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Sepsis neonatal

    
Es una infección de la sangre que se presenta en un bebé de menos de 90 días de edad.
La sepsis de aparición temprana se ve en la primera semana de vida. La sepsis de
aparición tardía ocurre después de 1 semana hasta los 3 meses de edad.

Causas
Muchas bacterias diferentes, incluso la Escherichia coli (E colii), Listeria y ciertas cepas de
estreptococo, pueden causar sepsis neonatal. Los estreptococos del grupo B (EGB) han
sido una causa mayor de sepsis neonatal. Sin embargo, este problema se ha vuelto menos
común porque se examina a las mujeres durante el embarazo. El virus del herpes
simple (VHS) también puede causar una infección grave en un bebé recién nacido. Esto
sucede más a menudo si la madre contrajo recientemente esta infección.
La sepsis neonatal de aparición temprana se presenta más a menudo dentro de las 24 a
48 horas del nacimiento. El bebé contrae la infección de la madre antes de nacer o durante
el parto. Los siguientes factores incrementan en un bebé el riesgo de padecer una sepsis
bacteriana de aparición temprana:

 Colonización de estreptococos del grupo B durante el embarazo

 Parto prematuro

 Rompimiento de fuente (ruptura de membranas) que dura más de 18 horas antes del
nacimiento

 Infección de tejidos de la placenta y líquido amniótico (corioamnionitis)

Los bebés con sepsis neonatal de aparición tardía resultan infectados después del parto.
Los siguientes factores aumentan en un bebé el riesgo de padecer este tipo de sepsis:

 Tener un catéter en un vaso sanguíneo durante mucho tiempo

 Permanecer en el hospital por un período de tiempo prolongado

 Los virus son organismos infecciosos diminutos, mucho más


pequeños que un hongo o una bacteria, que necesitan
invadir una célula para reproducirse (véase Introducción a
las infecciones víricas ).
 Las infecciones víricas son frecuentes en personas de todas
las edades, pero a menudo parecen concentrarse en los
lactantes y los niños. La mayoría de las infecciones víricas
infantiles no son graves e incluyen diversas enfermedades
como resfriados, dolor de garganta, vómitos y diarrea,
y fiebre con erupción cutánea . Algunas enfermedades víricas
causan enfermedades más graves, como el sarampión, pero
actualmente son menos frecuentes gracias a la vacunación
generalizada. Algunos tipos de infecciones víricas que
pueden contraer los niños se tratan en las infecciones víricas
de los adultos.
 Generalmente, los padres distinguen si su hijo está enfermo
con una infección potencialmente grave y tiene necesidad de
atención médica inmediata, especialmente en niños que ya
han pasado el periodo de lactancia. Muchas infecciones
víricas son tan características que el médico puede
diagnosticarlas basándose solo en los síntomas. El médico,
por lo general, no necesita identificar mediante análisis el
virus específico responsable del cuadro.
 La mayoría de los niños con infecciones víricas mejoran sin
tratamiento. Muchas de las infecciones víricas producen
fiebre y dolor o malestar corporal. Algunas veces, el médico
trata estos síntomas con paracetamol (acetaminofeno) o con
ibuprofeno. La aspirina (ácido acetilsalicílico) no se
administra a niños o adolescentes con estos síntomas,
porque aumenta el riesgo de síndrome de Reye en los que
tienen ciertas infecciones víricas. Los antibióticos no pueden
curar las infecciones víricas. Sin embargo, se dispone
de medicamentos antivíricos  para algunas infecciones víricas
como hepatitis, algunos virus del herpes, gripe y virus de
inmunodeficiencia humana (VIH) .

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