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LOS INDICADORES AMBIENTAES

En prácticamente todas las actividades que involucran decisiones se utilizan


indicadores, aunque quizá no tengamos plena conciencia de ello. La definición
formal de indicador es: “relativo a indicar. Dar a entender o significar una cosa con
indicios o señales. Señalar, advertir, manifestar, apuntar, mostrar”. En otras
palabras, la información clave que usamos para conocer algo y, frecuentemente,
tomar una decisión, es un indicador. La temperatura corporal o la presión arterial,
por ejemplo, son indicadores de nuestro estado de salud y según su valor nos
permiten tomar la decisión de visitar o no al médico.
La capacidad de identificar de manera adecuada los indicadores del entorno es
fundamental para tomar mejores decisiones; una elección incorrecta de la
información o una pobre compresión de lo que significa el indicador puede
llevarnos a interpretaciones y acciones equivocadas. Por ello, es importante
enfatizar que un indicador es una herramienta y no un fin mismo. Los indicadores
se emplean en todos los ámbitos del quehacer humano; aunque éstos varían en
su grado de complejidad y relación con el fenómeno al que se refieren; desde
sencillos, como el color de una fruta que sirve para evaluar su grado de madurez,
hasta más sofisticados, como la concentración de agentes inmunológicos para
detectar cáncer.
En el campo ambiental se han desarrollado indicadores para entender, describir y
analizar distintos fenómenos como el clima, la pérdida de suelos y el riesgo de
especies, entre muchos otros. Si bien el uso de indicadores ambientales se ha
extendido, no existe una definición única del concepto y éste varía de acuerdo con
la institución y a los objetivos específicos que se persiguen. Una de las
definiciones más conocida y aceptada proviene de la Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que desde hace varios años
utiliza un conjunto de indicadores como información base para realizar
evaluaciones periódicas del desempeño ambiental de los diferentes países que
integran la organización. Según la OCDE, un indicador ambiental es un parámetro
o valor derivado de parámetros que proporciona información para describir el
estado de un fenómeno, ambiente o área, con un significado que va más allá del
directamente asociado con el valor del parámetro en sí mismo.
Cabe señalar que frecuentemente se utilizan las palabras “parámetro” e “índice”
como sinónimos de indicador, sin embargo, no tienen el mismo significado. Un
parámetro se define como cualquier propiedad que es medida u observada,
mientras que un índice designa a un conjunto agregado o ponderado de
parámetros o indicadores (OCDE,2001); en secciones posteriores se amplía la
información sobre los índices.
FUNCIONES Y CARACTERISTICAS DE LOS INDICADORES AMBIENTALES
La importancia de los indicadores reside en el uso que se les puede dar.
Idealmente, deben informar a los tomadores de decisiones o usuarios, ayudarlos a
esclarecer un tema y descubrir las relaciones entre sus componentes, todo lo cual
conduce a decisiones mejor sustentadas. También son una excelente herramienta
de información al público porque, acompañados por una buena estrategia de
comunicación, ilustran conceptos e información científica, contribuyendo al
entendimiento de los temas y a que sociedad tome un papel mas activo en la
solución de los problemas ambientales.
Según la OCDE (1998) las dos funciones principales de los indicadores
ambientales son:
 Reducir el numero de medidas y parámetros que normalmente se requieren
para ofrecer una presentación lo más cercana posible a la realdad de una
situación.
 Simplemente los procesos de comunicación.
Los indicadores ambientales se han utilizado a nivel internacional, nacional,
regional, estatal y local para diversos fines, entre los que destacan: servir como
herramientas para informar sobre el estado del medio ambiente, evaluar el
desempeño de políticas ambientales y comunicar los progresos en la búsqueda de
desarrollo sustentable.
Esquema presión-estado-respuesta (PER)
El esquema PER esta basado en una lógica de casualidad: las actividades
humanas ejercen presiones sobre el ambiente y cambian la calidad y cantidad de
los recursos naturales (estado). Asimismo, la sociedad responde a estos cambios
a treves de políticas ambientales, económicas y sectoriales (respuestas) (OCDE,
1993). Este modelo parte de cuestionamientos simples:
Es importante señalar que, si bien resulta un esquema lógico en términos de la
relación entre presiones, estado y acciones, sugiere una relación lineal de la
interacción entre las actividades humanas y el ambiente, la cual no suele ser cierta
y oculta los aspectos complejos de estas interacciones. En este esquema de
organización, los indicadores se clasifican en tres grupos: presión, estado y
respuesta.
INDICADORES DE PRESIÓN
Describen las presiones que ejercen las diferentes actividades humanas sobre el
ambiente y los recursos naturales. Un ejemplo de indicador de presión sobre la
calidad del aire son las emisiones de gases contaminantes a la atmósfera.
Los indicadores de presión se clasifican a su vez en dos grupos: el primero
considera las presiones directas sobre el ambiente, frecuentemente ocasionadas
por las actividades humanas, tales como los volúmenes de residuos generados y
las emisiones de contaminantes. El segundo toma en cuenta las actividades
humanas en sí mismas, es decir, las condiciones de aquellas actividades
productivas o de otro tipo que generan la problemática; por ejemplo, la evolución y
características de la planta vehicular. Estos últimos son denominados indicadores
de presión indirecta y ofrecen elementos para pronosticar la evolución de la
problemática; también son útiles para definir las acciones y políticas en materia
ambiental que deben aplicar los sectores causantes para revertir el problema.

