpa Yupanqui, a mis amigos que son tantos que no los
puedo nombrar.
Contenido
Prólogo 6
A manera de introducción 11
Irreverencias y deslealtades 14
Una mirada a la Venezuela pre-gomecista 15
El siglo de las luchas sociales 25
La otra cara de la violencia 29
Primeras ideas marxistas 33
Justo y la conciencia social 34
Un grito estremece al continente 38
Luis Emilio Recabarren 43
Quema de libros, abajo la cultura 45
La República Socialista 48
Salvador Allende 50
Carlos Baliño 53
Julio Antonio Mella 54
Aníbal Ponce. Visión marxista de la cultura 57
Marx, Bolívar y Ponce 63
El canto a la Libertad 65
Gustavo Machado, Salvador De la Plaza y Juan Bautista
Fuenmayor 69
Salvador de la Plaza 74
Juan Bautista Fuenmayor 77
Los nuevos postulados revolucionarios 79
La ruptura de Cuba con Estados Unidos 82
Etapismo y conciliación de clases 84
¿Ha cambiado esta situación? 87
Las contradicciones ideológicas
El lugar de América Latina en el marxismo de la III
Internacional 94
José Carlos Mariátegui 98
La Cuestión Agraria 104
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

Antonio Gramsci y José Carlos Mariátegui 105


El revisionismo 108
Herejes, renegados o traidores 113
Víctor Raúl Haya de la Torre padre del revisionismo
latinoamericano 117
Rómulo Betancourt made in USA 120
Nacionalismo 126
Juan Domingo Perón y el peronismo 127
El amor por los “descamisados” 130
Víctor Paz Estensoro y el nacionalismo boliviano
133
Del alfarismo a la revolución juliana 135
La revolución juliana 137
Sandino y Farabundo Martí 139
El internacionalismo de Farabundo Martí 142
A manera de conclusión 143

iv
Prólogo

A mediados del año 2016, el Instituto de Investigaciones


Estratégicas sobre África y su Diáspora con su Centro de
Saberes Africanos, Americanos y Caribeños abrió un novedoso
curso de extensión profesional con el nombre de Diplomado en
Luchas Antiimperialistas en Nuestra América.
Su solo nombre ya denotaba su objetivo irreverente y su
correlación histórica. La historia de la ofensiva contra las
pretensiones hegemónicas desde una perspectiva vocacional
integracionista, no desde el impuesto calificativo francés de
“Latinoamérica”, sino desde la visión unitaria martiana
nuestroamericana.
El novedoso diplomado, único en el país para el momento,
y de los primeros en Nuestra América, de acuerdo a especialistas
foráneos, se constituyó con los siguientes módulos, de cuarenta
horas cada uno: “Pensamiento Marxista y su impacto en
Pensadores de Nuestra América”; “La Revolución Cubana y su
influencia en Nuestra; América”;  “El Neoliberalismo en Nuestra
América y la resistencia popular”; y  “Gobiernos progresistas en
Nuestra América”.
De inmediato comenzó a tener una demanda, más que
cuantitativa, cualitativa, dado que su inscripción convocó a
líderes y lideresas en formación y educados de Venezuela, que
hicieron de la experiencia un extraordinario debate de altura, un
real estímulo a la investigación y a la acción. Desde entonces, el
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

curso, que cada vez adquiere mayor interés y nivel, ha graduado


cuatro cohortes de hombres y mujeres que junto a los docentes-
facilitadores han construido una experiencia de conocimiento
revolucionario que bien merece ser documentada.
Entre los profesores fundadores del comentado diploma de
estudios, se encuentra el profesor Marcel Roo, destacado
comunicador social, investigador consecuente estudioso y
activista de la Patria Grande quien gentilmente nos invitó a
prologar una obra que en palabras someras nos allana el camino
del encuentro con altísimas voces nuestromericanas que desde las
ciencias sociales y políticas se han alzado con argumentos
contundentes contra el imperialismo, haciendo de las luchas
antimperialistas una categoría, una visión, una doctrina que
acompaña el pensamiento y el accionar de los hombres y mujeres
libres de este siglo. Junto a Marcel, en aquella fundación para el
saber y el conocimiento combativo los profesores Miguel
Espinoza, Jonathan Palaz y Gustavo Bastardo, con la
coordinación de otro gran  nuestroamericanista, Juan Roberto
Torres.
El gran amigo de siempre, el profesor Marcel Roo,
comenta y analiza en su oportuna obra Marxismo, revisionismo y
nacionalismo en América Latina y el Caribe, de manera crítica
las ideas de varios pensadores de Nuestra América, pero antes
advierte, en su presentación, sobre las irreverencias y
deslealtades: “La historia política de América Latina ha estado
convulsionada por numerosos episodios en los cuales han

vii
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

predominado las conductas de lealtades, traiciones,


inconsecuencias, fidelidades, oportunismos entre otras muchas
actitudes que han caracterizado la vida republicana”, juicio que
puede alcanzar en cualquier momento a políticos, militares y
pensadores, como podrá leerse en la obra de Marcel. Autores
marxistas, revisionistas o nacionalistas pero con un elemento
común: la exposición de un corolario de palabras escritas en
plena persecución política por sus ideales que expresaron en sus
respectivos países.
Por las teclas acuciosas de Marcel Roo, van pasando, para su
divulgación y estudio de las actuales generaciones las obras del
argentino Juan Bautista Justo que nos acerca a los alcances de la
Reforma Universitaria de Córdoba; el chileno Luis Emilio
Recabarren, fundador del partido socialista y precursor de la defensa
de los derechos de la mujer; de los cubanos Carlos Baliño  y Julio
Antonio Mella.
Instrumentos trascendentales en la lucha contra el
imperialismo, como el de la escuela en la educación, son
revisados por Marcel, de la mano de Aníbal Ponce que devela el
uso de la escuela por el capitalismo  para desarrollar el
individualismo desplazando lo natural y lo espontaneo de la
educación en la comunidad primitiva.
Marcel se detiene en la exploración, para exponerlo a la
luz pública, del pensamiento de Pío Tamayo, Miguel Acosta
Saignes, Kotepa Delgado, Rodolfo Quintero, Juan Bautista
Fuenmayor, Salvador de la Plaza y Gustavo Machado, avanzados

viii
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

protagonistas de la llamada generación de 1928 en Venezuela en


momentos de la dictadura de Juan Vicente Gómez, gobernante
tirano que entregó por completo la industria petrolera a las
empresas transnacionales de Europa y Estados Unidos, a cambio
solo de su riqueza personal y la de su entorno, mientras cazaba a
muerte a la digna disidencia, focalmente a los de la izquierda
nacional.
Marcel, utilizando, como buen periodista, los recursos de
la anécdota y el relato histórico, dedica gran atención al trabajo
del pensador orgánico peruano José Carlos Mariátegui, a quien
cataloga como “quizás el más universal de los pensadores
marxistas de la primera parte del siglo XX”. Simbólico análisis,
si consideramos que este libro de Marcel comienza con las
referencias a la Reforma Universitaria de Córdoba, donde la
juventud tomó con fuerza inédita la palabra, y tiene este clímax
con la palabra escrita del joven intelectual peruano, paradigma
de luchador entregado a la causa popular por encima de las
dificultades personales, como la salud. El examen del
pensamiento de Paz Estensoro de Bolivia, Eloy Alfaro de
Ecuador, Sandino de Nicaragua, Farabundo Martí de El
Salvador, constituyen parte de este nodal libro de cabecera. El
estudio de todas estas plumas vivas, enmarcadas en el marxismo,
el revisionismo y el nacionalismo es necesario para todos y todas
los que desean reforzar teóricamente sus argumentos
fundamentales en un mundo que en este momento está en una
gran efervescencia socio-política que urgentemente necesita

ix
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

nutrirse de la dialéctica para defender los valores positivos que


identifiquen las demandas populares para un modo de vida justo,
equitativo, que distribuya el poder por encima de las elites y
castas. Ilustrarse con este libro de Marcel viene a tono con esto
tiempos de batalla.
El libro del periodista Marcel Roo nos alerta que continúa
el enfrentamiento que guió la gesta heroica de Simón Bolívar,
que inspiró a Ezequiel Zamora, que alentó a Hugo Chávez, entre
una tradición antiimperialista contra posiciones proimperialistas
que niega que Imperialismo es contrario a la Patria Grande.
Marcel Roo ha llevado de manera sencilla y profunda el
aula al libro, y de esta manera sus disertaciones acompañarán a
la educación presencial, a distancia y son bandera para la
perseverancia.
Marcel, como buen larense,  para decirlo en lenguaje
figurado, “nos la pone fácil” o difícil, según las circunstancias.
Una por el extraordinario recuento con su pluma fresca que hace
en su libro; dos porque nos estimula a leer, para ahondar aún
más, cada escrito de la biografía consultada por él y tres porque
invita a seguir investigando sobre esta apasionante temática. Nos
hace recordar el consejo de Juan Germán Rosco Nieves a nada
más que al joven Andrés Bello, su pupilo “Ilústrese más para que
ilustre a su pueblo”. Hoy más que nunca el saber, la
investigación, nuestra base histórica son imprescindibles para
estas guerras de cuarta generación declaradas por el
imperialismo a los pueblos del Sur. ¡Cuánta razón tiene Marcel!

x
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

El imperialismo no para de buscar nuevas formas de mantenerse


y posicionarse, por lo que los antiimperialistas estamos
obligados a inventar sin errar (parafraseando a Simón
Rodríguez), para detenerlo, expulsarlo o no dejar que entre, ni en
nuestra América, ni en nuestra alma.
 
Reinaldo Bolívar
Director-Fundador del Centro de Saberes Africanos, Americanos
y Caribeños
Caracas-Venezuela
Noviembre de 2020

xi
A manera de introducción

E ste libro está impregnado de miedo y de esperanzas. De


miedo porque se ha escrito en momentos en los cuales un
enemigo silencioso recorre el planeta dejando tras de sí el mayor
número de muertos del mundo contemporáneo.
De esperanzas, porque la ciencia y la tecnología al
servicio de la solidaridad ilumina ese camino oscuro y nos
preanuncia la victoria sobre ese asesino invisible, al mismo
tiempo que la persistencia de los pueblos en demanda de un
nuevo orden social nos permite ser optimistas, acerca de un
futuro libre de injusticias y desigualdades que amenazan con
destruir la existencia humana.
La Pandemia, paradójicamente, no ha sido del todo mala.
A la par del temor al contagio ha traído también la reflexión. Son
muchas las inquietudes que se asoman mientras se permanece en
casa, apartados del quehacer cotidiano, y ello nos impulsa en la
búsqueda de explicaciones a lo que sucede en nuestro entorno e
incluso en el mundo.
En medio de estas reflexiones surgió la intención de
esquematizar las enseñanzas impartidas en el Diplomado sobre
América Latina, que el Centro de Saberes Africanos,

1
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

Latinoamericanos y Caribeños ofrece a profesionales y


luchadores sociales interesados en conocer el proceso histórico
de nuestra región.
Esta experiencia nos ha permitido llevar a la mesa de
discusiones ese rico proceso histórico donde los pueblos se
debaten en la búsqueda, hasta ahora inalcanzable, de la justicia
plena y la felicidad total en el planeta, donde todo parece
indicar que el Estado de bienestar vivido en algunos países de
alto grado de desarrollo pertenece al pasado, mientras el
neoliberalismo depredador que nos ha azotado en las últimas
décadas pareciera hallarse en estado de agonía, aunque
sabemos que el capitalismo siempre encuentra las maneras de
reproducir sus formas de dominación.
Pero no todo ha sido fácil, esta posibilidad aún difusa,
pero posibilidad al fin, es consecuencia de toda una gesta magna
que la humanidad ha desarrollado a través de los siglos,
moldeando la naturaleza, venciendo las peores circunstancias,
enfrentando la opresión pero abriendo siempre nuevos sendas en
el duro y sinuoso camino que conduce a la libertad plena.
Hoy se habla de un capitalismo moribundo ¿Es esto
cierto? Es posible, porque en realidad el mundo nunca había
estado tan desarticulado y, si tomamos en consideración que la
desintegración social es un paso esencial cuando la sociedad
entra en transformación, podemos avizorar un horizonte que
siguiendo a Atilio Borón sería protosocialista. (El mundo
después de la pandemia. 2020. 23 de julio). https://elsiglo.cl.

2
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

Mas, convencidos de que el cambio social nunca ha estado


a la vuelta de la esquina debemos volver la mirada sobre el rol
desempeñado por los pueblos y sus líderes en ese rico y largo
camino de luchas cuerpo a cuerpo; de encuentros y
desencuentros, discusiones teóricas y formulaciones hipotéticas.
Desde la llegada de los invasores a la tierra americana, la
paz desapareció del continente. Aquel hombre a caballo, con
armas mortales desconocidas por los habitantes originarios fue el
primer explotador y asesino al que no le resultó fácil la conquista
ante la rebeldía indómita de nuestros guerreros precursores.
Ese ha sido el preámbulo de los diferentes
acontecimientos que tanto en la colonia como en la gesta de
Independencia y en la formación de los Estados Nación han
estado presentes en el desarrollo político y social de la América
Latina.
Nombres de héroes, muchos de ellos sometidos al veto de
la historia oficial, hoy recobran su verdadera significación en
este continente y nos recuerdan aquellas palabras de Alexis de
Tocqueville, que aun cuando se refieren a la Revolución
francesa, pueden en cierta forma responder al carácter histórico
de las luchas latinoamericanas.
De lo que menos tuvo la revolución es de acontecimiento
fortuito. Verdad que cogió al mundo de improviso, pero, sin
embargo, no era nada más que el complemento de un trabajo
más largo, la conclusión repentina y violenta de una obra en que

3
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

habían trabajado diez generaciones de hombres. (Alexis de


Tocqueville, citado por Plum Werner. 1976, p. 85).

4
Irreverencias y deslealtades

L a historia política de América Latina ha estado


convulsionada por numerosos episodios en los cuales han
predominado las conductas de lealtades, traiciones,
inconsecuencias, fidelidades, oportunismos entre otras muchas
actitudes que han caracterizado la vida republicana.
Es así como desde la lucha de independencia estas
manifestaciones se hicieron presentes. En Venezuela, el
libertador Simón Bolívar fue víctima de muchas de ellas, siendo
la más significativa la traición de su vicepresidente Francisco de
Paula Santander, quien llegó al extremo de atentar contra la vida
de su jefe.
Luego de la derrota del imperio español, uno de los
próceres de la guerra, el general José Antonio Páez, traicionó los
principios sociales por los que lucharon los venezolanos y se
convirtió en el primer terrateniente del país.
Así encontramos muchos ejemplos de deslealtad: el
asesinato de Zamora por un francotirador posiblemente pagado
por uno de los tantos enemigos que el general de hombres libres
tenía dentro de su propio ejército. Uno de los primeros

5
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

sospechosos señalado como presunto autor intelectual ha sido el


general Antonio Guzmán Blanco.
Tampoco podemos olvidar como otro vicepresidente de la
República, Juan Vicente Gómez, aprovechó la enfermedad de su jefe,
el presidente Cipriano Castro, para quedarse con el coroto. “Unos salen
y otros dentran” fue la clásica expresión de Gómez para justificar ese
“golpe suave” contra su compadre.
Precisamente en esa época del gomecismo es cuando en
Venezuela comienzan a organizarse los partidos políticos
modernos, influenciados por los vientos llegados de Europa
donde la lucha de clases adquiría mucha fuerza. Las ideas de
Marx, Engels, Bakunin, Lasalle y otros luchadores y pensadores
entraban en América Latina.
Los jóvenes estudiantes devoraban con ansias esas lecturas
en medio de la lucha contra el dictador Gómez. Había una
especie de unidad de los revolucionarios de la época en esa dura
batalla.
Pero, en la medida en que se fueron agudizando los
enfrentamientos aparecieron también las discrepancias que se
traducirían en negaciones principistas y en la formación de
partidos de diferente contenido ideológico.

Una mirada a la Venezuela pre-gomecista


Concluida la guerra de Independencia, muerto el
Libertador Simón Bolívar en su destierro y disuelta la Gran
Colombia, Venezuela comienza a transitar su vida republicana
bajo las tutelas de un bipartidismo entre liberales y

6
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

conservadores que se van a diferenciar únicamente por sus


voraces apetitos de poder. Para ellos, independientemente de que
pronunciaran consignas de reivindicación social, al llegar al
gobierno se olvidaban y traicionaban esos postulados.
Los héroes de la Independencia con Páez a la cabeza, se
transforman en terratenientes reemplazando a la vieja oligarquía
colonial por una nueva tan inescrupulosa y corrupta como la
anterior.
Páez, jefe del movimiento separatista de la Gran Colombia
llamado La Cosiata, se convierte en el primer presidente de la
nueva república de Venezuela, cuando el 22 de septiembre de 1830
se aprueba la primera constitución.
A partir de 1831 Páez es el hombre fuerte del país
gobernando, bien con su figura personal, o bien por intermedio
de sus grandes amigos y acólitos. Sin entrar en el relato de las
distintas personalidades que detentaron el poder durante 28 años
ininterrumpidos, es destacable el hecho según el cual el valiente
llanero vencedor de Las Queseras del Medio es también el
máximo terrateniente del país.
Un hecho destacable por los estudiosos de ese período
histórico es que la guerra emancipadora significó la
Independencia de Venezuela desde el punto de vista político
pero desde la óptica económica no modificó para nada la
estructura feudal. Los guerreros vencedores, muchos de ellos
empobrecidos se convirtieron en los nuevos ricos del país
suplantando a la vieja oligarquía colonial por la nueva oligarquía

7
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

republicana. Por supuesto que esa nueva oligarquía respondía a


los dictámenes del héroe, José Antonio Páez, jefe del Partido
Conservador.
En el lado opuesto al conservadurismo paecista estaba
Antonio Leocadio Guzmán, fundador del periódico El
Venezolano y jefe del Partido Liberal. Este Guzmán, padre de
Antonio Guzmán Blanco, era un orador furibundo que planteaba
la eliminación de la casta oligárquica y abrir paso a la
democracia. Sin embargo, todo se diluía en consignas, los
liberales solo se diferenciarán de los conservadores en los
nombres de quienes detentarán el poder; en lo esencial sus
políticas serán iguales o con pequeños matices que no pasaban
de ser saludos a la bandera.
Los antiguos bodegueros, peones e incluso algunos que
habían sido esclavos, emergían después de la independencia como
tenientes, coroneles y hasta generales que tomaban las haciendas
de los viejos terratenientes derrotados y se convertían en los
nuevos propietarios de latifundios.
Esta nueva casta tampoco estaba contenta con el nuevo
poder central y comienza a generar rebeliones con el propósito de
garantizarse su poder caudillesco y regionalista.
Dentro de este contexto emerge la figura de Ezequiel
Zamora, quien como miembro del Partido Liberal, junto con los
generales Juan Crisóstomo Falcón y Antonio Guzmán Blanco,
insurge contra el poder central. Es el inicio de la Guerra Federal

8
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

o Guerra Larga, la contienda armada de mayor duración desde la


Independencia y que dejó el mayor número de muertes.
Zamora, llamado también el General del Pueblo Soberano,
con sus proclamas tierra y hombres libres, horror a la
oligarquía, respeto a los campesinos y eliminación de los godos
se convierte en un líder de masas y un estratega militar de primer
orden, lo cual queda evidenciado en la Batalla de Santa Inés,
considerada como un ejemplo de inteligencia y habilidad en el
terreno de los combates.
De acuerdo con el historiador Federico Brito Figueroa,
Zamora surge como un líder popular producto de su contacto
durante los primeros años de su vida con una “población
oprimida y de acusada rebeldía y sentido igualitario” (Brito
Figueroa, 1996, p. 17)
Según el historiador, Zamora pese a ser un hombre de piel
blanca y de vivir en una sociedad donde la “explotación
económica se escudaba en lo hondo del prejuicio racial”
comprende que la razón de la lucha estaba de parte de los
hambrientos esclavos y peones y no de los terratenientes y
opulentos, los antiguos hombres de “la diablocracia” (P. 17)).
La traición, como señalamos al principio, aparece siempre
de improviso. El 10 de enero de 1860 Zamora es asesinado por
una bala de procedencia desconocida y con ello se elimina a ese
líder que repuntaba como un verdadero patriota, distinto a
aquellos oportunistas que buscaban el poder solo para sus
apetencias y privilegios personales.

9
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

La guerra federal duró cinco años de 1859 a 1863 pero no


produjo ningún cambio en las estructuras de la sociedad feudal.
La solución conciliatoria adoptada con la firma del Tratado de
Coche, en abril de 1863, significó el triunfo de la Federación,
pero en la práctica solo fue una ficción. Falcón, el nuevo jefe del
poder, distribuyó los frutos de la victoria entre él mismo y sus
compañeros más allegados. Se le atribuye en este sentido al
general federalista José Loreto Arismendi la afirmación:
“luchamos cinco años para sustituir ladrones por ladrones,
Tiranos por Tiranos.” (Diccionario de Historia de Venezuela. E-
O. Fundación Polar.1988. P.384)
Un elemento importante en la formación liberal de Zamora
es la lectura del periódico El Venezolano, cuyo director era
Antonio Leocadio Guzmán quien en sus páginas expresaba
demagógicamente las ideas de redención social.
Zamora, el pulpero y comerciante de ganado, encuentra en
ese periódico una fuente de pensamiento con la cual coincide a
plenitud. Sólo que a diferencia de Antonio Leocadio, su
convicción es profunda y sin dobleces.
Con un lenguaje llano y directo se gana la adhesión del
pueblo pobre que lo convierten en su líder fundamental y con él
van a la guerra.
Esta imagen de Zamora era desconocida para la Venezuela
contemporánea ya que los epígonos de la dominación que
imperó en la IV República y los detentadores de la historia

10
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

oficial se encargaron de ocultarla y/o denostarla con los peores


calificativos.
En este contexto, un político de la IV República como
Henry Ramos Allup no vacila en calificar a Zamora como “un
negrero, esclavista, un vagabundo, un atracador y un asaltante de
caminos” (Página digital Efecto Cocuyo, 1 de febrero de 2017).
Otros historiadores son más suaves en sus apreciaciones al
señalar a Zamora como un caudillo, pero le niegan la condición
de prócer, que según ellos proviene de lo que se denomina el
chavismo. Lo que no pueden negar es que fue precisamente con
Chávez y el llamado chavismo, que la historia dejó de ser
monopolio de los eruditos consentidos de los medios de
comunicación y las editoras de la dominación transnacional.
Ahora la historia forma parte de la conciencia del pueblo.
Las consignas liberales “Crisol de la igualdad social”,
«insurrección campesina» “guerra revolucionaria” o “guerra
social” quedaron olvidadas.
Uno de los estudiosos del proceso político venezolano,
Domingo Alberto Rangel, sostiene que tras la muerte de Zamora,
emerge Antonio Guzmán Blanco como el líder más lúcido de los
federales. Pero, precisamente, Guzmán a su vez es la
personificación de la inconsecuencia y traición a sus propios
principios. Según Rangel, este general soñaba con convertir a
Venezuela en un país semejante a los Estados Unidos que ya
despuntaba como el futuro imperialismo dominador del mundo.

11
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

Fue Guzmán Blanco quien firmó el Tratado de Coche por


los federales, con lo cual se puso fin a una guerra que en cinco
años dejó varios miles de muertos y destruyó el aparato
productivo.
El tratado de Coche evidencia, precisamente, el primero y
más costoso error de los federales. (Rangel, Domingo Alberto El
proceso del capitalismo contemporáneo en Venezuela. 1968, p.
13).
El sueño de Guzmán de convertir a Venezuela en una especie de
Norteamérica en el continente suramericano se diluye.
Según el planteamiento de Rangel, Venezuela se había
integrado a los mercados internacionales desde la colonia. Las
siembras de cacao y de añil iban a suplir con sus productos los
mercados de España, Francia e Inglaterra. Esa economía
dependiente estaba sujeta a los requerimientos de los mercados
internacionales.
“La Guerra Federal paraliza el comercio con el exterior”
(P.14). En cinco años desaparece el aparato productivo, el
mercado interno se contrae en su máxima expresión, cesan las
comunicaciones del país con el exterior. Dejan de llegar los
barcos y veleros que recogían el cacao, el cuero de ganado, el
algodón y el añil de las costas venezolanas. Los productos
locales ya no tienen clientes, Los peones abandonan las faenas
agrícolas para incorporarse a las guerrillas federales. “El país
regresa a la economía de autoconsumo. Técnicamente el país
retrograda a los días de la Independencia” (P. 15)

12
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

En un Estado que desde el punto de vista económico sólo


depende de su producción interna no es necesario el desarrollo
especializado de la alta tecnología. El buey vuelve a reemplazar
al tractor para los arados. La fuerza de trabajo también sufre
transformaciones importantes, los mejores brazos van a la guerra
porque le es más rentable que su labor en una economía
deprimida. Sólo quedan aquellos que por su avanzada edad no
pueden estar en la beligerancia armada, y algunos jóvenes poco
duchos en el trabajo-
En los años de la guerra bajó…el excedente líquido de la
economía venezolana…La economía apenas tiene capacidad
para atender el consumo corriente. Ese era el panorama de la
Venezuela de 1863. En los desajustes de la guerra cesó o se
contrajo la acumulación. En regímenes de propiedad privada, la
plusvalía del trabajo engendra un excedente cuando está en
capacidad de producir más bienes de los que consume el
trabajador. Pero si el capitalista no realiza esa plusvalía en el
comercio, convirtiéndola en dinero, el ciclo de la reproducción
del capital se interrumpe. Surge entonces una situación en la
cual el trabajo acaso si engendra los valores suficientes para
sostenerse y agregar la pequeña plusvalía con la cual se
alimenta el consumo personal de los capitalistas. Eso fue lo que
ocurrió en Venezuela. La producción del país sólo pudo
equipararse al consumo magro de las masas y al gasto de los
terratenientes. El excedente económico se evaporó. La fuente de
la acumulación del capital quedó segada (P. 16),

13
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

Este panorama fue el que dejó la Guerra Federal y sus


líderes, fundamentalmente Guzmán Blanco, señalado por los
historiadores como el más talentoso de ellos, no pudo revertirlo.
Aquel sueño de convertir la Venezuela feudal en un
emporio de desarrollo al estilo yanqui fue traicionado por el
mismo, al convertirse en un autócrata vanidoso y corrupto que
hizo del tesoro público su fuente fundamental de
enriquecimiento.
En el lado opuesto a Guzmán Blanco y pese a su temprana
muerte la historia ha colocado a Ezequiel Zamora. Aquí es
necesario hacer un paréntesis porque precisamente con el estudio
de Zamora la historia venezolana ha sido bajada del Olimpo, del
pedestal en que se encontraba y donde los grandes oráculos,
revestidos de impolutas credenciales académicas, hacedores de
libros para las editoras monopolizadoras de la cultura y las letras,
hacían las interpretaciones complacientes con las clases
dominantes. Esto era la normalidad intelectual, hasta que llegó
un comandante y mandó a parar.
Hugo Chávez comienza a revisar y a popularizar la
historia con sabor a pueblo. Bolívar deja de ser la estatua a la que
una vez al año se le colocaban flores, para convertirse en el ser
de carne y hueso, pensador profundo y guerrero indomable.
Simón Rodríguez, quien para la historia era una especie de
viejo loco trashumante, recupera con Chávez la profundidad de
su pensamiento visionario. Y Ezequiel Zamora sale de esa

14
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

especie de anonimato al que lo habían enclaustrado los


personeros de la historia oficial.
Ahora se conoce que Zamora, junto a Guzmán Blanco y
Juan Crisóstomo Falcón lideró la Guerra Federal y que esta,
mientras el general de hombres libres estuvo con vida, fue una
contienda con un gran contenido social, reivindicadora de los
derechos del pueblo pobre, frente a una aristocracia que había
emergido de la victoria independentista como la nueva
hegemonía del poder.
Zamora desde muy pequeño estaba consciente de que la
lucha social no había terminado. Su padre Alejandro Zamora
había muerto en 1821 combatiendo en el ejército patriota, y él
era testigo de excepción de que la sociedad post independentista
no había cambiado la estructura de un sistema que seguía
rigiéndose por los prejuicios raciales y la entronización de una
nueva casta de terratenientes.
Después del asesinato de Zamora, y con la Presidencia del
mariscal Juan Crisóstomo Falcón, se da por concluida la Guerra
Federal, que generaba muchas expectativas acerca de la
transformación de la Venezuela atrasada y feudal en una
república que entraba en una fase de desarrollo capitalista como
sucedía en Europa y Estados Unidos. Pero, los federales
triunfantes sólo se conforman con cambiar los nombres de los
gobernantes y no profundizan en el desarrollo económico
dejando intactas las bases feudales, en lugar de implementar una
audaz reforma agraria.

