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Fuentes periodísticas
y sociedad red

Juan José Tamayo

Este capítulo no abordará a qué fuentes se puede acceder con Internet por-
que son todas. Aquí se analizará cómo la sociedad red ha modificado los
conceptos tradicionales de furente y medios de comunicación. El periodismo
siempre ha sido lo que son sus fuentes. Hace unos años se vislumbró la gran
oportunidad que era Internet para acceder a las fuentes: desde las lejanas
como la NASA o los medios de comunicación de otros países, hasta otras
más cercanas que colgaban información interesantes. Asimismo se evidenció
el avance del correo electrónico que permitía dos innovaciones importantes
con respecto a la etapa anterior: a) ahora era posible contactar con cualquier
fuente de cualquier país y desde cualquier sitio y 2) los gabinetes de prensa
podía incluir en su mailing a cualquier medio o, incluso, ciudadano.
A mediados de los 90, cuando aún se enviaban las convocatorias de
prensa o la información vía fax, el coste de tiempo y dinero para las fuentes
era importante. Una persona debía enviar los fax uno a uno y había traba-
jadores en las redacciones cuya función era ir con una bandeja repartiendo
faxes entre los redactores. Además del tiempo, el envío de un fax costaba
dinero. Eso favorecía que solo lo enviaran a los medios relevantes. Ya a fina-
les de los 90 y, sobre todo, en el siglo XXI el correo electrónico posibilitó
que, por ejemplo, no hubiese problema en que un humilde periodista de un
territorio alejando y de un medio pequeño pudiera inscribirse y recibir infor-

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mación en igualdad de plano que los grandes medios. A la NASA o a la
Casa Blanca o Moncloa no les costaba nada incluir cualquier petición para
recibir su boletín de novedades.
Fue con esta tendencia cuando las fuentes se dieron cuenta del poder
que tenían. Si podían llegar a periodistas humildes, por qué no a todos los
ciudadanos que lo quisieran. Se convirtieron así en medios de comunicación
en sí mismos y ello favoreció que mientras que los medios tradicionales per-
dieran periodistas, los gabinetes de prensa cada día necesitaran más. Por
otro lado, muchos ciudadanos que eran fuentes, los habituales expertos,
también descubrieron que sus blogs podían ser fuente y que podían puentear
incluso a los gabinetes de prensa de sus instituciones. Cuando se generali-
zaron las redes sociales también usaban estas nuevas posibilidades. La can-
tante Lady Gaga (EEUU, 1986), en 2011, tenía 32 millones de seguidores
en Facebook y un record de 10 millones de fans en Twitter. Cuando ella
escribía ahí qué era, una fuente o un medio de comunicación de masas.

4.1. La fuente como medio de comunicación en sí mismo

Para ilustrar este concepto de fuente como medio de comunicación de masas


en sí mismo, lo haremos con el caso de la NASA, la Agencia Americana del
Espacio, una de las fuentes más relevantes y universales del siglo XX en el
que por primera vez el ser humano alcanzó la Luna (en 1969). En 2004
muchos científicos que se interesan por la geología, el clima o la geografía
marciana estaban de enhorabuena: las sondas de la NASA Spirit y Oppor-
tunity se posaban en Marte para recoger valiosísimos datos científicos. Nada
extraño se esperaba, ni se halló. Los estudiosos de la comunicación, sin
embargo, sí encontraron algo sorprendente: en las 24 horas que había durado
el amartizaje del Spirit, la web de la NASA tuvo 225 millones de entradas.
(Se contabiliza como entrada cada vez que un internauta accede a una
página de la NASA, ya sea texto, foto, etc).
En los 90 días que duró la misión, el número de visitas ascendió a 6.530
millones. Una cifra que rápidamente la NASA aclaró que suponía “más que
la población total de la Tierra” que, en aquel año, alcanzaba los 6.300 millo-

