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UNIVERSIDAD NACIONAL DE TUCUMAN

FACULTAD DE AGRONOMIA Y ZOOTECNIA

DEPARTAMENTO DE POSGRADO

Tesis para el grado de Magíster:

EFECTOS DEL FACTOR TÉRMICO EN EL


DESARROLLO Y CRECIMIENTO INICIAL DE PIMIENTO
(Capsicum annuum L.) CULTIVADO EN CAMPO

Maestría en Ciencias Agrarias. Orientación: Producción sostenible

Maestrando: Ing. Agr. José Luis Vidal

Director: Dr. Agr. Juan Antonio Rodríguez Rey

Comisión de supervisión: Dr. Agr. Eduardo Raúl Romero

Ing. Agr. Estela Zaira Brandán de Antoni

1
INDICE

Pag
Dedicatoria 3
Agradecimientos 3
Resumen 4
Summary 6
Capítulo I Introducción 9
Importancia del cultivo 9
Objetivos 14
Hipótesis 15
Importancia del trabajo desarrollado 15
Capítulo II Características del cultivo 16
Clasificación agronómica de pimiento 20
Crecimiento y desarrollo. Conceptos generales 21
Fenología del cultivo 24
Efecto de la temperatura 26
Etapa Vegetativa 27
Etapa Reproductiva 30
Acumulación de unidades térmicas 35
Capítulo III Materiales y métodos 37
Capítulo IV Resultados y discusión 43
Crecimiento y desarrollo inicial del cultivo 43
1- Comportamiento general 43
2- Dinámica del cultivo 45
3- Relaciones alométricas entre las variables estudiadas 51
4- Efecto del factor térmico en el crecimiento y desarrollo 62
inicial del cultivo
5- Respuesta del pimiento var. Fyuco al tiempo térmico 71
Capítulo V Conclusiones e importancia agronómica 81
Bibliografía 88

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DEDICATORIA

Este Trabajo esta dedicado a las dos mujeres más importantes en mi vida, mi

mamá Adela y mi esposa Mariana, ya que sin el apoyo de ellas no hubiera podido superar

las innumerables dificultades que se presentaron para culminar esta obra.

AGRADECIMIENTOS

 A mi Director de tesis

 A los integrantes de mi comisión de supervisión, la Ing. Estela Brandán de Antoni

y muy especialmente a el Dr. Eduardo Romero, por sus importantes aportes para este

trabajo, además de su apoyo en momentos difíciles.

 A mi familia

 A la cátedra de Fisiología Vegetal, especialmente al Ing. Roque Budeguer, la Lic.

María Elena Amado, el Sr. Daniel Flores y la Srta Viviana Mayol Ortíz por su

colaboración en las tareas de campo

 Al personal encargado del Centro de Experimentación Adaptativa de Lules

(Convenio INTA – Municipalidad de Lules), los Ings. Luis Quipildor y Germán Alderete,

por facilitarme todo lo necesario para realizar mis tareas a campo.

 Al Ing. Juan Carlos Ramallo, Director de la Maestría en Agricultura Sustentable,

por su colaboración y ayuda en el cursado de las materias y por su constante voluntad

de facilitar la tarea a los maestrandos.

 Al personal del Departamento Graduados de la Facultad de Agronomía y

Zootecnia.

 Al Ing. Claudio Galmarini, por sus aportes a este trabajo.

 A todos mis amigos, por el apoyo profesional y personal recibido para culminar

este trabajo.

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RESUMEN

El cultivo de pimiento es de gran importancia económica nacional y mundial. A

pesar de esto, no se encontró información de relevancia sobre los efectos del régimen

térmico sobre el crecimiento y desarrollo del cultivo de pimiento en el ámbito nacional

ni para el área hortícola de Tucumán específicamente. Las carencias antes mencionadas,

sumados a los problemas de manejo que afectan a los pequeños y medianos productores,

se asocian con la ocurrencia de constantes pérdidas económicas. Es por ello, que este

trabajo pretende aportar conocimientos de la influencia del factor térmico en el

comportamiento ecofisiológico del pimiento cultivado a campo, considerando un manejo

comercial convencional sin limitaciones hídricas para el área hortícola de Tucumán.

Los estudios se realizaron con pimiento var. Fyuco, debido a su preferencia en el

mercado local y por su indiferencia al fotoperíodo. Fue implantado en los predios del

Centro de Experimentación Adaptativa Lules del Instituto de Tecnología Agropecuaria

(INTA), en la provincia de Tucumán, aplicando un manejo del cultivo de tipo

convencional para la zona. Se utilizó un diseño experimental completamente

aleatorizado, con 5 épocas de siembra como tratamiento y 20 réplicas del total de

plantas transplantadas en cada fecha de siembra. Se eligieron 20 individuos o

repeticiones, realizando los sucesivos muestreos en forma periódica para evaluar el

crecimiento y desarrollo de las plantas. Se registró la temperatura con sensores

térmicos a campo y se registraron número de hojas, flores, frutos, ramificaciones y

altura de la planta.

Los datos experimentales fueron procesados y analizados a través del software

estadístico InfoStat. Las variables deducidas obtenidas de los modelos matemáticos

seleccionados fueron contrastadas a través del Análisis de la Varianza, lo que permitió

comparar las distintas fechas de siembra y/o regímenes térmicos evaluados.

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La evaluación de la dinámica del crecimiento y desarrollo del cultivo, tanto para el

estudio de fases específicas, como para la de todo el ciclo fenológico, se analizó con el

método de Ajuste a Funciones de Crecimiento.

Posteriormente, se calculó para cada fecha de siembra y cada fase fenológica, el

tiempo térmico requerido, expresado en grados-días. Para realizar el cálculo de las

unidades térmicas de cada fecha de siembra se utilizó como temperatura base (Tb) del

cultivo de pimiento a 10°C. El modelo para calcular los grados-día fue la suma de los

subtotales diarios, derivado de la diferencia diaria entre la temperatura promedio y la

temperatura base (Tb).

Se registraron diferencias significativas y muy significativas en el

comportamiento de las variables estudiadas (N° hojas, N° frutos, N° ramificaciones,

N° flores y altura de la planta) cuando se comparó el comportamiento fenológico en las

distintas fechas de siembra.

Se propuso una clasificación de fases fenológicas para el ciclo de cultivo

considerado y se estimó los requerimientos térmicos para eventos fenológicos

importantes capaces de evidenciar el término de las fases del cultivo. Se determinó que

para la aparición de las primeras 5 hojas verdes expandidas, importantes para

establecer el momento de transplante, es necesario un Tiempo Térmico Acumulado

(TTA) de 958 ± 96°C día. Asimismo, para formar el 40% de las hojas del ciclo en

estudio, se calculó un requerimiento térmico de 1566 ± 157°C día, siendo esto de gran

importancia para la formación de la estructura foliar de la planta. Para la aparición de

una hoja fueron necesarios 9°C día y para la aparición de la primera flor, el TTA

estimado fue de 1169 ± 117°C día. Asimismo, como un valor promedio, se requirieron

unos 30°C día para formar una flor, hasta que la planta formó un fruto cuajado de 2 cm,

en donde las necesidades térmicas para formar una flor fueron de 10°C día. Para la

formación del primer fruto, el TTA fue de 1566 ± 157°C día y, posteriormente, para la

formación de un nuevo fruto se debieron acumular unos 90°C día.

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Con respecto al manejo de las fechas de siembra, en este trabajo se realizó la

etapa de siembra – transplante en invernadero. Esta práctica es muy importante en

aquellas zonas que son afectadas por periodos de bajas temperaturas (por debajo de

los 10°C), siendo relevante en la obtención de cultivos primicias de buen valor

económico. Además se propone un requerimiento mínimo de desarrollo del plantín para

elegir el momento del transplante y el tiempo térmico insumido. También se proponen

criterios para identificar eventos significativos del crecimiento y desarrollo inicial del

cultivo.

SUMMARY
Pepper crop has great economic importance at both national and world levels.

Despite this, relevant information was not found concerning the thermal regime

effects on pepper crop growth and development, neither in the national nor in

Tucumán's horticultural area. The deficiencies before mentioned, along with

management problems that affect small and medium producers, are associated with

the occurrence of constant economic losses. Because of that, this work tries to

provide knowledge about the thermal factor influence in the ecophysiological behavior

of the pepper crop in the field, considering a conventional commercial management

without water restrictions for Tucumán's horticulture area.

The studies were done on var. Fyuco pepper, due to its preference on the local

market and its indifference to the photoperiod. It was implanted in the lands of the

Centro de Experimentación Adaptativa Lules of the Instituto de Tecnología

Agropecuaria (INTA), Province of Tucumán, by applying a conventional crop

management for the area. There was used a completely randomized experimental

design, with 5 sowing times as treatment and 20 replicas of the total transplanted

plants in each sowing date. 20 individuals or repetitions were chosen, performing

periodically successive samplings to evaluate plants growth and development.

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Temperature was taken with thermal sensors in the field and the number of leaves,

flowers, fruits, ramifications and the plant height were measured.

Experimental data was processed and analyzed using the statistical software

InfoStat. The deduced variables obtained from the selected mathematical models

were contrasted through ANOVA, which allowed comparing the different sowing dates

and / or thermal regime evaluated.

For the study of specific phases and the complete phenological cycle, the

evaluation of the crop growth and development dynamics was analyzed by the Growth

Functions Adjustment method.

Later, the thermal time requirement was calculated, for each sowing date and

phenological phase, and it was expressed in degrees-days. To calculate thermal units of

each sowing date; 10°C was used as base temperature (Tb) for pepper crop. The model

used to calculate the degrees - days was the sum of the daily subtotal, derived from

the daily difference between the average and base temperature (Tb).

Significant and very significant differences were registered in the behavior of

the studied variables (number of leaves, fruits, ramifications, flowers and height of

the plant) when comparing the phenological behavior in the different dates of sowing.

A phenological phases classification was proposed, for the considered crop cycle.

The thermal requirements were estimated for the important phenological events, able

of demonstrating the end of crop phases. It was determined that for the first 5 green

expanded leaves to appear, which are important in establishing the moment of

transplant, a 958 Thermal Accumulated Time (TTA) ± 96°C day is necessary. Likewise,

to form 40 % of the leaves of the studied cycle, it was calculated a 1566 thermal

requirement ± 157°C day; this has great importance in the formation of the plant foliar

structure. 9°C day were necessary for the appearance of a leaf; and for the first

flower appearance, 1169 TTA ± 117°C day were estimated. Similarly, as an average

value, 30°C day were needed to form a flower, until the plant formed a 2 cm fruit set;

the thermal need to form a flower was 10°C day. For the first fruit formation, 1566

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TTA ± 157°C day and, later, for the formation of the new fruit 90°C day should have

been accumulated.

Regarding the management of the sowing dates, this work was done during the

sowing - transplant stage in greenhouses. This practice is very important in those

areas, which are affected by low temperature periods (below 10°C). This is relevant in

obtaining early crops of good economical value. Also, a minimal requirement for the

seedling development is proposed, to choose the moment of the transplant and the

thermal time consumed. Criteria to identify significant events in crop growth and initial

development are also proposed.

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EFECTO DEL FACTOR TÉRMICO EN EL DESARROLLO Y
CRECIMIENTO INICIAL DE PIMIENTO
(Capsicum annuum L.) CULTIVADO EN CAMPO

Maestrando: Ing. Agr. José Luis Vidal

CAPITULO I: INTRODUCCIÓN

IMPORTANCIA DEL CULTIVO DE PIMIENTO

ANTECEDENTES

El pimiento (Capsicum annuum L.), cultivo hortícola originario de América, es de

gran importancia nacional y mundial por su amplia difusión y gran importancia

económica, siendo el quinto cultivo hortícola en cuanto a superficie cultivada se refiere

y el octavo según la producción total, a nivel mundial (Nuez, 1996 y FAO 1991).

En el ámbito mundial y según datos del año 2002, el primer productor de

pimiento fresco es China con 10,5 millones de tn, siguiéndole en importancia México con

1,7 millones de tn, Turquía con 1,5 millones de tn y España con 1 millón de tn. (Anónimo,

2003). En Argentina, se cultivan anualmente alrededor de 2145,5 ha de pimiento fresco

a campo y unas 70 ha de producción bajo cubierta, lo que implica una producción anual

de 76724 tn (CNA 2002). Si desglosamos las zonas productoras de acuerdo al tipo de

pimiento producido, tenemos: a) las que se dedican al pimiento primicia, siendo

importantes las producciones localizadas en Salta, Jujuy y Corrientes; b) las que

producen pimiento de estación, que incluye al pimiento tipo "4 cascos" y al pimiento para
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conserva tipo "Calahorra", destacándose Tucumán, Mendoza y Buenos Aires; c) las que

producen pimiento para pimentón, localizadas en Catamarca y Salta.

Mendoza es uno de los principales productores del país, destacándose los

departamentos de Maipú, San Carlos, Tunuyán, San Rafael y Lavalle. Gran parte del

pimiento cultivado en esta provincia corresponde al tipo Calahorra, destinado a la

industria conservera. También hay importantes producciones de pimiento tipo 4 cascos

para mercado fresco y para la industria del deshidratado (Anónimo 2).

En cuanto a nuestra región, Tucumán produjo aproximadamente 2860 tn de

pimiento para consumo fresco, con una superficie de 90,3 ha de cultivo a campo y

alrededor de 10 ha de cultivo bajo cubierta (CNA 2002). También se cosecharon 130 tn

de pimiento para pimentón en el periodo 2003/04 (Anuario Estadístico 2004).

En el Cuadro 1 se pueden apreciar las principales zonas productoras de pimiento,

tanto para consumo fresco como para pimentón de la República Argentina.

Cuadro 1: Principales zonas productoras de pimiento en la Republica Argentina y sus


épocas de producción (Ploper y Brandán, 1997)

PROVINCIAS SIEMBRA TRANSPLANTE COSECHA EPOCA

PRODUCCION

Salta – Jujuy Enero – Febrero –Marzo - Mayo - Primicia

Febrero- Abril Noviembre

Marzo

Tucumán Abril - Mayo – Junio- Septiembre Primicia

Mayo Julio Octubre -

Diciembre

Tucumán/ Corrientes Febrero - Marzo – Abril- Julio - Primicia

Marzo Mayo Diciembre

Tucumán Julio - Septiembre- Noviembre - De estación

Agosto Octubre Mayo

Buenos Aires/ Mendoza Junio - Octubre - Enero - Mayo De estación

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Agosto Noviembre

En Tucumán, la producción hortícola constituye una actividad de importancia,

destacándose la producción de pimiento a campo para consumo fresco y las

producciones primicias de invernaderos. También podemos citar producciones

importantes de pimiento cultivados para pimentón y ají molido, en las zonas de los

Valles Calchaquíes

IMPORTANCIA ALIMENTICIA

Desde el punto de vista alimentario, el pimiento es rico en vitaminas y minerales,

siendo su contenido en vitamina C el más alto de todas las especies hortícolas. Su sabor

picante se debe al contenido del alcaloide capsicina (Guenkov, 1974).

Los usos del fruto natural o procesado de Capsicum annuum son múltiples.

Aparte del consumo en fresco, cocido, o como un condimento o "especia" en comidas

típicas de diversos países, existe una gran gama de productos industriales que se usan

en la alimentación humana: congelados, deshidratados, encurtidos, enlatados, pastas y

salsas. Además, un uso de importante en Chile, es como materia prima para la obtención

de colorantes y de oleoresinas con fines industriales.

Como especia; es utilizado en la elaboración de gran número de comidas, por

ejemplo en la composición del Curry Indio, asociado al coriandro, usado también en la

confección de los pickles y de los picalili, para confeccionar queso de pimiento.

Como encurtidos; el chile jalapeño es muy usado por ser medianamente picante y

de muy buen gusto.

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En producción de salsas; México es popular por su picante chili (el nombre

significa en español antiguo "de chile"). Igualmente picante es la clase de Tabasco,

usado para hacer las salsas.

La comercialización en polvo esta representada por la pimienta de cayena que

deriva del fruto seco y pulverizado de un pimiento rojo y picante muy delgado, y es

llamado así por proceder de esta ciudad de la Guayana. Hay tipos de pimientos rojos

dulces, muy carnosos, utilizados para rellenar aceitunas. Para paprika se utiliza otro

tipo de pimiento largo y grueso no picante, cultivado especialmente en Europa Central.

Para enlatados tenemos el chile pimentón, usándose en envasados picantes ó

dulces, además es muy conocido el uso doméstico como colorante natural.

En la medicina; forman parte de la composición de algunos medicamentos

utilizados para combatir la atonía gastro-intestinal y algunos casos de diarrea. Todas

las características antes mencionadas fueron descriptas en el trabajo de Cano

Alvarado (1998).