15
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

Domingo Alberto Rangel explica con meridiana claridad


este proceso. En su opinión los señores feudales que controlaban la
agricultura de exportación no tenían interés en incrementar la
producción y se conformaban con llevar una vida parasitaria. “Su
producción, sin incrementarla, les daba para los placeres y la
ostentación” (P. 21).
Desde la primera Presidencia de Falcón, el 17 de junio de
1853, gobiernan al país 19 Presidentes, incluidos dos períodos de
Falcón y tres de Guzmán Blanco, personaje que por cierto
gobernó en otras ocasiones desde la trastienda pues colocaba a
incondicionales suyos en la jefatura del Estado, mientras viajaba
o descansaba,
Es cierto que Guzmán en su megalomanía quiso convertir
a Venezuela, sobre todo a la capital, en una megaciudad al estilo
de París o Nueva York, mediante construcciones modeladas al
estilo de los grandes salones de aquellas capitales. Ejemplo de
esto son el Capitolio y el Teatro Municipal.
El llamado Ilustre Americano también decreta el Gloria al
Bravo Pueblo, como himno nacional; la creación del bolívar de
plata como la unidad monetaria del país; el II Censo Nacional, el
ferrocarril Caracas-La Guaira, la Academia Venezolana de la
Lengua, la modernización del servicio telefónico entre Caracas y
La Guaira y la extensión de las líneas telegráficas.
Sin embargo, Guzmán no se preocupó de modernizar la
estructura económica de características feudales predominante en
el país.

16
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

Según Rangel “Desde el momento en que los federales


dejaron intacta la estructura social del campo, cegaban la única
fuente de la expansión capitalista del país. Porque una
agricultura que hubiese correspondido a la demanda
internacional, ensanchando su base productiva, habría aportado
al desarrollo capitalista del país la fuerza que necesitaba” (P. 21).
Este período donde la figura de Guzmán Blanco fue
predominante, se conoce como la del liberalismo amarillo y su
último presidente fue Ignacio Andrade, elegido en un proceso
denunciado como fraudulento. Andrade enfrentó el alzamiento
de José Manuel Hernández, conocido como el “mocho”
Hernández. Pero posteriormente fue derrocado por el general
Cipriano Castro con su Revolución Liberal Restauradora que da
inicio al proceso político del nuevo siglo XX.

El siglo de las luchas sociales


Con el gobierno de Cipriano Castro las guerras internas y
caudillistas comienzan a desaparecer. Es la entrada a un siglo
que para muchos analistas es sinónimo de violencia pero también
del recrudecimiento de las luchas sociales y políticas en reclamo
de mayor justicia y equidad.
Eric Hobsbawm, el prestigioso historiador marxista en su
Historia del siglo XX da cabida a las opiniones de varias destacadas
personalidades del mundo de las ciencias sociales y científicas.
Isaiah Berlín, filósofo británico sostiene que se trata del “siglo más
terrible de la historia occidental”; William Golding, también
británico y premio Nobel: “ha sido el siglo más violento en la

17
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

historia humana”. Pero quien establece un pensamiento optimista


es el historiador italiano Leo Valiani al afirmar que el siglo XX
“demuestra que el triunfo de los ideales de justicia e igualdad
siempre es efímero, pero también que, si conseguimos preservar la
libertad, siempre es posible comenzar de nuevo” (P. 11 y 12).
La Venezuela que emerge de la Guerra Federal es todavía
una nación caracterizada por rasgos feudales en su economía y
con una considerable deuda externa contraída fundamentalmente
durante los gobiernos personalistas de Guzmán Blanco.
Tal como lo señalan los historiadores y cronistas, el país
venía de salir de un proceso de guerras permanentes, donde se
alzaban los caudillos “dueños de feudos como los europeos de la
Edad Media y los caudillos locales que reinaban en la gleba a la
cabeza de sus peonadas” (Rangel Domingo Alberto Venezuela
en 3 siglos. P. 20).
En esta situación caótica entra en escena el general
Cipriano Castro con la llamada Revolución Liberal
Restauradora, en Colombia organiza sus tropas e invade a
Venezuela en marzo de 1899 y luego de ganar varias batallas
llega a Caracas el 22 de octubre de ese año cuando derroca al
presidente Andrade.
El gobierno de Castro genera profundo malestar en esa
oligarquía terrateniente magistralmente descrita por Francisco
Herrera Luque como los Amos del Valle. Castro es visto con
ojeriza por la burguesía incipiente que se estaba formando en el
país y por las potencias extranjeras de entonces.

18
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

Las razones: por un lado era un movimiento que ponía fin


a la voracidad de aquellos ricos que emanaron de la guerra de
Independencia y por el otro, venía con un propósito integrador
para la región, tal como lo sostiene el historiador Elías Pino
Iturrieta al asegurar que Castro promueve “una alianza liberal
latinoamericana que pudiera restaurar la Gran Colombia
bolivariana y liquidar el régimen conservador de la vecina
República” y agrega que esta propuesta contaba con la simpatía
del “jefe liberal colombiano Rafael Uribe Uribe, los presidentes
de Ecuador y Nicaragua Eloy Alfaro y José Santos Zelaya”.
Dicho intento integracionista fracasa al frustrarse una invasión a
Colombia por la Guajira, el 13 de septiembre de 1901. (Pino
Iturrieta, Elías Diccionario de Historia de Venezuela. Fundación
Polar, p. 624)
Denostado por la intelectualidad caraqueña y los medios
de comunicación de la época, Castro además enfrenta la primera
agresión directa de las fuerzas imperialistas del momento que
imponen un bloqueo naval en reclamo del pago de los daños
sufridos por sus connacionales durante los años de guerra civil y
además, el pago de deudas contraídas por gobiernos anteriores,
lo cual además de ser un chantaje era una pretensión
desproporcionada porque dicho endeudamiento había sido
exageradamente calculado por los agresores.
Inglaterra, Alemania e Italia eran las potencias reclamantes y
Castro asumió la digna actitud de denunciarlos ante el mundo con

19
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

la famosa proclama “La planta insolente del extranjero ha


profanado el sagrado suelo de la Patria”.
Esta posición nacionalista de Castro le gana mucha
popularidad tanto en el ámbito interno como en el internacional.
Muchas declaraciones de simpatía se producen pero fue
Argentina, por intermedio de su canciller Luis María Drago,
quien da a conocer su doctrina del 29 de diciembre de 1902, en
la cual demuestra la ilegalidad del cobro violento de una deuda
por parte de grandes potencias en detrimento de Estados
pequeños.
Además esa pretensión de las potencias hegemónicas de la
época era tan grosera que reclamaban una deuda por el orden
superior a Bs. 300.000.000,00 cuando según documentos de la
República ascendía a poco más de Bs. 120.000.000,00.
El impasse de la deuda fue superado con el retiro de las
tropas navales de las superpotencias y la firma de un acuerdo
mediante el cual el país se comprometía a pagar mediante el
protocolo de Washington suscrito el 13 de febrero de 1903. En
dicho acuerdo se estableció que Venezuela cancelaría con el 30
por ciento de sus ingresos por concepto de aduana. Dato
interesantes es que la deuda reclamada era de 352 millones de
bolívares pero la firme posición venezolana logró el
reconocimiento de 150 millones, es decir, menos del 50 por
ciento de las sumas reclamadas por los invasores.
Pero, como lo afirma Luis Britto García en su obra Nuestra
América, “A veces la dominación imperial se obtiene sin los gastos

20
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

asociados a una invasión. El presidente Cipriano Castro entabla


demanda contra las empresas financistas de la invasión y el
bloqueo, y expropia a la estadounidense Orinoco Steamship
Company. El Departamento de Estado amenaza con una
intervención. La prensa internacional desata infame campaña
contra el mandatario venezolano. Cipriano Castro parte a Europa a
operarse. El secretario del Departamento de Estado Philander Knox
trama la conjura que el 19 de diciembre de 1908 culmina en el
golpe de su vicepresidente Juan Vicente Gómez. Los acorazados
“North Carolina” “Maine” y “Desmoines” anclan en La Guaira.
Desembarca el alto comisionado de la Casa Blanca, William
Buchanan para apoyar el nuevo régimen a cambio de políticas
favorables para los inversionistas extranjeros. Gómez deja sin
efecto las sanciones judiciales contra las empresas conspiradoras.
Comienza una dictadura de 27 años” (Britto García, Luis. América
Nuestra, p. 81 y 82).

La otra cara de la violencia


Con el gobierno dictatorial de Gómez Venezuela conoce
otra faceta de la lucha política. Atrás quedan los caudillos que a
lomo de caballos y pertrechados de fusiles dirimían sus
contradicciones a punta de tiros. Ahora, el general traidor a su
compadre gobierna con puño de hierro, apoyado por el naciente
imperialismo estadounidense, contra todo lo que pudiera
significar ideario libertario.
Pero la Venezuela irredenta no se queda quieta y también
recibe los vientos que se desplazan hacia la América Latina

21
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

como nuevas concepciones ideológicas y políticas que se


debaten en el viejo mundo europeo.
El historiador mexicano-español Adolfo Sánchez Vásquez
sostiene que los primeros textos de Marx que llegan a la América
Latina son el Manifiesto Comunista, el primer tomo de El
Capital y el Prólogo a la Contribución a la crítica de la
economía política que, en su opinión tienen varias lecturas desde
la década del 80 del siglo XIX con clave socialdemócrata y
desde los años veinte del siglo XX, con la clave leninista de la III
Internacional.
Para Sánchez Vásquez, Marx proporciona una concepción
de la historia y del lugar que en ella ocupan tanto los países
modernos, capitalistas, como los “atrasados”. Los parámetros de
dicha concepción son los siguientes:
1) existe una historia universal desde que la burguesía ha
creado un mercado mundial;
2) este desarrollo histórico universal, vinculado a la
expansión mundial capitalista, tiene un carácter progresivo no
sólo por el inmenso incremento de las fuerzas productivas sino
también porque crea las bases materiales de una sociedad
superior y con ellas hace emerger al proletariado como
sepulturero del capitalismo;
3) el desarrollo progresivo del capitalismo desemboca
inevitablemente en la sujeción de los pueblos no occidentales,
colonizados, cuya incorporación al progreso histórico dependerá,
en definitiva, del proceso de expansión capitalista;

22
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

4) aunque el capitalismo prepara las condiciones


materiales para el socialismo, éste sólo llegará como resultado de
la acción del proletariado, convertido en sujeto central y
exclusivo del cambio revolucionario;
5) la emancipación de los pueblos sojuzgados sólo vendrá
por tanto de la acción del proletariado de las metrópolis, como
eje de la revolución mundial.
(https://marxismocritico.files.wordpress.com/2012)
Ese marxismo llega de Europa por intermedio de los
emigrantes muchos de ellos trabajadores. Sin embargo, la idea
socialista era anterior a los textos de Marx. Los estudiosos de la
teoría política han encontrado que desde mediados del siglo XIX
ya existía un socialismo no marxista, utópico, más cercano a las
ideas de Fourier y Saint Simon, como es el pensamiento del
venezolano Simón Rodríguez, maestro del Libertador Simón
Bolívar, quien lo definía como el “Sócrates de Caracas”-
Precisamente varios historiadores, entre ellos Alfonso
Rumazo González y Germán Carrera Damas ubican el
pensamiento de Rodríguez dentro de lo que para su época se
podría definir como el liberalismo utópico. Por su parte, el
filósofo Juan David García Bacca lo ha considerado como “el
más original, el más severamente lógico, el más sobreabundante
en ideas y el más intuitivo en la América del siglo XIX”.
(Rumazo González Alfonso, 2008, p. 3).
Viajero impenitente, Rodríguez recorre Europa donde con
su aguda capacidad de observador conoce los movimientos

23
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

sociales y culturales que le forjan su pensamiento original. “No


quiero parecerme a los árboles que echan raíces en un lugar y no
se mueven, sino al viento, al agua, al sol, a todo lo que marcha
sin cesar” (P. 7).
Este hombre sabio, desdeñado por la intelectualidad
oficial de su época, era un adelantado. Fue un personaje con una
visión de futuro autóctona. Mucho antes que Mariátegui, por
ejemplo, don Simón señalaba: “La América española es original;
originales han de ser sus instituciones y su gobierno, y originales
los medios de fundar uno y otro. ¡O inventamos o erramos!
(P.19).
El gran énfasis de Simón Rodríguez es la educación que
en su opinión debe enseñar lo que significa la libertad, igualdad
y fraternidad, al mismo tiempo que clama porque la instrucción
sea pública.
A diferencia de otro gran pensador de la época, el
argentino Domingo Faustino Sarmiento, admirador profundo de
Estados Unidos y partidario de adoptar el modelo de educación
estadounidense, Rodríguez tiene una propuesta educativa que no
es copia de nadie y enfatiza en la educación popular obligatoria y
se opone a la enseñanza de la religión en las escuelas. “Que se
ocupe de eso el clero, no el maestro”. (P. 15).

24
Primeras ideas marxistas

L as ideas de un socialismo marxista comienzan a germinar


de manera concreta en América Latina con la creación del
Partido Socialista Argentino en 1895, año que el fundador de
este partido Juan B. Justo realiza la primera traducción de El
Capital.
Pero a la América también llegan inmigrantes sobre todo
italianos y españoles con claras tendencias ideológicas
anarquistas, lo que genera un debate entre socialistas de
tendencia reformista y anarquistas. La revolución rusa todavía no
ha triunfado y muerto Marx, el marxismo está fundamentalmente
nutrido de las visiones de Gueorgui Plejanov y Karl Kaustky,
considerados después como los padres de la socialdemocracia.
En un trabajo del Centro de Estudios Latinoamericanos y
Caribeños (Celac), el historiador Sergio Guerra, sostiene que la
llegada de los primeros conglomerados de obreros a la América
Latina fue consecuencia de las necesidades de fuerza de trabajo
calificada requeridas por las masivas construcciones de líneas
férreas, los sistemas de comunicaciones y transportes, silos para
el almacenamientos de cereales, ingenios de azúcar,

25
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

explotaciones mineras, entre otras y el desarrollo de industrias


como la textil.
Guerra asegura que los países de Latinoamérica donde se
desarrollan con mayor rapidez las relaciones de producción fueron
Argentina, Chile, México y Uruguay, precisamente donde se forman
los primeros sindicatos debido a la penetración de las ideas
socialistas, anarquistas y socialdemócratas.
Esas ideas socialdemócratas que Sánchez Vásquez califica
de reformistas están planteadas en el libro de Juan B. Justo
Teoría y práctica de la historia, escrito en 1909, que son en
realidad las posiciones de la socialdemocracia alemana y del
eurocentrismo de los primeros textos de Marx y Engels.

Juan Bautista Justo y la conciencia social


Nacido en el barrio San Telmo de Buenos Aires el 26 de
junio de 1865, Juan Bautista Justo, en su juventud como médico
cirujano mantuvo contacto directo con la gente humilde que
ingresaba a los hospitales y, de ello, derivó una gran sensibilidad
social manifestada en carta dirigida a un amigo y reseñada por el
historiador Felipe Pigna.
-«Hubo una época en mi vida en que pasaba el día en el
hospital con los enfermos, los lisiados, los inválidos, las víctimas
variadas de la miseria, de la explotación. ¿Valía la pena
empeñarse tanto en conservar esas vidas, fatalmente condenadas
a un vil sufrimiento? Gradualmente comprendí que había mucho
de estéril e indigno en mi tarea, que aquello tenía algo de
fanático y unilateral. ¿No era más humano ocuparse de evitar en

26
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

lo posible tanto sufrimiento y tanta degradación? Y pronto


encontré en el movimiento obrero el ambiente propicio a mis
nuevas y fervientes aspiraciones”.
(https://www.elhistoriador.com.ar/juan-b-justo/)
Tras un viaje a Europa fue permeado por las ideas socialistas
que circulaban en el viejo continente, donde pudo leer y hacer la
primera traducción al castellano de El Capital.
A su regreso a Buenos Aires en 1890 se incorpora a la
Unión Cívica, partido de tendencias liberales liderado por el ex
presidente Bartolomé Mitre, entre otros liberales, que conspiraba
contra el gobierno de Miguel Ángel Juárez Celman, cuya
administración se caracterizaba por un sentimiento xenófobo,
promotora de la inmigración europea con el objeto de mejorar la
“inferioridad de la sangre nativa”; favorecedora del incremento
de la empresa privada y el anticlericalismo.
Justo al no ser partidario de la violencia se pronuncia por
desarrollar una oposición democrática, mediante las huelgas de
trabajadores y las demandas de mayores libertades.
La Unión Cívica organizó un golpe contra el gobierno de
Celman, al cual no se opuso Juan B. Justo pero evitó participar
de manera directa en las acciones armadas y de calle. La acción
golpista llamada Revolución del Parque porque se concretó en el
estratégico Parque de Artillería de Buenos Aires, actual Plaza
Lavalle, fracasó, sin embargo, a los pocos días el presidente
Celman dimitió y se retiró de la política activa.

27
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

Las discrepancias de Justo con la Unión Cívica lo conducen


en 1894 a fundar el Partido Socialista Argentino, desde donde libra
una importante lucha de principios en contra de la guerra que
amenazaba con desatarse en Europa.
En su libro Teoría y Práctica de la Historia, expresa su
firme convencimiento de que la guerra debe evitarse porque ella
engendra más desigualdades y males que beneficios.
En sus análisis siempre sostiene que la tranquilidad y el
bienestar del mundo peligran mucho menos cuando la paz o la
guerra dependen sólo del pueblo y agrega que en los países
civilizados el pueblo la considera ya como un crimen, cada vez
más peligroso y difícil de consumar, y si a veces muestra alguna
indulgencia es que “le parece reconocer en ella algún objetivo
legítimo“, alguna finalidad civilizadora que no puede realizarse
sin esfuerzos, debido “a la desigual aceleración del movimiento
histórico”, (1912, 27 de noviembre. La Vanguardia, citado por
Lucas Poy en Juan B. Justo, 2014)
Justo analiza las etapas primitivas de la historia de la
humanidad y el papel necesario y progresista de las guerras como
un “riguroso proceso de selección natural”, y afirma que en
estadios más desarrollados, “a medida que progresa la técnica y la
división del trabajo y el cambio de productos se extienden entre los
hombres”, las guerras conservaban un elemento progresivo, aun
cuando no implicaban el simple exterminio sino “la absorción o
asimilación de unos grupos humanos por otros, en una relación de
dependencia permanente y división del trabajo”.
De esta forma reivindicaba el papel desempeñado por las
guerras, ya que habían contribuido “a extender la división del
trabajo y el comercio entre los pueblos”. En este contexto, las

28
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

conquistas de los romanos en el Mediterráneo antiguo y las de los


Incas sobre otros pueblos andinos eran guerras que habían tenido
“un gran factor de progreso histórico y de pacificación”, ya que
abrían “el camino para otras relaciones, más altas, entre los
pueblos”. (Poy, 2014)
Este pensamiento, según Poy, identifica a Justo con las posiciones
de Bernstein dentro de la II Internacional, quien había sostenido una
postura favorable a la colonización europea.
Bernstein reivindicaba las ventajas de la colonización en el
sentido de señalar que “si todas las demás condiciones se
mantienen iguales, la cultura más elevada siempre tiene más
derechos frente a la más atrasada; si es necesario tiene el derecho
histórico, e incluso la responsabilidad, de subyugarla”. (Friedrich
Ebert Stiftung,www.fes.de). 
A manera de síntesis, podemos señalar que la filosofía de
la historia de Justo, al coincidir con los criterios evolucionistas
de Bernstein, admitía el uso de la fuerza en los casos en los
cuales era un factor fundamental para impulsar el progreso de la
civilización, pero subrayaba que con el avance del progreso las
guerras se hacían cada vez menos necesarias.
Las guerras para Justo eran consecuencia precisamente de
esas desigualdades en el progreso y en la evolución de las
sociedades, y el militarismo era expresión de rémoras arcaicas y
pre modernas.
Estas posiciones generaron un profundo debate en el Partido
Socialista entre una sector marxista, un centro-derechista y Justo
alineado a las directrices de la II Internacional.
La llamada izquierda marxista, liderada entre otros por
Vittorio Codovilla, con la consigna de Internacionalismo
Proletario y Revolucionario se separa y forma el Partido
Socialista Internacional que luego se convierte en Partido
Comunista; la centroderecha se pronuncia por la fusión con los
conservadores y fundan el Partido Socialista Independiente.

29
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

Juan Bautista Justo mantuvo una posición que fue definida


como socialismo de mercado, ocupando la Presidencia del Partido
Socialista hasta su muerte en 1928.
Un grito estremece al continente
Mientras ocurren las discrepancias entre socialistas y
futuros comunistas argentinos, un grito procedente de Córdoba,
provincia central de Buenos Aires, estremece al continente
americano.
Conocido como el Grito de Córdoba, se trata de un
planteamiento reformista que sacude a la Universidad de dicha
ciudad y consigue la transformación social y académica de la
casa de estudios más atrasada de Argentina.
Transcurre el año 1918, Europa se encuentra conmovida por
el triunfo de los bolcheviques en Rusia; el debate entre
socialdemócratas y marxistas se agudiza, el viejo continente se
encuentra inmerso en la llamada Primera Guerra Mundial, la cual
finalizará en noviembre de ese año con la firma de rendición por
parte de Alemania.
Estas noticias llegan al continente, en muchos casos como
información oral de los inmigrantes y por la vía de las
declaraciones a favor o en contra que hacían los gobiernos. Es
importante recordar que Latinoamérica era proveedor de materias
primas a Europa y a Estados Unidos y cuando este país entra en el
conflicto, Bolivia, Cuba, Panamá y Uruguay le declaran la guerra a
Alemania.
Argentina permanece neutral, se encuentra en el poder el
jefe del Partido Unión Cívica Radical Hipólito Yrigoyen, primer
presidente electo democráticamente con el voto masculino.
Todavía las mujeres no votaban.
El manifiesto liminar elaborado por Deodoro Roca y
suscrito por la gran mayoría de estudiantes de la Universidad de
Córdoba declara que ha llegado el momento de romper con la

30
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

dependencia cultural europea y estadounidense y terminar con


“el vicio de querer regir la vida americana con mente formada a
la europea” (Tunnenmann, Carlos La Reforma Universitaria de
Córdoba. Revista Educación Superior y Sociedad, Vol. 9 N° 1:
103-127, 1998).
Las Universidades latinoamericanas, según dicho estudio,
eran fiel reflejo de las estructuras sociales que la Independencia
no logra modificar, conservando en esencia su carácter de
academias señoriales. Universidad y sociedad marchaban sin
contradecirse, por cuanto respondía a los intereses de las clases
dominantes de la sociedad, dueñas del poder político y
económico.
Este planteamiento ideológico fue apoyado en una serie de
reformas que contemplaban:
1) autonomía universitaria -en sus aspectos político,
docente, administrativo y económico; autarquía financiera;
2) elección de los cuerpos directivos y de las autoridades
de la Universidad por la propia comunidad universitaria y
participación de sus elementos constitutivos, profesores,
estudiantes y graduados, en la composición de sus organismos de
gobierno;
3) concursos de oposición para la selección del
profesorado y periodicidad de las cátedras;
4) docencia libre;
5) asistencia libre;
6) gratuidad de la enseñanza;
7) reorganización académica, creación de nuevas escuelas
y modernización de los métodos de enseñanza; docencia activa,
mejoramiento de la formación cultural de los profesionales;
8) asistencia social a los estudiantes, democratización del
ingreso a la universidad;
9) vinculación con el sistema educativo nacional;

31
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

10) extensión universitaria, fortalecimiento de la función


social de la Universidad, proyección al pueblo de la cultura
universitaria y preocupación por los problemas nacionales;
11) unidad latinoamericana, lucha contra las dictaduras y
el imperialismo. (Tunnenmann. 1988).
La Reforma que rompió con la educación colonialista
repercutió de inmediato en los países más cercanos a la
Argentina. En Perú, los estudiantes exigieron el funcionamiento
de cátedras libres pagadas por el Estado; asistencia libre y
representación estudiantil en el Consejo Universitario. Estos
reclamos eran dirigidos por el presidente de la Federación de
Estudiantes, Víctor Raúl Haya de la Torre.
El ideario reformista también fue adoptado en 1919 por la
Universidad de San Marcos, la principal casa de estudios del Perú y
en 1920 se celebró en Cuzco el Primer Congreso Nacional de
Estudiantes el cual aprobó la creación de las Universidades Populares
González Prada, en honor a Manuel González Prada, uno de los
políticos que mayor influencia tuvo en Haya de la Torre y José Carlos
Mariátegui. Las Universidades González Prado se convirtieron en los
centros de debate de obreros, estudiantes e intelectuales.
La reforma, según Tunnenmann, fue un elemento
fundamental en la fundación de Alianza Popular Revolucionaria
Americana (APRA), concebida por su ideólogo Haya de la Torre
como un gran movimiento latinoamericano de corte
antiimperialista, integrado por partidos y movimientos
progresistas del continente.
Otro elemento producto de la reforma en Perú fue la
incorporación en sus demandas del tema del indio que
Mariátegui desarrolla con amplitud en los Siete Ensayos de
Interpretación de la Realidad Peruana, convertido en lectura
obligatoria de los reformistas.
En esta obra fundamental, el Amauta sostiene lo siguiente:
La ideología del movimiento estudiantil careció, al principio, de

