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HALAJCZUK
MARÍA TERESA DEL R. MOYA DOMÍNGUEZ
DERECHO
INTERNACIONAL
PUBLICO
Tercera edición actualizada
IMPRESO ÉN LA ARGENTINA
Queda hecho el depósito que exige la ley 11.723
Copyright by Ediar Sociedad Anónima Editora,
Comercial, Industrial y Financiera, Tucumán 927
6to. pisb. Buenos Aires.
1999
FUENTES 87
9. Medios auxiliares
A. Jurisprudencia
71
Scelle, op. cit, 1944, p. 406.
88 DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO
las decisiones estatales dentro del "proceso" por cuyo medio se crea el
d.i. consuetudinario. Es recomendable mucha prudencia en citarla,
porque muchas veces un fallo interno esta inspirado exclusivamente
por el interés nacional.72
Por lo tanto, pueden ser valiosos también los fallos de los tribunales
de los terceros Estados, que no tienen ningún interés en el caso.
Entre los miembros de un Estado federal pueden presentarse
litigios análogos a los que surgen entre los Estados soberanos; los casos
de esta índole, aunque pertenecen a la jurisprudencia interna, presen-
tan un evidente interés desde el punto del d.i., pudiéndose aplicar por
analogías. Tal es lo que sucede con la abundante jurisprudencia de la
Suprema Corte de los EE.UU., en materia del aprovechamiento, para
la energía hidroeléctrica, de los ríos que atraviesan dos o más Estados
norteamericanos o que los delimitan. Esta jurisprudencia federal llena
una laguna, porque la jurisprudencia internacional era sumamente
escasa en esta materia, según destacamos en la correspondiente
subdivisión de la presente obra. Otro ejemplo: no existe ninguna
jurisprudencia acerca de la aplicación de la cláusula rebus sic stantibus
pero la Corte Federal suiza dictó una sentencia en esta materia, en
1928, solucionando un litigio entre los cantones de Turgovia y Saint
Gallen.
Es innegable la trascendencia de la jurisprudencia para la in-
vestigación pues ella permite la determinación de las normas consuetu-
dinarias con la máxima garantía de exactitud y objetividad gracias al
nivel intelectual de los jueces o arbitros y por otro lado al procedimiento
contradictorio.73
72
Por ejemplo en el célebre caso "Mighell versus Sultán of Johore", de 1893
resultaba evidente la preocupación del Ministerio de Colonias británico (sobre cuyo
dictamen se fundó la Corte) en preservar las apariencias de la soberanía (y por ende
la inmunidad debida a los jefes de los estados extranjeros). Se trataba de un sultán
sometido al protectorado británico. El de Robaver, que menciona Verdross se refiere
a la condición jurídica de un gobierno exiliado. Este fallo holandés pronunciado
inmediatamente después de la segunda guerra mundial, parece ser de dudosa
imparcialidad, debido a la peculiar atmósfera de aquel entonces. Un tribunal
holandés no podía poner en duda la competencia del gobierno real exiliado inmedia-
tamente después de su retorno al país. Lo contrario podría interpretarse como el
reconocimiento de las competencias del gobierno colaboracionista de Musert.
73
Lo mismo podría decirse de la aplicación de la jurisprudencia en la enseñanza;
lo que no significa que seamos partidarios del método. Por supuesto, la sentencia
debe ser precedida por una clara exposición del propio caso y especialmente de las
FUENTES 89
B. Doctrina
No existe unanimidad en cuanto al alcance de la doctrina para el
derecho positivo. Por ejemplo Balladore Palleri la considera práctica-
mente como una fuente del d.i. y Alvarez tan sólo como un factor creador
del d.i. Sin embargo la opinión dominante la expresa Kunz u al criticar
a Balladore Palleri: "Es verdad que las decisiones de la CU citan
muchas veces la doctrina de los publicistas eminentes. Es verdad que
la doctrina ha tenido un papel importante en el desarrollo del d.i.,
quizás más importante que en los derechos nacionales. Sin embargo,
aun las doctrinas de los publicistas de mayor competencia no tienen
la posición jurídica de las responsa prudentium (dictámenes de los ju-
risconsultos) en el derecho romano. Estas doctrinas poseen solamente
una autoridad persuasiva, correspondiente a su imparcialidad y auto-
ridad científica".
Desde el punto de vista de la sociología jurídica existen distintos
tipos de derecho: codificado, consuetudinario, jurisprudencial: pero
también existe un derecho doctrinal, como lo fue el derecho romano
clásico y el derecho romano común de la Edad Media y Moderna. Es
notorio el papel de la doctrina como fuente del derecho romano clásico
y común.
Los emperadores romanos concedían a algunos juristas el ius
respondendi, lo que significada que sus dictámenes fueran obligatorios
para los jueces. Por otra parte, los escritos de algunos juristas romanos
cobraron prácticamente la categoría de una fuente de derecho.
En cuanto al papel de la ciencia jurídica en la creación del derecho
romano clásico, opina Koschaker75 que este derecho puede considerarse
como ejemplo representativo de un tipo general: el derecho doctrinal.
Es la falta de orden y de sistema, consecuencias naturales de su
condición de derecho formado por la jurisprudencia. La gran escasez
de leyes romanas concernientes al derecho privado, reservado a los
juristas, es conocida. Cuando la legislación que en tiempos de la
monarquía absoluta, comienza a incrementar, se acentúa la oposición
entre costumbre y ley designándose con la palabra ius el antiguo derecho
privado contenido en las obras de los juristas romanos. Una diferencia
74
Kunz, 1952, p. 391 y 1958, p. 90.
76
Koschaker, Europa y el Derecho Romano, traducción castellana editada en
Madrid, citada por Halajczuk en 1966, t. 19, ns 3, ps. 17-20.
FUENTES 91
A. Conceptos
76
Particularmente el concepto soviético de los principios generales es comple-
tamente distinto del tradicional concepto occidental, según señalamos oportunamen-
te.
FUENTES 93
77
Podestá Costa critica la tesis de Alvarez, considerándola peligrosa porque una
potencia hegemónica puede influenciar el d.i. del continente.
El d.i. universal nunca fue tan universal como lo parece a primera vista. En
los manuales y los tratados hay una tendencia a presentar como universales ciertas
normas que no lo son efectivamente en la realidad. En la realidad, la vigencia de
normas verdaderamente universales es mucho más reducida; inclusive muchos
convenios universales han sido firmados con reservas, de tal modo que un Estado
no reconoce tal artículo, o tal otro; numerosas disposiciones carecen de una vigencia
universal.
78
Wilk, ps. 668-9. Reflexiones en torno a este tema ver en Halajczuk, 1966, v.
8
8, N 1.
Se terminó de imprimir en
los Talleres Gráficos CYAN,
Potosí 4471, Buenos Aires, TEL. 982-4426
en el mes de enero de 1999