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TEMA Nº 7

SUCESIÓN DE LOS ASCENDIENTES, CÓNYUGE O CONVIVIENTE,


PARIENTES COLATERALES Y EL ESTADO
7.1 sucesión de los ascendientes.- para comprender mejor esta temática, es
preciso decir que, se entiende por ascendientes, a las personas de quienes uno
desciende: o sea los ascendientes son los padres, abuelos, bisabuelos,
tatarabuelos, etc.
El derecho sucesorio de los ascendientes, en la antigüedad no tuvo las
características actuales; ya que en el Derecho Griego y el Derecho Germano
Primitivo, se daba preferencia por ejemplo, a los ascendientes. Luego rigió un
sistema inverso, o sea de preferencia a los ascendientes sobre los parientes
colaterales, principalmente en el antiguo - Derecho Español. Posteriormente
Justiniano el año 543, estableció el sistema mixto, en el que el fallecimiento de
una persona quedaba hermanos juntamente con el padre y la madre, la
herencia se dividía en dos porciones iguales; es decir, una porción para el
padre y madre y la otra para los hermanos o descendientes de los hermanos.
En nuestra legislación, los ascendientes son herederos forzosos a decir del
artículo 1.060 del Código Civil; consiguientemente tienen derecho a la legítima;
ellos entran a la sucesión en segundo lugar; ci sea cuando no existen hijos o
descendientes; así lo disponen los artículos l.097 y l.099 del Código Civil,
cuando dicen: "Artículo 1.097. (Sucesión de los padres) Al que muere sin dejar
hijos ni descendientes suceden el padre y la madre o el que de ellos sobrevive,
salvos los derechos del cónyuge o conviviente". A su vez el artículo 1.099
dispone: (Sucesión de otros ascendientes) l. Al que muere sin dejar hijos u
otros descendientes, ni padres, suceden los ascendientes más próximos en
grado por partes iguales, aun siendo de líneas diferentes. II. Se salvan los
derechos del cónyuge o conviviente supérstite".
Del contenido de los artículos mencionados, se concluye en sentido de que
tratándose de la concurrencia de los padres del de cujus, no existe
inconveniente alguno, pues si ambos viven los dos concurren a heredar por
partes iguales; pero si solo sobrevive alguno de ellos, la totalidad de la herencia
le corresponde al mismo. En cambio, si se trata de la concurrencia a la
sucesión del de cujus, de otros ascendientes, en este caso los más próximos
excluyen a los más lejanos; y los de igual grado heredan al causante por
cabeza y por partes iguales, aunque sean de distintas líneas, por ejemplo si
sobreviven al de cujus, el abuelo materno y los dos abuelos paternos, los tres
heredan por partes iguales; pues tratándose de los ascendientes, no existe
división de líneas o estirpes, como ocurre con los descendientes en virtud del
derecho de representación.
Consiguientemente, la porción hereditaria que corresponde a los padres, - si
ambos viven- es del 50% para cada uno de ellos. Si solamente vive uno de los
progenitores hereda la totalidad, sin compartir la herencia con ningún otro
ascendiente; pues como sostiene el artículo 1.090 del Código Civil, no existe
derecho de representación en línea de ascendientes.
DEMOSTRACIÓN del Art. 1.097 1º Parte.

H fallece sin dejar descendientes ni cónyuge o conviviente; como ascendientes


han quedado sus padres P y M; además sus abuelos A y B; en este caso
heredan por partes iguales P y M excluyendo a A y B; en virtud del principio
que dice: " En línea de ascendientes los más próximos excluyen a los más
remotos".

A B

P
M

+H

ARTÍCULO 1.097 2" PARTE.-


Si H muere sin dejar descendientes, cónyuge o conviviente; quedando tan solo
su padre P y su abuelo materno A; en mérito a lo dispuesto por la 2º parte del
artículo 1097, el único que hereda es P, quien excluye al ascendiente A, que
resulta ser más remoto que él.

P +M

+H
ARTICULO 1.099 1º parte.
Si H muere sin dejar descendientes, cónyuge o conviviente, ni padres; y
quedan como sus presuntos herederos sus abuelos A y B; y sus bisabuelos E y
F; en virtud de lo dispuesto por el artículo 1.099 del Código Civil, heredan
únicamente A y B, excluyendo a sus bisabuelos E y F que son ascendientes
más remotos.

E F

A B +C +D

+P +M

+H

PARTE INFINE DE LA 1º PARTE DEL ARTÍCULO 1.099.-


El causante H muere, dejando Bs. 90.000; antes fallecieron sus padres P y M,
también su abuelo materno D, y sólo viven su abuela materna C, y sus abuelos
paternos A y B; conforme a la parte in fine de la primera parte del artículo 1099
del Código Civil los tres abuelos sobrevivientes heredan por partes iguales, o
sea a Bs. 30.000 cada uno de ellos.

A B C +D

+P +M

+H

7.2 EXCLUSIÓN DEL PADRE O DE LA MADRE.- Pese al orden de prioridad


de que gozan los padres, los mismos pueden también ser excluidos de la
herencia; así lo determina el artículo 1.098 del Código Civil; que dice: "el padre
o la madre no heredan al hijo reconocido después que murió, excepto si él
había gozado de la posesión de estado en vida". Esta disposición legal
concuerda con lo dispuesto por el artículo 203 del Código de Familia que
dispone: "(Reconocimiento del hijo fallecido) El reconocimiento de un hijo
fallecido no atribuye al padre o a la madre que lo hace, derechos a la sucesión
de aquél, ni otros beneficios, sino cuando el hijo gozó en vida de la posesión de
estado".
La exclusión citada es justificada y correcta desde todo punto de vista debido a
que los fundamentos de la sucesión según Rébora, son precisamente entre
otros, la consanguinidad, los lazos de familia y la comunidad económica que
entraña toda familia; de manera que quien no dio a su hijo trato de tal, mal
puede intentar sucederlo; es más, sería muy fácil para un supuesto e
inescrupuloso padre o madre, reconocer post mortem al presunto hijo,
solamente con fines económicos; de modo que la exigencia de que el hijo haya
gozado de posesión de estado es correcta y evita situaciones irregulares.
7.3 SUCESION DEL ADOPTANTE.- Conforme al artículo 1.1 00 del Código
Civil "el adoptante sucede al hijo adoptivo que muere sin dejar descendientes,
ascendientes, ni parientes colaterales hasta el segundo grado". Como
consecuencia de la inclusión de los institutos de la adopción plena y la
adopción simple en el Código del Menor; ocurrió que se daban diversas
situaciones en materia de sucesión de los adoptantes; al tenor del artículo
1.100; ya que si bien lo determinado por el artículo citado era aplicable
perfectamente a la adopción simple; no lo era en cuanto a la adopción plena,
debido a que por la misma, el adoptado perdía todo vínculo con la familia de
origen, consiguientemente no teniendo ya ningún vínculo de familiaridad el
adoptado con sus padres biológicos, no resultaba correcto que solo para fines
sucesorios, resurjan esos vínculos y los de sus hermanos biológicos. En
nuestro criterio lo ecuánime y justo hubiera sido que cuando el adoptado muera
sin dejar descendientes, ni cónyuge o conviviente, tengan que sucederle
directamente los padres adoptivos sin ningún requisito de existencias.
Sin embargo el Código Niño, Niña y Adolescente, ya no contempla esas claves
de adopción y por determinación del mismo el hijo adoptivo borra todo vínculo
con su familia de origen, de modo que ya no dan esas alternativas;
consecuentemente el artículo 1.100 del Código Civil tampoco es aplicable.
7.3.1 EXCLUSION DEL ADOPTANTE.- al hablar de la sucesión de los hijos
adoptivos, nos referimos a los casos de exclusión de los mismos: de manera
que siendo reciproca la relación familiar entre el adoptante y el adoptado; con
los mismos argumentos expuestos en dicho acápite, se admite también la
exclusión del adoptante, así además lo dispone el artículo 1.101 del Código
Civil, cuando dice:”(exclusión del adoptante) sin embargo el adoptante queda
excluido de la sucesión, si existiendo juicio para revocar la adopción por un
hecho imputable a él, la sentencia revocatoria se pronuncia una vez muerto el
adoptado”; esto con el advertido de que también se da la exclusión para el caso
de pronunciarse nulidad de la adopción.
7.4 SUCESIÓN DEL CÓNYUGE O CONVIVIENTE.- El reconocimiento .1 del
derecho hereditario del cónyuge, ha sido objeto de un largo proceso histórico;
en el Derecho Romano Primitivo, solamente la esposa in manu tenía vocación
sucesoria, reputándose que ocupaba el lugar de una hija; luego se dispuso la
exclusión de la esposa de la sucesión, a menos que el marido la haya instituido
heredera. Más tarde, se le concedieron derechos sucesorios solamente a falta
de descendientes, ascendientes o colaterales. Justiniano, reconoció en favor
de la viuda pobre y sin dote, el derecho a la cuarta parte de los bienes del
marido; e independientemente se reconocía al cónyuge, esposo o esposa,
derechos hereditarios a falta de otros parientes (descendientes, ascendientes y
colaterales).
En el Código Napoleón, el cónyuge era excluido de la herencia por todos los
parientes legítimos incluidos los colaterales; sólo en defecto de ellos era
llamado a la sucesión.
Guillerrno Borda, sostiene que esta larga resistencia a reconocer derechos
hereditarios al cónyuge, obedecía al propósito de evitar el traspaso de la
fortuna de una familia a otra; al parecer por ello únicamente se reconocía en
favor del cónyuge, el derecho de usufructo; sin embargo como resultado del
advenimiento del capitalismo se emprendió una radical reforma a esta
situación; y reconociendo que e l cónyuge había colaborado con su esfuerzo y
compañía al logro del patrimonio, se dejó de lado viejos resabios y se
reconoció en casi todas las legislaciones del mundo el pleno derecho del
cónyuge a heredar.
En nuestra legislación, la sucesión del cónyuge en el Código Civil Santa Cruz
tuvo la influencia del Derecho Romano, motivo por el que ubicaba al cónyuge
supérstite, después de los parientes del cuarto grado; posteriormente al influjo
de la legislación argentina, se modificó por Ley de 27 de diciembre de 1882, el
Código Civil; de modo que el artículo 512 modificado decía: "Si no hay
descendientes legítimos ni naturales, ni ascendientes, los cónyuges se heredan
recíprocamente". Es más, la misma disposición determinó que para el caso de
concurrencia del cónyuge sobreviviente con hijos legítimos, aquél tenía en la
sucesión la misma parte que cada uno de éstos.
Con la promulgación del Código vigente, el derecho sucesorio del cónyuge
supérstite sufre una substancial modificación; pues, a más de reconocerle una
parte legítima igual que la de los descendientes; se le reconoce
adicionalmente el derecho de heredar al de cujus tanto en la parte de los
bienes propios que tenía, así como en los bienes gananciales que a este
correspondían, en cuotas partes iguales a la de los hijos.
Consecuentemente el cónyuge, conforme a la legislación vigente es un
heredero forzoso, que entra a la sucesión por ministerio de la ley; y en la
medida en que concurra a la sucesión con descendientes o con ascendientes,
su cuota parte hereditaria se amplía o se reduce como se verá luego. Más,
esos derechos se hacen extensivos también al conviviente; esto pese a que
tanto el cónyuge como el conviviente, no son parientes consanguíneos del de
cujus; pero su derecho sucesorio deviene del matrimonio y de la institución del
concubinato o unión conyugal libre o de hecho, reconocido por la Constitución
Política del Estado. De manera que el cónyuge o conviviente excluye
totalmente a los parientes colaterales en la sucesión.
El Código Civil actual en el artículo 1.1 02, con cierta imprecisión en principio
insinúa que el cónyuge supérstite sucedería únicamente para el caso de no
haber dejado el de cujus, hijos o descendientes, ni padres o ascendientes; pero
no es esa la situación del cónyuge supérstite, pues les siguientes artículos
aclaran totalmente el panorama; así el Art. 1. 102 del Código Civil, dispone que:
''Al que muere sin dejar hijos o descendientes ni padres o ascendientes,
sucede el cónyuge". Luego los dos artículos siguientes, especifican y aclaran
que cuando el cónyuge concurre a la sucesión con hijos o descendiente, tiene
derecho a una cuota hereditaria igual que la de los hijos. En cambio sí concurre
con ascendientes se le defiere la mitad de la herencia; y la otra mitad se defiere
a los ascendientes.
Pese a lo anterior, el gran cambio del código vigente respecto al antiguo, radica
en el hecho de que el anterior reconocía el derecho de sucesión del cónyuge
supérstite únicamente sobre los bienes propios del de cujus, mientras que el
actual admite también la sucesión en la cuota parte ganancial del causante; así
lo determina el artículo 1.105 del Código Civil cuando dispone: "(Sucesión del
cónyuge sobreviviente en los bienes propios y en los comunes del causante) El
derecho sucesorio del cónyuge sobreviviente se hace efectivo, en las
proporciones señaladas por este código, tanto en los bienes propios del
causante, cuanto en la parte que a éste correspondían en los bienes comunes".
Finalmente en materia de derechos del cónyuge, inclusive el cónyuge de buena
fe; en saso de matrimonio putativo, tiene derecho a heredar, cuando el
matrimonio ha sido declarado nulo después de la muerte del otro cónyuge; esto
siempre que el cujus, no hubiere estado ligado por matrimonio válido en el
momento de su muerte con otra persona.
7.4.1 EXCLUSIÓN DEL CÓNYUGE.- El cónyuge o conviviente supérstite, fuera
de los casos de indignidad y desheredación previstos por ley, puede también
ser excluido de la herencia por cuestiones referentes a la unión matrimonial, ya
que su vocación sucesoria, deviene precisamente del matrimonio; sobre el
particular el artículo 1: 1 07 del Código Civil, sostiene: "(Exclusión del cónyuge
en la sucesión) La sucesión del cónyuge sobreviviente no tiene lugar cuando:
1) Ei matrimonio se celebra hallándose enfermo el otro cónyuge y su muerte
acaece dentro de los treinta días siguientes como consecuencia de aquella
enfermedad. 2) Existe sentencia de separación pasada en autoridad de cosa
juzgada, en la cual se reconoce al sobreviviente como culpable de la
separación. 3) Por propia voluntad y sin causa moral ni legal se halla separado
de hecho de su cónyuge, y la separación dura más de un año”.
La primera causal de exclusión, se justifica desde el punto de vista de que es
necesario proteger a una persona gravemente enferma; con quien alguien
podría matrimoniarse in extremis, únicamente por heredarla. Esta exclusión se
impone debido a que no pocas veces se han presentado casos en los que
personas inescrupulosas, en un desmedido afán de enriquecerse, buscan
matrimoniarse con personas próximas a morir; únicamente por heredarlas. De
modo que el matrimonio en artículo mortis, justifica la causal de exclusión del
cónyuge. Sin embargo es también ecuánime diferenciar un matrimonio in
extremis, celebrado para formalizar por ejemplo una larga unión concubinaria, o
el celebrarlo después de un largo noviazgo, en el que el matrimonio se ha
efectuado con fines altruistas; y también aquel matrimonio celebrado
hallándose enfermo el causante, pero que su fallecimiento se debió a otra
dolencia diferente de la que padecía en el momento del matrimonio; o
finalmente aquel matrimonio celebrado in extremis, pero sin ningún interés
mezquino o deshonesto.
Consiguientemente, para que el cónyuge o conviviente concurra a la sucesión,
indefectiblemente deben concurrir los siguientes requisitos:
a) matrimonio o unión conyugal libre válidos.
b) Inexistencia de divorcio.
c) Inexistencia de separación de un año, anterior al fallecimiento de los
cujus.
7.5 DEMOSTRACIONES GRAFICAS.- art. 1103. Concurrencia del conyugue
con hijos.- "Cuando el cónyuge concurre con sus hijos o descendientes, el
cónyuge tiene derecho a una cuota igual de herencia que cada uno de los hijos.
A y B son esposos y tienen 3 hijos: H, F y G; tratándose de sucesión del
conyugue A; considerando que los bienes del causante son patrimoniales, y
alcanzan a la suma de Bs. 100, el cónyuge recibe igual que cada uno de los
hijos, de modo que le corresponderá la suma de Bs. 25, y cada hijo recibirá
igual suma.

A+ B

H F G

Art. 1104 del C. Civil.- Concurrencia del cónyuge con ascendientes.- Al


cónyuge se le defiere la mitad de la herencia si concurre con ascendientes. La
otra mitad se defiere a los ascendientes conforme a lo dispuesto por los
artículos 1.097 y 1.099.
Si A muere dejando a su cónyuge B y a sus padres P y M, según lo dispuesto
por el artículo 1104, una herencia patrimonial de 100 Bs. se distribuye 50 Bs.
para el cónyuge B; Y los restantes Bs. 50 para los padres P y M, a Bs. 25 para
cada uno.
P M

H +A

En cambio si los bienes fueran gananciales, la distribución sería así:


A muere dejando como a herederos a su esposa B, y a sus padres P y M; y un
acervo ganancial de Bs. 120; consiguientemente, para B se separa por derecho
ganancialicio, el 50% o sea Bs. 60; y de los restantes Bs. 60, gananciales de A,
recibe además Bs. 30; o sea la mitad de la ganancialidad del de cujus; mientras
que los sobrantes 30 Bs., reciben sus padres a Bs. 15 cada uno.

P M

+A B

Artículo: 11 05 del Código Civil.- Sucesión del cónyuge sobreviviente en los


bienes propios y en los comunes del causante.
A fallece dejando a su cónyuge B y a 3 hijos, H, F y G; además 120 Bs. como
bienes gananciales y 100 Bs. de bienes propios. La herencia se distribuye así:
Bs. 60 de los gananciales le corresponde por derecho propio a B; y en los Bs.
60 restantes ingresa como un hijo, de modo que le corresponde Bs. 15 más, al
igual que a cada hijo. Finalmente en los Bs. 100 de bienes propios, recibe la
cuota de un hijo, o sea que recibe Bs. 25 adicionales; de manera que en total
recibe 100 Bs. y cada hijo solamente Bs. 40.

A+ B

H F G

7.6 SUCESIÓN DE LOS PARIENTES COLATERALES.- Conforme a


previsiones del artículo 1.083 del Código Civil, en la sucesión legal los
parientes colaterales están ubicados después de los descendientes,
ascendientes, y el cónyuge o conviviente; o sea en un cuarto orden de
prelación. Ahora bien, cuando hablamos de los parientes colaterales, nos
referimos a los que no descienden los unos de los otros, pero que tienen un
tronco común. Entre ellos citamos a los hermanos, primos hermanos, tíos, etc.
Conforme al contenido del artículo 1.109 del Código Civil, es preciso diferenciar
a los hermanos de doble vínculo de los hermanos de vínculo sencillo, pues los
últimos reciben la mitad de lo que corresponde a los primeros.
7.6.1 SUCESIÓN DE LOS HERMANOS Y SUS DESCENDIENTES.- El artículo
citado líneas arriba, dispone que al que muere sin dejar, descendientes, ni
ascendientes, ni cónyuge o conviviente; suceden según las reglas de la
representación, los hermanos y los hijos de los hermanos premuertos, o de otra
manera impedidos para heredar.
Si H muere dejando como a herederos a sus hermanos F y (G, además a sus
sobrinos N y Ñ, hijos de J; y el patrimonio dejado asciende a Bs. 120; a F y G
les corresponde a Bs. 40 a cada uno; y los restantes Bs. 40, se divide entre los
sobrinos N y Ñ.

+H F G +J

N Ñ

2" Parte del Art. 1109 del Código Civil.- Los hermanos unilaterales, heredan la
mitad de lo que corresponde a los hermanos de doble vínculo.
Julio y Sara procrean dos hijos: 1 y 2; luego al deceso de Julio, Sara contrae
matrimonio con Luis, con el mismo que tiene a 3 como hijo; tratándose de la
sucesión de 1, y dejando éste una herencia de Bs. 60; el hermano 2 recibe la
suma de Bs. 40, mientras que 3, recibe únicamente Bs. 20.

Julio Sara Luis

1 2 3

7.6.2 SUCESIÓN DE OTROS PARIENTES COLATERALES.- Conforme al


contenido del artículo 1.110 del Código Civil, para el caso de no existir como
herederos, descendientes, ascendientes, cónyuge o conviviente; ni hermanos o
sus descendientes hasta el cuarto grado de parentesco con el de cujus, la
sucesión se abre en favor de otros parientes colaterales más próximos hasta el
tercer grado; los mismos que pese a que el Código no dice de quiénes se trata,
no son otros que los tíos del de cujus. Y para el hipotético caso de que se
tratara de parientes colaterales unilaterales; los mismos heredan la mitad de la
cuota correspondiente a los parientes de doble vínculo.
P ha tenido dos hijos que son H y F; a su vez H, tiene su hijo N; habiendo
premuerto H y P; N, no tiene hermanos ni sus descendientes, pero tiene a su
otro pariente colateral hasta el tercer grado, que es su tío F, quien hereda la
totalidad del acervo hereditario del causante N.

+P

+H F

+N

7.7 SUCESIÓN DEL ESTADO.- El derecho a suceder del Estado se hallaba


instituido ya en el abrogado Código Civil de 1.831, en cuyo artículo 621, se
decía que a falta de parientes dentro del cuarto grado y de cónyuge
sobreviviente, los bienes irán al Estado.
Actualmente, conforme al artículo 1.111 del Código Civil, a falta de otros
llamados a suceder, la herencia se defiere al Estado. Consiguientemente el
Estado de acuerdo a esta disposición, es llamado a la sucesión a título de
heredero; de modo que tiene vocación sucesoria porque la ley lo ubica en el
quinto orden de sucesión legal de acuerdo al artículo 1.083 del Código - Civil.
Es más, de acuerdo al artículo 1.111 citado, el Estado es un heredero
privilegiado, pues adquiere la herencia de pleno derecho, no requiere de
aceptación previa ni tiene lugar la renuncia. Y, por si ello no fuera suficiente, su
privilegio se extiende al hecho de que siempre hereda con beneficio de
inventario.
Del contenido del artículo precedentemente citado, el Estado adquiere
entonces la herencia de pleno derecho, y viene a ser un heredero necesario,
pues no le está permitido el renunciar; y finalmente su responsabilidad vendría
a ser "responsabilidad intra vires"
TEMA Nº 8
DERECHO DE REPRESENTACION
8.1 ANTECEDENTES HISTÓRICOS DEL DERECHO DE
REPRESENTACIÓN.- - El derecho de representación, o simplemente la
representación, como la llama el Código Civil en su artículo 1.089; tiene sus
orígenes en el Derecho Romano, en el mismo que hasta fines de la República,
la libertad de testar fue absoluta; es en esta época que se introduce una acción
contra los testamentos que disponían todo el patrimonio en detrimento de los
herederos; a través de esta acción se anulaba todo el testamento.
Posteriormente, el derecho de representación fue conocido con el nombre de
sucesión por estirpe y en principio se admitía la representación, únicamente
para los nietos o bisnietos de los hijos varones, quienes entraban a suceder en
lugar de su padre. O sea que, el derecho de representación únicamente
favorecía a los descendientes, luego Justiniano extendió el beneficio en favor
de los hijos de los hermanos o hermanas.
Otros autores sostienen que el derecho de representación, en realidad tiene un
origen griego, manifestando que los griegos anteriores a Demóstenes aún sin
derecho escrito, ya conocieron este instituto del Derecho Sucesorio.
En Francia, únicamente fue conocido el derecho de representación en las
regiones que tenían derecho escrito; ya que en las que se regían por el
derecho de costumbre, fue desconocido el instituto.
En nuestra legislación el Código Civil de 1.831, siguiendo a su modelo francés
legisló sobre el derecho de representación; pues en su artículo 609, decía que:
"El derecho de representación es una ficción de la ley, por la que entran los
descendientes más remotos a ocupar el lugar, grado y derechos de sus padres
difuntos". Empero conviene destacar que la representación, estaba instituida
solamente para los casos de premoriencia.
8.2 SUCESIÓN INTESTADA.- Esta sucesión se da cuando el causante muere
sin dejar testamento, o cuando el mismo ha sido declarado nulo por alguna
razón, circunstancias en las que, es la ley que suple la voluntad del de cujus y
organiza un sistema de sucesión, que se funda en el principio del afecto, bajo
la premisa de que: “Si el causante hubiera podido hacer testamento, habría
dejado su patrimonio a las personas más allegadas que tenía"; por tanto el
vínculo de sangre que une a los miembros de una familia es determinante para
la distribución del acervo hereditario.
Consiguientemente el vínculo consanguíneo es el que determina la forma en
que se van a organizar los grupos u órdenes de sucesión, por parte de la ley
para la distribución de la herencia intestada.
8.3 ORDENES DE SUCESIÓN SEGÚN EL ARTÍCULO 1.083 DEL CÓDIGO
CIVIL.- Las órdenes de sucesión, son los grupos de personas que organiza la
ley, para que entren a heredar en caso de que el causante muera intestado; en
estos grupos por determinación de la ley, se determinan prioridades, por las
que unos herederos excluyen a los otros.
Estos grupos en nuestra legislación, están organizados conforme a previsiones
del artículo 1.083 del Código Civil que dice: "(Orden de los llamados a suceder)
En la sucesión legal, la herencia se defiere a los descendientes, a los
ascendientes, al cónyuge o conviviente, a los parientes colaterales y al Estado
en el orden y según las reglas establecidas en el presente título". De manera
que en los casos de una sucesión intestada, los primeros que son llamados a
suceder son los descendientes, quienes desde luego excluyen a los
ascendientes, así como a los parientes .colaterales y al Estado; pues,
únicamente pueden concurrir simultáneamente con ellos, el cónyuge o
conviviente. Luego, en defecto de los descendientes, ingresan a la sucesión los
ascendientes; quienes obviamente excluyen a los parientes colaterales y al
Estado; mas, no al cónyuge o conviviente, con el que concurren a la sucesión
del de cujus. Pero el cónyuge, sin embargo de concurrir junto a los
descendientes y ascendientes, en caso de no existir éstos, excluye a los
parientes colaterales y al Estado; y finalmente los parientes colaterales que
ingresan a la sucesión a falta de descendientes, ascendientes, y cónyuge o
conviviente; y, al único que excluyen es al Estado.
Consecuentemente, al tenor de la disposición legal mencionada, en la sucesión
legal, la herencia se defiere a los siguientes grupos:
8.3.1 LOS DESCENDIENTES.- Los descendientes de cualquier clase que
sean, ingresan a la sucesión en primer término; esto con el advertido de que el
beneficio alcanza inclusive a los hijos adoptivos y a sus descendientes;
empero, si son descendientes extramatrimoniales, deben estar reconocidos por
sus progenitores, para poder gozar de este beneficio.
8.3.2 LOS ASCENDIENTES.- Que son los padres, los abuelos, los bisabuelos,
tatarabuelos, etc., en su calidad de herederos forzosos, ingresan a heredar en
segundo orden, ante la eventualidad de que no exista la anterior categoría de
herederos.
8.3.3 EL CÓNYUGE O CONVIVIENTE SUPÉRSTITE.- Conforme a ley, al que
muere sin dejar descendientes ni ascendientes, sucede el cónyuge o
conviviente; sin embargo, es del caso aclarar que, el cónyuge puede
igualmente heredar en concurrencia tanto con los descendientes, así como con
los ascendientes.
8.3.4 LOS PARIENTES COLATERALES.- Que comprende a los hermanos o
sus descendientes hasta el cuarto grado inclusive; y a otros parientes
colaterales· hasta el tercer grado, que viene a ser los tíos. Estos herederos
ingresan a la sucesión a falta de todos los anteriores herederos; e inclusive a
falta de herederos testamentarios o voluntarios por disposición del artículo
1.002 del Código Civil.
8.3.5 EL ESTADO.- Finalmente en caso de no existir ninguno de los herederos
contemplados en las órdenes anteriores, es el Estado el que en su calidad de
sucesor irregular ingresa a recibir el patrimonio del de cujus.
8.4 DERECHO DE REPRESENTACIÓN.- El derecho de representación se ha
creado con el objeto de impedir los efectos que pudiera tener la muerte
prematura de una persona llamada a suceder, en sentido de privar a sus
descendientes del goce de la herencia. Consiguientemente la representación
es una facultad que confiere la ley a los hijos y descendientes, así como a
ciertos parientes colaterales, para que concurran a la sucesión del ascendiente
o pariente colateral muertos; para tomar parte por su padre también fallecido,
declarado indigno, desheredado o renunciante.
Dicho de otro modo, representación es el derecho por el cual los descendientes
de un grado ulterior, son colocados en el lugar que ocupaba su padre o su
madre en la familia del difunto; a fin de suceder juntos en la misma parte de la
herencia a la cual el padre o la madre habrían tenido derecho.
El tratadista Boulanger, define al derecho de representación indicando que: "Es
un beneficio de la ley, en virtud del cual un heredero de un grado más lejano,
es admitido a recoger la parte que hubiese obtenido su padre o su madre
premuertos, en concurrencia con herederos más próximos que él”.
El artículo 1.089 del Código Civil da una noción de la representación diciendo:
"La representación, hace subintrar a los descendientes en el lugar y grado de
su ascendiente cuando éste sea desheredado, indigno de suceder, renuncie a
la herencia o premuera a la persona de cuya sucesión se trata".
Sin embargo, no debernos confundir el derecho de representación, con la
representación misma; pues, la primera es una institución propia del Derecho
Sucesorio, mientras que la segunda es propia de la parte general del Derecho
Civil. Es más, la primera tiene lugar cuando un ascendiente no quiere o no
puede aceptar una herencia; por cuya razón, otra subintra en su lugar a
suceder: y la segunda, se da cuando una persona realiza actos jurídicos en
nombre de otra, produciendo sus efectos en la persona representada; en suma
esta viene a ser lo que en Derecho, se conoce también con el nombre de
mandato.
8.5 NATURALEZA JURÍDICA DEL DERECHO DE REPRESENTACIÓN.-
Acerca de la naturaleza jurídica del derecho de representación, se han
esbozado diversas teorías, de las que por su aceptación sólo indicamos las
siguientes:
8.5.1 TEORÍA DE LA FICCIÓN.- Esta teoría es de origen muy antiguo, pues
inclusive antes del Código Napoleón, en Francia se sostenía que la
representación es una ficción de la ley; entre sus propugnadores tenemos a
Pothier; y entre sus detractores a Planiol y Ripert. Sobre el particular el artículo
739 del Código Civil Francés, manifiesta que: "La representación es una ficción
de la ley, que tiene por efecto poner al representante en el lugar, en el grado y
en los derechos del representado".
8.5.2 TEORÍA DE LA SUBROGACIÓN.- El tratadista Betti, sostiene que la
sucesión por derecho de representación es un caso de subrogación, debido al
concepto amplio de este instituto; y ante todo por el hecho de que en todos los
casos en que una persona se ubica en el lugar que otra persona ocupaba
anteriormente, existe subrogación; y, el derecho de representación, en materia
sucesoria, es un caso de subrogación porque el representante, subentra en el
lugar y grado de su ascendiente representado que no puede o no quiere recibir
la herencia.
8.5.3 TEORIA DE LA SUSTITUCIÓN.- Esta teoría es compartida por la mayor
parte de los tratadistas, y según los mismos, con la representación ocurre lo
que con la sustitución vulgar; pero mientras ésta se opera en la sucesión
testamentaria, cuando el de cujus ha designado en su testamento un sustituto
que recibe la herencia en lugar del instituido, que no puede recogerla por algún
impedimento legal; en materia de derecho de representación, es la ley la que
llama al representante que ingresará a la sucesión en lugar del originalmente
llamado que resulta ser indigno, desheredado, ha renunciado o a premuerto.
8.6 JUSTIFICACIÓN DEL DERECHO DE REPRESENTACIÓN- En nuestra
legislación, en el campo del Derecho Sucesorio, el derecho de representación,
surge como consecuencia de la salvedad prevista por la parte in fine del
artículo 1.086 del Código Civil; pues, conforme al contenido de dicha
disposición legal, en cada una de las líneas el pariente más próximo en grado
excluye en la herencia al más lejano, salvo el derecho de representación.
Ahora bien, según la salvedad mencionada, en todos los casos que el
ascendiente llamado a suceder, este impedido de heredar por ser indigno, estar
desheredado, haber renunciado a la herencia, o finalmente haber premuerto:
sus descendientes, sin el detalle de la proximidad del grado, ingresan a heredar
representándolo. Con esta forma de heredar, se evita un acto ele injusticia que
se dará en caso de no existir derecho de representación, a cuya consecuencia,
en aplicación del artículo 1.086 citado, únicamente heredarían los
descendientes más próximos, en detrimento de otros algo más lejanos, pero
con vocación sucesoria; de manera que el derecho de representación hace que
el acto de asignación de cuotas hereditarias, sea más equitativo y ecuánime
entre los descendientes del causante. Esta determinación de la ley está
respaldada por el contenido de la primera parte del artículo 1.093 del Código
Civil, según el cual la representación, tiene lugar sean iguales o desiguales el
grado de los descendientes y su número en cada estirpe.
Como consecuencia del derecho de representación, el descendiente asciende
de grado al sustituir al representado, ocupando el lugar que a éste le
correspondía.
8.7 DERECHO DE REPRESENTACIÓN EN LÍNEA DIRECTA DE
DESCENDIENTES.- En virtud de lo determinado por el artículo 1.090 del
Código Civil, el derecho de representación en línea directa de descendientes,
tiene lugar hasta lo infinito, favoreciendo inclusive a los descendientes que
tuvieren los hijos adoptivos del difunto. Consiguientemente los nietos del
difunto, así como sus bisnietos y otros descendientes pueden heredar al abuelo
o bisabuelo en virtud del derecho de representación.
EJEMPLO GRAFICO: Si el padre P, tiene 3 hijos, H, F, y G; Y a su vez H
tiene dos hijos que son N y Ñ; éste último tiene de parte 2 hijos B y C, lo que
quiere decir que P, tiene 3 hijos, 2 nietos y 2 bisnietos. Si se trata de la
sucesión de P. y previamente han muerto su hijo H y su nieto Ñ quedan como
sus herederos, sus hijos F y G, su nieto N y sus bisnietos B y C; un acervo
hereditario de BS. 120. se reparte así: Bs. 40 para F, otros Bs.40 para G; Bs.
20 para N, y a Bs. 10 para B y C.
+P

+H F G

N +Ñ

B C

S.8 DERECHO DE REPRESENTACIÓN EN LÍNEA DIRECTA DE


ASCENDIENTES.- Por expresa determinación de la Segunda Parte del artículo
1.090 del Código Civil, no se reconoce el derecho de representación en favor
de los herederos forzosos de la categoría de los ascendientes; pues
concurriendo estos a la sucesión; el ascendiente más próximo en cada una de
las líneas, excluye al ascendiente más lejano. Consiguientemente, si concurren
a la sucesión ascendientes, siendo éstos de grados diferentes; los
ascendientes más próximos excluyen a los ascendientes más lejanos; de
manera que los primeros son preferidos respecto a los segundos; pues no rige
el derecho de representación en favor de los ascendientes.
EJEMPLO GRÁFICO:
H fallece, sin dejar descendientes, igualmente ha fallecido antes su padre P;
pero queda viva su madre M, así como sus abuelos paternos A y B. Aplicando
la II parte del Art. 1.090, quién hereda la totalidad del patrimonio de H, es su
madre M, pues excluye a los abuelos paternos A y B por ser estos más lejanos
y no tener opción al derecho de representación.