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nes. Un quinto de todo el tráfico procedía de fuera de EEUU y, a través de
una encuesta, se determinó que un cuarto de los visitantes eran profesores
o estudiantes de primaria o secundaria.
Un estudio realizado en 2007 demostró que en mayo de ese año (un
mes sin ninguna misión espectacular), las visitas únicas al portal de la NASA
fueron de 3.952.000 de personas (Hedman, 2007). Sin embargo, las visitas
únicas a portales de ciencia y tecnología de medios de comunicación tradi-
cionales eran muy inferiores. Sólo la CNN alcanzaba las 502.000 visitas. Es
decir, casi ocho veces menos. La del portal científico de la FOX o la CBS
no podía cuantificarse porque no llegaban al mínimo para ello que se esta-
blecía en 360.000 visitas. Sólo un portal web, Space.com (que no tiene nada
que ver con los medios tradicionales) se acercaba a la NASA con sus
1.178.000 visitas únicas. Otro dato muy interesante fue que mientras que la
permanencia media en el portal de la NASA fue de 12:33 minutos, en el de
la CNN sólo fue de 2:38 minutos (cinco veces menos tiempo).
Esto propició que en 2008 cerraran las secciones de ciencia de medios
tan importantes como el Boston Globe o la CNN. ¿Para qué sirve el medio
de comunicación tradicional si la sociedad prefiere acudir a la fuente? Es
decir, cuando un periodista de un medio tradicional copia íntegramente lo
que le llega de la fuente está cavando su tumba: para eso la opinión pública
acude directamente a la fuente porque Internet permite hacerlo.
¿Por tanto, qué es la NASA: una fuente para los medios o un medio de
comunicación en sí mismo? Posiblemente ambas cosas, pero claramente es
también un medio de comunicación con una audiencia superior a la CNN
(sección de ciencia) o la CBS o FOX. La NASA es consciente de ello y man-
tiene dos vías de comunicación: una con los periodistas y otra directamente
con la sociedad. Potencia su imagen de marca en ambos sentidos.
La vía de comunicación con los periodistas se ha enriquecido, en el sen-
tido de que ahora todo periodista de cualquier sitio del mundo, indepen-
dientemente del medio en el que esté, puede suscribirse al servicio de noticias
de la NASA. Le llegarán puntualmente por el correo electrónico las últimas
novedades de las misiones espaciales, comunicados sobre hallazgos científicos
o videos con declaraciones y ruedas de prensa de los científicos de la agencia
espacial. Es decir, no depende de los grandes medios de comunicación (agen-

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cias de noticias, cadenas internacionales de televisión, etc.) porque todos
tienen la misma información.
Pero la gran novedad es que eso le llega también al conjunto de la
sociedad de forma directa, sin necesidad de un intermediario periodista.
El ciudadano anónimo interesado puede acceder a la web de la NASA
donde puede encontrar todos esos contenidos que, prácticamente, copia
el periodista. Pero es que, además, cualquier ciudadano puede suscribirse
al servicio de noticias de la NASA, porque la tecnología lo permite, en
igualdad de condiciones que un periodista. Antes era físicamente imposible,
pero ahora no. El comunicado de prensa de la NASA le llegará al mismo
tiempo a un curioso profesor del sitio más recóndito del mundo y al jefe
de sección de periodismo científico de The New York Times. El ciudadano
con espíritu divulgativo –o vengativo, o el que sea– puede comentar las
noticias de la NASA en su blog, copiar las imágenes, colgar el vídeo de
las ruedas de prensa o de los astronautas en la Estación Espacial Inter-
nacional (ISS).
Otro aspecto interesante ocurre, como se verá en el siguiente punto,
cuando la fuente tiene un blog y se puentea al gabinete de comunicación.
En 2006 la administración Bush prohibió a un científico de la NASA, James
E. Hansen, que siguiera impartiendo conferencias donde relacionaba el
cambio climático con las emisiones contaminantes de la actividad humana.
Finalmente se le destituyó de su puesto de jefe del Departamento Atmos-
férico del Instituto Goddard de la NASA. Hansen lo mencionó en su blog
y un “cibermurmullo” inundó la Red. Del murmullo cibernético pasó a The
New York Times (29-01-2006) o a televisiones globales como CNN o CBS
y, de ahí, nuevamente a la Red, reconsiderando la NASA su decisión por la
presión en la esfera pública virtual.

