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1.

1 Antecedentes de la policía en México

Generalidades

Hoy día el fenómeno de la delincuencia representa el problema toral que aqueja


a toda sociedad a nivel mundial, el cual se acentúa con mayor gravedad en
aquellos países en donde no se practica una política criminológica, es más, en
algunos no existe mínimamente un programa nacional, en que se plantean las
propuestas de prevención, control y regulación; conjuntándose a ello la
deficiente y mal conformada, estructural y funcional policía y el propio Ministerio
Público, siendo por consecuencia de elemental trascendencia conocer a dicha
institución policial, desde los orígenes hasta esta última década del Siglo XX.

Al respecto dice el Maestro Solís Quiroga, que:

“La humanidad en los diversos grados y aspectos de su existencia ha pasado


por etapas de atraso esencial y por otras de brillantes adelantos que se han
suscitado ya sea progresivamente o bien dando aparentes saltos y aún
retrocediendo. Cierto es que algunos pueblos permanecen sumamente
ignorantes y mantienen sus costumbres primitivas en tanto que otros, progresan
de manera desmedida, tanto material como intelectual y humana.” 1

Los conflictos delincuenciales de cualquier época están representados por los


desajustes personales y sociales de toda sociedad, lo cual motiva y ha
motivado a que las ciencias jurídicas busquen o traten de encontrar soluciones
objetivas y duraderas que representen cierta tranquilidad entre los habitantes de
una comunidad o de un país. Estos factores y otros más son propios de un
somero análisis que cumplir y obligatorio de las autoridades detentadoras del
poder, como aquellas ejecutoras y además a estudiosos del derecho, a buscar
nuevos horizontes de aplicabilidad de justicia dejando ya y para siempre los
enfoques unilaterales, despejándose de sectarismos anticuados que a nada
positivo llevan.
1
SOLIS QUIROGA, Héctor. Sociología Criminal. Editorial Porrúa, México, 1977, pág. 233.
1
Quizá una de las paradojas más ostensibles en el campo del Derecho Penal, es
que admitiéndose la participación del policía, como individuo, institución y
custodiador de los intereses de nuestra sociedad, amén de considerarlo como
factor activo o indispensable en la participación del buen funcionamiento de la
justicia en nuestro país, no se haya producido ni mucho menos llevado a cabo,
técnico ni jurídicamente hablando, lineamiento alguno metodológico o
sistemático, por cuanto hace a esta institución auxiliadora del Ministerio Público,
misma que requiere con desmedida urgencia se le dé el carácter funcional,
enclaustrándola ya, en un marco jurídico determinado dadas las exigencias que
día a día vamos viviendo y que requiere nuestro país, con bases académicas y
programas específicos.

No cabe la menor duda que desde el punto de vista penal, la sociedad no ha


quedado desprotegida ni mucho menos desamparada ante la ley, ya que cuenta
con órganos reguladores de conducta y vigilancia de la misma, como son las
autoridades judiciales y ministeriales, que han y siguen representando el orden
de un status social, los cuales han sido reconocidos a través del devenir de la
humanidad y del derecho; si embargo, a la policía se le ha abandonado un poco
más.

Por otro lado la delincuencia ha aumentado de manera desmedida y ésta solo


puede ser atacada, examinando las causas que le dieron origen y una de esas
causas es el cimiento humano creador y regulador de su propia conducta
misma que quedará determinada por un órgano controlador denominado
“policía” entre otros órganos reguladores de conducta.

Ante estas ideas es necesario crear un estado integral de policía sin mezclar
ideas extrañas o extranjeras que provocarían desajustes sociales; crearlo por
necesidad inmediata porque el momento lo exige, así como por el hecho de que
los tiempos han cambiado, tanto la evolución de la especie como las propias
necesidades de la sociedad presente; por las circunstancias de que la
criminalidad se desarrolla y se desenvuelve dinámicamente en todos los
estratos sociales, mientras que los órganos de prevención a la criminalidad van
2
quedando rezagados esto sin tomar en cuenta los factores económicos,
políticos y sociales que cada día son más complicados; sin embargo el Estado y
su policía van quedando al margen de todas estas exigencias, por lo cual debe
buscar su transformación para luchar contra tales avatares, con mayor eficacia
y en donde la investigación del delito y la persecución de los delincuentes, sea
más técnica, científica metodológica y menos arbitraria.

1.1.1 Etapa Primitiva

Decía el célebre Thomas Hobbes: “El hombre es el lobo del hombre”, queriendo
explicar que el hombre se aniquila uno al otro con la crueldad característica de
ese animal salvaje, y en algunas ocasiones ese instinto irracional es superado
por determinadas conductas del ser humano.

Se supone que el hombre es el ser mas prodigioso del reino animal, su


inteligencia e ingenio lo hace sobresalir por sobre todos los otros, pero en
ocasiones se convierte en una verdadera vergüenza para su reino cuando
aparece su instinto sanguinario y cruel en contra de su misma especie. La
historia criminológica y penológica así nos lo enseña; la primera estudiando el
por qué de la conducta criminal y la segunda a través del estudio de los
castigos que imponen a quienes cometen una conducta criminal o antisocial.

En los pueblos primitivos no existía una organización tan intensa y compleja


como la observada en la vida activa de los países adelantados de nuestros
días, por ende, resulta muy aventurado pretender encontrar la función de policía
en esta etapa: correspondió tal vez, a la adopción de medidas rudimentarias de
protección y defensa de la vida y la propiedad.

Al surgir la ambición y el desmán desenfrenados del más fuerte, surgió la


necesidad de regularlo y garantizar la convivencia pacífica y armónica.

“En los tiempos prehistóricos las funciones policiales eran realizados por los
jefes de la familia; pero más tarde, cuando las sociedades se convirtieron en
3
grupos más grandes y complejos que el simple núcleo familiar, dichas funciones
pasaron a manos de funcionarios específicos, particularmente los militares,
hasta que terminaron por ser encomendados a corporaciones no castrenses
denominados “policías” (nombre que se derivó de las fuerzas de seguridad
interna en la Ciudades-Estado o “Polis”, de la antigua Grecia.” 2

El hombre al evolucionar socialmente, obedeciendo sus tradiciones, a través de


los “jefes” o “guías”, se sintió respaldado para, asegurar su subsistencia;
conservar los medios que facilitaran un ambiente de tranquilidad, aunque
relativo; prevenirse contra los atentados provenientes de los enemigos o los
extraños al grupo comunal.

A medida que fueron apareciendo nuevas formas de vida y de organización


social. Los medios y recursos para la seguridad se emplearon de manera
proporcional y adecuada a las necesidades, aunque con los matices que
implicaba la forma de gobierno adoptada y junto a ello por consecuencia obvia
el crimen. “El crimen siempre ha existido mientras que el hombre ha sido
hombre, es tan natural como la imperfección de nuestra naturaleza. Todos los
hombres tenemos bondad y maldad, participamos de la belleza del ser y de su
permanente imperfección. Como seres perfectibles aspiramos a ella,
idealizamos los valores que nos acercan al ser perfecto y condenamos la
imperfección aunque ella se adhiere profundamente a nuestro ser. Por eso
también hablar y unir al crimen al hombre y a la sociedad, será siempre motivo
que conmueva al mismo hombre porque patentiza nuestra imperfección frente a
esos valores ideales que nos lleva a la perfección […] Entre los antiguos, el
crimen se comparaba al pecado que arrastrara la maldición eterna.

El bien frente al mal acechando al hombre. Los débiles que flaquean se separan
del bien y de la divinidad.3

2
MORENO GONZALEZ, Rafael. “Reflexiones de un Criminalista”, Cuaderno del Instituto Nacional de
Ciencias Penales. N° 24, México, 1986.

3
DE TAVIRA, Juan Pablo, Revista Criminalista Tema “Hacia una nueva corrupción del crimen” año XL. N°
1-12, pág. 267, enero-diciembre. Editorial Porrúa, México, D.F. 1983.
4
Esta permanente lucha entre el bien y el mal que padecemos en lo interno y en
lo externo ha sido curiosamente interpretada por los hombres a través de los
tiempos, quien analiza e interpreta el quehacer y el actuar de los demás
hombres con el fin de establecer un orden y una seguridad dentro de su inicial
status social, para que poco a poco y en la medida en que evoluciona, la justicia
sea más limpia y casi perfecta con matices mas humanizantes y adaptables a lo
que en verdad, es, ha sido y será el hombre y su realidad.

1.1.2 Pueblos del viejo mundo (Grecia y Roma)

Grecia.

La policía entre los griegos atendía “a las necesidades que sentía la


colectividad como un todo único y sin desintegración”, 4 de tal manera que, la
función policiaca comprendía los servicios y necesidades de la ciudad, entre
otros, la vigilancia encomendada, fundamentalmente en Esparta, a los jóvenes
de 18 a 20 años. En Atenas, durante algún tiempo, se encargó a los efabos el
resguardo de las fronteras y el servicio policiaco de la ciudad.

Sí la organización de los griegos estaba basada fundamentalmente en el


beneficio colectivo, “en la policía no se reconocía la existencia aislada y privada
de los individuos”5 de ahí que la función de la policía se manifestara en los
actos ejercidos por la autoridad en contra de aquello que significase peligro e
inseguridad, pero no dirigido a la protección del hombre aislado, sino siempre
entendido como un valor que se hacía realidad al integrar al grupo.

4
FRIORINI, Bartolomé A. Poder de policía, Editorial Alfa. Pág. 25. Buenos Aires, Argentina. 1945.
5
MAYER. J.P. Trayectoria del Pensamiento Político, pág. 28, México, D.F. 1941
5
Roma.

En la antigua Roma, “el orden establecido no se impone en beneficio de un


particular, sino de todo el Imperio Romano: comprendía no solamente el
conjunto de los ciudadanos de Roma, sino también los valores ante los cuales
se postraban todos sus dioses, sus glorias y sus tradiciones, no se refería a la
sola satisfacción de las necesidades de los individuos sino a todos los que
representaban a la existencia del Imperio, sean sus castas, sus veleidosos
héroes, sus dioses vengativos, En suma, el cúmulo de intereses del Estado
Romano”.6

Para los fines a que se refiere Ihering, sobre la materia policiaca, nos
proporcionan datos históricos imperantes las siguientes leyes: La Lucarina, “Ley
dada o reglamento al parecer de principios del siglo II a.C., sobre materias de
policía y hallada grabada en piedra, descubierta en la antigua colonia latina de
Lucaria, en la pulla; la Ley lilia Municipalia (año 45 a.C.) robada por Julio César
para reglamentar la policía de la ciudad romana; la Lex Municipales Tarentina,
dictada para la ciudad de Tarento en fecha posterior al año 90 a.C., y
anteriormente al 62 a.C., hallada en una tabla de bronce descubierta en Tarento
en 1984, que reglamentaba los servicios de policía urbana y de carreteras.

Durante la época republicana la función policiaca estuvo encomendada a los


Ediles Curulens Plebis y Ediles Plebis Ceralis”.7

Los Ediles Curulens, instruidos por la Lex Furius de Aedilibus Cuirilabue,


formaban parte de una magistratura, cuyo origen legal se remonta al año 367
a.C., durante el primer periodo de su creación, la integraban únicamente los
patricios, aunque años después se concedió este derecho también a los
plebeyos. Tenían a su cargo la función policiaca de la ciudad, vía pública,
mercados, incendios, pesas y medidas, ciudadano y vigilancia de los edificios
públicos y organización de los juegos públicos. Su competencia en el orden
criminal era limitada; en cambio, en materia civil, la ejercían en los mercados
6
FRIORINI, Bartolomé A. Op. Cit., págs. 32 y 33.
7
GUTIÉRREZ ALVIZ, Faletino. Diccionario de Derecho Romano. Editorial Reus. Págs. 359 y 3663.
6
para resolver todo problema relacionado con las transacciones de los esclavos,
animales, y sanciones económicas a quienes cometían alguna falta en contra
de sus prescripciones.

Los Ediles Plebis Cerialis, (cuyo nombre es derivado da la diosa Ceres), en el


año 43 a.C., integraron una magistratura con dos funcionarios encargados del
cuidado y distribución de los cereales y de algunas funciones policiacas.

Para ejercer la vigilancia exterior en la época del Gobierno Municipal, algunos


Magistrados, “Duoviri, Viis Extra Urben Purgandia” cuidaban los caminos que
conducían a Roma.

1.1.3 Etapa Pre-Cuahutemica

Conviene aclarar que al describir la organización de las instituciones judiciales


de los pueblos, comunidades o tribus pre-cuauhtémicas en nuestro país antes
de la conquista resulta complicado, por eso haremos caso omiso de algunas
culturas indígenas como los chichimecas u otomís ya que se encontraban en
un nivel inferior al de los aztecas, mayas o texcocanos, constriñéndose por ello
nuestro estudio, únicamente a ellos, por considerar que estas culturas
alcanzaron un alto grado de civilización al extremo que algunos historiadores
han manifestado asombro ante sus sistemas de administración de justicia.

Uno de los aspectos fundamentales en cuestiones organizativas y


administrativas, dentro de las grandes culturas o ciudades, es precisamente la
policía misma que se representa en distintas formas según las características
de la civilización en que se desarrolle, en nuestro país el hablar de policía tiene
un significado que se adoptó de los conquistadores españoles para crear lo que
llamaron un buen gobierno. A lo largo de la historia los cambios que se han
suscitado en lo que hoy conocemos y llamamos como policía se han venido
estructurando de acuerdo a las necesidades de nuestro entorno social.

7
“En la época mexicana, existía una especie de policía que si no manejaba las
mismas características hispánicas, si se encargaba de que en los lugares
públicos de Tenochtitlán se mantuviera un orden supremo cotidianamente, así
mismo nuestros antepasados fueron obligados a fusionar sus costumbres, raza
y sangre, para dar origen a la cultura mestiza a la cual pertenecemos, podemos
indicar, gracias a los historiadores, que la vigilancia, seguridad y orden social,
emanaba del señor mexica (tlatoani), quien marcaba las pautas de un proceder
eminentemente administrativo.”8

Lo que se intenta descifrar en estas etapas, es analizar cómo se gestaba la


vigilancia en México Tenochtitlán para posteriormente profundizar el estudio de
la policía en México.

1.1.4 Imperio Azteca ( Mexica)

De manera sintetizada, debido a su amplia historia en esta cultura nos


enfocaremos en los temas que nos conciernen de acuerdo al trabajo de
investigación planteado, como es la conformación y funcionabilidad del policía
de esta época, de su rígido derecho penal y sus instituciones.

El Calpulli no solo fue un clan geográfico; también estuvo considerado como la


unidad primaria y funcional de la sociedad. Desde tiempos de la migración el
calpulli ya estaba dividido en dos clases sociales: los Pillis o señores y los
macehuales o gente del pueblo. Los primeros tenían a su cargo la dirección y
organización del clan; los segundos, la ejecución de todo trabajo manual que la
comunidad exigía. En otras palabras: había una clase social privilegiada y otra
no privilegiada.

La sociedad mexica conoció también dos clases de servidumbre: la esclavitud y


el mayeque.

8
NACIF MINA, Jorge. La policía en la Historia de la Ciudad de México, (1524-1928), Desarrollo Social,
Socicultur, México, 1986. pág. 11.
8
La primera se daba principalmente por deudas económicas, los castigos de
cierta falta como el robo, por propia decisión individual con el fin de lograr
seguridad social o algún beneficio, y por ser prisionero de guerra.

Los mayeques eran siervos que, más que a un amo, pertenecían a una
propiedad territorial; trabajaban las tierras de un noble y obtenían su sustento,
aunque debían entregarle buena parte del producto de su trabajo; así también
lo eran los individuos conquistados a quienes no se había movido de sus
tierras, los refugiados de otras ciudades, y los individuos que habían perdido su
derecho a trabajar las tierras del calpulli.

La Organización política de los mexicas tuvo como base la federación de


calpullis.

El organismo director fue un Consejo de Estado o Tlatocan, compuesto por los


veinte representantes de los veinte calpullis o barrios en que se dividía la
ciudad. Las funciones de este consejo eran múltiples, y tenían carácter
directivo, administrativo y judicial.

El jefe supremo del Estado era el Tlacatecuhtli, electo por el Tlatocan. Aunque
su dignidad no era hereditaria, por lo general las personas que eran investidas
con ella se elegían de entre los miembros de una familia. El Tlacatecuhtli tenía
que ser militar de primer orden, ya que se convertía en jefe de los ejércitos de la
capital y de la confederación o alianzas; al mismo tiempo era la más alta
autoridad sacerdotal, puesto que representaba a la divinidad, esto es, era un
Rey por derecho divino.

El Tlacatecuhtli era, pues, el jefe del Estado, el poder ejecutivo, el que dictaba
la última palabra en caso de justicia, el representante de la deidad y el jefe de
los ejércitos; en otras palabras, era un dictador absoluto, y su Estado una
teocracia militar imperialista.

El segundo en categoría lo era el Cihuacóatl, también con carácter militar y


religioso. Era lugarteniente del Tlacatecuhtli y lo representaba como juez, como

9
sacerdote mayor y como jefe del ejército; además estaba encargado de la
recolección y almacenamiento de los tributos. Presidia el Consejo y sustituía al
soberano en el gobierno cuando este se ausentaba de la ciudad.

Los Pillis o nobles tenían a su cargo los deberes administrativos y


desempeñaban los cargos de jueces, magistrados, sacerdotes, comerciantes,
recolectores de tributos, caciques gobernadores de provincia., a la vez que
formaban las órdenes de los caballeros águilas y jaguares por ser militares de
rango.

La belicosidad los impulsaba a participar con entusiasmo en las empresas


militares del Estado como una manera de adorar y servir a los dioses, pues el
hombre valiente era capaz de hacer muchos prisioneros cuyo destino era el ser
sacrificado a los dioses. Por otra parte, la muerte de un valiente no era en vano;
creían que el espíritu del héroe supervivía en un paraíso llamado Tlalocan;
además, el éxito de las empresas bélicas era el camino más rápido para que el
individuo prosperara socialmente. Su rango social dependía de su esfuerzo
personal en las campañas que realizaba el Estado. De ahí que la profesión de
las armas fuera la más importante.

El ejército mexica era mandado por el Tlacatecuhtli o el Cihuacóatl y se


organizaba de la siguiente manera: cada calpulli proporcionaba 200 ó 400
hombres educados en el Telpochcalli; estas escuadras eran mandadas por un
oficial egresado del Calmecac; a su vez las escuadras se dividían en
escuadrones de 20 hombres.9

El derecho penal en este pueblo era el objeto de tradición escrito, pues en los
códices que se han conservado se encuentra claramente expresado lo
siguiente: “Cada uno de los delitos se representaban mediante escenas
pintadas, lo mismo que las penas”.10

9
C. GONZALEZ BLACKALLER Y L.GUEVARA RAMIREZ, Síntesis de Historia de México, pág. 127
Editorial Herrero, S. A. Amazonas N° 44 México, D.F. 1969, Séptima Edición.
10
OBREGON ESQUIVEL, Toribio., Apuntes para la Historia del Derecho Mexicano, Tomo I, pág. 81
Editorial Polis. México 1973. Prólogo por Germán Fernández del Castillo.
10
Penas excesivas que le han valido la catalogación de sangriento, sin embargo
puede considerársele como un derecho completo, toda vez que realizaba
completamente su objetivo de mantener el orden social en todos sus aspectos,
reprimiendo con energía cualquier manifestación de carácter delictuoso, razón
por la cual también se le ha catalogado como Derecho Primitivo. Fue el primero
en trasladarse de la costumbre al derecho escrito. No obstante ello, sobre
policía hay poca información que nos dé luz sobre su funcionamiento y
organización.

Entre las ejecuciones de las sentencias estaba la de cortarles los labios a los
calumniadores, lapidar a los intemperantes, y los violadores eran enviados a la
horca.

En el Derecho azteca la policía facilitaba la seguridad y el pacífico


desenvolvimiento de los grupos sociales. Los Pochtecas (comerciantes)
llevaban a cabo algunas actividades de carácter policiaco. Como el comercio lo
efectuaban en diferentes comarcas, les facilitaba observar la conducta de los
pueblos sojuzgados y la vigilancia de lugares y personas que interesaban al
Imperio. En ocasiones, al monarca directamente confería estas comisiones, de
cuyo resultado dependían las medidas que se adoptaban.

La función preventiva la desempeñaban los Comtecpampiquex, quienes


cuidaban el orden y vigilancia a todo sujeto de mala conducta o con
antecedentes criminales, previniendo de este modo, la comisión de nuevos
hechos delictuosos.

La función persecutoria la llevaban a cabo individuos llamados Topilli,


aprehendían a los delincuentes y los conducían de inmediato ante la autoridad
respectiva, sin olvidar que detrás de los jueces tal y como lo dice Alfonso Toro,
estaban los empleados inferiores, que no eran otros que los policías cuya
función era cuidar y hacer cumplir las sentencias.

11
Para Alejandro Íñigo, un policía mexica se distinguía de los demás funcionarios
judiciales por la cinta verde en el brazo convirtiéndose así en “Calpullec judicial
del imperio.

Su función consistía en cuidar las calles del barrio, obligar a los vecinos a
mantener limpios los frentes de sus casas, cuidar que no llegaran por ahí
merodeadores de otros barrios o de pueblos del otro lado de la laguna para
realizar actos de rapiña, y en ocasiones intervenir para calmar los ánimos en
pleitos de vecinos y no olvidar la vigilancia de los graneros públicos
considerados de alta prioridad para el Estado.” 11

Esto ocurría por el año 1500, de acuerdo al calendario que años después nos
impusieron los conquistadores rubios y bárbaros.