IMPORTANCIA DESDE EL PUNTO DE VISTA SOCIAL

Específicamente en Tucumán, y en cuanto al cinturón hortícola de San Isidro de

Lules (zona en donde se realizaron las experiencias a campo), Giarracca et al. (2003)

sostienen que la estructura agraria de la zona está compuesta mayoritariamente por

explotaciones campesinas: 73,1% de “campesinos puros”, caracterizados porque el

34,7% de las fincas de este estrato son propietarios, un 51% la tenencia de la tierra es

bajo la forma de arrendamiento, 4,1% de mediería y 10,2% combinan propiedad de la

tierra con arrendamiento. La forma de tenencia de la tierra está fuertemente

relacionada con la nacionalidad del productor, ya que las propiedades se concentran en

los productores argentinos mientras el arrendamiento adquiere preponderancia para los

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productores bolivianos (79,3%). Es importante el aporte de mano de obra familiar que

sostiene a la explotación.

También es importante el 9% de “campesinos medios”. Éstos conforman un

subgrupo de características heterogéneas donde se entrecruzan múltiples estrategias

productivas. En primer lugar, la forma de tenencia de la tierra se divide en porcentajes

iguales entre propiedad, arrendamiento, propiedad y arrendamiento. En el ámbito

productivo, sólo uno de ellos es monoproductor de frutilla (16,7%), un 33,3% combina

dicha fruta con tomate, pimiento y otros cultivos hortícolas, mientras que el 50 %

restante diversifica su producción entre tomate, pimiento, otros cultivos hortícolas y

algunos de ellos, con otros cultivos no hortícolas (caña y citrus)

Los “empresarios” representan el 7,5% de las explotaciones mientras los

productores “medios capitalizados” (Las unidades medias capitalizadas son operadas

por productores locales con cierta trayectoria familiar en el complejo hortícola: son

hijos o nietos de productores, muchos de ellos de origen inmigrante, con una larga

trayectoria en el sector) representan el 10,4% de las unidades.

De una superficie total cultivada de 515,20 ha dedicadas a la actividad hortícola,

las explotaciones empresariales, controlan el 41,7% de la tierra, mientras que los

“campesinos” que representan el 82,1% de las explotaciones controlan el 22,1% del

recurso. En el medio aparecen las explotaciones “medias capitalizadas” controlando

36,3% de la tierra. Existe una diversificación en cuanto a los cultivos. Es decir,

producen tanto frutilla, tomate, pimiento y otros cultivos no hortícolas como caña o

palta.

De acuerdo al trabajo antes analizado y resaltando las características más

importantes de estos sistemas de producción hortícolas, se llega a la conclusión que

existe una importante cantidad de pequeños productores que cuentan con extensiones

de terreno de dimensiones reducidas, y que no tienen acceso a tecnología apropiada que

les permita optimizar su producción. La situación agravante es que los ingresos

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monetarios de estas familias productoras dependen casi exclusivamente del éxito de

sus cosechas.

Estos estudios, si bien son específicos para esta zona, pueden presentar

semejanzas en el resto del cinturón hortícola de la provincia y de la Argentina, dada la

similitud que manifiesta la estructura social, principalmente en el uso intensivo de la

mano de obra familiar, como así también el aspecto netamente productivo del sector.

Esto permite dimensionar el impacto que tiene la actividad hortícola, y específicamente

el cultivo de pimiento, ya sea a campo o realizado en invernaderos, en la vida de los

pequeños y medianos productores hortícolas.

OBJETIVOS

A) GENERAL

Con este trabajo se pretende aportar conocimientos de la influencia del

factor térmico en el comportamiento ecofisiológico del pimiento cultivado a

campo, considerando un manejo comercial convencional y sin limitaciones hídricas.

B) ESPECÍFICOS

1) Evaluar en un cultivar de amplia difusión, en condiciones de campo y sin

limitaciones hídricas, la resultante de la temperatura en los efectos de las

diferentes fechas de siembra en el desarrollo fenológico, la dinámica de la

expansión foliar y del crecimiento de estructuras vegetativas y reproductivas del

pimiento.

2) Identificar eventos fenológicos que constituyan criterios prácticos y

efectivos para identificar el inicio y/o finalización de las fases iniciales del

desarrollo del cultivo

3) Estimar los requerimientos térmicos para el desarrollo y crecimiento del

pimiento (Capsicum annuum L. Var. Fyuco) para los distintos eventos fenológicos

que suceden dentro del período considerado.

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4) Aportar información que facilite la elección de distintas estrategias de

manejo orientadas a optimizar el crecimiento y desarrollo en las fases iniciales

que favorezcan la productividad del cultivo de pimiento en campo.

HIPÓTESIS

En condiciones de campo, con un manejo cultural convencional y sin limitaciones

hídricas:

Los cambios en el escenario térmico, bajo el cual acontecen


el desarrollo y crecimiento del pimiento entre la siembra y la
aparición del primer fruto cuajado de 2 cm de diámetro, producen
modificaciones significativas en la duración y evolución de las
fases fenológicas, en la dinámica de la expansión foliar y del
crecimiento de subestructuras vegetativas y reproductivas.
Este comportamiento se expresa en el cultivo en condiciones
hídricas adecuadas y en un cultivar indiferente al fotoperíodo

IMPORTANCIA DEL TRABAJO DESARROLLADO

El desarrollo de este trabajo permitirá aportar conocimientos útiles para la

resolución de los objetivos planteados, permitiendo que científicos, técnicos y

productores dispongan de información de mayor calidad para adecuar el manejo

agronómico, con el fin de mejorar la eficiencia en el uso de los recursos ambientales y

tecnológicos.

La resolución de la problemática planteada permitirá la optimización de los

recursos productivos que se utilizan actualmente en el cultivo del pimiento a campo, en


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las condiciones agroclimáticas en que se desarrollan en la zona del pedemonte

tucumano.

No se encontró información de relevancia en el ámbito nacional, ni

específicamente para el área hortícola de Tucumán, que refiera a los efectos del

régimen térmico sobre el crecimiento y desarrollo del cultivo de pimiento, tampoco se

registran antecedentes de estudios respecto a la determinación de las fechas de

siembras más adecuadas que permitan maximizar los rendimientos.

La temática que aborda este trabajo está incluida en el proyecto de investigación

que realiza la Cátedra de Fisiología Vegetal de la Facultad de Agronomía y Zootecnia a

partir del año 1995, el que se denomina “Métodos agronómicos para la recuperación de

plantas hortícolas afectadas por las bajas temperaturas”, y cuenta con financiamiento

del Consejo de Investigaciones de la Universidad Nacional de Tucumán

CAPITULO II: CARACTERÍSTICAS DEL CULTIVO

BOTÁNICA

El pimiento pertenece a la familia botánica de las Solanáceas. Debido a su gran

variabilidad genética, se presentan diversas posturas en cuanto a su denominación

botánica. La mayoría de autores coinciden en denominar Capsicum annuum a la especie

que engloba a todas las variedades cultivadas.

El género Capsicum (Solanaceae) es originario del continente americano y comprende

alrededor de 25 especies, de las cuales cinco son cultivadas (Smith, 1966). En hallazgos

arqueológicos se han encontrado bayas de C. annuum que datan de 7.000 años AC en las

cavernas de Tamaulipas y Tehuacán (México) y de C. baccatum de 2500 años AC en

Huaca Prieta (Perú) (Brucher, 1989). Lippert et al. (1966), identifican a México como

centro de origen del C. annuum y a Guatemala como centro secundario. C. frutescens

provendría de América tropical y subtropical y habría sido domesticada en América

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Central. Para otras especies cultivadas y silvestres se señala como centro de origen a

Centro y Sudamérica, especialmente para C. chinense, C. pendulum y C. pubescens. De

acuerdo con Smith (1966) el centro de origen del género sería el borde oriental de los

Andes peruanos y bolivianos.

Los indígenas americanos preferían especies silvestres de frutos picantes,

empleándolas como condimentos y como remedio estimulante. Las civilizaciones del

Altiplano las consumían por su acción benéfica sobre la circulación de la sangre a grandes

altitudes; y en la región del Amazonas eran usadas por indígenas jóvenes durante un

ritual como prueba de virilidad (Brucher, 1989).

Los Capsicum fueron introducidos en Europa por Colón en 1493. El cultivo se

extendió desde el Mediterráneo hasta Inglaterra en 1548 y en el mismo siglo llegó a

Europa Central. Los portugueses llevaron el género a la India desde Brasil en 1585 y el

cultivo ya se realizaba en China a fines del siglo XVIII (Boswell, 1949). Las especies de

Capsicum fueron asimiladas rápidamente por culturas de Africa, Asia y Europa.


Al menos cinco de sus especies son cultivadas en mayor o menor grado pero, en el

ámbito mundial, casi la totalidad de la producción de ají y pimiento está dada por una sola

especie, Capsicum annuum L.

CLASIFICACION TAXONÓMICA

La clasificación taxonómica del pimiento según Gil Ortega (1991) es la siguiente:

División: Spermatophyta

Línea XIV: Angiospermae

Clase A: Dicotyledoneae

Rama 2: Malvales- Tubiflorae

Orden XXI: Solanales (Personatae)

Familia: Solanaceae
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Genero: Capsicum

Especie: annuum

DESCRIPCIÓN GENERAL

La descripción general, que se enunciará a continuación, corresponde básicamente

a los tipos más frecuentes de Capsicum annuum .

TALLOS

El pimiento se cultiva como una planta herbácea anual. Su aspecto es glabro, de

tallos erguidos, con altura y forma de desarrollo muy variables en función del cultivar,

como así también de las condiciones ambientales y del manejo. El tallo principal es de

crecimiento limitado y erecto. A partir de cierta altura (“cruz”) emite 2 o 3

ramificaciones (dependiendo de la variedad) y continúa ramificándose de forma

dicotómica hasta el final de su ciclo (los tallos secundarios se bifurcan después de

brotar varias hojas, y así sucesivamente) (Nuez Viñals, 1996; Anónimo, 2003).

Nuez Viñals (1996) señala que el pimiento tiene un crecimiento simpodial, siendo

cada conjunto completo de hojas y flores que se forman una unidad simpodial.

HOJAS

Las hojas enteras, con un largo pecíolo o casi sésiles, tienen una forma entre

lanceolada y aovada, con el borde entero o muy ligeramente sinuado en la base. Es de

color verde claro u oscuro y en ocasiones de color violáceo. De una planta a otra se

encuentran variaciones en las dimensiones y el número de hojas, así la superficie de la

hoja del pimiento para pimentón es normalmente menor que la de los pimientos de fruto

grande, (FAO, 1991; Nuez Viñals, 1996).

Las hojas se caracterizan por ser enteras, lampiñas y lanceoladas, con un ápice

muy pronunciado (acuminado) y un pecíolo largo y poco aparente. El haz es glabro (liso y

suave al tacto) y de color verde más o menos intenso (dependiendo de la variedad) y


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brillante. El nervio principal parte de la base de la hoja como una prolongación del

pecíolo, del mismo modo que las nerviaciones secundarias que son pronunciadas y llegan

casi al borde de la hoja (Nuez Viñals, 1996; Anónimo, 2003).

La inserción de las hojas en el tallo tiene lugar de forma alterna y su tamaño es

variable en función de la variedad, existiendo cierta correlación entre el tamaño de la

hoja adulta y el peso medio del fruto (Nuez Viñals, 1996; Anónimo, 2003).

FLORES

Nuez Viñals (1996) enuncia que las flores del pimiento son hermafroditas, es

decir, una misma flor produce gametos femeninos y masculinos, suelen nacer solitarias

en cada nudo y con el pedúnculo torcido hacia abajo cuando se produce la antesis.

Algunas veces en el caso de los pimientos picantes pueden aparecer en grupos de 2 ó 3

e incluso en ocasiones excepcionales de más de 5 (variación fasciculada).

El cáliz, de una sola pieza, está formado por 5- 8 sépalos verdes que persisten y se

endurecen hasta madurar el fruto. La corola es usualmente blanca lechosa, está

formada por 5- 8 pétalos, con la base de los mismos formando un tubo muy corto. El

androceo está formado por 5- 8 estambres y el gineceo por 2-4 carpelos.

Están localizadas en los puntos donde se ramifica el tallo o axilas, encontrándose

en número de una a cinco por cada ramificación. Generalmente, en las variedades de

fruto grande se forma una sola flor por ramificación, y más de una en las de frutos

pequeños (Orellana Benavides et al., 2000).

La planta de pimiento es monoica, tiene los dos sexos incorporados en una misma

planta, y es autógama, es decir, se autofecunda; aunque puede experimentar hasta un

45% de polinización cruzada (Orellana Benavides et al., 2000).

FRUTO

El fruto es una baya hueca, de superficie lisa y brillante, de colores y formas muy

variables, con características típicas en cada cultivar. En el interior de la baya

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discurren 2 ó 4 tabiques incompletos a lo largo de la pared del fruto, uniéndose

solamente en la base de la placenta. Maroto Borrego (1995) señala que el color de los

frutos, así como cambios del mismo, es debido a la presencia de pigmentos carotenoides

y antocianos.

El grosor del pericarpio es una de las características importantes para la

valoración de las variedades, de tal modo que el pimiento cultivado para consumo

fresco, debe tener un pericarpio carnoso, mientras que el pimiento para pimentón

deberá tenerlo bastante fino (FAO, 1991).

El sabor amargo de algunos de sus cultivares se debe a la presencia de un alcaloide

llamado capsicina. Guenkov (1974) plantea que la concentración de este alcaloide es

mayor en la placenta, menor en la pulpa y casi no se encuentra en las semillas y la piel.

Los frutos de pimiento poseen un elevado contenido vitamínico, principalmente en forma

de vitamina C (Maroto Borrego, 1995).

En la región de la placenta se insertan las semillas, aplastadas, normalmente de 4 a

5 mm de diámetro, de color blanco amarillento. Maroto Borrego, (1995). Las semillas de

los cultivares de Capsicum annuum no presentan fenómenos acusados de latencia. (Nuez

Viñals, 1996).

RAIZ

El sistema radicular es pivotante y profundo (dependiendo de la profundidad y

textura del suelo), con numerosas raíces adventicias que horizontalmente pueden

alcanzar una longitud comprendida entre 50 cm y 1 m (Nuez Viñals, 1996).

CLASIFICACION AGRONOMICA DEL PIMIENTO

Dada la complejidad taxonómica existente en pimiento, es difícil establecer una

clasificación homogénea que agrupe las diferentes variedades. Se enunciará una

clasificación, utilizada por Pilatti (1997), que puede no responder correctamente a la


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clasificación sistemática, pero tiene utilidad desde el punto de vista agronómico. Se

pueden dividir en dos grandes grupos varietales:

-Variedades dulces: Suelen tener frutos de buen tamaño, son las que se cultivan en

invernaderos y al aire libre para su consumo fresco y la industria de conserva, también

para la preparación de pimentón.

-Variedades con sabor picante: Suelen ser variedades de fruto largo y delgado. Se

suelen utilizar para encurtidos. Dentro de este grupo está C. frutescens con frutos

chicos y muy picantes, conocido como "chili".

Dentro de las variedades dulces hay diferentes tipos:

Tipo A: La sección longitudinal es cuadrangular y el largo es similar al ancho.

Tipo B La sección longitudinal es rectangular y el largo es mayor que el ancho.

Tipo C La sección longitudinal es triangular.

CRECIMIENTO Y DESARROLLO. CONCEPTOS GENERALES


Para realizar una comprensión más acabada de la fenología del cultivo, es necesario

remarcar los conceptos de crecimiento y desarrollo vegetal.

El crecimiento, según Sivori et al. (1980), Vázquez Becalli et al. (1995) y Pérez

García y Martínez–Laborde (1994), está definido por un aumento irreversible de

volumen de una célula, tejido, órgano o individuo, generalmente acompañado de un

aumento de masa. Este fenómeno se produce por una secuencia de tres fases sucesivas:

división, expansión y diferenciación celular.

Barcelo Coll et al. (1995) y Taiz y Zeiger (2002) manifiestan que es posible

representar, en un sistema de coordenadas, el tamaño de un individuo o de una

población en función del tiempo. Esta representación se manifiesta a través de una

curva sigmoidea de crecimiento, la cual está dividida en 4 fases. Hay una primera fase

denominada zona de crecimiento lento, que responde al proceso inicial en que no existen
21
muchos centros meristemáticos y la incorporación de materia seca a través de la

fotosíntesis es pequeña. Posteriormente, continúa la fase exponencial o logarítmica, en

donde el crecimiento ocurre con máxima intensidad y predomina la división celular, es

decir, se produce un aumento de la cantidad de áreas meristemáticas con respecto al

resto del cuerpo del vegetal. La tercera fase se caracteriza porque a períodos iguales

de tiempo, corresponden aumentos iguales de crecimiento, denominándose lineal o

rectilínea. La última fase es la de crecimiento desacelerado, caracterizada porque el

proceso es menos efectivo hasta que cesa totalmente. Esta fase se denomina de

envejecimiento o de senescencia (Fig. 1)

CURVA DE CRECIMIENTO

25

20
CRECIMIENTO

15

10

0
1

11

13

15

17

TIEMPO

Figura 1: Representación gráfica de la evolución del crecimiento en los


vegetales a través del tiempo. (Barcelo Coll et al., 1995; Taiz y Zeiger,
2002)

De acuerdo con Powers y Mc Sorley (2001), en el crecimiento de las plantas

influyen factores físicos, químicos y biológicos. Algunos de estos, en especial la

temperatura, fotoperíodo y la intensidad de luz son estacionales por naturaleza.