4.1.1. Los blogs como fuentes y como medios de comunicación

El fenómenos de los expertos con blogs y que esos blogs se conviertan a la


vez en fuentes y medios de comunicación es muy interesante y conviene
abordarlo con mayor profundidad. Aunque existen en todos los ámbitos del

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periodismo especializado quizá el área donde más impacto están teniendo
es en el periodismo económico. ¿Tardará mucho en desaparecer la crisis
económica actual? ¿Debo comprarme una casa ahora o esperar unos meses?
¿Cuándo se recuperará el empleo en el Sur de Europa? ¿Invierto en un
negocio nuevo o compro oro con mis ahorros? ¿Está seguro mi dinero en
los bancos? Todas estas preguntas se buscan constantemente en Google y
los ciudadanos cada día con mayor frecuencia tomas sus decisiones reales
en función de lo que encuentran en la Red. Muchos expertos sostienen que
los blogs económicos son imprescindibles para entender qué sucede en el
mundo. Existen decenas de clasificaciones, desde la que hace el The Wall
Street Journal cada año hasta la de los propios internautas. Se clasifican en
función de sus visitantes, su influencia (número de webs que los vinculan)
o el liderazgo intelectual de sus autores. Debe matizarse, no obstante, que
los blogs pueden aparecer y desaparecer de un día para otro. Su volatilidad
es enorme, no solo en cuanto a su creación sino, simplemente, a la cantidad
de post que publican. Un periódico se imprime todos los días (o actualiza
su web constantemente), lo mismo sucede con un informativo de televisión
y eso es importante para fidelizar a la audiencia. Pero los blogs dependen
del tiempo libre del que dispongan sus autores. Por tanto, puede haber una
etapa donde pueden publicarse post diarios y en otra uno mensual, deca-
yendo la audiencia de forma considerable.
Teniendo en cuenta todas estas prevenciones, en este libro se han elegido
seis blogs –cinco extranjeros y uno español– para resumir las posibles ten-
dencias de este tipo de comunicación. Los blogs pueden desaparecer, pero
surgirán otros similares. Lo que interesa destacar son los patrones en los
que se asientan.

A) Naked Capitalism

Creado en 2007 por Susan Webber, consultora de negocios, en 2011


superaba los 30 millones de visitas. Contaba con más de 36.000 lectores dia-
rios que visitaban 57.000 páginas. Su éxito radica en que tiene más de una
veintena de colaboradores –desde economistas o abogados hasta asesores

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republicanos o demócratas y periodistas– que escriben sobre temas legales,
posibilidades de inversión o seguros e hipotecas. La cantidad de colabora-
dores le permite una actualización constante y al ser de diferentes países –
Irlanda. Nueva Zelanda, EEUU– le imprime una visión mundial a una dis-
ciplina tan globalizada como la economía.

B) El blog de Greg Mankiw

Otro blog muy interesante –al menos muy citado por los medios tradi-
cionales que lo usan de fuente– es el de Greg Mankiw, profesor de Economía
de la Universidad de Harvard y asesor republicano. Reúne la habilidad
divulgativa del autor con lo que en teoría de la comunicación se denomina
el prestigio de la marca. El blog nació con la intención de explicar la actua-
lidad económica a los alumnos de primer curso de economía a los que enseña
Mankiw. Esto favorece que el blog no sólo aborde cuestiones económicas,
sino que se ha convertido en una fascinante manera de aprender economía,
que es lo que pretende el autor. Internet nos permite recibir clases magis-
trales de un profesor de Harvard sin pagar los miles de dólares que cuesta
la matrícula. Mankiw cuelga videos de las conferencias que imparte por
todo el mundo lo cual es otra formidable manera de adquirir un conoci-
miento que antes estaba vedado a solo unos pocos. Su audiencia en 2011
era de unas 11.000 visitas diarias, lo que demuestra que no solo sus alumnos
siguen su blog.

C) Marginal Revolution

Desde el punto de vista de la comunicación, destaca el de Tyler Cowen


y Alex Tabarrok, ambos profesores de Economía de la George Mason Uni-
versity, y su exitoso Marginal Revolution. La originalidad de este blog estriba
en que no solo habla de economía, sino también de libros, historia, restau-
rantes, discos, lo que lo convierte en todo un medio de comunicación tradi-
cional, solo que con una audiencia selectiva con alto poder adquisitivo y,

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sobre todo, de influencia: que es la que se interesa por la economía. No
extraña, por tanto, que cuando Cowen usó su blog para promocionar su
pequeño panfleto The Great Stagnation [El gran estancamiento] (de apenas
15.000 palabras), publicado como e-book a principios de 2011, la repercusión
fuera enorme: llegaba a la audiencia verdaderamente interesada.
En su versión de e-book explotó y saltó rápido a la lista de los más ven-
didos de The New York Times. Con amplia reseña en otro medio tradicional,
The Economist, en junio de 2011 apareció en formato papel (lo importante
sigue saliendo en papel) y vendió los derechos en varios idiomas (incluido
el español). El libro –que aborda por qué será muy difícil salir de la crisis
económica si no hay grandes avances tecnológicos que generen negocio–,
según el The New York Times, es el que más debate provocó durante 2011.
Todo surgió –y se incentivó– desde un inocente blog que, usado hábilmente,
convirtió en apenas unos meses a un anónimo académico en uno de los líde-
res mundiales de opinión en 2011.

