SERIE ICEHOME 05

RUBY DIXON
ANGIE’S GLADIATOR

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Índice
Argumento ........................................................................................................................ 3
Capítulo 1 ......................................................................................................................... 4
Capítulo 2 ....................................................................................................................... 12
Capítulo 3 ....................................................................................................................... 17
Capítulo 4 ....................................................................................................................... 25
Capítulo 5 ....................................................................................................................... 31
Capítulo 6 ....................................................................................................................... 37
Capítulo 7 ....................................................................................................................... 45
Capítulo 8 ....................................................................................................................... 50
Capítulo 9 ....................................................................................................................... 61
Capítulo 10 ..................................................................................................................... 65
Capítulo 11 ..................................................................................................................... 70
Capítulo 12 ..................................................................................................................... 76
Capítulo 13 ..................................................................................................................... 83
Capítulo 14 ..................................................................................................................... 89
Capítulo 15 ..................................................................................................................... 95
Capítulo 16 ................................................................................................................... 100
Capítulo 17 ................................................................................................................... 106
Capítulo 18 ................................................................................................................... 111
Capítulo 19 ................................................................................................................... 116
Capítulo 20 ................................................................................................................... 119
Capítulo 21 ................................................................................................................... 128
Capítulo 22 ................................................................................................................... 131
Capítulo 23 ................................................................................................................... 136
Capítulo 24 ................................................................................................................... 140
Capítulo 25 ................................................................................................................... 148
Epílogo.......................................................................................................................... 157
Nota de la autora .......................................................................................................... 159
ELENCO DE PERSONAJES........................................................................................... 162

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Argumento
Como guerrero a'ani, mi vida importa poco. Clonado a partir de la misma materia como
miles de otras personas, no soy más que uno de muchos. Aquí en el Planeta de Hielo, sin
embargo, puedo empezar de nuevo. Puedo ser mi propia persona, tener mis propias
necesidades, mis propios deseos.
Sé lo que quiero. Lo he sabido desde el momento en que llegué.
Su nombre es Angie. Es humana, con ojos tristes y solitarios y un vientre muy embarazado.
Para ella, no soy un clon más. Soy Vordis, el que se ríe de sus chistes, atiende sus
necesidades y la hace sonreír.
Haré lo que sea para que sea mía.
Pero mi hermano y mi compañero clon Thrand piensa de la misma manera, y está igual de
decidido a ganarla. ¿Tendré que destruir mi vínculo con mi hermano para ganar a mi
hembra? ¿O él causará una fisura entre nosotros que sea imposible de arreglar?



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Capítulo 1

ANGIE
Dos semanas después de despertar
ESTOY SIENDO SEGUIDA.
No es sorprendente. En las dos semanas que llevamos desde que hemos 'despertado' de
nuestras cápsulas de dormir, alguien ha estado a mi lado casi constantemente. Hay gente
por todas partes, y aunque la mayoría de ellos están haciendo todo lo posible para
ayudarnos a mantenernos vivos y aprender las costumbres de este nuevo e invernal planeta,
mis seguidores tienden a ser hombres y de color rojo brillante.
Camino a lo largo de la orilla, fingiendo que no me doy cuenta de que hay alguien a muy
poca distancia detrás de mí. En cambio, miro las aguas y trato de verme serena. Calmada.
Recompuesta.
Por dentro, sin embargo, soy un verdadero desastre.
Han sido dos semanas infernales. Por supuesto, ha pasado más tiempo que eso, lo sé. No
tengo recuerdos de haber sido secuestrada por extraterrestres, pero sí recuerdo muchos
sueños vagos y largos de conversaciones que se me escaparon, de saber que estoy dormida
por mucho más tiempo del que debería, pero sin poder despertarme. Subconscientemente
sabía que algo estaba pasando, y cuando me desperté, casi esperaba que me dijeran que
estaba saliendo de un coma raro de algún tipo. El ser secuestrada por extraterrestres no
estaba en el radar. Ni siquiera estaba en el top ten. Pero después de echar un vistazo a mi
entorno (y a algunos de mis nuevos amigos), creo cada palabra que me dicen.
Sin embargo, despertarse embarazada es un infierno especial.
No sólo ligeramente embarazada, tampoco. Tremenda, enorme, y aterradoramente
embarazada. ¿Considerando que acababa de empezar a salir con mi compañero de trabajo
Steven en la Tierra y ni siquiera habíamos dejado de besarnos? No es de él. Al menos, estoy
bastante segura de que no es de él. Pero ahora me pregunto sobre mi largo sueño. ¿Qué ha
pasado? ¿Me violaron? ¿Estaba despierta y alguien me robó los recuerdos de la vida que he
estado viviendo?
¿Qué me pasó en todo ese tiempo que estuve dormida?
A pesar de lo atemorizantes que son esos pensamientos, me siento un poco distante de
ellos. Debería estar entrando en pánico, pero no recuerdo nada de eso, así que eso ayuda a

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aliviar las cosas. Hay cosas más aterradoras en las que pensar... como si el bebé dentro de
mí es incluso humano.
Miro fijamente hacia las olas caóticas que chocan contra la orilla y pienso que se sienten
apropiadas para mis pensamientos. No son pacíficos ni reconfortantes. Chocan contra la
arena como si estuvieran enojados y cansados de toda esta mierda. Puedo identificarme.
Estoy cansada de toda esa mierda. Quiero respuestas, pero no las hay. Así que hago todo
lo posible para mantener la cabeza por encima del agua a medida que la situación se vuelve
cada vez más extraña.
Los pasos crujen en la arena detrás de mí, y miro por encima de mi hombro. El gran tipo
rojo está más cerca, como si se atreviera a acercarse lo suficiente para tener una
conversación. Eso es distinto. Por lo general, él y su hermano gemelo revolotean a una
distancia segura, siempre juntos, siempre observándome.
Me imaginé que aterrizaría en un planeta con unos tipos que tienen como fetiche a las
mujeres embarazadas. Nunca pensé que sería la mujer embarazada. Yo tampoco he
considerado tener hijos antes. Ahora parece que esa decisión ha sido tomada por mí. El
solo hecho de pensarlo me hace sentir frustrada una vez más por dentro, y miro fijamente
a las agitadas olas, que se revuelven. Si no puedo enfurecerme por fuera, dejaré que la playa
enfurezca por mí.
El hombre que está detrás de mí no se acerca más, ni siquiera cuando hago una pausa en
mi paseo y simplemente me quedo mirando el agua. Esto sucede todos los días. Nunca me
alejo demasiado de la hoguera principal y de la dispersión de las tiendas de campaña que
ahora es nuestro hogar, pero alguien me sigue de todos modos. ¿Qué, como si pensaran
que una mujer embarazada va a salir corriendo a la nieve y no va a volver nunca? Es
ridículo. Normalmente ignoro a mis guardias, pensando que uno de los grandes nativos
alienígenas azules, los sa-khui, le han pedido a alguien que me cuide.
Hoy, sin embargo, estoy de buen humor. Así que, en vez de ignorar a mi guardia, me doy la
vuelta, deslizo una mano bajo mi gigantesca barriga para estabilizarla, y me dirijo hacia él.
Inmediatamente se pone en pie desde su posición en cuclillas, y pienso por un momento
que va a retroceder unos pasos, como si hubiera algún tipo de límite invisible y tuviera que
permanecer a veinte pies de distancia a toda costa. Pero él no huye. Se pone de pie alto y
fuerte y pone las manos en las caderas, esperando pacientemente mientras me acerco.
No puedo evitar apreciar su forma. Estoy embarazada, sí, pero en mi cabeza, sigo siendo
una mujer de veinticinco años, libre de pretensiones, que disfruta de las citas y de todo lo
que la forma masculina tiene para ofrecer. Este tipo tiene una forma masculina
impresionante. Los dos gemelos rojos la tienen, naturalmente. Mide más de dos metros de
alto, aunque no tan locamente macizo como los sa-khui, y es lo suficientemente musculoso
como para poner celoso a cualquier hombre humano. Los brazos que cruza sobre su gran
pecho son enormes, y su piel de color rojo está salpicada de tatuajes de lenguas y símbolos
alienígenas que no reconozco. No le quitan su magnífica forma, o el hecho de que sus
abdominales de tableta de chocolate no tienen ombligo. Su hermano tampoco, así que
supongo que su ombligo está escondido en algún otro lugar de su cuerpo, o así no es como
su gente da a luz.

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Por supuesto, donde un ombligo pudiera estar escondido en su cuerpo es bastante limitado.
Lleva un taparrabos minúsculo y diminuto que básicamente no deja nada a la imaginación,
y yo tengo una imaginación fantástica. También tengo muy buena memoria, porque
recuerdo el primer día que él y su hermano se pavoneaban desnudos, y el tamaño de sus
muy bien dotados penes. Supongo que tiene sentido. Si vas a tener esclavos, no elegirías
unos con salchichitas. Elegirías a tipos guapos con chanchos enormes, que es por lo que
ahora estoy en este planeta con tipos que avergonzarían a las estrellas del porno.
Supongo que, como mujer embarazada, no debería estar pensando en esas cosas, pero aun
así lo hago.
Está buenísimo. Muy sexy. Ni siquiera la piel roja y carmesí es un elemento disuasorio. Sólo
resalta lo oscuro que es su cabello y esas cejas cortadas, y hace que él y su hermano se
vean francamente diabólicos.
No sonríe mientras me acerco, y estudio su cara, tratando de saber de qué gemelo se trata.
Tienen diferentes tatuajes, pero no les presto mucha atención. En cambio, recuerdo que
éste tiene los ojos un poco más separados, y su nariz es más plana y tiene una cicatriz en
ella, como si se hubiera roto una vez. Su boca también está un poco más rellena, por lo que
se parece a su hermano, pero también se parece a su propia persona si te tomas unos
minutos para estudiarle.
No me avergüenza admitir que he estado observando a este alienígena en particular,
bastante. Estar embarazada y no poder hacer otra cosa que andar de un lado a otro de la
playa le da a una chica mucho tiempo libre, y él es lo que más me gusta ver.
Levanto la mano hacia mis ojos, protegiendo mi mirada de la débil luz del sol. "Puedes
hablar conmigo, ya sabes. No muerdo"
Parece sorprendido. "Sé que no muerdes. Tus dientes son demasiado romos"
No puedo evitar sonreír ante eso. "Es un dicho humano. Básicamente lo que te estoy
diciendo es que no tienes que tener miedo de hablar conmigo. No seré mala contigo"
Asiente lentamente con la cabeza y luego se pone de pie, con un aspecto claramente
incómodo. "No quería molestarte"
"¿Entonces tal vez no deberías seguirme?" Sugiero, manteniendo mi voz ligera y cómoda.
"Lo haces todos los días, sabes. Tú y tu hermano. Es bastante evidente. Me propuse saludar.
Vordis, ¿verdad?"
De nuevo, parece totalmente asombrado. "Sabes mi nombre"
"¿Sí?" Ahora soy yo la desconcertada. ¿Por qué no iba a saber su nombre? Es un pequeño
grupo de personas y he recogido los nombres de todos, aunque no he compartido más que
unas pocas palabras con ellos aquí y allá. He prestado especial atención a los dos gemelos
rojos, porque han estado muy concentrados en mí. "Tú eres Vordis y tu hermano es Thrand,
¿verdad? ¿Dije eso correctamente?"
Él asiente con la cabeza. "Pero sabías que era yo"

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"Te ves diferente. Sólo un poco, pero me doy cuenta." Me doy golpecitos en la nariz,
indicando su cicatriz. "¿Te rompiste esto alguna vez?"
Una lenta sonrisa curva su boca, mostrando un toque de colmillo. Por alguna razón, esa
sonrisa me quita la respiración y me siento arder. Es la primera vez que le veo sonreír desde
que llegué, y Dios mío, me está haciendo revolotear en todas las partes que no deberían
estar revoloteando considerando lo embarazada que estoy. "Sí, en una batalla de arena.
Perdí. Mi amo estaba muy disgustado e hizo que otro a'ani me golpeara en la cara. Mi nariz
no se reconstruyó tan bien como podría haberlo hecho".
"Ah." Casi lamento haber preguntado, porque eso suena horrible. Trato de pensar en algo
que decir para romper la tensión, porque está claro que Vordis no es muy conversador. Sólo
me mira, su expresión ansiosa y ávida, como si estuviera esperando algo. "Soy Angie".
"Lo sé."
"Angie Campbell". Extiendo mi mano hacia él. "Diminutivo de Angelette, pero es un nombre
abominable y horrible, así que Angie está bien"
No me coge la mano, y está claro que no tiene ni idea de por qué la estoy sacando. Después
de un momento, inclina la cabeza hacia un lado y estudia mi mano. Eventualmente,
extiende la mano y toca la punta de un dedo. "¿Te duele... esto?"
Qué lindo. ¿Es por eso que cree que se lo estoy ocultando? Decido divertirme un poco. "Es
un saludo. Como este." Levanto la mano y espero. "Choca los cinco".
"¿Cinco qué?" Me parpadea, el hombre más guapo y confuso de la playa.
"Cinco dedos. Me das una palmada en la mano para saludar, así." Me golpeo la mano, y
luego la ofrezco de nuevo. "Choca los cinco. O cuatro, ya que sólo tienes cuatro". Como la
mayoría de los otros alienígenas que he visto, tiene tres dedos y un pulgar, y tiene colmillos.
Los humanos no tenían esos rasgos particulares, supongo, y puede que seamos los únicos.
Vordis me estudia, luego mi mano, luego lentamente estira la mano y golpea su palma
contra la mía en el choque más triste de todos los tiempos.
"Ahora, al otro lado", le digo, y bajo mi mano, sosteniéndola plana. Este es el juego de niños
más viejo de los libros, pero es nuevo para él. Me golpea la mano de nuevo, esta vez con
más fuerza. "En el agujero", continúo, haciendo un círculo con mis dedos. Cuando se
acerca, me escabullo, terminando la ronda. "¡Demasiado lento!"
Se congela, y luego se ríe a carcajadas. "¿Juegas haciéndome trampas, Angie?"
Dice mi nombre con un ligero movimiento de su lengua, casi como si lo estuviera
acariciando, y suena exótico y delicioso cuando lo hace. Decido que me encanta su risa y
necesito oírla más a menudo. "Es sólo un juego. Te he dado bien, ¿no es cierto?"
"Lo hiciste", admite Vordis, complacido. "¿Pero qué pasa si no soy demasiado lento y me
quedo con tu agujero?"

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"Uhhhhh....nada." Siento que mis mejillas se calientan porque eso sonaba sucio. Sucio,
sucio, sucio, y ahora estoy pensando en todo tipo de cosas equivocadas. "¿Por qué me
sigues, Vordis?"
Vuelve a mirar su mano una vez más, flexionando sus grandes dedos, antes de mirar la
playa. "Te estoy protegiendo"
No pregunto de dónde. Desde que llegamos aquí, he tenido claro que este lugar no es la
Tierra. Hace mucho frío, las criaturas son desagradables y peligrosas, y nada es similar.
Las montañas son más afiladas y escarpadas, el océano más violento, e incluso los pájaros
tienen dientes y parecen feroces. No me alejo del campamento porque no es seguro. No nado
porque veo cosas acechando en las aguas que me asustan muchísimo... bueno, eso y que
el agua está fría. Y estoy embarazada.
Pero no soy tonta. Sé que este lugar es peligroso. Y su respuesta es buena. Me pregunto si
se trata sólo de eso. "Bueno, puedes protegerme a mi lado en vez de unos pasos detrás de
mí, ya sabes"
"Yo... no quiero molestarte" Por un momento, parece indeciso. "Yo sólo sirvo"
"No me estás molestando." Ignoro el extraño comentario acerca de servir, porque
probablemente es un error de traducción de algún tipo. Cuando llegamos aquí, el alienígena
llamado Mardok nos dio a todos los dispositivos de traducción y nos permite hablar entre
nosotros. No es perfecto, y de vez en cuando te encuentras con una frase tonta que tienes
que fingir que no escuchaste para no incomodar a la otra persona. "Me vendría bien la
compañía".
Una vez más, hace una pausa. "Si lo deseas"
"Sí, lo deseo" Cuando no empieza inmediatamente hacia adelante, le doy mi sonrisa más
valiente. "Por favor".
Vuelve a asentir con la cabeza, como si estuviera inquieto, y luego se mueve a mi lado y
espera a que yo tome la iniciativa. Lo hago de nuevo, y miro discretamente a mi lado para
asegurarme de que se queda conmigo. Lo hace, y luego empezamos a caminar por la playa
de nuevo.
"Esto no se parece mucho a la playa de la Tierra", le admito, mirando las turbias aguas
verdes. "¿Es como las playas de tu mundo?"
"No lo sé"
Me vuelvo hacia Vordis, sorprendida. Me está observando de cerca, con esa mirada intensa
en su cara. "¿Qué quieres decir con que no lo sabes?"
Se encoge de hombros y luego extiende las manos. "Soy a'ani", me dice, como si eso lo
explicara todo.
"¿Nunca lo has visitado? ¿Nunca has visto una foto?" Cuando duda y luego niega con la
cabeza, cambio de táctica. Claramente me estoy entrometiendo en algo porque parece
incómodo. "En la Tierra, el agua es muy diferente. En algunos lugares, es azul grisáceo,
pero en otros es tan azul que parece el cielo".

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Mira hacia arriba, hacia el cielo grisáceo y nublado que hay sobre él.
Me río. "No este cielo. El de la Tierra. Es... bueno, es tan azul como tus ojos", señalo,
refiriéndome al resplandor azul brillante que viene de adentro. Es por el khui, el simbionte
que nos permite vivir en este planeta y no deja que el frío (y otras cosas) nos mate.
"Y tan azul como los tuyos", señala.
Toco mi sien, preguntándome cómo me veo con los ojos brillantes de un azul vivo. No hay
espejos aquí, y eso es probablemente algo bueno. "Sí, supongo que ahora todos tenemos los
ojos azules, ¿no?" Le sonrío y miro hacia atrás, hacia las aguas. "En cualquier caso, las
aguas son mucho más suaves en la Tierra. Las olas llegan casi pacíficamente, a menos que
haya tormenta, y los pájaros en la playa son pequeños". Apunto a una enorme criatura con
forma de cigüeña sobre zancos que deambula entre el agitado oleaje con sus largas patas.
Tiene un mortífero pico de tijera y no parece molesto por las olas brutales. Desde aquí, no
parece muy grande, pero sé que, si me acercara, se parecería más a Gran Pájaro que a un
flamenco. "No como ese. Pequeños. Del tamaño de una mano". Ahueco las manos. "Las
llamamos gaviotas. Y son muy agresivas, porque la gente les da las sobras y te atacan
pensando que les vas a dar obsequios".
Vordis sigue observándome, como si fuera mucho más fascinante que el océano mismo.
"Suenas como si conocieras bien ese lugar"
"Me encantaba ir a la playa todos los veranos. Era un pequeño paseo, pero merecía la pena".
Pienso en el sol y la arena, en los días que pasé bronceándome sobre una toalla en bikini y
relajándome con una piña colada. Esas son cosas que nunca podré volver a experimentar.
Y suspiro, porque el bebé en mi estómago patea y en este momento me siento fría, hinchada
y desdichada.
"Pareces triste. ¿Este lugar no es un buen lugar para que estés?" Vordis sigue
observándome. "Otros son muy felices porque significa libertad"
Eso tiene sentido, y me siento culpable. Sé que tiene que estar encantado de estar aquí. Sé
que para todos los hombres que fueron esclavizados, esto es libertad de los amos y rondas
interminables de escapar de la muerte en la batalla. Diablos, incluso algunas de las niñas
que fueron secuestradas de la Tierra se despertaron aquí y están encantadas. Verónica ha
sido cautivada por el gran pedazo dorado desde el primer día, así que estoy segura de que
le encanta esto. ¿Y Sam? Sam está prácticamente contenta de estar aquí, lo cual es un poco
extraño para mí y me hace preguntarme sobre su vida familiar. No soy quien, para
quejarme, porque estoy viva y sana. Pero... "No lo entenderías".
Gruñe. “Incluso si no lo hiciera, me gustaría escucharlo”
Le observo durante un momento, encontrándome con sus ojos. ¿Realmente quiere que
descargue? Lo dudo, porque sospecho que una vez que empiece a quejarme, nunca me
detendré. Cuando me indica con la mano que está esperando, le hago un gesto a mi enorme
barriga. "Este es un gran problema, para empezar"
Vordis asiente con la cabeza. "Es una sorpresa, ¿sí?"

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No puedo evitar reírme, porque "sorpresa" se siente como un eufemismo. "Se podría decir
que sí. Ya es bastante malo que haya sido secuestrada por extraterrestres y no sé qué pasó
entre entonces y ahora, y me he despertado en una fría bola de hielo de planeta con un
montón de extraños". Cuando él no interrumpe el flujo de palabras, sigo hablando cada vez
más rápido. "Nunca volveré a ver mi planeta natal, nunca experimentaré un día de verano,
nunca comeré otra pizza, nunca volveré a ver a mi novio, a mis padres o a mis amigos. Todo
eso me lo han quitado. Y porque estuve dormida por tanto tiempo, sé que debería estar
devastada al perderles, pero la parte de mi mente que procesa eso se siente un poco
embotada. Como si mi cerebro ya lo hubiera lamentado todo mientras dormía y estoy
enfadada porque ni siquiera pude hacer eso. Y....estoy embarazada. Soy la única que se ha
despertado embarazada, y no tengo ni idea de cómo o por qué ha ocurrido, si mi bebé va a
tener cuernos o una cola o incluso una cara humana o si esto va a ser como algo de la
película Alien".
Por supuesto, sólo pensar en eso me hace estremecer.
Gruñe, indicando que debo continuar.
¿Continuar? Dios, podría continuar todo el día. Separo mis manos sobre el montículo de
mi vientre, abriendo mis dedos. "Es mucho a lo que hay que acostumbrarse, y creo que me
iría bien si tuviera amigos en los que apoyarme, pero todo el mundo me trata como si
estuviera hecha de cristal. Nadie sabe qué decirme, así que todos andan de puntillas y me
hablan con voces dulces como si fuera a tener un ataque de nervios si alguien me pide que
le ayude en el campamento. Todo el mundo va a cazar y a aprender habilidades y a hacer
amigos y yo estoy sentada ahí en un tronco como si fuera el bulto más preñado del mundo".
Lo dejé salir todo con un suspiro de emoción. "¿Es suficiente para ti?"
"Sí." Asiente con la cabeza como si todo lo que le he lanzado fuera perfectamente sensato y
no se quejara en lo más mínimo. "Son muchos sentimientos. ¿Le has dicho a los demás que
eres infeliz?"
Niego con la cabeza y miro el agua, cansada. "No. Soy humana. No hablamos abiertamente
de cómo nos sentimos, sólo nos quejamos en privado. Además, ¿qué les diría? "¿Vosotros
no pensáis incluirme en el club? Eso sólo empeoraría las cosas".
"Si la amistad es la mayor falta que sientes," comienza lentamente, "entonces sería un honor
ser tu amigo."
Y se arrodilla frente a mí y se arrodilla.
Eek. Esta no es la primera vez que Vordis (o Thrand) se arrodilla frente a mí como si les
estuviera otorgando algún tipo de honor sin razón alguna. "Vordis, levántate, por favor."
Miro alrededor de la playa, esperando que nadie más lo haya visto. Otra figura roja aparece
en el horizonte, y mientras miro, el gemelo de Vordis comienza a correr en mi dirección.
Bueno, mierda. Hago un gesto a Vordis, queriendo que se levante. "Si sigues actuando así,
me voy a sentir más aislado que nunca."
"¿Por qué?" Se pone de pie, pero su expresión es confusa. "¿Por qué te aislaría si te
honrara?"
"Porque no haces lo mismo con todos los demás", digo desesperadamente.

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"Por supuesto que no. Tú eres a quien me dedico".

Espero que eso sólo signifique que está enamorado de una mujer embarazada. "Vale, bueno,
si quieres ser mi amigo, actúa normal, ¿de acuerdo? Eso me encantaría más que nada.
Bueno, casi cualquier cosa".
Él sonríe, sus ojos brillan. Se inclina y, por primera vez, veo que sus orejas son ligeramente
puntiagudas, como las de un duende. "¿Qué es lo que más quieres?"
"Estoy embarazada, ¿verdad?" Me acaricio la barriga. "Y siempre pensé que era una broma
que las mujeres embarazadas tuvieran antojos, pero ahora mismo, mataría por un pepinillo"
La expresión de Vordis se torna francamente sombría con determinación. "No digas más".
"¿Sobre qué?"
"Te cazaré este pepinillo", promete. Con otro asentimiento de cabeza, mira por la playa a
Thrand, que casi ha llegado. "Cuando me veas después, será con pepinillos"
Y se va caminando, volviendo al campamento.
Espero que no piense que va a encontrar un pepinillo allí. Por supuesto, si lo hace, le amaré
por siempre. Lo veo irse, un poco confundida y divertida al mismo tiempo. Hablar con
extraterrestres es... diferente. Mientras veo a Vordis pasar por Thrand, este último mira a
su hermano como si hubiera hecho algo malo. Vordis le ignora por completo, y eso me hace
preguntarme.
Me quedo donde estoy, y no me sorprende del todo cuando Thrand se aleja unos seis metros
y se pone en cuclillas, mirándome desde lejos como siempre lo hace.
"Sabes que puedes acercarte", le ofrezco, pero él sólo me mira fijamente. No dice ni una
palabra. No es igual que su gemelo, entonces.
Suspiro y vuelvo a mirar hacia el océano, observando cómo rompen las olas en la orilla
rocosa.

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Capítulo 2

VORDIS
Angie necesita un pepinillo.
Regreso al campamento, lleno de determinación. Sus palabras y su voz suave y gentil
todavía resuenan en mis oídos y estaré pensando en ellas y en ella durante muchos días.
Pienso en cómo me extendió la mano, a un mero clon, como si yo fuera su igual. Pienso en
su débil sonrisa, y en la forma en que se iluminaba de risa cuando yo era demasiado lento
para ir "al agujero". Es la primera vez que la oigo reír, y estoy encantado.
Soy el más afortunado de los a'ani al tener tal objetivo.
El campamento de playa no es muy atractivo. Me he quedado en mejores arenas y en
bodegas de naves mucho más lujosas, pero aquí no hay amos, y por eso me gusta más este
lugar. Angie también está aquí, y eso también lo hace mejor. Me detengo, escudriñando las
caras aquí para evaluar quién será el mejor para responder qué tipo de criatura es un
pepinillo, y cómo puedo cazar una. Sin embargo, a esta hora del día, el campamento está
casi vacío. Thrand y yo fuimos invitados a cazar con uno llamado Bek, pero me negué,
pretendiendo que mi pie estaba herido. Thrand inmediatamente dijo lo mismo, lo que hizo
que Bek frunciera el ceño con irritación. No nos creyó, pero tampoco presionó el asunto.
Me gusta la idea de cazar, pero tampoco quiero dejar a Angie sola. Thrand podría haber ido,
pero como siempre, sigue lo que hago.
Quiero encontrarlo irritante, pero lo entiendo. Somos clones. Nuestro propósito principal es
servir a una tarea específica, y esa tarea es proteger a Angie. Claro que Thrand piensa lo
mismo que yo. La caza, no importa lo agradable que sea, puede esperar, siempre y cuando
ella esté a salvo.
A veces desearía que nos dejara a ella y a mí solos. Somos a'ani, así que se supone que no
debemos pensar por nosotros mismos. Tenemos tareas y debemos seguirlas hasta que
estemos muertos o se implanten otras nuevas en nuestras mentes. Así es como siempre ha
sido. Creo, tal vez, que como clones, soy un duplicado defectuoso. Tengo... pensamientos.
No son los mismos pensamientos que Thrand.
Puede que sea el duplicado defectuoso, pero estoy bastante seguro de que soy yo. Me
desperté temprano esta mañana para poder pasar tiempo con Angie, sola, sin que Thrand
me hablara y me distrajera. Se enfadará cuando regrese, ¿pero cómo explicarlo? Se supone
que no debo estar celoso del tiempo que pasa en su compañía, y sin embargo me encuentro
apretando los dientes cada vez que se acerca a ella.

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Me lo repito a mí mismo, incluso mientras escudriño los rostros en el campamento. Nada

más que mujeres, todas ellas poco interesantes. No veo a la embarazada que es la cazadora,
sólo a la embarazada con pelo rojo y la cara moteada. Se sienta con dos hembras a un lado,
raspando las pieles que se estiran sobre los marcos. Su compañero, un macho de piel azul,
observa de cerca. Otras dos hembras humanas se sientan cerca del fuego, cosiendo. Sus
risitas se elevan en el aire, y noto que hablan más que cosen. Me dirijo a ellas, ya que
parecen menos ocupadas.
"Hembras", digo a modo de saludo. "Vuestra ayuda es necesaria"
Una con cabello castaño me frunce el ceño, mientras su amiga de pelo negro agacha la
cabeza y se ríe. "Tenemos nombres, chico rojo" Se señala a sí misma y luego a su amiga.
"Bridget. Flordeliza. Apréndelos, porque todo esto de ser mujer envejece rápido".
"Hola", dice la del nombre largo, la risitas.
"No me importan sus nombres", digo la verdad. "Estoy buscando un pepinillo. Decidme
donde pueda cazar a una criatura así"
La que se hace llamar Bridget me entrecierra los ojos y luego se mete un dedo en la oreja.
"Lo siento, ¿qué dijiste?"
Me irrita lo difícil que es hablar con ella. "Busco un pepinillo"
"¿Esto es algo sexual?", pregunta ella, confundida.
La otra sólo se pone a reírse más.
"¿Lo es?" Estoy conmocionado. ¿Angie me pidió que la atendiera y lo malinterpreté? Me
arrodillo, tambaleándome. Me agarro el pecho, escuchando el latido de mi corazón. Honrar
a un clon con tal petición....
Y la dejé con Thrand.
Un rugido de indignación gruñe desde mi garganta y vuelvo a ponerme de pie. Si él la ha
tocado...
Las hembras gritan, lanzando su costura hacia un lado y cayendo hacia atrás en sus
asientos. Antes de que pueda girar, el macho de piel azul me ataca y me tira al suelo, y
rodamos por la arena. Lo volteo expertamente y me pongo de pie, y el guerrero que hay en
mí se alegra de ver que él se recupera rápidamente, logrando volver a acuclillarse y gruñe
enseñando los dientes.
"No quiero pelear contigo", le digo. "En otro momento. Debo regresar a la playa antes de que
Thrand atienda a Angie".
"¿Él qué?" Alguien grita.
"¿Qué está pasando?" La hembra de vientre pesado y cabello rojo se pone de pie,
tambaleándose hacia adelante. "Rukh, Thrand, ¿qué estáis haciendo?"
"Ataca a las hembras", dice Rukh.
Resoplo. "¿Esas hembras? Yo no. No tienen ningún interés para mí en lo más mínimo"

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"Maldición, tío", dice Bridget, sentada muy erguida. Está cubierta por la arena de guijarros,
una expresión de asco en su cara. "¿Primero nos asustas y luego nos insultas? No estás
haciendo amigos por aquí"
"No me acerqué a ti para hacer amigos", replico, incluso mientras Rukh me rodea con recelo.
Sé que va a impedir que vuelva a la playa. "Tenía una pregunta..."
"Sobre los pepinillos", dice Flordeliza.
"¿Pepinillos?" pregunta la hembra pelirroja. "¿Qué tienen que ver los pepinillos?"
"¿Es una petición de placer sexual?" Aclaro, ya que parece saber lo que son los pepinillos.
"¿Qué?" Su mandíbula se cae. "Um, no. Thrand, creo que..."
"Vordis", corrijo bruscamente. No debería importar, porque como clon, respondo a "servidor"
o "A'ani" o "esclavo" o cualquier otra cosa que mi dueño me indique, pero aquí, ellos usan
mi nombre, y descubro que me he acostumbrado demasiado a él. Y a medida que pasan los
días, no me gusta que me confundan cada vez más con Thrand. "Thrand es el otro."
"Correcto. Lo siento." Hace una mueca como si le doliera. "Os parecéis mucho, pero
conseguiré hacerlo bien pronto. Vordis", enfatiza. "Un pepinillo es una comida. No es una
petición sexual".
Frunzo el ceño, mirando a Bridget, quien fue la que sugirió tal cosa. Sólo me mira de forma
confusa. Vacilo, y cuando la hembra pelirroja sigue mostrando una expresión paciente,
decido que la creo. Me muevo un poco hacia ella. "Estas mujeres tienen problemas
mentales, ¿entonces?"
"Jesucristo", dice Bridget.
"Vaya", añade Flordeliza. "Sólo.... guau"
"Vordis", continúa Harlow, y sigue adelante. Su pareja se pone de lado, pero ella levanta la
mano para indicar que está bien. Se pone a mi lado y me sonríe con paciencia, ignorando
el hecho de que todo el mundo nos mira fijamente. "A veces la jerga humana es difícil de
seguir. Sé que puede ser confuso. Te diré algo, si tienes una pregunta sobre algo, ¿por qué
no vienes a preguntarme? Me aseguraré de que se explique correctamente. Las chicas son
nuevas en este planeta y en el trato con extraterrestres, así que puede que no lo entiendan
cuando les pidas aclaraciones".
Así que están mentalmente impedidas. Asiento con la cabeza, mis sospechas confirmadas.
"Deseo cazar un pepinillo para Angie", le digo. "Dime dónde puedo matar a esa bestia."
"Este hombre es demasiado", susurra Flordeliza.
"Angie puede tenerlo muy jodido", añade Bridget, más fuerte.
"Señoras, por favor", interrumpe Harlow, lanzándoles una mirada severa. "Todo es sólo un
malentendido. Estoy segura de que Vordis no quería herir tus sentimientos. ¿Verdad?"
Asiento con la cabeza magnánimamente. "No tenía idea de que sois lenta en aprender"
"Esperad", grita Harlow. "No..."

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"Sí, voy a recoger mis cosas y me voy", dice Bridget, interrumpiendo. "Vamos, Flor. Vamos
a buscar un minibus".
Flordeliza sólo gime y las dos mujeres se van, desempolvando sus ropas con las manos.
Me vuelvo hacia la hembra pelirroja y veo que está pellizcando una zona entre sus cejas
como si le doliera. "Dime qué clase de criatura es este pepinillo para que pueda cazarlo",
vuelvo a empezar. "Deseo complacer a Angie".
"No puedes cazar un pepinillo", me dice pacientemente.
Espero a que me lo explique, y mientras lo hago, pienso en nuestra conversación. En su
petición de comer pepinillos. En su ofrecimiento de mano y en que fui demasiado lento. "Si
no puedo cazar un pepinillo, dime cómo ser lo suficientemente rápido para entrar en su
agujero”
Harlow me mira fijamente, sus ojos tan abiertos que parecen piscinas azules. Ella toma mi
brazo y mete su mano en él. "Tú y yo vamos a dar un paseo y vas a tener que explicarme
lentamente a qué te refieres. Muy, muy lentamente. Porque estoy bastante segura de que
estoy malinterpretando”


POCO TIEMPO DESPUÉS, Harlow y yo regresamos a la playa, sin pepinillos en la mano.
Estoy muy decepcionado por esto, ya que parece que los "pepinillos" son un alimento de la
Tierra que no se encuentra aquí. Harlow ha dejado claro que se estaba burlando de mí con
su agujero, y que los pepinillos no existen aquí. Sólo puedo concluir que Angie quería
enviarme a una misión tonta. Mi orgullo está herido de que ella hiciera algo así y decidiera
pasar su tiempo con Thrand.
Pero cuando vuelvo a la playa, está vacía y Thrand camina por la orilla, recogiendo leña en
su lugar. Corro a su lado, disgustado. "¿Dónde está Angie?"
"Ha vuelto a su cueva", dice encogiéndose de hombros. "Si está en el campamento, no
necesita que la vigilen. Somos libres de hacer lo que queramos." Thrand estudia un trozo
de madera y luego lo prueba con un columpio. "¿Cree que esto sería un palo aceptable?"
"Si no se astilla, entonces sí" Crucé mis brazos sobre mi pecho. "Ella... ¿te pidió algo?"
Thrand parece aburrido, moviendo el palo de nuevo. "Trató de hablar conmigo, pero
respetuosamente mantuve las distancias".
Gruño. No sé si eso es bueno o malo. Al menos no está con ella, hablando con ella.
Consiguiendo sus sonrisas. Un destello de celos me apuñala y lo ignoro. Debo ignorarlo.
Soy a'ani. Thrand es mi hermano clon. Debería estar encantado de prestarle ayuda en lugar
de querer empujarle al agua. "Yo... creo que veré si hay que cazar con redes", digo después
de un momento. "Deseo traerle a Angie algo fresco para comer." Si no puedo llevarle un
pepinillo, tal vez pueda llevarle algo más que la haga sonreír.
"Una buena idea, hermano", dice Thrand, y echa a un lado su brazo lleno de madera. "Me
uniré a ti."

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Lucho contra la irritación que se despierta. Ambos estamos dedicados a su seguridad. Nada
más. Una cosa así no me debería causar molestias bajo la piel como un erizo, pero cuando
pienso en Angie sonriéndole, quiero tomar ese palo y romperlo sobre mi rodilla.
Entonces, me avergüenzo de mí mismo por pensar tal cosa. Esto... no funcionará. Soy a'ani.
Estoy hecho para servir, no para ser independiente. Si mis amos se enteraban de tal cosa,
me llevaban a la enfermería y me limpiaban la mente de cualquier rasgo de personalidad
maligno o no deseado para que yo pudiera servir mejor.
Pero....no hay amos aquí. Y me quedo con los celos royendo mis tripas y una sensación de
inquietud en mis huesos.
Angie me alejó. Me hizo un mandado tonto para que la dejara en paz. Está claro que para
ella soy una a'ani más, una persona que no es realmente una persona y que no cuenta.



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Capítulo 3

ANGIE
Al día siguiente, después de recoger mi desayuno, salgo a dar mi paseo habitual por la
playa. Reviso detrás de mí repetidamente, esperando ver un destello de piel roja y brillante.
Se siente un poco como un enamoramiento tonto, pero no puede ser eso, porque estoy
embarazada. Estoy bastante segura de que mis hormonas están fuera de los límites hasta
que llegue este bebé.
Es que quiero un amigo, me digo a mí misma. Sólo un amigo, y Vordis es agradable y le
gusta mi cursi sentido del humor. Nada más. Cojo mi bastón de siempre para andar y
hurgar en las cosas de la playa. Hay una clara falta de conchas aquí -cualquier vida salvaje
que esté en el océano, no hace mucho con las conchas, al parecer. O tal vez tienen cartílagos
duros como los sa-khui. O tal vez algo en las profundidades está comiendo cosas antes de
que las conchas puedan flotar hasta la superficie. Sea lo que sea, nunca hay mucho que
encontrar en la playa aparte de la madera, lo cual es un poco deprimente. Golpeo una bola
redonda que parece una semilla enorme, pero el suelo está demasiado lejos para que yo
pueda agacharme y recogerla. La vuelvo a meter en las olas y me estremezco cuando algo
la rompe inmediatamente.
Mirando a mi alrededor, veo una figura caminando detrás de mí. Sólo uno de los gemelos
rojos, y mi corazón se salta un latido excitado. Me detengo, esperando a ver si va a venir a
hablar conmigo. También saludo con la mano porque estoy sola y aburrida y me encantaría
volver a hablar con Vordis. Apuesto a que nunca ha oído un chiste, y yo tengo un millón de
ellos. Me encanta el pensamiento, porque no puedo esperar a ver su reacción. Quiero verle
sonreír de nuevo.
Pero no se acerca más, y cuando está a una distancia segura, se pone en cuclillas,
esperando, como siempre hace. No reconoce mi saludo.
Raro. Quizá sea Thrand, entonces. Le estudio, tratando de hablar. Podría jurar que es
Vordis, sólo porque el lenguaje corporal es ligeramente diferente. Vordis es más controlado,
mientras que Thrand es más rápido, sus movimientos son más bruscos como si estuviera
impaciente con su cuerpo por no ser tan rápido como él quiere que ser. Pero... tal vez me
equivoque. Pienso por un minuto, y luego giro, yendo en su dirección. Si es Thrand,
intentaré ser su amiga de nuevo. A medida que me acerco, sin embargo, está claro que es
Vordis. Reconozco su nariz, la cicatriz allí, y el par de sus ojos.
"¿No te sientes amigable hoy?" Pregunto, sonriendo para ocultar mi confusión.
"No quería molestarte" Su expresión no es acogedora en lo más mínimo.

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"¿Molestarme? Pensé que nos estábamos haciendo amigos". Me siento confusa.

"No tienes que hablar conmigo, Angie. Mantendré las distancias y no hablaré contigo a
menos que necesites algo". Vordis me hace un pequeño y sombrío asentimiento. "Te
protegeré de cualquier manera. Es mi propósito"
Muevo la cabeza un poco. "Estoy confusa, Vordis. ¿Dije algo que te ofendiera de alguna
manera?"
"No puedes ofenderme. Soy un a'ani'".
Suspiro, porque la mirada en su cara me dice que la conversación ha terminado, y no sé
por qué estoy siendo rechazada de esta manera, pero apesta. "Bueno, lo siento si hice algo
que te molestó", digo en voz baja. "No era mi intención. Si te arrojé demasiado ayer, lo
entiendo". Me froto el vientre con un movimiento ausente. "A veces es agradable hablar con
alguien, ¿sabes? Y nadie parece tener prisa por hablar conmigo".
Vordis duda, como si estuviera pesando algo. Después de un momento, dice, "Las otras
mujeres te hablan".
"No, la mayoría de las veces hablan a mi alrededor. O me preguntan cómo me siento, y si el
bebé pateó." Pongo los ojos en blanco. "No soy Angie. Soy un vientre andante que no saben
cómo manejar. Ya no tengo conversaciones reales con la gente. Me tratan como un problema
o como si estuviera hecha de vidrio, no como si fuera una persona. Pero está todo bien. No
estoy tratando de descargar mis problemas en ti" Sonrío alegremente para ocultar el hecho
de que ahora me siento más sola que nunca. Estoy siendo rechazada, de alguna manera, y
ni siquiera sé lo que hice.
Él considera esto, y luego pregunta: "¿Quieres que les pida que te hablen?"
"Eso anula el propósito de las cosas, ¿no es así? No, sólo quiero que la gente me hable
porque quieren oír lo que tengo que decir. Para tener amigos. Eso es todo." Me encogí de
hombros. "Pero ahora te dejaré en paz". Me doy la vuelta y empiezo a caminar por la playa
de nuevo, sintiéndome estúpidamente herida. Ayer fue sólo una breve conversación, pero
no puedo dejar de pensar que de alguna manera le he ofendido y que ahora me está
manteniendo a distancia de nuevo. Miro la arena sin verla, caminando.
-...y aúlla cuando ruede mi tobillo sobre otra de las semillas del tamaño de un aguacate.
Me caigo a la arena, desgarbada y torpe, y me caigo de espaldas, el cielo se inclina sobre
mí.
Parpadeo por un momento, con miedo de moverme. El miedo me atraviesa. ¿He hecho daño
al bebé? Pero después de un momento, nada parece estar mal, sólo un tobillo palpitante,
un trasero dolorido, y mucho, mucho orgullo herido. ¿Pensaba que era imposible sentirme
más torpe de lo que ya me siento? Claramente el universo está poniendo a prueba mis
límites.
"¡Angie!" Las manos grandes me levantan, y un momento después, antes de que pueda
procesar, me arrojan al aire con los brazos fuertes y me colocan contra un pecho de color
rojo brillante. "Te has hecho daño a ti misma..."

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"No, estoy bien. Va todo bien," le prometo, palmeando su hombro desnudo. Incluso ese
pequeño gesto se siente incómodo, porque ¿qué pasa si no le gusta que le toquen? Sin
embargo, no se asusta. "Nada de heridas. No estoy acostumbrada a ser tan grande. Me torcí
el tobillo y perdí el equilibrio".
"¿Necesitas sanación?"
"Sólo mi orgullo".
Se ríe, se sorprende y me mira por lo que parece la primera vez hoy. Nuestros ojos se
encuentran y luego se vuelve incómodo. Me hace un gesto con la cabeza, su risa desaparece,
y luego asiente en el campamento. "Te llevaré de vuelta allí para que puedas descansar tu
tobillo"
"No tienes que hacerlo", le dije, preocupada. "Estoy enorme y pesada ahora mismo..."
"No, no lo estás. Llevas un niño y tu cuerpo se ha adaptado a eso, pero no eres enorme,
Angie". Me mira de nuevo y podría jurar que sus ojos están más calientes que antes, y esta
vez mi sonrisa es genuina en lugar de compungida.
Por extraño que parezca, quiero preguntarle si me encuentra guapa. Pero es una mala idea.
"¿Dónde está tu hermano esta mañana?"
Prácticamente puedo sentir que se pone rígido contra mí y me doy cuenta de que fue un
error decir eso. Mira hacia otro lado, con la mandíbula apretada, y sé que le he ofendido de
nuevo. De alguna manera. "Te sentaré junto al fuego", me dice Vordis.
"De acuerdo". No digo nada más. Estoy tratando de pensar en cómo disculparme, cómo
hacer que vuelva a ser mi amigo mientras sigo arruinando las cosas. Necesito hablar con
alguien que conozca a los extraterrestres para saber qué he hecho mal. Aunque Vordis no
quiera ser mi amigo, no quiero que me odie.
Me siento desdichada ante ese pensamiento.


DESPUÉS QUE VORDIS ME DEPOSITA FRENTE AL FUEGO, me examina tiernamente para
ver si tengo alguna herida y sus dedos me pasan por encima de los tobillos. Probablemente
es bueno que lo haya comprobado, ya que ya no puedo verlos. Mi gran barriga se interpone
en el camino. Cuando queda satisfecho de que estoy completo, me asiente con la cabeza y
desaparece, dirigiéndose a hacer lo que sea que hace cuando no me está acechando. Lo veo
marcharse, desconcertado. Es como si no quisiera estar cerca de mí, lo cual es extraño, ya
que estoy bastante segura de que nadie le ha asignado para que sea mi guardaespaldas.
Confundida, tomo el tazón de comida que una mujer rubia llamada Raven me pone en las
manos con una tímida sonrisa. No habla mucho con nadie, excepto para asentir con la
cabeza sobre su nombre mal emparejado. "Padres hippies" es todo lo que dice, como si eso
lo explicara todo. Y luego siempre encuentra la manera de escabullirse antes de que la
conversación se convierta en algo más profundo. Todos tenemos nuestras peculiaridades,
por supuesto, así que no me entrometo.

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Estoy perdida en mis pensamientos mientras como, mentalmente, reproduciendo todas las
cosas que le dije a Vordis que podrían haber sido malinterpretadas. Cuando lo dejé esa
tarde, sin embargo, estaba sonriendo y contento. Fue a buscarme un maldito pepinillo, dijo.
Y la siguiente vez que lo vi... era diferente. Reservado. Algo no cuadra. Termino mi comida,
enjuago mi tazón antes de devolvérselo y pruebo mi tobillo adolorido. Parece que está bien,
así que doy un paseo por el campamento, estudiando las caras.
Doblo una esquina y veo a Vordis y Thrand de pie con el líder, Vektal, mientras él explica
algo, envolviendo una cuerda alrededor de una punta de lanza. Tienen los brazos cruzados
y una postura de piernas abiertas que es idéntica, pero aún así puedo distinguir
inmediatamente cuál de ellos es Vordis. Él también me mira, pero yo sigo caminando, sin
querer interrumpir una lección. Callie y Devi están sentadas cerca, remendando redes, sus
cabezas juntas mientras charlan y se sientan frente a un Cashol que trabaja pacientemente.
Tia está siguiendo a Harlow, y Steph, Sam y Hannah están trabajando en el ajuste de una
de las tiendas. Liz llevó a Penny, Nadine, Bridget y Flordeliza a una clase de flora y fauna
con su pareja, Raahosh. También hay otros alrededor del campamento, pero todos parecen
ocupados. Odio interrumpir.
Me dirijo a la cueva, en cambio. Tal vez duerma una siesta. Una agradable y tranquilizadora
siesta. Eso es lo que hacen las mujeres embarazadas, ¿no? Entro y, al hacerlo, me
sorprende inmediatamente lo oscuro que está. Cuando llegamos aquí por primera vez, me
sentí aliviada de que las chicas nos quedáramos en las cuevas, mientras que los hombres
y los sa-khui se quedaban en tiendas de campaña. Una cueva me parecía más bien una
casa, así que me consideré afortunada cuando me dieron una habitación propia para poder
tener privacidad. Embarazada, ya sabes. Debe ser tratada de manera especial.
Pero no contaba con lo fría que se pondría una cueva de piedra por la noche, ni con lo duro
que sería para mí. No contaba con lo oscuro que estaría, o lo húmeda que sería cuando el
tiempo cambiara, y el tiempo siempre parece estar cambiando.
Más que nada, mi cueva es solitaria. Estoy en la parte trasera del conjunto, y todas las
demás están apiladas como cachorros, más o menos. Las he visto compartiendo fogatas
pequeñas o acurrucando sus pieles como si fuera una gran fiesta de pijamas. Me hace sentir
más excluida que nunca.
Nunca me ha molestado no estar incluida antes, pero todo es diferente en este planeta.
Incluso mi cuerpo. Puse una mano en mi vientre y el bebé patea en respuesta. Yo tampoco
sé qué pensar al respecto, así que trato de no hacerlo. Tal vez esa sea la táctica equivocada,
pero es todo lo que tengo en este momento.
"Ho, Ann-shee", grita una voz femenina excitada, resonando en las paredes de la cueva.
"Har-loh dijo que podrías necesitar más almohadas, así que te traje las mías." Farli se mete
en mi cueva, todo sonrisas.
No puedo evitar sonreír. Es alta, hermosa y delgada... y la única mujer sa-khui que he visto.
Comparada con los hombres, es ágil y musculosa donde ellos son robustos y brutales, pero
es de un hermoso azul como ellos, y su cabello negro brillante está repleto de plumas y
trenzas pequeñas y decorativas. También está vestida como los otros hombres sa-khui, lo
que significa que no lleva mucho puesto. Hoy tiene un collar y un taparrabos, y eso es todo.

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Por supuesto, si me pareciera a ella, probablemente me vestiría igual.

"Hola Farli. Más almohadas sería maravilloso. Muchísimas gracias". Me froto la parte baja
de la espalda. "Pero no quiero acapararlas".
"¿Akpha-rar?", pregunta ella, su expresión interrogativa. "¿Qué es eso?"
"Llevármelas todas", le explico. "Ser avariciosa. Puedo compartir"
"Llevas un kit", dice, como si eso lo explicara todo, y extiende la mano para acariciar mi
vientre. "Además, apoyo mi cabeza en el pecho de Mardok cuando duermo. Es toda la
almohada que necesito... y dice que no le importa que babee." Ella se ríe, con una mirada
de placer en su cara cuando menciona a su pareja.
Mardok. Por supuesto. El compañero de Farli es diferente a otros sa-khui. He aprendido en
los últimos tiempos que aunque la mayoría de los "nativos" (o "bárbaros" como le gusta
llamarles a Liz) descienden de un pueblo que se estrelló aquí hace mucho tiempo. La nave
de Mardok les visitó hace unos meses y resonó en Farli, así que se quedó con ella. Es de
otro mundo lleno de gente azul, así que apuesto a que está familiarizado con el espacio
exterior y todos los extraterrestres que hay en él. "Oye, Farli, ¿está tu compañero en el
campamento?"
"Oh, sí. Trabaja en las pequeñas cosas de metal que sacó de la nave. Dice que si tiene
tiempo y paciencia, puede hacer cosas que necesitamos, como más traductores". Se encoge
de hombros simplemente, y luego una lenta sonrisa curva su boca. "Estoy contenta de poder
estar cerca de él durante todo el día, aunque pronto tendré que ir a cazar. Necesita trabajar
sin distraerse".
Y se ríe como la colegiala más traviesa, lo que me hace reír a mí también.
"¿Puedo hablar con él?"
"Por supuesto." Me toma del brazo. "Ven a mi tienda. Nos sentaremos y beberemos té y
podrás hacerle tus preguntas. ¿Sí?"
La tienda de Farli está desordenada. Además de pieles y cestas semi-tejidas en todas partes,
Mardok tiene lo que parecen piezas de ordenador y varios trozos de metal en pilas por todas
partes. Se sienta en una esquina, con una lámpara de cabeza que debe haber cogido de la
nave atada a un cuerno, proporcionando luz mientras utiliza una herramienta para
arrancar con cuidado un componente libre de una placa de circuito y colocarlo
cuidadosamente en la ranura de otra. Farli y yo nos quedamos calladas hasta que termina,
e incluso contengo la respiración, sólo un poco, porque no quiero distraerle. Si se equivoca,
no es como si hubiera un sustituto en ningún lado. Pero cuando termina, nos mira y apaga
la luz. "Angie, ¿verdad?"
Asiento con la cabeza. "Me preguntaba si tienes un momento"
"Por supuesto", responde Mardok, dejando de lado su trabajo.
Farli me da palmaditas en el brazo. "Espera aquí. Te conseguiré algo cómodo para que te
sientes".