A B

+P M

+H
8.9 DERECHO DE REPRESENTACIÓN EN LÍNEA COLATERAL.- El derecho
de representación en línea colateral, únicamente tiene lugar en favor de los
hijos de los hermanos del difunto; así lo dispone el artículo 1.091 del Código
Civil, cuando dice : "En línea colateral la representación tiene lugar
favoreciendo a los hijos que tuvieran los hermanos del difunto".
EJEMPLO GRÁFICO:
Si se trata de la situación de 3 hermanos 1, 2 y 3; este último tiene a su vez dos
hijos, H y F; si se diera la sucesión de 1, y previamente ha fallecido su hermano
3, dejando a sus hijos H y F, que resultan ser sobrinos de 1; quedan como
herederos 2 y sus sobrinos H y F, estos últimos recibirán corno herencia
únicamente lo que hubiera correspondido a su padre premuerto 3.

+1 2 +3

H F

8.10 LLAMAMIENTO DIRECTO.- En virtud del instituto del llamamiento directo,


los descendientes pueden suceder por derecho de representación, aun cuando
hayan renunciado a la herencia del representado; o sean desheredados, o
indignos de heredar a éste; así lo dispone el artículo 1.092 del Código Civil; de
modo que en virtud de esta innovación de avanzada del Derecho Sucesorio,
quiénes se hallan privados de heredar a su ascendiente, pueden sin embargo,
heredar al ascendiente de éste por medio del denominado “llamamiento
directo".
8.11 ALCANCE DEL DERECHO DE REPRESENTACIÓN.- El derecho de
representación tiene lugar, conforme a previsión del artículo 1.093 del Código
Civil, así sean iguales o desiguales el grado de los descendientes y su número
en cada estirpe. Además; la misma disposición, determina que en la
representación la herencia se divide por estirpes, de modo que lo heredado por
el representante o representantes no exceda a lo que pudo heredar el
representado.
Precisamente el artículo 1.094 del Compilado Civil en su II Parte, sostiene que:
"Los hijos heredan por cabeza y los nietos y demás descendientes por estirpe.
Heredar por cabeza es suceder en virtud del derecho propio, y heredar por
estirpe es suceder en virtud del derecho de representación”.
Sin embargo, conviene resaltar el hecho de que el precedentemente citado
artículo 1,093 del Código Civil, deja abierta la posibilidad de que no solamente
los hijos de los hermanos hereden en virtud del derecho de representación;
pues, cuando dispone que la representación tiene lugar, sean iguales o
desiguales el grado de los descendientes; establece que siendo los sobrinos,
descendientes de un determinado grado, puedan también concurrir por derecho
de representación, con otros descendientes de otro grado; quienes en este
caso podrían por ejemplo, ser los sobrinos-nietos. Este es precisamente el
criterio que prima entre los modernos doctrinarios del Derecho Sucesorio.

TEMA Nº9
LEGITIMA Y LIBERTAD TESTAMENTARIA
9.1 LEGÍTIMA HEREDITARIA.- El patrimonio del causante, por determinación
de la ley se divide en dos porciones; una de ellas, llamada porción legitima y
otra conocida con el nombre de porción disponible; de manera que el
patrimonio del de cujus está claramente diferenciado en esas dos partes o
porciones; no precisamente por voluntad del titular del patrimonio, sino por
determinación expresa de la ley; que tampoco impone arbitrariamente esta
división, pues para determinar las porciones indicadas, consulta una serie de
factores y causas que tienen íntima relación con los vínculos biológicos y
afectivos de familia.
Consiguientemente a legítima hereditaria es una porción del patrimonio,
diferida a cierta clase de herederos, como cuota de herencia obligatoria; su
fundamento, dicen que descansa tanto en un deber de familia, así como en una
obligación alimentaria.
9.1.1 ANTECEDENTES HISTÓRICOS.- Para hallar los antecedentes de la
legítima, indudablemente debemos remontarnos al Derecho Romano, en el
mismo que en principio, la libertad de testar, o sea la libertad de disponer de los
bienes a título gratuito fue absoluta; empero, al amparo de tal libertad, se
cometieron una serie de excesos y arbitrariedades, que provocaron que el
legislador tratase de atenuar esta situación. Posteriormente a fines de la
República, aparece la idea de la legitima, como consecuencia del hecho de
considerarse una actitud injusta, producto de una insania mental, el hecho de
excluir al heredero totalmente de la sucesión; situación que daba lugar a una
acción que producía la caída de todo el testamento; es así que se introduce
una acción contra los testamentos que disponían todo el patrimonio en
detrimento de los herederos; ya en la época del imperio, se obligó al causante
a dejar a sus parientes en grado muy cercano, una parte de sus bienes; esto
era lo que se llamaba legitima; porción que en un principio alcanzaba
únicamente a la cuarta parte, motivo por el que se la llamo la “cuarta falcidia”, o
legitima. Pero fue en la época del Derecho Justinianeo que la legitima adquirió
su verdadera configuración, ya que no se anula todo el testamento, si no que el
heredero forzoso tenía derecho a reclamar una parte de la herencia , de la cual
no podía ser privado sin justas causas; es más, la porción legitima fue
incrementada por Justiniano, quien dispuso que en favor de los descendientes,
si eran cuatro los hijos, la legitima sea de un tercio; y si eran más, la legitima
sea de la mitad del patrimonio.
En el Derecho Francés, la legítima se vincula más con la "reserva" del derecho
Germánico, basada en un deber sucesorio para con la familia; en el período
revolucionario, si bien se protegía la libertad de testar, se prohibió a todo
ciudadano con hijos, el derecho de disponer libremente de todos sus bienes a
título gratuito y se redujo la parte disponible en línea directa a un décimo del
patrimonio; luego esta porción fue incrementada a un cuarto cuando el padre
tenía menos de cuatro hijos; una quinta si dejaba cuatro; y una sexta si
quedaban seis hijos.
9.2 CONCEPTO DE LEGÍTIMA.- La legítima es la parte de la herencia que por
disposición de la ley se reserva a cierta clase de herederos llamados forzosos o
legitimarios. La legítima constituye una limitación a la libertad de testar; pues
teniendo herederos forzosos, el causante solamente puede disponer de sus
bienes, en su manifestación de última voluntad, respetando los límites de la
porción que la ley tiene reservada a esta clase de herederos.
La legítima entonces, es la cuota hereditaria que la ley fija en favor de
determinados herederos en función del parentesco, obligando al causante a
respetar esa cuantía en caso de tener esta clase de sucesores. Esta cuota,
naturalmente que no abarca a la totalidad del patrimonio relicto; sino que la
misma se reduce a una parte de él, dejando la otra parte para que el causante
pueda disponer libremente a favor de parientes o extraños.
Consiguientemente, la legítima "Es la parte de la herencia que por disposición
de la ley, se reserva a cierta clase de herederos, llamados herederos forzosos
o legitimarios”, que en nuestra legislación son los descendientes, los
ascendientes y el cónyuge o conviviente. El legislador ha querido proteger a
estos parientes inmediatos del difunto, contra el peligro al que exponen las
excesivas liberalidades del "de cujus", concediéndoles la legítima; de la misma
que no pueden ser privados sino en los casos expresamente previstos por ley.
9.3 FUNCIÓN DE LA LEGÍTIMA.- Por medio de la legítima, tal como se ha
dicho en líneas precedentes; el legislador ha querido proteger a cierta clase de
herederos, parientes inmediatos del difunto, que son los herederos legitimarios;
contra el peligro a que exponen las liberalidades del "de cujus".
Conforme a un uniforme criterio doctrinal, la legítima cumple una doble función,
en primer término protege a la familia contra las liberalidades en favor de
extraños; y, también asegura la igualdad entre los co-herederos; pues, esta
porción del patrimonio, no puede ser dispuesta libremente por el causante, por
estar destinada obligatoriamente a los herederos legitimarios.
9.4 CARACTERISTICAS DE LA LEGÍTIMA.- Entre las principales
características que tiene la legítima podemos mencionar las siguientes:
9.4.1 PROTEGE A LA FAMILIA.- Tal corno se ha dicho precedentemente, La
legítima en todo tiempo protege a la familia, contra las liberalidades en favor de
extraños; debido a que conforme argumenta Rébora, existe la necesidad de
fortalecer a la familia y garantizar su prosperidad. Esta característica tiene su
fundamento en el hecho de que ninguna persona normal permanece indiferente
ante las vicisitudes que puede aquejar a un miembro de su familia.
9.4.2 IGUALDAD ENTRE LOS HEREDEROS.-La legítima al permitir que los
herederos de un mismo grado, reciban igual porción hereditaria; asegura una
perfecta igualdad entre los mismos; esto al amparo del trato jurídico igualitario
que se halla instituido por el artículo 1.084 del Código Civil; disposición
complementada por el artículo 1.087 del mismo compilado que prevé que los
parientes del mismo grado y de la misma línea, deben heredar por partes
iguales.
Consecuentemente, a más de impedir liberalidades exageradas en favor de
extraños, la legítima impide también igual género de liberalidades en favor de
los mismos familiares.
9.4.3 DEBER DE FAMILIA.- Conforme a esta característica, la legítima que
está reservada en favor de los herederos forzosos, así estos no tengan
necesidades; responde al deber y al amor que se anida en el núcleo familiar; o
sea que deviene de los sentimientos de padres, hijos y cónyuge; que
recíprocamente buscan otorgarse los medios que posibiliten o viabilicen el
bienestar y fortalecimiento de la familia.
9.4.4 ES INVIOLABLE.- Se sostiene que la legítima es inviolable, porque el
cuantum de la legítima que corresponde a las diferentes clases de heredero
forzosos, no puede ser disminuido, incrementado ni suprimido; debido a que
esta porción, debe ser respetada por el mismo testador en su caso, quien no
puede en modo alguno afectarla; ya que de hacerlo se dispondría el reintegro
o la reducción de la legítima de quien ha recibido menos o más de lo que
realmente le asigna la ley. El artículo 1.066 del Código Civil, dispone que toda
disposición testamentaria que modifique o suprima la legítima de los herederos
forzosos es nula.
9.4.5 ES IRRENUNCIABLE.- La legitima es irrenunciable, debido a que ningún
herederos forzoso legitimario, puede renunciar a su legitima antes de la
apertura de la sucesión; esta característica se halla inserta en la segunda parte
del artículo 1.066 del Código Civil, que dice: "…Es igualmente nulo todo
contrato, celebrado antes de abrirse la sucesión, que modifique, suprima o
imponga cargas o condiciones a la legitima de los herederos forzosos”.
9.5 CUANTÍA DE LA LEGÍTIMA DE LOS HEREDEROS FORZOSOS.- La
cuantía de la legítima de las distintas clases de herederos forzosos, varia en las
diferentes legislaciones, de acuerdo a la clase de herederos que concurren a la
sucesión; en nuestra legislación, cuando quienes concurren a la sucesión son
los hijos y descendientes, cualquiera sea el origen de estos, la legitima alcanza
a las cuatro quintas partes del patrimonio del causante. En cambio, si los que
concurren a la sucesión son ascendientes, o el cónyuge o conviviente; la
porción legítima se reduce a dos tercios de dicho patrimonio; sin embargo es
del caso aclarar, que si el cónyuge o el conviviente, concurre a la sucesión con
los descendientes, la legítima del mismo incrementa y es de cuatro quintas
partes del patrimonio sucesible. Así lo determina el Código Civil en el artículo
1.062, cuando dice:”(concurrencia del cónyuge con hijos) si el difunto ha dejado
uno o más hijos y cónyuge, la legitima de todos ellos y la porción disponible es
la misma señalada en el artículo 1.059”. y dicho artículo dispone que la legitima
de los hijos es de cuatro quintas partes, siendo la quinta parte restante de la
porción disponible, que el de cujus puede destinar a liberalidades.
9.6 REINTEGRO DE LA LEGÍTIMA Y REDUCCIÓN DE LAS
LIBERALIDADES.- Cuando pese a la protección que las disposiciones legales
otorgan a la legítima; por alguna circunstancia, la misma ha sido modificada de
algún modo; en estos casos, conforme a ley debe procederse al reintegro de la
legítima o a su reducción según se haya disminuido o incrementado
respectivamente dicha porción a los herederos. Esto fundamentalmente, debido
a que la legitima está protegida por disposiciones de orden público, de
manera que ni la voluntad del de cujus, ni la de terceros pueden afectar la
integridad de la legítima.
9.6.1REINTEGRO DE LA LEGÍTIMA.- cuando se abre una sucesión
testamentaria y concurren a la sucesión herederos forzosos, con otros
llamados suceder, instituidos por el cujus; o sea con herederos testamentarios;
la parte que excediendo a la porción disponible se asigna a los herederos
testamentarios o voluntarios; debe reducirse proporcionalmente hasta los
límites previstos por ley; para luego proceder al reintegro de la legitima: ya que
se reitera la misma es inviolable, y nadie puede atentar contra su integridad.
Consiguientemente, siendo la legítima una porción intocable reservada en favor
de los herederos forzosos; cuando el de cujus, sea por actos inter vivos o en
testamento ha afectado la legítima de cualquiera de los herederos legitimarios
lesionándola, se impone el reintegro correspondiente. A este efecto, puede
iniciarse la acción de reintegro de legitima por el o los herederos afectados, a
fin de conseguir se les entregue como legitima, la cuota parte prevista por ley,
luego de realizarse la reducción del caso.
El artículo 1.067 del Código Civil que se refiere al reintegro de la legitima
contiene una verdadera aberración jurídica en materia de redacción, al
expresar: “cuando se abre en todo o en parte la sucesión ab-intestato,
concurriendo herederos forzosos con otros llamados a suceder…”. Si una
sucesión es ab-intestato, no podrán concurrir a la sucesión herederos forzosos
con otros llamados a suceder; por la sencilla razón de que primero, los
herederos forzosos excluyen de la sucesión a cualquier otro heredero, de
consiguientemente no habrían otros llamados a suceder; y luego porque si la
sucesión es ab-intestato, no pueden haber otros herederos llamados a suceder,
porque la única forma de llamarlos seria mediante testamento. Finalmente no
puede darse la apertura parcia de una sucesión; porque una sucesión o se
abre, o no se da esta situación; dependiendo ello de que fallezca o no el
causante. Sin embargo, no se puede hablar de legítima sino en el caso de una
sucesión testamentaria, puesto que si se diera una sucesión ab-intestato, los
herederos forzosos reciben toda la herencia; porque al no haberse otorgado
testamento, no existen liberalidades mortis causa, o sea que no ha hecho uso
de la porción disponible.
9.6.2 REDUCCIÓN DE LAS LIBERALIDADES,- Cuando el causante ha
dispuesto de su patrimonio, mediante liberalidades hechas en testamento o
inter vivos, lesionando la porción legítima de los herederos forzosos; debe
procederse a la reducción ele dichas liberalidades para realizar el reintegro de
la legítima; se reitera, porque nadie puede modificar la legitima de estos
herederos.
De lo anterior se conviene en que no de los medios de protección de la legítima
de los herederos forzosos, constituye la acción de reducción; que no es sino
aquella por la cual el heredero forzoso, pide el reintegro de su legítima. Los
herederos forzosos, conforme a ley, no pueden renunciar a esta acción
mientras viva el donante o futuro causante.
La acción de reducción, solamente pueden interponerla, los herederos
forzosos, sus herederos y causahabientes; no así los donatarios o legatarios,
debido a que estos no tienen legitima alguna; así dispone claramente el artículo
1.070 del Código Civil, cuando indica: ( Quienes pueden pedir la reducción) I
solo pueden pedir la reducción los herederos forzosos, sus herederos y sus
causahabientes. Ellos no pueden renunciar a este derecho mientras viva el
donante, ni con declaración expresa ni prestando su asentimiento a la
donación. II Los donatarios y los legatarios no pueden pedir la reducción ni
beneficiarse de ella, ni tampoco, pueden pedirla o beneficiarse los acreedores
del de cujus si el heredero forzosos que tenga derecho a la reducción ha
aceptado la herencia con beneficio de inventario”. Sin embargo, el heredero
que ha aceptado la herencia en forma pura y simple, únicamente puede ejercer
esta acción, siempre que dirija la acción contra otro co –heredero; mientras que
el heredero que ha aceptado la herencia con beneficio de inventario puede
ejercer la acción de reducción tanto contra los herederos, así como contra los
donatarios y legatarios; esto por expresa determinación de la primera parte del
artículo 1.077 del Código Civil.
9.7 ORDEN Y MODO DE LAS REDUCCIONES.- El artículo 1.071 del
compilado Civil, dispone que en primer término se reducirán proporcionalmente
las disposiciones testamentarias, o sea los legados, sin distinguir entre
herederos y legatarios. Posteriormente se procede a la reducción de las
donaciones.
Sin embargo, por mandato de la misma disposición legal, cuando el testador
ha declarado expresamente que uno de sus legados, sea cumplido con
preferencia a otros, este legado solamente se reduce, cuando el valor de los
otros no sea suficiente para reintegrar la legítima de los herederos forzosos.
En cuanto al modo de proceder a la reducción de las liberalidades, el Código
dispone que después de haber procedido a reducir los legados, se procede a la
reducción de las donaciones, comenzando por la última y así sucesivamente
remontándose a las anteriores.
9.8 PORCION DISPONIBLE.- ya se ha dicho que el patrimonio del causante,
se divide en dos porciones, de las que una porción es la legítima, y la otra es la
porción disponible. La legítima restringe la voluntad del causante, pero no la
suprime; de consiguiente el de cujus tiene el derecho aunque limitado de
disponer de una determinada cuota de su patrimonio en liberalidades; las que
pueden efectivizarse por vía de donación o de legados, utilizando la cuota parte
disponible.
La porción disponible es la cuota parte, no comprendida en la legitima; y como
su nombre indica, es la fracción del patrimonio, que el causante puede disponer
libremente a título gratuito u oneroso; realizando actos de la liberalidad entre
vivos o mortis causa, en favor de extraños o en favor de sus mismos
herederos.
Esta porción, cuando concurren a la sucesión descendientes, tal como se ha
anticipado, es solamente de un quinto del caudal relicto: mientras que si los
herederos son los ascendientes o el cónyuge o conviviente; la cuota se amplía
a un tercio del patrimonio sucesible.
9.8.1 DETERMINACIÓN DE LA PORCIÓN DISPONIBLE.- Para determinar la
porción disponible del restador, conforme a previsiones del artículo 1.069 del
Código Civil, en primer lugar, se forma una masa de todos los bienes que
pertenecían al "de cujus" en el momento de su muerte, deduciendo de ella las
deudas. Posteriormente, se reducen ficticiamente los bienes de los cuales se
hubiera dispuesto a título de donación según su valor determinado, conforme a
las reglas contenidas en el título de las colaciones; y, se calcula sobre el caudal
así formado la porción de la cual el difunto podía disponer para las
liberalidades.
9.9 LIBRE DISPOSICIÓN DE BJENES POR EL CAUSANTE.- Cuando el
causante, no tiene herederos forzosos de ninguna clase, el mismo goza de
absoluta libertad para disponer de la totalidad de su patrimonio mediante
donaciones y legados, en favor de las personas que él estime conveniente; sea
por actos inter vivos, o por testamento o incluso por contrato. Así lo dispone el
artículo 1.065 del Código Civil, Cuando preceptúa: " (libre disposición de bienes
por el de cujus) No teniendo ningún heredero forzoso, el de cujus podrá
disponer libremente de la totalidad de su patrimonio por actos entre vivos o en
testamento".
9.10 NULIDAD DE LAS MODIFICACIONES, PACTOS, CARGAS Y
CONDICIONES SOBRE LA LEGITIMA.- estando la legitima protegida por ley, y
siendo las disposiciones que la regulan de orden público; la misma no puede
ser modificada por motivo alguno. El artículo 1.066 del Compilado Civil, dispone
que 2 es nula toda disposición testamentaria por la cual se modifica o suprime
la legítima de los herederos forzosos, o se imponen carga o condiciones sobre
ella. Es igualmente nulo todo contrato, celebrado antes de abrirse la sucesión,
que modifique, suprima o imponga cargas o condiciones a la legitima de los
herederos forzosos”.
9.11 ACCIONES DE PROTECCIÓN DE LA LEGÍTIMA,- Considerando el
carácter intangible de la legítima, a fin de precautelarla, la ley confiere a los
interesados, en este caso a los herederos forzosos, acciones y recursos que
tienden a impedir todo acto que lesione su integridad; entre estas acciones
tenemos la acción de reducción y la acción de rescisión.
9.11.1 ACCIÓN DE REDUCCIÓN,- La acción de reducción es aquella por la
cual el heredero pretende o persigue, el complemento de la legítima, cuando el
causante ha lesionado su legítima beneficiando a otro coheredero; o cuando
las liberalidades del causante exceden en conjunto la porción disponible y
afectan a la legítima de los herederos forzosos. Por esta vía se pretende la
restitución de bienes que ya están en poder de los beneficiarios;
consiguientemente esta acción corresponde únicamente a los herederos
forzosos, para solicitar el reintegro de su legítima, cuando la misma ha sido
lesionada, beneficiando a otro coheredero, o a legatarios o donatarios; a
emergencia de ello, deberá disponerse la consiguiente reducción de las
disposiciones testamentarias, de los legados y de las donaciones.
9.11.2 A.CCJÓN DE RESCISIÓN.- Cuando la división de herencia ha sido
hecha por el mismo causante; y en ella no se salva la legítima de alguno de los
herederos, la ley brinda a los interesados, la acción de rescisión de la partición;
empero, para que esta acción proceda, de conformidad al artículo 1.277 del
Código Civil la lesión tiene que haber sido en más de un cuarto de la porción
legítima.
9.11.3 ACCIONES DE PROTECCIÓN DE LA IGUALDAD DE LOS
SUCESORES.- Partiendo del principio del trato jurídico igualitario de los
herederos, establecido por el artículo 1.084 del Código Civil, la ley confiere a
los herederos acciones tanto para pedir herencia, al igual que otras personas
que concurran a la sucesión; así como para recibir como herencia, una cuota
parte igual que la de otros herederos de su mismo grado. Esto, porque el
artículo 1.087 del Código Civil, dispone que los parientes de la misma línea y eI
mismo grado heredan por partes iguales, al disponer: "(concurrencia de
parientes de la misma línea y el mismo grado) Los parientes de la misma línea
y de mismo grado heredan por partes iguales, salvo lo dispuesto por los
artículos 1.109 y 1.110".
Mas, cuando estos principios no son respetados en relación a alguno o algunos
herederos, la ley franquea a los mismos por ejemplo las acciones de reintegro
de legítima y las de reducción de las disposiciones que la afectan; acciones a
las que ya anteriormente nos hemos referido; y, con las que pueden reducirse
las disposiciones testamentarias, los legados y las donaciones.
9.11.4 ACCIONES DE PROTECCIÓN DE LA MASA HEREDITARIA.- Todo
heredero, en resguardo de la masa hereditaria, puede interponer conforme al
artículo 1.456 del Código Civil, la acción de petición de herencia y la entrega de
bienes hereditarios contra quienquiera que los posea total o parcialmente, así
esa persona sea causahabiente del poseedor.
De la misma manera pueden intentarse también en resguardo de la masa
hereditaria, la acción de posesión de bienes hereditarios.

