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Introducción

1. Introducción

1.1. La calidad de suministro

La calidad de suministro eléctrico es en nuestros días un tema que preocupa


de forma creciente tanto a usuarios finales como a distribuidores de
electricidad. No en vano, el término calidad de suministro se ha convertido en
uno de los más populares dentro del mundo de la Ingeniería Eléctrica desde
finales de la década de los ochenta. Dentro de este nuevo término se engloban
una gran cantidad de perturbaciones electromagnéticas del sistema eléctrico
que no son necesariamente nuevas y que son suficientemente conocidas por
especialistas del sector. Sin embargo, actualmente se intenta considerar a todos
estos fenómenos individuales en conjunto, para intentar buscar soluciones de
forma sistemática a los mismos.
La preocupación acerca de la calidad de suministro antes citada se basa en
cuatro aspectos fundamentales:

• Los receptores eléctricos actuales son cada vez más sensibles a las
condiciones de la tensión de alimentación. Este hecho se debe a que la
mayor parte de los mismos incorporan dispositivos electrónicos, que
sustituyen a los tradicionales mecanismos electromecánicos que
componían a los receptores eléctricos clásicos.
• El incesante énfasis en la eficiencia energética de los distintos
componentes del sistema eléctrico está motivando la utilización de
variadores de velocidad en los accionamientos eléctricos. Este tipo de
carga es no lineal, lo que conlleva la aparición de armónicos en el sistema
con toda su problemática asociada.
• El aumento de preocupación del usuario final por los temas que
conciernen a la calidad de suministro eléctrico. En este sentido, los
clientes de las compañías distribuidoras están cada vez más informados
acerca de fenómenos como interrupciones de suministro, huecos de
tensión, transitorios, etc. y fuerzan a éstas para que mejoren las
condiciones en las que se les entrega la energía.
• La creciente integración de sistemas está motivando que el fallo de un
componente pueda provocar un fallo de la totalidad del mismo.

Por otra parte, no es sencillo dar una definición clara de lo que la calidad de
suministro significa, pues existen multitud de puntos de vista. Por ejemplo, las
compañías distribuidoras frecuentemente definen la calidad de suministro
como fiabilidad, mostrando estadísticas de suministro 99.98% fiable. Por otra
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parte, los fabricantes de receptores eléctricos pueden definir la calidad de


suministro refiriéndose a las condiciones de la tensión de alimentación que hace
que sus equipos funcionen de forma adecuada. Evidentemente ambas visiones
son completamente diferentes. En última instancia, la calidad de suministro es
un concepto que debe ser definido por el usuario final del producto
electricidad. En este sentido, cualquier problema que manifestado en tensión,
intensidad o frecuencia conlleva el fallo o malfuncionamiento de los equipos del
usuario final supone una merma de la calidad de suministro.
La verdadera razón por la cual existe este interés por la calidad de suministro
eléctrico se debe a su impacto económico tanto en consumidores finales, clientes
y fabricantes de equipos. Los consumidores finales industriales presentan un
mayor grado de automatización con equipos controlados de forma electrónica,
los cuales son extremadamente sensibles a las condiciones de la alimentación.
Pequeñas perturbaciones, como un microcorte de escasa duración, pueden
provocar paradas de procesos productivos con la consiguiente repercusión
económica. Por otra parte, las compañías distribuidoras necesitan cumplir con
las expectativas de los clientes finales y conseguir su fidelización. Este hecho se
agudiza con el proceso de liberalización de los mercados energéticos acaecido
en los últimos años, en los que se establecen escenarios de competencia en la
venta de electricidad al usuario final. La pérdida de mercado de una compañía
en beneficio de los competidores puede tener un impacto económico
importante. Por último, los fabricantes de equipos se enmarcan en sectores en
los que existe una fuerte competencia, viéndose obligados a sacar al mercado
equipos al menor coste posible. Introducir mejoras en los equipos para soportar
cierto nivel de perturbaciones supone un incremento de coste del mismo.
Como respuesta a esta creciente preocupación, las compañías distribuidoras,
como responsables de la calidad del producto electricidad, están poniendo los
medios adecuados a través de la creación de departamentos específicos que
gestionen los problemas de calidad de suministro con el usuario final de la
electricidad. Estos medios pueden ser desde reactivos, en los que la compañía
responde a las quejas de los usuarios hasta activos, en los que se participa no
sólo en la formación del cliente sino también en aportar servicios que ayuden a
adoptar la mejor solución a los problemas de calidad de suministro.
A este panorama hay que añadir en nuestros días el espectacular crecimiento
de la generación distribuida en redes de distribución de energía eléctrica. Este
nuevo tipo de generación se caracteriza por ser completamente diferente a lo
que podría denominarse generación convencional. Tanto las potencias
nominales, puntos de conexión a red como tecnologías de conversión
empleadas son características diferenciales. En este sentido hay que tener
presente que la inclusión masiva de este tipo de generación en las redes de
distribución puede afectar sobremanera a la calidad de suministro eléctrico
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percibida por los usuarios finales de electricidad. Este hecho se debe a los
siguientes motivos principalmente:

