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Ecosistema urbano:

El deterioro de las áreas recreativas de la población, tanto dentro del perímetro


urbano como en el entorno, se puede constatar por doquier. No se comprende
que los pobladores urbanos necesitan áreas para el esparcimiento y la
recreación. Esto implica la destrucción de áreas verdes, de las playas y
balnearios y de lugares de especial atractivo.
La contaminación de los alimentos, en especial la bacteriológica y por
agroquímicos, es generalizada. En general, los mercados no se adecuan a un
manipuleo limpio de los alimentos.
El deterioro grave de la calidad del aire por gases, olores, y quema de residuos,
entre otros, es creciente.
Tasa de crecimiento de la población peruana en el ámbito urbano.
Según el Censo 2017, la población censada en los centros poblados urbanos31
del país fue de 23 311 893 habitantes, lo que representa el 79,3 %, mientras
que la población censada en los centros poblados rurales32 fue de 6 069 991
personas, que representa el 20,7 %.

FUENTE: MINAN - SINIAN

Características
Un ecosistema urbano es aquel ecosistema que se ha visto notoriamente
afectado por la actividad del ser humano y que apenas conserva sus
características naturales, correspondiéndose con núcleos urbanos y
ciudades. Es, en este tipo de ecosistemas, en los que se concentra la mayor
parte de la población, dedicándose principalmente al sector secundario y
terciario en los que se incluyen actividades comerciales, industriales y
administrativas, entre otras. Además, la maquinaria, herramientas y procesos
son modernos y se encuentran industrializados, suponiendo esto un mayor
consumo de recursos y aumento en la degradación y contaminación del
medio ambiente.
El estilo de vida en un medio urbano es agitado y a veces se identifica o
relaciona con el estrés, debido a la gran densidad poblacional, sus
aglutinamientos y obstrucciones en el desplazamiento, como por ejemplo
sucede en los casos de tráfico. Por otro lado, la población del ecosistema
urbano apenas está relacionada o tiene contacto con el medio ambiente.
El ecosistema urbano, a diferencia del rural, se encuentra en proceso
de expansión debido a su continua masificación y demanda por parte de la
población de oportunidades educativas, laborales e incluso a la hora de
disfrutar de mayor variedad y opciones de ocio.
En los siguientes artículos te explicamos cómo afecta la sociedad y la
tecnología al medio ambiente.

FUENTE: Aprehender la ciudad

Ventajas y Desventajas
Ventajas del ecosistema urbano
Las ventajas del ecosistema urbano, hacen referencia a las oportunidades que
esta ofrece a cualquier nivel ya existe un desarrollo en infraestructuras elevado,
lo que a su vez da lugar a la creación de nuevos puestos de trabajo y, por
tanto, a una mayor tasa de empleo.

Desventajas del ecosistema urbano


Sus desventajas afectan tanto al medio ambiente como al ser humano.
El medio ambiente se ve afectado por la formación de basura, la acumulación
de residuos, la contaminación por vertidos y emisiones de origen industrial,
contaminación acústica, la degradación del entorno y con ello la pérdida de la
biodiversidad. El ser humano también se ve afectado por los niveles de
contaminación, pudiendo llegar a sufrir tanto enfermedades como situaciones
de estrés, siendo el coste de la vida mayor.