TEMA Nº 10
DEL DERECHO DE ACRECER
10.1 CONSIDERACIONES GENERALES.- El derecho de acrecer, se conocía
ya en el Derecho Romano, en el mismo que según anota Villafuerte Claros,
existía acrecimiento tanto en la sucesión testamentaria como en la sucesión ab
intestato. Acrecer importa el derecho que tiene una persona, de aumentar a los
bienes, acciones y derechos que corresponden en la herencia, con los bienes,
acciones y derechos que corresponden a otra persona.
El derecho de acrecer conforme sostiene Prieto Melgarejo, denominado
también acrecimiento; “está acordado a favor de los coherederos o colegatarios
de una sucesión, sobre las porciones de otros herederos o legatarios que
quedan vacantes; porque han renunciado o no han podido adquirirlas por
alguna causa señalada expresamente en la ley”
10.2 DEFINICION.- en nuestra legislación como en el Derecho Romano, se
permite el acrecimiento tanto en la sucesión testamentaria como en la sucesión
ab intestato; de manera que el acrecimiento se da tanto por disposición de la
ley como por voluntad del causante contenida en testamento. A decir de
Armando Villafuerte, “El derecho de acrecer es el derecho en virtud del cual la
cuota parte del coheredero intestado o testamentario, o la de un colegatario
que no quiere o no puede recibir herencia o legado, incrementa la porción
correspondiente a los demás coherederos o colegatarios que concurren a la
sucesión de la misma persona”.
De manera que el derecho de acrecer consiste en el hecho de agregar a la
cuota hereditaria o legataria de los coherederos o colegatarios llamados a la
sucesión; la porción del heredero que no quiere o no puede adquirir la
herencia, o el legado a que tenía derecho.
10.3 REQUISITOS PARA EL DERECHO DE ACRECER.- para que el derecho
de acrecer tenga lugar en nuestra legislación, es indispensable que concurran
los siguientes requisitos:
1º la existencia de pluralidad de herederos o legatarios para suceder
conjuntamente.
2º que, en el llamamiento no haya determinación de partes; o que los
herederos o legatarios hayan sido llamados en partes iguales.
3º que, existan una porción hereditaria vacante como consecuencia de la
renuncia, pre muerte, indignidad o desheredación del heredero o legatario,
según corresponda.
Respecto a este último requisito, el Código Civil, únicamente alude de manera
expresa a los casos de premoriencia y renuncia; mas, no se dice nada de la
desheredación ni de la indignidad; aunque el Código tangencialmente alude a
los caos en que no se pueda recibir la herencia por cualquier causa
determinada por la ley; pero lo correcto hubiera sido que se mencionen
expresamente también os casos de desheredación e indignidad; cual lo hacen
la mayor parte de las legislaciones del mundo.
10.4 FUNDAMENTO DEL ACRECIMIENTO.- la doctrina en general, conviene
en que el fundamento del derecho de acrecer, no es otro que la voluntad
presunta del causante, ya que para que se dé por ejemplo el acrecimiento entre
herederos testamentarios, debe ser el, quien disponga un llamamiento solidario
sobre la universalidad del patrimonio; o en su caso un llamamiento en cuotas
iguales; o finalmente un llamamiento en la misma cuota. O en buenas cuentas,
puede disponer otra cosa y no hay acrecimiento alguno; y bien puede darse un
llamamiento de herederos sustitutos; al parecer precisamente por ese detalle,
varios artículos del Código refiriéndose al derecho de acrecer, sostienen
sacramentalmente la frase “si el testador no ha dispuesto otra cosa”.
Consecuentemente, se encuentra esa voluntad táctica del causante, aun en el
caso de que el mismo no haya determinado partes para impedir el
acrecimiento.
10.5 AMEITO DEL DERECHO DE ACRECER.- al igual que la mayor parte de
las legislaciones modernas, la nuestra contempla el derecho de acrecer tanto
para la sucesión intestada o ab intestado, así como para la sucesión
testamentaria.
10.5.1 DERECHO DE ACRECER EN LA SUCESION INTESTADA.- del
contenido del artículo 1.078 del Código Civil, se infiere que el acrecimiento, se
da también en las sucesiones ab intestato, porque la disposición alude a los
herederos legales, los mismos que conforme el artículo 1.002 del Código Civil,
son los herederos forzosos y también los simplemente legales, que no
requieren del llamamiento del testador para ser considerados herederos; el
artículo citado en primer término refiriéndose al acrecimiento entre herederos
legales, sostiene: “(ACRECIMIENTO ENTRE HEREDEROS LEGALES) I. La
parte del heredero legal que renuncia acrecer a favor de los coherederos
llamados juntamente con él a la herencia. Si el renunciante es heredero único,
la herencia se defiere a los sucesores del grado siguiente. II. La misma regla se
aplica cuando el heredero legal haya muerto antes de abierta la sucesión o no
pueda recibir la herencia por cualquier causa determinada por ley”.
En estos casos el requisito para que se dé el derecho de acrecer, es que se
trate de herederos legales, a quienes la ley defiere la herencia; además es
preciso que concurran a la sucesión varios herederos del mismo grado; y que
uno de ellos renuncie a su cuota de herencia; porque si se trata de un heredero
único, la sucesión se defiere a favor de otros herederos de grados posteriores.
10.5.2 DERECHO DE ACRECER ENTRE COHEREDEROS
TESTAMENTARIOS.- El derecho de acrecer se da también cuando los
herederos son testamentarios; mas, para que se de esta figura es
indispensable que el testador" no haya dispuesto otra cosa; de manera que
cuando un heredero testamentario renuncia a la herencia, su cuota parte
acrece a favor de los otros coherederos instituidos junto a él en la universalidad
de la herencia. Esta forma de acrecimiento está contemplada en el artículo
1.079 de Código Civil, que textualmente dispone: “(ACRECIMIENTO ENTRE
HEREDEROS TESTAMENTARIOS) I. Si el testador no ha dispuesto otra cosa,
la parte del heredero que renuncia acrece la de los restantes coherederos
instituidos junto con aquel en la universalidad de los bienes, sin determinación
de partes o a partes iguales, aunque sean determinadas. II. El acrecimiento a
favor de los coherederos también tiene lugar cuando ellos y el renunciante
fueron instituidos en una misma cuota. III. No habiendo otros coherederos, se
abre la sucesión intestada a favor de los herederos legales a quienes
corresponda. IV. Las mismas reglas se aplican cuando el heredero instituido
haya muerto antes que el testador o no pudiera recibir la herencia por cualquier
causa determinada por ley”. Del contenido de la disposición legal transcrita se
tiene que para la efectivizacion del acrecimiento en estos casos se requiere
fundamentalmente que el testador, haya instituido herederos sobre la
universalidad de los bienes sin determinación de partes, o a partes iguales,
aunque sean determinadas; en este último caso, por ejemplo podría decir que
instituye como a heredero o Ponciano y José en una mitad de su patrimonio
para cada uno.
En lo concerniente al acrecimiento cuando los herederos fueron instituidos en
una misma cuota; se entiende que el causante,-puede haber diera por ejemplo,
instituyo como a mis herederos a Panciano en una mitad de mi patrimonio; y a
José en la otra mitad; pero designo también heredero de la primera mitad a
Carlos; en este caso si Ponciano no recibe la herencia, su parte acrece en
favor de Carlos, y viceversa.
10.5.3 DERECHO DE ACRECER ENTRE COLEGATARIOS.- El acrecimiento
entre colegatarios se produce cuando alguno de los colegatarios no puede o no
desea recibir el legado; dicho de otro modo cuando el colegatario premuere o
cuando renuncia al legado. Empero la condición es que el llamamiento debe
haber sido a los colegatarios para suceder en conjunto un mismo bien. Sobre el
particular el artículo 1.080del Código Civil, preceptua: “8ACRECIMIENTO
ENTRE COLEGATARIOS) I. Si el testador no ha dispuesto otra cosa, el
derecho del legatario que renuncia o muere antes de abrirse la sucesión, o no
puede recibir el legado por cualquier causa determinada por ley, acrece a favor
de los demás colegatarios conjuntos de un mismo bien. II. Si no hay lugar al
acrecimiento, la porción o el derecho del legatario que falta beneficio al
grabado”. Sobre esta disposiciones del caso referir, que el acrecimiento puede
darse siempre y cuando el testador causante no haya dispuesto otra cosa;
pues la disposición legal comienza advirtiendo que SI EL TESTADOR NO HA
DISPUESTO OTRA COSA…; consiguientemente, es también imperioso que el
testador permita el derecho de acrecer en estos casos; ya que el legatario
deviene su vocación sucesoria de la voluntad omnímoda del testador; por
consiguiente solo habrá lugar al acrecimiento si el testador así lo permite.
10.5.4 DERECHO DE ACRECER EN EL LEGADO DEL USUFRUCTO.- En
merito a que no siempre se puede dejar como legado un bien, si no únicamente
un usufructo sobre el mismo; el testador puede también instruir colegatarios de
usufructo a dos o más personas; y, para el hipotético caso de que alguno no
pueda o no quiera recibir el usufructo, bien puede disponer otra cosa; mas,
cuando no ha dicho nada sobre posibles sustituciones, el derecho del
colegatario que renuncia o muere antes de abrirse la sucesión, acrece a favor
de los demás colegatarios conjuntos, en cambio, si el fallecimiento del
colegatario se produce después del acto de la sucesión, la parte que a este
correspondía no favorece a los otros colegatarios; si no que se consolida con la
propiedad. El artículo 1081 del Código Civil, que trata de este asunto sostiene:
“(ACRECIMIENTO EN EL LEGADO DE USUFRUCTO) I. Si el testador no ha
dispuesto otra cosa, el derecho del legatario que renuncia, o muere antes de
abrirse la sucesión, o no puede recibir el legado por cualquier causa
determinada por la ley, acrece a los demás colegatarios conjuntos para
usufructo de un mismo bien. II. S i algún legatarios de usufructo fallece
después que testador, su parte se consolida con la propiedad, excepto si el
testador ha dispuesto otra cosa. III. Si no hay derecho de acrecimiento, la
porción del legatario que falta se consolida con la propiedad”. Adicionalmente
es del caso referir que bien el artículo exige que el legado de usufructo sea
conjunto, empero no dispone que la institución de los colegatarios sea producto
de una sola disposición testamentaria, lo que equivale a decir que, el testador
puede instituir colegatario de usufructo aun en varios testamentos.
10.6.- EFECTOS DEL DERECHO DE ACRECER.- Considerando que el
derecho de acrecer, fundamentalmente mejora la cuota o porción de los demás
coherederos o colegatarios beneficiados; el derecho de acrecer produce los
siguientes efectos:
Produce la mejora o incremento de las demás porciones hereditarias de los
demás coherederos o colegatarios; ya que si algún coheredero o colegatario no
puede o no quiere recibir la herencia, la parte que a éste le hubiere
correspondido, hace que las porciones hereditarias de los demas coherederos
o colegatarios se incremente; incremento que depende del número de
coherederos o colegatarios que abdiquen de la herencia, porque si los
coherederos son cuatro, y tres de ellos no desean heredar, el incremento se
hará en gran proporción, porque el único coheredero restante recibirá la
totalidad del acervo hereditario; y a la inversa, si son cuatro los coherederos, y
uno solo de ellos renuncia a su cuota hereditaria, su parte beneficiará por igual
a los restantes tres coherederos.
El derecho de acrecer beneficia por igual a todos los coherederos o
colegatarios; siempre que el causante no haya dispuesto otra cosa.
Los herederos o legatarios que se benefician con el acrecimiento, responden
también por las obligaciones, del heredero o legatario que no concurre a la
herencia. Esto porque lo que se hereda por acrecimiento, es la cuota parte del
patrimonio relicto que correspondía al que se excluye de la herencia; y ese
patrimonio, está compuesto de bienes, acciones, derechos y OBLIGACIONES
transmisibles por causa de muerte; fuera de que así lo dispone el artículo 1.082
del Código Civil.
La adquisición del acrecimiento se produce por el solo ministerio de la ley; cual
además determina el artículo 1.082 del Código Civil; consiguientemente, el
incremento de la cuota hereditaria o legataria, es automático y no requiere que
el beneficiado ejecute algún acto para obtener la cuota parte vacante.
10.7 DERECHO DE ACRECER y DERECHO DE REPRESENTACION.- pese a
lo anteriormente expuesto, conviene resaltar el detalle de que para que el
derecho de acrecerse produzca, es preciso que no exista posibilidad alguna de
sucesión en virtud del derecho de representación; porque de ser así, no se
daría acrecimiento alguno, debido a que en caso de renuncia, premoriencia o
alguna forma de incapacidad para que el heredero reciba la herencia que le
toca; ingresaría a la sucesión alguno de sus descendientes o excepcionalmente
algún pariente colateral, en virtud de los dispuesto por los artículos 1.089 y
1.091 de Código Civil. Esta es una lamentable omisión del Código Civil, que en
este aspecto no ha seguido la línea de su modelo el Código Italiano, en el que
si se deja constancia de la salvedad de darse el derecho e representación en
cada uno de los casos de acrecimiento; de modo que lo correcto hubiera sido
que el legislador, deje constancia de dicha salvedad en cada uno de los cuatro
casos de acrecimiento que existe en los artículos 1.078, 1.079, 1.080 y 1.081
del Código Civil.
10.8 SUPLETORIEDAD DE LAS NORMAS DEL DERECHO DE ACRECER.-
Las disposiciones relativas al derecho de acrecer, cual se observa en el inicio
de los artículos 1079,1080 Y 1081, están supeditadas a que el testador no haya
dispuesto otra cosa; dichas disposiciones legales, comienzan diciendo: "SI EL
TESTADOR NO HA DISPUESTO OTRA COSA ... "; detalle por el que se
conviene en que las normas que regulan el derecho de acrecer en la sucesión
testamentaria, tanto respecto a herederos como a legatarios, son supletorias de
la voluntad del causante; ele manera que la voluntad del causante es prioritaria,
respecto de lo preceptuado en los artículos citados; detalle por el que inclusive
en los casos ele premoriencia o renuncia de un heredero, aun no existiendo
alguien que ingrese en su lugar en virtud del derecho de representación; si el
testador ha dispuesto que no se produzca el acrecimiento, sencillamente no se
da este instituto; y la parle del renunciante se deferirá a favor de otros
herederos de orden siguiente.

TEMA Nº 11

SUCESION TESTAMENTARIA

11.1 ANTECEDENTES HISTÓRICOS.- Según el tratadista argentino Guillermo


Borda, la sucesión legítima ha precedido a la sucesión testamentaria; el
derecho sucesorio, particularmente el testamentario no fue conocido en los
pueblos antiguos, en los que no se reconocía la propiedad privada; de manera
que el origen de la sucesión testamentaria se remonta al primitivo Derecho
Romano, pero con características diferentes a las actuales; puesto que el
derecho de testar, más se asemejaba a una convención por la que el testador
instituía heredero. Con posterioridad el testamento, llegó a tener las
características de un acto unilateral de voluntad, para cuya validez era
indispensable la cláusula de institución de heredero. Consecuentemente en
Roma el testamento más que un acto destinado a transmitir bienes, era
principalmente un acto para instituir al heredero que debía suceder al pater
familias.

El testamento en realidad surge con la Ley de las XII Tablas, ya que siempre a
decir de Borda, a partir de entonces, "La potestad de disponer de los bienes
para después de la muerte es inseparable de la propiedad, puesto que ésta,
eliminado el derecho de disposición, queda reducida a un simple usufructo".

Actualmente la doctrina en general, justifica el derecho de las personas para


disponer de sus bienes para después de su muerte; es decir el derecho de
testar; todos los tratadistas y todas las legislaciones del mundo coinciden en el
criterio de otorgar a la persona el derecho de testar, y solo varían unos de otros
en el límite de esta facultad; ya sea constriñendo o restringiendo, o tal vez
ampliando los alcances del derecho de otorgar la disposición de última
voluntad. En este rubro, los pueblos anglosajones son partidarios de la libre
testamentifacción, en cambio los pueblos latinos, entre los que se cuenta
nuestro país, limitan y subordinan la voluntad del testador al derecho de los
herederos forzosos o legitimarios.

11.2 ETIMOLOGÍA Y DEFINICIÓN.- La palabra testamento es conocida desde


tiempos inmemoriales, pues la encontramos en la misma Biblia, que está
formada por el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento. Según las
Institutas de Justiniano, etimológicamente la palabra testamento proviene del
latín "TESTATIO MENTIS", que significa testimonio de la mente o testimonio de
la voluntad del testador.

En la antigüedad Modestino definió el testamento como “La legítima o justa


disposición de nuestra voluntad, sobre lo que queremos que se haga después
de nuestra muerte".

El Código Civil Argentino, sostiene que: "Testamento es un acto escrito,


celebrado con las solemnidades de ley, por el que una persona dispone del
todo o en parte de sus bienes para después de su muerte".

El Código Civil de 1.831, definía el testamento indicando que: "Es un acto de


última voluntad, en que un propietario dispone de todos sus bienes, acciones y
derechos, para que aquel tenga efectos después de su muerte".

A su turno Messineo, sostiene: "El testamento es además de un acto, un


negocio jurídico".

Estas definiciones son estrictamente patrimonialistas, pues se refieren sólo a


los bienes, acciones y derechos; pero no aluden a las obligaciones,
declaraciones y confesiones que pueda hacer el testador en favor de otras
personas, en la disposición de última voluntad; detalle por el que las mismas
resultan incompletas desde todo punto de vista.

El Código Civil vigente en su artículo 1.112, superando el ámbito patrimonialista


reclamado precedentemente; en lugar de una definición da una noción cuando
dice: "(NOCIÓN) Por un acto revocable de última voluntad una persona capaz,
puede declarar obligaciones o disponer de sus bienes y derechos en todo o en
parte, dentro de lo permitido por la ley, para que ese acto tenga efecto después
de su muerte. La parte no dispuesta se sujeta a las reglas de la sucesión legal,
si ha lugar. Los testamentos pueden también contener disposiciones de
carácter no patrimonial".

De nuestra parte sostenemos que: “Testamento es un acto revocable de última


voluntad, que suerte efectos jurídicos después de la muerte de su autor".

11.3 CARACTERES JURÍDICOS DEL TESTAMENTO.- Muchos son los


caracteres jurídicos que se atribuye al testamento, empero consideramos que
los más importantes son los siguientes:

11.3.1 ES UN ACTO JURÍDICO UNILATERAL.- Porque el testamento como


acto jurídico es, exclusivamente la exteriorización de la voluntad de una sola
persona y produce efectos patrimoniales y no patrimoniales. Dicho de otro
modo, es un acto unilateral porque depende solamente de la voluntad del
testador y no requiere de la voluntad receptiva del aceptante; esto pese a que
tanto el heredero como el legatario nombrados por el testador pueden
renunciar a la herencia; y, la transmisión de derechos hereditarios no se opera
por tal renuncia; empero esto no importa que el testamento en sí no sea válido
o eficaz.

Por otra parte, conviene dejar expresa constancia de que pese al carácter
personalísimo del testamento, lo dispuesto en el mismo, de ninguna manera,
puede contener disposiciones contrarias a derecho; ya que en caso de darse
esa situación, dichas disposiciones no surten efecto alguno; así lo determina
expresamente el artículo 1.117 del Código Civil, cuando preceptúa:
(Disposiciones testamentarias contrarias a derecho) Las disposiciones del
testamento contrarias a derecho no surten efecto alguno, sin que por eso
invaliden o perjudiquen las que estén encuadradas a la ley".

11.3.2 ES UN ACTO PERSONALÍSIMO.- Debido a que no es posible que se


otorgue testamento por medio de mandatario o encargado: de manera que el
testador debe otorgar el testamento personalmente; tampoco se puede otorgar
dos testamentos al mismo tiempo por dos personas; es más, mucho menos se
puede otorgar testamento conjunto entre dos o más personas. Sobre el
particular, el artículo 1.115 del Código Civil, refiriéndose al carácter
personalísimo del testamento dispone: (Carácter personalísimo del testamento)
"El testamento es un acto personalísimo; no se podrá testar por poder o
encargo, ni dejarse al arbitrio de un tercero la institución de herederos o
legatarios, o la determinación de bienes o cuotas que hayan de recibir".
Complementando, el carácter personalísimo del testamento, el artículo 1.114
del mismo compilado sostiene: "(Testamento conjunto o mancomunado) El
testamento es un acto unipersonal. No pueden testar en el mismo documento
dos o más personas, ni en beneficio reciproco, ni en favor de un tercero”.

Sin embargo de este carácter personalísimo, es del caso mencionar la


excepción que se establece a esta característica del testamento en nuestra
legislación, cuando por medio del artículo 1,171 del Código Civil, se permite
que los ascendientes otorguen testamento por el descendiente incapaz; dicha
disposición legal indica: "( Caso excepcional de testamento por el descendiente
incapaz) Los ascendientes podrán hacer testamento por el descendiente
incapaz de testar, para el caso de que muera en tal incapacidad sin herederos
forzosos ni legales".

11.3.3. ES UN ACTO REVOCABLE POR EXCELENCIA.- Porque el testador


siempre puede dejar sin efecto un testamento anterior, por medio de otro
otorgado con posterioridad. Este carácter del testamento, se encuentra descrito
en el mismo artículo 1,112 del Código Civil cuando dice que: "Por un acto
revocable de última voluntad, una persona capaz puede declarar obligaciones o
disponer de sus bienes y derechos en todo o en parte, dentro de lo permitido
por la ley para que ese acto tenga efecto después de su muerte... “;
consiguientemente toda persona goza de absoluta libertad para modificar,
alterar o conservar en todo o en parte su testamento, sin que persona o
disposición legal alguna se lo pueda impedir.

Esta característica está respaldada además por el contenido del artículo 1.209
del Código Civil , que refiriéndose a la facultad revocatoria dice: "(Facultad
revocatoria) Cualquiera puede revocar o variar su testamento cuantas veces
quiera sin que persona alguna se lo pueda impedir. Toda renuncia o restricción
a este derecho no tiene efecto alguno”.

11.3.4 ES UN ACTO SOLEMNE.- El testamento es un acto esencialmente


solemne, debido a que dada la trascendencia de su contenido, alcances y
efectos jurídicos; la disposición de última voluntad debe ser otorgada
cumpliendo todos los requisitos exigidos por ley tanto al testador, al acto en sí;
y, también al instituido heredero; de manera que el testamento otorgado sin las
formalidades previstas por ley; o sin cualquier otro requisito de fondo exigido al
testador, es nulo; porque la voluntad por sí sola sin que se cumplan las
formalidades previstas por ley, no produce efecto jurídico alguno. Así lo
dispone el artículo 1.207 del Código Civil cuando dispone: "Nulidad de
testamento) Es nulo el testamento otorgado sin las formalidades expresamente
previstas en éste Código, o sin cualquier requisito de fondo exigido en el
testador, en el instituido o en el testamento mismo. Si la nulidad afecta sólo a
alguna o algunas disposiciones del testamento, son válidas las restantes... ".

11.3.5 ES UN ACTO MORTIS CAUSA.- Porque tal como lo determina el


artículo 1.112 del Código Civil, el testamento es otorgado por el causante, para
que este acto jurídico, surta efecto después de su muerte; de manera que
mientras no se produzca el fallecimiento del testador, los derechos que puedan
emerger del testamento en favor de los beneficiarios, son únicamente
espectaticios y están condicionados a que el testador no haya modificado las
disposiciones del testamento hasta antes de su muerte; y, únicamente después
del fallecimiento del testador, los derechos espectaticios se convierten en
derechos efectivos y reales, a través del acto de la aceptación de herencia por
parte del heredero.

11.4 FUNCIÓN DE LA VOLUNTAD.- En materia de actos jurídicos, es de


dominio general la importante función que cumple la voluntad de las partes:
empero tratándose de los testamentos, si bien a voluntad juega un papel
fundamental, pues no reconoce validez alguna al testamento que no sea la fiel
expresión de la voluntad de su autor; el rol que cumple la voluntad en materia
testamentaria, no es el mismo rol, que el cumplido en materia civil; sino que
prima un criterio distinto; porque a decir de Borda, “si bien la ley reconoce
fuerza obligatoria a los contratos por respeto a la voluntad humana, también lo
hace por la seguridad de comercio jurídico y el deber moral de respetar la
palabra empeñada; detalles estos por los que persisten los efectos obligatorios
de los contratos, aunque cambie la voluntad de los contratantes”.

Pero la función de la voluntad, en cuanto a los testamentos, es totalmente


distinta, debido a que la validez que la ley otorga a las disposiciones
testamentarias, no tiene otro fundamento que la voluntad del testador; de
manera que en materia de testamentos no puede considerarse la seguridad del
comercio jurídico, ni el respeto a la palabra empeñada; porque los mismos no
condicen con la naturaleza del testamento, que es un acto esencialmente
revocable; donde lo único que interesa es la voluntad del testador, puesto que
no existen partes contratantes; y además porque, por muy solemne que haya
sido la otorgación de un testamento, no impide que su autor, posteriormente
otorgue otro testamento modificando las cláusulas del anterior, o dejándolas sin
efecto.

Por otra parte conviene puntualizar que para que la voluntad adquiera
relevancia jurídica, es indispensable que la misma sea exteriorizada; debido a
que ningún acto jurídico puede considerarse como tal, si no existe la
declaración de voluntad; de manera que no es suficiente que el causante, haya
tenido la voluntad de testar para disponer de su patrimonio, sino que esa
voluntad debe ser exteriorizada o declarada en alguna de las formas permitidas
por ley para la otorgación de los testamentos.

11.5 CAPACIDAD E INCAPACIDAD PARA TESTAR.- Por regla general en


nuestra legislación, toda persona radicada en Bolivia puede otorgar testamento;
aspecto que está instituido por las previsiones del artículo 1.118 del Código
Civil, disposición legal que textualmente sostiene: “(CAPACIDAD PARA
ESTAR) Toda persona residente en el territorio nacional puede testar
libremente excepto aquellas a quienes la ley prohíbe esta facultad” ; de
manera que la capacidad para testar es la regla general y la incapacidad para
testar viene a ser la excepción.

11.5.1 CAPACIDAD PARA TESTAR.- La capacidad para testar no es otra cosa


que la aptitud que tiene una persona para otorgar testamento; acerca de la
capacidad para testar, la disposición legal precedentemente citada; permite que
toda persono residente en el territorio nacional pueda testar libremente; de
manera que todas las personas que viven en Bolivia, están facultadas para
otorgar testamento; dicho de otro modo todas las personas tienen aptitud legal
para otorgar testamento; con las excepciones previstas por ley.
Consiguientemente la capacidad para testar a decir de José Antonio Zegada,
“es la aptitud legal que tiene una persona para disponer de sus bienes y
obligaciones transmisibles, con efecto para después de su muerte”

Naturalmente que cuando en materia de capacidad para testar, nos referimos a


toda persona residente en el territorio nacional, estamos aludiendo a las
personas físicas, y no a las personas colectivas, quiénes pese a tener la
calidad de persona, no pueden disponer de sus bienes por testamento; porque
el testamento es un acto destinado a tener efectos jurídicos después de la
muerte del causante; y, las personas jurídicas no mueren; ellas se disuelven,
conforme al contenido de sus Estatutos y Reglamentos; y sus bienes pueden
ser dispuestos en esta eventualidad conforme a dichas disposiciones por actos
ínter vivos.

Por otra parte conviene resaltar el hecho de que, la capacidad para testar no
siempre condice con la capacidad que se tiene para los actos jurídicos en
general; pues, en nuestra legislación, conforme al modificado artículo 4 del
Código Civil, la capacidad para realizar la generalidad de los actos jurídicos se
la adquiere a los 18 años; mientras que para otorgar testamento, únicamente
se requiere tener 16 años de edad. Es más, la capacidad de testar conforme a
la doctrina, debe existir en el momento en que se otorga el testamento, sin
importar que dicha capacidad exista o no en el momento de la apertura de la
sucesión; pues buenamente una persona que ha otorgado testamento en pleno
goce de sus facultades físicas y mentales; posteriormente puede ser afectada
por algún tipo de incapacidad sobreviviente, detalle que empero no invalida la
disposición de última voluntad; pues no existe motivo alguno para anular un
acto que fue otorgado con las formalidades legales, por una persona que en
ese momento era plenamente capaz; aunque en el momento de la apertura de
la sucesión dicha persona estuviera afectada por alguna forma de incapacidad.

11.5.2 INCAPACIDAD PARA TESTAR.- Si bien la regla dispone que todas las
personas son capaces de otorgar la disposición de última voluntad; en nuestra
legislación en virtud de lo dispuesto por el artículo 1.119 del Código Civil,
excepcionalmente algunas personas están incapacitadas para testar, tal el
caso de los menores que no han cumplido la edad de 16 años, los interdictos,
quienes no se hallen en su sano juicio, por cualquier causa, al hacer el
testamento y los mudos y sordomudos que no sepan o no puedan escribir. Sin
embargo conviene reiterar que el impedimento para otorgar la disposición de
última voluntad, tal como se dijo precedentemente, debe existir en el momento
de la otorgación del testamento; y no en el momento de la apertura de la
sucesión; así además lo dispone expresamente el artículo 1.120 del Código
Civil; cuando preceptúa: "(Calificación de la incapacidad) Para calificar la
incapacidad de testar se atiende únicamente al tiempo en que se otorga el
testamento".

El primer caso de incapacidad, referido a la exigencia de tener la edad de 16


años de edad, tiene su fundamento en el hecho de que se considera que una
persona que aún no ha cumplido esa edad; todavía no tiene capacidad de
discernimiento para realizar actos de disposición, como los que se realiza en
una disposición de última voluntad, o testamento. La mayor parte de las
legislaciones, tienen prevista una edad límite para testar, algunas inclusive
llegan a establecer dos edades para tener capacidad para testar; indicando que
las mujeres pueden testar a los 12 años y los varones a los 14 años. Así,
siguiendo el ejemplo del Derecho Romano, el abrogado Código Civil Boliviano
tenía previstas las edades indicadas, como límite para que mujeres y varones
puedan testar; empero otras legislaciones, si bien fijan una sola edad para
ambos sexos, difieren en cuanto a la edad misma; así nuestro Código Civil
exige actualmente la edad de 16 años; mientras que el Código Civil Argentino
exige 18 años de edad.

En cuanto a la interdicción declarada, existiendo una sentencia judicial pasada


en autoridad de cosa juzgada; la incapacidad para testar se justifica desde todo
punto de vista; pues está plenamente comprobada la insania mental de la
persona declarada interdicta; esto porque para testar se requiere estar en pleno
uso de las facultades mentales, de la capacidad de discernimiento;
consiguientemente, quien no está mentalmente capacitada para los actos de la
vida civil, mal puede tener capacidad para testar.

La tercera causal de incapacidad para testar, o sea la falta de sano juicio para
cualquier causa para hacer testamento; esta también plenamente justificada
por el hecho de que si atreves del testamento se puede disponer de la totalidad
del patrimonio del testador: es importante que el mismo a tiempo de realizar
este trascendental acto, se halle en pleno goce de sus facultades mentales;
pues ni se puede concebir la idea de que estando fuera de sano juicio, pueda
disponer quizá erróneamente de la totalidad de su acervo patrimonial.

Finalmente, el caso de incapacidad para testar de los mudos y los sordomudos


que no saben o no puedan escribir; es también comprensible, si se considera
que ellos únicamente pueden hacer conocer sus determinaciones y deseos
para después de su muerte por medio de la escritura; y no sabiendo o no
pudiendo escribir, mal pueden tener capacidad para otorgar testamento;
situación que empero no se da respecto a los mudos y sordomudos que sí
saben escribir, a quiénes con forme a previsiones del artículo 1.129 del Código
Civil, les está permitido testar, cumpliendo las formalidades incursas en dicha
disposición legal.

11 .6 CAPACIDAD E INCAPACIDAD PARA RECIBIR POR TESTAMENTO.- En


este rubro, ocurre lo propio que con la capacidad e incapacidad para testar; ya
que la capacidad para recibir por testamento es la regla y la incapacidad para
recibir una herencia testamentaria, es la excepción; de manera que todos
tienen capacidad para recibir por testamento; y, excepcionalmente algunas
personas no tienen esa capacidad.

11.6.1 CAPACIDAD PARA RECIBIR POR TESTAMENTO.- Tal como se ha


manifestado líneas arriba, la capacidad para recibir por testamento es lo
normal; por regla general todas las personas, sean de existencia física o
personas jurídicas tienen derecho a recibir por testamento; o sea, tienen
capacidad para recibir por testamento. Así, en nuestra legislación, siguiendo
esta línea el artículo 1.121 del Código Civil, dispone: “(Regla general) I. Toda
persona puede recibir por testamento, excepto si está desheredada, o es
incapaz, o indigna para el efecto. II. Pueden también ser herederos los
hospitales, las casas de enseñanza o beneficencia y las instituciones o
personas colectivas, si no se hallan prohibidas por ley"

11.6.2 INCAPACIDAD PARA RECIBIR POR TESTAMENTO.- Si bien se ha


dicho que excepcionalmente algunas personas son incapaces de recibir por
testamento; a decir de Messineo, -citado por Morales Guillen- la incapacidad de
recibir por testamento, no es un concepto asimilable a la incapacidad de testar
o a la incapacidad en general. Esto, debido a que la incapacidad para recibir
por testamento, no expresa una inaptitud para el acto jurídico de suceder, sino
que simplemente se trata de una especie de prohibición que la ley establece,
para que determinadas personas puedan suceder por testamento; de manera
que sólo son casos de inadmisibilidad a la sucesión testamentaria, que en la
práctica puede interpretarse como simples limitaciones de la capacidad que
toda persona tiene para recibir por testamento; limitación o incapacidad que es
esencialmente relativa; porque puede darse el caso de que una persona, esté
incapacitada para recibir por testamento por haber sido desheredada por el
testador ( su padre); empero, la misma persona, puede ser instituida heredera
testamentaria por cualquier otra persona, diferente a su padre; y, en tal caso no
tiene incapacidad alguna para recibir por testamento.

El artículo 1122 del Código Civil, establece que: "Son incapaces de recibir por
testamento:

1) Los que no estén concebidos al morir el testador y los concebidos que


no nacen con vida. Se exceptúa el caso previsto por el parágrafo III del
artículo 1.008.
2) Los indignos o desheredados por declaración judicial.
3) Cualesquiera entidades o instituciones no permitidas por las leyes o que
no sean personas jurídicas, excepto cuando el testamento disponga que
se organice una nueva corporación o fundación, sujeta a
correspondiente trámite legal.
4) El notario y los testigos del testamento; la persona que a ruego lo
escribe y el intérprete; el cónyuge, los descendientes, ascendientes y
hermanos de los mismos.
5) El médico o profesional y el ministro del culto que asistieron al testador
durante su última enfermedad, si entonces hizo su testamento, y en
iguales circunstancias la iglesia o comunidad a la que dicho ministro
pertenezca y los que vivan en su compañía; el abogado que lo asistió en
su otorgamiento, y los parientes indicados en el artículo anterior, excepto
si son herederos legales.
6) Los tutores o curadores y albaceas y sus parientes en los grados arriba
previstos, a no ser que hubieran sido instituidos antes de la designación
para el cargo o después de aprobadas las cuentas de su administración,
excepto si son herederos legales.