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Vacilo, preguntándome cuál es la mejor manera de empezar. "No eres de aquí, ¿verdad?"
Decido jugar de forma informal. O intentarlo, de todos modos. Un momento después, Farli
arrastra una almohada llena al lado del fuego y la acaricia, indicando que debo sentarme.
Ugh. Una de las cosas que he aprendido desde que me desperté embarazada es que mi
cuerpo ya no actúa como antes. Me las arreglo para bajar a la almohada, pero no es tan
cómodo. Cruzo las piernas delante de mí e inclino ligeramente hacia adelante para
mantener el equilibrio, pero sé que voy a necesitar ayuda para levantarme. Las cosas de
una en una, supongo.
"¿Yo? No." Su boca se convierte en una sonrisa de diversión. "¿Qué lo ha delatado? ¿Los
tatuajes? ¿El brazo? ¿Los cuernos?"
Me siento ridícula, porque le miro y me doy cuenta de que aparte de la piel azul, realmente
no se parece en nada a Farli y a su gente. Es incluso más alto que ellos. También noto por
primera vez que uno de sus brazos es un poco más claro que los otros, pero no pregunto.
Mi coxis ya está latiendo y no quiero quedarme aquí sentada más tiempo del necesario. "Me
preguntaba qué sabías de los chicos rojos. Los gemelos".
"¿Los a'ani? No sé mucho", admite, dejando de lado sus componentes.
"A'ani", me hago eco. "¿Eso es lo que son?"
"Así se llama su raza", dice Mardok mientras Farli se sienta a mi lado con su elegante gracia.
Su mirada se desliza hacia ella de una manera casi acariciante, y luego se centra en mí una
vez más. "¿Por qué? ¿Te están molestando?"
"Oh, no", digo rápidamente. "Han sido muy amables"
"También han sido muy evidentes", dice Mardok. "Todos se han dado cuenta de que ambos
están obsesionados contigo. Tienes que decirnos si se están convirtiendo en un problema".
"No queremos que nadie se sienta incómodo", añade Farli, observándome. "Sabemos que
todo esto es nuevo para ti y es mucho que asimilar."
"No, en serio. Han sido muy dulces y nada más que caballeros perfectos, lo prometo". No
vine aquí para meterlos en problemas, y ahora me siento fatal. "Sólo quería saber más sobre
su raza en particular. Su cultura. Cómo piensan. Estaba hablando con Vordis el otro día,
y me preocupa que le ofendiera, porque ahora no quiere hablar conmigo".
"¿Cómo piensan?" Mardok se ríe y se encoge de hombros. "Quién sabe cómo piensan los
clones."
Mi mandíbula se cae. "¿Son clones?"
"Creía que lo sabías. Se parecen" Sacude un poco la cabeza. "Es culpa mía. Estoy asumiendo
demasiado, porque pensé que todos lo sabíais. Todos los a'ani son clones. Es una raza vieja,
extinta desde hace mucho tiempo. La historia es que su planeta estaba demasiado cerca de
una estrella que se convirtió en supernova y los únicos que quedan son clones. Son todos
clones de sí mismos, todos con la misma estructura genética. Se usan principalmente para
propósitos funcionales - he oído hablar de señores que tienen mansiones llenas de esclavos
a'ani para hacer su trabajo, o minas llenas de ellos porque son mano de obra barata. Les

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he visto en las arenas, aunque normalmente se utilizan como forraje para el espectáculo
principal. Y he oído hablar de los ejércitos de a'ani que se usan en la guerra porque son
prescindibles".
Lo miro con horror. "Eso es... horrible”
"Lo es, ¿verdad? Hay un gran universo ahí fuera, pero no uno amable". Mardok coge uno
de los componentes, como si no pudiera dejar de preocuparse por él, y lo voltea en sus
manos. "Pensé que echaría de menos la tecnología si me quedaba aquí, pero ahora pienso
que Farli me ha salvado en más de un sentido" Levanta la vista del componente y sonríe a
su compañera. "Hay algo puro y sano en este lugar. Es una forma de vida dura, pero no
mala".
Trago con fuerza, pensando en Vordis y Thrand. Sobre todo en Vordis. "¿Así que crees que
fueron criados para ser gladiadores? ¿Los a'ani?" No los llamaré clones. Eso implica que no
son personas, de alguna manera, sólo cosas. Y definitivamente son personas para mí.
"Supongo que sí. Todos los esclavos que rescatamos parecían ser gladiadores. Es común
que sean comprados y vendidos en el mercado negro, como, ah, las esclavas humanas" Se
aclara la garganta educadamente.
"¿Entonces tal vez están interesados en mí por el bebé?" Me froto la barriga. "¿Es posible
que no hayan visto a una mujer embarazada antes?" No puede ser que sólo estén
interesados en mí porque soy humana. Thrand no me hablará a menos que le haga una
pregunta directa. Vordis es mucho más amistoso, o mejor dicho, lo era. Y hay muchas
humanas en esta playa. En realidad, ahora que lo pienso, tanto Liz como Harlow están
extremadamente embarazadas, y los dos a'ani tampoco han estado excesivamente atentos
a ellas. "Pero eso no explica por qué soy la única en la que se centran"
"Es difícil de decir." Mardok me vigila de cerca. "Sabes que no tienen sus propias
personalidades, ¿verdad?"
Me sorprende oír eso. "¿No lo hacen?"
"Como dije, son clones. Podría ser que ambos estén fascinados contigo por alguna razón
desconocida y porque piensan igual, es por eso que ambos te siguen".
Tiene sentido... y sin embargo tampoco lo tiene. ¿No tener sus propias personalidades?
Pienso en Vordis y Thrand. Cómo puedo distinguirlos simplemente por su lenguaje corporal.
Oh, claro, tienen algunos gestos que son iguales, y cuando uno tiene una idea, el otro salta
a sus pies al mismo tiempo. Pero... Thrand es todo energía rápida e impulsiva. Vordis es
diferente.
Vordis me sonrió y se rió de mis chistes.
No siento que sean iguales, pero no contradigo a Mardok. Él es el experto. "Ya veo."
"¿Estás segura de que no te están molestando?"
Le muestro una sonrisa tranquilizadora. "En absoluto. El otro día estaba hablando con
Vordis y pensé que habíamos tenido una buena conversación, pero al día siguiente me

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ignoró como si hubiera hecho algo malo. Me preocupaba que hubiera algún tipo de falta de
comunicación cultural o un límite que hubiera sobrepasado".
Mardok y Farli intercambian una mirada.
"Tú.... no has resonado, ¿verdad?" pregunta Farli, con la mano sobre el pecho. Incluso
ahora, oigo un suave y feliz ronroneo de ella y de Mardok. "¿Ninguno de los dos canta
cuando estás cerca?"
"No, nada de eso" Me acaricio la barriga cuando el bebé da un pequeño salto mortal. "No
hay vacantes en el hotel, ¿sabes?"
"La resonancia puede ocurrir incluso si uno de los miembros de la pareja aún no tiene un
khui", me dice Farli. "Nos pasó a mí y a Mardok de esta manera. Vektal y Shorshie también.
Tal vez uno de ellos te ha resonado y trata de ocultarlo". Ella extiende la mano y toca mi
mano. "Si se vuelven demasiado agresivos contigo, ven a mí. O a Mardok. O a cualquiera
de los sa-khui. Te protegeremos si te hacen sentir incómoda".
"No me siento incómoda", vuelvo a protestar.
"No queremos otro Gren", afirma Mardok, y yo me quedo callada. Pienso en la pobre Willa,
que fue secuestrada por la bestia. También era un gladiador, ¿no? Y Verónica desapareció
con Ashtar. Tal vez estoy siendo demasiado indulgente. ¿Quizás los gladiadores son
peligrosos y yo no lo veo?
Pero eso no se siente correcto para mí. Asiento con la cabeza, porque ellos son los expertos,
no yo. "Tendré cuidado, lo prometo”



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Capítulo 4

VORDIS
Echa un vistazo conmigo, hermano -exige Thrand, dándole a mi brazo un empujón en plan
afable. "No puedes sentarte y mirar fijamente toda la mañana. Tu cuerpo necesita ejercicio".
Hago lo mejor que puedo para ignorarle, masticando un puñado de carne recién ahumada
mientras miro fijamente hacia adelante desde mi asiento en las rocas. Mordisqueo una parte
difícil y le digo: "Estoy ocupado. Déjame en paz"
"¿Ocupado mirando a la hembra?" Thrand me bufa y me codea de nuevo antes de enganchar
un poco de mi comida y arrojársela a la boca. "Ella está a salvo. Mírala"
Lo hago. La miro todo el tiempo.
Hoy, el tiempo es horrible. Es frío y helado, los cielos nublados y sin luz solar. El hielo
golpea desde el cielo como lluvia ruidosa, empedrando la playa con su caída y haciendo que
las hembras humanas se acurruquen cerca del fuego bajo. Me siento a corta distancia,
llevando una de las largas túnicas cubiertas de pieles para calentar mi carne. Angie está
allí con ellas, bebiendo un tazón de caldo caliente y luciendo triste. Incluso entre las otras
hembras, parece estar sola. No hablan con ella, lo que es extraño. Son amables y educadas
cuando hablan, pero nadie la incluye y es evidente por su cara que ella lo siente.
Así que observo, como y frunzo el ceño a las hembras mientras trato de pensar en maneras
en que puedo forzarlas a hablar con ella. Tal vez encuentre algo delicioso para comer en la
orilla y se lo devuelva con una gran floritura de mis manos. Ella tendrá la mejor comida y
no tendrán más remedio que rogarle su favor. Por supuesto, este plan implica que yo deje
su lado para ir a buscar algo para cazar, así que trato de pensar en una alternativa.
Sigo pensando y mirando fijamente al círculo de gente alrededor del fuego cuando Thrand
me empuja de nuevo. Tiene una energía inquieta, como siempre, y le hago una mueca.
"Déjame en paz"
"Deberíamos entrenar", dice de nuevo. "Debes estar preparado para luchar en todo
momento."
"¿Por qué? Aquí no hay arena, no hay juegos." No hay nada de lo familiar en esta tierra, ni
siquiera una ciudad. Me gusta el paisaje desolado y abierto de nuestra nueva casa, por más
que sea completamente ajeno a mí. Aquí no hay amos ni reglas para los gladiadores ni para
los a'anis. Es perfecto, un paraíso de libertad.
Thrand resopla. "Pueden decir que no hay arena, pero deseo estar preparado. Podría ser
una mentira para obligarnos a bajar la guardia". Golpea con un puño el aire a mi lado, su

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expresión sospechosa. "¿Qué mejor manera de engañarnos que haciéndonos creer que
somos libres?"
No está equivocado. Tales cosas han sucedido antes, aunque no a nosotros. Thrand podría
tener razón al no confiar en estos rostros sonrientes y en estas bonitas hembras, al verlo
como una trampa. Casi parece demasiado bueno para ser verdad, la falta de gente aquí, las
montañas nevadas y la extensión abierta de la playa. No debo ponerme demasiado cómodo,
porque no puedo evitar la sensación de que algún día todo esto pueda ser arrancado.
Sin embargo, si se me va a quitar, quiero usar mi tiempo libre de una manera que me guste.
"Vete", le digo a Thrand otra vez. "Deseo pasar el día mirando a Angie."
Una vez ella ha mirado en mi dirección y me sonrió. Asentí con la cabeza para hacerle saber
que era consciente de su atención, pero no me levanté. Si ella no quiere mi compañía, no
la forzaré. Angie se queda junto al fuego con las otras hembras, sorbiendo el caldo y
escuchando sus conversaciones. Su expresión todavía parece... triste. Remota. Me molesta
que esté tan melancólica. Quiero arreglarlo, pero no sé cómo. Los pepinillos no son una
opción. ¿Quizás otra bofetada? Aprieto mi puño, como si pudiera sentir su pequeña y suave
mano tocando la mía de nuevo.
"Si no quieres pelear, me uniré a ti", dice Thrand, y da un empujón a mi lado. "Muévete y
comparte tu roca"
Me vuelvo hacia él, con la mirada perdida. Si nos mira, nos verá juntos de nuevo. Siempre
juntos, como si fuéramos dos clones en vez de Vordis y Thrand. Me molesta darle esa
impresión. Quiero que vea a Vordis. Quiero que me vea a mí y sólo a mí... No quiero que
piense en Thrand.
Para nada.
Si ella le sonríe, podría ahogarle con mis propias manos.
Así que no me muevo de mi asiento. Separo las piernas y me inclino, decidido a mantener
mi asiento y no dejarle espacio a mi lado. Thrand se ríe y me empuja, decidido a tomar el
asiento por la fuerza.
Me inclino, contrarrestando su peso en un empujón mío. "No puedes unirte a mí", me afano.
"¿Por qué no?" Thrand suena divertido, no enojado como yo. "Estoy dedicado a ella tal como
tú lo estás"
"Yo puedo protegerla", le digo, y cuando llega a ponerme un brazo alrededor del cuello con
una pinza clásica, me giro y le doy la vuelta, su gran cuerpo aterriza en las heladas arenas
con un fuerte crujido.
Ladra de risa, divertido, incluso cuando se levanta del suelo. "Pensé que habías dicho que
no querías entrenar..."
Yo no lo hago. No realmente. Quiero quedarme aquí y cuidar a Angie, como me dedico a
hacer. Quiero verla y ver si sonríe. Quiero que me mire de nuevo, que me haga señas con
un gesto de su mano. En el ojo de mi mente, ella me mira con ansiosa intensidad y extiende

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la mano una vez más. Oigo su risa e imagino que pone su mano en mi pecho, respirando
mi nombre.
Thrand inmediatamente pone su brazo alrededor de mi cuello en un estrangulamiento.
Gruño, frustrado.
"¿Por qué estás tan enfadado, hermano? Ya lo hemos hecho miles de veces". Ya no parece
divertido. En cambio, suena... perplejo. Como si algo que siempre ha sabido que es verdad
estuviera mal.
No entiende cómo me estoy comportando. A veces ni yo mismo no lo entiendo.
Thrand tiene razón, aunque estoy enfadado por nada. Desde que tengo memoria, él y yo
siempre hemos estado juntos. Venimos del mismo lote de clones en la misma estación y
hemos sido emparejados en pelea tras pelea, vendidos a amo tras amo. Incluso en esto,
estamos comprometidos y consagrados juntos. ¿Por qué estoy tan enfadado con él,
entonces? ¿Por qué la idea de que Angie le sonría a Thrand me llena de rabia? Esto no
debería ser diferente a cualquier otro momento, a cualquier otra tarea.
"No estoy enojado", decido, y me pongo de pie. "Tienes razón. Practiquemos".
Parece contento, una brillante sonrisa blanca cruza su rostro. Cuando me pongo de pie, él
se frota las manos y luego las extiende hacia afuera, preparándose como si fuera a cargar
hacia él. Me conoce bien, pero hoy no le daré dinero. En vez de eso, corro hacia él, con mis
pies calzados patinando sobre guijarros helados, y cuando me acerco lo suficiente como
para agarrar un gancho, me agacho y tuerzo para que sus brazos se cierren alrededor de
nada. Un momento después, enderezo y golpeo mi puño contra su mandíbula.
Su cabeza se dobla hacia atrás, y siento una despiadada sensación de....placer al verle volar
hacia atrás en la playa.
Él tiene razón. Una buena pelea sacará algo de esta energía de nuestros sistemas. Yo le
sigo, saltando sobre él mientras está en el suelo y luchando por la ventaja. Thrand me
sonríe, su boca ensangrentada, sus ojos feroces. Me apuñala con el codo en la cara y gruño
de dolor.
Es bueno que a'ani se cure rápidamente -incluso más rápidamente con el simbionte en mi
pecho- o nos haríamos daño mutuamente. Tal como están las cosas, se trata simplemente
de una pelea dura y algo que hemos hecho una docena de veces. Lo pongo boca arriba y
trato de inmovilizarlo, sólo para recibir una patada en el estómago y luego me toca a mí ir
volando hacia atrás en la playa helada.
Alguien grita. Una hembra.
Los dos nos ponemos rígidos, nuestros ojos se encuentran mientras pensamos lo mismo.
¿Es Angie?
Un gran brazo azul rodea el cuello de Thrand, y luego lo sacan de mi cuerpo mientras otro
macho sa-khui me ataca. "¡No!" alguien ladra. "¡Nada de peleas! ¡Este es un campamento
pacífico!"

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Hay una escaramuza y la gente está a nuestro lado antes de que pueda explicar que
simplemente estamos practicando, que esto no es nada de lo que preocuparse. Pero luego
veo a Angie moviéndose a mi lado, con los ojos llenos de preocupación. Tiene una mano en
el vientre mientras se tambalea a mi lado, sus pasos inseguros en las arenas heladas, y
toca mi brazo.
Ella me ha tocado.
Otra vez.
Ella vino a verme.
No a Thrand.
"¿Estás bien, Vordis?" Su voz es suave y preocupante.
Estoy completamente eufórico. Se necesita todo lo que tengo para no aullar de triunfo. "Fue
sólo un combate de entrenamiento", le aseguro. "No hay necesidad de preocuparse"
"Estás sangrando", me dice, y extiende la mano para tocar la comisura de mi boca. La arena
aprieta ahí, y pica con fuerza, pero no me había dado cuenta.
No noto nada más que la cercanía de Angie y la delicada caricia de las yemas de sus dedos
mientras me roza la piel. Mi polla cobra vida, y si me dijera que la tomara en esta playa,
aquí y ahora, me arrodillaría y le preguntaría cómo me quiere y cómo puedo complacerla
mejor.
Estoy medio convencido de que debería hacerlo de todos modos.
Pero una gran mano me quita el polvo de la túnica, y uno de los hombres sa-khui me frunce
el ceño. Cashol, creo. "Si tú y tu hermano tienen tanta energía," me dice, "puedes venir a
cazar conmigo."
Angie se retira, y me toco la boca, viendo cómo se va.
De repente quiero golpearme, si estar herido significa que me pondrá las manos encima
una vez más.


AMBOS VAMOS A CAZAR CON CASHOL. Me hubiera gustado quedarme cerca de Angie,
pero el macho sa-khui insistió. Thrand tenía que ir también, y eso me complace. Si no
puedo quedarme, él tampoco. Cazamos hasta que la luz invernal se desvanece y está
demasiado oscuro para ver huellas de animales en la nieve. Con nuestro aliento soplando
en el aire ante nosotros, regresamos al campamento de la playa, y me decepciona ver que
Angie no está en el fuego central. Sin duda ha encontrado un lugar más cálido para pasar
la noche.
Cashol llega a la tienda que comparto con Thrand temprano en la mañana, antes de que
salga el sol, e insiste en llevarnos de nuevo a cazar.
Y otra vez.
Y otra vez.

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Todos los días nos arrastra a la naturaleza y nos enseña a cazar. Nos muestra el paisaje y
qué lugares son buenos para esconderse con un arma, qué lugares son ideales para tender
una trampa. Encuentra senderos de animales en la nieve, escondidos bajo arbustos
rasposos o serpenteando entre afloramientos rocosos, y es capaz de seguirlos hasta su
creador. Nos muestra cómo poner trampas, cómo localizar escondites y cómo caminar para
que nuestros pies no se hundan en la nieve más pesada. Hay mucho que aprender.
Es... agradable.
Sé que es algo que debo aprender a hacer porque si lo que dicen es verdad, no vamos a
dejar este planeta. Debemos aprender a cazar y alimentarnos a nosotros mismos y a traer
suficiente comida para proveer a todos. Debemos mantener especialmente a Angie y a las
hembras. Me gusta cazar y rastrear animales. Es un poco como seleccionar una presa en
la arena, decidir a quién derribar y acosarlo hasta el momento adecuado. Cuando derribo
a un dvisti gordo con suficiente carne para alimentar a todo el campamento esa noche,
siento una salvaje y ardiente oleada de victoria.
Pero al principio, no quería cazar. Sin embargo, después de unos días, estoy ansioso por
salir, caminar por los senderos abiertos y respirar el aire fresco y helado, y desafiarme a mí
mismo contra el medio ambiente que tengo ante mí. Puedo decir que Thrand siente lo
mismo. Sus ojos brillan de emoción, y muy pronto, ambos estamos despertando antes de
que salga el sol, así que podemos estar listos para salir con Cashol.
No me gusta tener que dejar sola a Angie y decírselo a Cashol.
"Ella lleva un kit", dice, con la cara ancha divertida. "¿Adónde crees que irá que necesita
protección?"
Él tiene... un buen punto de vista.
Pero no quiero que piense que la he olvidado. Quiero que sepa que incluso cuando no estoy
a su lado, pienso en ella. Quiero que sepa que ella es lo más importante en mi mente,
siempre. Así que antes de salir, la busco alrededor del fuego. Si está allí, me aseguro de que
reciba una ración extra de comida y que esté protegida contra el clima. No hablo con ella,
no he sido invitado a hacerlo, pero todavía la cuido.
Y mientras estamos en los senderos, cazando, busco cosas para traerle de vuelta.
Cashol tiene razón. No puede salir del campamento, no con la barriga tan pesada. Pero si
estoy disfrutando del aire fresco y de la belleza de este extraño nuevo planeta, me parece
una pena que ella no pueda. Así que pienso en pequeñas cosas que puedo llevarle y que la
harán sonreír. Un día, encuentro una roca escarpada en forma de círculo perfecto, pero
cuando la doy vuelta, veo que está hueca y que hay muchos cristales hermosos dentro de
ella. Lo meto dentro de mi bolso, y cuando Angie está junto al fuego, voy a su cuarto y lo
pongo cuidadosamente en su almohada para que lo encuentre. En otra ocasión, encuentro
una planta extraña, floreciente, con diminutas flores rojas que se aferra entre las rocas y
huele bien. Lo arranco con cuidado y se lo llevo a ella también. Otro día, encuentro una
hoja en espiral que cuelga como uno de los rizos de Nadine, y se lo llevo a ella también.
Trabajo en un cuero recién curtido de un joven Gato de Nieve con patas oscuras, y cuando
termino, se lo regalo en un día en que es demasiado desagradable salir.

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Y cuando hace mal tiempo, otro día más, cojo un poco de hueso en mis manos y lo tallo,
como Aehako hace de vez en cuando. No sé qué hacer con ella, así que mi primer intento
no es más que una vértebra reducida a un círculo hueco. Froto el cuchillo contra el hueso,
haciendo patrones y diseños en la superficie lisa para que sea lo más agradable posible a
la vista. Con el paso de los días, le tallo otras cosas pequeñas. Un pez. Un pájaro. Pongo mi
corazón y mi espíritu en cada paso de mi cuchillo, tratando de imaginar cosas hermosas
que a ella le gustará ver.
Si no puede salir a ver este mundo, se lo mostraré.

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Capítulo 5

ANGIE
"Así que, no quiero entrometerme, ¿pero conseguiste alguna talla cutre hoy?" Hannah se
sienta a mi lado, y me doy cuenta de que Bridget está cerca, sus ojos brillan con un regocijo
silencioso.
"¿Cutre?" Repito, una risa burbujeando en mi garganta. "¿En serio? ¡No son tan malas!"
"Chica. Todavía no he averiguado qué se supone que es la de ayer". Hannah se ajusta la
ropa, colocando su túnica peluda más cerca de su cuerpo. Escanea la playa, buscando a
Vektal. Si el jefe está haciendo lo que creo que está haciendo, probablemente la esté
evitando. Hannah se ha nombrado a sí misma su asistente y quiere hacer un inventario de
forma regular, para disgusto de todos. He notado que la pobre Hannah ha pasado mucho
más tiempo alrededor del fuego últimamente, y no puedo culpar al jefe. Una vez que Hannah
tiene una idea en su mente, es difícil apartarla de ella.
Como mis regalos. Hoy está obsesionada con ellos.
Su fijación me irrita. Los adoro, aunque sean raros. Me encanta lo casuales, dulces y
especiales que son. No me di cuenta de que eran regalos al principio. El primero me
sorprendió, y fui por el campamento tratando de averiguar quién había perdido una roca
con cristales dentro. Nadie lo reclamó, así que me lo quedé, y tuve que admitir que era algo
para animar un día que de otra manera sería aburrido.
Al día siguiente, recibí un paquete cuidadosamente envuelto de pequeñas flores rojas.
Al día siguiente, un hueso tallado.
Después de eso, los artículos siguieron llegando. Pequeñas tallas. Piedras de aspecto único.
Una semilla en forma de estrella. Más tallas. Incluso más tallas. Con el paso de los días, las
tallas se vuelven más frecuentes y crecen en su complejidad. Espero con ansias lo que voy
a recibir cada mañana en mi almohada mientras estoy fuera en el fuego para desayunar.
Sé que los regalos son de Vordis, y eso los hace más especiales. Si se supone que son un
secreto, está haciendo un trabajo terrible escondiéndolos. Todo el mundo le ve entrar en mi
cueva por la mañana para dejarlos. Y me observa tan de cerca que sé que está esperando a
ver qué opino de los regalos.
Ni siquiera me importa que sean raros. Sé cómo piensa su mente. Está tratando de traerme
cosas para animarme y hacerme olvidar lo hinchada, embarazada y preocupada que estoy...
y está funcionando. Ahora tengo algo que esperar cada mañana, y me encanta.

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Sin embargo, a los demás les parece graciosísimo.

"En serio, ¿qué se supone que es esa talla?" Bridget extiende su mano, pidiendo ver el tesoro
más nuevo, y yo lo entrego a regañadientes.
Cuando lo gira en sus manos, no veo problemas con ello. Veo a Vordis pasando el tiempo
tratando de hacer algo para hacerme sonreír. Así que me encanta incluso si la forma es...
extraña. "Creo que es una nube? ¿Quizás?"
La escultura más nueva no es más que formas fluidas y ondulantes que están cubiertas de
estilizadas marcas jaspeadas No sé si se supone que sea algo específico, pero es fascinante
mirarlo y debe haberle llevado horas, lo que hace que me guste aún más.
"¿Una nube? Si tú lo dices", dice Bridget, y me lo devuelve. "Al menos tienes un admirador.
Eso es muy lindo".
"¿Por qué, estás interesada en alguien, Bree-shit?" Hannah se burla.
"Cállate", responde Bridget, sentada a mi lado. "Y no, no es eso. Quiero decir, hay un
montón de carne de hombre aquí, pero la mayoría está casada. Los dos hermanos son los
únicos que están sobre la mesa y son.... raros". Ella hace una mueca. "Lo siento, Angie"
"No creo que sean raros"
"Quiero decir, no me malinterpretes. En algún momento aceptaré lo raro", dice Bridget
encogiéndose de hombros. "Si tengo que hacerlo. Sobre todo me apena que no haya nadie
para el resto de nosotras. Siempre quise casarme y tener hijos en algún momento, ¿sabes?
Ahora que estamos aquí, las probabilidades de que eso ocurra son escasas". Abre las
manos. "No estoy diciendo que lo quiero ahora mismo. Pero sería bueno saber que la opción
está sobre la mesa".
"Siempre puedes esperar a la próxima generación." Hannah sugiere, sonriendo.
Bridget hace una mueca. "Asqueroso".
Le doy vueltas a la talla en mis manos, pensando en lo que ella dijo. ¿Tengo suerte? No sé
si me siento afortunada ahora mismo. Diablos, no me he sentido con suerte desde que
llegamos a este planeta y me desperté embarazada y confundida. "Vordis es agradable", les
digo en voz baja, frotando el suave hueso de la talla. "Me gustan los regalos. Tengo que
admitir que me alegran el día. De hecho, los regalos que me hace son las únicas cosas que
espero regularmente".
"¿Qué hay del bebé?" pregunta Bridget.
Hannah la patea sutilmente, y cuando Bridget se gira, mira a su amiga.
No dejo de mirar el hueso tallado en mi mano. ¿Qué hay del bebé? "Eso es.... más difícil de
esperar. Quiero mi cuerpo de vuelta, por supuesto. Pero no sé qué voy a tener, así que es
más difícil emocionarse por eso".
"¿Qué vas a tner? ¿Quieres decir niño o niña?" Hannah inclina la cabeza.
"Quiero decir humano u otra cosa"

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"Oh." Las dos palidecen. " Claro".

El bebé se mueve en mi vientre, sólo un poco, y no sé si el movimiento es normal o no.
¿Cómo se sentiría un bebé con una cola o miembros no humanos? ¿Se sentiría igual que
cualquier otro bebé o diferente? No tengo base para nada, así que trato de no pensar en ello
en absoluto.
"Bueno, creo que las tallas son dulces y está claro que tiene un fetiche por las mujeres
embarazadas", dice Bridget, guiñándome el ojo. Cruza las piernas y se inclina hacia
adelante, su pie meneándose con impaciencia. "¿Qué vas a hacer al respecto?"
"¿Hacer? Nada." Deslizo un dedo sobre la talla.
"¿No vas a hablar con él de ello? ¿Coquetear un poco?"
¿Coquetear? ¿Está loca? La miro fijamente, con la boca abierta. "Te das cuenta de que estoy
embarazada de un bebé misterioso, ¿verdad?"
Bridget sólo sonríe, moviéndome las cejas. "¿Te das cuenta de que no le importa? Quiero
decir, no es como si pudieras ocultar que estás embarazada. Es evidente que no le importa
una mierda. Le gustas de todos modos"
"¿Y qué hago si le resuena a alguien más?" Pregunto. "Como acabas de decir, hay un montón
de mujeres solteras y sólo dos hombres elegibles"
Bridget mueve una mano en el aire como si no fuera nada. "Preocúpate por eso cuando
llegue el momento. Hasta entonces, al menos podrías hablar con él".
Pasé mis dedos por encima de la talla, considerando sus palabras. "No estoy segura de que
quiera hablar conmigo. He estado tratando de hablar con él, pero seguimos recibiendo
señales cruzadas. Ahora sólo me evita".
"Podría ser tímido", anima Hannah. "No creo que él o su hermano hablen con nadie. Bueno,
no, me retracto. Veo a uno de ellos discutiendo ocasionalmente con Nadine. Ya sabes que
no le gusta que la ignoren. ¿Pero todos los demás? Es como si no existieran. Así que tal vez
no saben cómo hablar con las mujeres en absoluto".
"Eso es totalmente posible", continúa Bridget, recogiendo el hilo cuando Hannah hace una
pausa. "Deberías hablar con él, Angie. Coquetea un poco".
¿Coquetear? Nunca me he sentido menos sexy o bonita en mi vida. Me siento hinchada,
confundida y perdida. "No creo que esté preparada para coquetear", le admito. "Pero sería
bueno ser amigos"
"Entonces dile que quieres ser su amiga", anima Bridget. "Y pregúntale qué es esa talla,
porque te juro que no lo sé"
Hannah se ríe.
Sólo aprieto la escultura contra mi pecho y pienso. Tal vez tengan razón. Tal vez necesite
hablar con Vordis. Es claro que todavía quiere que seamos amigos de algún modo, que se
preocupa por mí. Los regalos cuentan una historia muy diferente a nuestras interacciones.
Tal vez es hora de que dé el primer paso.

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
DECIDO conversar con Vordis sobre mis regalos cuando regrese al campamento esa noche.
Espero junto al fuego, tratando de ser paciente, mientras agarro mi extraña figura y escucho
a los demás charlar mientras trabajan. Tengo que coser, el bebé va a necesitar ropa, pero
no he podido concentrarme desde que hablé con Bridget y Hannah.
¿Qué le digo a Vordis? Creo que le gusto y quiere que seamos amigos... ¿pero no quiere
hablar conmigo? No puedo coquetear con él. No con un bebé extraño en mi vientre. No creo
que pueda reclamarle nada. Estoy en el limbo hasta que le pase algo a este bebé, para bien
o para mal. Me toco el estómago. Por favor, que sea para bien, pequeño. Por favor, no seas
raro. O extraño. O espeluznante.
Dios, ahora desearía no haber visto tantas películas de terror cuando era adolescente. Odio
haber visto ‘Alien’ más veces de las que puedo contar. No soy Ripley. Lo que es bueno,
porque pienso en lo que le pasó a Ripley en películas posteriores y me estremezco.
El fuego principal está ocupado esta noche. Es guiso, lo cual no es sorprendente, es guiso
la mayoría de las noches, y la única variedad son los ingredientes. Liz es siempre práctica
con la comida. "El estofado alimenta docenas de bocas fácilmente y no requiere tanta
preparación. A menos que estés dispuesta a empezar a comer comida cruda como los sa-
khui, aprende a que te guste el estofado".
El estofado de esta noche es lo suficientemente sabroso. Es una especie de carne pálida,
con verduras recogidas de los acantilados y secas, y algunas raíces cortadas en cubos que
Liz llama no-patatas. Muchas de las chicas están al acecho alrededor del fuego, y me siento
desconcertado de cómo todas me miran. ¿Creen que voy a dar a luz esta noche?
"¿Cómo se las arreglaron los supervivientes de primera generación con este planeta? ¿Cómo
supieron que debían vincularse con el simbionte de este planeta? ¿Eran conscientes de que
había un elemento tóxico en el aire o era algo que se descubrió después del hecho? Asumo
que el elemento es de forma gaseosa a menos que sus moléculas sean diferentes a las de la
Tierra. Supongo que eso es totalmente posible ya que no podemos descartar aspectos
desconocidos de las leyes de la naturaleza, pero uno pensaría que esa en particular sería la
norma".
"¿Eh?" dice Vektal, congelado en su lugar y frunciendo el ceño.
Devi sigue parloteando, agitando las manos mientras habla. "Y ya que estamos hablando
de cosas que ocurren naturalmente... no había suplementos que pudieras tomar para
inducir las reacciones químicas necesarias para limpiar lo que sea que este elemento está
fuera del aire y proporcionar la misma respuesta... ¿Fuiste directo a ser anfitrión de un
parásito? ¿Y qué hay de la regulación térmica del cuerpo? ¿Cómo sobrevivimos al frío sin
que el calor interno destruya las células cerebrales?"
Vektal la mira como si le estuviera creciendo otra cabeza.
Devi parpadea, esperando.
Liz se aclara la garganta. "Creo que quiere saber sobre tus antepasados."

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"Ah. Esa es una buena historia" Vektal se pone de pie, el alivio en su cara es evidente. "Y
una que todos deberían aprender."
Este es un buen momento para escapar. Hablaré con Vordis en otro momento. Ahora
mismo, sólo quiero retirarme a mi cueva para tener un poco de paz y tranquilidad. Yo
también me pongo de pie, y cuando todos me miran con curiosidad, me froto la parte inferior
del vientre y les doy una media sonrisa. "Vejiga de mujer embarazada".
"Chico, no lo soporto", murmura Liz. Ella también se pone de pie. "Iré contigo".
Vacilo, porque en realidad no me dirigía al baño, pero decido que no puede hacer daño.
"Gracias, Liz"
Vektal comienza una historia extraña al salir de la hoguera. Le oigo hablar de una cueva
voladora mientras Liz y yo nos alejamos hacia la parte trasera del campamento. En un
cañón ciego, hay un excusado construido, completo con un asiento desvencijado y todo. No
huele mal, al menos, gracias a las hierbas que se guardan en una cesta al lado del "inodoro"
y se nos ha enseñado a rociarlas por el agujero cada vez que vamos. Supongo que si fuera
por los otros, se pondrían en cuclillas en la nieve, pero con tres mujeres embarazadas, un
retrete es una especie de bendición.
Salgo del baño una vez que termino, me lavo las manos en un tazón de nieve fresca y espero
educadamente a que Liz entre. Pero no lo hace. Sólo me mira con curiosidad. "¿Estás bien?"
"¿Yo? Sí" Sonrío, aunque últimamente no lo hago mucho. "Estoy bien, ¿por qué?"
"¿Porque tengo ojos y no me trago todas las sonrisas que estás echando?" Liz me mira con
astucia. "Pareces infeliz. Y aunque me doy cuenta de que es algo increíblemente estúpido el
señalar que estás atrapada en un planeta de hielo con extraterrestres, me preocupo por ti.
Sé que esto es mucho que digerir".
"Lo es", le admito después de un momento. "Me siento bastante perdida" Instintivamente
me toco la barriga, pero el bebé está tranquilo esta noche. Descansando en mi vejiga,
seguro, pero tranquilo.
Su cara es toda simpatía. "Sólo quiero que sepas que todos hemos estado ahí antes. Quiero
decir, no me sorprende, pero casi nada lo hace. Si tienes preguntas, ven y habla conmigo
en cualquier momento, ¿de acuerdo? Te prometo que soy todo ladrido y nada de mordiscos"
Se da palmaditas en la barriga, una pequeña y delicada protuberancia comparada con la
mía. "Y he tenido dos bebés medio alienígenas antes de éste, así que estoy familiarizada con
la situación."
Sigo sonriendo, aunque quiero decirle que no es lo mismo, que ella sabía lo que tenía, que
conocía al padre y cómo llegó allí el bebé. Pero sólo asiento con la cabeza, porque sé que lo
está intentando. "Es... difícil", me las arreglo. "Me siento muy sola" Las palabras son difíciles
de admitir.
"No estás sola", dice sin rodeos. "Eso es algo que vas a notar al vivir en un campamento
como éste. Todo el mundo tiene la nariz metida en tu culo. La privacidad es cosa del pasado.
Cuando te acostumbres a ello, vas a notar que tener a tanta gente cerca es lo peor y el mejor
sistema de apoyo que existe. Pero no estás sola, te lo prometo." Su mirada se vuelve

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especulativa. "Y apuesto a que esos cabrones rojos no estarían de acuerdo. Estoy segura de
que no les importaría hacerse un sándwich de Angie". Cuando se me cae la mandíbula, ella
levanta las manos. "Oye, no juzgues. Me imagino que si no puedes conseguir tu maldito
monstruo aquí en el extremo del culo del universo, ¿dónde puedes?"
Me las arreglo para ahogar una respuesta. "No quiero un sándwich. No me interesan los
dos".
"¿No? Porque están haciendo bastante evidente que te untarían de mantequilla el pan por
ambos lados..."
"No", interrumpo rápidamente. "No es así." Sólo Vordis se ha tomado el tiempo para
conocerme. Es el único en el que estoy interesada... y ni siquiera estoy segura de que pueda
estar interesado. No con mi invitado en mi vientre. Niego con la cabeza. "Vordis ha sido un
buen amigo, ¿sabes? Es bueno tener eso. Siento que puedo confiar en él"
"Confiar en él para adornar tu pan, ¿no?" Me mueve las cejas, y cuando le doy otra mirada
de asombro, suspira y se frota una mano en la cara. "Lo siento. Estoy en el punto de mi
embarazo en el que estoy muy caliente. Supongo que no has llegado a esa parte".
"Podría haberla pasado, por lo que sé. Todo esto es nuevo para mí".
"Oh, chica", dice Liz, y pone una mano en mi hombro reconfortantemente. "Eso apesta, no
voy a mentir. Pero lo digo en serio. Si tienes preguntas o quieres ayuda, puedes hablar
conmigo o con Harlow. Ambas hemos dado a luz antes"
"Gracias. Aprecio la oferta" Quiero decir más, pero capto un destello de movimiento en las
sombras, a lo lejos. Está cerca de la boca de la cueva donde viven las mujeres, y mi corazón
de repente da un vuelco. Trato de prestarle atención, pero mi mente está total y
completamente enfocada en esa sombra que sospecho que se está moviendo hacia mi cueva
para dejar un regalo. "¿Vuelves al fuego?"
"Voy". Liz se da la vuelta, mira en la dirección en la que estoy mirando, y luego me mira de
nuevo. "Saluda a Vordis de mi parte".

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Capítulo 6

ANGIE
Me colé en la cueva, tan a escondidas como una mujer embarazada puede hacerlo. Paso de
puntillas por la gran cueva llena de mantas y canastas de posesiones que conforman el
lugar donde viven las otras chicas, y me dirijo a la parte trasera de la cueva misma, donde
está mi pequeño rincón. Está oscuro, pero puedo ver un poco de luz azul adelante. Ese
brillo tienen que ser sus ojos, y creo que los míos también me delatan. No tiene importancia.
No estoy tratando de abalanzarme sobre él. Sólo quiero atraparle en el acto para que se vea
obligado a confesar.
Claro que sí, me encuentro con Vordis justo cuando está a punto de salir de mi cueva. Está
demasiado oscuro para ver lo que hay alrededor, pero no hay duda de su gran forma.
Al menos.... estoy bastante segura de que es Vordis. En la oscuridad, podría ser Thrand.
Pero de alguna manera en mi corazón, sé que es Vordis.
"Hola", susurro, sin querer perturbar el silencio. "Te atrapé con las manos en la masa". Y
luego me río de mi propio chiste malo.
No dice nada, sólo me mira. Después de un momento, asintió con la cabeza, sus brillantes
ojos parpadeando.
Mi corazón se hunde. ¿Todavía estamos haciendo esto? "Vordis, ¿por qué no quieres hablar
conmigo?" Tengo un dolor en la garganta que se siente como si creciera por momentos. "No
sé lo que hice, pero sea lo que sea, me disculpo. Por favor, háblame". Quiero llegar a él y
tocarle, pero eso parece demasiado osado, así que simplemente coloco mis manos encima
de mi gran vientre indiscreto.
El gran alienígena duda y finalmente habla. "Angie. Tengo la tarea de protegerte, pero la
amistad no es un requisito".
Eso no me dice nada, y si algo pasa, es que mi corazón se hunde aún más. "¿Pero qué pasa
si quiero que seamos amigos?"
“Entonces haré lo que me pides”
“No funciona si la amistad se siente sólo de un lado” le señalo.
Vordis se queda en silencio de nuevo.
Mis manos se mueven sobre mi vientre. Por un momento sólo quiero deshacerme de su tono
cortés. ¿Será mi amigo y hablará conmigo sólo si es necesario? Eso es peor que cualquier

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otra cosa. "¿Qué te dije que te molestó tanto de mí? Si hay alguna regla tácita que he roto,
por favor, dímela. Lo último que quería era ofenderte".
Puedo oírlo moverse de pie, y me doy cuenta por primera vez que debe estar agachándose
un poco - mi cueva es más ancha que alta, y no puedo imaginar que sea cómoda para él.
Pero yo no me quito de en medio. Si va a ser así y sólo me habla cuando debe, entonces voy
a arrancarle cada palabra que pueda.
"No deseo molestarte. Estar aquí me hizo olvidar mi lugar por un tiempo". Gesticula en la
oscuridad, indicando la cueva y sus alrededores. "Me hizo olvidar lo que soy. Pero ahora lo
recuerdo, y no volveré a presumir".
"Vordis", protesto. "¿Crees que ser mi amigo no es tu lugar? ¿Sabes cuánto me vendría bien
un amigo ahora mismo?" Me ahogo en las palabras, mi soledad amenazando con tragarme
entera. "¿Sabes cuán bien me vendría alguien que quiera hablar conmigo? ¿En quién pueda
confiar? Me duele mucho, mucho que pienses que no deberías hablar conmigo. Pensé que
eras diferente... pero no voy a suplicar. No quiero que ninguno de los dos se sienta
incómodo".
Se queda callado una vez más, y tengo ganas de llorar.
"No importa", le digo, y trato de pasar.
El gran alien rojo no se mueve de la puerta de mi cueva. "Angie. Yo…" Duda y luego
continúa. "No entiendo qué es lo que quieres de mí"
Tócame. “Amistad” Desembucho, con un rubor caliente en mis mejillas, porque mi mente
se fue a un lugar bastante sucio en ese momento. Hormonas del embarazo, me digo a mí
misma. Nada más. "Quiero un amigo, alguien que me hable porque le gusta oír lo que digo.
No sólo porque sientan lástima por mí. Pensé que querías ser mi amigo."
"Soy a'ani", me dice, pero su voz está llena de emoción. "Una cosa así nunca se pregunta"
"No me importa quién eres ni de qué clase de pasado vienes, Vordis" Llego hasta él
impulsivamente, buscando su mano. Mis dedos pasan por su cinturón y me echo para
atrás. Ups. Eso podría haber ido mal. "Este es un nuevo lugar y un nuevo comienzo para
todos nosotros. Nada es lo mismo que de donde venimos".
Vordis hace un sonido como un gruñido de acuerdo. "Es difícil para mí romper con esto. En
mi cabeza, creo que habrá otra arena, otro gladiador contra el que luchar, otra batalla que
ganar".
"Oh, no lo sé." Me río. "Quiero decir, no sobre pelear o combatir, pero a veces me despierto
y espero no estar... embarazada. Y eso es horrible decirlo en voz alta, pero es muy diferente.
No sé qué pensar, y a veces desearía despertarme en mi propia cama en casa con todas las
cosas familiares que recuerdo". Me toco la barriga en una silenciosa disculpa al bebé de ahí
dentro. "Ha sido... difícil."
"Estás asustada", dice. "Puedo verlo en tu cara"
"Claro que tengo miedo. No sé qué hay dentro de mí ni cómo llegó allí". Me río de nuevo,
pero el sonido es frágil. Es eso o empezar a llorar.

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Me sorprende cuando una gran mano me agarra del hombro, extendiendo la mano. Es
Vordis, tocándome por su propia voluntad. "Te protegeré y te mantendré a salvo. Todo
saldrá bien".
En su incómoda forma, me está consolando, y me siento un poco mejor. "Gracias. No sabes
cuánto ayuda eso".
"No lo sé. Nunca he tenido un hijo"
Esta vez me río de verdad. Puse mi mano sobre la suya, porque no quiero que me la quite
del hombro. Me gusta su fuerte apretón, el peso de su mano, el calor de su piel al estar
parado tan cerca de mí. Puedo sentir que está tenso, pero no retrocede. "¿Me dirás lo que
dije el otro día que te ofendió?"
"No me ofendí"
"Entonces, ¿qué era?"
Sus ojos parpadean en la oscuridad. Están sorprendentemente brillantes y el sólo hecho de
verlos tan de cerca me hace sentir menos sola. "Dijiste que deseabas un pepinillo. La
hembra llamada Harlow dice que no existen aquí"
"Fue sólo un deseo tonto. Antojos, eso es todo. No quería que fueras a buscarme uno" ¿Esto
es realmente sobre un pepinillo?
"¿Entonces no me mandaste a una tonta caza porque me atreví a hablar contigo?"
"¿Qué? ¡No! Vordis, ¿cuántas veces tengo que decirlo? Quiero ser tu amiga. Quiero que
hables conmigo. Cualquier pensamiento estúpido, tonto, aleatorio que se te meta en la
cabeza, quiero que vengas a contármelo porque me gusta oír lo que estás pensando. Aunque
no hablemos de nada más importante que el tiempo, eso me haría muy feliz. En serio"
Sus dedos se mueven sobre las pieles de mi hombro, casi como si estuviera tratando de
averiguar cómo tocarme. "¿Y no te ofenderá?"
"Ni en lo más mínimo."
"¿Otros no se ofenderán por mi presunción?"
"Pueden joderse si lo hacen"
Una profunda risa retumba en la cueva. "Ahora hay una imagen. Exactamente, ¿cómo se
jode uno a sí mismo?"
"Supongo que podría hacerse como la masturbación asistida" Puedo sentir que me sonrojo
en la oscuridad. Tal vez deberíamos cambiar el tema, pero ahora me está hablando y quiero
que continúe. No me importa si hablamos de genitales durante 16 horas mientras estemos
hablando. "Pero sólo es una forma de hablar"
"Lo sé. Fue divertido oírlo de tus labios". Sigue pareciendo contento.
"¿Quieres oír un chiste?" Pregunto, ansiosa por escuchar más de su risa. "Me temo que no
soy la mejor en la conversación, pero me encantan las buenas bromas. Bueno, casi tanto
como amo una mala"

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"¿Te gusta... el mal humor?" Suena desconcertado. "¿Por qué?"

"Sólo pruébame". Le doy un golpecito con el dedo en la mano. "Toc, toc".
"¿Estás solicitando entrar?" Vordis intenta dar un paso atrás en la cueva, su mano
levantándose de mi hombro.
Me aferro a él, porque no quiero que se vaya. "Espera. No. Ese es el comienzo de un mal
chiste. Hay muchos chistes que empiezan con 'toc toc'. Se supone que debes decir '¿quién
está ahí?'".
"Pero puedo ver quién está ahí. Permaneces frente a mí".
"Sólo sígueme la corriente. Vamos" Le doy un apretón de manos. " Toc toc".
"Estoy aquí", proclama.
"Tienes que decir '¿quién está ahí?' como si no pudieras ver quién está al otro lado de la
puerta" No puedo evitar reírme, sólo un poco. "Eres muy malo en esto"
"¿Entonces por qué te ríes?"
"Porque es lindo"
"¿Lindo?" Parece disgustado. "Soy un guerrero a'ani. Lo último que necesito es ser lindo".
"¿Ni siquiera a mí?" Pregunto con astucia, y luego me doy cuenta de que estoy coqueteando.
Oh, Dios. No va a querer coquetear con una mujer gorda embarazada. Sólo siente lástima
por mí. "Lo siento, supongo que se puso incómodo, ¿no?"
"Sólo porque piensas que soy lindo." Vordis se siente avergonzado.
Le solté la mano, sólo porque no quería que sintiera que me lanzaba sobre él. No quiero
compasión, ya tengo suficiente de eso por parte de todos los demás. "Así que... ¿estabas
entrando a hurtadillas en mi cueva esta noche? ¿Me dejas otro regalo?"
"Lo hice".
Me gusta que no lo esconda, o que finja que no es él. No hay ni una pizca de falsedad en él,
y es refrescante. Una vez que averigüe qué es lo que lo hace funcionar, sabré exactamente
dónde estoy con él en todo momento. Sólo tengo que llegar hasta ahí.
Pero primero quiero saber qué me ha dejado para el presente de hoy. "¿Qué trajiste?"
"Es una hoja", anuncia Vordis, como si fuera la cosa más preciosa de la historia. "La
arranqué de los bordes de un arroyo que olía mal y estaba caliente al tacto"
"¿Una fuente termal?" Pregunto, sin aliento, y prácticamente gimoteo de deseo. "Oh, Dios
mío, me encantaría visitar una"
"Está muy lejos de aquí", admite Vordis, y puedo oír el arrepentimiento en su voz. "Podría
llevarte, pero nos llevaría mucho tiempo"
"No, está bien. Lo guardaré para cuando nazca el bebé, supongo" Trato de ocultar mi
decepción, aunque es difícil. Me encantaría un baño caliente, aunque huela a azufre. A

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veces siento como si nunca fuera a estar caliente de nuevo. Este lugar siempre está frío, y
lo siento filtrarse en mis huesos, especialmente por la noche. Odio el frío que hace incluso
bajo las pieles. Pero tengo que acostumbrarme. "Es extraño pensar en algo que sucederá
después de que nazca el bebé. Se siente como si estuviera en el vacío, esperando y
esperando y esperando a que suceda. A que se caiga el otro zapato". Antes de que pueda
comentar sobre la caída de zapatos, agrego: "Es otra forma de hablar".
"Todo saldrá bien". La silenciosa confianza en su voz es encantadora de escuchar. "No dejaré
que a tí o a tu hijo os pase nada"
Le creo. "Eres un buen hombre".
"No soy un hombre. Soy un a'ani".
Hay una nota triste en su voz que no entiendo y me preocupa que vaya a insultarlo de
nuevo. "Un buen a'ani, entonces. Así que.... háblame de esta hoja. ¿Dónde está?"
Me tira de la mano, tirando suavemente de mí hacia mi propia cueva, y mi corazón se salta
un latido excitado. Es sólo para mirar una hoja, le recuerdo a mi tonto corazón. No hay
necesidad de emocionarse tanto. No va a pasar nada en mi cueva. Estoy embarazada. Muy,
muy embarazada.
El recordatorio de mi situación siempre trae una realidad aleccionadora. No puedo olvidar
que de todas las mujeres aquí, yo soy la que no puede resonar. Ya tengo un bebé esperando.
El bebé de un extraño que me dieron mientras dormía, y trato de no estremecerme por
todas las horribles implicaciones de eso.
Vordis le da a mi mano otro apretón reconfortante, y luego estamos parados junto a mi
pequeña chimenea. Suelta mi mano y se inclina, el brillo de sus ojos desaparece
momentáneamente y luego regresa un segundo después mientras se vuelve hacia mí.
"Extiende la mano".
"Gracias"
Se detiene. "¿Por qué me lo agradeces?"
"Porque sigues dándome regalos. Es muy considerado." Y como eso suena ridículamente
formal, agrego: "Me hace sentir especial".
Extiende la mano, pero no deja caer la hoja. En cambio, sus dedos acarician los míos, y su
sombría cara parece pensativa. "Quiero que disfrutes de este mundo tanto como yo. Para
ver su belleza." Se detiene, y luego continúa. "Me gusta verte sonreír".
Oh.
Antes de que pueda decir algo más, me deja caer la hoja en la palma de la mano y me suelta
la mano. "No sé cómo se llama", me dice. "Pero el color es un verde intenso con toques
azules en los bordes"
"Suena bonito. ¿Es por eso que me la trajiste?" La acaricio, imaginando que se toma un
momento para arrancarme una hoja y la trae con cuidado porque cree que me puede gustar.

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Vordis está callado por un momento. "No, lo tengo para ti porque es suave como..." Se
detiene, y luego deja salir unas pocas palabras estranguladas. "Cómo imagino que será tu
cabello"
¿Mi pelo? Acaricio la hoja en mi mano. Es suave, sedosa como el terciopelo, y tan larga
como mi palma aunque de ancho es bastante estrecha. "¿Estabas pensando en mí cuando
viste esto?"
"Siempre pienso en ti." Su voz crece en confianza y desafío.
No puedo evitar sentirme complacida por ello, incluso si el significado detrás de ello es más
inocente de lo que mi cerebro lo hace. "¿Porque eres un a'ani?"
Se detiene y le miro de nuevo. En la oscuridad, sus ojos son las cosas más brillante,
resplandeciendo desde dentro e iluminando la nitidez de sus rasgos. "No siempre porque
soy a'ani", admite. "A veces porque soy Vordis"
Oh.
Le miro, con los labios abiertos de asombro. ¿Me besará? Espero que me bese. Pero cuando
nos miramos fijamente, me doy cuenta de que pienso en él como en un humano. No sé si
sabe besar. Nunca ha mencionado que vive cerca de otras mujeres, sólo en estadios y
batallas y con Thrand. Está claro que todos los ex esclavos varones que llegaron a este
planeta con nosotras no están bien adaptados, por falta de un término mejor. No puedo
esperar que me bese, porque eso es algo totalmente humano.
Voy a tener que dar el primer paso, como dijo Bridget.
Por un momento, odio estar embarazada. Odio que haya un bebé misterioso en mi vientre
que podría estar ahí debido a una violación que no recuerdo, o a una relación que he
olvidado. Odio no saber lo que llevo, y odio estar aquí con alguien especial y siento que no
puedo hacer lo que quiero porque tengo que pensar como una mujer embarazada.
Porque si fuera yo, la normal Angie Campbell, le agarraría y le besaría estúpidamente. Me
lo llevaría a las pieles para una aventura descuidada que me haría olvidar todo lo perdida
y sola que me siento en este extraño y frío planeta. Pero esa es la vieja Angie. La nueva
Angie tiene un conjunto de problemas completamente diferentes... y le duele la parte baja
de la espalda. La idea de sexo no suena bien en este momento.
Un masaje en la espalda, sí. Sexo, no.
Pero eso no significa que no pueda abrazarlo. ¿Y ahora mismo? Un abrazo suena delicioso.
¿Sus brazos a mi alrededor? Como el cielo. El solo hecho de pensar en ello me llena de
nostalgia; ha pasado tanto tiempo desde que alguien me tocó con afecto. Realmente,
realmente me conmuevo. Así que, con una hoja en la mano, separo los brazos y avanzo
hacia él.
Vordis no se mueve. Se queda tieso mientras le pongo los brazos alrededor de la cintura y
apoyo la cabeza contra el pecho. "¿Qué estás haciendo?"