Ecosistemas urbanos resilientes

Actualmente se estima que más de la mitad de la población mundial habita en


las ciudades y se espera que, para el 2025, cerca de un 90% de la población
viva en ellas (OCDE 2013). Este creciente fenómeno tiene repercusiones no
solamente a nivel urbano, sino también sobre el resto del planeta, pues las
ciudades son las principales causantes de los cambios producidos en el
funcionamiento de los ecosistemas naturales. Diversos autores argumentan
que para comprender el impacto generado por las ciudades en el resto de los
sistemas, es necesario entender el funcionamiento de éstas desde un enfoque
ecológico.
La idea de considerar a la ciudad como un sistema vivo o ecosistema no es
nueva. Los ecosistemas urbanos, definidos como aquellos en los que la gente
vive en grandes densidades y donde las estructuras urbanas cubren gran parte
de la superficie, son considerados como tal por su funcionamiento análogo al
de los ecosistemas naturales. Como los ecosistemas naturales, los
ecosistemas urbanos tienen procesos de entrada y salida, capacidad del auto-
equilibrio y re-organización como respuesta ante fenómenos o impactos. Así
como un ecosistema del planeta se puede describir por sus flujos de materia y
energía, en los ecosistemas urbanos existe una serie de flujos metabólicos de
intercambio de materiales, energía e información dentro del propio sistema y
con su entorno.
Por su parte, la resiliencia es una propiedad de los ecosistemas, es la
capacidad que tienen éstos de anticiparse ante efectos que afectarán su
estructura y dinámica. El concepto de resiliencia asociado a los ecosistemas
naturales y sociales fue primeramente introducido por C.S. Holling, quien en
1973 publicó Resilience and stability of ecological systems donde distingue las
propiedades fundamentales para comprender el fenómeno de resiliencia: la
primera es la “estabilidad de los sistemas” y su habilidad para retornar a su
estado de equilibrio después de cierto evento; la segunda, la habilidad de los
ecosistemas en absorber cambios y disturbios generados por eventos
aleatorios, así como la capacidad de mantener una relación de equilibrio entre
población (seres vivos) y variables.
Habitamos en un planeta cada vez más urbanizado, donde los desafíos y
tensiones que plantean la degradación ambiental, cambio climático, o
desigualdad social, ponen en manifiesto la vulnerabilidad de los sistemas
urbanos. Los expertos dicen que las ciudades y comunidades resilientes son
aquellos que mejor han “resistido” los impactos de las crisis, o los que han
sabido “adaptarse” al nuevo escenario. La capacidad de los ecosistemas
urbanos para sobreponerse y resistir ante las catástrofes o recuperarse
posteriormente, depende directamente de la vulnerabilidad y funcionamiento de
sus sistemas.
Los efectos producidos por el aumento de población y la expansión urbana,
además de los estatus sociales, política y estabilidad financiera a nivel mundial,
han debilitado y en ocasiones fragmentado los sistemas de los ecosistemas
urbanos. La necesidad de conservar y mantener las funciones y servicios
necesarios para el bienestar urbano han llevado a distintos asentamientos
urbanos a auto-desarrollar la capacidad de cambiar, adaptarse y transformar
sus sistemas en respuesta a diferentes situaciones de crisis en busca de un
punto de equilibrio. Un ecosistema urbano resiliente debe de estar compuesto
por “sistemas adaptativos complejos”, capaces de auto-organizarse
ante shocks, generar cambios internos para “aguantar” y conservar la calidad
de vida, pero cambiando su estructura.
No existe una regla o método universal que haga a un asentamiento urbano
menos vulnerable y más resiliente. Sin embargo, un pensamiento y
entendimiento integral de los sistemas que componen a una ciudad es la clave
para crear resiliencia urbana. Encontrar la manera de generar alianzas y puntos
de colaboración entre los distintos actores que juegan un rol dentro del
esquema urbano es la única manera de crear un cambio de paradigma a favor
de la resiliencia. La comunicación y colaboración entre privados, públicos y
sociedad civil es la base para necesaria para comenzar una transformación
hacia una cultura y estilo de vida resiliente.
La resiliencia va más allá que una respuesta exitosa ante una crisis o eventos,
esta se debe manifestar en la calidad de vida de sus habitantes en el día a día,
en la percepción y sentido de identidad que el entorno urbano genera y en la
relación del ecosistema urbano con su entorno. Se necesita de una red robusta
de sistemas compatibles, interconectados que pueda solventar y materializar la
resiliencia a las distintas escalas sociales y espaciales.

