Mathew O’Farril, un mujeriego empedernido y adicto al sexo, creía que nunca iba a conocer a la mujer que doblegara sus sentimientos y pusiera su voluntad de rodillas. Sin embargo, esa mujer si existía y él, aunque no lo quiso aceptar entonces, lo supo en cuanto vio a Leia Winston. El problema para Mathew, era que ella no era igual que todas las féminas que había conocido y no le pondría las cosas tan fáciles.
Mathew O’Farril, un mujeriego empedernido y adicto al sexo, creía que nunca iba a conocer a la mujer que doblegara sus sentimientos y pusiera su voluntad de rodillas. Sin embargo, esa mujer si existía y él, aunque no lo quiso aceptar entonces, lo supo en cuanto vio a Leia Winston. El problema para Mathew, era que ella no era igual que todas las féminas que había conocido y no le pondría las cosas tan fáciles.
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