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"Te estoy abrazando. Es una forma de mostrar afecto, y que me siento agradecida, feliz y
sola, y quiero que me abracen". Supongo que si él puede ser completamente sincero con lo
que siente, yo también puedo.
Una mano grande toca mi hombro, y luego la otra se mueve hacia mi espalda. "Yo... te
abrazaré, entonces"
"Gracias" inclino mi vientre ligeramente hacia un lado para poder mantener mi mejilla
contra su pecho. Lleva puesta otra túnica peluda, y por un momento desearía que estuviera
tan poco vestido como algunos de los bárbaros. Sé que él y Thrand no son fans de la ropa.
Durante la primera semana, hicieron todo lo posible para quitársela en todo momento.
Estoy casi decepcionada de que esté vestido ahora. Me llevaré esto, sin embargo. Porque
sus grandes brazos me rodean, y se está relajando un poco más con cada momento que
pasa.
"¿Estoy haciendo esto bien?" pregunta Vordis después de un momento. "¿O hay algo más
que hacer?"
"Esto es perfecto", le digo suavemente, cerrando los ojos. "Lo estás haciendo muy bien."
Deslizo mi mano hacia arriba y abajo por la parte baja de su espalda, tratando de hacer
que se relaje.
"¿Puedo... mover las manos? ¿O hay un lugar apropiado en el que deberían estar?"
"Puedes tocarme como quieras", le aseguro. "No me importará un poco." De hecho, estoy
deseosa de ello. Me muero de anhelo por un poco de atención. Amor. Afecto. Lo que sea que
me ofrezca, lo aceptaré con avidez. No es que esté acostumbrada a ser así, pero desde que
llegamos, me he sentido tan aislada y sola que este simple gesto me hace sentir... completa.
La gran mano de Vordis sube y baja sobre las capas peludas de mi túnica. Gruñe. "Tu ropa
no me permite tocar tu piel. ¿La gente no se abraza con la piel expuesta?"
“Lo hacen” digo mostrando mi acuerdo, sonriendo. “Pero hace bastante frío aquí, y si me
expongo no me encontraré muy confortable”
“Yo estoy caliente. Puedes abrazarte a mí”
Oh, me encanta la idea. Sonrío en la oscuridad mientras su mano se mueve arriba y debajo
de mi brazo, acariciándome. “Esto es fabuloso” Ahora estoy imaginando las noches con
Vordis, desnuda. Imagino rozando mi cuerpo desnudo contra el suyo y poniendo mis manos
sobre toda su brillante piel roja. Estaría tan calentito, su cuerpo duro y musculoso...
Mi cuerpo hormiguea de excitación. Me pregunto si esta es la parte del embarazo en la que
me pongo cachonda, como dijo Liz.
Pero entonces el bebé patea y la parte baja de mi espalda se aprieta en un ángulo incómodo,
y yo, a regañadientes, me alejo de los brazos de Vordis. He olvidado quién soy. No soy como
las otras chicas sin problemas en mi plato. Tengo un bebé en camino, y para cuando llegue
aquí, Vordis probablemente resonará con alguien más. Una puñalada caliente de celos me
atraviesa al pensarlo. ¿A quién ha prestado atención aparte de a mí? ¿A Nadine? ¿A Callie?
¿A Sam? Sam es tan bonita.

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"¿Hemos terminado?" El tono de Vordis es imposible de leer.

"Sí, por ahora", le dije, y forcé una sonrisa en mi cara. Me resisto a dejarle ir, dejando mis
manos en su cintura incluso mientras retrocedo un poco. "Supongo que no deberíamos
decirle a Thrand sobre esto"
Lo siento endurecerse. "¿Por qué deberíamos pensar en Thrand?"
"Oh, yo sólo..." Me voy apagando. "Estaba haciendo una broma"
"Somos personas diferentes", me dice Vordis, con su tono cargado de disgusto. Me aprieta
suavemente la parte superior del brazo. "¿Necesitas más abrazos antes de que me reúna
con los demás?"
“No, estoy bien” digo suavemente. Siempre desembucho lo peor a su alrededor. No quiero
dejarle con mal sabor de boca. En realidad, no quiero dejarle en absoluto. El pensamiento
de él enfadado durante unos poco días -otra vez- es suficiente para hacerme llegar a él y
cogerle la mano en la mía. “No estaba tratando de lastimar tus sentimientos, Vordis”
Y puedo verle prácticamente relajarse. “Lo sé, Angie”
"Sabes que siempre puedo distinguiros"
"Lo sé." Pero me toca la mejilla y se va de todas formas.
Acaricio mi hoja pensativamente, tratando de no dejar que mis pensamientos tristes me
abrumen. ¿Ahora mismo? Me vendría bien otro abrazo, pero Vordis se ha ido.

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Capítulo 7

VORDIS
Mis pensamientos están llenos de Angie el siguiente día de caza.
De la suavidad de su piel.
De las curvas de su cuerpo cuando ella se presionó contra el mío.
Del aroma de su cabello. De la sensación de ella. De la forma en que ella se reía y estiró el
brazo hacia mí. De la forma en que sus ojos brillaban en la oscuridad, como si yo fuera la
única cosa en el mundo.
Soy a’ani. Estoy dedicado a ella. Se supone que no debo pensar en ella de ninguna manera
salvo en protegerla. Ella es mi única tarea. Se supone que no debo sentir nada por ella, ni
por nada. He sido criado para servir.
Pero pienso en Angie de maneras que se supone que no debo hacerlo. Pienso en poner mis
brazos alrededor de ella, con su piel desnuda contra la mía. Pienso en ella con el niño en
su vientre y me pregunto cómo sería si fuera mío. Pienso en Angie, sonriéndome,
inclinándose tan cerca que su aliento se expande sobre mi rostro. Pienso en ella separando
los cordones de su ropa en el cuello y exponiendo sus grandes senos.
Thrand me agarra por el cinturón y me arrastra hacia atrás. "Idiota. ¿Vas a caminar por el
lado de ese acantilado?"
Me vuelvo hacia atrás, sin darme cuenta de lo perdido que estaba en mis pensamientos.
Por supuesto, estoy demasiado cerca de uno de los precipicios rocosos que salpican el
paisaje. Nuestra partida de caza -Cashol y la hembra humana Nadine me miran fijamente.
"Disculpas", digo rápidamente, y aparto las manos de Thrand. "Estaba distraído por un
pensamiento momentáneo"
"¿Un pensamiento momentáneo?" Thrand me frunce el ceño como si fuera un extraño. "Has
estado vagando hacia ese acantilado durante treinta pasos. Te he observado"
"Estaba pensando en otra cosa", digo con firmeza y me dirijo a Cashol. "¿Estamos cerca de
los cotos de caza?"
"La manada de dvisti está adelante", dice el cazador, girando y señalando. "Sobre esa colina
en la distancia. Hay un valle que les gusta visitar. Vamos. Estamos cerca"
Nadine nos mira con curiosidad, pero cuando Cashol avanza, le sigue. Es una de las
hembras humanas de piel oscura y pelo rizado, y está decidida a aprender a cazar. Cashol

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la ha estado trayendo con nosotros recientemente. Ella no es buena, pero se esfuerza mucho
y por eso sigue trayéndola. Lo encuentro molesto, porque ella nos retrasa.
A Thrand le parece divertido, creo. La mira a menudo, con una mirada curiosa en su cara.
Normalmente trata de caminar junto a ella, pero en este día, me frunce el ceño y espera
detrás. Cuando voy a seguir a los demás, él agarra la parte delantera de mi pesada túnica
y físicamente me hace a un lado. Le empujo, molesto.
"Dije que estaba bien", le dije bruscamente.
"¿Qué te molesta, hermano?"
"Nada".
Thrand niega con la cabeza. "No puedes mentirle a un hombre a'ani. Tenemos las mismas
mentes. Pensamos igual..."
"No nos parecemos en nada", le gruño, odiando las palabras que salen de su boca. Suenan
demasiado cerca de lo que dijo Angie. No quiero que piense en él cuando ella piensa en mí.
No quiero que piense en él en absoluto.
Avanzo a toda velocidad, y cuando llego al lado de Nadine, en lugar de dejar que Thrand
camine a su lado, me quedo allí, sólo para irritarle.
Nadine me echa un vistazo rápido, su atención en su lanza y las raquetas que usa para no
hundirse demasiado. Su altura es pequeña comparada con la nuestra, por lo que la deriva
es un obstáculo mayor para ella que para nosotros. "¿Rivalidad entre hermanos?"
"¿Eh?" Me vuelvo hacia ella, frunciendo el ceño.
"Solía pelear con mis hermanas todo el tiempo", dice, con voz suave. "Teníamos algunas
enormes peleas con tirones de pelo. Patear, gritar, lo que sea. Es sólo una cosa por la que
pasan los hermanos. ¿Tú y Thrand hacéis lo mismo?"
"No somos hermanos", le digo secamente. ¿Cuántas veces debo decirles a estas personas
que somos a'ani? Pero no parecen escuchar.
"Pensé que eran gemelos."
"Somos a'ani"
"¿Eso no significa 'gemelo' en tu idioma?" Me echa una mirada de perplejidad, jadeando
mientras lucha por mantener el ritmo de Cashol.
"Significa clon. Él y yo somos criados del mismo material genético, pero no estamos
relacionados de otra manera".
"Oh." Parece sorprendida. "Pero tú le llamas hermano".
"Cada a'ani es hermano de los demás. No significa que seamos una familia".

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"Huh", es todo lo que dice. Thrand trota a mi lado y me da codazos, claramente queriendo
mi lugar junto a Nadine. Le ignoro. Al final, Nadine continúa. "¿Así que no sois de la misma
madre?"
"Ninguna madre. Estamos clonados en una estación diseñada para tales propósitos".
"Huh. El equivalente alienígena de criadero de cachorros. De acuerdo, entonces. Yo..."
"¿Por qué hablas con él?" Thrand corre por el otro lado de Nadine y le echa una mirada
enfadada antes de mirarme. "Se supone que no debes hablar con ella más que a mí"
"Se llama ser educado", le dice Nadine. "Infórmate".
Parece molesta por las exigencias de Thrand. Decido que me gusta esta Nadine. "Cuéntame
más sobre los cachorros y cómo se crían", le digo. "Deseo saber." Cuanto más pueda
aprender sobre el mundo humano, más podré hablar con Angie sobre estas cosas. Quiero
que se quede impresionada con mi conversación. Quiero que me mire, con los ojos
brillantes.
Thrand frunce el ceño en mi dirección, y luego mira hacia atrás a Nadine. "Yo también
quiero saber. Cuéntamelo todo. Y dímelo a mí primero"
"Estás siendo un poco agresivo, sabes", le dice a Thrand. "Las chicas no son grandes fans
de eso"
"¿No?" Parece asustado, sus pasos se detienen como si realmente estuviera sorprendido.
Cuando ella se ríe, él corre junto a ella una vez más. "¿Cómo son las mujeres? ¿Hembras
como tú?"
"Bueno, para empezar, no nos gusta que nos digan que no hablemos con la gente", continúa
alegremente. "Y para continuar, no nos gusta que nos digan que no pongamos una trampa
porque somos una especie débil y de extremidades débiles"
Más adelante, Cashol resopla de alegría, una señal de que está escuchando nuestra
conversación. También sonrío porque recuerdo que Thrand le dijo a Nadine eso antes y el
ruido de indignación que hizo.
"Pero vosotros sois una especie de extremidades débiles", interviene Thrand. "Es encantador
que pienses que tienes la fuerza de una gladiadora, pero no podrías estar más equivocada..."
"Ssshhhh", dice Cashol, y levanta una mano en el aire. Él mira hacia adelante, y nos
detenemos en nuestro camino. Me quedo en silencio, al igual que Thrand y Nadine. Durante
el último tiempo, hemos aprendido que si vamos a atrapar presas, cuando el líder dice que
guardemos silencio, es mejor que lo hagamos de inmediato.
Pero aquí no hay presas. La brisa gira y un olor familiar flota en el aire. Sangre.
"¿Qué es ese olor?" Nadine susurra incluso mientras Cashol se agacha y se arrastra hacia
adelante, hasta el borde del acantilado. Yo sigo de cerca, y Thrand también. Intercambiamos
una mirada, nuestras discusiones olvidadas ante el peligro. Este es un olor que conocemos
bien, y mis sentidos sienten un hormigueo de alerta, como si estuviéramos a punto de
unirnos a una batalla.

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Abajo, en el valle, las nieves están salpicadas de rojo. Entrecierro los ojos para afinar la
mirada y, al hacerlo, los objetos se enfocan. Los dvisti que hemos estado cazando están
abajo, de acuerdo, pero ya están cazados. Una docena de las criaturas han sido destrozadas,
arrancadas miembro a miembro con sus partes esparcidas sobre la blanca nieve. Aquí hay
una extremidad, hay un montón de entrañas que debe haber sido un joven dvisti, una vez.
"Mierda, ¿qué pasó?" La voz de Nadine está llena de horror. Miro y se agacha cerca de
Thrand, con los ojos bien abiertos. Él trata de tocarla, pero ella le da un golpe en la mano.
Es raro que toque a una mujer que no sea Angie, con quien nos juramentamos.
Mentalmente guardo esa información para preguntarle más tarde.
"No me gusta cómo se ve esto", dice Cashol, con la voz baja. "Es la estación equivocada para
estas cosas"
"¿Estación?" Pregunto. "¿Sabes, entonces, lo que es esto?"
“Garras del Cielo. Mira las marcas de corte". Señala, indicando tres carreras paralelas en
la nieve salpicada de sangre. "Caen en picado desde arriba y atacan a su presa. Les gusta
jugar con ella, sin embargo, y matan más de lo que necesitan". Niega con la cabeza. "Son
cosas terribles y derrochadoras".
"¿Qué son?" Nadine tiembla, y esta vez cuando Thrand le pone una mano protectora en el
hombro, ella no le rechaza.
"Grandes pájaros", dice Cashol, su expresión sombría. "Más grande que las tiendas. Muchos
dientes. Sin embargo, no les gusta la temporada brutal y desaparecen por largos períodos
de tiempo. No entiendo por qué están aquí" Frunce el ceño en el valle. "Hablaré con Vektal.
Podría no ser nada".
"¿Nada?" Nadine chilla. "¿Cómo que eso no es nada? ¡Hay sangre por todas partes!"
Cashol se pone de pie. "No puedes juzgar a todas las criaturas por cómo actúa una. Esto
podría tratarse de una de ellas descarriada con un ala mala, incapaz de seguir a las demás
mientras evitan la temporada brutal. O tal vez se estaban yendo y no regresarán. Se lo diré
a Vektal, pero debemos continuar como siempre" Se da la vuelta y nos mira con atención.
"No le digáis nada a nadie en el campamento. No queremos alarmarles".
"¿Hablas en serio?" sisea Nadine.
"No digas nada", repite Cashol, y luego hace un gesto al valle de abajo. "Vamos. La carne de
ahí abajo está congelada, lo que significa que la Garra del Cielo hace tiempo que
desapareció. Vayamos y veamos si podemos aprovechar
lo que ha dejado atrás. La buena carne no debe desperdiciarse".


REGRESAMOS ANTICIPADAMENTE, nuestras mochilas cargadas de patas de dvisti dejadas
atrás por la criatura devastadora. Thrand se cierne sobre Nadine, que parece cansada de
su protección cuando volvemos al campamento. Inmediatamente busco a Angie mientras
volvemos y me alivia verla sentada junto al fuego, perdida en sus pensamientos, con un

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tazón de algo humeante en sus manos. Ella mira hacia arriba mientras nos acercamos, y
sus ojos se calientan al verme.
No le he traído nada hoy. El arrepentimiento llena mi pecho.
"No digáis nada", nos dice Cashol una vez más, y luego se dirige a buscar a Vektal.
"Bueno, mierda", susurra Nadine. "No soy buena con los secretos"
"Lo guardaré por tí", declara Thrand. Ella pone los ojos en blanco y se acerca al pozo rocoso
que se usa para sentarse y desollar las presas de caza.
Él empieza a seguirla, pero antes de que pueda irse, le agarro del brazo. "El día es joven.
Una vez que terminemos de preparar la carne, debemos entrenar".
"¿Entrenar?" Repite, curioso.
"Sí. Para proteger a Angie", le dije. "Si hay algo atacando desde el cielo, debemos estar
preparados"
Me mira pensativo y luego asiente con la cabeza.


NOS PELEAMOS HASTA LA NOCHE. Y entrenamos al día siguiente, y todos los días después
de eso. Mantenemos nuestros sentidos en batalla, porque siempre debemos estar atentos
para proteger a Angie. Sin embargo, a medida que pasan los días y no se matan más
criaturas, la tensión en el cuerpo de Cashol desaparece. Él se relaja, y nosotros también.
Después de todo, tal vez fue sólo una única Garra del Cielo, después de todo.



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Capítulo 8

ANGIE
Los días se mezclan en una secuencia. Mis días son muy parecidos. Estoy demasiado
embarazada para salir y hacer mucho, y el bebé se sienta pesadamente. Mis caderas se
abren y me duele la espalda constantemente. Cuando me quejo de esto a Liz y Harlow, me
dicen que no pasará mucho tiempo antes de que dé a luz.
No sé si estoy deseando que llegue o no.
Me levanto de mi fría cama todas las mañanas, temblando, y voy a desayunar junto al fuego.
Siempre hay alguien ahí trabajando en algo, pero estoy limitada en lo que puedo hacer. Si
fuera por los demás, no me dejarían hacer nada. Sólo descansa, me dicen siempre. No
entienden que todo lo que hago es descansar todo el maldito día, y eso me está volviendo
loca. Después de un tiempo, me puse a cargo del té y el estofado, asegurándome de que
siempre estuvieran en el fuego, calientes y listos mientras la gente pasaba por el
campamento y salía de nuevo a hacer las tareas diarias.
El clima sigue siendo húmedo y frío, y la nieve cae todos los días. Creo que estamos
protegidos de la mayor parte de esto gracias a las escarpadas montañas que hay a lo lejos,
pero todavía hace más frío del que me gustaría. Y con la nieve vienen los cambios en el
campamento. Verónica y Ashtar regresan, tan enamorados que me duele el corazón al verles
mirarse. Verónica se convirtió en una sanadora, su khui tiene poderes adicionales que le
permiten ayudar a otros. Y Ashtar es aparentemente un Dragón, lo que conmociona a todos.
Por si fuera poco, días después de su regreso, Lauren y Marisol regresan de entre los
muertos, junto con más de una docena de extraños. Estos alienígenas son primos de los
sa-khui y provienen de una isla lejana que ahora está muerta. Durante la noche, el
campamento duplica su tamaño y la nieve se convierte en nieve y en una fina ceniza que lo
cubre todo. Paso unos días con una bufanda peluda cubriéndome la boca mientras respiro,
por si acaso.
Con los nuevos miembros de nuestra tribu aquí, algunos de los sa-khui regresan a sus
hogares. Echan de menos a sus familias, y ahora que tenemos más que suficientes manos
para ayudar a cazar -y aquellos de nosotros que hemos estado aquí todo el tiempo estamos
aprendiendo más- están regresando a casa. Bueno, algunos de ellos. Vektal y varios de los
hombres se van, pero llegan los recién llegados. Está Taushen y Brooke de pelo rosado, que
quiere preocuparse por el cabello de todos. Están Gail y Vaza, una pareja de mayores
obviamente enamorados y parecen bastante agradables. También adoptan a un bebé
huérfano que fue traído con la tribu de la isla, así que ahora tengo la compañía de Gail

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junto al fuego la mayoría de los días. Willa y Gren también se acercan al campamento, y
entonces estamos tan ocupados y llenos de gente que el ambiente se vuelve más festivo.
Bueno, no es mi humor. Me encuentro dolorida y cansada y de alguna manera inquieta. Mi
vientre tiene calambres regularmente, no por mucho tiempo y no duro, pero lo suficiente
para recordarme que tengo un pasajero que llegará pronto.


UNA NOCHE, una de las chicas se levanta y le aclara la garganta. "Juguemos a un juego",
dice en voz alta mientras el último de los guisos es liquidado. "¿Qué tal si giramos la
botella?"
Miro hacia arriba sorprendido, porque conozco ese juego. ¿Un juego de besos? ¿En serio?
Pero cuando las otras mujeres lo acogen con entusiasmo, siento una puñalada de envidia
cuando Tia toma la mano de Nadine y luego arrastra a Sam a su círculo. Mete a Devi y
Callie y luego a Steph y Penny.
"Ya basta de chicas", declara. "Necesitamos algunos tipos aquí o no será muy divertido."
Agrego algunas hojas a la bolsita de té sobre el fuego y le doy una vuelta con una cuchara
de hueso larga y tallada. Me acerco un poco más al grupo, porque estoy aburrida y algo
fascinada por el hecho de que Tia es tan audaz que va a jugar un juego de besos con los
hombres extraterrestres en la playa. Una parte de mí desea que ella viniera y me tomara de
la mano, guiándome al círculo. No es que quiera besar a un grupo de hombres extraños.
Echo de menos que me incluyan en ese tipo de cosas. Pero estoy embarazada y me siento
miserable, no soy la idea de diversión de nadie en este momento.
Tia pasa junto a algunas de las personas reunidas cerca del fuego. "No tan rápido, vosotros
dos. ¡Vais a jugar a nuestro juego!"
Para mi sorpresa, saca a Vordis y a Thrand de su lugar en la parte trasera del grupo. Me
quedo mirando, con la boca abierta, mientras ella les guía y les ordena que se sienten.
Vordis me mira, mientras Thrand habla. "Estábamos a punto de entrenar"
"Puedes entrenar después", dice Tia, deteniéndole. "Esto es una tradición."
Levántate, le suplico en silencio a Vordis. No te sientes a jugar. Pero cuando Sam se ríe y
acaricia la playa de arena a su lado, Vordis se sienta, y mi estómago se siente como un gran
nudo. Por supuesto que va a jugar. Thrand también está ahí. Mira a Vordis.
Vordis me mira fijamente.
Me doy la vuelta mientras Tia recluta a algunos de los hombres de la isla para jugar su
juego, también. Chica astuta. Ella arrastra al joven Sessah y se asegura de traer a A'tam,
uno de los isleños y, tengo que admitirlo, un espécimen de hombre muy guapo.
Una vez que su pequeño grupo está lleno, Tia se deja caer entre Sessah y A'tam, y luego el
grupo cambia de asiento para adaptarse a la alternancia de chico y chica. Finjo que me
molesta el té, tratando de obtener el sabor justo, pero los estoy observando demasiado de
cerca.

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Quiero ver a quién besa Vordis.

Quiero ver cómo reacciona.
Quiero ver de quién son los ojos que tengo que arrancar por celos.
No es que tenga ningún derecho sobre él. Ni sobre nadie. Estoy embarazada. Embarazada,
embarazada, embarazada. Puse una mano sobre mi vientre con frustración otra vez y luego
me froto la parte baja de la espalda porque ahora siempre me duele.
No he besado a Vordis. Ni siquiera lo he vuelto a abrazar. Ha estado tan ocupado cazando
y peleando con Thrand que me siento culpable por tratar de pasar unos momentos en
privado con él. Charlamos en la playa, por supuesto, y él siempre me mira cuando está en
el campamento, pero no hemos vuelto a estar solos. A veces me pregunto si me imaginaba
ese abrazo en mi cueva... pero aún así me trae regalos todos los días. Sólo está ocupado.
Todos lo están, menos yo.
Tía agarra un hueso de muslo de dvisti suave y limpio que alguien apartó para tallar.
"Usaremos esto como nuestra botella. El juego es simple. Alguien hace girar nuestra botella,
y a quienquiera que apunte, tiene que besar. Entonces es el turno de esa persona para
girar. Reglas simples, ¿verdad?"
"¿Qué es un beso?", pregunta alguien con barba. Intento recordar el nombre de su clan.
Algo de gato, creo.
Algunas de las chicas gimen, y alguien más se ríe. "Es una caricia de boca en boca", declara
Tia. "Es sólo diversión entre chicos y chicas. Nada más".
"¿Y si beso a una mujer? ¿Significa que somos compañeros de placer?" pregunta Sessah.
"Uh, no, sólo significa que besas a alguien"
Yo también me reí de la respuesta horrorizada de Tía. Podría haber mordido más de lo que
puede masticar con esta pandilla.
"Besar es un apareamiento de bocas, ¿sí?"
Mi piel me pica con esa voz. Es Vordis. Lo miro y siento que mis mejillas están sonrojadas,
porque me observa mientras me hace la pregunta. Por un momento, casi parece que somos
los únicos en la playa. Sé que él está pensando en lo que se siente al tener su boca en la
mía....porque yo también lo estoy pensando.
"¿Un apareamiento de bocas?" pregunta Nadine, con la mandíbula abierta.
"Es como lo llama Cashol."
"Guau. Es un nombre intenso", dice Nadine, y toca furtivamente su boca.
Ella no está equivocada. Ahora que he oído a Vordis decirlo, voy a oír esas palabras en mis
sueños. Un apareamiento de bocas. Me imagino a Vordis, su piel roja y enrojecida por la
necesidad mientras acaricia mi mejilla y luego inclina mi barbilla hacia arriba, llevando mi
boca a la suya para que podamos besarnos, nuestros labios se froten, nuestras lenguas se
toquen....

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Si no estuviera embarazada, por supuesto.

"Podemos llamarlo el apareamiento bucal, seguro. Verás lo que es cuando sea tu turno",
dice Tia. "Sólo recuerda las reglas. Si te apunta a ti, tienes que besar".
"¿A quién apunta debe besar?", pregunta uno de los hombres de la isla.
"Eso es lo que ella dijo", dice Devi con un lanzamiento de su largo cabello negro. ¿Está...
coqueteando? Ella da una risita aguda que me hace pensar que sí, que está coqueteando.
"¿Y si cae sobre dos hembras?" pregunta A'tam. "¿Besan?"
"No, volvemos a girar", le dice Tia.
Gruñe. "Prefiero ver a dos mujeres besarse que volver a girar". Algunos de los otros hombres
están de acuerdo.
Me muerdo la risa. Los chicos son chicos, no importa en qué parte del universo estén.
Pienso en todos los hombres de la Tierra a los que nada les gustaba más que ver a un par
de chicas besarse en el club.
"¿Quieres besar a un hombre?" pregunta Tia dulcemente. "¿Si cae sobre un hombre?"
A'tam frunce el ceño. "Volvemos a girar".
"Eso es lo que pensaba." Se adelanta y le da un giro a la 'botella'. " Utilizaremos este giro
para ver quién va primero".
"Angie, has estado de pie por un tiempo", dice Gail, apartando mi atención del juego. Ella
golpea la piedra a su lado. "¿Quieres sentarte aquí conmigo?"
"No, estoy bien", le digo y me froto la espalda. La botella sigue girando, pero se
detiene....justo delante de Vordis. El extremo dentado apunta directamente hacia él, y mi
corazón se siente como si también se estuviera deteniendo. Observo su expresión. Sus fosas
nasales se ensanchan y su boca se adelgaza como si estuviera descontento, pero se adelanta
y le da una vuelta a la cosa antes de que alguien pueda decir algo.
No puedo dejar de mirar. Veo la 'botella' girar y girar, preguntándome con nauseas
enfermizas en mis entrañas a quién tocará. ¿A la coqueta Tía, que parece que apenas ha
salido de la secundaria? ¿A la bella Sam? ¿A la ansiosa Devi, que no para de sacudir su
cabello oscuro una y otra vez?
Rápidamente, Vordis extiende la mano y agarra el hueso giratorio, golpeándolo hasta
detenerlo. Apunta a través de él y entre Callie y los hombros de un isleño.
Apunta directamente a mí.
"Debo compartir la boca con Angie", anuncia Vordis.
"Así no es como funciona esto", grita Tia, frunciendo el ceño como si hubiera arruinado su
juego.
"Pero ella es la única a la que quiero poner mi boca en la boca", le dice al grupo. "¿Por qué
si no jugaría a este juego?"

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"Así no es como funciona", repite Tia obstinadamente. "Gira de nuevo, y esta vez, no lo
toques."
"Me giró", dice Vordis, con la voz baja. "Besaré a Angie o a ninguna otra".
"Ella no está jugando" Tia cruza los brazos sobre el pecho. "Pregúntale a ella".
Abro la boca para protestar. Todo el mundo me mira fijamente, y no puedo decir si están
ofendidos de que me hayan elegido o divertidos. El bebé patea, recordándome que hay una
razón por la que no fui elegida para participar en el juego, y la excitación que palpita en mi
corazón se ralentiza hasta detenerse.
"No estoy jugando", digo en voz baja. "Me voy a la cama"
Y me doy la vuelta y dejo el fuego, porque no quiero ver cómo acaba esto. No quiero oír los
susurros, no quiero ver a Vordis volviendo a girar, no quiero nada de eso.
Es dulce que haya intentado elegirme, pero no puede. No cuando estoy embarazada de un
bebé misterioso. Debe elegir a alguien más, alguien que sea libre de resonar para él, libre
de amarlo, libre de coquetear y de ser tan salvaje como necesite.
No soy esa chica.
Me han dado una mala mano desde que llegamos aquí, y tendré que aprovecharla al
máximo. Froto una mano en mi abultada barriga mientras me alejo del grupo y vuelvo a las
cuevas. Me duele la espalda, recordándome que todo me parece extraño ahora mismo.
Extraño e incómodo. Cuando me dirijo a la cueva, veo a alguien que ya está aquí, escondida
en su litera, Hannah. Ella resonó y creo que no está contenta con ello. Bien. La desgracia
ama la compañía y todo eso.
No se da cuenta de lo afortunada que es ni de lo mucho que me gustaría estar en su lugar.
Deja que se quede embarazada de un bebé misterioso. Déjala ser la rara, la aislada, sola,
confundida. ¿Su problema es que alguien la quiere demasiado? Boo qué jodido.
Incluso cuando pienso en ello, me invade la culpa. Pongo una mano en mi vientre. No es
culpa del bebé, me aterra. Y si yo fuera Hannah... Vordis no querría besarme.
Oh, Dios, no puedo tener un enamoramiento ahora mismo. Simplemente no puedo.
Me retiro a mi cueva, llena de emociones conflictivas. Está oscuro y apretado, pero está
bien. De todos modos, no quiero un fuego. Es demasiado trabajo para el calor que da, y de
repente estoy muy cansada de todo. Me acomodo a mi camastro de pieles y las tiro sobre
mí. Me voy a dormir, y cuando me despierte, tal vez no esté aquí. Todo será un sueño terrible
y no estaré embarazada. Estaré de vuelta en la Tierra, en mi pequeño apartamento, con mi
trabajo de cajera de banco y montones de deudas, preparándome para salir en una cita con
un tipo que ni siquiera me gusta mucho. Pero será normal. Muy normal.
"¿Angie?"
Me tenso bajo las pieles. ¿Por qué tiene que decir mi nombre como si fuera una caricia?
"Déjame en paz, Vordis. Por favor."

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Espero a que se vaya. Todo está tranquilo, pero entonces oigo su gran cuerpo trasladándose,
y puedo decir que todavía está en la puerta. "Me iré si me prometes que no estás molesta"
"No estoy molesta"
"Eso no suena a verdad para mis oídos"
Me levanto las mantas hasta el cuello. "Tal vez sólo tenía frío y quería acostarme un rato."
"Entonces no te importará si me acuesto contigo"
Frunzo el ceño en la oscuridad, preguntándome si realmente va a hacerlo. Claro que sí, lo
siento pasar por encima de mis piernas y luego se desliza en la cama en el lado opuesto de
mí. O lo intenta. Es tan grande que toma casi toda la ropa de cama y me empuja hasta el
borde. Pero no me importa. Estoy tan sorprendida que tengo que aguantarme la risa que
burbujea en mi garganta. ¿Por qué escoge ahora ser tan obstinado? "¿Cómodo?" Me las
arreglo para atragantarme entre risas ahogadas.
"Mucho". Su voz suena tensa.
"Oh, suenas así", bromeo. Mi sonrisa se desvanece, y mientras estoy agradecida de estar
controlándome, estoy empezando a sentirme un poco tonta. "En serio, Vordis, no tienes que
hacer esto. Estoy bien. Sólo necesito un poco de tiempo para, bueno, hacer pucheros".
"¿Por qué hacer pucheros?" Su gran cuerpo se mueve de nuevo sobre las mantas, y luego
siento su mano debajo de ellas. Vordis toca mi costado y luego se inclina más cerca. "Y esta
cama tiene mucho espacio para dos, pero debemos estar tocándonos."
El aliento se me atasca en la garganta. Es cálido y enorme, y por un momento, me siento
tan cómoda y protegida que no quiero nada más que recostarme sobre él y abrazarle.
"Estoy haciendo pucheros porque odio mi situación, pero eso es cosa mía. Deberías estar
ahí fuera jugando con los demás".
"Juegos". Vordis resopla. "No quiero jugar con ellos si eso significa que tengo que poner mi
boca en otras hembras. Lo dije en serio, Angie. Eres la única enla que quiero poner mis
labios." Su mano me acaricia el brazo, y puedo sentir que las callosidades se agarran y se
enredan en el bello. Hace un sonido de descontento. "Incluso debajo de las mantas, usas
muchas capas"
"Es porque siempre tengo frío", susurro, distraída. "Sé que me dieron esta cueva para tener
privacidad, pero siempre hace mucho frío y no puedo calentarme por la noche"
"Deberías habérmelo dicho. Me encantaría mantenerte caliente." Me frota la manga
distraídamente. "Y me encantaría besarte"
Puedo sentir mis mejillas calentarse en un rubor. "No debería besar a nadie"
"¿Por qué no?"
"Porque estoy embarazada".
"¿Hay reglas contra esas cosas?"

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"No, no exactamente. Pero.... no es algo que se haga. ¡No puedo coquetear con alguien
mientras estoy embarazada!"
"Otra vez, pregunto ¿por qué no?"
Me muerdo un suspiro, porque está claro que no va a entender cómo me siento. "Porque los
besos deben reservarse para las chicas que puedan resonar. Todas son jóvenes, guapas y
coquetas. Estoy gorda e hinchada y no hay ninguna posibilidad de que resuene con un bebé
dentro de mí".
"¿Por qué esta obsesión con la resonancia?" Vordis suena abiertamente escéptico incluso
cuando su mano se extiende a lo largo de mi hombro.
"Es un gran problema"
"Si tú lo dices"
Tal vez los hombres no están tan enamorados de la idea de un alma gemela como las
mujeres. A mí me encanta la idea de que mi otra mitad sea elegida para mí. Claro, me han
dicho que es biológico, pero veo lo felices que son Harlow y Liz con sus hombres y lo mucho
que los chicos sa-khui extrañan a sus esposas e hijos, y siento tanta envidia que podría
llorar. Si tuviera un compañero de resonancia, no estaría sola en esto. "La resonancia es....el
universo apuntando una flecha hacia esa persona perfecta para ti."
"Supongo que eso es bueno....si necesitas una flecha"
"Haces que suene como si ya supieras lo que quiero"
"Porque lo hago"
¿Es su aliento burlándose de mi pelo? Todo mi cuerpo se ilumina en respuesta. "¿Qué
quieres decir?"
"Quiero decir que eres lo más hermoso que he visto en mi vida", murmura Vordis. "No me
importa que tengas un hijo en tu vientre o que no puedas resonar. Sé que mis ojos sólo te
han visto a ti".
Con esas palabras, me derrito. Nunca nadie me ha hecho sentir tan bonita cuando me he
sentido tan deprimida. "Vordis..."
"Angie". Me toca el hombro otra vez. "Cuando dije que te besaría a ti y sólo a ti, lo dije en
serio. ¿Deseas besarme? Si no lo haces, me iré ahora y mantendré las distancias".
Quiero rodar sobre mi espalda y mirarle, pero el bebé es tan pesado que ahora me aplastará
las entrañas y me hará sentir incómoda. Me siento en su lugar, el acto en sí mismo una
lucha con mi cuerpo desgarbado. "Vordis", repito, mientras él también se sienta. Le miro
en la oscuridad, amando la mirada de su hermoso rostro, la intensidad que arde en sus
ojos. "Con lo embarazada que estoy, no creo que pueda hacer mucho más que besar"
"No pedí nada más", dice, y extiende la mano para tocar suavemente mi boca. "Pero si me
dejas, me gustaría besarte"
Me siento tan tímida como una virgen de repente. "De acuerdo".

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Vordis sonríe. "¿Te han besado antes?"

"Uh, sí Hago un gesto a mi vientre. "Evidentemente".
Sus ojos se abren de par en par. "¿Besarte te deja embarazada? Pensé que es el
apareamiento lo que lo hace"
Le parpadeo. "No, besar no te deja embarazada. Pero lleva a otras cosas". Cosas que empiezo
a preguntarme con él. "¿Alguna vez te has apareado con alguien, Vordis? ¿Alguna chica
gladiadora alguna vez recibió tu atención?"
Niega con la cabeza. "Soy a'ani. Esas cosas no son para nosotros".
Ser a'ani suena terrible. Los clones suenan como si fueran tratados como menos que
humanos, y mi corazón se estremece de simpatía por él. No me extraña que le cueste tanto
creer que quiero tocarle. Yo tomo su mano en la mía. "Iremos despacio, entonces"
"¿Necesitamos un hueso que gire?"
Me aguanto la necesidad de reír, porque su cara está muy seria. "No, está bien. Podemos
hacer esto sin un hueso" Me muevo incómodamente de espaldas. "Tal vez deberíamos
levantarnos. Este suelo de piedra es duro para mi trasero".
"Tengo una solución", dice Vordis, y pone una de mis almohadas en su regazo. Antes de
que pueda decir nada más, me tira de la mano, indicando que debo avanzar hacia sus
brazos. Aunque se ve atractivo, me preocupa que sea demasiado pesada. Sacudo la cabeza
para despejarla de tales dudas: si a Vordis le gusto así, entonces no le importará si soy
pesada.
Me las arreglo -con una maraña de brazos y piernas torpes- para meterme en su regazo y
poner mis brazos alrededor de su cuello. No es tan grande como algunos de los otros
alienígenas. Alto, sí, musculoso, definitivamente, pero no me empequeñece ni se posa sobre
mí de una manera que sea incómoda. Es bonito, de verdad, y si no fuera por la piel roja,
los colmillos y las orejas puntiagudas, podría imaginar que es un espécimen humano
perfecto. Estudio su cara, mordiéndome el labio. "¿Estás seguro de que quieres hacer esto?"
"Quiero decir lo que digo", me dice Vordis simplemente. "Yo no te diría mentiras"
Cierto. Decido hacer que las cosas avancen antes de volver a insultarlo sin querer. "No tiene
que ser un juego, por cierto. La mayoría de la gente se besa sólo porque quiere".
Su mirada es totalmente intensa mientras me mira. "Quiero hacerlo".
Oh, maldición. Yo también quiero hacerlo. Este hombre es tan bello y protector que me hace
querer todo tipo de cosas que no debería. Pero ahora mismo no pienso en eso. Levanto la
mano y toco su mejilla, acariciando su mandíbula... y me sorprende sentir un poco de
rastrojo allí. "¿Te puedes dejar crecer la barba?"
"¿Es necesario para besar?", pregunta confundido.
Me río, porque me estoy distrayendo. Sigo acariciándole la mandíbula. "No. Sólo estoy
sorprendida. La mayoría de los otros alienígenas no parecen ser poder hacerlo". Hay algunas

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barbas en algunos de los isleños, pero los sa-khui son como suaves bebés en sus
mandíbulas.
"Si no me arreglo, crecerá lentamente con el tiempo. Si te gusta, me lo dejo".
"Me gusta", le digo tímidamente.
"Entonces es tuya"
Una cosa un poco rara para ofrecer, pero es dulce. Toco su mandíbula de nuevo y luego me
inclino para acercarme, esforzándome para rozar mis labios contra los suyos. No se inclina
hacia delante para ayudarme, su cuerpo rígido y torpe, así que inclino su barbilla y le doy
un suave tirón hacia adelante hasta que se hace una idea. Mis labios se deslizan sobre los
suyos en el más mínimo de los besos, y me sorprende lo bien que se siente su boca contra
la mía. Envía una oleada por todo mi cuerpo que es impactante en su intensidad.
Hormonas del embarazo, decido. Mis senos se estremecen en respuesta y se sienten
pesados.
Él gime, el sonido bajo y delicioso en mis oídos. "Deseo hacerlo de nuevo"
"Oh, lo haremos", le prometo, sonriendo, y esta vez, Vordis no necesita que le animen a
conocer mis labios. Sus labios se frotan contra los míos con entusiasmo, y luego parece
darse cuenta de que no siempre es mejor más, y toca mi mandíbula, sosteniéndome contra
él mientras experimenta con caricias. Me da en la boca pequeños y suaves besitos,
mordiscos juguetones y suaves fricciones, y me estremezco con lo delicioso que es
explorarse el uno al otro.
"Me gusta esto", murmura. "Pero sólo contigo. No puedo imaginarme haciéndole esto a otra
mujer".
Me encanta la emoción que atraviesa mi cuerpo por sus palabras. "Podrías resonar con
alguien más tarde", le advierto.
"No", me dice, sus dedos trazando mi mandíbula. "Me dedico a ti y sólo a ti"
Puede que necesite algo de práctica con los besos, pero el hombre no necesita práctica con
los halagos. Me tiene derritiéndome con cada palabra que dice, y suspiro feliz. "La gente
también usa la lengua cuando se besa," ofrezco, porque los besos ligeros y coquetos son
divertidos, pero no serán suficientes. Estoy deseando todo lo que este hombre tiene para
dar.
Vordis gruñe reconocimiento y luego se inclina para besarme una vez más. Antes de que
pueda tomar la delantera, su lengua se mueve contra mis labios en una silenciosa demanda
de entrada, y yo gimoteo mientras él entra, tomando el control del beso. No necesita
practicar con esto, me doy cuenta, aturdida mientras me besa, su lengua chispeando y
explorando y burlándose de maneras que me hacen sentir caliente con la necesidad y
desesperado por más.
Vordis puede besar los pantalones de una chica.

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Respiro con dificultad y prácticamente maullo como un gatito cuando suelta mi boca, y mis
pechos vuelven a sentir un hormigueo cuando frota suavemente su nariz contra la mía. "Me
gusta eso aún más", murmura. "¿Lo hice bien?"
"Oh, Dios, sí."
Se ríe, el sonido que sale de su pecho. "Me alegro de haberte complacido. ¿Podemos
besarnos más, o es suficiente?"
"Más, por favor", le digo, inclinando mi cara hacia arriba para encontrarme con la suya, y
luego no hablamos por mucho tiempo. Nos besamos tanto que estoy aturdida por la
sensación de él, mi cuerpo palpitando con un placer fácil y sensual que no había sentido
en mucho tiempo. Parece que besa a la perfección: sin baba, sin lengüetazos demasiado
agresivos, sólo un perfecto acoplamiento con mi boca. En el espacio de una sesión de besos,
él se eleva a lo más alto de mi lista de besos, superando a todos los ex-novios que he tenido
en el pasado.
El bebé patea mi vientre, el movimiento lo suficientemente fuerte como para hacerme hacer
un gesto de dolor y alejarme. Se mueve, girando sin descanso en mi estómago como si
estuviera protestando, y yo me alejo a regañadientes mientras el mundo se hunde
lentamente de nuevo.
Cierto. Embarazada.
"¿Puedo tocar tu vientre?" pregunta Vordis, con voz reverente.
"Oh, por supuesto." Me siento incómoda. No es algo que una chica quiera escuchar cuando
la besan, y me siento aún más incómoda cuando me doy cuenta de que mis pesados pechos
han empezado a gotear dentro de mi túnica.
Vordis no parece saber ni le importa que me siento incómoda. Me sorprende cuando llega
bajo el pesado dobladillo de mi túnica forrada de piel y pone su mano directamente sobre
mi tenso vientre. Me obligo a relajarme, a pesar de que el tacto es dolorosamente íntimo.
No intenta nada raro, naturalmente. Este es Vordis, que se aferra a una especie de código
moral que ni siquiera puedo empezar a entender. Extiende sus dedos sobre mi vientre, su
palma plana, y acaricia suavemente las estrías que se esconden en la oscuridad.
"Ha dejado de moverse."
"Dale un momento", le dije, y yo también me quedo esperando. Puedo sentir su pulgar frotar
ligeramente sobre mi piel, y mis pezones se pinchan como si los estuviera tocando. ¿Debería
estar excitado por esto? No conozco las reglas de este tipo de cosas: nunca he leído un solo
libro sobre bebés y probablemente soy la mujer menos educada cuando se trata de estar
embarazada. Todo lo que sé es que me encanta su toque y quiero acurrucarme con él
durante las próximas semanas y nunca abandonar su regazo. "¿Has visto alguna vez a una
mujer embarazada?" Le pregunto, pensando en la forma en que él y Thrand me han
observado tan de cerca.
"Por supuesto. Las he visto en las gradas de las peleas de arena. Y Liz y Harlow están
cargando, ¿no?"

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Oh. Buen punto. "¿Entonces por qué la fascinación por mí?"

"Porque tú eres Angie y yo me dedico a ti", murmura, y su pulgar se mueve ligeramente de
nuevo.
El bebé se mueve ligeramente, como si estuviera en una posición más cómoda dentro de mi
estómago. Hago un gesto de dolor interior cuando la nueva posición me presiona la vejiga,
porque lo último que quiero hacer es dejar mi lugar, pero el bebé tiene otras ideas.
"Sentí que se movía", me dice Vordis, y hay un sonido de placer en su voz.
"Así que lo hiciste." No puedo evitar sonreír. Nos sentamos en silencio durante un rato más,
su gran mano sobre mi vientre, y entonces la insistencia en mi vejiga se vuelve demasiado.
"Debería levantarme pronto e irme a la cama"
"Me acostaré contigo", anuncia Vordis.
Lo miro con sorpresa. "¿Qué?"
"Dijiste que tenías frío por la noche. No me gusta pensar en eso, así que compartiré mi calor
con vosotros". Vordis saca su mano de debajo de mi túnica y luego me la ofrece para
ayudarme a levantarme. "No será para aparearnos, por supuesto. Sólo voy a dormir".
"Oh, cierto." No sé si me divierte o si me siento humillada porque mi mente se fue totalmente
al "apareamiento".



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Capítulo 9

VORDIS
Ayudo a Angie a acomodarse en sus mantas y a prepararse para dormir antes de acostarme
a su lado otra vez. Le da vergüenza tener que usar el retrete, y aún más vergüenza que yo
la ayude, pero esas cosas no me molestan. He soportado cosas mucho peores viviendo en
pozos de esclavos junto a otros veinte a'ani, esperando una batalla o que se me asigne una
nueva tarea. He comido de pesebres y he cagado en el mismo cubo que una docena de otros
machos. Ayudar a Angie no es nada.
Me quito la ropa cuando volvemos a su cueva, y noto que aparta la mirada, como si esas
cosas no se pudieran mirar. Los humanos son curiosos con su timidez sobre el cuerpo, pero
ella estará más caliente si mi piel está al lado de la suya, y se lo digo. Ella se queda en una
túnica más ligera, insistiendo en que le dé la espalda para que pueda cambiar sus pieles, y
lo hago. Cuando se acurruca en la cama a mi lado y pone sus frías manos sobre mi piel,
suspira contenta.
"Dios, estás caliente", murmura, adormilada.
"Mucho". Nunca había estado tan contento con la temperatura de mi cuerpo antes de ahora.
Los A'ani son más cálidos que los humanos, al parecer, aunque compartimos muchas otras
características similares. Ella se aferra a mí, luego discretamente empuja una de las pieles
sobre mi ingle desnuda antes de suspirar y acurrucarse una vez más. Su respiración se
hace uniforme, y pongo una mano en su hombro, sintiendo su piel contra la mía por
segunda vez. La túnica de cuero que lleva no tiene mangas y una falda que va hasta las
rodillas. Toco su brazo, pensando en lo suave que es, y cierro los ojos.
Me duele la polla, se me calienta como si tuviera fiebre. Trato de no pensar en ello, porque
esas cosas no son para un a'ani. Si estuviera en los pozos de esclavos y mi polla se
endureciera, uno de mis amos me apartaría y me daría una inyección de inhibidor. Los
A'ani no son tratados como otros gladiadores, a los que se les anima a permanecer en celo
para que puedan luchar por las hembras y criar más esclavos sobre ellas. Los A'ani son
herramientas, y trabajamos mejor en equipo. Un a'ani distraído es inútil, y todos los a'ani
son estériles. Aunque tengo más de treinta años, nunca he sentido la necesidad de poseer
a una mujer.
Sin embargo, en este momento siento ese impulso particular con demasiada intensidad, y
no hay inhibidores en este planeta.
No estoy del todo seguro de cómo manejar estas cosas. Me pican las palmas de las manos
y anhelo agarrarme y frotarme hasta que me libere del tormento palpitante, pero no quiero
despertar a Angie. Pienso en otras cosas además de aparearme, tratando de distraerme.

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Pienso en la caza, en mis pies crujiendo en la nieve fresca. Pienso en la forma en que el
océano salado se saborea en el aire cuando un viento fuerte golpea mi cara. Pienso en las
nubes que cubren el cielo y en los dos débiles soles que brillan en el cielo. Pienso en las
montañas púrpuras y dentadas, y en lo mucho que hay que ver en este paisaje áspero.
Al final, el latido de mis entrañas se convierte en un dolor sordo, y puedo sentir que mi
longitud retrocede. Contento, me relajo y froto mi pulgar sobre la piel de Angie mientras
duerme. Su boca está ligeramente abierta y ronca, sólo un poco.
Me pone la polla dura otra vez.
Pienso en las montañas una vez más, hasta que la necesidad de celo desaparece. He
esperado muchos, muchos años para esto. Puedo esperar unos meses más. O un año, si es
necesario. Esperaré hasta que Angie esté lista para un hombre. Esperaré hasta que ella me
reciba con los brazos abiertos para llevarme a su cuerpo. Puedo ser paciente.
Mi polla palpita de nuevo, recordándome que no todo mi ser es paciente, y pienso en las
montañas que bordean el océano furioso hasta que me duermo.


A LA MAÑANA SIGUIENTE, Angie se siente tímida. Mantiene su mirada desviada mientras
se pone sus capas de ropa, pero me deja ayudarla a ponerse los pantalones y las botas. A
pesar de mis votos de que sólo deseo servirla, ella parece incómoda, así que la ayudo a salir
al fuego y luego le doy espacio deliberadamente. Ella está teniendo más dificultades para
moverse, y creo que me quedaré cerca del campamento hasta que tenga a su cría. Tomo
una taza de té caliente de la bolsa colgante y se la ofrezco a Angie, que me sonríe agradecida
mientras se acomoda en su asiento normal. Una hembra de piel oscura con un niño en
brazos ofrece a mi hembra uno de los pasteles duros y grasos, y Angie lo toma,
mordisqueándolo. Ahora que está instalada, pienso en el campamento. Hay cosas que
puedo hacer aquí, aunque me perderé la aventura de cazar. Pero puedo pescar, reparar
redes y raspar pieles.
"¡Vordis!" Thrand cruza la playa con pasos fuertes y furiosos, su cara una nube de truenos.
Esperaba este momento. Se pondrá furioso porque he pasado tiempo con Angie sin él. Él
querrá dormir en su cama y compartir el calor con ella. Se quedará en el campamento si lo
hago, y mi irritación aumenta. Me aparto de él deliberadamente, moviéndome hacia las
redes que se extienden sobre un afloramiento de rocas cercanas para secarlas. Una de las
hembras -no sé su nombre- recoge una, me da una sonrisa débil y luego se dirige a la playa
para encontrarse con una amiga y pescar con ella. Tomo la red que me queda, pero antes
de poder lanzarla por encima del hombro, Thrand está allí. Le da a mi brazo una bofetada
enfadada para llamar mi atención.
"Hermano, ¿dónde has estado?"
"En el campamento", digo, sabiendo que la respuesta es vaga.
Él entrecierra los ojos hacia mí. "Cashol llevó a Nadine, Penny y Steph a cazar esta mañana.
Te esperé pensando que podríamos ponernos al día, pero eso fue antes de que los soles

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estuvieran en lo alto del cielo. No los alcanzaremos ahora a menos que quieran hacer un
seguimiento".
"Ve tú", le dije, señalando a las agitadas aguas del océano. "Voy a pescar este día"
"¿Pescado?" Sus labios se rizan. "Cazar es mucho mejor".
Estoy de acuerdo en que la caza es más agradable, pero si estoy pescando, puedo vigilar a
Angie más de cerca. La caza me lleva a la nieve todo el día. "Entonces vete. Hoy voy a pescar"
"Me quedaré contigo", dice Thrand después de un momento. "Somos a'ani, después de todo"
Aprieto los dientes. "Eso no significa nada en este mundo. Puedes hacer lo que quieras. Ve
a cazar. A mí no me importa. No tenemos que hacer cosas juntos".
Thrand me observa, entrecerrando los ojos. "¿Es eso lo que hiciste anoche?
¿Deliberadamente no volviste a la tienda porque querías probar que no me necesitabas?"
Le frunzo el ceño. ¿Debería admitir que estuve con Angie? ¿Cuidando de ella? Él insistirá
en hacer lo mismo. Pero Angie no ha mostrado ningún indicio de que desee pasar tiempo
con él... sólo conmigo. Un oscuro y delicioso orgullo se hincha en mi espíritu y no puedo
resistirme a provocarle. "Mantuve a Angie caliente bajo las pieles de su cueva"
Sus ojos brillan, su cuerpo se pone rígido. "¿Tú qué?"
"Ya me has oído" Tiro la red por encima del hombro, con los pesos de roca envueltos que
cuelgan de los bordes y que chocan contra mi brazo. "Ella tiene frío en su cueva por la
noche. La calenté. No fue nada más que eso". No le hablo de los besos. Esas cosas son para
que ella y yo las compartamos a solas. "Mientras jugabas con las hembras en la playa, yo
cumplí con mi deber con ella"
Thrand gruñe, y cuando me dirijo a la playa hacia el agua, él se acerca a mi lado. "Deberías
haberme dicho que nos necesitaba. Yo habría estado allí"
"Ella no nos necesitaba", le dije. "No tenemos que ser a'ani aquí. Podemos ser nosotros
mismos".
"Pero estamos dedicados a ella", me dice Thrand.
"Seguiré dedicado a ella", le digo. "Eres libre de hacer otra cosa"
"¿Otra cosa?" Él resopla, y cuando yo acelero el paso, él corre a mi lado. "Somos clones. Si
tú haces algo, yo también debería hacerlo. Nuestras mentes y nuestros corazones son
iguales"
La ira me hierve en la tripa. "No somos iguales. Podemos estar hechos del mismo material,
pero no tenemos que ser la misma persona", le digo. "Podemos pensar diferente"
"Pero", comienza Thrand, claramente confundido.
Me detengo en seco, y mi molestia se intensifica cuando él también lo hace. No hay malicia
en su mirada, sólo perplejidad, como si fuera un viejo gladiador al que de repente han
mostrado un repertorio de nuevos movimientos. "Thrand. Nos separamos anoche. Te
quedaste con los otros en la playa. ¿Por qué es eso?"

