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05ecapítulo 4 Elias
05ecapítulo 4 Elias
Fuentes periodísticas
y sociedad red
Este capítulo no abordará a qué fuentes se puede acceder con Internet por-
que son todas. Aquí se analizará cómo la sociedad red ha modificado los
conceptos tradicionales de furente y medios de comunicación. El periodismo
siempre ha sido lo que son sus fuentes. Hace unos años se vislumbró la gran
oportunidad que era Internet para acceder a las fuentes: desde las lejanas
como la NASA o los medios de comunicación de otros países, hasta otras
más cercanas que colgaban información interesantes. Asimismo se evidenció
el avance del correo electrónico que permitía dos innovaciones importantes
con respecto a la etapa anterior: a) ahora era posible contactar con cualquier
fuente de cualquier país y desde cualquier sitio y 2) los gabinetes de prensa
podía incluir en su mailing a cualquier medio o, incluso, ciudadano.
A mediados de los 90, cuando aún se enviaban las convocatorias de
prensa o la información vía fax, el coste de tiempo y dinero para las fuentes
era importante. Una persona debía enviar los fax uno a uno y había traba-
jadores en las redacciones cuya función era ir con una bandeja repartiendo
faxes entre los redactores. Además del tiempo, el envío de un fax costaba
dinero. Eso favorecía que solo lo enviaran a los medios relevantes. Ya a fina-
les de los 90 y, sobre todo, en el siglo XXI el correo electrónico posibilitó
que, por ejemplo, no hubiese problema en que un humilde periodista de un
territorio alejando y de un medio pequeño pudiera inscribirse y recibir infor-
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mación en igualdad de plano que los grandes medios. A la NASA o a la
Casa Blanca o Moncloa no les costaba nada incluir cualquier petición para
recibir su boletín de novedades.
Fue con esta tendencia cuando las fuentes se dieron cuenta del poder
que tenían. Si podían llegar a periodistas humildes, por qué no a todos los
ciudadanos que lo quisieran. Se convirtieron así en medios de comunicación
en sí mismos y ello favoreció que mientras que los medios tradicionales per-
dieran periodistas, los gabinetes de prensa cada día necesitaran más. Por
otro lado, muchos ciudadanos que eran fuentes, los habituales expertos,
también descubrieron que sus blogs podían ser fuente y que podían puentear
incluso a los gabinetes de prensa de sus instituciones. Cuando se generali-
zaron las redes sociales también usaban estas nuevas posibilidades. La can-
tante Lady Gaga (EEUU, 1986), en 2011, tenía 32 millones de seguidores
en Facebook y un record de 10 millones de fans en Twitter. Cuando ella
escribía ahí qué era, una fuente o un medio de comunicación de masas.
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nes. Un quinto de todo el tráfico procedía de fuera de EEUU y, a través de
una encuesta, se determinó que un cuarto de los visitantes eran profesores
o estudiantes de primaria o secundaria.
Un estudio realizado en 2007 demostró que en mayo de ese año (un
mes sin ninguna misión espectacular), las visitas únicas al portal de la NASA
fueron de 3.952.000 de personas (Hedman, 2007). Sin embargo, las visitas
únicas a portales de ciencia y tecnología de medios de comunicación tradi-
cionales eran muy inferiores. Sólo la CNN alcanzaba las 502.000 visitas. Es
decir, casi ocho veces menos. La del portal científico de la FOX o la CBS
no podía cuantificarse porque no llegaban al mínimo para ello que se esta-
blecía en 360.000 visitas. Sólo un portal web, Space.com (que no tiene nada
que ver con los medios tradicionales) se acercaba a la NASA con sus
1.178.000 visitas únicas. Otro dato muy interesante fue que mientras que la
permanencia media en el portal de la NASA fue de 12:33 minutos, en el de
la CNN sólo fue de 2:38 minutos (cinco veces menos tiempo).
Esto propició que en 2008 cerraran las secciones de ciencia de medios
tan importantes como el Boston Globe o la CNN. ¿Para qué sirve el medio
de comunicación tradicional si la sociedad prefiere acudir a la fuente? Es
decir, cuando un periodista de un medio tradicional copia íntegramente lo
que le llega de la fuente está cavando su tumba: para eso la opinión pública
acude directamente a la fuente porque Internet permite hacerlo.
