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Martha C. Nussbaum El cultivo de la humanidad Una defensa cldsica de la reforma en la educacion liberal @P PAIDOS Barentona = Eusros Aros « INTRODUCCION LA EDUCACION ANTIGUA ¥ LA ACADEMIA DEL PENSAMIENTO En Las subes, la gran comedia de Aristéfanes, un joven, Avide de nuevos aprendizajes, se encamina hacia la Academia del Pensamien- to dirigida por un personaje extrafio y de mala reputacién: Sdécrates. Alli ponen en escena ante él un debate en que se contrastan los mé tos de la educacién tradicional con los de la nueva disciplina del did- Jogo socratico. El defensor de la Educacién Antigua es un viejo y rude soldado que apoya un régimen patriético fuertemente discipli- nado, con mucho que memorizar y sin demasiado espacio para el cuestionamiento. Le encanta evocar un tiempo que quizé nunca exis- tié, una época en la que los jévenes obedecian a sus padres y en que su Gnico deseo era morir por la patria, una €poca en que los profeso- res ensefiaban aquella solemne y antigua cancidn: «Atenea, gloriosa saqueadora de ciudades», y mo los nuevos y extrafios cantos de ese momento. Estudia conmigo, decia con voz resonante, y te veras como un hombre de verdad: pecho amplio, lengua pequefia, nalgas firmes y genitales pequefios (una virtud en aquellos dias, simbolo de varonil autocontrol). Su oponente es un argumentador, un hombre de palabras seduc- loras: Sdcrates, visto a través del distorsionado prisma del conserva- durismo aristofanico, Promete al joven que aprendera a pensar de manera critica sobre los origenes sociales de normas morales apa- rentemente eternas, a distinguir entre lo convencional y lo natural. Aprendera a claborar sus propios argumentos, libre de toda sujecién a autoridad, No tendra que someterse a continuas marchas. Estudia conmigo, concluye, y lucirés como un Fildsofo: tendras una lengua grande, un pecho hundido y estrecho, nalgas suaves y genitales grandes (un defecto en ese entonces, simbolo de falta de templanza). Obvia- mente, la autopropaganda de Sdcrates est4 siendo astutamente tergi- versada por la oposicién conservadora. ¢Cual es el mensaje? La Nue- va Educacién arruinara el autecontrol viril, convertird a los javenes 20 EL CULTIVO DE LA HUMANIDAD en rebeldes obsesionados por el sexo y destruird la ciudad. Pronto el hijo va a casa y defiende un argumento relativista segtin el cual él de- beria golpear a su padre, a ese mismo padre que, furioso, luega tora una antorcha y quema la Academia del Pensamiento. (No queda cla- re si el hijo todavia esta dentro.) Veinticinco afios después, en el jui- cio por corromper a los jévenes, Sdcrates se refirié a la obra de Ari téfanes como la principal fuente de prejuicio en su contra. Tanto en cl Estados Unidos de nuestra épeca come en la antigua Atenas, la educacién liberal est cambiando. Nuevas materias han pasado a formar parte de los curriculos de Letras de las escuelas su- periores y universidades: la historia y la cultura de los pueblos no oc- cidentales y de las minorias émicas y raciales dentro de Estados Uni- dos, las experiencias y logros de las mujeres, la historia e intereses de lesbianas y homosexuales. Con frecuencia estos cambios se presen- tan en la prensa diaria come si fueran grandes amenazas, tanto res- pecto de los criterios tradicionales de excelencia académica como de Jas normas tradicionales de civilidad y ciudadania. Los lectores re ben la imagen de una élite totalitaria y altamente politizada que esta tratando de imponer una visién «peliticamente correctas de la vida humana, trastrocando los valores tradicionales y, de hecho, ensefan- doa los alumnos a argumentar en favor de «golpear al padre». Toda- via esta en tela de juicio la indagacién socratica. Nuestros debates so- bre los curriculos revelan la misma nostalgia por una época mas obediente, mas reglamentada: la misma desconfianza frente al pen- samiento nuevo e independiente expresada en la brillante descrip- cién de Aristéfanes. Este retrato de los campus de hoy guarda poco parecido con la realidad cotidiana de la educacidn superior en Estados Unidos, don- de el cuerpo docente y los estudiantes se esfuerzan por resolver los problemas de la diversidad humana. Los horrores descritos de mane- ra sensacionalista pueden algunas veces ser més entretenidos de leer que los calibrades recuentos de tomas de decisiones responsables; sin embarge, son estos tiltimos los que necesitamos, pues represen- tan la tanto mds ordinaria realidad. Con el fin de evaluar los cambios que estén ocurriendo en las escuelas superiores y universidades, te- nemos que mirar mas de cerca para ver exactamente qué esté cam- biando y por qué. ¢Qué estan haciendo realmente los docentes y es- tudiantes y cémo la tematica de moda sobre la diversidad humana afecta a lo que hacen? gQué tipo de ciudadanos estan tratando de pro- ducir nuestros establecimientos superiores y em qué medida lo estan logrando? Para responder estas preguntas, necesitamos dar una mi- INTRODUCCION 21 rada no sélo a una o dos instituciones de prestigio, sino a un amplio espectro, representativo de la diversidad que actualmente se da en la educacién superior de Estados Unidos: instituciones publicas y pri- vadas, religiosas y seculares, grandes y