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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO

FACULTAD DE DERECHO

DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO II

MTRO. JOSÉ LEONEL ANDRADE ALARCÓN

ALUMNO: RODRÍGUEZ MALJA ROGELIO

ANALISIS DEL CASO LUBANGA

FECHA: 28/01/2021
Caso Lubanga

Introducción

El derecho penal internacional es una rama del derecho internacional relativamente


nueva, la cual ha ido evolucionando a partir de la Segunda Guerra Mundial de una
manera acelerada. Con la instauración del primer tribunal penal internacional de
carácter permanente, la “Corte Penal Internacional” (CPI) mediante la ratificación del
Estatuto de Roma, se abrió un nuevo paradigma al existir la oportunidad de juzgar
crímenes de lesa humanidad fuera de la jurisdicción del lugar donde se cometieron. La
Corte Penal Internacional (CPI) es un tribunal de última instancia para el enjuiciamiento
de crímenes graves internacionales, como el genocidio, los crímenes de guerra y los
delitos de lesa humanidad. Su tratado, el Estatuto de Roma, fue adoptado en julio de
1998. La corte empezó a funcionar en 2003 y sucedió a los tribunales ad hoc
conformados en la década de 1990 para abordar crímenes atroces cometidos en la
antigua Yugoslavia y en Ruanda

En el presente texto se realizará el análisis del caso Lubanga, la primera sentencia


condenatoria emitida por la Corte Penal Internacional la cual es vital para entender el
rol que tiene la Corte dentro del derecho penal internacional y también la importancia
que tiene frente al combate a la impunidad de crímenes de lesa humanidad.

Antecedentes

Los hechos se produjeron a inicios de los 90 en la región nordeste de la República


Democrática del Congo, en Itiru, donde se desenvolvió un enfrentamiento que involucró
a las etnias Hema y Lendu por el control de recursos naturales de la zona, lo cual
derivó en un conflicto armado entre estos dos grupos que causó una cantidad de al
menos 50,000 muertes y desplazó a cientos de miles de civiles de sus hogares.

Las diferencias entre las etnias llegaron a tal punto de tensión en 2002 que se decidió
la intervención de una Fuerza multilateral interina de la Unión Europea (Operación
Artemis) y de las Naciones Unidas actuando bajo el Capítulo VII de la Carta de la ONU.
La Organización debió aumentar sus efectivos en 2004, y varios caudillos fueron
detenidos en marzo de 2005; entre ellos, Thomas Lubanga Dyilo de la etnia Hema.

En el momento en el que se cometieron los crímenes, Thomas Lubanga Diliyo era el


líder fundador de la Union des Patriotes Congolais (UPC) y el comandante en jefe de
su ala militar, las Forces patriotiques pour la libération du Congo (FPLC). Se acusaba a
la milicia bajo el mando de Lubanga, compuesta principalmente por el grupo étnico
Hema, de cometer graves abusos en contra de civiles en el transcurso del conflicto por
tierras y recursos en Ituri, en contra de milicias del grupo étnico Lendu en la región de
Ituri, en la zona oriental de la RDC, entre 2002 y 2003. Después del arresto y
transferencia de Lubanga a la CPI en 2006, su comandante adjunto también acusado
por la CPI, Bosco Ntaganda, tomó el mando como comandante de la UPC.

Cargos presentados

Thomas Lubanga fue acusado por el sistema de la Corte Penal Internacional (CPI) de
perpetrar tres crímenes comprendidos en el Estatuto de Roma, entre julio de 2002 y
diciembre de 2003:

 Conscripción de niños menores de 15 años para utilizarlos en hostilidades


 Enrolamiento de niños en grupos armados
 Utilización de niños para participar activamente en conflictos armados

El 10 de febrero de 2006, la CPI emitió una orden de arresto contra Lubanga. Fue
arrestado y transferido a La Haya el 16 de marzo de 2006. Los cargos fueron
confirmados por la Sala de Cuestiones Preliminares I el 29 de enero de 2007 y El 26 de
enero de 2009 comenzó el juicio ante la Sala de Primera Instancia I.

