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La comprensión que tiene la Iglesia Católica de sí misma y la actitud vital que asume frente a
la cultura que quiere evangelizar, el concepto de Teología y la metodología que utiliza para
elaborar su reflexión, la forma como se relaciona los sujetos magisteriales (pastores, teólogos)
y las funciones que se les asignan a cada uno de ellos en particular (magisterio pastoral,
magisterio teologal) lo mismo que las tareas que les son comunes.
Teología propuesta por B. Lonergan como mediación entre religión y cultura; la cultura es el
vehículo que el Vaticano II encontró más apropiado para entrar en contacto con el mundo
actual.
Las elaboraciones teológicas estuvieron marcadas por la necesidad de la época, los autores
cristianos buscaron relacionar la fe con la filosofía de la época (platonismo-neoplatonismo).
Un segundo modelo teológico tiene lugar en el ámbito centro europeo y Nord- Atlántico. Esta
época comenzó a reconocer la existencia de dos sillas o cátedras: la del obispo en la catedral y
la del profesor de Teología en la universidad esta situación dio pie a Santo Tomas para hablar
de dos tipos de magisterio el Magisterium Cathedra Pastoralis del obispo y el Magisterium
cathedrae magistralis del teólogo. En esta época se desapareció la idenficación entre pastor,
teólogo y maestro espiritual. El teólogo era experto en la scientia fidei y su hábitat natural es
la academia y el maestro espiritual vivía en el monasterio o en el convento y el trabajo
pastoral quedo confiado a los obispos y a los párrocos.
La identidad del teólogo basado de lo que él es y de lo que debe ser. “El teólogo es ante todo
y radicalmente un creyente porque antes de ser teólogo hay que ser cristiano, trabaja sobre la
fe eclesial no es fruto de una conquista personal suya sino don de Dios a su Iglesia porque
reconoce la existencia del Magisterio eclesiástico como intérprete auténtico y vinculante de la
palabra de Dios oral y escrita” (DV 10). Colabora eficientemente en los nuevos frentes de
trabajo y en los nuevos campos de investigación que la Iglesia Católica ha propiciado. La
cientificidad de teólogo. Consiste en asumir el nuevo objeto de la Teología con su estructura
bipolar y analizarlo con un método que aborde los dos polos. Un teólogo debe ser un experto
en los asuntos que tiene que ver en su especialidad. Campo bíblico y campo teológico.
En la Iglesia Católica solo puede haber maestros y subordinado al único maestro, Jesucristo.
En la comunidad cristiana solo hay un Magisterio supremo, el del Señor Jesús, el cual está
contenido en su enseñanza y en su estilo de vida; todos bebemos de la misma fuente y
servimos a la misma causa, pero con responsabilidades distintas y en campos diferentes. Los
Obispos son considerados sucesores de los apóstoles y responsables directos del Evangelio “a
ellos les corresponde custodiar defender e interpretar auténticamente la palabra de Dios oral y
escrita” (DV10) el Obispo es el maestro de la fe católica. El teólogo tiene como tarea de
enseñar el contenido fundamental de la fe católica.
Las funciones de los/as teólogos/as mencionamos dos que nos parecen fundamentales docente
académica e investigación o científica. En relación con la función docente o académica les
corresponde integrar en sus tratados las nuevas preocupaciones de la Iglesia Católica.
Un único Magisterio en la comunidad cristiana: el del Señor Jesús. Los demás Magisterios
son derivados, dependientes y subordinados a este Magisterio Supremo. Son Magisterios
distintos con funciones propias. El Papa Juan Pablo II afirmaba: la Teología ayuda al
Magisterio eclesiástico cuando lo sigue, cuando lo acompaña y cuando lo precede en la
búsqueda de nuevos horizontes y de nuevos caminos.