Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Aceptación y Uso de Herbolaria en Medicina Familiar
Aceptación y Uso de Herbolaria en Medicina Familiar
Resumen Abstract
Objetivo. Explorar el grado de utilización de las plantas Objective. To explore the degree of usage of therapeutic
medicinales entre la población usuaria y el personal de sa- medical plants among the patients, physicans and health
lud en una unidad urbana de medicina familiar del Instituto workers in a local Family Mediccal Care Unit of the Mexi-
Mexicano del Seguro Social. Material y métodos. Se rea- can Institute of Social Security (IMSS)). Material and
lizó un estudio transversal descriptivo. Se diseñó y validó methods. A transversal descriptive study was performed.
un cuestionario que exploró aceptación y utilización. Se A questionnaire focusing on two variables was designed and
aplicó a 60 médicos familiares, a una muestra aleatoria de validated. It was applied to 60 family physicians, a randomi-
130 trabajadores de la Unidad de Medicina Familiar y a otra zed sample of 130 health workers and another of 264 pa-
de 264 usuarios-pacientes de la misma. El porcentaje de tients of the Family Mediccal Care Unit. Response percentage
respuesta fue de 78%. Resultados. Se encontró que 83% was 78%. Results. The study found that 83% of family phy-
de los médicos aceptan la herbolaria y 75% la utilizan como sicians accept the therapeutic use of herbal medicine; mo-
recurso terapéutico. Entre el personal de salud, la acepta- reover, 75% use it as a therapeutic resource. Among health
ción y la utilización fue de 100% y, en el caso de los usua- workers, acceptance and use was 100%, while in patients
rios, 92% la aceptan y 90% la utilizan. Las diferencias entre the level of acceptance was of 92% and of use it was 90%.
grupos son significativas (p< 0.05) Las plantas más utiliza- Differences between groups are significant (p<0.05). The
das fueron el gordolobo (Gnaphalium sp.), el eucalipto (Eucaly- more frequently used plants are Gordolobo (Gnaphalium
ptus, probablemente E. globulus), la hierbabuena (Mentha sp.), sp.), Eucalyptus (Eucalyptus sp., probably E. globulus), spear-
la manzanilla (Matricaria chamomilla) y el nopal (Opuntia sp., mint (Mentha sp.), camomile (Matricaria chamomilla) and
probablemente O. ficus-indica). Conclusiones. Esta utilización prickly pear cladodes (the vegetative parts of the prickly
es congruente con lo que indican informes previos en Méxi- pear, Opuntia sp. Probably Opuntia ficus indica). Conclusions.
co, pero se documenta como recurso terapéutico en zo- This information agrees with previous reports about Mexico,
nas urbanas, al que recurren médicos formados en el modelo however, in this case, data were gathered in urban areas
biomédico farmacológico. where physicians have been trained in the biomedical para-
digm of medicine.
Palabras clave: medicina herbaria/utilización; medicina fami- Key words: medicine, herbal/utilization; family practice; IMSS
liar; IMSS (MX) (MX)
(1) Coordinador de Consulta Externa, Unidad de Medicina Familiar No. 37, Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Hermosillo, Sonora, México.
(2) Médicos Familiares, Unidad de Medicina Familiar No. 37, IMSS, Hermosillo, Sonora, México.
(3) Delegado Eestatal, Delegación Sonora, IMSS, México
jadores y esposas del trabajador, 78% adujeron la efec- pal (Opuntia sp., probablemente O. ficus_indica) (figura
tividad de la herbolaria y 67% confiaban en la misma 2). Cabe señalar que este patrón decreciente corres-
por la popularidad de su uso. Las diferencias entre los ponde al orden de los usuarios; en el caso de los médi-
grupos no fueron significativas (p> 0.05). Para el caso cos se observa que la hierbabuena, con un 40%, y el
particular de los médicos, se indagó acerca de los mo- nopal, con un 35%, se aceptan y utilizan en la consulta
tivos de rechazo a la herbolaria; 9% señaló que se des- en cuarto y quinto lugar, respectivamente. El personal
conocían sus efectos, 7.5% dijo que su uso deterioraba de salud también refirió utilizar más la manzanilla y
la imagen del IMSS y 3% afirmó que los remedios de- el nopal, pero en orden inverso: el nopal ocupó el cuarto
ben recetarse sólo si se estudió medicina. lugar con un 40%, y la manzanilla el quinto con un
Respecto a la herbolaria que se utiliza, se encon- 22%. Para estos dos últimos remedios no se encontró
tró que, en orden decreciente, las plantas más utiliza- una diferencia estadísticamente significativa entre gru-
das fueron, gordolobo (Gnaphalium sp.), eucalipto pos (p< 0.05).