¿Por tanto, qué es la NASA: una fuente para los medios o un medio de
comunicación en sí mismo? Posiblemente ambas cosas, pero claramente es
también un medio de comunicación con una audiencia superior a la CNN
(sección de ciencia) o la CBS o FOX. La NASA es consciente de ello y man-
tiene dos vías de comunicación: una con los periodistas y otra directamente
con la sociedad. Potencia su imagen de marca en ambos sentidos.
La vía de comunicación con los periodistas se ha enriquecido, en el sen-
tido de que ahora todo periodista de cualquier sitio del mundo, indepen-
dientemente del medio en el que esté, puede suscribirse al servicio de noticias
de la NASA. Le llegarán puntualmente por el correo electrónico las últimas
novedades de las misiones espaciales, comunicados sobre hallazgos científicos
o videos con declaraciones y ruedas de prensa de los científicos de la agencia
espacial. Es decir, no depende de los grandes medios de comunicación (agen-
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cias de noticias, cadenas internacionales de televisión, etc.) porque todos
tienen la misma información.
Pero la gran novedad es que eso le llega también al conjunto de la
sociedad de forma directa, sin necesidad de un intermediario periodista.
El ciudadano anónimo interesado puede acceder a la web de la NASA
donde puede encontrar todos esos contenidos que, prácticamente, copia
el periodista. Pero es que, además, cualquier ciudadano puede suscribirse
al servicio de noticias de la NASA, porque la tecnología lo permite, en
igualdad de condiciones que un periodista. Antes era físicamente imposible,
pero ahora no. El comunicado de prensa de la NASA le llegará al mismo
tiempo a un curioso profesor del sitio más recóndito del mundo y al jefe
de sección de periodismo científico de The New York Times. El ciudadano
con espíritu divulgativo –o vengativo, o el que sea– puede comentar las
noticias de la NASA en su blog, copiar las imágenes, colgar el vídeo de
las ruedas de prensa o de los astronautas en la Estación Espacial Inter-
nacional (ISS).
Otro aspecto interesante ocurre, como se verá en el siguiente punto,
cuando la fuente tiene un blog y se puentea al gabinete de comunicación.
En 2006 la administración Bush prohibió a un científico de la NASA, James
E. Hansen, que siguiera impartiendo conferencias donde relacionaba el
cambio climático con las emisiones contaminantes de la actividad humana.
Finalmente se le destituyó de su puesto de jefe del Departamento Atmos-
férico del Instituto Goddard de la NASA. Hansen lo mencionó en su blog
y un “cibermurmullo” inundó la Red. Del murmullo cibernético pasó a The
New York Times (29-01-2006) o a televisiones globales como CNN o CBS
y, de ahí, nuevamente a la Red, reconsiderando la NASA su decisión por la
presión en la esfera pública virtual.
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periodismo especializado quizá el área donde más impacto están teniendo
es en el periodismo económico. ¿Tardará mucho en desaparecer la crisis
económica actual? ¿Debo comprarme una casa ahora o esperar unos meses?
¿Cuándo se recuperará el empleo en el Sur de Europa? ¿Invierto en un
negocio nuevo o compro oro con mis ahorros? ¿Está seguro mi dinero en
los bancos? Todas estas preguntas se buscan constantemente en Google y
los ciudadanos cada día con mayor frecuencia tomas sus decisiones reales
en función de lo que encuentran en la Red. Muchos expertos sostienen que
los blogs económicos son imprescindibles para entender qué sucede en el
mundo. Existen decenas de clasificaciones, desde la que hace el The Wall
Street Journal cada año hasta la de los propios internautas. Se clasifican en
función de sus visitantes, su influencia (número de webs que los vinculan)
o el liderazgo intelectual de sus autores. Debe matizarse, no obstante, que
los blogs pueden aparecer y desaparecer de un día para otro. Su volatilidad
es enorme, no solo en cuanto a su creación sino, simplemente, a la cantidad
de post que publican. Un periódico se imprime todos los días (o actualiza
su web constantemente), lo mismo sucede con un informativo de televisión
y eso es importante para fidelizar a la audiencia. Pero los blogs dependen
del tiempo libre del que dispongan sus autores. Por tanto, puede haber una
etapa donde pueden publicarse post diarios y en otra uno mensual, deca-
yendo la audiencia de forma considerable.
Teniendo en cuenta todas estas prevenciones, en este libro se han elegido
seis blogs –cinco extranjeros y uno español– para resumir las posibles ten-
dencias de este tipo de comunicación. Los blogs pueden desaparecer, pero
surgirán otros similares. Lo que interesa destacar son los patrones en los
que se asientan.