pequefias, rurales y urbanas, institutos y universidades. Miradas las cosas desde esta perspectiva, si vemos problemas; y vemos tendencias que deberian criticarse. Pero en su conjunto, la educacién superior en Estados Unidos se encuentra en buen estado de salud. Nunca antes habia habido tantos jévenes docentes talento- sos ¥ dedicadas, disperses en muchas instituciones de diversos tipos, ¥ reflexionando sobre los dit s temas de la relacién entre educa- cién y ciudadania, La escasez de empleos en el campo de las ciencias humanas y sociales ha derivado en dificultades econémicas, y mu- chas han debido abandonar las profesiones que aman. Pero los que se quéedaron estan intensamente comprometidos: ademas, los profe- sores ¢ investigadores mas competentes ya no s¢ concentran solo en algunas escuelas de élite. Estin dispersos por todo el pais, reflexio- nando sobre la misién de la educacién superior, ensayando estrate- gias para despertar ¢l pensamicnto reflexive de los estudiantes a los que deben ensefiar. La historia real de la educacién superior en Esta- dos Unidos es la historia de los diarios esfuerzos de estos hombres y mujeres por razonar debidamente sobre cuestiones apremiantes y por comprometer los corazones y las mentes de sus estudiantes en ese afin. En la Universidad de St. Lawrence, una pequefia escuela superior de artes liberales al norte de Nueva York, cerca de la frontera cana: diense, a comienzos de enero la capa de nieve tiene mas de medio me- tro de altura. Los automdviles casi no hacen ruido al pasar sobre la superficie completamente blanca del suelo, Pero el campus esta bien mantenido, incluso en Navidad, En una sala para seminarios bien ilu- minada, los jévenes docentes, reunidos a pesar de la festividad, ha- blan con cntusiasmo sobre su visita de un mes a Kenia, donde estu- von la vida de un pucblo africano. Tras haber compartido la vida cotidiana de hombres y mujeres comunes, tras haber participado en los debates locales sobre nutricién, poligamia, sida y mucho mds, ahora estén incorporanda esta experien sos sobre historia del arte, filasofia, religién y estudios de la mujer. Planificando ansiosos el préxime viaje de verano a la India, ya se e5- tan reuniendo todas las semanas en un seminario vespertino sobre la cultura y la historia de esa nacién. Los Ifderes del grupo, Grant Corn- ia a sus ensefanzas, en cur- 22 EL CULTIVO DE LA HUMANIDAD well, de Filosofia, y Eve Stoddard, de Inglés, hablan sobre el modo en que ensefian a sus estudiantes a pensar criticamente sobre el relativis- mo cultural, utilizando un cuidadoso cuestionamicnto filosdtico se- iin la tradicién socnitica, con el fin de criticar la sencilla pero en dl- timo términe (argumentan) incoherent idea de que la tolerancia nos exige que no critiquemos el modo de vida de los demas. Sus estudian- tes realizan juiciosos planteamientos en que analizan los argumentos a favor ¥ en contra de que los extranjeros se pronuncien sobre la prac tica de cercenar el clitoris de las mujeres en Africa. En Riverside, ya alas 8 a.m. una oscura neblina cubre las monta- fas y las plantaciones de naranjos. Es el primer dia del periodo aca- démico de verano en el campus de la Universidad de California y un grupo de estudiantes de diverso origen étnico (las minorias totalizan mas del 40 %) llenan los prados del establecimiento. Richard Lowy, un joven instructor de Estudios Etnicos, blanco, habla ripidamente a mi asistente de investigacién Yasmin Dalisay, hija de doctores Filipi- nos que emigraron a Orem, Utah. Lowy habla con voz baja y suave, mirando a través de los gruesos cristales de sus gafas. Describe la di- ficultad de enseiiar sobre la inmigracién, la asimilacién y las luchas de las nuevas minorias en un clima politico saturado de sensaciona- lismo, desconfianza y sensibleria irracional. «Hay algunas personas que ensefian el multiculturalismo de un modo provocative. Yo opto por un enfoque mas contemporizador, Trato de decir a la gente que no estoy aqui para menoscabarlos y que no me interesa condenar a nadie por lo que sus ancestros, parientes o quien sea haya hecho; sélo trate de explicar lo que est4 pasando y espero que los conoci- mientos que presento empezardn a tener efecto sobre las personas, mientras que el extremado emocionalismo de algunos es lo que hace perder el interés. Pienso que resulta demasiado limitado para la gen- te orientar su humanidad sélo en términos politicos, ¥ siempre les digo que pueden humanizar sus ideas politicas o politizar su huma- nidad, y que si uno es un ser humano realmente decente, de actitud correcta, corazdn justo y de buena fe, esto se notara, Asi es que trato de poner las cosas en esa perspectiva.» En Reno, el campus de la Universidad de Nevada es un pequefio enclave de ladrilla rojo y césped bien cortado. Yasmin habla con Bric Chalmers, de Carson City, un cstudiante avanzado en Ciencias de la Salud, que se describe como salguien con ideas mas fandticas que cualquier otro universitariow, Chalmers, quien nunca ha escuchado hablar sobre el «requisite de diversidad« recientemente introducido, que exige a los alumnos de primer afie tomar un curso sobre Cultura INTRODUCCION 23 no Occidental, o sobre temas étnicos o de género dentro de Estados Unidos, aplaude la tendencia ala