Algunas veces realizaban trabajos extras en lo que hoy llamaríamos vialidad,


cuando algún Calmimilolcatl faltaba en su puesto de vigilar el tránsito de canoas
por las calles de agua. Uno de los cargos más delicados y una función dedicada
a desarrollar, era la prueba de capacidad en el dibujo de símbolos, desarrollada
por los guardianes de mercados, (los Tianquizpan). Trabajo difícil el de ellos
pues tenían que mantenerse en constante alerta debido a que se les obligaba a
cubrir parte de lo robado si el ladrón se les escapaba de las manos. A veces
tenían que entregar telas de algodón o plumas para ornato como reparación del
daño. Hoy día seria lo anterior, una gran medida para lograr mejores resultados
en el funcionamiento policiaco.

La organización policiaca tenía una amplia cobertura de vigilancia en islotes,


templos, chinampas, escuelas, mercados, tribunales de justicia, e inclusive
destinaba escoltas para acompañar a los recaudadores de impuestos y tributos.

El índice de delincuencia se mantenía en niveles bajos y la pena capital se


aplicaba muy esporádicamente. Para ese tiempo la sociedad había alcanzado
ya un alto grado de desarrollo, si tomamos en cuenta los escasos dos siglos
desde el momento en que nuestro pueblo, hambriento y miserable llegó desde
11
ÍNIGO, Alejandro. Bitácora de un policía (1500-1982). Departamento del Distrito Federal, págs. 11 y 12
12
el lugar de las garzas, allá en el Nayar, hasta el pequeño islote del tunal en la
piedra.

Entonces, era difícil pensar en una organización policiaca, pues ni a ejército


llegaban. Nadie los respetaba. Eran objeto de burlas y bromas constantemente
por pueblos vecinos. Hasta que el sacerdote Cucuhtloquetzqui hizo surgir el
orgullo escondido de lo más profundo de su ser y los encaminó a convertir este
lugar, la pequeña ermita que se había construido a los dioses, en algo
grandioso, con tapias y vergeles. Pero los recursos eran limitados y no se
aceptó la humillación de pedir piedras y madera a los señores de Coyoacán y
Tacuba. Entonces se intensificó el trabajo, llenos de terquedad y soberbia, para
cazar en la laguna, peces, patos, garzas o gusanillos, para así llevarlos a los
mercados y cambiarlos por madera, tablillas, leña, cal y piedra.

Luego vino la lucha terrible con los pueblos de los alrededores. Nadie se
hubiera imaginado que ese pequeño grupo que se alimentaba de raíces fuera a
construir el gran Imperio Azteca.

A medida que conquistaron pueblos y obtuvieron cada vez un mayor dominio


sobre su entorno territorial y luego mas allá, paulatinamente se dio forma a una
estructura legal y cuando llegaron a dominar pueblos costeros, a muchos días
de camino, imponiendo la voluntad de sus dioses por la fuerza de las armas. Al
tributo y vasallaje a comunidades de incomprensibles lenguas; la administración
de justicia alcanzó niveles tan altos que acabó por sorprender a los mismos
conquistadores de ésta gran tierra del Anáhuac, que significa “rodeado de
agua”.

Tenían en efecto, en esta época de esplendor, un sistema jurídico completo.

Los responsables de aplicarlo se basaban en una división del trabajo muy


definida y concreta. Cada uno sabía lo que tenía que hacer. Por ello, no es
sorprendente que ya para entonces, mucho antes de la llegada del hombre
blanco tuvieran inclusive agentes de tránsito, inspectores de mercados, policía
preventiva, y una policía secreta, al mando de la “mujer serpiente”, alto
13
funcionario que se encargaba entre otras cosas, de la seguridad del
hueytlatoani, el emperador.

Cada vigilante tenía una marca distintiva de identificación, según el grado y el


barrio donde operaba, a base de cintas de colores que se colocaban en forma
de brazalete. Y cuando el Gran Señor organizaba las guerras floridas contra los
vecinos tlaxcaltecas, ellos se quedaban junto con los jefes de vecinos, para
mantener el orden de la ciudad.

1.1.5 Pueblo Maya

El pueblo maya había tomado como asiento de su civilización el territorio que


actualmente ocupan los estados de Campeche, Yucatán, Chiapas, Tabasco,
Quintana Roo; así como parte de las hoy repúblicas centroamericanas. Según
Landa y Ancona los mayas tenían principios normativos de carácter
consuetudinario que regulaban, con gran detalle, materias que actualmente se
consideran en la temática del Derecho Civil, como son las relaciones de
parentesco (Derecho de Familia); las sucesiones hereditarias, los pactos sobre
bienes y contratos. Asimismo, habían establecido reglas y costumbres sobre los
privilegios de los embajadores de ciudades y pueblos vecinos; sobre la
declaración de guerra y sobre tratamiento de los prisioneros, que hoy podrían
ser catalogadas todas ellas en el ámbito del Derecho Público.

Acerca de la regulación de los delitos y las correspondientes sanciones


aplicables a los infractores, el pueblo maya se amoldaba al rasgo característico
de su pueblo de su nivel cultural, que denota una severidad estricta que se
traducía, en caso de faltas, en el resarcimiento del daño ocasionado y
tratándose de delitos graves podía llegar a la esclavitud y a la muerte.

En cuanto al sistema de administración de justicia, entre los mayas se observa


que la forma de designación de los jueces a los que se denominaba Batab, los

14
que tenían también atribuciones y facultades políticas, era por delegación que el
soberano o cacique les confería.

Aunque los mayas conocían la escritura jeroglífica, se consideraba una ciencia


sagrada, que únicamente podían cultivar los sacerdotes, jamás se empleaba en
los juicios, sino en tanto éstos como las sentencias eran verbales. Había una
especie de costas, consistentes en un regalo que cada litigante presentaba al
juzgador, antes de que principiara el juicio.

Esto nos conduce a recordar un símil, quizá remoto, con el pago de una
apuesta, en el caso de la legis actio activo sacramentum, el periodo primario del
proceso civil romano, según es descrito por Vicenzo Arangio Ruiz “acción en la
que las partes prometen en el proceso, de modo solemne pagar al tesoro
público una suma de dinero que recibe el nombre de sacramentum, y que el
propio autor traduce por apuesta.12

“Como resultado de la influencia religiosa señalada en el proceso Maya se


advierte la oralidad. Es este un aspecto común que habremos de encontrar en
los pueblos aztecas y texcocanos, aun cuando entre en estos últimos grupos
étnicos, las actuaciones judiciales se anotaban en pinturas y se consignaban en
los signos jeroglíficos”.13

Como consecuencia de lo anterior y al no tener como regla general que sus


juicios se llevaran por escrito, en realidad poco se sabe de sus tribunales y
órganos ejecutores de las sentencias verbales emitidos por el juez y por
observancia obvia del vigilante de las mismas o perseguidores de los
delincuentes.

12
ARANGIO RUIZ. Las acciones en el Derecho Privado Romano, Rad. De Faustino Gutiérrez. Alvis,
Madrid, 1945, págs. 26-37, Cfr. M.F.C. de Savigny. Sistema de Derecho Romano actual, Trad. De Jacinto
Mesías y Manuel Pley, Medrid, 2a edición, Tomo IV. Pág. 51. Pedro Bonfante. Instituciones de Derecho
Romano. Trad. De Luis Bacci y Andrés Larrrosa, Madrid, 1929, pág. 122 Rodolfo Sohm. Instituciones de
Derecho Romano. Historia y Sistema, Trad. De W. Roces, Madrid, 1936, pág. 600.
13
Toro, Ob. Cit., págs. 15, 17, 18, 34, 41 y ss. En igual Sentido Manuel M. Moreno. La organización
Política y social de los Aztecas. Instituto Nacional de Antropología e Historia, México, 1962, pág. 135.
15
Sin embargo, dentro de la jerarquía sacerdotal encontramos después del Chilán
que era una especie de adivino del Xmenes, empleados en sortilegios y
hechicerías especiales, en último grado encontramos a los Nacones quienes se
encargaban de abrir el pecho a los sacrificados, a quienes podríamos
considerar como ejecutores de las sentencias dictadas.

Al respecto Alfonso del Toro nos dice: “Los mayas del imperio antiguo eran muy
pacíficos, no así los del imperio Nuevo, quienes después de aprender el arte de
la guerra de los mexicas, se convirtieron en un pueblo belicoso. Su ejército
estaba bien organizado. Al frente de él se encontraban dos generales: uno cuyo
cargo era vitalicio y hereditario y otro llamado Nacon, que era elegido cada tres
años. Este, durante el desempeño de su cargo, debía de abstenerse de comer
carne, tomar bebidas embriagantes y el trato con mujeres. La base del ejército
la formaban los soldados llamados Holcanes, que en tiempo de paz se
dedicaban a ocupaciones civiles.

Además de los jefes que antes hemos mencionado, había otro llamado
Ahholpop, guardián del tambor de madera, llamado Tunkul, que se usaba tanto
en la guerra como en los regocijos públicos. A su cargo militar unía el de
guardián de los que pudiéramos llamar la casa municipal, o sea, el lugar donde
se arreglaban los negocios de la comunidad, haciendo las veces de alcalde.

“Las ramas ofensivas de los mayas eran porras de madera, grandes arcos, casi
del tamaño de un hombre introducidos por los mexicas, flechas con puntas de
espina de pescado, o de obsidiana, lanzas largas y cortas, hechas de piedra o
de cobre, con mango de madera, macanas, jabalinas, y el temible Hulche,
especie de bastón invertido, que servía para dar impulso a los dardos. Esta
arma era muy estimada, tanto como para la caza, como para la guerra y los
altos jefes la usaban de oro o adornada con vistosas plumas.

Las ramas defensivas se reducían a un peto o jubón de algodón acolchonada,


veces relleno de sal, que llegaba a la rodilla y constituía eficaz protección contra

16
flechas y lanzas, y escudos de varias formas, hechos con mimbres, conchas de
tortuga o piel de venado.

Para hacer la guerra, sorprendían al enemigo cayendo sobre él, lanzando gritos
y alaridos, mientras combatían con la mayor ferocidad. Después de la victoria
mutilaban los cuerpos de sus enemigos, cortándoles la mandíbula inferior, la
que montaban cuidadosamente de carne y la usaban como brazalete en señal
de valentía. Los jefes principales eran sacrificados a flechazos y los prisioneros
de clase inferior eran utilizados como esclavos.

Los caciques gobernaban su territorio por medio de subjefes, los batabs, que
les acompañaban como sequito en sus viajes, y les servían de consejeros.
Además los caciques recibían un tributo ordinario de ropas de algodón, piezas
de caza, caco y servicios personales.

Inferiores a los batabs eran los Ahkulel, especie de diputados de los primeros,
que llevaban un delgado bastón de mando, y daban las órdenes para que se
proveyera la casa de su jefe de lo necesario. El pueblo se dividía en guerreros,
hombres libres y esclavos.

Por cuanto hace al derecho los mayas tenían tribunales establecidos para
dirimir sus querellas. Los delitos se castigaban muchas veces con solo una
indemnización. Los crímenes graves, como el asesinato, se dejaba a los
parientes que los vengaran, ya exigiendo una indemnización o bien dando
muerte al asesino. Los ladrones, cuando no podían restituir lo robado, eran
reducidos a la esclavitud; pero los esclavos podían redimirse en cualquier
tiempo. El adulterio se castigaba, bien con la muerte de la adultera, bien con
entregarla al marido ultrajado, para que dispusiese de ella a su antojo”. 14

De esta manera, si bien es cierto que son muchas las circunstancias que nos
apartaron de la figura de estudio que es el policía dentro de esta cultura; cierto
es que hay muy poco material que detecte la figura del policía en el pueblo

14
Toro, Alfonso. Ob. Cit., págs. 88 y 89.
17
maya, como sucedió entre los aztecas, no obstante a ello lo anterior nos da una
idea de su administración de justicia.

1.1.6 Pueblo Texcocano

Para dar término a la narración de las instituciones jurisdiccionales de la época


precuauhtémica, vamos a señalar algunos datos complementarios sobre el
pueblo texcocano, ya que algunos de los rasgos de los tribunales aztecas son
comunes con las de este “reino” indígena, donde según la mayoría de los
historiadores y cronistas, el derecho alcanzó el mayor auge de entre todos os
pueblos autóctonos de ese tiempo. “Dos monarcas: Netzahualcoyotl y
Netzahualpilli, fueron los legisladores por excelencia”, dice Ceballos Novelo. 15

Refiriéndose al primero de ellos, Pérez Verdía asegura “que su administración


fue verdaderamente grandiosa; recibió sus Estados en un completo desorden y
abandono a consecuencia de la tiranía de los usurpadores, y los legó a su
sucesor en tal estado de adelanto, que se le ha llamado a Texcoco, la Atenas
de Anáhuac. El mismo autor expresa que Netzahualpilli heredó el talento de su
padre”.16

Por su parte Orozco y Berra, 17 relata que “casi en el espacio de tiempo en que
reinaron los reyes conquistadores aztecas ocuparon el trono de Acolhuacan dos
monarcas legisladores y filósofos, Netzahualcoyotl y Netzahualpilli, quienes
cuidaron mas de organizar que de ensanchar sus dominios.

Destacados historiadores, como Clavijero, Motolinía, Zurita, de Alva Ixtlixochitl;


García Icazbalceta, Zamacois han descrito con frases de admiración y elogio, la
organización judicial de los Texcocanos.

No únicamente es digna de elogiarse la tarea legislativa iniciada por nuestros


indígenas, sino quizá en mayor grado, la implicación estricta de esa perspectiva
15
CEBALLOS NOVELO, Roque. Las culturas del Valle de México, México, 1941. Pág. 118.
16
PEREZ VERDIA, Luis. Compendio de la Historia de México, Guadalajara 1935, págs. 28 y 31.
17
Ob. Cit., Tomo I, pág. 265.
18
En la función de juzgamiento advertía un gran celo respecto de la ejecución de
los sentenciados por el juzgador, sin mediar consideraciones especiales en
razón de la persona, motivadas por su rango social o por su sexo.

Estos jueces substanciaban los litigios en primera instancia y sus sentencias


podían apelarse ante otros dos jueces que presidian sobre todos y dictaban
resoluciones oyendo la opinión del señor. Había en la ciudad de Texcoco,
continua narrando Toro, que era la corte dentro de la casa del rey dos salas de
consejo y en cada una dos jueces.

Los de una de ellas era de mayor autoridad y se llamaban de negocios leves,


ante los jueces mayores se apelaba de las sentencias de los menores; pero los
primeros fallaban sin parecer y acuerdo del rey.

Refiere Motolinía que en Texcoco había jueces exclusivamente dedicados a


canalizar en procesos, las dificultades derivadas de los divorcios y matrimonios.
Cada juez llamado Tecuytlatoque, ordenaba a un alguacil mayor ejecutor
Achcautli, que aprehendiera aún a las personalidades destacadas que
resultaban culpables en el juicio. Los alguaciles se distinguían por las mantas
pintadas que llevaban y a donde quiera que iban, se les hacia acatamiento
“como a muy principales del señor y de su justicia mayor”. 18

Torquemada proporciona interesantes datos sobre los jueces inferiores que


ocupaban el último grado de la escala judicial en el reino texcocano y que eran
ciertos ministros menores que hacían emplazamientos y notificaciones a los que
se llamaba Toplique por razón de traer varas en las manos y si los jueces les
encomendaban ir a “alguna parte fuera de la ciudad y presteza, sin poner
dificultad en el tiempo, ni en la hora, fuese de día o de noche, lloviendo o
nevando, con sol o con aire, que de cualquier manera que fuese, iban luego sin
dilación, y ejecutaban el mandamiento de los señores que los enviaban”. 19
18
Citado por Toro Ob. Cit., pág. 36.
19
Según aparece en Toro. Ob. Cit., págs. 36y 37. En la obra de Torquemada que tuvimos a la mano (3 a.
edición “Editorial salvador Chávez Hayohoe”. México, 1943. Tomo II, libro XIV, capítulo VI, pág. 545) sólo
dice: “Otro oficio había, que representaba las executores, que nosotros llamamos alguaciles, los cuales se
llaman Topileque, por razón de traer varas en las manos; estas acudían a las Tecuhtles para las cosas de
19
En este orden de ideas podemos reafirmar aparte de lo ya dicho, coincidiendo
con el juicio de Kolher, que el Derecho penal prehispánico debe ser
considerado como testimonio de severidad moral, de concepción dura de la vida
y de notable cohesión política de nuestra raza.

Se dice que el Derecho penal precuauhtémico así como sus instituciones


judiciales, ha sido de nula influencia ya que su estudio pertenece a la
arqueología criminal.

En resumen, todo sistema jurídico y social es un reflejo fiel de la conciencia


popular; cada una de sus instituciones, cada una de sus leyes obedecía a
determinadas circunstancias, respondían a sus necesidades. Por otra parte, la
estricta aplicación de la ley, que alcanzaba tanto a los poderosos como a los
débiles, siendo en muchos casos más cruel con aquellos que con estos, hasta
que el Derecho fuese respetado por todos, que la sociedad tuviese la
conciencia de su carácter obligatorio.

El ejemplo de los pueblos que hemos descrito, tan solo en algunos aspectos de
su administración de justicia debería ser en muchos casos seguido en la
actualidad pues demuestra la rectitud, el sentido de la responsabilidad y otras
apreciables virtudes de los jueces y policías nativos, dignos de reconocimiento y
emulación, sin necesidad de buscar inspiración en experiencias extrañas,
muchas veces inadaptables a las condiciones e idiosincrasia de nuestro pueblo.

Con todo lo expuesto, espero que haya quedado explicado la presencia de la


época prehispánica y su sistema de impartición de justicia.

prendimiento u otras manuales que se ofrecían.


20
1.1.7 La Conquista Española

“El comercio de las especias con el Oriente determinó un auge económico en


Europa; pero cuando los turcos se apoderaron de Constantinopla e impidieron
ese comercio, los europeos, inconformes, trataron de llegar al Oriente por
nuevas rutas: los portugueses rodeando al África y los españoles navegando
hacia el Oeste.

Bajo el reinado de Enrique el Navegante, los portugueses costearon el


Continente Africano hasta llegar primero, al cabo de Buena Esperanza, y
finalmente a la India.

Los españoles iniciaron sus viajes navegando por el Atlántico. Colón descubrió
a América y realizó hasta cuatro viajes. Después del primero de ellos hubo otros
españoles que quisieron encontrar un paso que los llevara al Asia, y en esa
búsqueda se produjeron los viajes menores. Consecuencia de los
descubrimientos: políticas, económicas, sociales y científicas.

Las primeras fundaciones se realizaron en la española, que se convirtió en el


centro de las expediciones a tierra firme: Cuba, Centro, Sudamérica y México.

De cuba salieron tres expediciones a las costas de México: la tercera,


capitaneada por Cortés, fue la encargada de conquistar el territorio para
desligarse de Velásquez, Cortés organizó en La Villa Rica de la Vera Cruz el
primer Ayuntamiento, el cual a nombre del rey, le otorgó facultades para
conquistar y poblar el territorio valiéndose de su astucia. Cortés logró la amistad
de los cempoaltecas, de los tlaxcaltecas y otros pueblos que eran enemigos de
los mexicas. Tras la matanza de Cholula, Cortés llegó a Tenochtitlán.

Con el pretexto la muerte de algunos españoles. Hizo prisionero a Moctezuma.


Luego la llegada de Narváez lo hizo abandonar a la ciudad de México, mientras
los mexicas se rebelaban y atacaban el cuartel español. Vuelto triunfador a
Tenochtitlán, Cortés quiso aplacar a los indígenas; al no conseguirlo ni con la
intervención de Moctezuma, dio muerte a éste.

21
Los mexicas continuaron su ataque y los españoles huyeron, siendo derrotados
(la noche triste), Cuauhtémoc fue designado rey mientras Cortés se preparaba
para sitiar a la capital. El sitio fue largo y penoso. Finalmente, Cuauhtémoc se
entregó como prisionero.”20

Hecha una breve narrativa de los primeros tiempos de la conquista, considero,


se logra obtener una visión profunda del México antiguo que mas allá de
denominarlo una conquista en lo particular es una derrota para con nuestros
ancestros pérdidas invaluables, ricas en valores, tradiciones, de un derecho
propio, con un modelo de organización disciplinario y rígido la base de toda
sociedad para el desarrollo económico, político, social y cultural.

1.2 Delincuencia Organizada, Antecedentes, Tipo de Criminalidad


Organizada

1.2.1 Europa-Italia

A inicios del siglo XIX el rey Fernando I, que gobernaba Nápoles y Sicilia, se vio
obligado a refugiarse en la isla para quedar a salvo del ejército napoleónico que
avanzaba para la península itálica con su incesante afán expansionista. Los
terratenientes le garantizaron protección a cambio de que aboliera el sistema
feudal y les otorgara la propiedad privada de la tierra a cada uno. El rey quedó
obligado a hacerlo y los nuevos terratenientes recurrieron a una figura clave, los
gabellotti o recolectores de impuestos, que administraban sus propiedades.
Éstos recibían a cambio un porcentaje de las cosechas obtenidas, pero para
acrecentar sus ganancias dividían las tierras en pequeñas áreas y las rentaban
a los campesinos, quienes también les otorgaban un porcentaje de la cosecha
obtenida. De tal manera, los gabellotti cumplían la importante función social de
mediadores entre los propietarios y los campesinos. Poco a poco se volvieron
20
C. GONZALEZ BLACKALLER Y L.GUEVARA RAMIREZ, Síntesis de Historia de México, pág. 179
Editorial Herrero, S. A. Amazonas N° 44 México, D.F. 1969, Séptima Edición.