A) Naked Capitalism
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republicanos o demócratas y periodistas– que escriben sobre temas legales,
posibilidades de inversión o seguros e hipotecas. La cantidad de colabora-
dores le permite una actualización constante y al ser de diferentes países –
Irlanda. Nueva Zelanda, EEUU– le imprime una visión mundial a una dis-
ciplina tan globalizada como la economía.
Otro blog muy interesante –al menos muy citado por los medios tradi-
cionales que lo usan de fuente– es el de Greg Mankiw, profesor de Economía
de la Universidad de Harvard y asesor republicano. Reúne la habilidad
divulgativa del autor con lo que en teoría de la comunicación se denomina
el prestigio de la marca. El blog nació con la intención de explicar la actua-
lidad económica a los alumnos de primer curso de economía a los que enseña
Mankiw. Esto favorece que el blog no sólo aborde cuestiones económicas,
sino que se ha convertido en una fascinante manera de aprender economía,
que es lo que pretende el autor. Internet nos permite recibir clases magis-
trales de un profesor de Harvard sin pagar los miles de dólares que cuesta
la matrícula. Mankiw cuelga videos de las conferencias que imparte por
todo el mundo lo cual es otra formidable manera de adquirir un conoci-
miento que antes estaba vedado a solo unos pocos. Su audiencia en 2011
era de unas 11.000 visitas diarias, lo que demuestra que no solo sus alumnos
siguen su blog.
C) Marginal Revolution
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sobre todo, de influencia: que es la que se interesa por la economía. No
extraña, por tanto, que cuando Cowen usó su blog para promocionar su
pequeño panfleto The Great Stagnation [El gran estancamiento] (de apenas
15.000 palabras), publicado como e-book a principios de 2011, la repercusión
fuera enorme: llegaba a la audiencia verdaderamente interesada.
En su versión de e-book explotó y saltó rápido a la lista de los más ven-
didos de The New York Times. Con amplia reseña en otro medio tradicional,
The Economist, en junio de 2011 apareció en formato papel (lo importante
sigue saliendo en papel) y vendió los derechos en varios idiomas (incluido
el español). El libro –que aborda por qué será muy difícil salir de la crisis
económica si no hay grandes avances tecnológicos que generen negocio–,
según el The New York Times, es el que más debate provocó durante 2011.
Todo surgió –y se incentivó– desde un inocente blog que, usado hábilmente,
convirtió en apenas unos meses a un anónimo académico en uno de los líde-
res mundiales de opinión en 2011.
D) Conscience of a Liberal
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E) Freakonomics
F) Nada es Gratis
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4.2. ¿Periodismo de filtración o de investigación?
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6. No tiene cabida el error. Los datos se tienen que poder comprobar
siempre.
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3. la publicación: hay que evitar cabos sueltos que puedan empañar
todo el trabajo de investigación. Es mejor dejar de publicar algo si
tenemos dudas. Si fuera incierto, el poder usará ese dato para des-
acreditar el resto.
4. la presión: desde el primer segundo de publicación de un reportaje
de investigación el periodista y el medio donde publica van a tener
presiones por parte de los afectados. Intentarán desacreditar siempre
al periodista. “Con eso hay que contar siempre y estar preparado
para la embestida (De Pablos Coello, 2001: 110)”.
5. la prisión: no siempre sucede, pero en muchos casos el poder arre-
mete contra el periodista investigador que “acaba procesado, encar-
celado, expedientado administrativamente y/o con importantes pér-
didas económicas o de imagen muy importantes (Rodríguez, 1994:
190-191)”.
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en la actualidad es frecuente la actitud del periodista que se sienta en la
mesa a esperar que alguien le llame. Es una situación totalmente irracional
y lesiva para la profesión, pero una práctica habitual en la mayoría de
los periodistas. De esta forma, la profesión se ha convertido en un trabajo
funcionarial. Hay excepciones, como en todo, pero la mayoría de los pro-
fesionales espera a que alguien le llame por teléfono y le cuente alguna
cosa. Esta práctica, hay que decirlo, no es periodismo (Rodríguez, 1994).
Todo esto no implica que haya que descartar las filtraciones. Siempre
han existido y el mejor periodismo se ha generado, muchas veces, gracias a
ellas. Sin embargo, además de las “gargantas profundas” del periodismo tra-
dicional, en la sociedad red debe prestarse especial atención a los sitios
web que ofrecen datos – con frecuencia hackeados, en el sentido positivo
del término– que normalmente las fuentes quieren ocultar a la opinión
pública. En este sentido resulta muy ilustrativo tratar con cierta profundidad
el sitio WikiLeaks, una mezcla de filtraciones a partir de las cuales se puede
investigar.