(Eucalyptus, probablemente E. globulus), hierbabuena Por otro lado, se indagó entre los usuarios acerca
(Mentha sp.), manzanilla (Matricaria chamomilla) y no- de los motivos por los cuales habían acudido a consul-
ta, con el objeto de saber si había alguna relación con
la herbolaria usada. Aunque 25% no contestó, se en-
100
contró que, en orden descendente, los motivos fueron:
90
80
infección respiratoria aguda, 22%; hipertensión arte-
70 rial sistémica, 9.5%; colitis, 8%; gastritis aguda, 7.5%;
60 diabetes mellitus, 6%, y cefalea, 4%.
50 Por último, se indagó entre el personal médico de
40 la UMF si la frecuencia del uso de la herbolaria estaba
30
relacionada con el lugar de origen o con la antigüedad
20
10
laboral. En ningún caso se encontró una diferencia sig-
0 nificativa (p> 0.05).
Médicos Personal no médico Usuarios
estudios se ha señalado que existe una controversia en- medicinales, ya los utilizan tanto la población como
tre los recursos de la medicina alopática del modelo un porcentaje de los médicos del IMSS.
biomédico y la herbolaria, este estudio documenta Una de las posibles observaciones de este estudio
que, de facto, existe ya dicha interrelación. Es impor- es que exploró poco el peso de las variables simbóli-
tante reflexionar a partir de estos hallazgos, acerca del cas; esto implica que la utilización pueda deberse a un
hecho de que las cifras de utilización (83%) y acepta- efecto placebo.
ción (75%) que se encontraron corresponden a profe- Por otro lado, quedan elementos por conocer en-
sionales que no se habían manifestado previamente tre los que están la estandarización de las dosis, la
en favor de las medicinas alternativas, sino que esta- homogeneización de los productos herbolarios, la ade-
ban formados en el modelo biomédico y contaban con cuada concentración de los complejos activos, la iden-
un posgrado en medicina familiar en el IMSS. tificación de efectos colaterales, los niveles de toxicidad,
Por otra parte, es importante el hecho de que la vida media, restricciones, etcétera. Sin embargo, se trata
totalidad del personal de salud de la UMF acepta y de un recurso terapéutico que utiliza la población para
utiliza la herbolaria, sobre todo porque se ha insistido cuidar su salud, de tal manera que es necesario que lo
en la vinculación del trabajador no médico en muchas estudie el área de la salud pública.
actividades de la promoción de la salud.15,16 En este caso
en particular, el personal se vería apoyado si la institu- Agradecimientos
ción considerara la utilización de la herbolaria como
un recurso terapéutico. Así, los resultados indican la Los autores agradecen al doctor Alberto Búrquez M.,
aceptación y el uso de la herbolaria a pesar de que no Director del Centro de Ecología de la UNAM-Noroes-
hay ningún programa al respecto. Sería conveniente te, en Hermosillo, Sonora, su valiosa colaboración en
indagar más sobre otros posibles recursos terapéuti- los intentos de identificación taxonómica botánica.
cos tales como la acupuntura, la psicoterapia y la ho-
meopatía, que tanto la población como el personal
médico y de salud del IMSS aceptan y utilizan ya.
Lo referido en este estudio acerca de la herbolaria
concuerda con los informes previos de Lozoya y co- Referencias
laboradores 5,6 así como con lo señalado regional-
mente,7,8,10 lo que resulta congruente con la propuesta 1. Organización Mundial de la Salud. Promoción y desarrollo de la medici-
na tradicional. En: Atención Primaria a la Salud. Informe de la Conferencia
teórica de que el uso de la herbolaria es una práctica Internacional sobre Atención Primaria a la Salud; 1978 Alma Ata URSS.6-
sociocultural17 y de que la comunidad, y ahora algu- 12 septiembre. Ginebra: OMS, 1978:355-367.
nos médicos de las instituciones de salud, aceptan y 2. Zolla C. Terapeutas, enfermedades y recursos vegetales. México, D.F.:
utilizan este recurso aun cuando hayan sido formados INI (México Indígena), 1986:16-19.
teórica y prácticamente con un modelo biomédico-far- 3. Anzures y Bolaños MC. La medicina tradicional mexicana. México, D.F.:
Secretaría de Educación Pública-Dirección General de Educación Indíge-
macológico de atención.18,19 na, 1981:157
Cabe resaltar que la posición de los autores es la 4. López Austin.Textos de medicina nahuatl. 3a. edición. México, D.F.: UNAM,
de tener una actitud científica ante la herbolaria. Esto 1984:225.
