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¿Qué es Photoshop?

Photoshop, creado por Adobe Systems, es una de las


herramientas software para el tratamiento de imagen más potente
hoy en día.

Los logotipos de Photoshop son propiedad de Adobe, así como


las marcas registradas Photoshop y Adobe. Aula Clic no tiene
ninguna relación con Adobe.

Debemos tener bien claro desde el principio que Photoshop no


está pensado para dibujar, para eso es recomendable que utilices
Illustrator de Adobe. Photoshop está principalmente orientado a
tratar y manipular imágenes, o bien creadas por otros programas, o
digitalizadas por un escáner o máquina fotográfica. Entonces, una
vez introducida la imagen en el programa podrías retocarla,
transformarla y editarla con un sinfín de posibilidades.

De hecho, esta es una de las características más interesantes de


Photoshop, pues Adobe ha sabido crear un programa intuitivo y muy
completo que hace que se desmarque de la competencia y sea el
software más utilizado por diseñadores e ilustradores.

Novedades en Photoshop CS3


Esta versión de Photoshop se caracteriza sobre todo por su
integración en la Suite de aplicaciones de Adobe, entre ellas
Illustrator, Flash, Dreamweaver y en su versión extendida con
Premiere (edición y tratamiento de vídeo).

Desde esta versión es muy fácil compartir archivos entre


aplicaciones, bastará con arrastrar de un lugar a otro los elementos
que queramos compartir e inmediatamente estarán listos para su
uso.

En cuanto a las características del programa, Adobe ha


rediseñado la interfaz del programa para intentar crear un entorno
más espacioso. De este modo las paletas o ventanas que antes se
hallaban flotando por la pantalla ahora se organizan en docks o
paneles situados a la derecha. Estos paneles se pueden optimizar
cambiando su tamaño o mostrando únicamente aquellos elementos
que nos sean necesarios.
El Panel de Herramientas también se ha rediseñado.
Abrir una Imagen  

Normalmente, al instalar Photoshop, aparece una sección en la


instalación que te permite asociar diversos tipos de archivos a la
aplicación, esto es, que permitamos a Windows abrir determinados
tipos de archivos con Photoshop.

En principio, si no cambiaste nada durante la instalación casi


todos los formatos de imagen, o al menos los más comunes, se
abrirán con Photoshop, por lo que hacer doble clic sobre un archivo
de imagen provocará el arranque del programa y la carga del
archivo.

Si este no es tu caso, hay formas alternativas para abrir archivos


desde Photoshop, que son también las que utilizaremos con más
frecuencia.

Vamos a ver los pasos a seguir para abrir un archivo desde


Photoshop.

Una vez abierto el programa, haz clic en Archivo en la barra de


menú.

Se desplegará una lista como esta:

Para abrir una imagen deberás hacer clic en Abrir. y se abrirá un


cuadro de diálogo.
Llegados a este punto, lo que deberás hacer es navegar por las
carpetas hasta encontrar el archivo deseado. Cuando lo tengas
seleccionado, haz clic en Abrir y la imagen se abrirá en una ventana
dentro del programa.

Puedes abrir simultáneamente tantas imágenes como tu

ordenador soporte, pero ten en cuenta que cuantos más recursos


consumas más lento irá el programa.

Una de las características que se añadió en la versión anterior de


Photoshop es Adobe Bridge, esta vez se mantiene e incluso se ha
mejorado. Puedes abrirlo haciendo clic en Archivo → Explorar o

desde este icono a la derecha de la barra de menú.


Guardar una Imagen  

Es importante diferenciar, primero, los dos estados de trabajo en


los que se puede encontrar una imagen:

Una imagen puede estar en proceso, y no estar todavía


acabada. O bien porque queremos grabar en determinado
momento para no perder los cambios realizados, o porque
deseamos terminar la sesión de trabajo y continuar más
adelante.

O una imagen puede encontrarse terminada y lista para


publicar, imprimir o almacenar.

Por tanto, si la imagen puede encontrarse en dos estados de


trabajos, guardaremos nuestros archivos de formas diferentes.

En ambos casos el procedimiento inicial es el mismo, haremos clic


en Archivo y luego en Guardar Como.
Aparecerá el siguiente cuadro de diálogo:

Seguidamente navegaremos por las carpetas hasta encontrar el


lugar donde queremos guardar el archivo.

 
Ahora es cuando debemos elegir una de las dos opciones.

a) Guardar Imágenes inacabadas o en proceso.