Complementando la anterior lista de quienes no pueden recibir por


testamento, el artículo 1.124 del Código Civil, añade además que: l. Son
también incapaces de recibir por testamento quienes, designados en él
como tutores, curadores o albaceas, no hayan, sin justo motivo, aceptado o
desempeñado el cargo, o por mala conducta hayan sido separados
judicialmente de su ejercicio. II. Igualmente quienes, llamados por la ley a
ejercer la tutela legítima, hubieran sin justo motivo rehusado ejercerla, son
incapaces de heredar a los incapaces de quienes debían ser tutores".

La incapacidad de recibir por testamento, conforme a previsiones del


Código Civil, debe ser declarada judicialmente, o sea que no se opera de
pleno derecho; de manera que la acción debe promoverla el interesado
legítimo, que viene a ser otro heredero instituido o también un heredero ab-
intestato; acción judicial que debe intentársela dentro de los dos años desde
la posesión de la herencia por el incapaz de recibir por testamento.
Quedando salvados los contratos que en el interín hubiesen afectado a los
bienes; si es que el otro contratante obró de buena fe. El incapaz en todo
caso resarcirá a los otros herederos por los daños causados; esto por
expresa determinación del artículo 1.125 del Código Civil, que dice:
"(Declaración Judicial de la incapacidad) 1. La declaración judicial de
incapacidad debe promoverse por el interesado legítimo, dentro de los dos
años desde la posesión de la herencia. Quedarán salvados los contratos
que en el Ínterin hubiesen afectado a los bienes, si es que el otro
contratante obró de buena fe. 2. El incapaz en todo caso resarcirá a los
otros herederos por los daños causados".

TEMA Nº 12

CLAES DE TESTAMENTO
12.1 CLASIFICACIÓN DOCTRINAL DE LOS TESTAMENTOS.- La doctrina en
general ha realizado una amplia clasificación de los testamentos, cuyo estudio
resultaría demasiado ampuloso; motivo por el que a manera de información,
solamente haremos referencia a las siguientes clases de testamento:

12.1.1 TESTAMENTO A FAVOR DEL ALMA.- Este testamento es una


disposición de última voluntad de carácter religioso, que destina los bienes del
de cujus o parte de ellos a sufragios, oficios religiosos y obras por la salvación
del alma propia; esta forma de testamentifacción tiene vigencia en el derecho
español.

12.1.2 TESTAMENTO AD IRATO .- Es la disposición de última voluntad hecha


bajo la influencia de la cólera o el odio; en contra de personas que sin ser
herederos forzosos esperaban suceder al testador; este es el caso de los
parientes colaterales, que esperaban ser instituidos herederos por el causante;
o también de terceros a quienes se les elijo que podrían ser instituidos
herederos por el de cujus.

12.1.3 TESTAMENTO ANTE PÁRROCO.- Este testamento era otorgado ante


los Ministros de la Iglesia; esta forma de testar tenía vigencia en algunos
territorios forales de España, y obedecían a la confianza que inspiraban los
sacerdotes y en especial los párrocos; quiénes intervenían autorizando los
testamentos, haciendo fe pública a falta de notarios.

12.1.4 TESTAMENTO MANCOMUNADO.- Es la disposición de última voluntad,


denominada también testamento de hermandad o mancomún; esta clase de
testamentos son otorgados por dos personas, cónyuges generalmente, para
disponer en un mismo testamento sus bienes; es una forma de testar, que ha
desaparecido por las numerosas dificultades que apareja. En nuestra
legislación está expresamente prohibida esta forma de testar por imperio del
artículo 1.114 del Código Civil, que preceptúa: ''El testamento es un acto
unipersonal. No pueden testar en el mismo documento dos o más personas, ni
en beneficio recíproco, ni a favor de un tercero".

12.1.5 TESTAMENTO NUNCUPATIVO.- Esta forma de testar era conocida en


el antiguo Derecho Romano; actualmente el mismo se asemeja al testamento
abierto verbal, que en nuestra legislación, está admitido por disposición del
artículo 1.131 del Código Civil.

12.1.6 TESTAMENTO OLÓGRAFO.- Testamento ológrafo es la disposición de


última voluntad, que es escrita y firmada de puño y letra por el testador; sin
intervención de notario ni de testigos. Es la forma más simple de testar porque
no exige mayores formalidades; se admite esta forma de testamentifacción en
la mayor parte de las legislaciones de América Latina. Nuestro Código Civil
admite los testamentos ológrafos, pero esta forma de testar está sujeta a las
formalidades previstas por el artículo 1.141 del Código Civil; con el advertido de
que por ser un testamento especial tiene una vigencia precaria, pues caduca a
los 30 días de haber el testador retornado a un lugar donde puede acudir a las
formas ordinarias de testar. El citado artículo dispone: (Testamento Ológrafo) I.
Los militares, policías, soldados, personal civil en servicio de la República,
misioneros, exploradores, investigadores, científicos, y técnicos que se
encuentren o residan en fortines, campamentos lugares alejados de centros de
población pueden testar en su cartera o en papel suelto. Si lo escrito en la
cartera o en papel suelto lleva fecha y firma y es todo de su propia letra, vale lo
que disponga, aunque no haya testigos comprobadas que sea la autenticidad
de la letra, firma y fecha. II. El testamento otorgado de acuerdo al parágrafo
anterior caducará pasados treinta días de haber retornado el testador a un
lugar donde pueda acudir a las formas ordinarias de testar".

12.1.7 TESTAMENTO POLÍTICO.- Es la disposición de última voluntad,


otorgada por un jefe de Estado en ejercicio; o gobernante en otra época, o por
un personaje que ejerce influencia sobre la opinión pública; en él se
recomienda a los súbditos, compatriotas o adeptos, determinadas normas para
su prosperidad y bienestar, para una adecuada convivencia; entonces se trata
de recomendaciones patrióticas al margen del estricto rigor testamentario.
Ejemplo el testamento de Isabel la Católica, que da un lineamiento para los
destinos hispanos.

12.2 CLASIFICACIÓN DE LOS TESTAMENTOS SEGÚN EL CÓDIGO CIVIL.-


Conforme al contenido del artículo 1.126 del Código Civil vigente, los
testamentos pueden ser solemnes y especiales; de manera que siguiendo este
lineamiento procedemos al estudio de cada una de estas clases de
disposiciones de última voluntad.

12.2.1 TESTAMENTOS SOLEMNES.- Testamentos solemnes son aquellos


que se otorgan cumpliendo las solemnidades o formalidades señaladas por ley;
y, a falta de alguna de estas formalidades, el testamento resulta nulo, por
expresa determinación del artículo 1.207 de Código Civil, que preceptúa: “Es
nulo el testamento otorgado sin las formalidades expresamente previstas en
este código, o sin cualquier requisito de fondo exigido en testador, en el
instituido o en el testamente mismo…”

Los testamentos solemnes por determinación de la segunda parte del artículo.


1.126 del Código Civil, pueden a su vez ser testamentos cerrados y
testamentos abiertos.

12.2.1.1 TESTAMENTOS CERRADOS.- Los testamentos cerrados, conforme a


la doctrina participan de las características tanto de los testamentos ológrafos,
así como también de las características de los testamentos públicos,
ubicándose en una posición intermedia; los mismos, son conocidos también
con el nombre de testamentos “místicos” o testamentos “secretos”, debido a
que el contenido de los mismos no se lo conoce hasta el momento en que se
procede al acto de la comprobación, apertura y protocolización del testamento,
luego de la apertura de la sucesión.

En nuestra legislación, testamento cerrado es aquel que después de ser escrito


en papel común por el propio testador o por persona de su confianza, es
firmado y cerrado por su autor en una cubierta y entregado personalmente al
notario ante tres testigos vecinos, manifestando el causante que esa cubierta
contiene su testamento.

Esta disposición de última voluntad, puede también ser escrita a máquina, y si


el contenido del mismo abarca varias páginas, el testador deberá rubricar en
todas ellas.

Estos testamentos, deben ser entregados al notario, quien luego de establecida


la identidad del testador, debe extender en la cubierta el acta del otorgamiento
que será firmada por él, el testador y los testigos; además debe lacrar y sellar
el sobre. Posteriormente transcribirá el otorgamiento en su registro con la
descripción de las características del sobre y sello; labrando el acta respectiva
firmándola igualmente con el testador y los testigos; después de leerles su
tenor.

Este testamento puede quedar en poder del notario, del testador o de la


persona que el testador elija; empero esta disposición de última voluntad no
puede ser abierta antes del fallecimiento del causante.

Las personas que no pueden leer, no podrán otorgar testamento cerrado, de


manera que en este caso siempre se debe otorgar testamento abierto, en
resguardo de los intereses del testador y también de los herederos.

12.2.1.2 TESTAMENTO CERRADO DEL MUDO O SORDOMUDO.- Conforme


a las previsiones del artículo 1.127 del Código Civil, el causante puede otorgar
testamento cerrado; en cuyo caso, el testamento debe ser escrito por el
testador; quien después de firmarlo y cerrarlo en una cubierta, debe entregarlo
personalmente al notario ante tres testigos vecinos "manifestando de viva voz
que contiene su testamento"; de manera que el testador debe hablar, pero en
el caso del mudo y sordomudo, como ambos no pueden hablar el artículo 1.129
del Código Civil, dispone que el mudo o sordomudo capaz, pese a no poder
hablar pueden otorgar testamento cerrado, todo escrito y formado de su propia
mano; con la condición de que al presentarlo ante el notario y los testigos, haga
constar por escrito en presencia de estos, en la cubierta o sobre, que l mismo
contiene su testamento, escrito y formado por él; por lo demás debe cumplirse
todas las demás formalidades enumeradas en el parágrafo anterior.

12.2.1.3 TESTAMENTOS ABIERTOS.- Estos testamentos, a diferencia de los


testamentos cerrados, tienen la particularidad de que, su contenido es de
conocimiento de las personas que intervienen en el acto del otorgamiento; a
decir del artículo 1.131 del Código Civil, los testamentos abiertos, se los hacen
por escrito o de palabra mediante acto público ante notario y testigos o
solamente ante testigos, manifestando el otorgante su última voluntad en
presencia de las personas que autorizan el acto, quienes quedan así
informadas de la voluntad del testador. Este testamento se lo llama abierto
porque, se reitera, al contrario de lo que ocurre con el testamento cerrado, el
contenido del testamento abierto, puede ser conocido por todos desde el
momento mismo de su otorgamiento.

12.2.1.4 TESTAMENTO ABIERTO OTORGADO ANTE NOTARIO.- El


testamento abierto otorgado ante notario, debe ser otorgado en presencia de
tres testigos vecinos; el testador si no presentare escrito el testamento, debe
dictar personalmente, sus cláusulas al notario; o éste escribirlas conforme a la
voluntad expresada por el testador en el acto. Luego debe leerse el contenido
del testamento en voz alta ante el testador y los testigos, firmando todos en el
mismo acto.

Para el caso de que el testador no pudiera o no supiera firmar, debe dejarse


constancia de ese hecho, y además debe firmar por el otorgante que no firma,
otro testigo testamentario más, a ruego; colocándose también las impresiones
digitales del testador. Finalmente deben firmar los testigos y el notario, y si
alguno de los testigos no supiere hacerlo, firmará otro de ellos haciéndose
constar el hecho; sin embargo, por lo menos deben saber firmar dos testigos
testamentarios.

12.2.1.5 TESTAMENTOS ABIERTOS OTORGADOS ANTE TESTIGOS


SOLAMENTE.- Esta clase de testamentos que datan desde la época del
Derecho Romano, son admitidos en nuestra legislación por determinación del
artículo 1.133 del Código Civil; los mismos deben ser otorgados ante cinco o
tres testigos vecinos; ocasión en la que el testador sino presentare escrito el
testamento, debe dictarlo personalmente en el acto a uno de los testigos, o un
testigo debe escribirlo conforme a la voluntad del testador. Por lo demás, son
también aplicables en estos testamentos, el resto de las formalidades exigidas
para los testamentos abiertos otorgados ante notario.

2.2.2 TESTAMENTOS ESPECIALES.- Conforme a la doctrina estos


testamentos, son aquellos que para su otorgamiento no requieren del
cumplimiento de muchas solemnidades; esto porque excepcionalmente la ley
permite otorgar testamentos libres de formalidades, en circunstancias en las
que racionalmente es imposible exigir el cumplimiento de dichos requisitos. De
manera que los testamentos especiales son aquellos que, pese a no reunir las
formalidades exigidas para los testamentos solemnes, surten efectos jurídicos
siempre que cumplan el mínimo de requisitos que exige la ley. Un aspecto que
caracteriza a los testamentos especiales, es su eficacia provisional; pues, al
cabo de cierto tiempo breve de acaecido el hecho que motivó acudir a esta
forma de testamentifacción, los mismos caducan; elemento este que distingue
al testamento especial del testamento solemne.

En nuestra legislación, el Código Civil vigente, dispone que los testamentos


especiales, son aquellos que no exigen otros requisitos, bastando que conste la
voluntad del otorgante; empero, tal como se verá luego, en rigor de verdad, los
testamentos especiales, no son tales; porque los mismos, exigen también el
cumplimiento de una serie de requisitos; en ocasiones, inclusive mayores que
los propios testamentos solemnes; dicho compilado, contempla los siguientes
testamentos especiales:

12.2.2.1 TESTAMENTO EN CASO DE RIESGO GRAVE.- Este testamento que


tiene antecedentes en la época de los emperadores Dioclesiano y Maximiliano,
está legislado por el artículo 1134 Código Civil, y conforme al mismo, cuando el
testador se halla en caso de riesgo grave que amenaza al mismo por causa de
epidemia, calamidad pública, accidente o enfermedad imprevista; en lugar o
circunstancia que le impide acudir a las formas ordinarias de testar, el testador
puede disponer su última voluntad sea de palabra o por escrito, en presencia
de cinco o tres testigos, debiendo firmar el testador y todos los testigos si es en
forma escrita. Sin embargo si solamente es verbal, los testigos deben firmar un
acta del otorgamiento con la misma previsión, en ambos casos de los
testamentos abiertos otorgados ante testigos. Mas, si tampoco pudiera
levantarse y firmar el acta, valdrá como testamento verbal.

Este tipo de testamento tendrá eficacia únicamente si el testador fallece como


resultado del riesgo o dentro de los tres meses de haber cesado la causa que
le indujo a testar. Si el testador fallece en ese intervalo, el testamento escrito o
el acta se depositara bajo constancia ante un notario, en su caso el más
próximo, quien deberá informar a los interesados; si el testamento es solo
verbal, cualquiera de los testigos informará a la autoridad judicial más cercana,
para los efectos del caso; así lo dispone claramente el artículo 1.135 del
Código Civil.
12.2.2.2 TESTAMENTO A BORDO DE NAVE O AERONAVE.- Esta clase de
testamentos especiales, pueden ser otorgados por quienes viajen a bordo de
nave marítima: fluvial, lacustre o aérea; los que durante el viaje podrían testar
ante el capitán o comandante de la nave o aeronave; o a falta de éste, ante
quien le sigue en rango inmediato, en presencia de por lo menos tres testigos,
debiendo anotarse el otorgamiento en el diario de a bordo; observándose en lo
demás y en cuanto sea aplicable, lo prescrito sobre los testamentos cerrados,
abiertos o verbales.

Estos testamentos tienen eficacia, únicamente si el testador muere durante el


viaje; en caso contrario caducara pasados treinta días del desembarco en un
lugar donde el testador puede acudir a las formas ordinarias de testar. Sobre el
particular el artículo 1136 del Código Civil, dispone: “TESTAMENTO A BORDO
DE NAVE O AERONAVE 1. Los viajeros a bordo de nave marítima, fluvial,
lacustre o aérea pueden testar durante el viaje ante el capitán o comandante de
ella o, a falta de este, ante quien le sigue en rango inmediato, en presencia de
por los menos tres testigos, observándose en lo además y en cuanto sea
aplicable según el caso, lo prescrito sobre los testamentos cerrados, abiertos o
verbales, debiendo anotarse el otorgamiento en el diario de a bordo. La eficacia
de esta clase de testamento surte efecto únicamente si el testador muerde
durante el viaje; en caso contrario caducara pasados treinta días del
desembarco en un lugar donde el testador puede acudir a las formas ordinarias
de testar”.

2.2.2.3 TESTAMENTO MILITAR.- Este testamento es tan antiguo, que a decir


de Armando Villafuente; ya se lo practicaba antes de la Ley de las XII tablas;
época en la que los soldados tenían la costumbre de hacer testamentos no
escritos, nombrando ante tres o cuatro camaradas, a su heredero.

En nuestra legislación, conforme al artículo. 1,137 del Código. Civil, dispone:


“(TESTAMENTO MILITAR) Los militares, los asimilados a las fuerzas armadas
en general y los movilizados en campaña, pueden testar ante el jefe de la
unidad militar y en presencia de tres testigos, firmando la disposición
testamentaria todos ellos y haciéndose constar por que no firma el testador, si
no supiera o no pudiera firmar. El testamento se anotara en libro de novedades
o partes de la unidad y se transmitirá por orden regular al Ministerio respectivo,
para su depósito en el archivo y la comunicación correspondiente a los
interesados.

Este testamento, sólo tendrá eficacia por el tiempo que dure la campaña y
caducará pasado; tres meses del retorno a un lugar donde se puede acudir a
las formas ordinarias de testar; por expresa determinación del artículo 1.138 del
Código Civil.

12.2.2.4 TESTAMENTO MILITAR EN ACCIÓN DE GUERRA O SIENDO


PRISIONERO.- En nuestra legislación, este testamento puede ser otorgado en
casos de guerra, correspondiendo la situación conforme a la doctrina, a los
casos de guerra internacional, civil y aun estando bajo bandera en un
movimiento propio de hostilidades.

Según el artículo 11 39 del Código Civil, "El militar y en general el movilizado


en caso de campaña, pueden, al entrar en acción o estando heridos en el
campo de batalla, declarar su última voluntad ante dos testigos o compañeros
de armas, o entregarles el pliego que la contenga, firmado de su puño y letra.
Está disposición es también aplicable en su caso a los prisioneros de guerra".

El testamento del militar en acción de guerra o siendo prisionero, no surte


efecto si el testador sobrevive a las circunstancias en que le otorgó. Sí acaece
la muerte en esas circunstancias, los testigos deben comunicar la última
voluntad del testador al superior respectivo o entregarle el pliego recibido, bajo
sus firmas, para que por orden regular se haga saber a los interesados; así lo
determina el contenido del artículo 11 40 del Código Civil.

12.2.2.5 TESTAMENTO OLOGRAFO.- esta forma de disposición testamentaria


incorporada en nuestra legislación, no tiene similitud con el testamento ológrafo
admitido por la doctrina en general y otras legislaciones extranjeras; `pues , se
trata más bien de otra forma especial de testar admitida en favor de los
militares, policías, soldados, personal civil en servicio de la Republica,
misioneros, exploradores, investigadores, científicos y técnicos que se
encuentren o residan en fortines, campamentos o lugares alejados de centros
de población; quien de acuerdo al artículo 1.141 del Compilado Sustantivo Civil,
pueden testar en su cartera o en papel suelto. Si lo escrito en cartera o papel
suelto lleva fecha y es todo de su propia letra, vale lo que disponga aunque no
haya testigos, comprobada que sea la autenticidad de la letra, firma y fecha.

El testamento otorgado en esas condiciones, caduca pasados treinta días de


haber retornado el testador, a un lugar donde pueda acudir a las formas
ordinarias de testar.

12.2.2.6. TESTAMENTO DE CAMPESINOS.- De acuerdo a las previsiones de


nuestra legislación vigente, el campesino al igual que otras personas que
habitan en lugares distantes y sin medios de comunicación, tiene la amplia
facultad de testar en cualquiera de las formas permitidas por el Código Civil; o
en su caso testar en su propio idioma, conforme a sus usos, siempre que los
mismos sean, contrarios al orden público y las buenas costumbres. Dicha
disposición legal contenida en el artículo 1.142 preceptúa: “(testamento de
campesinos) los campesinos y otras personas que vivan en lugares distantes y
sin facilidad de comunicación, pueden otorgar sus testamentos en una de las
formas contenidas en este Código, o hacerlos en su idioma propio sujetándose
a sus usos, con tal que no sean contrarios al orden público y las buenas
costumbres”. Sin embargo, ocurre que pese a ser un testamento catalogado
como especial, no tiene vigencia temporal o provisional; detalle que obviamente
lo distingue de los demás testamentos especiales. Sin embargo, es del caso
puntualizar algo que vendría a constituir una especie de limitante para estos
testamentos; y, es el detalle referido a que solamente le está permitido esta
forma de testar al campesino que vive en un lugar distante sin facilidad de
comunicación; detalle que casi ha desaparecido porque la mayor parte de las
comunidades campesinas ya tienen facilidad de comunicación.

12.2.3 TESTAMENTO DE EXTRANJEROS O CELEBRADOS EN PAIS


EXTRANJERO.- Esta modalidad de testamento comprende tanto a las
disposiciones de última voluntad otorgadas en Bolivia por ciudadanos
extranjeros, así como las otorgadas en el extranjero por nacionales o
extranjeros para que surtan efectos en Bolivia.

Sobre estos testamentos el artículo 1.143 del Código Civil, dice: “(leyes a que
están sometidos) se conformaran a las reglas convenidas en los tratados que
celebre la Republica y, a falta de ellos, a la ley boliviana, y subsidiariamente a
las normas del Derecho Internacional Privado: 1) los testamentos otorgados en
Bolivia por súbditos extranjeros. 2) los testamentos otorgados en el extranjero
para que surtan sus efectos en Bolivia. II. Los bolivianos en el extranjero
podrán testar de acuerdo a las formas usadas ene l país donde otorguen su
testamento, o de acuerdo a las leyes de Bolivia en las agencias diplomáticas o
consulares de la Republica”.

Finalmente debemos indicar que el testamento de una personas que ignora el


idioma castellano, puede hacerse en su propia lengua mediante testamento
cerrado; y para el cumplimiento de las demás formalidades deberá acudirse a
las colaboración de dos intérpretes designado por el testador además de los
testigos. Si el testamento a otorgarse fuera abierto, concurrirá además de los
testigos, dos intérpretes designado por el testador, quienes traducirán su
voluntad; por lo demás se cumplirán el resto de las formalidades dependiendo
de la clase de testamento que se otorgue.

12.3. TESTIGOS TESTAMENTARIOS_· Del estudio de las diferentes clases de


testamento que se ha hecho, se conviene en que los testigos necesariamente
deben concurrir al otorgamiento de las diversas clases de testamentos; sean
estos solemnes o especiales, esto con la intención de proteger la fiel expresión
de la última voluntad del testador, así como los derechos de los herederos; sin
embargo es del caso resaltar que los únicos casos de testamento en los que
puede prescindirse de los testigos, son el testamento ológrafo y el testamento
de los campesinos en algunos casos.

De manera que la presencia de los testigos, a más de contribuir a la


solemnidad del acto, constituye una garantía de la seriedad y de la libertad en
la otorgación de los testamentos; pues los mismos adicionalmente controlan al
notario, fortaleciendo la fe que éste da sobre las declaraciones de última
voluntad del testador; principalmente, en una época en la que de alguna
manera, la labor de los notarios, no en pocos casos ha sido cuestionada por las
irregularidades en que han incurrido algunos de estos funcionarios.

Según el artículo 1.145 del Código Civil: "Para ser testigo testamentario, se
requiere ser mayor de edad de uno u otro sexo, hallarse en pleno goce de los
derechos civiles y conocer al testador".
12.3.1 INHABILIDAD PARA SER TESTIGOS TESTAMENTARIOS.- Pese a la
determinación del artículo precedentemente citado, no todas las personas
mayores de edad, que se hallen en goce de sus derechos civiles y que
conozcan al testador están habilitadas para ser testigos testamentarios; debido
a que siete grupos de personas, por expresa determinación del artículo 1.146
del Código Civil, no pueden ser testigos testamentarios; ellas son:

12.3.1.1 QUIÉNES SE HALLEN PRIVADOS DE LA RAZÓN POR CUALQUIER


CAUSA, Y EN GENERAL LOS DEMENTES DECLARADOS.- Determinación
que se refiere a las personas que por cualquier motivo sufren una perturbación
mental; ya que las personas que no se hallan en pleno uso de sus facultades
mentales, no otorgarían la seguridad y garantía, que precisa un acto tan
importante como es el acto de otorgación del testamento; debido a sus
limitaciones mentales.

12.3.1.2 LOS CIEGOS, SORDOS Y MUDOS.- Los testigos debido a la


importancia de su participación en el otorgamiento del testamento; no
solamente deben hallarse en buenas condiciones mentales; sino que también,
deben hallarse en condiciones físicas que les permitan cumplir eficazmente
dicha función. Por esta razón, no está permitida la participación como testigos
testamentarios de los ciegos, sordos y mudos; la inhabilidad, se justifica porque
el ciego no podría ver al testador, ni la entrega del pliego; el sordo no puede oír
la lectura del testamento abierto, ni la manifestación del testador a tiempo de
entregar el testamento cerrado al notario; y finalmente el mudo, si bien oye la
lectura del testamento y la manifestación correspondiente, así como también ve
la entrega del testamento, en cambio sí es analfabeto, no podría hacer conocer
esas circunstancias a nadie.

12.3.1.3 LOS ASCENDIENTES Y DESCENDIENTES DEL TESTADOR y SU


CÓNYUGE.- Esta prohibición de la participación de los herederos forzosos del
causante como testigos; se justifica por el hecho de la influencia que podrían
ejercer sobre el testador, dada la proximidad de parentesco que tienen con él;
y, ante todo por el interés que ellos tienen en la sucesión.

12.3.1.4 LOS HEREDEROS O LEGATARIOS, NI SUS PARIENTES DENTRO


DEL TERCER GRADO, NI LOS ALBACEAS.- Considerando que los herederos
y legatarios, tienen interés directo en la sucesión; la inhabilidad prevista por ley,
tiene su fundamento en el hecho de la falta de imparcialidad que adorna a
estas personas para ser testigos.

12.3.1.5 LOS PARIENTES DEL NOTARIO DENTRO DEL TERCER GRADO


DE CONSANGUINIDAD Y SEGUNDO DE AFINIDAD, NI LOS
DEPENDIENTES DE SU OFICINA.- Con esta prohibición, igualmente se
pretende proteger la libre expresión de la disposición de última voluntad del
testador; pues, de permitirse que estas personas, intervengan como testigos
testamentarios, en rigor de verdad, se estaría dejando todo a disposición de la
buena o mala fe del notario; funcionario que sensiblemente como cualesquier
mortal, está expuesto a no pocas tentaciones en materia de adulteraciones de
testamentos .

12.3.1.6 EN GENERAL QUIENES TENGAN INTERÉS DIRECTO EN EL


TESTAMENTO.- Esta prohibición se justifica, debido a que las personas que
tienen interés directo en el contenido de la disposición de última voluntad; de
ninguna manera pueden actuar con imparcialidad como testigos, en desmedro
de sus intereses; de manera que al admitirlos como a testigos testamentarios,
se correría el riesgo de que dichas personas, traten de influir en el ánimo del
testador a fin de beneficiarse con la mayor parte del contenido del patrimonio
del mismo.

12.3.1.7 QUIENES HAYAN SIDO CONDENADOS POR DELITO DE


FALSEDAD O PERJURIO.- La prohibición de este grupo de personas, para ser
testigos testamentarios, se impone debido a que los que actúan como testigos
testamentarios, deben ser personas correctas, honestas, y ante todo creíbles;
de manera que las personas que tienen condena penal por haber prestado un
falso testimonio, a más de no reunir esas condiciones; bien podrían incurrir
nuevamente en el delito por el que ya fueron condenadas con anterioridad;
condicionamiento por el que la prohibición, se justifica.

12.3.2 PERMANENCIA DE LOS TESTIGOS EN EL OTORGAMIENTO.- El


Código Civil, como parte de la seguridad que desea dotarle al acto del
otorgamiento, dispone que los testigos deben permanecer reunidos en un
mismo lugar, continuando un mismo acto, desde el principio hasta el fin del
otorgamiento del testamento; debiendo ver y oír al testador, y entender bien
cuanto diga el mismo. Si el testador no habla el idioma castellano se acudirá al
auxilio de dos intérpretes. Sin embargo, el acto del otorgamiento puede
interrumpirse; declarándose una especie de cuarto intermedio, mas, para
continuarlo es imprescindible la presencia de los mismos testigos y en caso de
concurrencia de intérpretes, de los mismos intérpretes.

12.4 APERTURA, COMPROBACION y PROTOCOLIZACION DEL


TESTAMENTO.- La legislación vigente, no solamente se aboca a proteger la
voluntad del testador en el momento de la otorgación del testamento; sino que
su labor proteccionista va más allá; pues, una vez producida la apertura de la
sucesión, continúa con dicha labor estableciendo una serie de disposiciones
que deben ineludiblemente cumplirse, en el momento de la apertura,
comprobación y protocolización de los testamentos.

Producido el deceso de la persona que ha otorgado una disposición de última


voluntad cerrada; el heredero, el albacea o cualquier persona interesada,
acreditando la muerte del causante, puede pedir al Juez la apertura de dicho
testamento. La Autoridad Jurisdiccional admitiendo la demanda, mandará se
cumpla con dicha formalidad; a cuyo efecto procederá al señalamiento de día y
hora de audiencia para el acto; emplazando a los testigos, al notario y a la
persona que tenga en su poder el pliego testamentario.

En la audiencia, el día y hora señalados, el Juez recibirá el juramento a los


testigos y solicitara a los mismos que reconozcan si la cubierta que se les
presenta conteniendo el testamento, es la misma que entrego personalmente el
testador al notario, o a la persona que se encargó de su conservación: esto a
fin de verificar, si existe adulteración o violación de los cierres y sellos;
finalmente se presentara igualmente el acta notarial del otorgamiento.

Cumplidas dichas formalidades el Juez, ordenará la apertura del pliego o


cubierta y su correspondiente lectura por el actuario: de todo lo cual debe
igualmente labrarse un acta que debe ser firmada por el Juez, el notario y los
testigos. Finalmente concluidas dichas diligencias, el Juez dictará resolución
definitiva ordenando la protocolización del testamento y demás actuados en
una Notaría de Fe Pública.
En cambio cuando el testamento es abierto y ha sido otorgado ante testigos
solamente, los interesados lo presentarán ante el Juez para que examinando a
los testigos, lo declare por tal y mande se protocolice. Más, el testamento
abierto otorgado ante notario y testigos, no necesita ya de una de nueva
protocolización.

Es del caso puntualizar que, si alguno de los testigos se halla ausente, no


puede comparecer, o ha fallecido; él Juez mandará levantar una información
sumaria, sobre si las firmas de esos testigos son o no las mismas que
aparecen en el testamento y si ellos estuvieron en la fecha y lugar donde se
otorgó; una vez comprobada la autenticidad de dichas firmas; ordenará se
reduzca el testamento a escritura pública.

Para la comprobación del testamento verbal, se deben practicar las mismas


diligencias anteriores, sin embargo por disposición del Código Civil, se requiere
que las declaraciones de todos los testigos o de la mayoría de ellos, sean
uniformes sobre el contenido del testamento verbal; y es indispensable además
la certificación del notario si hubiese intervenido. No existiendo esa mayoría o
si los testigos difieren en cosas substanciales, el testamento es nulo.

Finalmente debemos decir que los testamentos especiales, en su


comprobación están sujetos a las previsiones contempladas precedentemente;
según sean escritos o verbales, en cuanto sean aplicables, para luego
ordenarse su protocolización correspondiente.