El desarrollo vegetal se define como la sucesión progresiva de etapas que

conducen a establecer la morfología propia del organismo adulto, a medida que avanza el

ciclo ontogénico (Andrade et al., 1996)


22
Autores como Sivori (1980), Vázquez Becalli et al. (1995) y Pérez García y

Martínez–Laborde (1994) definen desarrollo como una serie de cambios cualitativos,

que se dan en fases fenológicas, y por los cuales pasa un organismo durante su ciclo

ontogénico, siendo la manifestación más visible de este proceso cuando un individuo

pasa del estado vegetativo al reproductivo. Otros autores, como Sadras et al. (2000)

señalan que el desarrollo es la sucesión progresiva de estados diferenciados fisiológica

y/o morfológicamente que ocurren en un vegetal.

El registro sistemático de estas fases fenológicas en los vegetales permite

correlacionarla con el clima, especialmente con la temperatura, la humedad ambiente y

con los factores edáficos. Esta integración ofrece llegar a ciertas conclusiones o

realizar predicciones respecto a las respuestas de los individuos al ambiente.

El efecto de la temperatura en los vegetales guarda una estrecha interrelación

con los procesos fisiológicos y fenológicos que ocurren en ellos, siendo este factor el

desencadenante para el paso de una etapa ontogénica a otra. Entre las reacciones que

ocurren en los vegetales y que dependen de la temperatura, Ortíz (1987) cita a la

solubilidad de minerales, la absorción de agua, nutrientes y gases, así como varios

procesos de difusión que ocurren dentro de la planta.

El crecimiento y desarrollo de las plantas acontecen dentro de un marco térmico

definido (temperaturas cardinales): un nivel mínimo, debajo del cual no hay actividad

ostensible; un óptimo en el cual el crecimiento y desarrollo alcanzan su máximo ritmo; y

un máximo sobre el cual cesa la actividad funcional. Estas temperaturas cardinales

varían entre las especies, cultivares e incluso entre las fases ontogénicas, según

Sutcliffe (1979) y Norero (1988), citados por Romero (2004), Bastin (1970), Ziegler

(1990) y Andrade et al., (1996).

En términos generales, Maximov (1952), Powers y Mc Sorley (2001), Pérez de

Azkue y Puche (2003), Ruiz (1991), Miralles et al. (2004), Sadras et al. (2000) y

Andrade et al. (1996) señalan que debajo de una temperatura umbral o temperatura

base, determinada genéticamente para cada organismo, el desarrollo no ocurre o es

23
insignificante. Sobre dicha temperatura, la tasa de desarrollo aumenta hasta llegar a un

intervalo donde la velocidad del desarrollo es máxima. A partir de ahí, la tasa de

desarrollo decrece hasta llegar a ser nula en una temperatura umbral máxima, estos

valores se conocen como Temperaturas Cardinales. En algunos casos pueden ser

utilizados segmentos de la curva de desarrollo para fines específicos, como la

estimación de temperatura base (Fig 2).

Tasa de Desarrollo

Temperaturas

Figura 2:. Relación entre la tasa de desarrollo, en unidades arbitrarias y la temperatura (°C), en
donde Tb es la temperatura base del cultivo, To la temperatura óptima y Tu es la temperatura
umbral máxima (WMO, 1993; Sadras et al., 2000).

FENOLOGÍA DEL CULTIVO

Aspectos generales

Los eventos o etapas, que comúnmente son observados en el desarrollo de los

cultivos, se denominan fases fenológicas, como ser: siembra, germinación, emergencia

(inicio), floración (primera, completa y última) y cosecha. Existen otros eventos

adicionales observados en los que podemos incluir: presencia de yemas, aparición de

hojas, maduración de frutos, caída de hojas, etc.

Según lo expresado por Sadra et al. (2000) y por Pérez de Azkue y Puche (2003)

el período entre dos distintas fases es llamado estado fenológico. Tomaremos como

24
ejemplo lo que sucede en frutales, donde las fechas de floración y maduración de

frutos se aceptan generalmente como indicadores significativos de fases fenológicas, y

son de relativa importancia en el posterior rendimiento (Villalpando y Ruiz, 1993).

Estas fases fenológicas están controladas principalmente por la temperatura, el

fotoperíodo (en el caso de especies sensibles) y el estrés hídrico, por lo que un cultivo

puede no desarrollar todas sus fases fenológicas, en tiempo y forma, si crece en

condiciones climatológicas diferentes a su región de origen (Pérez de Azkue y Puche,

2003).

Efectos de los factores ambientales en el cultivo de pimiento

En cuanto al efecto del factor hídrico, Ibar y Juscafresa (1987) indican que el

pimiento es muy sensible a las condiciones de baja humedad relativa del aire y alta

temperatura, provocando una excesiva transpiración que se manifiesta en la caída de

flores y frutos, en referencia a la humedad relativa del aire, el óptimo se encuentra

entre el 50 y 70 %.

En cuanto al contenido hídrico del suelo, estos autores señalan que es un cultivo

muy sensible a la sequía, por lo que el suelo debe mantenerse siempre húmedo, pero sin

el exceso que pueda provocar asfixia o podredumbre apical de frutos; los pimientos

dulces son más sensibles a la sequía que los picantes.

Este cultivo para completar su ciclo de cultivo, requiere de 600 a 1200 mm de

agua, bien distribuidos durante el período vegetativo. Lluvias intensas, durante la

floración, ocasionan la caída de flor por el golpe del agua y mal desarrollo de frutos, y

durante el período de maduración ocasiona daños físicos que inducen a la pudrición de

éstos (Orellana Benavides et al., 2000).

Por su raíz pivotante, que llega hasta los 70 cm de profundidad, el pimiento

requiere suelos profundos, bien drenados y aireados para poder penetrar fácilmente en

el terreno, los necesita de consistencia media, areno- limosos, ricos en humus, no siendo

convenientes los suelos demasiados compactos y arcillosos. Ibar y Juscafresa (1987) y


25
Zapata et al. (1992) manifiestan que el pH óptimo para este cultivo oscila entre 6.5 y 7,

pero en suelos arenosos puede vegetar bien con un pH entre 7 – 8. Es una planta que

exige más del 2% de materia orgánica en el suelo y es sensible a la salinidad, ya que en

suelos salinos, la planta se desarrolla poco y los frutos son pequeños que su tamaño.

Según lo expresado por Vigliola (1996), el pimiento normalmente es una planta

indiferente al fotoperíodo.

EFECTO DE LA TEMPERATURA

Conceptos generales
La temperatura ejerce un significativo efecto en la tasa de desarrollo de los

cultivos y en consecuencia, en la duración de cada fase y del ciclo (Miralles et al.,

2004). En este fundamento se han apoyado los intentos de cuantificar su incidencia

mediante el empleo de índices biotérmicos que expresan las unidades térmicas

requeridas para alcanzar determinados estadios. Los efectos acumulados durante el

ciclo permiten determinar con adecuada precisión, el tiempo que requerirá un cultivo

para completar parcial o totalmente su desarrollo fenológico. Este valor varía entre

especies e incluso entre genotipos (Andrade et al., 1996).

El factor térmico influye en la fisiología de las plantas a través de múltiples

caminos y sus variaciones provocan modificaciones en la evolución de los procesos

metabólicos fundamentales, en las transformaciones a nivel celular, en el transporte de

asimilados, en la absorción de agua y nutrientes desde el suelo, en la evolución del

crecimiento radicular y aéreo, en la dinámica de la expansión foliar y en los patrones de

partición de la biomasa, en especial en los órganos cosechables. Indudablemente, estos

cambios se manifestarán en variaciones de la tasa de crecimiento del cultivo y, de

manera especial, en la duración de sus distintas fases ontogénicas (Romero, 2004).

La temperatura regula el desarrollo a lo largo de todo el ciclo del cultivo, pero los

requerimientos térmicos y las temperaturas cardinales que regulan la tasa de

desarrollo difieren a lo largo de las etapas ontogénicas (Kantolic et al., 2004).


26
Para realizar un análisis más profundo del cultivo en sus distintas fases

fenológicas y el efecto de la temperatura en este proceso, se emuló a la clasificación

realizada por Ritchie y Hanway, para el cultivo de maíz, citada por Andrade et al.,

(1996) y a la citada para pimiento por Orellana Benavides et al., (2000). En tal sentido,

y con el propósito de realizar una descripción del efecto de la temperatura en el

comportamiento del cultivo, se dividió al ciclo del cultivo en 2 grandes etapas:

vegetativo (siembra hasta antes de la aparición de flores) y reproductivo (aparición de

flores hasta la cosecha de frutos).

ETAPA VEGETATIVA

Aspectos Generales

Entre los efectos de la temperatura sobre la vida de los vegetales se manifiesta

que afecta la actividad metabólica celular, la absorción de agua y nutrientes, el

intercambio gaseoso, la producción y gasto de carbohidratos y reguladores del

crecimiento, entre otros según lo expresado por Tognoni (2000), citado por Samaniego-

Cruz et al. (2002).

Un parámetro importante a analizar es el área foliar, que es la medida usual del

tejido fotosintéticamente activo de una comunidad de plantas. Además, la cantidad de

área foliar es importante, porque ésta determina la cantidad o importe de energía solar

que es absorbida y convertida a materiales orgánicos (Silbes, 1987).

Al inicio del ciclo de crecimiento de la planta, el área foliar es reducida, su

actividad fotosintética es incipiente y el principal destino son los brotes y hojas nuevas

en crecimiento. Conforme se incrementa el área foliar, la tasa de producción de

asimilados, producto de la fotosíntesis, también se incrementa. A la vez, los asimilados

son reinvertidos continuamente en crecimiento vegetativo (principal destino). Este

efecto, que se repite constantemente, conlleva a un crecimiento cada vez más rápido.

Posteriormente, aparecen las flores y luego los frutos; los que constituirán el destino

principal de los fotoasimilados, por lo que el crecimiento vegetativo disminuye

27
gradualmente. El crecimiento de los frutos se da principalmente a expensas de la

translocación de asimilados, desde las fuentes (hojas) o lugares de reserva (tallos),

hacia los frutos (destinos). Luego la planta alcanza la madurez y senescencia, según

Azofeifa y Moreira (2004)

La expansión de la superficie foliar es la resultante de una compleja interrelación

entre el número de primordios foliares, el rango de elongación del tallo y la cantidad de

ramificaciones laterales, las cuales son favorecidas por un aumento en la temperatura

hasta los 25°C (Borah, 1962).

Milthorpe y Moorby (1982) afirman que la luz y la temperatura influyen sobre la

división celular en el primordio foliar, de la misma manera que lo hacen sobre la

iniciación foliar, diferenciándose que la división en el primordio foliar es

extremadamente lenta en condiciones de oscuridad completa o con radiaciones muy

bajas. Además de la temperatura y la luz, en el caso de la expansión foliar, también es

importante el suministro de nutrientes. En las primeras fases ese suministro es

proporcionado por hojas más viejas, pero al seguir creciendo la hoja, proviene

directamente de las raíces.

Boschi et al. (2004), encontraron un elevado coeficiente de correlación entre la

tasa de expansión foliar y la temperatura diaria promedio.

Hoffmann, (1987) manifiesta que la temperatura óptima para producción de

materia seca está entre 20 y 25 ºC, rango térmico común para las plantas con

fotosíntesis tipo C3. El pimiento está incluido dentro de este grupo de plantas.

Aspectos específicos para el cultivo


Para la germinación de semillas de pimiento, Cavero et al. (1995) y Zapata et al.

(1992), manifiestan que el requerimiento térmico óptimo fluctúa en el rango de los 20 y

30°C, no produciéndose germinación a los 35°C.

La tasa de elongación del tallo resulta fuertemente influenciada por la

temperatura y la termoperiodicidad. Ibar et al. (1987) y Nuez et al. (1996).

28
A partir de la producción de la sexta a la octava hoja, la tasa de crecimiento del

sistema radicular se reduce gradualmente; en cambio la del follaje y de los tallos se

incrementa, las hojas alcanzan el máximo tamaño, el tallo principal se bifurca y a

medida que la planta crece, ambos tallos se ramifican (Orellana Benavides et al., 2000)

Las temperaturas inferiores a 15ºC inhiben el crecimiento vegetativo, siendo las

temperaturas optimas durante el día entre 20 – 25ºC y las nocturnas entre 16 – 18ºC,

con un diferencial térmico día – noche entre 5 – 8 ºC (Pilatti et al., 1991).

Una característica importante de esta especie, radica en su elevada sensibilidad a

las bajas temperaturas (Gil Ortega, 1991), manifestando la detención del crecimiento a

los 10°C (Pilatti et al, 1991, Maroto Borrego, 1995 y Pilatti 1997), lo que provoca

efectos negativos en su productividad.

La ocurrencia de bajas temperaturas afecta severamente el Índice de Área

Foliar (IAF), índice que resulta fuertemente definido por el número de hojas verdes/

m2, afectando severamente la acumulación de la biomasa aérea total (Romero et al.,

1998). Asimismo, las bajas temperaturas producen la reducción en la longitud y peso

seco del brote del pimiento, como así también en el número de hojas; y la raíz,

manifiesta un aumento en el número brotes axilares, según Mercado et al. (1997).

ETAPA REPRODUCTIVA

Aspectos Generales
Para que se produzca la floración, la mayoría de las especies vegetales tienen que

cumplir requerimientos ambientales, siendo los más importantes la duración relativa de

luz y oscuridad a lo largo del día, denominado fotoperíodo, y la temperatura. Estos

factores ambientales sufren variaciones a lo largo del año. Roldán y Martínez Zapater

(2000) clasifican a las especies en aquellas con requerimientos absolutos, que no

florecerán a menos que se den condiciones determinadas, y en especies con

requerimientos cuantitativos, que pueden florecer en condiciones ambientales

29
variables, pero que el tiempo de la floración se acelera o se retrasa dependiendo del

ambiente.

La temperatura influye en el tiempo requerido para que se produzcan la

diferenciación y expresión floral, y los estados reproductivos posteriores. Evans (1983)

cita que en el cultivo de soja, para que se lleven a cabo estos procesos reproductivos,

es necesario que cumplan ciertos requerimientos térmicos, a pesar que se encuentre

bajo el efecto de fotoperíodos inductivos.

No todas las flores se desarrollan en frutos en el caso del cultivo de pimiento. El

término cuajado indica que se ha iniciado el desarrollo del fruto frente a la otra

alternativa, caída de la flor. Aunque el concepto es claro, su cuantificación es algo

imprecisa, considerándose que hay desarrollo del fruto cuando es evidente un

engrosamiento del ovario.

Se denomina porcentaje de cuajado a la proporción de frutos, expresada en

tanto por ciento, que se desarrollan a partir de las flores diferenciadas. Algunos

autores se refieren a frutos maduros, con lo que se evita la imprecisión del

engrosamiento inicial. En este caso se obtienen valores más bajos del porcentaje de

cuajado, pues una fracción importante de ovarios engrosados se pierde, no llegando los

frutos a madurar. La proporción de cuajado depende del genotipo. Los tipos de fruto

pequeño suelen cuajar mucho más que los de fruto grueso.

Como consecuencia del efecto de las bajas temperaturas, se produce disminución

en el porcentaje de cuajado en los frutos. Coincidentemente con esta afirmación,

Agustí (2000) manifiesta que el cuajado se produce, si en primer lugar, se comprueba la

existencia de yemas florales maduras, bien formadas y nutridas; en segundo lugar, si

existe un óptimo régimen de temperaturas durante la antesis que asegure una buena

polinización, el desarrollo del tubo polínico y la fecundación y, en tercer lugar, si se

logra un aporte adecuado de fotoasimilados cuando el ovario inicia su desarrollo. El

aporte de carbohidratos en este periodo de desarrollo es crucial, caso contrario, el

30
fruto pierde ritmo de crecimiento y se desprende de la planta, produciéndose la

abscisión de los mismos (Lorenzo, 2000).

En las especies termófilas, entre las que podemos considerar la mayoría de las

hortalizas, cuando la temperatura desciende por debajo de los 10–12 ºC presentan

alteraciones como por ejemplo reducción del crecimiento, especialmente de la

elongación, de la expansión foliar, disminución de la tasa de asimilación neta, depresión

de la respiración, reducción del transporte y distribución de asimilados, disminución de

la absorción de agua y sales minerales, disminución del crecimiento de la raíz, tendencia

a desarrollar hojas más anchas y cortas, reducción de la longitud del pecíolo, aumento

del grosor de la hoja y disminución del área foliar específica, entre otros efectos.

La abscisión de flores aumenta bajo las condiciones de luz baja y la temperatura

alta, la capacidad de las flores para acumular azúcares y almidón durante el día, es un

factor importante para evitar la abscisión (Aloni et al, 1996). Otro efecto a tener en

cuenta, es lo expresado por Agustí (2000) que manifiesta que hay una relación directa

entre los frutos en desarrollo y el aborto de frutos, fundamentando esto en la

imposibilidad de la planta de abastecer de carbohidratos provenientes de la

fotosíntesis a todos estos frutos.