32
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

homogeneidad y autonomía. Acusaba demasiado la influencia de


la corriente wilsoniana. Las ilusiones demoliberales y pacifistas
que la predicación de Wilson puso en boga en 1918-19
circulaban entre la juventud latinoamericana como buena
moneda revolucionaria. Este fenómeno se explica perfectamente.
También en Europa no sólo las izquierdas burguesas sino los
viejos partidos socialistas reformistas aceptaron como nuevas
las ideas demoliberales elocuente y apostólicamente remozadas
por el presidente norteamericano. Únicamente a través de la
colaboración cada día más estrecha con los sindicatos obreros,
de la experiencia del combate contra las fuerzas conservadoras
y de la crítica concreta de los intereses y principios en que se
apoya el orden establecido, podían alcanzar las vanguardias
universitarias una definida orientación ideológica. (Mariátegui.
2010, p.140-141).
En Chile la Federación de Estudiantes impulsó la
autonomía universitaria; representación estudiantil en los
órganos de dirección; elección de las autoridades por la propia
comunidad universitaria, docencia y asistencias libres, extensión
universitaria, entre otras medidas motivadas por el movimiento
de Córdoba.
Según Tunnenmann la Reforma Universitaria tuvo tanta
trascendencia que sociólogos, dirigentes políticos e intelectuales
la consideran “El primer cuestionamiento serio de la Universidad
latinoamericana tradicional” que significó “el momento del
ingreso de América Latina en el siglo xx “.
Deodoro Roca, autor del manifiesto liminar de la Reforma
así lo plantea: “Hombres de una República libre, acabamos de
romper la última cadena que, en pleno siglo XX, nos ataba a la
antigua dominación monárquica y monástica. Hemos resuelto
llamar a todas las cosas por el nombre que tienen. Desde hoy
contamos para el país una vergüenza menos y una libertad más.
Los dolores que quedan son las libertades que faltan. Creemos

33
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

no equivocarnos,…: estamos pisando sobre una revolución,


estamos viviendo una hora americana”. No se equivocaba, hoy
en pleno siglo XXI los vientos reformistas todavía soplan con
fuerza. (Universidad Nacional de Córdova. Reforma
Universitaria.1918.
https://www.unc.edu.ar/sobre-la-unc/manifiesto-liminar).
En síntesis podemos afirmar que la Reforma Universitaria
de Córdoba además de impactar a las clases medias y los
intelectuales, tuvo también un gran apoyo popular, no solo en
Argentina sino en el resto de los países latinoamericanos que
vieron como ese movimiento había logrado derrumbar las arcaicas
estructuras de una universidad regida por cánones de una vetusta
tradición burguesa y, a la vez, significó la apertura de sus aulas a
sectores que hasta entonces estaban postergados, permitiendo el
debate libre de los distintas visiones del pensamiento universal.
Luis Emilio Recabarren
Sánchez Vásquez dice que a la América llega con Luis
Emilio Recabarren, fundador del Partido Socialista de Chile, una
concepción en la que se destaca el papel de la clase obrera como
vanguardia de la revolución.
Recabarren sostenía que la dictadura del proletariado era
una etapa imprescindible pero no eterna hacia el logro de una
sociedad donde se distribuyese de una forma más justa la
riqueza.
Este pensamiento lo ratifica cuando escribe El balance de
un siglo. Ricos y pobres a través de un siglo de vida republicana,
en el cual sostiene lo siguiente:
-En el aniversario de la independencia nacional […] solo
tienen razón de conmemorarla los burgueses, porque ellos,
sublevados en 1810 contra la corona de España conquistaron
esta patria para gozarla ellos […] pero el pueblo, la clase
trabajadora, que siempre ha vivido en la miseria, nada, pero

34
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

absolutamente nada ha ganado con la independencia […[ Las


clases populares viven todavía esclavas, encadenadas en el
orden económico, con la cadena del salario, que es su miseria;
en el orden político, con la cadena del cohecho, del fraude y la
intervención, que anula toda acción, toda expresión popular y en
el orden social, con la cadena de su ignorancia y de sus vicios,
que le anulan para ser consideradas útiles a la sociedad en que
vivimos. (Portales Felipe, p. 141).
Este linotipista chileno fue el organizador en 1912 del
primer movimiento obrero marxista de América Latina. Ese año
funda el Partido Obrero Socialista con el fin de organizar la
defensa y emancipación de los trabajadores de la dominación
capitalista; diez años más tarde, bajo el influjo de la Revolución
Rusa, el POS cambió su nombre por el de Partido Comunista de
Chile, estableciendo una estrecha y duradera relación con
el movimiento comunista internacional promovido y dirigido por
la Unión Soviética.
Recabarren desarrolla uno de los primeros análisis de
corte marxista sobre el parlamentarismo burgués, con una visión
dialéctica de las transformaciones que debían operarse en el
hombre al triunfo del socialismo.
También es de los primeros en pronunciarse sobre el papel
de la mujer que en su opinión era víctima de “una cadena
interminable de sufrimientos y de afrentas”. Asegura que la gran
responsable y culpable de la situación ominosa de la mujer era la
iglesia católica la cual, según sus palabras “hizo de la mujer un
ser repugnante infiel al marido, al padre y a la familia”.
Para el dirigente comunista chileno la iglesia católica
“constituyó el más horrible de los adulterios, el adulterio
espiritual, por el cual la mujer confía al fraile todos sus
sentimientos, sus pesares, sus debilidades; en una palabra toda
la mujer íntima, que no se entrega ni al marido; ni al padre, ni a
la familia, se entrega al fraile. Esta es la más indigna afrenta

35
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

que la iglesia ha establecido para la mujer”. (Recabarren, Luis


E. La mujer y su educación. Conferencia. Punta Arena, Chile, El
Socialista. http://www.memoriachilena.gob.cl/archivos2)
Para él la mujer es el ser más libre y, por lo tanto
“superiormente instruida, ilustrada y dedicada por entero a la
educación de sus hijos”.
Recabarren funda la Federación Obrera, embrión de las
organizaciones proletarias chilenas. Es un revolucionario que le
da mucha importancia a la educación. Señala que había que
alimentar al cerebro, para ello insta a los trabajadores a leer la
prensa y acudir a la biblioteca de la Federación para cultivarse.
Crea las cooperativas obreras con el objetivo de que vendieran
sus productos a precios accesibles a los trabajadores. Inclusive
llega a plantear que dichas cooperativas puedan producir ellas
mismas los bienes necesarios para la población e inclusive para
la exportación hacia los países vecinos.
En diciembre de 1924 el movimiento obrero continental
sufre una gran pérdida, su líder se suicida.
Quema de libros, abajo la cultura
En los años 20 del siglo pasado, quizás los más productivos de
Recabarren desde el punto de vista intelectual, fueron también muy
tumultuosos en el ambiente político chileno. Uno de los principales
caudillos de ese país, Arturo Alessandri Palma, llamado también “El
león de Tarapacá” fue electo presidente, en un clima muy enrarecido
donde el gobierno saliente de Juan Luis Sanfuentes, pretendía
desconocer el triunfo de la Alianza Liberal.
Las elecciones se realizaron el 25 de junio de 1920 en
medio de una gran polarización donde la derecha desataba una
campaña de terror en el sentido de que Alessandri iba a extender
la revolución bolchevique a Chile. (Portales Felipe, p .61).
La artimaña del gobierno y la derecha ante el indiscutible
triunfo de Alessandri demoraba la entrega de los resultados

36
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

electorales, generando masivas protestas de los sectores que


apoyaban la candidatura del “León de Tarapacá”.
Fuertes rumores circulan sobre movimientos de tropas
en Bolivia y Perú, ya que en el primero de estos dos países
había ocurrido un golpe de Estado. El gobierno de
Sanfuentes ordena la movilización de las Fuerzas Armadas
generando lo que Felipe Portales denomina “fervor
nacionalista”
La Federación de Estudiantes de Chile en un comunicado
exige una explicación al gobierno, pues los rumores sobre
Bolivia y Perú eran infundados. Esto irrita a la ultraderecha
fascistoide que procede, en presencia de la policía, a quemar el
local de los estudiantes. Los hechos ocurrieron tal como lo relata
Carlos Vicuña;
Una pirámide altísima de libros perniciosos fue quemada
allí mismo, a la una y media del día, a dos cuadras de La
Moneda, a media cuadra de la Alameda, a tres cuadras de la
Plaza de Armas, el día 21 de julio de 1920 (…) Las llamas
calmaron a la muchedumbre empatriotecida, que empezó
preocuparse de alimentar el fuego para que ningún libro se
escapase: allí se quemaron la Biblia y el Nuevo Testamento, el
Quijote y las Novelas Ejemplares, las Comedias de Aristófanes
y las Odas de Horacio, la Ilíada traducida por Leconte de
L’Isle al lado de Ulianov (Lenin). Pero los grandes pecadores
eran pocos junto a los poetas inofensivos: Rubén Darío,
Verlaine, Francis James, Mallarmé, Sully Prudhomme y las
poetisas americanas; Juana de Ibarbourou, Gabriela Mistral,
Alfonsina Storni. (Carlos Vicuña, citado por Portales, p. 64 y
65).
Este suceso, pese a la censura de la prensa oficialista llega a
conocimiento del mundo intelectual, a tal punto que Miguel de
Unamuno envía una indignada carta de solidaridad a los estudiantes
en la que califica a los incendiarios de “accionistas del patriotismo…

37
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

cachorros de la oligarquía plutocrática… [cuyo] odio es la


inteligencia” (P. 67).
Fue la primera quema de libros con gritos de abajo la cultura,
la otra ocurrió el 11 de septiembre de 1973, por los golpistas que
derrocaron al gobierno de la Unidad Popular.
En esos tumultuosos años, un joven médico llamado
Salvador Allende, acogía entusiasmado las experiencias de un
zapatero anarquista de origen italiano llamado Juan Demarchi,
quien además de enseñar a jugar ajedrez, le relataba las luchas de
los trabajadores en Europa y América, así como los principios
del anarquismo y la situación de explotación de los obreros
chilenos. (Amorós, Mario, P. 30).
Demarchi fue uno de los tantos inmigrantes que vinieron
al continente. Desertor del ejército italiano, salió hacia Portugal,
Brasil, retornó a Europa, concretamente a Barcelona, España,
hasta llegar a Argentina donde estuvo preso para asentarse en
Valparaíso, Chile.
En su extensa Biografía Sentimental de Salvador Allende,
el periodista Eduardo Labarca afirma que este inmigrante le
hablaba al futuro presidente chileno de un mundo libertario “sin
reyes ni príncipes, sin presidentes siquiera, sin ricos ni pobres,
paraíso en la tierra; le dará a leer los libros de los ácratas
Kropotkin, Bakunin, Malatesta; le enseñará a jugar ajedrez”.
(Labarca, Eduardo, P. 34)
Otro periodista, Carlos Jorquera, quien fue secretario de
Prensa de Allende durante el gobierno de la Unidad Popular
relata en su libro El Chicho Allende, como el propio Presidente
relata su amistad con el zapatero anarquista.
“Cuando era muchacho, entre los 14 y los 15 años, me
acercaba al taller de un zapatero anarquista, llamado Juan
Demarchi, para oírle su conversación y cambiar impresiones con
él. Eso ocurría en Valparaíso, en el período en que yo era
estudiante del liceo. Cuando terminaba mis clases iba a

38
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

conversar con ese anarquista que influyó mucho en mi vida de


muchacho. El tenía 60 o tal vez 63 años y aceptaba conversar
conmigo. Me enseñó a jugar ajedrez, me hablaba de cosas de la
vida, me prestaba libros de Bakunin, por ejemplo. Y, sobre todo,
los comentarios de él eran importantes porque yo no tenía una
vocación profunda de lecturas y él me simplificaba los
problemas con esa sencillez y esa claridad que tienen los obreros
que han asimilado bien las cosas”. (Jorquera, Carlos, P. 40)
La República Socialista
En 1931 llega a la Presidencia Juan Esteban Montero,
dirigente del Partido Radical, quien hace un gobierno
conservador heredero de una crisis económica dejada por la
dictadura del general Carlos Ibáñez y agravada por las secuelas
de la Gran Depresión de 1929-
La inoperancia del gobierno de Montero genera una conspiración
que deviene en un golpe de Estado el 4 de junio de 1932 y la declaratoria
inusitada de una República Socialista, la primera que adoptaba esa
denominación en el Continente.
Los protagonistas: el comandante en jefe de la Aviación,
Marmaduke Grove, el socialista Eugenio Matte Hurtado, el
periodista Carlos Dávila y el general (r) Arturo Puga. La junta
militar emite un decreto en el cual disuelve el Congreso Termal,
como se conocía el Congreso Nacional porque sus integrantes
fueron escogidos en una reunión en las Termas de Chillán por los
jefes de los partidos políticos que apoyaban al presidente Carlos
Ibáñez.
También se decreta el indulto a un grupo de marinos que
estaban presos por haber participado en una sublevación contra
el Gobierno en agosto de 1931. En materia económica la
República Socialista anuncia la creación de un Banco Estatal y la
realización de la Reforma Agraria.

39
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

Sin embargo, el 16 de junio un grupo de militares acusa a


Grove y Matte de llevar al país hacia el comunismo. Ambos
dirigentes fueron apresados y desterrados a la Isla de Pascua,
ubicada en el Pacífico Sur chileno, con lo cual se puso fin a esta
experiencia inédita que duró 12 días.
Derrocada la República Socialista asumió la Presidencia
Carlos Dávila quien ejerció un gobierno autoritario de corta
duración; el 13 de diciembre de ese año fue depuesto de su cargo
y enviado al exilio.
La inédita experiencia socialista genera por un lado
grandes simpatías en los partidos de izquierda y los sectores
populares y, por el otro, suscita un apoyo ambiguo y farisaico del
clero, los banqueros y sobre todo del principal diario del país El
Mercurio.
Tal como lo reseña Felipe Portales, ese periódico
editorializa el 9 de junio de la siguiente manera:
Este diario, que no es oligarca ni demagogo, que no
representa ni pretende otros intereses que los de la colectividad,
seguirá con solicitud serena y patriótica la evolución del
momento, y cooperará con un aporte de crítica constructiva, si
las circunstancias se lo permiten, a toda obra de reforma
política, económica o social, sin prejuicios de clase, que jamás
abrigó, ni menos todavía de rígidas doctrinas. Seguirá las
inspiraciones de la opinión que no milita en agrupaciones
ideológicas, que no persigue ni ataca, sino que analiza y
aconseja para que, ante todo y por sobre todo, haya un ambiente
de orden público, seriedad y mesura en los procedimientos,
buena voluntad y cooperación patriótica. (P. 122)
Varios días más tarde, el 17 de junio, luego de ser
depuesta la República Socialista, su editorial reza lo siguiente:
“Las fuerzas armadas han comprendido el grave peligro del
comunismo, amenazando la existencia organizada del país y

40
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

haciendo sentir su presencia al amparo de la desorientación


evidenciada por la Junta depuesta”. (P. 123).
Salvador Allende
Estos acontecimientos encuentran a Salvador Allende en
su rol de médico en Valparaíso. En octubre de 1932 se celebran
elecciones presidenciales y Arturo Alessandri es elegido con 54
por ciento de los votos. Marmaduke Grove que todavía estaba
preso sacó una importante votación de 17% pese a no tener
organización partidaria, lo que motivó a los grupos con
pensamiento afines al socialismo a reagruparse para constituir el
Partido Socialista.
El 19 de abril de 1933 se funda el Partido Socialista con
una declaración en la que adoptan el marxismo enriquecido
como método de interpretación de la realidad y subrayan la
división en dos clases de la sociedad capitalista. “Una clase que
se ha apropiado de los medios de producción y que los explota
en su beneficio y otra clase que trabaja, que produce y que no
tiene otro medio de vida que su salario”. (Amorós, p. 55).
Salvador Allende, en entrevista con Regis Debray en
1971, expresa su punto de vista sobre la fundación del Partido:
Cuando fundamos el Partido Socialista existía el Partido
Comunista, pero nosotros analizamos la realidad chilena y
creímos que había cabida para un partido que, teniendo un
pensamiento filosófico doctrinario similar, un método como el
marxismo para interpretar la historia, era un partido que no
tenía vinculaciones de tipo internacional, lo cual no
significaba que desconociéramos el internacionalismo
proletario (…) nosotros creíamos que era conveniente un
partido (…) que tuviera una concepción más amplia, de una
independencia absoluta (…) con un criterio al margen de una
posición vinculada internacionalmente. (Amorós, p. 56).

41
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

Tanto como médico como dirigente del Partido Socialista,


Allende se destaca como un dirigente de gran porvenir en el
Chile que se preparaba para grandes luchas sociales.
En febrero de 1936, Chile es la única nación
latinoamericana que constituye un Frente Popular que agrupa a
los partidos Radical, Comunista y Socialista, con miras a las
elecciones de 1938.
Como dirigente socialista y del Frente Popular Allende es
víctima de persecuciones por parte del gobierno de Alessandri
que lo relega a una población, Caldera, ubicada a 800 kilómetros
al norte de Valparaíso.
De vuelta a la actividad política en 1937, intervino en un
mitin en Valparaíso donde vaticina el triunfo del Frente Popular
tanto en las elecciones parlamentarias de marzo, como en los
comicios presidenciales de octubre de 1938, pese a la intención
del Gobierno de tratar de arrebatarle el triunfo. Tal como lo
predijo fue elegido diputado por las provincias de Valparaíso y
Aconcagua, siendo el tercer candidato más votado del Frente
Popular.
En las presidenciales, el Frente Popular gana las elecciones
con Pedro Aguirre Cerda y el 28 de septiembre de 1939, designa a
Salvador Allende como ministro de Salubridad quien desarrolla un
programa de alto contenido social.
Ya previo a su designación como ministro promulga un
Comando Único contra la tuberculosis, las enfermedades
venéreas infecto contagiosas y para la salvación de la madre y el
niño, con énfasis en la defensa del niño proletario; desayuno y
almuerzo escolar gratuito y la incorporación de 400 mil niños a
las escuelas públicas.
Luego de su paso por el Ministerio de Salubridad la
carrera de Allende es incontenible: Secretario general del Partido
Socialista; Senador, Presidente del Congreso Nacional,
Presidente de la Organización Latinoamericana de Solidaridad

42
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

(OLAS) y candidato presidencial en cuatro ocasiones. Carrera


que culmina con su elección como Presidente el 4 de septiembre
de 1970 y su fallecimiento el 11 de septiembre de 1973.
Carlos Baliño
Hablar de este revolucionario cubano es adentrarse en las
experiencias proletarias de un trabajador tabaquero que llega a
Estados Unidos y de inmediato se conecta con la clase obrera de
ese país.
Cubano obrero autodidacta vivió en Estados Unidos en
los años 80 del siglo XIX donde tuvo contacto con quienes
propagaban ideas marxistas en la nación estadounidense.
Baliño tenía un conocimiento básico de las obras de Marx
y Engels, particularmente de la concepción materialista de la
historia y de las categorías principales del materialismo
histórico.
Pese a este conocimiento que para algunos pudiera ser
elemental, Baliño supo llevar sus ideas al terreno de praxis
política, por lo que se le reconoce un papel de maestro y forjador
de revolucionarios en Cuba.
Junto a José Martí funda el Partido Revolucionario
Cubano en 1892, en Cayo Hueso, donde también desarrolla una
amplia actividad por la independencia de Cuba.
Durante su permanencia en Estados Unidos, Baliño con
Martí participa en la formación de organizaciones de carácter
revolucionario y en colaboraciones en la prensa de la época,
sobre todo en el periódico Patria dirigido por el Apóstol cubano.
En 1906 participa en la constitución del Partido Socialista
de Cuba y es elegido Presidente de la Agrupación Socialista de
La Habana en 1910. Conoce a Julio Antonio Mella con quien
entabla una gran amistad. Ambos fundan el Partido Comunista
de Cuba, en 1925.

43
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

Luego de finalizada la guerra contra España en 1908,


comienza a desarrollar en Cuba una labor a favor de las
demandas obreras y participa en la organización del Partido
Obrero que luego se transformará en Partido Obrero Socialista;
donde se desempeña como articulista en el órgano de ese partido
La Voz Obrera.
Baliño escribe también en El Socialista, órgano de la
Agrupación Socialista de La Habana, y en otras publicaciones
destinadas a difundir las ideas revolucionarias y a reorganizar
pequeños grupos de ideas progresistas.
En su tumba aparece escrito el siguiente epitafio: “Los
trabajadores de Cuba y especialmente los comunistas, han perdido
a uno de sus mejores militantes”. Su fallecimiento ocurrió el 18 de
junio de 1926 en La Habana.
Julio Antonio Mella
Dirigente estudiantil destacado por su pensamiento como uno de
los más lúcidos exponentes del ideario marxista en América Latina. Su
prédica se centró en la necesidad de la alianza de los obreros con los
campesinos, estudiantes e intelectuales progresistas frente a la burguesía
nacional y el imperialismo.
Mella, en este contexto, mantiene un debate contra el
movimiento aprista peruano que lideraba Víctor Raúl Haya de la
Torre quien subestimaba el papel de la clase obrera en
Latinoamérica y predicaba lo que llamaba socialismo
indoamericano, el cual a la postre resultó ser una postura
contraria al socialismo y apologética de la socialdemocracia.
Un rasgo característico de Mella, también presente en otros
marxistas latinoamericanos, fue mantener un criterio propio sobre las
transformaciones que demandaba la región y sus diferencias
sustanciales con la realidad en la que se había producido la primera
revolución socialista del mundo.

44
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

Marxista adelantado para su época se pronuncia por la


aplicación de las ideas revolucionarias del marxismo sin
esquemas preconcebidos y tomando en cuenta de manera
creadora la situación real y concreta del país y la región
latinoamericana.
En 1920 Mella hace un primer viaje a México, país que
estaba en plena revolución. Allí tiene oportunidad de precisar las
verdaderas intenciones del panamericanismo y la democracia
como una argucia del imperialismo que mientras hablaba de esos
ideales mantenía tropas de ocupación en Nicaragua, Haití y
República Dominicana.
En un artículo publicado por Fernando Bossi en el portal
Alba, de Caracas, se inserta una declaración de Mella que da
cuenta de su pensamiento antiimperialista:
Los pueblos hermanos, que un loco tenaz descubriera,
cachorros de un caduco león son hoy presa de un águila
estrellada. ¿Por qué justicia? Por ninguna […] Ver unidas a las
repúblicas hispanoamericanas para verlas fuertes, dominadoras
y servidoras de la Libertad, diosa. He aquí mi ideal. (Bossi.
2015, 8 de enero. Portal Alba)
De regreso a Cuba en 1921 ingresa a la Universidad de la
Habana para estudiar Derecho, Filosofía y Letras, donde
desarrolla su pensamiento y destaca como dirigente estudiantil al
suscribir un manifiesto de rechazo a la designación del general
estadounidense Enoch Herbert Crowder como Rector Honoris
Causa.
Mella en ese entonces tenía un pensamiento reformista en
el sentido de insertar a la Universidad en toda la problemática
del país e insistir en su tesis de que una casa de estudios no es
una escuela de comercio a donde se va a buscar tan solo un
medio de ganarse la vida: la universidad moderna debe influir
de manera directa en la vida social
(https://www.ecured.cu/Julio_Antonio_Mella).

45
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

Su pensamiento revolucionario se hace patente en una


amplia labor periodística a través de la revista universitaria Alma
Mater, y también como líder por la reforma universitaria,
fundador de la Federación de Estudiantes Universitarios,
organizador del Primer Congreso Nacional de Estudiantes de
Cuba y la Universidad Popular José Martí, destinada a la
educación pública para los trabajadores. Fue igualmente autor de
la Declaración de los Derechos y Deberes del Estudiante.
Mella dirige el periódico Juventud, funda la Liga
Anticlerical y, con Carlos Baliño, crea la sección cubana de la
Liga Antiimperialista, inspirada en las directrices de la
Internacional Comunista. El 16 de junio de 1925, junto a Baliño
funda el Partido Comunista Cubano.
Previo a la fundación de este partido, el 20 de mayo de ese año,
Gerardo Machado, un general partidario del colonialismo asume la
Presidencia y ejerce una larga dictadura. Mella es expulsado de la
Universidad y detenido acusado de terrorista.
Exiliado en México se incorpora al movimiento
revolucionario continental e internacional; colabora con los
periódicos Cuba Libre, El Libertador, Tren Blindado, El
Machete y Boletín del Torcedor.
En el Congreso Mundial contra la opresión colonial y el
imperialismo, celebrado en Bruselas en febrero de 1927, es
factor fundamental en las denuncias contra las dictaduras pro
estadounidense y la Unión Panamericana señalada como
instrumento del imperialismo.
De regreso a México participa en la Liga Campesina
Nacional y desarrolla una gran actividad de solidaridad con la
causa nicaragüense que lidera Augusto César Sandino, e
igualmente apoya las actividades de los venezolanos que luchaban
contra la dictadura de Juan Vicente Gómez.
El 10 de enero de 1929, cuando paseaba con su compañera
la fotógrafa italiana Tina Modotti, fue asesinado, en un suceso

46
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

que según el mismo Mella denunció fue ordenado por el dictador


cubano. Machado me mandó a matar. Muero por la Revolución.
Tina me muero fueron sus últimas palabras.