TEMA Nº 13

ALBACEAS O EJCUTORES TESTAMENTARIOS

13.1 ANTECEDENTES HISTÓRICOS.- Etimológicamente la palabra albacea


proviene del árabe "Alwasi", que significa ejecutor; aunque algunos doctrinarios
sostienen también que proviene de la voz árabe "vaseya"; y otros, de las voces
árabes "Al-wasiyya"; Sin embargo todos coinciden en que proviene de una
locución árabe y que su significado es "Ejecutor".

Acerca del origen del albaceazgo, aún existen discrepancias, pues mientras
unos sostienen que contrariamente a lo que sucede con la mayor parte de las
instituciones del Derecho Sucesorio, el albaceazgo no tiene origen en Roma;
otros estudiosos del Derecho Romano, sostienen que existen suficientes
elementos para afirmar que la ejecución testamentaria tiene origen en Roma;
aunque allá tenía otra denominación la persona que tenía las facultades que
hoy se asignan al albacea.

Empero, la mayor parte de los estudiosos del Derecho convienen en que la


figura jurídica del albacea tiene su origen en la Edad Media; y que el instituto
adquirió connotación bajo la influencia del cristianismo: ya que en esa época se
concedió a la Iglesia notable intervención en la ejecución de las últimas
voluntades.

En el Derecho Germánico, aparece la figura del ejecutor testamentario, cuando


aún no existía el testamento; pues, cuando una persona deseaba disponer de
sus bienes debía acudir a una enajenación entre vivos en favor de otra llamada
salmann que encamaba al ejecutor de la última voluntad.

En el Derecho Anglosajón, a decir de Pérez Lasala, -citado por Armando


Villafuerte- los bienes no pasaban directamente del de cujus a los herederos,
sino que entre ellos está la figura del personal representative que era el
ejecutor designado en el testamento; y en el caso de una sucesión intestada,
era el presidente de la Alta Corte de Justicia, quien nombraba un administrador.
En general en las legislaciones anglosajonas, el albaceazgo era una institución
esencial, ya que los herederos no estaban facultados para liquidar la herencia,
porque se trata de una función del ejecutor testamentario o judicial.

En el Derecho Francés, el albaceazgo, surge como una idea de proteger la


voluntad del testador, ante el temor de que la mala voluntad o la inercia de sus
herederos, pretendan incumplir el contenido de la disposición de última
voluntad; esta función por lo general se confiaba a algún familiar; empero luego
de la invasión de los bárbaros, se comenzó a confiar a un tercero el cuidado de
los bienes de la testamentaría.
En el antiguo Derecho Español, el albacea tuvo sus fuentes en el Fuero Real,
las Ordenanzas de Castilla y también en el Código de las Partidas, que reguló
a este instituto jurídico con mayor amplitud, disponiendo normas para su
funcionamiento, responsabilidad y obligaciones.

Finalmente en nuestra legislación, el Código de 1.831, bajo la influencia de la


legislación española, legisló sobre los albaceas o ejecutores testamentarios;
designándolos precisamente a la inversa, pues los llamaba ejecutores
testamentarios o albaceas; dicho compilado determinaba sus características,
forma de designación, clases de albaceas, término para el ejercicio del cargo y
cesación de funciones.

13.2 DEFINICIÓN.- El albaceazgo es una institución del derecho sucesorio que


tiende a asegurar el cumplimiento de las disposiciones contenidas en el
testamento. Su fundamento radica en la necesidad de que exista una persona
que luego del fallecimiento del testador; ejecute y haga cumplir las
disposiciones de última voluntad del testador con arreglo al deseo del mismo; o
en su caso conforme a las disposiciones de ley; evitando así que la voluntad
del mismo sea burlada por los herederos, legatarios o por terceros interesados.

El albacea designado, generalmente es una persona de absoluta confianza del


testador, y su designación obedece al deseo de evitar que herederos,
legatarios y terceros interesados distorsionen su voluntad expresada en
testamento; esto con el advertido de que la función del albacea, comprende
también la preservación y administración de los bienes de la herencia, la
elaboración de inventarios, pago de deudas de entierro, etc.

Cafferata, citado por Kenny Prieto, define al albacea indicando: "El albacea es
aquella persona a la cual el testador encarga el cumplimiento de sus últimas
voluntades".

El Código Civil vigente, no define al albacea, pues en su artículo 1.220,


únicamente da una noción al indicar que: "El testador puede designar uno o
varios albaceas para el cumplimiento y la ejecución del testamento". En síntesis
se puede decir que: "Albacea o ejecutor testamentario, es la persona
encargada de ejecutar y cumplir la voluntad del causante contenida en
testamento, a quien designa el testador, la ley o el juez”.
13.3 NATURALEZA JURÍDICA DEL ALBACEAZGO.-Acerca de la naturaleza
jurídica del instituto, existe diversidad de criterios que se plasman en una
amplia variedad de teorías, de las mismas que tomamos únicamente las más
representativas que son las siguientes:

13.3.1 SISTEMA FUNDADO EN LA IDEA DE REPRESENTACIÓN.- Este


sistema, que tiene a Mazzoni, como a su abanderado; considera que el albacea
es un representante de los legatarios; en cambio otros tratadistas, consideran
que por el contrario el albacea, es un representante del testador; algunos
consideran que el ejecutor testamentario, es un representante de los
herederos; y finalmente otros sostienen que es un representante de la
herencia; de nuestra parte diríamos que si el albacea fuera un representante;
sería un representante tanto de los legatarios, del testador y de los herederos
al mismo tiempo.

13.3.2 SISTEMA FUNDADO EN LA IDEA DE MANDATO.- Probablemente esta


es la teoría que mayor aceptación ha merecido, pues la mayor parte de los
tratadistas del Derecho la aceptan; según la misma, el albacea es una especie
de mandatario post mortem del causante, quien lo designa para que haga
cumplir sus disposiciones contenidas en el testamento.

Colín y Capitant, sostienen que el albacea o ejecutor testamentario, es "UN


MANDATARIO ESPECIAL, SI SE QUIERE SUI GENERIS, PÓSTUMO,
SOMETIDO A LAS REGLAS PROPIAS DEL DERECHO SUCESORIO".

Esta teoría que tiene a sus mayores defensores en las legislaciones francesa,
española y argentina; sin embargo ha merecido varias observaciones entre las
que destacamos el hecho de que, el mandato es un instituto que se extingue
con la muerte del mandante, mientras que el albaceazgo comienza
precisamente con la muerte y consiguiente apertura de la sucesión; además el
mandato no siempre es un acto formal, ya que puede otorgárselo aún mediante
documento privado, por carta o verbalmente; mientras que el albacea sólo
puede ser nombrado en testamento y excepcionalmente por los propios
herederos o el Juez. Por otra parte el mandatario puede substituir el mandato,
sino está expresamente prohibido; mientras que el albacea no puede en ningún
caso delegar funciones por el carácter personalísimo del albaceazgo; y
finalmente el mandato puede ser revocado en cualquier momento por el
mandante, cosa que no sucede con el albacea, quién únicamente puede ser
removido por negligencia en el desempeño de sus funciones;
consiguientemente, decir que el albacea es un mandatario, en rigor de verdad
no se adecúa estrictamente a nuestra legislación.

13.3.3 SISTEMA FUNDADO EN LA IDEA DE "OFICIO";- Este sistema tiene su


origen principalmente en la legislación italiana, y conforme a la misma el
ejecutor testamentario, únicamente es titular de un cargo de derecho privado; y
como tal no es representante ni mandatario, sino que el albaceazgo es algo
diverso de mayor trascendencia, "es un oficio". Sobre el particular Messineo,
sostiene que: "El albaceazgo no es un oficio de carácter público, sino más bien
de derecho privado; ya que el ejecutor testamentario, obra en nombre propio,
tal como dispone el artículo 703 del Código Civil Italiano".

Para concluir debemos indicar que el albaceazgo es en realidad un instituto


propio del derecho sucesorio, cuya naturaleza es mortis causa y especialísima,
que se justifica por la necesidad de cumplir y hacer cumplir la voluntad del
causante, siempre que la misma no contradiga disposiciones legales vigentes;
ya que de contener el testamento disposiciones contrarias a la ley; únicamente
se hace cumplir aquello que no contradice el mandato de la ley.

13.4 QUIENES PUEDEN SER ALBACEAS Y QUIENES LOS DESIGNAN.- Por


regla general pueden ser albaceas todas las personas mayores de edad, que
tengan capacidad para obligarse, así lo determina el artículo 1.222 del Código
Civil; consiguientemente los herederos y legatarios, pueden igualmente ser
designados albaceas; pues su llamamiento no es incompatible con las
funciones que el albaceazgo importa.

Sin embargo, es del caso referir el detalle de que en lo concerniente a la


capacidad de obligarse exigida para ser albacea; en la doctrina existen dos
posiciones claras; una que sostiene que dicha capacidad debe temerla el
albacea en el momento de su designación; y la otra posición, en sentido de que
la capacidad de obligarse, debe tenerla el albacea en el momento de ejercer el
cargo; siendo esta última posición la que actualmente tiene mayor aceptación.
Por otra parte algunas legislaciones, como la chilena, permiten que el
albaceazgo pueda ser ejercido tanto por personas naturales, así corno por
personas jurídicas; mientras que otras como la nuestra, solamente permiten ser
albaceas a las personas naturales, no así a las personas jurídicas.

En cuanto a las prohibiciones para el ejercicio del albaceazgo, por


determinación de la segunda parte de la disposición legal precedentemente
citada, (art. 1.222) no pueden ejercer el cargo de albaceas, los magistrados y
jueces, quienes hubiesen sido condenados por delitos con penas privativas de
libertad, y quienes, en general por su conducta o antecedentes no ofrezcan las
seguridades necesarias para esa función.

La disposición legal citada textualmente dispone: (Capacidad para ser albacea;


prohibiciones) I. El albacea debe ser mayor de edad y tener capacidad para
obligarse. II. No pueden ser albaceas: 1) Los magistrados y jueces. 2) Quienes
hubiesen sido condenados por delitos con penas privativas de libertad. 3)
Quienes, en general, por su conducta o antecedentes no ofrezcan las
seguridades necesarias para esa función".

En cuanto concierne a la designación del albacea, conforme a previsiones del


artículo 1.220 del Código Civil, los ejecutores testamentarios pueden ser
designados por el testador, quien puede asignar esta función a una o varias
personas. Sin embargo, cuando el testador no ha designado albacea alguno,
por determinación de la ley, ejercerán esa función los herederos, los mismos
que igualmente podrían ponerse de acuerdo para designar como a tal a un
tercero; finalmente cuando los herederos no pueden ponerse de acuerdo para
la designación, es el Juez quien nombra al albacea de oficio; así lo dispone el
artículo 1.221 del Código Civil.

13.5 CARACTERES DEL ALBACEAZGO.- La institución del albaceazgo, tiene


características propias que la configuran e individualizan dentro de la esfera del
Derecho Sucesorio; así el albaceazgo es voluntario, indelegable, renunciable,
reemplazable y remunerado.

13.5.1. EL ALBACEAZGO ES VOLUNTARIO.- · Porque así como es potestad


privativa del testador designar o no su albacea; está también permitido que el
albacea nombrado, acepte o no el cargo; aceptación esta que puede ser
expresa o tácita, requiriéndose para ambas modalidades la voluntad positiva
del designado. Sobre el particular el artículo 1.223 del Código Civil, sostiene:
"(CARGO VOLUNTARIO) El cargo de albacea es voluntario, excepto si se ha
aceptado expresa o tácitamente esa función. Puede sin embargo, renunciarse
por hechos sobrevivientes atendibles; en caso contrario, perderá el albacea lo
que le hubiere dejado por testamento el causante, excepto el derecho que
tuviese a su legítima';

13.5.2. EL ALBACEAZGO ES INDELEGABLE.- El albacea una vez aceptado el


cargo, debe ejercer la función personalmente, en vista de la confianza
depositada por el testador en él; así además lo determina el artículo 1.224 del
Código Civil; consiguientemente no puede delegar las funciones que ha
recibido, ni por su muerte dicha responsabilidad pasa a sus herederos. Sin
embargo, por determinación del mismo Código Civil, en casos justificados,
ciertas funciones pueden ejercerse mediante mandatarios, bajo las órdenes y
responsabilidad del titular. El artículo mencionado indica: "(FUNCION INDELE
GABLE) El cargo de albacea es indelegable; pero podrán ejercerse en casos
justificados ciertas funciones mediante mandatarios, bajo las órdenes y
responsabilidad del titular"

l3.5.3 EL ALBACEAZGO ES RENUNCIABLE.- Debido a que el albacea puede


dejar el cargo por cuestiones atendibles que sobrevengan al acto de aceptación
de la función; e inclusive cuando el designado antes de aceptarlo renuncia a la
responsabilidad. Esta posibilidad, se halla inmersa en la Segunda Parte del
artículo 1.223 del Código Civil, renuncia que puede realizarla por hechos
sobrevivientes atendibles; los mismos que deben ser valorados por el Juez; ya
que de renunciar sin justificativo alguno o por hechos no atendibles, el albacea
renunciante; pierde lo que el testador le hubiese dejado en testamento.

13.5.4 EL ALBACEAZGO ES REEMPLAZABLE.-. Porque la enorme


responsabilidad que conlleva el ejercicio del albaceazgo, exige que el albacea
sea idóneo y capaz para ejecutar la voluntad del causante; por otra parte
tampoco está permitido que el albacea cometa graves irregularidades, actos de
negligencia y otros que afecten a la testamentaría; de manera que si se
presentan estas situaciones, o sobreviene una incapacidad, a solicitud de parte
interesada, puede reemplazarse al albacea originalmente designado;
ocurriendo lo propio en caso de renuncia del albacea designado; y por otra
parte el albacea, en caso de haber incurrido en graves irregularidades, puede
también ser removido judicialmente; tal como dispone el artículo 1.230 del
Código Civil, en su parte in fine, cuando dice: "También puede ser removido
judicialmente por graves irregularidades cometidas en su desempeño o por
falta de idoneidad".

13.5.5 EL ALBACEAZGO ES REMUNERADO.- En nuestra legislación, el


albaceazgo es remunerado, cuando la designación recae en personas que no
son herederos ni legatarios; por cuanto de acuerdo a previsiones del artículo
1.229 del Código Civil, la persona o personas que ejerzan el albaceazgo deben
recibir por su trabajo el 4% del valor total de los bienes bajo su administración.
Si son varios los albaceas y actúan conjuntamente, el porcentaje indicado
como remuneración, será dividido entre ellos. El citado artículo dispone: "
(Retribución) Llevará el albacea, por su trabajo, siempre que no sea heredero
legatario, el 4 % del valor total de los bienes bajo su administración. Si son
varios los albaceas y actúan conjuntamente, el porcentaje será dividido entre
ellos"

13.6 CLASES DE ALBACEAS.- Los albaceas o ejecutores testamentarios, se


clasifican en consideración a diferentes aspectos; tales como:

13.6.1 DE ACUERDO A LA FUENTE DE DONDE PROVIENE SU


NOMBRAMIENTO.- Conforme a este criterio, los albaceas pueden ser:
albaceas testamentarios, albaceas legales, albaceas voluntarios o electivos y
albaceas dativos o judiciales.

13.6.1.1 ALBACEAS TESTAMENTARIOS.- Albaceas testamentarios, son


aquellos albaceas que son designados por el testador, en la disposición de
última voluntad; nombramiento que generalmente recae en una persona de
entera confianza del testador.

13.6.1.2 ALBACEAS LEGALES.- Son aquellos albaceas que son designados


por mandato de la ley; cuando no existen albaceas testamentarios, los
herederos deben cumplir estas funciones por mandato de la ley; generalmente
se asigna esta función a los herederos forzosos.
13.6.1.3 ALBACEAS CONVENCIONALES O ELECTIVOS.- Sin embargo
cuando no existe acuerdo entre los herederos, acerca del heredero que debe
desempeñar las funciones de albacea; o cuando el designado por el testador
no acepta desempeñar dichas funciones; la misma ley les permite a los
herederos proceder a designar como albacea, a una tercera persona ajena a la
sucesión.

13.6.1.4 ALBACEAS DATIVOS O JUDICIALES.- Se conocen con este nombre


a los albaceas que son designados por el Juez a falta de albaceas
testamentarios, convencionales y legales.

13.6.2 DE ACUERDO A LA EXTENSIÓN DE STJS FUNCIONES.- De


conformidad a este parámetro y en función de lo dispuesto por el artículo 1.220
II Parte del Código Civil, los albaceas pueden ser: universales y particulares;
dicha disposición legal sostiene: "ll. De dos clases puede ser el albacea:
universal para todos los asuntos de la testamentaría, o particular para cosas
determinadas por el testador".

13.6.2.1 ALBACEAS UNIVERSALES.- Albaceas universales, son aquellos que


ejecutan la voluntad del testador contenida en testamento, en su integridad, o
sea para todos los asuntos de la testamentaría, sin restricción ni limitación
alguna hasta su conclusión.

13.6.2.2 ALBACEAS PARTICULARES.- Son aquellos albaceas que se


encargan de ejecutar, solamente algunos actos expresamente determinados
por el testador; por ejemplo, proceder únicamente a la entrega de legados.

13.6.3 DE ACUERDO A LA RESPONSABILIDAD QUE ASUMEN.- Desde este


punto de vista, los albaceas en nuestra legislación, pueden ser albaceas
solidarios, albaceas mancomunados y albaceas sustitutos; la tercera parte del
artículo 1.220 del Código Civil, sobre el particular indica: "III. Podrá también
nombrarse más de un albacea en forma solidaria o mancomunada, sujeto en
ese supuesto a las obligaciones de tal carácter; en el caso de ser nombrados
con designación ordinal, las obligaciones y responsabilidades corresponden al
que haya ejercido el cargo por ausencia o renuncia del que le precede
numeralmente."
13.6.3.1 ALBACEAS SOLIDARIOS.- Los albaceas reciben esta denominación,
cuando son varias las personas que ejercen el albaceazgo, de modo que son
válidos los actos realizados por todos, por algunos o por uno solo de los
albaceas; consiguientemente los herederos pueden dirigirse a su elección a
cualesquiera de ellos o contra todos simultáneamente; puesto que lo ejecutado
por todos, por sólo algunos, o por uno de ellos, igualmente reata a todos por la
responsabilidad del ejercicio del albaceazgo en su integridad.

13.6.3.2 ALBACEAS MANCOMUNADOS.- Los albaceas son mancomunados


cuando siendo dos o más los albaceas designados, deben actuar siempre
conjuntamente en la ejecución de su cometido; o sea que todos deben realizar
los actos de ejecución en consuno, porque se encuentran reatados a la
responsabilidad del albaceazgo en su integridad; consiguientemente la
obligación mancomunada de los albaceas en este caso es indivisible.

13.6.3.3 ALBACEAS SUSTITUTOS.- Este tipo de albaceazgo se da cuando se


designa albacea a una persona; y para el hipotético caso de falta, impedimento,
o renuncia de ésta, se designa a un segundo albacea; y, para el caso de que el
segundo albacea, tampoco pueda ejercer el cargo: se designa a un tercer
albacea y así sucesivamente en forma ordinal; de manera que las obligaciones
y responsabilidades de albacea corresponden al que haya ejercido el cargo.

13.7 PLAZO PARA EL EJERCICIO DEL ALBACEAZGO.- La función del


albaceazgo, debe ser cumplida dentro el plazo establecido por ley; en nuestra
legislación, por expresa disposición del artículo 1.226 del Código Civil, el
término para que los albaceas cumplan la función es de un año, computable
desde la muerte del testador, o desde que aceptó la función. Sin embargo, el
testador o el juez, pueden prorrogar ese plazo por 6 meses adicionales en
casos absolutamente indispensables, o cuando existan razones justificadas.
Sobre el particular el artículo 1.226 del Código Civil, establece: "(PLAZO DEL
ALBACEAZGO) El término señalado por la ley a los albaceas para cumplir su
encargo es de un año desde la muerte del testador o desde que aceptaron las
funciones, siempre que no las hubiesen concluido antes".

13.8 OBLIGACIONES DEL ALBACEA.- En atención a que es el testador quien


señala las atribuciones del ejecutor de su última voluntad; cuando el mismo, no
ha especificado para el albacea obligaciones específicas, el albacea conforme
al artículo 1.225 del Código Civil, tiene las siguientes obligaciones:

a) Cumplir y ejecutar el testamento y asumir la representación de la


testamentaría.

b) Procurar la seguridad de la testamentaría.

c) Formar inventario de los bienes administrados.

d) Pagar las deudas y legados de la testamentaría.

e) Promover la división y partición de los bienes relictos.

f) Prestar fianza para el ejercicio del cargo, a menos que haya sido
expresamente dispensado por los herederos.

13.9 REMUNERACIÓN PREVISTA POR LEY.- El albacea por disposición del


artículo 1.229 del Código, siempre que no sea heredero o legatario, debe
recibir por su trabajo, el 4 % del valor total de los bienes administrados; mas, si
son varios los que ejercen el cargo, los mismos deben dividirse ese porcentaje.

13.10 CAUSAS QUE DETERMINAN EL FENECIMIENTO DEL


ALBACEAZGO.- El artículo 1.230 del Código Civil, dispone que las funciones
del albacea terminan a la expiración del plazo señalado o con su muerte,
excepto el caso de renuncia contemplado por el artículo 1.223; y el de quien
hubiese terminado antes del plazo su cometido. O sea que la función de los
albaceas, expresamente termina en los casos siguientes:

a) Por el cumplimiento del albaceazgo hasta su culminación.

b) Por la expiración del plazo concedido y la prórroga.

c) Por la muerte o renuncia del albacea

d) Por la remoción judicial del albacea.

13.11 GASTOS Y PROHIBICIONES.- Todos los gastos que se realicen como


consecuencia del ejercicio del cargo de albacea; tales como los del inventario,
partición de bienes, rendición de cuentas y otros, son cancelados con dineros
de la testamentaría. El artículo 1.231 del Código Civil dispone sobre el
particular: "(GASTOS) Los gastos hechos por el albacea para el inventario,
rendición de cuentas, partición y los demás indispensables y justificados en el
ejercicio de sus funciones son a cargo de la testamentaría".

Por otra parte, en materia de prohibiciones, el albacea por razones obvias no


puede comprar ningún bien de la testamentaría a su cargo, hasta dos años
después de la aprobación de sus cuentas. Toda adquisición realizada en
contravención de esta prohibición es anulable. Sobre el particular el artículo
1.232 del Código Civil preceptúa: "(PROHIBICIÓN DE COMPRAR) Los
albaceas no pueden comprar ningún bien de la testamentaría hasta dos años
después de la aprobación de sus cuentas. Es anulable la compra hecha en
contravención de esta regla".

Pese a la disposición anterior, es del caso referir la situación sui géneris del
albacea que al mismo tiempo es heredero; porque si el mismo no pudiera
adquirir bienes de la testamentaría; en rigor de verdad conforme a la doctrina,
el mismo no estaría en igualdad de condiciones con los demás co-herederos;
que sí pueden adjudicarse por ejemplo un bien hereditario en una subasta. Es
más, pese a que la jurisprudencia, ha sido uniforme y concluyente en este
aspecto, determinando la anulabilidad de la compra hecha por el albacea;
consideramos que la situación es injusta·, porque con la prohibición de marras,
se hace una discriminación al heredero-albacea; quien ya no estaría en el
mismo plano jurídico que el resto de los co-herederos, que sí, pueden adquirir
bienes de la sucesión; coincidiendo con un criterio jurisprudencial de la Corte
Suprema de Chile, creemos que el albacea-heredero; no debiera tener dicha
prohibición. Dicho criterio jurisprudencial sostiene: "Quien ostenta la calidad de
heredero, así tenga también la de albacea, puede comprar para sí las cosas
hereditarias que se saquen en subasta pública, llenando los mismos requisitos
exigidos a todo postor. De la misma manera y con los mismos requisitos, el
acreedor hereditario, aunque a la vez sea el encargado de ejecutar el
testamento, puede rematar para sí las cosas sacadas a remate dentro del
proceso de ejecución en que se hace efectivo su crédito"

13.12 FIANZA Y RENDICION DE CUENTAS.- En atención a que el - albacea,


en rigor de verdad se constituye en el amo y señor de una sucesión, la misma
que en casos puede tener un activo importantísimo; la ley ha previsto que el
albacea debe prestar una fianza para el ejercicio del cargo; esto debido a que
el mismo está sujeto a responsabilidades emergentes del manejo de la
testamentaría; la misma que puede en casos ser civil y también penal. Sin
embargo de ello, el mismo Código, en algunos casos, exime a los albaceas del
deber de ofrecer fianza, cuando los herederos así lo determinan expresamente;
y esto puede darse por el hecho de que el albacea sea uno de los herederos; o
también en caso de que el albacea sea una persona que goce de la confianza
de los herederos y legatarios. Por otra parte, no existe un parámetro para el
ofrecimiento de la fianza; por lo que se entiende que ella deberá satisfacerlas
expectativas de los herederos; mas, si existiera desacuerdo entre ellos, deberá
ser el Juez, quien decida el cuantum de la fianza conforme a su prudente
arbitrio. Sobre el particular el artículo 1.228 del Código Civil, dispone:
"(RESPONSABILIDAD y FIANZA) El albacea, como todo administrador, está
sujeto a las responsabilidades consiguientes debiendo prestar fianza, para el
desempeño de su cargo, excepto si es expresamente dispensado por los
herederos".

En lo referente a la rendición de cuentas, es de conocimiento general que


quienes administran bienes o derechos ajenos, tienen la obligación de rendir
cuentas; en nuestra legislación, el artículo 1.227 del Código Civil, dispone que
el albacea, una vez vencidos el plazo del albaceazgo y su prórroga; debe rendir
cuentas de la administración de la testamentaria, haya acabado o no de cumplir
su cometido. Esta rendición de cuentas puede realizarla el albacea,
extrajudicialmente o también con intervención de la Autoridad Jurisdiccional; en
el primer caso, el albacea culminado su trabajo, por propia iniciativa o a perdido
de parte interesada, puede rendir cuentas ante los herederos, legatarios y
acreedores en su caso; si los mismos están de acuerdo, se da por bien hecha
esta obligación, aprobándosela por los interesados mencionados. Empero, si
existe desacuerdo con la rendición de cuentas extrajudicial; o a la sucesión
concurren menores de edad o incapaces, la rendición de cuentas deberá ser
siempre judicial, conforme a lo establecido por el Procedimiento Civil.