Si todavía no hemos alcanzado el estado final de la


imagen y queremos guardar el trabajo que hemos
hecho, nos gustaría que la imagen permaneciese
exactamente en el estado en el que se encuentra,
manteniendo las capas, transparencias y objetos tal y
como están para poder seguir trabajando sobre ellos
después.

Entonces deberemos decirle al programa que el tipo


de archivo que queremos crear al guardar la imagen sea
de tipo Photoshop (.PSD o .PDD). Este tipo de archivo
ocupa mucho espacio, pero es debido a que guarda
gran cantidad de información sobre el estado en el que
se encuentra nuestra composición.

Así que haremos clic sobre la lista desplegable de


Tipo y seleccionaremos Photoshop.

.PSD y .PDD no son archivos de imagen, son


archivos de trabajo propios de Photoshop y por tanto
sólo podrá utilizarse con este programa.
b) Guardar imágenes terminadas para su posterior
almacenamiento, publicación o impresión.

En este caso, nuestra imagen ya ha alcanzado su


estado final, hemos trabajado con la imagen y queremos
finalizar su proceso.

Pues bien, ahora lo que haremos será guardar la


imagen como un archivo de imagen para que pueda ser
utilizada más tarde como mejor nos interese. Para ello
haremos clic en la lista desplegable de Tipo y
seleccionaremos el formato de imagen digital que
queremos darle a nuestra imagen.

JPG y GIF son los formatos más comunes, siendo el


primero de mayor calidad, pero más pesado (esto es,
ocupa más espacio), mientras que el formato GIF es de
menor calidad, sólo permite 256 colores como máximo,
pero muchísimo más ligero, además de permitir
transparencias y animaciones.

Ten en cuenta que en el momento en el que guardes la


composición en cualquiera de estos formatos de
imagen, todos los objetos, capas y transparencias se
acoplarán creando una imagen plana, y, por tanto, no
podrás volver a manipular la imagen desde el estado de
trabajo en el que se encontraba antes de grabar.

Si quieres evitar esto, guarda una versión de trabajo


(en .PSD) de tus composiciones finalizadas para poder
hacer pequeños retoques o añadidos en cualquier
momento.
Una vez escogido el tipo de archivo que queremos crear (de
trabajo o de archivo), haremos clic en Guardar.

Ahora veremos los pasos que debemos seguir para guardar un


archivo según el tipo escogido.

a) Si guardaste el archivo en formato PSD, no


encontrarás ningún otro problema.

El archivo se creará en el directorio escogido y con el


nombre que le diste, y cuando quieras volver a él sólo
tendrás que hacer doble clic sobre su icono o acceder a
él mediante el menú Archivo → Abrir.

b) Si guardaste el archivo en formato JPG, se te


presentará el siguiente cuadro de diálogo:

Desde aquí podrás configurar diferentes opciones de


la imagen al guardarla. Observa el apartado de Calidad,
puedes elegir entre calidad baja, media, alta y
máxima. Si escoges una calidad alta el archivo de
salida tendrá un tamaño mayor, mientras que si reduces
la calidad ganarás en espacio en disco.

Otra opción que se te presenta es escoger el tipo de


formato JPG en el que quieres comprimir el archivo,
podrás escoger entre tres tipos diferentes. Observa que
al pie de la ventana hay unas cifras en Kilobytes (unidad
de medida del espacio que ocupa en memoria un
archivo), si cambias entre los tipos de formato (o la
calidad de salida) verás como el tamaño final del archivo
varía.

En principio, que cambies el tipo de formato no


alterará demasiado el tamaño del archivo final, pero
puedes asegurarte seleccionándolos y escogiendo el
que más se ajuste a tus expectativas.

En cualquier momento podrás ver como afecta la


compresión a la imagen activando la casilla de Pre
visualizar, cualquier cambio de tono o color se reflejará
en la ventana de imagen, y podrás ver antes de guardar
el aspecto final de tu composición.

Otro punto interesante es la opción de Mate. Desde


su lista desplegable podrás seleccionar el color en el
que quieres que se muestren las transparencias, si la
imagen las tuviese, ya que el formato JPG no es capaz
de mostrar espacios trasparentes.

Pero veremos las transparencias más adelante, de


momento sigamos con el siguiente formato.

Si guardaste el archivo en formato GIF, el siguiente


cuadro de diálogo se mostrará al hacer clic en Guardar:
En este paso deberás determinar como se va a
guardar el archivo de imagen GIF.

