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CARÁCTER

¿Qué es el carácter?
Cuando hablamos del carácter, nos referimos al modo en que un individuo reacciona habitualmente
a cierto tipo de estímulos o situaciones determinadas, considerado como típico de un perfil,
caracterización o inclinación dentro de los cuales encajan otros individuos también.
El carácter se expresa a partir de una característica considerada predominante o principal dentro
de la forma de ser de una persona.

Los factores que constituyen el carácter


1. Emotividad
La emotividad se suele definir como el “estado de conmoción psicosomática que sufren ciertos
individuos bajo la influencia de sucesos que objetivamente tienen una importancia misma". Este
rasgo sirve de base para la clasificación de individuos emotivos y no emotivos. Si un sujeto implica
sus sentimientos primero (o no) ante un estímulo y podemos reconocerlo a través de algunos
rasgos de comportamiento como la movilidad de humor, demostratividad, compasión, fervor, etc.
2. Actividad
La actividad implica dos vertientes. Por una parte, la necesidad gratuita de actuar a causa de una
necesidad congénita (comer, dormir, etc.). Por otra, la necesidad de eliminar todo obstáculo que
trate de oponerse a la dirección del sujeto. Es evidente que nuestro carácter varía
significativamente según el grado en el que estamos consiguiendo satisfacer estas necesidades.
3. Resonancia
La resonancia hace referencia al tiempo de impresión que nos otorga un acontecimiento y el tiempo
necesario para la reconstitución de la normalidad ante dicho acto. Según este tiempo, los sujetos
pueden ser primarios (caracterizados por su impulsividad, movilidad, el hecho de consolarse o
reconciliarse rápidamente, etc.) o secundarios (quienes están durante largos tiempos afectados por
alguna impresión, no pueden consolarse, tienen rencores persistentes, etc.)

Los 8 tipos de carácter (y sus características)


1. Carácter nervioso (emotivo, inactivo, primario)
Emotivo ante todo, siente vivamente todos y cada uno de los estímulos del mundo exterior, el
menor roce es bastante para excitar su sensibilidad hiperestesiada. Al ser inactivo, posee un alto
potencial energético, que al no descargarse por la actividad persistente queda disponible a las
pulsiones, instintos y tendencias antisociales. Cuando llega a su punto máximo reacciona
instantáneamente sin medir las consecuencias de sus actos. El más criminógeno de entre todos los
caracteres.
2. Carácter apasionado (emotivo, activo, secundario)
Se trata de un sujeto por excelencia relacionado con los llamados crímenes “pasionales”, pese a
que tiene una débil incidencia criminógena. El elemento peligroso del carácter apasionado proviene
de que sus emociones afectadas por su secundariedad se prolongan con el paso del tiempo que
suelen organizarse en ocasiones sobre una base de odio y/o celos que, ligadas a la actividad que
posee, facilita sus actos y que podrían fácilmente transformarse en acciones con intenciones
homicidas. La hipertrofia adquirida es la consecuencia de una derivación de la energía psíquica que
utiliza la vía de salida que favorece mejor la perpetración del homicidio, provocado por odio, celos o
venganza. Los estados paranoides se dan con bastante frecuencia y orientan fácilmente al
mecanismo apasionado hacia una conducta antisocial agresiva.
3. Carácter colérico (emotivo, activo, primario)