4.3. WikiLeaks
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Sin embargo, fue en octubre de 2010 cuando se produjo su consolidación
como paradigma del mejor periodismo de todos los tiempos: filtró 400.000
documentos militares estadounidenses que evidenciaban una tortura siste-
mática a prisioneros por parte de las fuerzas iraquíes. Torturas conocidas,
según los documentos publicados, pero no denunciadas ni por los oficiales
estadounidenses ni por los medios de comunicación tradicionales. Otra de
sus duras revelaciones fue la constatación de que los muertos civiles eran
muchos más de los que figuraban en las estadísticas oficiales. En concreto,
los medios tradicionales y los políticos occidentales habían “olvidado” 15.000
víctimas, muchas de ellas mujeres y niños que nada tenían que ver con Sadam
Hussein.
Lo revelado por WikiLeaks fue de tal envergadura que Amnistía Inter-
nacional valoró denunciar a las autoridades estadounidenses y el relator de
la ONU para la tortura pidió al presidente Obama una investigación urgente.
Los dos episodios gloriosos del periodismo occidental son el Watergate
(1972) y, sobre todo, el caso de los “Pentagon Papers”: la publicación en
1971 de los 7.000 documentos secretos sobre la Guerra de Vietnam. Esa
información precipitó la salida de EEUU de aquel país. En aquella época
desató una apasionante controversia en torno a la libertad de expresión y
la seguridad nacional. Sin embargo, la historia posterior ha glorificado a los
periodistas frente a las pretensiones de opacidad que defendieron los gobier-
nos en aquel momento. De aquella gloria ha estado viviendo el periodismo
occidental durante casi 40 años hasta la aparición de WikiLeaks.
“Todos los ataques que reciben ahora Assange y WikiLeaks fueron diri-
gidos contra mí cuando publiqué los papeles del Pentágono”, afirmaba en
Twitter Daniel Ellsberg, estadounidense de 79 años que filtró la información
para el célebre caso de los años 70. El presidente de Estados Unidos Henry
Kissinger lo calificó como “el hombre más peligroso de América”. En una
entrevista con El País Ellsberg señala: “Hoy me habrían llamado terrorista
(El País, 12-12-2010: Suplemento Domingo: 5)”, igual que están haciendo
con Assange o Bradley Manning, el soldado de inteligencia que, según el
Departamento de Estado, filtró a Assange los documentos sobre la diplo-
macia americana en un disco de Lady Gaga. “Si ha sido Manning, cosa que
aún está por ver, yo me identifico con él. Defiendo a WikiLeaks porque creo
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en el servicio que está haciendo a los ciudadanos”, añade Ellsberg, convertido
ahora en héroe a analizar en las facultades de Periodismo occidentales.
En diciembre de 2010 WikiLeaks filtró a cinco medios de comunicación
internacionales los 250.000 cables del Departamento de Estado de Estados
Unidos en un caso conocido como Cablegate. En realidad eran las instruc-
ciones de cómo funciona el mundo. Pero los periódicos tradicionales tuvieron
que usar las técnicas del periodismo de datos para buscar información rele-
vante (normalmente la que concernía a cada país) entre los millones de
frases de los 250.000 cables diplomáticos.
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periodístico tradicional, “pero como medio de información o intermediario
de nuevo tipo contribuye sin duda al pacto de confianza sobre el que se fun-
da el periodismo moderno: que los secretos, aun aquellos más incómodos,
pueden ser revelados en nombre del interés público, y que la prensa exigirá
al Gobierno que cumpla con el imperativo democrático de transparencia o
pague el precio de ocultar (El País 12-12-2010: 31)”.
Sin embargo, John Pilger, veterano de las investigaciones comprometidas,
corresponsal de guerra de Vietnam y Camboya, define WikiLeaks “como
uno de los más importantes y excitantes desarrollos del periodismo. (El País
29-08-2010: 27)” Para Pilger, la forma en la que actúa el portal no sólo es
correcta, sino que demuestra que “el periodismo corporativo occidental
está en crisis tras haber colaborado en algunos casos con los gobiernos en
guerras ilegales”.
Wally Dean, periodista y miembro del Comité de Periodistas Compro-
metidos, un grupo de periodistas, editores y académicos preocupados por
el futuro del periodismo con sede en Washington, considera que “el producto
que hace WikiLeaks es esencialmente periodístico (El País 29-08-2010: 27”.