es, que se desarrolle una apertura como recurso tera- 5. Lozoya X, Aguilar A, Camacho JR. Encuesta sobre el uso actual de plan-
péutico, ya sea con estudios que comprueben la efec- tas de la medicina tradicional mexicana. Rev Med Instituto Mexicano del
Seguro Social 1987;(25):283-290.
tividad de los procedimientos o con la implementación 6. Lozoya-Legorreta L, Velázquez-Díaz G, Flores-Alvarado A. La medicina
de estrategias de intervención que comparen su efec- tradicional en México. Experiencias del programa IMSS-COPLAMAR
tividad con la de los recursos farmacológicos, pero, a 1982-1987. México, D.F.: IMSS, 1988:137.
la vez, teniendo precaución con la promoción terapéu- 7. Bañuelos N, Búrquez A. Las plantas: una estrategia de salud en la medi-
tica por los posibles riesgos por un mal uso20,21 o por la cina doméstica mayo. Estudios Sociales 1996;12(7):163-189.
8. Santillana M. Medicina tradicional sonorense; un proceso de transición.
adulteración.22,23 Cabría sólo señalar que la misma ac- Memorias del XIII Simposio de Historia y Antropología de Sonora, Her-
titud científica requiere ser crítico y escéptico pero mosillo, 1989. Hermosillo:Universidad de Sonora, 1990;vol.2:441-456.
abierto al conocimiento.24 Esto implica considerar que 9. Osuna L, Lozoya X. Plantas medicinales usadas por la medicina tradicio-
no se trata de una moda, sino de la utilización de un nal para el tratamiento de padecimientos gastrointestinales. Rev Med Ins-
amplio abanico de recursos terapéuticos, entre los que tituto Mexicano del Seguro Social 1989;(27):305-312.
10. López-Estudillo R, Hinojosa A. Catálogo de plantas medicinales sono-
se encuentra la herbolaria, pero también la homeopa- renses. Hermosillo: Universidad de Sonora, 1988:143
tía, la acupuntura, la digitopuntura, los temazcales, las 11. Lozoya X, Zolla C. La medicina invisible. Introducción al estudio de la
diversas modalidades de psicoterapia y que, como se medicina tradicional en México. 2a. edición. México, D.F.: Folios Ediciones,
constata en este estudio inicial para el caso de plantas 1994.
12. Módena ME. Madres, médicos y curanderos. Diferencia cultural e iden- 19. Menéndez E. Morir de alcohol. Saber e ideología médica. México,
tidad ideológica. México, D.F.: CIESAS, 1990:327. D.F.:Alianza/CNCA, 1990:277.
13. García-Jiménez S. Acerca de la medicina tradicional mexicana. Chilpan- 20. Díaz JL. Uso de las plantas medicinales de México. México, D.F.: IME-
cingo: Universidad Autónoma de Guerrero, 1994:120. PLAM, 1976:154.
14. Sepúlveda J, coord. La salud de los pueblos indígenas. México, D.F.: SSA- 21. Montoya-Cabrera MA, Escalante-Galindo P, Meckes-Fisher M, Sánchez-
INI, 1993. Vara G, Flores-Alvarez E, Reynoso-García M. Envenenamiento mortal cau-
15. Cornwall A, Jewkes R. What is participatory research? Soc Sci Med sado por el aceite de epazote, Chenonopodium graveolens. Gac Med Mex
1995;12(41):1676-1695. 1996;4(132): 433-437.
16. Aguirre-Beltrán G. Programas de salud en la situación intercultural. 22. Nelson L, Shin R, Hoffman R. Aplastic anemia induced by an adultered
México, D.F.: IMSS (Col. Salud y Seguridad Social), 1980. herbal medication. J Clin Toxicol 1995;(33):467-470.
17. González-Chevez L, Hersh-Martínez P. Aportes para la construcción 23. Hersch-Martínez P. La flora medicinal como mercancía. Algunas impli-
del perfil epidemiológico sociocultural de una comunidad rural. Salud Pu- caciones sociales y ambientales en su manejo desde una zona de abasto.
blica Mex 1992;35(4):393-402. Bol Of Inst Nal Antrop Hist Mex 1993;(35):18-29.
18. Menéndez, Eduardo. Hacia una práctica médica alternativa. Hegemo- 24. Toledo VM. La etnobotánica hoy, reversión del conocimiento, lucha
nía y autoatención (cuidado)en salud. México, D.F.: CIESAS-INAH (Cua- indígena y proyecto nacional. Biótica 1982;7(2):141-150.
dernos de la Casa Chata), 1982:87.