Como ya dijimos anteriormente, el formato GIF sólo


es capaz de almacenar 256 colores como máximo, por
lo que en esta ventana tendremos que decidir que
colores deberá almacenar y que otros despreciar (en el
caso de que nuestra imagen tuviese más de 256
colores).

En la primera lista desplegable, Paleta,


seleccionaremos el conjunto de colores de salida
queremos que contenga la imagen. La opción Local
(Selectiva), es la predeterminada, e intenta ajustar la
paleta de colores final a los colores contenidos en la
imagen, despreciando algunos medios tonos para
conseguir un número de colores final que se ciña a las
propiedades del formato.

Esta es la opción más recomendable casi siempre, a


no ser que consideres despreciables otros colores que
Photoshop en principio descartó.

En el caso de que quisieses crear una paleta


personalizada, deberás seleccionar A medida..., y
añadir y eliminar colores a través de este cuadro de
diálogo:
Otras de las opciones de Paleta son aquellas que
harán que los colores de imagen se ajusten a una paleta
ya predeterminada (como la paleta del sistema Windows
o Macintosh, o los colores de paleta estándares de la
web) para optimizar el resultado para un sistema
determinado. Estas opciones son adecuadas si la
imagen de salida va a ser utilizada únicamente para el
visionado en alguno de estos sistemas exclusivamente.

En todo momento, independientemente de la paleta


seleccionada, podrás modificar el número total de
colores de salida bajo la lista desplegable de Paleta.

También es posible forzar la paleta final a un


determinado conjunto de colores (ya sean web,
primarios, blanco y negro o una paleta creada por el
usuario) esto causará que los colores de la imagen se
adapten a la paleta final convirtiendo cada color de la
imagen a el color más afín que existiese en la paleta
final.

En todos los casos si la casilla de Pre visualización


permanece activada, podrás ver en la ventana de
imagen el resultado final antes de guardarla
definitivamente y crear el archivo de salida.

Si la casilla de Transparencia se activa, las


trasparencias que contenga la imagen permanecerán
trasparentes, mostrándose el fondo de la página donde
coloques la imagen. Este es un recurso muy utilizado en
la web para crear efectos

Si decidieses no mantener las transparencias puedes


seleccionar el color que deberán mostrar éstas en la
imagen final desde la lista desplegable Mate, igual que
en el caso anterior.

Una vez seleccionadas todas las opciones de color


pulsarás OK, Photoshop te preguntará si deseas que la
imagen se guarde entrelazada.

Como GIF es un formato diseñado para el


intercambio de imágenes por la red, el efecto
entrelazado facilita este proceso reservando el espacio
de la imagen en la página para luego descargar la
imagen línea a línea, puedes observar este efecto en
muchas webs, pues es un recurso muy utilizado para
imágenes que ocupan bastante espacio y tardas un
poco en cargar.

Para imágenes pequeñas es recomendable no utilizar


el entrelazado y así ahorrarnos un poco en el tamaño
final del archivo.

Una vez aceptadas todas las opciones, el archivo se habrá guardado en la


carpeta que escogiste, y estará listo para imprimir, publicar o almacenar hasta un
uso posterior.
Abrir un Nuevo Documento de Trabajo  

Hasta ahora hemos visto como abrir una imagen para tratarla en
Photoshop, y a guardarla en cualquiera de los estados en los que se
encuentre en cualquier momento. Pero ahora aprenderemos algo
más esencial, esto es, crear un documento en blanco desde el que
crearemos una imagen a partir de cero, bien sea añadiendo recortes
o imágenes completas desde otros archivos o introduciendo objetos
propios como texto o formas.

Para ello, y una vez inicializado el programa, haremos clic en


Archivo Nuevo para que aparezca el cuadro de diálogo de Nuevo
Documento de Photoshop.

Desde esta ventana vamos a configurar el documento que vamos


a crear, definiendo sus características básicas, como son el tamaño,
la resolución y el color de fondo.
En principio, si conocemos el tamaño final que queremos que
tenga la imagen, podemos definir su tamaño introduciendo la altura y
anchura deseadas directamente. Observa que puedes cambiar las
unidades con las que se mide el lienzo (el área de la imagen) y
medirlas en centímetros, útil para imágenes fotográficas, o en
píxeles, más recomendado para imágenes destinadas a la
publicación en Internet.