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Sus cejas se arrugan juntas. "Deseaba jugar al juego de los besos. Quería aparear la boca
de una mujer"
"¿Una en particular?"
La expresión de Thrand se vuelve reservada. "Tal vez".
"Yo no quería jugar al juego", le explico. "La única mujer que deseo besar es a Angie"
"Lo entiendo", dice con paciencia, como si tuviera perfecto sentido. "Estamos dedicados a
ella. Nosotros..."
"Pero besaste a otras mujeres, ¿no?" Continúo, interrumpiendo. Cuando su boca se
reafirma en una línea de enojo, continúo. "No quiero más mujeres que Angie. Cuando pienso
en besar a otra mujer, mi espíritu se enferma. Cuando pienso en protegerla, me siento
completo. Como si estuviera donde debería estar. ¿Cómo te sientes cuando me ves con
Angie?"
"Siento lo mismo..."
"No", dije. "No lo sabes. Piensa por ti mismo, Thrand. ¿Cómo te sientes cuando me ves con
Angie?"
Me mira fijamente durante un largo momento, como si nunca se le hubiera ocurrido que
pudiéramos pensar de otra manera. "Competitivo", admite después de un largo y silencioso
momento. "Como si yo debiera estar ahí, a su lado, cuidándola mejor que tú"
"¿Sabes cómo me siento cuando te veo con ella?" Continúo.
Se encoge de hombros.
"Quiero tirarte al suelo con rabia. Quiero hacerte a un lado porque te atreves a mirarla. No
me siento como un a'ani cuando te veo con ella. No quiero que piense que somos iguales.
Quiero ser Vordis. Quiero ser el único que vea. ¿Lo entiendes?"
Thrand me mira fijamente. "Estás celoso"
"Lo estoy", admito con tristeza.
"Pero....no podemos estar celosos. Somos a'ani..."
"Pero estoy celoso", le dije. "Y si pensáramos lo mismo, tú también lo estarías"
"Esto no tiene sentido", protesta Thrand. "Somos..."
"Sé lo que somos", le digo irritado, y me voy corriendo. Thrand necesita darse cuenta de que
no tenemos que estar atados juntos como uno solo. Podemos ser nuestra propia persona.
Este mundo es un nuevo comienzo para todos nosotros.

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Capítulo 10

ANGIE
Rompo aguas durante una reunión tribal. Sólo ha pasado un día, tal vez dos, desde que
Vordis comenzó a dormir en mis pieles para mantenerme caliente y el mundo cambia de
nuevo. Parece que este planeta no me va a dar un respiro.
Pero los bebés no son nada nuevo para esta gente. En el momento en que declaro que he
roto aguas, Liz y Harlow me alejan de la multitud -bueno, tan rápido como tres mujeres
embarazadas pueden ir- y alguien se lleva a Verónica. Me llevan de vuelta a mi cueva y me
desvisten, excepto por una túnica para cubrirme los pechos y hacerme sentir menos
cohibida. Una piel se tira sobre mis caderas cuando me siento en el suelo y me doy cuenta
de que mis mantas han sido cambiadas por pieles viejas y rígidas que están cubiertas de
manchas. "Siéntete libre de sangrar por todas partes", dice Liz alegremente.
Sólo le agarro el brazo, sorprendida. "¿Voy a sangrar?"
"Esperemos que no..."
Gimo.
Las cejas de Liz se elevan. "Oh, cariño. ¿Qué sabes tú de partos?"
"¡Nada!" Grito mientras una dura contracción me atraviesa el vientre. "¿Por qué iba a saber
algo sobre el parto? ¡No planeaba tener hijos por mucho tiempo!"
"Bueno, puede que no haya mucha sangre si no hay mucho desgarro", comienza Liz, y
Harlow la mira con horror. "¿Qué? De acuerdo. Finjamos que no sangrarás y que todo saldrá
como de costumbre. Estás a punto de tener una cascada de fluidos corporales asquerosos"
Me da palmaditas en el brazo. "Por suerte para ti, si cagas en las mantas, prometemos no
reírnos mucho..."
La miré fijamente, con la boca abierta, y luego me eché a llorar.
"Liz, creo que tu humor al lado de la cama podría no ser lo que Angie quiere en este
momento", dice Harlow con suavidad.
"¡Oh, vamos!" Liz protesta. "Hice reír a Claire durante su último nacimiento con ese chiste
de la caca" Ella pone sus manos en el aire. "Bien, ¿por qué no traigo agua caliente?"
"Eso suena maravilloso", acuerda Harlow, y me ayuda a ponerme sobre el suelo mientras
Liz se va. "Sólo finge que no dijo nada de eso. A Liz le gusta sorprender a la gente"
"Bueno, estoy conmocionada", me las arreglo a decir entre lágrimas.

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"Dios, yo también", dice Verónica, con la boca abierta. "Este es mi primer bebé, también"
"Yuuujuuuu", aclamo lacrimosamente. "Todas somos completamente nuevas en esto."
Harlow se ríe. "Te prometo que no es tan malo. Y ya he hecho esto antes. No es tan terrible
como las películas lo hacen parecer"
"¿No hubo una película de J-Lo donde murió en el parto?" Pregunto, en pánico.
"¡Oh, la he visto!" Verónica asiente con la cabeza. "¡Jersey Girl! O espera, ¿hubo más de una
en la que la madre murió al dar a luz?" Palidece y sacude la cabeza. "¿Sabes qué? Dejemos
ese pensamiento a un lado".
Harlow hace un murmullo de acuerdo. Coge una almohada y me ayuda a meterla debajo de
la parte baja de mi espalda, su expresión es totalmente calmada. "Querrás sentarte hasta
que sientas que el bebé está a punto de salir, y entonces será más fácil ponerse en cuclillas"
"¿En cuclillas?" Repito, horrorizada. "No puedo estar en cuclillas. Apenas puedo estar de
pie"
Me doy cuenta de que se está riendo a carcajadas. "Querrás ponerte en cuclillas, confía en
mí" Entonces ella toma mi mano en la suya y me da un apretón de manos alentador. "No
estás sola en esto. Te lo prometo. Estaremos aquí todo el tiempo".
Su fácil consuelo me hace sentir un poco mejor y me relajo hasta que la siguiente
contracción me atraviesa rápidamente el vientre. Yo gimoteo, porque siento como si toda mi
mitad inferior estuviera organizando una revuelta.
"Puesto que soy bastante nueva en todo esto del bebé", susurra Verónica, inclinándose.
"¿Debería buscar dilatación o algo así?"
"Estamos bien", dice Harlow, sonriendo. "Puede que tarde un poco. Cuando tenga ganas de
ponerse en cuclillas, sabremos que el bebé está a punto de llegar. Hasta entonces, podemos
relajarnos". Me da palmaditas en los dedos. "¿Estás emocionada?"
"No", me ahogo, haciendo una mueca de dolor mientras otra contracción me atraviesa. Mis
pantalones no están, pero todavía siento que estoy mojada abajo, y es una sensación
horrible. Todo es bastante horrible, en realidad. Me aferro al brazo de Harlow. Ella puede
estar calmada, pero yo estoy aterrorizada por dentro. ¿Y si es un bebé monstruo? ¿Y si está
a punto de salir de mi vientre? ¿Y si es demasiado grande y no puedo empujarlo? El pánico
se apodera de mí, y cuando la siguiente contracción llega, siento como si no pudiera
respirar. Las manchas se arremolinan frente a mis ojos y jadeo, sin poder respirar lo
suficiente.
"Cálmate", dice Harlow con esa voz amable que tiene. "En serio, Angie. Sólo cálmate."
"Yo...yo…"
"Angie", dice una voz firme desde la entrada de mi cueva. Me doy cuenta tardíamente de
que Verónica ha puesto la pantalla de bloqueo que nunca uso, protegiéndonos de cualquier
espectador que quiera asomarse a la cueva y mirar mis piernas abiertas. Conozco esa voz,
sin embargo. Es Vordis. "Deseo estar a tu lado", grita.

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Ambas mujeres me miran. Harlow me aprieta un poco la mano, sus ojos están llenos de
comprensión. "¿Quieres que le eche? Puedo conseguir a Rukh."
Considero todo por un momento: lo horrible que me siento, cuánto dolor siento y cuánto
sudo, cómo Liz me dijo que probablemente podría cagar en el suelo y sangrar por todas
partes. Este no es un momento sexy y probablemente debería enviar a Vordis lejos... pero
realmente le quiero a mi lado. Me siento tan segura cuando él está cerca. "Lo quiero aquí",
les digo. "Por favor".
Antes de que Verónica pueda levantarse para mover la pantalla, Vordis se abre paso. Su
cara está tensa y preocupada por mí, e inmediatamente se arrodilla a mi lado. "Angie. Mi
corazón. Dime qué puedo hacer para ayudar".
¿Su corazón?
¿Su corazón? Mi mandíbula se sorprende. Oh, Dios mío. No sé qué decir. "Sólo....toma mi
mano y dime que todo va a estar bien", le pido con voz débil.
"Por supuesto que sí", dice Vordis con voz totalmente calmada. "Eres fuerte y valiente"
"No me siento muy fuerte y valiente", admito mientras se sienta a mi lado. Un momento
después, se acerca, y luego me doy cuenta de que no está sentado a mi lado después de
todo, sino detrás de mí, así que puedo recostarme contra él. Es considerado, porque mi
espalda me está matando, y en el momento en que él me tira de nuevo contra él, me dejo
caer hacia atrás, dejando que su fuerza haga todo el trabajo.
"Eres fuerte y valiente", me tranquiliza. "Has sido fuerte y valiente desde que llegaste aquí.
Ninguna otra hembra podría haber aceptado todo lo que se te ha dado". Su aliento susurra
contra mi oído. "La fuerza no siempre significa puños, mi corazón. A veces significa
levantarse para aguantar otro día".
Casi empiezo a llorar por eso, pero otra contracción me atraviesa el vientre, distrayéndome,
y aprieto su mano y la de Harlow.
" Vienen rápidamente, muy juntas", dice Verónica. "Es una buena señal, ¿no?"
Harlow asiente con la cabeza. "Puede que no sea un parto largo" Vacila y luego me mira.
"¿Deberíamos estar preparándonos para que Thrand aparezca también?"
Me pongo rígida, porque no lo quiero aquí. Ya está bastante lleno.
"No va a venir", me dice Vordis. "Insistí en que se quedara junto al fuego"
"Oh, está bien" Harlow parece un poco perpleja con esto.
Me siento aliviada. No quiero tratar con él ahora mismo. Tengo suficiente en lo que
concentrarme. "Vordis, ¿y si mi bebé no es humano?"
"No será humano", dice con calma. "Pero todo estará bien"
"Eso no lo sabes", exclama Harlow. "¡No le digas eso!"

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Me retira el pelo de mi frente sudorosa y me acaricia el brazo. "Estoy aquí", murmura, y

tengo la impresión de que sus palabras son sólo para mí. "No hay necesidad de tener miedo.
No dejaré que te hagas daño"
Por extraño que parezca, me tranquilizan sus palabras. Es como si su calma se me estuviera
contagiando, y mi pánico comienza a disminuir a medida que las contracciones se hacen
más y más fuertes, sucediéndose rápidamente. Verónica y Harlow echan un vistazo debajo
de la piel después de un rato.
"No tardará mucho", dice Harlow. "Cuando estés lista, Angie, háznoslo saber"
Liz regresa con agua un poco más tarde y sus comentarios estridentes de antes no parecen
tan aterradores con Vordis a mi lado. No le habla a ella -a ninguna de ellas, en realidad-
pero sigue tocándome, acariciando mi pelo y mi cara, tocando mi cuello y mi brazo, y
murmurando palabras de aliento. Me hace saber en todo momento que está ahí mismo, y
no me siento cohibida ni extraña de que esté en la habitación mientras estoy dando a luz.
Parece natural y correcto. Claro que Vordis debería estar a mi lado para esto. ¿No ha estado
a mi lado en todos los demás momentos de este extraño viaje?
Mi mitad inferior aprieta con fuerza, y me estremezco, temblando cuando la necesidad de
empujar comienza a aparecer con contracciones cada vez más fuertes. "Necesito....ponerme
en cuclillas...ahora..." Me las arreglo para decírselo a los demás entre bocanada y bocanada
de aire.
"Terminemos con esto, entonces", dice Harlow, toda alegre. Desenrolla un suave y pálido
pelaje que parece terciopelo y lo extiende en su regazo, esperando.
Vordis me ayuda a ponerme de pie y, usando su brazo como ancla, me pongo en cuclillas
incómodamente. Estoy a punto de preguntar si debo empujar o no cuando la sensación me
abruma, y empiezo a empujar sin importar si debo hacerlo o no. Me agobio, gimiendo, y
Harlow, Verónica y Liz dicen cosas alentadoras. Pero no oigo a ninguna de ellas. Sólo siento
el brazo de Vordis, oigo el bajo timbre de su voz mientras me habla. Sin embargo, no puedo
oír nada por el chorro de sangre en mis oídos, ya que mi cuerpo fuerza al niño a salir.
Con un empujón inmenso, puedo sentir que algo se mueve. Gimo con fuerza, y luego Harlow
está allí, atrapando algo resbaladizo que sale de entre mis muslos. "Aquí vamos", grita
alegremente, y yo retrocedo, exhausta y mareada por todos los empujones. Vordis me
sujeta, por supuesto, y me baja suavemente al suelo. Me levanta y coloca almohadas detrás
de mí para que pueda reclinarme cómodamente, y me quita los mechones de pelo de mi piel
sudorosa.
"Lo hiciste bien", murmura, sus ojos llenos de orgullo, y yo le sonrío, débil y exhausta. Ya
está hecho.
El llanto de un bebé atraviesa el aire de la tienda de campaña y me doy cuenta con asombro
de que el bebé que llora es mi bebé.
Soy madre. Oh, Dios mío.
"Es impresionante", declara Liz. "Carajo, qué bebé tan bonito".

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"Ella es hermosa", está de acuerdo Harlow, y me entrega a mi hija, con el cordón umbilical
todavía pegado.

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Capítulo 11

ANGIE
Es la bebé más hermosa, perfecta y pequeña que he visto en mi vida. Miro fijamente a la
niña en mis brazos, incapaz de creer que provenga de mí. He visto bebés recién nacidos que
se ven achaparrados y arrugados, pero ésta es preciosa. Sus huesos son delicados, sus
mejillas llenas y redondeadas, y sus ojos cerrados son grandes y ligeramente inclinados.
Las orejas largas y puntiagudas se doblan hacia atrás contra una riqueza absoluta de
cabello plateado y púrpura que parece seda de maíz húmeda. Su nariz es diminuta, su boca
un poco como un capullo de rosa, y su piel es de un rojo sólido y brillante.
Ella es un clon.
Tomo una pequeña mano, y mientras sus pequeños dedos se enrollan alrededor de los míos,
veo que ella tiene las telarañas más sensibles entre sus dedos. Imagino que también están
entre los dedos de sus pies.
"Ella no es humana", exhalo, sorprendida y llena de asombro al ver a esta pequeña criatura
aferrada a mí.
"Me di cuenta", dice Liz. "No significa que no sea completamente divina"
Realmente lo es. Mientras la miro, la boquita de capullo de rosa trabaja y ella estremece
sus labios. Oh. "¿Debería darle de comer?"
"¿Querías que alguien más lo hiciera?"
"No, por supuesto que no. Ella es mía" Siento una impresionante oleada de posesividad y
la abrazo cerca de mí. Mi túnica no tiene lazos en la parte delantera, así que tengo que tirar
de ella hasta el cuello, exponiendo mis pechos. No me importa si todo el mundo ve cada
centímetro de mí; lo único que importa ahora mismo es alimentar a mi bebé. Mi amor. Mi
preciosa y perfecta niña.
Me siento culpable por cada pensamiento preocupado que he tenido desde que me desperté
y descubrí que estaba embarazada. Cada puñalada de resentimiento, cada pizca de envidia,
cada momento de ansiedad se va en un instante. Por supuesto que es hermosa. Por
supuesto que es delicada y encantadora y tan etérea que me duele el corazón mirarla.
"¿Pensaste en un nombre?" pregunta Harlow.
Oh Dios, un nombre. Por supuesto que no he pensado en un nombre. No he pensado más
allá del nacimiento en sí, porque estaba tan preocupada y convencida de que iba a dar a
luz a una monstruosidad. Ella está muy lejos de tal cosa, sin embargo. Ella es

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simplemente... perfecta. "No, todavía no", admito. No estoy preparada para ser madre, no
realmente.
Pero mirando esta preciosa carita, voy a intentarlo.
Cuando su boca se mueve de nuevo, la pongo en mi pecho y ella se agarra inmediatamente,
goteando leche por los lados de su boca mientras comienza a amamantarse. Es una
sensación extraña, pero tengo ganas de reír y llorar a la vez. Estoy muy feliz.
Estoy muy... aliviada.
"Odio ser la aguafiestas", dice Liz. "Pero deberíamos cortar ese cordón y probablemente
tendrás la placenta pronto".
"Claro", suspiro, y me giro para mirar a Vordis. "No tienes que ver esta parte"
"No me voy a ir", me dice. "No importa lo mal que se ponga"
Hay mucho más por hacer, y la siguiente parte no es glamurosa en lo más mínimo, pero es
sólo otra parte de dar a luz, y con mi hermoso bebé cerca, no parece tan mala. Una vez que
el bebé ha terminado de amamantarse, Harlow le da un baño rápido, y entonces su piel se
ve aún más roja que antes. Es un contraste sorprendente entre su pelusa plateada en su
cabeza. Ella gimotea, y cuando me la devuelven, sus ojos se abren y me mira, llena de
asombro. O de gases. O algo así. Sea lo que sea, estoy encantada. Sus ojos son claros, de
color púrpura plateado como su pelo y cuando parpadea, las pupilas se contraen y, por un
momento, sus ojos se parecen a los de un gato. Lo que me recuerda que ahora mismo no
es muy humana.
Entonces las otras se van, deslizándose una por una.
"Traeremos algunas mantas y envolturas extra que puedes usar para los pañales", dice Liz
justo antes de irse. "Y si necesitas algo más, estamos a un grito de distancia"
"Creo que estoy bien", les digo, sonriendo. El bebé me está agarrando el dedo otra vez y sólo
quiero abrazarla para siempre y mirarla fijamente. "Gracias, chicas. Lo digo en serio." Han
limpiado mi cueva y me han dado ropa limpia y mantas, y hay comida y agua cerca. Lo han
hecho todo, y todo lo que tenía que hacer era dar a luz. Tengo suerte de estar atrapado con
gente tan maravillosa.
Liz sólo sonríe. "Los bebés son algo habitual por aquí. Ya lo verás" Entonces ella se va, y
nos quedamos sólo Vordis y yo, que permanece cerca, mirándome mientras estoy tumbada
en las pieles con mi bebé acunado en mi pecho.
Su expresión es imposible de leer, así que no digo nada. Sólo bajo la mirada hacia la
pequeña que está en mis brazos, absolutamente fascinada. Decido que va a necesitar un
nombre especial. No ‘Angie’ para ella, pero ¿cuál? “Nunca he pensado en un nombre” admito
suavemente a Vordis. “No he pensado más allá”
“Has estado preocupada” Su tono es tranquilo. “¿Necesitas algo?”
“Estoy bien”
“¿Deseas que me quede?”

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Le miro, frotando los pequeños dedos rojos del bebé con la yema de mi pulgar. "Tengo
preguntas."
Inclina la cabeza. "Pensé que lo harías. Pregunta, entonces. Te diré lo que sé"
"Es un clon, ¿no?" Mi amorcito golpea sus labios como si estuviera de acuerdo. No llora, lo
que es interesante. Estoy segura de que llorará pronto.
"Sí. La piel roja es un marcador genético para que otros sepan que es un clon. La ley lo
ordena. Todos los clones tienen la piel roja, sin importar su raza"
"¿Sabes de qué raza es?"
Duda y luego se frota la barbilla. "No la he visto antes, pero si tuviera que adivinar, es
Qura'aki. He oído hablar de ellos, pero nunca he visto uno en vivo"
"Qué es una... quora..." Renuncio a pronunciarlo y le miro de nuevo.
"Qura'aki", repite, el sonido fluido y hermoso de sus labios. "Significa 'los Justos' en un
antiguo, antiguo idioma" Su mirada se desliza hacia el bebé. "Son una famosa raza exótica
de clon con pelo y ojos color lavanda claro. He oído que también tienen piel de color lavanda,
pero..." Se encoge de hombros.
Cierto. Tendría la piel roja porque la están marcando como una cosa y no como una
persona. Me duele el corazón al oír eso. La agarro con más fuerza al pecho. "Así que alguien
se convirtió en un esclavo y lo puso dentro de mí", digo rotundamente.
Odio que asienta con la cabeza.
"¿Por qué poner un clon dentro de mí, entonces? ¿Por qué no la metes en un tubo de ensayo
como a ti y a Thrand? No lo entiendo." Acojo a mi dulce hijita más cerca de mi pecho,
aunque ya no tenga hambre. "¿Por qué ponerla en una humana?"
La expresión de Vordis es grave, como si supiera cuánto me molesta esta información.
"Algunos clones son más delicados que otros. He oído que los Qura’aki son frágiles y les va
mejor cuando son transportados en un recipiente vivo".
"Seguro que sabes mucho de esto", murmuro, incluso mientras toco la mejilla de mi
preciosa bebé. Dios, es hermosa. No puedo dejar de mirarla. Su piel es menos roja que la
de Vordis y más como de un rojo azucarado y profundo que me hace pensar en el Día de
San Valentín y en los corazones, en todas esas cosas. Quiero que abra los ojos y me mire
de nuevo, pero se está quedando dormida y no quiero despertarla. Sólo quiero seguir
tocándola y amándola. Es tan pequeña. Volví a tocar su pequeña mano y alisé mis dedos
en su brazo, notando por primera vez el delicado colgajo en la parte inferior de su brazo.
Coincide con las telarañas entre sus dedos, y me pregunto si los Qura-lo que sea que eran
un pueblo acuático. En cierto modo, me recuerda a una sirenita con sus lindos dedos y su
cara perfecta y sus largas orejas puntiagudas. Una sirenita, decido.
"Te lo he dicho", dice Vordis, su voz uniforme y baja. "Estoy dedicado a ti. Thrand también
lo está".

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Por alguna razón, esta vez no suena como un voto. Está pasando algo más que no estoy
pillando. Su rostro está preocupado, y eso me preocupa. "Vordis, ¿qué quieres decir?"
"¿Recuerdas cuando nos despertaron? ¿Cómo estaba tu cápsula de estasis entre la mía y
la de Thrand?"
Tengo problemas para recordar gran parte de ese día. "¿Lo estaba? No recuerdo"
"Es para poder protegerte... porque estamos dedicados a ti"
Una sensación extraña empieza en mis entrañas. "¿Y ser dedicado significa...?"
Abre los dedos, como si le faltaran las palabras para explicar. "Significa que tenemos una
meta en nuestras vidas y una sola: protegeros a tí y a tu hija de todo daño. Estamos..." Se
detiene. "Dedicados".
"¿Como una tarea?" No puedo creer lo que estoy oyendo. "¿Quieres decir que me seguíais
porque soy una especie de tarea?"
"No sé qué es eso. Todo lo que puedo decirte es que a los a'ani se les da un propósito. Somos
clones con una tarea. Mi tarea solía ser luchar en la arena, ganar gloria para mi amo. Ahora
mi tarea eres tú y tu hija".
Niego con la cabeza. Esto cada vez se pone peor. "¿Quién te asignó a mí?"
"No lo sé." Cuando yo balbuceo, él continúa. "Mis últimos recuerdos son de terminar una
batalla de arena con Thrand a mi lado. Perdimos, y sé que mi amo estaba descontento. Nos
enviaron a nuestros aposentos... y luego nada. Me desperté aquí, como tú. A la gente no le
importa cómo se siente un clon. Ellos piensan en nosotros como cosas para ser poseídas y
usadas, no como seres con un espíritu. Cuando desperté aquí con Thrand, supuse que
nuestro amo nos había vendido, y cuando te vi, pude sentir mi nueva instrucción, una que
había sido implantada en mi mente. No tengo ningún propósito en la vida excepto protegerte
a ti y a tus hijos" Vordis agita un poco la cabeza. "Aunque no sé quién nos compró. No sé
sus nombres ni sus rostros más que tú. Sospecho que lo habríamos hecho, si hubiéramos
llegado al lado de nuestro amo. En vez de eso, estamos aquí, un cargamento que nunca ha
llegado a su destino".
Carga. Esclavos. Cosas.
Mi pobre bebé. El pobre Vordis.
Sé que han pasado años, años desde la última vez que me di cuenta de dónde estaba. Al
hablar con algunas de las niñas el otro día, discutimos en qué año pensábamos que era: mi
último recuerdo es del año 2010, y el último año que otras recuerdan es 2015. Liz y Harlow
creen que el año en curso es 2023 o 2024 dependiendo de con cuál de ellas hables. He
perdido toda una década, o más. Pienso en la cápsula en la que estaba, donde dormía. Yo
y veinte personas más, enviadas como jamones congelados a una tienda de comestibles.
¿Alguien estaba almacenando humanos? ¿Me he sentado en la parte de atrás de un estante
en alguna parte, esperando mi turno para ser esclavizada, sólo para terminar aquí? Me
estremezco.
"Entonces... ¿no me violaron?"

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Vordis me mira durante mucho tiempo. "No puedo decirlo con seguridad, pero los Qura’aki
son una raza antigua. Los únicos que se dice que existen son los clones. Es mucho más
probable que hayas sido comprada simplemente para actuar como un recipiente
conveniente para el verdadero premio". Y le hace un gesto al bebé.
Tiene sentido. En cierto modo, es un alivio. No creo que me hayan violado. No tengo
recuerdos de nada de eso, e imagino que es mucho más probable que el escenario de Vordis
sea el real - que sólo sea una incubadora con forma humana para el premio perfecto y
hermoso que acabo de dar a luz. Levanto a mi bebé y le doy un beso en la frente. Se agita,
luego se chupa el puño y vuelve a dormir, tranquila y plácida.
"Así que... ¿la querían? ¿Para qué?"
Abre las manos. "¿Por qué alguien desea una hembra hermosa?"
"Pero es un bebé."
"Quizás alguien deseó una hija, entonces" Pero la mirada en su rostro me dice que lo más
probable es que no sea el caso, y me aguanto un sonido de asco, abrazándola más fuerte.
Me da vueltas la cabeza. Se me ha dado tanta información esta noche que mi cabeza se
siente lista para estallar con todo esto. "No puedo creer que lo supieras todo este tiempo y
no me lo dijeras"
"No quise ocultártelo", dice Vordis, con una mano en su corazón. "Pensé que tu dedicación
estaba implantada en ti como lo estaba en mí. No estoy familiarizado con los humanos"
Niego con la cabeza, pensando en todos los temores que he tenido en los últimos tiempos,
lo preocupada que he estado... y Vordis ha tenido las respuestas todo el tiempo. No debería
estar resentida con él por haberlo ocultado, no creo que lo hiciera a propósito.
Pero tampoco le caigo bien. No como a un chico le gusta una chica. ¿Todo este afecto? ¿Las
miradas anhelantes? No son reales. Sólo soy una 'instrucción' para él, un mensaje
subliminal que se le ha implantado en la mente mientras dormía. Y eso es igual de
devastador. Miro a mi bebé, me concentro en ella. "Por favor, vete, Vordis."
"¿Estás enfadada, Angie?"
"No debería estarlo, pero no sé qué pensar ahora mismo", le admito. "Necesito tiempo para
procesarlo y no puedo contigo sentado ahí. Sólo dame un poco de espacio, ¿de acuerdo?"
El bebé se inquieta, y eso me da una excusa. Le miro, esperando. "Voy a darle de comer y
luego dormiré una siesta"
Se pone en pie, con una reticencia evidente en sus movimientos. "¿Puedo hacer algo más
por ti? ¿Comida? ¿Algo de beber? ¿Mantas? ¿Protección?"
Niego con la cabeza. "Sólo espacio. Eso es todo lo que necesitamos ahora mismo."
Se siente un poco como patear a un cachorro, pero asiente con la cabeza, con el cuerpo
rígido, y luego abandona tranquilamente mi cueva. La pantalla se vuelve a colocar sobre la
entrada un momento más tarde, y luego sólo quedamos yo y mi hermosa bebé, acurrucadas

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en mantas cerca del fuego. Su cabello se está secando y se le sale de la cabeza como la seda
de maíz de lavanda, y es la cosa más adorable que he visto en mi vida.
Es absolutamente gloriosa.
No puedo creer que alguien la clonara para hacer de ella una... cosa. Un juguete. Una
mascota... o peor. Ugh.
"Estás a salvo conmigo", le susurro, y mi corazón se llena de amor cuando ella vuelve a
arrullar.



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Capítulo 12

ANGIE
Glory es el mejor bebé del mundo.
No soy imparcial, por supuesto, pero ¿después del infierno de mi embarazo y toda la
preocupación? Mi amorcito se siente como una bendición. No puedo dejar de mirarla
fijamente, notando todas las pequeñas cosas hermosas que hay en ella, como sus perfectas
y diminutas uñas, o las delicadas velas en la parte posterior de cada brazo y piernas, las
pequeñas puntas de sus orejas, el grueso y brillante mechón de pelo que se mantiene
completamente erguido mientras se seca. Se chupa el puño y bosteza, sus ojitos de gato
duermen, y mi corazón se aprieta cada vez que la miro.
Ella también ha sido una bebé maravillosa hasta ahora. Aunque ha pasado un día entero
desde que nació, Glory no ha llorado ni una vez. Ella sólo hace ese dulce sonido mirando
cuando necesita atención, y yo me apresuro a recogerla y abrazarla.
No puedo creer que alguna vez haya tenido un pensamiento resentido con este amorcito. Ni
siquiera me importa que la parte inferior de mi cuerpo duela como el infierno y que me
sienta hinchada y con calambres. ¿Por Glory? Merece totalmente la pena.
Me acurruco en mi cueva todo el día, anidando a mi pequeña bebé. Verónica pasa por la
mañana para ver cómo estoy, y luego por la tarde. No puede hacer nada por Glory porque
Glory aún no tiene un khui, pero exclama lo bella que es mi niña y se preocupa por mí.
Como no tengo un compañero que me cuide, todas las mujeres del campamento pasan todo
el día para ver al bebé y charlar. Bueno, dicen que es para traerme comida y compartir té
caliente, o para reavivar el fuego para mí, pero yo también estoy atrapada sin un televisor.
Sé lo mucho que todos en la tribu chismean, porque eso es todo el entretenimiento que
tenemos.
No me importa, tampoco. Estoy entusiasmada mostrando a mi bebé. Quiero que todo el
mundo vea cuan increíblemente perfecta es. Liz y Harlow se preocupan por ella, se frotan
sus propias barrigas y piensan en cuándo nacerán sus bebés. Pero tienen a sus hijos con
ellos, así que no se quedan mucho tiempo. Devi habla tanto que Glory comienza a mirar
con inquietud, y la pobre Devi parece tan trastornada que se va después de eso. Hannah
también pasa por aquí, pero sostiene a Glory con tanta torpeza y parece tan desconcertada
por el bebé que la cojo de vuelta rápidamente.
Bridget y Sam son las que más tiempo pasan juntas, asegurándose de que mi fuego
permanezca encendido mientras duermo la siesta, y cosiendo ropa pequeña mientras lo
hacen. "Necesito hacer algo con mis manos", explica Bridget mientras muestra el pequeño
vestido de saco que está haciendo. "Debería hacerme mi propia ropa, pero pensé que podrías

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necesitar más ropa de bebé, ya que los pañales desechables no existen aquí." Se estremece
un poco.
"Correcto". Ya tuve esta conversación con Gail. Mucho pañal y cambiarlo a lo largo del día.
Pelo de Dvisti en las capas internas, y básicamente cualquier cosa que pueda absorber. Y
lavar. Mucha ropa para lavar. "Tendré que arreglármelas" Juego con el puño pequeño de
Glory, incapaz de dejar de mirarla.
"No puedo creer lo hermosa que es", exclama Sam. "Glory es el nombre perfecto para ella.
Estoy tan contenta de que ella..." Ella hace una cara y luego se detiene.
"¿No se parezca a Gren?" Supongo que suavemente. "Yo también estaba preocupada"
"Bueno, no sabíamos lo que iba a ser", dice Sam. "Estoy convencida de que la habrías amado
sin importar qué."
Lo habría hecho. La apariencia no importa. "Willa es feliz con Gren. He hablado con él una
o dos veces. Parece agradable" Adoraría a Glory aunque tuviera un hocico, absolutamente.
Ella es mi bebé. Es mía. La hice con mi cuerpo. No puedo describir a los demás cómo me
hace sentir eso, pero sólo quiero gritar desde la cima de las montañas lo increíble que es.
"Me alegro por Willa. Podría haber sido malo para ella. Quiero decir, ella es muy feliz con
Gren y eso es genial" Sam se abraza las rodillas y observa cómo Bridget saca un punto.
"Hannah sigue luchando contra las cosas, ya sabes."
"¿Lo hace? J'shel parece agradable. Pensé que sería feliz". No he hablado mucho con el
isleño, pero J'shel tiene los ojos brillantes, está entusiasmado y es fuerte. Tiene un gran
cuerpo, también, aunque no tan grande como el de Vordis. Me frunzo el ceño
distraídamente, porque no debería haber advertido el cuerpo de Vordis. Estoy fuera de la
carrera cuando se trata de resonar. Tengo que pensar en Glory.
"No sé qué le está mordiendo el trasero", dice Bridget, estudiando su trabajo. "Es lindo,
¿sabes? Un pelo estupendo. Brooke sólo quiere sujetarlo y trenzarlo todo el maldito día. Y
es muy amable con N'dek, también, siempre llevándolo a cuestas. Pensé que se alegraría de
haber resonado antes que el resto de nosotros".
"Ya sabes lo competitiva que es Hannah", añade Sam. "Uno pensaría que ella nos estaría
tirando esto a la cara, pero no. Actúa como si fuera desgraciada".
"Creo que es una actuación", le dice Bridget a Sam. "Le dije que la próxima vez que se queje
de él, le diré a Verónica que apague su piojo como le hizo a Marisol y vea si le gusta. Eso la
hizo callar".
"Espera", interrumpo, y estoy tan sorprendida que mi voz es más fuerte de lo que debería
ser. Glory hace un pequeño e inquieto ruido y la levanto con cuidado, moviéndola hacia mi
pecho en caso de que quiera comer. Gail me dijo antes que en caso de duda, ofrezca la teta,
y me he tomado muy en serio sus palabras. Pero estoy distraída. "¿Qué es eso de Marisol?"
Las chicas intercambian una mirada. "¿No lo sabías?" pregunta Sam. Cuando niego con la
cabeza, ella se inclina y continúa. "Pues que resonaron en la isla, ¿verdad? Pero entonces
ese tipo -T'chai- resultó súper herido. Y luego sus heridas se infectaron. Realmente

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infectado. Su piojo ha estado luchando duro para mantenerlo vivo, pero no ha estado
mejorando. Y Mari es ultra-desgraciada porque no pueden estar juntos y el maldito piojo le
dice que tienen que follar, ¿verdad?"
"Así que Verónica lo apagó", agrega Bridget, apuñalando de nuevo su aguja de hueso grueso
a través de la pequeña prenda. "Ella hizo algo con lo que le habló al piojo de esa forma vudú
que hace y le hizo callar. Dijo que le estaba arrastrando en demasiadas direcciones para
curarle. El de Mari también fue silenciado. Ahora T'chai está mejorando, pero Mari está
triste porque no sabe qué hacer".
"Eso suena... horrible", les admito, y asienten con la cabeza. "No tenía ni idea de que
Verónica pudiera hacer eso."
"Ella tampoco lo hizo", dice Sam, inclinándose hacia adelante para hurgar en las brasas
con un palo. "Aparentemente, sí puede. No sé si puede volver a encenderlo, pero supongo
que fue cuestión de vida o muerte. Al menos T'chai se está recuperando, ¿verdad?"
"Bien", digo distraídamente, acariciando la pequeña mejilla de Glory mientras se posa
contra mi pecho y comienza a amamantarse. Cierto. Cielos. Pienso en Mari, que ha estado
fielmente al lado de T'chai desde que llegaron los isleños. Ella ha estado tan preocupada
por él... ¿y esto es lo que consigue? Me pregunto si todavía se sienten unidos o si eso
también fue desactivado. Pobre Mari. Abrazo a Glory un poco más cerca y de repente me
siento aliviada de haberme quedado estancada con el misterioso embarazo mientras los
demás resonaban. Y pensar que estaba celosa.
Ya no estoy celosa. Siento que gané la lotería.
Alguien se aclara la garganta fuera de mi cueva, y todos nos quedamos calladas. Bridget y
Sam se dan la vuelta, curiosas, y luego se ríen cuando Vordis mete la cabeza.
"¿Puedo entrar?", pregunta, siempre solícito.
Vacilo, porque después de la conversación de anoche, no sé qué pensar de él. Ayer, estaba
llena de resentimiento por la idea de ser una tarea. Hoy, estoy triste. Sé que Vordis y Thrand
piensan diferente a los humanos, así que no puedo enfadarme por no saber algo que ellos
asumieron que yo ya sabía. No puedo confiar en él como antes. ¿Y si hay algo más que no
me ha dicho?
Vivir con extraterrestres es complicado.
"Claro, pasa", digo yo, decidiendo ser amable.
Entra suavemente, con los hombros encorvados y el pelo rozando el techo de la cueva. Con
Vordis dentro, las cosas se sienten estrechas y apretadas. Bridget y Sam intercambian una
mirada. "De todos modos, ya nos íbamos", dice Bridget, guardando su costura. "Hannah
está reorganizando el almacén otra vez, ya sabes cómo se pone cuando está estresada, y
prometimos ayudar".
"Correcto. Ayudar." Sam sonríe alegremente. "Os dejaremos solos". Y se ríe mientras salen
rápidamente de mi cueva.

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Ahora me quedo a solas con Vordis y Glory. Me muevo sobre mis mantas, tratando de
sentarme un poco más derecho. Mientras lo hago, la manta de lactancia que me he puesto
sobre un hombro se desliza sobre mi regazo y luego estoy sentada frente al hombre grande,
de piel roja, completamente en topless, mis pechos llenos de leche y Glory mordisqueando
a la altura de un pezón. La mirada de Vordis se desliza hacia abajo y él mira fijamente por
un momento, congelado, y luego me da la espalda rápidamente.
"¿Interrumpo?" Su voz es firme.
"Sólo estoy amamantando", le dije, ruborizada. Sé que es natural y sé que no hay nada de
qué avergonzarse. No me avergüenzo, pero también creo que se asustó, y me siento un poco
culpable. Además, mis tetas se sienten enormes en este momento, y bueno, es incómodo
para todos. Reemplazo la manta, cubriendo mi otro pecho y luego metiéndola alrededor de
la pequeña Glory mientras ella se amamanta con el otro. "Me he cubierto un poco más. No
tienes que dar la espalda"
"Está....bien" Se da la vuelta y su mano pasa por delante de su taparrabos.
Parpadeo ante eso, sorprendida. ¿Está.... excitado? Me puse una mano en el pelo. Está
sudoroso y enredado, y aunque he tenido un baño de toalla desde que di a luz, no me siento
exactamente la más sexy. Es halagador pensar que puede estar excitado al verme, pero eso
sólo aumenta la incomodidad de toda la situación. Todo es diferente ahora que Glory está
aquí. Ya no puedo pensar como la solitaria Angie, tengo que pensar como la mamá de Glory.
"¿Así que vas a hablarme así? ¿De espaldas a mí?"
"Por....ahora"
De acuerdo, entonces. "Espero que no te importe si alimento a Glory. Ella tiene hambre.
Creo. Tengo que admitir que aún estoy entendiendo todo esto del bebé".
Emite un ruido sordo como algo que podría ser una risa. "Quería ver qué querías comer
hoy. Iré a cazarlo por ti"
Frunzo el ceño ante sus hombros. "Eso no es necesario. Los demás me han traído una
tonelada de comida y bebida para que no tenga que salir de la cueva. Puedo quedarme aquí
con el bebé y descansar".
"Entonces me quedaré aquí y te protegeré." Vordis gesticula hacia la puerta. "Esperaré allí
y estaré en silencio para que puedas dormir"
Estoy frunciendo el ceño otra vez. No sé qué decir para que este momento sea menos
incómodo. Entonces, me doy cuenta. "Toc, toc".
Vordis se tensa, luego se mueve hacia la pantalla y se asoma, como si comprobara quién
está del otro lado.
No puedo evitar reírme. "Es una broma, ¿recuerdas? Yo digo 'Toc, toc' y tú dices 'quién está
ahí'".
"¿Aquí es donde se suponía que iba a conseguir tu agujero, pero era demasiado lento?",
pregunta, su tono reprobador.

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Oh, Dios, me estoy muriendo. Carcajadas tan fuertes que asustan a Glory. "No me hagas
reír tan fuerte", le digo entre un ataque y otro. "Hace que todo duela"
"Muy bien." Agita una mano, sin mirarme. Su espalda está rígida y no puedo decir si está
ofendido o simplemente confundido, pero su tono es paciente. "Intenta este 'chiste' de nuevo
y prestaré más atención"
"Muy bien. Toc, toc".
"Estoy aquí."
"No, tú dices 'quién está ahí'"
"Lo hice"
"No, lo que tienes que decir es específicamente. '¿Quién está ahí?'" Es terrible en esto, pero
tengo que admitir que es parte del encanto.
Suspira pesadamente. "¿Quién está ahí?"
"Ken".
"Yo... no conozco a este Ken."
Argh. "Se supone que tienes que decir 'Quién es Ken', y luego yo respondo 'Ken, ¿crees que
tengo un nuevo bebé?'"
Pobre hombre. Pero no puedo dejar de sonreír. Su confusión es muy tonta y encantadora.
Y extrañamente sexy, como lo es su protección. Continúa merodeando cerca de la puerta,
como si tuviera que protegernos del mundo, y empiezo a preguntarme si realmente hay algo
ahí fuera. Glory hace ese pequeño sonido húmedo, que me distrae, y estoy aprendiendo que
eso significa que probablemente debería hacerla eructar a menos que quiera vomitar su
comida. La pongo en mi hombro, frotando suavemente su pequeña espalda roja. "Vordis,
¿de qué me estás protegiendo? ¿Pasa algo malo en el campamento?"
"No. Es mi deber protegerte", dice, mirándome por encima del hombro brevemente. "Estoy
dedicado a ti"
Otra vez esto no. Continúo frotando la pequeña espalda de Glory, sus pequeños
movimientos agitándose impotente en la forma en que sólo lo hacen los recién nacidos.
"Pero en serio, ¿de qué necesito protección? ¿De alguien en el campamento? ¿De animales
salvajes? ¿O crees que los otros alienígenas volverán a por Glory?" Sólo de pensarlo me
pongo tan tensa que podría gritar.
"No. Creo que aquí estamos a salvo", me asegura Vordis. "Y te protejo... porque es mi deber"
Parece confundido por mi falta de comprensión sobre esto. Como si yo fuera la que no lo
entendiera.
"Vordis", digo suavemente, y luego me frustro cuando no se da la vuelta. "¿Puedes mirarme,
por favor? Te prometo que lo he cubierto todo"
Lentamente se da la vuelta, con el cuerpo rígido, y es seguro que tiene una tienda de
campaña en la parte delantera de su taparrabos. Es lindo cómo está tratando

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desesperadamente de ignorarlo, con las manos a la altura de su costado mientras trata de

permanecer de pie de manera casual. ¿Como si algo de ese tamaño no fuera increíblemente
evidente? Por favor. No puedo dejar de sonreír porque aunque no me siento sexy ahora
mismo, es bueno pensar que estoy navegando en su barco, incluso amamantando a un
bebé.
Glory suelta un eructo obscenamente fuerte, y no puedo evitar reírme. "Todavía me
sorprende cuando hace eso"
"Ella es....encantadoramente pequeña."
Me aseguro de que de cintura hacia abajo esté envuelta en las pieles y cueros que usaré
como "pañales" y luego la acuno en mis brazos, mirando a Vordis. Nos está mirando con
tan cruda fascinación en su cara que me hace sentir... algo. "¿Quieres abrazarla?"
"¿Yo?" Parece sorprendido por la sugerencia.
"Bueno, sí. No hay nadie más aquí". Cuidadosamente se la ofrezco a él. "Sólo ten cuidado.
Sostén su cabeza y todo eso".
Vordis se arrodilla junto a mi cama. La toma con cautela de mis brazos y la acuna contra
su pecho imitando como yo la sujetaba, y la mirada en su rostro está llena de admiración
y asombro. Me da ese pequeño y gracioso golpe en el corazón de nuevo al ver su expresión.
Una gran mano roja sujeta la pequeña cabeza de Glory, y la seda de su cabello parece
pegarse a sus dedos. Ella parece pequeña en sus brazos, chupando su puño y parpadeando
con sus extraños y hermosos ojos hacia él. Su color es casi el mismo, me doy cuenta. Podría
ser su padre.
Es curioso cómo me gusta pensar en eso.
"Hola", murmura suavemente al bebé. "Tengo que protegerte a ti y a tu madre"
Hago un gesto de dolor al escuchar esas palabras.
"No te pasará nada malo cuando yo esté cerca", susurra Vordis, y cuando ella le coquetea,
una mirada de estupefacción aumenta en su rostro. Me echa un vistazo. "¿Está de
acuerdo?"
"No. Es un bebé. Pasará un tiempo antes de que hable, si se parece a los bebés humanos".
Cuando asiente lentamente, tengo que preguntar. "¿Es la primera vez que estás cerca de
un bebé?"
"He visto a Z'hren en el campamento", me dice, sin levantar la vista de la pequeña cara de
Glory. Extiende la mano y toca un pequeño brazo con un dedo grande, claramente
fascinado. "Aunque no me he acercado demasiado"
Ver a un bebé en el campamento no es lo mismo que tenerlo en brazos, pero no lo señalo.
Estoy disfrutando demasiado de este momento. "¿No hay amigos con niños pequeños?" Me
burlo, y luego me siento mal. Era un gladiador de la arena; si tenía amigos, eran como
Thrand. Otros clones, nacidos y criados para luchar y morir. Ese pensamiento es
perturbador. Por supuesto que se está estableciendo como protector. Eso es todo lo que
sabe hacer.

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Me siento culpable por sentirme frustrada con él por un momento. Eso no es justo para él.
Está tratando de ser el mejor tipo que sabe ser, y realmente lo aprecio... aunque no es
necesario. Sin embargo, pensar en otros clones me hace pensar en otra cosa. "¿Has visto a
Thrand?"
Vordis se endurece, como si estuviera ofendido, y su mirada me mira a mí. "No siempre
estamos juntos"
"Lo sé", digo suavemente. "No estaba insinuando eso. He estado en mi cueva y un poco
ocupada los últimos dos días, así que no le he visto. Me preguntaba si lo habías hecho tú.
Necesito hablar con él. En realidad, necesito hablar con los dos"
"Dime de qué necesitas hablar con él. Se lo transmitiré"
Sus palabras son tajantes, bruscas, y tengo la impresión de que no está encantado de que
le pregunte por Thrand. Sus manos son suaves mientras me devuelve cuidadosamente a
Glory, y yo se la quito, rozándonos los dedos. Es curioso cómo ese pequeño toque me hace
sentir tan nerviosa como una adolescente... y sin embargo me entristece cuando se acaba.
"Es lo mismo que quiero decirte: no tienes que cuidarme ni protegerme más. Sólo porque
unos extraterrestres te implantaron en la mente que necesitas protegerme no significa que
tengas que hacerlo. Este lugar es un nuevo comienzo para todos nosotros. Eres libre de ser
quien quieras ser. Eso no significa ser mi guardaespaldas. No significa un gladiador. Si
quieres ser alfarero o pescador o si simplemente quieres pasar todo tu tiempo explorando
este mundo, puedes hacerlo. Eres completa y absolutamente libre". Le sonrío, acariciando
con los dedos el cabello suave de Glory. "No es la vida que imaginaste, pero puede ser
increíble. No dejes que un extraño sentido del deber hacia mí te detenga".
Vordis está en silencio. Me mira durante un largo momento, sin pestañear. "Quieres que te
deje en paz"
Reprimo mi exasperación, recordándome a mí mismo que está escuchando lo que piensa
porque no entiende de otra manera. "Eso no es lo que dije, Vordis. Estoy tratando de decirte
que puedes ser quien quieras ser. Puedes proteger a otra mujer, si sientes la necesidad de
proteger a alguien. No tengo por qué ser yo".
Me mira solemnemente. "No hay nadie para mí excepto tú, Angie" Mi corazón se acelera.
"Lo dices porque está implantado en tu cerebro".
“Lo digo porque es lo que siento” Vordis pone un puño sobre su corazón, su mirada firme y
resuelta. Sólo porque esté dedicado a ti no estoy destinado a no poder sentir otras cosas”
Me mira durante un largo instante y luego se pone de pie y se va antes de que se me ocurra
responder.



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Capítulo 13

VORDIS
Bajé por la playa lleno de frustración, sin ver el paisaje que tenía ante mí. Mis pensamientos
están llenos de Angie. De Angie y de su hija. De los senos de Angie desbordándose al
inclinarse hacia adelante. Angie me dijo que la dejara en paz. De Angie tocándome mientras
dormimos.
No lo comprendo. No entiendo nada de esto y me enfurece. Mi irritación crece cuando una
forma familiar de piel roja corre por la playa, una red en sus brazos. "¿Dónde has estado?"
La voz de Thrand es acusadora. "Dijiste que íbamos a pescar juntos"
"Fui a ver a Angie", le dije. "Ella no desea que nos dediquemos a ella. Ella no quiere que la
protejamos".
Su expresión es de desconcierto mientras desenreda un poco de la red que cuelga de su
brazo. "No es su decisión. Nunca es una decisión de un esclavo".
"Ya no somos esclavos." Veo que ha perdido el sentido. Todas las reglas que nos han
enseñado son reglas que se dan a los esclavos, a las personas que tienen una sola tarea en
sus vidas. No estamos acostumbrados a decidir por nosotros mismos. "Si ella no desea que
estemos aquí, debemos honrar esos deseos"
"Le diré que no es su decisión", dice Thrand, avanzando como si quisiera pasar junto a mí.
Lo detengo antes de que pueda siquiera pensarlo. "No", digo yo cuando me mira
sorprendido. "Ella y su hija están durmiendo. Se lo diré más tarde" No haré tal cosa, pero
no me gusta la idea de que Thrand vaya a Angie cuando no estoy allí. No quiero ver su cara
iluminada cuando le salude. No quiero que ella le sonría más de lo que ella me sonríe a mí.
"¿Me estás alejando de ella?" Thrand pregunta, incrédulo. Me da un empujón en el hombro.
"No. Ella alimenta a su hija. Déjala en paz" Y yo lo empujo hacia atrás.
"Creo que me mientes, hermano", replica Thrand, y me da otro empujón, y luego tira la red
al suelo.
"¡Basta!"
La voz dura y áspera es familiar. Tanto Thrand como yo miramos para ver a Raahosh
acechando hacia adelante. Mientras Vektal no está, el macho sa-khui silencioso y lleno de
cicatrices se ha encargado de guiarnos, y ha dejado muy claro que no es una tarea que le
guste. Se acerca, nos mira fijamente a los dos, y cerca de sus pies, su hija mayor salta a su
lado, con el pelo rebotando como si no le importara nada en el mundo.

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Me doy cuenta de que no estamos solos en la playa. Hay muchos otros cerca. Veo a Willa y
a Gren, el temible guerrero bestia, sentados cerca remendando una red. La hija menor de
Raahosh se sienta al lado de Gren, acariciando su brazo. A su paso un grupo de hembras
observan, y son acompañadas por algunos de los machos de la isla.
Todo el mundo nos ha visto a Thrand y a mí discutir por Angie ahora.
"No pelear", nos dice Raahosh, con voz ronca. "Eso es para los kits. Sois cazadores. Actuad
como ellos. Aquí no luchamos".
"Escúchale", dice Thrand, y me da un fuerte empujón. Le empujo hacia atrás, y su sonrisa
me enfurece.
"No estamos peleando." Me voy antes de que Thrand pueda empujarme de nuevo. "Estamos
discrepando... con nuestras manos"
Raahosh sólo me da una mirada de ojos estrechos. Thrand se detiene, curioso. "¿Por qué
no podemos luchar? ¿Y si queremos competir?"
"Sin batallas", dice Raahosh de nuevo.
"Papá, suenas tan gruñón como mamá", dice su hija, cogiéndole de la mano y mirándonos
fijamente. "¿Quieres un jodido suelo también?"
El color se escapa de la cara de Raahosh. Levanta a su hija y la pone a la altura de los ojos,
frunciendo el ceño. "Ya hemos hablado de esto antes, Raashel. Sólo porque mamá diga
malas palabras humanas no significa que tú puedas".
"¡Jodido suelo!", grita la pequeña sentada junto a Gren.
Alguien se ríe. Una mujer adulta. Willa se lleva los dedos a la boca, tratando de ocultar una
risa.
Raahosh se da la vuelta y mira a todo el mundo. "Todos vosotros, basta. No las animéis".
Se vuelve hacia su hija, poniéndola contra su cadera. "¿Ahora ves lo que has empezado?
Aayla nunca se detendrá".
"Ella es traviesa", concuerda Raashel, que se muestra engreída.
Las fosas nasales del macho sa-khui se ensanchan, y parece como si estuviera combatiendo
la irritación. Le da palmaditas a su hija en la espalda y la deja en el suelo de nuevo. "Ve a
sentarte junto a Aayla y Gren. Ahora. Papá va a hablar con los cazadores"
"¿Pero qué hay del suelo de mamá?" pregunta Raashel, su pequeño labio temblando.
"Le haremos un suelo antes de que llegue tu hermana, te lo prometo." La golpea en el
trasero, y su cola se mueve con irritación. "Vete".
Con un pequeño giro, lanza su pelo y se lanza sobre su hermana, que se ha metido en el
regazo de Gren y juega con una red desde allí. Raahosh se frota el rostro con una mano.
"Son un lío. Puedo cazar durante horas con paciencia, pero mantener dos kits femeninos
ocupados durante una mañana me pone los nervios de punta".
"Puedes ayudarme, Raashel", dice Willa dulcemente, acariciando un punto junto a ella.