22
cada vez más poderosos e incurrieron en actos de corrupción: extorsionaban a
los labriegos, se apropiaban indebidamente de pastizales para dar de comer al
ganado y organizaban grupos de ladrones y cuatreros. Al mismo tiempo, de
ellos dependía el abasto de alimentos en las ciudades, lo que les permitía llevar
a cabo prácticas de extorsión tráfico y especulación en los mercados locales.
De esta forma, se situaban entre los trabajadores y los dueños del capital y
obtenían provecho de ambos. Por esa razón los gabellotti fueron los
antecedentes de la mafia y sus procedimientos para hacer negocio. 21

En la actualidad, el termino mafia designa a la vez al grupo criminal


históricamente surgido en Sicilia; y a todo grupo caracterizado por una
estructura organizativa cerrada, su capacidad de violencia y que presenta una
estrecha relación con una población y un territorio. En este sentido “La Mafia
Siciliana, la Camorra Napolitana, la N’ Dranghetta Calabresa o la Sagrada
Corona Unificada (Sacra Corona Unita), corresponden a unas sociedades
arcaicas, de tipo ciánico, en donde la familia representa en núcleo
fundamental.”22 “Es precisamente este modelo de familia patriarcal, con sus
reglas de jerarquía y de lealtad entre sus miembros, que sirve de base común
en la organización de los cuatro grupos mafiosos mencionados”. 23

“Existen en Italia otros grupos criminales que no pertenecen a estas cuatro


mafias, pero, a diferencia de estas últimas, tales grupos caracterizan por su
incapacidad para sobrevivir a la desaparición (por muerte, detención o fuga) de
sus jefes, mientras el modo de funcionamiento mafioso a permitido a estas
organizaciones seguir en sus actividades criminales, a pesar de las medidas
persecutorias y de algunos conflictos internos.” 24 Algo que ya se percibe en las
organizaciones criminales mexicanas.

21
Revista ‘Muy Interesante’, La tradición criminal, pág.110., Año XXXIV N° 11, México D.F. Noviembre
2007.
22
ANTONY, Serge. El combate contra el crimen organizado en Francia y en la Unión Europea, PGR.
México, 1945, p. 19.
23
Ídem.
24
Ídem.
23
“Hay tres grandes organizaciones criminales en Italia: “…la Mafia, la Camorra y
la Andrangheta. Las tres se pueden definir como mafiosas, pero tienen
características distintas, peculiares, que las distinguen unas de otras.” 25 En
primer término, podemos citar a la andrangheta; su nombre”…deriva del griego
“andragateo”, que significa comportarse como un hombre valiente, lo cual
muestra claramente las características especificas de este tipo de
organización…26 la característica de este grupo es que no tiene una
organización unitaria, sino que está compuesta por una serie de andrine, es
decir familia de mafiosos que tienen entre si un tipo de confederación que
conjuntamente representa a la ‘sociedad honorable’ ”. 27 La organización tiene
una escuela jerárquica extremadamente rígida, que ha llegado a estructurar con
documentación escrita un tipo empresarial, con ello se ha buscado obtener una
precisión estricta en la aplicación de las reglas. Esta organización empezó con
el tráfico de tabaco, para continuar con el de drogas.

“La otra organización muy conocida de tipo mafioso es la Camorra […] está
formada por una estructura numerosísima de pequeñas organizaciones locales
y carece de un gran jefe que controle todo”. 28 La Camorra fue callada a
principios del siglo y quedo neutralizada por treinta años; sin embargo, después
de la segunda guerra mundial, las cosas cambiaron para esta organización
criminal con el tráfico del tabaco, y posteriormente, el tráfico de drogas. Es
importante resaltar que la camorra tiene extendida su organización en América,
en lugares como Estados Unidos de Norteamérica y Canadá.

La mafia siciliana o cosa nostra, tiene su origen en Italia y ha pasado como tal
al continente americano, especialmente, ha operado en los Estados Unidos de
Norteamérica. Esta organización, a diferencia de los otros dos grupos
criminales, es rígida, con un dirigente absoluto, su base “… ‘está en la familia’,
cuyos componentes son llamados ‘hombres de honor’; como grado intermedio
25
La lucha contra el crimen organizado, memoria (la experiencia de Giovanni Falcone). Trad. Samuel
González Ruiz y Alicia González Vidaurri, INACIPE, México, 1992, pág. 36
26
Ídem.
27
Ídem.
28
Ibídem, pág. 38.
24
está el ‘jefe decena’ que es el que tiene a su disposición la estructura de la
militar de la familia. El jefe de la familia se llama ‘representante’ y resulta de una
elección- y aquí está la estructura falsamente democrática de la familia. En
realidad es electo representante sobre la base de relaciones de fuerza. Varios
representantes de la familia nombran a un ‘representante provincial’. Esto vale
para todas las provincias sicilianas, excepto la de Palermo. En Palermo, el
organismo, el organismo vértice, ‘la Comisión’, compuesta por los
representantes más importantes de la familia”. 29 Estos mandos tienen total
independencia de su territorio y actúan únicamente como instancia arbitral para
solucionar conflictos.

Podemos explicar que la organización de estas mafias se encuentra


subordinada a las órdenes de un solo jefe absoluto, a diferencia de otra
organizaciones en donde existen células y en cada una de ellas existe un solo
jefe absoluto como es el caso de la ‘camorra’, que no por ello las exime de ser
organizaciones altamente delictivas.

1.2.2 Asia, Triangulo de oro

En el oriente también hay grandes grupos de delincuencia organizada,


dedicados a la drogas, especialmente el opio, el cual es utilizado desde tiempos
remotos como estimulante, y que viene siendo vía de acceso a otros estados.
Actualmente en Birmania la producción de drogas ha sido un instrumento que
fomentado la soberanía e independencia económica, lo cual demuestra la
fuerza de la delincuencia organizada, en especial, de los grupos criminales
orientados al mercado de drogas ante un aparato burocrático carente de
estrategias de combate. En este sentido, los mayores grupos de delincuentes
organizados son asociados al delito del narcotráfico.

“Desde diversos vértices del planeta los narcotraficantes diseñan


permanentemente vías de producción, acceso, comercialización consumo, y
29
Ibídem, pág. 41.
25
lavado de dinero; las mafias se renuevan, se enfrentan, se disputan territorios
pero también se alían haciendo cada vez más compleja la lucha contra las
drogas”.30 De esta manera, se tienen en las estadísticas que “LAS DOS
TERCERAS PARTES DE LAS SEIS TONELADAS DE LA PRODUCCIÓN
MUNDIAL DE OIPIO PROVIENEN DEL LLAMADO TRIANGULO DE ORO”. 31
Los países que integran esta organización criminal son “Birmania, Laos y
Tailandia”.32

Como un fenómeno social en uno de los países antes mencionados: “Khun Sa,
se consideró a sí mismo ‘presidente’ desde diciembre de 1993. A partir de
entonces proclamó la cesión de Birmania de los territorios controlados por su
gente, desde ese tiempo llamó ‘ministros’ a sus líderes a pesar de que hasta
hoy ningún país reconoció su Estado, bautizó como la Tierra de los Shan”. 33

“Este país auto proclamado llegó a contar con una fuerza armada considerable;
40 mil personas prestaron sus servicios al que se conoció como Ejército
Liberador del Pueblo Shan.”34 La organización de esta república como productor
masivo de droga, es la característica esencial de este gran grupo de
criminalidad organizada, comparada con las sociedades modernas mercantiles;
sólo que como ya lo mencionábamos con anterioridad, con los valores
tergiversados y con fines ilícitos.

“…los ‘jóvenes valientes’ que emigran de los pueblos Shan hacia Jo Mong […],
que a menudo tiene 10 años de edad […]. Al cumplir los 16 pueden recibir
armas y un salario […] Mientras tanto, pueden obtener comida, alojamiento,
entrenamiento y enseñanza, beneficios que difícilmente podría conseguir de
otra forma un campesino en el Triángulo de Oro […] la cúspide de una carrera
es llegar a ser productor o inspector de amapola”. 35
30
FERNÁNDEZ MENÉNDEZ, Jorge et al. La trama negra (de las redes del narcotráfico a la
despenalización de la droga), Rayuela Editores, México, 1994, p. 18.
31
Ibídem, pág.19.
32
Ibídem, pág. 22.
33
Ibídem, pág. 19.
34
Ibídem.
35
Ibídem, pág. 20.
26
“Para las personas reclutadas y los campesinos que siembran amapola está
estrictamente prohibido consumir drogas; a los que se sorprende consumiendo
se les envía a campamentos de recaudación donde se les ‘inicia’ con tres días
en el hoyo de una calda y posteriormente realizan trabajo forzado en el campo.
Si después de lograr su libertad alguien reincide, se le aplica la pena de
muerte.”36 Esta cultura del no consumo entre productores, común en los
cárteles de México, era un principio de criminalidad organizada, lo cual les
permitía estar siempre sobrios y a la vanguardia de sus negocios, sin caer en la
enfermedad que ellos mismos provocan, sin embargo en la actualidad rompen
esta regla, lo cual ha generado actos violentos entre grupos producto de la
adicción con la negociación; violencia que se vive en todas las ciudades del
país.

“La misma suerte les espera a los desertores del ejército Shan. En caso de que
la fuga sea exitosa decapitan a los padres del prófugo y sus cabezas se
exponen públicamente durante tres meses […] con la justificación de que es su
deber proteger al pueblo contra la droga […] 60 por ciento de los ingresos del
Estado provienen de los impuestos pagados por el opio y la heroína. Cuando un
campesino vende amapola o el intermediario la vuelve a negociar o la convierte
en opio, tiene que pagar 20 por ciento de sus ingresos al Estado y así
sucesivamente hasta que el producto abandone el país”. 37

Como lo hemos podido observar el mismo estado de necesidad y la pobreza


extrema son algunas de las razones por las que cada vez con mayor frecuencia
es mayor el número de individuos que se enlistan en las filas del crimen
organizado, pues al no encontrar otra forma de allegarse de recursos
necesarios para su subsistencia encuentran en este negocio jugoso y fructífero
esa oportunidad tan añorada pero falsa y equivoca.

1.2.3 El Yakuza Japonés


36
Ibídem.
37
Ibídem.
27
“Los grupos Yakuza, menos violentos que las mafias italianas, tienen una
estructura idéntica al modelo siciliano: organización vertical y acentuadamente
jerárquica, fuertes relaciones con la clase política y búsqueda de una cierta
‘legitimidad’ cultural en la sociedad”. 38

“…está formado por unos dos mil 500 grupos que organizan a mas de 110 mil
personas. En el pasado el Yakuza tuvo una imagen respetable en Japón pese a
que se dedicaba a organizar la prostitución y el juego, ya que empezaron a
trascender hacia el narcotráfico, su imagen recién se deterioró al interior de ese
país cuando comenzaron a extorsionar y robar a empresarios respetables”. 39
“En Estados Unidos se dedican, fundamentalmente, al blanqueo de dinero y al
tráfico de armas […] sus miembros aceptan pública y orgullosamente su filiación
e incluso cada grupo tiene distintivos diferenciados que los miembros suelen
utilizar en sus solapas […] su peso fundamental esta en California y Nueva
York”.40

Aunque en este apartado es poca la información aportada considero importante


mencionarla ya que como hemos podido observar no solo la delincuencia
consiste en el narcotráfico, lavado de dinero o trata de personas, (entre otras),
sino en el contrabando de mercancías o piratería de productos o como se le
denomina actualmente “clonación” ya que en nuestros tiempos la mayoría de
estos productos provienen de China, Japón, Taiwán, por mencionar algunos.

1.2.4 Carteles Latinoamericanos

Como en toda proporción de demanda y oferta de productos ilícitos, la intención


de Estado-Policía de nuestro vecino del norte irrumpe, con su injerencia
imperialista, en las decisiones de los países latinoamericanos. Como bien nos
38
ANTONY, Serge, Op. cit., pág. 14.
39
FERNÁNDEZ MENÉNDEZ, Jorge et al., Op. cit., pág. 14.
40
Ibídem.
28
señala Peter H. Smith: “Los esfuerzos por reducir la oferta revelan dos aspectos
clave del mercado internacional de droga. […] la producción así sea de
materiales naturales para drogas ilícitas es sumamente móvil. Por ejemplo, bajo
fuerte presión de los Estados Unidos de Norteamérica, Colombia hizo a finales
de los setenta enormes esfuerzos para erradicar la producción de marihuana,
con éxito considerable. Uno de los principales efectos de esto fue la expansión
de la producción en México; entonces los Estados Unidos hicieron presión
sobre México, que intensificó su propia ‘campaña permanente’ contra la
producción de marihuana. Y una de las respuestas notables al éxito de México
en esta erradicación fue el rápido aumento de la producción de marihuana en
los Estados Unidos, donde la producción interna satisface hoy más de una
tercera parte de la demanda. Un proceso similar ocurrió en el mercado de
heroína: tras la ruptura de la tristemente célebre ‘conexión francesa’ a comienzo
de los setenta, la producción en gran escala de la planta de opio paso de
Turquía a México”.41

A la par de diversas organizaciones desestabilizadoras, surgen los cárteles;


actualmente las organizaciones más poderosas en el mundo. Con el paso del
tiempo, estas organizaciones han evolucionado y, de ser únicamente
organizaciones mercantilistas de actividades comerciales prohibidas, han
diversificado su esfera de acción, en lo que podemos señalar como la
globalización del comercio ilegal y el crimen. Así, han logrado monopolizar el
mercado de actividades ilícitas relacionadas con actividades agrícolas como
son el cultivo, comercio y distribución de cocaína, heroína, hasich, opio y
marihuana.

La definición de cártel significa monopolio corporativo de recursos naturales,


esto es desde el punto de vista mercantil. A los cárteles mafiosos debemos
añadir la nota de ilegales y clandestinos. En América Latina, el crimen
organizado ha ido avanzando de múltiples formas por la suma de factores
nacionales e internacionales, este progreso se refleja en el tráfico de
41
SMITH, Peter H. Comp., El combate a las drogas en América, trad. Juan José Utrilla, FCE, México,
1993, págs. 46-47.
29
estupefacientes, donde los Estados Unidos y otros países desarrollados, con
sus impactos negativos de todo tipo (sociales, familiares, económicos y
políticos), y la consiguiente existencia de grupos o individuos dispuestos a
involucrarse en el tráfico, ha contribuido en la producción, consumo y demanda
de narcóticos.

Los cárteles mexicanos en ningún momento son autónomos, dependen de sus


socios en Centro y Sudamérica y de su sociedad con el crimen organizado de
Estados Unidos y Asia, para poder colocar su mercancía y luego lavar sus
recursos provenientes del narcotráfico.

Ahora “La disputa por el control de esas rutas de entrada a Estados Unidos
(particularmente la conexión Yucatán-Miami y Tijuana-San Diego- Los Ángeles),
su relación con los cárteles de Cali o Medellín y sobre todo con el crimen
organizado de Estados Unidos, es lo que está en el centro de la larga serie de
ajustes de cuentas ocurridos en los últimos años entre los distintos cárteles
mexicanos”.42

A principios de la década de los 80s nuestro país era de los principales


abastecedores de marihuana, heroína y morfina (ambas procesadas a partir de
goma de opio) así como cocaína (ya como sulfato base) a los Estados Unidos
de América. Son conocidas por todas las razones de demanda norteamericana
en él consumo de éstas y otras drogas, sean naturales o sintéticas.

Esa demanda, hoy por hoy, y más en las décadas mencionadas, era abastecida
por México mediante diferentes grupos criminales conectados en Centro y
Sudamérica (cocaína); países asiáticos, por un lado, Birmania, Tailandia, Laos,
por el otro Afganistán, Pakistán e Irán; conformadores de sendos triángulos
dorados y productores de goma de opio de alta calidad. Lo anterior, sumado a
los cárteles internos que mediante rutas previamente convenidas (so pena de
sufrir crueles enfrentamientos) abastecen de estas y otras drogas a la unión
americana.

42
FERNÁNDEZ MENÉNDEZ, Jorge et al., Op. cit., pág. 12.
30
Los grandes cargamentos vienen de grupos contados, son quienes tienen el
capital y la infraestructura para ingresar y mover el estupefaciente; los otros
sean medianos o pequeños, directa o indirectamente dependen de aquellos.
Así, se puede identificar el modus operandi imaginario al pensar que un grupo
de delincuencia organizada introduce al país cientos de kilos de un enervante,
mismo que es distribuido a grupos de asociaciones delictuosas en diferentes
zonas de la ruta acostumbrada; éstos a su vez, la distribuyen a pandillas de
adictos quienes la comercializan localmente, en cuadras, colonias, escuelas,
generando nuevos consumidores, nuevos adictos y por ende un crecimiento del
consumo y de la venta local.

2.1 Concepto de Policía

Ahora bien ya hemos hablado de la evolución de la figura del policía en México,


ahora abordaremos en este capitulado su concepto, función y origen
etimológico.

El Estado, a través de las instituciones de seguridad pública, tiene


constitucionalmente el uso exclusivo de la fuerza para mantener el orden
público y dar cumplimiento a las leyes y reglamentos. Dentro de estas
atribuciones conferidas por el Estado tiene las funciones de proteger a las
31
personas y sus bienes, mantener la tranquilidad y el orden público,
salvaguardar el ejercicio de las libertades públicas y actuar como auxiliar de la
justicia.

Etimológicamente, la palabra policía, “evoca, ante todo, un concepto de


protección. Efectivamente, la palabra proviene del griego (polis) que quiere
decir ciudad, y de su derivado (politenia) u organización de la ciudad”.43

Policía. Lat. Politia y éste del griego politeria. Cuerpo encargado de velar por el
mantenimiento del orden público y la seguridad de los ciudadanos. 44

“la palabra policía viene del latín “Politia” y del griego “politeis”, o sea el buen
orden que se observa y guarda en las ciudades y repúblicas, cumpliéndose las
leyes u ordenanzas para su mejor gobierno.” 45

Para Mayer, policía; es la actividad del Estado a defender, por medio del poder
de autoridad, el buen orden de la cosa pública contra las perturbaciones y los
desordenes que ´puedan llevar a las exigencias individuales.

Para este autor, la policía es una actividad de defensa del propio Estado para
mantener el orden público en contra de la conducta individual que tienda a
lesionarlo; para ello, actualiza el poder de autoridad, cuyo origen es la ley y su
fundamento la fuerza; arma fundamental para defensa de los intereses que está
obligado a proteger y garantizar.

Al respecto el maestro Rafael de Pina Vara opina: Policía “Es la función que
tiene por objeto el mantenimiento del orden público, (policía gubernativa) el
auxilio de la justicia penal para el descubrimiento del delito y del delincuente
(policía judicial) y la prevención de las actividades dañosas a la salud pública
(policía sanitaria)”46

43
Gouvernement du Québec, Organisation et fonctions policeres (Québes:service general de mayens
d’enseignement 1980, pág. 7.)
44
Nuevo Diccionario de Derecho Penal, Editorial librería Malej, S. A. de C. V. México D.F. 2003, pág. 282.
45
Diccionario Enciclopédico Hispano-Americano. Tomo XVI. pág. 918. Ed. W. Jackson. N. N.
46
DE PINA, RAFAEL. Diccionario de Derecho. Primera edición. Editorial Porrúa, pág. 307. México, 1976.
32
Luego entonces podemos concluir que policía es aquel cuerpo encargado de
velar y salvaguardar el buen orden y la seguridad social.

2.1.1 Policía Judicial (policía investigadora)

La Policía Judicial, de conformidad con lo dispuesto por los artículos 21 y 112


constitucional, se encuentra bajo la autoridad y mando del Ministerio Público, es
un auxiliar de éste, más que una corporación policiaca. Sus miembros no tienen
atribuciones legales para realizar las tareas de prevención y mantenimiento del
orden público, en virtud de que éstas son labores exclusivas de la Policía
Preventiva.

Dentro de sus funciones se encuentran las de Auxiliar al Ministerio Público bajo


cuya autoridad y mando se encuentra, en la búsqueda y preservación de
pruebas relacionadas exclusivamente con los delitos ya cometidos así como
también la de auxiliar a los jueces penales para la citación, presentación y
aprehensión de personas.

Ya hemos explicado las funciones de este cuerpo judicial ahora


conceptualizaremos a esta figura.

Al respecto el maestro Osorio Nieto dice: “La policía judicial es la corporación


de apoyo al Ministerio Publico que por disposición constitucional, auxilia a aquél
en la persecución de los delitos y que actúa bajo la autoridad y mando del
Ministerio Público”47

Policía Judicial. Cuerpo de policía que tiene por objeto la averiguación de los
delitos y la persecución de los delincuentes, ordenada por el Ministerio Público
en algunos países como México, y en otros, encomendada a los Tribunales. 48

47
OSORIO Y NIETO, César Augusto. La Averiguación previa. 2a edición. Editorial Porrúa. México, 1983.
48
Nuevo Diccionario de Derecho Penal, Editorial librería Malej, S. A. de C. V. México D.F. 2003, pág. 783.

33
JURISPRUDENCIA. Octava época, Instancia: Tribunales Colegiados de
Circuito, Fuente: Semanario Judicial de la Federación, Tomo X, Julio de 1992,
Página: 395.

POLICIA JUDICIAL. PARTES INFORMATIVOS.

Lo dispuesto por el artículo 16 del Código Federal de Procedimientos Penales,


por cuanto por cuanto a que los miembros de la policía Judicial estarán
acompañados, en todas las diligencias que practiquen, de sus secretarios si los
tuvieren, o de dos testigos de asistencia, que darán fe de todo lo que en
aquellas pase, debe entenderse aplicable en las diligencias que practiquen en
sus propias oficinas, pero no en relación a los partes informativas que de
manera unilateral tiene que redactar pues se trata de hechos y circunstancias
que solo a ellos les constan, ya que no podrían llevar consigo a sus secretarios
o testigos de asistencia en la investigación de delitos y detención de presuntos
delincuentes.

SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO DEL SEXTO CIRCUITO.

Amparo en revisión 56/92. Federico García Espinoza. 26 de febrero de 1992.


Unanimidad de votos. Ponente. Gustavo Calvillo Rangel. Secretario: José Mario
Machorro Castillo.

2.1.2 Policía Preventiva

El estado, dentro de su área administrativa, realiza la función preventiva a


través de este organismo con el fin de velar por el orden, la moral y la seguridad
pública, La garantía del bienestar social, como función directa de la policía
preventiva se circunscribe a las siguientes acciones: vigilar, informar, ordenar,
exigir y obligar, no sólo como medidas preventivas sino como represivas.

34
Por otro lado, tal y como lo hemos señalado, el concepto policiaco viene del
latín politia y este a su vez politeía, significa el Gobierno de la Ciudad; de Polis
Ciudad en Griego; en la antigua Grecia el vocablo Polis significa Ciudad o
Estado. En la Enciclopedia Jurídica Omeba, dice que “la Policía es el Cuerpo
encargado de vigilar por el mantenimiento del orden público y la seguridad de
los ciudadanos a las ordenes de las autoridades políticas.” 49

Ante tal aseveración, considero importante definir la palabra prevención.

Prevención, “significa precaución para evitar un riesgo; prepararse de antemano


para una cosa.” 50

La prevención puede ser general o especial cabe citar a Mill Puig quien afirma:
“La prevención General se dirige a la colectividad en general y por medio de ella
se intenta impedir que surjan delincuentes de la sociedad. La prevención
especial en cambio incide sobre quien ya ha delinquido, con el objeto de que él,
en especial no vuelva a hacerlo.”51

Realmente su función principal es como su nombre lo indica la de prever actos


ilícitos sin importar su magnitud.

Sus funciones y organizaciones están señaladas en el Reglamento de la Policía


Preventiva del Distrito Federal desde el 6 de Julio de 1984.

El artículo 24 del reglamento citado señala que las atribuciones que le asigna a
este cuerpo son: Prevenir la comisión de delitos y las infracciones a los
reglamentos gubernativos y de policías entre otras.

49
Enciclopedia Jurídica Omeba tomo XXII; Drisquil, S.A. Pág. 555. Argentina 1991.
50
Diccionario “Anaya” de la Lengua Española. Ediciones, General Anaya S.a. Madrid España 1981. Pág.
555.
51
MILL PUIG, Santiago. Problemática de la pena y seguridad Ciudadana. Anales Internacionales de
Criminología. Órgano Oficial de la Sociedad Internacional de Criminología. Revista. Volumen XXI, No. 2,
1983. Coloquio Internacional Mérida Venezuela. Primera Edición. Francia 1984. Pág. 303.
35
Se dice entonces que la Policía Preventiva es aquella institución de carácter
eminentemente administrativo, que tiene como función la prevención de los
delitos, (como una prevención de carácter general) pero al mismo tiempo, tiene
como obligación inherente el de vigilar a aquel ciudadano que en su municipio
ha delinquido no lo vuelva hacer (prevención especial); edemas es un auxiliar
de la ciudadanía, de la policía investigadora y del Ministerio Público,
instituciones que en conjunto tienen como finalidad salvaguardar el orden,
buscar el bienestar de la sociedad, preservar la paz y buscar la felicidad en la
comunidad.52

Sí en el seno social urgen medidas especificas de prevención por atender,


podrán formarse cuerpos especializados para realizar acciones especificas de
prevención, como es el caso de los bancos, las industrias, los espectáculos, las
escuelas y otros, pero todos serán cuerpos de la policía preventiva.

Como bien lo define su nombre su labor es meramente preventiva y prevenir


significa prever, precaver, evitar, estorbar o impedir, entonces la función policial
preventiva la podemos explicar como una serie de actividades situacionales
como sociales a fin de llegar a establecer las medidas prácticas para respetar y
hacer respetar las reglas.

2.1.3 Derecho Penal

En este apartado conceptualizaremos la rama del derecho criminal como


algunos autores la denominan, encarga de estudiar y sancionar la conducta del
individuo en sociedad ya que nuestro trabajo de investigación trata respecto a la
conducta de grupos delictivos y su impacto en la esfera social.

52
MARTÍNEZ GARNELO, Jesús. Seguridad Pública Nacional. Editorial Porrúa, México. 1999. primera
edición.
36
Para Raúl Carrancá y Trujillo el Derecho Penal es tan viejo como la humanidad.
Nació con ella, quizá antes que ella para los que admiten las regulaciones
regidas por el instinto en el mundo animal; y ya que no puede decirse que fuera
la primera de todas en el orden cronológico, tuvo en los orígenes un desarrollo
muy superior al de las otras ramas del Derecho; lo que se comprende con solo
considerar la eficacia del medio coactivo que siempre representa la pena, para
los hombres.

Jiménez de Asúa nos dice: conjunto de normas y disposiciones jurídicas que


regulan el ejercicio del poder sancionador y preventivo del Estado,
estableciendo el concepto del delito como presupuesto de la acción estatal, así
como la responsabilidad del sujeto activo, y asociando a la infracción de la
norma una pena finalista o una medida aseguradora.

Derecho Penal, Ciencia Del. Conjunto sistemático de conocimientos extraído


del ordenamiento jurídico positivo, referentes al delito, al delincuente y a las
penas y medidas de seguridad. También se le denomina dogmática jurídico
penal. Según Soler, la reforma considerar en análisis del Derecho Penal ‘como
estudio de normas jurídicas es lo que caracteriza a todo estudio jurídico de una
materia, y se llama dogmática, por que presupone su sistematización,
interpretación y aplicación correctas’.53

Derecho Penal. Complejo de las normas del derecho positivo destinadas a la


definición de los delitos y fijación de las sanciones. Denomínase por algunos
autores derecho criminal. 54

Podemos definir entonces con nuestras propias palabras que el Derecho Penal
es el conjunto de normas jurídicas que se encarga del estudio de la conducta
delictiva del individuó en sociedad, así como su punibilidad.

2.1.4 Criminología
53
Nuevo Diccionario de Derecho Penal, Editorial librería Malej, S. A. de C. V. México D.F. 2003, pág. 349.
54
DE PINA, RAFAEL. Diccionario de Derecho. Primera edición. Editorial Porrúa, pág. 239. México, 1976.
37
La Criminología es una nueva ciencia, ciencia de ayer, por muy remotos que
sean los antecedentes que puedan encontrársela 55. Pragmáticamente la define
Saldaña así; es la ciencia del crimen como fenómeno empírico, psicológico,
desprovisto de todo prejuicio religioso, de todo convencionalismo ético y libre de
ficciones jurídicas. Por su parte, Nicéforo señala una dirección más amplia: el
estudio del hombre delincuente, del delito en sus nociones jurídicas, filosófico,
etnográfico, histórico y cuantitativo; el delincuente en sus fases externa e
interna, etnográfica, ambiental, mas su clasificación y responsabilidad; la pena
como reacción contra el delito; por último; el problema de la prevención.

En cuanto a la definición de criminología, Manuel López Rey expresa “…El


concepto y fin de la criminología están determinados por el contenido y función
que se le asignan. Conceptualmente cabe distinguir cuatro clases de
criminología: científica, aplicada, académica; y analítica. Su separación no es
fácil, ya que, aunque persiguen finalidades diferentes, demandan a veces
métodos distintos y dan lugar a tipos diversos de profesionales que pueden o no
coincidir en una misma persona, las cuatro forman parte del mismo todo
criminológico.”56

Criminología. Lat. Crimen, -inios, crimen del griego logos: discurso tratado.
“Ciencia que tiene por objeto el estudio del hombre delincuente, del delito y de
los medios de represión y prevención del delito mismo.”

M.L. Ciencia interdisciplinaria que se encarga de estudiar los fenómenos y las


conductas antisociales, de la etiología del delito y la prevención del crimen,
coadyuvando principalmente con el derecho penal. 57

Entonces podemos deducir que la criminología es la ciencia interdisciplinaria


que tiene como objetivo el estudio de la criminalidad a través de los factores
exógenos y endógenos.

55
RAUL CARRANCÁ Y TRUJILLO, RAÚL CARRANCÁ Y RIVAS, Derecho Penal Mexicano Parte General,
21ª edición., Porrúa, México, 2001, pág. 25.
56
Vid. LÓPEZ REY, Manuel: Criminología. Editorial. Aguilar, Madrid, España, 1ª edición., 1978. Passim.
57
Nuevo Diccionario de Derecho Penal, Editorial librería Malej, S. A. de C. V. México D.F. 2003, pág. 282.
38
2.1.5 Procuración de Justicia

En forma paralela al aumento de la violencia se ha desarrollado una


delincuencia, cada vez mejor organizada, que ha dado lugar al incremento del
tráfico de armas, asaltos bancarios, narcotráfico y secuestro, entre otros.
Especialmente, el tráfico de drogas y delitos conexos constituyen uno de los
fenómenos más complejos y destructivos de la sociedad; así su combate debe
constituir una prioridad nacional. Su existencia atenta contra todo el tejido
social, por su potencialidad desintegradora. Combatir sus causas y sus efectos,
acabar con la impunidad que genera, y castigar a sus autores, son tareas
urgentes que debemos emprender sin dilaciones ni titubeos. 58

La legislación local aplicable en la capital mexicana precisamente en la Ley


Orgánica de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, se pueden
leer sus funciones y tareas que le han sido encomendadas como lo son la
investigación del Ministerio Público a cargo del Procurador General de Justicia
del Distrito Federal (articulo 2 fracciones I, II, III, IV, V, VI, VII, VIII, IX, Y X).

Para poder definir a la procuración de justicia es necesario describir por partes


su raíz etimológica.

Procuración. Del latín procuration, procuratio, comisión (de procurare,


literalmente “cuidar”). Y Justicia, (Justice) del latín justitia, En el sentido jurídico
de la palabra, lo que es conforme al derecho (ius).59

Entonces deduciendo de las definiciones anteriores me atrevo a definir que la


Procuración de Justicia es una facultad que tiene el Estado para salvaguardar el
orden y seguridad de los gobernados, a través de la imposición de sanciones y
penas.

58
GOMEZ DEL CAMPO DIAZ, Bernardo. La Delincuencia Organizada una Propuesta de Combate. pág.
140. Porrúa, México D.F. 1989.
59
SUMMAE JURÍDICA, Sistema de Consulta de la Norma Jurídica. México D.F. 2009
39
Para ello el Estado se apoya en su Órgano Judicial como lo es la Procuraduría
General de la República (entre otros), y su brazo policial, Policía Federal
Preventiva, quien ha caminado un intenso proceso de modernización, orientado
a fortalecer la confianza social y a consolidar en México instituciones eficaces,
que protejan las libertades y los derechos de la ciudadanía.

En la actualidad desde mi muy particular punto vista considero que para poder
combatir con verdadera eficacia a la delincuencia organizada más que procurar
la justicia y el buen orden el estado debería centrar su atención en medidas
verdaderas de prevención del delito que más adelante en nuestro presente
trabajo de investigación proponemos.

2.1.6 Autoridad

Las autoridades administrativas y judiciales son aquellas personas físicas ya


quienes por necesidad de su encargo se han investido de facultades para
aplicar las nomas de Derecho.

El Derecho constituye, organiza y limita el poder político que se encuentra


representado por el Estado.

El poder político se manifiesta a través de la autoridad política, esta aptitud real


se encuentra en las leyes así un concepto jurídico fundamental de carácter real
lo constituye esa fuente de poder y de decisión que el Derecho requiere para
cumplir con sus encomiendas.

A la autoridad la podemos vislumbrar como la materialización de facultades


otorgadas por la sociedad a un órgano unipersonal o pluripersonal al que se le
ha investido del poder de decisión y ejecución, es decir es decir se le ha
autorizado para realizar actos de naturaleza jurídica que afectan la esfera de los
particulares y de imponer a estad sus determinaciones.

40
Para ello en maestro Rafael de Pina Vara nos define a la Autoridad: Potestad
legalmente conferida y recibida para ejercer una función pública, para dictar al
efecto resoluciones cuya obediencia es indeclinable bajo la amenaza de una
sanción y la posibilidad legal de su ejecución forzosa en caso necesario.

Se denomina también autoridad a la persona u organismos que ejercen dicha


potestad.

Podemos entonces definir que la autoridad es conferirle a una persona la


potestad jurídica, entendida por esta como un poder de mando encaminada a la
tutela de un interés ajeno.

2.1.7 Seguridad Pública

La ingobernabilidad que impera en México ha conducido a los políticos a incluir


en sus discursos el tema de la inseguridad pública, pero por más que en el
último lustro el asunto se haya expandido sobre todo en al ámbito político, ello
no quiere decir que haya un avance conceptual ni mucho menos operacional. 60
Recordemos una parte sustantiva del artículo 21 constitucional a cargo de la
Federación que prevé: “la seguridad pública es una función a cargo de la
Federación, el Distrito Federal, los Estados y los Municipios, en las respectivas
competencias que esta Constitución señala. La actuación de las instituciones
policiales se regirá por los principios de legalidad, eficiencia, profesionalismo y
honradez”.

Para algunos autores (IZU y DE LA MORA) los conceptos de seguridad pública


y seguridad ciudadana son sinónimos, salvo un pequeño matiz que para el
primero consiste en que con la expresión seguridad ciudadana se alude de una
forma más directa a la seguridad de cada ciudadano en el sentido de que refleja
el artículo 17 de la Constitución frente a la idea más abstracta que conlleva lo
público.
60
BARRÓN CRUZ, Gabriel Martín. Policía y Seguridad en México. Pág. 220, Porrúa, México 2005. Edit.
INACIPE.
41
El termino seguridad proviene del latín securitis, que significa confianza,
tranquilidad de una persona, procedente de la idea de que no hay ningún
peligro que temer.

Seguridad, según el Diccionario de la Real Academia, es la “calidad de seguro”;


en tanto que “seguro” es definido como “libre o ausente de todo peligro, daño o
riesgo”.

De seguridad, ramo de la administración pública que vela por la tranquilidad de


las personas.

El término público (a) deriva también del latín: publicus, cuyo significado es:
perteneciente a todo el pueblo.

Seguridad pública son entonces dos vocablos sencillos de entender, que


lamentablemente en nuestro país han perdido su significado original para
millones de mexicanos.61

La Ley General que establece las bases de coordinación del sistema nacional
de Seguridad Pública. “La concibe no sólo como una función que comprende
las actividades ejecutivas de prevención, sino también las acciones sustantivas
de investigación y persecución, para que los delincuentes sean enjuiciados,
sancionados y readaptados conforme a las leyes.

Así resulta que la seguridad Pública no es una cuestión que solamente deba ser
atendida por la autoridad policial.

Pensar en seguridad pública es referirnos a la creación o en su caso al


mantenimiento de condiciones mínimas que permitan a la sociedad aplicarse a
sus actividades cotidianas, sin tener que distraer esfuerzos particulares para
asegurar la tranquilidad personal o familiar.

En un Estado de derecho la función de procurar seguridad a los ciudadanos en


un tiempo y lugar determinados, corresponde al gobierno quien para tal fin crea
61
RAMIREZ MARIN, Juan. Seguridad Pública y Constitución. Edit. Porrúa., 2003. Primera edición. México
D.F.
42
organismos e instituciones en quien recae la responsabilidad y la seguridad de
la sociedad.

En resumen a la seguridad pública se le han asignado las funciones de:

Mantener la tranquilidad y el orden público, protegiendo los intereses de la


sociedad.

Proteger la integridad física de las personas y bienes.

Prevenir la comisión de delitos e infracciones a los reglamentos o bandos de


policía y,

Coadyuvar en la persecución de los delitos.

Recordemos entonces que la seguridad pública es una obligación que tiene el


estado para salvaguardar el bien jurídico de todos los gobernados que es el de
seguridad consagrada en su artículo 21 constitucional 5° y 6° párrafo y en la
medida en que sus gobernados hagamos frente a esta exigencia el Estado se
verá obligado a buscar verdaderas herramientas, alternativas y medidas
eficaces e estas.

2.1.7 Seguridad Nacional

Una vez estudiando el fenómeno de la delincuencia organizada creo que es de


suma importancia estudiar el concepto de seguridad nacional ya que si bien es
cierto no solo afecta solo la seguridad de algunas entidades en particular sino
que vulnera la seguridad del país.

El concepto de seguridad nacional se empezó a utilizar a fines de la Segunda


Guerra Mundial, con el triunfo del socialismo en diversos países, el inicio de la
guerra fría y el mundo bipolar.

43
Cada Estado lo define en función de su realidad e intereses; México no es la
excepción. Por una aparte, hay quienes sostienen que es un concepto
relativamente nuevo, mientras que la mayoría de los analistas señalan que
inicio en la época de la Guerra Fría con la Doctrina de Seguridad Nacional de
Estados Unidos, fundamentalmente con el presidente Dwight D. Eisenhower. 62

El concepto de seguridad proveniente del latín securitas que a su vez proviene


del adjetivo securus que significa carencia de temor o preocupación. De
acuerdo con Luis Pérez Gil, “la acepción común de seguridad es la cualidad de
estar libre y exento de todo peligro, daño o riesgo”. 63 Así se considera que la
seguridad de un Estado tiene como tarea fundamental “la integridad del
territorio nacional y de sus instituciones”. 64

La seguridad desde una concepción militar consiste en la protección del


territorio nacional, de sus habitantes y de todo aquello que represente un valor o
interés para una nación. A esto también se le llama defensa nacional. Sin
embargo, para llevar a cabo una seguridad eficiente, es necesaria una serie de
estrategias militares que permitan el resguardo de lo que puede ser
considerado importante para la nación. 65

62
Los orígenes de tal doctrina se remontan a que “después que los Jefes de Estado Mayor Conjunto
lucharon por conseguir el control de las acciones de las fuerzas estadounidenses y de las Naciones
Unidas bajo el general Douglas MacArthur, durante el primer año de la Guerra de Corea el Congreso, con
el pleno apoyo de Eisenhower, enmendó el Acta de Seguridad Nacional de 1947 que resulto en el Acta de
Reorganización de 1958. El Acta de Reorganización, claramente estableció la incuestionable autoridad de
mando para los comandos unificados del secretario de defensa y abolió el ineficaz sistema de asignación
de ‘agentes ejecutivos’, para manejar los conflictos por los Jefes del Estado Mayor Conjunto.” Bacon
Eugene y C.J. Bernardo, American Military Policy: Its Development Since 1775, Harrisburg, Pennsylvania,
The Stackpole Company, 1961. Cfr. Kelly, Jordan. “Aprovechando los rayos” en Military Review, Hispano-
American, revista profesional del Ejército de EE.UU., Escuela de Comando y Estado Mayor Fort
Leavenworth, Kansas, vol. LXXX, núm. 4, julio-agosto de 200, p.78.
63
Pérez, Luis. El dilema de la seguridad nacional en la teoría de las relaciones internacionales. México.
Universidad de la Laguna. 2000. P. 210. En referencia al Diccionario de la Lengua Española. Real
Academia Española (21° edición). Madrid, 1992.
64
Ibíd., p. 213.
65
Por seguridad se entiende ante todo una condición social; “no solo es un estado de capacidad militar,
una serie de lineamientos políticos o un acomodo económico. Es algo que la Nación cree acerca de si
misma […] significa […] la continuación de nuestra independencia soberana, de nuestro sistema de
gobierno […] es sobre todo, la continuación de las garantías históricas de libertad personal y de
independencia para cada ciudadano”. Cfr. Ralph Williams en Camargo, José. Estudio de Problemas
Brasileños, Rio de Janeiro Biblioteca del Ejercito de Brasil, 1979.
44
El concepto de seguridad nacional en nuestro país es relativamente nuevo. A
primera vista, y por deducción, se interpreta como un elemento que determina
la seguridad de la nación y de sus habitantes, pero la realidad es que en
nuestro país hay una carencia en lo que al concepto y a su definición se refiere.

Por otro lado se sostiene que los inicios de la seguridad nacional en nuestro
país radican en los llamados delitos de disolución social implementados durante
la década de los 50 años, que fueron considerados como un atentado contra la
seguridad de la nación. En definitiva, no podemos confundir a éstos delitos,
entre los cuales destacan la traición a la patria, la sedición, rebelión, terrorismo,
sabotaje, con los factores que hoy en día son considerados como amenazas
para la seguridad de la nación.66

En este sentido “no hay formula definida de lo que significa Seguridad o de lo que ha significado para
todos los pueblos de la tierra, en cualquier situación”; porque la seguridad nacional representa el
sostenimiento del statu quo y es la serie de medidas encaminadas a evitar los antagonismos, de cualquier
orden, que a un Estado se le pueden presentar. Para profundizar en el tema es conveniente recurrir al
trabajo de Vélez, Silvia. El concepto de Seguridad Nacional y su diverso contenido en México y Estados
Unidos: de sus orígenes a 1965; tesis de Licenciatura en Relaciones Internacionales, Facultad de Ciencias
Políticas y Sociales de la UNAM, 1989.
Por otra parte, se interpreta la seguridad nacional como el grado de garantía que a través de acciones
políticas, económicas, psicosociales y militares proporciona el Estado en determinada época a la nación
que tiene una jurisdicción para la conquista y, mantenimiento de los objetivos nacionales, a despecho de
los antagonismos presiones existentes o potenciales. Se acepta que “es la condición resultante del
establecimiento y pervivencia de medidas de prevención que aseguren un Estado de inviolabilidad contra
actos o influencias antagónicas”. Littuma, Alfonso. “La Seguridad y Defensa Nacionales y Colectivas”,
conferencia sustentada en el Colegio Interamericano de Defensa, en 14 de septiembre de 1971.
66
Sánchez, Carlos. Delitos de Disolución Social y Seguridad Nacional, México, Linterna, 1970.
45
Narcotráfico

Crimen
Inmigración Organizado
Factores
considerados
de seguridad
nacional en la
actualidad.