Aspectos específicos para el cultivo


Al iniciar la etapa de floración, el pimiento produce abundantes flores terminales

en la mayoría de las ramas, aunque debido al tipo de ramificación de la planta, parece

que fueran producidas de a pares en las axilas de las hojas superiores. Bajo condiciones

óptimas, la mayoría de las primeras flores produce fruto, luego ocurre un período

durante el cual se produce un gran aborto de flores. A medida que los frutos crecen, se

inhibe el crecimiento vegetativo y la producción de nuevas flores (Orellana Benavides

et al., 2000).
En cuanto a los requerimientos térmicos necesarios en la etapa de desarrollo,

Thompson y Kelly (1957), citados por Nuez Viñals (1996) enuncian que las temperaturas

31
inferiores a 15 ºC retrasan o bloquean el desarrollo, siendo las temperaturas diurnas

óptimas entre 23-25 ºC y las nocturnas entre 18-20 ºC, con un diferencial térmico día

/noche entre 5-8 ºC.

Estas afirmaciones de Nuez Viñals (1996), se contradicen con sus aseveraciones

en referencia a que el factor exógeno más importante para la diferenciación floral es la

temperatura, especialmente la nocturna, comprobándose que temperaturas nocturnas

entre 6 a 12ºC, durante 2 a 4 semanas, favorece la formación de gran números de

flores.

Por otra parte, el cuajado de flores se desarrolla a una temperatura óptima de

25ºC, siendo la mínima de 18ºC y la máxima de 35ºC (Ibar y Juscafresa, 1987, Nuez

Viñals, 1996).

Rylski y Halevy (1974) citados por Nuez Viñals, (1996) señalan que las plantas

cultivadas con bajas temperaturas nocturnas (8-10 ºC) muestran un cuajado de frutos

superior que las cultivadas con temperaturas nocturnas más altas (18-20 ºC). Estas

afirmaciones producen una nueva contradicción con lo señalado en el párrafo anterior

por el mismo autor.

Las altas temperaturas, especialmente asociadas a humedad relativa baja,

conducen a la caída de flores y de frutos recién cuajados. Cuando el fruto ya está en

una fase avanzada de desarrollo resulta más insensible a estos efectos. (Nuez Viñals,

1996).

Como contrapartida a esto, Cochran (1936) concluye que la temperatura es el

factor ambiental más importante en la floración y fructificación del pimiento. Cuando la

planta es afectada por temperaturas inferiores a 10°C, se produce una importante

caída de flores.

La coincidencia de bajas temperaturas durante el desarrollo del botón floral

(entre 15 y 10 ºC) da lugar a la formación de flores con alguna de las siguientes

anomalías: pétalos curvados y sin desarrollar, formación de múltiples ovarios que

pueden evolucionar a frutos distribuidos alrededor del principal, acortamiento de

32
estambres y de pistilo, engrosamiento de ovario y pistilo, fusión de anteras, etc.

(Anónimo 3).

La inducción a la floración en plantas de pimiento no es afectada por el

fotoperíodo, produciéndose principalmente por acumulación de temperaturas superiores

a la temperatura base del cultivo y luego de que la planta ha producido entre 8 y 12

hojas según la variedad o híbrido (Pilatti et al., 1991).

En pimiento, el porcentaje de cuajado puede ser muy bajo. Un ejemplo palpable

de esto fue lo observado por Quagliotti (1979) en el pimiento Corno di Bue Giallo que

presentó un cuajado de sólo 8,1%, mientras que el híbrido Lamuyo cuajó entre 20 y 25%

(Breuils y Pochard, 1975).

Sánchez Donaires et al. (1999), señala que el cultivo de pimiento sufre serias

mermas en la producción de granos de polen debido a la ocurrencia de temperaturas

subóptimas (5-7ºC). La ocurrencia de bajas temperaturas reduce el porcentaje normal

de viabilidad de los granos de polen (20- 25%) necesarios para un cuajado normal.

Coincidentemente con lo anteriormente señalado, Anónimo 3 (2003), manifiesta

que las bajas temperaturas también inducen la formación de frutos de menor tamaño,

que pueden presentar deformaciones, reducen la viabilidad del polen y favorecen la

formación de frutos partenocárpicos.

Las bajas temperaturas, además de favorecer el aborto de flores y frutos,

también disminuyen el ritmo de producción y crecimiento de estos órganos, según

Mercado et al. (1997).

Las altas temperaturas, especialmente cuando están asociadas a condiciones de

humedad atmosférica baja, inducen la caída de flores y frutos recién cuajados. Cuando

el fruto ya está en una fase avanzada de desarrollo resulta menos sensible a estos

efectos (Gil Ortega et al, 1991). Por otra parte, Erickson, (2002) manifiesta que las

altas temperaturas, es decir 33°C o más durante más de 120 horas, afectan la

formación y desarrollo de frutos de pimientos.

33
Las diferencias determinadas en la duración e intensidad de las bajas

temperaturas, provocan modificaciones en la relación fuente - destino del cultivo,

explicando en gran medida, la reducción de materia seca vegetativa y reproductiva

(Rodríguez Rey et al., 1998).

Las temperaturas óptimas para crear un buen equilibrio entre el crecimiento

vegetativo y la fructificación están entre 22-23ºC por el día y 18-19ºC por la noche,

debiendo oscilar entre 15 y 20ºC la temperatura del suelo (FAO, 1991).

Nuez Viñals, (1996) señala que la temperatura tiene un rol importante en la

maduración de frutos de pimiento, siendo necesarias temperaturas ambiente entre 15 y

35°C.

ACUMULACIÓN DE UNIDADES TERMICAS


El crecimiento y desarrollo de las plantas puede ser caracterizado por el número

de días entre eventos observables, tales como floración y formación de frutos. El

número de días entre estos eventos, sin embargo, puede constituir una limitada

herramienta, debido a que las tasas de desarrollo varían con las temperaturas. La

medición y predicción de eventos fenológicos puede ser mejorada, si se expresan las

unidades de desarrollo en términos de tiempo fisiológico en lugar de tiempo

cronológico, por ejemplo, en términos de acumulación de temperatura. Así surge el

concepto de grados-día (GD), definido para un período específico, como los grados

térmicos acumulados sobre una temperatura base durante el período fenológico en

estudio.

El término de días grado, Grados Día (GD) o tiempo térmico (TT) puede ser

definido como días en términos de grados centígrados sobre una temperatura umbral

que necesita una planta para completar una etapa, fase o ciclo ontogénico (Arnold,

1959). De manera que, para que el cultivo complete una etapa fenológica será necesario

la acumulación del Requerimiento Térmico, (RT), que se mide en grados-días (Slafer et

al., 2004).

34
Montes Hernández et al. (2004), manifiestan que existe un importante proceso

de acumulación de unidades térmicas en el inicio de las diferentes etapas de desarrollo.

Kantolic et al. (2004), manifiesta que la temperatura regula el desarrollo a lo

largo de todo el ciclo del cultivo, pero los requerimientos térmicos y las temperaturas

cardinales que regulan la tasa de desarrollo, difieren a lo largo de las distintas fases

fenológicas.

Los métodos para el cálculo de los grados-día, difieren en complejidad y están

basados en el conocimiento de la curva del comportamiento diario de la temperatura y

la comparación con la temperatura base, para una determinada fase de desarrollo de la

especie.

La aplicación del concepto de GD a las observaciones fenológicas ha sido de gran

utilidad en la agricultura. Entre las múltiples aplicaciones de este parámetro se

encuentran las indicadas por Neild y Seeley (1977):

1. Programación de fechas de siembra o ciclos de cultivo.

2. Pronóstico de fechas de cosecha

3. Pronóstico de rendimiento

4. Determinación del desarrollo vegetal esperado en diferentes

localidades

5. Estimación del desarrollo vegetal esperado en diferentes fechas de

siembra o inicios del ciclo de cultivo

6. Determinación del desarrollo esperado de diferentes genotipos

7. Pronóstico de coeficientes de evapotranspiración de cultivos.

8. Pronóstico de aparición de plagas y enfermedades

En la Argentina, y específicamente en Tucumán, a pesar de la importancia del

desarrollo en las fases fenológicas iniciales en la productividad del pimiento, no se


35
encontraron antecedentes que evalúen los efectos de la temperatura en el crecimiento

inicial del cultivo de pimiento y es escasa la información del comportamiento de los

cultivares comerciales.

CAPITULO III: MATERIALES Y MÉTODOS

El ensayo se realizó entre los meses de julio del año 2003 y enero del año 2004,

en el Centro de Experimentación Adaptativa Lules (CEAL) del Instituto Nacional de

Tecnología Agropecuaria (INTA), ubicado en la localidad de San Isidro de Lules, Dpto

Lules, Ruta Provincial 321 Km 0.4, con una ubicación geográfica de 26° 55’ 55” latitud

sur y 65° 19’ 55” longitud oeste, a 18 km de la ciudad de San Miguel de Tucumán,

Provincia de Tucumán, Argentina. Esta zona del noroeste argentino se destaca por ser

importante en producción hortícola primicia del país, ubicándose a 410 metros sobre el

nivel del mar.

En cuanto a su descripción fisiográfica, corresponde a la región agroecológica

“Pedemonte”, sub – región “Pedemonte húmedo y per - húmedo” de suelos automorfos

(Zuccardi y Fadda, 1992), pertenece al tipo climático CWAK, según Kôppen, es decir, de

Clima templado moderado lluvioso (C), de invierno seco no riguroso. La lluvia es

periódica y el invierno es seco (W), la temperatura del mes más cálido es superior a

22°C (A), la media anual es inferior a 18°C (K), y al tipo hídrico MO “monzónico lluvioso”

según Papadakis y al área hídrica “Húmedo” B1, con un índice hídrico entre 40 y 20,

según la clasificación de Thornthwaite (Torres Bruchmann, 1978). El exceso de agua se

produce entre los meses de enero a abril, produciéndose deficiencia de agua en el mes

de octubre. La temperatura media anual es menor a los 18°C, con una temperatura

mínima media anual de 13,3°C y una máxima anual de 25,8°C. El período medio con riesgo

de heladas es de 51 días, registrándose la fecha extrema de la primera helada el 25 de

junio y la fecha extrema de la última helada el 15 de agosto, manifestándose julio y

agosto como los meses con más probabilidades de ocurrencia de heladas (Costa, 1990).

36
Los suelos predominantes son Haplustól Cumúlico, según la Clasificación

Americana de Suelos, con un perfil de suelos de tipo A- C de material aluvional, con

texturas de franco- areno fino a franco- limoso. El análisis del perfil del suelo nos

indica que se trata de un epipedón mólico. El porcentaje de materia orgánica es de

aproximadamente el 3% y hay presencia de gravas y guijarros a los 1,1 metros de

profundidad. El pH en estos suelos varía entre 5,5 y 6,5, según Zuccardi y Fadda,

(1992).

Debido a que existen diferencias en la acumulación de unidades térmicas entre y

dentro de los tipos de pimientos con diferente grado de domesticación (Montes

Hernández et al., 2004), se trabajó con la variedad Fyuco INTA, recomendada para la

producción en campo, en siembras tempranas y de amplia difusión en la zona hortícola

tucumana.

Entre sus características más notables, se destacan: Pimiento tipo 4 cascos

resistentes a Phytophthora capsici Leonian. Como fuente de resistencia se utilizó las

introducciones PI 20132 y PI 201234 provenientes de la Universidad de California-

Davis. Como padres recurrentes en el proceso de mejoramiento se emplearon California

Wonder, Keystone Resistant Giant, Fidelio y Vyuco (Galmarini, 1979). Planta vigorosa,

de entrenudos medios, con buena cobertura foliar, frutos tipo lamuyo de 10 a 12 cm de

largo por 8 a 10 cm de ancho, acabados en 4 cascos. Posee regular cuaje en frío. Frutos

de paredes medias en verde, que al madurar se engrosan y vira lentamente a rojo, de

sabor dulce. El peso del fruto se encuentra entre los 150 a 180 g, con un porcentaje

alto de frutos grandes y medianos. Se usa tanto para el consumo en fresco como en la

industria del deshidratado. Esta variedad se caracteriza por manifestar indiferencia al

fotoperíodo (comunicación personal del Ing. Agr. Claudio Galmarini) y es coincidente con

lo expresado por Vigliola (1996).

Las siembras en almácigo se realizaron en invernadero bajo condiciones térmicas

e hídricas controladas, correspondiendo la primera fecha de siembra al día 1 de julio

del 2003 y, posteriormente, se realizaron siembras sucesivas los días 21 de julio y 5, 19

37
y 26 de agosto del mismo año, todas éstas realizadas en germinadores que contenían

una mezcla de perlome, mantillo y tierra.

El manejo fitosanitario fue realizado con productos químicos que se utilizan

habitualmente en el manejo comercial, destacándose como fungicida y bactericida al

oxicloruro de cobre (3 aplicaciones) a una concentración del 3 %, para combatir

enfermedades bacterianas del tipo de Xanthomonas campestris pv vesicatoria

(mancha bacteriana), Pseudomonas solanacearum (marchitamiento bacteriano) y a

importantes enfermedades fúngicas como ser Botrytis cinerea (moho gris), Leveillula

taurica (mildiu pulverulento). También se realizaron 2 aplicaciones preventivas de una


mezcla de carbendazim al 1,5% y tiram al 2%, principalmente para combatir al complejo

fúngico que produce la enfermedad del damping off o mal de los almácigos (hongos de

los géneros Pythium, Phytophtora, Rhizoctonia y Fusarium).

El transplante en campo se efectuó el día 26 de setiembre del 2003 para la

primera fecha de siembra, realizándolo el 3, 10, 18 y 25 de octubre del mismo año para

las siguientes fechas de siembra respectivamente. En todos los casos se tomó en

cuenta que la planta a transplantar posea más de 4 hojas verdaderas, tallo fuerte y

entrenudos cortos, con más de 3 cm de altura, sistema radicular bien desarrollado y

ausencia visible de plagas y enfermedades (Rico Ávila, 1983).

En el manejo del cultivo en el campo se respetaron las pautas convencionales,

utilizando para la distribución de plantines en el terreno el sistema tres bolillo, con una

densidad de 5 plantas /m lineal, y una distancia entre líneas de 1,25 m.

Se realizó una fertilización de base, utilizando 200 kg de Fosfato Diamónico con

el agregado de 100 kg de Sulfato de magnesio por ha. Se realizaron riegos por sistema

de goteo, siendo este medio por el que se realizó la fertirrigación. La misma consistió

en una adecuada fertilización nitrogenada, sin descuidar la relación Nitrógeno – Fósforo

– Potasio (NPK), debido a su importancia en la evolución del área foliar, hojas, tallos y

raíces, según lo recomendado por Nicola y Basoccu (2003). Se utilizó básicamente un

fertilizante a base de nitrógeno (N), fósforo (P) y potasio (K) en una proporción de 1 –

38
0,6 – 1,3. También se incluyó en el fertirriego, pequeñas cantidades de boro (B), zinc

(Zn), hierro (Fe), calcio (Ca) y Magnesio (Mg).

El control de malezas fue generalmente manual, utilizándose en algunas

situaciones el guante químico con glifosato al 30%, para combatir principalmente

Sorghum alepensis.
Para el control preventivo de insectos como Tuta absoluta, Nezara viridula y

orugas desfoliadoras del genero Spodoptera se empleo una mezcla de clorpirifós y

cipermetrina, ambos al 2% (Lorsban plus)

Se utilizó un diseño experimental completamente aleatorizado, con 5 épocas de

siembra como tratamiento y 20 réplicas del total de plantas transplantadas en cada

fecha de siembra. Se eligieron 20 individuos o repeticiones, realizando los muestreos

sucesivos periódicos destinados evaluar el crecimiento y desarrollo de las plantas de

pimiento. Se realizaron evaluaciones sucesivas desde transplante hasta el primer fruto

cuajado de 2 cm de diámetro, determinándose las siguientes variables: A) altura de la

planta, B) número de hojas verdes expandidas/ planta, C) número de flores/ planta, D)

número de frutos cuajados/ planta, E) diámetro de los frutos y F) número de

ramificaciones/ planta. Cuando el 50% de las plantas correspondientes a cada fecha de

siembra formaron un fruto cuajado de 2 cm de diámetro, se determinó la finalización

del periodo de estudio, debido a lo manifestado por Marcelis et al. (2004), quienes

afirmaron que el mayor porcentaje de aborto de frutos se produce durante las

primeras etapas de la formación del fruto, afectado principalmente por una deficiencia

en la relación fuente- destino en la planta y por una competencia entre los destinos.

Se registraron las temperaturas máximas y mínimas diarias desde la germinación,

a través de sensores térmicos ubicados dentro y fuera del invernadero.

Posteriormente, y después del transplante, se registró con sensores en el predio de

plantación definitiva, y complementando con información suministrada por el servicio

meteorológico de la EEA INTA Famaillá.

39
Se realizó el registro de los datos obtenidos a campo en planillas en las que

constan los parámetros a evaluar, además de la fecha del muestreo y algunas

observaciones que se pudieran señalar. Una vez confeccionados estos registros, se

introdujo esta información en archivos EXCEL para su posterior análisis.