Requerimientos de los Ecosistemas urbanos


Al analizar los ecosistemas urbanos deben considerarse dos tipos principales
de requerimientos:
• Requerimientos Biológicos: el hombre urbano tiene los mismos
requerimientos biológicos que el hombre de otros ecosistemas.
Por ejemplo, necesita aire, agua, espacio, energía (alimentos y calor), abrigo y
áreas para eliminar sus desperdicios.
• Requerimientos Culturales: Por cultura se entiende la forma de vida que los
seres humanos han desarrollado y transmitido a cada nueva generación. El
hombre es un animal social y tiene requerimientos culturales en la misma forma
que los tiene de carácter biológico. Los Ecosistemas urbanos existen porque
ayudan al hombre a satisfacer sus requerimientos culturales. Así pues, entre
más complejo sea su avance cultural llámese tecnología, transportación o
comunicación, el hombre tendrá que construir ciudades más grandes.

Esferas que abarca


El ecosistema urbano contiene sistemas en tres esferas:
a) el medioambiente
b) el entorno edificado
c) el entorno socioeconómico.

Diferencias con los ecosistemas naturales


Las diferencias entre Ecosistemas naturales y Ecosistemas urbanos radica,
entre otras cosas en:
• Las formas de intercambio de energía entre estos y la naturaleza o las pautas
de consumo de recursos
• En el intercambio de información.

Desafíos
El desafío al que se enfrentan hoy los Ecosistemas urbanos es la restauración
de servicios, tan necesarios para el bienestar humano, que se han ido
perdiendo en el diseño del modelo actual de nuestras ciudades, como son:
- La regulación del aire, las aguas y el suelo, tan impactadas por las actividades
urbanas.
- La capacidad para volver a producir alimentos, energía o equilibrar el ciclo
hidrológico en sus demandas de grandes cantidades de aguas superficiales y
subterráneas.
- Las funciones biológicas propias de los ecosistemas que se desarrollan en su
interior (zonas verdes, jardines, etc.) como la polinización o el control
biológico de plagas y enfermedades.
- Las actividades recreativas y de disfrute estético que en la actualidad generan
un flujo de visitantes urbanos a los entornos naturales y especialmente a los
espacios protegidos.
Todo ello equilibrando su metabolismo para disminuir la presión sobre el resto
de ecosistemas a escala local y global.