D) Conscience of a Liberal

Otro blog económico imprescindible, en este caso escrito por el premio


Nobel de Economía Paul Krugman. Etá insertado en la web de un medio
tradicional The New York Times. Aquí se unen reputación de marca del
autor –Nobel y profesor de Princeton– junto al prestigio del medio que lo
alberga. Sin embargo, curiosamente, no logra alzarse en los primeros puestos
de los más visitados. Una posible explicación es que Krugman no es visto
por la opinión pública online como un técnico en economía, sino como un
político.
Se ha decantado mucho desde el punto de vista ideológico –defensor
de las políticas de centro izquierda–, y su blog lo aloja en un medio que
también tiene esa orientación. Ello provoca que la opinión pública le retire
el marchamo de “objetividad científica” que hubiese ostentando si no
fuera tan mediático ni tan comprometido con causas con determinadas
ideologías políticas. Es decir, el nuevo entorno prefiere al experto frente
al intelectual.

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E) Freakonomics

Es un blog paradigmático respecto a lo que significa la producción de


conocimiento en la sociedad red. Freakonomics fue creado por Steven
Levitt, profesor de Economía de la Universidad de Chicago y el periodista
Stephen Doubner. Aquí la ruta seguida fue la contraria a Marginal Revo-
lution. Freakonomics nació como libro tradicional convertido en best seller
mundial con más de cinco millones de ejemplares vendidos.
Con lenguaje desenfadado aborda lo que hay de economía detrás de
muchos actos cotidianos. El éxito del libro (y las búsquedas en Google) fue
el origen para crear el exitoso blog (y hasta un documental). El blog ha ser-
vido de plataforma para vender más ejemplares del libro inicial y de toda
la secuela que le ha seguido. Sigue alimentando el debate y posicionando
a los autores como líderes de opinión.

F) Nada es Gratis

Es el blog económico más interesante de los que se publican desde Espa-


ña. Nada es Gratis (NeG), una bitácora donde participan los mejores eco-
nomistas en lengua española y que está editado por Javier Andrés (Univer-
sidad de Valencia), Samuel Bentolila (CEMFI), Antonio Cabrales
(Universidad Carlos III de Madrid), Luis Garicano (London School of Eco-
nomics) y Tano Santos (Columbia Business School). Con este plantel de eco-
nomistas muy prestigiosos, e independientes de partidos políticos, no cabe
duda de que el blog se ha convertido en referencia. Su web deja claro el obje-
tivo: “Promover el análisis y el comentario de prestigiosos investigadores
económicos acerca de los principales problemas a los que se enfrenta la socie-
dad actual, con especial atención a España y a otros países de habla hispana
(...) Nada es Gratis persigue acercar la investigación económica al público
en general, fomentando el debate sobre la política económica”. Economistas
en el antiguo papel de los periodistas. Internet favorece que cualquiera pueda
crea un blog –medio de comunicación– y llegar a audiencias globales. Por
otra parte, estos blogs sirven también de fuente a los periodistas tradicionales.

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4.2. ¿Periodismo de filtración o de investigación?

El periodismo de investigación es posiblemente una de las especialidades


más elevadas de la profesión. La catedrática de Periodismo de la Universidad
Pompeu Fabra Montse Quesada sostiene que el periodismo de investigación
se centra en las realidades de las que no se informa en los canales oficiales
y que afectan directa o indirectamente al público, yendo más allá del dato
anecdótico del periodista tradicional (Quesada, 1997). Ya en el siglo XIX el
presidente estadounidense Roosevelt los calificó como muckrakers (reco-
lectores de basura) en respuesta a que los periodistas hubieran descubierto
sus relaciones extraconyugales. Pero desde el Watergate en Estados Unidos
al fraude de la talidomida en el Reino Unido lo importante siempre fue
desvelar aquello que se le quiere ocultar a la sociedad.
José María Caminos Marcet, catedrático de Periodismo en la Univer-
sidad del País Vasco, describe las características del periodismo de investi-
gación (Caminos Marcet, 1997: 24-25):