La evaluación de la dinámica del crecimiento y desarrollo de los cultivos, tanto

para el estudio de fases específicas o de todo el ciclo fenológico, se caracteriza en

general, por mediciones sucesivas de distintas variables seleccionadas, que se realizan

sobre los mismos individuos y/o unidades experimentales. En este método de muestreo,

denominado “mediciones repetidas en el tiempo”, normalmente la información

resultante no evidencia independencia entre muestreos, se suelen presentar

autocorrelaciones e incluso presentar fenómenos de competencia.

Diferentes alternativas metodológicas han sido propuestas para estos casos,

resultando la más utilizada en los últimos años la denominada “Ajuste a Funciones de

Crecimiento” (Scott et al., 1984; Stevens et al., 1986 a y b; Eskridge and Stevens,
1987, citados por Romero, 2004).

Los datos experimentales fueron procesados y analizados a través del software

estadístico InfoStat, desarrollado por la Universidad Nacional de Córdoba (2004). Las

variables deducidas obtenidas de los modelos matemáticos seleccionados fueron

contrastadas a través del Análisis de la Varianza, lo que permitió comparar las

distintas fechas de siembra y/o regímenes térmicos evaluados.

Mediante técnicas de regresión lineal, se realizaron evaluaciones de las diferentes

relaciones entre las distintas variables medidas.

Para evaluar la bondad de ajuste de los modelos obtenidos, se utilizó como indicador

estadístico el coeficiente R2, apoyados en la observación grafica de los datos originales

y los calculados, a fin de asegurar la representación adecuada de la información de

campo.

Posteriormente, se calculó, para cada fecha de siembra, y cada fase fenológica,

el tiempo térmico requerido, expresado en grados-días.

40
Para realizar el cálculo de las unidades térmicas de cada fecha de siembra se

utilizó como temperatura base (Tb) del cultivo de pimiento 10°C, según lo recomendado

por Sánchez Gómez(1970), Rico Ávila (1983), Maroto Borrego, (1995), Pilatti (1997) y

Cano Alvarado (1998)

El modelo más usado para calcular los grados-día utiliza la suma de los subtotales

diarios, derivado de la diferencia diaria entre la temperatura promedio y la

temperatura base (Tb), según lo indican Sadras et al. (2000), Powers y Mcsorley

(2001), Miralles et al, (2004) y Richie y Nesmith, (1991), este último citado por

Andrade et al, (1996).

Td = Tx – Tbase

donde: Td = tiempo térmico en un día [(°C d)/d]

Tx = temperatura media del día (°C)

T base = temperatura base (°C)

Los grados-día acumulados en un período de n días serían:

∑ G D(n) = ∑ T Media(n) - T base


Para evaluar las relaciones entre las variables del crecimiento y, a su vez, entre

éstos y el régimen térmico se usaron análisis de regresión lineal y no lineal.

CAPITULO IV: RESULTADOS y DISCUSIÓN

CRECIMIENTO Y DESARROLLO INICIAL DEL CULTIVO.

1- Comportamiento general
Realizando un análisis de la evolución del cultivo en el periodo de tiempo

considerado en esta experiencia, en el cuadro 2 se observa que existen algunas

diferencias entre las distintas fechas de siembra, considerando que entre los valores

extremos al final del periodo de estudio hay una diferencia de 14 días entre ellas. En el
41
caso de la fecha de siembra 1 (FS 1), el transplante se realizó a los 100 días de la

siembra, prolongándose el final del ciclo unos 52 días. Para la fecha de siembra 2 (FS

2), el transplante se realizó a los 79 días de la siembra, registrándose posteriormente

77 días hasta final del ciclo de estudio. En la fecha de siembra 3 (FS 3) se realizó el

transplante a los 71 días y el periodo postransplante hasta final del ciclo considerado

fue de 86 días. En los casos de las fechas de siembra 4 y 5 (FS 4 y FS 5) se observaron

comportamientos similares, transplantándose a los 65 días de la siembra y terminando

el ciclo a los 78 días.

Cuadro 2: Evolución del número de hojas, tasa de hojas verdes, ramificaciones, flores y altura
de la planta, entre las distintas fechas de siembra, y considerando el momento del transplante
y el final del ciclo, es decir, cuando el 50% de las plantas alcanzaron un fruto cuajado de 2 cm.

FS 1 FS 2 FS 3 FS 4 FS 5

N° días al transplante 100 79 71 65 65

N° días del post-transplante 52 77 86 78 78

N° días total del ciclo 152 156 157 143 143

N ° inicial de hojas verdes /pl 9 7 4 6 5

N ° final de hojas verdes /pl 85 127 72 109 120

Tasa Hojas Verdes (HV/ día) 1,46 1,56 0,79 1,32 1,47

Altura inicial de la planta (cm) 8,7 5,4 3 4,8 5,2

Altura final de la planta (cm) 35 44,7 34,6 41,4 45,5

Tasa altura de planta (cm/día) 0,52 0,51 0,37 0,47 0,52

N° final ramificaciones/pl. 8 11 6 8 5

N° final de flores/pl. 24 39 18 21 21

N° final de frutos/pl. 2 4 4 7 5

Al realizar el análisis de la varianza (ANVA) para altura de la planta, en el último

muestreo, comparando las fechas de siembra, el Coeficiente de variación (CV) fue del

17,1%, demostrando una variación significativa entre las mismas. También se observan

42
diferencias significativas entre la altura media de las FS 1 y FS 3, con respecto a la FS

4, y altamente significativas entre FS 1 y FS 3 y las FS 5 y FS 2.

En el caso del número de hojas verdes expandidas/planta, para el último

muestreo y comparando las distintas fechas de siembra, el ANVA indica que el CV

entre las mismas fue del 21,4%, manifestando una variación significativa entre las

fechas evaluadas. Nuevamente se observa una diferencia altamente significativa entre

el número medio de hojas verdes expandidas/planta de las FS 1 y FS 3, con respecto a

la FS 4, FS 5 y FS 2.

Analizando la formación de ramificaciones en el último muestreo y comparando

las fechas de siembra, observamos que el CV entre las mismas fue del 34,8%,

demostrando una variación altamente significativa entre las fechas. En el análisis de las

medias, observamos diferencias significativas entre las FS 1, y altamente significativas

en la FS 2, con respecto a las medias de las otras FS.

Considerando la dinámica de la producción de flores, para el último muestreo y

comparando las distintas fechas de siembra, el CV fue del 38,9%, lo que señala una

variación significativa entre los tratamientos. Se observa una diferencia altamente

significativa entre las medias de las FS 2 y el resto de las FS, llegando la FS 2 a casi

duplicar el valor de las otras fechas.

2- DINÁMICA DEL CULTIVO

A- Estructuras vegetativas

Para caracterizar adecuadamente los eventos del crecimiento y desarrollo

durante el periodo en estudio, se consideró importante cuantificar la evolución de la

cantidad de hojas verdes expandidas, número de ramificaciones y el largo medio de la

planta.

43
En la fig. 3 se observa la variación estacional de la altura de la planta en función

del tiempo, expresado en los días después de siembra (DDS), para la variedad de

pimiento Fyuco y considerando las cinco FS evaluadas.

4 7 ,5

3 9 ,6
Altura de planta (cm)

3 1 ,7

2 3 ,8

1 5 ,8

7 ,9

0 ,0
61 78 94 111 127 144 160
D ía s d e s d e s ie m b r a

FS 1 FS 3 FS 4
FS 2 FS 5

Figura 3: Evolución de la altura de la planta en función de los días desde siembra, considerando
las 5 fechas de siembra evaluadas.

Su análisis indica que, a pesar de que las distintas FS muestran tendencias

similares, algunos casos se agrupan por comportamientos idénticos, como el caso de la

FS 1 y FS 3, que muestran, especialmente después de los 111 DDS. También las FS 4 y

FS 5 manifiestan esta tendencia. La FS 2 muestra una situación intermedia entre las

fechas antes descriptas.

En la FS 1 el transplante se realizó a los 100 DDS y con una altura promedio de

8,7 cm/planta, cumpliendo con el período post transplante en 52 días. En las otras FS,

el transplante se realizó con alturas medias de plantas de 3 a 5,4 cm, alargándose el

periodo de post transplante entre 78 y 86 días (Cuadro 2).


44
En las distintas FS, si bien las curvas siguen una tendencia similar, se observa un

rango de variación amplio en la altura de las plantas para tiempos similares, llegando al

periodo final considerado con diferencias promedios de 10 cm/planta.

Lo destacado es que en la FS en donde el ciclo de cultivo fue más prolongado,

mostraron una menor altura, por ejemplo, en la FS 1 que demandó 152 días, su altura

fue de unos 35 cm. Contrariamente, la FS 5 completó en 143 días este período y la

altura promedio de las plantas fue de 45 cm.

El análisis de la tasa promedio diaria de elongación del tallo arroja valores de

0,47 a 0,52 cm/día, a excepción de FS 3, en la que fue de 0,37 cm/día. (Cuadro 2).

En la Fig. 4 se observa la variación del número de hojas/planta en función del

tiempo para el período de cultivo estudiado, expresado en días desde siembra (DDS),

considerando las 5 diferentes FS evaluadas.

Figura 4: Evolución del número de hojas verdes expandidas por planta, en función del tiempo,
considerando las 5 FS analizadas.

45
La evolución del número de hojas a través del ciclo considerado, muestra en las

distintas FS tendencias similares hasta aproximadamente los 111 días, en donde se

observa un aumento en la variación del número promedio de hojas, como así también en

la duración del ciclo.

Las FS en donde la duración del período total de cultivo fue similar, se observó

una gran diferencia en el número de hojas verdes expandidas, por ejemplo: la FS 1 que

demandó 152 días para este período, la cantidad promedio total de hojas fue de 85. En

el período postransplante para la misma fecha, las plantas produjeron 76 hojas

promedio en aproximadamente 52 días. Contrariamente, la FS 2, que tardó 156 días en

completar la totalidad del ciclo de estudio, presentó una cantidad promedio total de

hojas de 127. Para la etapa del postransplante, en la FS 2 se formaron 120 hojas, en

alrededor de 77 días. Para la FS 3, la totalidad del ciclo en estudio se completó en 157

días, llegando a un promedio de 72 hojas por planta. Desde transplante hasta el fin del

ciclo, se necesitaron 86 días para lograr un promedio de 68 hojas.

También se observó que existen FS que tardaron 143 días en completar el

periodo de estudio y la cantidad promedio total de hojas fue de 120, como en la FS5. En

este caso el periodo del postransplante se realizó en 78 días y se obtuvieron 115 hojas

promedio.

Analizando la tasa diaria de aparición de hojas verdes expandidas, en las FS 1, 2

y 5 se obtuvieron valores entre 1,56 y 1,46 hojas/día/planta, mientras que en la FS 3 se

registró un valor muy inferior de 0,79 hojas/día/planta. Para la FS 4 se registra un

valor intermedio de 1,32 hojas/día, más cercano a los 3 primeros casos (Cuadro 2).

En la figura N° 5 se puede observar la variación del número de ramificaciones en

función del tiempo, expresado en los días después de siembra (DDS), tomando en

cuenta las 5 diferentes FS.

46
12

Nº ramificaciones por planta


10

1
90 102 113 125 137 149 160
D ía s d e s d e s ie m b r a

FS 1 FS 3 FS 4
FS 2 FS 5

Fig. 5: Evolución del número de ramificaciones promedio por planta de la variedad Fyuco, en
función de los días desde siembra (DDS), considerando las 5 FS en estudio.

Se tomó como punto de partida la aparición de la primera ramificación por planta

para lograr una mejor visualización del efecto del tiempo cronológico.

Analizando la Fig. 5 y el Cuadro 2, inferimos que luego del transplante, que se

realiza sin ramificaciones, las plantas requieren un periodo de tiempo variable hasta el

inicio de la formación de éstas. Los valores extremos varían entre 15 y 34 días. Las

curvas registran similitudes en sus tendencias, con excepción de la FS 1 que manifiesta

una pendiente más pronunciada.

B- Estructuras reproductivas

Para el análisis del desarrollo reproductivo del cultivo se estudió la dinámica de la

producción de flores y frutos. Para la confección de las figuras en este período, y con

el propósito de facilitar la visualización del efecto temporal que afectó al mismo, se

tomó como punto de partida la aparición de la primera flor y del primer fruto cuajado,

47
según cada caso. La evolución del número acumulado de flores por planta en función del

tiempo y para las 5 FS, se observa en la Fig. 6.

Fig. 6: Evolución del número de flores por plantas en función del tiempo, representado
por los días desde la siembra (DDS), según las 5 FS evaluadas.

En forma general, las FS manifiestan tendencias crecientes, visualizándose un

amplio rango de variación con respecto a la cantidad promedio de flores, para la misma

cantidad de DDS, durante el periodo analizado.

En este caso, en las FS en donde el período total de cultivo considerado fue

similar, se observó una gran diferencia en el número de flores por planta, como ser las

FS 1 y FS 3 que demandaron 152 y 156 días respectivamente, y la cantidad promedio

total de flores fue de 23, en FS 1 y 18 flores en FS 3. En contraposición, la FS 2, que

tardó 155 días en completar este período, presentó una cantidad promedio total de

flores de 39. También se registran FS que tardaron 143 días en completar el periodo

de estudio y la cantidad promedio total de flores fue de 21, como en la FS 5 (Cuadro 2).

Estos datos sugieren que no se establecen relaciones que sigan algún patrón de

comportamiento entre el tiempo cronológico y la variable analizada.


48
Para la aparición del primer fruto, en el caso de las FS 1, 2 y 5, la duración del

ciclo fue 115 a 134 días. En el caso de la FS 4, produjo 2 frutos en 122 días y la FS 3

cuajó 3 frutos en 143 días posteriores a la siembra. En el Cuadro 2 se aprecia que para

completar el ciclo evaluado, es decir, hasta que el 50% de las plantas muestreadas

formen fruto cuajado de 2 cm de diámetro, las FS evaluadas demoraron entre 143 y

157 días después de la siembra. Nuevamente se observa que no se establecen

relaciones que sigan algún patrón de comportamiento entre el tiempo cronológico y la

variable analizada (Fig. 7; Anexo 1).

Fig. 7: Evolución del número de frutos en función del tiempo, en DDS, y considerando las 5 FS
evaluadas.

3- Relaciones alométricas entre las variables estudiadas

Numerosos autores, entre los se encuentran Milthorpe (1982), Nuez Viñals

(1996), Kantolic et al. (2004) y Romero (2004), han demostrado que existe una

interrelación entre la aparición, frecuencia y evolución de algunos órganos de la planta

(hojas, flores, etc.) con el desarrollo fenológico de los cultivos. Debido a esto, se
49
analizaran las diferentes interrelaciones que se encontraron en el cultivo, durante el

ciclo de estudio.

A- Relaciones entre órganos vegetativos

En la Fig. 8 se analiza la interrelación entre la dinámica en la formación de hojas

verdes expandidas por planta y la evolución de la altura de plantas.

Figura 8: Relación entre el número de hojas verdes expandidas por planta y el largo promedio
de planta, expresado en cm. Regresión lineal: Y = 2,78 X – 9,23, R²= 0,96

Considerando la relación existente entre la evolución de la elongación de la planta

y la producción de hojas verdes expandidas por plantas, se cita como antecedente al

expresado por Romero (2004) que manifiesta que para la ocurrencia de la elongación de

tallos de caña de azúcar, de vital importancia para lograr un buen rendimiento fabril, se

requiere un desarrollo foliar base, registrando el establecimiento de 5 hojas verdes

expandidas/tallo 1° para el comienzo de esta etapa. No se encontró en la bibliografía

consultada datos sobre cultivo de pimiento.

50
De acuerdo a lo observado en la estadística descriptiva de los eventos

fenológicos registrados en el periodo de estudio, se observa que se realizó el

transplante cuando las plántulas presentaban entre los 3 a los 6 cm de largo,

presentando entre 3 a 8 hojas verdes expandidas. Posteriormente la producción de

hojas verdes expandidas manifestó un aumento geométrico con respecto al incremento

del largo de la planta. Para el comienzo de la floración, se observó que las plantas

involucradas en el muestreo producían entre 20 y 44 hojas verdes expandidas, y que la

altura de las plantas fluctúa entre 10 y 18 cm (Anexo 1).

Del análisis de la Figura 8 se estima que cuando la planta tiene 4 cm de largo, ya

formó sus 2 primeras hojas verdes expandidas. Posteriormente, la aparición de hojas

verdes expandidas es de 2 o 3 hojas por cada cm de elongación de la planta (Anexo 2).

En el análisis del comportamiento del cultivo en el ciclo de estudio (Anexo 1), se

puede apreciar que las plantas manifiestan la aparición de las primeras ramificaciones

entre un rango de altura de planta que fluctúa entre 8 y 15 cm, produciéndose

posteriormente un aumento importante en el número de ramificaciones, que no guarda

una relación directa con el incremento en la altura de la planta. Este comportamiento es

coincidente con lo expresado por Nuez Viñals (1996), que manifiesta que en el cultivo

de pimiento se produce una fase de rápido desarrollo, caracterizada por una intensa

división de todos los órganos de la planta e iniciándose el desarrollo de tejidos

secundarios.