Están a menudo clasificadas como factores o fuerzas subyacentes tales como:


crecimiento poblacional, consumo o pobreza. Las presiones sobre el medio
ambiente son consideradas frecuentemente desde una perspectiva política, como
punto de partida para abordar los asuntos medioambientales y después el punto
de vista de indicador, están disponibles para realizar análisis, toda vez que son
derivadas sobre la base de datos de seguimiento socio económicos,
medioambientales y otros. Refleja el objetivo último de las políticas ambientales e
incluyen aspectos tales como:
 Las características físicas, químicas y biológicas del entorno.
 La condición del ecosistema y las funciones ecológicas del medio natural.
INDICADORES DE ESTADO
Se refieren a la calidad del ambiente y la cantidad y estado de los recursos
naturales. Son ejemplo de ellos la calidad del aire o el agua, evaluada por las
concentraciones de contaminantes y la cantidad de recursos naturales (por
ejemplo, la superficie cubierta por bosques). Los indicadores de estado deben
estar diseñados para dar información sobre la situación del ambiente y sus
cambios a través del tiempo. En este tipo de indicadores se consideran también
los efectos a la salud de la población y a los ecosistemas causados por el
deterioro del ambiente. Cabe mencionar que generalmente estos indicadores
constituyen los objetos de las políticas de protección ambiental.