internacionalizacién, pues él hubie- radeseado tener la oportunidad de estudiar el islam y el Oriente Préxi- mo. Sin embargo, critica un curso sobre violencia en el hogar dictado por una «profesora liberadas, porque le parece «demasiado degradan- te para los hombres. Cuando la entrevista esta Ilegando a su fin, rie al recordar algo, «Hay otra cosa interesante. En el curso Inglés 102 tuyimos que escribir una carta poniéndonos en el lugar de un homo- sexual, en la que confesabamos nuestra homosexualidad a nuestros padres y explicdbamos nuestra forma de vida. Entonces yo era un no- vato; me parecié muy extrafio y fue una tarea bastante incémeda, pero ahora, al mirar hacia atrds, me parece como si pudiera entender qué lo llevé a hacer algo asf; porque uno alterna can gente como..., ta sabes, distintos tipos de personas siempre, y quizds es una manera de entender su sistema de creencias». Ric nerviosamente. En un oscuro atardecer de febrero de 1995, voy a mi club deporti- vo en Cambridge, Massachusetts. Hay un joven detras del mostrador de la recepcién a quien no habla visto antes: alto, robusto, de mejillas rosadas, hacia el final de la adolescencia, con una gorra roja de béis- bol y una camiseta de Hamativo color rojo con la palabra «Wash- ingtons en letras plateadas en la parte superior y una brillante repro- duccién de la Casa Blanca. Me dice que se lama Billy. Esta leyendo Ja Apologia y el Critén de Platén. «Asi que lees a Platons, le digo. «St, ¢le gustan estas cosas?*, me pregunta, y sus ojos se iluminan. Le ase- guro que todo eso me gusta muchisimo y le pregunte por sus estu- dios. Esta en Bentley, me dice, una escuela superior cerca de Walt- ham, y estudia negocios. ¢Quién es el profesor? «No le recuerdo —responde—. Es una profesora extranjera.» El programa de estudios dice «Doctora Krishna Mallick». Krishna Mallick, originaria de Cal- culta, ha escrito unos excelentes estudios sobre la misidn de Sécrates de educar en el examen de si mismo, su obediencia a las Jeyes de Ate- nas, su Voluntad de morir por ser consecuente con sus planteamien- fos. Pronto los estudiantes comenzardn a usar las técnicas aprendi- das en Platén para desarrollar debates sobre los dilemas morales de Ruestro ticmpo. Antes de dirigirme al Stairmaster, hablamos otro rato sobre la razén de que Sdécrates no escapara de la prisién cuando tuvo la oportunidad de hacerlo, y pude ver con enorme claridad que Krishna Mallick habia despertado en él un verdadero entusiasmo. *¢Sabe?, realmente me gusta esta filosofia. En la mayoria de los cu 508 une tiene que recordar un montén de hechos, pero en éste la idea es que uno piense y haga preguntas.» 24 EL CULTIVO DE LA HUMANIDAD En la Universidad de Chicago, una cerca con cadenas detras del estacionamiento de la Escuela de Derecho marca el limite entre el campus de la universidad y la pobre comunidad negra que lo redea. En ocasiones, algunos nifios negros se suben a la cerea o la rodean por el camino de entrada, pero no se les permite permanecer alli. Una tarde de mayo, setenta estudiantes, de los cuales uno era negro, se reunieron en una sala de clases de la Escuela de Derecho para dis- cutir la novela Hijo native de Richard Wright, ambientada en Chica- go durante 1940, Hablan sobre la «linea» que Bigger Thomas veia ‘como simbolo del odio blanco y de la vergitenza negra. Discuten in- tensamente sobre el estado mental de Bigger y el grado de su respon- sabilidad criminal. Puesto que él juez Clarence Thomas habia decla- rado recientemente que se oponia a las atenuantes en las sentencias a los negros que atribuyen cl origen de sus tendencias criminales al en- torno Ileno de carencias en que han vivido, los alunos preguntan si la novela de Wright respalda o refuta las afirmaciones de Thomas. Scott Braithwaite, un joven mormdén homosexual, recién graduado de la Universidad Brigham Young (BYU), se refiere en un encuentro sacramental a la importancia de incluir en cl currfculo de Letras un andlisis de la historia de la sexualidad humana y de su variedad. Ac- jualmente es un tema de intensa controversia en la BYU, y la confe- rencia de Braithwaite esta cargada de referencias a los textos biblicos ya las escrituras e historia mormonas, «Idealmente —concluye—, de- beriamos amar a tocde el mundo. Pero a menudo resulta dificil amar a alguien a quien no se conoce o a alguien distinto de nosotros,» Come Richard Lowy tan acertadamente sefiala, es mas facil en nuestra cultura comunicar un mensaje scnsacionalista cargado de emocién que contar de forma precisa y humana, incluso con humor, historias sobre la diversidad y complejidad real de las personas. Es demasiado facil olvidarse de los individuos cuando nos enfrascamos en un debate politico. Este libro hara que se preste atencién a las oposiciones de estos profesores y estudiantes, tan representativos y a la vez singulares, con la esperanza de que el lector decida «humani- zar sus ideas politicas»; que pueda imaginar la situacién concreta de los profesores que estan haciendo opciones curriculares y reflexio- nande sobre los temas pertinentes con flexibilidad y empatia, en vez de prejuzgar politicamente al cuerpo docente que hoy ensefia en nuestras universidades, Los profesores de hoy en dia estan formande a les futuros ciudada- nos en