Anibal Ponce: Visión marxista de la cultura


Aníbal Norberto Ponce (1898-1938) nace en el pueblo de
Dolores, provincia de Buenos Aires. En los años 20 conoce a José
Ingenieros, destacado intelectual y científico positivista de comienzos
del siglo XX en Argentina, y autor de Principios de psicología
(1911), con quien mantiene una gran amistad. Ambos fundan los
periódicos Renovación y Unión Latinoamericana y la Revista de
Psicología, de la cual llega a ser director tras la muerte de Ingenieros.
En su acercamiento al marxismo, condensa en 8 capítulos
el libro Educación y lucha de clases, un texto que ha sido
considerado desde el punto de vista metodológico como una
rigurosa y profunda visión acerca del medio en que el hombre se
educa e instruye.
En este contexto, Ponce sostiene que la estructura del
medio social condiciona las formas de la educación y de la
adquisición de conocimientos. Lo concreto es punto de partida
de lo abstracto y lo abstracto vuelve a lo concreto, como
expresión de un proceso indisociable en la realidad del
aprendizaje.
(http://www.conductitlan.org.mx/07_psicologiaeducativa/Materi
ales/L_ANIBALPONCEEducacionyLuchadeClases.pdf)
En el primer capítulo, Ponce analiza la estructura de la
comunidad primitiva, siguiendo los postulados de Lewis Henry
Morgan acerca del modo de vida de los indios iroqueses que
habitan suelo estadounidense.
Morgan describe en su libro La Sociedad Primitiva que en
la comunidad estudiada predominan la comunidad de bienes, la
consanguinidad, la igualdad de derechos y obligaciones de sus

47
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

componentes, lo que implica la forma más elemental y a la vez


más nítida de democracia.
Ponce subraya que la educación en este ambiente
primitivo se caracteriza por la igualdad de derechos y deberes,
igualdad de sexos; la mujer no está subordinada al hombre, al
contrario de cómo en la sociedad capitalista la mujer es tratada
como un asunto privado del hombre, sino que ejerce una
verdadera función pública en beneficio de toda la comunidad.
En otras palabras, las mujeres en la comunidad primitiva
tenían los mismos derechos de los hombres, y los niños a partir
de los 7 años compartían con los adultos las faenas del trabajo y
recibían recompensas iguales que los demás adultos por su labor.
En este aspecto, Ponce sostiene que el niño iba asimilando
experiencias de su entorno y con ese compartir diario con el
adulto asimilaba las creencias y las prácticas del medio social.
Según Ponce, en la sociedad capitalista se identifica a la
Escuela con la Educación, lo cual es un planteamiento
individualista donde existe siempre un educador y un educando,
mientras que en la comunidad primitiva la educación es una
función espontánea de la sociedad en su conjunto al igual que el
lenguaje y la moral:
Para aprender a manejar el arco, el niño cazaba; para
aprender a guiar una piragua, navegaba. Los niños se educaban
participando en las funciones de la colectividad. Y porque
participaban en las funciones sociales se mantenían, no obstante
las diferencias, a un mismo nivel que los adultos.
(http://www.scielo.org.mx/scielo.php?
script=sci_arttext&pid=S0185-26982015000300014).
Ponce llega a la conclusión que el “comunismo de tribu”, 
era una sociedad en la que no existían las clases sociales, la
educación se caracterizaba por ser una función espontánea y en
esta organización comunitaria los niños acompañaban a los
adultos en sus trabajos y por espontánea asimilación de su

48
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

entorno y la convivencia con el adulto se formaban de acuerdo


con los “moldes” de su grupo.
En las comunidades primitivas la enseñanza era para la
vida por medio de la vida. (Ponce, 1975, P. 11). Sin embargo,
esta concepción de la educación como una función espontánea
de la sociedad mediante la cual los niños se asemejan a los
adultos, deja de existir en cuanto la comunidad primitiva se va
transformando en sociedad dividida en clases, la propiedad se
hace privada y los vínculos de sangre son reemplazados por el
poder del hombre sobre el hombre.
Acucioso lector de Marx, afirma que en la organización de
la comunidad primitiva no se conocían rangos ni jerarquías, y el
primitivo supuso que la naturaleza estaba organizada en igual
forma; su religión fue por eso una religión sin dioses. Creía en
fuerzas difusas que rodeaban a todo lo existente, de la misma
manera como las influencias sociales también guiaban la
conducta de todos los miembros de la tribu.
La aparición de las clases –refiere- es el resultado de un
largo proceso histórico, condicionado por modificaciones
derivadas del progreso instrumental en el trabajo y en la
producción. A la primitiva división del trabajo, elemental y natural,
derivadas del sexo y la edad, se acopla la diferenciación lenta en
los modos de trabajar, en que el instrumento o elemento de
producción, el utensilio, permite acrecer el resultado del esfuerzo
muscular humano.
El lento progreso en las formas de producir, con su técnica
rudimentaria. obligó a una mayor división del trabajo y esto hizo
aparecer lo que Ponce llama “el trabajo social no material” que
es la formación de funcionarios al servicio de la comunidad.
En la comunidad que se transforma –dice - la dirección
del trabajo se separa del trabajo mismo; las fuerzas mentales de
las fuerzas físicas. Y añade que las modificaciones introducidas
en la técnica –especialmente la domesticación de las animales y

49
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

su aplicación a la agricultura como auxiliares del hombre-,


acrecentaron de tal modo las fuerzas del trabajo humano que la
comunidad empezó a crear desde entonces más de lo necesario
para su propio sustento.
Este excedente de productos dio origen al intercambio de éstos
y de las diferencias clasistas. El productor además de lo que
necesitaba para su sustento comenzó a producir también para cambiar
con las tribus vecinas. Así mismo, también apareció el ocio que
permitió la búsqueda de nuevas materias primas y la invención de
nuevas técnicas.
Ponce subraya que el trabajo del hombre, al aumentar su
rendimiento, adquirió cierto valor. El exterminio de los enemigos
entre tribu y tribu era consecuencia de la imposibilidad de
alimentar más allá de cierto número de personas. Cuando
aumenta la producción por las nuevas técnicas se elimina la
escasez, y a los prisioneros de guerra se les deja vivir a
condición de que se conviertan en esclavos.
A medida que se desarrollaba la cría de ganado se
incrementaba la demanda de cuidadores, lo que incorporaba a
estas faenas a individuos extraños a la tribu. El trabajo con
esclavos aumentó el excedente de productos de la colectividad y
los <administradores>, como representantes de ésta los
intercambiaban con las otras tribus. Las funciones de los
organizadores <se volvieron hereditarias y la propiedad común
de la tribu –tierras y ganados- pasó a ser propiedad privada de
las familias que las administraban y defendían. Dueñas de los
productos a partir de ese momento, las familias dirigentes se
encontraron, al mismo tiempo, dueñas de los hombres. (P. 11).
Un planteamiento fundamental de Ponce refiere que si
bien la aparición de las clases sociales fue una consecuencia de
la productividad escasa de la fuerza humana de trabajo, también
quienes se liberaron de ese trabajo material se adueñaron para sí
del conocimiento adquirido para prolongar la incompetencia e

50
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

ignorancia de las masas y asegurar el dominio de los grupos


dirigentes.
Al contrario de la comunidad primitiva donde cualquiera
de sus miembros podía ser juez o jefe, cuando comienzan a
aparecer las clases, los jefes o administradores compartían sus
conocimientos solo con sus familiares o allegados. De manera
que todo quedaba en casa. Según relata había una ceremonia de
iniciación para con los jóvenes seleccionados por los jefes y a
estos los sacerdotes les enseñaban los mitos y las tradiciones. De
esta manera, la educación espontánea desaparecía para dar paso a
una instrucción coercitiva.
En el desarrollo de su pensamiento, Ponce llega a varias
conclusiones: En primer lugar sostiene que en las revoluciones
burguesas la educación fue hecha para controlar las masas y las
estructuras mentales de los jóvenes que con ayuda de la técnica y
la producción de la industria eran entrenados para garantizar la
estabilidad de las élites dominantes.
Por su parte, el proletariado se veía obligado a aceptar que
el tiempo educativo era “mermado por el trabajo”, lo cual
convertía a la educación como un modelo funcionalista que
implicaba el control total del capitalismo.
En contraposición, la dictadura del proletariado abría
nuevas fronteras para la educación porque el socialismo liquida
el analfabetismo bajo la premisa de la construcción de un
hombre nuevo.
Ponce sostiene que el capitalismo idiotiza y robotiza al ser
humano porque la educación es un aparato ideológico del capital,
mediante el cual las clases dominantes condicionan las conductas
de los niños para preservar la existencia del capitalismo.
Avizora que en la nueva sociedad revolucionaria la
educación perfecciona las técnicas de trabajo colectivo para que
cada ser humano tenga una vida liberada y culta, donde ningún

51
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

obstáculo impida a las masas el acceso a la cultura y no exista


sabiduría monopolizadora por grupo o individuo.
La educación del hombre nuevo latinoamericano genera
conflictos con la educación comercial globalizada y estos
enfrentamientos determinarán en los próximos años la posición
rebelde de América Latina ante el mundo.
Marx, Bolívar y Ponce
En 1934 cuando en la URSS se preparaba una edición de
las Obras Completas de Marx, Aníbal Ponce, quien se
encontraba en Moscú, tuvo acceso a un artículo de Marx sobre
el libertador Simón Bolívar. Ponce lo tradujo y publicó en 1936
e hizo un comentario en el cual, olvidándose por completo de la
acuciosidad y rigurosidad de su metodología marxista, apoyó de
manera acrítica el deleznable escrito de Marx.
El historiador venezolano Vladimir Acosta, al analizar tanto
el texto como dicho comentario, llega a la conclusión de que se
trata de una ligereza de Marx y de un comentario malsano de
Ponce, quien se ubica entre los tantos detractores de la gesta
americanista de Bolívar y San Martín.
Acosta subraya que los autores de los que se valió Marx,
Ducoudray-Holsatein y Gustavus Hippisley participaron en el
ejército libertador y sus “divergencias y enfrentamientos con
Bolívar, les llevó a hacer críticas, a menudo discutibles e
infundadas, contra el Libertador”. (Quintero Inés, Acosta
Vladimir.2007, p. 57).
Estos dos personajes utilizados por Marx como fuentes
fundamentales, cuando participaban en el ejército patriota
asumieron posiciones intrigantes y conspiradoras contra
Bolívar, que luego convirtieron en libros; el de Ducoudray
Holsatein utilizado por Marx en su edición francesa y el de
Gustavus Hippisley, presentan una visión de un Bolívar cobarde,
perdedor de batallas y que casi nunca participaba en ellas.

52
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

Marx escribió dicho texto por encargo, en esa ocasión


estaba en dificultades económicas y para obtener un ingreso
aceptó la invitación a escribir para la New American Cyclopedia
que un editor estadounidense estaba preparando. Por cierto,
Vladimir Acosta destaca que dicha publicación estaba llena de
errores y objetividad académica, además, el propio Marx no le
dio mayor importancia y fue publicada en forma anónima.
Vale recordar que con ese texto se pone de manifiesto el
desconocimiento de Marx sobre América. Su visión eurocentrista
hablaba de que la revolución era posible solo en aquellos países
con un desarrollo capitalista avanzado, aunque en la etapa final
de su vida admite la posibilidad de un cambio revolucionario en
Rusia debido a la importancia y desarrollo que tenía la comuna
campesina. (Quintero y Acosta. P. 77).
En cuanto a Ponce, es lamentable que se dedicara
sencillamente a aceptar sin miramientos los planteamientos de
Marx, coincidiendo con esa intelectualidad enemiga de Bolívar
y San Martín que ha acusado sobre todo al primero de
bonapartista, olvidando esa premisa fundamental de que
Napoleón salió de sus fronteras a conquistar otras regiones,
mientras Bolívar hizo lo propio para libertar naciones oprimidas
por el imperio de entonces. Tamaña diferencia.
El canto a la Libertad
De los venezolanos que por distintas circunstancias
trajeron las primeras ideas revolucionarias a Venezuela, merece
destacar el nombre de José Pío Tamayo. Un talentoso estudiante
que fue expulsado del país por el gomecismo, acusado de ser un
hombre de extrema peligrosidad por sus ideas comunistas.
En realidad Pio Tamayo fue un intelectual de punta para la
época. Poeta, fundador de revistas y periódicos, así como de
círculos de estudios literarios, era considerado una especie de
“bicho raro” por un régimen que vivía de la alcahuetería y el

53
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

jalabolismo. Pío Tamayo escribió una novela, El dolor de los


granujas, que generó la ira de la dictadura y fue colocado en una
especie de “lista negra” al cual era necesario vigilar en extremo.
Luego vino la conseja gubernamental cuyo emisario, un general
presidente del estado Lara, donde vivía el poeta, fue el
encargado de trasmitirla a su familia: “Pío debe salir del país o
será detenido”. Definitivamente, sus ideas no le gustaban al
gobierno.
Pero como dice el pueblo no hay mal que por bien no
venga. La salida de Pío Tamayo al exterior le sirvió para
enriquecer y consolidar su pensamiento progresista y
revolucionario. En Puerto Rico funda la revista Bohemia; en
Nueva York trabaja en una imprenta y se incorpora a grupos de
venezolanos opositores al gobierno de Gómez y comienza a
estudiar marxismo. Viaja a La Habana y participa en la
fundación del Partido Comunista Cubano y para mayo de 1924
visita Colombia, y en la ciudad de Barranquilla funda la
organización Unión Obrera Venezolana de ideología marxista.
Pío Tamayo regresa a Venezuela en 1926, ya que el
gobierno de Gómez decretó ese año una amnistía. En 1927, en
Caracas, se incorpora a la revista Elite. Participa en las luchas
clandestinas antigomecistas y en febrero de 1928 interviene en la
proclamación de Beatriz I como Reina de los Estudiantes, donde
da lectura a su poema Homenaje y demanda del Indio el cual
desata la ira de la dictadura.
Miguel Acosta Saignes, uno de los estudiantes presentes
en el acto, reseña la reacción del público.
“Pío Tamayo, menudo, delgado, con un color oliváceo…
comenzó de una manera sumamente extraña, con un verso que
decía: Cacique Totonó, soy indio Tocuyo yo”… Cuando dijo esa
letanía tan extraña, fue como si algo se removiera en las entrañas
del público. Algo extraño. El tenía una voz muy fina, alisada.
Contó una historia: y dijo que era a él a quien le habían robado su

54
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

novia. Aquello parecía no tener enlace con el comienzo del poema


hasta el momento en que se dirigió a la Reina Beatriz y le dijo que
aquella novia, que él identificaba con ella, y que le habían robado,
se llamaba ¡Libertad! Entonces estalló aquella emoción que había
sembrado con las primeras palabras. Como si vinieran de lo hondo
de la gente… Y aquello fue una ovación incendiaria, una cosa
tremenda…”.
Efectivamente, la mención de esa novia robada llamada
Libertad genera la emoción y el entusiasmo de esa juventud
rebelde frente a la tiranía pero, como contrapartida, desata la
furia de los cancerberos del régimen.
(http://www.laizquierdadiario.com.ve/Pio-Tamayo-poesia-y-
revolucion-en-clave-porvenirista)
Aquí los versos más sustanciales del poema de Pío
Tamayo que irritaron a la dictadura
Beatriz del estudiante,
cetro de rebeldías,
corona de futuros;
bajo el patio de auroras de vuestro trono eres
la juvenil canción del amanecer.
¡Me han quitado mi novia!
¡y salid a buscarla!
¡Mirar cómo levantan asfixias hasta el cielo
las crestas de los cerros!
Pero no, Majestad que he llegado hasta hoy,
y el nombre de esa novia se me parece a vos!
Se llama LIBERTAD!
Y no era para menos, el poema es todo un canto contra
una dictadura entregada al naciente imperialismo que desde el
norte enseñaba sus dientes amenazadores contra la región
latinoamericana. Semejante afrenta no podía ser tolerada por el
gomecismo y el 13 de marzo de 1928 Pío Tamayo es detenido
junto con otros estudiantes. Su prisión: las mazmorras

55
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

malolientes del castillo de Puerto Cabello, infame recinto donde


eran confinados los opositores al gobierno y donde la vida no
valía nada.
Sin embargo para Pío Tamayo ese encarcelamiento no
amilana su espíritu rebelde. Al contrario, lo estimula para
continuar desplegando sus esfuerzos revolucionarios como
propagador de las ideas sociales de vanguardia. Así funda la
Carpa Roja, Escuela de Idealidad Avanzada, en la que dicta
cátedra a sus compañeros de prisión sobre formación política e
ideología marxista.
En aquella camada de alumnos se encontraban Jóvito
Villalba, presidente del Centro de Estudiantes de Venezuela,
embrión de la Federación de Centros de Estudiantes de la
Universidad Central, quien destacaba por su gran capacidad como
orador de masas; Miguel Otero Silva, posteriormente novelista,
periodista y director del diario “El Nacional”; y entre otros
estudiantes estaban Fernando Key Sánchez, Miguel Acosta
Saignes, Rodolfo Quintero, Kotepa Delgado, Iván Darío
Maldonado, Ángel “la bruja” Márquez, Juan Bautista Fuenmayor,
Rómulo Betancourt.
Todos estos alumnos de Pío salen de la prisión
enfervorizados con la ideología marxista y se proponen fundar el
Partido Comunista de Venezuela “Leniniano”, embrión de lo que
sería el Partido Comunista de Venezuela (PCV).
Pío Tamayo recupera su libertad el 15 de diciembre de
1934, aquejado por una grave enfermedad pulmonar. La
dictadura para evitar que se muriera en la prisión lo entrega a sus
familiares. Diez meses después, el 5 de octubre de 1935, fallece
el poeta que hizo de la revolución su canto fundamental.
Un trío antidictatorial
En una reseña sobre las ideas revolucionarias en América
Latina no pueden faltar los nombres de Gustavo Machado,

56
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

Salvador de la Plaza y Juan Bautista Fuenmayor. Este trío de


venezolanos se encuentra entre los organizadores de las primeras
manifestaciones contra la dictadura de Juan Vicente Gómez y
propagadores del pensamiento marxista en el país.
Gustavo Machado y su hermano Eduardo provenían de
una acaudalada familia. Sus padres fueron Carlos Machado
Romero y María Morales, miembros de la oligarquía caraqueña.
Desde muy joven Gustavo expresa inquietudes por la justicia
social por lo que en 1914 es arrestado apenas graduado de
bachiller. Como estudiante de Derecho en la Universidad Central
de Venezuela se une a la lucha contra el dictador Gómez e
integra el grupo Los Espartacos con Salvador de la Plaza, Andrés
Eloy Blanco, Pedro Zuloaga.
El joven estudiante universitario se involucra en una
conspiración contra Gómez dirigida por el capitán Luis Rafael
Pimentel, en 1919, la cual es develada y se ve obligado a huir a
Curazao y posteriormente a los Estados Unidos. De allí viaja a
París y se inscribe en la Facultad de Derecho de la Universidad
de la Sorbona, asiste a la fundación del Partido Comunista
Francés, en 1920, y comienza a estudiar las primeras obras de
Marx, Engels y Lenin.
Ya graduado de abogado viaja a La Habana en 1924 donde
conoce a Carlos Baliño y Julio Antonio Mella y se integra al
movimiento revolucionario de la isla a la vez que participa en la
fundación del Partido Comunista Cubano en 1925.
Colabora con el periódico Venezuela Libre y da cursos de
Historia de las doctrinas económicas en la Universidad Libre
José Martí, a la vez que junto a su hermano Eduardo se integra a
la Liga Antiimperialista de las Américas.
Gustavo Machado viaja a México en 1926 y allí funda
junto con Carlos León, Salvador de la Plaza y Miguel Zúñiga, el
Partido Revolucionario Venezolano (PRV), núcleo inicial del
Partido Comunista de Venezuela. Ya para esta época era un

57
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

convencido de la lucha por la justicia social y los explotados. Se


interesa por la gesta de Augusto César Sandino en Nicaragua
quien lidera la resistencia contra los marines estadounidenses
que habían invadido a Nicaragua y participa en el movimiento de
solidaridad con esta causa.
Siempre con su mirada puesta en su país, planifica un
asalto a Curazao, toman un barco y armamento para invadir a
Venezuela con el propósito de derrocar a la dictadura gomecista,
incursión que fracasa por lo que decide refugiarse en Colombia.
Una reseña de esta acción se encuentra en el Diccionario
de Historia de Venezuela, p. 76, tomo E-O, de la Fundación
Polar, según la cual Machado, junto con Ramón Torres y
Rafael Simón Urbina, planea el asalto al fuerte
Ámsterdam, el cual se lleva a cabo el 8 de junio de 1929.
El fuerte se rinde y cae preso el gobernador de Curazao.
Los insurgentes, 250 hombres, entre ellos Miguel Otero
Silva y Guillermo Prince Lara, se apoderan del vapor
americano Maracaibo, e invaden a Venezuela por La Vela
de Coro (9.6.1929). Las tropas gubernamentales,
comandadas por el general León Jurado, hacen fracasar el
intento el 13 de junio de 1929.
Posteriormente Machado hace una dura autocrítica
de dicha invasión, a la cual califica de acción
garibaldiana estudiantil y subraya que lo importante en la
lucha es la organización del movimiento obrero.
En 1935 entra de manera clandestina a Venezuela y
es detenido. A la muerte de Gómez el año siguiente, es
liberado y participa en la organización del Partido
Comunista. Sin embargo, el nuevo gobierno presidido por
el general Eleazar López Contreras lo expulsa de nuevo
hacia Colombia donde permanece hasta 1941.
De retorno en Venezuela, encuentra al partido
sumido en una lucha ideológica entre quienes siguen los

58
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

lineamientos expresados por Earl Browder, secretario


general del Partido Comunista de Estados Unidos y
quienes cuestionan estos postulados. Machado, Salvador
de la Plaza y Rodolfo Quintero asumen esta última
posición.
El browderismo tenía como principal portavoz en
Venezuela a Juan Bautista Fuenmayor. Este debate ideológico
tuvo como resultado la expulsión de Machado, De la Plaza y
Quintero del PCV que siguió siendo dirigido por Fuenmayor
como Secretario General.
La tesis de Browder tuvo mucho eco en América
Latina y su postulado fundamental era el apoyo a los
aliados durante la Segunda Guerra Mundial y la defensa
de la URSS, mediante la constitución de alianzas con
todas las fuerzas antifascistas, así como la prohibición de
actos obstaculizadores a dicha alianza para lo cual
llamaban a los trabajadores a no realizar huelgas ni
manifestaciones. Lo que significaba una desmovilización
de la lucha social.
Las ideas de Browder encontraron un fuerte impulso
con la conferencia de Teherán entre Churchill, Stalin y
Roosevelt, en noviembre de 1943. Para el secretario
general del Partido Comunista estadounidense, dicha
conferencia dio luz verde a la colaboración entre los
países capitalistas y la URSS y demostraba que era
posible una paz clasista. El argumento era que el
imperialismo había cambiado con Roosevelt porque había
perdido su esencia agresiva y podía convivir con el
socialismo. Se hablaba entonces del capitalismo
progresista.
La disolución de la Internacional Comunista en
1941 fortaleció con mucha fuerza esta tesis en el Partido
Comunista de Venezuela, cuya dirección propiciaba la

59
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

colaboración de clases y el apoyo irrestricto a Earl


Browder.
El debate interno entre las facciones comunistas se
intensifica y se divide el partido quedando las siglas de
PCV con Fuenmayor mientras Gustavo Machado fundaba
el Partido Comunista de Venezuela Unido (PCVU).
Posteriormente el partido se reunifica, Fuenmayor
se retira de la política activa y Machado se consagra como
el principal líder del PCV cuya secretaría general es
asumida por Jesús Faría.
Machado fue diputado por el Distrito Federal en las
elecciones de la Asamblea Nacional Constituyente de
1946; candidato a la Presidencia de la República en las
elecciones de 1947 que fueron ganadas por Rómulo
Gallegos; Diputado por el Distrito Federal en 1948 año en
que funda el diario del PCV, Tribuna Popular.
Tras el golpe de Estado de 1948 que depone a
Gallegos, el PCV pasa a la clandestinidad y Machado,
luego de ser detenido por las fuerzas represivas de la
dictadura, es expulsado a México en 1950, donde publica
el boletín Noticias de Venezuela. A la caída de la
dictadura del general Marcos Pérez Jiménez, el 23 de
enero de 1958, Gustavo Machado regresa a Venezuela y
es elegido diputado por el Distrito Federal.
Durante el gobierno de Rómulo Betancourt, el PCV
junto al MIR, una escisión de AD, comandan la oposición
contra ese gobierno y tras dos insurrecciones armadas en
Puerto Cabello y Carúpano, dichos partidos son
ilegalizados y sus dirigentes encarcelados.
Luego de varios años de prisión, en 1968 es elegido
diputado por el Distrito Federal por la organización Unión
Para Avanzar (UPA), grupo creado por los comunistas
para participar en esos comicios ya que el PCV

60
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

continuaba ilegalizado. Una vez que se recupera el


nombre PCV, Machado ocupa la presidencia de este
partido y en las elecciones de 1973 es electo diputado por
el Distrito Federal.
Salvador de la Plaza
Caraqueño, nacido el 1 de enero de 1896, Salvador de la
Plaza conoce la dictadura de Juan Vicente Gómez desde muy
joven cuando cursaba sus primeros estudios en el Colegio
Católico Alemán. En 1913 ingresa a la Escuela de Medicina de
la UCV donde destaca como dirigente estudiantil y es electo
delegado ante el Consejo de la Asociación General de
Estudiantes de Venezuela, pero la dictadura cierra la
Universidad.
Luego de la reapertura de la UCV se matricula en la
facultad de Derecho donde participa en actividades políticas
contra el gomecismo, entre ellas una conspiración cívico militar
que fracasa, en 1919, por lo que es detenido. Dos años va a pasar
en las mazmorras de la dictadura, cuando en 1921 es expulsado
del país.
Exiliado en Francia se reúne con los venezolanos que
desarrollaban actividades antidictatoriales. Allí, De la Plaza comienza
a tener contacto con las ideas marxistas y se gradúa de abogado en la
Universidad de París en 1924. Precisamente son los años en que la
explotación petrolera comienza en Venezuela y, con ello, la presencia
de las primeras compañías extranjeras explotadoras de ese recurso.
Ya con una formación antiimperialista, viaja a La Habana
en 1925 y se contacta con Julio Antonio Mella y Carlos Baliño,
fundadores del Partido Comunista de Cuba. Crea la revista
Venezuela Libre cuyas páginas son tribuna de las denuncias
contra la dictadura.
En 1926 Salvador de la Plaza viaja a México y organiza
junto a otros exiliados, entre ellos Gustavo Machado y Rodolfo

61
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

Quintero, el Partido Revolucionario Venezolano (PRV) y edita el


periódico Libertad. Incorporado a la lucha política
antiimperialista, destaca por su apoyo a la causa del general de
hombres libres, Augusto César Sandino, quien libra una heroica
lucha contra la invasión de los marines estadounidenses a
Nicaragua. En este contexto, se incorpora a las actividades del
Comité Manos Fuera de Nicaragua como organizador de las
redes de solidaridad.
Junto al pintor mexicano Diego Rivera participa en la Liga
Antiimperialista de las Américas, edita el periódico El
Libertador donde publica su artículo El pacto de Gómez con
Wall Street que es una denuncia muy completa sobre la
intervención del capital de las compañías petroleras
estadounidenses en la soberanía venezolana.
Para esa época Salvador de la Plaza viaja a Moscú donde
participa en condición de periodista en los actos conmemorativos
del X Aniversario de la Revolución bolchevique. A tal efecto,
utiliza un pasaporte expedido en Panamá con la identificación de
Salustiano Salustianovich Paredes.
Siempre con la intención de regresar a Venezuela o estar
cerca de su país, se traslada a Barranquilla, Colombia, donde vive
desde 1930 a 1933 y junto con Gustavo Machado, Carlos Augusto
León, Juan Bautista Fuenmayor entre otros, funda el Partido
Comunista de Venezuela.
A la muerte de Gómez en 1936, regresa Salvador de la
Plaza a Venezuela y se incorpora de inmediato a las actividades
políticas de reconstrucción del país. En este contexto participa en
el Primer Congreso de Trabajadores de Venezuela y se convierte
en actor fundamental de la primera huelga petrolera en la historia
de este país, la cual es reprimida por el gobierno de López
Contreras y sus líderes expulsados del territorio nacional.
Vuelve a México y conoce de primera mano los cambios
políticos y sociales que el gobierno del presidente Lázaro Cárdenas

62
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

impulsa, sobre todo la nacionalización del petróleo y la


implementación de la Reforma Agraria.
En 1942 regresa a Venezuela aprovechando la apertura
democrática decretada por el presidente Isaías Medina Angarita.
Participa en el debate interno del PCV sobre el browderismo al
que combate. Posteriormente, en 1947 se distancia del Partido
Comunista y organiza el Partido Revolucionario del Proletariado
Comunista (PRP-C) cuyo órgano de difusión, El Popular, dirige.
Salvador de la Plaza se erige en un defensor de la política
petrolera del gobierno de Medina cuya Ley de Hidrocarburos de
1943 establece el aumento de los impuestos a las compañías
petroleras y prohíbe la entrega de nuevas concesiones.
El derrocamiento del gobierno de Medina, en 1945, lo
envía de nuevo al exilio del que regresa tras la elección de
Rómulo Gallegos como presidente de la República, pero de
nuevo, en 1954, perseguido por la dictadura de Marcos Pérez
Jiménez debe retornar a Francia hasta 1958, cuando una junta
militar presidida por Wolfgang Larrazábal asume el poder e
inicia el período de la democracia representativa.
Salvador de la Plaza se retira de la política contingente y se
dedica a la docencia en la Universidad Central de Venezuela, así
como a la labor de conferencista y autor de varios libros sobre
economía agraria y petrolera. El 29 de junio de 1970 fallece a
consecuencia de un infarto cardíaco.
Entre su obra escrita destacan La verdadera situación de
Venezuela, de 1925, en coautoría con Gustavo Machado; El
pacto de Gómez con Wall Street; El problema de la Tierra; La
economía minera y petrolera de Venezuela (1973); La Reforma
Agraria (1959); Necesidad de la Reforma Agraria en Venezuela
(1959); Petróleo y Soberanía Nacional; Reforma agraria en
Venezuela: objetivos y evaluación (1964); Estructuras de
integración nacional (1959).