Un píxel es la unidad más pequeña en la que se puede


descomponer una imagen digital, a cada píxel le corresponde un
color, y así, píxel a píxel se va formando la imagen total.

Imagina una imagen formada por millones de cuadraditos


diminutos. A simple vista la imagen con un zoom real (al 100%)
parece normal, pero si aumentamos el zoom podemos ver la imagen
cada vez más "cuadriculada". Esto es debido a que al acercarnos
cada vez más vamos viendo los píxeles de más cerca.

Si aumentamos el zoom al máximo veremos que la imagen está


formada por cuadrados de colores, que en conjunto forman la
imagen. Estos cuadrados son los píxeles.

Hay que tener en cuenta que un píxel no tiene un tamaño real (en
centímetros). Depende de la resolución de pantalla con la que se
muestre. Si tu resolución de pantalla es de 800x600 significa que tu
pantalla (sea del tamaño que sea) mostrara 800 píxeles en su
anchura y 600 en su altura. Podemos configurar la pantalla para que
muestre muchos más píxeles en el mismo espacio seleccionando
una resolución de 1024x768 píxeles. El tamaño en centímetros será
el mismo, pero se mostrarán más píxeles en un mismo espacio.

Es debido a esto que una imagen parezca más grande en


resoluciones más bajas, porque un píxel a 800x600 mide más (en
centímetros) que lo que mediría si nuestra configuración fuese más
alta.

Por esto es que una imagen medida en píxeles es más apropiada


para la publicación en web. Queremos saber el espacio real que
ocupará en pantalla, y no el espacio que tendría si la imprimiésemos.

También es posible que quieras que tu imagen tenga un tamaño


estándar ya definido, como podría ser el tamaño de hoja A4 o carta.
Si este es tu caso, puedes hacer clic en la lista desplegable de
Predefinir y hacer clic sobre el elemento que se ajuste a tus
medidas. Photoshop, automáticamente asignará el tamaño al lienzo
de la imagen con las medidas que tiene guardadas para cada tipo de
documento.

Es necesario comprender también el concepto de resolución, la


siguiente característica que trabajaremos.

La resolución de una imagen dice mucho sobre su calidad, nos


permite conocer la cantidad de píxeles que podemos encontrar en
ella. La resolución se define como el número de píxeles por pulgada
(ppp o ppi; 1 pulgada equivale a 2.54 centímetros), y por tanto, si las
dimensiones son pequeñas y la resolución alta, tendremos una
imagen de buena calidad. Las imágenes de mayor resolución
pueden reproducir más detalle y transiciones de color más suaves
debido a la densidad de píxeles.

Observa dos imágenes con las mismas dimensiones pero con


diferentes resoluciones:
Obviamente si la resolución de una imagen es mayor, su peso (el
tamaño de su archivo) será mayor, pues es necesario almacenar
más información al haber un mayor número de píxeles.

Ahora que conocemos mejor el concepto de resolución podemos


escoger una resolución para nuestra nueva imagen. Por defecto,
Photoshop asigna al nuevo documento una resolución de 72ppp, el
estándar para imágenes en Internet, pero si lo que pretendes es
imprimir la imagen con posterioridad, es aconsejable que utilices una
resolución entre 240 y 300ppp.

Otra de las opciones que tenemos que cambiaremos será la del


Modo de color. De esto sólo diremos que si trabajamos con una
imagen destinada a ser visualizada utilizaremos el modo RGB (rojo,
verde y azul, el sistema que utilizan los monitores), sin embargo si lo
que queremos hacer con nuestra imagen es imprimirla deberemos
seleccionar el modo CMYK (cian, magenta, amarillo y negro, el
sistema en el que las impresoras "dibujan" las imágenes).

Una vez seleccionadas todas las características de nuestro


documento elegiremos el color del fondo de la imagen. Si
seleccionamos algún modo que no sea transparente, la capa de
fondo será inamovible y no se podrán realizar algunas de las
características avanzadas de Photoshop. Es recomendable
seleccionar un fondo transparente, así surgirán muchas menos
complicaciones al trabajar con las capas (como veremos más
adelante).
El fondo transparente, en Photoshop, se muestra con un

entramado de recuadros blancos y grises.

Puedes guardar el perfil del documento que estas creando


haciendo clic en Guardar valor, así podrás definir el mismo tipo de
documento seleccionándolo directamente desde la lista desplegable
Predefinir.

Una vez configurado el documento pulsa OK, y una ventana en


blanco se abrirá en el espacio de trabajo.

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