una época de diversidad cultural y de creciente internacionaliza- INTRODUCCION 25 cién. Nuestro pais es ineludiblemente nwiltiple. Como ciudadanos, con frecuencia somos Ilamados a tomar decisiones que requieren algtin tipo de comprensién de los grupos raciales, étnicos y religiosos de nuestra nacién, de la situacién de las mujeres y de quienes son minorias desde el punto de vista de sus inclinaciones sexuales. Como ciudadanos tam- bién cada vez mas estamos siendo lamados a entender cémo los pro- blemas —por ejemplo, la agricultura, los derechos humanos, la ecolo- gia, incluso los negocios y la industria— estan generando discusiones que retinen a personas de muchos pafses. Esto deberd ocurrir cada vez mis si nuestra economia quiere seguir manteniéndose vital y se desea encontrar soluciones eficaces a los apremiantes problemas humanos. El nuevo énfasis en la «diversidads en los curriculos de las escuelas su- periores y universidades es, sobre tode, un mode de hacerse cargo de Jos nuevos requisitos de la condicién de ciudadano, de los deberes, de- rechos y privilegios que le son propios; un intente de producir adultos que puedan funcionar come cludadanos no sélo de algunas regiones 0 grupos locales, sino también, y mas importante, como ciudadanos de un mundo complejo ¢ interconectado. Cuando Mlegué a Harvard en 1969, un conocido profesor de Estu- dios Clasices nos llevé a mis compaiieros de primer afio ya mi ala azotea de Ja Biblioteca Widener, para ensefiarnos las numerosas igle- sias episcopalianas que podian verse desde esa altura. Como judia (de hecho, judia conversa; antes pertenecia a la Iglesia protestante episcopal), sabia que mi esposo y yo no hubiéramos abtenido permi- so para casarnos en la Memorial Church de Harvard, que acababa de rechazar una boda judfa, Como mujer, no podia comer en el comedor priricipal del club de la facultad, ni siquiera como invitada. Sélo al- gunos afios antes, una mujer tampoco habria podide usar la bibliote- ca de los estudiantes de pregrado. En 1972 me converti en la primera mujer que obtuvo la Beca Junior, que libera de la ensefianza a algu- nos estudiantes graduades, de modo que puedan continuar con sus labores de investigacién. Recibi en ese momento una carta de felici- taciones de un prestigio académico especializado en estudios clasi- cos, en la cual decia que seria dificil saber cémo llamar a una colega (fellow), ya que el término «fellowess» le resultaba extrahe. Quizds el griego podria resolver el problema: puesto que el masculino para fe- low era hetairos, podria ser Hlamada hetaira. Sin embargo, hetaira, come yo bien sabia, es la palabra del griego antiguo no para fella- wess, sino para «cortesana», En un ambiente en que dichas exclusiones y «bromitas» eran nor- males, jcabria extrafiarse de que Ja historia de las mujeres, la litera- 26 EL CULTIVO DE LA HUMANIDAD tura escrita para mujeres, la saciologia y politicas de género, todos estos temas perfectamente normales y de interés central, no existie- ran para un estudio académico serio? Eran tan inexistentes come lo era (en muchas partes) el estudio académico serio del judafsmo, de las culturas africanas y afroamericanas, de muchas otras minorias ét- nicas, de muchas religiones y culturas no accidentales y de Ia diversi. dad de la sexualidad humana. La exclusién de las personas del mundo del conecimiento, y la exclusién de sus vidas en ese mismo mundo, iban de la mano. La exclusién parecia lo natural ¥ apolitico; sdlo la demanda de que se ineluyeran estos temas parecia motivada por una agenda politica». Habia muchas personas y muchas vidas que mi colega no pod{a ver desde lo alto de la azotes de la biblioteca. Ahora estamos intentando crear una academia donde las mujeres y los miembros de minorias étnicas, las lesbianas y los gays, y las Personas que viven en culturas no occidentales, puedan ser vistos ¥ también escuchados, con respeto ¥ carifio, como conocedores yale vez como objetos de estudio; una academia en la que «fellowesse no signifique ser llamada «cortesanas; una academia en la que el mundo sea visto come un lugar donde existen muchos tipos de ciudadanos y donde todos podamos aprender a actuar como ciudadanos de todo ese mundo, Inevitablemente estos intentos de Hevar a cabo cambios comportan dolor y confusién, y no todas las propuestas de cambio son saluda- bles, Algunos académicos pretenden diversificar el curriculo de un modo que a Ja larga socava los objetivos del ser ciudadano, centran- dose en las politicas de creacién y reforzamiento de identidad de de- terminados grupos de interés, mds que en la necesidad de conoci- miento y comprensién de todos los ciudadanos. Otros, ademas, se han vuelte injustamente escépticos respecto a la argumentacién racional, pensando que sus excesos son parte de la esencia de la racionalidad misma. Estos errores y excesos, sin embargo, no se dan en todas par- tes ni han escapade a las controversias. En lugar de una monolitica ortodoxia «politicamente correctas, lo que escucho cuando visita los campus son las muy diversas y particulares opiniones de muchos do- centes, administrativos y estudiantes que hacen frente a los prable- mas curriculares, en la mayoria de los casos, con ingenio, inteligencia y buena fe, Esto significa confrontarlos