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Las niñas observan de cerca a Raahosh, y sus actitudes me producen curiosidad. Me doy
cuenta de que no he visto a su madre de pelo amarillo y compañera de Raahosh este día.
"¿Está enferma tu hembra?"
El macho alto cruza los brazos sobre el pecho. Nos mira a Thrand y a mí por un momento,
pero cuando no entramos en combate, suspira y habla. "Mi pareja está teniendo dolores de
vientre que dicen que su kit está en camino. Se producen muy espaciados para que sea
rápido, pero es demasiado para que ella se ocupe de las chicas esta mañana, así que me
las he quedado. Ella está... de mal humor".
"Ella quiere un puto suelo", dice Raashel de nuevo amablemente. "Eso es lo que le dijo a
papá esta mañana"
Las fosas nasales de Raahosh se abren y su cuerpo se endurece. "Raashel..."
"Lo siento, papá".
A mis oídos no me parece que la niña esté arrepentida. Miro a su padre, pero parece cansado
y desanimado. "¿Un suelo?" Pregunto, curioso. Si ella va a tener un hijo y quiere un suelo...
¿quizás esto sea algo que Angie también querría? Mi cuerpo se inunda de entusiasmo. No
quiero nada más que ocuparme de ella, de cuidarla a ella y a su hija. Si esto se trata de
algo que le gustará.... Pienso en ella volviéndose hacia mí y sonriendo, su rostro iluminado
de alegría. Ella llegará a mí, y las pieles caerán de sus pezones llenos una vez más y...
Aprieto los dientes, tratando de concentrarme. No puedo pensar en esas cosas ahora mismo.
Raahosh hace un gesto hacia una gran pila de madera en el extremo opuesto de la playa.
"Un suelo", está de acuerdo. "Y posiblemente paredes. Teníamos casas de construcción
permanente en Croatoan, con paredes de piedra y suelos resistentes. No le gustan las
tiendas de campaña en la playa. Cuanto más se le hincha la barriga, menos le gusta. No le
gusta la arena, a mi Liz". Nos mira de reojo. "Así que mientras nos ahuyenta de la tienda
de campaña, estoy recogiendo materiales para hacer de ella una vivienda más sólida, ya
que no hay suficientes cuevas para todos. Utilizaremos madera para los suelos ya que gran
parte de ella se está arrastrando desde la isla, y haré a mi compañera una cabaña para que
se sienta más cómoda. Hablamos de esto en la reunión de la tribu hace días. ¿No estabais
escuchando?"
Mientras Raahosh habla, miro la pila de madera, mis pensamientos acelerándose. ¿Cuántas
veces ha mencionado Angie que no le gusta su cueva? ¿Que hace frío y está húmeda?
Apuesto a que le gustaría un suelo. Sería algo sólo para ella y Glory, algo para demostrarle
cuánto puedo proveer para ella y su hija.
Quizás entonces se dé cuenta de lo mucho que significa para mí. Que no lo hago
simplemente porque estoy dedicado, sino porque ella lo es todo para mí, ella y su hija.
Raahosh hace un sonido irritado. "Claramente no lo estás haciendo"
Me dirijo a él. "¿Eh?"
"Escuchando", dice, con voz aguda. "No estás escuchando"

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No me importa de qué habla. Tengo una nueva idea, una gran idea. "Yo también deseo
construir una cabaña"
Raahosh parece sorprendido por mis palabras. "¿En serio? ¿Para ti mismo?"
"Para Angie. Se merece un suelo para ella y para Glory". Pienso en las cámaras de sueño
que he utilizado en el pasado. Muchas eran duras y desagradables -a los a'ani no se le dan
comodidades- pero ocasionalmente había una en la que la cama cuyo acolchado era más
suave y los suelos estaban lisos y limpios de escombros. Pienso en la fría y oscura cueva de
Angie. Una cabaña con piso de madera sería perfecta para ella. Pienso en cómo sus ojos
brillarían de felicidad.
"¿Ella te pidió esto?" La voz de Raahosh es desaprobatoria y sus brazos se cruzan sobre su
pecho. "Ha dado a luz recientemente. Deberías dejarla en paz".
Ignoro su reproche, visualizando ya cómo voy a montar su cabaña. Creo que tendrá que ser
circular, con una hoguera central excavada rodeada de piedras para que la chispa no toque
la madera. Puedo construir un marco debajo de la piedra para que la madera no se asiente
sobre la arena y se mueva. Las paredes...
"Sí, Vordis." Thrand está a mi lado y frunce el ceño con fiereza. "¿Ella te pidió esto?" Su
tono es acusador.
No me veré frustrado en esto. Thrand no entiende lo que siento por Angie, no realmente.
Simplemente se siente obligado a protegerla. No es lo mismo. Esto es más profundo. Esto
es.... mi voluntad de hacer cualquier cosa por su sonrisa. Su risa. Su toque.
"Deseo cortejarla", les digo sin rodeos. "Quiero a Angie como mi compañera".
Raahosh no dice nada. Simplemente me mira, como si esperara a ver si me quiebro bajo su
mirada. Me encuentro con sus ojos, inquebrantable. Ya no soy un esclavo. Soy libre de
hacer lo que quiera y de cortejar a Angie.
"Yo también construiré una cabaña", dice Thrand. "Es mi deber"
Me doy la vuelta para mirarle, indignado. "No"
"Sí." Su expresión se vuelve desafiante. No hay nada que a Thrand le guste más que la
competencia. "No eres dueño de Angie. No tiene pareja. Soy libre de cortejarla tanto como
tú"
La ira me atraviesa, y mis puños se cierran apretadamente a mi lado. Conozco a Thrand.
Sé que no le importa Angie como a mí, sólo lo hace porque le gusta competir conmigo. No
la abrazaría mientras duerme, ni la tocaría con tanta ternura como yo. No le frotaría los
pies cuando le duelen, ni participaría en sus extrañas bromas.
Sólo quiere ganar.
"No hagas esto, Thrand", le advierto.
"Ambos le construiremos una cabaña y ella elegirá la que más le guste" Aplaude con las
manos y luego las frota con entusiasmo. "Será una competencia feroz"

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Por un momento, estoy tan enfadado con Thrand que no puedo hablar. ¿Me quitaría a
Angie? ¿Se interpondría entre nosotros? ¿Sólo porque siente la necesidad de ganar en una
competencia invisible? Mis celos amenazan con desbordarse y me vuelvo hacia Raahosh,
con la rabia ardiendo en mis ojos. Él es el jefe. Necesita detener esto.
Raahosh pone los ojos en blanco y se aleja. “Sois unos estúpidos, los dos. Dejadla en paz
hasta que uno de vosotros -o ninguno- resuene con ella”
¿Qué? Veo cómo coge a una de sus hijas y la pone sobre su hombro. Ella se aferra a sus
cuernos, riéndose de alegría, y luego se dirigen hacia el montón de madera a la deriva que
él ha hecho en el extremo más alejado de la playa.
"Dos chozas", dice Thrand, desafío en su voz. "Angie elegirá la que más le guste y el que
gane será libre de cortejarla".
"¿Por qué haces esto?" Le digo bruscamente, pero ya está corriendo, yendo hacia la playa y
buscando leña. Mientras miro, se dirige hacia un tronco flotando en las olas. La playa ha
estado cubierta de los restos de la destrucción de la isla durante días, y cada marea arrastra
más.
Aun así, sigo adelante. Si está decidido a hacer esto, no puedo dejar que se quede con toda
la buena madera. Estoy furioso con mi hermano a'ani, aunque le entiendo. Hemos sido
entrenados toda nuestra vida para competir entre nosotros, para concentrarnos en una
tarea por encima de todas las demás. ¿Qué es Angie sino la culminación de ambas cosas?
Lo odio, pero lo entiendo.
Con un gruñido de enojo, me quito las botas y la túnica, y luego me meto en las olas para
conseguir un tronco que se balancea cerca de donde Thrand da vuelta un trozo de madera
que ya está en las olas. Algo trata de envolverme el tobillo con un tentáculo, pero lo dejo a
un lado. No tengo tiempo para eso. Debo construirle a Angie la cabaña más espectacular
de la playa....y antes de que Thrand lo haga. Mi naturaleza competitiva de a'ani se enciende
y yo envuelvo mis brazos alrededor del enorme tronco, arrastrándolo hacia la arena.
El macho llamado J'shel se apoya en una lanza cercana, observando a Thrand y a mí
trabajar. Nos mira con curiosidad. "¿Estás cazando leña para el fuego?"
"Estamos haciendo cabañas", le dice Thrand. "Para cortejar a Angie"
J'shel se endereza y le da a su trenza larga una sacudida sobre su hombro. Su color se
ondula, combinando brevemente con la arena antes de volver a su normal color azul pálido.
"Para cortejar a una hembra, ¿le construyes una cabaña? ¿Esto es lo que las hembras
humanas quieren?" Me mira, incrédulo. "¿Esto es lo que se necesita?"
Acabo de mostrar mis dientes en un gruñido. No necesito más machos robando madera
cuando tengo una cabaña que hacer para mi Angie.
Thrand se ríe. "Es una competición"
"¿Qué es una competición? pregunta otro macho que trota, y me molesta ver que es uno de
los machos de mandíbula peluda de la isla. El guapo -A'tam.

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"Si quieres cortejar a una hembra, constrúyele una cabaña", dice J'shel, y luego le pone un
lazo en la lanza y se la coloca por encima del hombro. "Voy a hacer una para Ha-nah para
que preste atención a nuestra resonancia"
"¿Cualquier mujer?" pregunta A'tam, frotándose la mandíbula con interés. "¿De verdad?"
"No", gruño, pero ninguno de ellos me está prestando atención. Ya están corriendo por la
playa, buscando leña.
Y ahora hay más competencia por un recurso que ya es escaso. Me vuelvo para mirar a
Thrand, pero él sólo sonríe en mi dirección, una mirada de feroz desafío en sus ojos.



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Capítulo 14

ANGIE
"Uhhhh…" No sé qué decir a eso.
"Sé lo que estás pensando", me dice Liz con un gesto de su mano mientras camina de un
lado a otro. Me dijo que está caminando para tratar de inducir al bebé a que venga antes.
"Es un nombre de mierda. Claramente no eres fan de Star Wars. Es sólo que después de
Raashel, nos quedamos sin buenas combinaciones de nuestros nombres. ¿Sabes que todo
el mundo hace eso de Brangelina con los nombres de los bebé aquí? Intenta combinar a Liz
con Raahosh. ¿Oh-shiz? ¿Liz-osh? No voy a ensillar a ningún hijo mío con esa mierda. Y
además, La Guerra de las Galaxias es increíble". Se encoge de hombros, y se convierte en
un lento frotamiento de su cuello y una mueca. "En cualquier caso, espero que este bebé
llegue pronto para que podamos duplicar la caza del sa-kohtsk para los piojos"
"Eso es lo que vosotros cazasteis para nuestros piojos, ¿verdad?" Me han dicho que cazarán
uno en los próximos días para Glory, y una de las grandes criaturas será derribada y se le
dará un khui a mi bebé para que pueda sobrevivir en este duro planeta. No me gusta la
idea de tomar un parásito de una criatura e infectar a mi hija con él, pero no hay otra
opción. Abrazo a Glory un poco más cerca mientras se amamanta, un poco triste porque
sus hermosos ojos morados se pondrán azules. Oh bueno.
Miro hacia arriba, pero Liz ya se está alejando, murmurando para sí misma mientras
camina a través de la cueva. Está deambulando, y aunque su vientre es ligero comparado
con el grande de Harlow, no tengo ninguna duda de que está en las primeras etapas del
trabajo de parto. Se ve tan incómoda como yo. Me pregunto si debería ir a verla, pero un
par de ojos brillantes y khui se asoman a mi cueva y me sorprende ver que es Vordis.
"Oh," digo a modo de saludo, ajustando la manta de lactancia sobre mis pechos. "No me di
cuenta de que estabas ahí"
"Liz ya se ha ido", responde, como si eso lo explicara todo. "Quería ver si necesitabas comida
o bebida o combustible para el fuego"
Negando con la cabeza, hago un gesto hacia mi pequeña hoguera. "Nos sentimos cómodas"
"¿Calientes?" Entra en la cueva y se pone en cuclillas junto al fuego, y la piel roja brilla a la
luz del fuego.
No puedo evitar mirar un poco. Está sudoroso y sucio y cubierto de arena, lo cual es extraño
en él. Su pelo corto y negro está despeinado y alborotado, y la barba de ocho horas en su
fuerte mandíbula se ve....bien. De hecho, todo se ve condenadamente sexy. No puedo evitar

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mirar mientras él extiende la mano para agitar mi fuego con el atizador de hueso y su brazo
se flexiona. Sus bíceps son... deliciosos. Un brazo pornográfico, decido. Pura pornografía de
brazos. Está prácticamente desnudo mientras se arrodilla en mi pequeña cueva, y como
siempre sucede cuando está cerca, el espacio se siente estrecho y apretado y muy, muy
confortable.
Vordis me observa de cerca, y me doy cuenta de que está esperando una respuesta. Aunque
no puedo recordar de qué estábamos hablando. Sólo puedo pensar en su cercanía. "Lo
siento", susurro, sintiéndome sin aliento ante su cercanía. "¿Qué?"
"¿Estás caliente?", repite.
"Estoy bien." Le observo durante un momento. "¿Un día difícil?"
"¿Por qué lo preguntas?"
Hago un gesto a la arena en su cara, sus brazos, su cabello... bueno, en todas partes. "Estás
un poco sucio".
Vordis gruñe. "Ha sido un reto, sí"
"¿Una cacería?"
"No" Vuelve a atizar el fuego. "¿Cómo te va? ¿Cómo está Glory?"
"Estoy bien. La mayor parte del tiempo he dormido y me he ocupado de ella". El bebé elige
ese momento para terminar de amamantarse y su boca se desliza. La levanto hasta el
hombro para que eructe, dándole palmaditas en la espalda. "Y todos en la tribu han pasado
por aquí unos minutos hoy, al parecer, sólo para saludar"
Se queda muy quieto. "¿También Thrand?"
"Bueno, no, Thrand no. Sólo tú" Le muestro una pequeña sonrisa. "Es sólo un dicho"
El gran guerrero inclina la cabeza. "Como llamar a la puerta"
Se me sale la risa. "Sí, algo así"
"Pensé en uno. Un golpeteo."
Por alguna razón, mi corazón se estremece de alegría. "¿Oh?"
"Sí. Ve a llamar a la puerta." Me echa una mano, indicando que yo debería ir primero.
Oh hombre. ¿Cuántas veces hemos hecho estos chistes y él nunca entiende el concepto?
Es adorablemente extraño para él, pero sigue intentándolo. Asfixiando mi risa, me las
arreglo para ahogar un " Toc toc ".
"Es Glory", me dice.
"¿Glory?" Repito, perpleja.
"Lista para saludar a su madre" Hace un guiño triunfal. "Golpeando en tu vientre"

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Eso fue sólo... vale, raro. Pero divertido de una manera incómoda. Me río de todos modos.
"No estoy segura de que pueda golpear con estas manitas". Me enrosco una alrededor de mi
pulgar y se lo agito mientras Glory se retuerce contra mi hombro.
Mira al bebé por un momento, con una sonrisa en la cara, y luego me mira a mí. "¿Puedo
cogerla en brazos?"
¿Qué? "Por supuesto". Estoy encantada de que quiera hacerlo. Me encanta presumir de ella,
pero las únicas que se han ofrecido voluntarias para cargarla hasta ahora son las mujeres
que ya son madres. Todos los demás se asustan como si no supieran qué hacer con los
bebés. Sé lo que se siente, pero ojalá más gente quisiera acurrucarse con ella. Ella es una
chica muy agradable. Me la quito de encima y se la ofrezco. "Necesita eructar, así que ponte
este paño sobre el hombro y frótale la espalda."
Vordis me la quita, colocando el suave cuero sobre su gran hombro desnudo y luego
acunando suavemente a mi pequeña hija roja contra él. Una gran mano se enrosca
alrededor de su espalda y él la sostiene con cuidado mientras ella se mueve, con los pies
pataleando. Con su otra mano, le pasa dos dedos por la espalda, y me conmueve lo gentil
que es, lo cuidadoso que es. Claro que sí, Glory inmediatamente echa un gran eructo de
bebé y luego se acomoda contra él con otro arrullo feliz.
Él la retiene por unos minutos, en silencio, y yo espero a que él hable, la devuelva, para
declarar que ya no se preocupa por los bebés. Pero sólo me mira con paciencia. "¿Estás
segura de que no hay nada en lo que pueda ayudarte mientras esté aquí? Sabes que te daré
todo lo que me pidas, Angie. Sólo tienes que decírmelo y yo moveré las lunas para que así
sea".
Hay intensidad en esas palabras. Puedo sentir un rubor que hace arder mis mejillas, y
mientras él mueve cuidadosamente a la pequeña Glory sobre su hombro, me llena de
doloroso anhelo. Apuesto a que sería raro si le pidiera que me besara. Aquí estoy, con
grandes tetas de lactancia, con el pelo sucio y las estrías, a sólo unos días de que la luz de
mi vida haya nacido y probablemente parezca un desastre calenturiento. Sé que me siento
como uno. Pero verlo con Glory le prende fuego a todas mis hormonas, porque además de
la tonta atracción que siento, ahora estoy especulando sobre lo gran padre que sería. Es
fuerte, pero es muy cuidadoso con ella y paciente conmigo. Atento. Preocupado.
Amoroso.
"Yo…" Empiezo, con los labios secos. "Vordis..."
Me mira y sus azules, azules ojos son muy intensos en su hermoso rostro escarlata. Quedo
atrapada en el deseo de sus ojos, en el anhelo.
Glory curiosea, sus piernas patalean y su atención se dirige hacia ella. Sonríe lentamente,
sus labios curvados mientras la ajusta sobre su hombro, y ella lo mira con los ojos abiertos
y desenfocados.
Mi corazón no puede soportarlo. Me pongo de pie, haciendo un gesto de dolor al ver todos
los dolores que pasan en cascada por mi cuerpo. "Si la vigilas un momento, tengo que ir al
baño" En realidad no, pero mi cueva se siente muy pequeña ahora mismo.

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"Por supuesto. Estará a salvo conmigo".

Vacilo, porque él no sabe nada de bebés, pero Glory acaba de ser alimentada y ella no es
del tipo quisquilloso. No me iré hasta dentro de un momento, lo suficiente para estirar las
piernas y componerme. Tirando de mi túnica con una cinta en el cuello, asiento y toco su
hombro, luego me deslizo sobre mis botas y salgo de la cueva. El aire frío me golpea en la
cara como si fuera una pared y me hace volver a la realidad. Hay un murmullo bajo de
voces alrededor del campamento, y alguien se está riendo junto al fuego principal -Bridget,
parece, y hay un hombre riéndose con ella. Alguien aplaude y canta una canción -un canto
humano sobre hamburguesas y patatas fritas- y es una noche perfectamente normal en el
planeta de hielo. Hace unos días, puede que me sintiera sola al escuchar a todos
divirtiéndose alrededor del fuego, coqueteando y divirtiéndose. Ahora tengo a Glory, y todo
está cambiando. Ya no me siento sola. Me siento centrada.
Pienso en Vordis abrazando mi pequeña Glory y un cálido arrebato de deleite se mueve
sobre mí. Me apresuro a la letrina, termino, me lavo las manos con nieve fresca y luego me
froto un poco la cara con un poco más de nieve para refrescarme. Suavizo mis manos
mojadas por el pelo, aliso mi ropa, y me pregunto si Vordis todavía piensa que soy bonita.
Compuesta, vuelvo a mi cueva y me asomo.
Vordis sigue sentado en el mismo sitio, aunque han pasado unos minutos. Glory está
acunada en sus grandes manos y él la tiene delante de él, murmurando en voz baja con su
voz sedosa. Ella le hace gorgoritos y se ríe de él, sus pequeños puños agitando mientras
trata de alcanzarle la cara. Sin embargo, no puedo entender lo que está diciendo, y me
adelanto, tratando de seguir callada y escuchar.
No funciona, por supuesto. El gran guerrero rojo me mira por encima del hombro mientras
entro de puntillas.
"¿De qué estás hablando con ella?" Pregunto, curiosa. Me siento cuidadosamente en mi
cama otra vez y coloco mis almohadas, y luego estiro la mano para alcanzar al bebé.
Él le da la espalda, su expresión imposible de leer. "Le estaba contando mis logros este día"
"¿Oh?" Espero a ver si me va a hablar de ellos también.
Vordis asiente lentamente. Su mirada se encuentra con la mía, ardiendo con su intensidad.
"Y le dije que ganaría. Lo mío será el mejor".
¿Mejor? Antes de que pueda preguntarle de qué está hablando, se pone de pie, toca
brevemente mi mejilla en la más pequeña de las caricias, y luego abandona mi cueva.
Al día siguiente, Veronica pasa por aquí, junto con Harlow y Farli. Todos se meten en mi
cueva y se turnan para oohhh y ahhhhh sobre Glory y sus gordas mejillas.
"No puedo creer lo hermosa que es", dice Harlow, bromeando con un dedo frente a la cara
de Glory mientras Farli la sujeta. "Es más guapa que cualquier bebé humano e incluso que
todos los bebés sa-khui medio humanos. Y esas pequeñas pepitas azules son adorables.
Pero ella es otra cosa".

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"¿A que sí?" Digo con orgullo, emocionada como cualquier mamá mientras Verónica me
toma de la mano.
Las mujeres se preocupan por mi dulce niña un poco más, y luego Verónica me da una
palmadita. "Lo estás haciendo muy bien. El piojo está trabajando en arreglarlo todo. Tus
partes femeninas deberían estar curadas en un par de semanas. Gail dice en la Tierra que
son unas seis semanas antes de que puedas tener sexo después de un bebé, pero nos
curamos más rápido y realmente no creo que vaya a ser tanto tiempo".
"Poco menos de un mes", dice Harlow, y luego se aclara la garganta, sonrojándose. "En caso
de que te lo preguntes"
"Oh." No sé qué más decir. Todas me están mostrando astutas miradas como si tuviera
algunos chismes que compartir, pero no los tengo. "Genial. Gracias. Lo tendré en cuenta si
decido empezar a salir con alguien. En vez de utilizar una app, supongo que podría dar un
paso al frente hasta encontrar al tipo adecuado".
Verónica medio bufa medio suelta risitas. "No estoy diciendo que tengas que utilizar la
información, sólo asegurándote de que la tienes. Eso es todo" Me vuelve a dar palmaditas
en la mano y luego se pone de pie. "Deberíamos ir a saludar a Liz. Tuvo a su bebé anoche.
La niñita número tres para ella".
No me di cuenta, pero estoy emocionada por ella. "Maravilloso. ¿Cómo la llamó?" Cielos,
realmente espero que no sea Kenobi.
"Algo", dice Harlow, frunciendo el ceño. "¿Lo recuerdas, Verónica?"
"Ah-so-kuh", añade Farli después de que Verónica se encoge de hombros.
"Correcto. Ahsoka. Es otro nombre de Star Wars. Ya conoces a Liz y su obsesión", dice
Harlow, y luego se frota la barriga. "Supongo que soy la siguiente, pero este no llega todavía,
no lo creo"
Verónica toca el vientre de Harlow y luego sacude la cabeza. "Unas semanas más".
Harlow suspira y se frota el estómago. "Estoy más que lista. Este ha sido el embarazo más
largo de todos los tiempos y Liz se quedó antes, así que eso me hace sentir peor. Apuesto a
que me retrasaré. Como si catorce meses no fuera suficiente".
La miro fijamente en estado de shock. "¿Dijiste catorce meses?"
"Más o menos".
"Buen Señor". Pienso en lo desgraciadas que han sido las últimas semanas de mi embarazo
y trato de imaginarme cómo se debe sentir durante varios meses más, y me estremezco.
Farli me devuelve cuidadosamente a Glory. "Las Sa-khui llevan sus kits mucho más tiempo
que las humanas"
"Oh. Me pregunto cuánto tiempo he llevado a Glory" La coloco en mis brazos. "Supongo que
no importa. Ella está aquí ahora"

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"Todo lo que importa es que esté sana. ¡Oh!" Verónica chasquea los dedos. "Pashov encontró
el rastro de un sa-kohtsk y se supone que tengo que decirte que tienes que abrigarte por la
mañana porque tú y Liz vais a salir con Raahosh y la mayoría de los cazadores para la caza
ceremonial. Conseguiremos que Glory y Ahsoka se arreglen con sus piojos y estén listas
para seguir. Me han dicho que es pronto para que Ahsoka consiga su piojo porque les gusta
esperar unos días, pero no tiene sentido matar a dos criaturas con dos días de diferencia.
Quieren cazarlo ahora que pueden y yo estoy a un rápido vuelo de distancia si hay algún
problema". Le sonríe a Glory y le da un pequeño empujón.
"Genial", les digo, sonriendo, pero por dentro estoy un poco preocupada. "¿Es seguro?"
"Lo suficientemente segura mientras no seas uno de los cazadores", dice Farli, su voz alegre
mientras sale de la cueva con un saludo de despedida. Verónica la sigue.
Harlow me da palmaditas en el hombro. "Estará bien. Los cazadores te protegerán. Eres
parte de la tribu. Sin embargo, abrígate", continúa, frotándose los brazos. "Está nevando y
como es la temporada brutal, una vez que entremos en las montañas, hará un frío del
demonio"
"Lo pillo". Sonrío hasta que se van y luego abrazo a mi bebé de cerca, aún preocupada. No
es que necesite un compañero a mi lado para esto, pero desearía tener a alguien que me
acompañe, que me apriete la mano y me diga que todo va a salir bien. Me gusta Liz, pero
no es una de las almas que más cariño da. Ella es fuerte de voluntad e independiente y
probablemente no apreciaría que me aferrara a ella, especialmente con un nuevo bebé. Lo
mismo con el resto de cazadores. Son agradables, pero... no es lo mismo.
Me pregunto si Vordis iría si se lo pidiera. Luego me sonrojo, recordando las palabras de
Verónica. Sexo en unas semanas... como si fuera necesario. No es como si Vordis se hubiera
ofrecido a acostarse conmigo otra vez.
No es que me moleste.

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Capítulo 15

VORDIS
Construir la cabaña para mi Angie es un ejercicio de paciencia, porque cada hora que pasa,
quiero ahogar la vida de Thrand y de los otros machos que están trabajando en la playa.
Parece que cada vez son más las personas que empiezan a construir cabañas. Se ha corrido
la voz de que si uno quiere cortejar a una hembra, debe construirle una cabaña. La idea es
completamente errónea, pero algunos de los machos de la isla están tan ansiosos por ganar
la aprobación de las hembras no apareadas que no escuchan razones. Ellos corren por la
playa, buscando la madera que se desliza con las olas, y yo me veo obligado a ir cada vez
más lejos para aumentar mi pila de madera. Cada vez que vuelvo al lugar que he preparado
para la cabaña de Angie, parece que hay otro macho empezando la suya propia, lo que
significa aún más competencia.
Y cada vez que miro, Thrand parece ir por delante de mí. Sé que mi hermano a'ani es hábil
con sus manos y decidido, pero nunca pensé que sobresaldría en una tarea así. Sin
embargo, él encuentra más madera que nadie, y negocia con algunos de los otros hombres
por piezas que se ajustan perfectamente a su suelo, y como resultado, yo no he terminado
ni siquiera a medias y él casi ha terminado. Thrand es imprudente la mayor parte del
tiempo, pero cuando se trata de construir la cabaña de Angie, tiene toda la precisión de un
maestro artesano.
Lo que me irrita aún más.
Para cuando los soles se ponen y la playa se vacía, estoy lleno de frustración. El suelo que
estoy haciendo se ve bien, y estoy eligiendo cuidadosamente piezas de madera que encajan
bien y hacen que el suelo sea relativamente parejo, pero no lo haré tan rápido como Thrand.
Después de que el suelo esté terminado, quiero hacerle una cama acolchada para colocar
debajo de sus pieles y una pantalla para que pueda separar sus pieles de las de Glory
cuando la niña sea mayor. Quiero que sea cómodo y agradable, y quiero que a ella le
encante. Quiero que lo mire con ese maravilloso brillo en sus ojos y luego se dirija a mí con
la mirada en su rostro que me hace sentir como si fuera mucho más que un gladiador, un
clon que se atreve a rebasar su posición para buscar a una hembra. Así que trabajo más
tarde que los demás, sin importarme que esté oscuro y helado. Camino por la playa en
busca de troncos que los demás no han visto, o que han aparecido en las horas desde la
última vez que caminé por estas orillas. Estoy agotado de transportar los grandes troncos
todo el día, además de afeitar cuidadosamente los nudos con las herramientas de piedra
pura disponibles. Todo esto lleva tiempo y esfuerzo, pero Angie lo vale. Cuando vuelvo a la
tienda que comparto con Thrand, no quiero nada más que arrastrarme en mis pieles hasta
que amanezca para poder empezar de nuevo, pero en su lugar me dirijo hacia la cueva de

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Angie. No podré dormir hasta que sepa que está segura y cómoda. Paso por la cueva donde
las hembras no apareadas se agrupan, compartiendo calor, y veo que la pantalla frente a
la cueva de Angie está abierta y su fuego tiene brasas. Me meto la cabeza para ver si está
despierta, y mis ojos se encuentran con los suyos.
Su sonrisa es brillante e inmediata. "Ahí estás. Me preguntaba si ibas a venir". Su voz es
un suave susurro, y sus brazos están vacíos, Glory metida en una pequeña cesta junto a
sus pieles. Ella me hace señas y entro con cuidado, deslizando la pantalla sobre la entrada
detrás de mí.
"Es tarde. ¿Por qué no estás dormida?" Me arrodillo junto a su fuego, avivando las brasas
para emitir más calor. Se enfriará si el fuego se apaga.
"Es tarde. ¿Por qué estás asomándote a mi cueva si ese es el caso?" Hay una burla en su
voz baja, y ella acaricia las pieles al pie de su cama, indicando que debería sentarme con
ella.
Me encogí de hombros y me moví hacia donde ella me indica. "No podría descansar si no
me viniera a echarte un vistazo a tí y a Glory. ¿Cómo ha estado hoy?"
Su sonrisa es un poco problemática. "Ha estado algo quisquillosa. Bueno, para ella. Sólo
ha estado inquieta y no está comiendo muy bien. Harlow dice que es normal, que cada bebé
que espera un khui se pone así porque la atmósfera aquí comienza a afectarles. Dice que
mejorará cuando tenga el khui, pero... aún así es difícil de ver". Discretamente, tira de la
cesta un poco más cerca de ella, como si necesitara asegurarse de que la bebé está bien.
"Confía en Harlow", le aseguro. "Ella ha hecho esto antes. Si necesitas algo, te lo conseguiré.
Sólo tienes que pedir".
Angie sonríe, con la expresión distraída, y luego coge uno de los paños de cuero que usa
para el bebé. Lo sumerge en un tazón cercano de agua helada y luego me lo roza en el brazo.
"Tienes barro en el bíceps"
Miro hacia abajo. Estoy sucio de arena y barro, y lo estoy arrastrando a su cueva. "Debería
irme", le dije, decepcionado. "No quiero hacer un desastre aquí"
Cuando empiezo a levantarme, ella se agarra a mi brazo. "No, Vordis, quédate"
Mi sangre se calienta, recorriendo mi cuerpo. La necesidad ruge a través de mí, y me obligo
a estar tranquilo mientras la miro, con su tímida expresión y sus brillantes ojos. Mi hembra.
Mi Angie.
Destriparé a Thrand si intenta tocarla.
La violencia de mis pensamientos es asombrosa y vergonzosa. Thrand es mi hermano y
compañero. No puede saber cuan fuertemente siento.
"Puedes limpiarlo", dice ella, sus hermosos labios moviéndose. Sus dedos rozan mi piel, y
mi polla late en respuesta. "Tengo que pedirte un favor"

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"¿Me necesitas para calentarte?" Este día está resultando mejor de lo que esperaba. ¿Pasar
la noche acurrucado con Angie, respirando su olor, tocando su piel? Será la tortura más
exquisita.
"No si no quieres. Me encantaría, pero... algo más, en realidad." Angie se muerde el labio,
el encantador espacio entre sus dientes delanteros atrayendo mi atención hacia su boca.
"La cacería de sa-kohtsk es mañana, para conseguirle a Glory un khui, y para la nueva hija
de Liz y Raahosh, también. Habrá otros cazadores de los sa-khui, por supuesto, pero me
preguntaba si vendrías conmigo.... a menos que estés ocupado. Si es así, no importará".
Parece preocupada. Como si fuera a rechazarle una petición tan simple. Significará que
perderé un día de trabajo en mi cabaña, y Thrand se adelantará en la carrera. Terminará
antes de que yo esté cerca... pero no puedo negar nada a mi hembra. Ella me necesita, así
que estaré allí. "Por supuesto, mi Angie. Todo lo que pidas será tuyo".
Su sonrisa se ensancha, y acaricia su mano hacia arriba y abajo de mi brazo otra vez. Esta
vez... no creo que lo esté limpiando. Creo que está disfrutando tocándome, y mi corazón se
acelera al darse cuenta.
Espero que me bese, que me toque como lo ha hecho antes, o incluso que me acaricie el
brazo. Acepto cualquier cosa que me dé... pero sonríe torpemente y baja la mano. "Así que
supongo que te veré a primera hora de la mañana".
Casi asiento con la cabeza, decepcionado porque no me quiere en su cama. Debo decirle
que la saludaré cuando salga el sol, pero algo de la astucia de Thrand sale en mí y me aclaro
la garganta. "¿Te parece fría esta noche?"
"¿Frío?" Angie parece sorprendida.
"Estabas temblando", digo yo, aunque ella no lo esté. "Es mi deber mantenerte caliente."
Trato de mantener mi expresión neutral, sin culpa, aunque la mentira cuelgue en el aire.
Seguramente ella verá a través de mi plan egoísta. "No me apartaré de tu lado esta noche,
no cuando tengas tanto frío."
Angie parece confundida por un momento y luego me da una sonrisa tímida. "Muy bien. Si
no te importa. Hace frío por la noche".
Por un momento, me sorprende que me invite a su cama. El placer caliente se eleva a través
de mí, y me encuentro sonriendo. Ella es hermosa y yo soy el hombre más afortunado de
estar aquí con ella ahora mismo. "Excelente". Me froto la mandíbula y luego hago una mueca
de asco mientras la arena me roza en la mano. "Debo limpiar primero".
"Tengo agua y ropa", dice, bostezando delicadamente mientras gesticula. "Siéntete libre de
usarlos."
"Gracias", le digo y me pongo en pie, cruzando la pequeña cueva. Tomo el tazón de agua
helada y lo alejo de donde duerme Glory para no derramar nada sobre ella. Hay una
pequeña área plana a un lado que Angie está usando como una especie de estante, y yo me
muevo hacia ella, colocando el tazón con cuidado. Al hacerlo, veo una variedad de pequeños
objetos cuidadosamente colocados juntos - los tesoros que le he traído. Mis esculturas

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tienen un aspecto terrible, pero ella las ha guardado todas, y están alineadas en el orden
que yo se las di. "Te quedaste con todo", digo, sorprendido.
"¿Mm?" Cuando la miro, mueve la cabeza, tratando de ver lo que estoy mirando. "Oh, sí.
Los adoro" Su sonrisa es hermosa bajo la escasa luz del fuego. "Siempre me hacen sentir
especial." Se encoge de hombros y se coloca en sus mantas. "¿Seguro que quieres quedarte
aquí esta noche? Normalmente tengo que levantarme y alimentar al bebé unas cuantas
veces. ¿Eso te va a molestar?"
"Soy una guerrero", le digo, secretamente complacido de que no se oponga a mi presencia.
Mojé uno de los paños y me puse agua en los brazos, lavando la arena y el sudor de la
manera más rápida y eficiente posible. "He pasado días sin dormir antes"
"¿En serio? Pensé que luchabas en batallas de arena"
"Por un tiempo, sí. Cuando Thrand y yo fuimos clonados por primera vez, éramos guardias
en un planeta prisión. Estaba dirigido por una empresa que pensaba que un a'ani sería
más barato que pagar a los empleados. Los prisioneros eran muy astutos, y muchas veces
trataban de escapar, así que había veces que días tras días trabajábamos turnos dobles,
sólo para asegurarnos de que había suficientes hombres en guardia. Y luego, por supuesto,
estaban los estadios de supervivencia".
Sus ojos están muy abiertos. "¿Planeta de prisión? ¿Arenas de supervivencia?" Sus labios
se separan y ella me estudia de cerca, su mirada sigue la tela mientras lavo. "Vaya, has
vivido una vida muy interesante"
Ahora soy yo el que está sorprendido. "No más que cualquier otro clon. No son historias
interesantes". No estoy acostumbrado a que alguien preste tanta atención a mis relatos...
Thrand es mi único compañero constante y los ha vivido todos a mi lado.
"Suenan interesantes", dice Angie, volviéndose de costado para mirarme. Sus ojos están
soñolientos, pero su mirada es atenta, como si no encontrara nada más interesante que
verme limpiarme. Es... extraño. Si estuviera cuidando a Angie, sería difícil el anhelo,
pensando en la suavidad de su piel y lo perfecta que es. Pero no entiendo por qué me mira.
Soy un mero clon, y uno de los muchos guerreros aquí. Me enderezo los hombros, me lavo
con movimientos deliberados para llamar su atención sobre mi pecho, mi brazo, mi
estómago. Su mirada sigue a todas partes donde me toco y mi polla está tan dura como el
metal ante su fascinación. "Entonces te contaré más, si quieres"
Su sonrisa es tímida. "Me gusta oírte hablar"
Niego con la cabeza, porque esas cosas todavía me sorprenden. "Sólo soy un a'ani, Angie.
Nada especial".
"Para mí no", murmura, y el calor corre por mi sangre.
Termino de lavarme y me vuelvo hacia ella, con la piel húmeda. El baño ya no me interesa.
Quiero saber si las palabras que dice son verdaderas, si las sonrisas que me manda son
para mí -para Vordis- o simplemente por cortesía. "Me besaste hace unos días", digo
lentamente. "¿Te acuerdas?"

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Ella suelta una risita. "¿Crees que voy por ahí besando a tanta gente que me olvidaría?
Estás sobreestimando las artimañas de una mujer embarazada".
¿Es eso todo lo que se ve a sí misma? Me sorprende, porque no hay otra mujer tan deseable
y dulce como Angie. Ella es cariñosa, hermosa y fuerte. El hecho de que haya tenido un hijo
la hace más digna a mis ojos, no menos. ¿Los hombres humanos son tan ridículos? "¿Así
que no has besado a nadie más que a mí?"
"Nadie más", está de acuerdo Angie, su rostro desviado.
"Me gustaría besar de nuevo"
Se muerde el labio. "Yo... Vordis, se supone que no debo tener sexo por lo menos unas
semanas más después del nacimiento de Glory"
La miro con sorpresa. "¿Te estás ofreciendo a aparearte conmigo? ¿Por un beso?"
“Yo…” Su boca se abre y luego se cierra. "No, quiero decir....eso no fue lo que quise decir."
Se pone nerviosa. "Sólo quería establecer las expectativas para el beso."
"Todo lo que deseo es tocarte y poner mi boca en la tuya", le digo. Mi pene dolorido exige
más, pero es fácil de ignorar.
Bueno... no es tan fácil. Pero soportaré el latido mientras pueda abrazar a Angie.
"Oh." Se toca la boca. "Vale. Sí. Si quieres"
"No te lo pediría si no quisiera" Dejé la toalla con cuidado y me moví a su lado, con la mirada
fija en su preciosa cara.
Angie me mira, su expresión vulnerable. Toca un mechón de su cabello con timidez,
metiéndolo detrás de la oreja mientras se mueve sobre la cama, una invitación silenciosa
para que me reúna con ella una vez más. Me siento frente a ella, y ella se pone un dedo en
los labios, indicando la canasta del bebé. "Debemos tener cuidado de no despertarla",
murmura.
¿Como si fuera a empezar a gritar si la beso? Pero noto que sus manos tiemblan, que está
nerviosa. Tomo el dedo que ella ha apretado en sus labios y lo llevo a mi boca, besando la
yema. "No tengas miedo", le murmuro, besando su suave piel. "Es sólo Vordis. Nos hemos
besado antes. Nada ha cambiado"
Su pequeña risa se ha quedado sin aliento y jadea. "He tenido un bebé desde entonces. No
me siento la más hermosa..."
"Nada ha cambiado", repito en voz baja, y luego tiro de ella a mis brazos. Ella me toca la
cara, y luego sus labios están en los míos, y entonces no hay nada más que decir.

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Capítulo 16

ANGIE
Tener a Vordis en mis pieles es maravilloso. No hacemos más que besos y caricias, pero es
agradable estar abrazados durante toda la larga y fría noche, y sentir su calor contra mí.
Me despierto dos veces para alimentar a Glory, y cada vez, cuando me levanto, me pasa la
mano por encima del cuerpo, como si no quisiera dejarme ir. Él me observa amamantarla,
y cuando le cambio los pañales sucios, él me observa de cerca porque dice que quiere
aprender.
¿Un hombre guapo y protector interesado en mi bebé? Sigue teniendo palpitando mi
corazón.
Antes de que me dé cuenta, es de mañana, y Vordis me despierta con una caricia en la
mejilla. Comemos rápido y luego nos vestimos con nuestras pieles más calientes. Veo que
el campamento de la playa está muy concurrido a pesar de la madrugada. Algunos vienen
con nosotros, y otros parecen ocupados haciendo nuevas cabañas. Interesante. Pero
entonces Liz está a mi lado y me arrastra, y nuestro grupo se va a caminar por la nieve tras
el sa-kohtsk.
Me han dicho que tradicionalmente los sa-khui cazan las cosas enormes por sus khuis.
Toda criatura tiene un khui, pero el pueblo sa-khui cree que los sa-kohtsk tienen los
mejores, los más fuertes ya que son los animales más grandes del mundo. Tiene sentido, y
creo que nada es demasiado bueno para mi Glory. Las hijas de Liz se quedan atrás en el
campamento con Gail y las otras, así que Liz y yo vamos en un trineo con nuestros bebés.
Raahosh lo arrastra a través de la nieve mientras Vordis y varios otros cazadores corren a
su lado. El aire es fresco, y Glory está un poco quisquillosa, cantando su angustia mientras
el viento roza su cara. La mantengo envuelta lo más apretadamente posible y cuando Vordis
me ofrece su capa de piel, la tomo y la tiro por encima de mi frente como una manta,
metiendo a Glory debajo de ella.
Liz ya se ve tan delgada como siempre, y si no fuera por el bebé en sus brazos, nunca sabría
que acababa de dar a luz. Ahsoka es una niña gruñona, sin embargo. Liz la muestra con
orgullo: es toda de piel azul pálido y cabello oscuro como su padre, y su pequeña boca se
enreda con gritos de enojo constantemente, lo que Liz encuentra adorable. "Se parece a su
padre y es molesta como yo", dice con orgullo. "No podría pedir una mejor combinación en
mi querida pequeña agitadora de mierda".
Sólo me río. Yo aquí, emocionada con que Glory fuera un bebé tan bueno, y Liz está
encantada de tener una enojada. Pienso en su pequeña y astuta Raashel, en el abrazo de
Aayla y ahora en el nuevo bebé. Raahosh es claramente un papá cariñoso, y está muy unido

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a Liz a pesar del hecho de que llevan apareados durante años. En un momento dado,
Ahsoka está tan quisquillosa y poco dispuesta a llegar a un acuerdo, que Raahosh le entrega
las "riendas" del trineo a Pashov, y él nos arrastra mientras Raahosh toma a su pequeña
hija y camina por ahí con ella metida contra su pecho.
"Tiene un toque mágico", susurra Liz. "Todas ellas se enamoran de él. Son sus enormes
manos".
Sonrío, pensando en Vordis y sus manos grandes y carmesí y cómo se sienten contra mi
piel. Ser abrazada por alguien tan grande definitivamente tiene un factor reconfortante.
Miro a Vordis y me doy cuenta de que me está observando, y le envío una sonrisa. Espero
que vuelva a dormir conmigo esta noche. Y mañana por la noche.
Y cada noche.
¿Y quién sabe qué pasará cuando tenga el visto bueno para volver a tener sexo?
Me sonrojo ante mis pensamientos, pero cuanto más vueltas le doy a esta idea, más natural
se siente. Me fascina Vordis y su naturaleza protectora. Siempre me ha visto por mí, desde
que llegué aquí, y siempre me hace sentir segura. Claro, es un extraterrestre, pero menos
extraño que algunos de los isleños o incluso que Gren....y la compañera de Gren, Willa, está
extasiadamente feliz. Si puedo arriesgarme con alguien, es con Vordis.
Pero me estoy apresurando. Acabo de tener un bebé. Hay mucho tiempo para resolver las
cosas. No iremos a ninguna parte.
"Está más adelante", grita alguien, uno de los rastreadores corriendo de regreso a nuestro
pequeño grupo. "Un poco más allá de la siguiente subida"
La cacería comienza, y entonces no hay tiempo para pensar en otra cosa. Liz y yo nos
sentamos a un lado, custodiadas por Raahosh mientras los otros descienden al valle y
derriban a la enorme y fea criatura con patas de araña, pelo fibroso y demasiados ojos. Se
le abre el pecho y se exponen los khuis, y luego llevamos a nuestros bebés a su lado. Como
no tengo pareja, Raahosh es el que suavemente corta el pequeño cuello de Glory y me siento
un poco enferma cuando el brillante hilo de espagueti que es el parásito se retuerce en ella
y ella se queda floja en mis brazos.
"Es normal, lo prometo", me tranquiliza Liz, ofreciendo a Ahsoka para el mismo tratamiento.
Luego, esperamos. Lo único que me mantiene alejada del pánico es la calma de Liz mientras
acuna a una Ahsoka inconsciente contra su pecho, charlando tranquilamente con su
pareja. Recuerdo que tuve mi propio khui no hace mucho tiempo, y después de eso también
me desmayé. Es sólo eso, supongo. Pero no descansaré hasta que abra los ojos y me mire.
Mientras la mezo contra mí, miro a mi alrededor para ver el gran cuerpo de Vordis y su
visión, desnudo hasta la cintura mientras ayuda a los otros a descuartizar la presa de caza,
me ayuda a distraerme. No vamos a comer el sa-kohtsk, aparentemente, pero tampoco
vamos a desperdiciar la carne. Algo se utilizará para cebar trampas y otros se almacenarán
en depósitos de reserva para tiempos de emergencia. Me han dicho que la carne es fibrosa
y desagradable a menos que se ahume, se cocine y se vuelva a ahumar, pero cuando se
tiene suficiente hambre, es suficiente. La gente de aquí no desperdicia nada. Vordis y
Taushen trabajan en desollar a la criatura por su enorme piel, e implica destreza, trepar y

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mucho trabajo duro, y la visión de todos esos músculos carmesí sudorosos hace mucho
para distraerme.
Entonces, cuando parece que ha pasado una eternidad, Glory se agita en mis brazos,
mirando. Aliviada, la miro y le quito las mantas de su cara de dormida, y ella me parpadea
con ojos brillantes de color azul khui. Me invaden las lágrimas, recordando lo hermosas
que eran sus ojos de gato de color púrpura. Ahora hay una pizca de gato en sus pupilas,
pero el brillo azul lo abruma todo. Siento como si hubiera perdido algo, y yo sorbo, llena de
emociones.
Pero Glory es un bebé y como todos los bebés, se recupera rápidamente. Se muerde el puño
por un momento y luego hace ese pequeño ruido que me dice que tiene hambre. Abro mi
túnica, la pongo en mi pecho, y me alivia cuando succiona vigorosamente. Como dijo Liz,
ahora que tiene un khui, va a estar lo más saludable posible.
Merece la pena perder un poco de color de ojos por eso.


A LA HORA que volvemos al campamento esa noche, está oscuro y estoy agotada de estar
fuera todo el día. A pesar de que Liz y yo no hicimos más que sentarnos con los bebés y
charlar con los hombres mientras trabajaban para matar y limpiar los huesos para su uso,
aun así estoy deshecha. Vordis está a mi lado todo el tiempo, y me guía a mi cueva cuando
mis ojos amenazan con cerrarse a la deriva mientras camino.
"Descansa", me dice mientras me lleva a mi cueva. Hace frío adentro, el fuego se apagó.
Vordis me ayuda a quitarme las botas, luego frota ligeramente su nariz contra la mía antes
de ayudarme con mis pieles. "Mete a Glory bajo las sábanas contigo. Volveré con comida y
combustible para el fuego, pero primero debo lavar la suciedad de la cacería de hoy".
"¿Volverás?" Le pregunto, bostezando.
Sus ojos brillan en la oscuridad y toca mi mano, luego me cubre a mí y al bebé. "No hay
otro lugar donde prefiera estar"
Y aunque me digo a mí misma que voy a permanecer despierta y a esperarle, me dejo llevar
por el sueño, contenta.
Tengo vagos recuerdos de Vordis despertándome con un beso cuando se despertó al
amanecer, pero me vuelvo a dormir, decidida a descansar un poco más antes de que Glory
se despierte. Sus llantos de hambre se hacen cada día más fuertes, y ahora no suena como
un pajarito encantador cuando está quisquillosa; suena como una avestruz molesta, y como
soy nueva en el mundo de las mamás, hago todo lo que puedo para evitar que se enoje. Al
final, se despierta, y yo me siento en mi cueva, bostezando mientras la alimento. Cerca de
la fogata hay unas cuantas canastas, y le quito la tapa a una, no me sorprende del todo ver
que Vordis me trajo el desayuno, una mezcla de raciones de senderos, bayas secas y algunas
semillas tostadas. Hay una bolsa que cuelga sobre el fuego con una solapa tirada por
encima para mantener el contenido caliente, y cuando lo toco, el contenido todavía se
mantiene un poco caliente. Té caliente, o un caldo.
Ese hombre es perfecto. Me malcría.