1. Se trata del descubrimiento de la verdad oculta: todo aquello que


las personas o instituciones desean mantener oculto pero que los
ciudadanos tienen derecho a saber.
2. Es un periodismo que no se apoya en las fuentes oficiales. “Más
bien al contrario, desconfía de ellas (Caminos Marcet, 1997: 24).
3. Buscar la verdad exige investigar más allá de la simple apariencia
de las cosas. “Exige ese sexto sentido periodístico que los profesio-
nales destacan como aspecto imprescindible para la práctica de su
profesión, mezclado con una tenacidad y capacidad de trabajo ili-
mitada (Caminos Marcet, 1997: 25)”.
4. Utiliza procedimientos propios de otras ciencias sociales como la
psicología y la sociología. En un capítulo posterior se analizará cómo
esto conducirá al periodismo de precisión y al periodismo de datos.
5. El periodismo de investigación es eminentemente informativo y se
sustenta en una exposición fidedigna de datos muy comprobados.
Se caracteriza por un rigor que se apoya en la constante verificación
de los datos.

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6. No tiene cabida el error. Los datos se tienen que poder comprobar
siempre.

Por otra parte, no es lo mismo periodismo de filtración (la fuente es la


interesada en que algo salga a la luz) que de investigación donde es el perio-
dista quien detecta un posible tema –lo que en el método científico sería
una pregunta de investigación– y aplica las técnicas periodísticas para con-
testar su pregunta. Ramón Reig, catedrático de Periodismo de la Universidad
de Sevilla, ofrece cinco pautas para detectar si un reportaje es o no es de
“investigación” (Reig, 2000: 104). Un reportaje no es de investigación si:

1. Trabaja sobre datos ya conocidos


2. Abarca varios temas a la vez de diversa índole
3. No se concentra en ninguno de ellos para profundizar en él y aportar
novedades
4. Abre interrogantes en lugar de cerrarlas
5. Muestra como algo extraordinario lo que no lo es por medio de
recursos audiovisuales efectistas.

El catedrático de Periodismo de la Universidad de La Laguna José


Manuel de Pablos Coello habla de las cinco fases del periodismo de inves-
tigación, a las que denomina las 5P (la P es la inicial de cada una de las cinco
fases indicadas)
Las cinco fases serían (De Pablos Coello, 2001: 104-113):

1. la pista: el planteamiento de un trabajo de investigación. Ben Bra-


dlee, periodista que participó en la investigación del Watergate y de
los Pentagon Papers, señala que su primer mandamiento del perio-
dismo de investigación fue “sigue el dinero (Bradlee, 2000: 102)”.
Suelen ser las cuestiones económicas las que están detrás de muchas
investigaciones periodísticas.
2. la pesquisa: la consulta de fuentes y documentos para avalar o refutar
la pista

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3. la publicación: hay que evitar cabos sueltos que puedan empañar
todo el trabajo de investigación. Es mejor dejar de publicar algo si
tenemos dudas. Si fuera incierto, el poder usará ese dato para des-
acreditar el resto.
4. la presión: desde el primer segundo de publicación de un reportaje
de investigación el periodista y el medio donde publica van a tener
presiones por parte de los afectados. Intentarán desacreditar siempre
al periodista. “Con eso hay que contar siempre y estar preparado
para la embestida (De Pablos Coello, 2001: 110)”.
5. la prisión: no siempre sucede, pero en muchos casos el poder arre-
mete contra el periodista investigador que “acaba procesado, encar-
celado, expedientado administrativamente y/o con importantes pér-
didas económicas o de imagen muy importantes (Rodríguez, 1994:
190-191)”.

En cualquier caso, ser periodista implica riesgo: no es presentar un con-


curso de telerrealidad. Según De Pablos Coello “tiene indudable interés
conocer este proceso de las 5P. El profesional podrá saber en todo momento
en qué estadio se encuentra. Con ello, estará preparado para la siguiente
fase, caso de no haber concluido el trayecto iniciado. Varias de ellas pueden
estar abiertas a la vez (De Pablos Coello, 2001: 104)”.
Por otra parte el periodista David Randall, que ha sido subdirector del
prestigioso semanal británico The Observer, señala que:

este tipo de periodismo [de investigación] no consiste en resumir o encajar


entre sí los descubrimientos o datos de otros, sino en realizar investiga-
ciones originales, muchas veces empleando materiales en bruto. Se puede
llevar a cabo mediante una serie de entrevistas, o bien cotejando datos
y cifras. En muchas ocasiones, los frutos y la originalidad de la investiga-
ción se deben al descubrimiento de unas pautas o conexiones que nadie
había observado con anterioridad (Randall, 1999:100).