TEMA Nº 14
DE LA INSTITUCION DE HEREDEROS
14.1.- ANTECEDENTES HISTÓRICOS.- La institución de herederos tiene su origen
en el antiguo Derecho Romano, en el mismo que el testamento hecho sin institución de
herederos carecía de eficacia jurídica. Por ello Gayo expresaba: "Los testamentos
fundan su vigor en la institución de heredero y por esta razón, ella es considerada corno
la cumbre y la base de todo testamento" A su turno Modestino, de manera más radical
todavía, indicaba: "Sin institución de heredero, de nada vale lo escrito en el testamento".
En Roma la institución de herederos debía realizarse de manera solemne, empleando
determinadas palabras de mando, no de ruego; colocadas en la primera cláusula que
encabezaba el testamento; debido a que se consideraba que otras disposiciones como la
designación de legatarios, sólo eran complementarias y .una especie de carga para el
heredero. Sobre el particular Petit, citado por Villafuerte, expresaba: "la consecuencia
era rigurosa, y toda disposición escrita antes de la institución de heredero era nula".
Posteriormente Justiniano, dispuso que la institución de herederos se hiciera empleando
las pal abras que se quisieran, no siempre palabras de mando, con tal que apareciese
señalado de un modo claro e indubitable el nombre del instituido; y si acaso no
apareciese el nombre, podía hacerse la institución por sus rasgos físicos induvitables e
inconfundibles; es más, la necesidad de encabezar el testamento con la institución de
heredero fue dejada de lado parata validez del mismo; porque se dispuso que la
institución de herederos podía hacerse en cualesquier lugar o cláusula del testamento.
Este sistema; así diseñado pasó a las Partidas; luego el Ordenamiento de Alcalá,
suprimió la obligación de instituir heredero y declaró la validez del testamento sin este
requisito. La Novísima Recopilación, copió las disposiciones del Ordenamiento de
Alcalá; y nosotros, a través del artículo 1.156 del Código Civil, seguimos la misma
línea, pues el citado artículo dispone: "La falta de institución de heredero no invalida los
testamentos; en tal caso se observarán todas las cláusulas testamentarias arregladas a.
las leyes, aplicándose en lo demás las reglas de la sucesión legal".
14.2 DEFINICIÓN DE INSTITUCIÓN DE HEREDEROS.- El testamento como acto
de última voluntad del de cujus, contiene un acto de disposición de carácter patrimonial;
de manera que cuando se realiza dicha disposición, el testador designa uno o más
herederos, para que reciba el patrimonio sucesible. De lo dicho, se concluye en sentido
de que la institución de herederos es la designación, que el testador hace de una o más
personas que recibirán la herencia. O lo que es lo mismo, institución de heredero es la
designación clara y expresa de la persona o personas que por voluntad del testador van a
recibir la herencia.
La doctrina coincide en que: “La institución de heredero, es el nombramiento o la
designación de la persona o personas que hace el testador, para que le sucedan después
de su muerte, en todos sus derechos y obligaciones".
Cabanellas, sostiene: "Institución de heredero es el nombramiento o designación que el
testador hace de la persona o personas, que quiere que le sucedan en su personalidad
jurídica después de su muerte; y, más comúnmente, en sus derechos y obligaciones".
A su vez Francisco Messineo, manifiesta que: "Institución de herederos resulta la
designación que hace el testador, del destinatario delos bienes a título universal".
De nuestra parte simplemente decimos que: "INSTITUIR HEREDERO ES NOMBRAR
SUCESOR EN TESTAMENTO"; pues, así lo dispone el artículo 1.154 del Código
Civil; aunque a decir verdad, el contenido del artículo 1.005 del mismo cuerpo de leyes,
deja abierta la posibilidad de que también podría designarse sucesor mediante contrato,
en caso de no tener el de cujus herederos forzosos.
El Código Civil, sobre el particular en su artículo 1.154, preceptúa lo siguiente:
"(INSTITUCION DE HEREDERO) I. La institución de heredero debe recaer sobre
persona cierta y sólo puede hacerse por testamento. II. Los herederos serán instituidos
en términos claros, nombrándolos por sus nombres y apellidos y no por señales, a
menos. que sean inequívocas e indubitables, o de otro modo se supiere cuál es la
persona nombrada”.
14.3 CLASES DE INSTITUCIÓN DE HEREDERO.- La institución de herederos,
conforme a la doctrina, puede ser de diferentes clases, a saber: expresa, tácita; universal,
particular; pura y simple e institución de heredero modal.
14.3.1 INSTITUCIÓN DE HEREDERO EXPRESA.- La institución de heredero es
expresa cuando el testador nombra en términos claros y precisos a la persona o personas
que deben heredarle; mencionándolos por su o sus nombres y apellidos.
Consiguientemente dirá por Ej. Instituyo como a mi heredero al Sr. Juan José Pérez
Soto.
14.3.2 INSTITUCIÓN DE HEREDERO TÁCITA.- Se dice que la institución de
heredero es tácita, cuando el testador no designa en forma directa el nombre del sucesor;
pero indirectamente indica que la herencia beneficie a sus herederos forzosos o
legitimarios; o también puede decir que la herencia será para los herederos llamados por
ley.
14.3.3 INSTITUCIÓN DE HEREDERO UNIVERSAL.- La institución de heredero es
universal, cuando se hace la designación de sucesor o sucesores, sobre la totalidad de
los bienes, acciones, derechos y obligaciones, o sea sobre la integridad del patrimonio
del causante.
14.3.4 INSTITUCIÓN DE HEREDERO PARTICULAR.- La institución de heredero es
particular, cuando solamente se realiza sobre una cuota parte del acervo hereditario, o
sobre bienes individualizados o particularizados.
14.3.5 INSTITUCIÓN DE HEREDEROS PURA Y SIMPLE.- La institución de
heredero es pura y simple; cuando la misma por voluntad del testador, no está sujeta a
ninguna modalidad ni carga.
14.3.6 INSTITUCIÓN DE HEREDERO MODAL.- Se dice que la institución de
heredero es modal, cuando la misma por voluntad del causante, se hace depender
además de acontecimientos futuros inciertos o ciertos; o se les impone una carga.
14.3.6.1 INSTITUCIÓN DE HEREDERO A CONDICIÓN.- Conforme al artículo
1.161 del Código Civil, la institución de heredero, puede hacerse bajo condición
suspensiva o resolutoria; en el primer caso, cuando la condición se cumple, tiene lugar
la institución; y en caso de no cumplirse la misma por voluntad o muerte del instituido,
se aplicarán las reglas de la sucesión legal.
Empero cuando la condición es resolutoria, el instituido tiene la calidad de heredero
desde la apertura de la sucesión, pero cumplida la condición, la institución de herederos
se resuelve; de modo que el instituido deja de ser heredero, y debe restituir los frutos
desde el día en que se ha verificado la resolución.
Finalmente, conviene dejar claramente establecido que las condiciones no pueden ser
ilícitas ni imposibles, ya que las mismas se consideran no puestas; y si ellas fueran el
motivo determinante de la institución, la misma es nula; así lo preceptúa el artículo
1.164 del Código Civil, que dice: "(CONDICIONES ILICITAS O IMPOSIBLES) l. Las
condiciones ilícitas y las imposibles se consideran no puestas; pero si ellas han sido el
motivo determinante de la institución, esta es nula. II. Se reputa asimismo ilícita la
condición que impide u obliga a contraer nupcias, o impone al beneficiario a testar en
una forma determinada".
14.3.6.2 INSTITUCIÓN DE HEREDERO A PLAZO.- De la misma manera, la
institución de heredero puede estar sujeta a plazo; circunstancia en la que la designación
se materializa, únicamente cuando el plazo inicial se cumple; esto por imperio del
artículo 1. 162 del Compilado Civil; que dice: "(INSTITUCION A TERMINO). Puede
también sujetarse la institución de heredero a un término inicial".
Tanto en este tipo de institución de heredero, así como en la institución condicional,
puede pedirse por los interesados que los instituidos presten fianza por el período en
que la condición o el plazo estén pendientes.
14.3.6.3 INSTITUCIÓN DE HEREDERO CON CARGA.- También puede instituirse
heredero, imponiéndole una carga a manera de condición suspensiva o resolutoria, de
modo que pueda significar una prestación o abstención de parte del instituido; cuyo
comportamiento ha de provocar el efecto consiguiente. Por ejemplo, instituir heredero
con la obligación de mandar construir una gruta para algún Santo o Virgen.
14.4 QUIENES NO PUEDEN SER INSTITUIDOS HEREDEROS.- Partiendo de la
premisa de que la institución de herederos se hace siempre en testamento; los únicos que
no pueden ser instituidos herederos, son aquellos que no son capaces de recibir por
testamento.
Conforme a nuestra legislación, tal como se ha anticipado ya, por regla general, toda
persona puede recibir por testamento, excepto si está desheredada, es indigna, o es
incapaz a este efecto; pudiendo ser también herederos, los , hospitales, las casas de
enseñanza y las instituciones o personas colectivas, sino se hallan prohibidas por ley.
De acuerdo al artículo 1.122 del Código Civil, son incapaces de recibir por testamento:
"1) Los que no estén concebidos al morir el testador y los concebidos que no nacen con
vida. Se exceptúa el caso previsto por el artículo 1.008, párrafo III del Código Civil.
2) Los indignos o desheredados por declaración judicial.
3) Cualesquiera entidades o instituciones no permitidas por las leyes o que no sean
personas jurídicas, excepto cuando el testador disponga que se organice una nueva
corporación o fundación, sujeta al correspondiente trámite legal.
4) El Notario y los testigos del testamento, la persona que lo escribe y el intérprete; el
cónyuge, los descendientes, ascendientes y hermanos de los mismos.
S) El médico o profesional, y el ministro del culto que asistieron al testador durante su
última enfermedad, si entonces hizo su testamento, y en iguales circunstancias la iglesia
o la comunidad a la que dicho ministro pertenezca, y los que viven en su compañía; el
abogado que lo asistió en su otorgamiento y los parientes de los mismos indicados en el
inciso anterior, excepto si son herederos legales.
6) Los tutores, curadores y albaceas y sus parientes, en los grados arriba previstos; a no
ser que hubieran sido instituidos antes de la designación para el cargo o después de
aprobadas las cuentas de su administración, excepto si son herederos legales."
El artículo 1.124 del Código Civil, indica otros casos de incapacidad, que son:
"1) Los que designados en el testamento como tutores, curadores o albaceas, no hayan,
sin justo motivo, aceptado o desempañado el cargo, o por mala conducta hayan sido
separados judicialmente de su ejercicio.
2) Los que llamados por ley a ejercer la tutela legítima, hubieran sin justo motivo
rehusado ejercerla, son incapaces de heredar respecto a quiénes debían ser tutores".
Esta incapacidad para heredar por testamento, debe ser objeto de una declaración
judicial promovida en el término de dos años, desde la posesión de la herencia, por una
persona que tenga interés legítimo; así lo dispone el artículo 1.125 del Código Civil.
14.5 MUERTE, INCAPACIDAD O RENUNCIA DEL HEREDERO INSTITUIDO.-
De conformidad al contenido del artículo 1.157 del Código Civil; para el caso de
producirse la muerte, la incapacidad o la renuncia del instituido heredero, la disposición
testamentaria caduca por haber sobrevenido estas causales que determinan la ineficacia
de la institución de heredero. Consecuentemente, en el primer caso, si la persona
instituida ha fallecido antes que el testador, y no existen herederos que pudieran recibir
la herencia en virtud del derecho de representación; la institución de heredero ha
caducado; y ante la eventualidad, tratándose de herederos forzosos, la cuota parte del
heredero instituido pre-fallecido acrece la porción de los demás herederos.
En cambio si ocurre que el heredero instituido es incapaz de heredar, la caducidad de la
institución que se opera, hace que el mismo no reciba nada; debido a que para recibir
por testamento es preciso ser capaz, cual disponen los artículos 1.121 y siguientes del
Código Civil; esto, salvo el derecho de representación que pueda beneficiar a los
herederos de los incapaces.
Finalmente en caso de renuncia del instituido heredero, en mérito al principio de que el
heredero no está obligado a aceptar la herencia, el mismo tiene derecho a renunciar;
acto que implica la automática caducidad de la institución de heredero; salvo las
emergencias que puedan derivar del derecho de representación.
14.6 SUSTITUCION DE HEREDEROS.- Sustituir de manera general, significa
reemplazar, poner una persona o cosa en lugar de otra; y en el campo del Derecho
Sucesorio, se da también algo similar, cuando se procede a la institución de un heredero
instituido; pues está permitido el designar otro u otros herederos para que ingresen a la
sucesión, en lugar del anteriormente instituido.
14.6.1 ANTECEDENTES HISTÓRICOS.- El instituto de la sustitución de herederos;
ya era conocido en Roma; donde el instituido en segundo lugar era conocido con el
nombre de heres substitutus. "En el período Clásico, se llegó a conocer dos clases de
sustitución, la sustitución vulgar y la sustitución pupilar; posteriormente se agregaron
estas dos clases de sustitución, la sustitución cuasi pupilar o ejemplar, la sustitución
fideicomisaria y la sustitución militar o privilegiada". Sin embargo, es del caso destacar
que en Roma, el fundamento de la sustitución de herederos, no era el mismo que
actualmente justifica este instituto, -que es la autonomía de la voluntad del testador-,
sino que en Roma, se procedía a la sustitución de herederos, más que todo por el temor
de no caer en la desvergüenza de morir sin heredero; en otros términos morir sin otorgar
testamento.
14.6.2 CONCEPTO DE SUSTITUCIÓN DE HEREDERO.- La sustitución de heredero
consiste en la designación de una o más personas que reciban la herencia o el legado a
falta del sustituido; dicho de otro modo la sustitución de herederos significa nombrar un
heredero que ha de ocupar el lugar del primero para el caso de que no pueda o no quiera
heredar éste.
Toda sustitución implica un llamamiento sucesivo o subsidiario de dos o más herederos
o legatarios, para que reciban la herencia o el legado en defecto de su antecesor; de
manera que la sustitución de herederos, siempre ha de ser producto de la sucesión
testamentaria; ya que no existe otra manera de nombrar, sucesores.
La: doctrina ha definido la sustitución de herederos, indicando que: "Es la disposición
por la cual el testador, instituye en orden subsidiario una persona, para el caso de que el
instituido en primer término no llegue a suceder".
En la legislación argentina, el artículo 3.724 del Código Civil, refiriéndose a la
sustitución de herederos, sostiene que: "El testador puede subrogar al heredero
nombrado en el testamento, cuando este heredero no pueda aceptar la herencia...”
14.6.3 NOCIÓN DEL ARTÍCULO 1.168 DEL CÓDIGO CIVIL.- En nuestra
legislación, el artículo 1.168 del Código Civil, manifiesta que: I. "Sustituir es nombrar
uno o más herederos para que a falta del sustituido reciban la herencia. II. Tendrá lugar
la sustitución cuando el sustituido muera antes que el testador, o renuncie o no pueda
aceptar la herencia, o no cumpla las condiciones impuestas. Se presume que la
sustitución fue determinada por cualquiera de esas alternativas, aun cuando el testador
sólo se refiera a una, salva disposición contraria del testador. III. Puede sustituirse por
todos y a todos los instituidos, para el caso de que no fueran herederos.". La segunda
parte del artículo, en realidad indica los casos en los que tiene lugar la sustitución de
herederos.
14.7 CLASES DE SUSTITUCIÓN DE HEREDEROS.- De acuerdo a la doctrina,
existen muchas clases de sustitución de heredero; empero, por razones de método
indicamos únicamente las más aceptadas que son las siguientes:
13.7.1 SUSTITUCIÓN VULGAR.- Esta sustitución conocida desde la época del
Derecho Romano, es la que se halla incursa en el artículo 1.168 del Código Civil; la
sustitución vulgar consiste en la disposición testamentaria, por la que el testador nombra
uno o más herederos para que a falta del heredero instituido en primer término, otro
heredero ingrese a la sucesión a recibir la herencia. O sea que el testador previendo que
el heredero instituido no quiera o no pueda recibir la herencia; designa en su lugar a otra
persona para que herede. De donde resulta que la sustitución vulgar, no es más que una
segunda institución de heredero hecha por el testador, para el hipotético caso de que la
primera persona instituida, no quiera o no pueda aceptar la herencia.
Consiguientemente, la sustitución vulgar no es más que el nombramiento de un
heredero en forma condicional; ya que el sustituto tendrá derecho a la herencia, siempre
que se cumpla la condición de que muera el instituido antes que el testador, que
renuncie a la herencia, no pueda aceptar la herencia, o no cumpla las condiciones
impuestas; la sustitución vulgar caduca si el primer heredero sobrevive al testador y
acepta la herencia.
14.7.2 SUSTITUCIÓN PUPILAR.- En este tipo de sustitución, es el padre el que hace
su testamento y el de su hijo impúber, instituyéndole herederos para el caso de que
muriese antes de llegar a la edad de la pubertad. Esta forma de sustitución de heredero
ha sido suprimida por la mayor parte de las legislaciones del mundo, la nuestra la
conserva en el artículo 1.169 del Código Civil, que textualmente dice:
"(SUSTITUCION EN CASO DE INCAPACES) El testador puede designar sustituto al
incapaz de testar respecto a los bienes testamentarios que le deje, para el caso de que
muera en incapacidad de testar; pero no respecto a lo que tenga que dejarle por concepto
de legitima".
En esta forma de sustitución en el Derecho Romano, a decir de De Gásperi, se decía:
"mi hijo Tico sea mi heredero; y si él no lo fuere, o si bien lo fuere y muriere antes de
llegar a la pubertad, sea Seyo mi heredero".
14.7.3 SUSTITUCIÓN EJEMPLAR O CUASI-PUPILAR.- Es aquella sustitución por
la cual los padres, pueden hacer el testamento de su hijo púber que se halla privado de la
razón, o sea por los insanos mentales para el caso de que mueran en tal incapacidad o
sea sin haber recobrado la razón.
El Código Civil, incluye esta forma de sustitución en el artículo 1.171, que indica:
"(SUSTITUCION EN CASO DE INCAPACES). Los ascendientes podrán hacer
testamento por el descendiente incapaz de testar para el caso de que muera en tal
incapacidad, sin herederos forzosos ni legales". Sin embargo, esta sustitución, no tiene
lugar o queda sin efecto, si el incapacitado en un momento de lucidez o después de
haber recobrado la razón otorga testamento.
La disposición legal citada precedentemente al parecer es clara en cuanto a su
contenido; sin embargo ocurre que la misma, es anacrónica debido a que contiene un
contrasentido cuando sostiene, que LOS ASCENDIENTES, pueden hacer testamento
por el descendiente incapaz de testar; si este muere en tal incapacidad sin herederos
FORZOSOS ni legales; ya que la situación no podría darse en modo alguno, debido a
que por imperio del artículo 1.060 del Código Civil, LOS ASCENDIENTES SON
HEREDEROS FORZOSOS, de modo que siendo así, mal pueden intervenir en la
sustitución ejemplar o cuasi pupilar; precisamente porque su calidad de herederos
forzosos, impide que hagan la sustitución de herederos; y por el contrario los habilita
para heredar ab intestato al incapaz que muere sin poder hacer testamento.
14.7.4 SUSTITUCIÓN DE HEREDERO RECIPROCA.- Es la sustitución realizada
entre todos los herederos instituidos, por la que se llama a los unos a falta de los otros;
la misma viene a ser una sustitución vulgar; que tiene lugar; cuando el testador, después
de haber instituido varios herederos, disponía que en caso de muerte de algunos, se de la
sustitución entre ellos. Si uno faltaba, los otros eran los llamados a recoger su parte, en
la proporción de sus porciones hereditarias.
14.7.5 SUSTITUCIÓN FIDEICOMISARIA.- Es aquella en la que el testador nombra
heredero, con la obligación de conservar los bienes heredados; para transmitirlos a su
fallecimiento, a un segundo heredero. En esta sustitución el testador encarga al heredero
por él designado, conserve durante toda su vida el patrimonio de la herencia y lo
transmita a su fallecimiento a un tercero nombrado también por el testador.
En nuestra legislación el artículo 1.170 del Código Civil prohíbe este tipo de herencias,
manifestando que: "(PROHIBICIÓN DEHERENCIAS FIDEICOMISARIAS) Son
nulas las instituciones fideicomisarias, cualquiera fuera la forma que revistan; habiendo
clausulas fideicomisarias, cualquiera fuera la forma que revistan; habiendo cláusula
fideicomisaria, entran a la sucesión los herederos legales respecto de los bienes
afectados por esa cláusula”.
14.7.6 SUSTITUCIÓN COMPENDIOSA.- Se llama así a la sustitución que al mismo
tiempo comprendía a la sustitución vulgar y a la fideicomisaria; o sea que a más de
sustituirse al heredero, se le imponía al sustituto la obligación de conservar la herencia
para a su vez transmitirla a otro heredero.
14.8 FORMAS DE SUSTITUCIÓN QUE ADMITE EL CÓDIGO CIVIL Y
CAUSALES DE SUSTITUCIÓN.- De la exposición realizada, se tiene que el Código
Civil vigente, admite la sustitución vulgar, la pupilar y la ejemplar o cuasi pupilar. Y
expresamente está prohibida la sustitución fideicomisaria.
Entre las causales previstas para la sustitución de herederos, la segunda parte del
artículo 1.168, indica las siguientes:
a) Premoriencia
b) Renuncia
c) No poder aceptar la herencia o incapacidad.
d) Falta de cumplimiento de las condiciones impuestas.

TEMA Nº 15
LA DESHEREDACIÓN
15.1.- ANTECEDENTES HISTÓRICOS.- El instituto de la desheredación
exheredación como también se lo conoce, tiene un origen tan antiguo, que ya en el
Código de Hammurabí, existían vestigios de lo que hoy conocemos como
desheredación; otros tratadistas como Hugo Charny, hallan también algunos
antecedentes de la desheredación en las legislaciones Hebrea e Hindú; este tratadista,
sostiene también que "los griegos conocieron la desheredación; y como en Grecia
únicamente heredaban los hijos, era contra éstos que se la ejercitaba, fundándola en
graves injurias u olvido de los deberes de ciudadano".
En Roma, conforme menciona Villafuerte Claros, "en un principio el padre podía
desheredar a sus hijos, sin necesidad de mencionar las causas, únicamente bastaba con
que al otorgar testamento no instituya a sus hijos; y sí lo haga a un extraño.
Posteriormente se impuso la exigencia de que la desheredación se haga en testamento,
no siendo suficiente simplemente omitir instituir herederos a los hijos; sino que debía
expresarse en el testamento la exclusión misma".
En el antiguo Derecho Español, se reguló la desheredación a partir del Fuero Juzgo; y,
especialmente en las Partidas, siguiendo la línea del derecho justinianeo, se dispuso que
la desheredación debía hacerse por justa causa y únicamente contra personas mayores
de 10 años y medio; pero respecto a toda la herencia y no solamente sobre parte de ella.
En el Derecho Francés, siempre siguiendo la línea romana, se adoptó también la
desheredación; para la misma que el afectado debía incurrir en una de las causales
señaladas como justas para el acto de la desheredación; sin embargo, la exclusión no
alcanzaba a los hijos de los desheredados. Empero el Código Napoleón, con el
argumento de que el "de cujus" no podía privar de su legítima, al heredero legitimario
por causa alguna, eliminó de la legislación francesa la desheredación.
En nuestra legislación, al influjo del Derecho Español, el Código Civil de 1.831,
incorporó la desheredación; y, el artículo 523, legislaba sobre este instituto con el
nombre de EXHEREDACION, la misma que definía diciendo: "Exheredación es el acto
por el cual se excluye de la herencia con justa causa a algún heredero forzoso"; de
manera: que en este rubro; tal como se dijo el Código siguió la línea del Derecho
Español y no la del Código Napoleón.
15.2 DEFINICION DE DESHEREDACIÓN.- La desheredación es un instituto del
Derecho Sucesorio, que respetando la sucesión legitima, posibilita que un heredero
forzoso sea privado de participar en la herencia, cuando el causante por medio del
testamento invocando alguna causal establecida por ley, pide que se produzca tal
privación. Consiguientemente, la desheredación se halla íntimamente ligada al
concepto de legítima, puesto que solamente los herederos forzosos pueden ser privados
de su cuota parte legítima; por haber incurrido en una causal de desheredación
expresamente prevista por ley.
El Código Civil vigente, no define la desheredación, pero del contenido del artículo
1.176, que en su Parte II expresa que la desheredación puede hacerse en todo o en parte
de la legítima; así como de la expresión en sentido de que la misma, no se hace sino en
testamento, y por causa expresamente señalada por ley; la desheredación viene a ser un
acto en virtud del cual el causante en testamento excluye de la sucesión a un heredero
forzoso, que ha incurrido en una causa señalada por ley. Pero con más propiedad
podemos decir: “La desheredación es la disposición testamentaria por la cual, por justa
causa, se excluye a los herederos forzosos, de los derechos hereditarios que la ley les
reconoce".
15.2.1 DEFINICIÓN DEL CÓDIGO DE 1.831.- El abrogado Código de 1.831, en su
artículo 523 legislaba sobre la desheredación, pero como se dijo, mencionándola con el
nombre de exheredación y la definía indicando que: "Exheredación es el acto por el cual
se excluye de la herencia con justa causa a algún heredero forzoso"; o sea que la
desheredación ya alcanzaba a los descendientes, ascendientes y al cónyuge o
conviviente, que son los herederos forzosos.
15.2.2 DEFINICIÓN DE DIVERSOS AUTORES.- Acerca de la desheredación se han
esbozado una diversidad de definiciones, entre las que nos permitimos mencionar las
siguientes:
Rippert y Boulanger definen la desheredación indicando: "La desheredación es la
disposición por la cual el testador excluye de la sucesión a un heredero que tendría
vocación a ella por la ley, debido a su parentesco".
El tratadista Ossorio y Florit, citado por Prieto Melgarejo, define al instituto indicando:
"La desheredación es la privación de la legítima a un heredero forzoso, dispuesta por el
causante en testamento. La desheredación sólo tiene lugar en caso de que concurra
alguna de las causales taxativamente enumeradas en la ley".
A su tumo Osario y Florit, sostiene acerca de la desheredación: "Desheredación es la
privación de la legítima a un heredero forzoso, dispuesta por el causante en testamento.
La desheredación sólo tiene lugar en caso de que concurra alguna de las causales
taxativamente enumeradas en la ley".
15.3 FUNDAMENTO DE LA DESHEREDACIÓN.- En criterio mayoritario de los
tratadistas del Derecho, la desheredación tiene su fundamento en la misma naturaleza
humana, la que por sus características propias tiene una serie de debilidades y
resquebrajamientos; producto de las cuales, los vínculos morales y afectivos de la
familia, se relajan llegando a extremos en los que se cometen una serie de inconductas y
reacciones negativas; que naturalmente justifican, el hecho de que un heredero forzoso
que no guarda el respeto y la consideración debidos a sus familiares inmediatos, pueda
ser privado de su legítima.
Así como la ley favoreciendo a algunos herederos, ha dispuesto que tengan reservada
una porción del patrimonio del causante, llamada porción legítima; de la misma que el
causante no puede privarles; de igual manera, la ley, procura que entre esos herederos
prime la moral, la solidaridad y el respeto mutuos; estableciendo como sanción para
quienes incumplan esos deberes, precisamente la privación de su legítima, por haber
roto los lazos de afecto que unen a los miembros de la familia.
Con este instituto, obviamente que lo que se pretende es conseguir que ningún heredero
forzoso pretenda faltar a los deberes de familia; tratando de mantener un
comportamiento digno y ejemplar entre los miembros de la célula base de la sociedad.
Quizá por eso se dice que la desheredación es al mismo tiempo una garantía y una
sanción; garantía, porque los herederos forzosos, únicamente podrán ser privados de su
legítima en los casos expresamente determinados por la ley; y es una sanción porque
por medio de ella se castigan las inconductas de los herederos legitimarios, privándoles
de la cuota parte hereditaria que les correspondía.
15.4 QUIÉNES PUEDEN SER DESHEREDADOS.- Conforme a las definiciones que
de desheredación se han dado, solamente pueden ser desheredados los herederos
forzosos; ya que si algún otro heredero no forzoso o legitimario, incurriese en una
causal de desheredación, únicamente bastaría con que el testador no lo instituya su
heredero. Consiguientemente, los únicos que pueden ser desheredados son los
descendientes, los ascendientes y el cónyuge o conviviente; es por ello que el Código
Civil en sus artículos 1.173, 1.174 y 1.175, establece los motivos generales para la
desheredación de todos ellos, así como los motivos específicos para desheredar a los
descendientes, ascendientes y cónyuge respectivamente.
15.5 FORMA Y REQUISITOS PARA LA DESHEREDACIÓN.- Para que un heredero
forzoso sea excluido de la sucesión por medio de la desheredación; es indispensable que
la misma se haga en testamento, pues no existe otro instrumento en el que esté
permitido adoptar tal determinación sucesoria; así lo determina además el artículo
1.176 del Código Civil cuando dice: "(FORMA DE LA DESHEREDACION) La
desheredación se hará precisamente en testamento nombrando claramente al
desheredado y exponiendo el motivo justo con todos los datos que lo apoyen ... " O sea
que, a más de señalar la causal de desheredación, es preciso que el testador exponga
claramente la justa causa por la que desea se de lugar a la exclusión. Es más,
adicionalmente por disposición del mismo artículo, se tiene que la desheredación puede
hacerse también de todo o parte de la legítima; y también puede hacérsela pura y
simplemente o sujetándola a condición; de manera que no siempre el heredero que
incurre en una causal de desheredación, puede ser privado de toda su legítima, sino que
de acuerdo a la voluntad del testador; el heredero culpable puede ser privado solamente
de alguna proporción de la misma.
15.5.1 DECLARACIÓN JUDICIAL DE LA DESHEREDACIÓN.- Por imperio del
contenido del artículo 1.177 del Código Civil, no basta que el testador exprese en el
testamento su voluntad de desheredar a uno de sus herederos forzosos, señalando la
causal e indicando la justa causa en que se basa la determinación; sino que la exclusión
del desheredado resulta de una sentencia pronunciada por un juez competente; a cuyo
efecto la acción correspondiente, debe ser interpuesta por los herederos o por el albacea
después de abierta la sucesión, nunca antes de ella; esto por mandato de la segunda parte
del artículo mencionado.
El plazo para el ejercicio de la acción de desheredación caduca en dos años,
computables a partir de la apertura de la sucesión. En criterio de los autores de la
redacción del Código se ha fijado un plazo tan breve, a fin de evitar en lo posible el
natural escándalo emergente de un proceso judicial de desheredación. Sobré el
particular la disposición legal citada dispone: "(DECLARACION JUDICIAL DE LA
DESHEREDACION) I. La exclusión del desheredado resulta de una sentencia
declarativa del Juez competente, requisito sin el cual no tiene ningún valor. II. La acción
de desheredación debe ser iniciada y proseguida hasta su terminación por los herederos
o por el albacea. III. Ella caduca en el plazo de dos años de abierta la sucesión".
Pronunciada que ha sido la sentencia que dispone la desheredación, una vez que esta
resolución se ha ejecutoriado, los efectos de la misma son idénticos a los de la
indignidad, ya que el desheredado queda marginado de la sucesión; sin derecho a la
porción legítima que por ley le correspondía.
Sin embargo de lo anteriormente expuesto, es del caso referir que comulgando con la
opinión de Ángel Ossorio, la mayor parte de los tratadistas del Derecho, indican que no
es correcto que la desheredación en sus efectos dependa de un juicio previo; debido a
que, dicha determinación obedece a la voluntad del testador, quien es el que ha sido
ofendido; y, que si por alguna razón, no se inicia por ejemplo el juicio en el plazo
previsto por ley, provocando así la caducidad de la acción de desheredación; en rigor de
verdad se estaría burlando la voluntad del testador. En criterio de Ossorio, únicamente
debería haber juicio, cuando el desheredado impugna la determinación del testador; y no
cuando el mismo admite la sanción y no objeta la privación de su legítima.
15.6 MOTIVOS PARA LA DESHEREDACIÓN.- Para que proceda el acto de la
desheredación, la ley ha previsto expresamente las causas por las que un heredero
forzoso, puede ser privado de su legítima hereditaria; en consecuencia, ningún otro
motivo o causal no contemplado en la ley, puede dar lugar a la desheredación, por muy
grave que sea. Entre las causas o motivos para que proceda la desheredación, en nuestra
legislación se tienen dos clases de motivos; los motivos generales de desheredación
aplicables a todos los herederos forzosos; y los motivos específicos para cada clase de
herederos forzosos.
15.6.1 MOTIVOS GENERALES PARA LA DESHEREDACIÓN.- Estos motivos están
incursos en el artículo 1.173 del Código Civil, según el que, son justos motivos para la
desheredación, los señalados para la exclusión por indignidad en los casos 1) Y 3) del
artículo 1.009 del Código, -sobre los mismos que ya se ha fundamentado a tiempo de
hablar de la indignidad;- así como el hecho de negar sin motivo legítimo la asistencia
familiar; circunstancia que es comprensible por ser una grave falta a los deberes de
solidaridad, socorro y asistencia entre los familiares. Sobre el particular el artículo
mencionado, dispone: "(MOTIVOS GENERALES DE DESHEREDACION) Son justos
motivos generales de desheredación:
1) Los señalados para la exclusión por indignidad en los casos 1°) Y 3°) del artículo
1.009.
2) Negar sin motivo legítimo la asistencia familiar".
Estos motivos son aplicables a todos los herederos forzosos, llamados descendientes,
ascendientes y cónyuge o conviviente; es por ello que se los señala como motivos
generales de desheredación.
15.6.2 OTROS MOTIVOS PARA DESHEREDAR A LOS DESCENDIENTES.- A
más de las causales generales de desheredación anteriormente indicadas, a los
descendientes se los puede también desheredar, por los motivos consignados en el
artículo 1.174 del Código Civil, que menciona como justos motivos para desheredar a
los descendientes, los siguientes:
"1) Injuriar o infamar al padre o la madre gravemente; o haberles puesto manos
violentas.
2) Tener acceso carnal con la madrastra o con el padrastro".
Actitudes como las consignadas precedentemente, naturalmente que justifican la
exclusión de un descendiente por la inconducta del mismo respecto de su ascendiente, a
quien debe guardar el respeto y moral de rigor.
15.6.3 OTROS MOTIVOS PARA DESHEREDAR A LOS ASCENDIENTES Y AL
CÓNYUGE.· Para esta clase de herederos forzosos, conforme al artículo 1.175 del
Código Civil, son además motivos justos por los que se puede disponer su
desheredación, los siguientes:
"1) Tener acceso carnal con la nuera o con el yerno.
2) El señalado para la exclusión por indignidad en el caso 4) del artículo 1009 del
Código. (El padre que abandone a un hijo menor de edad o lo prostituya o autorice su
prostitución)".
15.7 REVOCACIÓN DE LA DESHEREDACIÓN.- La desheredación, así como puede
ser insertada en el testamento por voluntad del causante; de la misma manera, dicha
determinación puede ser también revocada por el mismo testador; quién tiene todas las
facultades para revocar su decisión de privar de su legítima a su heredero forzoso. De
manera que la desheredación se extingue por la revocación proveniente del testador,
quien dándose una reconciliación con el ofensor, bien puede dejar sin efecto la anterior
determinación, y permitirle que ingrese a la sucesión al igual que los demás co-
herederos.
Sobre el particular el artículo 1178 del Código Civil, textualmente dice: “Se tendrá por
revocada la desheredación si posteriormente al testamento así lo declaró expresamente
el testador en instrumento público o en un nuevo testamento, o instituyó heredero al
desheredado, o hubo efectiva reconciliación entre ofensor y ofendido". Es más esta
disposición está respaldada por el contenido del artículo 1209, referido a la facultad
revocatoria del testador que dice: (FACULTAD REVOCATORIA) l. Cualquiera puede;
revocar o variar su testamento cuantas veces quiera, sin que persona alguna se lo pueda
impedir. II. Toda renuncia o restricción a este derecho no tiene efecto alguno". De
manera que el testador en cualquier momento haciendo uso de esta su facultad y ante
todo por imperio de su propia voluntad, puede revocar o dejar sin efecto la decisión de
desheredar a un heredero forzoso; y al efecto la ley le permite utilizar tres opciones: a)
Otorgar un nuevo testamento instituyendo como a heredero a quien debía ser
desheredado; b) Revocar la determinación de desheredar mediante la otorgación de un
instrumento público; y, c) Finalmente simple y llanamente reconciliarse ostensiblemente
con quien debía ser desheredado.
De lo anteriom1ente expuesto se conviene en que la revocación de la desheredación
puede ser de dos clases: expresa y tácita.
15.7.1 REVOCACIÓN DE DESHEREDACIÓN EXPRESA.- La revocación expresa,
consiste en la declaración escrita del testador, en la que claramente debe retractarse de
su determinación de desheredar a su heredero; esta declaración puede ser realizada,
como dice el Código por medio de una escritura pública, o en un nuevo testamento; de
manera que el acto de revocación de la desheredación en este caso tiene que ser
totalmente formal; pues no se permite por ejemplo una revocación por documento
privado, carta u otro tipo de documentación.
15.7.2 REVOCACIÓN DE DESHEREDACIÓN TACITA.- La revocación de la
desheredación, puede también realizarse de un modo tácito; este el caso del heredero
que ha incurrido en causal de desheredación; y en el testamento otorgado ya ha sido
mencionado como un heredero a ser desheredado a futuro, una vez que se produzca la
apertura de la sucesión, pero que, en un testamento otorgado con posterioridad es
instituido heredero sin aludir a la desheredación anteriormente dispuesta; situación que
implica un perdón implícito de parte del testador ofendido. Del mismo modo se
considera también una revocación tácita de la desheredación, el acto de una efectiva y
ostensible reconciliación entre el testador: ofendido y el heredero ofensor. Así lo
determina a mayor abundamiento el artículo 1.178 citado, en su parte in fine.