• La generación distribuida en redes de distribución puede modificar en


gran medida el perfil de tensiones a lo largo de los alimentadores que
parten de las subestaciones.
• En el caso de generación distribuida basada en recursos energéticos
renovables, solar y eólica, se inyecta en los nudos de conexión potencia
que en ningún caso es controlable, lo cual puede afectar a las tensiones
de la red de distribución.
• Las tecnologías de conversión energética contienen en multitud de
ocasiones dispositivos basados en electrónica de potencia que pueden
incidir de forma negativa en la tensión de la red.
• Dado que la generación distribuida puede, en casos extremos, modificar
los flujos de potencia por las líneas se pueden producir funcionamientos
anómalos de las protecciones.

1.2. Normativa de calidad de suministro

Real Decreto 1955/2000

La ley 54/1997 de 27 de noviembre del Sector Eléctrico [54/1997] establece las


bases del proceso de liberalización del sector eléctrico en España acaecido a
partir del año 1998. A partir de esta ley se realiza un desarrollo normativo para
regular las diferentes actividades del sector. En concreto, el Real Decreto
1955/2000 del 1 de diciembre por el que se regulan las actividades de transporte,
distribución, comercialización, suministro y procedimientos de autorización de
instalaciones de energía eléctrica [RD 1955/2000], establece las bases del
concepto de calidad de suministro en el sector eléctrico español. El análisis del
concepto de calidad de suministro eléctrico en redes de distribución, dejando
aparte el concepto de calidad de servicio en la red de transporte, se define en el
Título VI, Capítulo II, Artículo 99. La calidad de suministro eléctrico, según esta
legislación, se vertebra en tres ejes fundamentales:

• Continuidad de suministro, relativa al número y duración de las


interrupciones.
• Calidad del producto, relativa a la calidad de la onda de tensión.
• Calidad de atención y relación con el cliente, relativa al conjunto de
actuaciones de información, asesoramiento, contratación, comunicación
y reclamación.
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En particular se está interesado en cuestiones relativas a la calidad del


producto entendida como la calidad de la onda de tensión. En este sentido, el
RD 1955/2000 precisa que en cualquier caso se seguirán los criterios establecidos
en la normativa UNE-EN 50160 así como las posibles instrucciones técnicas
complementarias que sean dictadas por el Ministerio de Economía, previo
informe de la Comisión Nacional de Energía. Hasta la fecha no ha sido
aprobada ninguna instrucción técnica complementaria referente a calidad de
suministro, por lo que en España se debe seguir exclusivamente lo contenido en
la normativa UNE-EN50160.
Por otra parte, la comprobación del cumplimiento de la normativa de calidad
de suministro UNE-EN50160 requiere de una serie de datos tomados en la red
eléctrica a través de unos dispositivos de medida de calidad de suministro.
Dichos equipos deben procesar la información de una forma establecida por
otra normativa la CEI-61000-4-30.

Norma UNE-EN50160

Esta norma se refiere a las condiciones que debe presentar la tensión de una
red de distribución de baja o media tensión en el punto de conexión con el
cliente para unas condiciones normales de explotación. En este sentido, se debe
tener en cuenta que no debe aplicarse en las siguientes circunstancias:

• Condiciones de operación subsiguientes a una avería o a instalaciones


provisionales realizadas para mantener la alimentación a clientes en caso
de trabajos de construcción y/o mantenimiento de la red.
• No conformidad de las instalaciones que se conectan a la red eléctrica, ya
sea por parte del distribuidor o de la administración, por
incumplimiento de algún requisito técnico.
• Condiciones excepcionales en las que el distribuidor no es responsable,
tales como: condiciones climáticas excepcionales, catástrofes naturales,
acciones de terceros, decisiones administrativas, acciones de huelga,
fuerza mayor, etc.