AMANDA DE JESUS DEL ANGEL USCANGA #201 TS


Fácilmente observable en este tipo que la emotividad se transforma en reacción. El mecanismo
colérico condiciona fácilmente la iniciativa, la combatividad, la agresividad: estos rasgos del
comportamiento corren fácilmente el riesgo de ser dirigidos contra las personas convirtiéndose en
actos antisociales. La necesidad de acción da lugar a ciertas tendencias tales como la codicia o la
sexualidad e inclusive expresividad. Este mecanismo colérico favorece más a las lesiones y a la
estafa que al robo.
4. Carácter sentimental (emotivo, inactivo, secundario)
Heymans, Wiersma y Resten señalan que este carácter no predispone a la delincuencia. El
sentimental es frenado en la expresividad de sus emociones por su secundariedad, que traza
delante de él unas perspectivas alejadas de su conducta y también por su inactividad que muy
raras veces le encauza por el camino de la delincuencia. Sin embargo, su secundariedad puede
organizar emociones sobre un tema pasional, cuya base puede ser el odio, rencor, envidia, etc. De
ahí que las reacciones violentas, agresivas e insólitas, la mayor parte de las veces sean dirigidas
en contra de las personas. Como el clásico ejemplo de algún sujeto que de la noche a la mañana
decidió asesinar a toda su familia o causar un tiroteo en una escuela, y que posteriormente se
suicida. Este hecho solo puede explicarse por un eclipse momentáneo del mecanismo sentimental
que cede ante un mecanismo nervioso.
5. Carácter sanguíneo (no emotivo, activo, primario)
El sanguíneo tiende a dar rápida y completa satisfacción a los reclamos de su cuerpo: comiendo y
bebiendo con avidez por ejemplo, también procurando saciar su apetito sexual. Interviene
relativamente poco en los delitos contra la propiedad (como el robo por ejemplo), en cambio tiene
cierta incidencia en delitos sexuales y de violencia contra las personas.
6. Carácter flemático (no emotivo, activo, secundario)
Individuos generalmente fríos, tranquilos, puntuales, ordenados, veraces y reflexivos. De escasa
participación en los delitos. Sin embargo sus rasgos intelectuales y meticulosos pueden hacer que
cuando el flemático opte por encauzarse al delito, realice conductas antisociales largamente
meditadas, cuidadosamente preparas y realizadas, a diferencia de por ejemplo el nervioso o el
colérico quienes pueden delinquir por arrebatos de impulsividad. Comúnmente se les relaciona con
delitos intelectuales sumamente intrincados como asaltos a bancos, delitos de cuello blanco, etc.
7. Carácter amorfo (no emotivo, inactivo, primario)
Su rasgo dominante es una pereza sumamente radical. Vive en el presente inmediato y no suele
ser reflexivo en cuanto las consecuencias de sus actos, solo atiende a sus necesidades para darles
satisfacción siempre con el mínimo esfuerzo. El amorfo se deja influenciar fácilmente al delito por
influencia de otros ya que no tiene aptitudes para resistirse a sugestiones de un grupo. El caso de
aquellos que solo son colaboradores secundarios en un delito (por ejemplo en un secuestro: el que
retiene a la víctima en la casa y le da de comer).
8. Carácter apático (no emotivo, inactivo, secundario)
Caracterológicamente mal dotados y difícilmente adaptable al medio. En ocasiones tienen debilidad
mental de algún tipo con fallas en la esfera moral y volitiva. Con deficiencias notorias en la
educación. Especialmente partícipe de delitos sexuales contra menores, dado a sus múltiples
dificultades para establecer relaciones con otros individuos.

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La conducta social
Por conducta social se entiende aquellas conductas que están orientadas hacia el ámbito social compartido
por todos los seres humanos en función del ámbito de observación. Podríamos decir que son conductas
sociales aquellas que se relacionan con los componentes de sistema social, incluidas en estas:

● Las conductas relacionadas al trabajo, ya sea de búsqueda, cumplimiento, generación y mantención


de fuentes de trabajo.
● Las conductas relacionadas al dinero, obtención, ahorro, gasto y administración del sistema
económico.
● Las conductas relacionadas al ambiente, contaminación, cuidado de los ecosistemas, relación con la
naturaleza desde el ámbito urbano.
● Las conductas relacionadas al bienestar social de los demás, incluidos la salud, educación, calidad
de vida.
● Los estilos de vida, incluidos la tendencia al materialismo, espiritualismo, dedicación a la ciencia, el
arte, el deporte, las correctas relaciones humanas, el esparcimiento, los estilos de vida derivados de
la opulencia y los estilos de vida derivados de la carencia.