locamente, conociendo la na- turaleza de los estudiantes y los recursos de la propia institucién. Cualquier propuesta curricular sobre ciudadania que tenga cardcter tinico peca por su propia unicidad, ya que los estudiantes de las es- cuelas superiores de Estados Unidos son un grupo extraordinaria- INTRODUCCION 27 mente heterogéneo, Por lo tanto, los héroes y herofnas de mi libro son los miles de profesores que estan trabajande con dedicacidn en esta ta- rea: profesores como Richard Lowy, Eve Stoddard, Grant Cornwell y Krishna Mallick, cada cual operando en un contexto real y concreto para crear una concepeién de ciudadania para el futuro. Todos reflexio- nan.con mente abierta, sacan provecho de las discrepancias y encuen- tran soluciones concretas que deberian merecer nuestro respeto, aun cuando no concordemos totalmente con ellas, Nuestros campus estén formando ciudadanos, y esto significa que debemos preguntarnos cémo debe ser un buen ciudadano de hoy y qué debe saber. El mundo actual es inevitablemente multicultural y multinacional. Muchos de nuestros mas apremiantes problemas re- quieren, para una solucién inteligente y compartida, un didlogo que una a personas de muy diversas formaciones nacionales, culturales y religiosas, Incluso los problemas que parecieran mas domésticos —por ejemplo, la estructura de la familia, la regulacién de la sexua- lidad, el futuro de los nifios— deben enfocarse con un amplio senti- do histérico y multicultural. Un graduado de una universidad o de una escuela superior tiene que ser el tipo de ciudadano capaz de ac- tuar como un participante inteligente en los debates que invelucran esas diferencias, ya sea como profesional o simplemente como elec- tor, jurado o amigo. Cuando preguntamos sobre la relacién entre una educacién liberal y la condicién de ladano, estamos planteando una pregunta de larga historia en la tradicién filosdfica occidental. Estamos recurriendo al concepto de Sécrates de la «vida en examens, a las ideas de Aristételes sobre ciudadanfa reflexiva, y sobre todo a las ideas estoicas de griegos y romanos sobre una educacién que es «liberal», en cuanto libera la men- te de la esclavitud de los habitos y la costumbre, formando personas que puedan actuar con sensibilidad y agudeza mental como ciudadanos del mundo. Esto es lo que quiere decir Séneca con el cultive de la hu- manidad, La nocién de persona bien educada como «ciudadane del mundo» ha tenido una influencia formativa en el pensamiento acciden- lal sobre Ja educacién: en David Hume y Adam Smith dentro de la tra- dicién escocesa e inglesa, en Immanuel Kant en la tradicién continental de la Dustracién, en Thomas Paine y otros padres fundadores de la tra- dicién norteamericana. La comprensién de las rafces clasicas de estas ideas nog ayuda a recuperar argumentos poderosos que han ejercido una influencia formativa en nuestra propia democracia. De hecho, la democracia estadounidense ha basado sus institucio- ines de ensefianza superior en esos ideales en un nivel sin paralelo en 23 EL CULTIVO DE LA HUMANIDAD el mundo, En la mayorfa de las naciones, los estudiantes entran en la universidad para seguir una Gnica drea de estudio, y eso es toda lo que aprenden. La idea de «educacién liberal» —una educacién supe- rior que cultiva el ser humano en su totalidad para ejercer las funcio- nes de la ciudadania y de la vida en general— se ha arraigado am- pliamente en Estados Unidos. Sin embargo, este noble ideal adn no ha alcanzado completa realizacién en nuestras escuelas superiores ¥ universidades. Algunas, mientras usan las palabras «educacién libe- ral#, subordinan el cultive integral de la persona completa a una edu- cacién técnica y vocacional, Incluso cuando la educacién es ostensi- blemente «liberals, puede no contener todo lo que unm ciudadano realmente necesita saber. Entonces, deberiamos preguntarnos hasta dénde nuestra nacién efectivamente esta logrando el fin que ella Ma €scogio como propio. Para el «cultive de la humanidads, ¢qué se requiere? El ideal clasico del «ciudadano del mundo» se puede entender de dos maneras, ¢ igualmente el «cultivo de Ja humanidad». La versién mis inflexible y exigente es el ideal de un ciudadano cuya lealtad prin- cipal cs para con los seres humanos de todo el mundo, y cuyas otras lealtades, nacionales, locales y de grupos diversos, se consideran clara- mente secundarias. Su versién més blanda permite una diversidad de visiones sobre cuales deberfan ser nuestras prioridades, pero nos dice que, sin importar cémo ordenemos nuestras lealtades, siempre debe- Tiamos estar Seguros de reconocer el valor de la vida humana en cual- quicr lugar que se manifieste, y de vernos a nosotros mismos como ligados por capacidades y problemas humanos cormunes con las perso- nas que se hallan a gran distancia de nosotros. Estas dos versiones han existido al menos desde la Roma antigua, cuando el estadista y fildso- fo Cicerén suavizé las estrictas exigencias del estoicismo Briego para el pablico romano. Aunque simpatizo con la tesis mas estricta, es la tesis més blanda ¢ inclusiva la que trataré aqui. Entonces, ¢qué es lo que esta concepcién inclusiva nos pide aprender? Con el fin de cultivar la humanidad en el mundo actual, se requie- ren tres habilidades. La