Corrupción Democracia

Deterioro
Económico

En este esquema, es posible contemplar a algunos de los posibles factores que


atenten contra la seguridad nacional, cabe destacar que no todos son delitos
pero que finalmente pueden ser dañinos para la propia seguridad del Estado.

Entonces podemos definir a la seguridad nacional como el conjunto de normas,


principios, instancias y procedimientos, que tienen por objeto primordial la
integridad, estabilidad y seguridad del Estado Mexicano.

2.1.8 Política Criminal


46
En este capítulo estudiaremos la acepción de la palabra política criminal, su
historia y evolución.

Latín-Política y del Griego-Politike

Política. Es el arte de gobernar a los pueblos y darles las leyes necesarias para
mantener la seguridad y tranquilidad pública conservando el orden y las buenas
costumbres.

Cesare Becaria en 1764 ya establecía los medios con respecto a una posible
Política Criminal. A través de su ensayo sobre los delitos y las penas, en el que
critica la severidad y abusos de la ley criminal, especialmente la pena capital y
la tortura.

Bajo el nombre de Política Criminal, se conoce a la disciplina conforme a la cual


el Estado debe realizar la prevención y la represión del delito. En realidad, su
propósito es el aprovechamiento práctico, por parte del legislador, de los
conocimientos adquiridos por las ciencias penales, para poder satisfacer los
fines propósitos del ordenamiento jurídico. 67

La política criminal ha sido definida, con mayor o menor extensión en sus


objetivos, pero siempre en base a estas consideraciones, así para
BATTAGLINI, es la ciencia que estudia los medios con los cuales el Estado ha
de combatir, mediante el Derecho-penas y medidas de policía-la delincuencia. 68

Manzini establece que la política criminal es la doctrina de la posibilidad política


(la realidad alcanzable) con relación al fin de la prevención y de la represión de
la delincuencia.

Liszt por su parte establece que es el conjunto sistemático de principios


(garantizados por la investigación científica de las causas del delito y de la
eficacia de la pena) según las cuales dirige el Estado y la sociedad la lucha
contra el crimen.
67
Cfr. CASTELLANOS TENA, Fernando: Lineamientos Elementales del Derecho Penal, p. 29, Editorial
Porrúa, 10a edición, 1976.
68
Autora citada por RODRIGUEZ MANZANERA, L. Opus Cit. P. 113.
47
Al decir de Sebastián Soler, la política criminal es una tendencia de doctrina
caracterizada por su empeño en lograr la modificación de las legislaciones
vigentes, a cuyo fin utiliza los resultados obtenidos por los estudios sociológicos
69
del delito y antropológicos del delincuente.

Para Ferri, una política criminal es el arte de apropiar las condiciones


especiales de cada pueblo a las medidas de represión y defensa social que la
ciencia del Derecho establece abstractamente, en otras palabras, como lo
afirma Alfredo Bautier, siendo la política el arte de escoger los mejores medios
de gobierno la política criminológica es el arte de escoger los mejores medios
preventivos y progresivos para la defensa contra el crimen.

En una definición más general la Política Criminal se entiende como “el


conjunto de principios que se basan en la investigación del delito y de la eficacia
de la pena, por medio de los cuales se lucha contra el crimen con el auxilio de
los medios penales y de las medidas de seguridad”.

Entonces podemos definir con nuestras propias palabras que la política criminal
es una disciplina por medio de la cual el Estado se encarga de estudiar la
factores endógenos y exógenos del delincuente, así como de su punibilidad y
sus medidas de prevención.

Considero sin temor a equivocarme que en la política criminal es donde se


encuentra la verdadera formula a la problemática delictiva ya que de aquí es
donde se encuentra el estudio concreto de todos los factores y medidas de
represión a estos factores, es decir conocemos el mal y su patología solo falta
saber aplicar el antídoto correcto, antídoto al que yo denomino “inteligencia”.

2.1.9 Índice Delictivo

Por índice delictivo debemos entender el trabajo de inteligencia policial que de


manera grafica y cuantitativa representa las tasas de criminalidad, es decir se
69
Tratado de Derecho Penal, Tomo I, pág. 5 y ss., Madrid, 1926, traducción de Luis Jiménez de Asúa.
48
trata del trabajo estadístico que clasifica y analiza las conductas antisociales,
que se suscitan en el conglomerado humano, de tal manera que sus resultados
pueden no ser utilizados en la investigación policial para detectar los lugares en
donde se da con mayor incidencia donde se da algún tipo de criminalidad en
particular.

Al respecto Roberto Vergalli comenta:

“a) Estadísticas Criminales- Es ilusorio esperar que el delito se convierta en una


variante definida como aquellas que los Economistas habituadas a utilizar en su
trabajo diario. No obstante un punto de vista actuarial y predictivo de las
estadísticas criminales debería seguramente atraer el interés de los
investigadores latinoamericanos.70

El informe Estadístico; contempla la situación delictiva de la ciudad y el Estado


de Fuerza Real, así como las acciones que lleva a cabo la Procuraduría
General de Justicia del Distrito Federal, además de detallar los delitos
cometidos por lugar de los hechos y modalidad. 71

Las estadísticas se han convertido en el factor de mayor importancia y el mejor


indicador de cómo funciona la policía, ya que permite analizar las tendencias de
los patrones de criminalidad y por consecuencia orientar la planificación o
replanteamiento de nuevas tácticas y procedimientos. También obligan a una
revisión exhaustiva de resultados, que se traduzca en un cambio permanente
de procedimientos tales que permitan determinar la vialidad de las respuestas
tácticas y de los procedimientos concretos para enfrentar los problemas de
criminalidad localizados.72

Este índice delictivo es de gran utilidad en la tarea policial ya que nos revelan
numéricamente un mosaico de que sirve de guía para ubicar en la cartografía a

70
Vergalli Roberto, Criminología en América Latina, Ediciones Pannedille, Argentina, 1972, pág. 134
71
Cita tomada de la página de internet www.PGJDF.gob.mx
72
GALLARDO ALDAMA, David. H. Policía Siglo XXI la Táctica y el Futuro Policial. Editorial FUNDAP, pág.
12 México D.F. 2008.
49
la gama de grupos delictivos, su actividad y su área de influencia datos
sumamente importantes en el combate al crimen.

Lamentablemente en nuestro país los trabajos estadísticos son poco confiables


debido a que el número de personas que denuncian es mínimo, ya que el
sistema judicial es ineficiente y corrupto, situación que desalienta a los
particulares para realizarla, aunado a la poca planeación y seguimiento que se
da en la incursión de esta materia.

2.1.10 Procuraduría General de la República

La Procuraduría General de Justicia de la República, es una dependencia del


Ejecutivo Federal y tiene, a través del Ministerio Público, el monopolio del
ejercicio de la acción penal, en apego a las atribuciones y facultades que le
otorgan los mandamientos que emanan de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos de 1917, en sus artículos 21 y 102, así como en la
leyes y reglamentos que facultan su actuación para la procuración e impartición
de justicia.73

La Procuraduría General de la República es el órgano del poder Ejecutivo


Federal, que se encarga principalmente de investigar y perseguir los delitos del
orden federal y cuyo titular es el Procurador General de la República, quien
preside al Ministerio Público de la Federación y a sus órganos auxiliares que
son la policía investigadora y los peritos.

Es la encargada del despacho de los asuntos que la Constitución Política de los


Estados Unidos Mexicanos, la Ley Orgánica de la Procuraduría General de la
República, su Reglamento y otros ordenamientos, le encomiendan al
Procurador General de la República y al Ministerio Público dela Federación.

73
GOMÉZ DEL CAMPO DIAZ BARREIRO, Bernardo. La Delincuencia Organizada, Una Propuesta de
Combate. pág. 109, Editorial Porrúa, México D.F. 1999.
50
No debemos olvidar que la institución jurídica fundamental de la Procuraduría
General de la República la constituye el Ministerio Público Federal. En la
cotidianeidad, hablar de la (PGR) somete el criterio coloquial a determinaciones
de intervención policiaca y no de investigador y persecutor de delitos, como es
el caso del Ministerio Público Federal (MPF).

Se ha desligado el Ministerio Público Federal de las acciones gubernamentales


en materia d procuración de justicia, porque tutela derechos y deberes por
ministerio de ley, y no como mero instigador del mandato de construcción que le
impone en muchos casos el procurador de justicia de la nación.

En palabras del doctor Franco Villa, el Ministerio Público Federal es “…una


institución dependiente del Ejecutivo Federal presidido por el Procurador
General, quien tiene a su cargo la persecución de todos los delitos del orden
federal y hacer que todos los jueces se sigan con toda regularidad para que la
administración de justicia sea expedita, e intervenir en todos los negocios que la
ley determine”.74

En materia de federalismo, existe una complementación del Ministerio Público


del Fuero Común con el Ministerio Público Federal, pues en ocasiones, la
naturaleza del ilícito requiere de amplias expectativas de auxilio ministerial. En
este sentido, la Ley Orgánica de la Procuraduría General de la República
establece que son auxiliares del Ministerio Público Federal “…los agentes del
Ministerio Público del Fuero Común y de las Policías Judicial y Preventiva en el
Distrito Federal…”.

El ministerio Público Federal deriva su naturaleza jurídica esencial, por ser el


inmediato conocedor de los ilícitos querellados por denuncia o en flagrancia. Es
así como en las reformas realizadas a principios del milenio, que en materia
constitucional se han realizado en nuestro país, se incluyen modificaciones
especiales al Ministerio Público, sobre todo tratándose de detenciones donde la
obligatoriedad de que exista un juez, haga imposible que el indiciado se
74
Cit. en Acosta Romero, Miguel, Teoría general del Derecho Administrativo (primer curso), 12a edición.,
Porrúa. México. 1990, pág. 217.
51
sustraiga de la acción de la justicia. En esta situación y tal como lo menciona el
artículo 16 constitucional:

Solo en casos urgentes, cuando se trate de delito grave así calificado por la ley
ante el riesgo fundado de que el indiciado pueda sustraerse de la acción de la
justicia, siempre y cuando no se pueda ocurrir ante la autoridad judicial por
razón de la hora, lugar o circunstancia, el Ministerio Público podrá, bajo su
responsabilidad, ordenar su detención, fundando y expresando los indicios que
motiven su proceder.

Cabe hacer notar que la reforma antes aludida introduce también tres nuevos
requisitos para que el Ministerio Público pueda ordenar la detención del
acusado: que se trate de delito grave así calificado por la ley, que exista riesgo
fundado de que el indiciado pueda sustraerse a la acción de la justicia, y que no
pueda ocurrir ante la autoridad judicial por razón de la hora, lugar o
circunstancia.75

Me atrevo a definir entonces que la Procuraduría General de la República es


aquel organismo dependiente del ejecutivo federal y que a través del Ministerio
Público Federal tiene como función la de la persecución de delitos del Fuero
Federal, así como la representación de la federación y asesor jurídico.

Al analizar y profundizar en el estudio de esta Institución me doy cuenta que la


Procuraduría General de la República ha adoptado dentro de su marco jurídico
sustentado en su artículo 11 en la Ley Federal Contra la Delincuencia
Organizada la figura del Agente Infiltrado misma que en mi presente trabajo de
investigación propongo en el fuero común para dar lucha a este cáncer social.

2.1.11 Procuraduría General de Justicia

La Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal es una Dependencia de


la Administración Pública Centralizada, cuyá función es la de investigar los
75
RUIZ MASSIEU, Mario, El marco jurídico para el combate al narcotráfico, FCE, México. 1994, pp. 80-81.
52
delitos, perseguir a los imputados y proteger los intereses de la sociedad, de
acuerdo con los principios de legalidad, honradez, profesionalismo,
imparcialidad, eficiencia y eficacia, así como la máxima publicidad en sus actos;
por lo tanto se encuentra sujeta a las disposiciones en materia de
Transparencia y Acceso a la Información Pública del Distrito Federal, lo que
constituye un imperativo que fortalece las actividades de esta Institución.

Mediante Acuerdo publicado en la Gaceta Oficial del Distrito Federal el 10 de


febrero de 2010, el Instituto de Acceso a la Información Pública del Distrito
Federal, emitió acuerdo por el que se aprueban los días inhábiles para los
efectos administrativos de ese organismo.

El artículo 1 de la Ley Orgánica de la Procuraduría General de Justicia del


Distrito Federal establece, que la actuación de la Procuraduría se regirá por los
principios de legalidad, certeza, honradez, lealtad, objetividad, imparcialidad,
profesionalismo, transparencia, eficacia, eficiencia y respeto a los derechos
humanos.

Uno de sus principales objetivos de la Procuraduría General de Justicia del


Distrito Federal, es brindar una atención inmediata a los ofendidos o víctimas
del delito, evitando prolongar su estancia en las instalaciones de la Institución, y
con ello su doble victimización y el detrimento de la cultura de la denuncia.

Con la intención de proporcionar una procuración de justicia pronta y expedita a


favor de los denunciantes, querellantes, ofendidos o víctimas del delito, se
considera prioritario recabar su declaración, cuando se encuentren presentes,
como parte de las diligencias que se practiquen, en una averiguación previa con
detenido.

Conforme a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la


investigación y persecución de los delitos incumbe al Ministerio Público, el cual
se auxiliará con una policía que estará bajo su autoridad y mando inmediato.

53
La propia Constitución dispone que el Ministerio Público del Distrito Federal sea
presidido por un Procurador General de Justicia.

Así, la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal está a cargo de un


Procurador, quien es titular de la Institución del Ministerio Público y ejerce
autoridad jerárquica sobre toda la Institución.

La Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal históricamente se ha


constituido en garante del combate a la delincuencia, no por ello, se deja de
reconocer que se está frente a la oportunidad de reorientar las políticas públicas
en materia de procuración de justicia que nos lleven a la reducción de los
índices delictivos en la Ciudad de México. En esa tesitura, la institución reafirma
su obligación de cumplir con el mandato legal y refrenda su compromiso con la
sociedad.

La seguridad y la protección son fines públicos fundamentales del Estado, de


ahí la responsabilidad absoluta de garantizarlos. La Procuraduría General de
Justicia asume el compromiso ineludible de establecer las condiciones
necesarias para brindar protección jurídica a sus habitantes en su integridad
física y su patrimonio, mediante la obligación de optimizar el sistema de
procuración de justicia, a efecto de propiciar un ambiente de confianza y certeza
para el desarrollo social y económico.

Se tiene como eje principal hacer de la Ciudad de México un espacio de


recuperación de la confianza social, promoviendo el respeto a la legalidad y a la
cultura de la denuncia. Para ello, se genera un nuevo modelo en la procuración
de justicia a través de una estrategia integral y un esfuerzo de coordinación
interinstitucional. El objetivo fundamental será continuar denodadamente en la
persecución del delito, atendiendo las necesidades especiales de los diversos
grupos para abatir la inseguridad jurídica y la impunidad.

54
La estimación para esta administración será continuar con la desarticulación de
bandas criminales. Se proseguirá con la reestructuración y modernización de la
institución, lo que implicará capacitar, profesionalizar y dignificar las tareas
cotidianas de los servidores públicos en un proceso permanente de
actualización tecnológica y reasignación laboral por perfil del personal, así como
la creación de nuevas áreas que hagan más eficiente la labor de la institución.

Cabe reiterar que México forma parte de una minoría de países que cuentan
con una Procuraduría General de Justicia a nivel federal o local,
desafortunadamente al parecer ninguna de ambas instituciones ha aportado
resultados significativos para combatir la creciente inseguridad.

2.1.12 Delincuencia Organizada

“Cuando en 1876 aparece el hombre delincuente, César Lombroso estudia y


define al delincuente nato planteando su similitud con el salvaje; aduciendo que
el hombre delinque por razones antropológicas sobre las que o tiene control. De
ello ha pasado más de un siglo; hoy, existe otro estereotipo delictivo que los
agrupa por características similares pero no definitivas y estas son
generalmente de carácter sociocultural; sin embargo, a un lado de la
delincuencia convencional tenemos otro gran grupo delictivo conocido como la
delincuencia organizada o no convencional”. 76

En cuanto a la definición de Delincuencia Organizada el Maestro Francisco


Pavón Vasconcelos nos dice: Son miembros de la delincuencia organizada las
personas que en número de tres o más acuerden organizarse o se organicen
para realizar, en forma permanente o reiterada, conductas que por sí o unidas a
otras, tienen como fin o resultado cometer los delitos de terrorismo (art. 139),
76
GOMÉZ DEL CAMPO DIAZ BARREIRO, Bernardo. La Delincuencia Organizada, Una Propuesta de
Combate. pág. 17 Editorial Porrúa, México D.F. 1999.

55
párrafo primero del Código Penal.), contra la salud (arts. 194 y 95, párrafo
primero del Código Penal.), falsificación o alteración de moneda (arts. 234, 236
y 237), operaciones con recursos de procedencia ilícita (art. 400 bis del Código
Penal.) acopio y tráfico de armas (arts. 83 bis y 84 de la Ley Federal de Armas
de fuego y explosivos), tráfico de indocumentados (art. 138 de la Ley General
de Población), tráfico de órganos (arts. 461, 462 y 462 bis. De la Ley General
de Salud), asalto (arts. 286 y 287 del Código Penal.), secuestro (art. 366 del
Código Penal.) tráfico de menores (art. 366 bis del Código Penal.) y robo de
vehículos (art. 381 bis del Código Penal.).

Por otra parte Gómez del Campo Barreiro nos dice: La delincuencia organizada
es la reiteración de actividades delictivas, con la intención de explotar bienes y
servicios con finalidades eminentemente lucrativas, formadas por una estructura
jerárquica, escalofonada, donde existe una sola cabeza y en la que las
funciones se encuentran perfectamente definidas, a nivel de recursos humanos,
materiales y financieros para llevar a cabo la operación.

Uno de los temas más sensibles para la justicia y la seguridad, en México y


alrededor del mundo es, sin duda el crecimiento que expresa la delincuencia
organizada.

En la actualidad, el crimen organizado representa la amenaza más seria para la


paz y el orden internacional. Obstruye el desarrollo, aleja las inversiones
productivas, despierta temor e incertidumbre entre la población, y trastoca la
armonía social.

Como expresión del crimen organizado, el terrorismo es un fenómeno del siglo


XXI. Los lamentables acontecimientos de Nueva York, de Madrid y de Londres,
como muchos otros de los cuales hemos sido testigos, son manifestaciones de
un terrorismo que obedece a circunstancias propias de nuestra época. Se trata
de un terrorismo “también hay que decirlo” que lucra con el dolor de las
personas y se alimenta de la intolerancia.77
77
F. CABEZA de VACA, Daniel. Los Retos en la Procuración de Justicia. INACIPE., pág. 10-11 México
D.F. 2006.
56
En México las expresiones más conocidas de la delincuencia organizada son el
secuestro, el tráfico de drogas y la corrupción. El secuestro y el narcotráfico son
dos delitos sumamente lucrativos, A su vez la corrupción representa un puente
de impunidad para llevar a cabo los ilícitos antes mencionados.

Por ello, las autoridades no deben ni pueden limitarse solo al aseguramiento de


mercancías y a la detención de delincuentes, hay que crear verdaderas
instituciones que den credibilidad y sobre todo certeza contra el combate al
crimen organizado pero con inteligencia.

Ya sea por la televisión, radio, internet o cualquier medio de comunicación


escuchamos la oleada de inseguridad y brutalidad con la que actúan estos
grupos de criminales y la lucha que efectúa el Estado para sofocarlos, sin
embargo hemos observado como poco a poco las autoridades han sido
rebasadas en su intento. Por ello en nuestra opinión El estado debe de realizar
campañas de combate al crimen, contra las adicciones, y sobre todo contra la
corrupción, de esta manera se reducirá paulatinamente los índices delictivos.

Lo anterior se puede ejemplificar con la reciente creación de la Policía Federal


Preventiva, ya que ha tenido que enfrentar problemas de corrupción que han
sido de dominio público y han obligado a llevar al banquillo de los acusados a
varios de sus integrantes.

En concreto podemos definir a la delincuencia organizada como la suma de


esfuerzos de varios individuos, encausados a alcanzar un fin delictuoso
determinado, subordinados a un mando superior.

2.1.13 Prevención de la Delincuencia

Resulta importante analizar que es la prevención, su utilidad y su función en los


sistemas de seguridad pública y de procuración de justicia.

57
El Diccionario Jurídico Summae nos da una definición. Prevención: [sust. fem.]
Acción y efecto de prevenir. Preparación y disposición que se hace
anticipadamente para evitar un riesgo o ejecutar una cosa. Previsión de
mantenimiento o de otra cosa que sirva para un fin. Puesto de policía o
vigilancia de un distrito, donde se lleva previamente a las personas que han
cometido algún delito o falta.78

Prevenir es evitar, por ello cuando se produce el evento que se busca evitar que
aconteciera, deberemos hablar de corregir.

En materia penal se busca prevenir aquellos eventos o conductas que al


producirse causarán consecuencias en muchos casos de imposible reparación,
mientras que una vez producido el acontecimiento previsto en la ley, se
investiga y se persigue al autor de la conducta ilícita.

Para la primera función, en México se crea la policía preventiva y para


investigar y perseguir delincuentes se dispone de una Policía Judicial.

Ambas dependen del Poder Ejecutivo, la Preventiva directamente y la Judicial


adscrita al Ministerio Público, por disposición del artículo 21 Constitucional.