63
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

Juan Bautista Fuenmayor


Nacido en Maracaibo el 28 de septiembre de 1905, a Juan
Bautista Fuenmayor se le atribuye el haber sido fundador de las
primeras células comunistas en el país y de ser el primer
secretario general del PCV.
Ideólogo y pensador marxista e integrante de la llamada
generación del 28, junto a los jóvenes y estudiantes de la época
combate la dictadura de Juan Vicente Gómez, por lo que fue
condenado a prisión en el Castillo Libertador de Puerto Cabello,
en cuyos calabozos creó el primer círculo de estudios de las
ideas socialistas, junto con Pío Tamayo.
Fuenmayor recupera su libertad en 1931 y con el seudónimo de
Juan Pirela se dedica a la fundación del Partido Comunista junto con un
grupo de obreros y estudiantes entre ellos Gustavo Machado, Francisco
“Kotepa” Delgado, Manuel García Maldonado, Ramón Abad,
Fernando Key Sánchez, Ángel “La bruja” Márquez, Rodolfo Quintero,
Manuel Simoza, José Antonio Mayobre, Josefina Juliac, Horacio
Cabrera Sifontes, entre otros, quienes conforman las primeras células
que luego son desarticuladas por la policía.
Muerto Gómez, el grupo inicial comunista desarrolla una
intensa labor para la legalización del Partido y en una
conferencia nacional realizada en Maracay el año 1937,
Fuenmayor es elegido secretario general del PCV.
Legalizado este partido en 1943 por el gobierno de
Medina, es reelecto como secretario general acompañado por
Ricardo Martínez y Ernesto Silva Telleria, quienes integran el
Buró Político del Secretariado Nacional. En 1947 fue elegido
como miembro de la Asamblea Constituyente y diputado por el
estado Zulia-
En el debate interno del PCV, Fuenmayor asume las tesis de
Earl Browder y de la Internacional Comunista propiciadoras de una
alianza de clases contra el fascismo. Dividido el partido, Fuenmayor
sigue al frente del PCV.

64
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

El Partido se reunifica con la tendencia de Gustavo


Machado llamada PCVU y Fuenmayor se retira de la actividad
política contingente dedicándose a la docencia como rector de la
Universidad Santa María y a escribir su obra fundamental Historia
de la Venezuela Política Contemporánea. El 19 de mayo de 1998
fallece a la edad de 93 años.

65
Los nuevos postulados revolucionarios

D e acuerdo a Sánchez Vásquez los marxistas que


ideológicamente dependían de la socialdemocracia
alemana en los años primeros de 1900 hasta los años 20 carecían
de un principio fundamental, como lo es la lucha
antiimperialista. Postulado que reivindican los nuevos actores
ideológicos de la segunda mitad del siglo XX, cuando los
partidos comunistas y socialistas se declaran en lucha contra el
imperialismo y por la liberación nacional.
Las nuevas lecturas y análisis de los procesos
revolucionarios conducen a un debate que aún no termina: es la
controversia entre los partidos comunistas llamados ortodoxos por
seguir de manera fiel los mandatos de la III Internacional y los
partidos, grupos e intelectuales marxistas de la llamada izquierda
radical, quienes sostienen posiciones contrarias a lo que se ha
llamado el etapismo.
En términos explícitos, para los comunistas ortodoxos la
lucha revolucionaria pasa por varias etapas: en primer lugar
afirman que con el desarrollo de las fuerzas productivas se llega
a una fase de democracia burguesa y con la agudización de las
contradicciones de clase se pasa a otra fase que es la liberación
nacional. En esta etapa la lucha continúa en aras de avanzar a
una transición hacia el socialismo donde se impone la dictadura
del proletariado, también como fase transitoria hacia el
comunismo que es la sociedad ideal en la cual desaparecen las
clases sociales y el Estado se extingue.

66
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

En oposición a esta consideración etapista, las corrientes


de la izquierda radical sostienen que la lucha contra el
imperialismo y la burguesía debe conllevar al socialismo sin
necesidad de pasar por etapas intermedias que solo sirven para
manipular la conciencia revolucionaria por cuanto imponen la
colaboración de clases entre la llamada burguesía nacional y el
proletariado, para una convivencia democrática con el Estado y
la oligarquía.
La concepción etapista, según la izquierda radical, es una
estimulación de un pacto interclasista que parte de una idea lineal
del progreso donde se avanza hacia la sociedad socialista en la
medida en que el capitalismo llega a una etapa de madurez por la
agudización de sus contradicciones y esto abre las puertas a la
transición socialista.
En América Latina el triunfo de la revolución cubana fue
la demostración palpable de que la teoría de las etapas, al menos
en este lado del mundo, no tenía asidero. Previo a la entrada de
Fidel a La Habana, los partidos comunistas hablaban de la
revolución antifeudal y antiimperialista, y le daban mucha fuerza
a la participación de la llamada burguesía nacional en este
proceso.
Una pléyade de jóvenes barbudos, no comunistas en ese
momento, toma el poder y de inmediato comienza a dictar leyes
para garantizar lo que hoy llamaríamos el poder popular. Se
decreta la reforma agraria y se expropian los latifundios, así
como las grandes empresas y corporaciones imperialistas. Como
remate a este proceso y luego de la derrota de la invasión
estadounidense en Bahía de Cochinos, el 16 de abril de 1961,
Fidel declara el carácter socialista de la revolución. Es decir, no
hay revolución por etapas.
Sin embargo, es importante recordar que antes de la toma
del poder los guerrilleros de la Sierra Maestra, con Fidel al
frente, tenían una concepción democrática más cercana a los

67
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

postulados de la Socialdemocracia que a los de la revolución


socialista, de lo cual hay numerosos testimonios como la primera
entrevista que Castro concedió en la montaña al periodista
Herbert Matthews, para el periódico estadounidense The New
York Times, quien en el siguiente párrafo relata cómo era el
pensamiento de Fidel en aquellos momentos.
“Puedo asegurar que no tenemos animosidad contra los
Estados Unidos y el pueblo norteamericano --replicó a mis
preguntas--. Sobre todo –recalcó-- estamos luchando por una
Cuba democrática y por la conclusión de la dictadura. No somos
antimilitaristas; por eso es que dejamos libres a los soldados
prisioneros. No tenemos odio contra el Ejército porque sabemos
que hay buenos hombres, incluyendo a muchos oficiales. Batista
tiene tres mil soldados en el campo contra nosotros. No le diré
con cuántos contamos por razones obvias. Trabajan en columnas
de doscientos; nosotros en grupos de diez a cuarenta y estamos
triunfando. Es la batalla contra el tiempo y el tiempo está de
nuestro lado”.
(La Jiribillla Entrevista periodística con Herbert
Matthews.http://www.lajiribilla.co.cu/2006/n279_09/historia.ht
ml).
Otros testimonios y videos de la época reafirman esta
concepción de Castro donde inclusive llega a destacar que su
lucha tiene como propósito establecer una verdadera democracia
representativa.
Durante su llegada a Venezuela, primer país visitado luego
del triunfo de la revolución, el 23 de enero de 1959, el
comandante victorioso en un multitudinario mitin en la plaza de
El Silencio en Caracas, lanza un elogioso comentario sobre
Rómulo Betancourt y, para su sorpresa recibe una estruendosa
rechifla de repudio para con el entonces presidente electo
venezolano. Fidel tenía antecedentes de que Betancourt era un
dirigente de izquierda progresista.

68
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

Posteriormente, el líder revolucionario cubano se entrevista


con Betancourt lo que, según Domingo Alberto Rangel, fue posible
gracias a que el Buró Político de Acción Democrática obliga al
presidente venezolano a recibir al visitante. Rangel, entonces jefe
de la izquierda dentro de AD, era miembro del Buró Político de
dicho partido.
De esa entrevista poco o nada se sabe, Castro solo comentó
brevemente que el Betancourt que encontró en ese entonces era un
hombre lleno de odio y resentimientos. Lo cierto del caso es que de
la entrevista surgió posteriormente la postura del gobierno
venezolano contra la revolución, a tal punto de romper relaciones y
jugar un papel de primer orden para la expulsión de Cuba de la
OEA.
La ruptura de Cuba con Estados Unidos
En relación a la confrontación de Estados Unidos contra la
revolución vale recordar que no fue precisamente Cuba la que la
inició. El historiador y periodista francés Claude Julien, relata en
su libro El Imperio Americano una anécdota que ilustra cómo
empezó el deterioro de las relaciones de Cuba con Estados
Unidos.
Textualmente Julien dice: Catorce meses después de la
caída de Batista, una visita de Mikoyán a La Habana estableció
el primer contacto entre el régimen fidelista y la URSS. Los
revolucionarios cubanos estaban preocupados entonces por la
compra de material agrícola que pagaban en dólares a los
Estados Unidos. Mikoyán les propuso un medio para
economizar divisas: les bastaría con sustituir el petróleo
americano por petróleo soviético mucho más barato y pagadero
en moneda nacional… [Anastás Mikoyan fue canciller de la
URSS durante los mandatos de Stalin, Nikita Jrushchov y
Alekséi Kosiygin].

69
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

Cuando, dieciocho meses después de la caída de Batista, llegó a


La Habana el primer petrolero cargado de mineral bruto
soviético, las tres refinerías instaladas en la isla se negaron a
aceptarlo. Se trataba de una refinería de la Shell y de dos
refinerías americanas: la Texaco y la Standard. Naturalmente,
Fidel Castro no podía dejar que su plan se viese obstaculizado
por tres empresas privadas y, al negarse éstas a todo
compromiso, el Gobierno cubano las nacionalizó. Como
represalia, el presidente Eisenhower, adoptando la defensa no
del interés nacional de los Estados Unidos, sino de los intereses
de los grupos particulares, redujo en 700.000 toneladas las
compras de azúcar cubano. Por lo tanto, la guerra económica se
inició al no aceptar Washington que un país comprase petróleo
más barato que el americano. Fidel Castro replicó con la
nacionalización de otras empresas americanas, y Eisenhower,
como medida de represalia suprimió totalmente las compras de
azúcar cubano. Al finalizar el año quedaron rotas las relaciones
diplomáticas. (Julien. 1969, p, 261)
Etapismo y conciliación de clases
La concepción de la revolución por etapas, según el
historiador argentino Jorge Abelardo Ramos, predomina en la II
Internacional –que se va a transformar posteriormente en
Internacional Socialista— y se corresponde con el crecimiento
del capitalismo europeo en su fase de mayor desarrollo. Ramos
afirma: los europeos como los antiguos griegos, gozaban de las
ventajas de la cultura occidental gracias a la explotación inicua
de las colonias. Retenían para si las libertades democráticas que
las naciones europeas rehusaban a sus esclavos. Un
proletariado privilegiado se había formado en tales
circunstancias, pero el socialismo de este proletariado solo
abrazaba el campo de la civilización. Tal es el carácter del

70
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

reformismo de la II Internacional (Ramos Jorge Abelardo. 2012,


p.279).
En un párrafo posterior, este autor llama socialismo obeso
de la II Internacional a esa postura porque predicaba la filosofía
del reposo y las maravillas de la evolución constante […] el
capitalismo había emprendido una asombrosa carrera: la
prosperidad general, el lujo, la cultura y la paz permitieron
corromper a vastos círculos de obreros en Europa y sentar la
base de una ideología conformista que parecía justificar los
juicios de Bernstein. (P. 279).
En este contexto, los primeros movimientos y partidos
comunistas latinoamericanos recibieron con mucha fuerza los
planteamientos procedentes de la II Internacional.
Salvo Lenin, Trotsky, Rosa Luxemburgo y Clara Zetkin,
los máximos dirigentes de la II Internacional: Kaustky, Plejánov,
entre otros, desarrollaban una interpretación de Marx en el
sentido revisionista coincidente con Bernstein. Uno de los
puntos de contradicción entre Lenin y sus partidarios con el
reformismo era la denominada “cuestión colonial”. Es
importante recordar que el capitalismo en Europa se nutría de
vastas colonias en Asia, África y América cuyas riquezas iban a
contribuir con el “esplendor” del viejo continente.
En 1907 se celebró en la ciudad alemana de Stuttgart el
Congreso de la Internacional Socialista con la participación de
Lenin, Trostky, Martov y Plejanov, entre otros dirigentes, y por
América el único partido fue el Socialista de Argentina, de Juan
B. Justo, quien se hizo representar por Manuel Ugarte, delegado
de la Oficina Socialista Internacional.
Este Congreso, según la reseña de Abelardo Ramos,
adopta importantes resoluciones sobre el militarismo, el
imperialismo y la guerra, pero cuando toca la cuestión colonial
se produce un debate intenso entre los partidarios de mantener el

71
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

coloniaje incluso en los gobiernos socialistas y quienes, con


Lenin a la cabeza, tenían una posición totalmente opuesta.
El líder revolucionario fundador del Estado soviético
afirma que en el Congreso se formó una comisión con mayoría
oportunista que pretendió incluir en el informe la frase El
Congreso no condena en principio y para todos los tiempos toda
política colonial, que puede desempeñar una función
civilizadora en un régimen socialista. Tras calificar dicha frase
de monstruosa, Lenin indica que esa tesis equivalía a una
regresión directa a la política y a la concepción burguesa que
justifica las guerras y atrocidades colonialistas. (Lenin. 1905-
1912, en http://bolchetvo.blogspot.com/).
La propuesta colonialista fue rechazada por una mayoría
de 128 votos contra 108, lo que para Lenin significó la
reafirmación de que el socialismo jamás ha renunciado ni
renunciará a defender las reformas en las colonias y ello no tiene
nada que ver con la posición de principios contra las conquistas
y el sometimiento de otros pueblos por la violencia y el saqueo.
En la época en que se celebra el Congreso
Socialdemócrata todavía existían muchas colonias sometidas a la
jurisdicción de las potencias europeas fundamentalmente. Luego
con los procesos de independencia y descolonización se produjo,
tal como la relata Eric Hobsbawm una transformación del mapa
político del planeta.
Aparecen nuevas repúblicas y con ello también ocurre un
incremento formidable desde el punto de vista demográfico. En
África, donde en 1939 solo existía uno, ahora eran unos
cincuenta (Hobsbawm. P. 346). En América también ocurría un
crecimiento demográfico similar, la descolonización del siglo
XIX había dejado veinte repúblicas y en el XX ese número había
aumentado en una docena más.
El alto crecimiento demográfico plantea nuevas demandas y
por supuesto el desarrollo de nuevas políticas. Ahora los problemas

72
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

son la modernización de las ciudades en materia de transporte,


seguridad, comunicaciones, salud, etcétera- Incluso se comienza a
discutir el tema de la natalidad y la necesidad de regimentarlo.
El nuevo mapa también genera enormes reticencias y
suspicacias en las potencias y fundamentalmente en Estados
Unidos ya convertido en imperialismo. Tras el triunfo de la
revolución en Rusia y la creación de la Unión Soviética, el
fantasma del comunismo es la excusa fundamental de la
burguesía apátrida para reprimir las protestas y disconformidades
de los nuevos núcleos de trabajadores, campesinos, estudiantes,
intelectuales. En América Latina, los nuevos guardianes de la
“libertad” son las dictaduras militares.
Estos gobiernos represivos mantienen el status quo
conformado por los ricos viejos de siempre y los nuevos
herederos de aquellos para asegurar la explotación de la mayoría
de la población generadora de la riqueza que engrosaba las arcas
de los amos.
En verdad se trataba y se trata de la consolidación de una
cadena de expoliación donde los burgueses locales se apropian
de una parte de la riqueza y entregan la otra parte al mercado o
industria imperialista. El último eslabón de esa cadena es el
trabajador que por un salario entrega su fuerza productiva.
¿Ha cambiado esta situación?
Para nada, salvo las pocas excepciones conocidas, ahora
no son los militares gorilas quienes sirven a la cadena
imperialista. Han sido cambiados por los civiles democráticos y
éstos, en nombre de la formalidad y la alternabilidad, responden
a las exigencias del amo hegemónico imperialista, hoy
transnacional y/o neoliberal.
Es la cara moderna del desfalco a los tesoros públicos y el
sometimiento a los pueblos; es también la cara de la moderna
esclavitud disfrazada de progreso mediante la manipulación y la

73
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

formación de la falsa conciencia mediante las más avanzadas y


modernas tecnologías psicológicas y comunicacionales.
Las contradicciones ideológicas
Al principio de este texto señalamos como las primeras
ideas de cambio social llegan a la América. El marxismo como
una nueva concepción de la lucha política, definido por Lenin
como una “guía para la acción” ocupa un lugar fundamental
dentro de las distintas concepciones: socialdemócrata,
anarquista, revisionista y en el lado opuesto el anticomunismo.
La Revolución Rusa de 1917 deja una profunda huella en
la recepción del marxismo en América Latina. Es vista como el
ejemplo concreto de dirigir las fuerzas revolucionarias a escala
mundial conforme a la teoría, la estrategia y la organización
bolcheviques.
En 1919 el debate entre los marxistas de interpretación
“revisionista” según el calificativo que les da Lenin y sus
seguidores quienes reclamaban para sí la interpretación correcta
de los planteamientos de Marx, da origen a una ruptura de la II
Internacional o Internacional Socialista y la creación de la
Internacional Comunista.
Es importante recordar que la Segunda Internacional surge como
la continuadora de la Asociación Internacional de Trabajadores fundada
por Marx y Engels con la finalidad de agrupar a los obreros y
organizaciones de masas a nivel mundial.
En un trabajo de la Fundación Federico Engels, se afirma
que ese período de creación de la II Internacional coincide con la
expansión del imperialismo caracterizado por la gran
acumulación de riquezas en las potencias, hecho que genera un
efecto corruptor en sectores de la aristocracia obrera y los
sindicatos, a la vez que impulsa la formación de tendencias
oportunistas y revisionistas en la dirección del Partido
Socialdemócrata.

74
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

Rosa Luxemburgo define de manera muy precisa esta


situación: La corriente oportunista en el partido, formulada
teóricamente por Bernstein, no es otra cosa que un intento
inconsciente de garantizar la preponderancia de los elementos
pequeño burgueses que se han unido al partido, esto es, de
amoldar la política y los objetivos del partido al espíritu
pequeño burgués. La cuestión de reforma o revolución, del
movimiento o el objetivo último, es básicamente la cuestión del
carácter pequeño burgués o proletario del movimiento obrero.
(https://www.fundacionfedericoengels.net/index.php/36-
noticias2/noticias/233-la-internacional-comunista)
Lenin, por su parte, insiste en la creación de una nueva
agrupación que combata al revisionismo y al centrismo
enclaustrado en la II Internacional, de allí surge la Internacional
Comunista o III Internacional cuyo Congreso Fundacional reunido
en marzo de 1919 declara:
Los partidos y organizaciones abajo firmantes consideran
como una imperiosa necesidad la reunión del I Congreso de la
nueva Internacional revolucionaria. Durante la guerra y la
revolución se puso de manifiesto no sólo la total bancarrota de
los viejos partidos socialistas y socialdemócratas y con ellos de
la Segunda Internacional, sino también la incapacidad de los
elementos centristas de la vieja socialdemocracia para la acción
revolucionaria. Al mismo tiempo, se perfilan claramente los
contornos de una verdadera Internacional revolucionaria.
(Fundación Federico Engels).
Los vientos revolucionarios de la Europa y Rusia llegan a
la América donde a partir de los años veinte se crean diferentes
partidos como secciones nacionales de la Internacional
Comunista.
Era el seguimiento fiel a los mandatos de la nueva
agrupación que se proponía transformar revolucionariamente la
sociedad de cada país como parte de un proyecto común de

75
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

revolución mundial. Dentro de este marco encajaban


perfectamente las sociedades “atrasadas”.
Como lo subraya Sánchez Vásquez, frente a la concepción
eurocentrista- colonialista de la II Internacional, la Internacional
Comunista hace suya la causa de los pueblos oprimidos que por
su contradicción fundamental con el imperialismo pasan a
constituir una parte importante de la revolución mundial y
reconoce la autonomía de la lucha de los pueblos oprimidos, de
acuerdo con sus peculiaridades nacionales.
Sin embargo, en el II Congreso de la IC se habla de la
subordinación de los intereses de la lucha proletaria en un país,
a los intereses de esa lucha a escala mundial. También se
precisa que el papel de las diferentes fuerzas y clases sociales
interesadas en la liberación nacional se condiciona al papel de
vanguardia del proletariado, casi inexistente en las sociedades
coloniales o débiles en las dependientes.
La Internacional Comunista, dice Sánchez Vásquez, fue
un avance en las ideas políticas pues puso en evidencia los
intereses del proletariado occidental y de los pueblos oprimidos
no occidentales, así como de la preeminencia de la vía
revolucionaria en ellos y la posibilidad del tránsito al socialismo,
sin pasar por el capitalismo.
Sin embargo, para el historiador mexicano cierto
eurocentrismo persistía al reafirmar el papel vanguardista del
proletariado occidental dentro del proceso revolucionario
mundial.
La clave de la liberación de los pueblos oprimidos por el
imperialismo seguía estando en Occidente.