Esta relación es dependiente también de la aparición de las flores, debido a que

éstas rompen la dominancia apical y permiten la formación de ramificaciones. Estos

resultados no coinciden con los de Nuez Viñals (1996), quien sugiere que el punto de

partida para la formación de ramificaciones en el tallo, es cuando la planta alcanzó

entre 15 y 20 cm de altura. Este autor no hace referencia a la variedad o híbrido a la

que pertenecen los datos proporcionados.

51
La aparición de ramificaciones se registró cuando las plantas superaron los 10 cm

de altura, con una tasa de aparición de una ramificación cada 4 cm de elongación de la

planta (Fig. 9).

Figura 9: Relación entre la formación de ramificaciones y el largo de la planta de pimiento var.


Fyuco, expresado en cm, durante el periodo de estudio. Regresión lineal: Y = 0,25 X – 1,69, R² =
0,82

La aparición de la primera ramificación ocurre cuando la planta tiene 19 hojas

verdes expandidas. Después de este punto, la frecuencia con que se da una ramificación

es cada 11 hojas (Fig 10).

Milthorpe y Moorby (1982) y Kantolic et al. (2004) manifiestan que la producción

foliar depende, en una relación directa, con la formación de nuevas ramificaciones y por

la diferenciación de hojas en cada ápice. Kantolic et al. (2004) agrega además que una

vez producida la activación de las yemas laterales, se inhibe la producción de nuevas

hojas en el tallo principal. Cárcova et al. (2004) señalan que muchos cultivos generan

nuevas unidades al ramificarse, sobre las que aparecen nuevas hojas, pero también

concluye que la competencia intraplanta y las modificaciones en el ambiente lumínico

52
determinan que el ritmo de expansión foliar y la formación de ramificaciones disminuya

hasta cesar, produciéndose el comienzo de la senescencia de órganos vegetativos.

Para la relación existente entre la dinámica de la producción de ramificaciones y

la aparición de hojas verdes expandidas, los datos del comportamiento del cultivo en el

periodo considerado, nos indica que la aparición de las primeras ramificaciones son

coincidentes con una producción de hojas que fluctúa entre 10 y 22 hojas, salvo en el

caso de la FS1 en donde se produjeron como promedio 33 hojas expandidas. Para el

comienzo de la producción de ramificaciones se necesitaron un promedio de entre 97 y

121 días después de siembra (Anexo 1).

Figura 10: Relación entre el número de ramificaciones por planta y la producción de hojas
verdes expandidas, durante el periodo fenológico considerado. Regresión lineal es Y = 0,09 X –
0,73, R²= 0,80.

B- Relaciones entre órganos vegetativos y reproductivos

En cuanto al periodo de floración, se aprecia que el mismo se registró cuando la

planta alcanzó una altura de entre 10 y 15 cm, posteriormente se manifestó un aumento

pronunciado en el número de flores, producido por la plenitud en el periodo de floración.

53
(Anexo 1). En la Fig. 11 se puede ver que, para que la planta forme su primera flor, tiene

que medir aproximadamente 8 cm de largo y, posteriormente, la tasa de aparición es de

una flor por cada cm de altura de la planta.

Figura 11: Relación entre el número acumulado de flores por planta y la altura media en cm,
durante el periodo de estudio. Regresión lineal Y = 0,99 X – 7,1, R²= 0,90.

Los primeros frutos se formaron cuando la planta alcanzó una altura de entre 16

y 21 cm (Anexo 1). Con posterioridad, los aumentos en la cantidad de frutos cuajados se

produjeron en forma sostenida. En este período hay que tener en cuenta que las

mediciones se registraron hasta que el 50% de las plantas manifestó fruto cuajado de

2 cm de diámetro, por lo tanto, no se registró la producción real de frutos hasta

cosecha.

También se observó una disminución en la tasa de crecimiento de la planta luego

de la aparición de los primeros frutos. Este comportamiento es coincidente con lo

expresado por Pérez García et al. (1994), Barcelo Coll et al. (1995), Orellana Benavides

(2000) y por Azofeifa y Moreira (2004) quienes manifiestan que el desarrollo de

frutos provoca una disminución del crecimiento vegetativo de la planta debido a un

cambio en las prioridades de destinos de los productos formados en la fotosíntesis.


54
Se estima que para esta variedad, el primer fruto empieza a formarse cuando la

planta ha superado los 16 cm, con una frecuencia posterior de un fruto cada 7 cm de

altura de la planta (Anexo 2 y Fig. 12).

Figura 12: Relación entre el número de frutos cuajados por planta y el largo de la planta,
expresado en cm, durante el periodo considerado. Y = 0,13 X – 1,23 R²= 0,66.

Los datos del trabajo a campo nos indican que para formar entre 2 y 3 flores se

necesitaron entre 23 y 39 hojas verdes expandidas, y se requirieron entre 127 y 97

días después de la siembra para lograr estos resultados (Anexo 1). En promedio, la

primera flor se forma cuando se han establecido las primeras 14 hojas verdes

expandidas (Fig. 13). Posteriormente se produce un aumento pronunciado en el número

de flores, con una frecuencia máxima de 1 flor cada 3 hojas verdes expandidas.

Pilatti et al. (1991), Pochard, citado por Zapata et al. (1992), Maroto Borrego

(1995) y Vigliola (1996) expresan que la aparición de flores en Capsicum annum depende

de un número mínimo de hojas, además de condiciones favorables de luz, temperatura y

humedad. Pilatti et al. (1991) afirma que para formar una flor es necesario que se

encuentren en la planta unas 13 hojas, lo cual es similar a lo observado en el presente

trabajo.
55
Figura 13: Relación entre el número de flores y la producción de hojas verdes expandidas por
planta, durante el periodo de estudio. Y = 0,35 X – 3,68 R²= 0,92.

La interrelación existente entre la producción de flores y la formación de

ramificaciones nos indica que es necesario que se produzcan flores para la posterior

formación de las ramificaciones (Fig 14). FAO (1991), Nuez Viñals (1996) y Kantolic et

al. (2004) expresan que es necesaria la formación de un vástago floral para permitir la
ruptura de la dominancia apical y la formación de ramificaciones.

Para que se produzca la primera ramificación es necesario que la planta haya

producido al menos 2 flores. Posteriormente, la tasa de formación de ramificaciones es

de una ramificación cada 4 flores.

56
Figura 14: Relación entre el número acumulado de flores y la formación de ramificaciones,
durante el periodo fenológico considerado. Y = 0,25 X - 0,22, R²= 0,84.

En la correlación entre la producción de frutos y la evolución del número de hojas

por planta, los datos obtenidos indican que para la formación del fruto es necesaria una

cantidad mínima de hojas, ya que la nutrición del fruto en desarrollo sería realizada

fundamentalmente por las hojas cercanas al mismo (Barcelo Coll et al., 1995; Vázquez

Becalli, 1995).

La Fig. 15 nos indica que para que se forme el primer fruto en la planta, esta

variedad requiere al menos 38 hojas verdes expandidas. El ritmo posterior de aparición

de un fruto ocurre después de la producción de 24 hojas nuevas por planta.

57
Figura 15: Relación entre el número de hojas verdes expandidas y la producción de frutos por
planta durante el periodo considerado. Y = 0,04 X – 0,73, R²= 0,64.

C- Relaciones entre órganos reproductivos

El primer fruto en la variedad Fyuco se forma cuando la planta ha generado

alrededor de 10 flores. Posteriormente, la tasa de formación de un fruto ocurre

después de la producción de 8 flores en la planta.

Considerando la relación existente entre la dinámica en la producción de flores y

la evolución de la formación de frutos por planta, los resultados marcan una tendencia

indirectamente proporcional. Es notorio que en todas las FS a pesar de la cantidad

importante de flores presentes, la cantidad de frutos obtenidos es muy baja.

Este comportamiento es explicado por Nuez Viñals (1996), quien expresa que

debido a la presencia de frutos en desarrollo disminuye el porcentaje de cuajado de

flores, existiendo una correlación negativa entre estas fases del desarrollo, situación

que aumenta la posibilidad de aborto de flores. En este sentido, este autor cita que

Kato y Tanaka (1971) encontraron que el porcentaje de cuajado de flores fue bajo en el

pico de la producción del cultivo y alto cuando descendió el número de frutos. Otro

aspecto señalado por estos autores es el decrecimiento gradual del cuajado a lo largo
58
de la vida de la planta; las primeras flores muestran un buen cuajado, luego éste va

decreciendo.

Orellana Benavides (2000) afirma que al iniciar la etapa de floración, el pimiento

produce abundantes flores terminales en la mayoría de las ramas. Posteriormente, el

período de floración se prolonga hasta que la carga de frutos cuajados corresponda a la

capacidad fisiológica de madurarlos que tenga la planta.

El mayor número de frutos y los frutos de mayor tamaño se producen durante el

primer ciclo de fructificación. A medida que los frutos crecen, se inhibe la producción

de nuevas flores. De esta manera, el cultivo de pimiento tiene ciclos de producción de

frutos que se solapan con los siguientes ciclos de floración y crecimiento vegetativo.

Este patrón de fructificación da origen a frutos con distintos grados de madurez en las

plantas, lo que usualmente permite cosechas periódicas.

Hall, (1977) y Marcelis et al., (2004) afirman que la señal más obvia de

competencia entre estos órganos es la abscisión de flores y frutas pequeñas durante el

período de crecimiento activo de las frutas más desarrolladas, mientras se produce un

nuevo ciclo en la floración y fructificación. También manifiestan que el órgano que

crece más activamente después de la floración es el fruto (Hall, 1977; Marcelis y Baan

Hofman-Eijer, 1995).

59
Figura 16: Relación entre el número de flores y la producción de los primeros frutos cuajados. Y
= 0,13 X – 0,24, R²= 0,67.

4- Efecto del factor térmico en el crecimiento y desarrollo inicial

del cultivo.
A- Consideraciones generales

Para realizar una evaluación más detallada del cultivo, se decidió considerar en

este trabajo, las distintas etapas fenológicas por las que atraviesa el mismo. En la

bibliografía consultada se encontraron algunas clasificaciones fenológicas realizadas

para pimiento, como las realizadas por Consuelo y Nelia (1991), Coss-Romero (1998) y

Montes Hernández et al. (2004), pero no se podrían aplicar en este trabajo, debido a

que no permitiría analizar en detalle los eventos fenológicos que ocurrieron, ya que el

estudio incluye la siembra hasta que el 50% de las plantas manifieste fruto cuajado de

2 cm de diámetro.

Un antecedente válido es el descrito por Azkue et al. (2000) para plantaciones

de mango, donde se evaluaba el comportamiento fenológico de tres cultivares, de

60
acuerdo a su requerimiento térmico, dividiéndose el periodo de estudio en tres fases

del desarrollo: brotación, floración y fructificación.

En este trabajo, se decidió dividir al cultivo en 4 fases, siendo las mismas

visualmente detectables, proponiendo las siguientes etapas ontogénicas:

1. Siembra- transplante (ST).

2. Transplante – aparición de flor (TF).

3. Aparición de flor – aparición de fruto (FFr).

4. Aparición de fruto – presencia de fruto 2 cm de diámetro (FrF2).

La cantidad de números de días para completar cada fase varió sustancialmente

entre las 5 FS evaluadas (Cuadro 3).

Cuadro 3: Número de días acumulados en el ciclo y de días por período fenológico, en las 5
fechas de siembra.

Fecha 1 Fecha 2 Fecha 3 Fecha 4 Fecha 5

N° días N° días N° días N° días N° días N° días N° días N° días N° días N° días
por por por por por
acum. acum. acum. acum. acum.
PERIODO periodo periodo periodo periodo periodo
Siembra -
transplante. 100 - 79 - 71 - 65 - 65 -
Transplante
-Ap. flor 27 127 34 113 36 107 49 114 32 97
Ap. flor -
Ap. fruto 7 134 18 131 36 143 8 122 18 115
Ap. fruto -
Ap. Fr 2 cm 18 152 25 156 14 157 21 143 28 143

En el caso del primer estadio (ST), los datos registrados muestran fluctuaciones

entre la FS 1, con 100 días insumidos para completar ese periodo y las FS 4 y 5 que

requirieron 65 días.

En el caso de la etapa de transplante hasta la aparición de las primeras flores, la

cantidad de días requeridos varia entre un mínimo de 27 para la FS 1 y un máximo de 49

días para la FS 4.

61
Para la fase siguiente (FFr) se registraron como puntos extremos, 7 días para la

FS 1, y 36 días para la FS 3. En el caso de la última fase (FRF2), la fluctuación máxima

se registró entre la FS 1 y la 5, con 14 y 28 días respectivamente. Para la duración total

del ciclo se obtuvieron como registros extremos, a 143 días para la FS 4, y 157 días

para la FS 3.

Mundarain et al. (2005) realizaron un análisis de la evolución de crecimiento y

desarrollo de plántulas de ají, realizando una descripción pormenorizada de los eventos

fenológicos que ocurren cronológicamente en el cultivo, pero no realizan un registro de

los factores ambientales que brinde una información agronómica más útil.

El análisis antes citado demuestra las dificultades que plantea la comparación del

comportamiento del cultivo en relación con la variación de las fechas de siembra,

debido a que intervienen otros factores, especialmente los ambientales, cuya inclusión

puede explicar mejor el comportamiento del cultivo.

Es decir, que el conocimiento del tiempo cronológico asociado a la fenología del

cultivo es un dato incompleto a la hora de evaluar y predecir el comportamiento, por lo

que se hace necesario incluir en el análisis a los factores ambientales (temperatura, luz,

etc.) que influyen en la dinámica del crecimiento y desarrollo del cultivo.

Las condiciones térmicas e hídricas constituyen los factores que prácticamente

explican la dinámica de las fases iniciales de los cultivos. Sin embargo, cuando la

disponibilidad hídrica no presenta limitaciones, la temperatura adquiere la máxima

responsabilidad en las modificaciones fisiofenológicas que se observan.

Sadra et al. (2000) manifiesta que la duración de una fase, normalmente medida en

días, depende en forma determinante de la temperatura. De igual manera, el comienzo y

fin de cada fase, etapa y/o ciclo sirve para evaluar la velocidad del desarrollo en las

plantas, y según Ellis et al. (1990), citado por Uzun et al. (2001), la duración de una fase

o etapa del desarrollo tiene una relación matemática con el tiempo térmico.

La temperatura controla la tasa de desarrollo de los cultivos. Según WMO, (1993),

la medida de esta temperatura acumulada se conoce como tiempo fisiológico o térmico,

62
e involucra una combinación adecuada de grados de temperatura y el tiempo

cronológico.

Es necesario establecer la edad fisiológica del cultivo, definido este termino como

la acumulación de tiempo térmico requerido para cumplir las diferentes fases

ontogénicas de un vegetal, a lo largo de su ciclo de vida (WMO,1993), para tener una

real visión del estado de desarrollo del cultivo afectado por las condiciones ambientales

existentes y específicamente tomando a la temperatura como factor preponderante.

En este sentido, Kürklü et al. (1998) analiza el comportamiento fenológico de un

cultivo de berenjena afectado por los factores ambientales incidentes, principalmente

temperatura y radiación solar, realizando una pormenorizada descripción de los eventos

que acontecen. Otros autores como Misle (2003), al realizar estudios en melón, resalta

la importancia de conocer la edad termofisiológica a través del tiempo térmico, ya que

esta variable es más conveniente y estable al momento de expresar la respuesta del

cultivo ante otros factores que lo afectan.

Una mejor comprensión de la influencia de la temperatura en la dinámica de la

emergencia y del crecimiento inicial del cultivo de pimiento en condiciones de campo

resultaría importante para optimizar el desarrollo del cultivo, orientando a la elección

de la fecha de plantación, del o los genotipos más adecuados, de las estrategias de

manejo y de su oportunidad de aplicación, como también para minimizar las limitaciones

agroecológicas que se imponen cuando el cultivo se establece en condiciones poco

favorables (Andrade et al., 1996).

El registro sistemático y posterior uso de estas fases fenológicas permite

correlacionarla con el clima, especialmente con la temperatura, la humedad y con los

factores edáficos. Esta integración ofrece llegar a ciertas conclusiones o realizar

predicciones respecto a las respuestas de las plantas al ambiente.

La predicción del desarrollo y crecimiento de los cultivos mediante modelos

basados en la información meteorológica de rutina, tiene gran interés agronómico y su

empleo ha resultado exitoso. Las investigaciones con esta orientación han incrementado

63
en los últimos años, asociada a la posibilidad de integrar los resultados en modelos de

simulación (Andrade et al., 1996).

En el caso especifico del cultivo analizado, Montes Hernández et al. (2004) al

realizar un estudio comparativo entre variedades de pimiento, resaltaron que los

resultados obtenidos mostraron que hay variación en requerimientos térmicos en los

diferentes tipos de pimientos, existiendo un proceso de acumulación promedio de

unidades calor o temperatura en el inicio de las diferentes etapas de desarrollo.

Son Byong Hui y Kil Gwang Pil (1991) realizaron estudios sobre el comportamiento

de un cultivo de pimiento rojo, influenciado por el factor térmico, concluyendo que para

completar el periodo vegetativo, el pimiento tardó 40 días y requirió entre 600 y 700°C

día. En el caso del periodo reproductivo, demoró unos 50 días y los requerimientos

térmicos fueron de 1100 a 1200°C día.

