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Invasión de la URSS en Afganistán

La Guerra de Afganistán, también conocida como Guerra ruso-afgana, Guerra afgano-soviética, fue la
primera fase del extenso conflicto de la Guerra civil afgana, tiempo en el que se enfrentaron las fuerzas
armadas de la República Democrática de Afganistán (RDA) apoyadas por el Ejército Soviético, contra los
insurgentes muyahidines, grupos de guerrilleros afganos islámicos apoyados por numerosos países
extranjeros, destacando Estados Unidos, quien les proporcionó cantidades de armas y dinero. El
conflicto está considerado como parte de la Guerra Fría.

La intervención en Afganistán comenzó con el apoyo de la Unión Soviética al Partido Democrático


Popular de Afganistán. Este partido comunista pretendía modernizar el país con distintos cambios
políticos, sociales, económicos y religiosos, lo cual provocó la insurrección armada de la gran mayoría de
fundamentalistas islámicos afganos, los cuales estaban en contra de todos estos cambios y veían el
comunismo como una amenaza directa contra su Fe y su modo de vida tradicional.

La urss con el fin de ampliar sus territorios había estado apoyando al gobierno comunista de
Muhammad Najibullah, aunque la llegada al poder de Muhammad trajo consigo una serie de reformas,
siempre conto con una fuerte oposición de muchos rebeldes, es por ello que decide pedir la
intervención de la URSS, sin embargo los líderes soviéticos ya habían decido que las tropas entrasen en
Kabul el dia de navidad de 1979.

1985: En 1985, el año más sangriento de la guerra, los soviéticos dedicaron sus esfuerzos militares a
seguir destruyendo las bases de los muyahidines (lanzando entre otras una última e ineficaz ofensiva
contra el valle de valle de Panjsher) y a cerrar las fronteras con Irán y Pakistán, mientras que por otro
lado intensificaban las acciones de espionaje, soborno de jefes tribales y coacción. Acciones que solía
efectuar la policía secreta afgana o “KHAD” con apoyo de agentes del KGB.

1985 también sería el año en que los rebeldes cambiaron de estrategia, aconsejados por los agentes
estadounidenses, los diferentes jefes tribales, que realizaban la guerra cada uno por su cuenta,
decidieron aliarse en un movimiento de resistencia único con el objeto de coordinar ataques contra los
soviéticos, lo cual incrementaría enormemente su efectividad. Los rebeldes afganos pasarían de una
estrategia defensiva, dedicada a emboscar convoyes por carretera, asesinar a funcionarios del gobierno
y realizar atentados terroristas a una estrategia ofensiva, en la que columnas de insurgentes lanzarían
ataques contra las ciudades y campamentos soviéticos. Estos ataques los realizarían apoyados con el
nuevo y abundante material de guerra que les habían entregado sus aliados norteamericanos, británicos
y chinos: baterías de lanzacohetes, morteros de 120mm, lanzagranadas chinos que imitaban el RPG
soviético, misiles antiaéreos FIM-92 “Stinger” e incluso tanques “Type 59” chinos.

(Además de todo el apoyo militar, EEUU aportaba 600 millones de dólares cada año al esfuerzo bélico
rebelde)

A partir de 1986 el agotamiento soviético impulsó una nueva estrategia destinada a salir del embrollo,
una estrategia similar a la “vietnamización” realizada por EEUU en sus últimos años de presencia en
Vietnam, los soviéticos pasarían a la defensiva y el peso del conflicto lo llevarían a cabo los soldados
gubernamentales afganos apoyados por la artillería y aviación soviética.
En 1987 declaró un alto el fuego unilateral. Ofreció garantías para los líderes opositores que quisieran
negociar con el gobierno, amnistía a los insurrectos prisioneros y la promesa de una pronta retirada de
las tropas soviéticas. Los muyaidines, sin embargo, continuaron la lucha. Luego de varios años de
negociaciones, se firmó en Ginebra un acuerdo entre los gobiernos afgano y pakistaní, con el
beneplácito de EEUU y la URSS, por el que se garantizaba el regreso voluntario de los refugiados.
También se firmó otro documento entre Afganistán y la URSS, por el que se disponía el retiro de las
tropas soviéticas. El Partido Democrático Popular de Afganistán cambió su nombre por el de Partido
Watan (Partido de la Patria).

Factores de la retirada de las tropas urss


Un factor determinante en el abandono de la URSS de su campaña en Afganistán fue la llegada al
poder de Mijaíl Gorbachov, un nuevo líder de carácter reformista con un programa llamado
“Perestroika” que pretendía llevar a cabo reformas económicas y sociales en la URSS y acabar con
la Guerra Fría abogando por una distensión en las relaciones con Occidente y con China. La
primera condición que ponían éstas potencias era la salida de las tropas soviéticas de Afganistán y
Gorbachov decidió que a partir de 1987 las tropas abandonarían el país escalonadamente.