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Contenta, me relajo en la cama con Glory durante un rato más, contando sus pequeños
dedos de las manos y de los pies por millonésima vez, y jugando a las escondidas con ella
aunque sea demasiado pequeña para jugar. Me gusta ver cómo se le abren los ojos cuando
hago caras tontas. Ella me mira, fascinada, y luego se vuelve a dormir y la pongo en su
cestita y decido que debo ordenar mi cueva y reordenar las pieles.
Después de todo, si Vordis se va a quedar conmigo por un tiempo, necesito hacerle más
espacio. Tarareando con placer al pensar en ello, me arrastro hasta el área de
almacenamiento en la parte trasera de la cueva central, agarro algunas de las pieles
enrolladas, y luego empiezo a rehacer la cama.
" Toc, toc", dice una voz mientras suavizo una de las pieles sobre mi lugar de dormir.
Miro, sorprendida al ver a Hannah. "¡Hola!" Mi voz es un poco más entusiasta de lo que
quiero: estoy muy sorprendida de ver a Hannah fuera de toda la gente. Bridget y Sam han
venido varias veces a ver a Glory, y Gail también. Liz, Harlow y Verónica, espero que vengan
a verme.
Y Vordis. Me encanta ver a Vordis.
¿Pero Hannah? No hemos hablado mucho desde que llegamos. Durante un tiempo, me
quedé a la deriva y miré las olas del océano, tratando de hacer frente a todos los cambios.
Me desconecté. Hannah hizo frente a los cambios declarándose como asistente de Vektal y
luego microadministrando todos los suministros.
A Sam le gusta bromear que la "ayuda" de Hannah es una de las razones por las que Vektal
fue uno de los primeros en regresar al campamento de Croatoan. Algo me dice que no está
bromeando del todo.
Pero la pobre Hannah tiene buenas intenciones. Se frustra cuando la gente no escucha, y
sospecho que entre los sa-khui, las mujeres recién abandonadas, los gladiadores
abandonados y ahora los isleños, es un poco como pastorear gatos. Su trabajo como jefe de
suministros no oficial no puede ser divertido ahora mismo. "Lo siento si me llevé las
mantas", le dije. "Sólo necesitaba unas cuantas más"
Hannah frunce el ceño, confundida, y luego mueve una mano como si no le importara. "No
vine para eso. Pensé en pasar algún tiempo por aquí hoy, para saludar". Me da una leve
sonrisa. "Saluda al bebé y todo eso".
Me enderezo, tengo curiosidad. Hannah no se ve bien. No es enfermizo, por supuesto, sus
ojos son de un azul khui tan vivo como los de cualquier otra persona, lo que significa que
su parásito funciona perfectamente, pero tiene círculos debajo de los ojos que hablan de
noches de insomnio, y parece nerviosa. Distraída. Su sonrisa no llega a sus ojos.
"Siéntate", le digo, señalando a la gran roca cerca del fuego que sirve como mi silla de visitas.
"Tengo algo de desayuno y té si tienes hambre"
Ella niega con la cabeza, con una expresión distante. "No tengo hambre. Sólo vine a pasar
el rato"

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"¿Te importa si como?" Pregunto, revisando las mantas de Glory y empujándolas en su lugar
mientras el bebé duerme. "Es más fácil mientras ella duerme la siesta."
"Oh, por supuesto"
Tomo uno de los pequeños cuencos de huesos, lo meto en la mezcla del desayuno y luego
me sirvo. Mientras como, Hannah se sienta allí, en silencio. Ella no me mira ni a mí ni al
bebé, en realidad. Se queda sentada centrada en sus propios pensamientos, mirando a la
pared como si no la viera realmente. He notado que su pelo está recogido en una serie de
trenzas muy bonitas entrelazadas entre sí, lo que significa que se encontró con Brooke en
algún momento de esta mañana. Su túnica parece arrugada, como si hubiera estado
durmiendo con ella, y coge distraídamente uno de los puntos de costura de la rodilla de sus
calzones.
"Entonces... ¿cómo va todo?" Me aventuro con cautela. "¿Eres feliz aquí en la playa?"
Hannah frunce las cejas. "¿Feliz? Lo haces sonar como un campamento de verano en el
Polo Norte. No, no me gusta estar aquí. Odio utilizar una letrina, odio comer las cosas de
escorpión para la cena, y odio toda esta basura. Soy una chica de ciudad". Ella niega con
la cabeza como para despejarla. "Este es el último lugar en el que quiero estar, pero no
vamos a ir a ningún lado, así que necesito aprender a que me guste, ¿verdad?"
Mis ojos se abren un poco. "Quiero decir, no es... ideal, seguro, pero este lugar no es tan
malo. He tenido días en los que no me gustaba, pero podría ser mucho peor, Hannah,
realmente podría serlo. Tenemos aire limpio, buena comida, camas calientes y gente
dispuesta a ayudarnos a sobrevivir. Prefiero estar aquí que vivir como esclava de alguien".
Ella hace una mueca. "No quise sonar como una perra, yo sólo...." Ella entierra su cara en
sus manos. "Olvídalo. Sólo estoy de mal humor"
"De acuerdo", digo lentamente. "¿Hay algo que pueda hacer para ayudar? Pareces infeliz".
La risa amarga de Hannah flota desde debajo de sus manos y ella se endereza, luego me
mira. "Me escondo aquí y evito la playa por la misma razón que tú. Lo siento si estoy siendo
una idiota. Todo esto es muy estresante".
"¿Evitando la playa?" Repito, confundida. "¿Qué quieres decir?"
Me estudia, como si no pudiera decidir si estoy fingiendo estar confundida o legítimamente
confundida. "¿La competencia de construcción de chozas?"
"¿Hay una competencia de construcción de chozas?" Inclino mi cabeza, asimilando eso.
"¿Por qué?"
" Colega, ¿no lo sabías?"
Por un momento, quiero estrangularla alegremente. "Si lo supiera, ¿estaría preguntando?"
"Buen punto." Ella frunce los labios y luego suspira. "Vale, bueno, no quiero ser yo quien
te lo diga, pero aquí está. Vordis y Thrand están compitiendo para ver quién puede
construirte la mejor cabaña para que elijas vivir con uno de ello. Todos los demás decidieron
que también seguirían el juego, así que ahora todos los chicos están construyendo chozas

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pensando que así es como te acuestas con alguien. Básicamente es un maldito desastre y
quiero abofetear a J'shel por unirse". Sus mejillas son de un rojo brillante con ira, sus ojos
brillando. "Quiero decir, ¿quién hace eso?"
"¿Están construyendo chozas porque creen que iré con el ganador?" Lo repito lentamente,
no estoy segura de estarlo comprendiendo. Cuando ella asiente, me pongo de pie y empiezo
a ponerme las botas. "Muéstrame".
"¿Tenemos que salir?" Hannah pregunta, y cuando la miro, se pone de pie con un suspiro.
"De acuerdo, vale"
Tomo a Glory de su cesta y la pongo contra mi pecho, y luego salimos de las cuevas. En el
momento en que salimos, escucho los sonidos de la gente trabajando, el golpe de los troncos
y un martilleo de sonido hueco. Seguramente está equivocada. Sólo están construyendo
chozas porque quieren.
Pero luego recuerdo la situación de los pepinillos y la competitividad de Thrand. Pienso en
cuántas veces Vordis me ha malinterpretado, y una sensación de hundimiento se aloja en
mi boca del estómago.
Están dedicados a mí.
Lo han dicho una y otra vez, y quizás no estoy entendiendo en su totalidad lo que eso
significa. Tal vez eso no significa que le guste a Vordis después de todo. Que los besos son
para Angie, la mujer con la que quiere estar. Tal vez no pueda superar todo el asunto de la
"dedicación" y piense que debería estar conmigo sólo porque quiere alejarme de Thrand.
Oh, Dios, espero estar equivocada. Pienso en lo maravilloso que fue anoche, los besos que
compartimos. Los toques. La conversación. Los tontos y estúpidos chistes que me encantan
y con los que se esfuerza tanto. Podría enamorarme del tipo... pero no sé si me quiere tanto
como él sólo quiere ganar, y ese pensamiento corta como un maldito cuchillo.



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Capítulo 17

ANGIE
Cuando nos acercamos a la playa, veo que es directamente tan malo como Hannah ha
dicho. Ella está inquieta con el borde de su manga, moviéndose mientras yo miro fijamente
la locura que se extiende sobre la arena. ¿Dijo que era malo? Creo que esto es peor.
La madera a la deriva está en todas partes. Hay montones de ella por toda la arena, tanta
madera que no tenía ni idea de que una gran cantidad había aparecido en las orillas. Junto
con la madera a la deriva, los chicos están en todas partes. Algunos trabajan juntos,
transportando troncos a su lugar con la ayuda de un amigo. Otro frota una roca de borde
áspero hacia abajo en un tronco, suavizándolo. Otros dos de las tribus rivales de la isla
parecen estar discutiendo sobre la cercanía de las cabañas a medio terminar de cada uno,
señalando y haciendo gestos. Como dijo Hannah, hay un grupo de nuevas cabañas en varios
niveles de terminación, y mientras camino hacia adelante, con incredulidad en mi cara, veo
un destello de piel roja.
Agarrándome a Glory, me dirijo hacia él. Me duele el estómago y siento náuseas, miedo de
lo que voy a ver. Claro que sí, cuando paso por otra cabaña medio terminada, veo dos
cabañas a un lado, una al lado de la otra. Ambas se encuentran en diferentes etapas de
finalización, y Thrand trabaja en una y Vordis en la otra. Sus espaldas dan hacia mí y
ninguno de los dos se ha dado cuenta de que estoy a poca distancia. Les observo por un
momento, con la boca abierta y con sorpresa. Las dos cabañas están ligeramente levantadas
del suelo, sobre una plataforma de troncos y rocas, y la particular cabaña de Vordis no
parece ser mucho más que un simple piso. Thrand, sin embargo, está agarrando puñados
de una sustancia mezclada, parecida a un mortero, y la está pegando a las rocas mientras
hace una pared, con todas esas cosas. No es una pared limpia, pero es una pared, y a juzgar
por lo mucho que ha hecho, va muy por delante de Vordis.
No es que sea una competición. Quiero decir, ¿qué coño está pasando? Glory hace un
pequeño ruido y automáticamente la mezo, mirando a Hannah. Pero no está prestando
atención. Su mirada vidriosa y angustiada se fija en una cabaña casi completamente
terminada un poco más abajo, y puedo ver la larga trenza de J'shel mientras suaviza una
roca sobre lo que parece un porche bastante impresionante a lo largo de la cabaña que
claramente debe estar construyendo para Hannah. Puedo oír su pecho zumbando con la
resonancia, pero la mirada en su cara está agobiada, como si ella viera un tren que se
acercaba y no pudiera detenerlo.
Me aclaro la garganta, en voz alta. "¿Qué está pasando?"

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Vordis deja caer el tronco en sus brazos y casi cae hacia atrás, perdiendo el equilibrio. Da
unos pasos de baile en la arena, lucha por mantener el equilibrio y luego se las arregla para
estabilizarse. Se da la vuelta y me mira con sorpresa y placer. "Angie. Has salido fuera hoy".
Frunce el ceño mientras pasa por encima del tronco y se mueve hacia mí. "Hay un viento
muy fuerte. Deberías quedarte cerca del fuego y mantenerte caliente".
Veo que está sudoroso y casi desnudo, con kilómetros y kilómetros de brillante piel carmesí
ante mis ojos. Está tratando de distraerme con toda esa gloriosa desnudez, pero me niego
a distraerme. No por eso, o por la forma en que me acecha con gracia depredadora. No.
"Quiero saber de qué se trata. Alguien me dijo que era un concurso y pensé que eso debía
estar equivocado".
Thrand parece emocionado, echando un vistazo triunfal a Vordis. "Es una batalla", dice
mientras avanza y empuja a Vordis. "Escogerás la mejor cabaña y ese macho ganará"
"Ya veo. ¿Y yo soy el premio?"
La boca de Vordis se convierte en una línea de disgusto por el tono de mi voz. "No es una
competición"
"Sí, lo es", insiste Thrand. Hace un gesto de apertura, indicando a los hombres que están
ocupados en la playa, construyendo sus propias cabañas. "Todos estos hombres buscan
ganar una hembra. Por eso estamos aquí. Es por eso que Vordis también está aquí. Lo hace
por ti". Thrand empuja a su hermano. "É no puede decir que es erróneo, porque todos
sabemos que es verdad"
Vordis sólo le da a Thrand una mirada letal y luego frunce el ceño en mi dirección. "Hace
frío", me dice, dando un paso al frente. "No deberías tener a Glory aquí".
"Angie puede entrar con su kit después de haber elegido al vencedor", dice Thrand con
entusiasmo, cruzando sus brazos sobre su pecho. "Ahora es un buen momento para elegir"
"No", dice Vordis, pero otros se están reuniendo al ver el revuelo. Cuando no me muevo,
suspira y luego vuelve a su propia cabaña a medio construir, recogiendo su túnica forrada
de pieles que está sobre una roca cercana, descartada. Se mueve hacia mí y me la ofrece,
asintiendo hacia el bebé. "La brisa es fuerte. Asegúrate de que esté caliente".
Se la cojo sin una palabra de agradecimiento, porque estoy hirviendo de dolor y enojo. Un
maldito concurso de cabañas para ganar una cita. No, no para ganar una cita. Para ganar
una maldita pareja. Eso me enfurece aún más. Aquí he estado animando a Vordis y Thrand
a que no hay amos aquí, no hay razón para pensar que ya no son esclavos a'ani, y ¿están
haciendo un intercambio monstruoso entre ellos por las mujeres? Estoy tan enfadada que
no puedo pensar con claridad.
"¿Y qué?" Presiona Thrand. "¿Qué cabaña eliges, Angie? Quien pierda puede dar el resto de
su madera al ganador".
"¿Quieres que elija?" Repito, despacio. Letal.

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Otro hombre trota, con los músculos y la piel manchada de sudor. No lleva nada más que
un breve taparrabos de piel, y me doy cuenta de que es A'tam, el guapo del clan de los
Gatos. "¿Estamos eligiendo compañeras ahora? Quiero a Bree-shit".
"¡Bridget! Maldita sea, es Bridget", grita una voz en la playa. "¿Nadie puede decir bien mi
maldito nombre?"
No sabía que Bridget estaba cerca. Parece que Hannah me ha seguido, porque la escucho
hablar después. "Me gusta que esa sea la parte por la que estás molesta", dice, con la voz
seca. "Y no por la parte de entregarse a un tipo, sino sólo por el nombre"
"Colega, ¿has visto cómo se ve A'tam?" susurra otra persona, con voz demasiado baja para
ser identificada.
Bridget se ríe histéricamente.
Thrand levanta las manos, indicando silencio. "Angie elige primero. Entonces los otros
machos pueden decidir sobre sus hembras"
"No sabía que eran dos batallas diferentes", se queja alguien de los Cuerno Alto en un
murmullo.
Sólo quiero empezar a gritar a todo el mundo. Miro a Vordis, pero su rostro es inexpresivo,
su cuerpo rígido como si él también estuviera esperando a ver a quién elijo.
"¿Y bien?", dice A'tam. "¿Qué dices, mujer? Elige a uno de los a'ani para que el resto de
nosotros pueda elegir a sus compañeras"
"¿Qué digo?" Repito "¿Qué tal 'cómo carajo cómo os atrevéis?'"
Thrand frunce el ceño, su expresión triunfal desaparece. La playa se vuelve completamente
silenciosa.
Todo el mundo me mira fijamente, y no sé si es porque estoy a punto de estallar, o si es
porque creen honestamente que me voy a sentar aquí y elegir entre los dos idiotas rojos que
tengo delante. De cualquier manera, están a punto de tener un maldito show. Sujeto la
túnica de Vordis más cerca de Gloria, protegiéndola como para mantenerla a salvo de la ira
que estoy a punto de derramar. "Debería daros vergüenza a los dos", digo en voz alta, y mi
bebé se mira indignada, con los puños agitados. "No puedo creerlo, haciendo un
intercambio como si yo no tuviera elección en este asunto. Como si fuera un premio a ganar
y no una persona. ¿Cómo te sentirías si tu futuro fuera decidido por otra persona? Eso te
ha pasado en el pasado, ¿verdad? No se siente bien, ¿verdad?"
Thrand me mira con los ojos entrecerrados, frunciendo el ceño. Vordis parece como si
estuviera tallado en piedra, su expresión es imposible de leer. Quiero que me diga que me
equivoco, que estoy leyendo mal, que no está haciendo una cabaña en un concurso de penes
con Thrand.
Pero él no dice nada.
Niego con la cabeza. "Estoy disgustada con vosotros dos. No, estoy disgustada con todos
vosotros. Esta gente nos salvó de la esclavitud. "Tenemos la oportunidad de empezar de

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nuevo, y en vez de eso, los hombres están actuando como si las mujeres fueran juguetes
para repartiroslos entre vosotros." Mantengo a Glory cerca mientras da otro pequeño sonido
de desconsuelo. "Pero estoy especialmente decepcionada contigo, Vordis. Y contigo, Thrand.
Pensé que los dos erais mejores que eso. Veo que me equivoqué, y me gustaría que ambos
os alejarais mucho de mí de ahora en adelante. No quiero volver a veros a ninguno de los
dos, pero sé que no es probable que eso suceda. Es una playa pequeña y una tribu pequeña.
Así que.... hacedme un favor y dejadme en paz".
Y me giro, con mi indignación escondiendo las furiosas lágrimas que amenazan con
derramarse. Me siento muy herida. Después de los maravillosos besos que compartimos
anoche, la forma en que me abrazó, y lo unidos que hemos estado... ¿está compitiendo con
Thrand para ganarme? ¿Como si fuera un oso de peluche en una feria? Estoy conmocionada
y ofendida y me siento traicionada.
Siempre ha dicho que sentía por mí de forma diferente a como lo ha hecho Thrand, así que
¿por qué hacen esto?
"No puedo creer que seáis tan idiotas", dice Nadine. "Es una jugada muy estúpida por
vuestra parte".
"Sí, sois unos verdaderos idiotas", añade Hannah. "Esto es muy desconsiderado de vuestra
parte. ¿Por qué no esperasteis a que resonara?"
"Pero J'shel te está haciendo una cabaña", dice Thrand lentamente mientras me voy. "Una
de las grandes, y pensé que habíais resonado. ¿Esto también es malo?"
"¿Él ha resonado? ¿Lo hizo?" Cuando paso por delante de Hannah, parece nerviosa, con la
mano temblando hacia su pelo. "Quiero decir, no es que me importe, yo sólo... sí" Se da
media vuelta y se aleja, con la cara roja y brillante.
"Bueno, me importa", Bridget dice en alto detrás de mí y luego se ríe. "Muéstrame tu cabaña,
muchachote".
Puedo oír la risa de A'tam. "Es toda tuya, Bree-shit"
"Oh, vaya", dice ella. "Sólo deja de hablar. Te ves más guapo".
Las conversaciones estallan en la playa cuando salgo, el crujido de mis talones en la arena
de grava ahogando el resto de las mismas. Mientras me alejo, paso junto a R'jaal, el flexible
y duro líder de los Cuerno Alto. Se apoya en una roca, los brazos cruzados en el pecho, una
mirada avinagrada en su cara como si estuviera tan disgustado con la situación como yo.
O tal vez sólo está disgustado por no haber tenido la oportunidad de hacer una cabaña.
¿Quién diablos sabe con esta pandilla?
Glory emite un pequeño gemido, y yo gorgoteo hacia ella, tranquilizándola con palabras
suaves y caricias mientras me dirijo hacia adentro, atravesando la cueva de las mujeres y
luego hacia mi rincón en la parte de atrás. Una vez que me siento en las mantas, la
desenvuelvo con cuidado, abro mi túnica y la pongo en mi pecho, donde comienza a
amamantarse con avidez. Miro fijamente las paredes, mi corazón apretando dolorosamente
en mi pecho.

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Una maldita competición.

¿Eso es todo lo que soy para ellos? ¿Un premio a ganar? Pienso en Vordis y en lo atento que
ha estado. Siempre ha estado por aquí cuando Thrand no lo ha hecho... ¿es porque está
tratando de influir en las cosas a su favor? ¿Es sólo otra táctica para asegurarse la victoria?
Sorbo con fuerza, odiando el estar llorando. Mi nariz sorbe mientras las lágrimas se deslizan
por mis mejillas, y busco uno de los pedazos de cuero de Glory que uso para lavarla. En
cambio, veo la túnica de Vordis tirada en la cama.
Es la que me dio para mantener a Glory caliente y a salvo del viento. Si no fuera tan imbécil,
pensaría que sería un buen padre, y eso me hace llorar más fuerte.
Levantándole la túnica, me la pongo en la cara y me sueno la nariz, sólo para fastidiarle.

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Capítulo 18

VORDIS
Miro a Angie irse con Glory, con mi corazón dolorido en el pecho. El entumecimiento se
propaga a través de mis extremidades. Cree que hago esto para ganarla como un premio, y
ahora me odia. Mientras las otras hembras se alejan con miradas asesinas en sus caras,
me doy cuenta de que todas nos odian. No me importa si las demás están enojadas, pero la
desaprobación de Angie es como un cuchillo en mis entrañas.
A mi lado, Thrand se rasca la mandíbula, una expresión de desconcierto en su cara. Su
mirada permanece en la espalda de Nadine, sus oscuros rizos rebotando en sus hombros
mientras se aleja de la playa y de nosotros. "No lo entiendo", dice Thrand, con las cejas
arrugadas. "¿Por qué están tan enojadas? Las mujeres son imposibles. Deberían estar
contentas de que estemos construyendo casas".
No tiene ni idea, y la ira se hincha en la mente.
Esto es culpa suya. Quería construirle a Angie una cabaña para que tuviera un lugar bueno
y cálido para vivir con Glory. Thrand ha convertido esto en una competición, y ahora piensa
que las hembras están siendo difíciles. No se da cuenta de que me ha costado todo.
Con un gruñido, me lanzo sobre él.
Los instintos de lucha de Thrand entran rápido en acción y automáticamente me agarra de
los brazos, haciéndonos rodar a los dos por la arena. Sus ojos se iluminan por la
anticipación de un combate de combate, y muestra sus dientes con entusiasmo.
Pero esto no es un combate para mí. Esta es una rabia pura y sin adulterar, y alimenta mis
miembros, haciéndome más rápido que él. Le quito la mano de encima y luego me tambaleo
unos pasos para volver a atacarlo. Mi puño se quiebra contra su mandíbula, y luego le pego
en el pecho, la frustración cruda y la ira ardiendo a través de mí. Se defiende, pero después
de unos momentos cuando se da cuenta de que esto no es sparring-esto es algo mucho más
sangriento-patina fuera del alcance de mis brazos oscilantes y me da una mirada incrédula.
R'jaal está de repente allí, el gran isleño empujando entre nosotros, con las manos
extendidas. "Nada de peleas".
Los dos le gruñimos. "Esto es entre hermanos", le dice Thrand. "Mantente al margen".
R'jaal me mira, como para ver si estoy de acuerdo con la evaluación de Thrand. Quiere
saber si voy a atacar de nuevo. No puedo prometer nada, así que le doy una mirada de
desafío. Después de un momento, mueve la cabeza y luego se aleja, volviéndose hacia los

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demás en la playa que están cerca, mirando. "Vuelvan a trabajar en sus cabañas. Dales
privacidad para que resuelvan esto entre ellos".
Los otros se dispersan, echando miradas curiosas en nuestra dirección, pero al final sólo
quedamos Thrand y yo en la playa, con los hombros agitados. Yo no me muevo. Mis puños
están apretados a mi lado, y todo mi cuerpo se siente como si vibrara de furia. Deja que
diga lo que no debe y volveré a estar sobre él.
"¿Estás loco?" pregunta Thrand, la sangre goteando de su boca. Se toca la boca con una
mano, se sorprende al ver que se derrama sangre, y luego me mira a mí. "¿Por qué me
atacas?"
"Porque me has costado todo", le grité a gritos, con los puños cerrados. Me encorvo, listo
para volver a saltarle encima. Quiero quitarle esa mirada de sorpresa de la cara. Quiero que
se dé cuenta de lo que ha hecho. "¡Me has costado Angie! ¡Y Glory!"
Mi hermano a'ani parece totalmente asombrado. "¿Qué quieres decir? ¡Todavía estamos
dedicados a ella!"
"Esto no se trata de eso", gruño, dando vueltas de un lado a otro. Me cuesta todo lo que
tengo para no volver a atacarlo, para borrar la expresión de incredulidad de su cara. "Esto
se trata de cómo me siento por ella, como un hombre se siente por una mujer. Esto no se
trata de ser dedicado como un a'ani"
"Yo... no lo entiendo." Thrand frunce el ceño, dando un paso atrás para mantener la
distancia entre nosotros. "Explícate, hermano"
¿Cuántas veces debo decirlo? Parte de mi enojo se disipa cuando está claro que realmente
no entiende lo que quiero decir. A sus ojos, Angie no es más que una tarea profunda en el
alma, una fuente de orgullo por el trabajo bien hecho. Ella es una tarea consagrada, no una
persona. "La he besado"
La mirada en la cara de Thrand está estupefacta. "Pero... no es necesario. Estamos
dedicados, nada más"
Para él, Angie es sólo una tarea. La más absoluta frustración me atraviesa de nuevo y hago
un gesto con la mano en el aire. "No se trata de que sea necesario. Quiero ser su macho".
Thrand sólo me da una mirada incrédula, como si dijera tonterías. "¿Por qué?"
La furia explota a través de mí. ¿No puede ver lo asombrosa que es? ¿Por qué es tan
testarudo? "Bien, entonces. Iré a buscar a Nadine. La cortejaré y besaré su piel oscura y
tocaré su pelo rizado y..."
Con un gruñido de enojo, Thrand está sobre mí, y entonces estamos peleando una vez más.
Lo ataco con golpes y puñetazos, utilizando habilidades que se han oxidado con semanas
de negligencia. Thrand ataca como yo, porque estamos construidos de forma similar y
pensamos de forma muy parecida, por lo que encuentro que estoy anticipando sus
movimientos y contrarrestando los mismos antes de que golpeen. Ignoro todo el
entrenamiento que tengo y le doy un puñetazo en la cara como si fuera un grosero peleador
de la estación espacial, y veo por su expresión de sorpresa que no esperaba esto. Sus

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movimientos cambian, y yo sonrío cuando su mano me golpea en la boca, porque se me

adelantó. Luego se convierte en una lucha por el simple hecho de luchar, y nos perdemos
en la tarea que tenemos por delante: ganar contra un oponente uniformemente emparejado
e igualmente entrenado. Me río con gran alegría cuando se agacha y me da con una mano
en las rodillas, haciéndome caer al suelo, y luego enredo mis piernas con las suyas para
dejarlo caer.
Antes de que pueda enfrentarlo de nuevo, R'jaal está allí una vez más, asomándose sobre
nosotros. Su larga trenza cuelga sobre su hombro y su color parpadea con irritación,
cambiando a la tonalidad exacta de la arena antes de volver a su azul hielo normal. Su ceño
fruncido es pesado. "¿Habéis acabado los dos?"
"No", respondemos al unísono.
"¿Os dais cuenta de que golpearos el uno al otro hasta convertiros en una pulpa
sanguinolenta no la traerá de vuelta?" Nos observa como si fuéramos niños traviesos
atrapados portándose mal.
"Pero se siente bien", le dice Thrand, sonriendo. "Despeja la mente"
Lo hace. Ahora que he sacado parte de la frustración de mi cuerpo, me doy cuenta de que
no estoy enojado con Thrand. Estoy enojado conmigo mismo, porque Angie tiene razón. En
el momento en que Thrand lo convirtió en una competencia, ¿no me esforcé más por
ganarla? Miro a mi hermano a'ani y suspiro pesadamente. Me siento, aceptando la mano
que R'jaal ofrece. "Hemos terminado", le digo.
El isleño gruñe, nos hace un gesto con la cabeza y luego se aleja.
Me limpio la sangre de la boca. Mi labio está cortado donde golpeó mis dientes, pero sanará
lo suficientemente rápido. Un ojo palpita y la piel que lo rodea se siente tirante. Miro a
Thrand y me complace ver que su labio está hinchado y su nariz también. Bien.
Thrand me mira, y no hay ninguna sonrisa en su normalmente ansiosa cara. "No me gusta
que estemos peleando", dice, en voz baja. "Me gusta pelear, no me malinterpretes. Pero esto
no es un combate. Esto es algo más oscuro, y algo feo". Niega con la cabeza. "En todos los
momentos en que he estado inseguro, siempre te he tenido a mi lado. Siempre hemos sido
Vordis y Thrand, no importa a cuántos amos hayamos visto o en cuántas arenas hayamos
luchado. Y ahora que estamos aquí, siento como si estuviera perdiendo ese vínculo".
Yo no digo nada. La silenciosa emoción en su voz es nueva y sorprendente.
"Dices a todos aquí que no somos hermanos", continúa Thrand. "Pero... siempre he estado
orgulloso de ser tu hermano. Sé que somos a'ani. Sé que somos clones. Pero siempre te he
considerado mi hermano y yo el tuyo. Me entristece perder eso".
Yo... soy un imbécil.
En todo esto, he estado tan envuelto con Angie que no pensé cómo afectaría a Thrand, quien
ha estado a mi lado desde que ambos fuimos vendidos a nuestro primer maestro como
niños recién llegados de los laboratorios, necesitados de entrenamiento. Thrand es mi
familia, tanta familia como cualquier clon pueda tener. Quizás compite conmigo tan

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ferozmente porque quiere que las cosas sean como siempre han sido con nosotros: dos
clones contra el universo.
Extiendo una mano, y cuando Thrand la agarra, le doy un apretón afectuoso. "Mi hermano",
digo, y sus ojos parecen iluminarse con placer. "Estoy orgulloso de ser tu hermano, pero
podemos ser a'ani y hermanos, y seguir siendo dos personas diferentes. Podemos ser amigos
de las mujeres. Podemos hacer lo que queramos". Cuando vuelve a parecer inseguro, libero
mi mano de la suya y le doy un golpecito juguetón en el brazo. "Si te gusta Nadine, ve y
bésala sin hacer girar las botellas. Dile que le haces la cabaña a ella, no a Angie. Dile que
hace que tu aliento se acelere. A las mujeres humanas les gusta oír eso, creo"
"¿Angie?"
"Lo hizo", lo admito, pensando en la forma en que sus ojos brillaron y sus mejillas se
pusieron rosadas al verme bañarme. Ese profundo dolor amenaza con abrumarme. "Creo
que ya no le gusto"
Thrand se queda en silencio durante un largo momento, y no hay más sonido que el rugido
bajo de la playa y alguien que martillea la madera en su lugar. "Si hubiera ganado,"
pregunta Thrand, "y Angie escogió mi choza y a mí para ser su pareja, ¿qué habrías hecho?"
Me imagino tal cosa, y mi mente se llena de desesperación. Angie sonriendo a Thrand. Angie
ofreciendo Glory a Thrand para que la cargue. Glory arrullando y aferrándose a Thrand
como si fuera su padre, y Angie mirando con orgullo. Thrand abrazando a Angie por la
noche, besándola, tocando su suave piel. Me hace doler como nunca lo ha hecho nada. "Me
iría y nunca volvería", le dije en voz baja, mirando los acantilados rocosos. "Porque me
gustaría que ella fuera feliz, y que tú fueras feliz, y honraría vuestras decisiones."
"¿Te irías? ¿Para siempre?" Thrand está conmocionado.
"Me destruiría", le confieso. "Estaría muerto por dentro si la perdiera" Ya me siento muerto
por dentro porque ella está enfadada conmigo, pero si eligiera otro... no podría soportarlo.
Al menos ahora puedo cuidarla, aunque sea desde lejos.
"Hermano," Thrand respira, y sacude su cabeza. "No querría ganarla si eso causara eso. A
mí.... me gusta ganar. La quieres como Ashtar quiere a Verónica". Y parece estupefacto.
“Sí. Exactamente” Quiero sacudirle porque ahora siento que él entiende verdaderamente.
“Ahhhhh” No dice nada durante un largo momento como si lo estuviera asimilando, luego
sacude la cabeza. “Pensé que sencillamente se trataba de una nueva competición entre
nosotros” Se quita una mancha de sangre seca de la boca y me mira. "Deberías decirle que
no quiero ganar más"
Resoplo. "No. Está muy enfadada conmigo. Creo que me levantaré y terminaré su cabaña".
"¿Por qué? No quiere ser ganada. El concurso ha terminado"
"Para mí no se trataba del concurso", le dije. "Quería que ella y Glory tuvieran un buen
lugar para vivir. Es importante para mí cuidarlas adecuadamente".

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"Hmm", es todo lo que dice Thrand. Después de un momento, se pone de pie, sacudiéndose
la arena y los guijarros de su piel. "Te ayudaré, entonces. ¿Me ayudarás a terminar mi
cabaña también? ¿Para Nadine?"
Mi hermano extiende su mano, y yo pongo la mía en la suya y me levanto del suelo, sintiendo
dolores y molestias por nuestra lucha, pero no tanto como en mi corazón. "Por supuesto,
hermano"

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Capítulo 19

VORDIS
Los días pasan lentamente. Termino la cabaña para mi Angie, con Thrand a mi lado.
Nuestra constante competencia y discusiones no está del todo resuelto, pero Thrand pasa
el tiempo observando a una Nadine cada vez más distante cuando no me está ayudando.
También completamos su cabaña, y antes de que pueda trabajar en la confección de ropa
de cama acolchada para los lugares en donde pueda dormir Angie, el clima cambia y hay
fuertes tormentas que se desatan, tirando nieve incluso en la playa normalmente protegida.
El hielo bordea el agua, y todo está cubierto con una capa de blanco que absorbe el calor
de la atmósfera y no deja más que escarcha. Significa que todo el mundo se queda dentro,
acurrucado cerca de sus fuegos para calentarse, y odio la idea de que Angie sufra en su fría
cueva. Me acerco varias veces para hablar con ella, pero cuando me ve, desliza la pantalla
sobre la entrada de su cueva, como una silenciosa negativa. Los demás me miran tan
reprochablemente que me retiro.
Terminaré el trabajo y luego lo intentaré de nuevo, yo decido.
Así que me puse a trabajar llenando la cabaña con una variedad de cosas que Angie
necesitará. Hago cestas y redes, tallo tazones y tazas y utensilios de comer de hueso
mientras las tormentas se desatan afuera. Thrand se sienta conmigo junto al fuego, y R'jaal
y S'bren de los Cuerno Alto. El hermano de S'bren, M'tok, resonó con la hembra Callie y
ella le ha ignorado completamente a pesar de la insistencia de sus khuis, así que M'tok
pasa sus días cazando con frustración y S'bren pasa su tiempo con nosotros. El clan Cuerno
Alto es tranquilo, y R'jaal es capaz e inteligente, pero observa a las hembras con una
expresión tan hambrienta y anhelante que siento que le entiendo bien. Quiere una
compañera y su pecho está en silencio. Entiendo cómo se siente. Quiero a Angie y ella se
aleja de mí.
Cuando el tiempo se aclara durante un día o dos, vamos a cazar. Los cazadores más
experimentados se emparejan con los menos experimentados, así que Thrand va con Cashol
mientras que yo voy con Taushen. El joven cazador sa-khui está agotando mi espíritu
cansado. Es alegre y está lleno de energía sin fin, y con cada paso que da, canta las
alabanzas de su nueva compañera, Brooke. Brooke es experta en tejer. Brooke hizo su
inteligente trenza esta mañana. Brooke agregó dos tipos de té y se convirtió en su nueva
bebida favorita. Brooke durmió hasta tarde esta mañana porque está embarazada de su kit.
Brooke está buscando plantas que tiñan el cabello, así que Taushen está buscando un tipo
particular de hoja. Brooke quiere fruta de la cueva de frutas, así que él irá allí con ella en
unos días, porque le gusta explorar.

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He oído hablar tanto de Brooke que quiero gruñir. Sin embargo, no puedo sino envidiar su
felicidad. Está claro que ama a su pareja, y cuando regresamos al campamento todos los
días y la hembra de pelo rosado le espera al borde del cañón, con un grueso pelaje alrededor
de sus hombros, es difícil estar enojado. Sus rostros se iluminan cuando se ven, y entonces
me siento lleno de envidia amarga en vez de molestia.
Pero lo entiendo. Me aseguro de que Angie coma aunque no tenga pareja. Mantengo un
poco más fuera de las reservas para que no pase hambre. Dejo regalos en la entrada de su
cueva con la esperanza de que uno cambie de opinión y ella me hable cuando esté lista.
Hasta entonces, cazo con Taushen, pero el joven está ansioso por volver al campamento y
pasar tiempo con su pareja. Sin embargo, he aprendido mucho sobre la caza, y hablo con
R'jaal y Raahosh sobre la caza por mi cuenta. Puedo hacer más que los otros que están
ocupados, trato de convencerlos. No tengo pareja ni kit para ocuparme, y los machos sa-
khui están muy ocupados ahora mismo.
A R'jaal le gusta la idea, pero a Raahosh le preocupan las Garras del Cielo. Dos veces más,
los cazadores han encontrado presas sacrificadas, lo que indica que las enormes y
sanguinarias aves se encuentran en la zona. Cada vez que vamos a buscarlas, sin embargo,
no se encuentra ninguna. El cielo está despejado y hay muchas bocas que alimentar en el
campamento.
"Me cubriré la piel", les prometo, ya que me han dicho que a las Garras del Cielo les gusta
el color rojo. Y tiré de una capucha de pelo blanco y me cubrí la cara y los hombros para
mostrarlos. Lo oculta todo, y R'jaal gruñe de aprobación.
"Mejor perder un macho que una hembra portadora de vida", le dice a Raahosh. "Deja que
el tonto cace solo si así lo desea"
Raahosh mira a R'jaal mientras el isleño se aleja, pero luego se vuelve hacia mí. "Puedes
cazar solo, pero si ves más señales de Garras del Cielo, debes volver de inmediato para
avisarnos"
Asiento con la cabeza, y con eso, tengo su aprobación.
Así que paso todas mis horas despierto cazando. Por supuesto, no se puede encontrar
ninguna Garra del Cielo. Creo que lo que sea que haya matado a las criaturas en las
montañas ha seguido adelante. Las manadas están llenas de dvisti, y los gatos de nieve son
gordos y perezosos durante la temporada brutal (según Taushen) y son fáciles de encontrar.
A veces Thrand viene conmigo, pero la mayor parte del tiempo estoy solo en las nieves,
siguiendo senderos familiares a través de los valles y comprobando las trampas. El clima
se vuelve tan frío que me pongo múltiples capas gruesas como las humanas, mis brazos y
piernas cubiertos con muchas envolturas gruesas mientras camino a través de la nieve.
Taushen me dice que el clima aquí es suave comparado con el de la "casa" de Croatoan,
donde nadie abandona el campamento durante muchas vueltas de la luna porque el hielo
es demasiado terrible.
Un pensamiento así me preocupa, así que cazo aún más. No quiero que nuestro grupo corra
el riesgo de quedarse sin comida. No quiero que Angie tenga frío, y la caza proporciona
carne y pieles.

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Taushen bromea diciendo que estoy trabajando demasiado, cazando todo el día todos los
días. Thrand no dice nada, pero sé que hay preocupación en su cara cuando me voy antes
del amanecer y regreso cuando las lunas están altas, mi piel se envuelve en hielo, sólo para
salir temprano al día siguiente y hacer lo mismo.
Si no puedo tener a Angie como compañera, la mantendré de la única manera que pueda.
Me dedico a ella y por eso debo mantenerla a salvo, caliente y feliz, incluso a mi costa. No
me importa, sin embargo. Cuanto más cansado estoy, menos pienso en ella. Cuando no
pienso en Angie y su sonrisa suave y su piel cálida, mi corazón no me duele tanto que quiero
arrancarlo de mi pecho.
Así que cazo.



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Capítulo 20

ANGIE
"No puedo creer lo bien que te ves", me dice Brooke mientras admira mi nueva túnica.
"Espero que cuando llegue mi bebé, mi cuerpo se recupere tan rápido como el tuyo"
Le sonrío a ella, a quien no le gustan los cumplidos, y sacudo a Glory en mi cadera. "Bueno,
ha pasado un mes, ¿verdad? ¿Cuánto tiempo tardan normalmente estas cosas?"
"Diablos, no lo sé. Supongo que podríamos preguntarle a Gail". Ella tiene hipo y luego eructa
en su mano. "Bien, este té que han hecho los isleños es fuerte. Está jugando con mi cabeza".
Se asoma a su taza. "No es cerveza, ¿verdad?"
"No lo sé." Cuando ella me ofrece la taza, tomo un sorbo y luego arrugo la nariz. Un sabor
como el sudor agrio y el yogur de hace tres semanas me toca la lengua. "¡Oh, Dios, sabe
horrible!" Hago un muecas y lo alejo. "¿Qué es eso?"
Se encoge de hombros. "Alguna mierda fermentada." Sus ojos se abren de par en par y me
mira con horror. "Oh mierda. Estoy embarazada. Me pregunto si no debería estar bebiendo
de esto" Ella empuja la taza en mi mano y luego corre hacia el fuego principal, donde
Verónica está sentada en el regazo de Ashtar. Cerca de ellos, N'dek resopla y pone los ojos
en blanco, tomando un sorbo de su propio brebaje.
Controlo las ganas de reír. Algo en la cara de asco de N'dek me dice que no es una bebida
alcohólica en absoluto y que Brooke está entrando en pánico. Tomo otro sorbo y luego me
estremezco. No mejora en la segunda ronda, no. Pasa un tipo grande de los Gato
Sombreado, que se dirige al pozo de humo, y yo le ofrezco la taza. Él sonríe, lo bebe de un
trago y me devuelve el vaso vacío.
"Problema resuelto, ¿verdad, cariño?" Murmuro a Glory y beso su pequeña frente. No puedo
dejar de mirar a mi hermosa bebé. Ha pasado un mes y parece que fue ayer cuando llegó,
con unos ojos preciosos y un pelo púrpura y plateado. Ahora está rellena, sus mejillas
imposiblemente gordas y con hoyuelos, y las pequeñas velas en la parte posterior de sus
brazos y piernas están desplegadas con un toque de iridiscencia hacia ellas. Me sonríe, su
boca mojada de babas, y nunca he visto nada más lindo.
"Déjame ver a ese bebé gordo", dice en alto Gail cuando me acerco al fuego. Extiende los
brazos, indicando que debo entregar a Glory. Cerca del fuego, Vaza tiene a Z'hren en sus
brazos, y habla con R'jaal mientras ambos beben más del brebaje.
Evito pasar por encima de más gente de la tribu a medida que me acerco a Gail. Es una
noche fría, fría, así que todo el mundo está acurrucado y agrupado junto al fuego a pesar

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del clima despejado, lo que hace que sea difícil entrar a hurtadillas. "¿Has visto ya a la bebé
de Harlow?" Le pregunto, ya que esa es la razón de la gran fiesta de esta noche.
"Aún no, pero me han dicho que tiene el pelo rojo brillante, piel pálida, cuernos y una cola,
y la han llamado Daya en honor a la madre de Rukh" Gail toma a Glory en sus brazos.
"Mírate, dulce cosita. ¿Quieres venir a pasar el rato con la Srta. Gail mientras tu mamá se
consigue algo de comida?"
"¿No te importa?" Pregunto. Me encanta tener a Glory en brazos, pero tratar de conseguir
comida del fuego comunal a veces puede ser una verdadera pesadilla con ella en mis brazos.
"Chica, por favor." Gail abraza más de cerca a Glory y vuelve a su asiento, sonriendo a mi
hija. A Gail le encantan los bebés y aprovecha todas las oportunidades que tiene para coger
a la mía. Y a la de Liz. Y apuesto a que no puede esperar a abrazar a la de Harlow. No
importa que Gail y Vaza hayan adoptado recientemente al huérfano Z'hren del clan de la
isla de los Brazo Fuerte. Siempre dice que hay suficiente amor para todos. Me alegro de que
esté aquí, porque es otra mamá a la que puedo hacer todas mis preguntas raras. A pesar
de que estamos encallados en un planeta helado, la red de apoyo aquí es increíble y he
llegado a amar a la mayor parte de la tribu.
Encogiendo los hombros más cerca de mi cuerpo, miro a la hoguera, buscando un destello
de piel roja. Pero no veo ninguna. Bueno, Vordis probablemente esté comiendo. Hay un
grupo de cazadores al lado del foso de fumar a lo lejos, y a la tenue luz de la luna no puedo
distinguir quién está allí. Probablemente esté con ellos, Thrand a su lado.
Siento la baja y melancólica soledad moverse sobre mí. Todavía estoy frustrada y
confundida por él y sus acciones. No sé dónde estoy con él, y admito que el concurso de
cabañas hirió mis sentimientos mucho más de lo que debería. Justo cuando pensaba que
las cosas podrían ser reales entre nosotros, él las puso en duda y me hizo dudar de todo.
Un tiempo separados es bueno, me digo a mí misma, tal como me lo he dicho todos los días
durante el último mes. Le he evitado deliberadamente y aunque le costó un poco el entender
la indirecta, ahora nunca le veo. Me dije a mí misma que eso estaba bien, pero la verdad es
que... estoy sola y le extraño. Quiero hablar con él. Quiero oírle destrozar un chiste de toc-
toc. Quiero que me sonría o que me toque la mano. Quiero que sostenga a Glory y vea su
cara iluminada con lo grande que está creciendo, porque sé que le gusta.
Y sé que es culpa mía que se mantenga alejado ahora. Tal vez he sido un poco demasiado
entusiasta con todo eso de "no quiero volver a hablar contigo nunca más". Quiero hablar
con él. Quiero saber qué diablos estaba pensando y ver dónde nos deja eso.
No quiero estar sola. Ya he estado sola bastante tiempo. Y lo que siento por él es muy fuerte.
Pensé que un tiempo separados sería bueno para nosotros, pero ha sido un infierno. He
echado de menos su aroma, su tacto, su preciosa piel roja y su cuerpo musculoso....y he
echado de menos hablar con él, oír hablar de su día y de lo que cazaba. Incluso las cosas
pequeñas se sentían maravillosas porque estaban con él.
Mientras miro alrededor del fuego, veo parejas por todas partes. Liz se sienta junto al fuego
a amamantar a su nuevo bebé, a sus hijas a sus pies, y Raahosh permanece detrás de ella,
ajustando el manto cálidamente sobre sus hombros y observándola con una clara y
apasionada devoción. Ahí está Willa, de quien estuve cerca hasta que se fue con Gren. Están

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de vuelta y encima de todos con felicidad, así que no le envidio eso, incluso si echo de menos
hablar con ella. Lauren está abrazando a K'thar junto al fuego, y Verónica está en su lugar
habitual en el regazo de Ashtar. Incluso Hannah y J'shel parecen haber reparado las vallas,
porque están cogidos de la mano, con las cabezas juntas. Bridget está notoriamente
desaparecida de los alrededores del fuego... y también lo está A'tam, lo que significa que los
rumores que he oído acerca de esos dos escabulléndose para estar juntos son
probablemente ciertos.
Todo el mundo está muy feliz.
Yo no lo soy. Me siento fuera de lugar sin Vordis. Como si realmente estuviera sola en todo
esto. Cuando está conmigo, me siento... feliz. Contenta. En paz, sabiendo que tengo a
alguien en quien apoyarme y con quien hablar, a quien le gusto y a quien también me gusto
a mí.
Tiemblo un poco. Vale, sus besos no me hacen sentir tan tranquila. Me dan ganas de más.
Es difícil separar mis sentimientos de la traición. Ojalá viniera a hablar conmigo. Ojalá
hubiera entrado en mi cueva y me hubiera dicho que me besó porque pensaba que yo era
sexy, no porque quisiera "ganar" un concurso tonto.
Pero cuanto más tiempo nos evitamos el uno al otro, más me temo que es exactamente eso.
Me paro torpemente, mirando alrededor de la reunión para encontrar un buen lugar para
sentarme y relajarme. Probablemente podría sentarme en el asiento vacío de Gail, que está
de pie con Glory en sus brazos y charlando con Vaza, que sostiene a Z'hren. ¿Pero robar el
asiento de otra mujer mientras sostiene a mi bebé? No soy esa persona. Ella tiene suficiente
espacio como para poder hacerme un hueco, tal vez, pero está al lado de N'dek, a quien no
conozco muy bien y no se ve tan acogedor. En el otro lado están J'shel y Hannah, que están
demasiado besucones para que les tolere esta noche. Lo que sea que haya pasado entre
ellos, parece que lo han superado.
Veo un punto abierto en el lado opuesto....justo cuando Pashov se desliza junto a él. Levanta
un tambor y empieza a cantar, y yo hago un gesto de dolor interior. No voy a sentarme ahí.
Esta gente es muy dulce, pero no pueden llevar una melodía en un cubo y no quiero pasar
toda la noche fingiendo que estoy disfrutando de los maullidos. Miro más abajo en el grupo,
esperando un punto neutro agradable cuando veo un pecho rojo brillante y una mandíbula
espolvoreada con una barba negra.
Mi corazón se acelera y levanto la vista para ver cómo me sonríe. Por un momento, creo que
es Vordis, pero sólo me lleva un segundo darme cuenta de que no son los ojos anchos y
conmovedores de mi a'ani. Es Thrand de pie al otro lado del fuego, y la desilusión se apodera
de mí. Miro a mi alrededor, pero no veo a Vordis por ningún lado. ¿No viene a la reunión
porque yo estoy aquí? ¿Cuánto tiempo vamos a seguir haciendo esto?
La celebración de la noche está arruinada para mí y de repente tengo ganas de volver a mi
cueva y llorar.
Thrand atraviesa el grupo, dirigiéndose hacia mí, y me obligo a permanecer donde estoy, no
a retroceder. Me pongo rígida en anticipación a su llegada. ¿Va a ligar conmigo ahora que

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Vordis no está aquí? ¿Ahora que cree que el camino está despejado? Odio esto. Odio esto
muchísimo.
"Angie", murmura y viene a pararse a mi lado. "¿Puedo hablar contigo?"
Noto distraídamente que no tiene la curiosa caricia en su tono cuando dice mi nombre, no
como lo hace Vordis. "No lo sé", me las arreglo para decir con calma. "¿Se trata de cabañas?
Porque no me interesa si lo es".
Se detiene, pensando. "Lo es, pero quiero disculparme por ello"
Le echo un vistazo, esperando.
La boca de Thrand se aprieta y él me mira, frotando una mano a través de su pelo en un
movimiento que es tan parecido a Vordis que me hace sentir dolor al verlo. "Estoy pasando
por un momento difícil aquí en este mundo"
"No ha sido exactamente un juego de niños para mí tampoco", murmuro. "Únete al club".
"Me uniré a este club", dice asintiendo con la cabeza, con un malentendido. "Pero primero
debo disculparme contigo"
Mis cejas suben.
Thrand respira hondo, cruzando sus brazos sobre su pecho. Se queda mirando sus botas
como un niño por un momento, y luego me mira a mí. "Es difícil para mí tratar de ser mi
propia... persona. Toda mi vida he sido Thrand, un hermano a'ani. No se nos enseña que
es bueno ser individuos. No se nos enseña que debemos tener nuestros propios...
pensamientos. Cuando pienso en mí mismo, veo a Vordis en mis pensamientos a mi lado
porque siempre ha sido así. Es difícil pensar en mí sin él".
Le observo, frunciendo el ceño. "No estoy segura de seguirte" Hace que parezca que Vordis
se ha ido, pero... eso no puede ser cierto. No hay dónde ir.
Se frota la mandíbula. "Como a'ani, sobresalgo en algunas cosas en particular. Estoy
dedicado a ti, por supuesto, pero más que eso, soy excelente compitiendo".
"¿Y?" Espero, curiosa. "¿Qué tiene que ver esto conmigo?"
Por un momento, me mira con una mirada de enfado que se siente tan frustrada y anti-
Vordis que quiero reírme con sorpresa. "Estoy tratando de decírtelo"
"Por favor, continúa." Cruzo mis brazos sobre mi pecho y miro a Gail por el rabillo del ojo,
mirando a Glory. Cuando estoy segura de que está a salvo, me concentro en Thrand.
"Soy un competidor", dice. "A los A'ani se le enseña que la rivalidad dentro de nuestra
hermandad es buena, aceptada. Así que cuando Vordis me dijo que le importabas, asumí
que era algo por lo que debíamos competir". Su expresión se vuelve infeliz. "He enfadado
mucho a Vordis, porque cada vez que ha intentado hacer algo por ti, lo he convertido en un
concurso. No me caes bien. No de la forma en que lo hace. Pero como me gusta ganar, he
intentado ser el primero de todos modos".
Mi corazón palpita en mi pecho. "Adelante".

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Thrand se encoge de hombros. "Simplemente quería decirte que él no hizo de las chozas un
concurso. Lo hice yo. Lo vi construyendo una para ti y decidí que competiríamos. Para él
nunca se trató de ganar. Lo hacía porque quería que tuvieras un hogar. Dice que tu cueva
es incómoda".
Un poco de emoción me atraviesa. "Si no fue un concurso, ¿por qué me está evitando? ¿Por
qué no vino a explicarse?"
La frente del alienígena se arruga. Me mira como si me hubiera crecido otra cabeza. "Dijiste
que no querías eso. Está respetando tus deseos".
"Oh." Bueno, eso apesta. Me aclaro la garganta. "Dijiste que no sientes lo mismo por mí que
él. ¿Cómo.... cómo siente él?" Estoy tan nerviosa como una adolescente con su primer
flechazo mientras le pregunto, pero tengo que saberlo.
"Te protejo, por mi dedicación a'ani. Eso nunca desaparecerá". Pone una mano sobre su
corazón y me da una mirada solemne. "Pero Vordis... es diferente. Cuando te mira, es con
hambre. Y cuando otros machos te miran, actúa como si quisiera arrancarles la garganta".
¿Es horrible que me guste esto? He visto esa mirada protectora en los ojos de Vordis antes,
y estoy encantada de escuchar que no es mi imaginación.
"Pero ahora que no vas a hablar con él, me preocupa que se vaya para siempre." La
expresión de Thrand se vuelve grave. "Me gustaría que le pidieras que no lo hiciera."
Así de fácil, el revoloteo excitado en mi corazón se convierte en terror. Me agarro las pieles
de los hombros con fuerza. "¿Cómo que se vaya para siempre?"
Thrand sacude la cabeza. "Vordis no ha sido el mismo desde el día que nos enfrentaste por
las cabañas. La vida se le ha ido de los ojos. No quiere pelear, ni pasar tiempo con los
demás. Cada día se retira más y más. Todo lo que quiere hacer es cazar, ahora que ha
terminado tu cabaña. Me preocupa que camine por los acantilados y siga caminando. Que
nunca vuelva". La mirada que me da es ligeramente acusadora. "Ha dicho que no tiene nada
si no te tiene a ti y a Glory."
¿Glory y yo? Oh, dulce Vordis. No me quiere sólo a mí. También quiere a mi niña. Ese
hombre hermoso, perfecto, testarudo y delicioso. "¿Dónde está?"
"¿Dónde más podría estar? Está en la cabaña que construyó para ti, preparándose para ir
a cazar antes del amanecer". Sacude la cabeza. "Se agota a sí mismo..."
Thrand sigue hablando, pero yo ya estoy avanzando hacia Gail, donde ella ha retomado su
asiento junto a N'dek. "¿Puedes quedarte con Glory un poco más, por favor?" Trato de
mantener el pánico fuera de mi voz. Tengo que hablar con Vordis, ahora mismo. No quiero
que se vaya. No quiero que este impasse entre nosotros continúe. Sólo quiero besarle y
tocarle, y que me bese y me toque a cambio.
Quiero su sonrisa, su risa. Quiero ver cómo sostiene a Glory. Quiero que seamos una
familia.
Maldita sea, me voy a enfadar mucho con él si se va. Las lágrimas de ira y frustración me
pinchan detrás de los ojos y yo los parpadeo hacia atrás.