primera es la habilidad para un examen critico de uno mismo y de las propias tradiciones, que nos permita experi- mentar lo que, sizuiendo a Sécrates, podriamos [lamar evida examina- das. Es decir, una vida que no acepta Ia autoridad de ninguna creen- cia por el solo hecho de que haya sido transmitida por la tradicien o se haya hecho familiar a través de la costumbre; una vida que cuestia- fa todas las creencias y sdlo acepta aquellas que sobreviven a lo que la razén exige en cuanto a coherencia y justificacién, Esta disciplina INTRODUCCION: 29 requiere el desarrollo de la habilidad de razonar ldgicamente, de po- ner a prueba lo que uno lee o dice desde el punto de vista de la solidez del razonamiento, de la exactitud de los hechos y la precisién del jui cio, Pruebas de este tipo normalmente presentan desafios a la tradi- cién, como Sécrates bien lo supo cuando debid defenderse contra el cargo de «corromper a los jévenes«, Pero él defendié su actividad so- bre la base de que la democracia necesita ciudadanos que puedan pensar por sf mismos en lugar de simplemente remitirse a la opinién de las autoridades; que puedan razomar juntos sobre sus opciones, en lugar de limitarse a intercambiar argumentos y contraargumentos. Como un tabano en el lomo de un noble pero perezoso caballo, dijo Sdcrates, él estaba despabilando a la democracia, de modo que pudic- Ta manejar sus asuntos de un mode mis reflexive y sensato. Nuestra democracia, al igual que la de la antigua Atenas, tiende a razonar de manera apresurada y descuidada, y a sustituir la verdadera delibera- cién por la injuria. Necesitamos la ensefianza socrdtica para cumplir la promesa de la ciudadania democratica. Los ciudadanos que cultivan su humanidad necesitan, ademas, la capacidad de verse a si mismos no séla como ciudadanos pertene- cientes 4 alguna regién o grupo, sino también, y sobre todo, como se- res humanos vinculades a los demés seres humanos por lazos de re- conocimiento y mutua preocupacién. El mundo a nuestro alrededor es includiblemente internacional. Cuestiones que van desde el comer- cioa la agricultura, desde los derechos humanos a la mitigacién de la hambruna, invitan a nuestra imaginacién a aventurarse mas alla de las estrechas lealtades de grupo y a considerar la realidad de esas vi- das distantes. Pensamos muy facilmente sobre nosotros mismos como grupo —ante todo como norteamericanos, y liege como seres huma- nos— 0, incluso mds restringidamente, como italoamericanos, o hete- rosexuales o afroamericanes en primer lugar, después como estadouni- denses y en tercer lugar como seres humanos, si acaso. No reparamos en las necesidades y capacidades que compartimos con otros ciuda- danos que viven distantes o parecen distintos a nosotros. Esto signili- ca que no estamos conscientes de las muchas posibilidades de comu- nicacién y de camaderia con ellos, y tampoco de las responsabilidades que podemos tener para con ellos, Ademés, algunas veces nos equive- camos por no tomar en consideracién las diferencias, por suponer que las vidas en esos sitios distamies deben ser como las nuestras, y no interesarnas en lo que realmente son. Cultivar nuestra humanidad en un munde complejo e interconectado implica entender cémo es que las necesidades y objetivos comunes pueden darse en forma distinta 30 EL CULTIVO DE LA HUMANIDAD en otras circunstancias. Lo anterior requiere uma gran cantidad de conocimientos que los estudiantes de las escuelas norteamericanas ra- ramente tuvieron en el pasado, conocimiento de las culturas no ocei- dentales, de las minorias dentro de su propio mundo, de las diferen- cias de género y de sexualidad. Pero los ciudadanos no pueden reflexionar bien sobre la sola base del conocimiento factual. La tercera destreza que debe poseer el ciucda- dano, estrechamente relacionada con las dos primeras, se puede Ila- mar imaginacion narrativa, Esto significa la capacidad de pensar ¢éme seria estar en el lugar de otra persona, ser un lector inteligente de la historia de esa persona, y comprender las emociones, deseos y anhelos que alguien asf pudiera experimentar, La imaginacién narra- tiva no carece de sentido critico, pues siempre vamos al encuentro del otro con nuestro propio ser ¥ nuestros juicios a cuestas; y cuando nos identificamos con un personaje de una novela o con una persona distante cuya vida imaginamos, inevitablemente no nos limitaremos a identificarnos, también juzgaremos esa historia ala luz de nues- tras propias metas y aspiraciones. Pero este primer pase de entender el mundo desde el punto de vista del otro es esencial para cualquier juicio responsable, puesto que no sabremos lo que estamos juzgando hasta no ver el significado de una accién segun la intencion de la per- sona que la realiza, ni entenderemos el significado de un discurso mientras no conezcamos la importancia de lo que expresa en el con- texto de la historia y el mundo social de esa persona. La tercera ca- pacidad que nuestros estudiantes deben alcanzar es la de descifrar dichos significados mediante su imaginacién. La ciudadania inteligente necesita mds qué estas tres capacidades. El saber cientifico también es de primera importancia. Mi excusa para no extenderme sobre este aspecto de la educacidn liberal es que hay otres