TEMA Nº 16
LOS LEGADOS

16.1 ANTECEDENTES HISTÓRICOS.- Al igual que muchos otros institutos, los


legados tienen origen en el Derecho Romano; en el mismo que Florentino definía los
legados diciendo que "Es la delibatio hereditatis, o sea la disgregación de la herencia".
A su vez Modestino y Justiniano coincidían en definirla indicando que: "Es una
donación dejada por el difunto".
En el período clásico del Derecho Romano, el legado era un acto sumamente solemne;
posteriormente con Justiniano, el formalismo de los legados desapareció, y los mismos
no solamente podían hacerse en testamento sino también en codicilo. El mismo dispuso
que: "La voluntad del causante era lo esencial y no las palabras; y esta voluntad era la
que debía ser atendida para determinar los efectos de los legados y según ella el
legatario tenía a su favor una acción real y no tan sólo una acción personal contra el
heredero gravado". Por otra parte, a decir del tratadista argentino Zannoni, "En Roma,
se conoció también el llamado legatum partitionis, que tenía por función asignar al
beneficiario una cuota hereditaria, aunque sin la cualidad de heres".
16.2 DEFINICIÓN DE LEGADO.- Se ha dicho anteriormente que conforme al artículo
1.113 del Código Civil, el testador puede disponer de sus bienes sea en calidad de
herencia, sea en calidad de legado; que cualquiera sea su denominación, las
disposiciones testamentarias que comprenden la universalidad o una parte alícuota de
los bienes del testador, son a título universal y atribuyen la calidad de heredero; y las
disposiciones que comprenden solamente una suma de dinero, o uno o más bienes
determinados, son a título particular y atribuyen la calidad de legatario.
De manera general, los legados son considerados como actos de voluntad del testador,
unilateral, revocable y de mando; que conceden a otro gratuitamente la obtención de un
derecho sin sucesión universal. En otro sentido, se dice también legado a la misma cosa
legada, que en algunas legislaciones como la chilena recibe el nombre de mandas.
Es de dominio general que, el acervo patrimonial del de cujus, se divide en dos
porciones, la legítima y la porción disponible; precisamente de esta última porción es
que el testador tiene la potestad de disponer libremente, sea para mejorar a sus
herederos o para beneficiar mediante liberalidades a terceros. Las liberalidades
constituyen actos a título gratuito, y cuando estos actos se realizan inter vivos, se
denominan donaciones, que son actos bilaterales. Mientras que cuando las liberalidades
son mortis causa, se denominan legados, y constituyen un acto unilateral. Sobre el
particular, el artículo 1.113 del Código Civil, sostiene: "(HERENCIA Y LEGADO) I.
El testador puede disponer de sus bienes sea en calidad de herencia o sea en calidad de
legado. II. Cualquiera sea su denominación, las disposiciones testamentarias que
comprenden la universalidad o una parte alícuota de los bienes del testador, son a título
universal y atribuyen la calidad de heredero; y las disposiciones que comprenden
solamente una suma de dinero o uno o más bienes determinados, son a título particular y
atribuyen la calidad de legatario. Sin embargo, si por el propio testamento resulta clara
la voluntad del testador para asignar como parte alícuota del patrimonio un bien
determinado o un grupo de bienes, la disposición se tendrá a título universal".
El tratadista Biondi, indica que "Legado es cualquier atribución autónoma de un
derecho patrimonial mortis causa a título particular".
A su vez la Enciclopedia Jurídica Omeba define al legado diciendo que: "Es una
disposición testamentaria a título particular, que confiere derechos patrimoniales
determinados, que no atribuyen la calidad de heredero".
Consiguientemente, el legado es una disposición testamentaria, por la que una persona
cede a otra persona, determinados bienes o derechos a título gratuito.
16.2.1 NOCION QUE DA EL CODIGO CIVIL.- El artículo 1.181 del Código Civil,
indica que: “legado es una liberalidad que se hace en testamento sobre bienes de libre
disposición. Todas las cosas y derechos pueden ser objeto de legado si no se va contra la
ley, siempre que tenga el legante derecho de propiedad sobre las cosas legadas o un
derecho de ellas.” Esta noción, tiene su antecedente en el artículo 587 del abrogado
Código Civil; pero con la virtud de no confundirla con la donación, tal como ocurría
con la citada disposición legal.
16.3 CARACTERÍSTICAS DE LOS LEGADOS.- De las diferentes definiciones que la
doctrina ha dado acerca de los legados, se pueden extractar como sus características las
siguientes:
16.3.1 LEGADO ES UN ACTO DE LIBERALIDAD.- Debido a que el legado se lo
hace a título gratuito, si se quiere a cambio de nada; el legado es eminentemente un
acto de liberalidad, porque ni siquiera el legado que se ha realizado sujeto a carga,
puede ser considerado oneroso; pues el legatario, si el legante le ha impuesto una carga,
no está obligado a cumplirla sino en los límites del valor de la cosa legada.
Consiguientemente no es oneroso, porque el legante no espera nada del legatario a
cambio del legado.
16.3.2 LEGADO ES UNA DISPOSICIÓN TESTAMENTARIA.- En nuestra
legislación, el legado es siempre una disposición testamentaria, debido a que solamente
se pueden realizar legados en testamento, ya que no existe otra manera de realizar este
acto de liberalidad; detalle que además está expresamente establecido en el artículo
1.181 del Código Civil, a tiempo de dar la noción de legado. Sin embargo, el artículo
1.005 del mismo cuerpo de leyes, deja abierta la posibilidad de que también el legado
pueda hacerse mediante contrato, porque, dicha disposición legal en su primera parte,
dispone que: "Es válido el contrato por el cual una persona compromete la porción
disponible de su propia sucesión... “; y, si consideramos que los legados provienen
precisamente de esta parte del patrimonio relicto; bien pueden darse legados
provenientes de un contrato.
16.3.3 LEGADO ES UNA DISPOSICIÓN A TÍTULO PARTICULAR.- Tal como se
ha anticipado, el legado es una disposición testamentaria a título particular, debido a que
a través de esta disposición testamentaria; únicamente puede disponerse sumas de
dinero, o uno o más bienes determinados; tal como además, se tiene del contenido del
artículo 1.113 del Código Civil, según el que el testador puede disponer de su
patrimonio a título universal, o a título particular; asignando según sea el caso el título
de heredero o de legatario. Consiguientemente, el legado siempre ha de ser una
disposición a título particular, en mérito a la cual el legatario recibe un bien
determinado, un bien individualizado.
16.4 CAPACIDAD PARA SER LEGATARIO.- Partiendo de la premisa contenida en
el artículo 1.182 del Código Civil, según la cual, todo el que puede ser heredero puede
ser legatario; se convienen que, para ser legatario es necesario ser capaz para recibir por
testamento, ya que si no se tiene esa capacidad mal se podría recibir un legado.
Consiguientemente, la capacidad para ser legatario es la regla y la incapacidad, viene a
ser la excepción; es más, concretamente quienes no pueden ser legatarios serían las
personas comprendidas en las prohibiciones para ser herederos, comprendidas en los
artículos 1.122 y 1.124 del Código Civil.
16.5 ACEPTACIÓN O RENUNCIA DEL LEGADO.- Inicialmente debemos decir que
en Roma, la adquisición de un legado estaba condicionada a la aceptación de la
herencia; de manera que era imprescindible que el heredero acepte la herencia, para que
el legatario tenga derecho a recibir la liberalidad. En nuestra legislación, por
determinación del artículo 1.183 del Código Civil, el legado se adquiere sin necesidad
de previa aceptación del legatario, la cual se presume salva su facultad de renuncia. La
autoridad judicial en su caso, puede fijar un plazo prudencial, a solicitud de parte
interesada, para la renuncia, pasado el cual pierde ese derecho. De manera que como
dice Messineo, el derecho al legado está ya adquirido, salvo que el llamado manifieste
su voluntad de no aceptar.
Consecuentemente, en cuanto a legados no rige la regla prevista para los herederos;
pues se presume la aceptación del legado a menos que exista una renuncia expresa del
legatario. Empero, es del caso reiterar que solamente pueden aceptar los legados las
personas capaces. En todo caso la cosa legada, siempre se la debe entregar
íntegramente; o sea con todos sus accesorios propios e indispensables; en el estado que
tenga al momento de la apertura de la sucesión.
16.5.1 ACEPTACIÓN O RENUNCIA DE LEGADOS HECHOS A PERSONAS
INCAPACES.- Se ha manifestado que el legado únicamente puede ser aceptado por
personas capaces; mas, cuando el legado ha sido hecho en favor de personas incapaces,
la aceptación o renuncia del legado para personas incapaces, debe estar a cargo de los
padres o tutores; quiénes no pueden aceptar legados sujetos a cargas o condiciones, a
menos que así convenga a los intereses del menor o del incapaz y que el juez además lo
autorice: Así lo dispone el artículo 1.184 del Código Civil, cuando preceptúa:
"(ACEPTACIÓN O RENUNCIA DE LEGADOS HECHOS A PERSONAS
INCAPACES). Los padres o el tutor no pueden aceptar legados sujetos a cargas y
condiciones, a menos que así convenga al interés del incapaz y el juez conceda
autorización. Si los padres o el tutor no quieren o no pueden aceptar o renunciar un
legado, lo declararán así al juez, procediendo en todo en la forma prevista por el Código
de Familia".
16.5.2 CARÁCTER DE LA RENUNCIA DEL LEGADO.- La negativa a aceptar un
legado, es un acto jurídico que como expresión de voluntad del legatario es totalmente
irrevocable; así lo determina el artículo 1.185 del Código Civil, cuando dice:
"(CARÁCTER DE LA RENUNCIA) La renuncia tiene carácter irrevocable. No puede
renunciarse a una parte y aceptarse otra de la misma cosa legada". Por otra parte,
ningún legatario puede sujetar su renuncia a modalidad alguna, de manera que la
renuncia tiene que ser pura y simple.
La manifestación de voluntad, renunciando el legado debe indispensablemente ser
realizada de manera escrita, dirigiéndola al Juez que atiende la sucesión; el mismo que
dispondrá se notifique a los herederos, albacea y colegatarios en su caso; finalmente
conviene referir que, la renuncia siempre debe ser posterior al acto de la apertura de la
sucesión, nunca antes.
16.6 HEREDERO Y LEGATARIO.- El heredero que al mismo tiempo es instituido
legatario, puede optar entre aceptar ambas situaciones; o en su caso aceptar la herencia
y renunciar al legado, o viceversa; así lo establece el artículo 1.186 del Código Civil,
cuando dice: "(HEREDERO Y LEGATARIO) El heredero que es al mismo tiempo
legatario, puede renunciar a la herencia y aceptar el legado o renunciar a éste y aceptar
aquella".
16.7 MODALIDADES EN LOS LEGADOS.- Los legados al igual que las herencias,
pueden estar sujetos a condición o a término; y también se les pueden imponer una
carga, casos estos en los que el legatario, está obligado a cumplir las modalidades, pero
solamente en el límite del valor que tenga la cosa legada; de modo que es la voluntad
del testador, la que determina si un legado será puro y simple; o estará sujeto a
condición, a plazo, o sujeto a carga; sin embargo cualesquiera de las modalidades
mencionadas, deben ser lícitas y posibles, no contrarias a la moral, las buenas
costumbres y el orden público; ya que en caso de infracción a esta regla, se tendrán por
no puestas las modalidades.
16.7.1 LEGADO SUJETO A CONDICIÓN.- Tal como se ha manifestado
anteriormente, el legado puede estar sujeto a condición, o sea al cumplimiento de un
acontecimiento futuro e incierto. Condición que puede ser suspensiva o resolutoria, de
manera que el legado, puede depender del cumplimiento previo de una condición en el
primer caso; y, en el segundo cumplida la condición se resuelve el derecho del legatario.
El artículo 1.191 del Código Civil, dispone que en caso de que el legado esté sujeto a
condición, son aplicables las reglas de los artículos 1.161, 1.163, 1.164, 1.165, 1.166 y
1.167 del Código Civil; o sea las disposiciones que rigen para la institución de
herederos sujeta a condición.
16.72 LEGADO SUJETO A TÉRMINO.- En lo referente al legado sujeto a término, el
mismo artículo 1.191 del Código Civil, dispone que el legado puede igualmente estar
sujeto a término; el mismo que puede ser inicial o también final; consecuentemente, son
aplicables a los legados a término, las disposiciones de los artículos 1.162 y 1.163 del
Código Civil, referentes a la institución de herederos a término.
16.7.3 LEGADO CON CARGA.- El Código Civil en su artículo 1.192, dispone que el
legado puede también ser instituido con carga, situación en la que el legatario está
obligado a cumplir la carga, pero únicamente en los límites del valor de la cosa legada,
tal como se dijo con anterioridad. Consecuentemente, el testador puede disponer que el
legatario con carácter previo a beneficiarse con el legado, cumpla alguna obligación;
sin embargo la carga impuesta al legatario en ningún caso debe ser imposible, ilícita o
muy onerosa; pues en los dos primeros casos, se considera no puesta la carga; y en el
último, solamente el legatario está obligado a cumplir la carga en el límite del cuantum
del valor de la cosa legada.
El Código Civil, sobre el particular en el artículo 1.192 preceptúa: "(LEGADO CON
CARGA) Si el legado fue impuesto con carga, el legatario está obligado a cumplirla,
pero solo en los límites del valor que tenga la cosa legada. Salva disposición contraria
del testador, el juez puede disponer, a petición de parte interesada, si fuere necesario,
que el legatario preste fianza suficiente". Complementando lo anterior el artículo 1.193
dice: (CARGA ILICITA O IMPOSIBLE) Si la carga fuese ilícita o imposible se
considerará no puesta, a menos que ella constituya el único determinante, caso en el
cual el legado es nulo".
16.8 OTRAS FORMAS EN LOS LEGADOS.- Fuera de las modalidades anteriormente
indicadas, por expresa determinación del Código Civil, los legados pueden también
tener otras formas como las siguientes:
16.8.1 LEGADO DE COSA AJENA.- El artículo 1.181 del Código Civil, dispone que
únicamente pueden ser objeto de legado las cosas y derechos de propiedad del legante;
y reiterando esta determinación el artículo 1.188, al referirse al legado de cosa ajena,
dispone que: "(LEGADO DE COSA AJENA) Es nulo el legado de cosa ajena, aun
cuando el legante haya creído que era suya o sabido era ajena; excepto si el testador
dispone se adquiera una cosa ajena para entregarla al legatario, o se entienda claramente
por el tenor del testamento, caso en el cual el heredero cumplirá adquiriéndola o
pagando al legatario su justo precio. Si la cosa legada, perteneciendo a otro en el
momento en que se otorgó el testamento o siendo entonces todavía inexistente, se
encuentra en propiedad del testador al tiempo de su muerte, el legado es válido".
16.8.2 LEGADO PURO Y SIMPLE DE COSA DETERMINADA.- El legado puro y
simple de cosa determinada, conforme al Código Civil, da al legatario derecho a la cosa
legada, desde el día en que murió el testador, transmisible a sus herederos; pero no
puede el legatario por autoridad propia entrar en posesión del legado, sino que debe
necesariamente solicitar judicialmente, se le haga entrega de la cosa legada.
16.8.3 LEGADO DE INMUEBLES.- Cuando el objeto de un legado es un bien
inmueble, el testador debe tener el cuidado de especificar la superficie y otros datos
indispensables de mismo para no dar lugar a confusiones. Sobre el particular el artículo
1.195 del Código Civil, dispone: "(LEGADO DE INMUEBLES). Cuando se ha legado
la propiedad de un inmueble, lo aumentado después por nuevas adquisiciones, aun
cuando fuesen contiguas, no se reputará parte del legado, sin una nueva disposición.
Pero será lo contrario con respecto a obras de ornato o construcciones nuevas hechas
sobre fundo legado o la ampliación que venga a quedar comprendida dentro de un
mismo cercado; igualmente cuando las nuevas adquisiciones contiguas agregadas
constituyan con lo demás un todo que resulte indivisible del inmueble legado."
16.8.4 LEGADO DE UNA COSA DETERMINADA SOLO POR SU GÉNERO.-
Conforme dispone el artículo 1.198 del Código Civil, "El legado de una cosa
determinada solo por su género o especie es válido, aun cuando no se halle en el
patrimonio del testador; y confiere al heredero derecho para elegirla de una calidad no
inferior a la media, excepto si no existe más que esa en el acervo hereditario; igual regla
se seguirá si la elección se ha dejado a un tercero. Si la opción de ha dado al legatario,
puede escoger la mejor de las que existan en la herencia. Se salva siempre lo que en otro
sentido hubiese dispuesto el testador".
16.8.5 LEGADO ALTERNATIVO.- Es aquel acto de liberalidad moréis causa, en el
que el testador, deja varios objetos o bienes; para que el heredero, el legatario o un
tercero procedan a elegir, cual el objeto o bien que será legado. Conforme al artículo
1.199 de Código Civil, cuando el legado es alternativo, la elección del objeto legado
corresponde al heredero, si el testador no ha dejado la opción de elección al legatario o a
un tercero.
16.8.6 LEGADO DE COSAS FUNGIBLES.- En nuestra legislación, el legado de cosas
fungibles cuya cantidad no se ha señalado de algún modo, carece de validez, excepto si
se ha dicho dónde puede encontrarse; en éste caso vale sólo por la cantidad que allá se
llegue a encontrar, a menos que hubiese sido temporalmente trasladada a otro lugar o
que haya otra disposición del testador; así lo determina expresamente el artículo 1.200
del Código Civil. Consiguientemente si se dice dejo como legado maíz, la disposición
no tiene validez; mas, si se dice dejo como legado el maíz que tengo en el granero; en
este caso el legado de cosa fungible, sí tiene validez.
16.8.7 LEGADO DE MUEBLES O DE PREDIO CON SUS PERTENENCIAS.-
Referido a ello, el artículo 1.201 del Código Civil, dice que: "(LEGADO DE
MUEBLES O DE PREDIO CON SUS PERTENENCIAS) El legado de muebles
comprende los de ajuar y menaje, entendiéndose lo mismo cuando corresponden al
legado de una casa y sus inmuebles. Si el legado consiste en una hacienda de campo,
comprende también las cosas y pertenencias que correspondan a su explotación y se
encuentran en ella. Se salva en ambos casos la disposición diversa del legante".
16.8.8 LEGADO EN FAVOR DEL ACREEDOR.- Conforme al artículo 1.202 del
Código Civil, el legado hecho a favor de un acreedor, no se presume realizado para
compensar la deuda que se tenía con el legatario; excepto que el testador haya dispuesto
de otra manera. Consiguientemente el acreedor legatario, independientemente de haber
recibido el legado; puede perfectamente proceder al cobro de su acreencia de los
herederos; sin que el hecho de haber recibido el legado constituya óbice alguno.
16.8.9 LEGADO DE CRÉDITO O LIBERACIÓN DE DEUDA.- Cuando el objeto de
UN legado es un crédito o liberación de una deuda, el mismo surte efecto, únicamente
por la parte del crédito o la deuda que queda en el momento de morir el testador. De
manera que si se diera el caso de que se deje como legado un crédito de Bs. 50.000, en
el testamento; y en el momento de la apertura de la sucesión, el crédito únicamente
fuera de Bs. 30.000; el legado surte efectos solamente por esta última cantidad.
16.8.10 LEGADO DE ALIMENTOS.- Si el legado consiste en alimentos, o sea en
asistencia familiar, salvando otra disposición del testador; el legado, se debe a
quienquiera se haya hecho, en los términos y forma establecidos en el Código de
Familia. Si el de cujus acostumbraba socorrer voluntaria y ordinariamente a una persona
necesitada, la sucesión debe correr con igual asistencia por el lapso de seis meses más
después del deceso.
16.8.11 LEGADD DE USUFRUCTO, USO, HABITACIÓN O SERVIDUMBRE.- Por
determinación de la ley, el legado de derechos como el usufructo, uso, habitación o
servidumbre, únicamente durará mientras el legatario viva; a no ser que el legante
hubiese establecido un término menor: Sin embargo, cuando el legatario es una persona
colectiva, el legado durará solamente treinta años, siempre que subsista la corporación y
que el testador no hubiese establecido un término menor.
16.8.12 LEGADO DE UNA COSA PERTENECIENTE SOLO EN PARTE AL
TESTADOR.- En nuestra legislación también está permitido legar, una cosa que
solamente pertenece en parte al testador; y, también un derecho que el mismo pueda
tener sobre la cosa. Sobre el particular, el artículo 1.196 del Código Civil, indica:
"(LEGADO DE UNA COSA PERTENECIENTE SOLO EN PARTE AL TESTADOR)
Si pertenece al testador sólo un parte de la cosa legada o un derecho sobre ella, el legado
es válido respecto a esa parte o ese derecho, salvo lo dispuesto por el artículo 1.188,
parágrafo II"
16.8.13 GRAVAMEN DE LA COSA LEGADA.- Cuando el objeto del legado fuere
una cosa que antes del testamento tenía un gravamen; o que no estando gravada en el
momento del testamento, posteriormente fuere gravada por el testador; el legatario debe
recibir la cosa con el gravamen. Así lo dispone el artículo 1.197 del Código Civil;
aclarando empero que, puede darse la salvedad de que el testador mediante disposición
expresa, pueda eximirlo del gravamen; y, además, que en caso de aceptarse con el
gravamen; los intereses adeudados y las rentas devengadas hasta la muerte del testador,
corren por cuenta de la herencia.
16.9 FRUTOS DE LA COSA LEGADA.- En lo concerniente a los frutos de la cosa
legada, el artículo 1.190 del Código Civil, expresamente dispone: "(FRUTOS DE LA
COSA LEGADA) Los frutos que produzca la cosa legada benefician al legatario desde
la muerte del testador. Pero si la cosa es determinada sólo por su género o cantidad, los
frutos corren desde la demanda de entrega o desde que esta entrega haya sido
prometida. Se salva, en ambos casos, otra voluntad dispuesta por el legante”.
16.10 EXTINCIÓN DE LOS LEGADOS.- En lo concerniente a la forma de extinción
de los legados, son aplicables por imperio del artículo 1.206 del Código Civil, los
motivos de nulidad, revocación y caducidad de las disposiciones testamentarias en
cuanto no sean contrarias a lo establecido específicamente para legados; por otra parte,
los legados se extinguen también si, tratándose de prestaciones, se han hecho
imposibles sin causa imputable a los herederos.
TEMA Nº 17
DE LA INVALIDEZ DEL TESTAMENTO
17.1 INVALIDEZ DEL TESTAMENTO.- El testamento por ser un acto jurídico de
última voluntad, que surte efectos jurídicos después de la muerte de su autor, tal como
se ha dicho oportunamente al tratar el tema; para tener validez y eficacia, debe ser
otorgado cumpliendo una serie de formalidades y requisitos, esenciales; sin el
cumplimiento de los cuales, puede perder precisamente esa eficacia y validez que la ley
le reconoce. De manera que un testamento que no ha sido otorgado cumpliendo las
exigencias o formalidades de ley, bien puede caer en el campo de la nulidad. Por otra
parte, tratándose de un acto de última voluntad esencialmente revocable, el testador
cuantas veces desee puede cambiar el contenido del testamento, utilizando su facultad
revocatoria irrestricta; y, finalmente, algunas disposiciones de última voluntad como
los testamentos especiales, pueden perder eficacia y validez por efecto del transcurso
del tiempo de validez que la misma ley les confiere.
Consiguientemente cuando hablamos de la invalidez del testamento, nos referimos
concretamente a la nulidad, revocación y caducidad de los testamentos.
17.2 NULIDAD DEL TESTAMENTO.- Nulidad en el lenguaje corriente significa
carencia de valor, falta de eficacia; en cambio cuando hablamos de nulidad en el campo
jurídico, estamos refiriéndonos concretamente a la falta de eficacia de un determinado
acto jurídico; pues, la nulidad constituye tanto el estado de un acto que se considera no
sucedido, como el vicio que impide a ese acto la producción de efectos jurídicos.
Consecuentemente la nulidad puede resultar de la falta de ciertas condiciones necesarias
y relativas a la celebración del acto jurídico, tales como la falta de cualidades personales
de las partes, o la falta de cualidades relativas a la existencia del acto, lo cual comprende
sobre todo la existencia de la voluntad y la observancia de las formas prescritas por ley
para el acto. De manera que la nulidad puede también ser efecto del imperio de la ley;
sin embargo los jueces por determinación de la ley, no pueden declarar otras nulidades
de los actos jurídicos, que las expresamente señaladas o establecidas en los Códigos.
En el ámbito del Derecho la nulidad es imprescriptible, debido a que un acto
prácticamente inexistente, por el solo transcurso del tiempo, no puede adquirir validez,
legalidad, ni efectos jurídicos. Por otra parte, conviene también resaltar que la nulidad,
es también inconfirmable, por cuanto la voluntad de las partes que expresan su
consentimiento con posterioridad al acto nulo, mal puede otorgar eficacia, legalidad, ni
efectos jurídicos a un acto jurídico nulo o inexistente. Sin embargo, es del caso destacar
que la nulidad no se opera de pleno derecho, sino que la misma tiene que ser declarada
judicialmente por autoridad competente, a través de una sentencia ejecutoriada.
17.2.1 CONCEPTO DE NULIDAD DE TESTAMENTO.- En el ámbito del Derecho
Sucesorio, y en lo concerniente a testamentos, se considera nulo el testamento cuando el
mismo ha sido otorgado sin la observancia o cumplimiento de las condiciones de forma
y fondo, que resultan ineludibles para su validez; esos vicios pueden ser substanciales
de legalidad, en relación a los sujetos de la sucesión, como el testador y los
beneficiarios del testamento; el objeto y la forma de la disposición testamentaria ya que
el testamento es un acto jurídico formal y solemne. Consiguientemente el testamento es
nulo por falta de capacidad, por defecto de forma o por vicio de fondo; el primer
aspecto se considera según sea la incapacidad para testar o para recibir por testamento.
En cuanto a la forma, debemos indicar que son nulos los testamentos que no se otorgan
conforme a lo dispuesto y en las formas establecidas para cada una de las clases de
testamentifacción.
17.2.2 NOCIÓN DEL ARTÍCULO 1.207 DEL CÓDIGO CIVIL.- Considerando que
nulidad constituye tanto el estado de un acto no sucedido, como el vicio que impide a
ese acto la producción de sus efectos; el artículo 1.207 del Código Civil, dispone que:
"Es nulo el testamento otorgado sin las formalidades expresamente previstas en este
Código, o sin cualquier requisito de fondo exigido en el testador, en el instituido o en el
testamento mismo. Si la nulidad afecta sólo a alguna o algunas disposiciones del
testamento, son válidas las restantes... “De manera que la nulidad, como dice Zannoni,
predica la ineficacia del testamento en razón de vicios o defectos constitutivos.
Del contenido del artículo precedentemente citado, se tiene en concordancia con el
criterio de Borda, que la invalidez del testamento nulidad, puede fundarse en un defecto
formal, en la incapacidad del testador o del beneficiario, en los vicios de dolo o
violencia, en la indeterminación del beneficiario o del objeto legado, en la delegación de
designación de beneficiario; de modo que cuando concurren uno de estos vicios, el
testamento es nulo, o sea que no tiene eficacia jurídica.
De manera que conforme al Código Civil, por ejemplo un testamento solemne otorgado
sin la intervención del número de testigos exigidos por ley, es nulo; igualmente es nulo,
un testamento otorgado por un testador menor de 16 años; o un testamento otorgado a
favor de una persona incapaz de recibir por testamento.
17.2.3 RENUNCIA TÁCITA A MOTIVOS DE NULIDAD.- El artículo 1.208 del
Código Civil, prevé que: (RENUNCIA TACITA A MOTIVO DE NULIDAD) "La
ejecución del testamento por parte de los herederos a sabiendas de un motivo de
nulidad, importa su renuncia a prevalerse de ella". De manera que los herederos que
tienen conocimiento de una causal de nulidad del testamento; y pese a ello lo ejecutan,
están renunciando " tácitamente a intentar la nulidad del testamento. Esta situación, es
típica del Derecho Sucesorio, porque en el ámbito del Derecho Civil, no está permitida
la confirmación de los actos jurídicos nulos, porque a los mismos se los considera
inexistentes, y no se puede confirmar algo que no existe.
17.2.4 CLASES DE NULIDAD DE TESTAMENTO.- Un criterio doctrinal
predominante, en general distingue cuatro clases de nulidad de testamento: nulidad
total, nulidad parcial, nulidad absoluta y finalmente nulidad relativa.
17.2.4.1 NULIDAD TOTAL DEL TESTAMENTO.- La invalidez del testamento es
total, cuando el defecto o el vicio, afecta completamente a toda la disposición de última
voluntad; o sea que todas las cláusulas del testamento están afectadas por la ineficacia.
Este tipo de nulidad se da fundamentalmente por el incumplimiento de formalidades en
el otorgamiento del testamento; debido a que los requisitos exigidos por la ley son de
cumplimiento obligatorio. Por ejemplo cuando se otorga un testamento por una persona
que aún no ha llegado a la edad de 16 años de edad; o cuando, en el otorgamiento de un
testamento cerrado, no intervienen tres testigos vecinos.
17.2.4.2 NULIDAD PARCIAL DEL TESTAMENTO.- Se dice que la nulidad del
testamento es parcial, cuando la ineficacia afecta únicamente a alguna o algunas
disposiciones o cláusulas del mismo; pero no perjudica a las restantes disposiciones
válidas; siempre que sean separables, pues ello permite mantener la validez de las
disposiciones testamentarias que no están afectadas por la ineficacia de otra u otras. Por
ejemplo, cuando el testador instituye herederos a sus descendientes y al mismo tiempo
designa como a legatario, al abogado que lo asistió en el acto del otorgamiento del
testamento; en este caso, sólo afecta a la cláusula de institución de legatario, siendo
válidas las demás cláusulas del testamento.
17.2.4.3 NULIDAD ABSOLUTA DEL TESTAMENTO.- La nulidad del testamento es
absoluta, cuando el vicio afecta al interés público, con Zannoni diríamos "el interés de
la moral o de la Ley"; es el caso de la nulidad prevista por vicios de forma, o el del
testamento que contiene disposiciones prohibidas o ilícitas, como por ejemplo el
testamento que impone gravámenes o condiciones a la legítima de los herederos
forzosos.
17.2.4.4 NULIDAD RELATIVA DEL TESTAMENTO.- La nulidad relativa es aquella
que se da cuando, la ineficacia se propone defender el interés privado de las partes
intervinientes en el testamento; o dicho de otro modo los intereses de quienes tienen una