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"Por supuesto", dice Gail, una mirada curiosa en su rostro. "¿Todo está bien?"
"Todo está genial", le aseguro apresuradamente. Me inclino, beso la dulce ceja de Glory, y
luego salgo corriendo de la reunión, mis botas crujiendo por la playa. Sé dónde están las
cabañas nuevas. He evitado ir a esa parte en particular de la playa desde ese día, lo cual
no es difícil cuando tienes un nuevo bebé. No se explora mucho con un bebé. Pero ahora
me estoy pateando a mí misma, porque veo que todas las chozas están terminadas, y son
adorables y robustas. Están a más o menos un pie del suelo, construidos sobre una
plataforma en las partes de la playa más cercanas a los acantilados, donde el suelo es más
roca que arena. Del suelo de madera, hay paredes de mortero hechas de lo que parece una
mezcla de piedras y arcilla mezclada con arena. El techo de la cabaña es un tipi de cuero
con un agujero de humo en la parte superior y puedo ver una brizna de humo flotando
desde uno de ellos. Ahí debe ser donde está Vordis. Estoy tan impresionada al ver las chozas
acogedoras que me quedo ahí parada, mirándolas fijamente por un momento. Varias de las
cabañas están salpicadas en la playa y mientras doy otro paso adelante, oigo un gemido
femenino bajo.
Y me congelo.
Eso... no viene de la cabaña de Vordis, ¿verdad? ¿Está viendo a alguien ahora que lo he
rechazado? Mi corazón se siente como si se estuviera rompiendo en mi pecho, y
frenéticamente trato de pensar quién faltaba en la reunión alrededor del fuego.
Incluso cuando me paro frente a la cabaña de Vordis, una roca se derrumba y cae cerca, y
me giro. Una choza a unos pasos se estremece, y otra roca cae del mortero. La risita
femenina se eleva de nuevo. Curioso, me arrastro unos pasos y luego me detengo cuando
el bosque gruñe.
"Tu cabaña apesta, amigo", le oigo decir a la mujer. "Espero que no hagas todo tan a
medias".
¿Esa es... Bridget?
Una voz masculina responde, demasiado baja para entenderla, y luego escucho más risas
y rápidamente se convierten en gemidos. De puntillas me alejo, sintiéndome como una
voyeur. No creo que sea Vordis el que está con ella. El rumor era que se estaba liando con
A'tam, así que respiré un suspiro de alivio y volví a la cabaña de Vordis.
En cierto modo, escuchar todo eso fue algo bueno. Si quiero a Vordis, tengo que dejarle
claro cuál es mi posición. No quiero que se vaya. No quiero que se acueste con nadie más.
Me estoy enamorando del tipo y quiero ser a quien le sonría, a quien vuelva a casa. Quiero
ser yo quien le bese.
Quiero ser su todo. Al igual que Glory, no puedo imaginar mi vida sin él. Solía pensar que
daría lo que fuera por volver a la Tierra y a la Angie que era antes de despertarme
embarazada en un planeta alienígena. ¿Ahora? Ahora no cambiaría nada. Quiero estar aquí
con Vordis. Quiero a mi bebé. Quiero que seamos una familia.
Así que respiro hondo, me preparo para un posible rechazo y luego rasco la pantalla de
cuero que cubre la entrada de la cabaña, la versión Icehome de golpear. Y sólo porque soy
yo, no puedo resistirme a añadir un " Toc toc ", con la esperanza de que recoja mi chiste

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interno. Que responderá con un "Quién está ahí" y puedo decir algo inteligente o dulce como
"Es la mujer que te ama".
En vez de eso, quita la pantalla inmediatamente y su mirada se encuentra con la mía. La
expresión de Vordis está inmediatamente preocupada. "¿Angie? ¿Está bien Glory?"
Mi corazón se derrite porque se preocupe tanto por mi hija. "Ella está bien", digo en voz
baja. "Te lo prometo. ¿Puedo entrar y hablar?"
Vordis respira hondo, visiblemente relajado cuando oye que Glory está bien. Querido Señor,
¿cómo puedo no amar a este hombre con todo mi corazón? Se aparta para que yo pueda
entrar, y cuando entro en la cabaña, me sorprende lo encantador que es su interior. Pensé
que sería una cabaña sencilla, con cuatro paredes y nada más. En cambio, es maravillosa.
El suelo tiene la forma de un pentágono en bruto, con un agujero en el centro donde el
fuego de piedra parpadea alegremente. A un lado está la ropa de cama esponjosa y gruesa
que luce mucho mejor que las pieles en las que duermo en mi cueva. Otra sección se parece
a un área de trabajo, con una piel estirada en un marco y varias cestas apiladas juntas.
Incluso hay un área protegida en el otro extremo de la cabaña que no puedo entender.
Dentro, sin embargo, pensé que sería ahumado, o oscuro y sombrío como mi cueva, pero
es acogedor y cálido y maravilloso. Incluso el suelo bajo mis pies se siente
sorprendentemente parejo, y dado que está hecho de madera a la deriva, no es una hazaña
fácil.
Le miro, asombrada. "¿Estabas haciendo esto para mí?"
No dice nada, sus brazos cruzados sobre su pecho desnudo. Lleva calzones de cuero, pero
sus pies están desnudos contra la madera y su cabello está desarreglado. Su mandíbula
está peluda con un crecimiento oscuro, e incluso en el parpadeo de la luz del fuego puedo
ver que hay círculos profundos bajo sus ojos. También parece delgado. Duro.
Mi pobre Vordis.
"No está hecha", dice después de un momento. Las palabras salen lentamente, como si
estuviera luchando con ellas, o con sus pensamientos. "Quería hacer más por ti. Para
construirle a Glory un área de juego para cuando sea mayor, y un retrete anexo para que
no tengas que salir a correr en la nieve por la noche y..." Mira a su alrededor, encogiéndose
de hombros. "Quería que fuera perfecto."
Me duele el corazón al pensarlo. Lo está haciendo a pesar de que no hay ninguna posibilidad
de ganar "nada" en el concurso. Pienso en lo que dijo Thrand: que estaba haciendo esto sólo
porque quería que yo tuviera un buen lugar para vivir. "Vordis", digo con un movimiento de
cabeza. "Si te gusto tanto, no tenías que construir una maldita cabaña. Podrías haberme
besado..."
Antes de que pueda terminar de hablar, el gran alienígena me acuna el rostro con las
manos, y su boca está sobre la mía. En el espacio de una respiración ha cruzado la distancia
entre nosotros y me está besando, y es tan maravilloso que mis dedos de los pies se
enroscan en mis botas. Me derrumbo contra él mientras su lengua se mete en mi boca con
una necesidad ardiente e implacable. Nunca me ha besado tan fuerte, o con tanta hambre.
Una y otra vez, su boca reclama la mía, cada golpe de su lengua me hace sentir débil en las

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rodillas. Al final, su boca se aparta de la mía y entonces ambos estamos jadeando. Me aferro
a sus brazos, aturdida y un poco sorprendida de sentir el calor que despierta el deseo. Ha
estado inactivo desde que Glory nació, y pensé que era sólo otra parte de tener un bebé,
que mi libido tardaría mucho tiempo en recuperarse. Me gustaba besarle antes, pero me
contentaba con esperar.
Pero ahora mismo, en los brazos de Vordis, mis venas se sienten como calor líquido y tengo
ganas de más.
Toco su mandíbula y le miro. "Dime que besarme no es parte de un concurso. Dime que no
es porque quieras ganarle a Thrand".
Gime y cierra sus ojos, sus dedos en mis mejillas, en mi pelo. "Nunca se ha tratado de
Thrand, Angie. Siempre ha sido sobre ti. Desde la primera vez que te vi, me hiciste desear
demasiado, cosas que un clon no tiene derecho a querer". Su pulgar se desliza sobre mi
labio inferior. "Para Thrand, se trataba de un concurso, un premio, una victoria. Para mí,
se trata de la sonrisa de Angie, sus manos suaves, su naturaleza amable".
Pongo mis brazos alrededor de su cuello y presiono mi boca contra la suya otra vez. "Siento
haberte alejado", le dije entre besos, salpicándole la cara. "No lo entendí."
"Quería darte tiempo", me dice, con las manos deslizándose hacia arriba y hacia abajo por
mi espalda como si no pudiera dejar de tocarme. "Si no me querías, no quería presionar el
tema"
"Siempre te he querido", le admito, sin aliento. "Pero quería que me quisieras por las razones
correctas. No porque sea un premio".
"Te quiero como compañera", dice Vordis de repente, con voz feroz. Sus ojos arden de
necesidad. "Este hambre que siento por ti, me dice que eres mía y de nadie más."
"No quiero pertenecer a nadie más", estoy de acuerdo. "Sólo te quiero a ti. Sólo te he querido
a ti". Y le beso de nuevo.
Gime mi nombre y luego nos volvemos a besar por mucho tiempo. Sus manos se deslizan
hacia mi culo y me aprieta contra él, y una emoción pura y dulce me recorre el cuerpo.
Gimo contra sus labios, el calor canta a través de mi cuerpo. Ya no me siento como una
mujer cansada y dolorida que acaba de dar a luz. Me siento como una mujer, punto. En
sus brazos, me siento sexy y deliciosa y me encanta.
"No puedo dormir contigo", le susurro mientras nuestras bocas se separan a regañadientes.
Mis labios se sienten hinchados con la fuerza de nuestros besos, pero quiero hacer más de
ellos. "Aún no. Tengo que consultarlo con la sanadora".
"Angie, mi Angie", murmura Vordis, besando mi nariz y luego moviéndose hacia mis cejas
y luego presionando sus labios contra cada centímetro de mi cara. "Si estás tan cansada,
no te detendré, pero debes saber que cuando te beso, lo último en lo que pienso es en
dormir."

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Me río. "Es una expresión, Vordis. No me refería a dormir. Dormir de verdad". Dejé que mis
manos se deslizaran por su espalda y luego me apoyé en sus caderas, en la cintura de sus
calzones de cuero. "Significa, bueno, follar. Aparearse. Coito. Pene en la vagina".
"Ah." Me da una sonrisa tímida. "Me preguntaba por tu repentino agotamiento justo cuando
mi boca estaba sobre ti"
"Oh, no estoy cansada", le tranquilizo. De hecho, me siento de todo menos eso. Ahora
mismo, no estoy pensando en dormir en lo más mínimo. Estoy pensando en lo apretados
que están sus músculos bajo mis manos, y en lo mucho que quiero seguir tocándolo. "No
podemos hacer pene oficial en la vagina hasta que Verónica me dé el visto bueno, pero
podemos hacer... otras cosas."
Y me atrevo a acariciar la parte delantera de sus calzones, donde su polla se está tensando
contra el cuero.

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RUBY DIXON
ANGIE’S GLADIATOR

Capítulo 21

ANGIE
El aliento de Vordis silba desde su garganta y se pone rígido contra mí. No se aleja, pero
sus manos se aprietan contra mí. "Angie".
"¿Quieres que pare?" Le susurro, mordiendo su mandíbula.
"Nunca". Cierra los ojos, sus dedos anudando en mi pelo como si fuera a mantenerme contra
él. "Soy tuyo para que hagas lo que quieras."
No puedo evitar sonreír ante eso. ¿Mío para hacer con él 'lo que yo quiera'? "¿Qué tal si
pongo mi mano sobre tu polla?" Me siento juguetona y poderosa cuando le toco. No importa
que sea alto y de cuerpo duro, más fuerte que cualquier humano y sin una onza de grasa
en el cuerpo de su guerrero. Yo soy la que tiene el control ahora mismo y me encanta ver
su cara mientras le toco. "¿Y si te toco hasta que te corras?"
Hace un sonido gutural en su garganta que es mitad gemido, mitad alegría. "Yo también
quiero tocarte"
"Habrá tiempo para eso", le digo suavemente, y acaricio la longitud de su asta a través de
la piel de nuevo. "Ahora mismo, quiero tocarte. Quiero verte llegar al clímax"
"No he hecho esto con una hembra antes", dice, con un tono tan rígido como su polla. "¿Qué
quieres que haga?"
"Quítate los pantalones..." Ni siquiera puedo decir las palabras antes de que él se los quite,
empujando el cuero por sus piernas y exponiendo a mi mirada su dura y caliente longitud.
"Oh, Dios mío"
Vordis y Thrand nunca han sido tímidos con la desnudez, así que le he visto desnudo antes.
Por supuesto, desnudo y erguido es algo completamente diferente, y no puedo dejar de
mirar la longitud de rojo rubí mientras presiono mi palma contra él. Es largo y duro, y la
corona de su polla es gruesa, una sombra vibrante y más profunda que el resto de él. Las
venas suben y bajan por su longitud y su saco está cubierto con una ligera pelusa negra,
que parece tocable y acogedora. No hay nada raro aquí, ni crestas ni espuelas como los sa-
khui, y en realidad estoy muy contenta por ello. Me gusta tal como es, grande, grueso, duro
y listo para mi toque.
"No tienes que tocarme si no lo deseas", dice cuando me detengo un momento y le miro.
Levanto la mirada a sus ojos y se me escapa una risita de la garganta. "¿Crees que no quiero
tocarte? Vordis, he querido tocarte desde siempre" Me acerco a él, con un brazo alrededor

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de su cintura y mi mano sobre su trasero. Oh, piedad, tiene que ser el culo más apretado
que he tocado. Si tuviera 25 centavos, se lo haría rebotar en uno de sus glúteos ahora
mismo. "No hay nada que me guste más que tu piel contra la mía"
"Pero tú estás vestido", murmura, golpeando mi mandíbula mientras acaricio su asta con
mi otra mano. "Quiero sentir tu piel contra la mía también, Angie. He pensado en ello
muchísimas veces." Vordis traga fuerte. "He... incluso me he acariciado a mí mismo"
“¿Lo has hecho?”
"Sí, pero no por mucho tiempo. Me detuve rápidamente." La mirada en su cara es de
desazón.
Quiero volver a reírme, pero me aguanto. No quiero que piense que me estoy riendo de él.
"Haces que suene como si eso fuera algo malo."
"Nunca he hecho algo así antes", admite.
"¿No lo has hecho?" Me siento conmocionada.
Vordis niega con la cabeza y me acaricia la mejilla, devorándome con su mirada. "A los
clones se les dan inhibidores sexuales para asegurar que no se concentren en nada más
que en la tarea en cuestión"
Le miro fijamente, con la boca abierta. ¿Nunca ha tenido sexo? "¿Eres virgen?"
"¿Eso es malo?" Parece decepcionado.
"¡No! Es sólo.... sorprendente."
"¿Por qué?"
Aprieto mi mano alrededor de su polla, provocando un siseo por su parte. "Porque eres muy
sexy. Y maravilloso. Y cariñoso. Me sorprende que una gladiadora nunca te haya atrapado".
Vordis niega con la cabeza. "Soy a'ani. No somos nada para todos".
"No es verdad. Tú lo eres todo para mí", le digo en voz baja.
Él gime y luego me besa de nuevo, su boca hambrienta de la mía. Gimo mientras su lengua
acaricia profundamente, y muevo mi mano contra su longitud. Sé por experiencia pasada
que un tirón seco puede ser doloroso para un chico, así que dejo que mis dedos bailen
ligeramente sobre su longitud, jugando con la cabeza y haciendo cosquillas en la parte
inferior de su eje. Cuando él empuja, jadeando, hago un círculo con el dedo índice y el
pulgar y lo aprieto justo debajo de la cabeza de su polla. No se tocan, pero el movimiento es
suficiente para él. Se masturba contra mí de nuevo, con la mano apretada contra mi
espalda. "Más", gruñe, y luego entierra su cara contra mi pelo, respirando fuerte. "Angie,
más".
"Vordis". Me encanta hacer rodar su nombre en mi lengua, así como me encanta esa manera
sexy y ronroneante en que dice mi nombre. "¿Quieres que te acaricie?"
"Sí", dice de inmediato, con voz gruesa. Su mano sujeta la mía sobre su polla. "Hazlo".

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Sólo le doy una sonrisa malvada y levanto la palma de mi mano hasta mi boca. Lo lamo
duro, la mojo bien y la mojo antes de ponérsela de nuevo en la polla y le doy un golpe rápido
y apretado. "¿Mejor?"
Su mano se aprieta contra mi hombro y su cabeza cae hacia atrás.
Lo tomaré como un sí. Le acaricio de nuevo y jadea entre dientes incluso mientras él enviste
contra mi mano, poniéndose más duro, exigiendo más. Bombea en mi mano unas cuantas
veces, y luego, con un grito sordo, su liberación explota toda sobra mi mano, cubriendo mis
dedos cubriendo mis dedos de calor pegajoso. Le sigo acariciando, sus pulmones funcionan
como fuelles y su cuerpo tiembla con la fuerza de su liberación.
Entonces se queda completamente quieto.
"¿Vordis?" Pregunto, acariciándolo por última vez antes de retirarme. "¿Estás bien?"
Me besa la frente. "Yo... no es nada." Presiona su frente contra la mía de nuevo, y puedo
sentir que su piel está ligeramente húmeda por el sudor. "¿Lo encontraste placentero?"
"Por supuesto. No lo habría hecho si no lo hubiera encontrado así". Le sonrío.
"¿Puedo servirte?" Me toca la mejilla. "¿Después de lavarte las manos?"
Arrugo la nariz. Claramente necesita trabajar en su conversación de almohada, pero lo
dejaré pasar ya que es un virgen épico. "¿Puedo quedarme aquí esta noche? ¿Sólo para
dormir? ¿Y los besos? ¿Y tocar? Iré a ver a Verónica por la mañana y si ella me da el visto
bueno, podemos hacer más. Pero esta noche me encantaría quedarme contigo".
Frota sus labios sobre los míos. "Te quiero a mi lado. Siempre. Por siempre."
Oh, yo también quiero eso.

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Capítulo 22

VORDIS
A pesar de la maravilla de mi hermosa Angie en las pieles a mi lado, no descanso fácilmente.
Ella duerme a mi lado, su bebé rescatada de Gail y ahora metida contra ella para calentarse,
y mi cuerpo presionado contra su otro lado. Me mantengo despierto, mis pensamientos
salvajes y caóticos. No puedo dejar de pensar en lo que pasó anoche y en nuestro contacto,
y en la promesa de más. Incluso después de que nos tocamos y ella se fue a dormir, me
despertó con más besos y trabajó mi polla hasta que llegué de nuevo.
Dos veces he sido obsequiado con su toque. Me llena de alegría, aunque me preocupo por
una parte en particular. Tengo preguntas, y aún no tengo respuestas.
Cuando el amanecer finalmente aligera las nubes que se ven a través de la chimenea en el
techo, salgo cuidadosamente de la ropa de cama y me pongo a vestirme.
Angie se mueve, sus ojos se abren soñolientos. "¿Vordis? ¿Está todo bien?"
"Todo está bien, preciosa mía", le digo, moviéndome a su lado y rozando un nudillo contra
su mejilla. Es de color rosa con calor, y no quiero nada más que volver a la cama y tocarla
de nuevo. "Debo hacer algo y luego volveré"
"¿Con el desayuno?", pregunta, poniendo las mantas alrededor de Glory mientras el bebé
duerme un poco más.
"Sí, con comida", asiento. Estoy contento en el momento en que ella me muestra una sonrisa
cansada y se vuelve a dormir. Es difícil tener un nuevo bebé. Glory es menos quisquillosa
que algunos de los otros niños pequeños, pero aún así debe ser alimentada, cambiada y
mecida y requiere atención constantemente. Incluso ahora, sus puños se mueven y se
despierta, parpadeando con sus brillantes ojos azules hacia mí.
Angie se agita con un gemido.
"Duerme", le dije, inclinándose para recoger a Glory. "Cuidaré de nuestra hija". Porque ella
será mía ahora. Angie será mi compañera, Glory será mi hija y yo seré el más feliz de los
hombres.
"¿Estás seguro?" Angie pregunta, pero está medio dormida antes de que yo responda. Está
agotada.
Puedo hacer esto. Pongo a Glory contra mi piel, haciendo malabares con ella
cuidadosamente mientras termino de ponerme los calzones y las botas. No es fácil con un
bebé en mis manos, y me pregunto cómo Angie hace que todo parezca tan fácil. Glory aspira

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un aliento que me hace hacer una pausa, y su cara se estropea como si estuviera a punto
de llorar.
"Shhhh", murmuré, dándole otro toque. Toco su cabeza, la suave y pálida pelusa de su
cuero cabelludo, tratando de consolarla. Si llora, Angie nunca volverá a dormir.
Su cara se contrae de nuevo y por un momento, Glory tiene una mirada de intensa
concentración en su cara. Luego, eructa. No, espera. Ese olor me dice que no es un eructo.
Mis fosas nasales que arden ante el horror del hedor que viene de una criatura tan pequeña
y adorable, la llevo al otro lado de la cabaña, abro una piel y luego le cambio los paños,
aguantándome un gemido ahogado ante el desastre que hay dentro de ellos. Glory mueve
las piernas y me mira con ojos grandes, pero no llora.
Me las arreglo para limpiar su desastre, lavar su tierna piel, y luego pasar unos minutos
fregando mis propias manos con agua helada antes de envolver a Glory en nuevos cueros.
Los sucios los tiro fuera de la cabaña para encargarme de ellos más tarde, y luego camino
a través del campamento con Glory en mis brazos. Ella burbujea felizmente hacia mí, su
pequeña cara roja es la única cosa visible de todas las pieles en las que la he envuelto. Su
pequeña boca está cubierta de babas, y yo distraídamente la limpio antes de que se congele
en este frío clima. "Visitaremos a la sanadora esta mañana mientras tu madre duerme", le
digo. "Y si tienes hambre, te haré... té." ¿Los bebés beben té? Nunca la he visto beber nada
excepto leche de las tetas de Angie, pero no sé mucho sobre los niños. Si una de las madres
está despierta, le pediré consejo. "Tal vez un huevo" Recuerdo al niño de cuatro brazos
chupando uno de esos.
El campamento está tranquilo, pero veo a N'dek -el de la pierna perdida- junto al fuego
principal, con su muleta a su lado. Se sienta en una de las rocas, agitando las brasas, y me
hace un silencioso asentimiento con la cabeza al pasar. Siempre está solo, ese, incluso
cuando se sienta entre los demás, y su expresión es siempre la de la desgracia. Me alegro
de que a pesar de que todo lo que he tenido en el pasado, soy un miembro completo y puedo
cuidar de Angie y Glory.
No puedo dejar de pensar en anoche y en la forma en que Angie acarició mi polla. Me corrí
dos veces en una noche, los espíritus son piadosos. Seguramente tal cosa no se hace.
Crucé el campamento y finalmente llegué a la tienda de la sanadora. Verónica y su Dragón
se han establecido en medio de los grupos de los otros que acampan juntos para mostrar
su lealtad, como si no estuvieran dispuestos a elegir un bando u otro. O eso o quieren
silencio mientras se aparean. Puedo entenderlo, después de escuchar a A'tam y los suaves
gemidos de la hembra humana durante toda la noche. Eso no hizo nada para aliviar el dolor
en mi cuerpo, especialmente cuando abracé a Angie y pensé en la forma en que me tocó.
Fue una noche muy larga.
Me voy a la tienda de la sanadora y espero fuera de la entrada. Me aclaro la garganta. Nadie
sale.
Rasco la pantalla.
"Vete", dice una voz masculina irritable, y oigo un bajo murmullo femenino, y luego un grito
ahogado.

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¿Están a punto de aparearse? ¿Todos en esta tierra se están apareando constantemente?

Irritado, agarro uno de los puños de Glory antes de que pueda golpearme la barbilla y patear
la pantalla porque tengo las manos ocupadas. "Debo hablar con la sanadora"
"Ella está ocupada", viene la respuesta hosca.
Definitivamente oigo una risita femenina baja esa vez. Si está despierta, puede oírme,
entonces. Me inclino y hablo contra la carpa de cuero. "He eyaculado"
"¿Qué?" La voz masculina ladra y hay una oleada de ruido dentro.
"Dos veces", agrego amablemente.
Hay un pequeño gruñido dentro de la tienda de campaña y luego Ashtar empuja la pantalla
hacia un lado. Está desnudo, con la polla erguida, la cara sonrojada y el pelo despeinado.
Definitivamente se estaban apareando. Me mira con furia, mostrando sus garras. "Viniste
aquí para decirle a mi compañera esto..."
"Es preocupante", digo yo, ofreciendo a Glory mi dedo para que ella lo agarre mientras paso
a un lado antes de que Ashtar se apresure a atacarme. "Los clones son estériles"
La risa baja de la hembra comienza de nuevo, y entonces Verónica asoma la cabeza fuera
de su tienda. Se ve aún más sonrojada que Ashtar, con una piel en las tetas. "Amigo.
¿Viniste a decirme esto?"
"Sí." La frunzo el ceño. "Esto es problemático, ¿no? Los clones son estériles".
"Eso no tiene nada que ver con la eyaculación", comienza Verónica, sólo para reírse
mientras su pareja le lanza una mirada ferozmente posesiva. "Sólo hablo desde una
perspectiva científica, cariño. No por experiencia".
"Necesito saber por qué estoy eyaculando", le digo, con urgencia en mi voz. Puedo sentir
que la tensión aumenta a través de mi cuerpo. ¿No entiende la gravedad de este problema?
"Algo va mal"
"Oh chico." Verónica se frota una mano en la cara. "Ashtar, déjalo entrar antes de que
alguien más se despierte y vea tu varita mágica"
Ashtar sólo gruñe, enseñándome dientes afilados. No se mueve. "No quiero hacerlo"
"Esto es una mierda de sanadora, lo prometo." Ella extiende la mano y le da golpecitos en
la pierna. "No voy a tocar ningún trozo peligroso. Sólo quiero hablar con él un poco".
El Drakoni me da otra mirada amotinada y luego vuelve a entrar en su tienda. Le sigo y
mientras lo hago, él se para frente a su pareja, la protege de mí y me mira fijamente.
Verónica se ve divertida mientras ajusta las pieles alrededor de su cuerpo, escondiéndolo
de la vista.
"¿Trajiste a Glory de visita?" Le lanza una sonrisa al bebé.
"Quería que Angie durmiera un poco más. Está muy cansada".

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Las cejas de Verónica suben. "Así que... está bien. Voy a dejar pasar ese comentario y
centrarme en la razón por la que estás aquí. La eyaculación. ¿Fue autoadministrado o
tuviste ayuda?"
"Verónica", gruñe Ashtar, una advertencia en su voz. Ella sólo le da otra palmadita y me
mira.
"Angie me tocó la polla", le admito. "¿Debería... decirle que no lo haga?" El pensamiento es
devastador. Nunca conocí tal placer como cuando me tocó así. Pero si eso hace que mi
cuerpo funcione mal, supongo que debemos detenernos. No puedo hacer nada que
comprometa mi salud, porque debo estar fuerte para cuidar de Angie y Glory.
La sanadora sofoca una risita detrás de su mano. "Lo siento. Realmente necesito trabajar
en mi trato con los pacientes." Se aclara la garganta y compone su rostro. "No, no tienes
que parar. Es normal cuando una mujer toca a un hombre. Cuando tú, ah, trabajas tu
cuerpo hasta el clímax, eyacularás..."
"Dos veces", corrijo, para que pueda entender la gravedad de la situación. "En una noche"
Se ríe de nuevo. "Sí, dos veces está bien. Puedes hacerlo más a menudo, si realmente
quieres. Te prometo que no te hará daño".
"Pero..." Glory hace un ruido y luego chupa su puño, distrayéndome. Toco su gorda mejilla
para asegurarme de que no necesita nada y luego vuelvo a la sanadora. "¿Estás segura de
que es normal? Siempre me han dicho que un clon no eyacula. No tenemos la capacidad.
Somos estériles".
"Oh, precioso copo de nieve, sólo quiero estirar la mano y pellizcarte la mejilla." Verónica
hace un movimiento de compresión con las manos. "Te han mentido tanto, cosa inocente.
Si tu plomería funciona como la de los humanos, y apuesto a que sí, porque parecéis ser
nuestros primos, la eyaculación es normal cuando llegáis al clímax. Y puedes llegar al
clímax tan a menudo como tu cuerpo lo permita. Vuestro conteo de espermatozoides puede
ser más bajo porque sois clones, pero eso no tiene nada que ver con el semen. Y aquí estoy
hablando del esperma de un extraño antes del desayuno. Wow, mi vida es extraña"
Parpadea.
“Entonces… es normal” pregunto lentamente, sólo para asegurarme. “¿No estoy
funcionando mal?”
"Quiero decir, si quieres un alto conteo de espermatozoides, no sé nada de eso. Tendría que
tocarte para estar segura..." Ella rompe con una risita nerviosa cuando Ashtar comienza a
gruñir. "¿Pero sabes qué? No lo haré. Dejaremos que los piojos manejen esa situación.
TLDR1 -olvídalo, amigo mío" Ella agita una mano en el aire. "Tu colgante está funcionando
perfectamente normal"
"Ya veo" Pienso durante un momento, considerándolo. Angie no parecía alarmada por mi
liberación. Tal vez es normal que todos los hombres eyaculen como tales. Pensé que era

1 TLDR es un acrónimo de ‘demasiado largo, no leído’. Se ve principalmente en la web, ya sea al final

o al comienzo de una publicación larga o en la sección de comentarios. Es una abreviatura de

mensajes de texto bastante común.

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otra cosa que había sido ajustada con clones para que no procreáramos. Quizás los
inhibidores tenían más que ver con ello de lo que pensaba, y el resto eran sólo charlas en
la arena, rumores difundidos por hombres que nunca habían tenido y nunca quisieron
aparearse con una hembra.
Gruño. Interesante. "¿Crees que Thrand también puede eyacular?"
"Er, no especularía y no quiero saberlo más que desde una perspectiva de sanación."
Cuando su pareja se eriza, ella le da un toque relajante. "Pero si algo está herido, puedo
arreglarlo. De lo contrario, lo que hace bajo las pieles es asunto suyo".
Asiento con la cabeza. Antes de que pueda hacer más preguntas, hay un rasguño en la
puerta medio abierta y luego mi hermosa Angie se inclina hacia adentro. Sus ojos se abren
de par en par con sorpresa al verme con Glory en mi regazo. "Oh. Vordis, estás aquí." Su
cara se pone pálida, sus ojos brillan con luz de asombro. "Glory..."
"Todo está bien", la tranquilizo antes de que entre en pánico. "Sólo tenía preguntas para la
sanadora. Ya he terminado."
"Oh. Por eso estoy aquí." Las mejillas de Angie se ponen rosadas. "¿Tienes un segundo,
Verónica? Te prometo que no tardaré mucho".
"Por supuesto", dice Verónica, y golpea a su pareja antes de que pueda decir algo.
Ashtar sólo frunce el ceño y pone una mano posesiva en la rodilla cubierta de piel de su
compañera, como si la reclamara.
"Te veré en nuestra cabaña", le dije a Angie, poniéndome de pie. Ajusto a Glory en mi cadera:
disfruto cargándola, aunque parezca extraño, y toco el hombro de Angie. "Me encargaré de
Glory para que puedas tener un momento en privado con la sanadora"
Sus ojos se vuelven suaves. Toca a su hija como para asegurarse de que está bien, y luego
me lanza una sonrisa. "Gracias, Vordis. Es muy amable de tu parte".
Asiento con la cabeza, y luego, como estoy lleno de emociones estallantes que necesitan
salir, pongo una mano detrás de su cuello y le doy un beso feroz y posesivo. Su boca sabe
como su té favorito de la mañana, y de promesa, y cuando la suelto, me gusta la mirada
aturdida y complacida en sus ojos. "No tardes mucho", murmuro, toco su mejilla, y luego
me voy.
Si Angie es mía, voy a besarla tan a menudo como quiera… y me gusta el pensamiento de
besarla muy a menudo.

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Capítulo 23

ANGIE
Estoy un poco sorprendida -y aturdida- mientras me siento en la tienda de Verónica. Ashtar
está desnuda como un pájaro (y es triste, pero estoy empezando a acostumbrarme a eso), y
Verónica parece como si estuviera soltando risitas. Yo sigo pensando en Vordis y en ese
beso feroz. No pensé que nada sería más sexy que mi gran trozo de extraterrestre carmesí
sosteniendo a mi pequeño bebé carmesí, pero ese beso podría hacerlo. Soñadoramente, me
toco la boca y pienso en lo bien que me sentí al acostarme con él anoche. Qué bien se sintió,
como si las últimas piezas de mi felicidad estuvieran encajando en su lugar.
"¿Y...?" pregunta Verónica, con los labios retorciéndose por la diversión silenciosa. "¿Cómo
puedo ayudarte en esta hermosa mañana?"
Me ruborizo, porque imagino que mis sentimientos están escritos en toda mi cara. Estoy
muy.... feliz. "Quiero saber si ya puedo tener sexo".
Verónica echa la cabeza hacia atrás y se ríe, encantada. "¿Tú también, no? Maldición,
perritos calientes. Esto es adorable. Diría que te vayas a una habitación, pero te has
adelantado". Ella sonríe y extiende la mano para apretarla cuando se me cae la mandíbula.
"Estoy bromeando, estoy bromeando"
"¿Qué quieres decir con "yo también"? ¿Qué preguntaba Vordis?" De repente tengo mucha
curiosidad. ¿Vino a preguntarle a Verónica sobre sexo conmigo?
"Oh, no", dice y levanta las manos con un sutil movimiento de cabeza. "Recuerdo lo
suficiente sobre las leyes humanas como para no decir una mierda sobre los problemas
médicos de los demás. Si quiere que lo sepas, puede decírtelo él mismo".
"¿Vordis tiene problemas médicos?" Hago eco, conmocionada. "¿Está bien?"
Ashtar sólo gruñe y se pone de pie, saliendo de la tienda de campaña. "Te traeré comida,
mi compañera, ya que está claro que será un gran momento".
Le observamos salir, y yo miro a la sanadora. "¿Es un mal momento?"
"Según Ashtar, sí. Según yo... bueno, también sí. No era mi momento favorito para ser
interrumpida, pero estás aquí, así que podemos charlar". Me sonríe, su cara se ilumina con
su propia alegría. "Lo siento si Ashtar está un poco gruñón. Creo que es adorable lo
protector que es. Cree que todos los tipos de este campamento vienen a por mí. ¿Puedes
creerlo?" Se ríe. "Como si pensara que tiene que alejarlos con un palo. De mi. Es tan
jodidamente bonito"

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Mi estómago se hunde. "¿Vordis...?"

"Oh, no." Ella agita una mano en el aire. "Estuvo hablando de ti todo el tiempo. Ashtar cree
que todos quieren atrapar a su mujer, el gran tonto. Lo siento, estoy distraída esta mañana.
Eso es lo que pasa cuando alguien llega a la clínica cuando el médico está en medio del
coito". Ella suspira un poco. "¿Qué decías?"
"¿Sexo? ¿Crees que ha pasado suficiente tiempo?"
Se endereza. "Oh. Claro. ¿Así que tú y Vordis van a seguir adelante con las cosas?" Me
mueve las cejas. "¿Lo viste sosteniendo a tu bebé? Dios, eso ha sido de lo más lindo. No le
digas a Ashtar que dije eso, pero los hombres que sostienen bebés están empezando a
afectarme. Deben ser las hormonas del embarazo. Si lo menciono, Ashtar va a ir por ahí
intentando abrazar a todos los bebés del campamento". Su expresión se vuelve soñadora.
"En realidad, tal vez debería mencionarlo"
"Puede sujetar a Glory, si quieres. Como agradecimiento por ayudarme", le digo, tratando
dirigir suavemente la conversación. Verónica está muy habladora y distraída esta mañana,
hablando de su hombre. Quiero escuchar acerca de mi hombre, o mejor aún, acerca de mi
cuerpo y si puede o no ocuparse de mi hombre. "¿Crees que ha sido suficiente tiempo? El
otro día estaba charlando con Liz y Harlow y me dijeron que se recuperaron bastante rápido,
pero lo hicieron de oído. No sé si soy lo suficientemente buena para determinar ese tipo de
cosas, así que pensé en preguntar si podrías decírmelo".
"Puedo verificar con tu piojo y ver cómo van las cosas", está de acuerdo Verónica,
extendiendo sus manos e indicando que debo tocarla.
Con impaciencia, tomo sus manos de las mías y espero, estudiando su rostro.
Cierra los ojos, se concentra y, por un momento, siento la insana necesidad de reír. Pensar
que dejé un lugar de médicos y máquinas y de ciencia y que ahora la "curación" consiste
en tomarse de la mano con una mujer mientras ella se comunica con mi piojo? Parece tan
ridículo... pero aquí estoy, esperando ansiosamente su respuesta.
Una mirada graciosa cruza su cara y frunce el ceño.
"¿Qué?" Pregunto, incapaz de esperar. "¿Qué pasa?"
Abre un ojo y me mira con los ojos entrecerrados. "Nada. Sólo dame un segundo." Y vuelve
a cerrar los ojos, concentrándose.
Ansiosa, espero en silencio, conteniendo la respiración. ¿Pasa algo malo? ¿Mi cuerpo no
sanó adecuadamente después de dar a luz? Me he sentido increíble, aparte de la privación
de sueño que sienten todas las madres primerizas. Ni siquiera me duelen los pechos a pesar
de toda la lactancia que he estado haciendo. Me siento....genial. O creí que lo hacía. Ahora
estoy preocupada.
Después de lo que parece una eternidad, Verónica abre los ojos y me mira fijamente. "Espero
que te gusten los bebés"
¿Eh? "Por supuesto que me gustan. ¿Qué quieres decir con 'espero que te gusten los bebés'?

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Me aprieta los dedos y luego me suelta las manos. "Hay buenas y malas noticias. ¿Cuál
quieres primero?"
Oh, Dios. ¿Malas noticias? Me duele el estómago y por un momento horrible, me pregunto
si voy a vomitar. "¿Malas noticias?" Susurro, enfermo de corazón. "¿Qué clase de malas
noticias?"
"Oh, te estoy asustando. Lo siento” Ella hace un gesto con el rostro. "Maldita sea, realmente,
realmente necesito trabajar en mi trato con los pacientes. Vale, la buena noticia es que tu
cuerpo lo está haciendo de maravilla y puedes acostarte con Vordis para alegrar tu corazón
y no debería haber ningún problema. No noté que tu cuerpo sufriera dolor o que hubiera
algún punto en particular en la recuperación de una lesión. Tu piojo es fuerte y está listo
para motorizar... y eso es parte de las malas noticias. Tu piojo está listo para motorizarse".
Cuando simplemente frunzo el ceño, ella continúa. "Estás a punto de resonar en los
próximos días, a menos que me equivoque. Puedo sentir que se está gestando. Es como si
el mismo piojo llevara la vibración en él antes de que realmente ocurra. Lo sentí en Gren
antes de que él resonara con Willa, y el tuyo se siente igual"
Jadeo, sacando mis manos de las suyas. Estoy conmocionada. Esto es lo último que
esperaba oír. "¿Resonancia? ¿Tan pronto después de tener un bebé?"
Verónica se encoge de hombros. "¿Es posible que tu piojo sea impaciente? Quiero decir, si
tu cuerpo no pudiera soportarlo, no sucedería, pero como dije, te has recuperado
rápidamente, así que supongo que todo está listo por ese lado. Pero sí, resonancia. Como,
realmente muy pronto"
"Oh, Dios mío." Presiono mis manos contra mi boca, totalmente sorprendida. Amo a Glory,
pero nunca pensé que la resonancia iba a estar en la mesa para mí. Pensé que iba a ser
algo que le pasaría a todas las demás, porque mi vientre ya estaba ocupado. Era una de
esas cosas de "tal vez algún día". Pero resonar... ¿ahora? Eso significa que tendría dos hijos
muy pequeños juntos....
Más que eso, significa que voy a resonar con alguien justo después de haber reconciliado
mis sentimientos por Vordis. "¿Con quién?"
“Desearía poder decírtelo” Hace un gesto. “Con Gren, era demasiado evidente que su piojo
estaba chillando por Willa. El tuyo no es tan fácil de leer”
“Pero… Vordis…”
Ella se muerde el labio.
Me siento completamente desinflada. "Va a dejar el campamento para siempre si termino
con alguien más." Demonios, voy a ser un desastre si termino con alguien más. No quiero
a nadie más que a mi maravilloso y atento a'ani gladiador. Nadie más me ha visto realmente
como él. Sé que los piojos siempre emparejan a la gente felizmente, pero no puedo
imaginarme ser feliz con nadie más que con Vordis.
Abro la boca para hablar, pero Verónica levanta la mano.

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"Sé lo que estás pensando", dice ella. "Estás pensando en Mari y T'chai, ¿verdad? ¿Cómo
apagué su resonancia? Yo diría que necesitas estar realmente, realmente, realmente segura
de que es lo que quieres. Quiero decir, hasta ahora nadie ha sido emparejado con alguien
que no puedan soportar. Las galletas para elegir entre lo que he visto, son bastante buenas".
Su cara se ruboriza y se nota que está pensando en Ashtar. "No quieras apagar algo que
quieras encender más tarde, eso es todo lo que digo"
Trago con fuerza. "Así que si quiero más hijos más tarde, ¿mi elección es dejar que esto
suceda y esperar lo mejor?" Cuando ella asiente, me enfermo cuando un pensamiento
repentino me golpea. Oh Dios, ¿y si es Thrand?
Vordis morirá si resueno en Thrand. No podrá soportarlo. No creo que yo tampoco pueda
soportarlo. El dolor me ahoga. "Oh, Verónica, esto no es justo"
"Lo sé, cariño." Ella extiende la mano y me aprieta las manos. "Esa es la parte de mierda de
ser la sanadora. A veces tengo que dar malas noticias. Pero si tú amas a Vordis y él te ama
a ti, ve a hablar con él, ¿sí? ¿Quizás puedas hacer que funcione? Taushen me estaba
diciendo que sus padres tenían tres relaciones. ¿Algo acerca de su madre que ya tenía un
compañero de placer cuando ella le resonó a su padre? Todos le criaron y fueron felices
juntos. No es raro para esta gente".
"Es extraño para mí", le digo, y trato de imaginar un hogar feliz con Vordis y Thrand (o
algún otro extraño) sentados allí. No puedo hacerlo. Ese pensamiento me enferma de
corazón, pero asiento con la cabeza. "Hablaré con Vordis. Tal vez... tal vez pensemos en
algo". Toda la esperanza ha salido de mi alma.
¿Por qué este planeta no puede darme un maldito respiro?



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RUBY DIXON
ANGIE’S GLADIATOR

Capítulo 24

ANGIE
En lugar de dirigirme directamente a la cabaña de Vordis, voy paseando a lo largo de la
playa, como hacia cuando recién llegué aquí y pensaba que el mundo estaba lleno de
injusticia y sufrimiento. Estar embarazada de un bebé misterioso terminó siendo increíble,
porque me trajo a mi pequeña Glory. Pero si resueno ante alguien que no sea Vordis, esto
no será más que miseria. Siento como si todo este mundo estuviera jugando conmigo,
dándome felicidad sólo para alejarme de ella de nuevo, como un burro tratando de alcanzar
una zanahoria en una cuerda.
¿Qué haré si pierdo a Vordis? ¿Cómo lo soportaré?
Miro fijamente las olas estrelladas, pero como antes, no me dan respuestas ni tranquilidad.
Se dirigen sin parar contra la playa, un tormentoso recordatorio de lo jodido que está este
mundo. Y me ponen triste. Cuando estoy con Vordis, no me siento sola, y ahora este mundo
quiere quitármelo. Podría pedirle a Verónica que apague mi piojo, ¿pero qué pasa si Vordis
resuena con alguien más? ¿Y si me estoy impidiendo a mí misma más hijos, o a quien quiera
que le resuene? ¿Y si Vordis se queda aunque eso signifique compartirme?
Gimo, presionando mis manos contra mi frente en frustración. ¿Qué puedo hacer?
Pienso en Vordis. Sus besos de amor y su intensa sorpresa cuando lo toqué anoche. Sé que
no debería decirle nada hasta que decida mi camino, pero mis instintos me dicen que le
confiese mi nuevo problema. Quiero escuchar sus pensamientos, recibir su consejo, dejar
que me abrace mientras lloro por mis problemas. Cuando comparto cosas con Vordis,
siempre parecen terminar un poco mejor. Ha sido mi apoyo en todo esto.
No estoy sola. Aunque sean noticias devastadoras, querrá estar ahí para ayudarme.
Me aparto de las rugientes olas y vuelvo a la cabaña, un poco más decidida. Tengo pánico,
pero Vordis me ayudará a ordenar mi mente. Me ayudará a ver la mejor manera de manejar
las cosas. Lo mejor de todo es que puede abrazarme cuando me asusto. Puede acariciar mi
pelo y decirme que lo tiene bajo control. No me dejará terminar siendo la pareja de otro, no
importa lo que diga mi piojo.
Sé que tratar de luchar contra un imperativo biológico parece ridículo, pero cuando me doy
cuenta de que Vordis no dejará que me pase nada malo, me relajo. Puse una mano sobre
mi corazón. Está martilleando de nerviosismo, pero no hay resonancia. Todavía no.
Tal vez Verónica esté equivocada. Tal vez no sea resonancia por mucho tiempo, o nunca.
¿No dijo que el piojo de Gren se sentía diferente al mío? Podría ser un error.

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Vamos, planeta, le digo en silencio, como si este mundo alienígena fuera el culpable de
todos mis problemas. Hazme un favor. No dejes que esto arruine mi relación con Vordis. Le
quiero demasiado. Le quiero muchísimo.
El planeta no responde, naturalmente. Me dirijo a la cabaña, mi objetivo a la vista, y veo
una columna de humo saliendo del techo, una señal de que ha hecho un fuego esta
mañana. Toco una mano en la parte delantera de mi túnica y hago una mueca cuando
encuentro que el cuero suave está húmedo, mis pechos goteando. Es hora de alimentar a
mi hija.
La pantalla está sobre la entrada de la cabaña y me detengo, preguntándome si debo pedir
permiso para entrar. Descarto la idea un momento después. Confío en Vordis, y él ha estado
ahí para mí en cada paso del camino, incluso cuando yo no le creía. Me querría dentro,
porque estaría con él. Así que la pongo a un lado y entro.
Mi corazón se derrite al verlo frente a mí. Vordis tiene a Glory en las pieles, y el bebé patea
sus pequeñas piernas en el aire, arrullándole mientras él le hace caras. Su pequeña mano
está alrededor de uno de sus dedos, y él está sonriendo entre cada cara tonta, arruinando
sus rasgos y luego riéndose cuando ella se ríe. "Eres una chica valiente", le dice. "Feroz
como tu madre e igual de hermosa"
Me puse una mano en la garganta, como si pudiera contener el nudo que crece allí.
¿Valiente? ¿Hermosa? No soy ninguna de las dos cosas, pero me encanta ser esas cosas
ante sus ojos. Más que nada, me encanta que parezca adorar a mi hija también. La mayoría
de los otros hombres la han ignorado completamente a ella -y a mí- en la búsqueda de las
otras mujeres de la isla. Vordis ha estado allí al cien por cien del camino.
"Te amo", dije, incapaz de retener las palabras por más tiempo.
Vordis me mira, medio entrecerrando los ojos, y su expresión se vuelve de placer. "Mi Angie.
¿Está todo bien?" Levanta a Glory en sus brazos, con cuidado de acunarla en la cabeza y el
cuello, y sonríe. "Estaba inquieta, así que pensé en distraerla"
"Lo estás haciendo increíble", le digo, desabrochando los cordones de la parte delantera de
mi túnica. "Y sólo tiene hambre" Evito la parte de la pregunta que dice "está todo bien" y
espero que no se dé cuenta de que estoy evitando una respuesta. Me siento y estiro los
brazos, y él me la da con cuidado, observando atentamente mientras abro mi túnica y pongo
a mi pequeña niña en mi pecho. Ella se agarra con un sonido de hambre, y luego la cabaña
se queda en silencio, excepto por los pequeños gruñidos ruidosos que Glory hace mientras
se amamanta.
Vordis sólo se ríe. "Escúchala. Hace que parezca que se muere de hambre" Se mueve para
sentarse a mi lado, quitándome el pelo de la cara ya que mis brazos están llenos de Glory,
y luego se inclina para frotar su nariz contra mi mejilla y mi oreja. "Me alegro de que hayas
vuelto. Te extrañaba"
Me apoyo en él, totalmente satisfecha con su cercanía. No puedo resonar con alguien más.
Es un error. Tiene que serlo. Estoy tan llena de amor y alegría ahora mismo que el universo
no me lo puede quitar. "No voy a ir a ninguna parte", le digo con fiereza, y lo digo en serio.
Le miro y hay tanto calor en sus ojos, tanto placer feroz y posesivo que me hace temblar.

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"Tan pronto como Glory termine, la instalará bien y luego tú y yo pasaremos un tiempo
juntos, ¿de acuerdo?"
Se inclina y me muerde la oreja, luego me da un beso en la piel desnuda de mi hombro que
se asoma por el cuello abierto de mi túnica. "¿Respondió la sanadora a tus preguntas?"
"Mmm"
Vordis hace una pausa y añade: "Es normal que eyacule".
Vale, eso es un giro de conversación. Me quedo aturdida en silencio por un momento, y
luego me doy cuenta de que eso es probablemente lo que le preguntó a Verónica. "No me di
cuenta de que eso no era algo normal para ti"
"Yo tampoco", admite. "Hay mucho que no sé sobre el apareamiento. Conozco la mecánica,
por supuesto. He visto a otros gladiadores cubrir a las hembras después de las peleas, pero
siempre me han dicho que los a'ani son diferentes. Estériles. No pensé... bueno, no importa.
Me han dicho mentiras" Me vuelve a rozar la clavícula con la boca. "Pero ahora estoy aquí
contigo y nada más es importante"
"Así es", estoy de acuerdo, y me duele el corazón por él otra vez. Qué frustrante y extraño
debe ser estar aquí también para él. Aquí pensé que yo era la única que estaba luchando
con los cambios y parece que Vordis ha tenido sus propios demonios. Siento una punzada
de culpa y me acerco para acariciar su mejilla. "Si necesitas practicar, estaré encantada de
ayudarte."
Me encanta el estruendo de su risa contra mi mano. Presiona su boca contra mi palma. "Te
tomaré la palabra".
"Por favor, hazlo".
Me acaricia la garganta de nuevo, y estoy llena de necesidad de él. Le miro y mis ojos se
encuentran con los de él de color azul brillante. Son como una llama azul contra su piel, y
la necesidad caliente brilla en ellos. Quiero que me quite la túnica del cuerpo y siga
tocándome, acariciándome la piel y haciéndome el amor con caricias... pero tengo un bebé
lactante en mis brazos. Glory se enfada por un momento, así que me cambio los pechos y
luego el momento se va. Me toca la mejilla y luego se levanta para poner el trípode y la bolsa
sobre la chimenea, poniendo té de hierbas y luego dando vueltas mientras yo estoy ocupada
con la bebé. Después de que termina de comer, la hago eructar y luego la mezo suavemente
hasta que se duerme. Una vez que está metida en su cesta, me vuelvo hacia Vordis, mi
mano en los cordones de mi túnica abierta.
"Déjala abierta", murmura, mientras me da una taza de té. "Me gusta mirarte"
Tomo un sorbo, resistiendo el impulso de tratar de peinarme el cabello con los dedos. Soy
como cualquier otra madre nueva puesto que soy un completo desastre la mayor parte del
tiempo. Hasta mi túnica tiene manchas de regurgitar. "Prefiero mirarte a ti", me desvío.
Mira a su pecho desnudo, frunciendo el ceño. "Pero eres tú"

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Ahogo mi risita, porque no quiero despertar a Glory. En vez de eso, simplemente dejo mi
taza de té en un lugar seguro, y luego me arrastro unos cuantos pasos para sentarme con
él. " Toc toc", susurro, mi mirada buscando la suya.
"Vordis está aquí", murmura, y luego me da una sonrisa diabólica.
Niego con la cabeza, sonriendo. "Ni siquiera lo estás intentando ahora"
"Me gusta tu sonrisa cuando lo hago mal. Eso es mejor que cualquier broma".
Oh, este hombre. Extiendo la mano y pongo mi mano en su pecho, y luego siento el impulso
loco de envolverlo con mis brazos y enterrar mi cara contra su piel. No quiero pensar en
mis problemas, pero ahora que todo está tranquilo de nuevo, se está acercando. "¿Me
abrazarías, por favor?"
Inmediatamente me abraza y me arropa contra su gran cuerpo, envolviéndome en su calor
y su maravilloso aroma. Me aferro a él, respirando hondo.
"¿Qué pasa?", pregunta. Su mano me acaricia la espalda con un toque reconfortante.
"Dame un momento y te lo diré. Necesito aclarar mi cabeza", susurro, cerrando los ojos y
dejando que su aroma me envuelva.
"Sea lo que sea", murmura, "Lo enfrentaremos juntos".
Las lágrimas que he estado tratando de ignorar me pinchan en los párpados y simplemente
presiono mi oído contra su pecho, escuchando su corazón. Tamborilea constantemente,
rápido, fuerte. Es mi cercanía, supongo, y mi maravilloso Vordis está nervioso. Por eso su
corazón le golpea tanto en el pecho. Ojalá fueras tú, digo. Sólo un poco más fuerte, sólo un
poco más, y estarías en resonancia.
Como si pudiera oírme, el latido de su pecho crece.
Jadeo, incluso cuando me siento erguida, y le miro a los ojos.
Vordis necesita un momento para darse cuenta de lo que está pasando. "Mi khui",
murmura, su mano yendo a su corazón. "¿Se lo ordenaste, como lo haces con mi polla?"
"No", jadeo. "Al menos, no lo creo ¿O sí?. No tenemos ese poder, ¿verdad?" Niego con la
cabeza para aclararlo. "¡No me importa! Todo lo que sé es que yo estoy resonando contigo y
tú estás resonando conmigo". Se me escapa una risa feliz. "¡Oh, Vordis!"
Se frota la piel en el centro del pecho, su expresión aturdida. Su mirada se centra en la
pared de la cabaña, pero sospecho que no está viendo nada. "Parece que los clones no son
estériles", dice lentamente, como si no pudiera creer lo que está escuchando.
Me río de nuevo, porque estoy mareada de alegría. "Parece que no" Pongo su cara en mis
manos, inclinando su cabeza para que me mire. "¿Está todo bien? ¿Es lo que querías?" De
repente me invaden las preocupaciones y las dudas. "Estás muy callado"
La expresión de Vordis está totalmente aturdida. "Angie. Mi Angie. Realmente eres mía."
Gime y me atrae hacia él. "Estoy más allá de las palabras ahora mismo."