Teniendo un horizonte más amplio la criminología, las acciones de prevención


no comprenden solamente prevenir delitos, sino toda conducta antisocial aún
cuando la misma no esté prevista dentro de la legislación penal.

“La prevención es pues la gran herramienta que impulsa el desarrollo social,


pues detrás de ella se agrupan multitud de actividades que tienen la virtud de
integrar a los seres humanos al grupo social en que nacieron, alejándolos
también de los delitos”.79

En cuanto a la parte de prevención que es actividad exclusiva de la policía, esta


debe ser desarrollada por una entidad que constituya unidad, que su actuar sea
fruto de la planeación, no de la improvisación o las necesidades del momento,
78
SUMMAE JURÍDICA, Sistema de Consulta de la Norma Jurídica. México D.F. 2009
79
ROSAS ROMERO, Sergio. Policía de Prevención Cimiento de la Seguridad Pública en México. Edit.
Fundación para la educación y la cultura. pág. 31 México D.F.
58
por un cuerpo que tenga una bien definida organización, que actué
responsablemente y que sea suficiente, lo cual es verdaderamente difícil por su
gran cercanía y dependencia del órgano ejecutivo de gobierno, el cual por
definición es político.

Si consiguiéramos que la prevención se realizara correctamente, se lograría


abatir los mínimos posibles del delito.

En nuestro país como en la gran mayoría del mundo tampoco se ha logrado


conseguir esos mínimos posibles lo cual ha creado que se multiplique la gran
problemática del fenómeno criminal, particularmente el del crimen organizado.

2.1.14 Agente Infiltrado

Debido a que la tarea investigadora que realiza la policía judicial debe contener
un cumulo de conocimientos tanto de las estructuras de organización, así como
la forma de operación y ámbitos de actuación, de las bandas dedicadas a
realizar actos delictivos tipificados en la Ley contra la Delincuencia Organizada
para el Distrito Federal. Se sugiere en el presente trabajo de investigación que
la figura del Agente Policiaco Infiltrado se legisle en el Distrito Federal., pues
considero seria una herramienta sumamente importante en el combate, así
como a la desarticulación de dichas organizaciones delictuosas.

Por lo que respecta a La Procuraduría General de la República nos dice: “La


infiltración de agentes es un medio de investigación eficaz para penetrar las
entrañas de las organizaciones delictivas y conocer su forma de actuar, lo que
se traduce en saber cuáles son sus formas de operar, cómo se compone y
estructura su organización, cuál es su ámbito, zona, territorio de actuación y, en
sí, toda aquella información que sirva para desmantelar la organización a la que
se infiltró”. Cabe precisar que solamente el Procurador General de la República
puede autorizar la infiltración de agentes.

59
De lo anterior podemos concluir diciendo que el agente infiltrado es aquel
elemento policiaco que de manera incógnita se involucra en una organización
delictiva que sirve a la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal y
que puede dedicarse en apariencia a actividades delictuosas, con el fin de
conocer el modus operandi de dichas organizaciones, actuando bajo el mando
de la ley (siempre y cuando el marco legal lo autorice), de tal manera el agente
infiltrado investiga el delito desde su interior, actuando sin exceder las garantías
constitucionales básicas y aprovechándose de las oportunidades que le brinda
la ya extendida y desmedida delincuencia organizada.

Podemos concretar diciendo que el Agente Infiltrado es aquel cuerpo policiaco,


dotado de inteligencia y táctica, con capacidades especiales de penetración
entre las organizaciones delictivas, asumiendo el alto riesgo que ello implica y
actuando bajo el amparo de la ley.

3.1 Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos

Es la ley suprema del Estado en ella se contienen las disposiciones acerca de


la organización fundamental de este.

Artículo 14. A ninguna ley se dará efecto retroactivo en perjuicio de persona


alguna.

Nadie podrá ser privado de la libertad o de sus propiedades, posesiones o


derechos, sino mediante juicio seguido ante los tribunales previamente
60
establecidos, en el que se cumplan las formalidades esenciales del
procedimiento y conforme a las Leyes expedidas con anterioridad al hecho.

En los juicios del orden criminal queda prohibido imponer, por simple analogía,
y aun por mayoría de razón, pena alguna que no esté decretada por una ley
exactamente aplicable al delito que se trata.

Artículo 16. Nadie puede ser molestado en su persona, familia, domicilio,


papeles o posesiones, sino en virtud de mandamiento escrito de la autoridad
competente, que funde y motive la causa legal del procedimiento.

No podrá librarse orden de aprehensión sino por la autoridad judicial y sin que
preceda denuncia o querella de un hecho que la ley señale como delito,
sancionado con pena privativa de libertad y obren datos que establezcan que se
ha cometido ese hecho y que exista la probabilidad de que el indiciado lo
cometió o participó en su comisión.

La autoridad que ejecute una orden judicial de aprehensión, deberá poner al


inculpado a disposición del juez, sin dilación alguna y bajo su más estricta
responsabilidad. La contravención a lo anterior será sancionada por la ley
penal.

Cualquier persona puede detener al indiciado en el momento en que esté


cometiendo un delito o inmediatamente después de haberlo cometido,
poniéndolo sin demora a disposición de la autoridad más cercana y ésta con la
misma prontitud, a la del Ministerio Público. Existirá un registro inmediato de la
detención.

Sólo en casos urgentes, cuando se trate de delito grave así calificado por la ley
y ante el riesgo fundado de que el indiciado pueda sustraerse a la acción de la
justicia, siempre y cuando no se pueda ocurrir ante la autoridad judicial por
razón de la hora, lugar o circunstancia, el Ministerio Público podrá, bajo su
responsabilidad, ordenar su detención, fundando y expresando los indicios que
motiven su proceder.

61
En casos de urgencia o flagrancia, el juez que reciba la consignación del
detenido deberá inmediatamente ratificar la detención o decretar la libertad con
las reservas de ley.

La autoridad judicial, a petición del Ministerio Público y tratándose de delitos de


delincuencia organizada, podrá decretar el arraigo de una persona, con las
modalidades de lugar y tiempo que la ley señale, sin que pueda exceder de
cuarenta días, siempre que sea necesario para el éxito de la investigación, la
protección de personas o bienes jurídicos, o cuando exista riesgo fundado de
que el inculpado se sustraiga a la acción de la justicia. Este plazo podrá
prorrogarse, siempre y cuando el Ministerio Público acredite que subsisten las
causas que le dieron origen. En todo caso, la duración total del arraigo no podrá
exceder los ochenta días.

Por delincuencia organizada se entiende una organización de hecho de tres o


más personas, para cometer delitos en forma permanente o reiterada, en los
términos de la ley de la materia.

En toda orden de cateo, que sólo la autoridad judicial podrá expedir, a solicitud
del Ministerio Público, se expresará el lugar que ha de inspeccionarse, la
persona o personas que hayan de aprehenderse y los objetos que se buscan, a
lo que únicamente debe limitarse la diligencia, levantándose al concluirla, un
acta circunstanciada, en presencia de dos testigos propuestos por el ocupante
del lugar cateado o en su ausencia o negativa, por la autoridad que practique la
diligencia.

Artículo 18. Sólo por delito que merezca pena privativa de libertad habrá lugar
a prisión preventiva. El sitio de ésta será distinto del que se destinare para la
extinción de las penas y estarán completamente separados.

El sistema penitenciario se organizará sobre la base del trabajo, la capacitación


para el mismo, la educación, la salud y el deporte como medios para lograr la
reinserción del sentenciado a la sociedad y procurar que no vuelva a delinquir,
observando los beneficios que para él prevé la ley. Las mujeres compurgarán
62
sus penas en lugares separados de los destinados a los hombres para tal
efecto.

La Federación, los Estados y el Distrito Federal podrán celebrar convenios para


que los sentenciados por delitos del ámbito de su competencia extingan las
penas en establecimientos penitenciarios dependientes de una jurisdicción
diversa.

La Federación, los Estados y el Distrito Federal establecerán, en el ámbito de


sus respectivas competencias, un sistema integral de justicia que será aplicable
a quienes se atribuya la realización de una conducta tipificada como delito por
las leyes penales y tengan entre doce años cumplidos y menos de dieciocho
años de edad, en el que se garanticen los derechos fundamentales que
reconoce esta Constitución para todo individuo, así como aquellos derechos
específicos que por su condición de personas en desarrollo les han sido
reconocidos. Las personas menores de doce años que hayan realizado una
conducta prevista como delito en la ley, solo serán sujetos a rehabilitación y
asistencia social.

Para la reclusión preventiva y la ejecución de sentencias en materia de


delincuencia organizada se destinarán centros especiales. Las autoridades
competentes podrán restringir las comunicaciones de los inculpados y
sentenciados por delincuencia organizada con terceros, salvo el acceso a su
defensor, e imponer medidas de vigilancia especial a quienes se encuentren
internos en estos establecimientos. Lo anterior podrá aplicarse a otros internos
que requieran medidas especiales de seguridad, en términos de la ley.

Artículo 19. Ninguna detención ante autoridad judicial podrá exceder del plazo
de setenta y dos horas, a partir de que el indiciado sea puesto a su disposición,
sin que se justifique con un auto de vinculación a proceso en el que se
expresará: el delito que se impute al acusado; el lugar, tiempo y circunstancias
de ejecución, así como los datos que establezcan que se ha cometido un hecho

63
que la ley señale como delito y que exista la probabilidad de que el indiciado lo
cometió o participó en su comisión.

El Ministerio Público sólo podrá solicitar al juez la prisión preventiva cuando


otras medidas cautelares no sean suficientes para garantizar la comparecencia
del imputado en el juicio, el desarrollo de la investigación, la protección de la
víctima, de los testigos o de la comunidad, así como cuando el imputado esté
siendo procesado o haya sido sentenciado previamente por la comisión de un
delito doloso. El juez ordenará la prisión preventiva, oficiosamente, en los casos
de delincuencia organizada, homicidio doloso, violación, secuestro, delitos
cometidos con medios violentos como armas y explosivos, así como delitos
graves que determine la ley en contra de la seguridad de la nación, el libre
desarrollo de la personalidad y de la salud.

La ley determinará los casos en los cuales el juez podrá revocar la libertad de
los individuos vinculados a proceso.

El plazo para dictar el auto de vinculación a proceso podrá prorrogarse


únicamente a petición del indiciado, en la forma que señale la ley. La
prolongación de la detención en su perjuicio será sancionada por la ley penal.
La autoridad responsable del establecimiento en el que se encuentre internado
el indiciado, que dentro del plazo antes señalado no reciba copia autorizada del
auto de vinculación a proceso y del que decrete la prisión preventiva, o de la
solicitud de prórroga del plazo constitucional, deberá llamar la atención del juez
sobre dicho particular en el acto mismo de concluir el plazo y, si no recibe la
constancia mencionada dentro de las tres horas siguientes, pondrá al indiciado
en libertad.

Todo proceso se seguirá forzosamente por el hecho o hechos delictivos


señalados en el auto de vinculación a proceso. Si en la secuela de un proceso
apareciere que se ha cometido un delito distinto del que se persigue, deberá ser
objeto de investigación separada, sin perjuicio de que después pueda
decretarse la acumulación, si fuere conducente.

64
Si con posterioridad a la emisión del auto de vinculación a proceso por
delincuencia organizada el inculpado evade la acción de la justicia o es puesto
a disposición de otro juez que lo reclame en el extranjero, se suspenderá el
proceso junto con los plazos para la prescripción de la acción penal.

Todo mal tratamiento en la aprehensión o en las prisiones, toda molestia que se


infiera sin motivo legal, toda gabela o contribución, en las cárceles, son abusos
que serán corregidos por las leyes y reprimidos por las autoridades.

Artículo 21. La investigación de los delitos corresponde al Ministerio Público y


a las policías, las cuales actuarán bajo la conducción y mando de aquél en el
ejercicio de esta función.

El ejercicio de la acción penal ante los tribunales corresponde al Ministerio


Público. La ley determinará los casos en que los particulares podrán ejercer la
acción penal ante la autoridad judicial.

La imposición de las penas, su modificación y duración son propias y exclusivas


de la autoridad judicial.

Compete a la autoridad administrativa la aplicación de sanciones por las


infracciones de los reglamentos gubernativos y de policía, las que únicamente
consistirán en multa, arresto hasta por treinta y seis horas o en trabajo a favor
de la comunidad; pero si el infractor no pagare la multa que se le hubiese
impuesto, se permutará esta por el arresto correspondiente, que no excederá
en ningún caso de treinta y seis horas.

Si el infractor de los reglamentos gubernativos y de policía fuese jornalero,


obrero o trabajador, no podrá ser sancionado con multa mayor del importe de
su jornal o salario de un día.

Tratándose de trabajadores no asalariados, la multa que se imponga por


infracción de los reglamentos gubernativos y de policía, no excederá del
equivalente a un día de su ingreso.

65
El Ministerio Público podrá considerar criterios de oportunidad para el ejercicio
de la acción penal, en los supuestos y condiciones que fije la ley.

El Ejecutivo Federal podrá, con la aprobación del Senado en cada caso,


reconocer la jurisdicción de la Corte Penal Internacional.

La seguridad pública es una función a cargo de la Federación, el Distrito


Federal, los Estados y los Municipios, que comprende la prevención de los
delitos; la investigación y persecución para hacerla efectiva, así como la
sanción de las infracciones administrativas, en los términos de la ley, en las
respectivas competencias que esta Constitución señala. La actuación de las
instituciones de seguridad pública se regirá por los principios de legalidad,
objetividad, eficiencia, profesionalismo, honradez y respeto a los derechos
humanos reconocidos en esta Constitución.

Las instituciones de seguridad pública serán de carácter civil, disciplinado y


profesional. El Ministerio Público y las instituciones policiales de los tres
órdenes de gobierno deberán coordinarse entre sí para cumplir los objetivos de
la seguridad pública y conformarán el Sistema Nacional de Seguridad Pública,
que estará sujeto a las siguientes bases mínimas:

a) La regulación de la selección, ingreso, formación, permanencia, evaluación,


reconocimiento y certificación de los integrantes de las instituciones de
seguridad pública. La operación y desarrollo de estas acciones será
competencia de la Federación, el Distrito Federal, los Estados y los municipios
en el ámbito de sus respectivas atribuciones.

b) El establecimiento de las bases de datos criminalísticos y de personal para


las instituciones de seguridad pública. Ninguna persona podrá ingresar a las
instituciones de seguridad pública si no ha sido debidamente certificado y
registrado en el sistema.

c) La formulación de políticas públicas tendientes a prevenir la comisión de


delitos.

66
d) Se determinará la participación de la comunidad que coadyuvará, entre otros,
en los procesos de evaluación de las políticas de prevención del delito así como
de las instituciones de seguridad pública.

e) Los fondos de ayuda federal para la seguridad pública, a nivel nacional serán
aportados a las entidades federativas y municipios para ser destinados
exclusivamente a estos fines.

3.1.2 Ley Federal contra la Delincuencia Organizada

En este caso se trata del cuerpo normativo que rige el actuar de las autoridades
del fuero federal en el combate a la Delincuencia Organizada que resulta
realmente ejemplar para los órganos locales encargados de tareas similares.
De aquí que en este se proponga abiertamente la actualización de la legislación
del Distrito Federal retomando la directriz trazada por el legislador federal
precisamente lo establecido en al artículo 11 de esta ley mediante el cual se
regula la infiltración de agentes, como un elemento más, para realizar la
investigación en este tipo de organizaciones delictuosas, las disposiciones que
mas relación tienen con el caso que nos ocupa conferidas en los
ordenamientos siguientes.

Artículo 1. La presente Ley tiene por objeto establecer reglas para la


investigación, persecución, procesamiento, sanción y ejecución de las penas,
por los delitos cometidos por algún miembro de la delincuencia organizada. Sus
disposiciones son de orden público y de aplicación en todo el territorio nacional.

Artículo 8. La Procuraduría General de la República deberá contar con una


unidad especializada en la investigación y persecución de delitos cometidos por
miembros de la delincuencia organizada, integrada por agentes del Ministerio
Público de la Federación, auxiliados por agentes de la Policía Judicial Federal y
peritos.

67
La unidad especializada contará con un cuerpo técnico de control, que en las
intervenciones de comunicaciones privadas verificará la autenticidad de sus
resultados; establecerá lineamientos sobre las características de los aparatos,
equipos y sistemas a autorizar; así como sobre la guarda, conservación,
mantenimiento y uso de los mismos.

El Reglamento de la Ley Orgánica de la Procuraduría General de la República,


establecerá los perfiles y requisitos que deberán satisfacer los servidores
públicos que conformen a la unidad especializada, para asegurar un alto nivel
profesional de acuerdo a las atribuciones que les confiere esta Ley.

Siempre que en esta Ley se mencione al Ministerio Público de la Federación, se


entenderá que se refiere a aquéllos que pertenecen a la unidad especializada
que este artículo establece.

En caso necesario, el titular de esta unidad podrá solicitar la colaboración de


otras dependencias de la Administración Pública Federal o entidades
federativas.

Artículo 11. En las averiguaciones previas relativas a los delitos a que se


refiere esta Ley, la investigación también deberá abarcar el conocimiento de las
estructuras de organización, formas de operación y ámbitos de actuación. Para
tal efecto, el Procurador General de la República podrá autorizar la infiltración
de agentes.

En estos casos se investigará no sólo a las personas físicas que pertenezcan a


esta organización, sino las personas morales de las que se valgan para la
realización de sus fines delictivos.80

Artículo 11 Bis. El Titular del órgano previsto en el artículo 8 podrá autorizar la


reserva de la identidad de los agentes de la policía infiltrados, así como de los
que participen en la ejecución de órdenes de aprehensión, detenciones en
flagrancia y cateos relacionados con los delitos a que se refiere esta Ley,

80
Cita tomada de la Procuraduría General de la Republica. www.pgr.gob.mx
68
mediante resolución fundada y teniendo en cuenta el tipo de investigación,
imposibilitando que conste en la averiguación previa respectiva su nombre,
domicilio, así como cualquier otro dato o circunstancia que pudiera servir para la
identificación de los mismos.

En tales casos, se asignará una clave numérica, que sólo será del conocimiento
del Procurador General de la República, del Titular del órgano antes citado, del
Secretario de Seguridad Pública y del servidor público a quien se asigne la
clave.

En las actuaciones de averiguación previa, en el ejercicio de la acción penal y


durante el proceso penal, el Ministerio Público y la autoridad judicial citarán la
clave numérica en lugar de los datos de identidad del agente. En todo caso, el
Ministerio Público acreditará ante la autoridad judicial el acuerdo por el que se
haya autorizado el otorgamiento de la clave numérica y que ésta corresponde al
servidor público respectivo, preservando la confidencialidad de los datos de
identidad del agente. En caso de que el agente de la policía cuya identidad se
encuentre reservada tenga que intervenir personalmente en diligencias de
desahogo de pruebas, se podrá emplear cualquier procedimiento que garantice
la reserva de su identidad.

Como se puede observar en el artículo 11 y 11 bis transcrito expresamente el


legislador ha brindado a la autoridad investigadora la posibilidad de infiltrar en
las organizaciones criminales elementos policiales, para que desde el seno de
estas bandas delictivas revele y explicite al órgano investigador la manera de
operar, sus integrantes así como sus jerarquías y atribuciones de los miembros
que las integran y aun mas investigan e informan la manera en que funcionan
las personas morales de las que se valen para sus fines delictuosos, ya sea
como prestanombres o en el lavado de dinero. Esto claramente demuestra su
eficacia en el combate e investigación al crimen organizado.

3.1.3 Estatuto de Gobierno del Distrito Federal


69
Establece la estructura y funcionalidad de los órganos de gobierno del Distrito
Federal es decir en este cuerpo normativo quedan determinadas las facultades
y funciones que competen a cada una de las autoridades locales.

Es importante mencionar el estatuto mencionado ya que de él emanan las


facultades del órgano público a quien se le encomienda la investigación de los
ilícitos como puede apreciarse en los preceptos legales que mencionaremos a
continuación.

Artículo 1. Las disposiciones contenidas en el presente Estatuto son de orden


público e interés general y son norma fundamental de organización y
funcionamiento del gobierno del Distrito Federal, de conformidad con lo
dispuesto en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

Artículo 2. La Ciudad de México es el Distrito Federal, sede de los Poderes de


la Unión y capital de los Estados Unidos Mexicanos. El Distrito Federal es una
entidad federativa con personalidad jurídica y patrimonio propio, con plena
capacidad para adquirir y poseer toda clase de bienes que le sean necesarios
para la prestación de los servicios públicos a su cargo, y en general, para el
desarrollo de sus propias actividades y funciones.

Las características del patrimonio de la Ciudad y su régimen jurídico, estarán


determinados por la ley que en la materia expida la Asamblea Legislativa.

Artículo 8. Las autoridades locales de gobierno del Distrito Federal son:

I. La Asamblea Legislativa del Distrito Federal;

II. El Jefe de Gobierno del Distrito Federal; y

III. El Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal.

Artículo 10. El Ministerio Público del Distrito Federal será presidido por un
Procurador General de Justicia, nombrado y removido por el Jefe de Gobierno
del Distrito Federal, con la aprobación del Presidente de la República.

70
Para ser Procurador General de Justicia se deberán cubrir los siguientes
requisitos:

I. Ser mexicano por nacimiento, en pleno ejercicio de sus derechos políticos y


civiles;

II. Ser originario o vecino del Distrito Federal con residencia efectiva de dos
años anteriores al día de su designación;

III. Tener cuando menos treinta y cinco años de edad, al día de su designación;

IV. Poseer al día de la designación, con antigüedad mínima de diez años título
profesional de Licenciado en Derecho y contar con experiencia en el campo del
derecho; y

V. Gozar de buena reputación y no haber sido condenado por sentencia


irrevocable como responsable de un delito doloso, o por delito culposo
calificado como grave por la ley, ni estar sujeto a proceso penal.