vocación contrariada por el testamento; por ejemplo cuando el testamento ha sido
redactado en momento en que el testador estaba carente de discernimiento; o cuando la
voluntad del mismo estaba viciada de nulidad.
17.2.5 ACCIÓN Y EFECTO DE LA NULIDAD.- La nulidad del testamento debe
promoverse por los herederos, que son los únicos que tienen interés legítimo para
intentarla. Esta acción, debe intentársela en la vía ordinaria en el plazo de 5 años,
computables a partir del momento, no de la apertura de la sucesión, sino desde que se
conoció el testamento; ante el Juez de Partido del último domicilio del causante o ante
el del lugar donde se hallen los bienes sucesibles.
Como consecuencia o efecto de la nulidad del testamento, ante la ineficacia de la
disposición de última voluntad, al estar invalidadas las determinaciones del testador, el
acervo hereditario se divide conforme a las reglas de la sucesión ab-intestato.
17.2.5.1 PRESCRIPTIBILIDAD DE LA ACCION DE NULIDAD.- Si bien en el
campo civil la acción de nulidad es imprescriptible por ser de orden público, cual
dispone el artículo 552 del Código Civil; empero, en el ámbito del Derecho Sucesorio,
la acción de nulidad de una disposición testamentaria, por expresa disposición del
artículo 1.207 II Parte, "prescribe en el plazo de cinco años, a contar del día en que se
conoció el testamento", tal como ya se mencionó precedentemente; consideramos que la
ley ha adoptado tal determinación, porque tratándose de un acto jurídico que dispone el
acervo patrimonial del causante, el mismo no puede quedar en la incertidumbre por
tiempo indefinido; de manera que quienes tengan interés en prevalerse de la acción de
nulidad deben ejercitarla en el plazo mencionado; esto considerando además que
inclusive está permitido a los herederos, la ejecución de un testamento afectado por
vicios de nulidad, conforme prevé el artículo 1.208 del citado cuerpo legal.
17.3 REVOCACIÓN DEL TESTAMENTO.- La palabra revocar proviene del latín
"revocatio" que significa "dejar sin efecto", hacer otro llamamiento, dejando sin efecto
un llamamiento anterior. Por imperio del artículo 1.112 del Código Civil, el testamento
es un acto revocable por excelencia, de manera que el causante tiene facultad para
revocar su disposición de última voluntad cuantas veces lo desee.
La revocación del testamento "es un acto unilateral de voluntad, por el cual se deja sin
efecto en todo o en parte, la voluntad declarada en un anterior testamento". El artículo
1.209 del Código Civil, dispone que: "(FACULTAD REVOCATORIA) Cualquiera
puede revocar o variar su testamento cuantas veces quiera, sin que persona alguna se lo
pueda impedir. Toda renuncia o restricción a este derecho no tiene efecto alguno".
17.3.1 CLASES DE REVOCACIÓN DE TESTAMENTO.- Coincidiendo, con un
criterio doctrinal generalizado, nuestra legislación en el artículo 1.210 del Código Civil,
dispone que la revocación del testamento puede ser de cuatro clases: expresa, tácita,
total y parcial. El indicado artículo preceptúa textualmente: "(REVOCACION TOTAL
O PARCIAL Y EXPRESA O TACITA) l. El testamento puede ser revocado en su
totalidad o sólo en una o varias partes y subsistir en otra u otras. II. Puede también el
testador dejar expresamente sin efecto, un testamento anterior, o parte de él, mediante
otro nuevo. Si en los testamentos posteriores, no se revocan de manera expresa los
precedentes, subsistirán en estos las disposiciones no contrarias o incompatibles con las
nuevas".
17.3.1.1 REVOCACIÓN EXPRESA.- La revocación expresa es aquella que puede
resultar de la declaración del testador hecha en un testamento posterior. O sea que la
revocación expresa, es el acto por el cual un testador, por un acto de voluntad y en pleno
uso de sus facultades mentales mediante un nuevo testamento, deja sin efecto total o
parcialmente otro testamento anteriormente otorgado.
Si bien conforme a la doctrina la revocación del testamento puede hacerse tanto por
medio de una escritura pública, como por medio de un testamento posterior para
cumplir con el requisito de la formalidad, empero en nuestra legislación, por expresa
determinación de la Segunda Parte del artículo 1.210 del Código Civil, la revocación del
testamento solamente puede hacerse por medio de otro testamento; dicha disposición
señala: "Puede también el testador dejar expresamente sin efecto un testamento anterior,
o parte de él, mediante otro nuevo".
17.3.1.2 REVOCACION TÁCITA.- La revocación del testamento es tacita, cuando el
testador, sin dejar expresamente sin efecto una disposición testamentaria anterior, otorga
un otro testamento con determinaciones contrarias al anterior testamento.
La revocación tácita en nuestra legislación, puede resultar de uno de los siguientes
hechos:
1°) Cuando un testamento de fecha posterior, no revoca expresamente a los anteriores.
2°) Cuando existe incompatibilidad entre dos o más testamentos.
3°) Cuando el testador destruye el testamento cerrado.
4°) Por enajenación de bienes hecha por el testador.
5°) Por transformación de la cosa, dándole una forma distinta.
6°) Por falta de cumplimiento de las disposiciones testamentarias sujetas a condición
suspensiva.
17.3.1.3 REVOCACION TOTAL.- La revocación es total cuando el testador por un
acto de voluntad, por medio de un testamento posterior, dispone que el anterior
testamento, deja de surtir efectos en todas sus cláusulas.
17.3.1.4 REVOCACION PARCIAL.- En cambio, la revocación es parcial, cuando el
testador en el testamento posterior, dispone que el testamento anterior, surta efectos
solamente en algunas de sus cláusulas, que han sido mantenidas por el acto de
revocación.
17.4 CADUCIDAD DEL TESTAMENTO.- Conforme a la noción contenida en el
artículo 1.514 del Código Civil, los derechos se pierden por caducidad cuando no son
ejercidos dentro del término de perentoria observancia fijado para el efecto. De manera
que la caducidad es un medio legal que pone fin a los derechos cuando éstos no han sido
ejercitados en un plazo perentorio establecido al efecto por la ley; o sea que viene a ser
un instituto similar a la prescripción.
En el ámbito del Derecho Sucesorio, la caducidad denota la ineficacia de los
testamentos, que si bien han sido otorgados cumpliendo todos los requisitos exigidos
por ley, pierden sus efectos por el vencimiento del plazo de su eficacia.
Consiguientemente la caducidad del testamento es la invalidación o la ineficacia de los
testamentos, por hechos o circunstancias posteriores a su otorgamiento y ajenos a la
voluntad del testador.
17.4.1 NOCIÓN DEL ARTÍCULO 1.215 DEL CÓDIGO CIVIL.- Por expresa
determinación del artículo 1.215 del Código Civil, los testamentos especiales caducan,
sin necesidad de revocación u otro acto, en los términos de las respectivas disposiciones
que los reglan. De manera que la caducidad se produce por el simple ministerio de la
ley, sin necesidad de otras formalidades.
17.4.2 CASOS DE CADUCIDAD.- Los casos más genuinos de caducidad, son los
previstos para los testamentos especiales contemplados en los artículos 1.134 al 1.141
del Código Civil, los mismos que como se dijo en el parágrafo precedente caducan ipso
jure, por imperio de lo dispuesto por el artículo 1.215 del mismo cuerpo legal.
17.4.2.1 CADUCIDAD DE LOS TESTAMENTOS ESPECIALES.- Tal como se ha
manifestado precedentemente, los testamentos especiales, caducan sin necesidad de
revocatoria u otro acto especial, debido a que su ineficacia o invalidación se da
solamente por el cumplimiento de las condiciones o el transcurso del tiempo de vigencia
expresamente señalado para cada uno de los testamentos especiales; sea este el otorgado
en: caso de riesgo grave, a bordo de nave o aeronave, testamento militar, testamento
militar en acción de guerra o siendo prisionero o testamento ológrafo.
17.4.2.2 CADUCIDAD POR NO SOBREVIVENCIA, INCAPACIDAD O
RENUNCIA DEL INSTITUIDO.- Conforme al artículo 1.216 del Código Civil, el
testamento caduca, si la persona a favor de quien se hizo la disposición testamentaria no
sobrevive al testador; o sea que la pre-muerte del heredero instituido determina la
caducidad del testamento. Determinación que también es aplicable a los casos de los
legatarios instituidos, por determinación del artículo 1,206 del citado Código.
De la misma manera el testamento caduca, en caso de incapacidad del heredero
instituido; sin embargo es preciso que dicha incapacidad sea posterior al otorgamiento
del testamento, porque como sostienen Ripert y Boulanger; si fuera anterior, no habría
caducidad, sino nulidad del testamento.
Finalmente, la caducidad del testamento puede también darse por renuncia del heredero
instituido ya que conforme al artículo 1.022 del Código Civil, a quien renuncia a la
herencia se lo tiene como si nunca hubiera sido heredero, consiguientemente en tal
situación se produce la caducidad de la disposición de última voluntad.
17.4.2.3 CADUCIDAD POR PERECIMIENTO DEL BIEN.- Conforme al contenido
del artículo 1.218 del Código Civil, se produce también la caducidad del testamento por
perecimiento del bien; dicha disposición indica: "(CADUCIDAD POR
PERECIMIENTO DEL BIEN) La institución caduca si los bienes determinados perecen
totalmente durante la vida del testador; igualmente si han perecido después de su
muerte sin culpa o hecho del heredero o albacea. Se salva el caso del eventual derecho
a indemnización que hubiera adquirido sobre la pérdida sufrida el testador y que según
la intención de éste constituye en su caso el objeto de la herencia". Consecuentemente
cuando el bien perece totalmente por caso fortuito, el derecho del heredero o del
legatario se extinguen por faltar el objeto de la disposición de última voluntad; mas, si la
pérdida solamente fuera parcial, el beneficiario debe recibir lo que del bien quede.
17.4.2.4 CADUCIDAD DE LAS DISPOSICIONES CONDICIONALES Y A
TÉRMINO INCIERTO.- Cuando las disposiciones testamentarias, se han hecho bajo
condición, si la condición es suspensiva, el testamento caduca, si el instituido fallece
antes de cumplirse la condición suspensiva. En cambio, si la condición impuesta en el
testamento es resolutoria, la institución de heredero beneficia al heredero o legatario
desde la muerte del testador; de manera que la caducidad se da solamente cuando se
cumple la condición resolutoria.
Por otra parte, conforme al contenido de la III Parte del artículo 1.219 del Código Civil,
las disposiciones testamentarias hechas a término incierto bajo la forma de una
condición suspensiva, benefician al instituido desde la muerte del testador, pudiendo
transmitirse a los herederos. Consiguientemente, en este caso, si el heredero instituido
muere antes del cumplimiento del término incierto, transmite sus derechos a sus
herederos, pues se trata de un derecho que ya figuraba en el patrimonio del instituido.
La disposición legal citada, dispone: "(CADUCIDAD DE LAS DISPOSICIONES
TESTAMENTARIAS CONDICIONALES Y A TERMINO INCIERTO) I. Las
disposiciones testamentarias hechas bajo condición suspensiva caducan si, antes de
cumplirse muere el instituido, no son por lo tanto, transmisibles a los herederos. II. Las
disposiciones testamentarias hechas bajo condición resolutoria benefician al instituido
desde la muerte del testador, salvo el efecto acordado a la condición cumplida. III. Las
disposiciones testamentarias hechas a término incierto bajo la forma de una condición
suspensiva, benefician al instituido desde la muerte del testador, pudiendo transmitirse
a los herederos".
17.5 DIFERENCIA ENTRE CADUCIDAD Y REVOCACIÓN.- De lo
precedentemente manifestado, aparentemente, la caducidad y la revocación vendrían a
ser lo mismo; empero ello no es evidente, porque si bien tanto la caducidad como la
revocación invalidan o provocan la ineficacia del testamento; este detalle no significa
que se trate de dos institutos idénticos o gemelos; ya que la caducidad y la revocación
son absolutamente diferentes; la diferencia entre uno y otro instituto radica en que, la
caducidad provoca la invalidez del testamento por el transcurso del tiempo, o sea por
causas ajenas .a la voluntad del testador; mientras que en la revocación, la invalidez del
testamento, tiene su origen en la voluntad del testador; es él, quien haciendo uso de la
facultad revocatoria, puede dejar sin efecto la institución de heredero, cuantas veces
estime conveniente, sin que persona alguna pueda limitar esa su facultad; esta
revocación, tal como se ha manifestado, puede ser realizada de manera expresa o de
manera tácita.
TEMA Nº18
DE LA ACEPTACION DE LA HERENCIA
18.1.- CONCEPTO DE ACEPTACIÓN Y ACEPTACIÓN DE HERENCIA.- De una
manera general, aceptación es el consentimiento prestado por una persona a la oferta
que se le ha hecho. Dicho de otro modo, según Henry Capitant, "aceptación es la
manifestación expresa o tácita de voluntad, de una persona a quien la ley o la voluntad
del hombre otorga un derecho con facultad de opción".
Guillermo Cabanellas, sostiene que la aceptación es "La manifestación del
consentimiento concorde, corno productor de efectos jurídicos y consiste en admitir la
proposición hecha o el encargo conferido".
En el campo del Derecho Sucesorio, si bien conforme al precepto del artículo 1.007 del
Código Civil, la herencia se adquiere por el solo ministerio de la ley, desde el momento
de la apertura de la sucesión; empero para que el heredero forzoso o testamentario,
adquiera efectivamente la herencia, es necesaria la aceptación del sucesor; ya que
heredero es solamente quien quiere serlo. De consiguiente, esa condición de heredero es
simplemente provisional, pues nadie puede ser obligado a aceptar ni a renunciar una
herencia; por lo que únicamente su libre determinación de aceptar o renunciar a esa
condición, hará que tenga definitivamente la calidad de heredero; o si renuncia, se lo
considere extraño a la sucesión, como si nunca hubiese sido heredero. Prieto sostiene
que conceptualmente puede concebirse de dos modos la función de la aceptación dela
herencia: " 1º)Puede ser el medio por el cual el llamado a la sucesión confirma la
adquisición de la herencia sin embargo de la delación; 2º ) O bien puede ser el medio
indispensable para hacer tal adquisición, de ahí que la delación produciría el efecto
limitado de poner los bienes hereditarios a disposición del heredero, mientras que la
aceptación constituye el acto de adquisición por parte de él; o sea que con la delación el
llamamiento a suceder se perfecciona, pero para que la misma sea eficaz, y el llamado
se convierta en heredero, es necesaria la aceptación , por lo que sin la aceptación no hay
adquisición de la herencia".
En suma el heredero se hace propietario del patrimonio dejado por el de cujus, desde el
momento en que se abre la sucesión, sin embargo para que se opere la sucesión, otro
requisito indispensable es la aceptación de la herencia; que surte sus efectos en forma
retroactiva desde la muerte del causante, lo que significa que la continuidad de la
persona del de cujus, es desde el momento en que se produce la apertura de la sucesión.
Consiguientemente la aceptación de la herencia es el acto por el cual el heredero
testamentario o ab intestato manifiesta su voluntad de suceder con los derechos y
deberes inherentes a ello; para que surta efectos jurídicos la aceptación de herencia, se
requiere que la misma sea formulada después de abierta la sucesión del causante; de
manera que la aceptación manifestada con anterioridad a la apertura de la sucesión no
surte efecto legal alguno; es más, la aceptación debe ser hecha por un heredero que
tenga derecho a serlo por voluntad del de cujus o por ministerio de la ley. Sobre el
particular el artículo 1.018 del Código preceptúa que: "es nula toda aceptación o
renuncia de herencia instituida por persona viva".
Concluimos diciendo que aceptación de herencia es el acto por el cual la persona
llamada por ley o la voluntad del causante, asume los derechos y obligaciones
inherentes a ella. O como dice Zanonni, "Es el acto por el cual el titular de la vocación
sucesoria exterioriza su voluntad de adquirir la herencia".
18.2 OPCIÓN DEL SUCESOR DE CONFORMIDAD AL ARTÍCULO 1.016 DEL
CÓDIGO CIVIL.- Conforme al contenido del artículo 1016 del Código Civil, cualquier
persona capaz puede aceptar o renunciar una herencia, lo que significa que no puede
haber transmisión sucesoria, sin una manifestación de voluntad de parte del heredero, en
sentido dé que acepta la herencia; al mismo tiempo no existe causa ni voluntad alguna
que pueda privar a una persona de su condición de heredero, si es que quiere serlo;
salvándose las causales de indignidad y desheredación de los herederos forzosos. Dicha
disposición legal, dispone: "(CAPACIDAD Y OPCION PARA ACEPTAR O
RENUNCIAR LA HERENCIA) I. Toda persona capaz puede aceptar o renunciar Una
herencia. II. Las sucesiones abiertas a favor de menores e incapaces en general, serán
aceptadas o renunciadas por sus representantes aplicándose para el efecto las normas
pertinentes del Código de Familia".
18.3 CARACTERÍSTICAS DE LA ACEPTACIÓN DE HERENCIA.- La aceptación de
herencia como acto de manifestación de voluntad del causahabiente, y dada su
trascendental importancia dentro del derecho sucesorio, tiene las características de:
capacidad, libertad, transmisibilidad del derecho, posterioridad, irrevocabilidad,
retroactividad e indivisibilidad.
18.3.1 CAPACIDAD.- Tal como se ha indicado con anterioridad, solamente las
personas que poseen capacidad para disponer de sus bienes, tienen capacidad para
aceptar la herencia; pues los menores y los incapaces, deben aceptar la herencia
precisamente por medio de sus representantes legales, tal como lo dispone el artículo
1.016 del Código Civil en su II Parte; consiguientemente, únicamente las personas
mayores de edad, pueden aceptar válidamente una herencia; si es que las mismas no
tienen ninguna incapacidad mental.
18.3.2 LIBERTAD.- La aceptación de herencia es un acto íntegramente libre y
espontáneo; pues siendo varios los herederos, unos pueden aceptar la herencia y otros
tal vez renunciar a ella; o unos pueden aceptarla en forma pura y simple y otros aceptar
con beneficio de inventario. Ello además se deduce del contenido de la II Parte del
artículo 1.019 del Código Civil, que dispone que: "La aceptación de herencia es un
derecho individual y, en consecuencia, cada uno de los herederos ejerce su derecho
separadamente y por su parte".
18.3.3 TRANSMISIBILIDAD DEL DERECHO.- El derecho de aceptar la herencia es
transmisible; porque dado el caso de que, abierta una sucesión en favor de uno o varios
herederos; posteriormente a dicha apertura de la sucesión, alguno de ellos fallece antes
de manifestar su voluntad de aceptar la herencia; ese derecho de aceptar la herencia, se
transmite a sus herederos. Así además lo dispone el artículo 1.017 del Compilado Civil,
cuando dice: "(Transmisibilidad del derecho a aceptar o renunciar la herencia) Si el
llamado a la sucesión muere antes de aceptar o renunciar la herencia, el derecho se
transmite a sus herederos".
18.3.4 POSTERIORIDAD.- El acto de aceptación de herencia, siempre debe ser
posterior a la muerte del causante; consiguientemente, cualquier aceptación anterior a la
apertura de la sucesión adolece de un vicio de nulidad; de manera que el acto de
aceptación debe realizárselo luego del acto de apertura de la sucesión y no antes. Sobre
el particular el artículo 1.018 del Código Civil determina: "(NULIDAD DE LA
ACEPTACION y RENUNCIA ANTICIPADA) Es nula toda aceptación o renuncia de
la herencia instituida por una persona viva".
18.3.5 IRREVOCABILIDAD.- El acto de aceptación de herencia, es un acto
irrevocable; de manera que no se admiten arrepentimientos sobre el particular; la
aceptación solamente podrá ser anulada, cuando adolezca de algún vicio del
consentimiento, caso en el que la anulación debe pedírsela en el plazo de 30 días
computables desde que cesó la violencia, o desde que se descubrió el error o el dolo.
Por otra parte, conforme al artículo 1.021 del Código Civil, la aceptación de herencia
puede ser también impugnada por terceros interesados; por ejemplo los acreedores del
heredero, pueden demandar la nulidad de la aceptación de una herencia insolvente; o en
su caso pueden también pedir al juez, les autorice aceptar la herencia en lugar del
renunciante; en éste caso la renuncia sólo se anula en favor de los acreedores hasta la
concurrencia de sus créditos, pero no favorece al renunciante.
18.3.6 RETROACTIVIDAD.- La aceptación de la herencia, si bien necesariamente
tiene que hacérsela después de la apertura de la sucesión; y para ello en nuestra
legislación, la ley concede 10 años para la aceptación de herencia en forma pura y
simple; los efectos de la aceptación, sin importar en qué momento de los 10 años se
haya hecho, se retrotraen al momento mismo de la apertura de la sucesión;
consiguientemente al aceptante se lo tiene como a heredero desde que ha fallecido el de
cujus.
18.3.7 INDIVISIBILIDAD.- La aceptación de la herencia es indivisible, no se puede
aceptar una herencia en parte, renunciando a otra parte de la misma; o aceptar la
herencia bajo condición o a término. Sobre el particular el artículo 1.019 del Código
Civil, dispone: "No se puede aceptar o renunciar una herencia bajo condición o a
término, ni aceptarse una parte renunciando a la otra. En los primeros casos, se
entenderá que el heredero ha renunciado a la herencia; y en el último se tendrá toda ella
por aceptada. II. La aceptación y renuncia es un derecho individual y, en consecuencia,
cada uno de los herederos ejerce su derecho separadamente y por su parte".
18.4 CLASES DE ACEPTACIÓN DE HERENCIA.- La aceptación de herencia en la
legislación nacional, por imperio del artículo 1.024 del Código Civil, puede ser de dos
clases: aceptación en forma pura y simple, y aceptación con beneficio de inventario.
Dicho precepto indica: "(FORMA DE ACEPTACIÓN) La aceptación de la herencia
puede hacerse en forma pura y simple o con beneficio de inventario. II. No es válido
ningún pacto ni disposición testamentaria que prohíba al heredero aceptar la herencia
con beneficio de inventario".
18.4.1 ACEPTACIÓN DE HERENCIA PURA Y SIMPLE.- Esta es la forma de
aceptación de herencia más común y corriente que se conoce, a través de la misma el
heredero al aceptar la herencia pura y simplemente, pasa a ocupar el lugar del “de
cujus" tanto en el activo como el pasivo de la sucesión; provocando consiguientemente
la confusión de su propio patrimonio; con el patrimonio heredado del causante. De
manera que para la eventualidad de que el pasivo del patrimonio heredado fuere
superior al activo; el heredero se ve en la obligación de cubrir el saldo acudiendo aún a
su propio patrimonio.
18.4.2 FORMAS DE ACEPTACION DE HERENCIA PURA Y SIMPLE.- La
aceptación pura y simple de la herencia, que es una de las opciones que puede escoger
el heredero, puede ser conforme a disposición contenida en el artículo 1.025 del Código
Civil, de dos clases: aceptación pura y simple expresa; y aceptación pura y simple
tácita.
18.4.2.1 ACEPTACIÓN DE HERENCIA PURA Y SIMPLE EXPRESA.- Siempre a
decir de la disposición legal precedentemente citada, la aceptación de herencia pura y
simple es expresa, cuando se la realiza mediante declaración escrita presentada al juez,
o bien cuando el sucesor ha asumido el título de heredero. Consecuentemente la
manifestación de voluntad verbal en sentido de aceptar la herencia, no es suficiente; o
como dicen los tratadistas Ripert y Boulanger, "sería demasiado difícil probarla y
además puede no ser más que una afirmación hecha a la ligera".
18.4.2.2 ACEPTACIÓN DE HERENCIA PURA Y SIMPLE TÁCITA.- En nuestra
legislación la aceptación de herencia pura y simple en forma tácita, se da cuando el
heredero realiza uno o más actos que no tendría el derecho de realizar sino en su calidad
de heredero, lo cual hace presumir necesariamente su voluntad de aceptar la herencia.
De lo anterior se tiene que si bien el heredero que acepta la herencia en forma pura y
simple, no realiza la manifestación de voluntad por escrito ante el Juez; empero al
realizar ciertos actos que únicamente pueden ser ejecutados por un heredero, deja
constancia de haber realizado dicho acto de aceptación de manera implícita.
Sobre los tópicos anteriores, el artículo 1.025 del Código Civil, dispone: "(FORMAS
DE ACEPTACION PURA y SIMPLE) I. La aceptación pura y simple puede ser
expresa o tácita. II. La aceptación es expresa cuando se hace mediante declaración
escrita presentada al juez, o bien cuando el sucesor ha asumido el título de heredero.
III. La aceptación es tácita cuando el heredero realiza uno o más actos que no tendría
derecho de realizar sino en su calidad de heredero, lo cual hacer presumir
necesariamente su voluntad de aceptar".
18.4.2.3 ACTOS QUE IMPORTAN ACEPTACIÓN TÁCITA Y ACTOS QUE NO
IMPORTAN ACEPTACIÓN TÁCITA.- El Código Civil, genéricamente sostiene que la
cesión gratuita u onerosa de derechos sucesorios en favor de los coherederos o de
personas extrañas, importa una aceptación tácita de la herencia en forma pura y simple.
El artículo 1.026 del Código Civil, sobre el particular dispone: "(Cesión de derechos
sucesorios que importan aceptación) Importa aceptar la herencia la cesión gratuita u
onerosa que el heredero haga de sus derechos sucesorios en favor de un extraño o de
todos o algunos de los coherederos".
Sobre el particular, conviene puntualizar el alcance que tiene la expresión cesión de
derechos; pues, la misma no se refiere únicamente al hecho de ceder derechos sea
gratuita u onerosamente; sino que con dicho vocablo, se alude también a todos los actos
de disposición, tales como la donación, venta, permuta, en suma todo acto que importe
transmisión de derechos.
En cambio de acuerdo al artículo 1.028 del mismo compilado, no importan aceptación
de herencia en forma pura y simple de manera tácita; los actos necesarios que el
heredero realice a título conservativo y de mera administración, como los de protestar
letras de cambio, inscribir hipotecas, interrumpir prescripciones y reparar las cosas; así
como los actos realizados con carácter urgente, como pagar los gastos de última
enfermedad y entierro, y las remuneraciones a los empleados en labores domésticas.
Tampoco importan aceptación las ventas que el heredero haga de bienes expuestos a
perecer o de cosechas ya maduras, siempre que haya mediado previa autorización
judicial.
18.4.2.4 RENUNCIA QUE IMPORTA ACEPTACION.- Conforme a la doctrina y
también a nuestra legislación; la renuncia gratuita en herederos determinados, importa
igualmente aceptar la herencia en forma pura y simple; así como también la renuncia
onerosa en todos los coherederos.
18.4.3 PLAZO PARA ACEPTAR LA HERENCIA EN FORMA PURA Y SIMPLE.-
Producida la apertura de la sucesión, el sucesor tiene un plazo de diez años para aceptar
la herencia en forma pura y simple; plazo este que se contabiliza a partir de la apertura
de la sucesión; mas, si la institución de heredero es condicional, el plazo recién
comienza a computarse a partir de la fecha en que se cumple la condición suspensiva
impuesta.
Sobre el particular, el artículo 1.029 del Código Civil, dispone: ("PLAZO PARA
ACEPTAR LA HERENCIA EN FORMA PURA Y SIMPLE). I.- Salvo lo dispuesto
por el artículo 1.023, el heredero tiene un plazo de diez años para aceptar la herencia en
forma pura y simple; vencido ese término prescribe su derecho. II.- El plazo se cuenta
desde que se abre la sucesión, o desde que se cumple la condición cuando la institución
de heredero es condicional".
En lo concerniente al artículo 1.023 del Código Civil, dicha disposición legal permite
que personas interesadas puedan pedir al Juez, que fije un plazo razonable, el cual no
puede exceder de 30 días, para que en ese término el heredero declare si acepta o
renuncia la herencia. En este lapso el heredero, puede manifestar que acepta la herencia
en forma pura y simple, o que renuncia a ella, o que se acoge a los plazos y
procedimientos para la aceptación de herencia con beneficio de inventario; si vencido el
plazo, no declara nada, se tiene por aceptada la herencia en forma pura y simple. La
disposición citada indica: "(PLAZO PARA PEDIR JUDICIALMENTE AL
HEREDERO QUE ACEPTE O RENUNCIE A LA HERENCIA) I. Cualquier persona
interesada puede pedir al juez, transcurridos nueve días del fallecimiento del "de cujus",
que fije un plazo razonable, el cual no podrá exceder a un mes, para que en ese término
el heredero declare si acepta o renuncia la herencia. II. En ese plazo debe el heredero
declarar que acepta la herencia en forma pura y simple, o que renuncia a ella, o que se
acoge a los plazos y procedimientos para la aceptación, con beneficio de inventario
optando por una de las alternativas señaladas en el artículo 1.033, siempre y cuando al
momento de optar no hubiera prescrito su derecho conforme al artículo 1.032. III.
Vencido el plazo de un mes sin que el heredero haga la declaración se tendrá por
aceptada la herencia en forma pura y simple".
18.4.4 EFECTOS DE LA ACEPTACIÓN DE HERENCIA PURA Y SIMPLE.- Como
consecuencia de la aceptación de herencia en forma pura y simple se producen los
siguientes efectos:
1º) El llamado a la herencia, adquiere en forma definitiva la calidad de heredero, esto
por expresa determinación del artículo 1.007 del Código Civil.
2º) Los patrimonios del causante y del causahabiente, se confunden formando uno solo,
siendo el titular el heredero, de manera que los derechos y obligaciones del de cujus
pasan a tener un nuevo titular, el heredero; consiguientemente el mismo queda obligado
al pago de las deudas, legados y cargas de la herencia, obligaciones que no solamente
debe cumplirlas con lo recibido como activo de la herencia, sino aun invirtiendo su
propio patrimonio.
El artículo 1.030 del Código, refiriéndose a este aspecto señala: "(EFECTOS DE LA
ACEPTACIÓN PURA Y SIMPLE) Por efecto de la aceptación pura y simple, el
patrimonio del de cujus y el patrimonio del heredero se confunden y forman uno solo,
cuyo titular es este último. Por tanto los derechos y obligaciones del de cujus se
convierten en los del heredero y éste es responsable no sólo por las deudas propiamente
dichas, sino también por los legados y cargas de la herencia”.
Consiguientemente producto de la aceptación de la herencia en forma pura y simple, la
responsabilidad del heredero aceptante es responsabilidad "Ultra vires", es decir una
responsabilidad ilimitada; dicho de otro modo, una responsabilidad que excede al
cuantum del activo que se ha recibido como herencia.

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