Y el periodista de investigación español Pepe Rodríguez, que se ha infil-


trado en sectas para contar cómo viven, sostiene que:

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en la actualidad es frecuente la actitud del periodista que se sienta en la
mesa a esperar que alguien le llame. Es una situación totalmente irracional
y lesiva para la profesión, pero una práctica habitual en la mayoría de
los periodistas. De esta forma, la profesión se ha convertido en un trabajo
funcionarial. Hay excepciones, como en todo, pero la mayoría de los pro-
fesionales espera a que alguien le llame por teléfono y le cuente alguna
cosa. Esta práctica, hay que decirlo, no es periodismo (Rodríguez, 1994).

Todo esto no implica que haya que descartar las filtraciones. Siempre
han existido y el mejor periodismo se ha generado, muchas veces, gracias a
ellas. Sin embargo, además de las “gargantas profundas” del periodismo tra-
dicional, en la sociedad red debe prestarse especial atención a los sitios
web que ofrecen datos – con frecuencia hackeados, en el sentido positivo
del término– que normalmente las fuentes quieren ocultar a la opinión
pública. En este sentido resulta muy ilustrativo tratar con cierta profundidad
el sitio WikiLeaks, una mezcla de filtraciones a partir de las cuales se puede
investigar.

4.3. WikiLeaks

Fundada en 2006 por Julian Assange con el objetivo declarado de filtrar


información para combatir la corrupción, WikiLeaks se ganó su prestigio
informativo cuando en julio de 2009 publicó las comprometidas imágenes
de una matanza perpetrada por un comando militar estadounidense a bordo
de un helicóptero en Irak. Justo después colgó en la Red 76.000 documentos
secretos sobre la Guerra de Afganistán. WikiLeaks –que une la idea de par-
ticipación colectiva (wiki) con filtración (leak)– sigue la máxima de la ética
hacker de que toda la información debe ser libre y de acceso ilimitado.
En 2009 la web WikiLeaks publicó el caso Trafigura, donde demostró
que esa empresa energética pagó a otra de Costa de Marfil para deshacerse
de 400 toneladas de gasolina destruyendo el medio ambiente. En julio de
2009 Amnistía Internacional premió a WikiLeaks por denunciar las ejecu-
ciones extrajudiciales en Kenia.

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Sin embargo, fue en octubre de 2010 cuando se produjo su consolidación
como paradigma del mejor periodismo de todos los tiempos: filtró 400.000
documentos militares estadounidenses que evidenciaban una tortura siste-
mática a prisioneros por parte de las fuerzas iraquíes. Torturas conocidas,
según los documentos publicados, pero no denunciadas ni por los oficiales
estadounidenses ni por los medios de comunicación tradicionales. Otra de
sus duras revelaciones fue la constatación de que los muertos civiles eran
muchos más de los que figuraban en las estadísticas oficiales. En concreto,
los medios tradicionales y los políticos occidentales habían “olvidado” 15.000
víctimas, muchas de ellas mujeres y niños que nada tenían que ver con Sadam
Hussein.
Lo revelado por WikiLeaks fue de tal envergadura que Amnistía Inter-
nacional valoró denunciar a las autoridades estadounidenses y el relator de
la ONU para la tortura pidió al presidente Obama una investigación urgente.
Los dos episodios gloriosos del periodismo occidental son el Watergate
(1972) y, sobre todo, el caso de los “Pentagon Papers”: la publicación en
1971 de los 7.000 documentos secretos sobre la Guerra de Vietnam. Esa
información precipitó la salida de EEUU de aquel país. En aquella época
desató una apasionante controversia en torno a la libertad de expresión y
la seguridad nacional. Sin embargo, la historia posterior ha glorificado a los
periodistas frente a las pretensiones de opacidad que defendieron los gobier-
nos en aquel momento. De aquella gloria ha estado viviendo el periodismo
occidental durante casi 40 años hasta la aparición de WikiLeaks.
“Todos los ataques que reciben ahora Assange y WikiLeaks fueron diri-
gidos contra mí cuando publiqué los papeles del Pentágono”, afirmaba en
Twitter Daniel Ellsberg, estadounidense de 79 años que filtró la información
para el célebre caso de los años 70. El presidente de Estados Unidos Henry
Kissinger lo calificó como “el hombre más peligroso de América”. En una
entrevista con El País Ellsberg señala: “Hoy me habrían llamado terrorista
(El País, 12-12-2010: Suplemento Domingo: 5)”, igual que están haciendo
con Assange o Bradley Manning, el soldado de inteligencia que, según el
Departamento de Estado, filtró a Assange los documentos sobre la diplo-
macia americana en un disco de Lady Gaga. “Si ha sido Manning, cosa que
aún está por ver, yo me identifico con él. Defiendo a WikiLeaks porque creo