Procedimiento

Durante los procedimientos, diez ex niños soldados y varios especialistas prestaron


testimonio. Los jueces de la CPI establecieron que, durante el conflicto, las FPLC
implementaron una vasta política generalizada de reclutamiento juvenil que incluyó a
niños menores de 15 años. Luego de un entrenamiento en campos militares, los niños
eran destinados como soldados en Bunia, Tchomia, Kasenvi, y Bogoro, y participaban
en luchas en áreas que incluían a Kobu, Songolo, y Mongbwalu. Los niños también
eran usados como guardias militares y se los destinaba a una unidad especial
denominada la “Unidad Kadogo”, conformada principalmente por niños. El fallo fue
confirmado por la mayoría de la Cámara de Apelaciones en diciembre de 2014.

Al contar la CPI con estándares probatorios de gran rigor, La Sala determinó que bajo
los artículos 25 y 30 del estatuto de Roma la fiscalía debía probar que el acusado
planificó, proveyó una contribución esencial en el plan que derivó en la perpetración de
los crímenes, participo activa y deliberadamente en el reclutamiento de menores de 15
años, tenía conocimiento del grado de participación que tenía y el rol que representaba
dentro del plan, y estuvo al tanto de los acontecimientos que rodearon los hechos, del
conflicto armado y la vinculación de esas circunstancias y su conducta.

La extensión de los procedimientos de la CPI ha sido criticada debido a su impacto en


los derechos de los acusados y los costos que trae aparejado. El caso Lubanga se
extendió por seis años entre el arresto y la sentencia debido fundamentalmente a dos
suspensiones sucesivas de los procedimientos, en la primera instancia (julio de 2008)
la Fiscalía no había facilitado las pruebas potencialmente exculpatorias a la defensa,
violándose a la defensa el derecho a un juicio justo al omitir la entrega de evidencia a
las partes debido a que había sido recogida bajo compromiso de total confidencialidad,
las cuales eran más de doscientos documentos proveídos por organizaciones
internacionales que necesitaban autorización especial para entregar esa información a
terceros, particularmente a la defensa, lo cual era un elemento esencial para cumplir
con el estándar de juicio justo e imparcial .

En la segunda instancia (julio de 2010) los jueces mencionaron la imposibilidad de un


juicio justo dado que la Fiscalía había fallado en revelar a la defensa la identidad de un
intermediario como se le había ordenado, los problemas derivaron de la utilización de
intermediarios por parte de la fiscalía, delegando sus responsabilidades de
investigación a terceras personas que ayudaron a contactar testigos para la
presentación, la defensa argumento que los intermediarios sobornaron a los testigos
para brindar testimonios distorsionados, esta cuestión se resolvió al apelar la fiscalía y
presentar la información solicitada. La Cámara de Apelaciones revirtió ambas
suspensiones en octubre de 2010, y argumentó que se deberían haber tomado
medidas menos drásticas, como sanciones.

Otras críticas que se levantaron al proceso fue el reducido alcance de los cargos
presentados en contra de Lubanga lo cual fue muy controversial para muchos
observadores que consideraban que no representaban la naturaleza completa de los
crimenes perpretados supuestamente por Lubanga y sus grupos militares omitiéndose
los cargos relacionados con crímenes sexuales y de género. Los jueces rechazaron un
intento de Women’s Initiatives for Gender Justice para modificar los cargos para que
incluyeran estos crímenes y la Cámara de Apelaciones también revirtió la decisión de la
Sala de Primera Instancia de modificar la caracterización legal de los hechos para
incluir tratamiento inhumano y la esclavitud sexual

El caso Lubanga fue una primera prueba de la participación de las víctimas y del
sistema de representación de la CPI fundamentado en el artículo 68-3 del Estatuto de
Roma el cual en este caso se dio su cumplimiento de una manera única y sin
precedentes, siendo sustancial en aspectos como la presentación de la evidencia y la
interrogación de los testigos, 129 víctimas participaron en los procedimientos a través
de un representante legal, y el veredicto de culpabilidad disparó el mandato de
reparación de la Corte por primera vez. Los procedimientos de reparaciones
comenzaron el 7 de agosto de 2012.