mejor capacitados para describirlo, Lo mismo sucede con la economia, que sélo abordaré en su relacién con Ia Filosofia y la teoria politica. Me centro en los aspectos de una educacidn liberal que has- ta ahora se han asociado con «las humanidades» y hasta cierto punto con «las ciencias sociales»: sobre todo, entonces, me centro en la fi- losofia, las ciencias politicas, los estudios de religién, historia, antro- pologia, sociologia, literatura, arte, musica y estudias del lenguaje y la cultura, Tampoco describo todo lo que deberia saber un buen ciu- dadano sobre estas areas; me concentro en las areas que hoy son te- mas apremiantes y asuntos palémicos. (Los problemas de la pobreza y las clases sociales, que ya he tratado en otros trabajos, son aborda- dos selectivamente, dentro de otros capitules.) INTRODUCCION 31 En mi historia personal, fue revisando los antiguos argumentos ‘iegos y romanes que di con estas ideas. Las versiones priegas y ro- manas de estas ideas son inmensamente valiosas para nuestros deba- ies actuales, y me centraré en esa contribucién. Pero las ideas de este tipo tienen muchas vertientes en numerosas tradiciones. En la India, en Africa, en América Latina y en China podemos encontrar nociones estrechamente relacionadas, Uno de los errores que una educacién multifacética puede disipar es la falsa creencia de que la tradicién propia es la Gnica capaz de autocritica o de aspirar a la universalidad. Consideren mis ejemplos de edueacién liberal contemporanea a la luz de estos tres objectives de Ia ciudadania universal. El programa de St. Lawrence se centra en el segundo objetivo, esto es, producir estu- diantes bien informados sobre la vida de personas diferentes de ellos mismos, y capaces de participar en los debates sobre esas personas con el interés puesto en el future de la humanidad. Pero los lideres del pro- grama sostienen que cualquier ensefianza responsable sobre el primer punto debe también ser una ensefanza socratica, que cultive las capa- cidades légicas para pensar criticamente y para claborar un argumen- to, En este aprendizaje, central en el programa, se asigna el papel prin- cipal a la filosofia. Por dltimo, el énfasis del programa en los viajes desarrolla la imaginacién, asi como el conocimiento directo de los he- chos. Vivir con otras personas en Kenia amplia nuestra capacidad para ver el mundo desde el punto de vista de estas personas, y para abrirse a nuevos conocimientos con mayor empatia. Las clases sobre estudios éinicos de Richard Lowy enfrentan una batalla muy dificil: la tenaz lealtad de los estudiantes hacia sus identi- dades de grupo. Enfrenta una clase ya politizada por estas identidades y debe luchar para crear una comunidad de aprendizaje y de didlogo dentro de esta situacién. Al igual que los profesores de St. Lawrence, Lowy destaca la importancia de pensar sobre la humanidad en térmi- nos mas amplios y mas flexibles que los dictades por el enfoque ideo- légico en la lealtad de grupe; al igual que elles, considera su objetivo como uno al servicio de la ciudadania universal y el entendimiento mundial, Las competencias ligicas socraticas estan menos acentua- das en su enfoque, principalmente debido a la naturaleza de su disci- plina y del tema. Sin embargo, la imaginacién ¥ empatia estan clara- mente visibles en la manera en que llama a los estudiantes a traspasar los limites de sus simpatias mas inmediatas. La clase de filosofia de Billy Tucker, en cambio, se enfoca en la ca- pacidad socr4tica para cuestionar y para justificar, usando este como el sustento de un concepto de ciudadania. A partir de puntos de vista 32 EL CULTIVO DE LA HUMANIDAD disciplinarios diferentes, Krishna Mallick y Richard Lowy tienen obje- tives semejantes: lograr un amplio entendimiento y un didlogo respe- tuose. Pero no hay duda de que la contribucidn filoséfica a la eduea- cién de Tucker ha sido importante para él como ciudadano, de forma que no podria haber sido reemplazada sélo por el conocimiento de los hechos, Tucker esta aprendiendo un nueve modo de enfocar el debate politico centrado en les problemas mas que en las personalidades, en el andlisis razonando mas que en descalificaciones o lemas, Necesita- rd conocer los hechos a fin de construir bien sus argumentos, ¥ ¢l cur- so enfatiza este requerimiento cuando exige que los parti ipantes en un debate investizuen sobre los temas en discusién. Pero los hechos . no habrian producido un didlogo sin el fuerte énfasis del curso en la” argumentacién socratica, y sin el talento de Mallick para hacer que los estudiantes se interesen en el aparentemente aburrido proceso de detectar falacias y formalizar los argumentos. La clase de inglés de Chalmers, centrada en la imaginacién, inten- ta lograr el objetivo de construccién de una ciudadania universal a través de la practica en la comprensién narrativa. Chalmers se apo- nfa a curses presentados de un mado que él consideraba ideoldgico o politicamente parcial. Pero la invitacion a presentar el mundo desde e] punto de vista de una persona diferente de si mismo finalmente lo convencié, haciendo de él una persona todavia capaz de juicios criti- cos, pero que, en su funcién de trabajador de la salud, probablemen- te tratara con personas homosexuales con mayor