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en el servicio que está haciendo a los ciudadanos”, añade Ellsberg, convertido
ahora en héroe a analizar en las facultades de Periodismo occidentales.
En diciembre de 2010 WikiLeaks filtró a cinco medios de comunicación
internacionales los 250.000 cables del Departamento de Estado de Estados
Unidos en un caso conocido como Cablegate. En realidad eran las instruc-
ciones de cómo funciona el mundo. Pero los periódicos tradicionales tuvieron
que usar las técnicas del periodismo de datos para buscar información rele-
vante (normalmente la que concernía a cada país) entre los millones de
frases de los 250.000 cables diplomáticos.

4.3.1. ¿Es WikiLeaks periodismo?

La aparición de WikiLeaks ha abierto un interesante debate en los medios


tradicionales y en las facultades de comunicación de todo el mundo: ¿es
periodismo o es una fuente de donde se nutren los periodistas? ¿Debe tener
acceso a toda la información en bruto la opinión pública o debe ser selec-
cionada por los periodistas? Joyce Barnathan, presidenta en 2010 de Centro
Internacional de Periodismo (ICJ en inglés), organización estadounidense
que promociona el periodismo de calidad, considera que WikiLeaks no es
periodismo porque para Assange “lo importante es publicar la información
sin tener en cuenta las consecuencias. Esto es peligroso (El País 29-08-2010:
27)”.
Julian Assange, por ejemplo, se resiste a ser considerado periodista y
reclama ser calificado como informático. Como mucho lo que hace lo ha
denominado “periodismo científico El País 12-12-2010: 31)”. Y añade: “Tra-
bajamos con otros medios para llevar las noticias a la gente, pero también
para probar que son verdad. El periodismo científico le permite leer una
noticia, y después hacer clic en línea para ver el documento original en que
se basa. Así puede juzgarla usted mismo: ¿es auténtica la historia? ¿El perio-
dista informó correctamente?”
Ernesto Hernández Busto, ensayista (Premio Casa de América 2004)
y editor del blog de asuntos cubanos PenúltimosDias.com, considera que
WikiLeaks no tiene la vocación ni los recursos para proponer un relato

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periodístico tradicional, “pero como medio de información o intermediario
de nuevo tipo contribuye sin duda al pacto de confianza sobre el que se fun-
da el periodismo moderno: que los secretos, aun aquellos más incómodos,
pueden ser revelados en nombre del interés público, y que la prensa exigirá
al Gobierno que cumpla con el imperativo democrático de transparencia o
pague el precio de ocultar (El País 12-12-2010: 31)”.
Sin embargo, John Pilger, veterano de las investigaciones comprometidas,
corresponsal de guerra de Vietnam y Camboya, define WikiLeaks “como
uno de los más importantes y excitantes desarrollos del periodismo. (El País
29-08-2010: 27)” Para Pilger, la forma en la que actúa el portal no sólo es
correcta, sino que demuestra que “el periodismo corporativo occidental
está en crisis tras haber colaborado en algunos casos con los gobiernos en
guerras ilegales”.
Wally Dean, periodista y miembro del Comité de Periodistas Compro-
metidos, un grupo de periodistas, editores y académicos preocupados por
el futuro del periodismo con sede en Washington, considera que “el producto
que hace WikiLeaks es esencialmente periodístico (El País 29-08-2010: 27”.
Otros no están de acuerdo con esta opinión y reclaman que periodismo es
lo que hacen los medios tradicionales cuando informan de lo que WikiLeaks
publica, pero no el portal propiamente dicho. Es decir, otorgan a los perio-
distas el papel de jerarquizar y seleccionar, pero no el buscar la información
puesto que no tienen conocimientos informáticos suficientes para encontrarla
en un mundo donde sin esos conocimientos no se accede a la información
importante.
Los últimos acontecimientos mediáticos globales –desde la guerra de
Irak hasta la campaña de Obama por quien la elite periodística jamás apos-
tó– evidencian que los medios tradicionales “se han comportado –en palabras
de Gary Kamiya, cofundador de influyente Salon.com y gurú del periodismo
online– de una forma esclerótica y han estado marcados por ocultas agendas
corporativistas Kamiya, 2009)”.
Sin embargo, el periodismo especializado y explicativo, capaz de con-
textualizar la gran cantidad de información de la red, tendrá cada día mayor
importancia. Jeff Jarvis, uno de los gurús del periodismo en Internet sostiene:
“La especialización se apoderará de gran parte del periodismo. Ya no todos