Ecosistema Industrial:
La ecología industrial es una propuesta de alternativa técnica y socio-
económica que presenta una metáfora del sistema industrial basada en
los ecosistemas. Presenta un modelo que sirve de pasarela entre una
concepción de economía lineal donde los recursos son extraídos de los
ecosistemas, explotados por actividades humanas y finalmente reenviados de
vuelta a los ecosistemas pero en una forma degradada; hacia una concepción
de economía circular que reduce la presión sobre los recursos naturales,
recicla los bienes usados y limita los desechos. Las estrategias que permiten
esta transición con una visión dirigida hacia la sustentabilidad, son: la
valorización de desechos en forma de materia prima, la reconexión de
actividades consuma trices de materia y energía en la industria y su
consecuente producción de emisiones disipativas; la desmaterialización de
productos y actividades económicas; y la descarbonización energética. Una de
las formas más particulares y representativas de la ecología industrial es
la Simbiosis industrial, con su ejemplo más representativo en Kalundbourg,
Dinamarca; así como en Altamira, México entre otros.
La ecología industrial consigue que el consumo de materias primas y energías
se reduzca a unos valores tales que la biosfera pueda reemplazarlos, y que las
emisiones de residuos se reduzcan hasta unos valores tales que la biosfera
pueda asimilarlos. Entiende al sistema industrial como un ecosistema, en el
que se intercambian flujos de materia, energía e información con el mismo y
con su entorno. Su objetivo es estudiar estos flujos y reestructurar el sistema
industrial para que se mantenga en equilibrio con la biosfera por sí mismo.
(Seoanez Calvo, M.: 1998).
Se dice que una empresa consigue ecoeficiencia cuando oferta productos y
servicios a un precio competitivo, y estos satisfacen necesidades humanas e
incrementan su calidad de vida, mientras a lo largo de su ciclo vital reducen
progresivamente el impacto medioambiental y la intensidad del uso de
recursos, hasta el nivel de la capacidad de carga del planeta. (Lehni, M.: 1999)
Según el informe Brundtland de la Comisión de Medio Ambiente y Desarrollo
de Naciones Unidas en 1987 – informe Brundtland se define como “el
desarrollo que satisface las necesidades del presente sin comprometer la
capacidad de las futuras generaciones para satisfacer sus propias
necesidades”.
El Observatorio de la sostenibilidad en España (OSE) ha publicado un informe
titulado "Ecoeficiencia y evolución de la industria" en el que se manifiesta un
aumento de políticas limpias industriales, exigidas por los propios
consumidores, más que por la legislación vigente.
Cada vez son más las empresas adheridas al EMAS (Eco-Management and
Audit Scheme o Reglamento Comunitario de Ecogestión y Ecoaudiotoría), una
normativa voluntaria de la Unión Europea que reconoce a aquellas empresas y
organizaciones con un compromiso material con el medio ambiente. Según los
datos aportados por MARM (Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural
Marino) en el año 2010, véase la figura 1, el número de empresas adheridas a
este sistema de gestión, para la continua mejora en dinámicas
medioambientales, se ha multiplicado por un 184% en los últimos 6 años.
Entre las herramientas para mejorar la ecoeficiencia de las industrias se
distinguen las siguientes:
1. Reducción de la intensidad de uso de las materias primas.
2. Reducción de la intensidad de uso de la energía.
3. Reducción del daño a la salud humana y el medio ambiente.
4. Fomento de la reutilización y reciclaje de los materiales.
5. Proporcionar calidad de vida.
6. Aumentar la intensidad de servicios de sus productos y servicios. Fomentar
la Economía de Servicios.

Implementación y Funcionamiento
El objetivo de las tecnologías o los modos de producción convencionales
suelen ser optimizaciones para una instalación concreta, sin tomar en cuenta
del impacto global. La ecología industrial busca sin embargo una optimización a
escala de grupos de empresas, de filiales, de regiones e incluso del sistema
industrial en su conjunto. Para lograrlo, apoya la transición del sistema
industrial actual hacia un sistema viable, durable, inspirado en el
funcionamiento casi-cíclico de los ecosistemas naturales. En la práctica, la
ecología industrial tiene como ejes principales:
 Valorizar los desechos de una rama como insumos de otra, con el
objetivo de potenciar el reciclaje cerrando los ciclos y limitando de esta
manera los residuos últimos.
 Crear ciclos de vida para las materias y minimizar las emisiones
disipativas que dispersen contaminantes en el medio ambiente
 Desmaterializar los productos y las actividades económicas (Economía
baja en carbono)
 Descarbonatar la energía
Lo que diferencia a la ecología industrial de los enfoques clásicos de gestión
del medio ambiente (como el reciclaje, la descontaminación, la eficiencia
energética o el uso de energías renovables) es su capacidad de combinar los
estudios de cada sector mediante procesos integradores. Para ello requiere del
dominio de disciplinas muy diversas
como informática, ingeniería, física y química, pero también
la ecología, economía, el derecho, filosofía, logística, ecodiseño...

Condiciones de éxito
Las condiciones de éxito para crear una simbiosis industrial se basan en las de
los sistemas naturales:

 Diversidad: Las actividades de las empresas deben de ser diferentes


y complementarias, de forma que los desechos de unas sean los
insumos de otras.
 Proximidad: El coste del transporte de los residuos-insumos no debe
limitar el intercambio.
 Cooperación: Para organizar la simbiosis, las compañías deben
desarrollar relaciones enmarcadas en la cooperación, la
comunicación y la confianza mutua.

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