El objetivo de la norma es establecer las características de la tensión


suministrada cifrada en los siguientes parámetros: frecuencia, amplitud, forma
de onda y simetría de las tensiones trifásicas. En condiciones ideales de
explotación de una red trifásica, las tensiones deberían ser senoidales
equilibradas, esto es, igual valor eficaz por fase y con desfases de 120 grados, y
con frecuencia de 50 Hz. Sin embargo, estas características no pueden
mantenerse todo el tiempo debido principalmente a que en la red existen cargas
que fluctúan e introducen perturbaciones conducidas y además pueden
aparecer defectos originados por causas externas. Por estos motivos, las
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características de la tensión varían en el tiempo y en el espacio de forma


aleatoria, de forma que alguno de los límites impuestos en esta norma puede
ser sobrepasados de forma esporádica alguna vez. Por otra parte, algunos de los
fenómenos descritos en la norma son de naturaleza totalmente imprevisible,
por lo que es difícil establecer valor límite alguno que caracterice a los mismos.
Las características de la tensión de alimentación en sistemas públicos de
distribución deben cumplir los siguientes condicionantes:

• Frecuencia. La frecuencia nominal de la tensión de red debe ser 50 Hz.


En condiciones normales de explotación, el valor medio de la frecuencia
fundamental medida en intervalos de 10 segundos debe situarse en los
valores indicados en la Tabla 1.1. Dichos valores se aplican para redes de
baja y media tensión.

Tipo de red Valor Tiempo


50 Hz ± 1% 99,5 % del año
Interconectadas
50 +4%/-6% 100 % del año
95 % de la
50 Hz ± 2%
Aisladas semana
50 ± 15 % 100 % del año

Tabla 1.1 Valores permisibles de la frecuencia de la tensión de red.

• Amplitud de la tensión suministrada. Para las redes de baja tensión y


sistema de distribución de 4 hilos, la tensión normalizada debe ser 230
voltios entre la fase y el neutro. En la red de media tensión, esta tensión
debe ser igual a la tensión declarada de la red de distribución.
• Variaciones de la tensión suministrada. En condiciones normales de
explotación, en las que quedan excluidos los huecos de tensión e
interrupciones, se deben verificar los criterios recogidos en la Tabla 1.2.
La interpretación de la misma, tomando como ejemplo la primera fila de
dicha tabla, es como sigue: adquiriendo medidas de la tensión
promediadas cada 10 minutos (promedio) en una semana (intervalo de
observación), el 95% (percentil) de las mismas debe estar comprendido
entre un ± 10% (variación máxima) de la tensión nominal. Es interesante
indicar que estos valores pueden ser sobrepasados en líneas largas, si
bien los clientes que estén afectados por esta circunstancia deben ser
informados al respecto.
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Nivel Intervalo de
Variación
de observación Promedio Percentil
máxima
tensión
Semana 10 minutos ± 10% 95 %
Baja
10 minutos 10 minutos +10 %/-15 % 100%
Media Semana 10 minutos ± 10% 95 %

Tabla 1.2 Valores permitidos de variaciones de tensión.

• Variaciones rápidas de la tensión. Estas variaciones están provocadas por


las rápidas variaciones de las cargas de los clientes de la red de
distribución. Normalmente su amplitud suele estar comprendida entre el
5% y el 10 % de la tensión nominal en el nivel de baja tensión y entre el
4% y el 6% para media tensión. La principal consecuencia de estas
variaciones rápidas de tensión es la aparición del parpadeo, o flicker, de
las luminarias que en determinadas circunstancias puede llegar a ser
muy molesto. La medida del parpadeo se realiza a través de los índices
de severidad de corta y larga duración, Pst y Plt respectivamente. Para
ver la definición de dichos índices se remite al lector a [CEI808]. En
cualquier caso se debe verificar que la severidad del parpadeo de larga
duración cumpla lo recogido en la Tabla 1.3 tanto para redes de baja
como media tensión.

Intervalo de
Plt máximo Percentil
observación
Semana 1 95 %

Tabla 1.3 Valores permitidos de la severidad del parpadeo de larga duración.