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nos dedicaremos a hacer lo mismo (aportar valor a las noticias), sino que
saldremos y marcaremos la diferencia cubriendo a fondo un segmento espe-
cífico (Jarvis, 2008)”
Bree Nordinson escribía en diciembre de 2008 este otro enfoque en una
de las revistas académicas más importante de periodismo, la Columbia Jour-
nalism Review: “En consecuencia, el periodismo explicativo puede tener un
futuro prometedor en el mercado de la información. El 9 de mayo, en cola-
boración con NPR News, This American Life dedicó una hora entera del
programa a explicar la crisis inmobiliaria. The Gigant Pool of Money se con-
virtió rápidamente en el episodio más famoso en los trece años de historia
que tiene el programa. Columbia Journalism Review eligió la pieza como
el enfoque más exhaustivo y perspicaz del sistema que ha producido la crisis
financiera (Nordinson, 2008)”. Y añade: “En lugar de, simplemente, con-
tribuir al ruido del interminable torrente de titulares, frases cortas y extractos,
la NPR y This American Life dedican el tiempo a retroceder e informar del
tema en profundidad, y, a continuación, lo explican de forma que aclare uno
de los mayores y más complejos asuntos del año”.
En este sentido, WikiLeaks ha espoleado un poco al oxidado periodismo
tradicional que se había acomodado al sistema. El periodista australiano
Gerad Ryle, preside el Consorcio Internacional de Periodistas de Investi-
gación y en marzo de 2013 publicaron un trabajo conjunto de 86 periodistas
procedentes de 46 países: 130.000 cuentas secretas, seleccionadas de un total
de 2.5 millones, que mantenían ocultas clientes y entidades financieras. Se
trataba de evasores fiscales, algunos tan conocidos como Jerome Cahuzac,
el ministro de Hacienda del presidente socialista francés François Hollande.
La información desencadenó un terremoto político en Francia; es decir, vol-
vía a ser periodismo de verdad. El periodismo seguía estando vivo.

4.4. Ejercicios propuestos

1. ¿Qué diferencia existe entre un medio de comunicación y un medio


de comunicación de masas? Argumenta esta respuesta con las teorías

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de la comunicación mediática que abordan el papel de la opinión
pública en los sistemas democráticos.
2. ¿Crees que una fuente puede ser un medio de comunicación de
masas por sí mismo? Argumenta esta respuesta con casos concre-
tos
3. Hazte seguidor de varios personajes famosos –político, deportista,
cantante, etc.– y describe qué diferencias encuentras respecto a
cómo usan las redes sociales.
4. De los blogs económicos que aparecen en este capítulo, ¿cuál te
parece más interesante como fuente periodística? ¿Qué fallos detec-
tas en su elaboración y publicación de la información?
5. ¿Qué diferencias encuentras entre filtración e investigación perio-
dística? ¿Son compatibles?
6. Realiza una investigación hemerográfica sobre el “caso Roldán” y
el “caso Gal” respecto al periodismo de investigación en España.
7. ¿Crees que Julian Assange, el fundador de WikiLeaks, es un perio-
dista? Argumenta tu respuesta en función de lo que opinen personas
relevantes del periodismo respecto a WikiLeaks
8. Entra en el portal de WikiLeaks (https://wikileaks.org) y valora si
lo que aparece en su pestaña sobre comunicados de prensa te parece
noticiable.
9. ¿Cuál crees que es la imagen que los medios tradicionales ofrecen
sobre WikiLeaks? ¿Consideras que este portal les hace competencia
o aplican sinergias informativas?

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