El Estado se refiere a la condición del medio ambiente que resulta de las


presiones arriba descritas, y el deterioro que en ellos generan las diferentes
actividades humanas, los niveles de contaminación del aire, degradación de la
tierra o deforestación. El estado del medio ambiente afectará, a su vez, la salud
humana y el bienestar así como el tejido socio-económico de la sociedad. Por
ejemplo, un incremento en la degradación de la tierra conducirá a uno o varios de
los siguientes factores: disminución en la producción de alimento, incremento de
alimento importado, incremento en el uso de fertilizantes, malnutrición, etc. Es
importante entender tanto el estado del medio ambiente, como los efectos
indirectos. Los indicadores de estado deberían ser diseñados para responder a las
presiones y al mismo tiempo facilitar acciones correctivas. Rodríguez, M. (2005).
INDICADORES DE RESPUESTA
Presentan los esfuerzos que realiza la sociedad, las instituciones o gobiernos
orientados a la reducción o mitigación de la degradación del ambiente. En general,
las acciones de respuesta están dirigidas hacia dos objetivos: i) los agentes de
presión y II) las variables de estado. Si utilizamos como ejemplo el problema del
deterioro de las poblaciones de tortugas marinas, los indicadores de respuesta
podrían incluir tanto los resultados del avance en el establecimiento de
dispositivos excluidores de tortugas en la flota camaronera (respuesta a la
presión), como los resultados de los programas para la cría y la liberación de
tortugas (respuesta al deterioro del recurso).
Es frecuente que algunos indicadores de respuesta también se consideren
indicadores de estado. Por ejemplo, la superficie cubierta por áreas naturales
protegidas ofrece una idea del esfuerzo que se hace para conservar el ambiente y,
al mismo tiempo, está relacionada con el grado de conservación que tiene la
biodiversidad.
Los indicadores de respuesta son más diversos y específicos que los anteriores,
ya que describen situaciones muy particulares. Por esta razón, a diferencia de los
indicadores de estado, no existe mucha experiencia para evaluar su confiabilidad
empírica. Es frecuente también que los indicadores de respuesta no tengan una
naturaleza cuantitativa, por lo menos en principio. Por ejemplo, ante el problema
del enrarecimiento de la capa de ozono estratosférico, una respuesta es
simplemente la firma o no de un compromiso para reducir la producción y emisión
de sustancias agotadoras de ozono, como lo es el Protocolo de Montreal.

El componente de respuesta del marco de referencia P-E-R, está relacionado con


las acciones tomadas por la sociedad, individual o colectivamente, que son
diseñadas para facilitar o prevenir impactos medioambientales negativos con el fin
de corregir el daño existente o de conservar los recursos naturales. Esas
respuestas pueden incluir acciones reguladoras, gastos medioambientales o de
investigación, opinión pública y preferencia del consumidor, cambios en las
estrategias de manejo y suministro de información medioambiental. Las
respuestas deberían estar diseñadas para actuar sobre las presiones, pero
pueden al mismo tiempo tener un impacto modificador en los indicadores de
estado.
Existen diversos conjuntos de indicadores ambientales, cada uno con propósitos
específicos.
Los indicadores suelen usarse en los informes ambientales, la evaluación del
desempeño ambiental o del avance hacia el Desarrollo Sostenible, pero deberían
ser una herramienta básica en la planeación, contribuyendo a la claridad en los
objetivos de las políticas y el establecimiento de prioridades ambientales.

ESQUEMA FUERZA DIRECTRIZ-PRESION-ESTADO-IMPACTO-RESPUESTA


Este modelo, también conocido como DPSIR (Driving Forces-Pressures-State-
Impacts-Respond), es una derivación del modelo de Presión-Estado-Respuesta.
Los indicadores correspondientes a la fuerza directriz se refieren a las actividades
humanas que generan las presiones (en otros modelos, presiones indirectas), los
indicadores de estado se restringen a la situación del recurso ambiental y los de
impacto muestran los efectos en la salud humana o los ecosistemas. La
interacción entre sus elementos se muestra en el siguiente esquema que utiliza al
transporte como ejemplo.
Este esquema supone también una relación causal entre los diferentes
componentes de los sistemas sociales, económicos y ambientales. Otro ejemplo,
relacionado con la calidad del agua y utilizando el modelo DPSIR, es el siguiente:
 Fuerza directriz: producción industrial.
 Presión: volumen de aguas residuales vertidas a un cuerpo de agua.
 Estado: calidad del agua en el río, lago o cuerpo de agua involucrado.
 Impacto: agua inutilizada para beber (impacto en la economía), población
con problemas gastrointestinales (impacto en la salud), pérdida de especies
(impacto en el ecosistema).
 Respuesta: plantas de tratamiento de aguas residuales y protección de
cuerpos de agua.
BIBLIOGRAFIA
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