• Huecos de tensión. La normativa no indica los valores máximos de


huecos de tensión que pueden darse en la red de distribución. El motivo
principal es la aleatoriedad del fenómeno, dependiente de la
configuración de la red de distribución y del punto de observación. No
obstante, la norma da una serie de valores indicativos de número de
huecos al año y caracterización de los mismos. Sin embargo, los valores
indicados son tan dispersos que resultan de poca utilidad. En este
sentido, se indica que la mayor parte de los huecos tiene una tensión
remanente mayor del 40% con duraciones inferiores al minuto. Por otra
parte, aquellos huecos poco severos con tensiones remanentes durante el
hueco entre el 85% y el 90% de la tensión son frecuentes debido a
arranques en las instalaciones de los clientes.
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• Interrupciones breves de la tensión suministrada. La norma no indica


valores límites de este tipo de fenómeno que afecta a la calidad de
suministro eléctrico. Como valor indicativo se comenta que alrededor del
70% de las interrupciones breves tiene una duración inferior a 1 segundo.
• Interrupciones largas de la tensión suministrada. La norma distingue
entre interrupciones accidentales y previstas, no teniendo en cuenta estas
últimas para el cómputo de los índices de calidad. De nuevo, la norma no
establece unos valores máximos de interrupciones largas a lo largo del
año ni duración máxima permitida de las mismas. Se entiende que la
duración típica de una interrupción accidental de larga duración
presenta una duración de alrededor de 3 minutos.
• Sobretensiones temporales entre fases y tierra. Este tipo de
sobretensiones se producen a la frecuencia de red. Para redes de baja
tensión no se dan valores máximos permitidos, si bien se adopta 1,5 kV
como valor indicativo máximo de las mismas. En el caso de redes de
media tensión, la máxima sobretensión depende del tipo de puesta a
tierra de la red de distribución. Las sobretensiones en redes con neutro a
tierra no deben sobrepasar 1.7 veces la tensión declarada de la red. En el
caso de redes con neutro resonante o aislado las sobretensiones deben ser
inferiores a 2 veces la tensión declarada.
• Sobretensiones transitorias entre fases y tierra. Se indican tan sólo
valores indicativos acerca de la amplitud de las sobretensiones que
pueden aparecer en redes de baja y media tensión.
• Desequilibrio de la tensión suministrada. Este parámetro de la calidad de
suministro se mide a partir del cociente de la secuencia inversa frente a la
directa, debiendo cumplirse lo recogido en la Tabla 1.4 en redes de baja y
media tensión.

Intervalo de Promedio Secuencia inversa/


Percentil
observación secuencia directa
Semana 10 minutos 2% 95 %

Tabla 1.4 Valores máximos permitidos de desequilibrio de tensión.


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• Tensiones armónicas. Los armónicos de tensión en un intervalo de


observación de una semana con promedios realizados cada 10 minutos
no deben superar el 95% del tiempo los valores máximos recogidos en la
Tabla 1.5 en redes de baja y media tensión.

Armónicos impares Armónicos


No múltiplos de 3 Múltiplos de 3 pares
Orden Tensión Orden Tensión Orden Tensión Orden Tensión
5 6% 17 2% 3 5% 2 2%
7 5% 19 1.5 % 9 1.5 % 4 1%
11 3.5 % 23 1.5 % 15 0.5 % 6-24 0.5 %
13 3% 25 1.5 % 21 0.5 %

Tabla 1.5 Valores máximos permitidos de distorsión de tensión.

• Tensiones interarmónicas. No se indican valores máximos ni indicativos


debido a la poca experiencia de la comisión que redacta la norma en este
campo, quedando pendiente de posterior estudio.

1.3. Objetivo del trabajo

Desde el punto de vista de la calidad de suministros, la aparición de


armónicos de intensidad en la red, provoca que las tensiones del sistema estén
distorsionadas, afectando a los receptores eléctricos. Sin embargo, hoy día no
existe ninguna normativa que regule la cantidad de armónicos de intensidad
que se puedan introducir en la red eléctrica. El presente trabajo trata de
presentar y analizar diversas técnicas de mitigación de armónicos de
intensidad, tanto en sistemas eléctricos sinusoidales como para sistemas de
tensiones distorsionado con ciertos contenidos armónicos y un cierto grado de
desequilibrio. Después de analizar en profundidad los diferentes aspectos de la
calidad de suministros y la normativa vigente reguladora, el Capítulo 2 da una
descripción tanto de las fuentes básicas de producción de distorsión armónica
de corriente y sus problemas ocasionados, como posibles alternativas de
solución. El Capítulo 3 y 4 se centran en una alternativa de solución concreta,
respectivamente en el dominio del tiempo y en el dominio de la frecuencia.
Además de un enfoque relativo a la mitigación de armónicos, el presente
trabajo trata de validar el modelo frecuencial de los métodos propuestos para el
cálculo de las intensidades de referencia.

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