Artículo 35. El Presidente de la República será informado permanentemente


por el Jefe de Gobierno del Distrito Federal respecto de la situación que guarda
la fuerza pública en la Ciudad, sin perjuicio de:

I. Para mantener el orden público y garantizar la seguridad de las personas y


sus bienes, podrá instruir al Jefe de Gobierno del Distrito Federal sobre:

a) La disposición de la fuerza pública; y

b) El ejercicio de funciones de seguridad pública.

En el caso de que el Jefe de Gobierno se abstenga, incumpla, contravenga o no


acate las instrucciones del Presidente de la República, éste podrá instruir
directamente a los cuerpos de seguridad pública;

II. Solicitar al servidor público que ejerza el mando directo de la fuerza pública y
al Procurador General de Justicia del Distrito Federal, información sobre la
situación que guarde la fuerza pública a su cargo; y
71
III. Ejercer las demás facultades que le corresponden como titular del mando de
la fuerza pública que le otorga la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos.

Artículo 36. La función legislativa del Distrito Federal corresponde a la


Asamblea Legislativa en las materias que expresamente le confiere la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

Artículo 42. La Asamblea Legislativa tiene facultades para:

XII. Legislar en las materias civil y penal, normar el organismo protector de los
derechos humanos, participación ciudadana, defensoría de oficio, notariado y
registro público de la propiedad y de comercio;

XVII. Recibir, durante el segundo periodo de sesiones ordinarias y con


presencia ante su pleno, los informes por escrito de resultados anuales de las
acciones de:

a) El Procurador General de Justicia del Distrito Federal;

b) El servidor público que tenga a su cargo el mando directo de la fuerza


pública en el Distrito Federal;

c) El Presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal; y

d) El Contralor General de la Administración Pública del Distrito Federal.

Artículo 46. El derecho de iniciar leyes y decretos ante la Asamblea Legislativa


del Distrito Federal corresponde:

I. A los diputados de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal…

Artículo 67. Las facultades y obligaciones del Jefe de Gobierno del Distrito
Federal son las siguientes:

VIII. Proponer Magistrados del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal
y designar los del Tribunal de lo Contencioso Administrativo del Distrito Federal

72
y someter dichas propuestas y designaciones, según sea el caso, para su
ratificación a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal.

Artículo 118. Para el desarrollo y bienestar social en la Ciudad deberán


tomarse en cuenta las siguientes materias:

I. Seguridad Pública

Artículo 119. Los Programas de Desarrollo Urbano serán formulados por el


Jefe de Gobierno del Distrito Federal y sometidos a la aprobación de la
Asamblea Legislativa del Distrito Federal, de acuerdo con los procedimientos y
requisitos establecidos en la ley de la materia.

Como se puede apreciar en este apartado el funcionamiento y la organización


del gobierno del Distrito Federal queda establecido en su estatuto, en el se
plantea que el Ministerio Público del Distrito Federal será presidido por un
Procurador de General de Justicia nombrado y removido por el jefe de gobierno
del Distrito Federal con la aprobación del Ejecutivo.

Le corresponderá entonces al Procurador General de Justicia del Distrito


Federal, la persecución de delitos del fuero común cometidos en el Distrito
Federal, así como a la asamblea legislativa, emitir normas necesarias para que
el Procurador cumpla con su encomienda.

3.1.4 Ley Orgánica de la Administración Pública del Distrito Federal

Este cuerpo normativo derivado del Estatuto de Gobierno del Distrito Federal
contribuye a su más perfecta ejecución definiendo de manera precisa los cargos
y las funciones de las autoridades locales de esta entidad, de tal manera que
para mi trabajo de investigación resulta importante citar los siguientes artículos.

Artículo 1. Las disposiciones contenidas en la presente Ley son de orden e


interés público y tienen por objeto establecer la organización de la
Administración Pública del Distrito Federal, distribuir los negocios del orden
73
administrativo, y asignar las facultades para el despacho de los mismos a cargo
del Jefe de Gobierno, de los órganos centrales, desconcentrados y
paraestatales, conforme a las bases establecidas en la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos y en el Estatuto de Gobierno.

Artículo 2. La Administración Pública del Distrito Federal será central,


desconcentrada y paraestatal.

La Jefatura de Gobierno del Distrito Federal, las Secretarías, la Procuraduría


General de Justicia del Distrito Federal, la Oficialía Mayor, la Contraloría
General del Distrito Federal y la Consejería Jurídica y de Servicios Legales, son
las dependencias que integran la Administración Pública Centralizada.

En las demarcaciones territoriales en que se divida el Distrito Federal, la


Administración Pública Central contará con órganos político administrativos
desconcentrados con autonomía funcional en acciones de gobierno, a los que
genéricamente se les denominará Delegación del Distrito Federal.

Para atender de manera eficiente el despacho de los asuntos de su


competencia, la Administración Centralizada del Distrito Federal contará con
órganos administrativos desconcentrados, considerando los términos
establecidos en el Estatuto de Gobierno, los que estarán jerárquicamente
subordinados al propio Jefe de Gobierno o bien, a la dependencia que éste
determine.

Los organismos descentralizados, las empresas de participación estatal


mayoritaria y los fideicomisos públicos, son las entidades que componen la
Administración Pública Paraestatal.

Artículo 6. Las dependencias, órganos desconcentrados y entidades de la


Administración Pública Centralizada, Desconcentrada y Paraestatal conducirán
sus actividades en forma programada, con base en las políticas que para el
logro de los objetivos y prioridades determinen el Plan Nacional de Desarrollo,

74
el Programa General de Desarrollo del Distrito Federal, los demás programas
que deriven de éste y las que establezca el Jefe de Gobierno.

Artículo 15. El Jefe de Gobierno se auxiliará en el ejercicio de sus atribuciones,


que comprenden el estudio, planeación y despacho de los negocios del orden
administrativo, en los términos de ésta ley, de las siguientes dependencias:

XIII. Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal.

Artículo 16. Los titulares de las Secretarías, de la Procuraduría General de


Justicia del Distrito Federal, de la Oficialía Mayor, de la Contraloría General del
Distrito Federal y de la Consejería Jurídica y de Servicios Legales tendrán las
siguientes atribuciones generales:

I. Acordar con el Jefe de Gobierno el despacho de los asuntos encomendados a


las dependencias adscritas a su ámbito, así como recibir en acuerdo a los
servidores públicos que les estén subordinados, conforme a los reglamentos
interiores, manuales administrativos, circulares y demás disposiciones que
expida el Jefe de Gobierno;

II. Someter, respecto de los asuntos de su competencia, una vez revisados por
la Consejería Jurídica y de Servicios Legales, a la aprobación del Jefe de
Gobierno los proyectos de leyes, reglamentos, decretos, acuerdos y circulares;
y vigilar que se cumplan una vez aprobados;

III. Planear, programar, organizar, coordinar, controlar y evaluar el


funcionamiento de los órganos administrativos adscritos a su ámbito, conforme
a los lineamientos del Plan Nacional de Desarrollo y del Programa General de
Desarrollo del Distrito Federal; así como coordinar la elaboración de los
programas y anteproyectos de presupuesto que les correspondan;

IV. Suscribir los documentos relativos al ejercicio de sus atribuciones, así como
celebrar, otorgar y suscribir los contratos, convenios, escrituras públicas y
demás actos jurídicos de carácter administrativo o de cualquier otra índole
dentro del ámbito de su competencia, necesarios para el ejercicio de sus
75
funciones y en su caso de las unidades administrativas y órganos
desconcentrados que les estén adscritos. También podrán suscribir aquellos
que les sean señalados por delegación o les correspondan por suplencia. El
Jefe de Gobierno podrá ampliar o limitar el ejercicio de las facultades a que se
refiere esta fracción;

V. Certificar y expedir copias certificadas de los documentos que obren en sus


archivos y de aquellos que expidan, en el ejercicio de sus funciones, los
servidores públicos que les estén subordinados;

VI. Resolver los recursos administrativos que les sean interpuestos cuando
legalmente procedan;

VII. Apoyar al Jefe de Gobierno en la planeación, conducción, coordinación,


vigilancia y evaluación del desarrollo de las entidades paraestatales agrupadas
en su subsector en congruencia con el Plan Nacional de Desarrollo, el
Programa General de Desarrollo del Distrito Federal y los demás programas
que deriven de éste;

VIII. En los juicios de amparo, el Jefe de Gobierno podrá ser representado por
el titular de la dependencia a la que el asunto corresponda, según la distribución
de competencias. En los juicios contencioso-administrativos, los titulares de las
dependencias contestarán la demanda por sí y en representación del Jefe de
Gobierno, y

IX. Comparecer ante la Asamblea Legislativa en los casos previstos por el


Estatuto de Gobierno y la legislación aplicable.

La Procuraduría General de Justicia se encuentra entonces considerada dentro


de esta ley como un órgano de la administración pública centralizada quien
tendrá por encomienda el auxilio al ejecutivo en el ejercicio en el ejercicio de
sus atribuciones estudiando, planeando y despachando los negocios del orden
administrativo.

76
3.1.5 Ley contra la Delincuencia Organizada para el Distrito Federal

Como su nombre lo indica esta ley tiene por objeto el combate a la Delincuencia
Organizada, sin embargo como se puede apreciar en su artículo 10, prevé la
posibilidad de realizar ciertas técnicas de investigación en las organizaciones
criminales, sin embargo omite una herramienta eficaz que es la infiltración de
agentes dentro de las células de la delincuencia organizada, para que personal
de la policía capitalina mantenga informada a las autoridades, respecto de su
forma de operación y jerarquías que existen dentro del seno de estas bandas
criminales, a continuación se enuncian los preceptos legales que mayor
trascendencia tienen en mi trabajo de investigación.

Artículo 1. La presente Ley tiene por objeto establecer reglas para el


procesamiento, sanción y ejecución de las penas, por los delitos cometidos por
algún miembro de la delincuencia organizada. Sus disposiciones son de orden
público y de aplicación en el Distrito Federal.

Artículo 5. Las Fiscalías Centrales de Investigación de la Procuraduría, en el


ámbito de sus respectivas competencias y de conformidad con lo establecido en
el Reglamento de la Ley Orgánica de la Procuraduría General de Justicia del
Distrito Federal, conocerán de los delitos que hayan sido cometidos por
miembros de la delincuencia organizada.

Artículo 6. Cuando existan indicios suficientes que acrediten fundadamente


que alguien es miembro de la delincuencia organizada, el juez de la causa
podrá dictar, a solicitud del Ministerio Público y tomando en cuenta las
características del hecho imputado, así como las circunstancias personales del
inculpado, el arraigo de éste en el lugar, forma y medios de realización
señalados en la solicitud. Corresponde al Ministerio Público y a la Policía
Judicial, ambos del Distrito Federal, ejecutar el mandato de la autoridad judicial.

El arraigo se prolongará por el tiempo estrictamente indispensable para la


debida integración de la averiguación previa no pudiendo exceder de noventa
días, con el objeto de que el afectado participe en la declaración.
77
Artículo 10. Cuando en la averiguación previa de alguno de los delitos a que
se refiere el artículo 254 del Código Penal o durante el proceso respectivo, la
Procuraduría considere necesaria la intervención de comunicaciones privadas,
lo solicitará por escrito al Juez de Distrito que corresponda, de conformidad con
lo previsto por la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, expresando
el objeto y necesidad de la intervención, los indicios que hagan presumir
fundadamente que en los delitos investigados participa algún o algunos
miembros de la delincuencia organizada; así como los hechos, circunstancias,
datos y demás elementos que se pretendan probar.

La solicitud de intervención deberá contener:

I. Los indicios que hagan presumir, fundadamente, que en los delitos


investigados participa algún o algunos de los miembros de la delincuencia
organizada;

II. Los preceptos legales que la fundan;

III. El razonamiento por el que se considera procedente;

IV. El objeto y necesidad de la intervención;

V. La identificación del lugar o lugares donde se realizará;

VI. El tipo de comunicación privada a ser intervenida;

VII. El periodo durante el cual se llevarán a cabo las intervenciones; y

VIII. El procedimiento y equipos para la intervención y, en su caso, la


identificación de la persona a cuyo cargo está la prestación del servicio a través
del cual se realiza la comunicación objeto de la intervención.

Podrán ser objeto de intervención las comunicaciones privadas que se realicen


de forma oral, escrita, por signos, señales o mediante el empleo de aparatos
eléctricos, electrónicos, mecánicos, alámbricos o inalámbricos, sistemas o

78
equipos informáticos, así como por cualquier otro medio que permita la
comunicación entre uno o varios emisores y uno o varios receptores.

Atentos al principio jurídico que establece que a la autoridad solo le está


permitido todo aquello que la ley le faculta a llevar a cabo, en el caso concreto
resulta lamentable la omisión de la legislación del Distrito Federal al no prever la
posibilidad de infiltrar personal policiaco en las bandas de las organizaciones
delictivas, ya que podrían aportar invaluables beneficios para la actividad
investigadora y sobre todo recabar datos, pruebas y sobre todo conocer
directamente a los líderes de dichas organizaciones y poder tener la
oportunidad tan ansiada de desarticular y desmembrar desde sus entrañas a
estas mafias criminales.

3.1.6 Ley Orgánica de la Procuraduría General de Justicia del Distrito


Federal

Esta legislación estructura y determina los cargos y funciones que competen a


cada uno de los elementos que integran el órgano de gobierno encargado de la
procuración de justicia en el ámbito geográfico del Distrito Federal, resulta
trascendente mencionar en el presente trabajo de investigación mencionar
algunos artículos ya que en estos artículos legales se establecen las funciones
del Procurador General de Justicia del Distrito Federal, como el responsable de
la implementación y seguimiento de los programas enfocados a la prevención
del delito y al combate a la delincuencia organizada.

Articulo 2. (Atribuciones del Ministerio Público). La Institución del Ministerio


Público en el Distrito Federal estará a cargo del Procurador General de Justicia
y tendrá las siguientes atribuciones, que ejercerá por sí, por los Agentes de la
Policía de Investigación bajo su conducción y mando, y por conducto de sus
auxiliares:

79
I. Investigar los delitos del orden común cometidos en el Distrito Federal y
perseguir a los imputados con la Policía de Investigación y el auxilio de
servicios periciales;

II. Promover la pronta, expedita y debida procuración e impartición de justicia,


observando la legalidad y el respeto de los derechos humanos en el ejercicio de
esa función;

III. Investigar las conductas tipificadas como delitos por las leyes penales
atribuidas a los adolescentes;

IV. Proteger los derechos e intereses de las niñas, niños, adolescentes,


incapaces, ausentes, personas adultas mayores y otros de carácter individual o
social, que por sus características sean vulnerables o se encuentren en
situación de riesgo;

V. Aplicar en el ámbito de su competencia las disposiciones y principios


contenidos en los instrumentos internacionales relativos a los Derechos
Humanos en los que el Estado Mexicano sea parte, desde el inicio de la
averiguación previa hasta que concluya el proceso penal;

VI. Proporcionar atención a los ofendidos y a las víctimas del delito; facilitar su
coadyuvancia, tanto en la averiguación previa como en el proceso, protegiendo
en todo momento sus derechos e intereses de acuerdo a la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, los Instrumentos Internacionales en
los que el Estado Mexicano sea parte y la demás normativa en la materia;

VII. Emitir o solicitar las órdenes o medidas para la protección de las personas
víctimas de delito o testigos;

VIII. Emitir o solicitar las órdenes o medidas para la protección de los sujetos
que intervienen en el proceso penal;

80
IX. Auxiliar a otras autoridades en la investigación de los delitos de su
competencia y en la persecución de los imputados, en los términos de los
convenios, bases y demás instrumentos de colaboración celebrados;

X. Realizar las actividades que, en materia de seguridad pública, le confiere la


Ley de Seguridad Pública del Distrito Federal y la normativa en la materia;

XI. Participar en el Consejo Local o las Instancias Regionales, del Sistema


Nacional de Seguridad Pública, en los términos de la normativa vigente en la
materia.

Articulo 3. (Investigación de los delitos). Las atribuciones a que se refiere la


fracción I del artículo 2º de esta Ley, sobre la investigación de los delitos en la
averiguación previa y la persecución de los imputados comprenden:

I. Recibir denuncias o querellas sobre acciones u omisiones que puedan


constituir delito o se trate de conductas tipificadas como delitos en las leyes
penales atribuidas a los adolescentes;

II. Comunicar por escrito y sin dilación alguna, cuando el Ministerio Público
tenga conocimiento de la probable comisión de un delito cuya investigación
dependa de la querella o de un acto equivalente, a la autoridad legitimada para
presentar la querella o cumplir el requisito equivalente, a fin de que resuelva
con el debido conocimiento de los hechos lo que a sus facultades o atribuciones
corresponda;

III. Investigar los delitos del orden común, las conductas tipificadas como delitos
en las leyes penales atribuidas a los adolescentes, así como los del fuero
federal respecto de los cuales exista petición de colaboración, en los términos
de la normatividad aplicable;

IV. Practicar las diligencias necesarias para la acreditación de los requisitos


constitucional y legalmente exigidos para el ejercicio de la acción penal, así
como para la reparación del daño;

81
V. Ordenar la detención y, en su caso, la retención, de los imputados;

VI. Asegurar los instrumentos, objetos y productos del delito;

VII. Inscribir las detenciones ordenadas por el Ministerio Público, en el Registro


Administrativo de Detenciones;

VIII. Detectar, identificar y preservar los indicios del delito, dejando constancia
por escrito de la cadena de custodia, llevando un registro de quienes
intervienen en ella;

IX. Restituir al ofendido y a la víctima del delito en el goce de sus derechos;

X. Conceder la libertad provisional a los imputados cuando proceda;

XI. Solicitar al órgano jurisdiccional las órdenes de cateo y arraigo, las


intervenciones a algún medio de comunicación privada y las medidas
precautorias que autorice la ley, siempre que se consideren necesarias para los
fines de la averiguación previa.

Artículo 4. (Consignación). Las atribuciones relativas al ejercicio de la acción


penal ante los órganos jurisdiccionales comprenden:

I. Ejercer la acción penal ante el órgano jurisdiccional competente, por los


delitos del orden común, solicitando las órdenes de aprehensión, de
comparecencia o de presentación;

II. Ejercer la acción de remisión ante el juez especializado en Justicia para


Adolescentes en el Distrito Federal;

III. Poner a disposición de la autoridad judicial a las personas contra las que se
ejercite acción penal con detenido;

IV. Solicitar el aseguramiento precautorio de bienes o la constitución de


garantías para los efectos de la reparación del daño, salvo que el inculpado los
hubiese garantizado previamente; y

82
V. Las demás que establezcan las normas legales aplicables.

Artículo 10. (Política criminal y reforma jurídica). Las atribuciones a que se


refiere la fracción XVII del artículo 2º de esta ley, relativas a la realización y
aplicación de estudios, propuestas y estrategias o acciones de política criminal
en el Distrito Federal, comprenden:

I. Recabar, sistematizar y analizar la información generada en materia de


incidencia delictiva;

II. Proponer al Jefe de Gobierno las reformas jurídicas en el ámbito de su


competencia y las medidas necesarias que tengan por objeto mejorar y hacer
eficiente el Sistema de Justicia Penal y de Seguridad Pública en el Distrito
Federal;

III. Investigar y determinar las causas que dan origen a los delitos, precisar las
zonas de incidencia delictiva y desarrollar estadísticas criminales, y conocer el
impacto social del delito y su costo, para el diseño de la política criminal, que
prevea una participación integral y coherente del Gobierno del Distrito Federal y
de la sociedad civil;

IV. Garantizar la formación profesional y el mejoramiento de instrumentos


administrativos y tecnológicos para la eficiente y eficaz investigación de los
delitos y persecución de los imputados;

V. Analizar la política criminal adoptada en otras ciudades e intercambiar


información y experiencias con las autoridades responsables de éstas, para
diseñar la política criminal del Distrito Federal;

VI. Participar en el diseño de los programas correspondientes del Distrito


Federal, en los términos de las normas legales aplicables;

VII. Intervenir en la evaluación del cumplimiento de los programas de política


criminal del Distrito Federal; y

83
VIII. Las demás que justifiquen la finalidad de eficientar la política criminal de la
Ciudad de México.

Artículo 18. (Convenios y otros instrumentos de coordinación y cooperación).


La Procuraduría, a efecto de establecer líneas de acción para la debida
procuración de justicia, podrá celebrar convenios, bases y otros instrumentos de
coordinación con la Procuraduría General de la República, con las instancias
encargadas de la procuración de justicia en las Entidades Federativas y con las
Dependencias, Órganos Desconcentrados, Órganos Político - Administrativos y
Entidades de la Administración Pública del Distrito Federal; Administración
Pública Federal, de los Estados y Municipios de la República; asimismo, podrá
concertar programas de cooperación con instituciones y entidades del
extranjero.

De acuerdo a lo establecido por los preceptos legales enunciados de acuerdo a


la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, perseguir delitos,
diseñar e implementar una política criminal eficiente, investigar los delitos
recabar, sistematizar y analizar la información, así como determinar las causas
que dan origen y los lugares de su comisión, desarrollar estadísticas criminales
y conocer el impacto social del delito y su costo, también deben de promover la
formación profesional, y el mejoramiento de instrumentos administrativos y
tecnológicos para la investigación y persecución eficaz de los delitos.

3.1.7 Reglamento de la Ley Orgánica de la Procuraduría General de


Justicia del Distrito Federal

Este cuerpo normativo hace explicito en la esfera administrativa el contenido de


la Ley orgánica en comento, en el se determinan de manera particular las
funciones y competencia de los elementos que conforman la organización de la
Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, resultan importantes en el
presente estudio los siguientes artículos.