Los diferentes tipos de conducta:

1. Conducta innata o heredada


Las conductas innatas o reflejas son unas de los primeros tipos de conducta que realizamos
en nuestra vida, y se caracterizan por ser aquellas que aparecen en la persona o ser de
manera natural y derivada de nuestra genética, sin que nadie nos las haya enseñado antes.
Un ejemplo de ello lo encontramos en reflejos como el chuparse el dedo o mamar cuando
somos bebés.Pueden aparecer tras el nacimiento o incluso antes (ya se observan algunas
conductas de este tipo en la etapa fetal).
2. Conducta adquirida o aprendida
Otro de los principales tipos de conducta es la conducta adquirida o aprendida, la cual se
define como todo aquel tipo de acción que no surge de manera natural en la persona o
animal si no que es aprendida a lo largo de la vida. Este aprendizaje puede ser inculcado por
la propia experiencia o bien transmitido o modelado a partir de la observación del
comportamiento de otros.
3. Conducta observable/manifiesta
La conducta observable o manifiesta es aquella que se puede ver a simple vista desde el
exterior. Se trata de comportamientos que llevamos a cabo y que implican algún tipo de
movimiento por nuestra parte en relación con el medio que nos rodea.
Son el tipo de conducta que se suele considerar como tal, ya que nos llevan a “hacer”
físicamente alguna acción.
En este sentido, corrientes como el primer conductismo las consideraban inicialmente el
único tipo de conducta observable y demostrable empíricamente.
4. Conducta latente/encubierta
Tal y como hemos comentado con anterioridad, cosas como imaginar, pensar, recordar o
fantasear son actos o comportamientos que no pueden apreciarse a simple vista desde el
exterior, pero no dejan de ser actos que llevamos a cabo. Se trata de las conocidas como
conductas encubiertas.
5. Conductas voluntarias
Otro tipo de clasificación de conductas que puede aplicarse tiene que ver con la presencia o
ausencia de voluntariedad a la hora de llevarlas a cabo. Las conductas voluntarias son todas
aquellas que el sujeto que las realiza lleva a cabo de manera consciente y de manera acorde
a su voluntad.
6. Conductas involuntarias/reflejas

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Por otro lado, las conductas involuntarias son todas aquellas que se llevan a cabo de manera
inintencional.
Por lo general ello incluye principalmente las conductas reflejas: retirar la mano de un fuego
que nos quema, respirar o el conjunto de reflejos de los cuales disponemos desde el
nacimiento.
7. Conductas adaptativas
Entendemos como conductas adaptativas a todas aquellas que permiten a aquel que las
realiza adaptarse de manera más o menos eficiente al medio que le rodea, de manera que su
realización resulta una ventaja y facilita la supervivencia y el ajuste y bienestar del sujeto.
8. Conductas desadaptativas
Existen también conductas que dificultan que el sujeto se adapte al medio y que le pueden
generar malestar o dificultar su funcionamiento en el entorno en el que se encuentra.
Estas serían las denominadas conductas desadaptativas, las cuales tienden a causar
sufrimiento y que por lo general resulta deseable modificar (aunque a veces es difícil o el
propio sujeto no quiere hacerlo).
9. Conductas apetitivas
Se denomina conducta apetitiva o de aproximación a aquel conjunto de acciones llevadas a
cabo con aproximarse a un objetivo determinado, el cual motiva y activa al sujeto a actuar.
10. Conductas consumatorias
Se trata del conjunto de acciones que llevamos a cabo con el fin de conseguir obtener el
objetivo, meta o gratificación que nos mueve a la actuación, y que nos permiten dar por
finalizada un patrón o serie de acciones o comportamientos para lograrla.
11. Conductas pasivas
Se entiende como conducta pasiva a aquel conjunto de comportamientos vinculados a la
manera de relacionarse con el entorno que nos rodea y con el resto de nuestros semejantes,
caracterizado por una supresión o minimización de los propios deseos y necesidades en
favor de las de los demás.
Aparecen generalmente debido a una necesidad o deseo de ser apreciado o evitar el
conflicto que podría suponer la expresión de la propia voluntad.
12. Conductas agresivas
Se entiende como conducta agresiva a aquella en la que la obtención del propio beneficio o
la gratificación de las propias necesidades se pone por delante del bienestar de los demás,
con indiferencia a que ello supongo un perjuicio para el resto.
Se trata de una conducta de tipo dominante y que puede llegar a expresarse por medio de la
violencia. Si bien evolutivamente tuvieron un propósito (defenderse de las agresiones
externas), este tipo de conducta puede llegar a ser aversivo para el resto.
13. Conductas asertivas
La conducta asertiva es aquella que tiene un equilibrio entre la agresiva y la pasiva: el sujeto
defiende su punto de vista y sus intereses, pero teniendo en cuenta y valorando la opinión y
las necesidades del resto.