Disponer de modelos biotérmicos para predecir la dinámica del crecimiento y

desarrollo inicial del cultivo de pimiento, resulta de importancia y utilidad para simular

las potenciales respuestas de los cultivares a modificaciones de las condiciones

ambientales y/o de estrategias de manejo, las que posteriormente deberán ser

validadas en el campo.

B- Efecto de la temperatura en las primeras fases ontogénicas del pimiento

Durante el ciclo del cultivo estudiado se registraron temperaturas medias

superiores a la temperatura base del cultivo (Tb), que es de 10°C, según numerosos

autores (Sánchez Gómez, 1970; Rico Ávila, 1983; Maroto Borrego, 1995; Pilatti, 1997;

Cano Alvarado, 1998), ya que únicamente se presentaron 3 días con temperaturas

promedios menores a 10 °C, en la FS 1 y cuando se encontraban las plantas en la etapa

de siembra- transplante. En el caso de las temperaturas posteriores al transplante,

tampoco se registraron temperaturas inferiores a este umbral térmico.

Con posterioridad al transplante, se produjeron temperaturas cercanas al

promedio mensual histórico (PMH) para la zona, pues en octubre el PMH es de 21,1°C y

64
se registró un promedio mensual (PM) de 22,4ºC, en noviembre el PMH es de 23,7°C,

registrándose un PM de 24,4ºC, en diciembre el PMH es de 25,4°C, ocurriendo un PM

de 23,1ºC y en enero el PMH es de 26,3°C, manifestándose un PM de 25,9ºC (Costa,

1990), demostrando asimismo que durante el periodo de estudio no se produjeron

alternancias térmicas de gran relevancia.

En la fase de siembra – transplante, a medida que las temperaturas aumentaban

la duración de esta fase disminuía (Cuadro 3). Un ejemplo de esto es el caso de la FS 1

que llevó 100 días para completar esta etapa, teniendo en cuenta que fue afectada por

temperaturas mínimas medias (TMM) inferiores a los 10°C. Contrariamente a esta

situación, las FS 4 y FS 5 llevaron 65 días, pero con TMM superiores a los 10°C.

En la fase de transplante hasta la aparición de las primeras flores no se

produjeron temperaturas inferiores a los 10°C, registrándose temperaturas medias

(TM) superiores a los 20°C. En cuanto a la duración, la FS 1 solamente demandó 27 días,

probablemente porque al momento de realizar el transplante los plantines presentaban

un mayor desarrollo fenológico que en las otras FS, como lo evidencian su altura y

número de hojas (8 cm y 9 hojas). La mayor duración de esta fase se registró en FS 4

con 49 días.

Entre la aparición de las primeras flores y la aparición de los primeros frutos, no

se produjeron temperaturas por debajo de los 10°C, registrando las menores

duraciones de esta fase en las FS 1 y FS 4, con 7 y 8 días respectivamente. Este

comportamiento explicaría el mayor desarrollo fenológico observado en la FS 1 desde la

fase 1. A su vez, la FS 4 registró una mayor duración en la fase 2 (TrF). Las FS 2 y FS

5 cumplieron esta fase en 18 días y la FS 3 en 36 días.

Desde la aparición de los frutos hasta el fin del estudio, no se registraron

temperaturas inferiores a 10°C, registrándose como valores extremos de duración de

14 días para FS 3 y 28 días de la FS 5

65
Cuadro 4: Comparación del efecto que tuvieron en el cultivo las T. Mín. medias, Máx. medias y medias en las

diferentes fases fenológicas para cada FS

Siembra - transplante. Transplante -Ap. flor Ap. flor - Ap. frutos Ap. fruto - Fruto 2 cm

T T max T ½ Días T min T max T ½ Días T min T max T ½ Días T min T max T ½ Días

min (en (en período (en (en (en período (en (en (en período (en °C) (en °C) (en °C) período
°C) °C) °C) °C) °C) °C) °C) °C)
(en
°C)
F. S. 1 7,1 22,9 20,9 100 14,2 29,3 22 27 18,5 33,5 25,6 7 18,2 33,6 25,4 18

F. S. 2 7,4 23,7 22,4 79 15,1 30,1 22,7 34 18,2 33,6 25,4 18 17,6 29,7 23,1 25

F. S. 3 8,6 25 23 71 16,1 31,4 23,5 36 18,1 30,8 24 36 18,9 29,9 24 14

F. S. 4 10, 26,7 24,2 65 17,2 31,1 24 49 16,5 29,3 22,5 8 18,7 30,4 24 21

F. S. 5 11,4 27,3 24,3 65 17 32,1 24,3 32 17,3 29,1 22,8 18 19 31,2 24,7 28

66
Cuadro 5: Comparación, en las distintas FS, entre los valores medios de altura de la planta (AP), número de hojas (NH), número de

flores (NF), número de ramificaciones (NR) y tiempo térmico acumulado (TTA) para cada periodo fenológico, considerando una

temperatura base de 10°C.

FS 1 FS 2 FS 3 FS 4 FS 5

TTA TTA TTA TTA TTA


FASES AP NH NR NF AP NH NR NF AP NH NR NF AP NH NR NF AP NH NR NF
Siembra -
transplante. 8 9 0 0 1096 5 7 0 0 980 3 5 0 0 920 5 6 0 0 921 5 5 0 0 911
Transplante
-Ap. flor 17 39 3 3 1432 15 23 0 2 1426 10 18 2 2 1402 18 44 3 14 1591 12 24 3 3 1369
Ap. Flor -
Ap. fruto 23 51 11 12 1541 23 52 6 14 1653 28 57 5 13 1906 24 66 5 25 1690 21 48 5 13 1598
Ap. fruto -
Ap fruto 2
cm 35 85 11 23 1769 45 127 6 39 1974 35 72 5 18 2102 41 109 8 21 1985 45 120 5 21 2008

67
4- Respuesta del pimiento var. Fyuco al Tiempo Térmico
Los requerimientos térmicos del cultivo para completar las fases ontogénicas

analizadas se aprecian en el Cuadro 5.

A- Requerimiento térmico por fases

Los requerimientos térmicos registrados para que se cumplan las etapas

fenológicas consideradas en el cultivo se observan en el Cuadro 6.

Cuadro 6: Requerimientos térmicos para las diferentes etapas fenológicas del cultivo.

ETAPA FENOLOGICA TIEMPO TERMICO ACUMULADO


Siembra- transplante (ST) 980°C día ± 98°C día
Transplante – aparición de flor (TF) 1170 °C día ± 117°C día
Aparición de flor – aparición de fruto (FFr) 1566°C día ± 157°C día
Aparición de fruto – presencia de fruto 2 2200°C día ± 220°C día
cm de diámetro (FrF2)

B- Efecto sobre la producción de hojas verdes expandidas

En el momento de realizar el transplante desde el invernadero al lugar de

implantación definitivo, las plantas presentaban como promedio entre 5 y 9 hojas

verdaderas (HV), registrándose un Tiempo Térmico Acumulado (TTA) que varió entre

911 y 1096 grados. día. En la etapa 2, la FS 4 registró 44 HV y 1591 grados. día y en la

FS 5 se produjeron 24 HV en 1369 grados. día. En la etapa 3, la FS 4 produjo 66 HV en

un TTA de 1690 grados. día y para FS 5 la planta formó 48 hojas promedio con un

registro de 1598 grados. días, tomando estos valores como los extremos por fase en la

producción de hojas verdes expandidas.

Los resultados obtenidos indicarían que el pimiento Fyuco, al finalizar la etapa de

ST, presenta en promedio 5 hojas verdes expandidas, con un requerimiento térmico de

958 °C día (Fig. 17). En esta fase, para la aparición de la primera hoja, el requerimiento

térmico fue de aproximadamente 460°C día, disminuyendo progresivamente hasta

formar la hoja 5 con un requerimiento de 60°C día.

68
121

101 Y=120,8054/(1+EXP(7,45128-0,004388*x))
r2=0.87
N° hojas/ planta

81

61

41

21

1
800 900 1000 1100 1200 1300 1400 1500 1600 1700 1800 1900 2000 2100 2200
Tiempo Térmico Acumulado (°C día)

Y Actual Y Predicted

Figura 17: Dinámica de la aparición de hojas verdes expandidas por planta de pimiento var.
Fyuco, en función del tiempo térmico acumulado ( °C días) para el periodo estudiado. Y=
120,8054/(1+ EXP (7,45128-0,004388*x)) R2 = 0,87.

Al culminar la etapa TF, se registraron 11 hojas por planta, con un requerimiento

térmico acumulado de 1169 °C día ± 117°C día. En esta etapa, el requerimiento térmico

promedio para formar una hoja verde expandida fue alrededor de los 40°C día.

Finalizando la etapa FFr, en promedio se formaron 43 hojas verdes expandidas

por planta, requiriendo 1566°C día ± 157°C día, dicho valor foliar corresponde al 40% de

las hojas formadas durante el ciclo de estudio. El requerimiento para formar una hoja

verde expandida en esta etapa fue de 10°C día, tomando este dato como un valor

promedio.

Hacia el final del ciclo, las plantas presentaban 108 hojas verdes, requiriendo

2200°C día ± 220°C día. El requerimiento promedio para formar una hoja verde

expandida en esta etapa fue de 8°C día.

Estos resultados son coincidentes con los enunciados por Xinyou Yin y Kropff

(1996) y Miralles et al. (2004) que señalan que la tasa de aparición de hojas en los
69
vegetales está fuertemente influenciada por la temperatura. Asimismo, Padilla (2005),

trabajando con cultivos de maíz, afirma que la velocidad de aparición de primordios

foliares y de hojas también esta influenciada por la temperatura.

Cárcova et al (2004) manifiestan que las hojas aparecen a un ritmo relativamente

constante de tiempo térmico, denominado filocrono. Este valor de filocrono varia entre

las especies y entre genotipos dentro de las especies. Andrade (1996) determinó, para

híbridos de maíz con adaptación a la zona de Balcarce (Argentina), los requerimientos

térmicos necesarios para la formación de hojas. Cao y Moss (1989), citados por

Santiveri Morata (1998), estudiaron en trigo y en cebada el efecto de la temperatura

en el filocrono en cámaras de ambiente controlado. Los resultados obtenidos mostraron

que la velocidad de emergencia de las hojas aumentó con una relación parabólica con el

incremento de la temperatura.

C- Efecto del Tiempo Térmico en la altura de la planta

Existen algunos antecedentes en los que se cita las necesidades térmicas de los

cultivos para completar la etapa de emergencia del cultivo. Sadras et al. (2000)

enuncian las necesidades térmicas para los cultivos de maíz, girasol y soja. Andrade et

al. (1996) determinó para híbridos de maíz con adaptación a la zona de Balcarce
(Argentina), los requerimientos térmicos necesarios por el cultivo entre la etapa de

emergencia y cambio de estado vegetativo a reproductivo del ápice.

La dinámica del crecimiento en la altura de la planta de pimiento var. Fyuco con

respecto al factor térmico expresado como tiempo térmico, se puede apreciar en la Fig.

18. El modelo de ajuste fue tipo sigmoidal, representando adecuadamente el

comportamiento registrado en el campo de las 5 FS evaluadas en conjunto, evidenciando

un elevado coeficiente de determinación (R2 >90%).

70
50
45
Altura Planta (cm)

40
Y=63,85/(1+EXP(5,3938-0,002898*x))
35
r2=0.92
30
25
20
15
10
5
0
900 1000 1100 1200 1300 1400 1500 1600 1700 1800 1900 2000 2100 2200
Tiempo Térmico Acumulado (°C día)

Y Actual Y Predicted

Figura 18: Evolución de la altura de planta, expresada en cm, influenciada por el tiempo térmico
acumulado (en °C. días) con una temperatura base de 10°C. Y= 63,85/(1+EXP(5,3938-
0,002898*x)) R2=0,92.

Del análisis de la figura anterior y considerando las fases fenológicas propuestas,

para completar la etapa de ST el pimiento Fyuco, alcanzará 5 cm de altura, para el

requerimiento térmico de 980 °C día ± 98°C día.

Al finalizar la fase TF, la plantas de pimiento tienen unos 8 cm de altura, para un

requerimiento térmico de 1169 °C día ±117°C día. Los valores promedios calculados de

TTA para 1 cm de altura en esta etapa fueron de 60°C día.

Al cumplir la etapa FFr, el cultivo tuvo 24 cm de altura, requiriendo 1566°C día ±

157°C día, calculándose 20°C día, como valor promedio, por cada cm de altura de la

planta.

Hacia el final del ciclo, es decir, en la etapa FrF2, el pimiento Fyuco medió en

promedio 46 cm de altura, requiriendo 2200°C día ± 220°C día. En esta etapa, por cada

cm de altura el requerimiento calculado fue de 15°C día.

71
D- Efecto del Tiempo Térmico en la dinámica de la ramificación

No se encontró en la bibliografía consultada, información que haga referencia a

los requerimientos térmicos para la formación de ramificaciones, ya sea en pimiento u

otro cultivo.

La producción de ramificaciones en la variedad de pimiento Fyuco, influenciado

por el efecto del tiempo térmico, se puede apreciar en la Fig. 19, donde se utilizó un

modelo de tipo sigmoidal, que evidenció un elevado coeficiente de determinación (R2

>80%).

13

11
Y=11,59/(1+EXP(9,3745-0,005228*x))
N°ramif/ planta

9 r2=0.84

1
1000 1100 1200 1300 1400 1500 1600 1700 1800 1900 2000 2100 2200
Tiempo Térmico Acumulado (°C día)

Y Actual Y Predicted

Figura 19: Relación entre la dinámica de la formación de ramificaciones y el tiempo térmico


acumulado (en °C días) durante el período de estudio considerado. Y= 11,59/(1+ EXP(9,3745-
0,005228*x)) R2=0,84.

Las ramificaciones se producen con posterioridad al comienzo de la etapa FFr, es

decir, después del comienzo de floración. El requerimiento calculado para la formación

de la primera ramificación fue de aproximadamente 1210 ± 121°C día. Para la aparición

de la segunda ramificación se estimó un requerimiento térmico de alrededor de 200°C

día.

72
Para el comienzo de la etapa FrF2, se calculó 1566 ± 157°C día, cuando se

presentaron 3 ramificaciones. Posteriormente se estimó que para formar una nueva

ramificación en esta etapa, es necesario aproximadamente 80°C día.

E- Efecto del Tiempo Térmico en la producción de flores

Entre algunos de los antecedentes del cálculo de los necesidades térmicas para la

formación de estructuras florales, Andrade et al. (1996) determinó, para híbridos de

maíz adaptados a la zona de Balcarce (Argentina), los requerimientos térmicos

necesarios para completar el periodo entre la emergencia y el momento de cambio de

estado de ápice, es decir, el pasaje del estado vegetativo al reproductivo.

Francescangeli et al. (2004), establecieron los requerimientos térmicos necesarios para

la diferenciación floral y rendimiento en variedades de brócoli

Pilati (1991) concluye que, en pimiento, la inducción de la floración no es afectada

por el fotoperíodo, sino que se realiza fundamentalmente por sumas térmicas, luego que

la planta produce entre 8 y 12 hojas según la variedad o híbrido. Es importante que la

antesis floral se realice cuando las temperaturas sean óptimas.

Miralles et al. (2004) señalan que la aparición de primordios florales está

fuertemente influenciada por la acumulación de tiempo térmico recibido durante el

ciclo de cultivo.

En el Cuadro 5 se observa una correlación entre el Tiempo Térmico Acumulado

(T.T.Ac.) y la aparición de las primeras flores (APF), el tiempo térmico fluctuó entre

1369 y 1432 ºC. día acumulados hasta el inicio de APF, con un valor máximo registrado

para la FS 4 de 1590 grados. día acumulados, pero visualizándose en promedio unas 14

flores por planta. Esta demora en el registro se produjo debido a que en el muestreo

anterior, no se observaron flores, y en los 10 días transcurridos se observó desarrollo

fenológico más acelerado de la planta, formando una mayor cantidad de flores con

respecto a las otras fechas de siembras evaluadas. En el caso de la fase siguiente

73
(FFr), la cantidad promedio fue un promedio de 12 a 14 flores por planta, exceptuando

la fecha 4 en donde se registraron 25 flores por planta.

Al final del periodo de estudio se registraron entre 18 y 39 flores por planta en

las distintas fechas de siembra, pero las torrenciales lluvias acontecidas en los meses

de octubre y noviembre del año 2003, produjeron caída de flores, dificultando

completar el análisis del efecto de la temperatura en estas fases.

Para modelar el efecto del tiempo térmico en la dinámica de la producción de

flores (Fig. 20), se utilizó un modelo de tipo sigmoidal, evidenciando un elevado

coeficiente de determinación (R2=90%).

41
36
N° flores/ planta

31 Y=31,75/(1+EXP(13,711-0,008195*x))
26 r2=0.90
21
16
11
6
1
1000 1100 1200 1300 1400 1500 1600 1700 1800 1900 2000 2100 2200
Tiempo Térmico Acumulado (°C día)

Y Actual Y Predicted

Figura 20: Evolución de la formación de flores en función del tiempo térmico (en °C días)
durante el periodo de estudio. Y = 31,75/(1+ EXP(13,711-0,008195*x)) R2 =90.