76
El lugar de América Latina en el marxismo de la III
Internacional

L o que domina en sus primeros diez años de existencia de la


III Internacional es cierta indiferencia ante los problemas
latinoamericanos. Sólo en el VI Congreso, en 1928, les dedica un
informe especial. En él se subraya el carácter semicolonial de los
países de América Latina, se establece una relación directa entre
industrialización y colonización y se condena el nacionalismo
como una ideología cultivada por el imperialismo.
Aunque se reconoce la debilidad del proletariado y de la
burguesía nacional, así como el peso de los campesinos en la
lucha, se considera que el proletariado se ve empujado por ellos
a ser la vanguardia.
La lucha se vuelve antifeudal y antiimperialista y pasa por
dos etapas: una de liberación nacional y democrático-burguesa y
otra de tendencias socialistas con el proletariado a la vanguardia.
Pero todo eso se hace depender, en definitiva, del papel de los
partidos comunistas.
¿Hasta qué punto ese esquema corresponde a la realidad?
Los propios delegados latinoamericanos al VI Congreso
señalan su inadecuación a ella. Objetan la asimilación de
América Latina a la situación de los países coloniales, así como
el aferrarse al eje proletariado-burguesía nacional pasando por
alto la verdadera correlación de clases. Y en cuanto a los países
dependientes con fuerte población indígena, lamentan los

77
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

delegados latinoamericanos que se olvide al imperialismo que


los oprime y se ignore el problema indígena.
Si se hace una revisión histórica, una de las conclusiones
del carácter eurocentrista de la posición comunista ortodoxa,
tomada de la revolución francesa, es la que hace énfasis en el
carácter inminente de la revolución democrático burguesa como
antesala de los cambios profundos.
De allí que se habla de la teoría supuestamente tomada de
Marx de que a medida que el capitalismo se desarrolla y la
burguesía se convierte en un factor impulsor de la democracia
formal y parlamentaria, llega un momento en que esta burguesía
comienza a cuestionar este sistema y entonces la izquierda toma
las banderas de esta para generar la revolución democrática
burguesa.
Sin embargo, la historia, la terca historia, ha demostrado
que este esquema no le conviene al capitalismo. Numerosas
enseñanzas están presentes en la memoria de procesos que se
enmarcaron con el propósito de avanzar hacia un estadio
revolucionario y fueron abortados por golpes militares e
inclusive con la intervención militar del imperialismo.
(Recuérdese el derrocamiento de Jacobo Arbenz en Guatemala;
las invasiones a Granada, a República Dominicana y Panamá, y
el golpe contra Salvador Allende en 1973).
Es importante advertir que estas concepciones contienen la
idea determinista de que el socialismo “irremediablemente” será
el sistema que reemplace al capitalismo y lleve de manera
irremisible al comunismo.
En verdad cuando Marx, Engels y Lenin hablan del
socialismo y del comunismo no le dan ese carácter “fatalista”. Al
contrario, subrayan como elemento fundamental para alcanzar
esas metas ideales la profundización de la lucha de clases. La
victoria del proletariado no viene por ninguna fuerza divina ni
por la idea voluntariosa. Es consecuencia de las grandes

78
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

contradicciones de clases y de la claridad de la vanguardia


revolucionaria que le permita derrotar en cualquiera de los
terrenos al imperialismo y las fuerzas reaccionarias que le sirven
de sustento.
José Carlos Mariátegui
Capítulo aparte hemos abierto acerca de José Carlos
Mariátegui, el Amauta, revolucionario nacido en Perú y quien es
quizás el más universal de los pensadores marxistas de la
primera centuria del siglo XX, cuya obra ha permanecido
acallada por muchos años y hoy resurge con tanta fuerza que se
ha convertido en lectura obligada de quienes analizan el proceso
socio-político latinoamericano y caribeño.
Otro peruano, Aníbal Quijano, en el prólogo que escribe
acerca de la figura de Mariátegui, afirma lo siguiente:
Hoy el pensamiento marxista no podría ser concebido
solamente a través de la retina occidental. Y ahora, cuando las
luchas de clases vuelven a desarrollarse también en los propios
centros del mundo capitalista, el debate marxista actual en
Europa o en Estados Unidos, no podría prescindir de ese nuevo
marco. De otro lado, en la crisis actual, no son solamente las
ilusiones burguesas, alimentadas por un largo período de
esplendor capitalista, las que están declinando y perdiendo su
influencia en el seno de la clase obrera. Son también las
infecciones ideológicas de raíz burocrática, que pierden terreno
en el marxismo, como consecuencia de la revitalización de las
luchas de clases. (Aníbal Quijano.
http://biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/se/20140506034649/eje2-
1.pdf).
Para Quijano lo que llama “historia trágica de las derrotas”
de los movimientos revolucionarios, tras el triunfo de la
revolución cubana y el posterior desarrollo de la lucha de clases
en varios países de la región, explica la “búsqueda de nuevas

79
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

bases para la teoría y la práctica revolucionarias” diferentes de


las que predominaron en las direcciones burocráticas-
reformistas, y en esta nueva senda el pensamiento de Mariátegui
está presente.
En realidad el Amauta fue, en el sentido gramsciano, un
intelectual orgánico pues supo conjugar la teoría con la práctica,
sobreponiéndose incluso a las adversidades sobre su salud.
A temprana edad y como consecuencia de un accidente,
hubo que amputarle una de sus piernas, lo que no fue óbice para
que continuara en su gran labor de líder político y social, sobre
todo en su obra fundamental Siete ensayos de la realidad
peruana y en las revistas Amauta y Minerva desde donde
difundió sus ideas sobre el problema indígena y la realidad social
del Perú.
En 1928 funda el Partido Socialista Peruano y al año
siguiente la Confederación General de Trabajadores del Perú
(CGTP) que son la expresión cabal de su pensamiento no
dogmático expresado en su famosa frase “ni calco ni copia,
creación heroica” la cual constituye una verdadera arenga en el
sentido de la necesidad de interpretar la realidad de nuestros
países y sobre esa base desarrollar procesos revolucionarios
auténticos.
Ahora cuando su obra comienza de nuevo a ser analizada
por la intelectualidad revolucionaria, llama la atención como el
Amauta describe con precisión y claridad el carácter colonial de
las economías latinoamericanas sometidas a un capitalismo
supremacista y guerrerista que pretende retrotraer la historia a la
época de la doctrina Monroe y el Destino Manifiesto.
Según los estudiosos de la obra del revolucionario peruano
su legado comienza a adquirir nuevos brillos para los retos de
nuestra época (Cabrera Gabriel. 2010, p. 14).
Mariátegui en casi toda su obra y fundamentalmente en los
Siete ensayos analiza el problema del indio que en América

80
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

Latina ha servido para que la “especulación intelectual burguesa”


encubra e ignore los verdaderos problemas del continente; en
este sentido enfatiza en la necesidad de que la crítica marxista lo
estudie partiendo de la realidad concreta, porque “el problema de
la raza como el de la tierra tienen que verse como el de la
liquidación del feudalismo” existente todavía en la región.
Las razas indígenas se encuentran en la América Latina en
un estado clamoroso de atraso y de ignorancia, por la servidumbre
que pesa sobre ellas, desde la conquista española. El interés de la
clase explotadora –española primero, criolla después-, ha tendido
invariablemente bajo diversos disfraces, a explicar la condición de
las razas indígenas con el argumento de su inferioridad o
primitivismo. Con esto, esa clase no ha hecho otra cosa que
reproducir en esta cuestión nacional interna, las razones de la
raza blanca en la cuestión del tratamiento y tutela de los pueblos
coloniales. (Mariátegui. (2010) Ideología Política y otros escritos.
Tomo V, p. 63.).
Siguiendo esta línea de pensamiento el Amauta afirma que
la colonización de Latinoamérica por la raza blanca sólo tuvo
efectos retardatarios y deprimentes en la vida de los indígenas y
su evolución natural fue interrumpida por la opresión del blanco
y el mestizo.
Llamamos problema indígena a la explotación feudal de
los nativos en la gran propiedad agraria. El indio, en el 90 por
ciento de los casos, no es un propietario sino un siervo. El
capitalismo como sistema económico y político, se manifiesta
incapaz en la América Latina, de edificación de una economía
emancipada de las taras feudales. El prejuicio de la inferioridad
de la raza indígena, le consiente una explotación máxima de los
trabajos de esta raza y no está dispuesto a renunciar a esta
ventaja de lo que tantos provechos obtiene. En la agricultura, el
restablecimiento del salariado, la adopción de la máquina, no
borran el carácter feudal de la gran propiedad. (P. 65).

81
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

Al revisar el proceso de desarrollo económico del Perú,


Mariátegui sostiene que el terrateniente, al igual que en la
mayoría de los países latinoamericanos y caribeños, ha sido
incapaz de transformarse en una burguesía nacional. Al
contrario, se ha convertido en clase subordinada al capital
extranjero.
La clase terrateniente no ha logrado transformarse en una
burguesía capitalista, patrona de la economía nacional. La
minería, el comercio y los transportes se encuentran en manos
del capital extranjero. Los latifundistas se han contentado con
servir de intermediarios a este en la producción de algodón y
azúcar. Este sistema económico ha mantenido, en la agricultura,
una organización semifeudal que constituye el más pesado lastre
del desarrollo del país. (Mariátegui (2010) Siete ensayos de
interpretación de la realidad peruana y otros escritos. P. 52)
En una apretada síntesis sobre el pensamiento de José Carlos
Mariátegui podemos afirmar que ha sido uno de los pensadores
más importante de América Latina, quien asumió el marxismo no
como un dogma, sino que a partir de él creó una filosofía
revolucionaria latinoamericana.
En su obra Siete ensayos de interpretación de la realidad
peruana, Mariátegui afirma que hasta la conquista española en el
Perú había una economía espontánea y libre que se caracterizaba
porque en el imperio de los Incas existían las comunas agrícolas
sedentarias.
El pueblo inca era laborioso, disciplinado y sencillo, vivía
con bienestar material y tenía abundante alimento para la
subsistencia. La población crecía. Los incas desarrollaban el
trabajo colectivo mediante el esfuerzo común. Toda esta
situación cambió con la llegada de los invasores españoles y su
capacidad destructiva-.
Mariátegui sostiene que al romper los vínculos de la
unidad, el pueblo inca se dispersó en comunidades. Los

82
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

españoles ocuparon todo y se disputaban su botín de guerra.


Despojaron los templos y tesoros guardados en estos e iniciaron
el cultivo explotador del suelo y de las minas de oro y plata.
Sobre las ruinas de una economía socialista echaron las
bases de una economía feudal, ya que en las colonias españolas
no desembarcaron pioneros como en las colonias inglesas. Al
contrario, llegaron aventureros, pícaros de toda ralea, curas,
mercaderes, criados y esclavos. Para el Amauta, el español no
tenía aptitud para crear núcleos de trabajo. En lugar de utilizar al
indio lo perseguía hasta exterminarlo.
En este proceso histórico Mariátegui señala dos etapas: 1) la
llamada etapa de conquista y 2) la independencia.
La etapa de la conquista dejó una economía colonial de
saqueo a sus riquezas y exterminio de sus habitantes originarios,
y la independencia se caracterizó por tener un “sello romántico”
motivado por la necesidad que tenía América de desvincularse
del imperio español decadente que monopolizaba el quehacer
económico.
Esta gesta para Mariátegui no es una revolución en el
sentido estricto. Solo hubo un cambio de dominio, porque
América pasó de tener como amo un imperio decadente a otro
imperio en pleno proceso de industrialización que necesitaba de
la materia prima para su fortalecimiento.
En esta línea de análisis advierte que una América unida
no es posible en ese momento, porque Inglaterra y las clases
dominantes de esa burguesía nacional no lo permiten. La
independencia no trajo consigo la formación de una burguesía
democrática y revolucionaria; al contrario, dejó una burguesía
parasitaria que no produce nada y solo tiene un cariz importador
de mercancías producidas en el centro imperial.
Se trató de un pacto neocolonial entre las clases
hegemónicas latinoamericanas mercantilistas e importadoras y el

83
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

Imperio. Por consiguiente no hay una clase dirigente, sino una


hegemonía lacaya y sumisa a los intereses imperiales.
La Cuestión Agraria
Con las luchas independentistas no se cambió la
distribución injusta de la tierra, incluso nuevos dueños
aparecieron desplazando a los feudales pero conservando la
tierra en poca manos. El latifundio tuvo nuevo rostro.
Esta situación solo puede ser cambiada por una
intervención del Estado Revolucionario que haga una verdadera
reforma agraria. Mariátegui combina el pensamiento marxista
con la idea nacionalista en el sentido del interés que se genera
por la nación concreta donde se desarrolla el proceso
revolucionario.
Socialismo Indoamericano
Mariátegui en su viaje a Europa descubre la auténtica
realidad latinoamericana. En este contexto se aferra a la
verdadera conciencia donde la liberación del hombre debe partir
de su propia potencialidad. Por eso dice que su viaje le permitió
descubrir “su propia tragedia, la del Perú, la de
Hispanoamérica”.
El socialismo para Mariátegui debe ser específico para
Indoamérica ya que “no es un fruto exclusivamente europeo”.
Sostiene que “la más avanzada organización comunista primitiva
de la historia es la incaica”, por lo tanto en Indoamérica ya
estaba enraizada la cultura socialista la cual había que renovarla
para construir un nuevo socialismo indoamericano que asuma la
cuestión indígena y la herencia española. Mariátegui, en ese
sentido, habla del indoamericanismo en oposición al
panamericanismo que califica como una propuesta surgida del
imperialismo estadounidense.
Gramsci y Mariátegui

84
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

Mucho se ha comentado sobre la posible influencia de


Antonio Gramsci sobre Mariátegui. Sin embargo, estudiosos de
los dos destacados teóricos marxistas sostienen que más que una
influencia de uno sobre otro, lo que hay son importantes
coincidencias.
Ambos murieron muy jóvenes y cuando estaban en la
etapa de mayor producción teórica, precisamente en el mes de
abril. Gramsci falleció el 27 de abril de 1937, a los 46 años y
Mariátegui el 16 de abril de 1930, cuando tenía 36 años.
Ambos también fueron silenciados tanto por la derecha
por considerarlos de alta peligrosidad, como por la izquierda
dogmática que los calificaba de desviarse de los principios
emanados de la Internacional comunista.
Gramsci como Mariátegui, después de pasar por un largo
período de silencio, hoy son referencia fundamental en el estudio
de los procesos revolucionarios vistos desde una perspectiva
marxista alejada de los manuales tradicionales.
En los Cuadernos de la Cárcel, Gramsci define una
concepción ideológica en la que juegan papel fundamental los
medios de comunicación en el fortalecimiento de la ideología
dominante. De allí que propone como contra hegemónico la
creación de un Frente Cultural donde la educación del
proletariado constituya la prioridad.
Para el ideólogo italiano el conocimiento de todo el
proceso de comunicación –desde las casas editoras, hasta los
boletines parroquiales- debe permitir incorporar la actividad
periodística en la lucha del Frente Cultural contra esa estructura
ideológica de la clase dominante.
Las ideas de Gramsci fueron difundidas, antes de los
Cuadernos de la Cárcel, en el periódico L’Ordine Nuovo, vocero
del Partido Comunista Italiano, dirigido por él en su condición
de Secretario General. Esto ha contribuido a que estudiosos
gramscianos atribuyen al periódico mayor influencia de la que el

85
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

propio Gramsci hubiera podido ejercer sobre Mariátegui, quien


fue un lector profundo de esa publicación, además de haber
conocido personalmente al teórico italiano.
En cuanto al revolucionario peruano su estilo periodístico
a través de la revista Amauta tendrá un gran parecido con el
Gramsci de L’Ordine Nuovo, en el sentido de utilizar el editorial
para fijar una posición ideológica en el debate entre marxistas,
socialdemócratas y, por supuesto, personeros de la derecha.
En las mismas palabras del Amauta “he venido a
inaugurar un debate y no a clausurarlo” queda patente esta
posición que será la dominante en la construcción del Partido
Socialista peruano que luego de su muerte se transformará en
Partido Comunista.
Además de Amauta, Mariátegui funda el periódico Labor
mediante el cual busca complementar la acción cultural con la
difusión de información masiva y propagandística hacia la clase
obrera.
En una apretada síntesis podemos destacar las posturas
políticas de ambos pensadores revolucionarios: en primer
término, hacen una interpretación del marxismo como un
desarrollo creativo tanto en el ámbito intelectual como en el
político.
Así mismo, deben enfrentar la política sectaria dentro de
los partidos comunistas en sus respectivos países. Gramsci
abogaba por la formación de un Frente Cultural y un Consejo de
Trabajadores; Mariátegui con su rechazo al calco y la copia
propiciaba una alianza de clases con la incorporación del indio.
En Gramsci y en Mariátegui el marxismo es interpretado
como una creación intelectual y política.
El sectarismo de la III Internacional en el sentido de
definir la política de los partidos afiliados, era contrario a las
ideas renovadoras de Gramsci en Italia como de Mariátegui en el

86
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

Perú, quienes insistían en desarrollar acciones revolucionarias


acordes con la realidad concreta de sus países.
Gramsci aboga por la renovación del Partido Socialista y
en 1921 junto con Amadeo Bordiga rompe con el PS y funda el
Partido Comunista Italiano afiliado a la III Internacional; luego
aparecerán las discrepancias en torno a las líneas emanadas de la
URSS y la posición gramsciana del Frente Único, la creación de
los Consejos de Trabajadores y la definición del intelectual
orgánico.
Mariátegui también opone al concepto de clase contra
clase definido por la III Internacional pues rechaza el calco y la
copia como subordinación a una política que no tenía en cuenta
las realidades de los países del llamado Tercer Mundo. Además
con su estudio del problema del indio, que en su opinión tenía ya
una cultura socialista, sostiene que era necesario renovar al
partido en aras de crear un socialismo indoamericano.
Mariátegui entiende dos elementos fundamentales que se
complementa: el marxismo como método y el papel de la
subjetividad humana. Gramsci por su parte, critica el reformismo
y la pasividad de la burocracia dirigente. Más que la influencia
de uno sobre otro, en sus planteamientos encontramos una gran
coincidencia.
Como afirma Juan Carlos Portantiero “el marxismo de
Mariátegui constituye así la única herencia teórica que en
América Latina evoca la preocupación gramsciana por la
construcción de una voluntad colectiva nacional-popular y por
una reforma intelectual y moral como condición de la
transformación social, como superación a la vez del
corporativismo aislacionista y de la visión determinista del
socialismo” (https://kmarx.wordpress.com/2014/06/30/lo-
nacional-popular-en-gramsci/).

87
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

88
El revisionismo

E l pensamiento socialista que llega a la América Latina trae


consigo la principal contradicción ideológica del debate
revolucionario. Así como vienen convencidos marxistas, también
arriban otros que estudiando a Marx establecen diferencias
profundas, sobre todo con postulados centrales de la teoría
revolucionaria como la lucha de clases y la hegemonía del
proletariado.
Son los vientos de la confrontación dada en Europa entre
Lenin y sus partidarios, y Pléjanov, Kaustky y Bernstein, la cual
culmina con la división de la II Internacional y la creación de la
Internacional Comunista o III Internacional liderada por Lenin.
Recordemos que la II Internacional fue creada por partidos
socialistas de varios países de Europa como un órgano de
consulta y con el objetivo de definir políticas afines pero que no
contaba, como la I Internacional fundada por Marx y Engels con
un órgano de dirección central, sino que estaba abierta a las
distintas expresiones de los dirigentes de los partidos afiliados.
Es así que además del pensamiento de Marx, en la II
Internacional estaban presentes corrientes seguidoras de

89
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

Proudhon, Lasalle y Blanqui, así como el anarquismo de


Bakunin.
Todas estas concepciones llegaron también al continente y
fueron configurando el mapa político del socialismo
latinoamericano entre marxistas y socialdemócratas. Los
marxistas latinoamericanos tras la ruptura de la II Internacional
se agrupan en los partidos comunistas, mientras que los
socialdemócratas giran fundamentalmente en una agrupación
fundada en 1924 por Haya de la Torre y José Carlos Mariátegui
llamada Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA)
cuyo propósito era la “defensa de la integridad de nuestros
pueblos” y que le daban un carácter auténticamente
latinoamericano.
Mariátegui posteriormente rompe con ese APRA debido a
que Haya de la Torre, contraviniendo el carácter de alianza, lo
convierte en el Partido Aprista Peruano con el cual se lanza de
candidato a la Presidencia de la República.
El núcleo central de la ruptura y polémica entre Haya de la
Torre y Mariátegui se centra en los siguientes postulados. Haya
sostenía que la lucha contra el imperialismo había que darla
superando los postulados del marxismo. Para él, Marx estudió la
realidad europea y sus resultados son para el viejo continente,
por eso rechazaba sus doctrinas ya que según decía “el marxismo
es una ideología europeizante por la cual todos los pueblos
tienen que pasar por los mismos estadios para concluir en la
Revolución Rusa de 1917 y la dictadura del proletariado”. En

90
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

síntesis, afirmaba que la teoría marxista tiene un tiempo y un


espacio diferente del latinoamericano y, al contrario de Lenin, el
imperialismo es la última etapa del capitalismo en Europa pero
en la Indoamérica feudal es la primera.
Haya de la Torre propiciaba el Capitalismo de Estado
como oposición a la dictadura del proletariado, porque la lucha
contra el imperialismo debía centrarse en la unidad
latinoamericana; en su opinión, en Latinoamérica el proletariado
es joven, las masas campesinas son feudales o semifeudales,
numerosas e ignorantes, y las clases medias están empobrecidas,
mientras que la burguesía es un “residuo feudal” y la pequeña
burguesía el sector más culto y consciente. Por estas razones,
Haya consideraba que un partido proletario no podía tener éxito,
en cambio abogaba por el policlasismo consistente en una
alianza de las tres clases: la pequeña burguesía, los trabajadores
y los campesinos para llegar a un capitalismo de Estado en lucha
antifeudal no anticapiltalista.
Al contrario de Haya de la Torre, Mariátegui sostenía una
posición revolucionaria del marxismo frente a las
interpretaciones dogmáticas, reformistas o estalinistas, al
caracterizar al Perú como una formación semicolonial, con
relaciones sociales capitalistas, por lo que la revolución debe ser
socialista.
Para el Amauta, la palabra revolución latinoamericana se
presta a interpretaciones equivocadas, por lo tanto es necesario

91
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

reivindicarla como una fase de la revolución mundial y, en este


sentido, debe ser concebida como una revolución socialista.
En oposición al frente único antiimperialista que
enunciaba Haya de la Torre, Mariátegui se pronuncia por el
Frente Único Proletario donde la vanguardia la asume el partido
de la clase obrera, desligado de elementos burgueses o pequeños
burgueses,
Tras indicar que el APRA debe ser una alianza y los
socialistas pueden colaborar dentro de ella contra la penetración
imperialista, deja claro que esa cooperación no puede entenderse
como si el APRA fuese un partido.
En aguda crítica a la posición aprista de llamarse de
izquierda por el hecho de definirse antiimperialista, Mariátegui
replica que el antiimperialismo por sí solo no es un programa
político ni un movimiento para la toma del poder, porque ni la
burguesía ni la pequeña burguesía pueden hacer una política
antiimperialista.
En conclusión, somos antiimperialistas porque somos
marxistas, porque somos revolucionarios, porque oponemos al
capitalismo el socialismo como sistema antagónico llamado a
sucederlo. Subraya el Amauta,
(http://www.laizquierdadiario.com/).
Herejes, renegados o traidores
Las controversias en el proceso político revolucionario
han generado siempre posiciones controvertidas que terminan
disolviendo lo que en principio fue una unidad monolítica en
luchas fraccionales irreconciliables.
Isaac Deutscher, el biógrafo de Trotsky, en su libro
Herejes y Renegados, hace una descripción de personajes que de
prominentes comunistas pasaron a ser intelectuales

92
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

contrarrevolucionarios, y en algunos casos funcionarios del


Departamento de Estado y/o de la CIA.
En Latinoamérica se dan dos vertientes principales. Por un
lado, los socialdemócratas que han tenido como mentor
fundamental a Haya de la Torre, y en este sentido han
organizado partidos de masas, como el caso de Acción
Democrática en Venezuela, el Partido Liberación Nacional de
Costa Rica, el Partido Liberal de Colombia, entre otros.
La otra vertiente es la de antiguos marxistas que abjuran
de su pasado para convertirse en furiosos anticomunistas como
es el caso del peruano Eudocio Ravines, quien luego de estar
muy cerca de Mariátegui en el Partido Socialista, se convirtió a
la muerte del Amauta, en el primer secretario general del Partido
Comunista del Perú.
En una amplia biografía escrita por Ricardo Portocarrero
se desglosa la vida de este personaje que desempeñó un papel de
primer orden en la política latinoamericana, sobre todo en Perú y
Chile.
Ravines desde muy joven participó en actividades
políticas en la Universidad de San Marcos donde estudiaba en la
Facultad de Letras. El 23 de mayo de 1923 se unió a las protestas
en contra de la Consagración de Perú al Corazón de Jesús y fue
detenido y enviado a la isla penal de San Lorenzo, para luego ser
deportado a Chile.
Tras una breve estadía en el país de Neruda, Ravines se
traslada a Buenos Aires donde contacta con un grupo de
exiliados peruanos, también conoce a José Ingenieros, destacado
intelectual positivista y se relaciona con los dirigentes
comunistas como Vittorio Codovilla que estaban organizando el
Buró Sudamericano de la III Internacional.
De Buenos Aires, Ravines viaja a Europa en 1926 donde
además de reunirse con exiliados peruanos se incorpora a las
actividades que desarrollaba Haya de la Torre para la fundación

93
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

de la Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA) y


luego, en Bruselas, participa en el Congreso Antiimperialista
organizado por la III Internacional junto con César Vallejo, entre
otros jóvenes dirigentes políticos. Por intermedio de José Carlos
Mariátegui conoce con Henri Barbusse de quien se afirma fue su
maestro de marxismo.
Ya convertido en un agitador marxista, Ravines se
matricula en la Universidad de la Sorbona y comienza a publicar
artículos en Le Monde. Participa en el proceso de discusión entre
Mariátegui y Haya de la Torre. Con el Amauta funda el Partido
Socialista y, en condición de representante de éste, participa en
1929 en el Segundo Congreso Antiimperialista de Frankfurt.
De regreso a París, y con el apoyo de Mariátegui, Ravines
entra al Perú de manera clandestina en febrero de 1930. El
Amauta se preparaba para viajar a la Argentina y propuso al
Partido Socialista que designara a Ravines como secretario
general de la organización. Un hecho inesperado ocurre:
Mariátegui muere repentinamente en abril de 1930, y el 20 de
mayo el Partido Socialista, por orden de Ravines, se transforma
en Partido Comunista y en Lima se crea la sección peruana de la
Tercera Internacional.
Ravines, con una personalidad psicológica autoritaria,
dedica buena parte de su tiempo a desmeritar la labor de
Mariátegui llegando incluso a acusarlo de anticomunista y
socialdemócrata e imponiendo un estilo personalista y autoritario
dentro del PCP.
Personaje indudablemente controversial, Ravines durante
su tiempo de comunista se dedicó de manera intensa a divulgar
las posiciones emanadas de la III Internacional, lo cual le costó
cárcel y persecuciones por parte de los gobiernos peruanos.
Con el nombre de Jorge Montero se radicó durante un
tiempo en Chile y llegó a ocupar el cargo de Secretario General
del Partido Comunista Chileno (PCCH) donde impuso su

94
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

personalidad autoritaria que le generó discrepancias con líderes


históricos del comunismo chileno como Elías Lafertte y Carlos
Contreras.
Ravines visitó Moscú en varias ocasiones y participó en
1935 en el VII Congreso de la Tercera Internacional que aprobó
la política del Frente Popular contra el fascismo. Aunque ya
tenía sus aprehensiones sobre esta decisión fue un divulgador de
ella en Chile y Perú.
En 1937 es llamado por la III Internacional a España
donde observa los debates internos que se dan en el Frente
Popular y la posición de los comunistas por controlar militar y
políticamente dicho Frente. Al año siguiente es llamado a
Moscú, en momentos en que la lucha interna dentro del PCUS
genera lo que se ha conocido como las purgas estalinistas.
A partir de ese momento el Ravines marxista comienza a
revisarse y en 1941 es expulsado de los partidos comunistas de
Chile y Perú. Ya se había convertido en un agente del
imperialismo que continuó un tiempo en Chile subvencionado
por la embajada estadounidense en Santiago.
Devenido en ultraderechista rabioso, publica en 1951 su
libro La gran estafa en el cual denuncia al comunismo como un
engaño y reseña lo que en su opinión era el terror estalinista.
Ese paso de la ortodoxia comunista al revisionismo es tal
que Ravines se convierte en un propagandista del fascismo y el
nazismo en contra de la política de los Frentes Populares que él
ayudó a construir.
Su irreverencia reaccionaria era tan fuerte que hasta los
pensadores y gobernantes de derecha lo rechazaban, razón por la
cual fue deportado varias veces de su país.
Con la llegada del gobierno del general Velasco Alvarado, en
1968, Ravines desempeñó un papel opositor intransigente. Fue
expulsado a México y le fue quitada su nacionalidad peruana bajo la
acusación de traición a la Patria.

95
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

No volvió nunca al Perú y convertido en apátrida murió en


enero de 1979 en la capital mexicana, víctima de un accidente que
ha sido catalogado de extraño al punto que algunos han sugerido la
hipótesis de un asesinato.