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"Me conformaría con un 'sí, Angie, esto es exactamente lo que quería', le digo nerviosamente.
He deseado tanto esto, pero... no puede estar teniendo dudas, ¿verdad?
Mueve la cabeza, y luego una expresión de pura alegría cruza su rostro. Vordis da un fuerte
grito y me empuja hacia atrás sobre las pieles, riéndose con deleite. "Mía", grita. "¡Mía! Todo
mía. Ah, mi dulce Angie, no podría haber soñado con tanta alegría para mí" Entierra su
cara contra mi cuello, me besa la piel una y otra vez y se ríe a carcajadas.
Me uno, mareada de felicidad. Oh, Dios mío. Esto está sucediendo de verdad. Los sueños
se hacen realidad. Le devolví el beso, plantando mi boca por todas partes, como una mujer
poseída.
Un grito de enojo, chillón y agudo, rompe nuestras risas y besos frenéticos. Glory,
totalmente indignada al ser despertada de su siesta, emite otro grito enojado de ira.
"Oh" Dejé de besarlo, avergonzada. "Despertamos al bebé".
Me da un beso caliente en la boca dos veces y luego se levanta. "Yo me encargo". Se mueve
hacia la canasta del bebé y la toma en sus brazos, una sonrisa alegre en su rostro que
derrite mi corazón. "Voy a ser tu padre, Glory. ¿No es esto maravilloso?"
Ella le da otro grito de enojo, sus puños agitándose.
No puedo evitar reírme de la adorable preocupación en su cara cuando ella no para de
gritar. Nunca la he oído llorar tan fuerte, y por un momento, estoy preocupada. Me pongo
de pie y se la quito, e inmediatamente ella me acaricia el pecho, gruñendo, y luego se agarra
para otra alimentación. Le doy a Vordis una mirada de disculpa. "Tienes el equipamiento
equivocado para calmar a los bebés"
"No importa" Él derrocha alegría pura y acaricia la cabeza de Glory y luego se mueve detrás
de mí, envolviéndome con sus brazos alrededor de mi cintura mientras la sujeto. "No debería
haber hecho tanto ruido, pero no pude contenerme"
No puedo dejar de sonreír, recostarme contra él mientras Glory bebe por no más de un
minuto, y luego se duerme de nuevo. Miro a mi bebé, e incluso mientras lo hago, el piojo en
mi pecho se hace cada vez más fuerte, como si exigiera atención. Puedo sentir el pecho de
Vordis vibrando ligeramente contra mi espalda. "Tal vez debería llevarla a Gail hoy. Darnos
algo de privacidad para la resonancia. No quiero tener que estar callada"
Y me ruborizo.
Él gime bajo, acariciando mi mandíbula mientras me recuesto contra él, y luego siento que
sus dientes me muerde el lóbulo de la oreja. "Haz lo que te plazca. Estaré en silencio si es
necesario, mientras pueda tocar a mi pareja y reclamarla".
Oh, me gusta esa idea. Pero tampoco quiero lidiar con un bebé quisquilloso todo el día, y si
seguimos despertándola de su siesta, mi pequeña Glory de temperamento equilibrado va a
ponerse como una fiera. "Veré si Gail puede cuidarla. Deberíamos tener algo de tiempo a
solas" Me arqueo contra él. "No quiero que te quedes callado. Quiero escuchar cada sonido
que hagas"

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Vordis inhala bruscamente, y luego tira suavemente de mi túnica por encima de mis
hombros. "Entonces te haré comida, así que cuando vuelvas, comerás y luego nos
aparearemos tan fuerte y tan a menudo como queramos"
Me río, porque está muy serio y esas palabras son muy graciosas. "Suena como un plan"
Por supuesto, siendo éste un planeta de hielo y teniendo un bebé, uno no sólo pasea por el
campamento, especialmente en la temporada brutal. Requiere mucho trabajo de
preparación. Vordis sujeta Glory mientras me pongo pieles tras pieles, luego me pongo las
botas y las envolturas. Después de eso, empaco una bolsa de envolturas y mantas
adicionales para el bebé y todo lo demás que se me ocurra. Cuando tengo todo listo para
salir, tomo a la bebé cuando él me la entrega, y luego dudo. ¿Estoy siendo una mala madre?
Miro a Vordis, llena de preocupaciones.
Sus ojos se encuentran con los míos y no dice nada, pero su mirada me devora como si no
estuviera vestida como un oso polar, sino desnuda. Mientras nos miramos fijamente, su
khui se hace más fuerte en su pecho. El mío también, y con él viene una ola de calor que
se acumula entre mis muslos y luego se siente como si mi piojo estuviera palpitando justo
en mis puntos más sensibles.
Si. Vamos a despertar al bebé si se queda. "Volveré", le prometo, sin aliento.
"Date prisa".
Oh, planeo hacerlo. Puse a mi hija envuelta en pañales contra mi pecho y Vordis me ayuda
a bajar de la plataforma de la cabaña. Luego, salgo de la cabaña y bajo por la playa,
buscando la tienda de Gail. Acampa cerca de Lauren y K'thar, así que me dirijo al grupo de
tiendas del clan Brazo Fuerte y encuentro a Lauren y Gail de pie cerca del fuego. Lauren
está sosteniendo a Z'hren mientras Gail se ríe, y luego ambas se fijan en mí y saludan.
"Hola", digo sin aliento, dirigiéndome hacia ellas. "Necesito un gran, gran favor"
Gail saca los brazos. "Necesitas que cuide a este hermoso bebé tuyo, ¿verdad? La respuesta
es sí."
"¿Cómo lo supiste?" Pregunto, sorprendida incluso cuando entrego a Glory. Siento una
punzada de culpa, pero la mirada de felicidad en la cara de Gail lo hace un poco más fácil.
Ella ama mucho a los bebés.
La mujer mayor pone a mi hija contra su hombro, sonriendo. "Viniste hasta aquí con el
equivalente a un bolso de pañales en el hombro. ¿Está todo bien?" Me mira con curiosidad.
"Oh, sí", digo sin aliento, y pongo una mano en mi pecho. Mi mano tiembla contra mi piel
con la fuerza de mi piojo.
Lauren jadea, sus ojos se abren de par en par. "¿Resonaste?" Cuando asiento, parece
sorprendida. "¿Tan pronto después del bebé? Wow"
Gail estudia mi cara. "¿Es....esto algo bueno? ¿Estamos contentos con esto?"
"Estamos extasiados", le admito, ruborizada. "Y el bebé necesita dormir y puede que seamos
ruidosos"

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"Oh, chica." Gail sólo sonríe, balanceando ligeramente a Glory. "Tómate todo el tiempo que
necesites. Puedes pasar a darle de comer si quieres, pero si se pone nerviosa puedo ayudarte
con eso. Estoy más que feliz de ayudar".
"Tengo que saberlo", dice Lauren. "¿Es salsa picante o kétchup? ¿O ninguna de las dos
cosas?"
"¿Qué?" pregunta Gail, con la frente arrugada.
Me ruborizo, recordando esa estúpida broma de hace semanas. "Depende, ¿es Vordis salsa
picante o kétchup?"
"Dímelo tú". Ella guiña el ojo, y luego se convierte en una mueca cuando Z'hren le tira de
un puñado de su cabello. "No puedo mantenerlos a los dos derechos."
"Vordis es el más considerado", le digo soñadoramente. "El de los ojos bonitos".
"Ooookay. A diferencia del clon que tiene los mismos ojos, pero lo que sea. Tú los conoces
mejor que yo", dice Lauren riendo, extrayendo su pelo del apretado agarre de Z'hren. "Me
alegro de que seas feliz, aparte del kétchup y la salsa picante".
"No me importa qué condimento sea mientras sea mío", les digo, apretando mi mano contra
mi pecho como si no pudiera creer que mi piojo está resonando. "Es una locura. ¿Es.... es
posible influir en tu piojo? Porque estaba tan preocupada de que resonara con alguien más
y entonces es como si respondiera a mis plegarias". Aún me sorprende que las cosas hayan
salido tan bien. Realmente me siento como la mujer más afortunada del mundo. "Es casi
como si me estuviera escuchando"
"¿Quizás?" Lauren se encoge de hombros. "Siempre me pregunto si es una de esas cosas de
pollo o huevo. ¿Te sientes atraído porque tu piojo te conoce y te atrae hacia esa persona, o
el piojo se da cuenta de cómo te sientes y actúa en consecuencia? Parece que siempre
termina feliz, así que ¿qué importa?"
Ella tiene razón. De cualquier manera, estoy encantada. Me giro hacia Gail de nuevo y dejo
la bolsa en el suelo. "¿Seguro que no te importa? Odio la idea de dejarla si estás ocupada..."
En realidad, odio la idea de dejarla, pero también trato de ser sensata.
"Oh, señor, no. No te preocupes en absoluto. Tengo la oportunidad de dedicarme a este
hermoso bebé todo el día y vosotros dos necesitáis algo de privacidad". Abraza más cerca a
Glory, sonriendo.
"Puedo colaborar con Z'hren", añade Lauren. "Tomaos todo el tiempo que necesitéis.
Tenemos esto bajo control. Sé lo que es resonar. No vas a estar pensando en bebés. Vas a
estar pensando en cómo hacerlos". Y se ríe de su propia broma.
Ella tiene razón. Le doy a Gail una mirada agradecida, reviso a mi hija por última vez y
luego los abrazo incómodamente a los dos. "Muchas gracias a las dos"
"Disfruta", murmura Gail, su mirada en mi hija dormida. Parece emocionada de tenerla, y
mi malestar se desvanece.

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Me doy la vuelta y vuelvo a la cabaña, tropezando un poco mientras lo hago. Tan pronto
como he dejado a Glory, la fuerza completa de la resonancia erupciona a la vida,
distrayéndome. Mi cuerpo tararea con furia e incluso el roce de mi ropa de cuero sobre mi
cuerpo hace que todo sea ultra sensible. Pienso en Vordis y me pregunto si se siente de la
misma manera, y jadeo por la necesidad que atraviesa mi cuerpo. El solo hecho de pensar
en él casi hace que me retuerza de lujuria. Me muevo un poco más rápido, entonces, ansiosa
por volver a la cabaña y a sus brazos. ¿Va a estar desnudo? ¿Esperándome bajo las pieles
con toda esa deliciosa piel roja expuesta?
Oh Dios, ¿por qué sólo imaginar eso me duele tanto? Mis partes femeninas parecen
apretarse en respuesta al pensamiento, y mantengo la cabeza baja y los pasos rápidos para
que nadie me detenga a hablar. No quiero hablar ahora mismo, ya he pasado demasiado
tiempo con Gail y Lauren. Todo lo que quiero hacer es volver a la cabaña y enfrentarme a
Vordis.
Voy a rajar algo si Thrand me detiene y me dice hola.

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Capítulo 25

VORDIS
Me arrodillo cerca de la hoguera, tratando de ignorar el latido de mi erección mientras
revuelvo el té caliente. Tengo pasteles de raciones, porque sé que a Angie no le gusta el
estofado tan temprano por la mañana, y necesita comer. Pensar en Angie sólo hace que mi
khui retumbe más fuerte en el pecho, y cuando presiono contra la longitud de mi polla con
la mano, puedo sentir que la humedad se escapa de la punta.
Esto debe ser normal para los clones, después de todo.
Todavía estoy aturdido por que mi Angie resonara conmigo. Desde que Thrand y yo
llegamos, el pensamiento de una mujer ha sido una esperanza constante. A medida que
pasaron los días, mi deseo por una mujer cambió; no quería una mujer cualquiera. Quería
a Angie. Que pronto sea mía está más allá de la alegría. Pienso en la forma en que me besó,
su boca suave y caliente en la mía, y la forma en que su mano acarició mi cuerpo.
Me paso la mano por sudoroso rostro. Desearía haberle pedido a uno de los otros machos
apareados consejo sobre cómo complacer a una hembra. Tengo muy poca experiencia, pero
mi imaginación ha estallado con todo tipo de escenarios explícitos desde que Angie me
sonrió. Puedo pensar en docenas de cosas que me gustaría hacerle, pero no quiero asustarla
ni hacer algo malo. Más besos, entonces, porque le gustan. Y la forma en que me tocó la
polla... pude hacer lo mismo con ella: manosear su coño y trabajar para tratar de hacerla
llegar a las mismas alturas de placer que ella me dio a mí.
Espero.
Sin embargo, las mujeres son diferentes. Puede que no quiera que explore su cuerpo. ¿No
está siempre cubriendo sus partes frente a mi vista como si fueran vergonzosas y
desagradables? ¿Qué pasa si ella no aprecia un toque allí? Esto es preocupante. Remuevo
el fuego, preguntándome si tengo tiempo para salir y hablar con uno de los machos recién
apareados. ¿Quién sabría más? Taushen, quizás. O Ashtar. A'tam ha estado apareándose
con la única hembra sin resonancia, así que claramente está haciendo algo bien.
Me levanto... y mi mano se dirige inmediatamente a mi ingle. Me duele tanto que es
imposible caminar y mucho menos cruzar el campamento para hablar con otro varón. Me
pongo de nuevo en cuclillas, jadeando. Presionar mi mano contra mi pene no mejora el
dolor, sólo me hace desear que Angie regrese mucho más rápido.
Muy bien, piensa, Vordis. Has visto hembras antes. Has visto machos en la arena con los
premios que recibieron. ¿Qué es lo que hicieron? Cierro los ojos, me lo imagino y hago un
gesto de dolor. Esas hembras estaban siempre llorando e infelices, y no recuerdo que un

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solo macho tocara a su hembra con amabilidad. Los otros clones y yo solíamos
maravillarnos de lo duros que eran los otros machos con sus premios. Tales cosas nunca
se ofrecieron a los clones, ni siquiera los videos de los que hablaban otros gladiadores,
donde los machos se apareaban con las hembras para una grabación.
Tendré que confesarle a Angie mi falta de conocimiento, entonces. Conozco la mecánica,
por supuesto. Mi polla entra en su coño. Más allá de lo básico, sin embargo, no sé cómo
complacerla y está claro por sus toques de experta cuando me acaricia que sabe más. Le
pediré que me diga la forma correcta de hacerlo, entonces.
Quiero complacerla. Quiero darle la ráfaga de placer que ella me dio. Estoy ávido de ella.
Como si mis pensamientos intensos la hubieran convocado, Angie entra en la cabaña y
luego coloca la pantalla sobre la entrada. Le tiemblan las manos, pero me sonríe, sin aliento.
Hay algunas escamas de nieve en su cabello oscuro, pero sus ojos están brillantes y
chispeantes de emoción.
Me levanto, y esta vez le doy la bienvenida al latido de mi polla. "Mi compañera", le digo con
orgullo, y saco la mano.
"Vordis", susurra, y luego se arroja sobre mí, con sus brazos alrededor de mi cuello, y luego
nos besamos tan ferozmente como si se tratara de una batalla que debe ganarse con lenguas
y labios. Su cuerpo se desliza limpiamente bajo el mío, y luego estamos sobre las pieles,
nuestras bocas aún unidas mientras ella tira de los lazos de su túnica.
Mi Angie. En un estado de aturdimiento, recuerdo que quiero tocarla como ella me tocó a
mí, para complacerla con caricias y hacer que se le enrosquen los dedos de los pies. Con
intención, metí mi lengua en su boca, con ardientes y reclamantes caricias hasta que ella
gime dentro de mí y su mano se mueve hacia mi cuello. Puedo oír su khui retumbar
salvajemente, tan fuerte y feroz como el que tengo en el pecho. Cuando sus caderas se
levantan contra las mías, muevo mi mano hacia el vello entre sus piernas y presiono contra
el cuero. Espero que sea suave, lo que no espero es el puro calor de su coño, o que esté tan
mojada que incluso sus cueros estén húmedos con su excitación.
Un sonido gutural me desgarra la garganta.
Angie jadea, apartándose un poco de mí. “¿Hay algo mal?” Sus ojos examinan mi rostro.
“Tú…” jadeo, intentando componerme. La necesidad de calor surge a través de mí, tan feroz
que se necesita todo el control para no arrancarle los cueros de su cuerpo y moler mi verga
contra ella. Ahora veo por qué los gladiadores de la arena eran tan feroces con sus premios:
¿tener a Angie tan cerca y no poder tocar su piel? Es insoportable. Lucho por la compostura.
"Estás mojada aquí" Y presiono mi mano entre sus muslos de nuevo.
Ella gime, aferrándose a mi cuello. "Sí. Sí, lo estoy. ¿No pensaste que lo estaría?"
Nunca se me ocurrió que ella se humedecería por su excitación como lo hace mi polla. Se
me hace la boca agua cuando levanto la mano e inhalo su olor en mi piel. "Debo saborear
esto", le digo densamente, y luego busco su mirada. "¿Está permitido?"
"Oh, joder, sí", jadea. "Todo está permitido, Vordis. Lo prometo"

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"Bien". Me deslizo hacia abajo sobre las pieles y tiro de los lazos de la cintura de sus
calzones. Quiero ir despacio, tomarme mi tiempo, pero la necesidad es una calentura que
arde en mi cráneo, y me hace moverme más rápido de lo que debería. Le rasgo la ropa, sin
detenerme cuando las costuras se rompen y el cuero se rompe bajo mis manos. "Te haré
unos calzones nuevos", le digo mientras tiro los restos a un lado.
Angie se ríe, el sonido sin aliento y lleno de expectativas.
Me encanta que incluso ahora, puedo hacerla reír. Quiero oír su alegría, siempre. Le quito
el último de sus cueros y miro su belleza expuesta. Sus muslos son rellenitos y pálidos, y
tiene un mechón suave de rizos marrones entre los muslos, escondiendo su coño de mi
mirada. Puedo ver un brillo húmedo en su piel, sin embargo, y su olor es más espeso ahora,
haciendo que se me haga la boca agua una vez más. Cuando toco la parte interior de su
muslo, ella me las abre más, y me encanta lo ansiosa que está por mi toque. Me hace sentir
como si sin importar lo que haga, ella se alegrara de ello, y eso me gusta. Me hace sentir
como si no pudiera fallarle. Ella es simplemente... perfecta.
Su coño es aún más atractivo de lo que pensé que sería. Con las piernas abiertas, sus
suaves pliegues son rosados y acogedores, húmedos y llenos de excitación. Incapaz de
aguantar más tiempo, le pongo mi brazo alrededor de uno de sus muslos, tirando de él por
encima de mi hombro mientras me inclino y arrastro mi lengua por encima de ella para mi
primer saboreo.
El placer arde a través de mí, caliente y dulce. Gimo con lo intenso que es su sabor, lo
almizclado y delicioso que es. Ella está resbaladiza y temblorosa bajo mi lengua, y yo la
arponeo a través de sus pliegues, deslizándola sobre su coño y absorbiendo todo lo que
puedo de su gusto. "Necesito esto", digo roncamente. "Todo esto"
"Oh", susurra Angie, y su cuerpo tiembla debajo de mí. "Oh, Vordis. Eso se siente muy
bien".
Al escucharlo, gruño de placer, y luego la pruebo de nuevo. Mi polla palpita en mis pieles,
el dolor es tan intenso que es casi doloroso, pero lo ignoro. Ahora mismo, no quiero nada
más que a Angie y su coño presionando contra mi boca. Me sumerjo en sus dulces pliegues
una y otra vez, como si fuera uno de los mejores postres servidos en una elegante estación
espacial. Mi dulce y delicioso compañera. Sólo una probadita de ella y me muero de hambre.
Arrastro mi lengua por sus pliegues una y otra vez, y ella tiembla y emite pequeños gemidos
debajo de mí. Pero ella no se corre tan rápido como recuerdo mi clímax -un toque rápido y
le salpiqué toda su suave mano-, pero Angie necesita más. Sus dedos pasan a través de mi
cabello y nueva humedad saluda mi lengua con cada lamida, así que sé que ella todavía
disfruta de esto, pero no la he hecho liberarse. Debe haber algo más que la complazca.
Desacelerando de mi voraz y salvaje lametón, trato de mantener el ritmo. La parte delantera
de mis pantalones se me pega a la polla, y es totalmente posible que ya haya llegado al
clímax simplemente por probar a mi pareja. No importa. Sigo estando duro de necesidad, y
ahora mismo, todo lo que me importa es el placer de Angie. Así que separo sus pliegues y
arrastro mi lengua sobre cada parte de su carne, explorando y probando, aprendiendo su
cuerpo. No son sólo pétalos metidos en una hendidura, averiguo. Hay un botón rosado en
lo profundo de sus pliegues, y yo arrastro mi lengua sobre él experimentalmente.

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Angie grita, se yergue sentándose y se aferra a mi cabello. "¡Oh, Dios mío!"

Me muerdo un gemido de mi propio y feroz placer surgiendo a través de mí ante su
respuesta. "¿Lo hago de nuevo?" Pregunto, presionando mi boca contra su dulce piel. Beso
el pequeño nudo y luego paso mi lengua por encima de él, animado por sus respuestas. Se
mueve contra mí, los sonidos que hace fuertes y salvajes. Sus dedos agarran mi cabello tan
fuerte que me escuece el cuero cabelludo, pero no creo que ella quiera que me detenga.
Lamo el nudo de nuevo y luego lo succiono, y ella grita de nuevo, sus piernas retorciéndose
contra mi agarre.
"Vordis", jadea, retorciéndose debajo de mí donde la tengo clavada. Nunca he oído nada tan
dulce como eso. "Oh Dios, Vordis, por favor"
"¿Tienes más tesoros escondidos así, mi Angie?" Murmuro, provocando con mi lengua sobre
el lugar antes de volver a explorar. Jugueteo con mi lengua y ella gime, el sonido es tan
tembloroso y profundo que mi saco se tensa. "¿Justo ahí?"
Ella jadea algo incoherente en respuesta.
Desearía tener dos lenguas, una para presionar profundamente dentro de ella aquí, y otra
para jugar con su pequeño nudo. La vuelvo a lamer aquí, y luego empujo un dedo donde
estaba mi lengua hace un momento. Su coño lo agarra fuerte, caliente, mojado y
succionando, y yo aprieto mis dientes contra esta exquisita tortura. Aquí es donde mi polla
irá, y su coño la sujetará tan fuerte como ahora sujeta mi dedo. La necesidad gira a través
de mí, y luego acaricio con mi dedo profundamente, imaginándolo como si fuera mi polla
reclamándola, y vuelvo a succionarle el nudo.
"Oh," Angie gime de nuevo. "¡Oh, oh, oh, oh!" Sus gemidos se convierten en un ligero trino,
y se arquea contra mi boca, temblando. Una ola fresca de su dulce sabor me cubre la lengua
y la he llevado al clímax.
El placer grueso se mueve a través de mí, y yo beso su carne temblorosa mientras levanto
mi cabeza. "¿Con qué frecuencia puedo hacer esto?"
"¿Eh?" Me mira entre los muslos, aturdida, con la piel enrojecida. Sus labios están
hinchados y rojos, como si los hubiera estado mordiendo.
Le doy a su coño otro arrastre de mi lengua. "Saborearte. ¿Con qué frecuencia puedo hacer
esto?"
Su boca forma un círculo, y luego cae de nuevo sobre las pieles, como si estuviera gastada.
"Oh, querido señor, no puedes ser real. Gracias, Jesús." Ella agarra sus manos delante de
ella. "No sé qué hice para merecer esto, pero gracias"
"¿Quién es este Jesús?" Gruño, mordiendo el interior de su muslo para atraer su atención
hacia mí.
"No importa", me dice Angie, y desliza sus dedos a través de mi cabello. "¿Te.... te gustaba
hacer eso? ¿A mí?"

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¿Mi boca no está mojada con su liberación? ¿No he lamido cada pedacito de ella? ¿Todavía
duda? "Nunca he disfrutado de algo igual", le digo con seriedad. "Pero si no estás contenta,
puedo intentarlo de nuevo..."
Su palma me presiona la frente antes de que pueda bajar la cabeza otra vez. " Guau, salsa
picante. Necesito respirar. Lo hiciste bien. Realmente bien. Jodidamente increíble".
Me siento escéptico ante sus elogios, pero cuando me siento y suelto su pierna, veo que sus
dedos de los pies están enroscados. Tal vez lo he hecho tan bien como ella dice. "Disfruté
tocándote", le dije, mi propia necesidad palpitando un recordatorio en mi polla. "Quiero
hacer más".
Extiende la mano. "Ven a recostarte a mi lado por un segundo", dice Angie, sin aliento.
"Déjame descansar un momento y luego podremos hacer más"
Sus dedos tiemblan mientras entrelazo los míos con los suyos. Necesita tiempo para
recuperarse, me doy cuenta. Me acuesto a su lado, de frente a su hermosa y sonrojada cara.
Su cabello oscuro está húmedo en las sienes, su piel sudorosa, y quiero lamerla toda. Paso
mis dedos suavemente por su mejilla y por su cuello, mirándola fijamente mientras mi khui
canta una insistente canción en mi pecho.
Una mirada tímida aparece en su rostro. "¿Qué ves cuando me miras?"
"Felicidad. Perfección." Rastreo la punta de un dedo a lo largo de su mandíbula. "Una
hermosa hembra. Mi hermosa hembra....y la madre de mi hija"
"Habrá otro bebé también", señala.
"Lo recibiré y lo amaré tanto como amo a Glory"
"Estoy empezando a pensar que ser secuestrada por extraterrestres fue lo mejor que me ha
pasado en la vida", susurra, y traza sus dedos en mis labios. "Te amo, Vordis"
"Yo también te quiero". Las palabras son humanas, pero llegan fácilmente a mis labios. Lo
que siento por Angie es más que amor. Ella es....mi todo. Ella es el sol en los cielos y el aire
fresco, la perfección de la nieve fresca en el suelo, y la belleza de las estrellas en la noche,
y sin embargo ella de alguna manera los eclipsa a todos cuando sonríe.
Luego se muerde el labio y se inclina para besarme.
Deslizo mi mano detrás de su cuello y le pongo acuno la cabeza mientras nuestras bocas
se juntan, y su mano se desliza sobre mi pecho. La dejo guiar este beso, ya que todavía está
temblorosa con su clímax, y mi propia necesidad aumenta a medida que su mano baja por
mi vientre y se detiene en mi cintura. Ella se ríe y sus labios rozan los míos. "¿Tú también
te corriste?"
"Posiblemente". Mi mente era un caos mientras lamía entre sus muslos hasta que llegó al
clímax. Es muy posible que yo también perdiera el control. "Pero sigo estando duro por
cuánto te necesito"
Angie sonríe y tira de los cordones de mis calzones. "Entonces desnúdate para mí. Quiero
mirarte de nuevo"

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Me arranco mi propia ropa lo más rápido posible, pateando mis piernas para quitarme las
pieles de mi cuerpo. Si ella quiere mirarme, quiero que ella también me mire a mí.
Ella se ríe, y eso me hace detenerme. Una sonrisa curva mi boca. "¿Qué te divierte?"
“Sólo tengo que decir ‘¿Puedes desnudarte?’ y luego estás desnudo en dos segundos más
tarde. Nunca he visto a nadie desnudarse tan rápido. Es adorable” Ella llega a mí, y su
mano se desliza por mi verga, pegajosa con mi propia liberación furtiva. "Me encanta esto,
Vordis. Estoy tan feliz de que seas mío"
"No sería de nadie más que tuyo", le dije, y lo digo en serio. "Nunca ha habido otra mujer a
mis ojos. Sólo está Angie".
Su sonrisa es radiante.
Cuando sus dedos se mueven sobre mi polla, mi cuerpo se aprieta y tengo que luchar contra
el impulso de frotarme contra su mano. La necesito, pero estoy hambriento de más de esto
con ella - este tiempo privado con sonrisas y toques lentos. "Todavía no", le advierto. "O
perderé el control"
"Puedes perder el control cuando estás encima de mí", promete, retirando a regañadientes
su mano hacia mi pecho.
Agarro las cintas de su cuello. "¿Puedo terminar de desvestirte?"
"Por supuesto." Angie se recuesta y me mira expectante, con los dedos sobre mi abdomen.
"¿Tus tatuajes significan algo?"
"Quieren decir que los clones se aburrían entre batallas y querían hacer algo", admito, me
divierte lo importante que me parecieron en ese momento. "Conocí a un viejo a'ani que era
bueno con agujas y tinta en una estación. Le dejé hacer lo que le gustaba de mi piel porque
me hacía diferente a los demás". Me encogí de hombros porque esas cosas parecen muy
tontas ahora. "No era tanto el arte lo que importaba sino cómo ser único"
Ella mueve la cabeza mientras tiro de los cordones. "No veo cómo es posible que alguien
pueda pensar que tú y Thrand sois iguales. Parecéis gemelos, sí, pero no podríais ser más
diferentes en persona. Diablos, hasta vuestras caras tienen diferencias sutiles". Sus dedos
se deslizan sobre los músculos planos de mi estómago. "Te reconocería incluso en la
oscuridad"
Esas palabras me llenan de una alegría infernal. ¿No he soñado con ser visto como mi
propia persona? Levanto la mano de Angie a mi boca y le beso los nudillos, y luego sigo
desenvolviéndola como si fuera un regalo. Empujo su túnica hacia atrás y sus pezones
hinchados por la leche me miran fijamente. Son redondeados y llenos, con puntas y pezones
oscuros con cuentas de leche. Los lados inferiores tienen líneas rojas dentadas debajo de
ellos, y rozo una con la punta de un dedo. "¿Duelen?"
"Sólo si no la alimento por un tiempo. Las estrías no son mis favoritas". Suspira y se encoge
un poco de hombros. "Pero no se puede hacer nada por ello. Incluso si pudiera elegir,
seguiría queriendo amamantar a Glory".
"No veo nada malo en las cicatrices", le digo, y lo digo en serio. Ella es hermosa para mí.

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Angie me sonríe y su mano se dirige a mi hombro. Ella me tira hacia abajo contra ella y su
boca está sobre la mía una vez más. Nos besamos, los labios cerrados mientras toco
suavemente una teta y luego la otra. Mi compañera se retuerce contra mí, pero cuando
acaricio sus pezones su leche sale hacia fuera y ella gime de vergüenza, y cambio de táctica.
Empujando mis dedos entre sus muslos, me burlo de los pliegues y el nudo de su sexo
hasta que ella jadea contra mi boca, gimiendo con cada caricia.
"Te tocaría así todo el día, todos los días, si pudiera", murmuro entre besos. "Nada de cazar.
Nada de pescar. Sólo mis manos en el coño de Angie, escuchando sus sonidos de placer"
Ella jadea, aferrándose a mí, sus ojos muy abiertos mientras acaricio su suavidad. "Vordis".
Nada es mejor que el sonido de mi nombre en sus labios. "Dilo de nuevo", exijo. "Dime de
quién es la mano que está en tu coño, mojada con tus jugos. Dime quién hace que tus
dedos de los pies se enrosquen de deseo"
"Vordis", gime Angie, sus uñas clavadas en mi piel. "Mis Vordis. Siempre has sido tú".
Mi aliento sisea entre los dientes y me invade el deseo por ella. Le doy otro beso duro y
devorador, y cuando levanta sus caderas contra mi mano, estoy impaciente por estar dentro
de ella.
Paso mi peso sobre ella y ella me rodea con entusiasmo con sus piernas, con un tacón
clavado en mi trasero. "Sí", jadea, su expresión ansiosa. "Ahora, Vordis. Por favor"
Mi hermosa compañera. Reclamo su boca una vez más, y luego guío mi polla a su entrada.
Ella es sexy y resbaladiza, y aunque debería ir despacio, parece que no puedo parar. El
latido de mi khui es igual al latido de mi sangre en mis venas, y le doy mi dura y dolorosa
longitud en el espacio de una respiración.
Angie jadea, su cara radiante de placer, y empuja sus caderas contra mí, animándome a ir
más profundo. "Oh, Dios, qué bien se siente"
Yo también me trago un gemido. Nada se ha sentido tan exquisito como el apretón de su
coño alrededor de mi longitud, sus paredes apretadas alrededor de mi polla. Jadeo, lleno
de necesidad impulsiva mientras me sumerjo en ella. El deseo abrumador de reclamar, de
tomar, de conquistar, me invade. Esta es Angie, mi Angie, con sus piernas a mi alrededor y
su cuerpo aferrándose a las mías, y debo hacer que este momento dure. Presiono mi frente
contra la de ella, mis ojos cerrados con fuerza mientras trato de componerme. De alguna
manera, debo encontrar la fuerza para no llegar al clímax inmediatamente. Debo
asegurarme de que ella sea lo primero, y que sea tan bueno y dulce para ella como lo es
para mí.
"Estoy aquí", susurra, su mano revoloteando contra mi cara. "Tómate todo el tiempo que
necesites"
¿Cómo sabe que estoy cerca de estar desbordado? Pero, por supuesto, ella lo sabe porque
es mi compañera, mi otra mitad. Todo este tiempo he querido ser mi propia persona, y
ahora me doy cuenta de la verdad. Ser parte de su todo es mejor que ser todo yo mismo.
"Mi amor", le digo, abriendo mis ojos para mirar los suyos.

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Me sonríe dulcemente y levanta las caderas, alentándome silenciosamente.

Me quedo sin respiración, el calor resbaladizo de su coño alrededor de mi polla se está
volviendo demasiado. Incapaz de detenerme, embisto profundamente, casi como si mi
cuerpo se moviera por su propia voluntad. Luego me congelo, preocupado porque de alguna
manera la haya lastimado, me fui demasiado rápido, me moví demasiado rápido, demasiado
fuerte.
Pero Angie emite un pequeño suspiro de felicidad, su expresión no es más que placer, y yo
me muevo de nuevo. Bombearla con lentitud, incluso con embestidas es difícil cuando no
quiero nada más que conducirme con ella como un hombre salvaje. La forma en que su
compostura se desangra hace que merezca la pena. La penetré con movimientos
mesurados, observando cómo cambia su rostro, pasando de la diversión a la necesidad sin
sentido, sus uñas clavadas en mi espalda. Comienza a jadear, y luego a gemir, y luego está
gritando mi nombre mientras me muevo dentro de ella, y sus pequeños talones presionan
mi trasero como si de alguna manera pudiera hacerme mover más fuerte, más rápido y
más.
El sudor cubre mi piel y mi saco se siente tan apretado que mi cuerpo se siente como si se
fuera a deshacer por las costuras. Aún así, mi Angie se retuerce debajo de mí, llena de
excitación. "Dime qué necesitas para liberarte", exijo. "¿Qué debería darte?" No me detendré,
no puedo detenerme hasta que su placer sea completo.
“Dame tu mano” jadea, y cuando hago lo que me pide, ella arrastra su lengua sobre ella,
haciéndome estremecer. Luego, lo desliza entre nosotros y lo apoya en su montículo, y me
doy cuenta de lo que necesita. Mis dedos buscan el nudo que parece controlar su clímax, y
yo lo froto mientras la sigo embistiendo.
Angie grita, todo su cuerpo apretando el mío, sus caderas saliendo de las pieles.
Con un gruñido, la embisto, mis movimientos son los de un macho llevado al límite. No hay
nada que exista fuera de este momento, del cuerpo apretado de Angie, el apretón caliente
de su coño, y la forma en que grita mi nombre mientras froto su nudo hasta que una ola
temblorosa se mueve sobre ella y luego su coño se aprieta instintivamente alrededor de mi
longitud, apretando mi cuerpo.
Y entonces yo también me corro, mi clímax explotando, llenándola con toda la semilla que
un clon no debería tener. Entro en ella, temblando mientras el instinto nos arranca hasta
el último trozo de placer a ambos, y luego me deslizo entre las pieles junto a ella, agotado y
sin huesos. Nuestros cuerpos aún están unidos, nuestras piernas entrelazadas, y la jalo
contra mí, sin importarle que jadee furiosamente y que nuestras pieles estén húmedas por
el sudor. Necesito tocarla en este momento, asegurarme de que esto es real.
Angie se ríe sin aliento y se aferra a mí. "Eso fue.... bastante asombroso"
Asiento con la cabeza. No tengo palabras para esas cosas. Sólo sé que nunca he
experimentado tal alegría, y todo es gracias a ella. Le beso la frente y la abrazo con fuerza
contra mí, mis pensamientos son caóticos. No sé qué decirle... hasta que lo hago. " Toc toc".
Se ríe aún más, y el sonido es maravilloso de escuchar. "¿Quién está ahí?"

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"Soy yo, tu compañero", le digo con orgullo.

Ella se ríe, el placer obvio de su voz. "Eres un idiota". Pero ella me besa, y me encanta su
sonrisa.



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Epílogo

VORDIS
Nos apareamos dos veces más en rápida sucesión, y luego nos dormimos, enredados uno
alrededor del otro en las pieles. Cuando nos despertamos, nuestros khuis todavía zumban
de necesidad, pero Angie se viste. Le duelen las tetas y quiere ir a alimentar a Glory antes
de que pasemos la noche juntos en las pieles. La beso posesivamente y jugueteo con su
coño hasta que se queda sin aliento, pero finalmente la dejo ir.
Me siento junto al fuego, disfrutando de su olor en mi piel, contento. Nunca he sido tan
feliz. Ni siquiera después de la más feroz de las victorias en la arena, o la más estrecha de
las victorias en batalla. Es un placer abrumador pensar en las noches con Angie y los días
a su lado, nuestros hijos en nuestros brazos. Quiero esto más que nada.
Sin embargo, pensar en la arena me hace pensar en Thrand, y la culpa me hace levantarme.
Me pongo los calzones y las botas, y salgo de mi cabaña para mirar hacia la suya. Está a
sólo unos pasos de la mía, y en su momento me irritó que construyera su cabaña tan cerca
de la que yo construí para Angie. Ahora, me pregunto si es porque simplemente quería estar
cerca de mí, y estoy extrañamente contento por ello. El biombo está sobre la puerta, y me
muevo a su plataforma y luego le doy un rasguño. "¿Hermano?"
"Adelante". Thrand suena aburrido. Cansado.
Agacho la cabeza y me meto dentro. Thrand está sentado con las piernas cruzadas por el
fuego, los codos sobre las rodillas y una expresión malhumorada en la cara. Me siento a su
lado y no digo nada, tratando de pensar en cómo abordar esto.
"Hueles como Angie", dice Thrand. "Y a sudor. Y... algo más"
“A apareamiento” le digo. “Hemos resonado”
Él asiente. “Lo sabía”
Le echo una ojeada “¿Estás celoso?”
Thrand frunce el ceño hacia el fuego, sin mirarme. "¿De la hembra? No. Me entristece que
ya no seamos Vordis y Thrand. Siempre he tenido a mi hermano, antes. Ahora tienes a
alguien más. No me sienta bien". Por fin me mira. "Y eso me avergüenza. Quiero tu felicidad,
hermano. Me alegra que tú y Angie os hayáis elegido el uno al otro. Estoy triste por mí
mismo"
Puse una mano en su hombro. "Tu hora llegará"
Gruñe, sin convencerse.

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"Lo hará, lo juro. Si yo no soy estéril, eso significa que tú tampoco lo eres. Resonarás con
una buena hembra y tendrá tus propios hijos. Hasta entonces, siempre eres bienvenido a
nuestro fuego" Hago una pausa. "A menos que estemos en las pieles, por supuesto.
Entonces debes esperar".
Thrand resopla, una pizca de diversión enroscando su boca. "Como si quisiera sentarme
cerca y girar mis pulgares mientras te apareas con ella. Ya es bastante malo que el viento
lleve tu nombre a mis oídos una y otra vez".
"Es tu culpa que construyeras a mi lado", digo, y no puedo evitar sonreír. "Hicimos mucho
ruido, ¿no?"
"Me sorprende que Raahosh no se haya presentado y exija saber por qué estás matando a
Angie", dice con sarcasmo. "O R'jaal, ya que él también se viste de líder"
"Bah. No nos molestarán. Ellos saben lo que significa resonar" Me froto el pecho, donde el
zumbido se ha ralentizado con la ausencia de Angie... pero sólo un poco. Sé que en el
momento en que ella regrese, estaremos juntos una vez más, y no puedo esperar. "Y saben
que nunca le haría daño a Angie"
Los dos resoplamos de diversión, nuestros pensamientos probablemente sean similares.
Thrand se queda callado una vez más y luego me mira.
"Si te molesta que haya construido una cabaña junto a la que compartirás con Angie, puedo
moverme", dice después de un momento. "Darle esta cabaña a otra persona y construir una
nueva más allá de la playa"
"No" Le observo y le pongo una mano en el hombro. "Eres mi hermano. Eso no ha cambiado.
Me alegro de que estés aquí....como me alegro de que estemos encallados en este planeta
juntos"
Su sonrisa aumenta, su sonrisa es un poco más amplia ahora. "Mientras no vaya tras tu
hembra, ¿eh?"
"Correcto", le digo con una palmada en el bíceps. "Angie es mía. Pero sigues siendo Thrand,
y yo sigo siendo Vordis, y me alegro de que compartamos esta aventura juntos".
Él asiente con la cabeza y me extiende una mano. La acepto, y sé que en ese momento
estamos bien.
Los hermanos siempre son hermanos.



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Nota de la autora
Sentaos. Hablemos.
A veces no tengo mucho que decir en las notas del autor aparte de lo mucho que disfruté
escribiendo este libro, pero para éste en particular, tengo mucho terreno que cubrir y
vosotros tenéis preguntas. Así que hagámoslo, ¿de acuerdo? :)
Siempre ha sido el plan para Vordis y Thrand tener sus propios libros. Se suponía que sólo
uno se quedaría con Angie. Sé que se ha hablado mucho entre los aficionados sobre la
posibilidad de que esto sea un menage a trois, pero no lo es. Acepté la idea por un corto
tiempo porque hay un componente muy ruidoso que AMA la idea de un menage para los
tres, pero sentí que no funcionaba en el mundo que había establecido.
Los sa-khui siempre han estado abiertos a las relaciones polígamas. Han sido un grupo
pequeño durante mucho tiempo y siempre han estado más inclinados hacia los machos que
hacia las hembras, por lo que tendría sentido que aparecieran de vez en cuando tres
apareándose. Sin embargo, el khui sólo selecciona a una persona, y la idea de dar
resonancia sólo a Vordis o sólo a Thrand y aún así hacer que el otro sea parte de la pareja
no me gustó. Siento que tiene que haber igual afecto en todos los partidos para que una
tríada funcione, y si dos de la tríada resonaron, el número tres siempre va a parecer un
poco como un sobrante. No me gustaba esa idea.
Como alguien más ha señalado en Facebook, los gemelos idénticos SON clones el uno del
otro. Su ADN es exactamente el mismo. Sin embargo, si alguna vez habéis conocido gemelos
idénticos, también sabes que si bien pueden ser "idénticos", también hay maneras de
distinguirlos. Las características son ligeramente diferentes, la forma en que se comportan
puede ser diferente, o pueden hacer todo lo posible para diferenciarse lo más posible de su
hermano. Hace un tiempo leí un artículo sobre el "hermanamiento" y cómo muchos gemelos
idénticos odiaban el hecho de vestirse como un par a juego, como si no tuvieran su propia
identidad aparte de ser un gemelo, y pensé que era fascinante Eso me inspiró a crear a
Vordis y Thrand. ¿Qué pasaría si hubieras tenido una identidad compartida toda tu vida y
de repente te pusieras en un lugar donde no tuvieras que hacerlo? ¿Cómo te las arreglarías
con eso?
Vordis inmediatamente ama la libertad que se le da, pero Thrand lucha por entender lo que
significa cuando su identidad ya no es sólo la de otro a'ani. Para mí, era más divertido jugar
con eso como autora que con un menage, así que ese es el ángulo hacia el que me incliné.
¡Lo siento si alguien se decepcionó! Thrand tendrá su propio libro a tiempo, y tendrá su
propio foco de atención y su propia resonancia. Me encanta esa idea y estoy tan ansiosa
por escribirla que espero que lo entendáis.
Hablando del a'ani - quería señalar que sus patrones de habla son ligeramente diferentes a
los de los sa-khui o los isleños. No crecieron hablando el idioma sakh (que imagino
mentalmente como muy gutural y profundo, lleno de sílabas que tuercen la lengua) así que
no tienen problemas con los nombres humanos. Esta es la razón por la que A'tam llamará
a Bridget 'Bree-shit' debido a la difícil cuestión de la 'g', pero para Vordis o Thrand ella es

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simplemente Bridget. Además, utilizan los términos `bebé' o `niño' en lugar de `kit' porque
el kit es un uso cultural para los sa-khui. ¡Por si acaso te lo estabas preguntando!
Y ya que estamos hablando de clones, pensé también en mencionar a Glory, el bebé de
Qura'aki (pronunciado qwer-ah-akh-ee). La idea para ella surgió de otro artículo que leí on
line (por qué sí, paso demasiado tiempo en Buzzfeed, ¿por qué me preguntas?) sobre gente
que estaba clonando a sus mascotas. Lo proyecté un poco más lejos y pensé en lo que una
sociedad interestelar muy poderosa y altamente tecnológica pensaría al respecto, y lo
insensible que son algunos para otras formas de vida, y no es exagerado imaginar toda una
raza de juguetes muy apreciados y bonitos que se crían para los ultra ricos. Estoy segura
de que veremos a otra hembra Qura’aki aparecer en mis escritos, pero no en el planeta de
hielo. Tal vez... tal vez más corsarios espaciales u otra novia alienígena por correo (temblad
de emoción). No me hagáis empezar con nuevas ideas, o estaremos aquí todo el día.
Hablar de Glory me lleva a la SIGUIENTE sección de esta carta de autor de duración épica.
¿Por qué este libro no es tan sexy como el de Willa? No podía hacerle eso a mi pobre Angie.
El momento no era el adecuado para que ella tuviera un festival tremendo de sexo épico. Al
principio está súper embarazada, y luego ha dado a luz recientemente, así que traté de ser
consciente de cómo se sentiría como una nueva mamá. Puede que tenga todo tipo de
emociones y sentimientos hacia Vordis, pero va a ser más lenta para actuar sexualmente
debido a todo lo que ha pasado recientemente. Espero que hayas disfrutado de un libro más
dulce. El próximo no será dulce, sin embargo. A veces una chica sólo tiene que escribir
cosas raras. ;)
Hablando de ligues. El campamento de la playa está en pleno apogeo en este momento. En
mi cabeza, el khui tiende a conectar a la gente en el momento en que se dan cuenta de que
el compañero compatible está cerca, por lo que siempre hay una ráfaga de resonancias
instantáneas cada vez que los extraños se encuentran. Por supuesto, como autora, ESTO
ES MALO. ESTO ES ESTÚPIDO. Porque ahora me he pintado a mí misma en una esquina
donde tengo un montón de romances en la línea de banda de los que aún no he hablado.
Argh! ¡No sean como yo, gente! ¡Pensad en esta mierda!
Estoy bromeando (bueno, sobre todo) porque me encanta tener tanto que hacer en el
campamento, pero me siento mal cuando no vuelvo a los esperados emparejamientos tan
rápido como quiero. Ahora mismo, aún estamos esperando a ver con quién resonó M'tok.
Estamos esperando a ver qué pasa con Hannah y J'shel y si se gustarán o no, y Bridget
tiene sus garras en el hombre más guapo de la isla, A'tam. Y luego están los pobres y
sufridos Mari y T'chai, que han sido desconectados en el departamento de la resonancia y
podrían no volver nunca. Aún no he decidido quién será el siguiente, pero me inclino por
Hannah y J'shel. Dicho esto - si tenéis una pareja por la que sentís preferencia y queréis
que os la ponga al frente de la fila, ¡no dudéis en hablar en Facebook! Mi objetivo es
complacer y si hay suficiente diversión, puedo ser convencida).
Si todavía estáis leyendo la nota de este autor, FIRE IN HIS VEINS estará a la vuelta de la
esquina. Estoy deseando que llegue enero para el libro de Liam y Andrea, y estoy
emocionada por jugar en el Fort Shreveport post-apocalíptico para unos pocos. Después de
eso, será el libro tan esperado de Marlene (¡me estuvo hablando por un tiempo y luego se
quedó callado! ¡argh!) u otro de Icehome. Como dije antes, si estás MURIENDO, MURIENDO,

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MURIENDO para ver algo específico, envíame una línea. Siempre trato de responder a los
mensajes privados de Facebook, pero de vez en cuando me pierdo los comentarios. A veces
hay una avalancha de ellos y ¡me pierdo!.
Como siempre, muchas gracias por vuestro apoyo y amor a esta serie y a todas mis novelas
sobre Planetas de Hielo. Es una verdadera alegría escribir tantos libros en un mundo que
me gusta y que los recibáis con tanto entusiasmo. Vosotros sois los mejores fans del mundo
y espero no defraudaros nunca. Y si os sentís tan inclinados, ¡me encantaría una crítica en
Amazon! Ellos ayudan a que un libro tenga éxito y agradezco sus comentarios.
Mucho amor,
Rubí <3
PS - ¡El audio llegará en unos meses! Me preguntáis por qué siempre van después de la
publicación y la verdad es que la compañía de audio recibe el libro el mismo día que
vosotros. Mi otra opción es sentarme en el libro por unos meses y esperar a que el audio
esté listo (para lanzar los dos al mismo tiempo), pero como lector, preferiría tener el libro
pronto. ¡Espero que eso tenga sentido! <3

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ELENCO DE PERSONAJES
Los Recién Llegados (Tribu de Icehome)
Lauren/Lo – Hembra adulta en el campamento de playa. Una vez tuvo gafas. Le gusta ser
solucionadora de problemas. Resuena con K'thar.
Marisol – Hembra adulta aterrorizada en el campamento de playa a la que le gusta
esconderse. Se queda atrapada con Lo en la isla. Resuena con T'chai. Debido a su
enfermedad, su resonancia ha sido apagada por la sanadora.

Hannah – Auto-proclamada asistente de Vektal. Una de las mujeres del campamento de la

playa. Resonó cuando los isleños llegaron a la playa.

Angie – Mujer adulta del campamento de la playa. Embarazada de un misterioso bebé

cuando despertó. Da a luz a Glory (una hembra clon). Ha resonado con Vordis.

Willa – Mujer adulta con acento sureño. Amiga de Lo. Resonó con Gren.

Gren – Un hombre bestial y salvaje, ex-gladiador. Con cicatrices a la vista. Se llevó a Willa
del campamento… ¿o no?. Resonó con Willa. Suave y peludo, según Aayla

Verónica – Nueva sanadora en el Planeta. Resonó con Ashtar al llegar. Un poco torpe, por
lo demás sosa. Necesita trabajar en el trato con los pacientes.

Ashtar – Seductor ex-gladiador dorado y ex-esclavo. Macho Drakoni que puede cambiar de
forma a una "forma de batalla" como un Dragón y tiene la capacidad de comunicarse
telepáticamente. Resuena inmediatamente para Verónica. Atractivo.

Vordis – Uno de los gemelos rojos. Ex gladiador de una raza llamada a’ani. Mucho tiempo
hermano/amigo de Thrand, otro clon. El realmente devoto. Salsa picante. Resuena para
Angie.
Thrand - Uno de los gemelos rojos. Ex gladiador de una raza llamada a’ani. Mucho tiempo
hermano/amigo de Vordis. Confundido con Nadine. El impulsivo y competitivo. Ketchup.

Tia – Adolescente del campamento de la playa Flirtea con Sessah.

Nadine – Una de las mujeres adultas del campamento de la playa. Aprendiendo a cazar.
Realmente irritada con Thrand.

Callie – Una de las mujeres adultas del campamento de la playa.

Bridget – Una de las mujeres adultas del campamento de la playa. Amiga de Verónica.
Conectada con A’tam.

Steph – Una de las mujeres adultas del campamento de la playa.

Raven – Una de las mujeres adultas del campamento de la playa. Rubia a pesar de su
nombre. De padres hippies.

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Penny – Una de las mujeres adultas del campamento de la playa. Está aprendiendo a cazar.

Devi – Charlatana mujer adulta del campamento de la playa. Ex científica.

Flordeliza – Mujer adulta del campamento de la playa.

Samantha – Una de las mujeres adultas del campamento de la playa.

De la vieja tribu (Croatoan)

Raahosh – Cazador de la tribu de Croatoan. Con los cuernos rotos. Emparejado con Liz y
tiene tres hijas, Raashel, Aayla y ahora, Ahsoka. Generalmente malhumorado para estar
cerca de él (salvo con su pareja).

Liz – La sarcástica compañera humana de Raahosh. Madre de Raashel, Aayla, y de la recién

nacida. Empollona de Star Wars. Salada.

Raashel - La hija mayor de Liz y Raahosh. Un poco de chismosa.

Aayla - La hija mediana de Liz y Raahosh. Fascinada con Gren.

Ashoka - La hija recién nacida de Liz y Raahosh.

Salukh – Cazador de la tribu de Croatoan. Su pareja es Tiffany.

Hassen – Cazador de la tribu de Croatoan. Su pareja es Maddie.

Pashov – Cazador de un cuerno de la tribu de Croatoan. Su pareja es Stacy. Tiene el

desafortunado don de recibir muchos golpes en la cabeza.

Cashol – Cazador de la tribu de Croatoan. Su pareja es Megan.

Sessah - No apareado, larguirucho, adolescente sa-khui de Croatoan. Deslumbrado por

todas las solteras de Icehome.

Rukh – Cazador de la tribu de Croatoan y ex exiliado. Su pareja es Harlow. Hermano de

Raahosh, padre de Rukhar y ahora de Daya.
Harlow – Emparejada con Rukh, madre de Rukhar y de la recién nacida Daya. Ayuda a
Mardok con tecnología robada/saqueada de las naves estrelladas.

Ruchar – Hijo de Rukh y Harlow.

Daya - La hija recién nacida de Harlow y Rukh.

Farli – Una de las pocas mujeres sa-khui. Emparejada con Mardok, y tiene una pequeña
mascota dvisti llamada Chompy. Embarazada.

Mardok – Ex soldado que ha elegido permanecer en el planeta helado. Gurú de la tecnología.

Emparejado con Farli.

Taushen – Cazador y emparejado con Brooke. Recientemente llegaron al campamento de

Icehome.

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Brooke – Recientemente emparejada con Taushen. Era peluquera en la Tierra, y ha llegado

recientemente al campamento de Icehome.

Vektal – Jefe de la tribu de Croatoan. Casado con Georgie (humana) y padre de dos hijas.
Recientemente regresó a casa.
Los Clanes de la Isla

Clan del Brazo Fuerte

K’thar – Cazador, líder de hecho del Clan Brazo Fuerte, resonó con Lauren/Lo

J’shel – Cazador del Clan Brazo Fuerte, resonó con Hannah

N’dek – Cazador del Clan Brazo Fuerte, recientemente perdió una pierna por un ataque de
un Kaari

I’chai – hembra muerta, madre de Z’hren

Z’hren – Niño huérfano de los Brazo Fuerte

Fat One/Kki – volador nocturno mascota del clan

Gail – Madre adoptiva de Z’hren, mujer humana mayor.

Vaza – Padre adoptivo de Z’hren, macho mayor sa-khui.

Clan de Cuerno Alto

R’jaal – Líder del Clan Cuerno Alto

T’chai – Cazador del Clan Cuerno Alto, resonó con Marisol

M’tok – Cazador del Clan Cuerno Alto, resonó al final del libro LAUREN’S BARBARIAN con
una mujer que no conocemos. ¿Quién podría ser? ¿Por qué no se han acostado todavía?
¿Por qué Ruby es tan provocadora?

S’bren – Cazador, hermano de M’tok

Clan del Gato Sombreado

I’rec – Líder del Clan

O’jek – Cazador

A’tam – Cazador, se dice que es el más guapo de la isla. Actualmente conecta

U’dron – Cazador

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