conocimiento y comprensién. Scott Braithwaite no tuve dicha ensefianza. En efecto, su instruc- cién en Brigham Young se construyé sobre tna oposicién deliberada amis tres objetivos, con més elementos en comin con la descripcién que hace Aristéfanes de la Educacién Antigua que con el enfoque so- crdtico del dadano del mundo. A Braithwaite no se le ensefié a pensar criticamente sobre su propia tradicién; se le ensefié a interna- lizar sus ensefianzas. En cierto modo, como joven mormén de una iglesia altamente internacional, se le ensefié a interactuar con perso- nas de diferentes partes del mundo, pero por lo general en el sentido de convertir ala gente a sus propias ideas, y nunca con la nocién de que la ensefianza podia ir en ambas direcciones. Finalmente, como él mismo sefala, su educacién no invité a sus compafieros a imaginar o conocer a alguien como él, ni lo invité a conocerse a si mismo. Sos- tiene que esta falla del conocimiento implica una falla en la forma de amor que su propia religion les pide a todas las personas que por el préjimo. tan INTRODUCCION 33 Los estudiantes de Derecho de la Universidad de Chicago pronto influiran en la vida de nuestro pais de muchas maneras. Gran parte de ellos muy pronto estard trabajando para los jueces y redactara las opiniones judiciales. Otros estaran involucrados en proyectos de servi- cio puiblico, y otros iran directamente a trabajar en firmas de las mas variadas especialidades. La mayoria enfrentara en algiin momento el problema de las razas, ya sea como empleados de oficinas que inves- tigan casos sobre discriminacién positiva y empleo de representantes de minorias, o como abogados que representan a clientes de estas minorias, La mayoria de estos estudiantes de leyes, como el persona Je de la novela de Wright, Mary Dalton, nunca estuvo en un edi pobre como los que todavia existen a algunas calles de sus aulas. Si van a ser buenos ciudadanos en sus desempefios futures, no sélo ne- cesitardn capacidad légica y conocimiento, aspectos de la ciudadania ya ampliamente enfatizades en sus curriculos. También necesitan ser capaces de participar con la imaginacion en la vida de alguien como el negro Bigger Thomas, y ver cémo el medio social configura las aspira- clones y emociones. En cinco de los seis casos, emtonces, los estudios no tradicionales, que no habrian estado en el curricula hace veinticinco anos, estan aportando ingredientes esenciales para la construccién de la ciuda- danfa, La clase de Billy Tucker es la mas cercana a lo que pudo haber sido ensefado en la dltima generacién, pero incluso ella tiene Ia mi- rada puesta en la ciudadania y en problemas actuales, de una mane- Fa que no era propia de la academia filoséfiea de hace poco. El pro- grama de St. Lawrence implica una reforma radical de un curricula antes enfocado en Europa y Estados Unidos, El énfasis en los estu- dios étmicos en Riverside es parte de una compleja transformacién de ese curricula, destinada a incorporar una variedad de enfoques sebre Ja diversidad humana. En su clase de inglés, Eric Chalmers se en- frenté con una tarea que habria sido desconocida en Reno, Nevada, hasta hace muy poce, y que forma parte de un movimiento en torno de la diversidad que todavia genera una intensa controversia en los recintos universilarios. Scott Braithwaite lamenta la ausencia de ta- les cambios en el curriculo de la Universidad Brigham Young. La Universidad de Chicago, como la mayoria de las escuclas de derecho de Estados Unidos, esta consagrando mas atencion a los problemas de Yaza en respuesta al interés de los estudiantes ¥ del cuerpo docente, A diferencia de muchas de esas iniciativas, la Universidad de Chicago se centra en la imaginacién humanistica tanto come en el conocimiento de los hechas. 34 EL CULTIVO DE LA HUMANIDAD Nuestros campus educan a nuestros ciudadanos. Llegar a ser un ciudadano educade significa aprender una serie de hechos y manejar técnicas de razonamiento. Pero significa algo mds. Significa aprender a ser un ser humano capaz de amar y de imaginar. Puede que con- tinuemes produciendo ciudadanos estrechos de mente con dificulta- des para entender a las personas diferentes de cllos, y cuya imagina- cién raramente se aventure a ir mas allé de su medio local. Es muy facil para una imaginacién moralizadora llegar a limitarse de este modo. Piensen en la imagen del mal ciudadano de Charles Dickens en Cvento de Navidad, en ese retrato del fantasma de Jacob Marley que visita a Ebenezer Scrooge para prevenirlo sobre los peligros de una imaginacién obtusa. El fantasma de Marley arrastra por toda la eternidad una cadena hecha de cajas de dinero, porque en vida su imaginacién nunca se aventuré ms alla de los muros de su cxitoso negocio para toparse con las vidas de los hombres y mujeres que es- taban a su alrededor, hombres y mujeres de un mundo y una condi- ei6n social distintes. Estamos produciendo demasiadas ciudadanos come el fantasma de Marley, y como Scrooge antes de que se aventu- Tara a ver qué contenfa el mundo que lo rodeaba. Pero tenemos la oportunidad de hacer algo mejor, y ahora estamos comenzando a aprovechar esa oportunidad, No se trata de «correccian politicas, sino del cultivo de la humanidad.

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