Haya de la Torre padre del revisionismo latinoamericano


Aun cuando su punto de origen fue el estudio de las ideas
de Karl Marx y Federico Engels, el revisionismo toma de ellos
algunos elementos para luego convertirse en enemigo de los
procesos revolucionarios. Así en Europa destacados intelectuales
que conocieron a Marx y Engels, como Karl Kautsky, Gueorgui
Pléjanov y Eduard Bernstein se convirtieron en ideólogos
fundamentales de la II Internacional.
Bernstein, en su libro Las premisas del socialismo y las
tareas de la socialdemocracia, escrito en 1899, niega los
fundamentos del marxismo, ya que en su opinión los obreros
viven mejor que en la época de Marx y el capitalismo ha
avanzado mucho, a tal punto que decreta leyes sociales en
beneficio de los trabajadores y, al mismo tiempo, la burguesía se
ha subdividido en gran burguesía, pequeña burguesía y clase
media. Por consiguiente, gran parte de esa burguesía es
susceptible de aceptar el socialismo.
¿Pero de cual socialismo habla Bernstein? Para este
ideólogo del Partido Socialista Alemán (SPD) el elemento básico
es el sufragio universal que define como “la gran arma del
proletariado”. Además, asegura que la revolución se caracteriza
porque debe transitar un largo camino de cambios graduales para
llegar a la meta del socialismo el cual, al contrario de lo que
postulaban Marx y Engels, no establece la dictadura del
proletariado, descarta la revolución violenta y propicia una
evolución de las luchas sociales por el sindicalismo.

96
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

La democracia, según Bernstein, es la eliminación de los


privilegios de clase y la conquista de la igualdad para todos los
seres humanos, pero esa socialización tiene sus fases y en ellas
debe predominar la prudencia a la hora de generar los cambios;
en este sentido, le confiere al Estado un papel fundamental de
coexistencia con el capital privado, ya que si bien admite la
nacionalización de algunas empresas, es partidario de permitir la
existencia de otras que junto al Estado contribuyan al desarrollo.
Estas ideas de Bernstein entraron con mucha fuerza en
América Latina, sobre todo en el peruano Víctor Raúl Haya de la
Torre quien, al igual que el ideólogo alemán bebió primero de las
aguas del marxismo para abjurar de ellas.
De gran capacidad oratoria, polemista e intelectual, Haya
de la Torre se convirtió en el padre del revisionismo
latinoamericano cuyos planteamientos rápidamente fueron
asimilados por otros líderes como el venezolano Rómulo
Betancourt, quien fue militante comunista; el costarricense José
“Pepe” Figueres, el puertorriqueño Luis Muñoz Marín, entre
otros.
¿Cuáles eran las líneas generales del pensamiento de Haya
de la Torre? Luego de estudiar las sociedades latinoamericanas
declara su convencimiento de que estas son sociedades
semifeudales con clases proletarias y campesinas muy débiles.
Con este sustento ideológico, funda la Alianza Popular
Revolucionaria Americana (APRA) con la definición de frente
latinoamericano de clases explotadas o Frente Único de
Trabajadores Manuales e Intelectuales. Por cierto que Mariátegui
participa en la conformación de dicha alianza, al considerar
viable la creación de una organización donde confluyeran los
diferentes partidos y grupos progresistas.
Sin embargo, Haya le da un carácter distinto a la alianza y la
convierte en el Partido APRA, exclusivo del Perú, con el cual se

97
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

lanza de candidato a la Presidencia de la República. Esa decisión


precipitó la ruptura con Mariátegui.
Como candidato presidencial, Haya de la Torre da rienda
suelta a su pensamiento revisionista denunciando al
imperialismo como aliado de los gamonales y explotador
también de las clases medias, las cuales por su condición de
explotadas, se sumarían a las otras clases –trabajadores,
campesinos e indígenas- para conducir la lucha generadora de
los cambios que llevarían, en un proceso de largo aliento, al
socialismo.
Al contrario de Lenin, para Haya el imperialismo es la
primera etapa del capitalismo y, en este sentido, en América
Latina se debe crear un Estado antiimperialista que eche las
bases para el desarrollo del capitalismo.
Con un capitalismo desarrollado en la región, el bloque
clase media, trabajadores, campesinos e indios, liderados por él,
naturalmente, propiciaría los cambios necesarios para humanizar
el capitalismo.
El padre del revisionismo latinoamericano falleció el 2 de
agosto de 1979 pero dejó sentada las bases de una ideología
generadora de grandes frustraciones en la región latinoamericana
que sigue luchando por conseguir la verdadera redención social.
Betancourt made in USA
Quizás el discípulo más adelantado de Haya de la Torre
sea el venezolano Rómulo Betancourt. Dos veces presidente del
país, este dirigente en su juventud se ufanó en muchas ocasiones
de ser un verdadero marxista y, por ende, un comunista de
primera línea, pero en la medida en que iba entrando en años ese
“sarampión” comunista –como él mismo lo calificaba- se fue
diluyendo hasta convertirse en un furibundo enemigo de las
izquierdas y, como lo llama el analista político José Sant Roz, en
el “Procónsul” del imperialismo estadounidense.

98
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

Indudablemente que se trata de un personaje histórico el


cual muchos analistas han estudiado con detalles. Su trayectoria
política ocupó casi medio siglo de la pasada centuria y, según sus
detractores, fue un reaccionario que logró mediante una
fraseología demagógica engañar a las masas populares
venezolanas.
Betancourt nace en Guatire, un pequeño pueblo cercano a
Caracas, el 22 de febrero de 1908, y desde su juventud se vincula
con los grupos estudiantiles que combatían a la dictadura del
general Juan Vicente Gómez. Sin embargo comienza a expresar
discrepancias, sobre todo con Gustavo Machado y Salvador de la
Plaza, pues consideraba que ante los fracasos de las luchas
revolucionarias de Sandino en Nicaragua y los esfuerzos de
Mella en Cuba contra la dictadura de Marchado, era necesario,
como lo planteaba Haya de la Torre, crear un partido del Gran
Socialismo Indoamericano.
José Sant Roz en su libro El procónsul Rómulo Betancourt
sostiene que la influencia de Haya sobre Rómulo era tal que en
su diario tenía el siguiente texto del político peruano:
El APRA es el partido continental antiimperialista e
integracionista de la gran nación latinoamericana –que los
apristas llamamos Indoamérica- y que el genio del Libertador
Simón Bolívar quiso unir. El integracionismo latino o
indoamericano que bajo la égida gloriosa bolivariana fue el
supremo ideal de la Revolución de la Independencia, incumplida
con la desunión de nuestros pueblos, distanciados por
paralizantes nacionalismos chicos, es hoy el imperativo
histórico, realista e ineludible de nuestro común destino.
Alcanzarlo es tarea que en lo fundamental corresponde a los
latinoamericanos mismos. (Sant Roz 2010, p.21).
El pensamiento de Haya compenetrado en el Betancourt
joven, va sufriendo transformaciones al punto de llegar a la
conclusión de que en la región no se puede gobernar sin los

99
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

Estados Unidos, porque ello desataría un conflicto de gran


magnitud que impediría el desarrollo económico y social
autónomo de cualquier gobierno.
La figura de Betancourt representa el modelo del gran
revisionista que primero era odiado por la burguesía
latinoamericana y el imperialismo, que lo pintaban como el
propio Diablo y luego, se convierte en el prototipo dirigente
democrático que era necesario imitar en el resto del continente.
Inclusive, cuando gana las elecciones de 1959, era
concebido como el líder de izquierda que iba a transformar al
país. Hasta Fidel Castro lo creyó antes de entrevistarse con él en
1959.
Clara evidencia de ese proceso de conversión ideológica
se encuentra en el Libro Rojo 1936, un particular texto editado
por el Servicio Secreto de Inteligencia de los Estados Unidos de
Venezuela en el gobierno del general Eleazar López Contreras.
Este libro reseña las cartas que enviaba Rómulo
Betancourt en las cuales subraya su fe de comunista
intransigente y funda la Alianza Revolucionaria de Izquierda,
cuya declaración política en un folleto titulado Con quien
Estamos y…Contra quien Estamos, afirma: […]Son nuestros
enemigos irreconciliables en el plano de la acción política y
contra ellos estamos y estaremos: a) la burguesía imperialista
internacional, mediatizadora de nuestra economía y su aliada
nativa la clase nacional de latifundistas y de grandes señores del
comercio y de la industria; y b) el caudillaje militar. (El libro
Rojo, p. 5).
En otra carta contenida en el Libro Rojo, titulada
Propósitos desde 1932, Betancourt comienza a establecer
diferencias con el PC al afirmar: […]Dad consignas claras,
decía siempre Ilich, el gran maestro de táctica; las nuestras no
pueden ser más claras, las industrias de Gómez administradas
deben ser por los trabajadores; las tierras de Gómez deben ser

100
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

para los campesinos pobres…si las condiciones objetivas son


propicias dentro del país no podríamos vacilar ni un momento
en poner a la orden del día LA EXPROPIACIÓN SIN
INDEMNIZACIÓN DE TODOS LOS LATIFUNDIOS
PARTICULARES. El reconocimiento de la Unión Soviética
también debemos incluirlo en nuestro programa mínimo---Ya
sabemos el miedo que tiene la gente a la palabrita de marras. Y
con vaselina podemos nosotros meterle al pueblo TODO MARX
Y TODO LENIN, el odio más vehemente a la propiedad privada,
EL DESEO MAS VIVO Y ACTUANTE DE ACABAR CON EL
RÉGIMEN CAPITALISTA, sin que para nada usemos la palabra
con olor a azufre” (COMUNISMO). “Me adelanto a cualquier
sospecha respecto a esta actitud recordándoles que aquí pública
y abierta, consecuentemente, me he llamado comunista y como
comunista he actuado. Pero creo que necesitamos nosotros
proceder un poco ZORRUNAMENTE en estos momentos para
lograr lo que necesitamos: EL CONTACTO CON LAS MASAS
VENEZOLANAS DENTRO DE VENEZUELA. (Copia textual del
Libro Rojo, p. 6).
Ya como gobernante, Betancourt quien pese a sus
reafirmaciones supuestamente comunistas no vaciló en unirse a
una conspiración militar que derrocó al presidente democrático
Isaías Medina Angarita; en 1945 hace más explícito su
conversión hacia la derecha imperialista al suscribir el
tristemente célebre Tratado Interamericano de Asistencia
Recíproca (TIAR) o Tratado de Río de Janeiro, el cual como lo
señala acertadamente Simón Sáez Mérida tiene como objetivo
fundamental entregar materias primas, facilitar enclaves y
monopolios, permitir bases militares y navales y consolidar la
presencia de la Misión Militar norteamericana desde 1946 como
si fuera un hecho irreversible eterno. (Sáez Mérida, Simón. La
cara oculta de Rómulo Betancourt .P. 106).

101
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

Por cierto, Venezuela se retiró del TIAR en mayo de 2013


y sus obligaciones con este tratado cesaron en 2015.
Otro hecho destacado del papel de Rómulo Betancourt
como revisionista se da en la llamada Conferencia de Bogotá en
1948 o IX Conferencia Interamericana que dio origen a la
Organización de Estados Americanos (OEA), donde como jefe
de la delegación venezolana se convirtió en el principal vocero
del sistema panamericano, la defensa hemisférica y la
intervención multilateral, piezas del sistema de seguridad y
dominación de los Estados Unidos”. (Sáez Mérida. P. 107).
Con esa habilidad engañosa típica del revisionista,
Betancourt en su papel de orador de la conferencia propuso, a
sabiendas de que era una idea irrealizable, la liquidación del
colonialismo en Latinoamérica y el Caribe y la independencia de
Puerto Rico.
Este personaje más tarde se arrepentiría de esas palabras y
luego del golpe que derroca a Rómulo Gallegos, en 1948, no
vacila en asilarse en el Puerto Rico colonizado por Estados
Unidos bajo la figura de Estado Libre Asociado en un exilio a
todo dar, dorado de verdad, no solo porque se refugió en el bello
pueblecito borincano de Dorado, sino porque tenía protección,
dólares suficientes, pasaportes, pasajes, idas y venidas a
Washington, entrevistas con los llamados liberales del partido
Demócrata-USA, escalera mediática hacia la Casa Blanca y
diálogos sucios de todos los días con el protector, curruña y
secuaz Luis Muñoz Marín. (P. 107).
La vida revisionista de Betancourt culminó tras dos veces
ser presidente de Venezuela, una de facto y otra por la vía
electoral, se caracterizó por su rabioso anticomunismo. En su
segundo mandato ilegalizó a los partidos Comunista y
Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), persiguió con
saña a sus dirigentes e inició una sangrienta era de asesinatos y
desapariciones de líderes sociales. Para sus acólitos fue el padre

102
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

de la democracia, para el pueblo venezolano fue el padre de la


nefasta IV República.
Se fue a vivir a Berna, Suiza, y después a Nueva York
donde falleció el 28 de septiembre de 1981.

103
Nacionalismo

S e dicen no marxistas, ni socialdemócratas, tampoco se


definen como revisionistas. Simplemente afirman ser
nacionalistas. Ahora, ¿qué es el nacionalismo? No es fácil llegar
a una definición precisa; para algunos la manera más sencilla es
atribuir el nacionalismo al concepto de defensa del Estado
nación.
Pero entrando en complejidades, por ejemplo para el
marxismo el nacionalismo es una cuestión clasista. Lenin en sus
Notas Críticas sobre la cuestión nacional afirma que en cada
cultura nacional existen, aunque no estén desarrollados,
elementos de cultura democrática y socialista, pues en cada
nación hay una masa trabajadora y explotada, cuyas condiciones
de vida engendran inevitablemente una ideología democrática y
socialista. Pero en cada nación existe así mismo una cultura
burguesa y, además en la mayoría de los casos, ultra reaccionaria
y clerical como cultura dominante. Por eso, la cultura nacional
en general es la cultura de terratenientes y de curas, así como de
la burguesía. (https://biblio.flacsoandes.edu.ec/cat)
Marx y Engels en el Manifiesto Comunista sostienen que
la lucha revolucionario es internacional por su contenido y
nacional en su forma, a la cual agregan que con el triunfo
político del proletariado las contradicciones a nivel nacional
desaparecen, porque en la medida en que se elimina la
explotación de un individuo por otro, también se elimina la
explotación de una nación hacia otra. En este contexto, podemos

104
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

inferir que para los autores del Manifiesto Comunista el


nacionalismo es una posición reaccionaria que debe desaparecer
con la revolución mundial.
En los procesos políticos latinoamericanos encontramos
que el nacionalismo tiene vertientes diferentes, de acuerdo a la
posición que asumen sus líderes en su relación con los sectores
hegemónicos de la dominación imperialista. De esa manera,
podemos hablar de nacionalismo de izquierda o centro izquierda
para etiquetar a sectores que mantienen una actitud de
enfrentamiento con el imperialismo y de acercamiento con los
sectores nacionales progresistas. Por otro lado, se pueden definir
como nacionalismo de derecha a quienes abogan por un
entendimiento de los sectores nacionales hegemónicos
(empresarios de la alta burguesía, banqueros, etc.) con el
imperialismo.
Perón y el peronismo
Si tomamos como referencia las conceptualizaciones
arriba señaladas, nos encontramos con un vasto movimiento de
masas bastante peculiar y que ha generado distintas
calificaciones sobre su verdadero papel en la lucha política. Se
trata del peronismo, ese movimiento fundado por Juan Domingo
Perón en 1945, que se mantiene como la corriente política de
mayor popularidad en la Argentina.
Para ese año, Perón era secretario de Trabajo del gobierno
dictatorial del general Edelmiro Farrel, y desde esa posición
desarrolla una interesante labor de acercamiento con los
trabajadores, lo cual genera una reacción negativa del dictador
que ordena su arresto al considerarlo un rival peligroso por su
ascendiente dentro las masas populares.
La reacción popular no se hace esperar, el 17 de octubre
de 1945, cientos de miles de obreros, muchos ello migrantes
europeos, salen a las calles en una gigantesca manifestación en

105
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

demanda de la libertad de Perón y contra lo que denominan


intento del dictador Farrel de perpetuarse en el poder. Así
mismo, la protesta cuestiona unos acuerdos comerciales suscritos
por el Gobierno con el Reino Unido que prácticamente sometían
a la Argentina a ser un proveedor exclusivo de materias primas
hacia Gran Bretaña.
Perón es liberado y desde ese momento se convierte en el
líder fundamental de los trabajadores argentinos agrupados en la
Central General del Trabajo (CGT) que ha sido la pieza
fundamental que lo ha llevado tres veces a la Presidencia de la
República.
¿Cuál es el pensamiento de Perón? Podemos deducirlo de
sus propias palabras. En uno de sus discursos señala.
“Procederemos a poner de acuerdo al capital y al trabajo, tutelados
ambos por la acción directiva del Estado”.
En este contexto, el antropólogo Alejandro Grimson dice
que el peronismo no es de izquierda ni de derecha, es un
movimiento popular y nacional policlasista que engloba
diferentes ideologías, defiende la industrialización, el control de
las exportaciones y el Estado fuerte; la salud y la educación
públicas, los subsidios para las sectores más desasistidos, la
neutralidad internacional, la integración política y comercial de
América del Sur. (Grimson. Las claves para tratar de entender el
peronismo. Revista Milenio.
https://www.milenio.com/internacional/latinoamerica).
En los gobiernos peronistas, a excepción del de Carlos
Menem que fue neoliberal, la Argentina ha tenido un crecimiento
económico e industrial de primer orden y ha sido un factor
esencial en los procesos de integración como el Mercosur,
Unasur, Celac, entre otros.
En el lado estrictamente ideológico, el peronismo ha
servido de paraguas donde se han cobijado desde sectores
con pensamiento democrático de izquierda, con guerrilleros

106
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

como los montoneros, la Alianza Anticomunista Argentina


(Triple A) y sectores de la burguesía democrática. En este
escenario observamos que una organización terrorista como
la Triple A fue alentada nada más y nada menos que por
Isabelita, la viuda de Perón, y José López Rega, quien era
su ministro de bienestar social y hombre muy reaccionario
aficionado a las prácticas esotéricas por lo cual lo llamaban
el “brujo López”.
Es preciso recordar que María Estela Martínez, más
conocida como Isabelita, fue elegida por Perón en la
fórmula que gana las elecciones en 1973. Tras la muerte de
éste en julio de 1974, asume la Presidencia desarrollando
una gestión caracterizada por la corrupción y represión a las
fuerzas de izquierda. Fue depuesta por un golpe de Estado
militar sangriento que sumió a la Argentina en una de las
más terribles y sanguinarias épocas de su historia.
Dato importante sobre la siembra del peronismo en las
masas argentinas fue el papel desempeñado por la segunda
esposa de Perón, Eva Duarte, “Evita”, una ex actriz que llegó a
la vicepresidencia de la República y se convirtió hasta el día de
hoy en la adoración de las y los trabajadores del país sureño.
Evita, procedente de familia humilde, conoció de su
infancia y juventud las calamidades de la pobreza y supo
trasmitir esas vivencias para reclamar con justicia los derechos
sociales y humanos para las grandes masas.
El peronismo, sin duda, es un fenómeno político digno de
estudio, en él se conjugan sectores progresistas marxistas,
socialdemócratas y nacionalistas de izquierda con elementos de
la derecha nacional y la derecha fascista y, como todo fenómeno
de masas, genera una inmensa idolatría y una furibunda
enemistad política.
Para unos el peronismo es la Patria Grande en su máxima
expresión, para otros es una corriente fascistoide. Escritores como

107
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

Jorge Luis Borges con su aguda prosa dice que los peronistas no son
buenos ni malos, son incorregibles.
Pero quizás la mejor definición la ha pronunciado su propio
creador, el general Perón al responder a un periodista de la citada
Revista Milenio: Mire, en Argentina hay 30 por ciento de radicales
(Unión Cívica Radical, socialdemócratas), 30 por ciento de
conservadores y otro tanto socialistas.
Pero ¿dónde están los peronistas?, le repreguntó.
¡Ah, no, peronistas somos todos!
El amor por los “descamisados”
Evita, sin lugar a dudas, fue el eslabón fundamental para
la inserción del peronismo en las masas argentinas. Ella con un
lenguaje popular, producto de su propia vivencia, supo entrar en
el corazón del pueblo, de sus “descamisados” como los llamaba.
En su último mensaje, dado a conocer el 17 de octubre de
1952, 82 días después de su muerte, sus primeras palabras
subrayan ese amor por su pueblo: “Quiero demasiado a los
descamisados, a las mujeres, a los trabajadores de mi pueblo, y
por extensión quiero demasiado a todos los pueblos del mundo,
explotados y condenados a muerte por los imperialismos y los
privilegiados de la tierra”.
(https://upcndigital.org/~ciper/biblioteca/Eva/Mi-Mensaje-
Evita.pdf)
Convencida ya de su irremediable muerte deja testimonio
palpable de su férrea posición de lucha por la justicia social, así
como también alerta sobre las traiciones y deslealtades de
quienes bajo la falsa amistad hacia Perón son sus enemigos. “Los
tibios, los indiferentes, las reservas mentales, los peronistas a
medias, me dan asco. Me repugnan porque no tienen olor ni
sabor”, afirma con ruda franqueza.
Hasta su último aliento vital, fue una férrea enemiga de la
oligarquía argentina, de la jerarquía eclesiástica y de los altos

108
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

mandos militares que conspiraban contra el primer gobierno


peronista (1946-1952). Con una inflexible posición
antiimperialista, no duda en señalar que peor aún que el
imperialismo eran “los hombres de las oligarquías nacionales
que se entregan vendiendo y a veces regalando por monedas o
por sonrisas la felicidad de sus pueblos”, y más adelante agrega
su indignación “con todo el veneno de mi odio” contra los “altos
círculos de las fuerzas armadas y clericales” que disfrutan de
grandes privilegios mientras el pueblo pasa hambre.
Llama a la destrucción de esta casta militar porque según
afirma los ejércitos deben ser del pueblo y servirlo, por la causa
de la justicia y la libertad.
El último mensaje, es además una reafirmación clasista:
“no puede haber más que una sola clase, los que trabajan…los
dirigentes sindicales y las mujeres que son pueblo puro, no
deben entregarse jamás a la oligarquía”. Evita también con su
lenguaje llano y duro pareciera estar hablando en la actualidad
cuando define el carácter voraz y asesino del imperialismo.
“Los imperialismos han sido y son la causa de las más
grandes desgracias de una humanidad que se encarna en los
pueblos… (El imperialismo) se dice defensor de la justicia
mientras extiende las garras de su rapiña sobre los bienes de
todos los pueblos sometidos a su omnipotencia. Se proclama
defensor de la libertad mientras va encadenando a todos los
pueblos que de buena o de mala fe tienen que aceptar sus
inapelables exigencias”.
Tras su muerte y de la caída del segundo gobierno de
Perón en septiembre de 1955, el odio clasista contra Evita
irrumpió de manera tan vil que su cadáver embalsamado fue
secuestrado y enviado a Italia. 14 años después le fue entregado
a Perón y luego a la familia Duarte para que por fin le diera
sepultura. Tanto amor por el pueblo no podía ser perdonado. Sin

109
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

embargo, hoy todavía su figura recorre la geografía argentina


con gran furor entre los trabajadores de ese país.
Paz Estensoro y el nacionalismo boliviano
El 9 de abril de 1952 América Latina es conmovida por un
levantamiento de masas en Bolivia, liderado por el Movimiento
Nacionalista Revolucionario (MNR) cuyo jefe, Víctor Paz
Estensoro, se encontraba exiliado en Buenos Aires. El jefe de la
revuelta era el segundo líder de dicho partido, Hernán Siles
Suazo.
Luego de dos días de cruentos combates entre mineros,
campesinos, obreros e indios rebeldes contra soldados y policías
leales al Gobierno, las fuerzas insurrectas triunfan y Siles Suazo,
el 11 de abril, toma posesión e inmediatamente llama a Paz
Estensoro para que se encargue de la Presidencia.
Con un programa nacionalista, el MNR pone en ejecución
su Revolución Nacional: nacionaliza la minería del estaño,
decreta la reforma agraria, el sufragio universal y la reforma
educativa pública que permite la escolarización de las grandes
mayorías analfabetas para la época.
Paz Estensoro también es el primer jefe de Estado
boliviano en demandar ante el mundo la exigencia boliviana de
tener acceso al mar. Su primer gobierno concluye en 1956,
cuando se realizan elecciones que gana Hernán Siles Suazo,
quien continúa con el desarrollo del programa nacionalista del
MNR.
El 6 de agosto de 1960 Paz Estensoro vuelve a la
Presidencia tras ganar las elecciones de esos años en medio de
fuertes contradicciones dentro de su partido que se debate entre
nacionalistas de izquierda, nacionalistas pragmáticos y
nacionalistas de centro derecha.
Durante su segundo mandato se aprueba la Constitución de
1961 con la cual se consolidan las transformaciones aprobadas en

110
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

1952. En el plano diplomático Paz inicia su acercamiento con


Estados Unidos a tal punto que Kennedy lo define como un
reformista autoritario necesario para el progreso de Bolivia,
mientras que el líder boliviano se califica a sí mismo como un
sincero nacionalista.
Durante su segunda gestión se mantiene el crecimiento del
Producto Interno Bruto cercano al 6%, se realizan importantes
obras en la agricultura y la minería y en el terreno diplomático se
rompen relaciones con Chile, como respuesta al desvío que hizo
este país en el río Lauca para regar el valle de Azapa en el norte
chileno.
Previo a las elecciones de 1964, Paz Estensoro modifica la
Constitución para optar a un tercer período y gana la Presidencia
en la que lleva como vicepresidente a su gran amigo de entonces,
el general René Barrientos.
Apenas dura cuatro meses, pues el “gran amigo”
Barrientos se convierte en el jefe de un golpe de Estado que lo
derroca el 4 de noviembre de ese año.
Después de un largo período de golpes de Estado, Paz
Estensoro vuelve al poder tras ganar las elecciones de 1985. Ha
cambiado, ya no es el nacionalista sincero como se había
definido, ahora llega con otras intenciones con las cuales da
inició al período neoliberal que caracterizó a Bolivia durante
décadas.
Bajo el eufemismo de la capitalización de las empresas del
Estado, las privatiza; frena una hiperinflación que estaba por el
orden del 20.000% pero despide a más de 20 mil trabajadores de
la empresa estatal de minería del estaño; disminuye los salarios
en 40%, incrementa el desempleo, entre otras medidas
neoliberales que fueron continuadas por los otros gobiernos hasta
la llegada de Evo Morales al poder en las elecciones de 2005.
En síntesis, podemos señalar a la personalidad de Paz
Estensoro como el prototipo de dirigente político que comienza a