La aparición de las flores fue coincidente con el inicio de la etapa FFr,

estimándose un requerimiento térmico para formar la primera flor de 1169 ± 117°C día,

y para la aparición de la segunda flor se necesitó acumular unos 130°C día más. La

posterior aparición de flores requirió 30°C día como valor promedio.

74
Al inicio de la etapa FrF2, se observaron 9 flores en promedio, con un tiempo

térmico de 1566°C día. La frecuencia promedio de aparición de flores en esta fase fue

de 1 flor cada 10°C día.

F- Efecto de la temperatura en la producción de frutos

El efecto del tiempo térmico acumulado sobre la dinámica en la producción de

frutos (Fig. 21) siguió un modelo de tipo sigmoidal, evidenciando un elevado coeficiente

de determinación (R2=77%).

9
8
7 Y=7,25/(1+EXP(13,767-0,007132*x))
N° fruto / planta

r2=0.77
6
5
4
3
2
1
1000 1100 1200 1300 1400 1500 1600 1700 1800 1900 2000 2100 2200
Tiempo Térmico Acumulado (°C día)

Y Actual Y Predicted

Figura 21: Relación entre el número de frutos cuajados por planta y el tiempo térmico (en °C
días) durante el periodo de estudio. Y= 7,25/(1+EXP(13,767-0,007132*x)) R2= 0,77.

La aparición del primer fruto fue coincidente con la finalización de la etapa FFr y

comienzo de la etapa FrF2 y evidenció un requerimiento térmico calculado para formar

el primer fruto es de 1566 ± 157°C día. Para formar el segundo fruto requirió 180°C día

como valor medio. Posteriormente, para la aparición de sucesivos frutos se estimó un

requerimiento de 90°C día.

75
G- Integración del comportamiento fenofisiologico y su respuesta al Tiempo

Térmico

En la Fig. 22 se integra la respuesta al tiempo térmico de las distintas variables

estudiadas, expresadas en unidades relativas (%), visualizándose que las tendencias de

las curvas son de tipo sigmoidal, como ya se analizó en cada caso en particular, y

representan fielmente los comportamientos registrados en el campo.

110

100

90

80
Magnitud de la variable

70

60
N° hojas
50
Largo Planta
40 N° Flores
N° Ramif.
30
N° frutos
20

10

0
20 220 420 620 820 1020 1220 1420 1620 1820 2020
Tiempo Térmico

Figura 22: Dinámica relativa al máximo de las variables del crecimiento y desarrollo (N° hojas,
N° flores, N° frutos, N° ramificaciones y largo de la planta) del pimiento Fyuco en función del
tiempo térmico acumulado (en °C días) durante el periodo considerado.

Para favorecer el estudio de las interrelaciones entre las variables y el efecto

del factor térmico, se realizó un análisis por separado para cada una de las fases

fenológicas propuestas.

76
Siembra - transplante

Esta fase abarca desde la siembra hasta que los plantines estuvieron en

condiciones de ser transplantados, lo que se logra con un requerimiento térmico de 980

± 98°C día. Las características morfofisiológicas de los plantines respondieron a lo

citado por Rico Ávila (1983) y a las prácticas empíricas de manejo comunes de la zona.

Para que las plantas de pimiento cumplimenten esta fase y estén en condiciones

de ser transplantadas deberían presentar más de 5 cm de altura y con al menos 5 hojas

verdes expandidas.

Transplante – floración

Esta fase comprende desde la operación del transplante hasta la aparición de la

primera flor, con un requerimiento térmico de 189°C día (1169 ± 117°C día - 980 ± 98°C

día).

Al culminar esta fase (TF), se estima que las plantas deberían presentar unas 11

hojas verdes expandidas y 8 cm de altura, con 2-3 flores visibles.

Floración – aparición de fruto

Esta etapa comprende desde la aparición de la primera flor hasta la aparición del

primer fruto, siendo el requerimiento térmico neto de unos 397°C día (1566 ± 157°C día

- 1169 ± 117°C día).

Para cumplimentar esta etapa, las plantas tendrían que manifestar, como valores

promedios, unos 24 cm de altura, 43 hojas verdes expandidas, 9 flores y 3

ramificaciones, con el primer fruto formado.

Aparición primer fruto a primer fruto cuajado de 2 cm de diámetro.

Esta fase, que se desarrolla desde la aparición del primer fruto hasta la

presencia del primer fruto cuajado de 2 cm de diámetro, evidencia un requerimiento

térmico de 634°C día (2200 ± 220°C día - 1566 ± 157°C día).


77
Al termino de esta fase (FrF2), las plantas tendrían unos 46 cm de altura, 108

hojas verdes y 9 ramificaciones, además de aproximadamente 30 flores.

CAPITULO V: CONCLUSIONES E IMPORTANCIA

AGRONOMICA
Considerando la hipótesis planteada y los objetivos perseguidos en este trabajo

de tesis, se analizan las principales conclusiones obtenidas y su importancia en el

manejo del cultivo de pimiento.

Para realizar un análisis más detallado de las conclusiones que se efectuaron, se

recordará que la hipótesis del trabajo fue:

“En condiciones de campo, con un manejo cultural convencional y sin limitaciones

hídricas: Cambios en el escenario térmico, bajo el cual acontecen el desarrollo y

crecimiento del pimiento entre la siembra y la aparición del primer fruto cuajado
de 2 cm de diámetro, producen modificaciones significativas en la duración y
evolución de las fases fenológicas, en la dinámica de la expansión foliar y del
crecimiento de subestructuras vegetativas y reproductivas. Este comportamiento se
expresa en el cultivo en condiciones hídricas adecuadas y en un cultivar indiferente al

fotoperíodo”.

En este sentido, consideramos el análisis en particular de cada objetivo propuesto.

1) Se evaluó, en un cultivar de amplia difusión, en condiciones de campo y sin


limitaciones hídricas, los efectos de las diferentes fechas de siembra en el
desarrollo fenológico, la dinámica de la expansión foliar y del crecimiento de
estructuras vegetativas y reproductivas del pimiento hasta la aparición del
primer fruto cuajado de 2 cm de diámetro, en el 50 % de las plantas
muestreadas.
Para evaluar el objetivo propuesto, se realizó un análisis de los efectos de 5

fechas de siembras diferentes, en la dinámica del desarrollo inicial del cultivo de

78
pimiento Fyuco realizado a campo, y manteniendo una disponibilidad hídrica adecuada

para el cultivo.

Los resultados obtenidos destacan:

a) Diferencias significativas y muy significativas en el comportamiento de

las variables estudiadas (N° hojas, N° frutos, N° ramificaciones, N°

flores y altura de la planta) cuando comparamos el comportamiento

fenológico, con respecto a los tratamientos realizados, es decir, a la

fechas de siembras.

b) La fecha de siembra constituye un factor de manejo importante en la

dinámica del crecimiento y desarrollo inicial del cultivo de pimiento var.

Fyuco.

2) Identificar eventos fenológicos que constituyan criterios prácticos y


efectivos para identificar el inicio y/o finalización de las fases iniciales del desarrollo
del cultivo de pimiento a campo.
Para lograr este objetivo, y considerando que en la bibliografía consultada no se

encontró una clasificación fenológica acorde a los requerimientos de este trabajo, se

planteó lo siguiente:

A) Proponer una clasificación fenológica para las etapas iniciales del cultivo de

pimiento. Esta clasificación se basa en eventos fenológicos que ocurren en el cultivo y

que son de simple detección visual, facilitando un registro de los mismos.

La clasificación propuesta es la siguiente:

1. Siembra- transplante (ST), comprende desde el momento de la siembra

hasta que la planta alcanzó aproximadamente 5 cm de altura y 5 hojas

verdes expandidas, es decir, las condiciones mínimas para realizarse un

transplante exitoso.

2. Para delimitar la etapa Transplante – aparición de flor (TF), tenemos en

cuenta el período posterior al transplante, hasta la aparición de las

primeras flores.
79
3. La etapa Aparición de flor – aparición de fruto (FFr), esta delimitada

por la aparición de las primeras flores hasta la aparición de los primeros

frutos.

4. En el caso de la etapa Aparición de fruto – presencia de fruto 2 cm de

diámetro (FrF2), ésta comprende desde la aparición de los primeros

frutos hasta que el 50% de las plantas observadas posean frutos cuajados

de 2 cm de diámetro.

B) El estudio e interpretación de las relaciones entre las variables analizadas, para

el cultivo de pimiento var Fyuco, permitió observar que:

1. cuando la planta tiene 4 cm de altura, ya formó al menos sus 2 primeras hojas

verdes expandidas. Posteriormente, la frecuencia en que se manifiesta este

evento es la aparición de entre 2 y 3 hojas por cada cm de altura de la planta.

2. la aparición de la primera ramificación se registra cuando las plantas superaran

los 10 cm de altura, con una frecuencia de aparición de la siguiente ramificación

cada 4 cm de altura de la planta.

3. para que se produzca la primera ramificación, es necesario que se hayan

expandido 14 hojas verdes por planta. Posteriormente, la frecuencia de aparición

de una nueva ramificación es cada 11 hojas verdes por planta.

4. para que la planta forme su primera flor, tiene que medir al menos unos 8 cm.

Posteriormente, la frecuencia de aparición es de 1 nueva flor por cada cm de

altura de la planta.

5. para esta variedad, el primer fruto empieza a formarse cuando la planta superó

los 16 cm, apareciendo luego un nuevo fruto cada 7 cm de altura de la planta.

6. la primera flor por planta aparece con un desarrollo foliar previo de 14 hojas

verdes expandidas como promedio. Posteriormente se registra una tasa de

aparición de 1 flor cada 3 nuevas hojas verdes expandidas.

80
7. para la primera ramificación es necesario que la planta haya generado al menos 2

flores. La tasa posterior de formación de una nueva ramificación ocurre cada 4

flores nuevas en la planta.

8. para que se establezca el primer fruto en la planta, esta variedad requiere un

desarrollo foliar previo de al menos 38 hojas verdes expandidas por planta. La

tasa posterior de formación de un nuevo fruto ocurre después de la aparición de

otras 24 hojas nuevas en la planta.

9. para la formación del primer fruto, en la variedad Fyuco, es necesario que la

planta haya generado 5 flores, con una tasa posterior de formación de un nuevo

fruto cada 8 flores nuevas en la planta.

C) Se propone como un requerimiento mínimo para el momento del transplante, que la

planta logre aproximadamente 5 cm de altura y forme 5 hojas verdes expandidas.

Es de destacar que la descripción de este tipo de interrelación entre variables y

la definición del momento del transplante, constituyen un aporte significativo al

conocimiento de la fenología del pimiento, en virtud de la escasa información disponible

en la bibliografía consultada con respecto a este tema.

3) Estimar los requerimientos térmicos para el desarrollo y crecimiento

inicial del pimiento para los distintos eventos que suceden dentro del período
considerado.
En este sentido, se concluye que:

A. Los efectos de la temperatura son de vital importancia en el desarrollo

fenológico y en la duración de cada fase del ciclo del pimiento. Este factor ambiental

evidenció asociaciones directas estrechas en la evolución de las distintas variables

medidas (N° hojas, N° frutos, N° ramificaciones, N° flores y altura de la planta), como

así también, en la duración de las etapas fenológicas consideradas.

81
B. Las fechas de siembra que soportaron periodos de bajas temperaturas,

tuvieron un periodo pre transplante más prolongado y este comportamiento estaría

explicado principalmente por las diferencias en el régimen térmico.

C. En la medida que el periodo pre transplante se prolongó, se registró una menor

duración de la fase post transplante, dentro del periodo de estudio.

D. Los resultados obtenidos, permiten afirmar que, en las condiciones en las que

se realizó la experiencia, los efectos de la fecha de siembra resultaron prácticamente

explicados por el comportamiento del régimen térmico.

E. Se establecieron modelos biotérmicos de respuesta para la cada una de las

variables consideradas en el cultivo de pimiento variedad Fyuco.

F. Todas las variables vegetativas y reproductivas evaluadas manifestaron

patrones sigmoides de evolución en función del tiempo térmico

G. El tiempo térmico permite reducir la variabilidad del tiempo cronológico e

independizar el comportamiento del cultivo al efecto de las fechas de siembra.

H. Se calcularon los requerimientos térmicos para las fases fenológicas

consideradas:

1. Siembra- transplante (ST): 980 ± 98°C día.

2. Para que se produzca la etapa Transplante – Aparición de flor (TF): 1169 ±

117°C día.

3. En el caso de la etapa Aparición de flor – Aparición de fruto (FFr): 1566 ±

157°C día.

4. Para el final del ciclo de estudio, es decir, que se cumpla la etapa Aparición

de fruto – presencia de fruto 2 cm de diámetro (FrF2), el requerimiento

térmico es de 2200 ± 220°C día.

I. Se estimaron los requerimientos térmicos para eventos fenológicos

importantes capaces de evidenciar el término de las fases del cultivo. Dentro de estos

destacamos:

82
1. Para la aparición de las primeras 5 hojas verdes expandidas,

importantes para establecer el momento de transplante, es

necesario un TTA de 958 ± 96°C día.

2. Para formar el 40% de las hojas del ciclo en estudio, se calculó un

requerimiento térmico de 1566 ± 157°C día, siendo esto de gran

importancia para la formación de una estructura foliar de la

planta.

3. Posteriormente para la aparición de una hoja es necesario 9°C día.

4. Para la aparición de la primera flor, el TTA estimado es de 1169 ±

117°C día. Posteriormente, y como un valor promedio, para la etapa

FFr requiere unos 30°C día para formar una flor y en la FrF2

necesidades térmicas para formar una flor son de 10°C día.

5. Para la formación del primer fruto, el TTA es de 1566 ± 157°C día.

Posteriormente, para la formación de un nuevo fruto se deben

acumular unos 90°C día.

J. Se estimaron los requerimientos térmicos para algunos eventos fenológicos

descriptivos importantes para la evolución del cultivo, y que no se encontraron en la

bibliografía consultada. Dentro de estos destacamos que:

Para realizar el transplante, el pimiento var. Fyuco, alcanzará 5 cm de altura, con

un requerimiento térmico de 980 ± 98°C día, posteriormente, y cuando las plantas

tengan unos 8 cm de altura, y aparezcan las primeras flores, se requerirán 1169 ±117°C

día. Cuando el cultivo tiene 24 cm de altura, y se forman los primeros frutos, se

necesitan 1566 ± 157°C día.

Para la formación de la primera ramificación se necesitan 1210°C día ± 121°C día.

Para la aparición de la segunda ramificación se estimó un requerimiento térmico de

alrededor de 200°C día. Posteriormente se estimó que para formar una nueva

ramificación es necesario 80°C día

83
K. Se destaca que los modelos propuestos, constituyendo un aporte de

importancia para la simulación de las fases iniciales del cultivo de pimiento.

IMPORTANCIA AGRONOMICA
Con los aportes realizados por este trabajo, se propone las siguientes estrategias

de manejo en el cultivo de pimiento a campo, considerando un manejo convencional y sin

que sea afectado por limitaciones hídricas.

A. Antes de realizar la implantación del cultivo de pimiento a campo, se

consideraran las características climáticas de la zona, en especial, el factor térmico. En

el caso de variedades o híbridos sensibles al efecto de la luz, se considerará el

fotoperíodo. La zona de implantación tiene que presentar temperaturas que oscilen

entre los 10°C y 30°C durante el periodo de crecimiento y desarrollo del cultivo, debido

a que valores por arriba o por debajo de estos afectaran severamente la productividad.

B. En aquellas zonas que sean afectadas por periodos de bajas temperaturas (por

debajo de los 10°C), se podrá adelantar las fechas de siembra, realizando en

invernadero la etapa de siembra – transplante. Esta práctica es muy importante en la

obtención de cultivos primicias de buen valor económico.

C. Se propone un requerimiento mínimo de desarrollo del plantín para elegir el

momento del transplante y el tiempo térmico insumido.

D. Se proponen criterios para identificar eventos significativos del crecimiento y

desarrollo inicial del cultivo.

Perspectivas
Los resultados y hallazgos reportados en esta tesis abren importantes

perspectivas de investigación en el cultivo del pimiento, entre las que se destacan:

1) Respuesta al régimen térmico de otros cultivares comerciales.

2) Ajustar la metodología implementada en al menos otro ciclo productivo para el

pimiento var. Fyuco.

84
3) Estudios de los distintos factores y de sus interacciones que influyen en la

dinámica del crecimiento y desarrollo durante todo el ciclo productivo.

4) Desarrollo de modelos biotérmicos predictivos de la evolución de las variables

estudiadas durante todo el ciclo.

5) Estudios de los efectos de los distintos factores que afectan al cultivo de

pimiento (hídricos, edáficos, etc.) y de su influencia en el requerimiento térmico

durante todo el ciclo productivo

6) Delimitar zonas productoras potenciales, en la provincia y en el país, de las

diferentes variedades e híbridos de pimiento, de acuerdo a su requerimiento térmico.

7) Respuesta al régimen térmico de otras especies hortícolas de importancia

económica (tomate, papa, zapallos, etc.).

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Ing. Agr. José Luis Vidal

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