Otros no están de acuerdo con esta opinión y reclaman que periodismo es
lo que hacen los medios tradicionales cuando informan de lo que WikiLeaks
publica, pero no el portal propiamente dicho. Es decir, otorgan a los perio-
distas el papel de jerarquizar y seleccionar, pero no el buscar la información
puesto que no tienen conocimientos informáticos suficientes para encontrarla
en un mundo donde sin esos conocimientos no se accede a la información
importante.
Los últimos acontecimientos mediáticos globales –desde la guerra de
Irak hasta la campaña de Obama por quien la elite periodística jamás apos-
tó– evidencian que los medios tradicionales “se han comportado –en palabras
de Gary Kamiya, cofundador de influyente Salon.com y gurú del periodismo
online– de una forma esclerótica y han estado marcados por ocultas agendas
corporativistas Kamiya, 2009)”.
Sin embargo, el periodismo especializado y explicativo, capaz de con-
textualizar la gran cantidad de información de la red, tendrá cada día mayor
importancia. Jeff Jarvis, uno de los gurús del periodismo en Internet sostiene:
“La especialización se apoderará de gran parte del periodismo. Ya no todos
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nos dedicaremos a hacer lo mismo (aportar valor a las noticias), sino que
saldremos y marcaremos la diferencia cubriendo a fondo un segmento espe-
cífico (Jarvis, 2008)”
Bree Nordinson escribía en diciembre de 2008 este otro enfoque en una
de las revistas académicas más importante de periodismo, la Columbia Jour-
nalism Review: “En consecuencia, el periodismo explicativo puede tener un
futuro prometedor en el mercado de la información. El 9 de mayo, en cola-
boración con NPR News, This American Life dedicó una hora entera del
programa a explicar la crisis inmobiliaria. The Gigant Pool of Money se con-
virtió rápidamente en el episodio más famoso en los trece años de historia
que tiene el programa. Columbia Journalism Review eligió la pieza como
el enfoque más exhaustivo y perspicaz del sistema que ha producido la crisis
financiera (Nordinson, 2008)”. Y añade: “En lugar de, simplemente, con-
tribuir al ruido del interminable torrente de titulares, frases cortas y extractos,
la NPR y This American Life dedican el tiempo a retroceder e informar del
tema en profundidad, y, a continuación, lo explican de forma que aclare uno
de los mayores y más complejos asuntos del año”.
En este sentido, WikiLeaks ha espoleado un poco al oxidado periodismo
tradicional que se había acomodado al sistema. El periodista australiano
Gerad Ryle, preside el Consorcio Internacional de Periodistas de Investi-
gación y en marzo de 2013 publicaron un trabajo conjunto de 86 periodistas
procedentes de 46 países: 130.000 cuentas secretas, seleccionadas de un total
de 2.5 millones, que mantenían ocultas clientes y entidades financieras. Se
trataba de evasores fiscales, algunos tan conocidos como Jerome Cahuzac,
el ministro de Hacienda del presidente socialista francés François Hollande.
La información desencadenó un terremoto político en Francia; es decir, vol-
vía a ser periodismo de verdad. El periodismo seguía estando vivo.
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de la comunicación mediática que abordan el papel de la opinión
pública en los sistemas democráticos.
2. ¿Crees que una fuente puede ser un medio de comunicación de
masas por sí mismo? Argumenta esta respuesta con casos concre-
tos
3. Hazte seguidor de varios personajes famosos –político, deportista,
cantante, etc.– y describe qué diferencias encuentras respecto a
cómo usan las redes sociales.
4. De los blogs económicos que aparecen en este capítulo, ¿cuál te
parece más interesante como fuente periodística? ¿Qué fallos detec-
tas en su elaboración y publicación de la información?
5. ¿Qué diferencias encuentras entre filtración e investigación perio-
dística? ¿Son compatibles?
6. Realiza una investigación hemerográfica sobre el “caso Roldán” y
el “caso Gal” respecto al periodismo de investigación en España.
7. ¿Crees que Julian Assange, el fundador de WikiLeaks, es un perio-
dista? Argumenta tu respuesta en función de lo que opinen personas
relevantes del periodismo respecto a WikiLeaks
8. Entra en el portal de WikiLeaks (https://wikileaks.org) y valora si
lo que aparece en su pestaña sobre comunicados de prensa te parece
noticiable.
9. ¿Cuál crees que es la imagen que los medios tradicionales ofrecen
sobre WikiLeaks? ¿Consideras que este portal les hace competencia
o aplican sinergias informativas?
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