111
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

destacar por sus posiciones de carácter nacionalista de izquierda


o progresistas y poco a poco va declinando estas posiciones para
transformarse en un líder neoliberal que, inclusive, se convierte
en el destructor de su primera obra de gobierno. En otras
palabras, fue la figura de excepción que hizo una revolución
nacionalista para luego entregarla al neoliberalismo.
Del alfarismo a la revolución juliana
Los vientos de cambio también llegaban con fuerza al
Ecuador desde la creación de la República. Conservadores y
Liberales se disputan el Gobierno y en 1895 emerge una figura
caudillesca, Eloy Alfaro, quien estará presente durante muchos
años en el desarrollo político de Ecuador.
Eloy Alfaro, proclamado jefe supremo de las provincias de
Manabí y Esmeraldas, organiza un ejército contra la dictadura de
Ignacio de Veintemilla, a quien derroca en la llamada revolución
restauradora. Sin embargo, una Asamblea Constituyente elige
como presidente a José María Plácido Caamaño del Partido
Conservador, en contra de las aspiraciones del jefe supremo.
Caamaño ejerce la Presidencia durante 4 años, luego convoca
a elecciones que son ganadas por el  jefe del Partido Progresista,
Antonio Flores Jijón, quien gobierna hasta 1892 cuando se convocan
elecciones donde triunfa Luis Cordero, miembro del Partido
Progresista. Cordero en 1895 es obligado a renunciar ante una
sublevación generada por un escándalo conocido como la venta de la
bandera.
Dicho conflicto ocurre cuando Japón, en una transacción
sinuosa, compra el buque Esmeralda al Ecuador, quien a su vez
lo había obtenido de Chile, en negociaciones donde jugó papel
principal Plácido Caamaño, a la sazón gobernador de Guayaquil.
El buque, ahora propiedad de Japón, sale de Guayaquil
con la bandera ecuatoriana izada y se genera un escándalo
público sobre la supuesta traición a la soberanía del país. El 10

112
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

de abril de 1895 estalla la sublevación que deja numerosos


muertos en Quito.
Aun cuando dicha insurrección fue derrotada, el
presidente Cordero renuncia el 16 abril y entrega el poder a
Vicente Lucio Salazar quien también dimite. Eloy Alfaro asume
y es ratificado como Presidente el 12 de enero de 1897 por la
Asamblea Constituyente.
Durante este período que concluye en 1901, Alfaro
establece la separación entre la Iglesia y el Estado y la
construcción del ferrocarril entre Guayaquil y Quito. En su
segundo gobierno (enero de 1906 – agosto 1911) promulga la
Constitución de 1906, continúa la construcción del ferrocarril
Guayaquil-Quito; fortalece la educación pública laica.
Hacia el fin de su segundo gobierno, en 1911, se agudizan
las discrepancias internas entre el liberalismo de Alfaro conocido
como radical y el liberalismo oligárquico liderado por Leonidas
Plaza Gutiérrez.
En diciembre de ese año gana las elecciones Emilio
Estrada quien falleció apenas asumir el mandato siendo
reemplazado por Carlos Freile Zaldumbide, que al enterarse de la
llegada de Alfaro al país, lo apresó.
Ocurre entonces un hecho que ha permanecido en la
memoria de los ecuatorianos como una tragedia: una turba
antialfarista asalta en Quito la prisión donde estaba recluido el
caudillo con otros de sus compañeros. Son sacados y arrastrados
por las calles y sus cuerpos quemados. Según algunas
investigaciones este crimen fue cometido por instigación de
Plaza Gutiérrez y sus acólitos del liberalismo oligárquico.
Como sucede con los personajes que sobrepasan su muerte y
entran en la historia, Eloy Alfaro se convirtió en una referencia
fundamental en la historia política del Ecuador.
La revolución juliana

113
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

Luego de los hechos que culminaron con la muerte de


Eloy Alfaro, en el Ecuador los distintos gobiernos se manejaron
con una situación de franca inestabilidad política y con una
fuerte dependencia económica de la oligarquía bancaria.
La banca privada y en especial la de Guayaquil financiaba
todos los gastos necesarios del Estado, generando una enorme
deuda pública con dichos entes. El Gobierno solicitaba empréstitos
para el desarrollo de la infraestructura del país, el pago de sueldos a
la burocracia, dinero que fundamentalmente provenía del Banco
Comercial y Agrícola, propiedad de Francisco Urbina Jado.
Con una situación económica caracterizada por una inmensa
deuda pública impagable, el Estado se ve en la necesidad de emitir
dinero inorgánico, sin respaldo del oro.
El pueblo comienza a sentir los rigores de la crisis
económica cuando llega a la Presidencia Gonzalo Córdova,
quien debe afrontar los reclamos cada vez más numerosos de la
población.
El 9 de julio de 1925 la Liga Militar se subleva y derroca a
Córdova. Se designa una Junta de Gobierno de siete miembros
que se va a conocer como la Revolución Juliana, la cual según el
historiador Juan J. Paz y Miño Cepeda ha tenido y tiene una
enorme trascendencia política para Ecuador.
En su obra la Revolución Juliana en Ecuador, sostiene lo
siguiente: La Revolución Juliana se produjo ante el agotamiento
del Estado Liberal, como reacción al predominio del liberalismo
“plutocrático”, contra la hegemonía de los poderosos bancos
privados sobre el Estado y porque buscó favorecer a los sectores
medios y populares.
La primera Junta de dicha revolución es presidida por Luis
Napoleón Dillon, y se caracteriza por priorizar el interés nacional
por encima de los intereses empresariales privados. En este
sentido, se fiscalizan los bancos, se crea el impuesto sobre la
renta y sobre las utilidades, se funda el Ministerio de Bienestar

114
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

Social y Trabajo, la caja de ahorros de pensiones, se dictan


importantes leyes sociales y laborales.
De acuerdo con el autor, la revolución Juliana fue el
comienzo de una etapa de modernización del Estado ecuatoriano
al decretar la protección de la industria nacional, rechazar los
gobiernos de tendencia plutocrática, elaborar una Constitución
de avanzada para la época influenciada por grandes ideales
sociales. “Fue la más importante transformación en la historia
del país después de las luchas por la Independencia y la
Revolución Liberal de 1895” (http://www.historiaypresente.com)
Augusto César Sandino y Farabundo Martí
Dos personajes indispensables en el estudio de la historia
política revolucionaria latinoamericana, concretamente de la
zona central del continente, son Augusto César Sandino y
Farabundo Martí.
El primero, originario del departamento de Niquino homo,
a 40 Km al sur de Managua, Nicaragua, donde nació en 1893;
desde muy joven trabaja como minero y tiene un conocimiento
de primera mano sobre las estrecheces vividas por la población
humilde y la política invasora y de pillaje estadounidense en la
región centroamericana.
La Doctrina Monroe según la cual Estados Unidos puede y
debe intervenir en aquellos países que en su opinión tengan
“malas conductas”, se aplica sin contemplación en esas naciones
usando como forma de control el endeudamiento.
Honduras ha sido y es una de las primeras víctimas de ese
naciente imperialismo voraz. En 1909 Estados Unidos le compra,
supuestamente, la deuda que este país mantiene con el Reino

115
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

Unido y exige a la nación centroamericana que le compense con


la entrega de las aduanas mediante el tratado Paredes-Knoxx con
el cual se endeuda con 10 millones de dólares que para la época
en una nación pequeña era una suma impagable.
Britto García en su libro Nuestra América Tomo I Pág. 82
reseña que en 1910 los marines invaden Bluefields, en el Caribe
Sur de Nicaragua, en apoyo a una insurrección conservadora que
derroca al presidente liberal José Madriz. Estados Unidos
suscribe el acuerdo Dawson con los insurrectos vencedores a
quienes otorga préstamos y anula las concesiones con las
empresas no estadounidenses.
Como lo dice el escritor venezolano citado: A través de las
deudas se dominan las industrias y las economías de los países y
agrega: En 1912, el presidente de Nicaragua, Adolfo Díaz
suscribe con la banca de EEUU un suplemento de empréstito
por 725.000 dólares, lo garantiza con los ferrocarriles, el
ingreso por aduanas y los vapores del Estado, y confiere a los
banqueros yanquis el derecho a representar al país ante la
banca británica. (P. 83).
Este despojo de las naciones centroamericanas es observado
por Sandino y Farabundo Martí, a quienes la lucha hermana en la
gesta que el primero lidera en Nicaragua.
En 1926, Sandino encuentra a su país ocupado por las
tropas yanquis y se propone la defensa de la autonomía nacional
vulnerada por el convenio Bryan-Chamorro y el tratado

116
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

Stimpson-Moncada que habían convertido a su país en una


especie de protectorado estadounidense.
Al frente de una guerrillas, Sandino libra durante seis años
duros combates con las tropas estadounidenses y de otros
gobiernos lacayos. Su figura y su lucha generan el apoyo del
pueblo y de los sectores progresistas del campo internacional que
se expresa en el desarrollo de un movimiento de solidaridad
inusitado con el sandinismo.
Una estrecha amistad y compromiso de lucha hermana a
Sandino y Farabundo Martí, a tal punto que este es designado
Coronel Efectivo del Ejército Defensor de la Soberanía Nacional
de Nicaragua, pese a las posiciones ideológicas diferentes:
Sandino profundamente nacionalista y Farabundo marxista
confeso.
Combatientes de diferentes países enarbolan y contribuyen de
distintas maneras con la gesta libertaria que culmina con la derrota de
las tropas estadounidenses. El nuevo presidente norteamericano,
Franklin Roosevelt, promueve su política de buena vecindad y retira
las tropas invasoras.
Sandino dirige al presidente de Nicaragua, el liberal Juan
Bautista Sacasa, una propuesta de paz que es aceptada y, sobre
esta base, se compromete a dejar las armas.
Con un enorme prestigio local e internacional, el General
de Hombres Libres acepta una invitación al palacio presidencial.
Es emboscado y asesinado por el jefe de la Guardia Nacional

117
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

Anastasio Somoza García, quien se convierte en el jefe de una


dinastía criminal que gobierna por más de 40 años a Nicaragua.
La muerte de Sandino físicamente es, a su vez, su
inmortalidad. Su figura y su gesto heroico trascienden fronteras. En
su país se forma el Frente Sandinista de Liberación Nacional
(FSLN) que en su nombre acaba con el último criminal dinástico al
asumir el gobierno en 1979

El internacionalismo de Farabundo
Agustín Farabundo Martí nace el 5 de mayo de 1893 en el
municipio salvadoreño de Teotepeque, que en lengua indígena
Nahuat significa Cerro de los Dioses Sagrados, Cerro Sagrado y
Lugar de Dios
Tras abandonar los estudios de Derecho, desde muy joven
se dedica al estudio de las teorías revolucionarias y,
consecuentemente con esto, se incorpora al proceso desarrollado
en México luego del triunfo de la revolución y a las luchas
antiimperialistas centroamericanas.
En 1925 participa en la fundación del Partido Comunista
de Guatemala, posteriormente en 1928 se une a la Liga
Antiimperialista en representación de Sandino, tras su
participación en la guerra de liberación nicaragüense liderada por
el general de hombres libres.
En su tierra natal, El Salvador, funda el Partido
Comunista, en momentos en que el capitalismo mundial afronta
la crisis de la Gran Depresión generada por la caída de la bolsa

118
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

de Nueva York que pone en evidencia la vulnerabilidad del


sistema capitalista.
Es importante recordar que en los años 20 el capitalismo
estadounidense vive todo su esplendor con un largo periodo de
prosperidad económica, con un consumismo desatado y el
desarrollo industrial en pleno auge.
En septiembre de 1929, tras una subida máxima, la bolsa
evoluciona a la baja y el jueves 24 de octubre el pánico entra en Nueva
York, la bolsa cae 9 por ciento. El 29 de ese mes, estalla la burbuja
conocida como Martes Negro, con el desplazamiento total del
movimiento bursátil. (La vanguardia.com).
Estos acontecimientos refuerzan la posición de Farabundo
de incorporarse a la lucha antiimperialista. Regresa a El Salvador
y encuentra una crisis económica y social por la caída de los
precios del café. Entonces funda, en 1930, el Partido Comunista
Salvadoreño.
Un golpe militar en 1931 lo impulsa a la preparación de
planes revolucionarios contra los golpistas, pero sus planes son
develados. Detenido, tras un juicio sumario se le sentencia a
muerte. Se ilegaliza al Partido Comunista y es fusilado en medio
de una gran represión que se conoce en la historia como La
matanza.
Farabundo Martí, otro héroe de las luchas revolucionarias y
antiimperialistas, se agiganta en la memoria de los pueblos. En
1980, cuando en El Salvador gobiernan militares y civiles títeres
del imperialismo, se funda el Frente Farabundo Martí para la
Liberación Nacional (FMLN) con la integración del Partido
Comunista Salvadoreño (PCS), las Fuerzas Populares de
Liberación Farabundo Martí (FPL), el Ejército Revolucionario del
Pueblo (ERP), la Resistencia Nacional (RN) y el Partido
Revolucionario de los Trabajadores Centroamericanos (PRTC).

119
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

El FMLN desarrolla una larga lucha contra los gobiernos


lacayos de la oligarquía y el imperialismo hasta 1992 cuando se
firman acuerdos de paz; el Frente se transforma en el principal
partido de izquierda y llega al poder en dos oportunidades: en
2009 con Mauricio Funes y en 2004 con Salvador Sánchez
Cerén.

120
A manera de conclusión

L a historia política de América Latina,


suficientemente estudiada y comprendida, es como un
camino sinuoso lleno de obstáculos que presagia una llegada a la
aun no

luz reluciente de la justicia y la libertad.


Desde la época de los invasores que se adueñaron de
nuestros territorios, las voces y luchas de rebeldía se hicieron
presentes, como también estuvieron allí posiciones de
deslealtades y traiciones que contribuyeron a que el enemigo
triunfara.
Ya entrada la época republicana, y con la formación de
nuestras incipientes sociedades esa dualidad de lealtad y traición
también caracterizó las luchas políticas y sociales.
En este contexto, a la región arriban las primeras ideas de
revolución y cambio social, fundamentalmente inspiradas en el
anarquismo y el marxismo cuyos portavoces eran migrantes de
Europa, continente donde las luchas políticas habían tomado
mucha fuerza con la formación de partidos políticos inspirados
en las ideas de Carlos Marx, por un lado y de Mijail Bakunin por
el otro.

121
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

Estos migrantes eran fundamentalmente obreros y


artesanos que hablaban de conceptos novedosos para los
latinoamericanos como la lucha de clases, el proletariado, la
burguesía y la toma del poder por los trabajadores.
Sin embargo, sobre todo en el marxismo que fue la
doctrina con mayor impacto entre los primeros políticos
latinoamericanos, su impronta tuvo un connotado sello
eurocentrista, lo cual se explica porque como lo señala Néstor
Kohan, Marx estudió el comportamiento social y político en
Inglaterra, Francia y Alemania, países pertenecientes a la
civilización, mientras el resto del mundo era la barbarie.
En esta línea de pensamiento se conoce en América el
Manifiesto Comunista y la primera traducción de El Capital por
parte del argentino Juan B. Justo, fundador del Partido Socialista
de ese país.
En la medida en que iban penetrando las ideas marxistas,
también llegan los debates y discusiones que se dan dentro del
pensamiento revolucionario, entre lo que pudiéramos llamar
marxistas ortodoxos y marxistas revisionistas.
Es decir, con la muerte de Marx y la fundación de la II
Internacional, la confrontación se acentúa entre esos marxistas
ortodoxos, encabezados por Lenin, Trostky y Rosa Luxemburgo
contra Kautsky, Pléjanov y Bernstein quienes revisaban las tesis
del autor de El Capital.
Este debate y lucha ideológica se define cuando Lenin y
sus partidarios fundan la II Internacional. Es famosa la frase del

122
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

creador del Estado soviético de quitarnos la chaqueta sucia de la


socialdemocracia.
La controversia política en el mundo y, por supuesto, en
América Latina, sigue vigente. El grito de Rosa Luxemburgo de
Reforma o Revolución hoy se ha transformado en Neoliberalismo
o Socialismo.
Pero volviendo al recuento histórico, frente a las
posiciones eurocentristas y dogmáticas de los partidos
comunistas latinoamericanos que seguían a pie juntillas las
directrices de la Internacional Comunista o III Internacional,
estaban por un lado las concepciones revolucionarias que
destacaban como fundamental la lucha por el socialismo basado
en el estudio de la realidad concreta latinoamericana, y cuyo
principal portavoz era y es el peruano José Carlos Mariátegui.
Por otra parte, también enfrentadas a la III Internacional,
aparecen las voces revisionistas que niegan la lucha de clases y
organizan partidos policlasistas definidos en un principio como
antiimperialistas y devenidos en fervorosos anticomunistas.
Hoy esa confrontación ideológica continúa, sólo que ha
tomado otras características: ya no se trata solo de derrotar al
capitalismo en su fase neoliberal para construir el socialismo.
Hay que llegar al socialismo para salvar a la humanidad.
En un recuento como éste, indudablemente, quedan en el
tintero otros procesos y liderazgos sociopolíticos de la región.
Esperamos que la inquietud que pueda generar la lectura de este

123
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

pequeño libro motive otras investigaciones que permitan


cubrirlos.

124
Bibliografía

Amorós, Mario. Allende la biografía. Ediciones B.S.A.


Barcelona, España. 2013.
Brito Figueroa Federico. Tiempo de Ezequiel Zamora.
Universidad Central de Venezuela. Ediciones de la Biblioteca.
Caracas, 1996.
Britto García .Luis. América Nuestra. Integración y Revolución.
Tomo I. Fondo Cultural del Alba. Caracas, Venezuela. 2009.
Caballero, Manuel. La Internacional Comunista y América
Latina. La sección venezolana. Ediciones del Pasado y Presente.
Siglo XXI editores. S.A. México. 1978.
Diccionario de Historia de Venezuela. E-O. Fundación Polar.
1988.
El libro rojo 1936. Edición facsimilar- 1972.
Flores Galindo, Alberto. La agonía de Mariátegui. La polémica
con el Komintern. Fundación Editorial El Perro y la Rana.
Caracas, Venezuela. 2009.
Hobsbawm, Eric. Historia del siglo XX. Biblioteca E. J.
Hobsbawm de Historia Contemporánea. Editorial Crítica.
Grijalbo Mondadori, Buenos Aires. Argentina. 1998.

125
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

Jorquera, Carlos. El Chicho Allende.Ediciones Bat. Santiago de


Chile. 1990.
Julien Claude. El imperio americano. Ediciones Grijalbo S.A.
Barcelona, España. 1969.
Kohan, Néstor. La revolución no es ineluctable ni necesaria: es
posible, no más. Intervención en la Cátedra Libre Che Guevara,
realizada en la Facultad de Humanidades de Rosario, Argentina.
https://banderaroja.blogspot.com/2019/05/la-revolucion-no-es-
ineluctable-ni.html
Lenin, Vladimir Ulianof. El Estado y la Revolución. Editorial
Progreso- Moscú. 1978.
Labarca, Eduardo. Salvador Allende, biografía sentimental.
Catalonia Ltda., 2007. Santiago de Chile.
Lenin, Vladimir Ulianof. El imperialismo fase superior del
capitalismo. Centro Nacional de Estudios Históricos. Caracas,
2017.
Mariátegui, José Carlos. 7 Ensayos de Interpretación de la
Realidad Peruana y otros escritos. Fundación Editorial El Perro
y la Rana. Caracas, Venezuela 2010.
Mariátegui, José Carlos. El alma matinal y otras estaciones del
hombre de hoy y el artista y la época. Fundación Editorial El
Perro y la Rana. Caracas, Venezuela 2010.
Mariátegui, José Carlos. Defensa del marxismo y otros escritos.
Fundación Editorial El Perro y la Rana. Caracas, Venezuela
2010.

126
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

Mariátegui. José Carlos. Ideología Política y otros escritos. .


Fundación Editorial El Perro y la Rana. Caracas, Venezuela
2010.
Marx, Carlos. El Capital. Crítica a la economía política. Vol. I.
Fondo de Cultura Económica. México. D.F. 1976.
Plum, Werner. Relatos obreros sobre los Comienzos del Mundo
Laboral Moderno. Instituto de Investigaciones de la Fundación
Friedrich Ebert. Instituto Latinoamericano de Investigaciones
Sociales ILDIS. República Federal de Alemania. 1976.
Portales, Felipe. Historias desconocidas de Chile. Edit.
Catalonia. Santiago de Chile. 2016.
Quintero Inés, Acosta Vladimir. El Bolívar de Marx. Editorial
Alfa. Caracas, Venezuela. 2007.
Ramos, Jorge Abelardo. Historia de la nación latinoamericana.
Peña Lillo. Ediciones Continente. Buenos Aires. Argentina.
2012.
Rangel Domingo Alberto. Venezuela en 3 siglos. Mérida
Editores. Segunda Edición. Caracas, Venezuela.
Rangel Domingo Alberto. El proceso del capitalismo
contemporáneo en Venezuela. Colección Humanismo y Ciencia.
Dirección de Cultura. Universidad Central de Venezuela.
Caracas. 1968.
Rangel, Domingo Alberto. La Oligarquía del dinero. Biblioteca
de Obras de Economía. 3ª. Edición. Editorial Fuentes. Caracas,
Venezuela. 1972.

127
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

Sant Roz. José. El Procónsul Rómulo Betancourt. Memorias de


la degeneración de un país. Monte Ávila, Editores
latinoamericana C.A. Guarenas, Venezuela. 2010.
Sáez Mérida Simón. La cara oculta de Rómulo Betancourt .
Fondo Editorial Al margen. Caracas, Venezuela. 1997.
Sanoja Obediente, Mario. Del capitalismo al socialismo del siglo
XXI. Perspectiva desde la antropología crítica. Fondo editorial
Universidad Latinoamericana y del Caribe. Caracas, Venezuela.
2010.
Referencias en línea
Borón, A. (2020. 23 de julio). El mundo después de la pandemia.
El siglo. https://elsiglo.cl
(https://marxismocritico.files.wordpress.com/2012/06/el-
marxismo-en-america-latina.pdf)
(https://www.elhistoriador.com.ar/juan-b-justo/)
(archivo de la Friedrich Ebert Stiftung www.fes.de). 
(http://www.memoriachilena.gob.cl/archivos2/pdfs/
MC0062444.pdf)
(https://www.ecured.cu/Julio_Antonio_Mella).
(http://www.conductitlan.org.mx/07_psicologiaeducativa/
Materiales/L_ANIBALPONCEEducacionyLuchadeClaes.pdf)
(http://www.scielo.org.mx/scielo.php?
script=sci_arttext&pid=S0185-26982015000300014=)
.(http://www.laizquierdadiario.com.ve/Pio-Tamayo-poesia-y-
revolucion-en-clave-porvenirista)
(http://www.lajiribilla.co.cu/2006/n279_09/historia.html).
(https://www.fundacionfedericoengels.net/index.php/36-
noticias2/noticias/233-la-internacional-comunista)
(http://bolchetvo.blogspot.com/)).

128
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

https://kmarx.wordpress.com/2014/06/30/lo-nacional-popular-
en-gramsci/).

(https://www.milenio.com/internacional/latinoamerica/las-
claves-para-tratar-de-entender-el-peronismo)

(https://efectococuyo.com/politica/zamora-fue-un-caudillo-y-no-
el-procer-que-senala-el-chavismo-opinan-historiadores/)
(http://euskalherriasozialista.blogspot.com/2014/02/lo-que-dijo-
lenin-sobre-el-nacionalismo.html)
(http://www.historiaypresente.com/hyp/wp-content/uploads/
2020/06/Revolucion-Juliana-Politicas-Economicas.pdf)
(La vanguadia.com1929: el mayor apocalipsis financiero, en la
revista digital Vanguardia).
(https://biblio.flacsoandes.edu.ec/catalog/resGet.php?
resId=20802)
https://upcndigital.org/~ciper/biblioteca/Eva/Mi-Mensaje-
Evita.pdf

129
130
Marcel Roo
Periodista venezolano con especializaciones en Planificación de
la Comunicación e Información Internacional Profesor de
diplomados del Centro de Saberes Africanos, Latinoamericanos
y Caribeños.
Entre sus actividades profesionales destacan: Director de
Información Internacional de Venezolana de Televisión, canal 8;
productor y conductor del programa Comentario Internacional de
dicho canal; Ejecutivo de Comunicación de la Corporación
Andina de Fomento (CAF); Fundador y conductor del programa
Observatorio Global, de Radio Nacional de Venezuela.
Columnista de opinión de periódicos y revistas nacionales e
internacionales, entre ellas la revista online De Frente, de
Santiago de Chile; El Correo del Orinoco en Caracas; de la
página online Al Sur, del Centro de Saberes Africanos,
Latinoamericanos y Caribeños; del periódico online Cimarrón,
órgano de la Plataforma de Periodistas de Venezuela.
Así mismo ha sido Director fundador del semanario Kronos;
Director fundador de la Revista Chile en Venezuela; Corresponsal
de la agencia de noticias EFE en Caracas. Editor y redactor
internacional de El Diario de Caracas, así como Columnista de
opinión internacional de este mismo diario.
Investigador y analista político. Profesor invitado en
universidades venezolanas. Ponente y conferencista de temas de
política internacional.
Ha sido distinguido con el Premio del Buen Ciudadano
otorgado por el Concejo Municipal del Municipio Bolivariano
Libertador; Distinción Honorífica del Premio Municipal de
Periodismo Guillermo García Ponce 2012. Certificado de
participación como conferencista en el III Congreso
Internacional de Saberes Africanos, americanos y Caribeños;
Certificado de Reconocimiento de la Universidad Bolivariana de
Venezuela por su ponencia en el Seminario de Periodismo de
Frontera; Medalla de Reconocimiento por parte del Fondo
Editorial IPASME. Reconocimiento del Consejo de Dirección
del Prensa Latina en su 30 aniversario por la participación en IV
131
Marxismo, revisionismo y nacionalismo en América Latina y el Caribe
Una mirada histórica / Marcel Roo

Premio Latinoamericano de Periodismo José Martí 1989.


Reconocimiento del Programa Académico de Licenciatura en
Comunicación Social del Núcleo Universitario del Táchira de la
Universidad de los Andes, por su conferencia sobre la
Información Internacional.
Autor del tema Cuestiones del Socialismo (pág., 87-93) del
Libro Reflexiones sobre el socialismo del siglo XXI. DEL
FONDO EDITORIAL IPASME – CARACAS 2005.
Coautor del libro Los viejos del Cordón industrial. Reflexiones
sobre el Poder Popular y Movimientos de Base en Chile 1972-
1973, con Rafael Kries, Michael Löwy, Carlos Azagra y José
Flores, editado por la Fundación del Centro de Estudios
Latinoamericanos Rómulo Gallegos 2013.

132

También podría gustarte