Segunda guerra

Los talibanes:

Este movimiento estaba integrado por estudiantes de religión, mayoritariamente de etnia pashtun, y
musulmanes sunís, cuya característica más notoria era su interpretación del islam, radical e integrista.
Estos estudiantes habían sido formados en las madrasas38 instaladas a ambos lados de la frontera entre
Afganistán y Pakistán. Hacia este último país, Pakistán, había huido un gran número de refugiados
durante la ocupación soviética, y allí habían sido educados en esta visión radical del islam
Su llegada al poder está muy relacionada con la desintegración del poder soviético en Asia Central.
En Afganistán, los muyahidines (militantes islamistas) fueron incapaces de constituirse como
alternativa al gobierno estatal. En Pakistán, los sucesivos gobiernos veían amenazada la
inestabilidad en la zona y con ello un serio peligro contra sus intereses políticos y económicos.
Intereses que coincidían con los de las grandes compañías energéticas estadounidenses. Por tanto,
el ascenso talibán se percibió como garantía de cierta estabilidad.

Literalmente se traduce como “estudiantes” (en singular, “tálib”). De modo específico, designa a
aquel que se instruye en ciencias islámicas en una “madraza” o escuela. Desde un punto de vista
histórico, este término posee un amplio desarrollo. En la tradición sunní, se reconoce a los
“talibanes” como aquellos que se adhieren escrupulosamente a las normas legales, morales y
rituales del dogma islámico. En la tradición chií, suele identificarse al “tálib” como el grado más bajo
de la jerarquía clerical.

Entre 1994-96, el avance de los talibanes se vio favorecido por las estructuras tradicionales de
organización afgana. Una vez controladas, estos modelos de acuerdo se fueron sustituyendo por
una nueva estructura, apoyada en la clase dirigente talibán. Así, en abril de 1996, el mulá Úmar,
máximo representante del movimiento, fue proclamado mediante juramento de fidelidad (baia)
autoridad máxima de todos los musulmanes. En septiembre de ese año, los talibanes tomaron
Kabul. Un hecho que confirmaría su gran capacidad para cubrir el vacío de poder generado por la
desintegración de un Estado secular débil y dependiente de potencias exteriores. De este modo,
para muchos se convirtieron en la gran esperanza islámica.

Ante las presiones occidentales, los talibanes ejercieron el poder de manera intransigente, acaparando
todos sus resortes. Así, se negaron a mantener cualquier contacto con otras fuerzas dentro del país e
impusieron una visión pastún de las reglas civiles (muamalat) y del código penal (hudud).

Más que motivos culturales o religiosos, fueron razones políticas las que hicieron que los talibanes
practicaran una absoluta intolerancia con la diversidad étnica, social, política y cultural que caracterizaba
a la sociedad afgana. Y este fue el motivo de su debilitamiento progresivo en el interior del país: la
pérdida de apoyos internos. Los talibanes impusieron un sistema jerárquico, de corte militarizado, que
arrasó los sistemas de equilibrio interétnico, las estructuras estatales y los mecanismos de participación.
No hubo alternativa al poder central, sostenido por una red clientelar.

A finales de 1998, los talibán ya controlaban el 90 % del país, mientras el resto quedaba bajo control de
la Alianza del Norte. Señala Etienne Gilbert que “la guerra resultó tan feroz como la de 1979 a 1989. Los
tayikos de Masud fueron acusados de matanzas indiscriminadas y sus servicios secretos, de ejercer
abominables torturas

Muyahidín es una palabra que designa, en un contexto islámico, a la persona que hace la yihad, «guerra
santa», es decir, un luchador de la fe contra los infieles. Esfuerzo que todo musulmán debe realizar
para que la ley divina reine en la Tierra.

Talibanes es un grupo de musulmanes seguidores de una de las interpretaciones ultraconservadoras del


Islam que, organizado como ejército, tomó el poder en la mayoría del territorio de Afganistán en 1996:

El régimen talibán impuso una observancia estricta de los preceptos del islam y de las costumbres
tradicionales.

Le sharia: es el cuerpo de Derecho islámico. Constituye un código detallado de conducta, en el que se


incluyen también las normas relativas a los modos del culto, los criterios de la moral y de la vida, las
cosas permitidas o prohibidas, las reglas separadoras entre el bien y el mal. Sin embargo, su
identificación con la religión es matizable: aunque está en el Islam, no es un dogma ni algo indiscutible
(como pudiera serlo el texto del Corán), sino objeto de interpretación.

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