En relación con la definición jurídica de "uso, alistamiento y conscripción" de niños


menores de 15 años, la Sala efectuó una interpretación amplia pues consideró que las
actividades desarrolladas por estas víctimas iban más allá del rol de combatientes,
estando todos ellos en riesgo de morir más allá de los roles desempeñados. Es así
como se utilizó el concepto de rol "indirecto", en el que a pesar de que las víctimas no
participaran activamente de las hostilidades, se consideró que estaban igualmente en
riesgo y activamente involucrados. Esto ha sido considerado como un buen precedente
para casos futuros.

Sentencia

Al analizar todas las pruebas puestas a disposición de la CPI basados en los


testimonios de los testigos y un video que demostraba la existencia de campos de
entrenamiento donde reclutaban a los menores de 15 años y al comprobarse que
sufrieron regímenes agresivos de capacitación y fueron sometidos a una serie de
severos castigos la CPI determinó que había suficiente evidencia de manera creíble y
fiable para condenar a Thomas Lubanga.

Lubanga fue sentenciado a 14 años de prisión el 10 de julio de 2012. Los jueces


determinaron que teniendo en cuenta algunos factores atenuantes, como la
cooperación de Lubanga, y la falta de factores agravantes, la sentencia máxima de 30
años solicitada por la fiscalía era inapropiada. Los jueces además decidieron que los
seis años que Lubanga permaneció detenido en La Haya, desde marzo de 2006, serian
deducidos de la sentencia. En diciembre de 2015, la Cámara de Apelaciones se negó a
reducir más la sentencia de Lubanga.

Conclusión

En su primer juicio y sentencia, la Corte Penal Internacional ha debido enfrentar


dificultades de carácter procesal y doctrinario, así como la falta de precedentes del
mismo tribunal para iluminar el proceso. Hasta el año 2002, fuera de la labor de los
tribunales ad-hoc de Naciones Unidas para la ex -Yugoslavia, Ruanda, y los mixtos de
Sierra Leona y Cambodia, estos crímenes de guerra o contra la humanidad no
disponían de un foro permanente para su enjuiciamiento. A pesar de dificultades en las
que el mundo tiene puestos los ojos sobre la CPI, unas veces con más prejuicio que
imparcialidad, incluso enfrentando opiniones divididas sobre aspectos fundamentales
de su historia, ha sido capaz de lograr una posición mayoritaria a la altura de la justicia
internacional institucionalizada, aplicando el debido proceso y sobre todo, entregando
un mensaje inspirado en los principios que fundamentaron el proceso de Nüremberg.
La justicia internacional se está afirmado, y se ha probado que los instrumentos legales
consensuados internacionalmente tales como el Estatuto de Roma, son perfectibles,
pero sólidos, y están cumpliendo su objetivo principal el cual es la aplicación de la
justicia.

Fuentes

https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/10/4502/11.pdf

https://www.icc-cpi.int/CaseInformationSheets/LubangaEng.pdf

https://www.un.org/spanish/law/icc/statute/spanish/rome_statute(s).pdf

http://www.diputados.gob.mx/sedia/sia/spe/SPE-ISS-10-10.pdf

Corte Penal Internacional. Fiscalia vs Thomas Lubanga Dyilo. ICC-01/04-01/06,


Decisión de Confirmación de Cargos de 29 de enero de 2007

Corte Penal Internacional. Fiscalia vs Thomas Lubanga Dyilo. ICC-01/04-01/06,


Sentencia de Juicio de 14 de marzo de 2014

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