Permite la negociación y llegar a un punto de acuerdo, e integra la reafirmación y expresión


de necesidades y opiniones con el respeto por los propios de los demás.
14.Conducta condicionada/respondiente
Este tipo de conducta hace referencia a aquella que el sujeto lleva a cabo como
consecuencia de la asociación realizada entre su emisión y la presencia o ausencia de otro
estímulo apetitivo o aversivo.
Se trata de un concepto más conocido como respuesta condicionada, estudiada por la
corriente conductista de la psicología y utilizada por autores como Pavlov con su
condicionamiento clásico.
15. Conducta no condicionada/incondicionada

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Más conocida como respuesta incondicionada, se trata del tipo de conducta que el sujeto
realiza de manera innata y natural al presentarse un estímulo de por sí apetecible o aversivo,
hacia el que hay una tendencia a acercarse o a alejarse dependiendo del caso.
16. Conducta operante
Se denomina como tal a todo aquel tipo de conducta que se lleva a cabo con el propósito de
obtener o conseguir un determinado bien, objetivo o meta.
Se relaciona también con el conductismo, en este caso con el propio del condicionamiento
operante de Skinner: llevamos a cabo una conducta debido a la previsión de que su
realización nos permite recibir reforzamiento o bien evitar castigos.

FORMAS DE RELACIÓN SOCIAL


¿Qué son las relaciones sociales?
Comúnmente, se entiende por relaciones sociales al conjunto de las interacciones que
ocurren entre dos o más personas, o dos o más grupos de personas, de acuerdo a una serie
de protocolos o lineamientos mutuamente aceptados, o sea, de acuerdo a normas
específicas.
Las relaciones sociales pueden ser:

Materiales. Involucran algún tipo de intercambio de objetos. Estas son relaciones concretas
que incluyen aquellas que poseen vínculo con lo económico, lo material.
Ideológicas. Involucran la adhesión o la transmisión de algún tipo de patrones de
pensamiento. Son relaciones abstractas que se vinculan a lo moral, espiritual, político, etc.

Tipos de relaciones sociales

Relaciones afectivas. Aquellas que tenemos con las personas escogidas para conformar
nuestro entorno íntimo: amigos, parejas y compañeros, gente con la que desarrollamos
conexiones emocionales profundas.
Relaciones laborales. Aquellas que debemos emprender en nuestro entorno de trabajo, sea
el que sea, y que suelen regirse por normas jerárquicas, formales y diferentes a las íntimas.
En general son nexos menos profundos emocionalmente, pero muy importantes en la
cotidianidad.
Relaciones familiares. Otro tipo de relaciones íntimas y de mucha intensidad, pero que no
podemos realmente elegir, ya que vienen dadas de antemano, son las de nuestra familia, al
menos el núcleo cercano de padre-madre-hermanos. De hecho, estas relaciones son
psicológicamente vitales para los individuos, tanto en un sentido positivo como negativo.
Relaciones circunstanciales. Aquellas relaciones superficiales, efímeras y locales que
tendremos con desconocidos a lo largo del día, muchas de las cuales podrían pasar a ser de
otro tipo, o no. Suelen tener poco vínculo emocional y ser olvidadas rápidamente.

Importancia de las relaciones sociales


Tal y como decíamos al principio, las relaciones sociales son la base de la sociedad humana
como un todo. Están determinadas por la interacción social de los seres humanos, sobre todo
a medida que se transmite a generaciones venideras.

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Cómo Mejorar Tus Habilidades Para Socializar
● Comprende tus miedos sociales.Los miedos sociales como la timidez o la ansiedad
social nos privan de muchas oportunidades. ...
● Interésate por los demás. ...
● Aprende a escuchar. ...
● Utiliza tu empatía. ...
● Imita sutilmente. ...
● Comunícate de forma emocional. ...
● Rellena los huecos de información. ...
● Sé más asertivo.

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