84
Artículo 1. La Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal tendrá
como titular al Procurador General de Justicia del Distrito Federal y de acuerdo
con los artículos 1 y 2 de la Ley Orgánica de la Procuraduría General de
Justicia del Distrito Federal, ejercitará las atribuciones conferidas al Ministerio
Público del Distrito Federal para investigar y perseguir los delitos conforme a lo
establecido por el artículo 21 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, 10 del Estatuto de Gobierno del Distrito Federal y demás
disposiciones legales aplicables de acuerdo con los principios de legalidad,
honradez, lealtad, imparcialidad, eficiencia, profesionalismo y eficacia
señalados en los artículos 21, 113 y 134 de la misma Constitución y leyes que
de ella emanen.

Artículo 29. El Procurador General de Justicia del Distrito Federal, ejercerá las
atribuciones no delegables siguientes:

I. Fijar, dirigir y controlar la política de la Procuraduría, así como coordinar la


planeación, vigilancia y evaluación de la operación de las unidades
administrativas que la integran;

II. Someter al acuerdo del Presidente de la República en los términos de la Ley


de Seguridad Pública del Distrito Federal y al Jefe de Gobierno del Distrito
Federal conforme al Estatuto de Gobierno del Distrito Federal, en el ámbito de
sus respectivas competencias, los asuntos encomendados a la Procuraduría e
informarle sobre el desarrollo de los mismos.

III. Desempeñar las comisiones y funciones específicas que el Presidente de la


República o el Jefe de Gobierno del Distrito Federal le confiera e informarle
sobre el desarrollo de las mismas;

IV. Proponer al Presidente de la República y al Jefe de Gobierno del Distrito


Federal, en el ámbito de sus respectivas competencias, los proyectos de leyes,
reglamentos, decretos, acuerdos, órdenes y demás normas jurídicas
relacionadas con la Procuraduría.

85
Artículo 31. Al frente de la Dirección General de Política y Estadística Criminal
habrá un Director General, quien estará adscrito directamente a la oficina del
Procurador y ejercerá por sí o a través de los servidores públicos que le estén
adscritos, las siguientes atribuciones:

I. Proponer los criterios de política criminal para mejorar la procuración de


justicia;

II. Investigar y determinar las causas que dan origen a los delitos, precisar los
lugares de su comisión, conocer el impacto social que producen y su costo y
desarrollar estrategias que apoyen su prevención y el combate a la impunidad
en coordinación con las unidades administrativas competentes;

III. En coordinación con la Dirección General Jurídico Consultiva y la Fiscalía de


Mandamientos Judiciales, formular estudios y recomendaciones que propicien
la actualización y el perfeccionamiento del Derecho Penal y de sus disciplinas
auxiliares, así como elaborar proyectos de modificaciones a las leyes penales y
de procedimientos penales del Distrito Federal a fin de propiciar el
mejoramiento de la procuración y administración de justicia;

IV. Promover la comunicación e intercambio de experiencias con instituciones


nacionales y extranjeras para la cooperación y fortalecimiento de acciones en
materia de política criminal;

V. Participar en el diseño de instrumentos de planeación por lo que se refiere a


la procuración de justicia en el Distrito Federal, en los términos del artículo 26
de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y de la Ley de
Planeación;

VI. Recabar y sistematizar la información generada en materia de incidencia


delictiva;

VII. Organizar y desarrollar mecanismos permanentes de coordinación y


comunicación con las unidades administrativas generadoras de información

86
criminal, a efecto de unificar y definir criterios, mecanismos y estrategias para
su obtención precisa y oportuna;

VIII. Formular, en coordinación con la Dirección General de Tecnología y


Sistemas Informáticos, las estadísticas sobre hechos denunciados y demás
acciones relativas a la procuración de justicia;

IX. Organizar y desarrollar un programa de recopilación, análisis,


procesamiento, emisión, sistematización y difusión de la información criminal
generada y obtenida de las diferentes unidades administrativas sustantivas de
la Procuraduría;

X. Autorizar la emisión de información y validación de reportes, boletines


informativos y estadísticos generados y vigilar su oportuna distribución a las
distintas unidades administrativas de la Procuraduría, para su consideración en
la toma de decisiones, y

XI. Formular semanal, mensual y anualmente informes de índices de cargas de


trabajo, de productividad y de probidad por unidad, agencia, fiscalías,
Subprocuradurías e instancias de revisión del Ministerio Público, sus auxiliares
y su personal, así como el desempeño de cada una de las unidades, agencias,
fiscalías y Subprocuradurías.

En atención a que el combate a la Delincuencia Organizada resulta


competencia en el ámbito federal corresponde a la Procuraduría General de
Justicia del Distrito Federal combatir en el ámbito local al crimen organizado,
delitos tipificados en el Código Penal para el Distrito Federal, sin duda una
herramienta altamente eficaz seria la infiltración de agentes como técnica de
investigación e incluso me atrevo a decir sin temor a equivocarme “preventiva”,
para desarticular e inclusive evitar la proliferación de estos grupos delictivos.

87
4.1 Estado y Sociedad

En México la problemática actual entre la sociedad y autoridad es debido a la


falta de credibilidad con la que cuentan nuestras instituciones, pues si bien es
cierto una de las funciones y obligaciones que tiene el Estado es la de tutelar la

88
seguridad del individuo, el artículo 21 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos en sus 5° y 6° párrafos nos dice:

“La seguridad pública es una función y obligación a cargo de la federación, el


Distrito Federal, los estados y los municipios, en las respectivas competencias
que esta Constitución señala. La actualización de las instituciones policiales se
regirá por los principios de legalidad, eficiencia, profesionalismo y honradez. La
federación, el Distrito Federal, los estados y municipios se coordinaran, en los
términos, que la ley señale, para establecer un Sistema de Seguridad Pública.”

Si observamos con detenimiento podemos percatarnos inmediatamente que


ninguno de los supuestos que se enmarcan en los párrafos citados es acatado
tal y como lo ordena y manda nuestra carta suprema.

La falta de confianza, así como la poca o nula capacitación con la que cuentan
las corporaciones ha sido algunas de las causas por la que la sociedad ha
criticado y estigmatizado duramente el desempeño de nuestros guardianes del
buen orden. En la actualidad la relación que guardan los gobernados con sus
órganos protectores es desastrosa pues aunado a todo lo referido
anteriormente la sociedad ha tenido que aprender a vivir de manera
consuetudinaria con la corrupción, este concepto no es nuevo pues en el
devenir de los años esta problemática se ha venido acrecentando con mayor
desmedida.

El estado debe tomar medidas emergentes por el preocupante aumento de la


criminalidad e iniciar campañas de combate al crimen organizado, la corrupción,
la delincuencia institucional y la reestructuración de instituciones dedicadas a
combatir el crimen, debe hacerse un estudio exhaustivo y minucioso del
fenómeno criminal, para atacarlo en sus causas y tratar de erradicarlo.

La falta de empleos, la falta de educación, la inmigración son causas que incitan


a llevar a cabo conductas delictivas como medio parcial a la satisfacción de
necesidades esenciales.

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A mi entender uno de los factores que propician este flagelo que azota
fuertemente a estas corporaciones más allá de la falta de atractivos salarios o
de premios decorosos es la falta de una educación formativa basada en
principios éticos y de valores que es en la actualidad la verdadera crisis por la
que atraviesan no solo nuestras instituciones sino el país en general.

4.1.2 Necesidad Imperante de crear una Policía de Agentes Infiltrados

Debido a la creciente ola de violencia y a la falta de elementos y medidas


efectivas que ayuden a disminuir la incidencia delictiva en el Distrito Federal se
hace indispensable incluir técnicas de prevención y combate al crimen
organizado que efectivamente propicien la disminución el índice delictivo, una
medida que se considera altamente redituable es la infiltración de elementos
encubiertos en el seno de la bandas criminales; posibilidad que no se
reglamenta en la legislación local de la ciudad de México, sin embargo se
puede citar la figura del agente infiltrado en la legislación federal.

Se trata de una técnica de investigación que no violenta el espíritu


constitucional ya que se pueda implementar con absoluto respeto a los
derechos humanos y que con seguridad redituaría frutos en el combate al
cáncer social en el que se convirtió la delincuencia organizada.

En este orden de ideas podemos observar que esta herramienta efectiva y


furtiva es de vital importancia la creación de agentes infiltrados ya que día a día
las organizaciones delictivas reclutan a nuevos miembros al azar sin sospechar
ni saber que entre las filas de esos reclutas existe un agente infiltrado decidido
a conocer, convivir e informar a su superior la manera de operar y regirse este
tipo de mafias criminales, para así finalmente desarticularlas. De esta forma
podemos ir disminuyendo notoriamente la incidencia criminal con apoyo de tan
efectiva técnica de investigación.

90
4.1.2 Elección del Personal para los Agentes Infiltrados Contra el Combate
a la Delincuencia Organizada.

La problemática actual del fenómeno de la delincuencia organizada exige un


cuerpo policial con un perfil altamente capacitado para poder contrarrestar su
expansión. Este agente policial infiltrado debe de estar informado de lo que
acontece en la cotidianidad de la sociedad, por ello sus cualidades deben
enfocarse a observar, informar y sobre todo a actuar con la incógnita que lo
caracteriza de los demás cuerpos policiales.

Las dificultades que encuentra el ente policial en sus afanes de enfrentar a


delincuentes organizados, derivan de que por una parte la policía se encuentra
infiltrada por personal corrupto que informa a la delincuencia de cualquier
preparativo policial en proceso, de tal manera que el agente infiltrado no solo
sería una herramienta en contra de de la delincuencia organizada sino también
para abatir a la corrupción de los mismos cuerpos policiales coludidos con las
bandas delictivas.

Entonces en lo particular a mi parecer la elección del personal policial de


agentes infiltrados deberá de cubrir las siguientes características no tener
antecedentes penales, ser mexicanos por nacimiento, ser mayores de 25 años
y menores de 45, tener estudios a nivel licenciatura, en pleno uso y goce de
buena salud tanto física como mental, tendrán que ser sometidos a rigurosos
exámenes tanto culturales como físicos y químicos. Todo aspirante tendrá que
someterse a la prueba del polígrafo, tendrán salarios decorosos (para así poder
evitar actos de corrupción).

Alguien dijo no hace mucho tiempo que la delincuencia se transforma y


evoluciona y resulta imposible combatirla con métodos tradicionales es
necesario aislarla y encararla en forma inteligente, (características que son
ajenas al perfil policial actual en la ciudad de México, que emplea como única
arma la fuerza física, proporcionando frecuentemente reacciones violentas
individuales y de grupo) furtiva e incógnita tal y como propongo en mi presente

91
trabajo de investigación con la figura de la eficaz técnica investigativa del
agente infiltrado.

4.1.3 Ética y Principios Rectores de los Agentes Infiltrados

Una de las carencias más notorias de nuestro cuerpo policial mas allá de la falta
de salarios decorosos, prestaciones atractivas o de equipos sofisticados, es la
falta de principios éticos, morales y civiles. Todo ello por falta de una
reglamentación adecuada estricta y disciplinada. Se puede observar que en el
ámbito marcial lo meramente imperativo es la conducta y la disciplina, así como
sus códigos de ética ejemplares que han hecho resaltar la gran labor de nuestro
heroico ejército.

De tal manera que si podemos lograr asemejar esos códigos de conducta a


nuestro sistema policial lograríamos una policía ejemplar y de tal suerte seria
innecesaria la intervención del ejército en la problemática del narcotráfico,
contrabando, lavado de dinero entre otros delitos.

El agente infiltrado más allá de contar con estudios académicos superiores


debe de tener esa aptitud de servicio hacia la ciudadanía, además tener un
criterio amplio en donde sepa distinguir entre el cumplimiento del deber y la
ficción. No debe sobrepasar ni abusar de las atribuciones que le confiere la
constitución y mucho menos violentarla debe tener esa visión de entrega a
salvaguardar ante todo el cumplimiento de la legalidad sin superarla jamás.

Todas y cada una de estas conductas deben ser premisas para cada uno de los
agentes que han de integrar el cuerpo policial, principios que serán vitales para
emprender el nuevo sistema de combate al crimen organizado.

4.1.4 Propuesta de adicionar al artículo 10 de la Ley contra la delincuencia


organizada para el Distrito Federal la figura del agente infiltrado

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Quizás uno de los temas más sensibles para la justicia y la seguridad, en
México y alrededor del mundo es sin duda, el crecimiento desmedido del
fenómeno de la delincuencia organizada.

En estas últimas décadas, el crimen organizado representa la amenaza mas


seria para la seguridad y el orden nacional. Toda vez que obstruye el desarrollo,
aleja a la inversión (que ya con todos los impuestos fiscales es suficiente) y lo
más alarmante infunde temor entre la población.

Alguno de los factores principales que han ocasionado este crecimiento


desmedido del fenómeno de la delincuencia lo encuentro en los siguientes
factores:

La falta de preparación que ha hecho depender a muchos millones de personas


a un salario mínimo,

El desempleo que es a nuestro entender un factor que induce a llevar a cabo


conductas ilícitas pues este ante la necesidad de satisfacerlas y ante esta
angustia es orillado a subordinarse a realizar estas conductas delictivas y por
ende a ingresar a estas comunidades delictivas.

La falta de oportunidades pues por todos es sabido que al crecer


aceleradamente la población en cupo de personal en las empresas es
insuficiente por lo que el estado debe crear y diseñar planes y estrategias para
la creación de nuevos empleos y mano de obra.

La corrupción que en la actualidad es uno de los factores que más ha lacerado


a nuestra sociedad pues como claro ejemplo tenemos a nuestras instituciones
judiciales ya que la justicia siempre esta del lado del que posea mayor jerarquía
económica, situación que a través del tiempo han generado una clara
desconfianza ciudadana en rol de las autoridades policíacas. Situación que ha
puesto en duda la aplicatividad de la norma y de nuestro propio sistema de
impartición de justicia.

93
Las dificultades que encuentra en ente policial en su afán de enfrentar a
delincuentes organizados, derivan principalmente en que por un lado la policía
esta infiltrada por su mismo personal corrupto que informan a la delincuencia
organizada de cualquier preparativo policial en proceso, por otro lado por su
incapacidad propia derivada de falta de entrenamiento y equipo con el cual esta
en desventaja, así como la inmediatez, a lo que ha dado llamarse reacción
rápida así como cuerpos especiales, que carecen de capacitación, equipo e
inteligencia para lograr operar satisfactoriamente.

En materia federal se pública el 7 de noviembre de 1996, la Ley Federal contra


la Delincuencia Organizada que incluye como una medida de prevención e
investigación para conocer las estructuras, así como su organización y jerarquía
de las bandas criminales, la posibilidad de de que la Procuraduría General de la
República autorice la figura del agente infiltrado, el 15 de diciembre del año
2004, en materia local el jefe de gobierno del Distrito Federal público la Ley
Contra la Delincuencia Organizada para el Distrito Federal en la que se omitió la
institución del agente infiltrado como una herramienta efectiva de investigación
y prevención contra los delitos cometidos por la delincuencia organizada.

La propuesta planteada en este trabajo de investigación pretende que se


infiltren en el seno de las bandas delictivas a agentes encubiertos, así como se
ha llevado a cabo en el fuero federal, para que con los resultados de la
investigación, se puedan prevenir y atacar de raíz a las organizaciones
delictivas hasta lograr su total desarticulación, y así poder erradicar a este
cáncer social.

La utilidad de la propuesta es evidente toda vez que pretende jurídicamente


sustentar la posibilidad de implementar en la legislación local la figura del
agente infiltrado, ya que ello no implica de ninguna manera la violación de las
garantías individuales de los elementos que integran a las comunidades
delictivas.

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Debido a que la tarea investigativa que realiza la policía judicial debe cubrir
tanto el conocimiento de las estructuras de organización, así como las formas
de operación y ámbitos de actuación de las bandas dedicadas a realizar actos
ilícitos tipificados en la Ley contra la Delincuencia Organizada para el Distrito
Federal se requiere en este trabajo que la figura del “agente policiaco infiltrado”
se legisle en el Distrito Federal, pues sería una herramienta importante en el
combate a este flagelo social.

El agente Policiaco Infiltrado seria aquel elemento de la policía judicial del


Distrito Federal que encubierto o incógnitamente realice tareas de inteligencia o
espionaje tendientes a investigar las redes de organización, así como el modus
operandi y ámbito de actuación de las organizaciones dedicadas a realizar
actividades ilícitas contenidas en el artículo 254 del Código Penal para el
Distrito Federal.

El agente policiaco infiltrado que sirve a la Procuraduría General de Justicia del


Distrito Federal dentro del seno criminal es un “criminal” en apariencia pues su
tarea es llevar a cabo actos “ilícitos” pero cobijado bajo el amparo de la ley (si el
marco normativo así lo autoriza), con la única y exclusiva finalidad de investigar
y recabar información inteligente para la desarticulación de estos grupos de
comunidades delictuosas. De esta manera el agente infiltrado investiga el
crimen desde el interior de la organización criminal, actuando sin exceder el
marco de las garantías constitucionales básicas y aprovechándose de la
confianza, ingenuidad y facilidades que le brinda la delincuencia.

Resulta claramente y de gran importancia legislar sobre tan efectiva


herramienta el agente policiaco infiltrado, pues como lo hemos podido observar
en estos últimos años el índice delictivo ha superado de manera alarmante a
nuestras instituciones policiales de tal manera que la sociedad ha optada por
invertir en modernos sistemas de seguridad y en algunas ocasiones de manera
extrema han decidido por irse del país.

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Es de trascendente importancia tomar medidas extraordinarias y enérgicas
(pero inteligentes) para hacer frente a este flagelo que hoy azota a nuestro país,
por ello en este trabajo de investigación propongo a esta medida emergente la
figura del agente infiltrado, medida inteligente, científica, preventiva y sobre todo
eficaz para el desmembramiento, desarticulación y extirpamiento de estas
asociaciones delictuosas.

Articulo 10 de la Ley Contra la Delincuencia Organizada en el Distrito Federal.

Propuesta de Adición al Artículo 10 de la Ley Contra la Delincuencia


Organizada para el Distrito Federal.

Cuando en la averiguación previa de alguno de los delitos a que se refiere el


artículo 254 del Código Penal o durante el proceso respectivo. La Procuraduría
considere que la investigación también debe abarcar el conocimiento de las
estructuras de organización, formas de operación y ámbitos de actuación se
podrá autorizar la intervención de la infiltración de agentes.

En estos casos no solo se ara una investigación respecto de las personas


físicas que pertenezcan a estas células u organizaciones delictivas, sino a las
personas morales que se sirvan para la realización de sus fines ilícitos.

Conclusiones

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Una de las funciones que corresponden al Estado es la de procurar y
salvaguardar y procurar el bien común en la sociedad, por desgracia no se ha
podido cumplir en su totalidad esta función debido a diversos factores como lo
es la falta de educación, la falta de oportunidades ya que gran parte de nuestra
fuerza joven emigra en busca de empleo, siendo en algunas ocasiones causa
de desintegración familiar que impulsa al fenómeno criminal. La corrupción que
es uno de los factores que imperan en la actualidad en nuestro país.
Consideramos que este último malestar social es producto a la falta de salarios
bien pagados, a la falta de una buena educación formativa y sobre todo a la
falta de ética y principios bien cimentados, esta es una acción que debe se
erradicada y que esta en manos no solo del Estado sino de la misma sociedad
pues como claro ejemplo tenemos a la comúnmente llamada (mordida) misma
que es propicia por la misma sociedad al sobornar al agente de transito con tal
de no ser infraccionados.

En México en los tiempos actuales la lucha contra la delincuencia organizada


debe ganarse con inteligencia y con herramientas de investigación, así como de
personal altamente adiestrado con conocimientos científicos, metodológicos y
éticos. Cabe señalar que para que se puedan satisfacer estas necesidades es
prioritario allegarse de recursos pues sin estos no puede haber equipamiento,
tecnología, adiestramiento, inteligencia y salarios acorde al riesgo que enfrentan
los cuerpos policiales.

De lo anterior encontramos puntos importantes de arranque para poder


eficientar la función de gran importancia al combate al crimen organizado en
general. Ya que como lo hemos podido observar el incremento del fenómeno de
la delincuencia organizada avanza a pasos agigantados debido a que la tarea
policíaca no ha sido la idónea pues la problemática se ha limitado solo a contar
con algunos grupos policiales para fines específicos, como granaderos,
reacción rápida, entre otros dejándose a un lado la tarea de construir una
policía de prevención delictiva moderna, eficiente, eficaz e inteligente que
construya un verdadero muro de contención al delito, la cual sea superada a las

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demás mediante un entrenamiento arduo y un proceso de selección riguroso y
estricto, basado en basado en alto nivel ético, educativo y cultural. Mediante el
cual llevara a la ciudadanía a aumentar su confianza en las instituciones
creadas para su protección.

Es por ello que en nuestro presente trabajo de investigación proponemos la


figura del agente infiltrado una herramienta eficaz e incógnita contra la lucha al
crimen organizado, policía que debe constituir confianza a la ciudadanía y
confusión al crimen, este siempre actuando bajo el amparo de la ley y nunca
sobre de ella. Dotado de cualidades táctica-operativas, elemento policíaco que
de manera incógnita se involucra en una organización delictiva que sirve a la
Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal y que puede dedicarse en
apariencia a actividades delictuosas, con el fin de conocer el modus operandi
de dichas organizaciones, actuando bajo el mando de la ley (siempre y cuando
el marco legal lo autorice), de tal manera el agente infiltrado investiga el delito
desde su interior, actuando sin exceder las garantías constitucionales básicas y
aprovechándose de las oportunidades que le brinda la ya extendida y
desmedida delincuencia organizada

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